UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN
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UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN ENRIQUE GUZMÁN Y VALLE LA CANTUTA Alma Máter del Magisterio Nacional FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES TESIS La toponimia del distrito de Huaccana, provincia de Chincheros, departamento de Apurímac Presentada por: Zulma Betsabe AMARO SUDARIO Edwar Gerardo CRUZ PATIÑO Franklin HUANACO SULCA Asesor Mg Luis Magno BARRIOS TINOCO Para optar al título de Licenciado en Educación, especialidad de Educación Intercultural Bilingüe – Lengua española. LIMA – PERÚ 2014 1 DEDICATORIA A nuestros padres, por el apoyo constante que nos han dado para lograr nuestra profesión. 2 Resumen En la presente investigación se ha planteado establecer los topónimos quechuas del distrito de Huaccana, de la provincia de Chincheros, en el departamento de Apurímac, área situado en la región sur del Perú. Con esta investigación demostramos que las toponimias de esta zona tienen nombres originarios que representan a los grupos culturales que son administradores de su idioma, sin contaminación del castellano. Así también constatamos que el 1% de topónimos son de origen castellano. La constitución de las toponimias analizadas es la siguiente: Los Topónimos de orientación y situación geográfica, los orónimos, presentan diecinueve palabras compuestas. Los topónimos son los fitotopónimos once elementos; la toponimia de la cualidad de los topónimos (cromotoponimia, topónimos numéricos, la forma, el tamaño presentan cuatro elementos; los topónimos de origen hidronímico, presentan tres elementos; los de origen zootopónimos, presentan tres elementos; la toponimia del relieve: morfotoponimia y metáforas toponímicas, presentan dos elementos y en los hagiotopónimos solo verificamos un elemento. 3 Índice Capítulo I: Perspectiva teórica 1.1. La onomástica……………………………………………………………..................8 1.1.1. La toponomástica………………………………………………………..…....9 1.1.2. Topónimos……………………………………………………………….…...10 1.1.2.1. Tipos de Topónimos……………………………………….…....…..11 1.2. El topónimo como signo lingüístico…………………………………………............14 1.3. Sistema de denominación de los topónimos…………………………………….......19 1.3.1. Motivaciones para nombrar los topónimos…………………………..……....20 1.3.2. Varios nombres de un mismo espacio geográfico……………………………20 1.3.3. Clases de motivos toponímicos…………………………………….…….….21 1.3.4. Principios de la designación toponomástica………………………………. 23 1.4. La importancia del estudio toponímico………………………………………….......24 1.4.1. Importancia de la toponimia………………………………………………... 25 1.4.2. Objeto de la toponimia…………………………………………………...….26 1.5. Lingüística y toponimia…………………………………………………………..…..26 1.5.1. Análisis lingüístico de los topónimos………………………………...............27 1.5.2. Terminología toponímica………………………………………………...….30 1.6. Antecedentes de la investigación…………………………………………………....50 1.7. Definición de términos básicos…………………………………………………..….56 1.8. Alcances de la investigación…………………………………………………..…….57 1.9. Limitaciones de la investigación………………………………………………....….57 4 Capítulo II: Planteamiento del problema 2.1. Planteamiento del problema………………………………………………………….58 2.2. Formulación del problema…………………………………………………………....58 2.3. Objetivos de la investigación…………………………………………………………59 2.4. Justificación……………………………………………………………………….…..60 2.5. Viabilidad…………………………………………………………………….…….….60 Capítulo III: Metodología 3.1. Diseño de la investigación………………………………………………….…………61 3.2. Contexto………………………………………………………………………..….….61 3.3. Periodo……………………………………………………………………………..….62 3.4. Muestra……………………………………………………………………………..…62 3.5. Procedimiento de recolección de datos………………………………………….…....63 3.6. Análisis de datos…………………………………………………………………...….63 3.7. Resultados…………………………………………………………………………..…66 3.8. Discusión de resultados…………………………………………………………….…69 Conclusiones……………………………………………………………………………….90 Recomendaciones………………………………………………………………………….92 Referencias bibliográficas……………………………………………………………….....94 Anexos…………………………………………………………………….….………….....95 Matriz de consistencia cualitativa…………………………………………………….….100 5 Introducción A través de la historia de la humanidad, la naturaleza y la ecología han jugado un rol importante en la vida de todos los seres. La relación del hombre con su medio producen factores culturales, y como resultado, nombran a las zonas geográficas, aguas, animales y un conjunto de elementos que son necesarias para la vida del ser humano y de todos los seres. Con estas inquietudes hemos empezado a escribir y corroborar nuestro tema planteado, determinando la semántica y la morfología de los topónimos del distrito de Huaccana, de la provincia de Chincheros en el departamento de Apurímac. La tesis consta de tres capítulos: El primero trata sobre la onomástica, la toponomástica, topónimos, la clasificación de los topónimos; el topónimo como signo lingüístico; el sistema de denominación de los topónimos; la importancia del estudio toponímico; el objeto de estudio de la toponimia; la lingüística y la toponimia en el estudio y marco de referencia, los análisis lingüísticos como factor cultural, las terminonologías toponímicas; los antecedentes de la investigación; las definiciones de términos básicos, los alcances de la investigación y las limitaciones de nuestra investigación. El segundo capítulo abarca el planteamiento del problema, la formulación del problema, los objetivos de la investigación, la justificación y la viabilidad que tiene la investigación para el desarrollo cultural originario. Tercero, remarca la metodología, el diseño de investigación, su contexto, los periodos, las muestras o corpus de la investigación que hemos hallado para nuestro estudio, el procedimiento de la recolección de datos, los análisis de datos, los resultados y la discusión de resultados. Por último consignamos las conclusiones y una recomendación, 6 también detallamos las referencias bibliográficas que hemos consultado por último tenemos los anexos y el cuadro de consistencia de la investigación. 7 CAPÍTULO I PERSPECTIVA TEÓRICA 1.1 La Onomástica. La onomástica es la disciplina que estudia los nombres propios, sean estos de personas o de lugares. Otras definiciones: La onomástica u onomasiología se ha destacado por ser una disciplina muy atractiva para muchos antropólogos y lingüistas. Dubois. J. y otros (1986), afirman que la onomástica es una rama de la lexicología que estudia el origen de los nombres propios. El nombre ‘onoma’ es una emisión lingüística que se utiliza para designar una entidad ya sea geográfica humana. Solís (1997) en su obra La gente pasa los nombres quedan, sostiene lo siguiente: La onomástica es la disciplina que estudia los nombres (propios), sean estos de personas o de lugares. En esta perspectiva, la onomástica tiene dos ramas principales: la antroponimia y la toponimia. La primera trata de los nombres de personas; mientras que la segunda, de los nombres de lugares. A su vez, tanto la antroponimia y más aún la toponimia pueden presentar subramas, dependiendo de una serie de consideraciones. Por ejemplo, la toponimia, según el objeto de la denominación, se manifestará como hidronimia, astronimia, litonimia, oronimia, etc., como correlatos, respectivamente, de 8 o objetos que son formaciones acuosas, astros, formaciones pétreas, vías o caminos y cerros. (p. 14) 1.1.1 La toponomástica La toponimia es una disciplina que estudia los nombres de lugares o topónimos (llamados también geográficos). La toponimia es parte de la onomástica. Un nombre alternativo para la toponimia es el de toponomástica. En uno u otro caso se trata de la ciencia cuyo objeto de estudio son los nombres geográficos y, por extensión, los sistemas de denominación elaborados por los grupos humanos para asignar nombre a las entidades geográficas. Todo sistema de denominación, una elaboración cognitiva de una cultura; por lo tanto, es el producto mental que evidencia una determinada concepción cultural. En este sentido, la ciencia denominativa más inclusiva se llama onomástica. En lo general, con el término toponimia nos referimos a los nombres de lugares, sean estos habitados o no. Por ejemplo, los nombres de pueblos, ríos, chacras, etc. Podría resumirse diciendo que la toponimia es el nombre de cualquier punto ubicable en el espacio terrestre que ha recibido denominación de parte del hombre. En esta perspectiva, el nombre de una peña específica es topónimo (Gibraltar, por ejemplo), al igual que lo es el nombre de un barrio (o ayllu) en que se divide un pueblo serrano. Campos, A. y Noroña, M. (1984) plantean que la toponomástica se ocupa del estudio de los nombres de lugar y sus relaciones con la lengua; y los factores que influyen en la designación o denominación de un lugar. Por su parte, Chávez, A. (2003) trata a la toponimia como un paradigma nominal. 9 “La toponimia es un paradigma nominal que denota una significación particular” (P. 12) Más adelante, el mismo autor, cuando habla sobre ‘toponimia como diferenciadora espacial’ menciona que la organización de esta ciencia responde al afán de segmentación acorde a la zonificación y a un criterio taxonómico del espacio. 1.1.2 Topónimos La palabra topónimo es un neologismo formado por dos voces griegas: topos, ‘lugar’ y onoma, ’nombre’; este representa y reproduce el mundo circundante. Es el ‘nombre’ con el cual se puede identificar cualquier punto del espacio terrestre; pero no solo el mundo físico es denominado también algunas crean espacios ideales a los cuales nominan. El mundo físico, la tierra, y por extensión, los demás astros constituyen nuestro mundo toponímico más importante y cercano; pero no es el único. Las culturas crean mundos imaginarios, y para desenvolverse en tales mundos también tienen que denominar a los puntos ubicables en tales esferas creadas (Solís, 1997, p. 30). El topónimo es una emisión lingüística, un signo lingüístico (posee significante y significado) que puede ser una palabra, una frase o incluso una oración: (…) en castellano, formas como Lince, El pedregal, La Ciudad de los Reyes, Miraflores (Mira flores) o Miramar (Mira mar) son nombres toponímicos. El nombre Lince es una palabra; el nombre El Pedregal es una frase nominal tanto 10 como La Ciudad de los Reyes; pero los nombres Miraflores y Miramar son subyacentemente construcciones oracionales (Solís, 1997, p. 18). Una condición es que el topónimo así esté representado por una palabra que sea un nombre simple o derivado, un adjetivo o un verbo nominalizado, siempre será un sustantivo propio. Al ser el topónimo el objeto de estudio, la ciencia lingüística propone el análisis de todo el paradigma nominal de topónimos que pertenecen a una lengua específica. En este marco científico, los topónimos son signos lingüísticos que están conformados tanto por significantes como por significados. Por otra parte, al ser también los topónimos representaciones que el hombre hace de la realidad, estos encierran la cosmovisión cultural que imprime la sociedad; por tanto, cabe la posibilidad de que las ciencias como la antropología, la historia o la sociología, las interpreten. Los topónimos son signos lingüísticos peculiares con los que el hombre establece su relación con la naturaleza: son nombres propios. 1.1.2.1 Tipos de topónimos. Los topónimos de un área geográfica pueden ser clasificados de acuerdo a una serie de criterios. Algunos autores ofrecen una clasificación más exhaustiva que otros. Así por ejemplo, Podólskaya, N. V. (1978) en su ‘Diccionario de terminología onomástica rusa’, ofrece una clasificación de los topónimos, de las cuales mencionaremos cuatro: 11 Orónimos: Son los nombres propios de cualquier elemento del relieve de la superficie terrestre (elevaciones o depresiones del terreno), es decir, de cualquier objeto orográfico. En estos topónimos se incluyen los espelónimos que son los nombres propios de diferentes tipos de formación subterránea, como las cuevas, los precipicios, etc. Ecónimos: Comprenden los nombres de cualquier poblado de tipo urbano (astiónimos) o de tipo rural (comónimos). Hidrónimos: Entre los topónimos de esta clase se encuentran los nombres de cualquier objeto (sic) acuático, ya sean naturales o creados por la mano del hombre. En este grupo encontraremos los oceanónimos, o nombres de mares, los limnónimos, o los nombres de lagos, presas, lagunas o estanques; los potamónimos, o nombres de los ríos; los helónimos, o nombres de los pantanos o lugares pantanosos. Drimónimos: A esta división pertenecen los nombres propios de cualquier porción de bosque o claros de bosque. Para Solís (1997) existen dos criterios que influyen en la clasificación de los topónimos: a) Según el origen lingüístico del topónimo Es decir, según su afiliación a la lengua o familia de lenguas de la que procede la emisión lingüística que funciona como topónimo. Por ejemplo, los topónimos en el Perú proceden - la inmensa mayoría – de una serie de lenguas aborígenes y del castellano. Así, los nombres tópicos de la zona de Lima, los que no se relacionan obviamente con el castellano, son filiales bastante seguridad ya sea al quechua o a la lengua relacionada genéticamente con el aimara actual; pero 12 también a algún otro idioma indígena (o idiomas) cuyos hablantes ocuparon el territorio que ahora pertenece a Lima en un tiempo anterior a la ocupación de este mismo territorio por gentes de habla aru o aimara. La aplicación del criterio de origen lingüístico permitirá, entre otras, hablar de las siguientes clases de topónimos: Topónimos quechuas, topónimos aimaras, topónimos castellanos, topónimos puquinas, etc. (P.23) b) Por la entidad geográfica a la que se nomina Implica una clasificación de las entidades geográficas vigentes en la cultura. A modo de exploración, Solís (1997) propone una taxonomía que distinga entidades culturales y naturales. En la medida que el universo físico en que se asientan los referentes de los topónimos es básicamente el mismo para todos los seres humanos, es de esperar que muchas realidades sean recurrentes en todos los pueblos del mundo, por lo que postular algún nivel de universales de concepciones toponímicas, es altamente plausible.(P. 16). Y su clasificación es: a. Econimia: Nombres propios de lugares habitados. Los topónimos que pertenecen a esta clase se llamarán ecónomos. 13 b. Hidronimia: Nombres de entidades hidrográficas. Los topónimos que pertenecen a esta clase se llamarán hidrónimos. c. Nesonimia: Nombres de islas y cayos (islotes). Los topónimos que pertenecen a esta clase se llamarán nesónimos. d. Oronimia: Nombres de entidades orográficas. Los topónimos que pertenecen a esta clase se llamarán orónimos. e. Litonimia: Nombres de formaciones rocosas. Los topónimos que pertenecen a esta clase se llamarán litónimos. f. Astionimia: Nombres de centros poblados. Los topónimos que pertenecen a esta clase se llamarán astiónimos. g. .Astronimia: Nombres de astros. Los topónimos que pertenecen a esta clase se llamarán astrónimos. En comparación con lo que propone Podólskaya (1978), Solís separa la astionimia de la econimia. En términos de una convención, solo para el caso de los ecónomos que podamos encontrar, seguiremos la propuesta de Podólskaya. Finalmente, algo que es importante destacar de la propuesta de Solís, es la subclasificación que hace considerando las realidades que motivan la nominación toponímica. De este modo, tendremos fitopónimos, Zootopónimos, antroponesónimos, fitonesónomos, antropotopónimos, etc. 1.2 El topónimo como signo lingüístico Una de las concepciones de la moderna ciencia lingüística es la que se relaciona con el argumento del signo lingüístico. En el Curso de lingüística General, Saussure, sostuvo que el 14 signo lingüístico no era la asociación o unión entre una cosa y un nombre, sino un concepto y una imagen acústica. Para ciertas personas, la lengua reducida a su principio esencial es una nomenclatura, es decir, una lista de términos que corresponden a otras tantas cosas. [...] Esta concepción es criticable por muchos conceptos. Supone ideas completamente formadas que preexisten a las palabras, no nos dice si el nombre es de naturaleza vocal o psíquica, porque árbol puede considerarse bajo uno u otro aspecto; finalmente deja suponer que el lazo que une un nombre a una cosa es una operación muy simple, lo cual está muy lejos de ser cierto. Sin embargo, este enfoque simplista puede acercarnos a la verdad mostrándonos que la unidad lingüística es una cosa doble, hecha del acercamiento de dos términos. (Saussure, 1985, p. 85). A la imagen acústica, que es la representación psíquica de un sonido, la denominó significante y al concepto, que es más abstracto, significado. Y para designar a la totalidad utilizó el término signo. Así definido, el signo lingüístico saussureano tiene dos principios fundamentales: 1.2.1 El carácter arbitrario del signo La unión que se da entre un significante y un significado es arbitrario Así, la idea de “soeur” [hermana] no está ligada por ninguna relación interior con la serie de sonidos s-ör que le sirve de significante; también podría estar representada por cualquier otra: prueba de ello: las diferencias entre las lenguas y la existencia misma de lenguas diferentes 15 Saussure (1985) dice más adelante que: la palabra arbitrario no debe dar idea de que el significante depende de la libre elección del sujeto hablante (más adelante veremos que no está en manos del individuo cambiar nada en un signo una vez establecido éste en un grupo lingüístico); sino que la relación establecida entre el significante y el significado del signo es inmotivado, es decir, arbitrario en relación al significado, con el que no tiene ningún vínculo natural en la realidad ( p.15 ) En torno a este primer principio, los estudiosos de la toponimia plantean que su objeto de estudio no parece ser un signo común a los demás que conforman un sistema lingüístico. En este propósito Solís (1997) dice: Todo topónimo es un nombre propio que representa a una entidad geográfica determinada. Se parece a los nombres o sustantivos propios que identifican a los seres humanos como entidades como entidades únicas. Los topónimos –si son palabras– no son palabras comunes; en la lengua castellana se transcriben con mayúscula inicial, al menos en la tradición ortográfica vigente en nuestro idioma (p. 17). Si los topónimos no son signos lingüísticos comunes, en qué características radica su diferencia, a parte claro, como sucede en la escritura del castellano que se inician con mayúscula por tratarse de nombres propios. 16 Si bien es cierto que los topónimos como nombres propios utilizan para su designación o formación nombres comunes, es decir, signos de la lengua que presentan el principio de arbitrariedad, es necesario diferenciar que estos lo hacen solo en la medida en que interviene el afán nomenclador del hombre cuando entra en relación con la naturaleza, esto quiere decir, que es posible que exista una relación no arbitraria entre el significado y el significante de un topónimo, ya que esta unión u asociación está siendo motivada por la realidad cultural del hombre en relación a la naturaleza de los espacios geográficos. A diferencia de lo que dice Saussure con respecto a la no intervención del hombre en la relación arbitraria, entre el significado y el significante, de los signos de la lengua; en los topónimos sucede lo contrario. El hombre interviene en esta relación haciéndola no arbitraria, de allí quizás la diferencia con los demás signos que conforman el sistema lingüístico y la posibilidad del hombre de influir en estos signos; ya que los puede cambiar según sus necesidades o nuevas relaciones que establezca con la realidad. Entonces, se puede concluir que la asociación entre el significado y significante de un topónimo es no arbitraria, ya que existen motivos por los cuales el hombre nombra a los entes de la realidad que lo circunda. En ese sentido, Chávez (2003) manifiesta: los topónimos o los nombres de lugares no son pura arbitrariedad, más o menos caprichosamente impuestos por el hombre, muchos de estos nombres son intentos de explicación de la naturaleza espontánea que presentan los espacios geográficos, sugieren su propia denominación ya porque el hombre cree que los lugares desarrollan acciones tales como podemos observar en wiñaq o 17 qellayqucha; en otros, el hombre entiende cómo los lugares tienen o poseen cosas tal cual se observa en puyuyuq, uqshapampa Asimismo, Solís (1997) afirma: Que un topónimo es el nombre de cualquier punto ubicable en el espacio terrestre que haya recibido denominación de parte del hombre. Por extensión, es razonable decir que es el nombre de cualquier punto ubicable en el mundo real o en los mundos ideados por las culturas. El topónimo es el medio que el hombre emplea para humanizar el paisaje como parte de su relación con él (p. 15 ) De esta manera se plantea que los signos toponímicos no son totalmente arbitrarios, sino que existe una denominación por el cual el hombre denomina a su realidad circundante. Esta denominación parte del valor social que relaciona al hombre con la naturaleza y, a diferencia de la teoría saussureana sobre el signo y su valor, se plantea que los datos naturales ocupan un lugar muy importante en la formación de los topónimos. Lo social da valor a las entidades geográficas de la naturaleza en términos de una serie de consideraciones, algunas de las cuales pueden ser el valor económico de la entidad o, en general, su valor como recurso para la vida de las gentes. Poner nombres es parte de un proceso de introducir un orden humano en el paisaje. (Solís, 1997, p. 35). Es por esto que el estudio de los topónimos también implican una explicación sociocultural, donde se advierte que, a pesar de ello, el topónimo como valor externo a lo puramente lingüístico se ve limitada por la cosmovisión particular de cada sociedad. Es 18 posible reinterpretar los topónimos desde la perspectiva de otra cultura que no ha sido la creadora de los mismos. Las culturas pueden evidenciar coincidencias en el reconocimiento de una serie de entidades como si fueran básicamente las mismas transculturalmente. Esto es posible, en principio, por el hecho que compartimos todos los seres humanos una misma ecología, la de la tierra, que motiva conductas de comportamiento con dicha ecología que deben ser más o menos semejantes, por lo que plantear universales toponímicos (reconocimiento de la misma entidad geográfica) no está fuera de lugar. Pero debe postularse también la especificidad en esta materia, pues el mundo, siendo físicamente igual para todos los seres que lo habitan, no lo es como objeto de las culturas (Solís, 1997, P. 22). 1.2.2 El carácter lineal del significante Aunque parece evidente, el significante tanto de los signos comunes como toponímicos se desarrolla solo en unidades de tiempo: tiene los caracteres que toma del tiempo: a) representa una extensión, y b) esa extensión es mensurable en una sola dimensión: es línea (Saussure, 1985, p. 90). 1.3 El sistema de denominación de los topónimos Los nombres de lugar o topónimos, son los productos de un sistema de denominación, es decir, son parte de la actividad cognoscitiva (cosmovisión) de una cultura, es producto mental que evidencia una determinada concepción cultural. El sistema para nombrar se actualiza 19 gracias al sistema lingüístico de la lengua, el cual provee de emisiones para denominar las entidades geográficas. Los sistemas de denominación pueden darnos indicios de los recursos naturales existentes ya que muchas veces obedece a una lógica que nos deja ver ciertos minerales, vegetales o animales de los que se vale una cultura (Fernández, 1986). 1.3.1 Las motivaciones para nombrar los topónimos El motivo toponímico puede ser un elemento natural o cultural que un ente geográfico reciba un nombre determinado, esto es resultado de la acción que ejerce el sistema de denominación sobre la cultura. Esta puede ser clasificada, originadora o interpretadora del topónimo según se conozca o desconozca el motivo toponímico. Cuando la cultura es interpretadora, suele ocurrir la llamada falsa etimología, sus miembros asignan un étimo equivocado a un topónimo determinado. La interpretación suele ser la fuente de errores, se puede llegar incluso a la llamada etimología popular. Pero no toda etimología popular será precisamente errónea, lo será si no se trazan determinados elementos de juicio al momento de postular el étimo (Solís, 1999). 1.3.2 Varios nombres de un mismo espacio geográfico Es frecuente que un mismo lugar tenga varios nombres. Esta particularidad es un indicio que nos informa sobre hechos muy interesantes; por ejemplo, puede revelar la presencia en el lugar de personas de diversa procedencia (lingüística, étnica, etc.). Por ello es importante por ello anotar los varios nombres que pueda tener un lugar geográfico. 20 En el Perú, los nombres de lugares proceden, en muchos casos, de varias lenguas. Por ejemplo, si consideramos nuestros alrededores, encontraremos que unos nombres provienen del español, ejm. San Isidro, Miramar; otros, proceden del quechua, ejm. Lima – Rimac, Surco, Carabayllo. Así como nombres que proceden de otras lenguas que ya no son fáciles de identificar (suponiendo que reconocer Lima como quechua sea fácil). Por ejemplo, el nombre Chosica proviene de una lengua emparentada con el aimara que se habla actualmente en Puno y otros lugares y que era la lengua antecesora del Kawki, que aún se habla en Tupe, en la provincia de Yauyos, Lima. 1.3.3 Clases de motivos toponímicos En esta parte utilizamos las clases de motivos planteados por Gustavo Solís (1997) en ‘La gente pasa, los nombres quedan’: Motivos ideales (Resultan de creatividad de la cultura) - asuntos honoríficos - divinidades - personajes históricos - sucesos históricos, etc. Motivos reales (Existen en la naturaleza, son parte de la realidad) - Configuración geográfica o relieve - Propiedades físicas, etc del terreno - Características ambientales (cromatismo, etc) - Recursos: zoológicos / botánicos/hidrológicos, etc. 21 En esta medida, podemos inducir que la interpretación de los topónimos basados en motivos reales poseen un mayor grado de validez, puesto que se puede afirmar que todos los seres humanos compartimos el mismo mundo natural y, por tanto, podemos coincidir en muchos de nuestros juicios. Existe también en los topónimos, como en todo sistema lingüístico, la posibilidad de traducción, pero es necesario advertir que no es totalmente perfecta, pues cada cultura es única en su interpretación del mundo. Camp, A. y Noroña, M. (1984) en ‘Apuntes para la investigación toponomástica’ hablan de los criterios acerca de cómo estudiar los topónimos. Ellas citan los criterios propuestos por el lingüista rumano Lorgu Lordan en su obra ‘toponimia romineasca’, criterios que tienen su base sobre la propuesta de que todo topónimo esta socialmente determinado, en este sentido, dicha clasificación “responde a la necesidad de conocer los factores y condicionantes no lingüísticos que influyen en la selección de un nombre de lugar”. Según las autoras, los planteamientos de Lordan se entienden como un intento de clasificación de los topónimos de acuerdo con el elemento real o ideal cuya imagen despierta. Así por ejemplo, el criterio topográfico se nota en aquellos topónimos que pueden ser reflejo de una o más características físicas del territorio que denominan; por ejemplo, ‘Rio Grande’. Otro criterio es el social, en la cual está presente en aquellos topónimos que reflejan hechos de la vida social de una comunidad; por ejemplo, ‘La Calle Lamparilla’ (en dicha calle había una casa que mantenía la lámpara encendida). Luego, existe un criterio histórico que se evidencia en los nombres que conmemoran algún acontecimiento histórico, por ejemplo, ‘Matanza’. Finalmente, el criterio psicológico que está presente en aquellos topónimos que reflejan una actitud o capricho psicológico de los que colocan el topónimo; por ejemplo, ‘El Paraíso’. 22 1.3.4 Principios de la designación toponomástica Uno de los aspectos más resaltantes y que seguiremos en nuestro estudio es aquel que refiere a los principios toponomásticos descritos por Solís (1997) en su obra ‘La gente pasa, los nombres quedan’, El autor plantea dos principios y los corolarios. “A mayor humanización del paisaje geográfico, mayor nominación debido a mayor distinción de entidades. Consecuencia, mayor número de topónimos” “A menor humanización de un paisaje geográfico, menor número de topónimos” (pp. 33, 34) Para el autor, ‘mayor nominación’ implica un mayor conocimiento de la realidad. Luego, los corolarios que plantea son: “A mayor tiempo de ocupación, mayor nominación “ “A mayor nominación diacrónica, mayor oscuridad semántica de los topónimos” Según Solís, el tiempo de ocupación puede traer como consecuencia el obscurecimiento del topónimo, es una causa que va en contra de una correcta identificación del ético. Pero si mayor es el tiempo de origen del topónimo, mayor dificultad de dar con en étimo correcto. En este caso suele ocurrir la llamada etimología popular: La etimología popular es más activa en la interpretación de los significados de los topónimos. La falta de transparencia está estrechamente ligada a la 23 imprecisión de la afiliación lingüística, a la extinción de la lengua o la falta de información o datos precisos (escritos, por ejemplos) que permitan corroborar las afirmaciones acerca del significado de un nombre tópico (p. 34) 1.4 La importancia del estudio toponímico Los topónimos no solo son referentes de ubicación en el espacio, su oficialización no solo determina las divisiones políticas nacionales e internacionales de un país, región, distrito; etc. La importancia del estudio de la toponimia será múltiple; así su estudio nos dará evidencia de las ocupaciones de los grupos humanos que habitaron y dominaron un territorio, nos permitirá rastrear los límites territoriales que una cultura considera como reales y que muchas veces no obedece a los impuesto en un mapa o en la cartografía, además si contrastamos la toponimia de quienes circundan sus límites, se podrá encontrar la frontera étnica. También como ya mencionamos en el apartado sobre ‘los sistemas de denominación’, casi siempre la lógica de este sistema hace referencia a ciertos elementos animales, vegetales o minerales de los que se vale un grupo (Fernández, 1986). A todo esto Solís (1997) agrega una importancia científica en razón que “es un objeto científico para la investigación que revela concepciones culturales y procesos cognitivos de los seres humanos”, y cultural en el sentido de que “son parte de la identidad de los, peruanos, que nos caracteriza desde hace varios milenios, pues las entidades geográficas de un espacio y sus nombres respectivos son una unidad. 24 1.4.1 Importancia de la toponimia El estudio de la toponimia es de por sí importante, en países como el Perú en cuyo territorio se dieron en otras épocas ocupaciones sucesivas de un mismo hábitat por gente de diversas lenguas, en un margen de tiempo relativamente corto. Los grupos humanos que son reemplazados por otros en la ocupación de un territorio dejan, como rastros de su paso, palabras de sus respectivas lenguas en la forma de topónimos de los distintos lugares ocupados. Aquí radica la importancia heurística de la toponimia, pues siendo rastro nos puede dar información acerca de la historia del asentamiento y poblamiento de un lugar, lo cual es fundamental para la reconstrucción de la historia social del hombre. Hay otra razón porque la toponimia es aún más interesante. Se trata de la posibilidad de recoger información acerca de la presencia de recursos naturales de diversa clase, tales como minerales, vegetales, etc. A este respecto, supongamos como ejemplo que un determinado nombre geográfico proviene de una lengua X en la que la palabra constituye nombre de un metal X. Con esta información ya tenemos bastante, pero podemos agregar a este conocimiento el hecho de que los hablantes de tal lengua tienen un sistema para denominar, consistente en aludir la presencia de elementos de la naturaleza. En esta perspectiva uno puede suponer que si una quebrada, por ejemplo, se llama qillayaraqra, es posible que tenga tal nombre porque los habitantes de la zona, usando su sistema de denominación, hayan querido resaltar de alguna forma algo relacionado con el mineral plata. Tal vez hayan querido hacer notar la presencia de este mineral en la quebrada que tiene el nombre referido. 25 1.4.2 Objeto de la toponimia El objeto de la toponimia son las emisiones lingüísticas que funcionan como nombres de las entidades geográficas. En este sentido la toponimia es una disciplina lingüísticas. Los nombres toponímicos mismos pueden ser, en las lenguas específicas, palabras, frases u oraciones del idioma, de modo inclusivo o con exclusión de alguna de las unidades señaladas. Pero los topónimos son también los referentes de la realidad nombrada, en tal sentido son objetos de una cultura y se presentan como constitutos de la cultura misma de un pueblo, pues constituyen su logro cultural o de civilización. En esta perspectiva, cabe señalar que hay dos aspectos en el estudio de la toponimia; una, de la designación misma, o sea del nombre, que involucra la parte lingüística y, otra, de lo designado que tiene que ver con los objetos de la realidad o de la cultura de los que las emisiones lingüísticas son sus nombres. Desde el punto de vista de la lingüística, puede considerarse que el estudio topomástico lo es de signos lingüísticos: de su significante y del significado. Todo topónimo será, entonces, un signo lingüístico, del que cabe hacer varias clases de estudios lingüísticos, pero también, aislando al significado, es posible un acercamiento desde la perspectiva de la cultura creadora del topónimo para dar cuenta de la organización del contenido de los topónimos y del sistema de nombrar que maneja una cultura específica. 1.5 Lingüística y toponimia El territorio nacional presenta nombres geográficos que fácilmente pueden ser vinculados a la lengua española (frecuentemente nombres de centros urbanos), mientras que un alto porcentaje de ellos, por su forma fónica y por su ininteligibilidad para los hablantes del español, pueden ser aglutinados como prehispánicos o nativos, que a su vez pueden ser 26 diferenciados en grupos diferentes. Esta diversidad de topónimos prehispánicos, muchos de ellos de significado enigmático, es la manifestación de la confluencia de diversos grupos culturales en el marco geográfico de los andes de la región central (Perú, Bolivia), y, por consiguiente, dichas designaciones constituyen vestigios de diversas lenguas (puquina, aimara, quechua, lenguas de la costa norte y las lenguas de la selva que convergieron en el pasado en diferentes áreas del territorio peruano. La vinculación de los topónimos prehispánicos a un gran número de lenguas viene a conformar una realidad toponímica compleja. Esta complejidad constituye una de las dificultades del estudio de topomástica. El problema radica en la reconstrucción de la forma fonética y la interpretación semántica (determinación del étimo del topónimo), lo cual equivale a la determinación de la filiación lingüística del mismo. Para Cerrón, R (1983) la inexistencia de escritura para las lenguas nativas, condujo a los codificadores de los nombres geográficos a utilizar el sistema grafémico del español para la transcripción de los mencionados nombres. En este proceso de aplicación del alfabeto español a sistemas fonológicos distintos, se topó con la existencia de sonidos en las lenguas nativas para los cuales el español no poseía como es natural grafemas. En este caso, se opta por utilizarlos grafemas de los sonidos más próximos del español a los de las lenguas nativas. Otros autores practicaron ciertas adaptaciones de las grafías del español u otras lenguas (combinaciones de dos grafías y/o utilización de diacríticos). 1.5.1 Análisis lingüístico de los topónimos El topónimo como signo lingüístico que pertenece a la categoría de nombre, lo es pues solo en la medida que forma parte de la gramática en una lengua específica y, en esa misma 27 línea, su valor como lo dijo Saussure estará determinado por la presencia de los otros signos con los cuales conforma el mismo sistema lingüístico. (Esta afirmación no deja de lado el valor sociocultural del topónimo, tal como se remarcó anteriormente, pues en este caso nos encontramos en otro nivel de análisis) Puesto que la lengua es un sistema del que todos los términos son solidarios y donde el valor del uno no resulta más de la presencia simultánea de los otros [...] [...] una palabra puede ser cambiada por alguna cosa desemejante: una idea; además, puede ser comparada con algo de igual naturaleza: otra palabra. Su valor no está fijado por tanto mientras nos limitemos a comprobar que puede ser “cambiada” por tal o cual concepto, es decir, que tiene tal o cual significación; tenemos que compararla todavía con los valores similares, son las demás palabras que pueden oponérsele. Su contenido sólo está realmente determinado por el concurso de lo que existe fuera de ella. Dado que forma parte de un sistema, está revestida no sólo de una significación, sino también y sobre todo de un valor, lo cual es muy distinto (Saussure, 1985, pp. 141-142). Entonces, ya que la Lingüística trabaja sobre valores es muy importante considerar en sus estudios el factor tiempo que se suele representar en 2 ejes: El eje de las simultaneidades (x), que se refiere a las relaciones entre elementos coexistente, donde toda intervención del tiempo queda excluida; y el eje de las sucesiones (y), en el que nunca se puede considerar más que una cosa cada vez, pero en el que están situadas todas las cosas del primer eje con sus cambios (Saussure, 1985, p. 101). 28 Es al lingüista la que esa distinción se impone más imperiosamente; porque la lengua es un sistema de puros valores que nada determina al margen del estado momentáneo de sus términos. Es en este sentido, se distingue dos tipos de estudios en lo que se ha denominado lingüística sincrónica y lingüística diacrónica. Es sincrónico todo lo que se refiere al aspecto estático de nuestra ciencia, y diacrónico todo lo que tiene que ver con las evoluciones. Asimismo sincronía designará respectivamente un estado de lengua y una fase de evolución. En su gran mayoría, los estudios toponímicos tienen por objeto nombres más o menos congelados, es decir, que han sido fijados hace algún tiempo atrás. Por ello, en la primera de sus conclusiones Chávez (2003) dirá que la toponimia: Es un vestigio etnolingüístico que lo encontramos como formas lexicales, todos en la categoría de sustantivo, en formas, más o menos, congeladas. Indican nombres de espacios geográficos, que forman parte de la experiencia humana, tales como pueblos, ríos, quebradas, cerros, parajes, caminos, tierras de cultivo. Al ser pues la Toponimia un paradigma nominal (Chávez, 2003, p. 1), su estudio no refleja todo el sistema de la lengua, sino parte de ella y al considerar su objeto de estudio como formas más o menos congeladas, toda investigación en particular parece estar absorbido en la diacronía, como lo ejemplifica Saussure en los estudios de la gramática comparada: La gramática comparada del indoeuropeo utiliza los datos que tiene a mano para reconstruir hipotéticamente un tipo de lengua anterior; la comparación no es para ella sino un medio de reconstruir el pasado [...] los estados sólo intervienen por fragmentos y de forma muy imperfecta (Saussure, 1985, p. 103). 29 En resumen, la Toponimia, como estudio lingüístico, está absorbida por la diacronía y, por lo tanto, su análisis se debe dar en este sentido. 1.5.2 Terminología toponímica Gustavo Solís ha desarrollado en su obra La gente pasa, los nombres quedan algunos conceptos sobre toponimia que serán comentados: Accidente geográfico Entidad geográfica. Son las entidades geográficas naturales o ideales y concebidas por una cultura. Cuales son tales entidades y cómo se clasifican son cuestiones que tienen sentido en el marco de una cultura especifica. La expresión accidente geográfico induce a pensar más en relieve orográfico (1997, p. 122) El concepto define el accidente geográfico como sinónimo de entidad geográfica. Las entidades geográficas pueden ser naturales o parte de la creatividad cultural (idealización de los miembros de una cultura). Podemos entender entonces, que un cerro, una cueva, un monte, un pajonal, un lago, un río, una cocha, un bosque, etc., pueden ser entidades geográficas naturales en el sentido que son formaciones naturales de la corteza terrestre, productos de la acción del clima y del tiempo. Pero según Solís, también existen entidades que son productos naturales. “A modo de exploración podemos plantear una taxonomía que distinga inicialmente entre entidades naturales y entidades culturales” (1997, p. 24). 30 Dentro de la clase de identidades geográficas culturales, tenemos a las chacras, pueblos, comunidades, calles, caminos, puentes, avenidas, etc. Por otra parte, existen también entidades geográficas ideales, en el sentido que corresponden a la actividad ideacional de los miembros de una cultura; así por ejemplo, Rojas Zolezzi (1997) nos habla de una comunidad mítica llamada intaatoki, situada en las partes altas del territorio asháninca en donde la yuca kaniri, el plátano parenti, el taro pitoka, la sachapapamavona, el tabaco sheri, la coca marikishi, etc., con forma de mujer y apariencia joven porque se bañan en las aguas del rio que existe en dicha comunidad. Alónimo “Cada uno de los dos o más nombres propios empleados para designar a una misma entidad geográfica. Es una palabra que presenta la forma ‘alo’ que también se encuentra en alófono o aloformo, términos de uso en lingüística” (Rojas, 1997, p. 122) Según esta definición el alónimo es una de las varias formas que actúa como nombre propio de una entidad geográfica. Así por ejemplo, los topónimos Jauja y Shausha son alónimos de la ciudad de Jauja. Pero, además, del mismo modo en que existen los alónimos, también existen la repetición de los nombres. Al respecto, Solís menciona lo siguiente: Las mismas emisiones designan entidades geográficas en distintos lugares. Por ejemplo, los nombres Cajamarquilla y Bolognesi se repiten para designar a entidades distintas en diferentes partes del país. Hay 31 varios pueblos que se llaman Cajamarquilla, e infinidad de calles que llevan por nombre Bolognesi (1997, p. 50) Esto quiere decir que un mismo topónimo se puede reduplicar para denominar entidades geográficas en espacios o lugares diferentes. Cultura interpretadora Las culturas que no son originadoras del topónimo son interpretadoras: desconocen el motivo toponímico, sin embargo no dejan de darle una interpretación. En estos casos ocurren las llamadas falsas etimologías, que no es otra cosa que la asignación de un étimo equivocado a un topónimo determinado. Podríamos entender entonces, que existe un opuesto entre cultura originadora y cultura interpretadora, que hay mayor posibilidad de que ocurren las falsas etimologías cuando las culturas son interpretadoras. Duplete toponímico Los dos hombres de una misma entidad geográfica. En la práctica, los dupletes son evidencia mínima de la multiplicidad de nombres de una entidad geográfica. Tripletes, cuadrupletes, etc. Son las otras posibilidades El concepto nos dice que, por ejemplo, un cerro puede recibir dos, tres o más nombres. Otro aspecto que Solís menciona, es que existen dupletes topónimos en base a la oposición de 32 grande/chico, viejo/nuevo, etc., como resultado de una nueva organización del territorio impuesta por los españoles: Un ejemplo claramente indiciario de una nueva organización toponímica del territorio peruano, que ocurre después de la presencia española y que es paralela a otra organización previamente existente, es la vigencia de dupletes toponímicos [……]. Estos dupletes, por ejemplo, distinguen ciudades o lugares “grandes” frente a “chicos”, usando para tal propósito de mecanismos lingüísticos pertenecientes a la lengua de la nueva fuerza social organizante (1997, p. 33) Algunos ejemplos dupletes que propone el autor para este son Cajamarca/Cajamarquilla, Castilla/La Nueva, Granada/Nueva Granada. Étimo El significado original de una palabra o morfema. En lenguas aglutinantes todo un conjunto de morfemas o palabras pueden estar relacionados a una forma que presentaba el étimo primario. La posibilidad de que dicho étimo original figure representado en una serie de formas se debe a cambios semánticos y a cambios morfológicos de las lenguas Según esta definición, vamos a considerar que el étimo es la información semántica original de una palabra o morfema. El étimo puede variar, presentándose de distintos modos debido a que las lenguas vivas no son estáticas y varían produciendo cambios semánticos y morfológicos en su estructura. 33 Étimo del topónimo En el sentido de que el topónimo es una emisión lingüística, este también posee un étimo; así, Solís menciona que: “[…] es el significado de la emisión lingüística con la cual denominamos a un lugar” (Solís, 1997, p. 37) Etimología popular Propuesta popular de étimo de un topónimo. No todos los casos de etimología popular son necesariamente erróneos, pero tienen mucha posibilidad de error. Según el concepto, cuando el étimo es interpretado, puede haber distintas versiones sobre su significado, estas son las llamadas etimologías populares. La etimología popular puede ser errónea en el sentido que puede dar una interpretación errónea del significado del topónimo, pero esto no es una regla. Exónimo Nombre geográfico que proviene de una lengua extranjera. Los exónimos generan problemas de pronunciación, de escritura por razones de tradición ortográfica, alfabetos especiales (con diacríticos), etc. En ciertos casos son sujetos de romanización (si no usan alfabeto latino) o de resistencia social, por ejemplo. 34 La definición nos conduce a considerar a aquellos topónimos que provienen de lenguas extranjeras o extranjerismos como éxonimos. Sin embargo, la condición es que estos nombres existan dentro del contexto de un idioma nativo de un lugar. Un exónimo es un topónimo alienígeno. Locus toponímico Entendemos como locus toponímico al espacio que es denominado por los miembros de una cultura. Este puede ser un rio, una quebrada, un lago, un pajonal, una piedra, un cerro, una cueva, una calle, un puerto, etc., cualquier entidad puede ser denominada, dependiendo de los intereses que tiene la cultura, en ubicarse y en establecer una distinción de sus áreas. Nombre geográfico Según la definición, vendrá a ser en sustantivo propio del lugar que es denominado. Así por ejemplo, tendríamos como nombres geográficos a Bolognesi, Lima, Cerro San Cristóbal, Marankyari, Ucayali, Rio Negro, etc. Normalización de nombres geográficos Proceso legalmente previsto que determina la forma de un topónimo. Tiene que ver con el establecimiento de una imagen ortográfica única para el topónimo. 35 El nombre geográfico puede ser legalizado mediante una grafización única. Esta representación gráfica debe ser aprobada por una autoridad legalmente constituida para ejercer la normalización. Sin embargo, esto es casi un reto cuando se trata de lenguas que no cuentan con un alfabeto. Nombre geográfico En nuestro medio es el nombre toponímico que proviene de lenguas indígenas. Podemos interpretar que los topónimos indígenas son nombres que provienen de las diversas lenguas indígenas del Perú. Así, un nombre como ‘Lima’ es un topónimo indígena que proviene del quechua, pero con forma castellanizada. Toponimia en algunos lugares del Perú Según Zevallos, J. (1944), las culturas preincaicas del Norte, tan altamente dotadas de originalidad y exotismo, después del Tiahuanaco encierran el más importante problema de la arqueología del Perú, como es el que versa el posible centroamericanismo o la derivación andina en sus orígenes. Los restos arqueológicos no han sido estudiados hasta hoy con la dedicación suficiente, ni se ha rastreado en el cada día más escaso legado de sus leyendas populares y giros lingüísticos, supuesto que el idioma norteño (en realidad fueron varios) ha desaparecido definitivamente desde el último tercio del siglo XVIII, solo pudo subsistir una variedad hasta fines del año pasado, en el pueblecito lambayecano de Eten. En nuestros días empieza la lenta sistematización arqueológica del Norte. Hoy se posee una tabla imprecisa pero siquiera original, de nombres y formas culturales: Tallanes, 36 mochicas, chimús, protochimús, cupisniques, Cajamarca, etc. Pero todo está sujeto a múltiples revisiones que pueden variar todavía, y por entero, lo que sobre aquellos pueblos preincaicos se conoce. En buena hora vengan estas revisiones si se han de hacer sobre método y análisis científico y no a base de la detestable imaginación, que tantos errores y oscuridades ha originado. En el Norte del Perú hubo, sin duda, el fenómeno que llaman los arqueólogos “marea de culturas”, y diversas influencias tejieron su prehistoria. Puede ser que veamos coexistir y alternar alguna vez, luego que aquella zona sea trabajada exhaustivamente a pico y lampa y desde el mar a la ceja de la sierra, las hoy opuestas teorías sobre el origen de los pueblos primitivos de la costa. Lo que no cabe poner en duda es la presencia de exotismo en esta marea de culturas; que por pruebas de toponimia, pudo venir del Ecuador, Colombia y más lejanamente de Centroamérica. Tal acierto justifica un ensayo que toca a la filología del extraño idioma de los Yungas costeños pues, no siendo posible contar con este por su desaparición, y sin que haya brotado un dialecto mestizo con el castellano (como ocurrió en la sierra, respecto del quechua), no hay para dicha filología otras fuentes que la Onomástica y la Toponimia. Este catálogo se ha formado con variada y curiosa documentación para los nombres contemporáneos, se utilizó folletos y mapas generales y parte de la espléndida serie del Servicio Geográfico del Ejército, en tanto que para los antiguos, sirven de manuscritos inéditos de los siglos XVI, XVII Y XVIII, de donde extraje la parte más valiosa de este trabajo. Los escribanos españoles, y luego sus colegas indígenas, que asistían a los Cabildos de Naturales en los pueblos donde estaban 37 asentadas parcialidades de indios, cuidaban mucho de anotar los nombres de los pedazos de tierras y chacras, cuya propiedad se discutía o alegaba. Hubo mucho empeño en identificar la fonética, lo más exactamente posible; y esto se observa también en los libros parroquiales más antiguos, donde los curas doctrineros, expertos en la lengua indígena, inventaron la grafía “Xll” y dividieron los apellidos y topónimos en silabas fonéticas. Gran parte de los nombres aquí catalogados había desaparecido del uso en pleno siglo XVII, y más desde el XVIII, substituidos con otro cristiano – españoles. Así por ejemplo en el departamento de Lambayeque es difícil saber que la hacienda “Batan grande” fue en Yunga SICÁN, y el caserío “San Miguel” FARCAP. El cambiono indica traducción sino simple suplantación. El área geográfica que abarca este catálogo es la de casi todo el Norte del Perú, o sea los departamentos de Piura, Lambayeque, Cajamarca, San Martín, y la Libertad; en buena cuenta, la inmensa región donde se advierte el misterio de la influencia exótica. Las culturas norteñas, exceptuando la andina de Chavín, no han sido suficientemente diferenciadas y se corresponden entre sí, confusa y copiosamente: no cabe duda que poseyeron formas dialectales propias pero, perdidas estas y huida para siempre la primitiva tradición, no queda sino un bloque general lingüístico, adivinable en nombres personales y geográficos, de donde sucesivos estudios extraerán lo particular y lo característico de cada cultura. ¿Cuáles fueron las diferencias capitales, entre los llamados dialectos Mochica, Chimú, Sec, Pescadora, Quigman? ¿Hasta dónde se relacionaron? Aún hoy los estudiosos no acuerdan resolverlo. De inmediato se tiene un material de primer orden en los topónimos; ahora están catalogados, podrán reunirse en familias lingüístico- culturales. 38 No puede llamarse puro azar la abundante correspondencia toponímica que existe entre el norte del Perú y otras tierras lejanas. Obedece a antiquísimos parentescos étnicos y culturales entre los pueblos que los produjeron y utilizaron. Muchas páginas podrían llenarse con una minuciosa comparación, pero no es ello el objeto de estas líneas. Sin embargo, de tan asombrosa correspondencia conviene dar algunas muestras. PALENQUE, es sitio de México y del Ecuador; BULBUL, de Centroamérica y Colombia. BULUBULO de Ecuador y BULIBUYO de la Libertad, Perú; CHOSCON, CUEMAL Y QUEMAL, topónimos de Chachapoyas, parecen propios de Yucatán. HUALANGA, en Lambayeque y HUALÁN, en Guatemala; en la provincia de Sapotitlan de esta república, se halla el pueblo de S. Antonio de SUCCHITEPEQUE, correspondiendo a los varios SUCCHA de Piura, Cajamarca y La Libertad; ZAPAMÉ en Lambayeque y ZAPALINAMÉ en la serranía del estado de Coahuila, México; TEAPA, XAUCAPA, XALAPA y AZTAPA en la región de Tabasco, México; esta de TABASCO, Y OTUZCO en la Libertad; COPAN en Honduras, y CUPIÁN y COPIÁN en Lambayeque; MOTIL en la Libertad, y MOTUL en Yucatán; UANO en Pacasmayo y UANI en Nicaragua; LAJAS en Cajamarca, y LAJAS como río; asimismo, en Nicaragua. Muchos topónimos peruanos terminan en CAN, del cliché “vivir, permanecer” (en Yunga AN es “casa”), siendo los más notables por su afinidad centroamericana: ICHCAN, ILUCAN, SICAN, SAMAN, JULCAN, LUMUCAN, MOCAN, CUPIAN, PAQUICAN, MONCOCAN, etc.; advirtiéndose dicha terminación no existe en quechua o aymará para toponimia. 39 La relación primitiva entre el norte del Perú y la región ecuatoriana, insinuada por Uhle y Bruning, aparece de manifiesto mediante la comparación de los topónimos. ¿Vinieron o fueron de aquí tales influencias? ¿Cuáles son sus verdaderas extensiones y dependencias culturales? En el Ecuador hubo mayismo comprobado. ¿Sería aquel la puerta para el exotismo que se manifiesta en las culturas llamadas mochica y chimú? Nuestros arqueólogos, cautivados hace tanto tiempo por los inacabables misterios del sur andino, deberían pronunciarse sobre esta interrogación. - CHICAMA: Topónimo que con los de Payama, Cocama y Chama, trae el estudio de D. Luis Cordero. - CHICAMA: Valle de La Libertad, que sale al mar. - CHANCHAN: Río afluente del Guayas, y numerosos lugares en la provincia de Azuay. - CHANCHAN: Gran metrópoli preincaica, cerca de Trujillo - CHOTA: Río afluente del Mira - CHOTA: Pueblo de Cajamarca - LOJA: Ciudad - LOJA: Cerro de Olmos, Lambayeque - TULCAN: Carchi, del norte del Ecuador - JULCAN: En la Libertad Asimismo, FACALÁ, en Trujillo, HUAYONÁ en Ancash, IMANASÁ Y CHACHALÁ en Chota; MACHUCARÁ, CHAPALÁ y CHANCHALÁ en Olmos 40 (Lambayeque), CANCHALALÁ en Penachí. CHINGANÁ en Motupe, PUCALÁ y AÑAÑALÁ en Chiclayo y PACHINCALÁ en Lambayeque. Al norte del continente, quizás de remoto caribismo, y con ejemplos en el Ecuador, existen toponimias terminadas en “il” y en “pite”. Las hay también entre las recogidas en el presente índice (CUMBIL, MOTIL, ect.), y de las segundas particularmente. - CHUSPAPITE - OCHOPITE - SANAGPITE - SARRUPITE El sufijo ON abunda en el norte del Perú: - TOROPON - TOLON - PATAPON - CHILLON - CHOTON Por último, prueba suficiente de la antiquísima relación que anotamos es la existencia del pueblecito de CAÑARIS en la sierra del departamento de Lambayeque, “trait-d’union’ que no puede ser atribuida únicamente a la política incaica de mitmaes, pues el número de topónimos exóticos que lo rodea indica la antigüedad de su establecimiento. 41 Estos pueblos llamados, por ahora, mochicas, tallanes y chimús ¿Hasta qué punto interdependieron y se influenciaron? Imagínense los arqueólogos ciclos de prosperidad y decadencia, y eras de sojuzgamiento por vecinos; pero todo tiene mediana certeza, pues faltan elementos científicos que lo respalden. Parece que hubo un número mayor de los pueblos norteños, de los que actualmente se conocen. Cajamarca y Chachapoyas permanecen, por ejemplo, en el más cerrado misterio sobre el origen de su población primitiva. La toponimia indica que cada región tuvo características idiomáticas propias, advertibles a una simple mira. En Lambayeque, sin anotar las raíces, son comunes las terminaciones en IQUE, CAN, UP, ICH, CHAN, CUP, EN, CHEN, AP, ANCA, APA. Servirá la toponimia para ver hasta dónde fue la influencia arcaica de estos ciudadanos norteños en el territorio peruano; pues alguna razón habría para que COLÁN y MANCOLÁN, los varios MOCHE, CHOTA, LARAN, y SUCCHA, CHILCA, MACAS y SINTO se hermanen a tan enormes y ásperas distancias de sus asientos y para la presencia de los porteñísimos COCHÁN, PACOYÀN y ZAPAN en el departamento de Lima. Lejos fue la emigración de los yungas costeños. Los nombres desparramados de COLLIQUE, CONCON, CHANCAY, SECHURA, SAMAN, etc.; la han denunciado; y no se puede saber hasta qué punto se relaciona con esto los varios CHIMBA, en Ecuador , la región sureña de los Collaguas y Chile; y el topónimo CONCON, repetido en el Perú, Chile y la Argentina. Cuando el inca: Inca Túpac Yupanqui señoreó sobre la región de los Llanos, a mérito de una peleada y sagacísima conquista, la política cuzqueña de quechuizar el imperio debió ponerse de manifiesto. A la llegada de los soldados españoles esta política no había ganado 42 mucho terreno, pero podía advertírsele en los enlaces caciquiles de la nobleza lugareña y los linajes incaicos, como se ve al estudiar la genealogía de los señoríos yungas; y en la crecida cantidad de topónimos yunga- quechua. A continuación algunos topónimos: - AMOTAPE: Pueblo y distrito de la provincia de Paita, departamento de Piura. Según las antiguas crónicas, cuando el Marqués D. Francisco Pizarro paseó esas tierras el año 1532, sus naturales llamaban al sitio ALMOTAJE y requeridos a contar sobre la antigüedad de él, decían haber perdido ya la noción de su existencia. - BAGUA: Encomienda en el corregimiento de Chachapoyas, siglo XVII. - COLPA: S. Francisco de: hacienda en la provincia de Huamachuco, siglo XIII. Hay Santa Cruz, Cajamarca, un fundo de este nombre. - CACHICADÁN: Distrito en la provincia de Santiago de Chuco, La Libertad. - COLLIQUE: Pueblo que en tiempos prehispánicos tuvo asiento en tierras situadas entre las actuales haciendas de Sipán, Saltur, y Pampa Grande. Durante la época española se llamó S. Juan de LA PUNTA de Collique. Restan algunas ruinas de importancia arqueológica. Según el cronista Agustino Calancha, ahí se aposento Gonzalo Pizarro en espera de guerra del Virrey Núñez de Vela. Durante la política de reducciones del Virrey de Collique fueron traídos al valle de Chiclayo, y juntados con la parcialidad de SINTO, naciendo el pueblo de San Francisco de Chiclayo en cuyo trazo tomaron por asiento los de Collique el lado sur. Hasta fines del siglo XIX este nombre servía para designar dicha parte de la ciudad. - HUANCHACO: Puerto de mar, a 12 kilómetros de la gran ciudad de Chan Chan, Trujillo. 43 - MORO: Hacienda en el distrito de Chepén, provincia de Pacasmayo (El P. Calancha recoge el dato de haberse llamado este sitio hasta 1600, MOROMORO, despoblado como lugar de concentración indígena pocos años antes de 1634). - Pueblo y distrito en la provincia de Santa Ancash. - MOTUPE: San Julián de: pueblo y distrito de la provincia de Lambayeque. Durante la época española perteneció al Corregimiento de Piura. - El P. Calancha Agustino en su famosa crónica de 1968, dice de la lengua mochica (…)”que hoy conservan hasta Motupe “hablándose más allá de Sec. (f.550). Se le ha escrito: MOTUPAY, por Cabello de Balbo, MOTUPI, por Garcilasso Inca; y MOTUX, por lo cronistas Jeréz y Herrer, MOTUPE, en 1958. A continuación presentamos algunas descripciones de algunos casos de toponimia: Collao Con este nombre se designa a la meseta en cuyo seno se halla en su totalidad del Departamento de Puno, que comparte con Bolivia su dominio y en la cual se halla lago más alto del mundo: el Titicaca, Inticaca o Tartaptattacota, cuya altura alcanza los 3812 metros sobre el nivel del mar, Collao es la palabra que deriva de Cullagua, personaje mitológico. A los habitantes del Collao se les llamó y aún se les llama collas. La leyenda pertinente a Cullagua manifiesta que Pachacamac considerado por los del lugar como dios del Universo, vale decir Hacedor del mundo, después de haber formado animales, plantas y minerales, decidió crear al hombre para lo cual tomó grasa de tres orígenes: sihuayro (mineral; coca (vegetal) y llampu que es la llama (animal); las mescló Uiracocha que significa esencia de la vidael summun de todo lo creado. Le dio el encargo de sembrar y cultivar la tierra, con cuyo objeto Uiracocha anduvo por el orbe colocando todo lo creado en su papel, lo cual lo hizo a la 44 perfección, ya que la vida vegetal así como la animal se desarrolló tan bien que el mundo quedo poblado de ellos. Desgraciadamente al final de aquella ardorosa labor se sumió en una profunda tristeza, enfermándose de soledad por la falta de compañía o sea pesar que se siente por la ausencia de alguna persona con quien platicar. Conmovido Pachacamac, resolvió concederle una compañera de Uiracocha. Esta mujer se llamó Cullágua, cuya semántica es “la que cura los males”. La personificó como Pacha Mama, vale decir la madre Tierra. Andando el tiempo Cullagua devino en colla, que es el nombre que adopto la gran Nación del Titicaca en quechua o Tartaptattacota en aymara. Uiracocha y su esposa Cullagua es establecieron en Chitapampa que para Collas es Pampa o Llanura de la Creación. Como todo lo viviente tiene término, al envejecer Uiracocha fue llamado por Pachacamac pero antes su cuerpo fue convertido en piedra y su espíritu transmigrado en Inti o Sol. La viuda o sea Cullagua le sobrevivió mucho tiempo, al cabo del cual igualmente fue llamada por Pachacamac, transmigrándola en Quilla o Luna para que en el más allá siguieran juntos en su vida de casados. Antes de morir hizo encargo especial a sus cuatro hijos para que cumplieran fielmente lo de su padre Uiracocha había encomendado. De esa mujer Cullágua son directos descendientes los Collas, cuya influencia civilizadora se hizo sentir en toda Sud América mucho antes que el incanato, pues llegaron hasta el Ecuador, Colombia y el Perú en todo su ámbito. Al morir Cullágua su cuerpo fue convertido en la fecunda tierra de la que había sido formada (Datos tomados de: monografía de Sandia, Rolando Mercado G.) Luego Collao deriva de Cullágua que significa la que cura los males. 45 Jauja la apacible Referente a la toponimia de Jauja parece que hubiera habido una perfecta confabulación de factores, una constelación de contratiempos para sumirla en el campo de la completa confusión. Esta comienza con la irresponsabilidad de algún copista que de un diccionario que merece fe y donde se escribe HAUCA (descanso, holgado, apacible, guarecido por olímpica sansfacon, madre de su irresponsabilidad, copio HUACA que significa deidad, sepultura, etc., hecho ya confirmado. Hasta ya disculpable tanta irresponsabilidad en un cuatrero mental como son los malos copistas, ya no tienen perdón en una mentalidad que desea cumplir una misión cultural al ocuparse del tema y sin mayor averiguación, sin tener nociones de Runa Simi, a ocuparse del origen quechua del nombre de nuestra hermosa tierrale ha sucedido a varios – no hace otra cosa que desamparada juventud asimila tan tremendo y lamentable equivoco confiada en las fuentes que le sirvieron de base espeta disparatadamente el HUACA en lugar de HAUCA . Tunán Marca El distrito de Tunan- Marca tiene por capital el pueblo de Concho. Este está situado al pie de un cerro en cuya meseta se hallan las ruinas del nombre del Epígrafe. Concho significa hez o lo que es lo mismo lo que en español se llama poso, lo que sedimenta un líquido no puro. Tunan Marca es palabra compuesta de Tunan con semántica de parte alta de un cerro; Marca significa pueblo. Luego Tunan Marca significa acrópolis. 46 Si hay algo que llame la atención como obra maestra de la naturaleza, vale decir, un regalo providencial, es la incontrastable laguna de Paca en Jauja que no hace otra cosa que confirmar la toponimia de la primera capital de la Nueva Castilla. Tomado de la obra Toponimia quechua del Perú, autor Espinoza, M. (1973) Toponimia arqueológica, agricultura prehispánica en la región de Otavalo – Ecuador Caillavet, C. (1983), la sierra norte ecuatoriana ostenta hoy día muchos vestigios arqueológicos como pucaraes, tolas, edificios, caminos, algunos de los cuales corresponden a antiguas formas de agricultura desaparecidas, tales como terrazas y camellones. Muchos de aquellos restos han sobrevivido hasta el siglo XX, algunos en buenas condiciones como los pucaraes, situados en lugares poco accesibles, otros amenazados de rápida destrucción por el desarrollo de la economía actual, apertura de carreteras, construcción de urbanizaciones (tales como las tolas, los caminos antiguos), por el nuevo uso del suelo (el rastro de los camellones borrado por el tractorado), en fin por el huaqueo sistemático (sepulturas, tolas). Frente a tales amenazas físicas que limitan la posibilidad de conservación de los restos arqueológicos, resulta útil rescatar otras fuentes de conocimiento de las culturas aborígenes en lo que se relaciona precisamente con la arqueología. La información histórica sobre los restos materiales prehispánicos es mayormente aquella que dan los cronistas. Pero sí existe otra fuente apreciable para la arqueología y en general dejada de lado en las investigaciones: es la toponimia aborigen. Conviene recordar primero que no se conoce hoy día nada del idioma autóctono hablado en la sierra norte 47 ecuatoriana antes de su conquista por los Incas, a finales del siglo XV, y la introducción por ellos del quichua. Los españoles que hubieran podido atestiguar de aquel idioma e plena vigencia cuando llegaron al territorio ecuatoriano en 1534, no dejaron ningún léxico, ni gramática de la lengua autóctona (a diferencia de los diccionarios de la “lengua general del Cuzco”) , más interesados al parecer por difundir el quichua y unificar por todos los Andes, el idioma de “naturales”. Por lo tanto, los topónimos que ofrece la documentación temprana de archivos constituyen, la única fuente para rescatar algo de la lengua aborigen. Además, a nivel metodológico, es imprescindible descartar el uso inconsiderado de la toponimia, es decir la actual: en cuatro siglos de presencia española con su consabida retahíla de reducciones geográficas y cristianización de nombres y lugares. Solo nos referiremos a topónimos atestiguados en documentos tempranos de archivos como textos referentes a litigios entre indígenas sobre tierras así como testamentos indígenas, de esta manera recopilar gran cantidad de topónimos prehispánicos; al estudiarlos dentro del contexto del documento español, podemos intentar comprender su significado, apoyándonos en la frecuencia y permanencia de las asociaciones de términos españoles con los cuales están empleados. Demostraremos, a partir del análisis de estos topónimos, que no se trata de formas fijas y estancadas heredadas de tiempos lejanos (ya que la toponimia perdura muchas veces siglos después de la cultura que los creó), sino formas activas, vivas que pueden presentar variaciones en su uso que traducen la flexibilidad del idioma hablado. Ejemplos: 48 - En un documento de 1609: “Pimampiro” aparece también como “ valle de Piman”(AGI/S. Quito 374) - En 1642, aparece en un mismo documento, un topónimo bajo la forma de Anrranan y Anrranatog (cf.este artículo p.15 donde analizo el sentido de la partícula final – tog) Juan de Paredes (1722) Los topónimos aportan testimonios fieles, y más que los antropónimos, por dos razones: 1° El topónimo es fijo: parece una perogrullada, pero tenemos que guardar en mente que desde los muy primeros años de la conquista española, la población indígena demuestra gran movilidad, y por lo tanto, tanto, aunque se pueden reconocer los antropónimos locales como pertenecientes a tal o tal cultura o tal zona, rápidamente, se pueden encontrar también estos mismos antropónimos en cualquier parte de la Audiencia de Quito y hasta sus vecinas, muy lejos de su lugar de origen. 2° El topónimo a diferencia del antropónimo, sufre poca injerencia de la cultura invasora. Lo prueba en particular la escasa existencia de topónimos quichua: solo se impusieron para pueblos importantes (Guayllabamba) o relieves geográficos, pero no para campos, a nivel de la denominación muy precisa e las tierras. Los antropónimos, en la medida en que reflejan el sistema de parentesco aborigen, están sometidos a fuertes presiones culturales y religiosas de parte de los doctrineros españoles que imponen la adopción de nombres de pila de los cristianos, y por el sistema de los padrinos del bautismo, la de muchos antropónimos españoles. Pero no se dio una imposición ideológica sobre la toponimia, salvo en casos más importantes. La 49 colonización española demuestra haber adoptado la toponimia local en su totalidad en el caso del registro muy detallado de los campos. Todos los topónimos recopilados dejan entrever un registro común de partículas finales que parecen ser las terminaciones o los sufijos de los topónimos, y son las que varían y entran en la composición de estos. El inventario, que no pretende ser exhaustivo, sería: - buela; - puela - - muet;- mued - pigal ; - nigal - que; - qui - cacho; - gacho - pixal; - pijal - biro; piro - tog; - tog Este análisis de la documentación etnohistórica y especialmente de los topónimos Otavalos representa por lo tanto una nueva alternativa para el estudio de las etnias preincaicas, y permite en particular; con metodología propia, delimitar el territorio ocupado por las culturas arqueológicas del norte de Ecuador. 1.6 Antecedentes Los estudios sobre la toponimia que trascienden el ámbito científico han ayudado a la descripción de la realidad etnolingüística de nuestro país. 50 Para desarrollar esta tesis, se ha visitado bibliotecas e instituciones donde encontramos los siguientes trabajos: Solís,G. (1997). La gente pasa, los nombres quedan. Cerrón, R. (1976). Notas para un estudio científico de la toponimia quechua Estos trabajos nos amplían el panorama sobre el estudio toponímico, así como la terminología usada en este campo. Langlois, L. (1939) dedica un breve capítulo a la toponimia Chachapoyana Investigaciones arqueológicas en este valle del Departamento de Amazonas (Perú)Allí, él realiza la primera observación de la terminación toponímica -mal en la provincia de Chachapoyas, por ejemplo hemos extraído de su listado a los topónimos Panamal, Ocumal, Osmal, Chuquimal, Cochamal, Cuemal, entre otros. En su análisis dice La toponimia de la región de Chachapoyas forma, conforme se ha podido alcanzar allí, varías categorías, según los orígenes diferentes. Eliminamos, desde luego, la categoría española. La segunda se vincula a la lengua aymara-quechua; ejemplo: Leimebamba que sería la deformación de Raimibamba, la pampa de la fiesta. En fin, una tercera forma de mezcla curiosa de nombres kechuas o locales, a los cuales se han añadido sufijos que se encuentran en regiones más septentrionales y aun en la América Central. Tal el sufijo mal que se conoce en el Yucatán (Uxmal, Itza-mal, Chetu-mal, Ulu-mal, Cuzu-mal, etc.) Además, observa la recurrencia de otras terminaciones toponímicas como son -on y ate los cuales no sólo aparecen en la provincia de Chachapoyas; sino también en 51 Bagua: Coellicate, Longate, Lluchicate, Chilingate, Cuempon, Chosgon, Chuilon, Yamblon, etc. Sus observaciones son primigenias para un estudio toponímico, pues, a parte de encontrar recurrencias de la terminación -mal entre los topónimos chachapoyanos, al igual que Jijón y Caamaño, realiza una errónea segmentación de la terminación toponímica -ate. Espinoza, M. en su tesis Toponimia de Rodos Qeropalca (Lauricocha – Huánuco) nos dice: La lengua usa procesos de nominación como derivación nominal para producir nombres. Hay también algunos topónimos adosados a raíces quechuas. El otro mecanismo que usa la lengua para formar topónimos, es la nominación verbal, en este caso el sufijo más productivo, es el sufijo quechua. Almora, P. en sus tesis Enseñanza de la toponimia en la educación secundaria llega a las siguientes conclusiones: La toponimia es una ciencia de relación que estudia el origen y significado de los nombres de lugares geográficos. La léxico – morfología de los nombres de lugar no es la misma en todo el territorio. Este varía según el predominio de determinado idioma o dialecto como se puede comprobar por el estudio de las áreas geográficas que ocuparon. El idioma quechua prevaleció casi exclusivamente sobre todos los demás. Los nombres propios de lugares van cambiando a través de las distintas influencias dialectales que se suceden en una misma región durante el transcurso de los siglos. 52 La toponimia – Ciencia de los lugares tiene gran vinculación con la geografía, la historia en grado menor con otras disciplinas tales como la Botánica, la zoología y la mineralogía. La toponimia debe ser incorporada como parte de los conocimientos que se transmiten a los alumnos de educación secundaria por ser cumplimiento indispensable de una buena comprensión de la geografía y de la historia. El estudio de la toponimia permite corregir errores en cuanto a la significación de los nombres que se refieren a historia y geografía. Romaní, M. (2004) en la tesis titulada Toponimia en el gran pajonal con especial atención a los topónimos de afiliación asháninca llegando a las siguientes conclusiones: Creemos que en un estudio de toponimia de El Gran Pajonal permite acercarnos a los asháninka y obtener conocimiento sobre su historia y cultura. Asimismo, revela mucho de la estructura lingüística del idioma, nos permite conocer cómo se organiza de la lengua a través de su sistema de denominación. Por lo tanto, un estudio toponomástica de El Gran Pajonal nos acerca a la realidad lingüística cultural de los asháninka pajonalinos. Creemos que la toponomástica como ciencia tiene sus propias limitaciones. Esto lo comprobamos cuando intentamos averiguar el étimo de los topónimos. El análisis lingüístico nos permite tener sólo una aproximación, por lo tanto existe la necesidad de complementar el análisis mediante un estudio interdisciplinario que se apoye en las ciencias sociales, así como en la geografía, filosofía, literatura, etc. 53 Creemos que el estudio de toponomástica de El Gran Pajonal ha revelado la presencia de ciertos recursos naturales que poseen o han poseído los asháninka; es decir, la lógica del sistema de denominación de los asháninka parece evidenciar esto. En tal sentido, creemos que una de las tareas de este estudio ha sido demostrar cuales son estos recursos para así poder guiar una planificación económica sostenible de dichas fuentes de riqueza naturales que posee El Gran Pajonal. El estudio lingüístico sincrónico sobre la toponimia no es suficiente para explicar el significado de todos los topónimos. Es necesario llevar a cabo un estudio diacrónico que explique los casos de oscuridad semántica, así como los cambios de nombre que presentan algunos topónimos no analizados en esta investigación. . Valqui, J. (2004) en su tesis titulada Reconstrucción de la lengua chacha mediante un estudio toponímico en el distrito de la Jalca Grande (Chachapoyas-Amazonas). Conclusiones: En el aspecto fonológico.- El sistema fonológico de la lengua chacha tuvo cinco vocales, dos semiconsonantes, y posiblemente dieciocho consonantes. También se puede afirmar que esta lengua fue de raíz monosilábica, ya que muchos de sus topónimos y antropónimos están constituidos por elementos monosilábicos, por ejemplo: Yumal<yu + mal, Chimal <chi + mal, Cam (Luya, 1599), Dop (Gopara, 1597). En el aspecto morfológico.- Se ha podido reconocer cuatro sufijos chachas presentes en el sistema de denominación toponímica. Sobre el significado de cada uno de ellos se propone lo siguiente: 54 -*lap ‘lugar donde abunda determinado recurso o lugar fortificado’. -*mal ‘pampa’, -*cat ‘agua’, y -*oc ‘peña, cerro arenoso, colorado o puma u oso’. En el aspecto morfosintáctico.- Uno de los procesos en el sistema de denominación toponímica de la lengua chacha fue la composición, es decir, unir las categorías de nombre más nombre para formar topónimos. En el aspecto léxico.- Se encontraron denominaciones de la flora y fauna que pueden ser considerados de origen chacha. Su filiación es sustenta sobre la base de los rasgos gramaticales reconstruidos y los datos que se tienen de esta lengua. 55 1.7 Definición de términos básicos - La Onomástica.- La onomástica es la disciplina que estudia los nombres (propios), sean estos de personas o de lugares, tiene dos ramas: la antroponimia y la toponimia - Toponimia.- Es una disciplina que estudia los nombres de lugares o topónimos, su objeto es el estudio de los nombres geográficos y, por extensión, de los sistemas de denominación elaborados por los grupos humanos para asignar nombre a las entidades. - Topónimo.- Es el ‘nombre’ bajo el cual se puede identificar cualquier punto del espacio terrestre; pero, no sólo el mundo físico es denominado; algunas crean espacios ideales a los cuales nominan. - Alónimo.- Es un término usado para referirse a los 2 ó más nombres propios de una entidad geográfica. - Lingüística.- Ciencia que estudia el lenguaje y las lenguas. - Accidente geográfico.- Las entidades geográficas pueden ser naturales o parte de la creatividad cultural. - Duplete toponímico.- Cuando un lugar tiene dos, tres o más nombres - Étimo.- Es la información semántica original de una palabra o morfema - Etimología popular.- Son distintas versiones sobre un significado. - Exónimo.- Son aquellos topónimos que provienen de lenguas extranjeras o extranjerismos. 56 1.8 Alcances de la investigación Esta investigación servirá para fortalecer la lengua quechua en su variante del sur del Perú; nos dará a conocer la diversa tipología existente en el lugar, así la como constitución morfológica y semántica. Sus alcances son: Territoriales en el sentido de que la investigación trasciende a ciertos centros poblados del distrito de Huaccana que se beneficiaran con el conocimiento de la onomástica de los pueblos, lo que dará también un realce a la cultura quechua del sur del Perú. 1.9 Limitaciones de la investigación Como en toda investigación, en la presente tendremos algunas dificultades: Este tipo de investigación requiere una inversión de tiempo, y sobre todo absoluta dedicación. No existe fácil acceso al material bibliográfico sobre estudios topomásticos de nuestro país, más aun en Huaccana porque no hay estudios que se han realizado sobre el tema. El acceso a las fuentes en las diversas instituciones educativas es limitado por las normas particulares de cada una de ellas. El acopio de información toponímica in situ ha sido un problema que se ha podido resolver de manera parcial debido a que los informantes han sido escaso y nuestro corpus solo cuenta con cincuenta topónimos. 57 CAPÍTULO II PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 2.1 Planteamiento del problema Teniendo en cuenta que la toponimia constituye una actividad no muy difundida en nuestro país, podemos afirmar de modo categórico que no estamos preparados para desarrollar estudios toponímicos de los espacios geográficos. Si reconocemos en un determinado punto de la tierra hubo un asentamiento humano, debemos suponer que dichos pueblos por una necesidad de supervivencia y con el deseo de singularizar los espacios geográficos, pusieron un nombre a dichos lugares. Este hecho nos hace entender que los nombres topónimos tienen una importancia para los pueblos actuales. Debemos valorar los topónimos, y más lo nuestro, porque nos dice mucho de nuestras culturas ancestrales. La realidad nos muestra que en nuestra patria falta mucho por hacer. 2.2 Formulación del problema El Perú constituye un espacio geográfico ocupado por diversos grupos humanos con sus respectivas lenguas y culturas, es decir, es un país multilingüe y pluricultural. El distrito de Huaccana es un área situada en la región sur del Perú entre la provincia de Chincheros y Andahuaylas. En este lugar están asentados los hablantes de la lengua quechua y de la variedad quechua ayacuchana. Los estudios toponomásticas caracterizan a los topónimos como parte integrante de la historia de un grupo humano y forma parte de la identidad de los distintos pueblos de nuestro 58 país. Los topónimos son testimonios de la lengua usada y también indican datos de la historia poblada y la organización social de un pueblo, así como nos da pautas y rutas a la relación del hombre con el medio ambiente. Aun no hay un trabajo lingüístico serio sobre la toponimia de Huacana; por tal razón; consideramos que un estudio de toponimia acerca de una zona del sur del Perú contribuiría con el conocimiento de varios aspectos de la lengua de Huccana. Lo considerado arriba nos conduce a plantear las siguientes interrogantes: ¿Cuáles son las características morfológicas de los topónimos del distrito de Huaccana? ¿Cómo se clasifican los topónimos del distrito de Huaccana? 2.3 Objetivos de la investigación Determinar cuáles son las características morfológicas de los topónimos del distrito de Huaccana. Describir cómo se clasifican los topónimos. Determinar los elementos naturales y culturales que motivan la denominación de los topónimos de Huaccana. Hipótesis La morfología de los topónimos de Huaccana tiene una composición morfológica peculiar debido a la fusión de las lenguas española y quechua. 59 Los topónimos del distrito de Huaccaana en su mayoría son de origen quechua y español y son signos motivados por elementos naturales y culturales. 2.4 Justificación La investigación está en relación con la especialidad de los investigadores; además que constituye un aporte a la educación regional, que permitirá hacer pervivir la lengua materna, la cual está desapareciendo como producto de la alienación constante. 2.5 Viabilidad El trabajo es viable en el sentido que nosotros contamos con la autorización de las diversas poblaciones que constituye la provincia de Chincheros, y que, además los integrantes pertenecemos a la localidad de estudio. Así mismo, es viable este proyecto de investigación dado que servirá como aporte a las diversas instituciones educativas para promover la identidad cultural de nuestro pueblo y que nuevamente pondremos en vigencia el acervo quechua, que se ha fundido con el español y que ha dado como producto un topónimo singular diferente. 60 CAPÍTULO III METODOLOGÍA 3.1. Diseño de la investigación El diseño de esta investigación es fundamentalmente descriptivo-lingüístico porque trata de hacer un análisis de los topónimos de la provincia de Chincheros (Huaccana) y de dar una explicación de los procesos lingüísticos que operan ellos siguiendo los fundamentos teóricos de la lingüística y de toponomástica. 3.2. Contexto La historia de Huaccana forma parte de los antecedentes de la cultura Chanka, caracterizada por su espíritu guerrero y expansionista. En la actualidad, cumple un rol productivo; su relación con el entorno se concreta a través del intercambio comercial, con la ciudad de Andahuaylas y Ayacucho, constituyéndose en el mercado más importante para sus productos, especialmente del maíz. Su relación con la capital de la provincia de Chincheros es de carácter administrativa. La historia del Distrito de Huaccana se resume en las siguientes etapas: Ubicación Geográfica y Política : El Distrito de Huaccana se encuentra ubicado en el margen derecho de la cuenca del río Pampas, siendo sus coordenadas geográficas de 13º 23´ 02´´ latitud Sur y 73º 41´17” longitud oeste, del meridiano de Greenwinch. Políticamente se localiza en la Provincia de Chincheros, de la Región Apurímac. 61 Extensión y Altitud: El Distrito de Huaccana, tiene una superficie total de 472.12 Km2, que viene a ser el 37.86 % del territorio provincial. Su ámbito territorial está comprendido entre las altitudes de 1550 a 4200 m.s.n.m; y la capital del distrito tiene una altitud promedio de 3050 m.s.n.m. 3.3 Periodo Este trabajo de investigación se ha venido desarrollando desde agosto del 2013, y se culminó en abril del 2014. 3.4 Muestra - Uqiqaqa: se llama este lugar por el color de la ladera. - Iglisyachayuq: es una roca inmensa y tiene forma de una iglesia. - Aqumuqu: la tierra tiene un color amarillo y es arenoso, lugar tiene una forma de rodilla. - Muyunurqu: tiene forma de un huevo por eso se llama así. - Qantupata: es un lugar donde sale agua manantial es dulce parecida a agua mineral san mateo. - Chichir: es una quebrada manantial y existe bastantes arboles de chichir. - Paccochi: anteriormente allí vivían personas que tenían cabellos rubios. - Chulquni: es un lugar donde produce arto maíz de primera calidad, proviene de chukllu-choclo. - Pucamuqu: se llama este lugar por el color de la tierra rojizo. - Lambrasmunti: es un lugar que está lleno de lambras por eso se llama así. 62 - Qulpayuq: también se llama por la tierra medio plomo pero es salado. - Ranrapucru: es un lugar que tiene forma de un sartén y hay bastante piedras por eso se le llama así. - Moyaccasa: . Moya: muña . Ccasa: helada de la naturaleza Al pasar del tiempo todo esto se llegó a transformar y obtuvo el nombre de moyaccasa. - Huachubamba: es un pampa inmenso que tiene lagos pequeños, ahí pues hay abundancia de huapchwa. - Rarrawayqu: es una quebrada que tiene bastante piedras en al camino. - Palakti: es una quebrada que corre el agua. Pero por donde va el agua es pura piedra. - Pukaqucha: laguna de color rojizo, el agua tiene este color por la tierra. 3.5 Procedimiento de recolección de datos Para poder recolectar los nombres topónimos nosotros viajamos a la provincia de chincheros y entrevistamos a los comuneros, quienes son los únicos conocedores de los nombres de lugares. Consideraremos la observación para la constatación de las zonas geográficas de denominadas. 3.6 Análisis de datos El corpus que hemos estudiado son cuarenta y cinco palabras escogidos al azar de los nombres de los lugares geográficos y las características geomorfológicas. 63 1. Anori 2. Aqumuqu 3. Asnaq 4. Asnaq qullpa 5. Ayawiri 6. Chaqaqayuq 7. Chichir 8. Chikuruyuq 9. Chulquni 10. Huachupampa 11. Huallwawayqu 12. Huaqalinkus 13. Huarapari 14. Iglisyachayuq 15. Kinsapampa 16. kundurniyuq 17. Lambrasmunti 18. Liqlispampa 19. Maramara 20. Mullipata 64 21. Mullipunku 22. Muyaccasa 23. Muyun urqu 24. Paccuchi 25. Palakti 26. Pampas 27. Paqpayuq 28. Pucachili 29. Pukamuqu 30. Pukaqucha 31. Qantupata 32. Qullpapampa 33. Qulus: 34. Ranrahuayqu: 35. Ranrapucru 36. Sawri 37. Saywapata 38. Taytan urqu 39. Tinkiqucha 40. Toccsopampa 65 41. Uqiqaqa 42. Waqalinkus 43. Waraperos 44. Wayra 45. Wiskachayuq 3.7 Resultados De los análisis planteados de tipo clasificatorio nos da los siguientes resultados a. Topónimos de orientación y situación geográficas/ Orónimos 1. Aqumuqu 2. wachupampa 3. wallwawayqu 4. Kinsapanpa 5. Muyun urqu 6. Panpas 7. Pukamuqu 8. Qullpapanpa 9. Ranrawayqu 10. Saywapata 11. Taytan urqu 12. Tuksupanpa 66 13. Uqiqaqa 14. Ranrapukru 15. Maramara 16. Ayawiri 17. Muyaqasa 18. Warapari 19. Asnaq En conclusión: los nombres geográficos han aparecido en primera evidencia con diecinueve palabras compuestas, es la mayor cantidad de topónimos referidos los orónimos. b. Topónimos de origen fitotopónimos 1. Chaqaqayuq 2. Chichir 3. Chikuruyuq 4. Chulquni 5. Lanbrasmunti 6. Mullipata 7. Mullipunku 8. Paqpayuq 9. Pukachili 10. Qantupata: 67 11. Wallwawayqu Conclusión: la segunda mayor evidencia de los topónimos es la origen fitotopónimos como nos muestra la información corroborada. En total once nombres representan a este grupo. c. La cualidad de los topónimos (cromotoponimia, topónimos numéricos, la forma, el tamaño y otras). Paquchi Qulus Waqalinkus Waraperos Conclusión: de esta variedad hallamos cuatro. d. Topónimo de origen hidronímico Pukaqucha Tinkiqucha Anori Conclusión: los topónimos de origen hidrónimico solo presentan tres como observamos en el cuadro e. Topónimos de origen zootopónimos 68 kundurniyuq Wiskachayuq Liqlispanpa Conclusión: los de origen zootopónimos en el estudio solo presentan tres variedades f. . Toponimia del relieve: morfotoponimia y metáforas toponímicas Palakti: Asnaq qullpa Conclusión: en esta característica presenta dos elementos g. Hagiotopónimos Iglisyachayuq Conclusión: en la clasificación de los nombres hagiotopónimos solo verificamos uno, que refiere a lo religioso. 3.8 Discusión de los resultados Para realizar la discusión de los corpus analizados y clasificados hemos tomado la clasificación que hizo Díaz Alayón (l988, pp. 49-58), nos parece la mejor elaborada, él pone de manifiesto a 10 grupos, las cuales los consignamos de la siguiente manera: 69 1. Topónimos de origen antroponímico (referidos a los nombres de persona). 2. Hagiotopónimos (referidos a la vida religiosa y a los nombres de santos y advocaciones piadosas). 3. Topónimos de la historia y vida locales. 4. Fitotopónimos (referidos a la flora). 5. Zootopónimos (referidos a la fauna). 6. Topónimos de origen hidronímico (en relación con el agua). 7. Toponimia del relieve (morfotoponimia y metáforas toponímicas). 8. Topónimos de orientación y situación geográficas. 9. Topónimos de materiales. 10. La cualidad de los topónimos (cromotoponimia, topónimos numéricos, la forma, el tamaño y otras). En relación a esta clasificación nuestros resultados han sido arrojados a siete grupos. Que detallamos a continuación según la cantidad de elementos que contienen cada grupo en orden jerárquico. De mayor a menor. 1. Los Topónimos de orientación y situación geográficas/ los orónimos son nombres geográficos que han presentado la mayor cantidad de elementos en total diecinueve palabras compuestas. 2. Del segundo grupo que presenta mayor evidencia de los topónimos es de origen fitotopónimos como nos muestra la información corroborada. En total son once nombres representan a este grupo. 70 3. Sobre la toponimia de la cualidad de los topónimos (cromotoponimia, topónimos numéricos, la forma, el tamaño y otras presentan cuatro elementos. 4. Para los topónimos de origen hidrónimico sólo presentan tres elementos 5. La Conclusión de los topónimos de origen zootopónimos solo presentan tres elementos 6. En relación a la toponimia del relieve: morfotoponimia y metáforas toponímicas la en esta característica presenta dos elementos 7. Para la clasificación de los nombres hagiotopónimos sólo verificamos uno que se refiere a lo religioso. 3.9 Análisis morfológico y semántico En esta parte de la investigación detallaremos las estructuras morfológicas, sintácticas y semánticas de los topónimos que venimos estudiando. Estas son las diversas formas de las categorías gramaticales que adoptaron los topónimos del distrito de Waqana de la provincia de Chincheros, del departamento de Apurímac. a. Análisis morfológico 2. Anori. Añuriy verbo lexema: añu, dulce(adj); -ri, empezar a; -y, imperativo. 3. Aqumuqu Compuesto por lexema aqu (s): arenal, muqu (s), prominencia. 4. Asnaq Lexema asna (s), aspestar; –q, agentivo 71 5. Asnaq qullpa Lexema asna (s), aspestar; –q, agentivo y qullpa (s) salitre 6. Ayawiri Lexema ayawiri (s) lugar astronómico 7. Chaqaqayuq Chaqaqa (s) sustantivo; -yuq, el que posee. 8. Chichir Lexema Chichir (v) retoñar 9. Chikuruyuq Lexema chikuru (s) tubérculo similar a la papa; -yuq, el que posee. 10. Chulquni Lexema chulqu (s) choclo, -ni sufijo de actor verbal produzco choclo 11. Huachupampa Lexema Wachu (s), camellón; panpa (s) planicie, plano 12. Huallwawayqu Wallwa (s) planta; wayqu (s), quebrada. 13. Huaqalinkus Lexema waqalinku (adj) llorón; sufijo –s, dicen que 72 14. Huarapari Lexema Wara (s) abeja oriunda, pari (adj.) zona caliente. 15. Iglisyachayuq Lexema iglisya (s), sufijo –cha-, afectivo; - yuq, el que posee. 16. Kinsapampa Lexema kimsa (s), tres; lexema panpa (s) planicie o plano 17. Kundurniyuq Lexema kuntur (s) cóndor; ni auxiliar sin significado; -yuq, el que posee. 18. Lambrasmunti Lexema lambras (s), aliso; lexema munti (s) monte 19. Liqlispampa Lexema liqlis (s), ave andina; lexema panpa (s), llanura planicie. 20. Maramara Mara (s), batán; maray (s), batán 21. Mullipata Lexeme mulli (s), sustantivo; pata (s) colina. 22. Mullipunku Lexema mulli (s), molle; punku (s), puerta 73 23. Muyaccasa Lexema muya (s), jardín; qasa (adj.), lugar helada, o helada 24. Muyun urqu Lexema (adj) su alrededor; urqu (s) precipicio, peñasco 25. Paccuchi: Lexema paqu (adj.), castaño; sufijo –chi; hacer o convertir en 26. Palakti Palakti (s), piedras planas y grandes 27. Pampas Lexema panpa (s), superficie plano, sufijo –s, dicen que, información no corroborado por el hablante. 28. Paqpayuq Lexema paqpa (s), maguey, cabuya; sufijo –yuq, el que posee. 29. Pucachili Lexeme puka (adj.) Colorado, lexema chili (s), flor 30. Pukamuqu Lexema puka (adj.), rojo; muqu (s) protuberancia 31. Pucaqucha Lexema puka (adj.), rojo; lexema qucha (s), laguna 74 32. Qantupata Lexema(s) Flor; lexema (s), colina o mirador 33. Qullpapampa Lexema qullpa (adj) salado; panpa (s), planicie o plano 34. Qulus Lexema qulu (adj.) corto; sufijo -s dicen que, información no corroborado 35. Ranrahuayqu Lexema ranra (s), pedrogoso; wayqu (s), quebrada 36. Ranrapucru Lexema ranra (s), pedrogoso; lexema pukru (s), hoyada 37. Sawri Lexema Sawarillay (adj.) color de la oca 38. Saywapata Lexema saywa (s), hito; pata (s), mirador, colina 39. Taytan urqu Lexema taytan (adj.), su padre; urqu (s), cerro, peñasco 40. Tinkiqucha Lexema Tinki (v), unir; qucha (s), laguna, lago pequeño 75 41. Toccsopampa Lexema puspu (s), habas sancochada; lexema panpa (s), planicie, pampa 42. Uqiqaqa Lexema uqi (adj), gris; qaqa (s), barranco, peña 43. Waqalinkus Lexema waqalinku (adj) llorón, sufijo –s, dicen que, información no corroborado 44. Waraperos Lexema warap- (s), bebida de alguna fruta, hervida, sufijo –eros castellano 45. Wayra Lexema (s), viento, aire 46. Wiskachayuq Lexema wiskacha (s), viszcacha; -yuq, el que posee 76 b. Análisis semántico Pampas: La palabra pampas es nombre quechua que significa “Lugar plano o planicie” sin mucha pendiente. Está formado un lexema raíz “panpa” sustantivo y sufijo “-s” significa “dicen que es”. Por estas acepciones el río Pampas tiene esas características, su ancho es de un promedio de 45 metros y no tiene mucho caudal, sus aguas se desplazan muy despacio por el lugar planicie, y es por eso, que no permite discurrir sus aguas con rapidez. Ranrawayqu: La palabra ranrawayqu está compuesta de dos términos quechuas ranra que significa “zona pedregosa” y la otra wayqu que significa “quebrada”, zona ubicada entre dos cerros separado por un río. El nombre que proviene de este lugar son por los elementos que aparecen. Chichir: La palabra Chichir es nombre quechua que significa renuevo. Vástago que echa la planta después de podada o cortada. Este lugar es un manantial de donde sale mucha cantidad de agua para dar origen a un río, es una zona de humedad; por eso, crecen bastantes árboles y está razón es denominado con el nombre de chichir. Palakti: La palabra Palakti es de origen quechua que significa “piedra plana”. Esta zona tiene un área geográfica de piedras planas e inmensas que se hallan dentro de una profundidad de 50 cm bajo tierra; entonces, por esta descripción el río se llama palakti. 77 Asnaq qullpa: La palabra asnaq qullpa son dos términos quechuas asnaq es un adjetivo que “significa hediondo, el que despide mal olor” y qullpa significa “salitre o cualquier sustancia salina que aflora en tierras y paredes”. Por presentar estas dos características de la naturaleza, el río se llama asnaq qullpa. Pukaqucha: La palabra pukaqucha son dos términos quechuas que están formados por un adjetivo puka que significa rojo y qucha un sustantivo que significa laguna o lago pequeño con agua empozada. Este laguna tiene como nombre pukaqucha, porque la tierra es de color rojo por lo tanto el agua también es color de la tierra. Qantupata: Palabra formada por dos palabras quechuas Qantu Kantuta. Cantuta, clavellina. Flor tricolor.” Y Pata “qantus, qantu. (<Q-A). s. adj. significa “sitio elevado, alto, elevado, superior o arriba. Pata. adv. Encima. Más arriba. Pata. s. Orilla. Borde, canto, margen, ribera”. Esta toponimia es el nombre de laguna que se llama qantupata por las razones que se han expuesto, en este lugar existe una gran cantidad de qantus y sirve como mirador al pueblo. En épocas de la lluvia se acumula agua en el lugar mencionado por eso se mantiene húmedo y producen las flores en mención. 78 Huachupampa: La palabra wachupanpa proviene de dos nombres quechuas wachu s. que significa Camellón. Caballón, lomo de tierra entre dos surcos. Wachu sustantvo que significa hilera, raya. Señal larga y estrecha en algún cuerpo. Y pampa. Sustantivo que significa llanura, terreno uniforme y dilatado, sin altos ni bajos pronunciados. Huachupampa es una laguna que se ubica en las alturas de forma plana entre dos surcos, también existe una gran variedad de aves silvestres llamados wachwas. Kinsapampa: La kinsapanpa es una palabra quechua que está formado por un adjetivo numeral Kimsa que significa “tres” y pampa un sustantivo que significa llanura, terreno uniforme y dilatado, sin altos ni bajos pronunciados. El nombre alude a zona pampa inmensa que está dividida en tres partes, en ella se encuentra una laguna, por estas tres divisiones se llama kimsa pampa por la característica geomorfológica. Anori Es una palabra quechua que probablemente haya cambiado de morfema /ñ/˷ /n/ y sería añuri que significa añu. s. Tubérculo de la familia de las tropoleas, algo semejante a la oca y se suele comer hervido o asado después de endulzarlo por asoleamiento. Por semejanza a lo dulce del agua tenga este nombre 79 Huarapari Aquí podemos tener dos versiones una decir, que la palabra haya sufrido una metátesis y quedado como Warapu bebida que se hacía de maguey y la terminación de –eros de hacerse o convertirse en embriagados del sufijo castellano. Por eso tomaría el nombre de Waraperos lugar, en donde se toma bebidas alcohólicas. Porque según las informaciones orales antiguamente este lugar era desierto y cada tiempo se reunían los comuneros de dicha época en donde tomaban varios días hasta emborracharse. Y la otra versión que daremos, es una zona desértica que tiene la característica de ser pari adjetivo que significa caldeado, da. Objeto o sitio muy caliente y que esté habitado por los wara sustantivo que significa abeja, insecto himenóptero o abeja nativa. Esta acepción nos parece más coherente. Toccsopampa Esta palabra de dos términos quechuas tuksu que haya cambiado por Puspu y su significado sea habas tostado y sancochado. Pampa un sustantivo que significa llanura, terreno uniforme y dilatado, sin altos ni bajos pronunciados. Según el informe oral en los tiempos antiguos en esta zona producía gran cantidad de habas y en época de cosecha la gente cocinaba en cantidad el famoso puspo. Luego de transcurridos muchos años y crecía la población el término sufrió un cambio de tuksu a puspu. Pampa viene pues el mismo lugar era un lugar plano. Al pasar del tiempo oficialmente se quedó con el nombre de Toccsopampa. 80 Uqiqaqa: Esta palabra está formado por dos nombres quechuas un adjetivo numeral uqi que significa “gris plomo” parecido a la piel de venado. Y un sustantivo qaqa que significa barranco, abismo y peñasco. El lugar toma el nombre de uqiqaqa por presentar estas dos características importantes. Iglisyachayuq: Esta palabra es una fusión de la palabra castellana Iglesia quechuisado “iglisya”, se sabe que en runasimi no hay diptongo por tal motivo se incrustó la semiconsonante “y” entre las vocales para romper el diptongo y el sufijo “-cha” es afectivo diminutivo que significa – ita y el sufijo “-yuq” significa el que posee tal cosa. En este lugar se halla una piedra inmensa que tiene la forma de una torre de iglesia por esta razón los pobladores de la zona les ha adjudicado el nombre a la zona lugar que tiene una torre de una iglesia. Aqumuqu: Palabra aqumuqu está compuesto por dos términos quechuas aqu sustantivo que significa “arena o lugar árido” y muqu sustantivo que significa coyuntura, protuberancia. Nudo. Anudamiento. Entonces el nombre de este lugar surge de la forma que tiene la montaña como cúspide y ovalada que se asemeja a la rodilla doblada y dentro de esta protuberancia existe arena. 81 Muyun urqu: Palabra que está compuesto por términos quechuas, muyun adjetivo que significa circunferencia o giro completo o dar vueltas un cuerpo alrededor de su eje. Y urqu sustantivo que alude a una montaña o cerro. Este lugar toma el nombre por asemejarse a una cúspide cuya forma es ovalada que se asemeja a un huevo. Por estas cualidades de tener una vuelta completa en circunferencia se llama muyun urqu. Paccuchi: Palabra compuesta de un morfema lexical y un sufijo Paqu es adjetivo que refiere a un castaño gris y un sufijo “-chi” que significa hacer, y probablemente también se haya apocado “-y” que significa mandato, un imperativo. Este lugar toma el nombre de paquchi porque según las versiones orales de la comunidad, anteriormente aquí vivían personas que tenían cabellos rubios y de color gris que se parece a los pelitos de un choclo listo para ser cosechado. Por eso, la población puso el nombre Paccochi a este lugar. Chulquni: Palabra quechua chulqu sustantivo que significaría choclo y un sufijo de actor verbal de primera persona “-ni” que convierte a la palabra quechua en verbo que significaría produzco choclo. Es una tentativa afirmar el nombre por las características que presenta la zona como productora de primera calidad de una variedad de maíz en abundancia. 82 Pucamuqu La palabra Pukamuqu es una palabra quechua que está compuesto de un adjetivo puka que significa color rojizo o colorado y el sustantivo muqu significa coyuntura, protuberancia, nudo, anudamiento. Esta montaña presenta una cúspide ovalada que se parece a la rodilla doblada y presenta un color parecido al color del huevo colorado. Por esta razón, el lugar se llama Pukamuqu por presentar estas dos características de la naturaleza. Lambrasmunti: La palabra Lambrasmunti es una palabra compuesta de sustantivo lambras que significa aliso y otro sustantivo “monte”, préstamo del castellano que se ha fusionado para formar la palabra Munti quechuisado. Este lugar es una montaña lleno de árboles de aslisos, planta que crece en los humedales de la tierra, se parece a la planta de la palta. Esta parte de la tierra es la zona favorita donde abundan los lambras, asemejándose a la selva peruana por la presencia de sus árboles. Muyaccasa Palabra Muyaqasa está compuesta de dos términos quechuas: Muya sustantivo que significa huerta frutal o Huerta pequeña y qasa sustantivo que significa helada, congelación por la baja temperatura. Escarcha. Rocío congelado. Rocío. Gotitas menudas de lluvia condensadas en las mañanas o en las noches sobre las plantas, pero no congeladas. Esta zona es llamada como jardín de la escarcha o rocío por tener esta característica. Este lugar se encuentra en las montañas donde cae bastante helada es una zona de la puna, casi todo el tiempo está cubierta de la helada por eso se llama así. 83 Qulus: Esta palabra probablemente haya sufrido lateralización del fono /r/˷ /l/, si fuera así la palabra sería quru adjetivo tiene varias acepciones: 1. Mocho, -cha. Sin punta o remate. 2. Qhuru adjetivo cortado, -da, desmochado, mutilado, tronchado. 3. qhuru adjetivo que significa chamorro, -rra. Cabeza trasquilada. A los pobladores de una comunidad llamada Simpe se les conoce con el apodo de qulus. Waqalinkus: Esta palabra está formada por un lexema Waqalinku que significa llorón y un sufijo “-s” que “significa dicen que” aduce una información no comprobada por el hablante. Para nuestro estudio se les ha puesto de apodo de waqalinkus a pobladores de una comunidad que se llama Kunyaq, aducimos que en esta zona deben ser personas que siempre reclaman por cualquier cosa. Taytan urqu: Esta palabra Taytan urqu es una palabra quechua que está formada por dos palabras: Taytan sustantivo que significa su papá, el quien manda o tiene dominio, y urqu sustantivo que significa montaña. La montaña en mención es la más sobresaliente del pueblo, donde los pobladores depositan sus confianzas para que cuidara a sus animales y haga producir bien las tierras de los cultivos, los pobladores de la zona hacen su paga al cerro una vez al año. 84 Pucachili Palabra quechua compuesto de dos términos puka adjetivo que significa “colorado o rojo” y chili sustantivo que significa flor. Según cuentan nuestros ancestros, anteriormente en este lugar existía en abundancia una flor llamado chili de color rojo; por tal razón se le denomina así a este lugar. Qullpapampa Es una palabra compuesta de dos términos quechuas: qullpa sustantivo que significa “salitre o cualquier sustancia salina que aflora en tierras y paredes” y panpa sustantivo que significa llanura, terreno uniforme y dilatado, sin altos ni bajos pronunciados. Por lo tanto, esta es una zona infértil por ser una zona salitrosa donde no crece nada ninguna vegetación. Saywapata Palabra compuesta por dos palabras quechuas: saywa sustantivo mojón, hito. Señal. Marca. También como sayway, verbo transitivo amojonar, señalar con mojones los límites de una propiedad. Sayway transitivo que delimitar. Plantar los hitos. Y pata sustantivo que significa colina o mirador. Por estas razones se llama con este nombre Ayawiri Esta palabra proviene de “aya usnu”, lugar de observatorio astronómico. 85 Maramara Es una reduplicación de palabra maray sustantivo que significa batán, piedra grande y plana sobre la que se muelen cereales u otros productos con el molejón de manos en forma de media luna. Según las informaciones orales de los pobladores en esta zona abundaban muchas piedras en forma de maray (piedra plana y grande). Es por esta causa que la zona ha tomado este nombre. Sauri Según los informantes en este lugar se producían los tubérculos oca llamado Sawarillay, al pasar el tiempo lo llamaron con el nombre de Sauri por producción de estos tubérculos. Cundurniyuq La palabra kunturniyuq está formado por un lexema quechua “Kuntur” sustantivo que significa cóndor y un sufijo “-ni-” sin significado que se coloca cuando las palabras terminan en consonante y un sufijo “-yuq” que significa dueño o el que posee. El lugar toma el nombre porque según cuentan los pobladores los cóndores venían desde lejos para aterrizar. Por eso, se le ha llamado el lugar que tiene o posee cóndores. Wiskachayuq Palabra quechua compuesto por un lexema Wiskacha sustantivo que significa vizcacha y sufijo “-yuq” que significa dueño o el que posee. Lugar donde abundaban las vizcachas, por esta razón los pobladores lo llamaron así. 86 Liqlispampa Palabra compuesta por dos palabras quechuas: “liqlis” aves que habitan las llanuras de las punas y “panpa” sustantivo que significa llanura, terreno uniforme y dilatado, sin altos ni bajos pronunciados. Lugar o pampa donde habitan las aves llamados liqlis. Huallwawayqu Palabra compuesto de dos términos quechuas: “Wallwa” sustantivo planta medicinal y “wayqu” quebrada o ladera de los cerros. El nombre se origina por la presencia de los árboles medicinales llamada Wallwa que se ubica en las faldas de los cerros por donde discurre un riachuelo. Chikuruyuq Chikuru sustantivo planta comestible que se halla en abundancia bajo tierra y contiene unas papas que se come. Y el sufijo “-yuq” que significa el que tiene o posee, o es dueño de. Por tanto, el nombre el lugar donde existe o crece el chikuru. Ranrapucru Palabra quechua compuesta de dos sustantivos “ranra” que significa sitio cubierto de piedras sueltas o lleno de piedras y tiene la forma a base de huevo y “pukru” sustantivo hoyo, hueco en una superficie. El nombre de la laguna surge por la forma de recipiente y ubicarse en la una hoyada. 87 Tinkiqucha Palabra quechua compuesta de un sustantivo “t'inki” que significa unión. Enlace de dos cosas y “qucha” laguna o manantial. La causa del nombre es la forma como las lagunas se hallan en unión como dos ollas en la fogata. Mullipata Palabra quechua formada por dos palabras mulli sustantivo que significa planta de molle y “pata” sustantivo como colina o mirador: Esta zona es un mirador lleno de arboles de molle. El nombre se basa por esta razón. Mullipunku Palabra compuesta por dos sustantivos quechuas “mulli” que pasa al castellano como molle “punku” significa puerta. Para el estudio es una entrada a un lugar de descanso de animales y ahí existen bastantes árboles de molle. Chaqaqayuq Es producto de un sonido onomatopéyico “chaq” “chaq” cuando las hojas de los árboles caen al suelo al pisarlos se produce este sonido. Y el sufijo “-yuq” es que el posee o es dueño. Pero también al árbol que contiene estas hojas lo llaman chaqaqa y existe en 88 abundancia en el lugar. Por ello, sería el lugar de los árboles chaqaqa que caen al suelo sus hojas producen el sonido chaqaqay. Huaqalinkus Waqalinku adjetivo quechua que significa llorón y un sufijo “-s”, información que no le consta al hablante. Según la tradición oral en parte del espacio geográfico las personas se iban llorando. Asnaq Adjetivo quechua compuesto de un lexema “asna” que significa olor hediondo y un sufijo “-q” que significa el que o la que. Su característica de esta zona es por la expide un olor fuerte desagradable. Paqpayuq Palabra quechua que alude a una planta de “cabuya o maguey” sustantivo y un sufijo posesivo “-yuq” significa el que posee. 89 CONCLUSIONES Los topónimos del distrito de Huaccana son aproximaciones a los nombres y existe una relación intrínseca. La relación con los nombres de los lugares en estudio; asimismo, se ha podido comprobar que los nombres de los lugares están determinados por hechos históricos, políticos y sociales. Hemos comprobado a través del idioma y la cultura que los lugares que hemos mencionado contienen la forma y elementos que mencionan los topónimos. Los nombres de los lugares en la mayoría de los casos no han sufrido distorsión de elementos, solo se ha castellanizado en su escritura. Por lo tanto, son nombres originarios de nuestra cultura. De los cuarenta y cinco términos estudiados, dieciocho pertenecen al origen de los topónimos de orientación y situación geográficas en combinación con los fitotopónimos. A través del estudio percibimos el modo como nuestros antepasados y nosotros como continuadores de la cultura creamos nombres. 90 En cuanto a los todos los nombres toponímicos, el noventa y nueve por ciento (99%) son nombres originarios y el uno por ciento (1%) nombres como préstamos del castellano. Las formas como se ha puesto los nombres es de tradición andina, el conocimiento de la geomorfología, sus cualidades y elementos existentes de la zona propiciaron para colocar los nombres. También se comprobó que los topónimos en su mayoría son sustantivos compuestos y adjetivos y sustantivos, y en menor cantidad lexemas con sufijos. Con el compromiso de seguir abordando el tema de la toponimia de nuestros pueblos como elemento que identifica a la cultura andina. 91 RECOMENDACIONES Hacer investigaciones de tipo etnográfico para asumir la identidad lingüística y cultural de los pueblos originarios de nuestro territorio. Proponer a las autoridades de la zona para que soliciten estudios lingüísticos relacionados con el cien por ciento de la toponimia del lugar, a través de la Universidad José María Arguedas de Andahuaylas, departamento de Apurímac. Incentivar a los docentes de los niveles de primaria y secundaria para que en su quehacer educativo utilicen la toponimia del lugar con la finalidad de acrecentar la identidad cultural del distrito de Huaccana. 92 Referencias Camps, A. y Noroña, M. (1984).Apuntes para la investigación toponomástica. Anuario L/L Nª Instituto de literatura y lingüística de la academia de Ciencias de Cuba. Cuba. Caillavet, C. (1983).Toponimia histórica, arqueológica y formas prehispánicas de agricultura en la región de Otavalo- Ecuador. Bull. Inst. Fr. Et. And. Cerrón, R. (1983). Guía para estudios de toponimia. Lima: CILA-UNMSM. Chávez, A. (2003). La toponimia en la zona andina de Ancash con especial referencia sobre el topónimo Shiqui. UNMSM. Lima- Perú Dubois, J. y otros (1986). Diccionario de lingüística. Madrid: Alianza S.A. Ezpinoza, M. (1973) Toponimia quechua en el Perú. Lima – Perú: Centro de Estudios Histórico-Militares Ezpinoza, M. Tesis Toponimia de Rodos Qeropalca (Lauricocha – Huanuco) Fernández, E. (1986). El pensamiento Ashaninka y los recursos naturales. Anthropológica Nº 4. UPC. 93 Langlois, L. (1939) Utcubamba, investigaciones Arqueológicas en este valle del departamento de Amazonas (Perú). Lima Romaní, M. (2004). Tesis: Toponimia en el Gran Pajonal con especial atención a los Topónimos de Afiliación Ashaninka. UNMSM. Lima- Perú. Valqui, J. (2004). Tesis: Reconstrucción de la Lengua Chacha mediante un estudio toponímico en el distrito de la Jalca Grande (Chachapoyas-Amazonas). UNMSM.Lima- Perú Zevallos, J. (1944). Toponimia Preincaica en el norte del Perú. Universidad Católica LimaPerú: Estudios Yungas Podólskaya, N, M. (1978). Diccionario de la terminología onomástica rusa: Moscú Solís, G. (1997).La gente pasa los nombres quedan. Lima: Lengua y Sociedad. 94 Anexo 95 Anexo 01 96 Anexo 2 Información de la provincia de chincheros La provincia de Chincheros ubicada en el departamento de Apurímac está situada sobre la margen del río Chincheros, que es uno de los afluentes del río Pampas. La provincia tiene una extensión de 1 242,33 kilómetros cuadrados y se divide en ocho distritos: Chincheros AncoHuayllo Cocharcas Huaccana Ocobamba Ongoy Uranmarca Ranracancha 97 Distrito de Huaccana Es uno de los ocho distritos de la Provincia de Chincheros, ubicada en el departamento de Apurímac, bajo la administración del Gobierno regional de Apurímac, en el sur del Perú. El distrito fue creado mediante Ley del 12 de junio de 1985 durante el segundo gobierno de Fernando Belaúnde Terry. Huaccana se considera la capital de la cultura Chanka. - Idioma oficial: español - Co- oficiales: quechua - Población: 9200 hab. - Superficie: 472, 12k2 Foto del distrito de Huaccana 98 Pucachili Anori 99 Miskiqucha Uqiqaqa 100