07 7DM850 EDITORIAL.indd

Transcripción

07 7DM850 EDITORIAL.indd
EDITORIAL
Mujeres y medicina, una relación imparable
ace poco más de 130 años una joven barcelonesa vio cumplido su sueño de convertirse en
médico. Dolors Aleu fue la primera licenciada en Medicina de España, un logro que alcanzó enfrentándose a muchos prejuicios existentes en su época, no solo respecto al ejercicio de
la medicina por parte de las mujeres sino a su desarrollo profesional en cualquier ámbito.
H
Ser atendidos
por una mujer
en la consulta
tal vez causara
sorpresa
–incluso
rechazo en
algunos casos–
hace cinco o
seis décadas,
pero hoy día es
lo más habitual
La presencia de mujeres en las facultades de medicina siguió siendo anecdótica durante muchos años. En la segunda mitad del siglo XX comenzó a ser más habitual y, con la masificación
en las universidades de los años ochenta, la feminización de la profesión médica tomó un enorme impulso que ha continuado creciendo hasta nuestros días. Actualmente, la proporción de
médicos varones y mujeres se está equilibrando, pero se prevé que dentro de pocos años alrededor del 70% de los facultativos del país serán mujeres. De hecho, ya representan el 65%
de las que se licenciaron el año pasado y el 69% de las que se matricularon en la carrera. En
especialidades como atención primaria hay más doctoras que doctores (60 frente a 40%), y
aunque en los hospitales sigue predominando la mayoría masculina frente a la femenina (75
frente a 25%), hay especialidades en las que el predominio de mujeres es abrumador, como
pediatría u obstetricia y ginecología, donde ronda el 85%. Asimismo, las mujeres se han concentrado en especialidades relacionadas con laboratorios –microbiología, hematología, etc.– y,
por el contrario, su porcentaje es bastante inferior en las especialidades quirúrgicas, una tendencia que se observa en la mayoría de países de nuestro entorno.
Ser atendidos por una mujer en la consulta tal vez causara sorpresa –incluso rechazo en algunos casos– hace cinco o seis décadas, pero hoy día es lo más habitual. Algunos estudios realizados demuestran que la satisfacción de los pacientes con sus doctoras es la misma o aún
mejor que con sus médicos varones.
Es interesante constatar que un estudio del Departamento de Salud Pública de la Facultad de
Medicina John Hopkins (Estados Unidos) ponía de manifiesto en 2002 una sensación más o
menos extendida, y es que, en comparación con los médicos varones, las mujeres tienden con
facilidad natural a la compasión y a la empatía en su relación con los pacientes. Otro trabajo
aparecido en JAMA el mismo año concluía que «las mujeres médicos utilizan, en general, un
estilo de comunicación más llano, cálido y afable, a fin de presentar las posibilidades terapéuticas de un modo más abierto y participativo». Nuestra entrevistada para este reportaje, Edelmira Domènech, declara que las mujeres suelen dedicar más tiempo a los pacientes que los
hombres. Obviamente, hay excepciones a la regla aplicables a ambos sexos, pero la idea general es que los pacientes parecen haber salido ganando con la feminización de la profesión.
Pero a pesar del equilibrio cuantitativo entre géneros, difícilmente se puede hablar de igualdad
total. Existe desigualdad en lo que se refiere al acceso de las mujeres médicos a los puestos
de mayor responsabilidad –solo el 12% de los cargos directivos en hospitales están ocupados
por mujeres–, siguen existiendo algunos obstáculos en el desarrollo de su carrera profesional,
la planificación de recursos humanos en nuestra sanidad tampoco parece haber tenido en muy
cuenta la creciente feminización de la profesión, puesto que las mujeres médicos, y una parte
de la población sigue opinando que ser mujer supone un obstáculo para la conciliación de la
vida familiar y profesional, un hecho que tal vez se acentúa más en la medicina respecto a
otras profesiones. De algunos de estos y otros temas trata el reportaje que tiene el lector a continuación. ■
7DM n.º 850 • Mayo 2013
07 7DM850 EDITORIAL.indd 7
7
23/05/13 13:07

Documentos relacionados