Resumen de un Viaje a Senegal

Transcripción

Resumen de un Viaje a Senegal
BIBKCA
KCA
Killi Club Argentino
Suplemento N° 3
Resumen de un viaje a Senegal
Roberto Petracini
Edición Especial
Noviembre 2005
Buenos Aires. Argentina
Resumen de un viaje a Senegal
Por Roberto Petracini - KCA 001
consumo (al menos como se lo conoce en
el mundo occidental).
Ubicado en el Noroeste de África, Senegal
es un país relativamente pequeño
(aproximadamente la mitad de la
Provincia de Buenos Aires). Cubre una
superficie de 196.200 km2 y cuenta con
una población próxima a los 10 millones
de habitantes.
El idioma oficial es el francés, aunque
quien no hable Wolof no podrá
comunicare con todos los senegaleses ya
que hay sectores de la población que no
hablan o prefieren no hablar francés. En
algunos casos, según las regiones, el
idioma que predomina es el Serere
(Serer).
Su capital es Dakar, se ubica sobre el
Océano Atlántico y es la ciudad de los
grandes contrastes: por un lado los
hoteles de turismo internacional y toda la
estructura comercial que los rodea, sus
playas paradisíacas y su mar templado;
por el otro lado, una población
mayoritariamente pobre y marginada del
La mortalidad infantil alcanza al 61,0 por
mil, en gran medida debido al paludismo
(Malaria) que incluye a los niños menores
de un año entre sus víctimas preferidas.
El promedio de vida no sobrepasa los 53
años (52,9); el analfabetismo en los
hombres llega al 50% y trepa a 69,3% en
las mujeres. Precisamente en estas
últimas suele recaer la responsabilidad de
criar a los hijos, mantener la casa, llevar
adelante la “actividad productiva familiar”
y, en las zonas suburbanas, acarrear el
agua potable, cosa que en algunos casos
obliga a recorrer varios kilómetros.
No es extraño entonces ver al borde de
las rutas la fila de mujeres, de todas las
edades, cargando sobre sus cabezas los
recipientes con agua. En las zonas
suburbanas y rurales el agua proviene de
pozos (aljibes) ubicados estratégicamente
entre poblaciones,
muchas veces
separadas entre si
por varios
kilómetros.
Esta es una de las
razones por las
cuales el 50% de
la población se
refugia en las zonas urbanas, creando
concentraciones humanas
desproporcionadas con la infraestructura
de los servicios públicos. No es extraño
entonces recorrer Dakar y encontrarse
con montañas de residuos domiciliarios,
que con el calor
ecuatorial de todo
el año, fermentan
y producen un
ambiente por
momentos
irrespirable.
Las autoridades
gubernamentales,
que no llevan
mucho tiempo en
el poder, están
demostrando un
interés especial en
mejorar los
servicios, desde la recolección
de residuos hasta la provisión
de agua potable, pasando por
reparar y ampliar la red
carretera (verdadera catástrofe
nacional en algunas zonas) o
construir acequias y desagües.
Sin embargo es el área de
educación la que sorprende a
quienes no conocen a Senegal por dentro:
cientos de escuelas primarias y
secundarias están regadas por todo el
país, a mayoría de ellas en zonas rurales.
En todas ellas un buen nivel educativo
incluye una escuela secundaria en la que
sus estudiantes dominan idiomas tan
diversos como el español, italiano,
portugués e inglés. No faltan escuelas
donde algunos alumnos hablan alemán y
hasta japonés.
Si a ese detalle le sumamos que el
presupuesto de Senegal destina 6,5% de
su producto bruto en educación (contra el
1,5% en defensa), comprendemos que
hay un proyecto que prepara sus nuevas
generaciones para un futuro mejor.
Si algo debe llamarnos la atención en
Senegal es su gente. Humilde, sincera,
amistosa, solidaria entre si, cordial con el
visitante y respetuosa de su religión. Casi
el 95% de la población practica la religión
musulmana, quedando el 5% restante
repartido entre las religiones cristianas
(católicos y otras religiones evangélicas).
Si bien abordan a los turistas
ofreciéndoles en venta cuánto producto se
pueda imaginar o, en el caso de los
mendigos, pedir una moneda de forma
muy persistente, es casi imposible que un
senegalés robe algo ya que por su
filosofía de vida y pese a su extrema
pobreza, a nadie se le ocurriría quedarse
con algo que no le pertenece. Las
excepciones –de las cuales no he vivido
ninguna- son castigadas no tanto por la
justicia como por la misma sociedad. Y si
no hay ladrones tampoco hacen falta
demasiados policías, los que se limitan a
controlar el endiablado tráfico de rutas y
calles pobladas de taxis que circulan de
puro milagro, ómnibus que van perdiendo
pedazos de sus carrocerías en el trayecto
o camiones que en Europa han sido dados
de baja por chatarra hace al menos 30
años.
Esto que parece ficción es una realidad
posible gracias a la habilidad de los
mecánicos que hacen funcionar cualquier
cosa que tenga motor y ruedas,
valiéndose de herramientas obsoletas que
en cualquier lugar de occidente serían
piezas de museo.
Las virtudes de los senegaleses van más
allá de ser personas excelentes y
honestas, ingeniosas en las manualidades
y creativas a la hora de resolver los
problemas diarios. A la mayoría de
aquellos con los que me tocó tratar, sólo
fue necesario explicarles una vez las
cosas para que las entiendan, pese a las
diferencias del lenguaje. Aprenden muy
rápido y sin necesidad de reiterar nada.
Explicar (y que se entiendan) temas como
la filtración biológica, química del agua o
enfermedades de los peces, no me resultó
nada difícil.
El Proyecto de Lucha Biológica contra el
Paludismo.
En este contexto la Asociación Futuro
Humano se planteó comenzar un proyecto
contra el paludismo que incluye peces
larvicidas, Mesocyclops
thermocyclopoides, drenado de charcas,
concientización de la población y difusión
de medidas preventivas. Paralelamente
otro proyecto para tratar la enfermedad
en personas afectadas, será llevado a
cabo por las autoridades sanitarias.
Especies larvicidas.
En la Universidad de Dakar, el Dr.
Diendome Pandaré, director del
Departamento de Biología Animal de la
Facultad de Ciencias y Tecnología, hace
unos años ha realizado experiencias con
las tres especies de Epiplatys que habitan
en Senegal, con Fundulosoma thierryi
(que en su momento habitaba el Sur de
Senegal) y también con
Paranothobranchius kiyawensis
(localizado hace años en el Sur de
Senegal, pero con mayor distribución en
sequía que fue alterada brevemente por lluvias
Dobo, Gambia).
Esas experiencias demostraron la
viabilidad de utilizar estas especies en el
control de las larvas del mosquito
Anopheles, principal responsable de la
transmisión del paludismo.
Tanto en laboratorio como en trabajos de
campo realizados por el Dr. Pandaré, la
reducción de las larvas de mosquitos llegó
hasta el 100%, dependiendo de la
población, del tamaño del charco y de
otros factores (temperatura, lluvias,
abundancia o no de otros insectos o
larvas de insectos, etc).
La utilización de Fundulosoma thierryi
puede considerarse –por los resultados
obtenidos- pilar del proyecto para charcas
estacionales de tamaño medio. Esta
especie, pese a ciertas diferencias en los
procesos de desarrollo que siguen el
mosquito Anopheles y el pez en cuestión,
resultó el más voraz, registrándose
ingestas diarias muiy importantes. El Dr.
Pandaré observó que F. thierryi ingiere
larvas aún en plena oscuridad.
En menor proporción, Paranothobranchius
kiyawensis también resultó un gran
devorador de larvas. Detrás de ellos, se
ubicaron Epiplatys spilargyreius y Epiplatys
esporádicas.
Según el Dr. Pandaré, la reiteración durante
tres o cuatro años consecutivos de esta sequía
parece ser la responsable principal de la
reducción de la población de Fundulosma
thierryi en las zonas de Koulack y Fatick
(Senegal) y todo el norte de Gambia. Abajo
izq. F. thierryi Foto: S. Valdesalici
Si bien algunas poblaciones aisladas pudieron
haber superado ese largo período, la
utilización de insecticidas para combatir la
plaga de la langosta, terminó con toda forma
de vida en las charcas de la zona, incapaces
de degradar el producto en plazo breve. Junto
a la vida en el agua de los charcos también
desaparecieron insectos y pájaros.
Al desaparecer los enemigos naturales de los
mosquitos (siendo el principal Fundulosoma
thierryi), no es extraño entonces que el
paludismo haya aumentado entre la población
local.
bifasciatus respectivamente.
EN BUSCA DEL NOTHO PERDIDO.
Durante los primeros años de la década de
1970, los países de África Centro-Oeste
sufrieron una intensa sequía que parece estar
relacionada a cambios ambientales producidos
por la deforestación y desertización de
grandes zonas. Senegal sufrió de lleno esa
Nuestra labor entonces se centró en localizar
este pez en las zonas donde alguna vez fuera
citado dentro de Senegal y en lugares
próximos.
Además de la bibliografía especializada, la
consulta con amigos killófilos y la inevitable
búsqueda en Internet, recurrimos a los datos
del Dr. Diendome Pandaré (quien lo había
capturado en su momento) y a los registros
que dispone la Universidad de Dakar. Si bien
la época en que iniciamos la búsqueda es la
adecuada y de hecho localizamos y “colamos
agua” en cientos de charcos (estacionales y
permanentes), F. thierryi no fue localizado,
aunque si dimos con muchas poblaciones y
localidades de Epiplatys bifasciatus bifasciatus
y Epiplatys spilargyreius, además de
Scriptaphyosemion geryi y muchos otros peces
que se mencionan en las planillas de registro
de localizaciones del KCA y a los cuales me
referiré más adelante.
que tomaron este proyecto como propio, no
dudaron en brindarnos el soporte logístico que
nos permitió explorar sistemáticamente
aquellas zonas donde las referencias nos
dirigían. Una vez descartadas esas zonas,
seguimos ampliando el trabajo de campo en
círculos concéntricos cada vez mayores,
llegando a la frontera con Guinea-Bissau, zona
envuelta en un conflicto independentista que
dio lugar a la ocupación militar de Casamance
por tropas del gobierno central. Dichas tropas
fueron las que nos acompañaron a modo de
protección en nuestras incursiones por las
zonas consideradas rebeldes y resultaba algo
En nuestro recorrido, que se repitió
diariamente durante al menos 25 días, se
incluyen dos viajes a Gambia, dos viajes a
Casamance (en la frontera con GuineaBissau), cuatro o cinco recorridas por las
zonas rurales de Kaolack, Fatick,
Tambacounda, Kolda, Zinguinchor (Senegal) y
Bansang, Avant Basse y Dobo (Gambia).
incómodo pescar mientras soldados armados
vigilaban los alrededores o nos guiaban a
través de senderos libres de minas
antipersonales.
Con base de operaciones y el acuario y
laboratorio instalados en el Consejo Regional
de Fatick, recorrimos cientos de kilómetros
diarios buscando el pez que sería puntal en
nuestra campaña contra el mosquito
Anopheles.
Las autoridades del Conseil Regional du Fatick,
En cada uno de los cientos de lugares en los
que hemos tirado las redes, se nos aparecían
las infaltables plantas flotantes que abundan
en toda la zona. Varias especies de lo que
arbitrariamente podríamos definir como
Nymphaeaceae sp., otras varias de aspecto
similar a un Nymphoides sp., y media docena
que no me fue posible identificar. Sin que
haya otra referencia al respecto, un pequeño
grupo de repollitos de agua (Pistia
stratiotes) apareció en un arroyo de
Kolda, entre Gambia y Guinea-Bissau,
hecho que me trasladó
imaginariamente a los conocidos
arroyos y charcos de nuestro país
donde son tan abundantes.
Cruzando de Senegal a Gambia,
deben recorrerse varios kilómetros
para acceder a las costas del Río
Gambia.
Frontera con Gambia
El objetivo era la Isla Mac Carthy a la cual se
accede por medio de balsa ya que no hay
puentes ni otros caminos.
La forma de cruzar en balsa consiste en tirar
del cable de acero, tarea a cargo de quienes
deben viajar y que, además, deben pagar el
pasaje
.
charcos que algunas referencias citaban y
muchos más que no figuran en ninguna
cita.
Para arribar a uno de esos charcos,
debimos atravesar un monte de arbustos y
árboles, en los cuales una familia de
enojados monos nos miraban con cara de
pocos amigos, demostrando así que no les
resultaba grata nuestra presencia.
Más adelante, al llegar a uno de los charcos
(que resultaron muy poblados de Epiplatys
spilargyreius, el ocasional guía, comenzó a
gritarme un poco alterado (en su idioma local,
wolof). Luego fue Adrián quien me llamaba un
poco alarmado. Tardé un minuto en darme
cuenta que se trataba de algún peligro, por lo
Balsa en Gambia
Ya en la orilla comenzamos a tomar rumbo
hacia el interior, previo pagar el 15º soborno
de 1.000 francos centroafricanos. Es posible
que cada uno de los puestos policiales de
Gambia entre la frontera con Senegal y
Bansang, hayan cobrado el “peaje” (casi
obligatorio) de 1.000 francos CFR.
Abriéndonos camino a través de los pastizales
de dos metros de altura, fuimos ubicando los
Charco de los gorilas – Dobo, Gambia
que regresé tan rápido como pude.
Finalmente me explicaron que estaba
aproximándome a un pequeño monte y que
allí habita una familia de gorilas. Según
entendí, podrían atacar a quienes se acerquen
solos, por lo que era mejor avanzar en grupos,
o mejor aún, cambiar de rumbo para no
molestarlos.
Regresando a la ruta, y viendo que se
aproximaban las 17 horas, optamos por
regresar hacia la balsa (que deja de
funcionar a las 18 horas) y en el
recorrido pasamos las redes por varios
charcos, canales, arrozales y hasta en
algún pequeño arroyo.
El resultado fue siempre el mismo:
abundancia de diversas especies de
Barbus y los infaltables Epiplatys
spilargyreius y Epiplatis bifasciatus
bifasciatus.
A las 18,30 horas el sol se encontraba
tocando el horizonte y sabiendo que
poco tiempo después oscurecería,
optamos por volver hacia Senegal.
Conseguir hospedaje puede resultar un poco
complicado si no se conoce el lugar. Por lo
tanto optamos por continuar viaje a Fatick
donde arribamos avanzada la noche. Tras una
ducha y una cena a la senegalesa acompañada
con cerveza “Flag”, planificamos las
actividades del día siguiente, las cuales
protección del medio ambiente y tiene muchos
conocimientos sobre peces y, en particular,
sobre cultivo de tilapia. También formó parte
de la expedición el profesor Diendome
Tambaré de la Univesidad de Dakar.
El equipo lo completamos Adrián, Birame y yo.
estarían centradas en adiestrar a Julio, un
profesor de matemáticas que habla español y
se ofreció como voluntario para colaborar en el
proyecto. Julio rápidamente se interiorizó en
el funcionamiento del acuario, las tareas de
mantenimiento y los mecanismos de
reproducción y cría de peces. En la medida
que avanzábamos comprendí que Julio tenía
amplios conocimientos en ciencias naturales y
que, como todo senegalés, aprendía muy
rápido.
Así fue que dos días enteros fueron dedicados
al acuario-laboratorio y al intercambio de
informaciones.
Casi en un calco del recorrido anterior,
atravesamos la frontera con Gambia, pasamos
todos los controles policiales sin necesidad de
pagar ningún soborno y volvimos a colar
decenas de charcos. El Dr. Pandaré no podía
creer que no localizáramos ningún pez anual
en los lugares que él mismo los había
colectado años atrás (y que nosotros habíamos
recorrido hacía pocos días).
Nuevos trabajos de campo
Con la tranquilidad de saber que el acuario
quedaba en buenas manos, plantificamos las
nuevas recorridas, las últimas de mi estadía en
Senegal ya que se aproximaba la fecha de mi
regreso.
En esta oportunidad con la compañía del
Teniente Ngom (que trabaja en el área de
Adrián, Tte. Ngom, Profesor Pandaré,
Roberto y Birame.
Ante la realidad, continuamos viaje
atravesando Gambia hacia el sur y recorrimos
–ya dentro de Senegal- varios afluentes del río
Casamance donde ninguna novedad alteró los
registros que teníamos realizados desde días
atrás.
Tras dos días infructuosos, al menos en
los intentos por localizar alguna especie
anual, optamos por regresar.
La primera conclusión que produjo la
reunión de trabajo fue que los pastizales
de más de dos metros de altura
dificultaban el trabajo ya que impedían
visualizar los posibles charcos.
Ciertamente la cortina de pastos era tan
densa que podríamos haber pasado a dos
metros de un charco sin verlo.
Al mismo tiempo nos exponíamos
innecesariamente ya que no sólo no
podíamos ver los charcos, tampoco
veíamos posibles peligros.
Tras analizar los hecho llegamos a la
conclusión final: hay que regresar en los
meses de junio o julio, cuando las lluvias
ya han caído durante dos o tres meses
pero los pastizales aún permanecen bajos
y no tan espesos.
Esta fecha coincide con la fecha de
siembra de peces anuales en los charcos
seleccionados por las autoridades de
Senegal y que deberían estar criados en
cautividad para ese entonces.
De momento un nuevo viaje a Senegal no
está dentro de mis planes, pero en gran
medida ello dependerá de los avances del
proyecto y de la necesidad o no de mi
presencia en ese momento.
Como toda incursión en lugares
desconocidos, también este viaje ha
enriquecido mi experiencia, me ha
permitido conocer gente y lugares,
costumbres, culturas y tradiciones.
Sobre peces, organismos diversos y
plantas acuáticas, la riqueza y diversidad
no tienen nada que envidiarle a
la fauna sudamericana. Si bien
en Senegal las temperaturas son
elevadas (hasta 43-44º C), la
mayoría de los peces capturados
habitan aguas que no superan
los 30º C. No habiendo
encontrado peces anuales en
charcos que estén expuestos
directamente al sol, no es
posible sacar conclusiones sobre
esto, pero en charcos estacionales sin
peces (aunque con otros organismos y
plantas), hemos medido temperaturas de
hasta 42º C en la superficie.
Este breve resumen no podría terminar
sin ilustrar con algunas fotos las plantas y
peces colectados.
En la planilla de localizaciones del Killi
Club Argentino se han registrado las
especies y algunas localizaciones de
interés para los killófilos. Los peces
recogidos se encuentran en Senegal,
aunque algunos pocos ejemplares de las
dos especies de Epiplatys colectadas, se
dejaron en manos de Juan Carlos Rubio,
socio del KCA que se especializa en este
género.
Obsérvese el intenso colorido de las
hembras, con sus gónadas bien
desarrolladas.
En el mismo charco, cabras y vacas
(cebú) beben agua y se bañan
constantemente.
También en Senegal, regiones de Fatick y
Diourbel, colectamos estos
Dendrocephalus sp. que abundaban en
charcas de hasta 150 o 200 metros de
largo y 1,50 mt. de profundidad.
Esta especie de Nymphaceaea se extiende
por todo Senegal, dando colorido a todos
los charcos y arroyos de curso lento.
Otras especies flotantes suelen compartir
los charcos que, en algunos casos,
cuentan con agua salobre.
Cuando la salinidad no es elevada,
algunos peces (en particular de la familia
Cichlidae), suelen encontrarse con mayor
o menor abundancia.
Una práctica ancestral que permite un
aporte de proteínas para las familias
rurales.
Esta planta crece en charcos con
temperaturas que llegan a los 43º C y
mueren rápidamente en cautiverio.
Este tipo de lagunas se extienden
reiteradamente en la zona de Fatick.
Temperaturas elevadas, algas en
abundancia y peces que una vez
atrapados son utilizados para consumo,
forman parte de lo cotidiano.
Las trampas de los lugareños, construidas
en corteza de caña, se colocan en diques
que se vacían y obligan a los peces a salir
a través de las cestas-trampas.
Ante la imposibilidad de conservarlas, sólo
pude optar por tomarle unas cuantas
fotografías, aprovechando la floración.
Synodontis sp.
Marcusenius senegalensis (Pez Elefante).
Esta especie es muy abundante en
arroyos y ríos locales y se distribuye
desde Senegal hasta Guinea-Bissau
(aunque es probable que se extienda
mucho más allá de los lugares donde la
hemos localizado)
No es simple cerrar este informe.
Como suele ocurrir en estos casos, tras
30 días en Senegal quedan muchos temas
por considerar y muchas vivencias para
compartir.
Si debo elegir un punto para sintetizar lo
vivido, debo decir que lo mejor que
encontré fue la gente de Senegal.
Agradezco a mis compañeros de equipo,
Birame, Javier y Adrián por brindarme su
amistad desinteresada y a todos los que
desde lejos, y en particular a mi familia y
a los miembros del KCA, que me
alentaron y soportaron mi ausencia tan
prolongada.
Roberto Petracini
KCA 001

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