La naturaleza cobra protagonismo en verano: de allí somos y allí

La naturaleza cobra protagonismo en verano: de allí somos y allí

La naturaleza cobra protagonismo en
verano: de allí somos y allí volvemos
BURBUJA CONTRADICTORIA DE VERANO:
La gente consume naturaleza sobre todo en verano: ver, oler, tocar y
hasta sentirse en su ambiente. Pero en el campo anida lo salvaje; ese
espectro cultural que es visto muchas veces como caótico y brutal por
la civilizada sociedad. Sin embargo, es lo que da argumento a la
naturaleza que esa misma sociedad dice que idolatra cada vez más. Pero
la naturaleza, la vida que en su interacción la fundamenta, responde a
un orden imparcial, alejado de pensamientos humanos empeñados en
regular todo y que nada se salga del guión. Lo salvaje es a la vez
implacable –nos tapamos los ojos-, o hermoso –los volvemos a abrir-,
pero siempre libre, no como nosotros. Para comprender alguno de sus
entresijos no basta con leer libros o ver documentales; hay que soñar
ser uno de los seres vivos que por ahí deambulan, pájaro o serpiente,
insecto o árbol, hasta un hongo; qué más da. Para todos ellos, vivir
cada día debe ser una tarea apasionante. Lo que nos estamos perdiendo.
P.D. Cuando se cumplen 20 años (7-8-1996) de la catástrofe generada
por el episodio caótico y brutal que se llevó por delante tantas vidas
en el cámping de Biescas (gente que quería disfrutar del bosque
pirenaico en verano), es necesario homenejear a los muertos y
damnificados, y recordar a los vivos que las catástrofes ambientales
se amplifican por la desidia humana a la hora de ocupar el espacio
natural.