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2
Sumario
Preliminares
6
Introducción
7
1.
Cronología de los acontecimientos
9
2.
La visión de Otsego
2.1.
3.
Reformadores de la salud norteamericanos
contemporáneos de Ellen G. White
3.1.
3.2.
3.3.
3.4.
4.
4.8.
6.
John N. Andrews
John N. Loughborough
Joseph Bates.
La familia Kellogg
Algunos adventistas más
Contemporáneos adventistas no observadores del sábado
Escritos sobre la reforma de la salud en periódicos
adventistas en los meses anteriores al 6 de junio de 1863
Resumen
Declaraciones de Ellen G. White en favor de la
originalidad de su mensaje de la reforma de la salud
Testimonios de adventistas contemporáneos a
Ellen G. White al respecto de la reforma de la salud
6.1.
6.2.
7.
Antecedentes en Escocia
Publicaciones periódicas sobre la reforma de la salud en
Norteamérica
Reformadores de la salud en Norteamérica
3.3.1. William Metcalfe
3.3.2. Sylvester Graham
3.3.3. William A. Alcott
3.3.4. Horace Mann
3.3.5. Diocletian Lewis
3.3.6. Larkin B. Coles
3.3.7. Samuel Thomson
3.3.8. James C. Jackson
3.3.9. M. L. Shew
3.3.10. Mary Baker Eddy
Popularización del gran movimiento de reforma de
la salud en la Norteamérica de mitad del siglo XIX
3.4.1. La frenología
Ellen G. White y sus contemporáneos adventistas
adheridos a la reforma de la salud
4.1.
4.2.
4.3.
4.4.
4.5.
4.6
4.7
5.
Contenido de la visión de Otsego
John H. Waggoner
John H. Kellogg
Acusaciones de falta de originalidad y plagio en el
tema de la reforma de la salud contra Ellen G. White
3
11
11
13
13
14
14
14
15
16
16
16
17
17
18
18
19
20
20
21
21
21
22
23
23
23
24
24
26
28
28
28
30
7.1.
7.2.
7.3.
7.4.
8.
Primera acusación: los adventistas contemporáneos a
Ellen G. White fueron la fuente de información de ella
Segunda acusación: los libros que envió el Dr. James C.
Jackson fueron la fuente de información de Ellen G. White
Tercera Acusación: Ellen G. White disponía de suficiente
información en los meses previos al 6 de junio de 1863
gracias a los artículos publicados en los periódicos
adventistas
Cuarta acusación: plagio de Ellen G. White
Discusión
8.1.
8.2.
8.3.
8.4.
9.
30
31
33
35
36
36
37
38
“Originalidad” de Ellen G. White
“Innovación” histórica
Inspiración divina verbal e inerrancia
La redacción de How to Live fue posterior a la lectura de
Laws of Life de James C. Jackson
8.5.
Errores en acusaciones de plagio de Ellen G. White
8.6.
Muchos de los pioneros de la reforma de la salud en
la Norteamérica del siglo XIX pretenden ser innovadores
originales
8.7.
El movimiento de la reforma en el marco de las
corrientes de reforma social y religiosa de la
Norteamérica de mediados del siglo XIX
8.8.
Fraseología similar de los escritos de Ellen G.
White y los de sus contemporáneos
8.9.
El conocimiento de Ellen G. White sobre los principios
de la reforma de la salud fueron in crescendo a medida
que maduraba como persona y como cristiana
10.
“Energía vital” y frenología: Ejemplos de conceptos
científicos propios de una época
8.11. Inspiración de las fuentes
43
43
Conclusiones
44
38
40
40
41
42
42
Anexo. Paralelismos literarios e ideológicos entre Ellen
G. White y sus contemporáneos en el tema de la reforma
de la salud
48
Últimas reflexiones
55
4
Agradecimientos a: Raquel Roger Roig por su eficaz colaboración en la revisión y
traducción de citas originales del inglés.
N.B.: En la presente revisión de este trabajo se ha decidido incluir en algunas de las citas el original inglés
en paralelo con la traducción al español, por si esta no fuera completamente fiel al original y pudiera dar
lugar a equívocos.
5
PRELIMINARES
El presente es un trabajo iniciado, pero mucho me temo que siempre lo consideraré
inacabado, porque el caudal de nuevos datos y posteriores reflexiones lo convierten en
inagotable.
Allá por el curso académico de 1984-85 en el Seminario Teológico del Colegio
Adventista de Sagunto (CAS), por aquel entonces yo asistía a una asignatura que se
había dado en llamar «Ministerio profético de Ellen G. White» y que impartía el pastor
Carlos Puyol Buil, a la sazón profesor y director del CAS. El tema estrella de aquel
curso eran los préstamos literarios en los escritos de Ellen G. White. No en vano,
hacía escasamente dos años que el pastor Walter Rea acababa de publicar The White
Lie,1 un auténtico mazazo a la, a veces, poco reflexiva e inmadura lectura que
hacíamos de los escritos de Ellen G. White.
No pude quedar ajeno ante tal ataque a los escritos de Ellen G. White, que
digámoslo sin tapujos, el texto de Walter Rea, aunque rezumaba resentimiento, estaba
repleto de documentación incontestable; no cabía dudas, Ellen G. White había copiado
a autores contemporáneos suyos. Eso era algo que se sabía, pero nadie sospechaba
que el volumen de copia que llenaban sus escritos hubiera alcanzado las proporciones
puestas de manifiesto por Walter Rea, al que se le despertaron todos los demonios
familiares.
Como médico que entonces ya era, –si soy médico, al igual que muchos de mis
amigos, es porque soy cristiano adventista y un adherido y ferviente defensor de la
reforma de la salud presentada en los escritos de Ellen G. White– ante esa, por lo
menos para mí, nueva situación decidí estudiar el tema de los préstamos literarios en
los escritos de la reforma de la salud en Ellen G. White. Desde entonces y de forma
asistemática e irregular, he ido recopilando información, más bien poca, aunque sí la
considero relevante. He aplicado una metodología de estudio que hoy la calificaría de
naif, pero que me ha aportado no pocos interrogantes que me han estimulado a un
estudio más concienzudo.
El presente escrito es un aluvión de trabajos que en ciertos momentos son
repetitivos y por momentos lo hacen aburrido, no he tenido el tiempo ni la inteligencia
de presentarlos con la unicidad que requiere un trabajo académicamente riguroso, y
por ello pido disculpas al que tenga la paciencia de leerlo. Pero tienen el valor del
testimonio de mi evolución personal en la comprensión de un tema que lo he agarrado
con pasión, pues no conozco otra forma de abordar un tema como el presente en el
que se juega un poco el ser o no ser de mi vida como médico cristiano adventista. No
es un tema más de estudio, ni un ejercicio académico de salón, es la razón de ser de
una vida.
Solamente dos previas. Primero, pido disculpas por anticipado a todo aquel amable
lector que vea en este escrito parcialidad, que no deshonestidad. Segundo, que me
participes de tus opiniones y saberes, para que podamos los dos continuar caminando
por un sendero repleto de obstáculos sin meta, pero con el goce irrepetible de avanzar
en el camino día a día.
1
REA, W. T. The White lie. Turlock (California): M & R Publications, 1982. (Ed esp.: El caso White: La
mentira blanca. Zaragoza:
[s.n.], 1988, 416 págs). Ídem, La mentira White [En línea].
<http://www.geocities.com/alfil2_1999/rea.html> [Consulta: 10 octubre 2007]
6
INTRODUCCIÓN
Testimonio de Ellen G. White:
«Lo que yo he escrito al respecto de la salud no era tomado de libros o
publicaciones periódicas... Después de que la visión me fue dada, mi marido fue
despertado al respecto de la cuestión de la salud. Él obtuvo libros, después de
nuestro viaje al Este, pero yo no quise leerlos. Mi visión era clara, y no quise leer
nada hasta haber acabado totalmente mis libros. Mis visiones fueron escritas
independientemente de libros o de opiniones de otros».2
Declaraciones como la arriba transcrita han hecho correr ríos de tinta y no pocas
declaraciones absolutas a favor de que “todo” lo que Ellen G. White afirmaba sobre la
reforma de la salud era una innovación original en el campo de la salud y que ello era
la prueba definitiva que atestiguaba su don profético.
Y por contra testimonios como las de George W. Amadon, adventista y amigo de
los White: «…yo supe que una gran parte de él [How to live] era prestado»,3 han
hecho pensar a muchos que la originalidad del mensaje de Ellen G. White no era tal,
sino que era una simple copia o, en el peor de los casos, un plagio de autores
contemporáneos a ella y que previamente a ella escribieron sobre los mismos asuntos.
Por consiguiente el pretendido don profético que para sí reclamaba Ellen G. White, era
una pura y simple farsa o, en todo caso, un desafortunado caso de autoengaño en una
personalidad histérica que creía ver “visiones celestiales”.
En la década de los ochenta se recrudeció la critica a los escritos de Ellen G. White,
y sin duda el punto más controvertido es y siempre ha sido la acusación de falta de
originalidad y plagio de los escritos de Ellen G. White. Si estas acusaciones fueran
ciertas, el pretendido profetismo de tales escritos para muchos adventistas sería difícil
de poderse sostener.
En el presente trabajo simplemente pretendo abordar el problema de los supuestos
préstamos literarios en el tema de la reforma de la salud, tema capital que los adventistas muchas veces presentamos como autenticidad del ministerio profético de
Ellen G. White que tanto beneficio en la salud, no solo física sino también espiritual, ha
traído a los hermanos de la iglesia que han puesto en práctica estos principios que han
considerado divinamente revelados.
Para la elaboración de este trabajo he tomado como texto básico el documento del
Ellen G. White Estate titulado A Critique of the Book Prophetess of Health,4 que fue
redactado a raíz de la aparición del libro Prophetess of Health5 del doctor Numbers
miembro de la Iglesia Adventista –cuando menos en el momento de la publicación de
la primera edición de su libro allá por el año 1976– y que denunciaba los escritos de
Ellen G. White como no inspirados.
El orden del trabajo es primero presentar los acontecimientos en torno al mensaje
de Otsego, después ver las acusaciones formuladas, aunque algunas ya se contestan
implícitamente en los primeros capítulos. Y por fin discutir los argumentos a favor y en
contra que han sido presentados al respecto de la originalidad de los escritos de Ellen
G. White, ya que de acuerdo con Jonathan M. Butler6 entre las posiciones enconadas
2
WHITE, E. G. Manuscript 7, 1867. Citado en: ELLEN G. WHITE ESTATE. A critique of the book
Prophetess of health. Washington, D.C.: General Conference of S.D.A., 1976, pág. 10.
3
«An authentic interview between elder G. W. Amadon, elder A. C. Bourdeau, and Dr. John Harvey,
Kellogg in Battle Creek, Michigan, on October 7th, 1907». Reportaje registrado taquigráficamente. Citado
en: REA, W. T. Op. cit., pág. 202.
4
ELLEN G. WHITE ESTATE. A critique of the book Prophetess of health. Washington, D.C.: General
Conference of S.D.A., 1976, 127 págs.
5
NUMBERS, R. L. Prophetess of Health: A Study of Ellen G. White. New York: Harper & Row, 1976, 271
págs. Nota: En el presente estudio utilizaremos la edición revisada y ampliada del mismo autor: Numbers,
R. L. Prophetess of Health. Ellen G. White and the Origins of Seventh-day Adventist Health Reform.
Knoxville (Tennessee): The University of Tennessee Press, 1992, 335 págs.
6
BUTLER, J. M. «Introduction: The historian as heretic», págs. XXV-LXVIII. En: NUMBERS, R. L. Op. cit.
7
del Ellen G. White Estate7 y de Ronald Numbers8 el punto de desencuentro es que
para los primeros es posible probar históricamente la divina inspiración de Ellen G.
White y Numbers insiste en todo lo contrario: que históricamente se puede demostrar
que la “inspiración” de Ellen G. White es de origen humano y no divino.
A la pregunta: «¿Ellen G. White recibió su mensaje sobre la salud de Dios o de
fuentes terrenales?» el Ellen G. White Estate argumenta que la profeta, previamente a
su visión sobre la salud de 1863, no tenía más que un conocimiento limitado y
fragmentario de la reforma de la salud. El Ellen G. White Estate sostiene que la
independencia intelectual de Ellen G. White presupone su inspiración sobrenatural.
Ronald L. Numbers, evidentemente, por su parte intenta demostrar que Ellen G. White
no tiene independencia intelectual en referencia al tema de la reforma de la salud
respecto a sus contemporáneos.
Objetivo del presente estudio: A lo largo de la presente exposición pretendo aportar
elementos de juicio que superen este escollo aparentemente insoslayable para desviar
la atención de una mera cuestión de originalidad histórica en la exposición de consejos
prácticos de salud y situar el enfoque de la cuestión hacia el verdadero nudo gordiano,
¿cuál es la verdadera naturaleza de la misión del profeta?: recordar que hay un único
Dios creador y que todas las acciones humanas son trascendentes y afectan a la
relación de la criatura con el Creador, y que en el particular tema de la reforma de la
salud, esta es necesaria que se lleve a cabo para dar un paso más en el acercamiento
de los seres creados con su Creador. En ese sentido la reforma de la salud pasa a ser
parte indisociable del mensaje apocalíptico del tercer ángel de un nuevo y definitivo
reino mesiánico. Esta es, y no otra, la originalidad del mensaje que transmite Ellen G.
White al respecto de la reforma de la salud.9
7
ELLEN G. WHITE ESTATE. «A biased, disappointing book». Spectrum. Vol. 8 (1976), núm. 2, págs. 413.
8
«Ronald Numbers». Wikipedia [En línea]. <http://en.wikipedia.org/wiki/Ronald_Numbers> [Consulta: 14
diciembre 2007]
9
WAGGONER, J. H. Review and Herald, 7 de agosto, 1866. Citado en: ROBINSON, D. E. The story of
our health message. 3ª ed. Nashville (Tennessee): Southern Publishing Association, 1965, págs. 79-80.
8
1. CRONOLOGÍA DE LOS ACONTECIMIENTOS. 1863-6510
17 de febrero
de 1863
El articulo de James C. Jackson sobre difteria aparece en la Review,
James White en una nota expresa su confianza en este método de
tratar las enfermedades.
Febrero-mayo
de 1863
Aparecen varios artículos en la Review al respecto de la salud.
6 de junio de
1863
«Era... el 6 de junio de 1863, que el gran tema de la reforma de la
salud era abierto ante mí en visión» (WHITE, E. G. Review and
Herald, 8 octubre 1867).
Mediados o
finales de junio
de 1863
James White encarga un «surtido» de publicaciones de Dansville,
desconociendo, en ese momento, el título de ninguna de las
publicaciones allí ofrecidas.
13 de agosto
de 1863
James C. Jackson escribe a James White disculpándose por el
retraso en el envío de libros.
5-6 de
septiembre de
l863
Ellen G. White menciona que su marido, James White, vio un
anuncio en Voice of Prophets durante su estancia en Boston. Esto
dice ella es lo primero que supo de la existencia de las
publicaciones ofrecidas a la venta en Dansville.
27 de octubre
de, 1863
Mientras los White están en el Este, la Review publica su primer
artículo de Laws of Life (publicación periódica editada por James C.
Jackson).
8 de diciembre
de 1863
Henry Nichols White, hijo de James y Ellen G. White, muere de
neumonía durante su visita a Topsham, Maine.
12 de diciembre
de 1863
Por estas fechas James White ha recibido los libros remitidos desde
Dansville. Él no tiene tiempo de examinarlos detenidamente, y Ellen
G. White dice que los libros permanecieron empaquetados. Sin
embargo James White pudo enviar un libro a un amigo en Nueva
York.
Entre junio de
1863 y agosto
de l864
Ellen G. White habla a algunos amigos contra las drogas, carnes, y
a favor del agua, el aire puro, y la dieta apropiada. Es a menudo
preguntada sobre si había leído el periódico Laws of Life, o leído los
libros de Trail, Jackson, y otros: «Mi respuesta era que no lo había
hecho, ni debería leerlo hasta que hubiera escrito completamente
mis visiones» (WHITE, E. G. Review and Herald, 8 octubre 1867).
Abril de 1864
Es publicado Appeal to Mothers.
Agosto de 1864
Es publicado el volumen 4 de Spiritual Gifts. Conteniendo un
capítulo sobre salud. Este es el primer informe global publicado de
la visión del 6 de junio de 1863.
5 de
septiembre de
1864
Los White inician una visita de tres semanas a Dansville.
10
ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit. pág. 3.
9
Enero-junio,
1865
Health: or How to Live es publicado en seis folletos. Cada folleto
conteniía un artículo de Ellen G. White que ampliaba sobre ciertas
áreas presentadas en el capítulo sobre salud incluido en Spiritual
Gifts, tomo 4, publicado en 1864 que versaba sobre el matrimonio, y
la vestimenta. Cada número también contenía artículos semejantes
de otros autores. Ellen afirma: «Yo no he leído ninguno de los libros
sobre salud hasta que no hube escrito Spiritual gifts, vols. 3 y 4,
Appeal to mothers, y hube esbozado la mayor parte de mis seis
artículos de How to Live... Y después que hube escrito mis seis
artículos para How to Live, entonces examiné las diversas obras
[libros] sobre higiene y quedé sorprendida al encontrarlas tan
parecidas y en armonía con lo que el Señor me había revelado»
(WHITE, E. G. Review and Herald, 8 octubre 1867).
16 de agosto,
1865
James White sufre un ataque de apoplejía.
14 de
septiembre,
1865
Empieza la segunda visita a Dansville.
10
2. LA VISIÓN DE OTSEGO
«Estaba en la casa del hermano Aaron Hilliard en Otsego,
Michigan, el 6 de junio de 1863... el gran tema de la reforma de
la salud era abierto ante mí en visión.»11
El sábado 6 de junio de 1863, cuando los hermanos estaban
reunidos para celebrar el servicio de culto, Ellen G. White tuvo
la visión, tal y como lo cuenta Martha D. Amadon:
«A la hermana White se le pidió que orara en el culto
familiar. Ella lo hizo de una forma maravillosa. El pastor White estaba arrodillado a
corta distancia de ella. Durante la oración, ella se acercó a él, y colocando su mano
sobre su hombro continuó orando por él hasta que fue arrebatada en visión. Ella
estuvo en visión cerca de cuarenta y cinco minutos. Fue en esta ocasión que
recibió instrucción acerca de la cuestión de la salud que poco después llegó a ser
un tema de gran interés para nuestro pueblo. Los que estuvieron presentes en el
momento en que esta visión era dada, nunca olvidarán la atmósfera celestial que
llenaba por completo la habitación.»12
Alrededor del 6 de junio de 1863, Ellen G. White
escribió una carta, de la cual todavía se conserva el
manuscrito original:
«Yo vi que era un sagrado deber cuidar
nuestra salud, e interesar a otros respecto a su
deber... Nosotros tenemos un deber de hablar, ir
contra la intemperancia de todo tipo –
intemperancia en el trabajo, en comer, en beber,
en medicarse– y entonces mostrarles la gran
medicina de Dios: agua, pura agua blanda, para
las enfermedades, para la salud, para la limpieza,
en abundancia... Yo vi que nosotros no debíamos
quedar callados sobre el tema de la salud, pero
deberíamos despertar las mentes sobre dicho tema.»13
Martha D. Amadon
(1834-1937). Foto:
Center for Adventist
Research Photograph
Database
2.1. Contenido de la visión de Otsego
El tema de la reforma de la salud no era absolutamente nuevo entre algunos miembros
del movimiento adventista –pero de ello nos ocuparemos en el siguiente capítulo–, así
como tampoco la visión de Otsego había sido la única sobre la reforma de la salud. Ya
en el otoño de 1848 estando los esposos White en Connecticut, Ellen recibió una
visión en la que le fueron revelados los perjuicios del tabaco, té y café, y que se debía
instar a los observadores del sábado a abandonar su uso.14 Pero hasta el 15 de
octubre de 1855 en que se celebró una reunión general de la Iglesia en Morristown,
Vermont, hasta entonces no se tomó la decisión de disciplinar a los miembros que
tuvieran el hábito tabáquico. Hacia 1850 James White entiende que la Biblia condena
el uso de la carne de cerdo, pero Ellen G. White en 1858 manifiesta que el Señor
mostrará a su iglesia de qué alimentos hay que abstenerse, ya que empiezan a
aparecer muchas interpretaciones de hermanos que empiezan a señalar alimentos
prohibidos.15
11
WHITE, E. G. «Questions and Answers». Second Advent Review and Sabbath Herald, 8 octubre 1867.
Reproducido en: WHITE, E. G. Mensajes selectos. T. 3, cap. 32 «La visión de 1863 sobre la reforma
prosalud», págs. 314-315. (Traducción del autor).
12
Mrs. Martha D. Amadon, Ellen G. White Publications, Archivo Documento Nº 105. Citado en:
ROBINSON, D. E. Op. cit., pág. 76.
13
WHITE, E. G. Carta 4, 1863. Citado en: ROBINSON, D. E. Op. cit., págs. 77-78.
14
ROBINSON, D. E. Op. cit., pág. 65.
15
Ibídem, págs. 62-64.
11
Pero la visión de Otsego es para todos los adventistas contemporáneos de Ellen G.
White el punto de partida de la reforma de la salud. En su primer escrito va a esbozar
dicho tema, este primer escrito va a ser un opúsculo titulado: Un llamamiento a las
madres. La gran causa de la ruina física, mental y moral de muchos de los niños de
nuestro tiempo.16
En este opúsculo se traza un sombrío panorama de la situación general del mundo
en que se denuncia una depravación moral en todos los órdenes, pero haciendo
hincapié en la situación de los jóvenes que están sometidos a la influencia de Satán
por medio de las malas compañías y de la transgresión permanente de las leyes de la
naturaleza, de forma que provoca una degeneración tanto física como mental y moral.
Se podría decir que la filosofía, el mensaje central, de Un llamamiento a las madres
[An appeal to mothers] es la expresada por la misma Ellen G. White en lo página 20
del mismo opúsculo: «La salud de la mente depende de la salud del cuerpo», «en
orden a reforzar en ellos [los niños] las percepciones morales; el amor por los asuntos
espirituales, nosotros debemos regular nuestra manera de vivir, no tomar alimento
animal, y usar cereales, vegetales y frutas, como artículos de alimentación».
En la página 17 habla contra los remedios [drugs, en el original inglés] que utilizan
los médicos y que terminan por matar a los pacientes.
En las páginas 19 y 20 habla de que las especias, pastelitos da carne, pasteles,
confituras, comidas altamente sazonadas, etc. producen «fiebre al sistema [el
organismo humano. (N. del A.)]» y ello conduce a tener «pasiones animales» que
desembocará en un deterioro de las facultades mentales y morales.
Es importante destacar que las afecciones que se dan entre los 30 y los 45 años,
dice en la página 18, son debidas a las prácticas de costumbres erróneas desde la
edad de los 15 años y siguientes contra la naturaleza, y esta a su vez al sufrir castiga
con numerosos dolores en el organismo, enfermedades de hígado, intestinos,
neuralgias, reumatismos, afección de la columna vertebral, enfermedades de riñón,
humores cancerosos. Lo cual nos muestra que Ellen G. White ve una relación de
causa a efecto entre las transgresiones de las leyes de la naturaleza desde la niñez y
la pubertad, con las afecciones que se van a padecer en la edad adulta. Pero además
en los niños las transgresiones de las leyes de la naturaleza les va a provocar: dolores
de cabeza, catarros, vértigos, nerviosismo, dolores de espalda, flancos y
extremidades, insomnio, calenturas nocturnas, sensación de pesadez matutina, gran
cansancio después de hacer ejercicio, semblante amarillento, cara enrojecida no
natural, deficiencias en la salud mental, mente ausente, irritabilidad, mente despistada,
falta de atención, dificultad de aprendizaje y estudio, falta de memoria, tendencia a la
indolencia, celos, desconfianza, desobediencia, ingratitud, impaciencia, semblantes
depravados, estrés, ansiedad...; todo ello como causa de la transgresión de las leyes
de la naturaleza puestas por Dios (págs. 5-7).
En este breve resumen de An appeal to mothers me he detenido más en los
aspectos de la salud física como causa del deterioro moral, ya que esto último es
sobre lo que se extiende más el opúsculo, pero la vertiente física es la que da un poco
la clave de por qué los contemporáneos de Ellen G. White, consideran la visión de
Otsego como la «gran luz sobre la reforma de la salud».17
En Spiritual Gifts, volúmenes 3 y 4, que también se publicarán en el 1864, Ellen G.
White se extiende en los asuntos de alimentación y en explicar experiencias al
respecto.
Después de Otsego vendrá la gran reforma de la salud entre los adventistas.18
16
WHITE, E. G. An Appeal to Mothers. The Great Cause of the physical, mental, and moral ruin of many
of the children of our time. Battle Creek (Michigan): Steam Press, SDA Publishing Association, 1864, 34
págs. Reproducido en: ELLEN G. WHITE ESTATE. The complete published Ellen G. White® writings.
[Archivo informático]. Silver Spring (Maryland): Ellen G. White Estate [2001]. 2 DVDs
17
Ibídem.
18
ROBINSON, D. E. Op. cit., págs. 95-96 .
12
3. REFORMADORES DE LA SALUD NORTEAMERICANOS
CONTEMPORÁNEOS DE ELLEN G. WHITE
A lo largo de la historia desde las épocas más remotas en las culturas sumerias y
egipcias, pasando por el mundo grecolatino y árabe, el termalismo ha sido fuente de
salud y objeto de tratamientos médicos, pero probablemente Ellen G. White lo
desconociera bastante todo ello, incluso probablemente no conocería ni tan siquiera al
ilustre Sebastian Kneipp (1821-1897) contemporáneo suyo, pionero indiscutible de la
moderna hidroterapia. Pero sí con toda probabilidad de forma más o menos directa
debía haber tenido ocasión de contactar con los movimientos americanos a favor de la
temperancia y la reforma de la salud. Es por ello que dedicaremos un amplio capítulo a
recordar quiénes fueron estos personajes y qué hicieron.
EL Dr. Benjamin Rush, uno de los firmantes de la Declaración de Independencia
Americana, en 1785 escribe un opúsculo titulado Inquiry into the effects of ardent
spirits, y además pide leyes civiles contra el consumo de licores.19
En enero de 1826 se funda la American Temperance Society por Marcus Morton,
de la cual será cofundador Joseph Bates. Llegarán a tener más de 5.000 sociedades
locales con aproximadamente un millón de miembros, y editarán el The Temperance
Recorder con una tirada de 200.000 ejemplares. Propugnaban el abstenerse de
alcohol.20
En 1835 se inicia la publicación en Massachusetts del The Moral Reformer, por el
Dr. William A. Alcott, que se dedicaba a impulsar el vegetarianismo.21,22
En 1833 aparece el The Graham Journal, editado por Sylvester Graham ministro de
la Iglesia Presbiteriana que se cura de la tuberculosis mediante una reforma de la
dieta. A partir de entonces se dedica a divulgar las ideas vegetarianas, y se convierte
en un autor enormemente popular, vulgariza las expresiones “grahamites”,23 “Graham
hotels”, “Graham bread”, etc.24
En 1821 se publica un opúsculo titulado Abstinence From the Flesh of Animals,
escrito por William Metcalf, pastor de la Society of Bible Christians de Filadelfia. Este
junto con Graham y Alcott, organizarán una convención de reformadores de la dieta en
Clinton Hall, New York, el 15 de mayo de 1850; de donde surgirá la American
Vegetarian Society, que a su vez editará el The American Vegetarian and Health
Journal, que se clausurará en 1854. Los doctores. James Caleb Jackson y R.T. Trall
formarán parte de esta sociedad.25
19
RUSH, B. An inquiry into the effects of ardent spirits upon the human body and mind: With an account of
the means of preventing, and of the remedies for curing them. 8ª ed. Springfield (Massachusetts): Thomas
Dickman, 1817, 36 págs.
20
«American Temperance Society» [En línea]. Wikipedia.
<http://en.wikipedia.org/wiki/American_Temperance_Society> [Consulta: 16 noviembre 2007]
21
ALCOTT, W. A. The moral reformer [En línea]. Vol. 2. Boston: Light & Stearns, 1836, 384 págs.
<http://books.google.es/books?id=M4SAAAAIAAJ&pg=PA5&dq=The+Moral+Reformer+William+A.+Alcott#PPA1,M1> [Consulta: 10 octubre
2007]. Ídem. Vegetable diet: As sanctioned by medical men, and by experience in all ages [En línea].
Boston: Marsh, Capen & Lyon, 1838, 276 págs.
<http://books.google.es/books?id=5wEAAAAAQAAJ&pg=PA215&dq=The+Moral+Reformer+William+A.+Al
cott#PPR3,M1> [Consulta: 10 octubre 2007]
22
ROBINSON, D. E. Op. cit., pág. 44.
23
“Grahamites”: Seguidores de la dieta de Sylvester Graham. Ver: «Grahamites» [En línea]. En:
Wiquipedia. <http://en.wikipedia.org/wiki/Grahamites> [Consulta: 10 octubre 2007]
24
ROBINSON, D. E. Op. cit., pág. 45.
25
Ibídem, pág. 46.
13
3.1. Antecedentes en Escocia26
Algunos autores y escritos de reformadores de la salud que influyeron en los
reformadores de la salud norteamericanos provenían de Escocia. Entre los que se
puede citar a:
• George Cheyne (1671-1743): médico que propugnaba el vegetarianismo. En
1740 publica The Natural Method of Cureing the Diseases of the Body, obra
que alcanza una cierta notoriedad. En tan solo dos años, en 1742, se publica
una tercera edición en Londres.
• George Combe (1778-1858): en 1828 publicó su obra conocida más conocida
The Constitution of Man, en la que fomentaba la frenología. Dicha obra en vida
de George Combe alcanzó la cifra de ocho ediciones.27
• Andrew Combe (1797-1847): médico y también propugnador de la frenología,
al igual que su hermano George Combe. Publicó entre otras obras The
Principles of Physiology Applied to the Preservation of Health en 1834.28
3.2. Publicaciones periódicas sobre la reforma de la salud en
Norteamérica29
•
Boston Medical Intelligencer: fundada en 1823, se dejó de publicar en 1828 al
fusionarse con otra revista. La revista estaba dirigida a profesionales de la
medicina que practicaban la frenología.30
• Journal of Health Philadelphia, 1829-33.
• Moral Reformer, 1835-43, retitulado Library of Health en 1837.
Los temas comunes eran: dieta apropiada (en
muchas ocasiones sin carne), abundancia de sol y
aire puro, ejercicio regular, reposo adecuado,
temperancia, limpieza y vestimenta apropiada.
3.3.
Reformadores
Norteamérica31
de
la
salud
en
3.3.1. William Metcalfe (1788-1862)32
En 1809 el reverendo William Cowherd estableció la
Bible Christian Church, en Salford (Inglaterra), su
congregación decidió tomar un voto a favor de no
comer carne. Unos años más tarde William Metcalfe
junto con otros miembros de la Bible Christian
26
William Metcalfe. Fuente:
http://www.ivu.org/history/usa19/metcalfe.html
NUMBERS, R. L. «The Health Reformers». En: NUMBERS, R. L. Op. cit., págs. 48-76.
COMBE, G. The Constitution of Man [En línea]. Hartford: S. Andrus and Son, 1828, 41 págs.
<http://books.google.es/books?id=t6QAAAAAMAAJ&pg=PA1&dq=%E2%80%A2%09George+Combe,+Th
e+Constitution+of+Man#PPP1,M1> [Consulta: 10 octubre 2007]
28
COMBE, A. The Principles of Physiology Applied to the Preservation of Health and to the Improvement
of Physical and Mental Education [En línea]. 4ª ed. Edimburgo: MacLachlan and Stewart, 1852, 346 págs.
<http://books.google.es/books?id=Zx8DAAAAQAAJ&pg=PA1&dq=The+Principles+of+Physiology+Applied
+to+the+Preservation+of+Health#PPR1,M1> [Consulta: 10 octubre 2007]
29
NUMBERS, R. L. «The Health Reformers». En: NUMBERS, R. L. Op. cit., págs. 48-76.
30
RIEGEL, R. E. «The Introduction of Phrenology to the United States». The American Historical Review.
Vol. 39 (1933), núm. 1 (octubre), págs. 73-78
31
NUMBERS, R. L. «The Health Reformers». En: NUMBERS, R. L. Op. cit., págs. 48-76.
32
INTERNATIONAL VEGETARIAN UNION. «USA: 19th Century Rev.William Metcalfe (1788-1862)» [En
línea]. <http://www.ivu.org/history/usa19/metcalfe.html> [Consulta: 14 diciembre 2007]
27
14
Church emigraron a Norteamérica, y en 1817 fundaron en Filadelfia la primera Bible
Christian Church vegetariana en Estados Unidos. Metcalfe fue el autor del primer
tratado norteamericano sobre vegetarianismo.33
3.3.2. Sylvester Graham (1795-1851)34
Sylvester Graham pastor presbiteriano en Nueva Jersey. Conferenciante en el verano
de 1830 en Filadelfia para la Pennsylvania Society for Discouraging the Use of Ardent
Spirits. Durante 1830 Graham visitó muchas de las grandes ciudades del Este. En la
primavera de 1831 había roto con la Pennsylvania Society y era orador independiente
del Franklin Institute donde bajo el título genérico de «the Science and Human Life»
habló sobre la dieta apropiada para el control de las pasiones naturales. En 1839
escribió Lectures on the Science of Human Life,35 publicado en Boston en dos tomos,
dónde se reflejaban sus ideas al respecto de la dieta –tomó prestado abundantemente
del Treatise on Physiology del patólogo francés François J. V. Broussais–;36 teorizaba
que la irritación del tracto intestinal, particularmente del estómago, es el responsable
de casi todos los achaques del ser humano. El sistema nervioso liga todos los órganos
del cuerpo en «una común red de simpatía», cualquier cosa que afecta al estómago
también afecta el resto del cuerpo. Graham insistió en su propia originalidad y rehusó
reconocer su deuda hacia Broussais o cualquier otro autor.
Recomendaba la dieta vegetariana y el agua pura. La
mantequilla era objetable como alimento y debía ser
usada «muy moderadamente». La leche fresca y los
huevos no eran proscritos, pero eran desaprobados. Y el
queso solo se permitía el no grasoso y no curado.
El intervalo de tiempo entre comidas había de ser de
seis horas.
No debían consumirse, por ser sustancias irritantes,
condimentos y especias (pimienta, mostaza, canela,
clavo…). Todas altamente excitantes y agotadoras. La
sal la consideraba completamente indigesta.
Té y café, alcohol y tabaco provocan deformidades de
crecimiento y envenenan el sistema. Al igual que la
Fuente:
mayoría de los productos de pastelería, con la posible
http://www.harvestfields.ca/harve
excepción de algunas natillas y frutas, y pasteles de
st/1-text/Natural/graham.jpg
bayas.
En sus Lectures Graham enfatizaba la importancia del descanso, el ejercicio, el
aseo personal, el vestido, y no recurrir a las medicinas. Dormir a horas regulares,
preferiblemente antes de la medianoche y siempre con una habitación bien ventilada.
El ejercicio físico era absolutamente necesario para la buena salud de la circulación
y la sangre.
Los productos de repostería, con excepción de los pasteles de fruta, se
encontraban «entre los más perniciosos artículos que causan malestar en los seres
33
«England: early 19th Century The Bible Christian Church (1809-1930)» [En línea]. International
Vegetarian Union. <http://www.ivu.org/history/england19a/bible-christian.html> [Consulta: 10 octubre
2007]
34
INTERNATIONAL VEGETARIAN UNION. «USA: 19th Century Sylvester Graham (1795-1851)» [En
línea]. <http://www.ivu.org/history/usa19/metcalfe.html> [Consulta: 14 diciembre 2007].
35
GRAHAM, S. Lectures on the Science of Human Life [En línea]. Londres: Horsell, Aldine Chambers,
1849, 290 págs.
<http://books.google.es/books?id=gU8EAAAAQAAJ&pg=PA1&dq=Lectures+on+the+Science+of+Human+
Life#PPP7,M1> [Consulta: 10 octubre 2007]
36
HORROCKS, T. A. «“The Poor Man's Riches, The Rich Man's Bliss”: Regimen, Reform, and the
“Journal of Health”, 1829-1833 ». Proceedings of the American Philosophical Society, Vol. 139 (1995),
núm. 2 (junio), págs. 115-134.
15
humanos».
Era deseable una baño con esponja todas las mañanas.
La ropa no debía restringir los movimientos.
«Toda medicina, como tal, es en sí misma un mal.»
En 1834 publicó A Lecture to Young Men on Chastity,37 donde argumenta contra la
masturbación y el «exceso marital». Graham pensaba que la dieta y el sexo estaban
íntimamente relacionadas, y ciertos alimentos (carne, condimentos, especias, alcohol,
té y café) estimulan las pasiones sexuales. Por lo tanto, llegó a la conclusión de que
una de las mejores maneras de controlar el deseo sexual era adoptar una dieta
vegetariana y abandonar los condimentos, las especias, el alcohol, el té, y el café.
En 1837 se empezó a publicar una revista mensual Graham Journal of Health and
Longevity, editada por un discípulo de Graham en Boston, David Cambell, que más
tarde enroló a William Miller en un debate sobre interpretación de profecías bíblicas.
Los grahamitas se mezclan con abolicionistas y políticos radicales.
En la década de 1830 siguiendo los principios grahamitas, el revivalista Charles G.
Finney funda un college en Oberlin, experiencia que finalizó en la primavera de 1841.
Bronson Alcott fundó una colonia utópica de Fruitlands bajo los principios
grahamitas.38 Su hermana pequeña, Louisa May, en sus memorias relata que se
levantaban a las cinco de la mañana, se duchaban con agua fría y subsistían con pan
de Graham y fruta.
Muchas comunidades de cuáqueros prohibían hábitos destructores de la salud tales
como tomar fruta después de la cena y comer pan recién horneado, abrazando el
estilo de vida de Graham.
3.3.3. William A. Alcott (1798-1859)39
William A. Alcott primo de Bronson Alcott, estudió
medicina en Yale, su libro más popular era Young
Man’s Guide40 del que entre 1833 y 1858
aparecieron 21 ediciones. En 1835 empezó a
editar la publicación periódica Moral Reformer
dedicado a combatir los males de la
intemperancia, glotonería y licenciosidad.
William Alcott junto con Graham fundaron
muchas asociaciones de reforma de las salud, la
American Physiological Society promovía: «aire,
temperatura, vestido, ejercicio, dormir, dieta y
bebida». El movimiento de reforma de la salud
tenía un frente común.
Muchas mujeres se unieron a la American
Physiological Society, casi un cuarto de sus
miembros eran mujeres, organizando sociedades
desde Maine hasta Ohio.
37
Fuente:
http://www.soilandhealth.org/02/0201hyglibcat/02
0125shelton.pristine/alcott.jpg
GRAHAM, S. A lecture to young men on chastity: intended also for the serious consideration of parents
and guardians. Boston: George W. Light, 1840, págs. 83, 144-148.
<http://www.geocities.com/alfil2_1999/reformadores.html> [Consulta: 7 octubre 2007]
38
En la actualidad existe un museo dedicado a divulgar lo que fue en su momento una experiencia
novedosa de convivencia en una comunidad vegetariana, Fruitlands. Fruitlands Museum:
<http://www.fruitlands.org/overview.php> [Consulta: 10 octubre 2007]
39
INTERNATIONAL VEGETARIAN UNION. «USA: 19th Century William Andrus Alcott (1798-1859)» [En
línea]. <http://www.ivu.org/history/usa19/william-alcott.html> [Consulta: 14 diciembre 2007]
40
ALCOTT, W. A. Young Man’s Guide [En línea]. 10ª ed. Boston: Perkins and Marvin, 1836.
<http://www.nimbus.org/ElectronicTexts/YgMnsGde.1836.html> [Consulta: 10 octubre 2007]
16
3.3.4. Horace Mann (1796-1859)41
Horace Mann, secretario del Massachusetts State Board
of Education, en el informe anual de 1842 requería la
enseñanza de la fisiología en las escuelas. Aire fresco,
agua pura y dieta apropiada. Su campaña culminó en
1850 en la redacción de una act por la Massachusetts
General Court en que se requiere que los principios de
fisiología e higiene debían ser enseñados en todas las
escuelas
públicas
por
maestros
debidamente
acreditados.
Foto: Mathew Brady's studio, c. 1849
3.3.5. Diocletian Lewis (1823-1886)
Dio (Diocletian) Lewis, un joven contemporáneo de
Horace Mann, era un activo reformador de la temperancia,
la salud y la educación. Contribuyó enormemente en las
áreas de educación física y gimnasia. En 1845 empezó
estudios de medicina en Harvard. En 1851 el
Homeopathic Hospital College de Cleveland, Ohio, le
concedió un diploma honorario de M.D. [M.D.: Medical
Doctor, equivalente a Licenciado en Medicina. (N. del A.)]
Era un conferenciante que proclamaba reformas similares
a las de Graham y Alcott. Recomendaba el uso de sal con
moderación y estaba a favor de dos comidas por día.
Fuente: http://homeoint.org/photo/l/lewisd01x.jpg
3.3.6. Larkin B. Coles
Larkin B. Coles, si bien no es un prominente reformador
como Horace Mann o Dio Lewis, es interesante porque
fue predicador-médico del movimiento milerita. Nacido en
New Hampshire, graduado en el Castleton Medical
College en 1825.. En 1836 se asoció a William Miller y
distribuía los libros de Miller, escribía artículos teológicos
en Signs of the Times. Poco tiempo después del Gran
Chasco de 1844 se instaló en Boston y se afilió a la
Boston Medical Association y a la Massachusetts Medical
Society como un médico ortodoxo Murió en enero de
1856.
Escribió dos libros Philosophy of Health: Natural
Principles of Health and Cure y The Beauties and
Deformities of Tobacco-Using42. Del primero se vendieron
35.000 ejemplares y del segundo 9.000 antes de la
41
Fuente:
http://antiquescientifica.com/book
_Coles_Philosophy_of_Health_titl
e_page_1848.jpg
«Horace Mann». Wikipedia [En línea]. <http://en.wikipedia.org/wiki/Horace_Mann> [Consulta: 14
diciembre 2007]
42
COLES, L. B. The Beauties and Deformities of Tobacco-Using; Or, Its Ludicrous and Its Solemn
Realities. Boston: Ticknor, Reed, and Fields, 1851.
17
muerte de Coles. «Es tan ciertamente un pecado contra el cielo, violar una ley de la
vida, como romper uno de los Diez Mandamientos».
En sus libros abogaba por el aire puro, el ejercicio, la dieta vegetariana, la
abstención de estimulantes, la reforma en el vestido, la pureza sexual, y no usar
“drogas” (drugs). Coles no solamente advirtió contra el consumo de carne porque esta
aumentaba la inclinación a lo animal, sino que también comentó la relación entre el
consumo de carne y las enfermedades.
Fue notable por hacer sonar la alarma (que otros reformadores ya habían hecho
sonar antes) de que había una relación entre el uso del tabaco y las enfermedades
[¿carcinomas?].43 The Beauties and Deformities of Tobacco-Using es citado por el The
Water Cure Journal como la mejor visión al respecto del tema del tabaco, también
recomendado por el Boston Medical and Surgical Journal.
3.3.7. Samuel Thomson (1769-1843)44
Samuel Thomson, de New Hampshire agricultor que fundó la secta médica
thomsoniana. En 1806 empezó a vender «Family Rights», que patentó en 1813. Por
veinte dólares era posible afiliarse a la Friendly Botanic Society y se recibían 16
páginas de un librito de instrucciones, más tarde aumentada en New Guide to Health.
La sección sobre cómo preparar medicinas contenía varias recetas fitoterápicas, pero
Fuente: http://www.nlm.nih.gov/hmd/sowhatsnew/images/1b1-a.jpg
43
COLES, L. B. The Beauties and Deformities of Tobacco-Using, 1853, pág. 142.
<http://www.geocities.com/alfil2_1999/reformadores.html> [Consulta: 7 octubre 2007]
44
«Samuel Thomson». Wikipedia [En línea]. <http://en.wikipedia.org/wiki/Samuel_Thomson> [Consulta:
14 diciembre 2007]
18
sin los ingredientes clave. Unos agentes rellenaban los espacios en blanco solo
después que los compradores prometieran conservar el secreto «bajo la penalización
de perder su palabra de honor, y todos los derechos de usar la medicina».45
Durante las décadas de 1820 y 1830 los agentes thomsonianos se desparramaron
más allá de Nueva Inglaterra hacia el Sur y Oeste de los EE.UU. urgiendo a los
americanos a ser sus propios médicos. Hacia 1840 aproximadamente cien mil Family
Rights habían sido vendidos, y Thomson estimaba que cerca de tres millones de
personas habían adoptado su sistema. En estados tan diversos como Ohio y Misisipí,
quizás la mitad de los habitantes se curaban a sí mismos con el estilo thomsoniano.
Daniel Drake observa que los devotos del thomsonianismo no se limitaban a
personas sin instrucción, legisladores, abogados, damas de la alta sociedad, ministros
del evangelio, e incluso médicos.
En la década de 1840 los thomsonianos se dividieron en los que usaban fitoterapia
y los que usaban la homeopatía.
3.3.8. James C. Jackson (1811-1895)
James Caleb Jackson nació el 28 de marzo de 1811 en Manlius, pequeño pueblo
cerca de Syracuse, Nueva York. Activista y conferenciante antiesclavista y
temperantista. Más tarde entró en contacto con las técnicas hidroterápicas. Llegó a
fundar una institución hidroterápica en Glen Haven, donde solo se servían comidas
vegetarianas y se predicaba una reforma del vestido en la mujer.
En febrero de 1856 se celebró una convención para la reforma del vestido y se
fundó el National Dress Reform Association.
En 1858 se incendió Glen Haven y el 1
de octubre era inaugurado «Our Home on
the Hillside» en las afueras del pueblo de
Dansville, a 50 millas al sur de Rochester.
Cada día empezaba a las seis de la
mañana con un gong chino. Media hora
después el «Father» Jackson exhortaba
sobre las leyes de la vida. A las ocho se
tomaba un desayuno vegetariano alrededor
de largas mesas en común y a las dos y
media se comía, en total solo dos comidas
al día. La comida era fundamentalmente
una variedad de platos de «Graham»,
vegetales y montones de fruta fresca.
Carne, mantequilla, pan blanco, té y café no
eran permitidos. Una miscelánea de
tratamientos
hridroterápicos,
ejercicios
simples y entretenimientos para rellenar el
resto de las horas. A las 20:30 todas las
lámparas de queroseno eran apagadas y
los pacientes se acostaban en camas de
madera y colchones de sea-grass [algas] y
Fuente: http://userwww.sfsu.edu/~ajhardy/images/JCJ.jpg
algodón.
Jackson afirma que no recetaba medicinas excepto remedios homeopáticos y que
depositaba su fe en los diez remedios naturales: «Primero, aire; segundo, comida;
tercero, agua; cuarto, luz; quinto, vestido; sexto, ejercicio; séptimo, dormir; octavo,
descanso; noveno, influencia social; décimo, fuerza mental y moral».46
45
THOMSON, S. New Guide to Health. Part 2, pág. 4; THOMSON, S. Family Botanic Medicine. Boston: T.
G. Bangs, 1819.
46
JACKSON, J. C. How to Treat the Sick Without Medicine. Dansville (New York): Austin, Jackson & Co.,
19
Jackson era colaborador habitual del Water-Cure Journal, pero cuando se traslada
a Dansville en 1858 empieza a publicar su propia publicación periódica Letter Box que
más tarde se conocerá por Laws of Life. Publicó numerosos folletos que circularon por
todo el país y su libro más popular How to Treat the Sick Without Medicine. El tema
favorito y su especialidad profesional eran los trastornos sexuales. En once años el
trató solo de espermatorrea alrededor de 4.000 casos, excesos sexuales y
masturbación.
El 15 de enero de 1863 publicó un artículo sobre la difteria en un periódico de
Nueva York el Yates County Chronicle, por aquel entonces EE.UU. padecía una
epidemia de difteria.
3.3.9. M. L. Shew
En 1844 la Sra. M. L. Shew publicó la tercera edición de su libro sobre la reforma de la
salud titulado Water Cure for Ladies.47 En este libro Shew enseña que: El alcohol es
un veneno mortal. Las medicinas a base de drogas son «de lo más perniciosas». La
sal debe ser eliminada de la dieta. Las especias, como la mostaza, la pimienta, y el
vinagre, son «perniciosos». El té es «uno de los venenos más destructores». El tabaco
es un veneno muy poderoso. El baño diario, el ejercicio, y el aire puro son importantes
para la buena salud. Debe usarse crema en vez de mantequilla. Una dieta vegetariana
contribuye a la salud. Es difícil para el cuerpo digerir el queso. Las comidas deben
estar separadas por un período de seis horas. Dos comidas al día son «mejores para
personas sedentarias». El pan es «el sostén de la vida». El pan recién horneado no
debe comerse mientras todavía está caliente
3.3.10. Mary Baker Eddy
Aunque Ellen G. White nunca alcanzó en vida la fama en el terreno de la reforma de la
salud que logró Mary Baker Eddy, de cuyo primer libro, Science and Health,48
publicado en 1875, se vendieron más de diez millones de ejemplares. La obra de Ellen
G. White ha gozado de una mayor continuidad y difusión gracias al Ellen G. White
Estate y la Iglesia Adventista que la ha considerado como una profeta divinamente
inspirada.
Es de reseñar que algunas de las declaraciones de Mary Baker Eddy corren
paralelas, a veces de forma antitética, a las de Ellen G. White.
Ellen G. White
Mary Baker Eddy
«Prayer is not to work any change in God;
it is to bring us into harmony with God»
(WHITE, E. G. Christ´s Object Lessons,
1900, pág. 143).
«Prayer cannot change the Science of
being, but it tends to bring us into harmony
with it» (EDDY, M. B. Science and Health,
1875, pág. 1. Énfasis añadido).
Traducción:
«La oración no es para efectuar ningún
cambio en Dios; es para ponernos en
Traducción:
«La oración no puede cambiar la ciencia
del ser, pero tiende a ponernos en armonía
1872, págs. 25-26.
47
SHEW, M. L. Water Cure for Ladies: A Popular Work on the Health, Diet, and Regimen of Females and
Children, and the Prevention and Care of Diseases, 3ª ed., 156 págs.
<http://www.geocities.com/alfil2_1999/reformadores.html> [Consulta: 7 octubre 2007]
48
GLOVER, M. B. Science and Health [En línea]. Boston: Christian Scientist Publishing Company. 1875.
<http://www.mbeinstitute.org/SAHI/1875toc.htm> [Consulta: 10 octubre 2007]. N.B.: Mary Baker Eddy es
el nombre como ha pasado a la historia, Eddy era el apellido de su tercer marido, y Glover era el apellido
de su primer marido.
20
armonía con Dios»
con ella»
«Then He will mould and fashion us after
the divine likeness...» (WHITE, E. G. «The
New Life in Christ». Signs of the Times, 11
marzo 1903).
«...will mould and fashion us anew, until we
awake in His likeness» (Ídem, pág. 4).
Traducción:
«Entonces él [Jesús] nos moldeará y nos
configurará según la semejanza divina»
Traducción:
«...nos moldeará y nos configurará
nuevamente, hasta que despertemos en
Su semejanza»
«To all things untrue and base His very
presence was a rebuke. In the light of His
purity, men saw themselves unclean…»
(WHITE, E. G. Education, pág. 79, 1903).
«Their imperfections and impurity felt the
ever-present rebuke of his perfection and
purity» (EDDY, M. B. Science and Health,
pág. 52, 1875).
Traducción:
«Su misma presencia era un reproche para
todo lo falso y lo bajo. A la luz de su [de
Jesús] pureza, los hombres veían que eran
impuros...» (WHITE, E. G. La educación,
pág. 79).
Traducción:
«Sus imperfecciones y su impureza
sintieron el siempre presente reproche de
su perfección y su pureza»
3.4. Popularización del gran movimiento de reforma de la salud en la
Norteamérica de mitad del siglo XIX
En EE.UU. En 1825 había 2.500 médicos que practicaban la homeopatía en Nueva
Inglaterra, Nueva York, Pensilvania y el Medio Oeste; y cientos de miles de devotos
seguidores.
La hidroterapia49 se introduce en los EE.UU. por
Joel Shew, Russell T. Trall50 (1812- 1877) y Mary
Gove Nichols51 (1810-1844).
En diciembre de 1845 Joel Shew empezó a
publicar el Water-Cure Journal.
En 1851 Mary Gove funda el American
Hydropathic Institute con 26 estudiantes.
Trall en 1857 hace funcionar el New York
Hygeio-Therapeutic College. Lorenzo N. Fowler era
conferenciante del college de Trall en frenología y
ciencia mental.
Graham, Alcott, Wells... eran visitantes
habituales de Clinton Hall; Shew y Trall publicaban
con los Fowler. En mayo de 1850 Clinton Hal era el
lugar escogido para organizar la reunión del
Russell T. Trall. Fuente:
American Vegetarian Society. William Alcott,
http://www.harvestfields.ca/harvest/1presidente; Sylvester Graham y Joel Shew,
text/Natural/trall.jpg
49
Los grandes precursores de la hidroterapia moderna son: Vincent Priessnitz (1799-1851), campesino de
Silesia, y Sebastian Kneipp (1821-1897), sacerdote y médico alemán.
50
«Russell Trall». Wikipedia [En línea]. <http://en.wikipedia.org/wiki/Russell_Trall> [Consulta: 14
diciembre 2007]
51
«Mary Gove Nichols (1810-1884)». Portraits of American Woman Writers [En línea]. The Library
Company of Philadelphia, 2005. <http://www.librarycompany.org/women/portraits/nichols_mary.htm>
[Consulta: 14 diciembre 2007]
21
vicepresidentes; R, T, Trall y William Metcalfe,
secretarios; Samuel R. Wells, tesorero. En un solo
movimiento
se
agrupaban:
vegetarianos,
frenólogos, hidroterapéutas, antitabaco, anticorsé y
temperantistas.
Ellen G. White sin duda no fue la primera en
llegar al gran movimiento de la reforma de la salud
en los Estados Unidos de Norteamérica a
mediados del siglo pasado. Mientras que ella
recibió su primera visión sobre la reforma de la
salud en 1848,52 y la gran visión de Otsego no será
hasta el 6 de junio de 1863,53 ya a comienzos de la
década de 1850 el movimiento de reforma de la
salud estaba en su apogeo en los Estados Unidos.
Los conferenciantes sobre salud y temperancia
viajaban por todo el país, hablando en iglesias y
Mary Gove Nichols. Fuente:
auditorios, promoviendo una dieta vegetariana, y
http://www.soilandhealth.org/02/0201hyglib
cat/020125shelton.pristine/nichols.jpg
advirtiendo contra el alcohol, el tabaco, los
corsés...
Una década antes de que Ellen G. White recibiera la visión de Otsego sobre la
reforma de la salud, los principios más sobresalientes de la reforma de la salud
estaban siendo enseñados por cruzados en favor de la salud, cristianos conocidos en
todo el país.
3.4.1. La frenología
La extraordinaria popularidad de la frenología durante las décadas de 1840 y 1850 es
en gran medida debida a dos altas jerarquías eclesiásticas: Orson Squire Fowler54
(1809-1887) y su hermano Lorenzo. Desde su cuartel
general de Clinton Hall en la ciudad de Nueva York
los hermanos Fowler crearon un imperio frenológico
que creció en todos los segmentos de la sociedad
norteamericana. Veinte mil suscripciones de la revista
mensual American Phrenological Journal. Miles de
guías y manuales sobre salud mental y física eran
publicados y vendidos anualmente. La frenología
abarcó rápidamente toda la gama de reformas de la
salud
en
boga:
hidroterapia,
grahamismo,
temperancia, castidad, etc.55
Orson Squire Fowler. Fuente:
http://en.wikipedia.org/wiki/Orson_Squi
re_Fowler
52
ROBINSON, D. E. Op. cit., pág. 65.
WHITE, E. G. «Questions and Answers». Op. cit.
54
«Orson Squire Fowler». Wikipedia [En línea]. <http://en.wikipedia.org/wiki/Orson_Squire_Fowler>
[Consulta: 14 diciembre 2007]
55
NUMBERS, R. N. Op. cit., págs. 67-70.
53
22
4. ELLEN G. WHITE Y SUS CONTEMPORÁNEOS ADVENTISTAS
ADHERIDOS A LA REFORMA DE LA SALUD
Se aduce que Ellen G. White conocía prácticamente todo respecto a la reforma de la
salud en junio de 1863, ya que entre los adventistas había ya reformadores de la salud
entre ellos Bates, los Kellogg, Loughborough, y los Andrews, y que estos fueron los
“inspiradores” de Ellen G. White, que simplemente se dedicó a hacer una labor de
selección y recopilación. Para ello será preciso estudiar caso por caso.
4.1. John N. Andrews (1829-1893)56
Su esposa Angeline en su diario que
escribía de soltera menciona que en su
casa se consumía carne de cerdo. En este
diario de 1859 al 1864 refiere cómo
realizaban periódicamente la matanza del
cerdo.
Además nos cuenta la muerte de su
vecino Carlon Beeman en 1860, y como
previamente se le había sangrado y
administrado morfina por orden del médico,
todo ello era práctica habitual en la época.
En 1862 su hermana pequeña, Mary,
contrajo tosferina y el médico le administró
ipecacuana, nitratos y quinina.
Cuando se puso enferma su madre, se le
administró ipecacuana y lobelia.
A principios de 1863 John N. Andrews
padece difteria y lee en la Review el artículo
de James C. Jackson en que recomienda el
uso del agua en el tratamiento de la difteria
Fuente: Center for
y se interesa por ello.
Adventist Research
Photograph Database
La dieta de los Andrews, antes de
adoptar la reforma de la salud en marzo de
1864, incluía: especias, pimienta, vinagre, mantequilla, carne, pescado, harina
refinada.57
Con estos antecedentes los Andrews difícilmente podían ser una fuente global y
precisa de información para Ellen G. White y el mismo J. N. Andrews en el Health
Reformer de febrero de 1872, dice:
«Fue en marzo de 1864, que yo mismo y mi esposa decidimos adoptar los
principios de la reforma de la salud... Había visto algunos ejemplares de Laws of
Life, y sabía que existía una institución higienista en Dansville, Nueva York. Pero
conocía tan poco del sistema higienista en general, y de esta institución en
particular, que yo no podía decidir, que este era el único sistema para ayudar a la
preservación y recuperación de la salud.»58
No parece posible que los Andrews fueran una fuente adecuada de información de
Ellen G. White en cualquier caso al revés, ya que ellos adoptaron la reforma de la
salud nueve meses más tarde que los White.
56
ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 49-50.
ANDREWS, J. N. «My Experience in Health Reform». Health Reformer. 7: 76-77, marzo, 1872. Citado
en: ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 50.
58
Ídem, «My Experience in Health Reform». Health Reformer. 7: 44, febrero, 1872. Citado en: ELLEN G.
WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 50.
57
23
4.2. John N. Loughborough (1835-1924)
Loughborough come pan de Graham y lee el Water Cure Journal ya en 1848, por lo
tanto debía conocer algo de la reforma de la salud.59 Pero esto es lo que conocía en
realidad de la reforma de la salud:
«Por aquel tiempo supe acerca del pan de
Graham, obtuvimos algunos escritos de O. S. y
L. N. Fowler y su Water Cure Journal. La cura de
agua consistía en aquel tiempo en usar
exclusivamente agua fría con ejercicio vigoroso.
Una institución para semejante tratamiento fue
abierta en Rochester, Nueva York, y muchas
personas fueron grandemente beneficiadas,
especialmente aquellas que tenían bastante
vigor corporal para “hacer un paseo rápido de
una a tres millas” y después un baño en agua
helada; pero con pacientes débiles [aquellos
cuya vitalidad era insuficiente para conseguir una
reacción tal] el resultado era muy diferente... El
agua fría no puede aliviar todos los enfermos que
han llegado a tal estado como resultado de la
violación de las leyes de la naturaleza.»60
Fuente: Center for
En el mismo escrito nos cuenta como alrededor
Adventist Research
del 1850 utilizaba el tabaco como remedio para sus
Photograph Database
pequeñas hemorragias intestinales, fumaba cigarros
porque la pipa le sentaba mal, y como él mismo dice: «Este recurso de fumar cigarros
muestra cuán vagas eran nuestras ideas acerca de cómo vivir saludablemente.»61
El que Loughborough no era un profundo conocedor de la reforma de la salud antes
de Otsego nos lo muestra lo que él mismo escribe en la Review:
«Yo he acompañado al hermano y la hermana White en sus citas en Maine,
Vermont, y Rhode Island. Puedo decir por mí mismo, que yo he sido grandemente
beneficiado en este viaje, no solo por su instrucción en asuntos espirituales, sino
también por la excelente información que ellos impartían sobre salud, dieta, etc.
»Y aquí yo podría decir que la instrucción que yo he recibido sobre salud, y
estoy intentando ponerlo en práctica. Para el corto tiempo en que yo me he
esforzado en vivir estrictamente de acuerdo con las leyes de la vida, he sido
grandemente beneficiado. De todas maneras, hasta un año antes que yo comencé
una reforma en relación a no comer carne. Como había tenido el hábito de
consumir carne tres veces al día cuando podía conseguirla, en los primeros dos
meses yo solo consumía carne dos veces por semana. Después durante un mes
una vez por semana. Después durante tres meses una vez por mes. Y en los
últimos cuatro meses no pasó carne por mis labios. Y durante los últimos dos
meses yo he tomado solo dos comidas por día. Nunca antes había dormido tan
plácidamente, o gozado de mejor salud, o mi mente más despierta, desde que yo
por primera vez empecé en el servicio de Dios a la edad de 17 años, que en los
dos últimos meses.
»Con la corta experiencia que he tenido, no podría, bajo ningún concepto,
volver a la carne, especias, pimienta, pasteles, salmueras, mostaza, dolor de
cabeza, dolor de estómago y decaimiento, y sacrificar la saludable fruta, cereal y
dieta vegetal, con agua pura y fresca como bebida, sin dolores de cabeza, con
alegría, felicidad, vigor y salud.»62
59
NUMBERS, R. L. Op. cit., pág. 79.
LOUGHBOROUGH, J. N. Medical Missionary and Gospel of Health, 10: 7, diciembre 1899. Citado en:
ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., p. 48.
61
Ibídem.
62
LOUGHBOROUGH, J. N. Review and Herald 25:14, 6 de diciembre, 1864. Citado en: Ellen G. WHITE
ESTATE. Op. cit., pág. 48-9.
60
24
Parece evidente que la deuda al respecto de la reforma de la salud es de J. N.
Loughborough respecto a Ellen G. White y no al revés.
4.3. Joseph Bates (1792-1892)
Sin duda alguna este si era un verdadero
reformador de la salud, después de una vida
marinera desde grumete a capitán con experiencias
realmente rocambolescas, a la vista de la vida de
depravación que él ve causada por el vicio, entre
ellos el más importante el del alcoholismo, decide
luchar en favor de la temperancia.63 En 1826 es
cofundador de la American Temperance Society en
Boston, Massachusetts.64 Abandona lo siguiente: las
bebidas alcohólicas en 1821-1824; el tabaco en
1824; el té y el café en 1837; la carne en 1843; la
mantequilla, el queso, los pastelillos de carne y los
pasteles en 1843.
J. Bates sí pudo haber sido la gran fuente de
información de Ellen G. White, pero James White
nos dice que: «No hizo mención de sus opiniones
sobre la dieta apropiada en público por aquel tiempo
Fuente: Center for
o en privado a menos de que fuera interrogado
Adventist Research
sobre el tema.»65
Photograph Database
Continúa diciendo que Bates se alegró mucho
cuando los adventistas aceptaron la reforma de la salud.
4.4. La familia Kellogg
John Preston Kellogg (1807-1881) de Tyrone, Michigan,
padre de Merritt, John Harvey, Will Keith y trece niños
más, era un reformador de la salud y estaba suscrito al
Water Cure Journal, y cuando sus hijos padecieron el
sarampión les aplicaron métodos hidroterápicos.66,67
Que no eran vegetarianos lo evidencia el hecho de
que J. H. Kellogg recuerda haberle llamado
especialmente la atención dos alimentos: rabo de buey
ricamente dorados en el horno, y el azúcar lo mantenía
en una esquina de la despensa. En la bodega había
cerveza inglesa para ser usada en los dolores de
estómago.68
John Harvey Kellogg al escribir en 1890 en el prefacio
63
John Preston Kellogg. Fuente: Center for
Adventist Research Photograph Database
ROBINSON, D. E. Op. cit., págs. 50-59.
Ibídem, pág. 55.
65
Life of Bates, pág. 311. Citado en: ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 48.
66
ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 49.
67
NUMBERS, R. L. Op. cit., 1992, pág. 79.
68
Medical missionary, 14: 82, marzo, 1905. Citado en: SCHWARZ, R. W. John Harvey Kellogg, M.D.
Nashville (Tennessee): Southern Publishing Association, 1970, pág. 10. Citado en: Ellen G. White Estate,
op. cit., pág. 48.
64
25
de Christian Temperance and Bible Hygiene, al referirse a los primeros escritos de
Ellen G. White sobre salud, decía: «El tema de la salud era casi totalmente ignorado,
no solo por el pueblo a quienes iba dirigido, sino también por el mundo entero.»69
4.5. Algunos adventistas más
Roswell F. Cottrell era miembro del comité editorial de la Review and Herald y después
de trasladarse a Battle Creek empezó a experimentar a finales de la década de 1840
con la dieta vegetariana y con un baño diario.70
J. W. Clarke de Green Lake County, Wisconsin, empezó a practicar el
vegetarianismo y la hidroterapia a finales de la década de 1840.
William McAndrew en Michigan y su hermana en Rhode Island abrazaron la reforma
de la salud al inicio de la década de 1850.
Annie Smith, la hermana de Uriah Smith, que trabajó para la Review and Herald,
estuvo recibiendo durante muchos meses un tratamiento hidroterápico antes de su
muerte en 1855.
H. F. Phelps y H. C. Miller eran lectores de publicaciones sobre hidroterapia e
iniciaron sus primeros pasos en la reforma de la salud al inicio de la década de 1860.
Y al inicio de 1863 Marietta V. Cook, de Kirkville, Nueva York, seguía los consejos
alimentarios y de vestimenta que dictaban los doctores de Dansville.
4.6. Contemporáneos adventistas no observadores del sábado
Después del Gran Chasco de 1844 mileritas prominentes como Charles Fitch, Ezekiel
Hale, jr. y el doctor Larkin B. Coles públicamente se asociaron con reformadores de la
salud. Daniel T. Taylor, ministro y autor de himnos estuvo un año entero en Our Home
de Dansville para recibir tratamiento hidroterápico. Joshua V. Himes, antiguo asistente
de Miller, y su esposa eran amigos de los Jackson. La revista Voice of the Prophets
editada por J. V. Himes llevaba noticias de los libros de James Caleb Jackson. Cuando
Himes se trasladó a Michigan y empezó a editar Voice of the West tenía una sección
fija titulada «Health Department» en la que Jackson era una colaborador ocasional.71
4.7. Escritos sobre la reforma de la salud en periódicos adventistas en los
meses anteriores al 6 de junio de 1863
En el ambiente anteriormente descrito anteriormente en el capítulo 3 titulado
«Reformadores de la salud norteamericanos contemporáneos de Ellen G. White» se
puede observar como el movimiento de reforma de la salud goza de gran
predicamento y popularidad en la sociedad norteamericana protestante del siglo XIX
en que se entremezclan médicos y pastores de diferentes denominaciones. En ese
ambiente va a nacer el movimiento de la reforma de la salud en la iglesia adventista.
Pero en los meses previos a Otsego aparecen algunos artículos sobre diferentes
puntos de la reforma de la salud en la Review and Herald que es el portavoz de los
adventistas observadores del sábado:72
1. En la Review del 25 de noviembre de 1862 aparece un artículo de Dio Lewis
que escribe al respecto de que las mujeres llevan escasa vestimenta en las
extremidades y esto es causa de mala salud.
69
ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 49.
COTTRELL, R. F. «Experience in Health Reform». Health Reformer, VII, agosto, 1872. Citado en:
NUMBERS, R. L. Op. cit., pág, 79.
71
NUMBERS, R. L. Op. cit., 1992, págs. 78-79.
72
ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 12.
70
26
2. En la Review del 10 de febrero de 1863 aparece un artículo titulado «Pure air»,
en que se habla de la importancia de la ventilación correcta de las casas,
escuelas, etc. y se añade que el aire puro es un remedio divino.
3. En la Review del 17 de febrero de 1863 se reproduce un artículo aparecido en
el Yates County Chronicle de Penn Yan, Nueva York (enero, 1863); este
artículo estaba escrito por el Dr. J. C. Jackson y trata sobre cómo abordar le
difteria por medios hidroterápicos.
4. En la Review del 12 de mayo de 1863 aparece un artículo que recomienda
disminuir la ingesta de carne y grasas en la primavera.
5. En la Review del 19 de mayo de 1863 aparece un artículo en que se
recomienda tomar solo dos comidas por día, y abstenerse de ingerir alimento
alguno entre comidas.
Hasta el 6 de junio de 1863 Ellen G. White tuvo la oportunidad de leer en los
periódicos denominacionales adventistas, por lo menos una docena de artículos sobre
la reforma de la salud. Parece plausible pensar que Ellen G. White estaba
familiarizada con muchas de las ideas y de la fraseología al uso entre el movimiento
de reforma de la salud en la Norteamérica de mediados del siglo pasado. No es
factible que ella se hubiera podido sustraer a un movimiento de la proporción y
envergadura del que se manifiesto en esos años en el país donde ella vivía, máxime
cuando era posible leer artículos sobre el tema en la Review.
4.8. Resumen
Excepto Bates el resto de contemporáneos adventistas de Ellen G. White no parece
que pudieran ser fuentes completas y fidedignas de información sobre el tema de la
reforma de la salud. Y en el caso de Bates no aparece como un gran propagandista
dentro de la Iglesia por contraste con su militancia anterior, pero ello es posible
pensarlo, debido a que debería postergar la importancia del tema de la reforma de la
salud, ante otros temas que requerían prioridad en aquel momento histórico-doctrinal
de la Iglesia. En un momento de tremendas innovaciones y descubrimientos bíblicos
por parte de los adventistas, el tema de la reforma de la salud hubiera podido ser un
elemento de confusión más que un beneficio para la iglesia, como así sucedió en el
momento en el momento en que fue presentada la reforma de la salud. Baste recordar
que la prohibición del uso de la carne de cerdo no le fue revelado a Ellen G. White
hasta 1863.73 Y ella misma en 1858 advirtió que si eso era voluntad de Dios, él lo haría
saber a su debido tiempo.74
73
Ibídem, pág. 44.
WHITE, E. G. Testimonies for the church. T. 1, págs. 206-207. Citado en: ELLEN G. WHITE ESTATE.
Op. cit., pág. 44.
74
27
5. DECLARACIONES DE ELLEN G. WHITE EN FAVOR DE LA
ORIGINALIDAD DE SU MENSAJE DE LA REFORMA DE LA SALUD
a) Los hermanos del Consejo de la Asociación de Wisconsin e Illinois formularon
algunas preguntas para Ellen G. White que fueron transmitidas por el hermano Smith y
reproducidas en la Review and Herald, del 8 de octubre de 1867;75 por lo tanto una
fecha muy cercana a la visión do Otsego:
«Pregunta sobre la visión: ¿Usted recibió sus visiones sobre la reforma de la
salud antes de visitar el Health Instltute de Dansville, Nueva York, o antes usted
había leído libros sobre el tema?
»Respuesta: Estaba en la casa del hermano, Aaron Hilliard, en Otsego,
Michigan, el 6 de junio de 1863, que el gran tema de la reforma de la salud fue
abierto ante mí en visión.
»No visité Dansville hasta agosto de 1864 catorce meses después que tuviera la
visión. No leí ninguna de las obras [libros] sobre salud hasta que hube escrito
Spiritual Gifts, volúmenes 3 y 4, Appeal to mothers y hube esbozado la mayor parte
de mis seis artículos en los seis números de How to Live.
Desconocía la existencia de una publicación periódica como Laws of life,
publicada en Dansville, Nueva York. No había oído de las varias obras [libros]
sobre salud, escritas por el Dr. J. C. Jackson ni de otras publicaciones de Dansville,
en el tiempo en que tuve la visión arriba mencionada. No conocía que tales obras
[libros] existían hasta septiembre de 1863, cuando en Boston, Massachusetts, mi
marido las vio anunciadas en un periódico titulado Voice of the Prophets, publicado
por el pastor J. V. Himes. Mi marido hizo el pedido de las obras [libros] de Dansville
y las recibió en Topsham, Maine. Sus ocupaciones no le dieron tiempo para
examinarlas detenidamente, y como yo decidí no leerlas hasta que hubiera
acabado de escribir mis visiones, los libros permanecieron en sus envoltorios.
»Al presentar el tema de la salud a algunos amigos mientras trabajaba en
Michigan, Nueva Inglaterra y en el estado de Nueva York, y al hablar contra las
drogas y las comidas [basándose en la] carne, y en favor del agua, el aire puro, y
una dieta apropiada, muchas veces la respuesta era: “Usted habla de forma muy
parecida a las opiniones enseñadas en Laws of Life y en otras publicaciones, de
los doctores. Trall, Jackson y otros. ¿Ha leído usted esa publicación periódica y
esas obras [libros]?”
»Mi respuesta era que no lo había hecho, nunca las leería hasta acabar de
escribir por completo mis visiones, para que no se pudiera decir que yo había
recibido mi luz sobre el tema de la salud de médicos, y no del Señor.
»Y después que hube escrito mis seis artículos para How to Live, entonces
examiné las diversas obras [libros] sobre higiene y quedé sorprendida al
encontrarlas tan parecidas y en armonía con lo que el Señor me había revelado. Y
para mostrar esta armonía, y presentar delante de mis hermanos y hermanas el
tema como era formulado por escritores competentes, decidí publicar How to live,
en la cual yo extracté en gran parte de las obras [libros] referidas.»
En esta declaración observamos que Ellen G. White afirma que no ha leído obras
de los «doctores Trall, Jackson y otros» antes de redactar las visiones: «no debería
leerlos hasta que yo hubiera escrito completamente mis visiones». Y la razón que ella
aduce no es que eso menoscaba su don profético, sino que es por causa de los que
creen que la “originalidad” es condicio sine qua non en aquel o aquella que reclame
poseer el don de profecía: «para que no se pudiera decir que yo había recibido mi luz
sobre el tema de la salud de los médicos, y no del Señor».
Sin embargo, es de destacar que ella no afirma que la publicación de los seis
artículos de How to Live, unos de los primeros escritos inmediatamente después de la
visión de Otsego, fuera antes de consultar «las opiniones enseñadas en Laws of Life y
otras publicaciones de los doctores Trall, Jackson y otros». O sea, por lo que se
desprende de tales declaraciones, hay que distinguir entre el momento de la redacción
de las visiones: «hasta que yo hubiera escrito completamente mis visiones», y cuando
75
WHITE, E. G. «Questions and Answers». Op. cit.
28
fueron publicadas y redactadas definitivamente las visiones mencionadas: «el tema
como era formulado por escritores competentes, decidí publicar How to live, en la cual
yo extracté en gran parte de las obras [libros] referidas».
Por todo lo cual, podemos deducir que Ellen G. White distingue dos momentos en la
redacción de la visión de Otsego: el momento “inmediatamente” posterior a la
recepción de la visión y el momento de la redacción definitiva y publicación. Y es en
este segundo momento que se introduce de forma clara toda la fraseología apropiada
para presentar la visión y que se recoge de los autores contemporáneos y que tratan
sobre el tema de una forma cercana a como Ellen G. White entiende que es la
orientación de su visión sobre la reforma de la salud.
Ello no debe producir estupor alguno, baste recordar que ella escribía sus visiones,
pero después tenía correctores ortográficos y de estilo, que en un primera etapa fue su
esposo James White que era maestro de escuela, y que sin duda disponía de
conocimientos de lengua superiores a los de su esposa Ellen G. White.
Posteriormente, cuando la obra de Ellen G. White empezó a alcanzar un volumen de
trabajo y una extensión e influencia insospechada en un primer momento, requirió de
un mayor número de colaboradores y correctores de sus escritos. Y no parece que por
ello Ellen G. White sintiera tal procedimiento como un menoscabo de su misión como
profeta y que lo percibiera como si sus visiones fueran dependientes de sus
colaboradores.76 En esa misma línea ella consideraba los libros que consultaba
cuando corregía la redacción de la visión de Otsego, como “colaboradores” en la
redacción.77
b) En el Manuscrito 7 de 1867 Ellen G. White dice: «Mi visión era clara, no quise leer
nada hasta que hube completado mis libros. Mis visiones fueron escritas
independientemente de libros o de opiniones de otros».78
76
OLSON, R. W. 101 preguntas acerca del santuario y Elena G. White. Buenos Aires: ACES, 1982, págs.
95-406.
77
Ibídem, págs. 70-95.
78
WHITE, E. G. Manuscrito 7, 1867. Reproducido en: ELLEN G. WHITE ESTATE, Op. cit., pág. 10.
29
6. TESTIMONIOS DE ADVENTISTAS CONTEMPORÁNEOS A ELLEN G.
WHITE AL RESPECTO DE LA REFORMA DE LA SALUD
6.1. John H. Waggoner
El hermano Waggoner hacía esta significativa declaración que fue registrada en la
Review and Herald, del 7 de agosto de 1866:79
«Nosotros no pretendemos ser los pioneros en lo que concierne a los principios
generales de la reforma de la salud. Los principios en que se basa esta corriente
de pensamiento han sido expuestos en gran medida por reformadores, médicos y
autores especializados en fisiología e higiene, y de esta manera pueden ser
encontrados en los escritos esparcidos por todas partes. Lo que sí afirmamos es
que gracias al método escogido por Dios esta doctrina ha sido formulada en forma
más clara y definida, razón por la cual está produciendo un efecto que no podría
haberse producido de otra manera.
»Como meras verdades sobre fisiología e higiene, podían haber sido estudiadas
por algunos a su gusto, y por otros dejadas de lado como cosas sin importancia,
pero fueron colocadas al mismo nivel de las grandes verdades del mensaje del
tercer ángel por la sanción y autoridad del Espíritu de Dios, y así manifestadas
para ser la manera por lo cual un pueblo débil puede llegar a ser fuerte, y nuestros
cuerpos enfermos limpiados y hecho a medida para la traslación, entonces viene a
ser para nosotros una parte esencial de la verdad presente, que debe ser recibida
con la bendición de Dios.»
Esta declaración está en armonía con múltiples declaraciones de Ellen G. White, en
que refiere que a ella le fueron mostrados los principios generales de la reforma de la
salud, pero correspondía a los hombres el desarrollar estos principios y su aplicación
particular en cada caso.
Se puede observar que la originalidad del mensaje de la reforma de la salud en
Ellen G. White no es tanto en el contenido específico de los consejos de salud, como
que estos y una filosofía de reforma de la salud pasen a ser «parte esencial de la
verdad presente», «como meras verdades sobre fisiología e higiene, podían haber
sido estudiadas por algunos a su gusto, y por otros dejadas de lado como cosas sin
importancia, pero fueron colocadas al mismo nivel de las grandes verdades del
mensaje del tercer ángel por la sanción y autoridad del Espíritu de Dios». Esta es sin
duda alguna la “originalidad”, o mejor dicho, la característica distintiva de la reforma
de la salud en los testimonios de Ellen G. White.
La aportación genuinamente adventista al movimiento de reforma de la salud, es
que los principios de la reforma de la salud son parte integrante del mensaje del tercer
ángel y por lo tanto pasan a tener la misma importancia que el resto de las doctrinas
que el común de los adventistas consideran como fundamentales.
6.2. John H. Kellogg
El Dr. John Harvey Kellogg da la mejor definición de lo que eran y supusieron los
consejos sobre salud de Ellen G. White: «En ningún lugar y por nadie fue presentado
un sistemático y armonioso cuerpo de verdades higiénicas, libre de errores patentes, y
consistente con la Biblia y los principios de la religión cristiana.»80
En otra ocasión dirá:
«Es imposible para ningún hombre que no haya hecho estudios de medicina
apreciar el maravilloso carácter de la instrucción que ha sido recibida en estos
79
WAGGONER, J. H. Op. cit. (énfasis añadido).
KELLOGG, J. H. Prefacio, pág. III. Christian Temperance and Bible Hygiene. Citado en: WHITE, A. L.
Ellen G. White. The Lonely Years 1876-1891. Vol. 3. Capítulo 33: «(1888-1889) Advances in Book
Production». Hagerstown (Maryland): Review and Herald, 1986.
80
30
escritos. Es maravilloso, hermanos, cuando yo
miro atrás sobre los escritos que nos fueron
dados hace treinta años, y entonces quizá al día
siguiente y escoger una revista científica y hallo
un nuevo descubrimiento que el microscopio ha
hecho, o que ha sido formulada luz en el
laboratorio
de
química,
–yo
digo,
es
perfectamente maravilloso cuan correctamente
ello concuerdo con el hecho–…
»No existe un solo principio en relación al
desarrollo saludable de nuestros cuerpos y
mentes que no sea defendido en estos escritos
de la hermana White.»81
El mismo Dr. Kellogg en la misma sesión
hablaba del testimonio que había recibido del Dr.
Lay:
Fuente: KELLOG, J. H. Plain Facts
for Old and Young [En línea].
Burlington (Iowa): I. F. Segner,
1890.
<http://etext.lib.virginia.edu/toc/mod
eng/public/KelPlai.html> [Consulta:
6 enero 2007]
«Justo antes de venir a esta asamblea hablé
con el Dr. Lay y me dijo cómo escuchó la primera
instrucción acerca de la reforma de la salud
yendo atrás a 1860, y especialmente en 1863.
Mientras él estaba conduciendo un coche con el
hermano y la hermana White, ella relató lo que le había sido presentado sobre la
reforma de la salud.»82
En una carta personal de J. H. Kellogg a Ellen G. White le decía:
«Hay muchos que están listos para decir que la hermana White ha sido
influenciada para hacer o decir por este o por aquel, a veces vacilo acerca de
escribirle al respecto de cosas que yo quisiera escribirle, [...] puedo decir con la
mayor confianza que no existe ninguna posibilidad de que usted pueda ser
influenciada por mí de ningún modo. Ha sido para mí una fuente de mayor
confianza y satisfacción de lo que yo puedo expresarle, esto lo he visto muchas
veces, en mi conocimiento de usted y su trabajo.»83
El Dr. Kellogg abandonó la Iglesia Adventista con posterioridad, y es por ello que la
declaración siguiente tiene un enorme valor, ya que fue escrita en 1938:
«Las pautas establecidas en aquellos primeros días yo estaba empeñado en
mantenerlas no solo mientras yo era un miembro de la denominación sino hasta
ahora. Yo descubría en la Sra. White una sabia consejera y una amiga a quien yo
constantemente apelaba en busca de consejo el cual seguía con la mejor de mis
habilidades. Tuve la absoluta seguridad que el Señor estaba dirigiendo la mente de
la Sra. White y yo tengo esta misma confianza todavía. Era una mujer piadosa que
buscaba la guía divina y la recibía. Tengo muchas pruebas de esto, probablemente
más de las que ningún otro hombre haya tenido nunca...
»No he dudado en ningún momento que la bondadosa providencia dirigió a la
Sra. White a reconocer los principios en que el Sanatorio de Battle Creek está
basado en la divina verdad y que este reconocimiento era el impulso motivador que
condujo a J. N. Loughborough, Joseph Aldrich, mi padre y algunos otros que les
llevó a invertir en esta empresa todo el dinero que podían sustraer de sus muy
escasos recursos...»84
Ante esta declaración huelgan todo tipo de comentarios.
81
KELLOGG, J. H. General Conference Daily Bulletin, 8 marzo 1897. Citado en: ELLEN G. WHITE
ESTATE. Op. cit., pág. 16.
82
Ibídem.
83
KELLOGG, J. H. Carta a Ellen G. White, 9 septiembre 1892. Citado en: Messenger, págs. 16-17. Citado
en: ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 18.
84
John Harvey Kellogg. Autobiographical memoir, 21 octubre 1938, págs. 6, 11. Citado en: ELLEN G.
WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 22.
31
7. ACUSACIONES DE FALTA DE ORIGINALIDAD Y PLAGIO EN EL TEMA
DE LA REFORMA DE LA SALUD CONTRA ELLEN G. WHITE
Ellen G. White es acusada de falta de originalidad y de copiar de otros autores, desde
el inicio de las visiones en favor de la reforma de la salud. Pero en este trabajo nos
limitaremos a considerar las acusaciones que se vierten en el libro Prophetess of
Health: A Study of Ellen G. White del Dr. Ronald L. Numbers, profesor de historia de la
medicina e historia de la ciencia en la Universidad de Wisconsin, Madison. El Dr
Numbers siendo miembro de la Iglesia Adventista, empezó sus investigaciones sobre
el tema que nos ocupa en la Universidad de Loma Linda.85 El libro fue editado por
Harper and Row el 5 de mayo de 1976. En el mismo año el Staff del Ellen G. White
Estate editó una extensa replica titulada A Critique of the book Prophetess of Health, y
este último trabajo también será útil para elaborar y enjuiciar las críticas de y a
Numbers. Bien entendido que personalmente parto de la presunción de honestidad
intelectual como historiador del Dr. Numbers y de su sincera búsqueda de la verdad al
respecto del don profético en Ellen G. White y de su relación con la Iglesia Adventista.
Como él mismo dice «This is, I believe».86
7.1. Primera acusación: los adventistas contemporáneos a Ellen G. White
fueron la fuente de información de ella
Acusación: El Dr. Numbers menciona como fuentes de información a Joseph Bates,
J.N. Loughborough, J.N. Andrews y la familia Kellogg.
Respuesta: En el caso de Bates hubiera sido posible por sus extensos conocimientos
sobre la reforma de la salud, pero la declaración antes citada de James White en Life
of Bates, pág. 311 que dice así: «No hizo mención de sus opiniones sobre la dieta
apropiada en público por aquel tiempo o en privado, a menos de que fuera interrogado
sobre el tema».87 En el caso de aceptar esta declaración como fidedigna y que
reflejara lo que realmente sucedía, nos llevaría a considerar que Joseph Bates no fue
una fuente de información para Ellen G. White sobre el tema de la reforma de la salud.
Evidentemente, sería posible dudar de tal declaración y pensar que Joseph Bates sí
fue una fuente de información. Pero en este último caso estaríamos presuponiendo
ignorancia o intención de amañar la verdad por parte de James White. Este último
criterio para ser coherentes deberíamos aplicarlo sistemáticamente a todos los
contemporáneos de Ellen G. White que emitían declaraciones sobre los hechos
relacionados con la pretendida revelación divina de la visión de junio de 1863 en
Otsego, lo cual nos conduciría a un callejón sin salida, ya que estaríamos obligados a
dudar de cualquier declaración de todos los contemporáneos de Ellen G. White tanto
de los que creían en su don profético, como de sus detractores.
En el caso de los otros hermanos, baste recordar que no tenían suficientes
conocimientos sobre el tema como para ser fuentes de información y ellos mismos lo
confirman con sus testimonios, mencionados en capítulos precedentes.88
85
BRODIE, F. M. «Ellen G. White’s Emotional Life». Spectrum. Vol. 8 (1976), núm. 2, págs.13-15.
Ibídem.
87
BATES, J. Life of Bates. Battle Creek (Michigan): Steam Press of the Seventh Day Adventist Publishing
Association, 1877, pág. 311.
<http://www.earlysda.com/bates/joseph-bates23-end.html#CHAPTER%20XXVI> [Consulta: 9 octubre
2007]
88
Véase los diferentes apartados del capítulo 4: «Ellen G. White y sus contemporáneos adventistas
adheridos a la reforma de la salud».
86
32
7.2. Segunda acusación: los libros que envió el Dr. James C. Jackson
fueron la fuente de información de Ellen G. White
Acusación: Numbers no cree que la inspiración sea un argumento válido para un
historiador89 y que pueda ser invocada en auxilio de nadie para justificar un
conocimiento científico sobre salud. Lo cual nos muestra bien a las claras que
Numbers parte del a priori de que Ellen G. White y probablemente nadie puede
pretender estar inspirado en temas de salud.
Los White recibieron los libros de Dansville el 12 de diciembre de 1863 y la visión
fue el 6 de junio del mismo año; pero Appeal to mothers no se publica hasta abril de
1864. Aunque las declaraciones de la misma Ellen G. White mencionan que no pudo ni
quiso leer los libros de Dansville, hasta haber escrito Appeal to mothers y Spiritual
Gifts, tomos 3 y 4, y por ello Ellen G. White da todo el crédito de sus opiniones a
Dios.90
A mediados del siglo XIX, una de las más reputadas instituciones médicas en los
Estados Unidos que se caracterizaba por reformas en la dieta y el tratamiento de los
enfermos era la administrada por el Dr. James C. Jackson en Dansville, Nueva York.
El Dr. Jackson promocionaba una dieta vegetariana, dos comidas diarias; curas por
agua, y un estilo de vestido reformado para las mujeres. Sin duda, presentaba grandes
similitudes con los consejos al respecto de la reforma de la salud que preconizaba
Ellen G. White.
Ellen G. White constata en una carta a sus hijos como las personas que conocen al
matrimonio White y la institución y publicaciones del Dr. Jackson se sorprenden al ver
las coincidencias y similitudes en las declaraciones de ambos:
«Nos hemos encontrado aquí con una señora que estuvo en Our Home
(Nuestro Hogar) en Dansville cuando nosotros estuvimos allí. Ella me
presentó a su esposo. Ellos asistían a nuestras reuniones. Vuestro padre
disertó sobre temperancia el domingo por la mañana. Ella y su esposo se
sentaron en su carruaje justo en la parte de afuera de las cortinas de la
carpa. Son gente inteligente y eran los primeros en llegar al lugar. Nos
invitaron a visitarlos, y hoy cumplimos con su solicitud. Ella hizo la
observación, en relación con el discurso de vuestro padre, de que a ella le
parecía estar oyendo al Dr. Jackson otra vez. Ella se refirió especialmente
al hecho de que yo había hablado en la convención, diciendo que no lo
había olvidado; que había sido de gran ayuda para ella desde ese tiempo;
que le había beneficiado a ella especialmente.»91
Respuesta: El hecho de que los escritos de Ellen G. White sobre la salud se
parecieran tanto a las enseñanzas del Dr. Jackson despertó una cierta preocupación
entre los hermanos en la iglesia. Ellen G. White constata que la gente le preguntaba si
ella había recibido sus visiones sobre la reforma de la salud influida por el Dr. Jackson.
Se suscitó tal controversia que Ellen G. White se vio obligada a defenderse
públicamente desde las páginas de la Review and Herald,92 la publicación de mayor
difusión entre los adventistas observadores del sábado:
89
NUMBERS, R. L. «An author replies to his critics». Spectrum. Vol. 8 (1976), núm. 2, págs. 27-36.
WHITE, E. G. «Questions and Answers». Op. cit.
91
WHITE, E. G. Carta 3, 1865. A Edson y Willie White, 13 junio 1865, MR 5, pág. 384.
<http://egwdatabase.whiteestate.org/nxt/gateway.dll?f=templates$fn=default.htm$vid=default> [Consulta:
9 octubre 2007]
92
WHITE, E. G. «Questions and Answers». Op. cit.
90
33
Texto original (inglés)
Traducción
«Pregunta sobre la visión: ¿Usted
recibió sus visiones sobre la reforma de la
salud antes de visitar el Health Institute
de Dansville, Nueva York, o antes usted
había leído libros sobre el tema?
«Question on the vision: «Did you receive
your views upon health reform before visiting
the health institute at Dansville, N.Y., or
before you had read works on the subject?»
»Respuesta: Estaba en la casa del
hermano, Aaron Hilliard, en Otsego,
Michigan, el 6 de junio de 1863, que el
gran tema de la reforma de la salud fue
abierto ante mí en visión.
»No visité Dansville hasta agosto de
1864 catorce meses después que tuviera
la visión. No leí ninguna de las obras
[libros] sobre salud hasta que hube
escrito Spiritual Gifts, volúmenes 3 y 4,
Appeal to mothers y hube esbozado la
mayor parte de mis seis artículos en los
seis números de How to Live.
Desconocía la existencia de una
publicación periódica como Laws of life,
publicada en Dansville, Nueva York. No
había oído de las varias obras [libros]
sobre salud, escritas por el Dr. J.C.
Jackson ni de otras publicaciones de
Dansville, en el tiempo en que tuve la
visión arriba mencionada. No conocía que
tales obras [libros] existían hasta
septiembre de 1863, cuando en Boston,
Massachusetts, mi marido las vio
anunciadas en un periódico titulado Voice
of the Prophets, publicado por el pastor J.
V. Himes. Mi marido hizo el pedido de las
obras [libros] de Dansville y las recibió en
Topsham, Maine. Sus ocupaciones no le
dieron
tiempo
para
examinarlas
detenidamente, y como yo decidí no
leerlas hasta que hubiera acabado de
escribir
mis
visiones,
los
libros
permanecieron en sus envoltorios.
»Al presentar el tema de la salud a
algunos amigos mientras trabajaba en
Michigan, Nueva Inglaterra y en el estado
de Nueva York, y al hablar contra las
drogas y las comidas [basándose en la]
carne, y en favor del agua, el aire puro, y
una dieta apropiada, muchas veces la
respuesta era: “Usted habla de forma muy
parecida a las opiniones enseñadas en
Laws of Life y en otras publicaciones, de
los doctores. Trall, Jackson y otros. ¿Ha
leído usted esa publicación periódica y
esas obras [libros]?”
»Mi respuesta era que no lo había
hecho, nunca las leería hasta acabar de
escribir por completo mis visiones, para
que no se pudiera decir que yo había
recibido mi luz sobre el tema de la salud
de médicos, y no del Señor.
»Y después que hube escrito mis seis
»Answer: It was at the house of Bro. A.
Hilliard, at Otsego, Mich., June 6, 1863, that
the great subject of Health Reform was
opened before me in vision.
»I did not visit Dansville till August, 1864,
fourteen months after I had the view. I did not
read any works upon health until I had written
Spiritual Gifts, Vols. iii and iv, Appeal to
Mothers, and had sketched out most of my six
articles in the six numbers of How to Live.
»I did not know that such a paper existed as
the Laws of Life, published at Dansville, N.Y. I
had not heard of the several works upon
health, written by Dr. J. C. Jackson, and other
publications at Dansville, at the time I had the
view named above. I did not know that such
works existed until September, 1863, when in
Boston, Mass., my husband saw them
advertised in a periodical called the Voice of
the Prophets, published by Eld. J. V. Himes.
My husband ordered the works from Dansville
and received them at Topsham Maine. His
business gave him no time to peruse them,
and as I determined not to read them until I
had written out my views, and books
remained in their wrappers.
»As I introduced the subject of health to
friends where I labored in Michigan, New
England, and in the State of New York, and
spoke against drugs and flesh meats, and in
favor of water, pure air, and a proper diet, the
reply was often made, "You speak very nearly
the opinions taught in the Laws of Life, and
other publications, by Drs. Trall, Jackson, and
others. Have you read that paper and those
works?”
»My reply was that I had not, neither should I
read them till I had fully written out my views,
lest it should be said that I had received my
light upon the subject of health from
physicians, and not from the Lord.
»And after I had written my six articles for
34
artículos para How to Live, entonces
examiné las diversas obras [libros] sobre
higiene
y
quedé
sorprendida
al
encontrarlas tan parecidas y en armonía
con lo que el Señor me había revelado. Y
para mostrar esta armonía, y presentar
delante de mis hermanos y hermanas el
tema como era formulado por escritores
competentes, decidí publicar How to live,
en la cual yo extracté en gran parte de las
obras [libros] referidas.»
How to Live, I then searched the various
works on hygiene and was surprised to find
them so nearly in harmony with what the Lord
had revealed to me. And to show this
harmony, and to set before my brethren and
sisters the subject as brought out by able
writers, I determined to publish How to Live in
which I largely extracted from the works
referred to.»
Los White no visitaron la clínica del Dr. Jackson sino hasta agosto de 1864. Esto
ocurrió catorce meses después de que Ellen G. White dijo haber recibido su visión
sobre la salud en junio de 1863. Ella aseguró que no conocía los libros del Dr. Jackson
antes de septiembre de 1863. «Yo no había oído hablar de las varias obras sobre la
salud, escritas por el Dr. J. C. Jackson, y otras publicaciones en Dansville, en el
tiempo en que tuve la visión mencionada más arriba [6 de junio de 1863]. Yo no sabía
que existiesen tales obras hasta septiembre de 1863.»93 Sin embargo, los hijos de los
White habían caído enfermos de difteria en enero de 1863, y en ese tiempo fue
cuando los White se familiarizaron por primera vez con los escritos del Dr. Jackson.
Los White estaban familiarizados con los escritos del Dr. Jackson por lo menos
cuatro meses antes de la fecha de la visión. De hecho, James White reimprimió un
artículo Dr. Jackson sobre la difteria en la edición del 17 de febrero de 1863 de la
Review and Herald, dicho artículo del Dr. Jackson titulado «Diphtheria, Its Causes,
Treatment and Cure» [Difteria, sus causas, tratamiento y cura], previamente publicado
el 15 de junio de 1863 en el Yates County Chronicle de Penn Yan, Nueva York.94
El 13 de agosto de 1863 el Dr. Jackson escribe a James White disculpándose por la
larga demora en contestar la solicitud de los White de información acerca de sus
libros. James White le había escrito al Dr. Jackson en junio, porque en diciembre de
1864 dijo que dieciocho meses antes [junio de 1863] hizo un pedido a Dansville de
algunos libros del Dr. Jackson.
Cuando llegaron los libros Ellen G. White aseguró que habían permanecido en sus
envoltorios, pero el 12 de diciembre de 1863 James White envió desde Topsham y por
correo una copia del opúsculo Consumption del Dr. Jackson, a un amigo, Ira Abbey,
que residía en Brookfield, Nueva York.
James White imprimió un artículo del libro de Jackson, Laws of Life, en la edición
del 27 de octubre del 1863 en la Review and Herald.
Parece que no todas las publicaciones remitidas desde Dansville permanecieron en
sus envoltorios y algunas fueron quitadas por lo menos nueve meses antes de que la
Sra. White escribiera su visión
7.3. Tercera acusación: Ellen G. White disponía de suficiente información
en los meses previos al 6 de junio de 1863 gracias a los artículos
publicados en los periódicos adventistas
Acusación: Numbers argumenta que los White conocían muy bien las técnicas
hidroterápicas ya que en febrero de 1863 James White descubre el artículo del Dr. J.
C. Jackson en el Yates County Chronicle, en el que escribe sobre el tratamiento de la
difteria, este articulo se reproduce en la Review, pero además los White aplican a dos
de sus hijos enfermos de difteria las técnicas mencionadas en el articulo del Dr.
Jackson. También aplica estas técnicas el hermano Hull con su hijo de 6 años de edad
93
94
Ibídem..
NUMBERS, R. L. Op. cit., pág. 76.
35
y todos ellos curaron gracias a las técnicas hidroterápicas propugnadas por Jackson.95
Respuesta: Los artículos del Dr. Jackson y de otros autores al ser publicados en
periódicos adventistas parece muy poco probable que Ellen G. White no los hubiera
leído. Pero si echamos una ojeada a la lista de artículos aparecidos en la Review and
Herald96 previamente al 6 de junio de 1863 y los escritos posteriores de Ellen G. White,
estos además de ser mucho más completos y extensos, presentan una filosofía de la
salud que como dirá J. H. Kellogg es: «...un sistemático y armonioso cuerpo de
verdades acerca de la salud, libre de errores patentes y consistente con la Biblia y los
principios de la religión cristiana».97 O sea, los escritos de Ellen G. White son mucho
más abarcantes que unos cuantos principios y técnicas de orden salutífero, sino que
es algo mucho más importante, es toda una filosofía de la salud, nunca antes presentada de forma clara y consistente. En ayuda de esta opinión, están el resto de
testimonios de los adventistas contemporáneos a Ellen G. White.
Es evidente que Ellen G. White debía conocer el articulo de Jackson sobre técnicas
hidroterápicas en la difteria. Ante esta cuestión el Ellen G. White Estate entiende que
se contesta la cuestión teniendo en cuenta que el hijo de los White, Henry Nichols
murió en diciembre del 1863, varios meses después de la visión de Otsego a causa de
una neumonía. Henry fue tratado por un médico local sin técnicas hidroterápicas, lo
cual demostraría que por aquellas fechas los White no conocían en profundidad las
técnicas hidroterápicas. Esta opinión viene reforzada por el hecho de que en el
invierno de 1864 otro hijo de los White, William, padece también neumonía y en esta
ocasión sí deciden utilizar el agua como remedio curativo:
«Acabábamos de sepultar a nuestro hijo fallecido a causa de esa enfermedad y
estábamos muy ansiosos por Willie, pues temíamos que él también muriera.
Decidimos que no llamaríamos a un médico, sino que haríamos lo mejor que
pudiésemos mediante el uso del agua y rogando al Señor en favor del niño.»98
Es evidente que en diciembre de 1863 con Henry Nichols desconocían que las
técnicas hidroterápicas tenían validez en la neumonía, además de poder ser aplicadas
en la difteria. A la vista que los remedios tradicionales del momento no eran capaces
de curar la neumonía, los hermanos White deciden “experimentar” el agua; y
“experimentar” porque los White no habían visitado todavía el sanatorio de Dansville,
ya que el tomo 4 de Spiritual Gifts se publica en agosto de 1864 y en septiembre
visitan por primera vez Dansville. Además Ellen G. White tampoco ha leído los libros
que envió Jackson a James White, ya que ella afirma que no los quiso ni pudo leer
hasta haber redactado sus visiones, para no ser acusada de falta de originalidad. Por
lo tanto estos hechos nos indican dos cosas, su conocimiento de que el agua es un
remedio apto para el enfermo, le viene de Dios y del Dr. Jackson o incluso de otros, y
la forma de aplicar el agua es dejado a la investigación del hombre.
Pero lo que no le viene a Ellen G. White del Dr. Jackson ni de ningún otro hombre
es la confianza y la seguridad en que el agua sí que verdaderamente es un tratamiento
válido. Porque, a pesar de conocerlos no tuvieron la iniciativa de aplicar dichos
conocimientos con su hijo Henry que falleció en diciembre de 1863 por neumonía. Y
cuando en invierno de 1864 Willie enferma, deciden confiar en Dios usando el agua
como medio terapéutico y poner en práctica las técnicas hidroterápicas que habían
leído en los artículos del Dr. Jackson, y quizás los consejos de sus amigos de cómo
aplicar técnicamente el agua como remedio terapéutico.
Dios muestra unos principios de salud que es labor del hombre el desarrollarlos;
con Henry Nichols no se atrevieron o no supieron utilizar el agua, pero ante los hechos
se imponía el hacer lo mejor que se supiera con William.
95
ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 51.
Ibídem, pág. 12.
97
KELLOGG, J. H. Prefacio, pág. III. Christian Temperance and Bible Hygiene. Citado en: Ellen G.
WHITE, A. L. Ellen G. White. The Lonely Years 1876-1891. Vol. 3. Capítulo 33: «(1888-1889) Advances in
Book Production». Hagerstown (Maryland): Review and Herald, 1986.
98
WHITE, E. G. Spiritual Gifts. Vol. 4, pág. 151. Citado en: ELLEN G. WHITE ESTATE, Op. cit., pág.. 51.
96
36
Todo ello parece indicar que los artículos publicados en los periódicos adventistas
no contenían una información global sobre la reforma de la salud para entender que
Ellen G. White tenía suficiente con ellos para “elaborar” la visión de Otsego. Además el
caso precedente demuestra que la visión de Otsego no fue una sesión de hidroterapia,
sino que esboza las líneas maestras de una filosofía de la salud. La declaración de
Waggoner, anteriormente reseñada,99 nos muestra claramente que el valor de la visión
de Otsego es que sitúa a la reforma de la salud como parte de las verdades del
mensaje del tercer ángel.
7. 4. Cuarta acusación: plagio de Ellen G. White
Acusación: Numbers dice que Ellen G. White toma palabras de Philosophy of health
de L. B. Coles, libro anterior en el tiempo a los escritos de Ellen G. White posteriores a
Otsego.100
Respuesta: A esto el Ellen G. White Estate contesta.101
1. En los paralelismos entre Coles y White hay expresiones similares, pero no la
misma fraseología.
2. Ellen G. White y Coles ambos viven en la misma época y cultura, por lo tanto
son herederos del mismo lenguaje y fraseología. Por lo tanto no debe
sorprender que se utilicen palabras similares en pensamientos parecidos.
Acusación: Numbers dice que Ellen G. White utiliza expresiones de Coles al respecto
del tabaco y que son: «insidious poison» y «slow poison».
Respuesta: Estas mismas expresiones son utilizadas por:
• James White en la Review and Herald, 19: 4, 3 diciembre 1861: «slow poison».
• James White en la Review and Herald, 14: 22, 9 junio 1859: «slow poisons».
• John Bostwick en la Review and Herald; 18: 2, 11 junio 1861: «insidious
poison».
Estas citas nos muestran como estas expresiones ya eran utilizadas por los
adventistas, y si existió “plagio” más bien seria de las publicaciones adventistas que de
la obra de Coles.
Los responsables del Ellen G. White Estate admiten la posibilidad de que los
escritos de Coles y Mann pudieron ser leídos por Ellen G. White, después de haber
redactado sus primeros escritos sobre la reforma de la salud –como ella menciona en
varias citas extractó frases, expresiones… de varias obras de expertos en la materia–,
perfectamente pudieron ser parte de esas obras que después ella mismo dijo que se
admiró de que sus mensajes estuvieran tan en armonía con las obras de salud que
leyó después.
99
WAGGONER, J. H. Op. cit.
Véase: Anexo A. Paralelismos literarios e ideológicos entre Ellen G. White y sus contemporáneos en el
tema de la reforma de la salud
101
ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 53.
100
37
8. DISCUSIÓN
8.1. “Originalidad” de Ellen G. White
«Lo que yo he escrito al respecto de la salud no era tomado de libros o
publicaciones periódicas... Después de que la visión me fue dada, mi marido fue
despertado al respecto de la cuestión de la salud. Él obtuvo libros, después de
nuestro viaje al Este, pero yo no quise leerlos. Mi visión era clara, y no quise leer
nada hasta haber acabado totalmente mis libros. Mis visiones fueron escritas
independientemente de libros o de opiniones de otros.»102
Ellen G. White afirma que no depende de los seres humanos para escribir sus
mensajes, no que su mensaje sea una innovación original, porque había libros que
hablaban del tema de la reforma de la salud y ella misma lo menciona. Por lo tanto,
decir que no quiere leer libros ya escritos sobre el mismo tema o muy similar al que
ella va a tratar, y a renglón seguido si hubiera dicho que su tema era “original” a todo
el mundo, y a ella misma, les hubiera resultado chocante.
Las reformas de los hábitos alimentarios, de consumo de tabaco, alcohol, etc., las
reformas de salud en general no equivale al mensaje de la reforma de la salud..
Conocer los tratamientos, la ideología, etc. no implica como consecuencia lógica saber
cuál es la importancia de la reforma de la salud en el marco del mensaje del tercer
ángel.
Ellen G. White en el 1863 probablemente no tiene suficiente solidez intelectual e
ideológica, y probablemente su madurez espiritual como profeta no había alcanzado el
nivel suficiente como para no ser influenciada por las filosofías y parafilosofías de la
reforma de la salud. Por ejemplo, John H. Kellogg y la filosofía que se refleja en el libro
El templo viviente es panteísmo mezclado con principios y consejos sobre salud
adecuados y correctos.
El concepto al uso de originalidad se fundamenta en el concepto de innovación, de
ser el primero en decir o hacer algo.
La “originalidad” de Ellen G. White en el tema de la reforma de la salud no podemos
pensar que se basa en que ella dijo cosas desconocidas, esta postura entraría en
contradicción con la tradición adventista. Esta siempre ha sostenido que el papel de
Ellen G. White en las doctrinas adventistas no es el innovar sino el “seleccionar” o
señalar el camino hacia las verdades bíblicas. Los pioneros extrajeron las verdades
bíblicas de un estudio concienzudo de la Biblia, pero en ocasiones cuando las
dificultades para comprender un mensaje bíblico fundamental se tornaban para ellos
en insalvables, entonces el auxilio divino llegaba por medio de Ellen G. White que
recibía la luz suficiente para saber qué camino había que tomar.
La labor profética de Ellen G. White en el ámbito del estudio de las verdades
bíblicas, no fue la de introducir verdades fundamentales, sino en la de colaborar en la
selección de lo que era fundamental de lo que no lo era, o en facilitar el camino ayudar
que permitiera discernir entre las diferentes propuestas posibles, cuáles eran
verdaderas y cuáles no. Distinguir entre lo básico y lo accesorio, y ponerlo de relieve
cuando el pueblo de Dios fuera apto para recibirlo. ¿Por qué entonces queremos un
papel diferente de Ellen G. White en el tema de la reforma de la salud?
Las doctrinas del sábado, del santuario, de la inmortalidad condicional del alma,
etc. son formuladas antes que Ellen G. White tuviera visiones “confirmatorias”, y nunca
los teóricos que apoyan la inspiración de Ellen G. White en estas doctrinas han
afirmado que Ellen G. White sea “original” en su formulación. Antes al contrario los
esfuerzos de dos de los autores más reconocidos del adventismo en el siglo XX,
LeRoy E. Froom en Norteamérica y Alfred F. Vaucher en Europa, intentan demostrar
que totas las doctrinas adventistas tienen su refrendo correspondiente en la historia de
la iglesia cristiana desde sus inicios y a lo largo de los tiempos.
Pero, en demasiadas ocasiones, los mismos que opinan que la iglesia adventista
102
WHITE, E. G. Manuscript 7, 1867. Citado en: ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 10.
38
no depende de los escritos de Ellen G. White para fundamentar sus doctrinas y que
ella no fue la primera que las formuló en el seno de la iglesia, y no por ello consideran
que dependa de fuentes humanas en la formulación de sus visiones sobre estos
puntos doctrinales, estos mismos, a veces, son los primeros en pretender que Ellen G.
White en la formulación del tema de la reforma de la salud no depende de fuentes
humanas porque ella es totalmente original.
¿ Cuál es entonces la diferencia?, ¿cuál es la originalidad de la reforma de la salud
en Ellen G. White?
a) Nace en el seno del adventismo, sin “corrupción” humana.
b) El tema y el movimiento de la reforma de la salud ya está muy extendido en
Norteamérica, ni que decir en la Gran Bretaña y en Centroeuropa. En
Norteamérica el movimiento temperantista y de reforma de la salud es asumido
por una serie de liderazgos personalistas, mezcla de activistas y doctrinarios de
la reforma de la salud, políticos radicales (abolicionistas, etc.) y revivalistas
religiosos.
En este caso Dios preserva la profeta de la “contaminación” de probables errores
mezclados con la verdad. Una vez esbozda la visión ya puede leer los libros que le
permiten adquirir el lenguaje para comunicar la verdad de la reforma de la salud.
Probablemente Ellen G. White tiene alguna noción del ideario de los movimientos
temperantistas y conocimientos varios de contenido práctico sobre la reforma de la
salud; sin que ello constituya un corpus de conocimientos sólido y bien trabado,
porque no ha profundizado en el tema, y sin duda no tiene un conocimiento en detalle
ni de conjunto de los usos y prácticas de la reforma de la salud.
Ellen G. White previa a la visión de Otsego no ha formado todavía un cuerpo
doctrinal e ideológico de la reforma de la salud. El Señor la preserva de una probable
“contaminación” que le haría entrar en dudas y errores a la propia profeta que no tiene
un conocimiento solido del tema. Antes de la visión de Otsego el tema de la reforma
de la salud en su conjunto y en la mayoría de sus detalles era desconocido para Ellen
G. White, por lo que no tiene suficiente madurez para discriminar la autentica y pura
verdad entre los autores de su época.
Para ser coherentes por un lado con las informaciones que nos han llegado por
parte de sus protagonistas en relación a cómo se gestó el auge de la reforma de la
salud como una doctrina adventista, y por otro lado tal y como nos ha llegado la
información de cómo se gestaron el resto de doctrinas adventistas, habremos de
aceptar que Ellen G. White se limitó a trazar las líneas maestras del camino hacia la
reforma de la salud. Su labor no consistió ni en ser la primera en formular dicha
doctrina desde el punto de vista histórico, ni tampoco en desarrollarla de forma
exhaustiva.
8.2. “Innovación” histórica
Numbers pretende que la inspiración profética depende de la cronología histórica. Esto
parece la recuperación del argumento que la alta crítica bíblica siempre ha utilizado
para desautorizar los relatos mosaicos frente a las tradiciones mesopotámicas (Léase:
Código de Hammurabi y leyes mosaicas), o la epístola de Judas que toma prestado de
la literatura intertestamental, concretamente del Apocalipsis de Enoc. La lista de
ejemplos de préstamos literarios de la Biblia respecto a su literatura contemporánea es
bastante larga. Aplicando el criterio de Numbers –no es el único que lo sostiene, Rea,
Canright y muchos otros críticos de Ellen G. White lo han esgrimido– de que una
prueba de autenticidad de un profeta debe ser la originalidad e innovación en sus
exposiciones, en ese caso también la Biblia quedaría desautorizada. Y los adventistas
entienden que el don profético en Ellen G. White es de la misma naturaleza que el
profetismo bíblico.
En caso de aceptar el criterio de originalidad e innovación como condición sine qua
non para alguien que se reclama como profeta, deberemos aplicar dicho criterio no
39
solo a Ellen G. White sino también a todos los profetas bíblicos. Con ese criterio
prácticamente nos quedamos sin profetas bíblicos, ni el mismo Jesús de Nazaret
pasaría la prueba, ya que en algunas ocasiones parafrasea rabinos judíos de su
época.
Todo ello nos debería conducir a pensar que la naturaleza de la inspiración
profética poco tiene que ver con el calendario y la cronología. Una discusión en ese
terreno deja poco margen de maniobra, ya que no es el terreno de la inspiración
divina. Simplemente lo único que constata es que antes que el profeta hubo otros que
dijeron lo mismo o algo parecido, pero eso no afirma ni niega la inspiración profética.
A la inversa, el que algo sea dicho por primera vez en el campo de la salud por un
profeta tampoco es una prueba de su don profético, como así es enarbolado en
demasiadas ocasiones por escritos adventistas. Argumento recurrente en no pocas
publicaciones en forma de libros y artículos de revistas. Baste recordar trabajos
preparados por el Ellen G. White Estate tales como: La ciencia médica y el espíritu de
profecía,103 en donde el argumento fundamental para demostrar la autenticidad del don
profético de Ellen G. White se basa en presentar todas las declaraciones de la
pretendida profeta en que supuestamente se adelantó a la ciencia médica.
8.3. Inspiración divina verbal e inerrancia
Las críticas de Numbers y otras similares hacia la pretensión de Ellen G. White de
haber recibido el mensaje de la reforma de la salud de forma directa por revelación
divina, solo se sostienen ante la creencia en la inspiración verbal y su consecuencia, la
inerrancia de los escritos proféticos.
Ninguno de los dos presupuestos son sostenibles frente a una hermenéutica
rigurosa tanto de los escritos de Ellen G. White como de los escritos bíblicos en
general.
Ellen G. White nunca pretendió la inspiración verbal de sus escritos: «No son las
palabras de la Biblia las inspiradas, sino los seres humanos son los que fueron
inspirados. La inspiración no obra en las palabras del hombre ni en sus expresiones,
sino en el hombre mismo...».104
Ellen G. White nunca pretendió tampoco que no podía haber errores en sus
escritos: «Acerca de la infalibilidad, nunca pretendí tenerla. Solo Dios es infalible».105
8.4. La redacción de How to Live fue posterior a la lectura de Laws of Life
de James C. Jackson
Si bien es cierto que Ellen White en la Review del 8 de octubre de 1867, que fue
escrita como respuesta ante las insistentes preguntas de los adventistas que le
preguntaban si ella, Ellen G. White, había escrito sus visiones sobre la reforma de la
salud influida por el Dr. Jackson, ella afirma enfáticamente: «No leí ninguna de las
obras [libros] sobre salud hasta que hube escrito Spiritual Gifts, volúmenes 3 y 4,
Appeal to mothers y hube esbozado la mayor parte de mis seis artículos en los seis
números de How to Live.»106,107
103
WHITE ESTATE. La ciencia médica y el espíritu de profecía. Buenos Aires: Casa Editora
Sudamericana, 1969, 52 págs.
104
WHITE, E. G. Mensajes selectos. T. 1, pág. 24. Esta cita de Ellen G. White la toma prestada, pero
corregida de STOWE, C. E. Origin and History of the Books of the Bible, pág. 19, 1868. Citado en: REA,
W. Op. cit., pág. 187 (pág. 195, ed. esp.).
105
WHITE, E. G. Carta 10, 1895.
106
WHITE, E. G. «Questions and Answers». Op. cit.
107
La actitud de no querer leer antes de escribir, es muy parecida a la que tuvo cuando escribió Spiritual
Gifts (parte preliminar de Great controversy) y J. N. Andrews le indica la similitud del texto escrito con
40
También al final de la misma declaración dice: «Y al mostrar esta armonía, y
señalar delante de mis hermanos y hermanas que el tema era formulado por escritores
competentes, decidí publicar How to live, en el cual yo extracté ampliamente de las
obras [libros] referidas.»108
Aparentemente estas dos declaraciones son contradictorias, primero dice que no
había leído esos libros antes de escribir sus propios escritos, y a continuación en la
misma declaración y el mismo párrafo y la misma respuesta, afirma que «extracté
ampliamente» de esos libros, pero después de ver que sus escritos están en armonía
con los de otros «escritores competentes».
¿Cómo es posible afirmar dos cosas aparentemente contradictorias en el mismo
párrafo? Ellen G. White distingue dos momentos en la redacción de sus visiones, un
primer momento en que esboza sus visiones y las escribe in extenso sin tener en
cuenta más que sus visiones, y un segundo momento en que hace las correcciones y
deja el texto definitivo para ser impreso y distribuido entre los lectores, y es en este
segundo momento cuando consulta autores que le puedan auxiliar en la fraseología o
en cómo ordenar el material escrito. Esta es la mecánica habitual de composición de
los libros de Ellen G. White y de cualquier libro o artículo con pretensiones de un
mínimo rigor.
«Las instrucciones que he recibido por medio de las visiones fueron fielmente
escritas por mí. [...] Después examinábamos juntos el material; mi esposo corregía
los errores gramaticales y eliminaba las repeticiones inútiles. Entonces era
cuidadosamente copiado para las personas a las cuales era dirigido o para el
impresor.»109
«En algunos casos cuando he encontrado que un historiador había reunido los
hechos y presentado en pocas líneas un claro conjunto del tema, o agrupado los
detalles en forma conveniente, he reproducido sus palabras, no tanto para citar a
esos autores como autoridades, sino porque sus palabras resumían
adecuadamente el tema. Y al referir los casos y puntos de vista de quienes siguen
adelante con la obra de reforma en nuestro tiempo, me he valido en forma similar
de las obras que han publicado.»110
Es evidente que esta era una mecánica habitual en la edición de los escritos de
Ellen G. White.
Además hay que tener en cuenta que los amigos de los White eran sabedores que
Ellen G. White tenía limitaciones como escritora y precisaba como todo autor de
soporte literario para redactar. Y así lo corrobora la declaración de G. W. Amadon: «yo
supe que una gran parte de él [How to live] era prestado»,111 y eso no era visto como
Paradise lost de John Milton. Robert W. Olson cree que esta actitud de Ellen G. White lo sostiene cuando
todavía es joven y no tiene la misma seguridad en su ministerio como profeta que con posterioridad y en
la madurez cuando adquiere una plena confianza y libertad para usar citas de otros autores.
Por ejemplo, en la redacción de El conflicto de los siglos Ellen G. White toma citas de las obras de
Edward Gibbon (The History of the Decline and Fall of the Roman Empire [En línea]. 6 vols. Londres:
Strahan & Cadell, 1776-1788. <http://www.gutenberg.org/browse/authors/g#a375> [Consulta: 16 octubre
2007]) o de Jean Henri Merle d’Aubigné (History of the Reformation of the Sixteenth Century [En línea]. 5
vols. Londres: Religious Tract Society, 1863 <http://books.google.es/books?id=cIsE9Gxbk1QC&pg=RA3PA1&ots=2z96dQLPdZ&dq=History+of+the+Reformation+of+the+Sixteenth+Century&sig=NIvRL5qtylPggU8dF1Uzm2v6Mg#PRA3-PA75,M1> [Consulta: 16 octubre 2007]. El título original es en
francés, Histoire de la réformation du XVIe siècle, aunque Ellen G. White consultó las traducciones al
inglés) entre otros autores (Veáse OLSON, R. W. «El espíritu de profecía. Ellen G. White». XIII
Convención AEGUAE, Sant Feliu de Guixols, 1987).
108
WHITE, E. G. «Questions and Answers». Op. cit.
109
WHITE, E. G. The Writing and Sending of the Testimonies to the Church. Pacific Press, 1906, págs. 46. Citado en: WILCOX, F. M. El testimonio de Jesús, Buenos Aires: ACES, 1960, pág. 105.
110
WHITE, E. G. El conflicto de los siglos [En línea], pág. 14 (énfasis añadido).
<http://centrowhite.uapar.edu/quienegw/CS/Libro,CS,Intro.htm> [Consulta: 16 octubre 2007]
111
«An authentic interview between elder G. W. Amadon, elder A. C. Bourdeau, and Dr. John Harvey,
Kellogg in Battle Creek, Michigan, on October 7th, 1907.» Reportaje registrado taquigráficamente. Citado
41
un menoscabo en la consideración de Ellen G. White como profeta, sino parecería
incompatible la declaración de G. W. Amadon con la de su esposa Martha que relata lo
ocurrido el sábado 6 de junio de 1863, cuando los hermanos estaban reunidos para
celebrar el servicio de culto, Ellen G. White tuvo la visión, tal y como lo cuenta Martha
D. Amadon:
«A la hermana White se le pidió que orara en el culto familiar. Ella lo hizo de
una forma maravillosa. El pastor White estaba arrodillado a corta distancia de ella.
Durante la oración, ella se acercó a él, y colocando su mano sobre su hombro
continuó orando por él hasta que fue arrebatada en visión. Ella estuvo en visión
cerca de cuarenta y cinco minutos. Fue en esta ocasión que recibió instrucción
acerca de la cuestión de la salud que poco después llegó a ser un tema de gran
interés para nuestro pueblo. Los que estuvieron presentes en el momento en que
esta visión era dada, nunca olvidarán la atmósfera celestial que llenaba por
completo la habitación.»112
8.5. Errores en acusaciones de plagio de Ellen G. White
Algunos autores acusan de plagio a Ellen G. White cuando escribió Appeal to Mothers
porque copia de Cause of exhausted vitality de Eli Peck Miller. Pero esta obra es del
1867, fecha posterior a 1863.
8.6. Muchos de los pioneros de la reforma de la salud en la Norteamérica
del siglo XIX pretenden ser innovadores originales
Es paradójico que muchos de los pioneros en la reforma de la salud pretenden ser
innovadores y en eso basan su autoridad. Los que invocan originalidad e innovación,
en general se refieren a la introducción de técnicas terapéuticas o cambios en los
hábitos alimentarios u otros. Este es por ejemplo el caso de Sylvester Graham.113 Por
contra, los pioneros adventistas desmienten que la autoridad de los testimonios de
Ellen G. White se base en la innovación de «los principios generales de la reforma de
la salud».114
EL hermano Waggoner hacía esta significativa declaración que fue registrada en la
Review and Herald, del 7 de agosto de 1866:115
«Nosotros no pretendemos ser los pioneros en lo que concierne a los principios
generales de la reforma de la salud. Los principios en que se basa esta corriente
de pensamiento han sido expuestos en gran medida por reformadores, médicos y
autores especializados en fisiología e higiene, y de esta manera pueden ser
encontrados en los escritos esparcidos por todas partes. Lo que sí afirmamos es
que gracias al método escogido por Dios esta doctrina ha sido formulada en forma
más clara y definida, razón por la cual está produciendo un efecto que no podría
haberse producido de otra manera.
»Como meras verdades sobre fisiología e higiene, podían haber sido estudiadas
por algunos a su gusto, y por otros dejadas de lado como cosas sin importancia,
pero fueron colocadas al mismo nivel de las grandes verdades del mensaje del
tercer ángel por la sanción y autoridad del Espíritu de Dios, y así manifestadas
para ser la manera por lo cual un pueblo débil puede llegar a ser fuerte, y nuestros
cuerpos enfermos limpiados y hecho a medida para la traslación, entonces viene a
ser para nosotros una parte esencial de la verdad presente, que debe ser recibida
en: REA, W. T. Op. cit., pág. 202.
112
Mrs. Martha D. Amadon, Ellen G. White Publications, Document File N1 105. Citado en: ROBINSON, D.
E. Op. cit., pág. 76.
113
NUMBERS, R. L. Op. cit., pág. 52.
114
WAGGONER, J. H. Op. cit.
115
Ibídem (énfasis añadido).
42
con la bendición de Dios.»
Cuando fue recibido el mensaje de la reforma de la salud en la visión de junio de
1863, en el momento que los White empezaron a divulgarlo, muchos ya le
preguntaban a Ellen G. White si conocía lo que decían sus contemporáneos (Jackson
y otros). Insistir por parte de Ellen G. White en la “originalidad e innovación histórica”
de cuestiones puntuales (hidroterapia, lago de las faldas, sol, aire puro...) en el marco
del mensaje de la reforma de la salud sería simplemente sorprendente, además de
absurdo.
El mensaje inspirado a Ellen G. White es fundamentalmente un mensaje que ofrece
las bases ideológicas para una filosofía de la salud en el marco del mensaje del tercer
ángel. Las curas de agua, la hidroterapia no es el núcleo fundamental de la visión de
Otsego. El tema fundamental es que la salud espiritual está en íntima relación con la
salud física, esta depende de aquella y aquella de esta. Aunque esto último tampoco
sea original, porque ya se reflejaba en el libro del Levítico, o en la máxima clásica
mens sana in corpore sano. El sábado, el santuario y cualquier otra doctrina que
recibe el apoyo de Ellen G. White, ninguna de ellas son originales en sus escritos. La
labor del profeta, como así fue en los tiempos bíblicos, es simplemente la recuperar y
devolver a su lugar las doctrinas bíblicas olvidadas. Es en este sentido que se debe
entender la labor de Ellen G. White al respecto del mensaje de la reforma de la salud,
como una labor de recuperar una doctrina bíblica puesta en olvido.
8.7. El movimiento de la reforma en el marco de las corrientes de reforma
social y religiosa de la Norteamérica de mediados del siglo XIX
Si en Europa a mediados y finales del siglo XIX las corrientes vegetarianas, naturistas,
medicinas alternativas, etc. se entremezclan en una eclosión de nuevas y populares
filosofías como son el anarquismo, el esperantismo, etc.
En los Estados Unidos de Norteamérica los reformadores de la salud,
temperantistas, etc. también se entremezcla con movimientos de comunas utópicas,
milenaristas, abolicionistas, etc., es la utopía de un mundo nuevo que se alcanzará
también con la reforma de la salud.
Es de destacar que en el mundo de la reforma de la salud muchos de sus pioneros
asociada a la tarea de propagar la reforma de la salud, inducían al culto a la
personalidad del líder de la reforma de la salud. Algunos de los terapeutas y médicos
de la reforma de la salud más que pacientes tenían “creyentes” de una nueva “religión”
la de la reforma de la salud.116 Por ejemplo entre los reformadores del vestido
abundaban las feministas y los espiritistas.117
Por ejemplo, El Dr. Jackson mezcla teología, evidentemente la suya particular, y la
reforma de la salud.118 Era evidente, por lo tanto, que hacía falta una teología asociada
a la reforma de la salud entre los adventistas.
Cabe recordar como en los balnearios y sanatorios de los reformadores de la salud
no solo se promovía la reforma de la salud sino también todo tipo de reformas de
diversa índole.119 Entonces se hacía preciso inaugurar balnearios adventistas donde la
reforma de la salud se predicara de acuerdo a la interpretación bíblica y filosofía de
vida adventista.
En este ambiente era necesario defender un enfoque, sino diametralmente opuesto,
sí mucho más matizado. Se imponía la conducción divina de dicho fenómeno, ya que
de lo contrario sin dicha conducción si se hubiera llevado a sus últimas consecuencias,
podía amenazar la supervivencia de la iglesia adventista como tal, baste recordar la
crisis que supusieron las ideas panteístas, muy propias de los movimientos naturistas,
116
NUMBERS, R. L. Op. cit., pág. 54.
Ibídem, pág. 134.
118
Ibídem, pág. 90.
119
Ibídem, pág. 93.
117
43
y que fueron defendidas entre otros por el Dr. John Harvey Kellogg. En la esencia de
los movimientos de reforma de la salud hay una religión de adoración de la naturaleza
y del cuerpo humano, lo que se encuentra en oposición a la visión cristiana del mundo.
Es por ello que Dios inspiró a Ellen G. White al respecto de la reforma de la salud,
para que la iglesia en este tema no tomara un rumbo equivocado y se viera sumergida
en la vorágine de movimientos reformadores de la salud, temperantistas, etc. con un
gran atractivo ideológico y enorme fuerza social. Los testimonios de Ellen G. White
también juegan un papel de moderadores de los extremismos radicales de los
reformadores de la salud, tanto en su vertiente de principios de salud como de
ideologías radicalizadas.120
Ellen G. White recibe la visión del 6 de junio de 1863 cuando el grueso de
conocimientos y la sensibilidad por la reforma de la salud ya son suficientes, y antes
de que sea demasiado tarde y se produzcan desviaciones irrecuperables. El mensaje
es dado en el tiempo oportuno (kairós), al igual que siempre ha sido con todos los
mensajes divinos.
8.8. Fraseología similar de los escritos de Ellen G. White y los de sus
contemporáneos
Parece evidente que Ellen G. White era una lectora regular de la Review, por lo tanto
debía conocer los artículos que en ella aparecían sobre la reforma de la salud. Pero
aun suponiendo que Ellen G. White no hubiera leído ni tan siquiera los artículos sobre
reforma de la salud que aparecieron en la Review antes del 6 de junio de 1863,121 lo
cual en sí mismo ya sería paradójico, toda vez que ya en 1848 recibió una visión sobre
la reforma de ciertos hábitos de salud, lo cual indica que un cierto conocimiento e
interés por el tema ya tenía. Bien, que no hubiera leído nada, el que sí que los había
leído era el redactor jefe de la Review que al mismo tiempo era el principal colaborador
en la corrección de los textos de Ellen G. White, que era su propio marido James
White, y él sí conocía la fraseología y los conceptos vertidos en dichos artículos, y por
lo tanto los podía usar en las correcciones que hacía de los textos de Ellen G. White.
8.9. El conocimiento de Ellen G. White sobre los principios de la reforma
de la salud fueron in crescendo a medida que maduraba como persona y
como cristiana
Es evidente que los conocimientos y la confianza en los principios de la reforma de la
salud fueron evolucionando en el seno de la familia White. La muerte por neumonía de
su hijo Henry hace que tomen la decisión de tratar la enfermedad de Willie con
hidroterapia y prescindir de los medicamentos (drugs) propios de los médicos de su
época.122
El largo de los vestidos también se somete a la técnica de ensayo y error. Ellen G.
White nunca pretendió que le fuera dado en visión el largo de las faldas en
pulgadas.123 Ella recibía visiones “genéricas”, no en detalle.
120
Ibídem, pág. 55.
ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 12.
122
WHITE, E. G. Spiritual Gifts, vol. 4, pág. 151. Citado en: ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág.. 51.
123
Ibídem, pág. 91.
121
44
8.10. “Energía vital” y frenología: Ejemplos de conceptos científicos
propios de una época
Ellen G. White maneja el concepto de “energía vital” que se popularizó en su época.
Las afirmaciones científicas de Ellen G. White como todas las afirmaciones científicas
tienen que ser observadas en su tiempo y deben ser contextualizadas con los saberes
de su época, situarlas fuera de su tiempo es cometer una descontextualización que
intenta encontrar falsos errores en los escritos de Ellen G. White.
Si los métodos hidroterápicos del Dr. Jackson muestran su eficacia probada, es
lógico que también pongan confianza en la frenología que practica el Dr. Jackson, y es
así como someten a sus hijos a un diagnóstico frenológico por parte del Dr.
Jackson.124 Muchos médicos durante bastante tiempo fueron practicantes de la
frenología, hasta fechas relativamente recientes, en cambio hoy sería muy difícil
encontrar un seguidor de dichas teorías, ya que están totalmente denostadas por la
ciencia médica. Los conocimientos han evolucionado hasta el día de hoy, pero Ellen
G. White falleció en el 1915 y por lo tanto, sus conocimientos y evolución quedaron
circunscritos a un tiempo-espacio limitados, como lo es la propia vida.
Los escritos de Ellen G. White no pueden tomarse como fuente de “inspiración
científica”, al igual que tampoco lo es la Biblia. Intentar encontrar “evidencias”
científicas que corroboren las afirmaciones de Ellen G. White es un anacronismo,
porque eran las que se ofrecían en su época, y las verdades científicas se superan
con el avance de los conocimientos científicos.
Sería preciso un serio replanteamiento de todas las afirmaciones que hacemos los
adventistas en cuestiones de salud que son fundadas en declaraciones de Ellen G.
White, ya que algunas de sus fuentes hoy serían cuestionables científicamente. Ella
afirma cuestiones de detalle que era común afirmarlas en su época.
La revelación es progresiva, los idearios de salud, educación, etc. basados en los
escritos de Ellen G. White, es preciso ser conscientes y reflexionar que están basados
en tiempo y espacio circunstanciales, ya que la revelación también presenta esta
realidad. No se pueden presentar como verdades inamovibles y que son landmarks, ya
que la misma profeta cambia y evoluciona. Factores que modulan las opiniones de
Ellen G. White que fue madurando con el tiempo en referencia a la reforma de la
salud.
8.11. Inspiración de las fuentes
Richard Schwarz afirma: que de la misma forma que el Espíritu Santo inspira a los
profetas, también inspira a las fuentes de les que tomará prestado el profeta.125
124
125
NUMBERS, R. L. Op. cit., pág. 90.
SCHWARZ, R. «On Writing and Reading History». Spectrum. Vol. 8 (1976), núm. 2, págs. 16-20
45
9. CONCLUSIONES
1. Ellen G. White afirma no haber leído los libros de Dansville antes de recibir la visión
del 6 de junio de 1863 en Otsego, pero no afirma no haberlos leído antes de redactar
en su forma definitiva los aspectos fundamentales de la visión en el esbozo de la
mayor parte de los seis artículos de How to Live. Quizás sería adecuado pensar lo
mismo en relación a Spiritual Gifts, volúmenes 3 y 4, Appeal to mothers.
2. La fraseología médica sobre el tema de la reforma de la salud que usa Ellen G.
White para expresar el contenido de sus visiones es la misma que usa el resto de sus
contemporáneos. Ellen G. White pretende la inspiración divina, no el ser una literata y
una creadora de lenguaje.
3. La visión de Otsego es un ideario sobre la reforma de la salud, no un rosario de
detalles sobre hidroterapia, largos de faldas, etc. El ideario es: el mensaje de la salud
es parte del mensaje del tercer ángel.
Los detalles tales como el largo de las faldas medido en pulgadas no eran dados a
Ellen G. White en visión, solo se le ofrecían principios generales.126
4. ¿Qué es lo que lee Ellen G. White y afirma que está en armonía con las visiones
recibidas?127 Probablemente lee cómo hacer una receta de pan saludable, cómo usar
el agua en tratamientos hidroterápicos, etc. y eso ve que está en la dirección de los
principios que le señalaban las visiones.
5. Ellen G. White como profeta tiene la misión de llamar y sensibilizar a las
conciencias, movilizar voluntades en favor de las verdades espirituales y bíblicas. No
es llamada a ser original e innovadora en este campo, lo que tiene que ser es una
pionera. Y esa es la tarea del agitador, del revolucionario, del profeta, su misión no es
ser “original”.
Al igual que no tiene que ser original en el resto de las verdades bíblicas y
espirituales, tampoco lo tiene que ser al respecto de la verdad de la reforma de la
salud.
6. Las principales diferencias entre los reformadores de la salud y el mensaje de la
reforma de la salud que propugnan los adventistas, se refiere sobre todo en la filosofía
de base que alumbra su modo de ver la reforma, y su conducta que les lleva a mayor
gloria del hombre. Ellen G. White preconiza la reforma de la salud a mayor gloria de
Dios.
7. Cuanto más divulgado y extendido está el movimiento de reforma de la salud en los
Estados Unidos de Norteamérica, es precisamente cuando los mensajes de Ellen G.
White pueden ser mejor apreciados y acogidos. El ambiente permite que un mensaje
de tal naturaleza no sea visto como extravagante. El que el mensaje de la reforma de
la salud haya alcanzado cotas de popularidad inusitadas y realmente extensas a
mediados del siglo XIX en Norteamérica, prepara el medio para recibirlo como parte
del mensaje del tercer ángel, además de obligar a tomar posición ante un movimiento
naciente, como es el de la reforma de la salud y la temperancia, sumándose a sus
propagadores y defensores o sumirse en la indiferencia. Los adventistas escogen
sumarse a dicho movimiento y de esta manera convertirse en pioneros de la reforma
de la salud.
8. Ser pioneros de un movimiento no significa necesariamente ser los iniciadores
126
WHITE, E. G. «The Reform Dress». Testimonies. T. 1, pág. 521. Citado en: NUMBERS, R. L. Op. cit.,
pág. 141.
127
WHITE, E. G. «Questions and Answers». Op. cit.
46
originales, sino los que sumándose a un movimiento lo defienden, propagan e
implementan, y le dan un cariz novedoso. En el caso del mensaje de la reforma de la
salud el adventismo le imprime un carácter de novedad al incorporarlo como parte del
mensaje del tercer ángel de Apocalipsis.
9. Los escritos de Ellen G. White no pueden tomarse como fuente de “inspiración
científica”, al igual que tampoco lo es la Biblia.
En múltiples ocasiones es un anacronismo intentar encontrar “evidencias”
científicas que corroboren las afirmaciones de Ellen G. White al respecto de la reforma
de la salud, porque cuando ella escribe sobre aspectos concretos del tema (por
ejemplo, el largo de las faldas, la aplicación del agua como remedio salutífero, etc.)
fundamenta sus afirmaciones en los conocimientos científicos propios de su época, y
las verdades científicas se superan con el transcurso del tiempo y el avance de la
ciencia.
Sería preciso un serio replanteamiento de todas las afirmaciones que hacemos los
adventistas en cuestiones de salud, que son fundadas en declaraciones de Ellen G.
White, ya que algunas de sus fuentes hoy serían cuestionables científicamente. Ella
afirma cuestiones de detalle que era común afirmarlas en su época
La revelación es progresiva, los idearios de salud, educación, etc. basados en los
escritos de Ellen G. White, es preciso ser conscientes y reflexionar que están basados
en tiempo y espacio circunstanciales, ya que la revelación también presenta esta
realidad. No se pueden presentar como verdades inamovibles y que son landmarks, ya
que la misma profeta cambia y evoluciona. Factores que modulan las opiniones de
Ellen G. White que fue madurando con el tiempo en referencia a la reforma de la
salud.
10. La metodología seguida seguida por algunos para responder a las críticas de
Ronald L. Numbers es incorrecta ya que pretende demostrar históricamente la
inspiración divina de Ellen G. White.
No se debe caer en la “trampa” de creer que el método histórico puede ser la vara
de medir del fenómeno de la inspiración divina. No es posible afirmar o negar si Ellen
G. White estaba inspirada divinamente en la visión de la reforma de la salud del 6 de
junio de 1863 en Otsego, por el simple hecho de poder situar históricamente si fue
antes la visión del Ellen G White o los escritos del Dr. James C. Jackson u otros.
La historia del movimiento de temperancia y reforma de la salud está encuadrada
en un momento histórico que coincide con la adopción de dicha reforma entre los
adventistas, o mejor dicho, de algunas de sus ideas innovadoras seleccionadas que
son incluidas en el marco del mensaje del tercer ángel; como no podía ser de otro
modo. El adoptar un estilo de vida compatible con la reforma de la salud como parte
del cuerpo doctrinal fundamental de una comunidad de cristianos, en este caso
adventistas, eso sí es innovador en el conjunto del cristianismo.
11. En la Norteamérica de mediados del siglo XIX la American Temperance Society
tenía un millón de miembros aproximadamente, cinco mil sociedades locales y una
tirada de doscientos mil ejemplares de su revista The Temperance Recorder.128
Teniendo en cuenta que los Estados Unidos de Norteamérica por esa época tenía
unos veinte millones de habitantes, eso significa que el cinco por ciento de la
población norteamericana era miembro de la American Temperance Society.
Podríamos afirmar sin temor a equivocarnos que el movimiento de la reforma de la
salud y la temperancia en la Norteamérica de mediados del siglo XIX fue todo un
fenómeno social de masas. Hacia 1840 aproximadamente cien mil Family Rights
editados por Samuel Thomson habían sido distribuidos, y Thomson estimaba que
cerca de tres millones de personas habían adoptado su sistema. En estados tan
diversos como Ohio y Misisipí, quizás la mitad de los habitantes se curaban a sí
128
ROBINSON, D. E. Op. cit., págs. 40-41.
47
mismos con el estilo thomsoniano.129 En EE.UU. hacia 1825 había 2.500 médicos que
practicaban la homeopatía en Nueva Inglaterra, Nueva York, Pensilvania y el Medio
Oeste; y cientos de miles de devotos seguidores.130 Había muchas otras asociaciones
de reforma de la salud con multitud de afiliados, lo cual hace patente la enorme
popularidad que el movimiento tenía entre los contemporáneos de Ellen G. White.
Siendo como era el movimiento de la reforma de la salud tan popular, es lógico que
el lenguaje de Ellen G. White fuera similar al de sus contemporáneos, ya que la
reforma de la salud era un lugar común del conocimiento compartido de su época, por
lo menos entre una parte bastante numerosa de la población.
Entonces, ¿por qué se extrañan tanto sus contemporáneos adventistas que Ellen
G. White utilice un lenguaje, unas expresiones e ideas similares que sus
contemporáneos?
Primero, porque la parte más conocida del movimiento de reforma de la salud es
sobre todo su vertiente temperantista que se plasmaba en sus cruzadas contra el vicio
y el alcoholismo,131 y solo un núcleo más reducido de iniciados y activistas estaban
adheridos de forma plena a los principios del movimiento de reforma de la salud.
Segundo, y este es un aspecto más relevante, porque tienen el concepto erróneo
de que el profeta está inspirado verbalmente132 y que el profeta es alguien que
propone vaticinios ante eventum. Ambas ideas no coinciden con el concepto bíblico de
profeta. Profeta bíblico es aquel que llama a la adoración de un único Dios creador, a
la espera activa del reino mesiánico y al cumplimiento de los mandatos divinos como
garantes de la ética.
La misma Ellen G. White cuando formula sus ideas que no son las palabras las
inspiradas sino el hombre, también serán posteriores a la visión del 6 de junio de 1863
en Otsego al respecto de la reforma de la salud. Es probable que ella misma no tuviera
este concepto tan claro por aquellas fechas y por eso también ella insiste en la
“originalidad” del mensaje de la reforma de la salud.
Pareciera como si toda la defensa de la autenticidad de la inspiración divina de la
reforma de la salud se basara en si había leído o no los libros encargados a Dansville.
Lo que no cabe duda es que Ellen G. White sí había escuchado las ideas del Dr.
Jackson o similares, porque eran conocidas, al menos de forma parcial, por muchas
personas adventistas y no adventistas.
La línea tradicional adventista de responder ante las acusaciones de plagio de Ellen
G. White al respecto del tema de la reforma de la salud es la sostenida por el hermano
Waggoner que hacía esta significativa declaración que fue registrada en la Review and
Herald, del 7 de agosto de 1866:
«Nosotros no pretendemos ser los pioneros en lo que concierne a los principios
generales de la reforma de la salud. Los principios en que se basa esta corriente
de pensamiento han sido expuestos en gran medida por reformadores, médicos y
autores especializados en fisiología e higiene, y de esta manera pueden ser
encontrados en los escritos esparcidos por todas partes. Lo que sí afirmamos es
que gracias al método escogido por Dios esta doctrina ha sido formulada en forma
más clara y definida...
»Como meras verdades sobre fisiología e higiene, podían haber sido estudiadas
por algunos a su gusto, y por otros dejadas de lado como cosas sin importancia,
pero fueron colocadas al mismo nivel de las grandes verdades del mensaje del
129
NUMBERS, R. L. Op. cit., pág. 62.
Ibídem, pág. 63.
131
Baste recordar la imposición en Norteamérica en el primer tercio del siglo XX de la popular Ley Seca, o
el famoso Ejército de Salvación, entre otros.
132
A mediados del siglo XIX en los Estados Unidos de Norteamérica viven un resurgir del revivalismo
religioso que representa entre otras cosas una reacción contra los ataques que está sufriendo la religión
por parte de la ciencia (evolucionismo) y de la alta crítica bíblica. Y una de las características de esta
reacción será una afirmación sin fisuras del literalismo bíblico radical y de la inspiración verbal de la Biblia.
Ambas posturas no compartidas por el adventismo, lo cual era ciertamente novedoso en los movimientos
de reforma y revivalismo religiosos de su época.
130
48
tercer ángel por la sanción y autoridad del Espíritu de Dios, [...] entonces viene a
ser para nosotros una parte esencial de la verdad presente, que debe ser recibida
con la bendición de Dios.»133
Sagunt 1985 (ampliado y revisado en Barcelona, marzo y diciembre del 2000; octubre 2007).
133
WAGGONER, J. H. Op. cit. (énfasis añadido).
49
Anexo. Paralelismos134 literarios e ideológicos entre Ellen G. White y sus
contemporáneos en el tema de la reforma de la salud
a) Paralelismos con Horace Mann
Ellen G. White
Horace Mann
«Man came from the hand of God perfect in
every faculty of mind and body; in perfect
soundness, therefore in perfect health. It
took more than two thousand years of
indulgence of appetite and lustful passions
to create such a state of things in the
human organism as would lessen vital
force» (WHITE, E. G. «Indulgence of
Appetite». Testimonies. T. 4. 1885, pág. 29.
Testimonio de 1876).
«Man came from the hand of God so
perfect in his bodily organs... so surcharged
with vital force, that it took more than two
thousand
years
of
the
combined
abominations of appetite and ignorance...
to drain off his electric energies and make
him even accessible to disease» (MANN,
H. «Dedicatory an Inaugural Address» [En
línea]. En: Life and Works. Boston: Lee and
Shepard Publishers, 1891, V, págs. 335336.
<http://www.mun.ca/rels/restmov/texts/hma
nn/dac/DAC03.HTM> [Consulta: 16 octubre
2007]. El discurso se dictó en 1854).
Traducción:
«El hombre salió de las manos de Dios
perfecto en cada facultad de mente y
cuerpo; en perfecta salud. Se necesitaron
más de dos mil años de complacencia en
los apetitos y pasiones lujuriosas para
crear un estado tal de cosas en el
organismo humano que redujo la fuerza
vital.»
Traducción:
«El hombre salió de las manos de Dios tan
perfecto en los órganos corporales... tan
lleno de fuerza vital, que a las
abominaciones combinadas del apetito y la
ignorancia les tomaron más de dos mil
años... para drenar sus energías eléctricas
y hacerlo más accesible a la enfermedad.»
«If Adam, at his creation, had not been
endowed with twenty times as much vital
force as men now have, the race, with their
present habits of living in violation of natural
law, would have become extinct» (WHITE,
E. G. «Proper Education». Testimonies. T.
3. 1885, págs. 138-139. Testimonio de
1872).
«...if the race had not been created with ten
times more vital force than it now
possesses, its known violations of all the
laws of Health and Life would, long ere this,
have extinguished it altogether» (Ibídem,
pág. 340).
Traducción:
«...si la raza no hubiese sido creada con
diez veces más fuerza vital que la que
ahora posee, sus violaciones conocidas de
todas las leyes de la salud y la vida la
habrían extinguido por completo hace
mucho.»
Traducción:
«Si Adán, en la creación, no hubiese sido
dotado con veinte veces la fuerza vital que
tienen los hombres hoy en día, la raza, con
sus actuales hábitos de vida en violación
de la ley natural, se habría extinguido.»
134
N.B.: Uso de forma intencional el término ‘paralelismo’ y no ‘préstamo’, porque la palabra >préstamo=
ya induce a la conclusión que se trata de copias literarias, y este juicio debe ser reservado para los
apartados de conclusiones y discusión, dónde allí si tiene sentido el uso de la palabra ‘préstamo’, ‘copia’ o
‘plagio’, según las conclusiones a las que se lleguen por parte del autor del presente trabajo o por parte
del lector.
50
b) Paralelismos con Larkin B. Coles
Ellen G. White
«The sympathy which exists between the
mind and the body is very great. When one
is affected, the other responds» (Ellen G.
WHITE, E. G. «True Benevolence».
Testimonies. T. 4, 1885, pág. 60.
Testimonio de 1876).
Larkin B. Coles
«The sympathy existing between the mind
and the body is so great, that when one is
affected, both are affectedۚ» (COLES, L. B.
Philosophy of Health: Natural Principles of
Health and Cure [En línea]. Boston:
Ticknor, Reed & Fields, 1851, pág. 127).
<http://books.google.es/books?id=M5eQW
Bx_HYwC&pg=PA8&dq=Philosophy+of+He
alth:+Natural+Principles+of+Health+and+C
ure#PPA1,M1> [Consulta: 17 octubre
2007]
Traducción:
«La interrelación que existe entre la mente
y el cuerpo es muy grande. Cuando uno es
afectado, el otro responde.»
Traducción:
«La interrelación existente entre la mente y
el cuerpo es tan grande que, cuando uno
es afectado, los dos son afectados.»
«The brain nerves which communicate with
the entire system are the only medium
through which Heaven can communicate to
man, and affect his inmost life. Whatever
disturbs the circulation of the electric currents in the nervous system, lessens the
strength of the vital powers, and the result
is a deadening of the sensibilities of the
mind» (WHITE, E. G. «Moral Pollution».
Testimonies. T. 2, 1885, pág. 347.
Testimonio de 1869).
«Whatever mars the healthy circulation of
the electric currents in the nervous system,
lessens the strength of the vital forces; and,
through them, deadens the native
susceptibilities of the soul. The nervous
system is the only medium through which
truth can reach Interior man. Divinity
himself uses no other medium through
which to reach the human heart» (Ibídem,
Ed. rev. 1853, págs. 266-267).
Traducción:
«Cualquier
cosa
que
estropee
la
circulación saludable de las corrientes
eléctricas en el sistema nervioso,
disminuye el vigor de las fuerzas vitales; y,
por medio de ellas, embota las innatas
susceptibilidades del alma. El sistema
nervioso es el único medio a través del
cual puede la verdad alcanzar al hombre
interior. La Divinidad misma no usa ningún
otro medio por medio del cual alcanzar al
corazón humano.»
Traducción:
«Los nervios del cerebro que se
comunican con el sistema entero son el
único medio por medio del cual el cielo
puede comunicarse con el hombre y
afectar su vida más interior. Cualquier cosa
que altere la circulación de las corrientes
eléctricas en el sistema nervioso disminuye
el vigor de los poderes vitales, y el
resultado es un embotamiento de las
sensibilidades de la mente.»
«Flesh-eating is certainly not NECESSARY
to health or strength... If it be used, it must
be used as a matter of fancy. [...] it excites
the animal propensities to increased activity
and ferocity. [...] When we increase the
proportion of our animal nature, we suppress the intellectual. [...] the use of flesh
tends to create a grossness of body and
spirit» (Ibídem, 1ª ed., 1851, págs. 64-67).
«...flesh meat is not necessary for health or
strength. If used it is because a depraved
appetite craves it. Its use excites the
animal propensities to increased activity
and strengthens the animal passions.
When the animal propensities are
increased, the intellectual and moral
powers are decreased. The use of the flesh
of animals tends to cause a grossness of
body and benumbs the fine sensibilities of
the mind» (WHITE, E. G. «Flesh Meats and
51
Stimulants». Testimonies. T. 2, 1885, pág.
63. Testimonio de 1868).
Traducción:
«...la carne no es necesaria para la salud o
el vigor. Si se usa es porque un apetito
depravado la desea con vehemencia. Su
uso excita las inclinaciones animales a una
mayor actividad y aumenta las pasiones
animales.
Cuando
aumentan
las
inclinaciones animales, disminuyen los
poderes intelectuales y morales. El uso de
la carne de animales tiende a causar
ordinariez del cuerpo y embota las
sensibilidades de la mente.»
Traducción:
«El comer carne ciertamente no es
necesario para la salud o el vigor. [...] Si se
usa, debe ser por antojo. [...] ella excita las
inclinaciones animales a una mayor
actividad y ferocidad. [...] Cuando
aumentamos la proporción de nuestra
naturaleza
animal,
suprimimos
la
intelectual. [...] el uso de la carne tiende a
crear ordinariez de cuerpo y de espíritu.»
«Those who subsist largely upon flesh,
cannot avoid eating the meat of animals
which are to a greater or less degree
diseased. The process of fit ting animals for
market produces in them disease; and
fitted in as healthful manner as they can
be, they become heated and diseased by
driving before they reach the market. The
fluids and flesh of these diseased animals
are received directly into the blood, and
pass into the circulation of the human body,
becoming fluids and flesh of the same.
Thus humors are introduced into the
system. And if the person already has
impure blood, it is greatly aggravated by
the eating of the flesh of these animals.
The liability to take disease is increased
tenfold by meat-eating The intellectual, the
moral, and the physical powers are
depreciated by the habitual use of
flesh-meats. Meat-eating deranges the
system, beclouds the intellect, and blunts
the moral sensibilities» (WHITE, E. G.
«Flesh
Meats
and
Stimulants».
Testimonies. T. 2. 1885, págs. 64-65.
Testimonio de 1868).
«When we feed on flesh, we not only eat
the muscular fibres, but the juices or fluids
of the animal; and these fluids pass into our
own circulation –become our blood– our
fluids and our flesh.
»However pure may be the flesh of the
animals we eat, their fluids tend to
engender in us a humorous state of the
blood... The very process taken to fit the
animals for market, tends to produce a
diseased state of their fluids... Some of our
meat is fatted in country pastures; but, by
the time it reaches us, the process of
driving to market has produced a diseased
action of the fluids. [...]
»Animal food exposes the system more
effectually to the causes of acute disease.
Where the fluids are in a diseased state,
the ordinary causes of disease find a more
easy prey. [...]
»The objections, then, against meat-eating,
are three-fold –intellectual, moral, and
physical–. Its tendency is to check
intellectual activity, to depreciate moral
sentiment, and to derange the fluids of the
body» (Ibídem, págs. 67-71).
Traducción:
«Los que subsisten mayormente comiendo
carne no pueden evitar comer la carne de
animales que están enfermos en mayor o
menor grado. El proceso de hacer a los
animales aptos para el mercado produce
en ellos enfermedades; y preparados de la
manera más saludable posible, son
calentados y se enferman durante el viaje
antes de llegar al mercado. Los fluidos y la
carne de estos animales enfermos son
recibidos directamente en la sangre, y
Traducción:
«Cuando nos alimentamos de carne, no
solo comemos las fibras musculares, sino
los jugos o fluidos del animal; y estos
fluidos pasan a nuestra propia circulación –
se convierten en nuestra sangre– nuestros
fluidos, y nuestra carne.
»Por limpia que sea la carne de los
animales que comemos, sus fluidos
tienden a engendrar en nosotros un estado
humoral de la sangre. [...] El proceso
mismo de preparar los animales para el
52
pasan a la circulación del cuerpo humano,
convirtiéndose en los fluidos y la carne de
él. Así se introducen los humores al
sistema. Y si la persona ya tiene sangre
impura, esta condición se agrava
grandemente comiendo la carne de estos
animales. La tendencia a enfermarse
aumenta diez veces más por comer carne.
Los poderes intelectuales, morales, y
físicos son reducidos por el uso habitual de
la carne. El comer carne estropea el
sistema, nubla el intelecto, y embota las
sensibilidades morales.»
mercado tiende a producir un estado de
enfermedad en sus fluidos. [...] Algunos de
nuestros animales son engordados en
pastos en el campo, pero cuando la carne
llega a nosotros, el proceso de llevarlos al
mercado en vehículos ha producido una
acción de enfermedad en sus fluidos...
»El alimento animal expone el sistema más
efectivamente
a
las
causas
de
enfermedades agudas. Cuando los fluidos
están en una condición de enfermedad, las
causas ordinarias de la enfermedad
encuentran una presa más fácil. [...]
»Entonces, las objeciones contra el comer
carne son tres –intelectuales, morales, y
físicas–. Su tendencia es a detener la
actividad intelectual, rebajar el sentimiento
moral, y a estropear los fluidos del
cuerpo.»
«Tea is a stimulant, and to a certain extent
produces intoxication... Its first effect is
exhilarating, because it quickens the
motions of the living machinery; and the
tea-drinker thinks that it is doing him a
great service. But this is a mistake. When
its influence is gone, the unnatural force
abates, and the result is languor and
debility corresponding to the artificial
vivacity imparted» (WHITE, E. G. Christian
Temperance and Bible Hygiene. Battle
Creek (Michigan): Good Health Publishing
Company, 1890, pág. 34).
«Tea... is a direct, diffusible, and active
stimulant. Its effects are very similar to
those of alcoholic drinks, except that of
drunkenness. Like alcohol, it gives, for a
time, increased vivacity of spirits. Like
alcohol, it increases, beyond its healthy and
natural action, the whole animal and mental
machinery; after which there comes a
reaction –a corresponding languor and
debility–» (Ibídem, pág. 80).
«Through the use of stimulants, the whole
system
suffers.
The
nerves
are
unbalanced, the liver is morbid in its action
the quality and circulation of the blood are
affected, and the skin becomes inactive
and sallow. The mind, too, is injured. The
immediate influence of these stimulants is
to excite the brain to undue activity, only to
leave it weaker and less capable of
exertion. The after-effect is prostration, not
only mental and physical, but moral»
(WHITE, E. G. Christian Temperance and
Bible Hygiene. Battle Creek (Michigan):
Good Health Publishing Company, 1890,
pág. 35).
«It [coffee] affects the whole system, and
especially the nervous system, by its
effects on the stomach. But, besides this, it
creates a morbid action of the liver... It
affects the circulation of the blood, and the
quality of the blood itself, so that a great
coffee-drinker can generally be known by
his complexion; it gives to the skin a dead,
dull, sallow appearance.
»Coffee affects not only the body to its
injury, but also the mind. It... excites the
mind temporarily to unwonted activity... [But
afterward] come prostration, sadness, and
exhaustion of the moral and physical
forces» (Ibídem, pág. 79).
Traducción:
Por medio del uso de estimulantes, el
sistema entero sufre. Los nervios se
desequilibran, la actividad del hígado se
vuelve mórbida, la calidad y la circulación
Traducción:
«[El café] afecta a todo el sistema,
especialmente al sistema nervioso, por sus
efectos sobre el estómago. Pero, además
de esto, crea una acción mórbida en el
53
de la sangre se afectan, y la piel se vuelve
inactiva y pálida. La mente se perjudica
también. La influencia inmediata de estos
estimulantes es excitar el cerebro a una
actividad indebida, solo para dejarlo más
débil y menos capaz de esfuerzo. La
consecuencia es postración, no solo
mental y física, sino moral.
hígado... Afecta la circulación de la sangre,
y la calidad misma de la sangre, de tal
manera que una persona que toma mucho
café puede conocerse generalmente por el
color de su piel; le da a la piel un aspecto
muerto, sin vida, pálido. El café afecta,
perjudicándolos, no solo al cuerpo sino
también a la mente. Excita la mente
temporalmente para que lleve a cabo
actividades extrañas... [Pero después]
sobrevienen la postración, la tristeza, y el
agotamiento de las fuerzas físicas y
morales.
«When these tea and coffee users meet
together for social entertainment, the
effects of their pernicious habit are
manifest. All partake freely of the favorite
beverages, and as the stimulating influence
is felt, their tongues are loosened, and they
begin the wicked work of talking against
others. Their words are not few or well
chosen. The tidbits of gossip are passed
around, too often the poison of scandal as
well» (Battle Creek Christian Temperance
and
Bible
Hygiene.
Battle
Creek
(Michigan). Good Health Publishing
Company, 1890, pág. 36).
«See a party of ladies met to spend an
afternoon... Toward the close of the
afternoon... come the tea and eatables...
the drooping mind becomes greatly
animated, the tongue is let loose, and the
words come flowing forth like the falling
drops of a great shower... Then is the time
for small thoughts and many words; or, it
may be, the sending forth of fire-brands of
gossip and slander» (Ibídem, pág. 82).
Traducción:
«Cuando estos bebedores de té y café se
reúnen para participar en espectáculos
públicos, los efectos de su pernicioso
hábito son manifiestos. Todos participan
libremente de sus bebidas favoritas, y al
sentir su influencia estimulante, se les
suelta la lengua, y comienzan su malvada
obra de hablar contra otros. Sus palabras
no son pocas ni bien escogidas. Los
bocadillos del chismorreo circulan de uno a
otro, y demasiado a menudo el veneno del
escándalo también.»
Traducción:
«...ver un grupo de damas reunidas para
pasar la tarde. [...] Hacia el final de la
tarde... llegan el té y los bocadillos... la
mente lánguida se anima mucho, la lengua
se suelta, y las palabras fluyen como caen
las gotas de un gran aguacero. [...]
Entonces llega el momento para los
pensamientos pequeños y las muchas
palabras; o, quizás, lanzar tizones de
chismorreo y calumnia.»
«It is as truly a sin to violate the laws of our
being as it is to break the ten
commandments.» (WHITE, E. G. Christian
Temperance and Bible Hygiene. Battle
Creek (Michigan): Good Health Publishing
Company, 1890, pág. 53).
«It is a truly a sin against Heaven, to violate
a law of life, as to break one of the ten
commandments» (Ibídem, pág. 216).
Traducción:
«Es tan ciertamente un pecado violar las
leyes de nuestro ser como quebrantar los
Diez Mandamientos.»
Traducción:
«...es tan ciertamente un pecado contra el
cielo violar la ley de la vida como
quebrantar
uno
de
los
Diez
Mandamientos.»
54
«Tobacco is a poison of the most deceitful
and malignant kind, having an exciting,
then a paralyzing influence upon the
nerves of the body» (WHITE, E. G. Spiritual
Gifts, 1864, pág. 128).
«[Tobacco's] first influence is felt upon the
nervous system. It excites and then
deadens nervous susceptibility» (Ibídem,
pág. 84).
«I was shown that more deaths have been
caused by drug-taking than from all other
causes combined. If there was in the land
one physician in the place of thousands, a
vast amount of premature mortality would
be prevented. Multitudes of physicians, and
multitudes of drugs, have cursed the
inhabitants of the earth, and have carried
thousands and tens of thousands to
untimely graves» (Ellen G. White, Spiritual
Gifts, 1864, pág. 133).
«It has been my settled conviction, for
many years, as before stated, that there is
more damage than good done with
medicine; [...] –it has been, for many years,
my belief that the standard of health and
longevity of our land would now be far
above its present position, if there had
never been a single physician or a single
drug in it–. [...]
»Dr. Johnson says: “I declare my conscientious opinion ... that if there were not a
single physician, surgeon, apothecary,
chemist, druggist, or drug, on the face of
the earth, there would be less sickness and
less mortality than now”» (Ib, págs. 207208).
«[Tobacco] affects the brain and benumbs
the sensibilities, so that the mind cannot
clearly discern spiritual things...» (Ellen G.
White, Spiritual Gifts, 1864, pág. 126).
«[Tobacco-users] so deaden the natural
sensibilities of body and mind, by using it,
that they are not immediately susceptible of
the impulses of the Holy Spirit, by which
alone a true spirit of devotion and religious
enjoyment are induced» (COLES, L. B. The
Beauties and Deformities of TobaccoUsing. Ed. rev. Boston: Ticknor and Fields,
1855, pág. 97. 1ª ed. 1851).
55
Fuente:
<http://books.google.es/books?id=M5eQWBx_HYwC&pg=PA8&dq=Philosophy+of+Health:+Natural+Principles+of+Heal
th+and+Cure#PPA1,M1> [Consulta: 17 octubre 2007]
56
b) Paralelismos con James C. Jackson
Ellen G. White
James C. Jackson
«Pure air, sunlight, abstemiousness, rest,
exercise, proper diet, the use of water, trust
in divine power--these» (WHITE, E. G.
Ministry of healing [En línea]. pág. 127.
<http://www.egwtext.whiteestate.org/mh/m
h8.html> [Consulta: 17 octubre 2007]
«First, air; second, food; third, water; fourth,
sunlight; fifth, dress; sixth, exercise;
seventh, sleep; eighth, rest; ninth, social
influence; tenth, mental and moral forces»
(JACKSON, J. C. How to Treat the Sick
Without Medicine. Austin: Jackson & Co.
1871, págs. 25-26).
Traducción
«El aire puro, el sol, la abstinencia, el
descanso, el ejercicio, un régimen
alimenticio conveniente, el agua y la
confianza en el poder divino» (WHITE, E.
G. El ministerio de curación, pág. 89).
Traducción
«Primero, aire; segundo, comida; tercero,
agua; cuarto, luz; quinto, vestido; sexto,
ejercicio;
séptimo,
dormir;
octavo,
descanso; noveno, influencia social;
décimo, fuerza mental y moral.»
57
Últimas reflexiones
La sana doctrina, al igual que la reforma de la salud, Dios la vehiculiza no solamente
por medio de sus profetas, sino también predicadores, médicos, etc.
La diferencia entre la reforma de la salud de los seres humanos y la de Dios:
Reforma de la salud
seres humanos
Dios
La fuente de la salud es la
Naturaleza.
La fuente de la salud es Dios.
La salud es un objetivo en sí misma.
La salud es un medio para alcanzar una mejor
comunicación espiritual con Dios.
La salud es la “salvación”.
La salud coopera con el Salvador.
La salud es preciso alcanzarla en favor del gozo
de la vida eterna.
La salud es la realización de un
“paraíso natural”.
El paraíso no está aquí en la tierra.
La reforma de la salud aquí, en la tierra, es
solamente una preparación para la verdadera
“reforma” que es la nueva vida en Jesús en el
paraíso.
Personalmente pienso que Dios preservó a Ellen G. White de las lecturas de los
reformadores de la salud, no porque le restarían “originalidad”, sino porque
probablemente influenciarían en su mente y corromperían la idea “original” de Dios: la
salud para gloria de Dios y no para gloria de los seres humanos.
Barcelona 1999.
58

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