Sobre una nota y los comentaristas
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Sobre una nota y los comentaristas
http://ibm-server/index.php/editorial/34491-sobre-una-nota-y-los-comentaristas La libertad es libre Sobre una nota y los comentaristas Jueves, 22 Diciembre 2016 Luis Bertiz - Convencional Departamental del Partido Nacional. Los tiempos modernos han cambiado muchas cosas en las comunicaciones. Algunas para bien, otras que “ni-ni” y las menos que son descartables no tanto por su contenido, sino porque se emiten (y parece que está de moda) desde el anonimato, amparadas en un seudónimo que, generalmente, es la mejor escusa que encuentran los cobardes para tirar la piedra y esconder la mano… Pero así son los tiempos actuales, donde Internet irrumpe en el escenario de las comunicaciones con una pujanza increíble y no se conforma con ello: le agrega las redes sociales y allí sí que está todo autorizado. En primer lugar tienen cabida la opinión, el comentario, el análisis, el agravio y, si se quiere hasta el insulto, de muchísima gente que antes no tenía posibilidades (ni remotamente) de expresarse y decir lo que le venga en gana. 1/3 http://ibm-server/index.php/editorial/34491-sobre-una-nota-y-los-comentaristas ¿Ello es positivo? Creo, sinceramente que sí. Más allá de las faltas de ortografía que abundan y denuncian el grado de capacitación del escriba, más allá de las absurdas afirmaciones que se formulan, más allá de alguna mentirilla dicha a propósito… me aferro desde siempre a la libertad de expresión y la defiendo como tal. Es cierto que es muy delgada la línea que separa la libertad del libertinaje, pero prefiero Internet, las redes sociales, los espacios de opinión que ahora dejan la mayoría de los diarios debajo de cada artículo para que los lectores opinen… Es preferible esto, al silencio sepulcral de cualquier imaginaria cárcel que pretenda esconder las palabras. O lo que es peor: prefiero lo que hay, antes que un solo ciudadano se autocensure y se automutile las ganas de decir algo, por más estúpido que sea, entendiéndose este calificativo como lo señala -con todo respeto- la enciclopedia libre: “Tonto, estúpido y necio son adjetivos del idioma español referidos a la persona que posee una inteligencia escasa, alguien torpe o con una conducta poco pertinente”. Todo esto viene a cuento de mi última columna, donde varios amigos del Partido Nacional me hicieron llegar sus mensajes de texto casi todos aprobatorios de mis afirmaciones, mientras que otros lectores se tomaron el trabajo de escribir sus comentarios al pie del artículo. Y vaya casualidad: la inmensa mayoría, aun aquellos que me hacían saber de su coincidencia o discrepancia, se AMPARARON en seudónimos y esto, tan sintomático, denuncia antes que nada que hay “opinólogos” por decenas, pero escribas dispuestos a poner nombres y apellidos muy pocos… Tomo como ejemplo de los disparates que permite decir el anonimato, las extensas líneas que me dedicó a mi (y de paso al Edil Pablo Bonet) un señor que se identificó como “Fabían”, 2/3 http://ibm-server/index.php/editorial/34491-sobre-una-nota-y-los-comentaristas quien dice tantas tonterías que se vende solo: no sabe nada de historia uruguaya, no conoce los principios básicos del Partido Nacional, es tan absurdo que nos cree felices si vemos pobreza, como si no nos doliera, como si fuéramos insensibles antes las necesidades de conciudadanos y además, como si hubiéramos nacido en cuna de oro!!!. Semejante nómina de disparates ameritó la respuesta de otros “Luis” que se sinceró: “me río por no llorar” y agregó que “la ignorancia que se ha instalado en nuestra sociedad, ha llegado a límites insospechados…” “Si hoy en el poder estuvieran blancos o colorados, con lo que está pasando, tendríamos manifestaciones y paros todo el año. Hoy están los frentistas en el poder y no hace poco, ya van siete años y cada vez todo está peor. La “ignorancia” triunfa… “Festejen uruguayos” concluye el tocayo. Pero sin embargo, el único que se identificó fue Mario Garassino, quien apuntó: “¿Por qué a una persona que escribe una nota, firmada con nombre y apellido, se le contesta anónimamente? La democracia es muy bonita y muy fácil es llenarse la boca con ella, pero ejercerla implica actuar con pantalones y dar la cara…” Por eso y volviendo al principio, defendamos todos y cada uno de los espacios de expresión que hoy se ofrecen, aún para aquellos que, como los define el diccionario son “tontos, estúpidos o necios” o que actúan como seres funcionales a personas o intereses tan ocultos como su seudónimos. Defendámoslos. Pese a todo tienen derecho a decir, porque siempre se van a encontrar con un Garassino que les enseñará una lección básica de la hombría de bien: ponerse los pantalones y dar la cara. 3/3