2º Adv (A2)
Transcripción
2º Adv (A2)
2º DOMINGO en ADVIENTO (A4) (Traducción) Isaías se hizo profeta 740 años antes de Cristo. Dios le advirtió que nadie lo iba a escuchar. Entonces, ¿cuál fue el clave que le hizo seguir profetizando? ¡Era su Visión del mundo como pudiera ser! En la obra, El hombre de la Mancha, la gente piensa que Don Quixote es un loco. El responde, “¿Quién está loco? Soy yo porque veo al mundo como pudiera ser? O ¿Está loco el mundo por sólo mirarse como es?” Cómo me recuerda las palabras de Roberto Kennedy quien dijo, “Muchos miran al mundo como es y se preguntan, ¿Por qué? Yo sueño como el mundo pudiera ser y me pregunto, ¿Por qué no?” Un profeta nunca se toma por vencido por los que no le escuchan. El profeta se deja llevar por su visión de un mundo mejor. Lo importante es la palabra, “arrepentimiento.” Algunos piensan que es sentirse mal por el mal cometido. Pero es mucho más. Quiere decir que se mira uno a su propia vida y luego se deja cambiar por esa mirada. Arrepentimiento sin cambio no lo es. Juan Bautista sabía esto al retar a los saduceos: “Produce buen fruto como evidencia de tu arrepentimiento.” Producir buen fruto quiere decir que estamos cooperando con el Espíritu Santo en nosotros. Ese Espíritu, como la 1ª lectura dice, es uno de sabiduría y comprensión, de consejo y fortaleza, de conocimiento y temor a Dios. El producir buenos frutos es dejar signos de estas cualidades y más: el amor por un mundo loco y miserable. Es hacer algo bueno con la vida, con discernimiento y fe, para que el otro sienta gozo y paz. El Adviento es tiempo de mirar a nuestras vidas. Así preparamos el camino de Dios. Su camino es uno de oración introspectiva y de acción, de auto-reflexión y aplicación de la sabiduría, la comprensión, el consejo, la fortaleza, conocimiento y temor a Dios en nuestra vida. Si nos miramos y no cambiamos, nos hemos dejado caer en las tinieblas 1 del temor, porque mejor el diablo por conocido que el ángel por conocer. Entonces podemos extendernos a los que tienen a nadie. Podemos adoptar a una familia que tiene poca sostenencia. Podemos ir con los jóvenes y decirles qué tanto los apreciamos en la iglesia, la nación, y la casa. Podemos ser voluntario para la dispensa que alimenta ahora a 1200 familias al mes. Podemos presentarnos ante la directora de la escuela, Dorothy Suarez, y preguntarle qué pudiera necesitar. Pensemos en armonía dice S. Pablo, que con un acuerdo y una voz podemos glorificar a Dios. ¿Amamos a Dios? ¿Al orar, pasamos tiempo cualitativo con Dios, le decimos qué tanto lo amamos y notamos de su creación, intencionalmente tocamos a los necesitados con el amor de Cristo, y practicamos las obras de misericordia que son el alimentar a los hambrientos, vestir a los desnudos, dar hogar a los sin casa, visitar a los enfermos y encarcelados como el amor de Dios extendido por el mundo para la Más Grande Gloria de Dios? Si sí, alabemos y estemos contentos por no Consumir a la vida sino Producir vida en el mundo. No estamos consumiendo a otro para salir mejor, sino produciendo en otros el sentido de bien-estar, de auto-amor. Al partir el pan en memoria del que nos amó para crearnos, y que plantó en nosotros las raíces del amor de Dios para compartir, que estemos atentos a que hemos recibido muchos dones y hay que usarlos como nuestro regalo hacia Dios. La vida es un don, hay que vivirla plenamente, llena de amor y compromiso, llena de esperanza y justicia. La vida es un don, un regalo, y solo tenemos a ahora mismo para vivirla como Dios lo desea. Por eso el presente es el clave. Nos lo da Dios para hacer con ello lo más amoroso posible. 2 Isaiah’s vision for a better world centered on a child’s birth. His vision came from God. It was of a child which sits safely with the cobra and adder. There’s nothing like a child to change one’s life forever. Nelson Mandela, the former president of South Africa, the first after the end of Apartheid, tells of how his vision for South Africa changed when he looked into the eyes of his new grandchild while he was in prison. In her face he saw hope for S.A., with a future where all his people would live in peace. Since a grandpa would give a name to the child born of his child, Nelson named her, Zaziwe, which means hope. His was a vision of Hope. So was John the Baptist’s. His, however, had very practical ways of identifying the vision: evidence of repentance. Do we think in harmony as Paul says? Do we love God? In prayer, do we spend quality time, telling God how much we love & notice his creation. Do we intentionally touch the needy with love as Jesus did, practicing the corporal works of mercy: feeding the hungry, clothing the naked, housing the homeless, and visiting the sick or imprisoned? And do we return God’s gifts as acts of gratitude? If so, let us break bread in memory of the one who loved us into existence and who planted in us the roots of God’s love to be shared. Let us be mindful that we have been given many gifts and how we use them is our gift back to God. Life is a gift, let us live it to the full, full of love and commitment, full of hope and justice, full of gratitude. Life is a gift; and we have only “right now” to live it as God intended. That’s why we call it the present. Let our present be the gift we give ourselves and God. 3