Infecciones por enterococos en neonatos egresados de la
Transcripción
Infecciones por enterococos en neonatos egresados de la
Rev Panam Infectol 2008;10(3):14-20 artículo original/artigo original Infecciones por enterococos en neonatos egresados de la Maternidad en Cuba Enterococcal infections in newborns discharged from Maternity Hospitals in Havana Manuel Díaz Alvarez1 Maria Teresa Fernández de la Paz2 María Isabel Arango Arias2 Alicia Martínez Izquierdo3 Celia Salas Izquierdo4 Doctor en Medicina y Especialista de 2do grado en Pediatría y Neonatología. Doctor en Ciencias Médicas, Ciudad de la Habana, Cuba. 2 Doctor en Medicina y Especialista de 1er grado en Neonatología, Ciudad de la Habana, Cuba. 3 Doctor en Medicina y Especialista de 1er grado en Microbiología, Ciudad de la Habana, Cuba. 4 Doctor en Medicina y Especialista de 1er grado en Pediatría, Ciudad de la Habana, Cuba. 1 Servicio de Neonatología y Microbiología. Hospital Pediátrico Universitario “Juan M. Márquez”, Ciudad de la Habana, Cuba. Rev Panam Infectol 2008;10(3):14-20 Conflicto de intereses: ninguno Recibido en 10/10/2007. Aceptado para publicación en 21/6/2008. 14 Resumen Objetivo: Precisar aspectos clínicos y epidemiológicos de la infección por microorganismos del género Enterococcus en recién nacidos (RNs) egresados de los hospitales maternos. Pacientes y método: Estudio de RNs con infecciones por microorganismos del género Enterococcus, ingresados desde febrero de 1992 hasta diciembre del 2005. Se procesaron y analizaron distintas variables clínicas y epidemiológicas con cálculo de tasas de incidencia y letalidad, así como relación entre variables categóricas. Resultados: Hubo 49 RNs con infección por enterococos (tasa de incidencia anual promedio de 0.6 x 100 ingresos) con una tendencia de incidencia estable en los últimos años. Las infecciones de inicio tardío predominaron (85.7%), mientras que según origen hubo un 28.6% de los casos con infección nosocomial. La infección del tracto urinario y la bacteriemia aislada fueron las formas clínicas más frecuentes; en general tuvimos 29/49 (59.2%) de RNs cursando con bacteriemia. Los enterococos exhibieron una elevada resistencia a una gran parte de los antibióticos testados. Hubo 2 pacientes fallecidos (tasa de letalidad de 4.1%), todos fueron pacientes con bacteriemia. Conclusiones: Las infecciones por enterococos afectan al RN en su ambiente comunitario y de manera notable como infección nosocomial, constatando en muchas cepas una elevada resistencia “in vitro” a la mayoría de los antibióticos testados. Hay variedad de formas clínicas y puede ser letal en algunos pacientes con infección sistémica. Palabras clave: Enterococcus, tasa de incidencia, tasa de letalidad, infección adquirida en la comunidad, infección nosocomial, recién nacidos. Abstract Objective: To specify clinical and epidemiological aspects of the enterococcal infections in newborns who were discharged from the maternity hospitals. Patient and method: Study of newborns, with infections by microorganisms of the genus Enterococcus, admitted from February of 1992 until December of 2005. Different clinical and epidemiological variables were processed and analyzed with calculation of incidence and lethality rates, as well as relation among categorical variables. Results: There were 49 newborns with Alvarez MD, et al • Infecciones por enterococos en neonatos... enterococcal infections (annual incidence rate average of 0.6 x 100 admissions) with a stable incidence tendency in recent years. The late onset infections dominated (85.7%), while according to origin there were 28.6% of the cases with nosocomial infection. The urinary tract infection and isolated bacteremia were the most frequent clinical forms; in general we had 29/49 (59.2%) of newborns bearing bacteremia. The enterococcal microorganisms exhibited a high resistance to a great part of the antibiotic tested. There were 2 patients dead (lethality rate of 4.1%), all were patients with bacteremia. Conclusions: The infections by enterococcal microorganisms affect to the newborn in its communitarian environment and in a remarkable way as nosocomial infection, verifying in many strains a high resistance “in vitro” to the majority of the antibiotic tested. There is variety of clinical forms and can be lethal in some patients with systemic infection. Key words: Enterococcus, incidence rate, lethality rate, infection acquired in the community, nosocomial infection, newborns. Introducción El período neonatal es muy vulnerable a la ocurrencia de infecciones locales o sistémicas, en las que se pueden encontrar una diversidad de agentes bacterianos causales y entre ellos figuran aquellos microorganismos del género Enterococcus. En el mundo se reportan como mínimo 21 especies dentro del género bacteriano Enterococcus, de las cuales E. faecium y E. faecalis son las que con mayor frecuencia provocan enfermedades en el ser humano.(1) Aunque estos microorganismos ocasionan infecciones adquiridas connatalmente y en la comunidad, lo que más se ha destacado en los últimos años, es la gran cantidad de reportes en todo el mundo que señala a estos microorganismos como causa significativa de un número creciente de infecciones nosocomiales.(2-3) En el recién nacido (RN) se ha demostrado que la condición de prematuridad es un factor de riesgo para colonización por enterococos en general y multiresistentes en particular,(4) lo cual puede ser la fuente para infecciones sistémicas, sobre todo cuando están presentes otros factores conocidos como uso previo de agentes antimicrobianos (vancomicina, aminoglucósidos, cefalosporinas de 3ra generación, ciprofloxacina, aztreonam), estadía hospitalaria prolongada, alimentación enteral y parenteral, cirugía intraabdominal, y otros.(3) También significativo es la cualidad del enterococo de poseer una resistencia intrínseca a la mayoría de los antibióticos de uso común, lo cual hace sumamente difícil en algunas ocasiones, el manejo de las infecciones que provoca, sobre todo en el medio intrahospitalario. Estas razones justifican la importancia que ha ido ganando el enterococo dentro de la práctica médica. Poco se conoce con relación a la infección por enterococos en nuestro medio, salvo publicaciones orientadas a aspectos microbiológicos,(5-6) pero ninguna en niños, por lo que consideramos de vital importancia precisar mucho más acerca de estas infecciones, particularmente los aspectos clínicos y epidemiológicos de la infección por enterococos en el RN, para de esta manera contar con herramientas que ayuden en la práctica pediátrica y neonatal en la identificación de estas infecciones y mejor tratamiento. Pacientes y método Estudiamos todos los RNs consecutivos, quienes tuvieron infecciones por microorganismos del género Enterococcus, ingresados en el Servicio de Neonatología del Hospital Pediátrico Universitario “Juan M. Márquez”, desde febrero de 1992 hasta diciembre del 1999 en una revisión retrospectiva y desde entonces en forma prospectiva hasta diciembre del 2005. Este hospital es de nivel terciario de atención y el Servicio de Neonatología es centro de referencia para los municipios del oeste de dos provincias (Ciudad de la Habana y La Habana) brindando asistencia a la mitad de la población de ambas provincias (aproximadamente una población de 2 millones), y se ha establecido funcione en la recepción de RNs egresados de los hospitales maternos, quienes resultan posteriormente enfermos en la comunidad, aunque también presta atención de cuidados especiales a RNs provenientes de aquellos hospitales de la provincia La Habana con pocos recursos para esta atención, y además, es un centro de referencia para algunas afecciones quirúrgicas, principalmente neuroquirúrgicas. De esta manera, los motivos de ingreso de los pacientes fueron diversos, tanto afecciones clínicas (habitualmente sospecha de infección), como quirúrgicas. La investigación fue aprobada por el Comité de Ética y Consejo Científico del Hospital. Solo se incluyeron pacientes en quienes los aislamientos de enterococos estuvieran provocando infección, esto es, cuando se obtuvo de fluidos normalmente estériles como son: sangre, líquido cefalorraquídeo, orina; o también de secreciones purulentas en lugares con signos inflamatorios, junto con manifestaciones clínicas sistémicas y/o focales de infección. Las fuentes de la información para la identificación de los pacientes fueron los libros de registros de cultivos del Departamento de Microbiología y los datos necesarios para esta investigación las obtuvimos de la historia clínica individual y del registro de ingresos del departamento de estadística, así como en la observación y seguimiento de los pacientes al incluirse en el estudio en la fase prospectiva. 15 Rev Panam Infectol 2008;10(3):14-20 La variables de estudio que se utilizaron fueron: número de ingresos, edad, sexo, peso al nacer, edad gestacional, fecha de ingreso y de comienzo de la infección, origen de la infección, resultados de los cultivos realizados, susceptibilidad antimicrobiana del microorganismo y diagnóstico. La infección nosocomial (IN) se definió como aquella en la que hubo certeza clínica y por cultivos al ingreso del paciente de ausencia de esta infección y que posterior a las 48 horas de ingreso aparecieron manifestaciones de infección focal o sistémica, después de haberse resuelto total o parcialmente las manifestaciones clínicas por las que ingresó inicialmente. Definimos como infección del tracto urinario (ITU) a la presencia de manifestaciones clínicas compatibles con esta infección, junto con el crecimiento de un microorganismo simple en orina en cualquier cantidad de unidades formadoras de colonias/mL de muestras tomadas por punción vesical suprapúbica (todos los casos positivos fueron obtenidos por esta técnica). La bronconeumonía se definió para el paciente con aislamiento bacteriano en sangre de enterococos, acompañado de manifestaciones respiratorias con presencia de infiltrado pulmonar en un examen radiográfico. Se consideró bacteriemia cuando se aisló en el hemocultivo de pacientes con manifestaciones clínicas de infección con o sin localización. En particular la bacteriemia sin foco fue cuando no se demostró una fuente de origen de la bacteriemia. La meningitis se diagnosticó en presencia de manifestaciones clínicas de infección, con aislamiento de un microorganismo del género Enterococcus en el líquido cefalorraquídeo, o sangre junto con otros resultados exponentes de estas localizaciones y en consideración a la edad de los pacientes. Atendiendo al momento de inicio de la infección estas se clasificaron en infección de inicio temprano (dentro de la primeras 96 horas de vida) e infección de inicio tardío (a partir del 5to día de edad en adelante). Como lineamiento del Servicio a todos los pacientes que ingresan por síndrome febril se les toman muestras de distintos líquidos corporales (sangre, líquido cefalorraquídeo, orina) para cultivos bacteriológicos. En otras situaciones clínicas se obtienen muestras para estudio microbiológico según las características de presentación y foco de infección de cada paciente; además, siempre que se retiran dispositivos como tubos endotraqueales, catéteres intravasculares, etc. se envían al Laboratorio de Microbiología para realizar cultivos bacteriológicos. Estas muestras se sembraron en medios sólidos y caldos de cultivos apropiados para el aislamiento de Enterococcus. Los cocos Gram positivos agrupados en parejas o cadenas cortas y catalasa 16 negativa se clasificaron según el tipo de hemólisis. En los primeros años del estudio se le realizaron las pruebas bioquímicas convencionales y se caracterizó por su hidrólisis de esculina (positiva) y crecimiento en ClNa+ 6,5% (positiva). A partir del año 2000 se le realizaron pruebas bioquímicas comerciales (API STREP de bioMérieux®). Las cepas de Enterococcus diagnosticadas por pruebas bioquímicas se enfrentaron a las pruebas de aglutinación en Látex grupo específico para corroborar el diagnóstico. La susceptibilidad antimicrobiana “in vitro” se evaluó mediante el método de difusión en placa de Bauer-Kirby, con discos para los grupos antimicrobianos de las penicilinas, cefalosporinas, aminoglucósidos y otros. Los datos fueron resumidos, en el caso de datos cualitativos, a través de porcentajes y tasas y para los cuantitativos (peso al nacer y edad gestacional) se emplearon medidas de tendencia central (media) y de dispersión (desviación estándar). El análisis de tendencia a partir de una serie cronológica de 15 años (1991 a 2005) se efectuó por método gráfico (estimación de la tendencia) y por la prueba de hipótesis Chi-cuadrado de tendencia con el fin de demostrar cambios o variaciones por años de la incidencia de infección por enterococos (al dividir el número de casos por el total de ingresos anual por 100 ingresos). El otro indicador calculado fue la tasa de letalidad (al dividir el número de casos fallecidos por el total de enfermos por cada 100 casos enfermos). Se realizaron además análisis de la significación estadística al relacionar variables con la prueba Chi-cuadrado de independencia. El nivel de significación se estableció para p<0.05. Para los cálculos se usaron los programas SPSS v.11.5.1 para Windows® y Statcalc de EpiInfo v. 6. Resultados Desde febrero de 1992 hasta diciembre de 1999 hubo 33 casos con infección por microorganismos del género Enterococcus, y desde entonces en forma prospectiva hasta diciembre del 2005 se reclutaron 16 pacientes neonatales, para un total de 49 RNs (4 por E. faecalis, uno por E. faecium y 44 Enterococcus spp.). La media de edad de los pacientes de estudio fue 13 días, de peso al nacer 3257 ± 581 g y edad gestacional 39 ± 1.9 semanas. Hubo 33 pacientes del sexo masculino. Excepto tres RNs que fueron ingresados por afecciones quirúrgicas y sufrieron infección nosocomial, el resto de los casos ingresaron por manifestaciones sugerentes de infección y provenían de la comunidad, algunos de los cuales presentaron complicaciones y/o estadía prolongada. Ninguno de los casos había sido egresado y reingresado nuevamente, sino que todas las INs ocurrieron en ese único ingreso. Al verificar la incidencia anual de estas en un Alvarez MD, et al • Infecciones por enterococos en neonatos... Tabla 1. Susceptibilidad antimicrobiana de microorganismos del género Enterococcus No testados Penicilina Ampicillina Oxacillina Eritromicina Gentamicina Amikacina Cefaloridina Cefotaxima Cloranfenicol Vancomicina Sulfaprin Gráfico 1. Incidencia anual y tendencia de la infección por microorganismos del género Enterococcus en recién nacidos análisis de tendencia (gráfico 1), se aprecia que en la tasa promedio de todos los años fue de 0.6 x 100 ingresos en Neonatología. Las infecciones por microorganismos del género Enterococcus mantuvieron una incidencia estable y no hubo significación estadística en el análisis de tendencia realizado de todos los años (p=0.65). Según la clasificación por el momento de inicio de la infección, éstas fueron de inicio tardío en 42 casos (85.7%) y de inicio temprano en 7 RNs. Atendiendo a la clasificación por el origen de la misma hubo 14 infecciones de origen nosocomial (28.6%). En algunos pacientes se encontraron factores de riesgo y estos fueron: ITU en 5 RNs, a todos los cuales se les había realizado punción vesical previa como procedimiento de intervención, al evaluarse por fiebre sin foco y eliminó el diagnóstico de ITU adquirida en la comunidad, pero en una punción vesical posterior a las 48 horas de ingreso el urocultivo resultó positivo (uno era portador de valva de uretra posterior). Hubo tres casos con infección de la herida quirúrgica que precisamente sufrieron una intervención de este tipo; además también tres casos con bronconeumonía, uno de los cuales se asoció a la ventilación y los demás presentaron complicaciones y estadía prolongada por una infección respiratoria febril al ingreso. Se diagnosticó con bacteriemia aislada dos pacientes y un RN con infección de tejidos blandos, todos ellos tuvieron canalización de venas como factor de riesgo para la infección. En el resto (35 pacientes) la infección tuvo un origen predominantemente comunitario, aunque en 4 casos se sugirió que fue de origen perinatal, por la edad de debut de los pacientes recién egresados del hospital materno, en los tres primeros días de vida. 30 13 8 28 17 17 16 7 14 18 13 No 15 9 0 15 6 9 9 5 9 16 5 Sensible % 50.0 69.2 0.0 53.6 35.3 52.9 56.2 71.4 64.3 88.9 38.5 Resistente No % 15 50.0 4 30.8 8 100 13 46.4 11 64.7 8 47.1 7 43.8 2 28.6 5 35.7 2 21.1 8 61.5 Tabla 2. Pacientes con infección por microorganismos del género Enterococcus según forma clínica, bacteriemia concomitante y letalidad por la infección Formas clínicas Bacteriemia Infección del tracto urinario Infección de tejidos blandos Bronconeumonía Infección de herida quirúrgica Bronconeumonía asociada al ventilador Total Con bacteriemia Fallecidos No. % No. Tasa x 100 15 15 100 2 13.3 15 3 20.0 0 0.0 7 4 57.1 0 0.0 8 7 87.5 0 0.0 3 0 0.0 0 0.0 1 0 0.0 0 0.0 49 29 59.2 2 4.1 n Los enterococos exhibieron elevada resistencia a gran parte de los antibióticos testados (tabla 1) sean del grupo de las cefalosporinas, aminoglucósidos o penicilinas. La mayor sensibilidad se relacionó con la Vancomicina, sin ser óptima. Entre las formas clínicas de presentación (tabla 2), la bacteriemia fue la más frecuente con un total de 15 pacientes, junto a la ITU con igual número de casos, así como bronconeumonía e infección de tejidos blandos presentes en 8 y 7 RNs respectivamente. Además de estos 15 RNs con bacteriemia aislada, hubo 14 pacientes con otras formas clínicas focales que concomitaron con bacteriemia, por lo que globalmente tuvimos 29/49 (59.2%) de RNs cursando con infección sistémica. En los 7 pacientes con infección de inicio temprano presentaron bacteriemia 5 (71.4%), mientras que en 42 RNs con infección de inicio tardío cursaron con bacteriemia 24 casos (57.1%). El análisis para ambas variables demostró relación significativa (p=0.042), lo cual significa que la frecuencia de infección sistémica se relacionó con el momento de inicio de la infección. En la misma tabla 2 se incluyen los fallecidos para el total de RNs enfermos y por las diversas formas clínicas de presentación de la infección por enterococos (equivalente a la letalidad general y por forma clínica). Hubo dos pacientes fallecidos (4.1%). Estos RNs fallecidos cursaron clínicamente con bacteriemia/ septicemia. Al relacionar el origen de la infección 17 Rev Panam Infectol 2008;10(3):14-20 (nosocomial o no) con la evolución final del paciente – en que hubo un solo fallecido por IN- hubo relación significativa entre el origen de la IN y una evolución adversa (p=0.016). Discusión En nuestro país no tenemos marco de referencia en publicaciones de infecciones por microorganismos del género Enterococcus en la edad pediátrica, ni en el período neonatal, salvo las que nuestro grupo de investigadores ha realizado en esta institución,(7-9) y solo un artículo que aborda los agentes causales de sepsis neonatal en un Hospital Materno en Ciudad de la Habana apunta la presencia de este microorganismo provocando sepsis neonatal de inicio temprano en 8 casos. Por esto fundamentaremos nuestra discusión en lo que aparece en la literatura internacional. La tendencia de las infecciones por microorganismos del género Enterococcus es a mantenerse estable en los años de estudio. La mayoría de estas, según el momento que debutan, corresponden con las infecciones de inicio tardío (85.7%) y esto está dado por las características mencionadas anteriormente de nuestro Servicio de Neonatología. Por ello podemos justificar que en nuestro estudio predominen los RNs a término y con buen peso al nacer. Se ha registrado en la literatura la ocurrencia de infecciones por enterococos en RNs,(10-16) donde ocupan un 5to a 7mo lugar entre los microorganismos en general provocando sepsis y/o meningitis, o dentro de los tres primeros cuando se trata de los Gram positivos específicamente. Se verifica que hay un diapasón de formas clínicas de presentación en las infecciones por microorganismos del género Enterococcus, tanto en localización, como en gravedad de la infección, pero hay un hecho notorio y es que más de la mitad de los casos cursaron con bacteriemia, sea como una bacteriemia aislada, o como una forma clínica focal que concomitó con bacteriemia (59.2% del total de casos por estos microorganismos), lo que resalta la forma clínica de infección sistémica. Varios artículos acerca de infección en la forma de bacteriemia neonatal describen la presencia de enterococos provocando infección de inicio temprano, así como de inicio tardío.(16-17) El tipo de infección focalizada más frecuente en nuestros pacientes fue la ITU y la bronconeumonía, y en particular en esta última forma clínica casi todos cursando con bacteriemia (87.5%). Bonadio(16) reporta un 20% de hemocultivos positivos asociados a evidencia radiológica de infiltrados pulmonares. En la literatura pediátrica los enterococos se ha demostrado entre los agentes 18 etiológicos Gram positivos de la ITU, tanto adquirida en la comunidad como nosocomial, coincidiendo con nuestro trabajo.(18-20) En nuestra casuística, por las características mencionadas del Servicio de Neonatología y de la población de niños que atiende, es razonable que predominen las infecciones de origen comunitario, sin embargo, es relevante el hallazgo de que algo más de la cuarta parte de los pacientes tuvo un origen nosocomial. Los enterococos forman parte fundamentalmente de la flora del tracto digestivo, la cavidad oral y el aparato genital femenino; durante muchos años se pensó que la mayoría de las infecciones enterocóccicas eran adquiridas endógenamente, originadas en la propia flora del paciente. Aunque se reconoce que el modo exacto de la transmisión nosocomial de los enterococos es difícil de probar, estudios desde finales de los 80 sobre epidemiología molecular sugieren que el enterococo puede diseminarse de paciente a paciente y que el personal de la salud, así como objetos inanimados, pueden ser responsables de su transmisión. De esta forma se han podido aislar enterococos en las manos y muestras de heces fecales del personal médico y paramédico, y de pacientes colonizados y/o infectados; de termómetros rectales electrónicos, tubos de hemodiálisis y del ambiente, según los estudios citados por Koiten y Murray(21) en una revisión sobre la transmisión nosocomial de los enterococos. En un trabajo de Bonadio,(16) vemos que hasta un 34.7% de 72 episodios de bacteriemia fueron adquiridos en el hospital. Otros estudios coinciden en señalar la importancia del enterococo como causa de INs en salas de neonatología.(22-24) Entre los factores de riesgo para la colonización e infección por enterococos, que invocan diferentes reportes tenemos: la estadía en centros hospitalarios –particularmente la estadía en Unidades de Terapia Intensiva Neonatal –, el tratamiento antibiótico previo, enfermedades subyacentes, estados de inmunosupresión, la utilización de procedimientos invasivos para diagnóstico y/o tratamiento – incluyendo en este último el tratamiento quirúrgico de afecciones del tracto gastrointestinal –, así como lesiones en piel, traumáticas o de decúbito, necesidad de vías venosas centrales no umbilicales y el tiempo de utilización de las mismas y equipos y dispositivos en la atención del niño.(21-22,25) Los enterococos son microorganismos genéticamente resistentes a muchos antimicrobianos, tal es el caso de las cefalosporinas a las cuales muestran elevada resistencia,(8) aunque también a los aminoglucósidos.(6,8,12) Si tenemos en cuenta este rasgo genético de elevada resistencia a algunos antimi- Alvarez MD, et al • Infecciones por enterococos en neonatos... crobianos y al hecho de que ocurre esta infección frecuentemente en el medio hospitalario, la infección por enterococos en el RN conlleva al empleo de combinaciones de fármacos para lograr mejorar la susceptibilidad del microorganismo, combinaciones que incluyen con frecuencia la Ampicillina o la Vancomicina con otros antibióticos.(26) Nuevas familias de antibióticos se están desarrollando con buenas perspectivas de efectividad para estos microorganismos.(27) En una revisión se citan varios trabajos donde ya se reportaba que la adquisición por parte de los enterococos de nuevos rasgos de resistencia, como son: la producción de beta-lactamasa, la disminución de la afinidad de las proteínas de unión a las penicilinas con los consecuentes niveles elevados de resistencia a las mismas, gran resistencia además a los aminoglucósidos y más recientemente a los glicopéptidos; limitaban severamente – como hasta hoy – las opciones terapéuticas ante infecciones causadas por estos microorganismos.(21) El enterococo es uno de los mayores productores de Beta-lactamasa entre los gérmenes Gram positivos que tienen esta cualidad, según reportaron Zscheck y cols.(28) en 1993. Recientemente Rice, en una revisión abordando la emergencia de la resistencia de los enterococos, destaca que se ha incrementado notablemente la resistencia a la Ampicillina y Vancomicina, además de otros tipos de antibióticos,(29) aunque los escasos trabajos publicados en Cuba encuentran poca resistencia a la Vancomicina.(5-6) En la actualidad se le da mucha importancia a la resistencia de algunas cepas de enterococos a la Vancomicina; por un lado porque crea dificultades en el manejo terapéutico de las infecciones producidas por este tipo de microorganismo, pero por otro lado por el sentido temor de la transferencia de esta resistencia a otras cepas bacterianas, como por ejemplo el S. aureus, el cual ha permanecido susceptible a la Vancomicina y crearía un problema clínico, ya que es el antibiótico de efectividad con que se cuenta actualmente para tratar infecciones estafilocóccicas. Otro aspecto a señalar con relación a los enterococos resistentes a la Vancomicina es la clasificación que utiliza las características de susceptibilidad a este antibiótico y a la Teicoplanina, dividiéndolos en los genotipos van A, van B y van C.(30) La letalidad de las infecciones por microorganismos del género Enterococcus pudiera considerarse baja, pero debemos ver que esto depende de la forma clínica de la infección, pues los pacientes fallecidos fueron aquellos que cursaron con bacteriemia-septicemia y que para esta forma clínica la letalidad resultó ser de 13.3%. La limitación fundamental de este estudio es que se trata de una investigación con un diseño descriptivo y de revisión retrospectiva en una parte de la casuística. Este diseño de la investigación no permite identificar los factores de riesgo que pueden influir en la presentación de estas infecciones en niños. Por otra parte no pudimos identificar en especies todas las cepas aisladas, que podría haber aportado datos valiosos a esta investigación por falta de recursos. No obstante a ello es un acercamiento a un fenómeno clínico epidemiológico al cual debe darse una atención inmediata. Concluimos que las infecciones por microorganismos del género Enterococcus afectan al RN, tanto en su ambiente comunitario como también de manera notable en el medio hospitalario como infección de origen nosocomial. Hay variedad de formas clínicas y puede ser letal en algunos pacientes con infección sistémica. Se constató una elevada resistencia “in vitro” de los enterococos a la mayoría de los antibióticos testados; de esta manera, debemos tener presente, fundamentalmente en los lactantes y en general en las INs, a este microorganismo como agente productor de infección. Agradecimientos A la Dra. Oramis Sosa por sus valoraciones en la consulta estadística. Al Dr. Julián Pérez Amarillo del Departamento de Microbiología por su colaboración en la identificación microbiológica y a todos los médicos del Departamento de Neonatología por su apoyo solidario. Referencias 1. Facklam R. What happened to the Streptococci: Overview of taxonomic and nomenclatura changes. Clin Microbiol Rev 2002;15(4):613-30. 2. Hunt CP. The emergence of enterococci as a cause of nosocomial infection. Br J Biomed Sci 1998;55(2):149-56. 3. Butler KM. Enterococcal infection in children. Semin Pediatr Infect Dis 2006;17(3):128-39. 4. Hufnagel M, Liese C, Loescher C, Kunze M, Proempeler H, Berner R, Krueger M. Enterococcal colonization of infants in a neonatal intensive care unit: associated predictors, risk factors and seasonal patterns. BMC Infect Dis 2007;7:107. 5. Nodarse Hernández R. Susceptibilidad in vitro a vancomicina de cepas de enterococos aisladas. Rev Cubana Med Milit 2005;34(4). 6. Quiñones D, Goñi P, Rubio MC, Duran E, Gómez-Lus R. Enterococci spp. isolated from Cuba: species frequency of occurrence and microbial susceptibility profile. Diag Microbiol Infect Dis 2005;51:63-7. 7. Salas Izquierdo C. Infección por enterococos en el niño. [Tesis para optar por título de especialista de primer 19 Rev Panam Infectol 2008;10(3):14-20 grado en Pediatría]. Ciudad de la Habana; 2001. 8. Díaz Alvarez MF, Salas Izquierdo CC, Fernández de la Paz MT, Martínez Izquierdo A. Características clínicas y epidemiológicas de las infecciones por Enterococos en el niño. Rev Cubana Pediatr. En prensa 2006. 9. Espino Hernández M, Couto Ramos MJ, Rojas Hernández N, Fiol Ferrer N, Torriente Crespo M. Análisis de episodios de sepsis em uma unidad de cuidados intensivos neonatal. Rev Panam Infectol 2005;7(2):22-28. 10.Persson E, Trollfors B, Lind Brandberg L, Tessin I. Septicaemia and meningitis in neonates during early infancy in the Göteberg area of Sweden. Acta Paediatr 2002;91:1087-92. 11.Bizzarro MJ, Raskind C, Baltimore RS, Gallagher PG. Seventy-five years of neonatal sepsis at Yale: 19282003. Pediatrics 2005;116(3):595-602. 12.Gray JW. A 7-year study of bloodstream infections in an English children’s hospital. Eur J Pediatr 2004;163:530-5. 13.Stoll BJ, Hansen N, Fanaroff AA, Wright LL, Carlo WA, Ehrenkranz RA, et al. Late-onset sepsis in very low birth weight neonates: the experience of the NICHD Neonatal Research Network. Pediatrics 2002;110(2):285-91. 14.Tessin I, Trollfors B, Thiringer K. Incidence and etiology of neonatal septicaemia and meningitis in Western Sweden 1975-1986. Acta Paediatr Scand 1990;79:1023-30. 15.Philip AGS. The changing face of neonatal infection: experience at a regional medical center. Pediatr Infect Dis J 1994;13(12):1098-102. 16.Bonadio WA. Group D Streptococcal bacteriemia in children. A review of 72 cases in 12 years. Clin Pediatr (Phila) 1993;1:20-4. 17.Cordero L, Sananes M, Ayers LW. Bloodstream infections in a neonatal intensive-care unit: 12 years’ experience with an antibiotic control program. Infect Control Hosp Epidemiol 1999;20:242-6. 18.McNeeley DF, Brown AE, Noel GJ, Chung M, De Lencastre H. An investigation of vancomycin-resistant Enterococcus faecium within the pediatric service of a large urban medical center. Pediatr Infect Dis J 1998;17(3):184-8. 19.Biyikli NK, Alpay H, Ozek E, Akman I, Bilgen H. Neonatal urinary tract infections: Analysis of the patients and recurrences. Pediatr Intern 2004;46:21-5. 20.Ashouri N, Butler J, Vargas-Shiraishi DM, Singh J, Arrieta A. Urinary tract infection in neonates: how aggressive a 20 workup and therapy? Infect Med 2003;20(2):98-102. 21.Koiten V, Murray BE. The nosocomial transmission of enterococci. Curr Opin Infect Dis 1993;6(4):498-50. 22.Luginbuhl LM, Rotbart HA, Facklam RR, Roe MH, Elliot JA. Neonatal enterococcal sepsis: case-control study and description of an outbreak. Pediatr Infect Dis J 1987;6(11):1022-30. 23.Lee HK, Lee WG, Cho SR. Clinical and molecular biological analysis of a nosocomial outbreak of vancomycinresistant enterococci in a neonatal intensive care unit. Acta Paediatr 1999;88:651-4. 24.Gaynes RP, Edwards JR, Jarvis WR, Culver DH, Tolson JS, Martone WJ. Nosocomial infection among neonates in high-risk nurseries in the United States. National Nosocomial Infections Surveillance System. Am Acad Pediat 1996;98(3):357-61. 25.Golan Y, Doron S, Sullivan B, Snydman DR. Transmission of vancomycin-resistant Enterococcus in a neonatal intensive care unit. Pediatr Infect Dis J 2005;24(6):566-7. 26.Graham PL. Staphylococcal and Enterococcal infections in the neonatal intensive care unit. Sem Perinatol 2002;26(5):322-31. 27.Ang JY, Lua JL, Turner DR, Asmar BI. Vancomycin-resistant Enterococcus faecium endocarditis in a premature infant successfully treated with linezolid. Pediatr Infect Dis J 2003;22(12):1101-3. 28.Zscheck KK, Murray BE. Genes involved in the regulation of beta-lactamasa production in Enterococci and Staphylococci. Antimicrob Agents Chemother 1993;37(9):1966-1970. 29.Rice LB. Emergence of Vancomycin-Resistant Enterococci. Emerg Infect Dis 2001;2(7):102-3. 30.Murray BE. Diversity among multidrug -resistant enterococci. Emerg Infect Dis 1998;4(1):11-4. Correspondencia: Dr. C. Manuel Díaz Álvarez Edifício Focsa, calle 17 y M, Apto. 27-M, El Vedado, CP 10400, Ciudad de la Habana, Cuba. e-mail: [email protected] Lista de abreviaturas RN - Recién nacido IN - Infección nosocomial ITU - infección del tracto urinario