Los pacientes cambian la heroína inyectada por pastillas o jarabe

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Actualización | lunes, 31 de octubre de 2005, 14:30
plan de prescripción de estupefacientes
Los pacientes cambian la heroína
inyectada por pastillas o jarabe
ANA GONZÁLEZ
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GRANADA. Ya no se sienten adictos sino
enfermos. Los pacientes participantes en el Plan
Experimental de Prescripción de Estupefacientes
(PEPSA) cambiarán la inyección de heroína por
una pastilla o un jarabe con los mismos efectos.
El cambio es uno de los mayores avances
logrados por los pacientes desde que
comenzaran a recibir heroína bajo prescripción
médica en agosto de 2003 ya que supone un
maría de la cruz
CON JERINGUILLAS. Imagen de la fuerte cambio de mentalidad: "Ya no ven la
sala en la que los pacientes reciben heroína como un ritual de placer sino como un
diariamente las dosis.
medicamento que quieren tomar en
comprimidos", explican los responsables del proyecto.
Es más, algunos ya han comunicado a los médicos su intención de abandonar
el tratamiento compasivo al que se están sometiendo tras el ensayo y del que
podrán disfrutar, si así lo desean, de por vida. "Cuando hablas de futuro con
ellos todos se lo plantean aunque éste no era desde luego el objetivo del
proyecto cuando empezamos", asegura Manuel Romera, técnico de captación
del PEPSA. Entonces, agosto de 2003, los primeros pacientes comenzaron a
recibir las dosis de heroína con la intención de demostrar que esta sustancia
es más eficaz que la metadona –en toxicómanos con un perfil muy concreto–
para mejorar su salud, normalizar su vida y alejarse de la delincuencia. Y es
verdad. Los resultados dicen que los pacientes tratados con heroína mejoran
su salud 2,6 veces más que los tratados con metadona, tienen menos
posibilidades de contraer el sida y delinquen menos.
Demostrados los beneficios y bondades del proyecto, los médicos y el equipo
técnico que trabajan con ellos se enfrentan ahora a otro reto no menos
complejo que el del ensayo: satisfacer las nuevas expectativas que se le han
creado a los pacientes. "Han alcanzado unas condiciones de relativa
normalidad y ahora exigen lo que cualquier persona: acceder a un trabajo y a
una vivienda, y no es fácil", relatan los responsables del ensayo.
http://www.diariogranadahoy.com/diariogranadahoy/articulo.asp?idart=2004136&idc... 31/10/2005
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La dependencia de esta medicina (de la heroína o diacetil morfina) es,
precisamente, uno de los inconvenientes que los pacientes arrastran a la hora
de encontrar un trabajo. Y es que, el empresario deberá saber que estas
personas tienen que ausentarse dos veces de su trabajo, una por la mañana
y otra por la tarde, para tomar su medicamento. Los médicos ven otros
inconvenientes: "Estas personas están empezando a vivir ahora, 20 o 30 años
más tarde de lo normal, y se encuentran con que tienen que empezar a
ejercer un oficio, a buscar trabajo pero en vez de con 17, con 47 años".
La presión social a la que están sometidos (son modelo en toda España)
también juega en contra ya que se les exige mucho, no sólo desde el
programa, también por parte de sus familias y desde la propia sociedad.
"Muchas de estas personas llevan más de 30 años enganchadas a la heroína,
no podemos pretender que en dos años se conviertan en ejecutivos y padres
de familia ejemplares", relatan los encargados del proyecto.
Aun así todos coinciden en señalar que la mejora ha sido espectacular, casi
milagrosa. Comenzando por el aspecto físico y llegando hasta el cambio de
mentalidad. "Su aspecto es el resultado de la revolución tan grande que han
experimentado por dentro, en el momento en que han dejado de preocuparse
por robar para comprar la droga, empiezan a darse cuenta de que hay otra
vida", reflexionan los investigadores.
Muchas de las familias han dado el primer paso con sus hijos y, al verlos
recuperados, les han permitido volver a casa e incluso cuidar de sus sobrinos,
algo impensable para muchos de ellos hace unos años cuando sólo paraban
en casa para robar a sus padres y comprar la droga.
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