OPPENHEIMER: El suicidio el Partido Republicano

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OPPENHEIMER: El suicidio el Partido Republicano
OPPENHEIMER: El suicidio el Partido Republicano
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Andrés Oppenheimer [email protected]
A juzgar por las nuevas objeciones de los congresistas republicanos al proyecto de ley
de inmigración que legalizaría a cerca de 11 millones de indocumentados, parecería
ser que el Partido Republicano no aprendió la lección de su derrota electoral del 2012,
y que no tiene intenciones de regresar a la Casa Blanca en el futuro próximo.
Así como pronosticamos en esta columna a principios del año pasado que los
republicanos recibirían una paliza en las elecciones de noviembre debido a su retórica
antiinmigración, ahora todo parece indicar —una vez más— que los republicanos van a
perder las elecciones del 2016 por seguir actuando como el partido “antihispano”.
Veamos los hechos:
Después de aceptar a regañadientes debatir una reforma migratoria tras perder las
elecciones presidenciales del año pasado —en las que el presidente Obama ganó un
aplastante 71 por ciento del voto hispano—, los senadores republicanos dijeron que
apoyarían una vía hacia a ciudadanía para los indocumentados a cambio de mayores
controles en la frontera entre Estados Unidos y México.
Así, el 27 de junio el Senado aprobó un proyecto de ley migratoria con una enmienda
que había sido exigida por los republicanos, por la cual se aumentarán en $30,000
millones los fondos para el control fronterizo. Los críticos dicen que es el mayor
despilfarro de dinero gubernamental que han visto en décadas.
El dinero se empleará para duplicar el número de agentes de la Patrulla de Fronteras
de Estados Unidos, añadir 700 millas al muro fronterizo, y comprar nuevos aviones no
tripulados y radares.
El problema es que se ampliará el número de agentes fronterizos de 18,500 a 38,500
agentes en momentos en el que el flujo de indocumentados ha bajado casi a cero
desde la crisis económica del 2008. Los cruces ilegales están en el nivel más bajo de
los últimos 40 años, según ha dicho Obama.
Además, no está claro si el hecho de aumentar los soldados en la frontera servirá de
algo, porque alrededor del 40 por ciento de los indocumentados entran al país por
avión con visas de turismo, y luego se quedan, según estudios gubernamentales.
En cuanto a las 700 millas más de muros, eso sólo impulsará a los inmigrantes
indocumentados a cruzar la frontera por áreas más remotas y desprotegidas, dicen los
críticos.
Ahora, tras la aprobación del proyecto de ley en el Senado con el apoyo de apenas 14
senadores republicanos, los republicanos de la Cámara de Representantes están
planteando nuevas objeciones.
El representante republicano Bob Goodlatte, líder del Comité Judicial de la Cámara,
dijo que no apoyará ninguna ley que incluya una vía hacia la ciudadanía, y que sólo
respaldará una ley que dé a los indocumentados un estatus legal permanente, sin
acceso a la ciudadanía.
Uno de los motivos por los que los congresistas republicanos están tan
despreocupados por el voto hispano es que prácticamente no tienen votantes latinos
en sus distritos.
Según el Cook Political Report, un sitio de internet independiente, sólo 24 congresistas
republicanos están en distritos con más del 25 por ciento de votantes latinos, y 142
congresistas republicanos están en distritos con menos del 10 por ciento de votantes
hispanos.
Pero además de eso, muchos republicanos creen que su partido puede ganar en el
2016 amentando el voto de los blancos.
Brit Hume, el analista político de Fox News, dijo esta semana que las advertencias de
que los republicanos perderán en el 2016 sin el voto latino son “tonterías”. El motivo
por el que los republicanos perdieron en el 2012 fue que muchos blancos no salieron a
votar, aseguró.
Mi opinión: el partido republicano se está suicidando políticamente al seguir
defendiendo posturas antiinmigración para congraciarse con su ala derecha.
El aumento de $30,000 millones para la protección fronteriza pedido por los
republicanos es un monumental malgasto de dinero, y sus exigencias de no otorgar
una vía a la ciudadanía a los indocumentados crearía una subclase social que tarde o
temprano demandará derechos políticos. Eso ya se ha hecho en Europa, y el resultado
ha sido aumentar las tensiones sociales.
Si los republicanos siguen por ese camino, están condenados a seguir perdiendo
elecciones. Y no lo digo solo yo —un columnista al que la derecha antiinmigrante tilda
de “izquierdista” y partidario de una supuesta invasión de indocumentados - sino el
propio Karl Rove, el principal asesor político del ex presidente George W. Bush, quien
días atrás escribió en The Wall Street Journal una columna titulada “Más votos blancos
no salvarán al partido republicano”.
Detesto coincidir con usted, Karl, pero esta vez tiene razón. Los hispanos somos ya la
minoría más grande de Estados Unidos, y con 50,000 jóvenes hispanos que cumplen
18 años cada mes, los congresistas republicanos están poniendo un nuevo clavo en su
ataúd al negarse a apoyar el proyecto de ley aprobado en el Senado.

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