El hombre muera una vez

Transcripción

El hombre muera una vez
Cristo vive y Viene
El hombre muera una vez ...
Autor Efrain Araya
lunes, 14 de julio de 2008
Modificado el miércoles, 20 de agosto de 2008
EL HOMBRE MUERA UNA VEZ Y DESPUES EL JUICIO
(Hebreos 9: 27 – 28; 10: 5 - 14)
“Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,
así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin
relación con el pecado, para salvar a los que le esperan” Este es el comienzo del importante y solemne tema que
nos ocupará, puesto que nos habla de nuestro existir, de la eternidad, y del fin.LA MUERTE Y EL JUICIO ES EL FIN
DE LA CRIATURA DE DIOS. “Por tanto, de esta manera te haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer esto,
prepárate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel” (Amós 4: 12)Dios le está hablando en toda su Palabra al
mundo que ha caído, porque se ha unido por su pecado al enemigo de las almas, esto es a Satanás, dejando a su
Creador a un lado, y ahora, en la esclavitud del pecado, se debate confundido en su maldad.Pero es Dios, el que lo creó,
el dueño de su vida, y le ha determinado un tiempo para que se arrepienta, el tiempo que debe permanecer en este
mundo, para que vuelva en sí. “En su mano está el alma de todo viviente, y el hálito de todo el género
humano” (Job 12: 10)Por demás se esfuerza el hombre por vivir. Dios le ha prestado el cuerpo, su morada, para
que viva por un tiempo en el escenario de este mundo, y lo ha dotado de facultades para que pueda glorificarlo en su
permanencia en este mundo, pero después de ese tiempo que Él le definió, viene el fin y el juicio.“¿No es acaso
brega (breve) la vida del hombre sobre la tierra, y sus días como los días del jornalero?” (Job 7: 1)
Job está consciente de esta verdad, que sus días son contados, y su vida está en la mano de Aquel que es dueño de
ella, esto es Dios, por lo que clama su alma delante del Eterno:“Acuérdate que mi vida es un soplo, y que mis
ojos no volverán a ver el bien. Los ojos de los que me ven, no me verán más; Fijarás en mí tus ojos, y dejaré de
ser” (Job 7: 7 - 8)El hombre que ha vivido en este mundo, en sus deleites, tendrá que dar cuenta delante del ojo
escudriñador de Dios, respecto de lo que hizo con su vida. Sí, habrá un juicio, y para el pecador no salvado, este será
delante del gran Trono Blanco. “Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron
abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban
escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron
los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al
lago de fuego. Esta es la muerte segunda” (Apocalipsis 20: 12 - 14)En la porción bíblica que nos ocupa, el Espíritu
Santo nos dice:“Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por
segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan” (Hebreos 9: 28) Cristo, que nunca pecó,
murió una vez para llevar la maldad de los culpables, merecedores del juicio de Dios, y recibió en su alma y en su cuerpo,
el castigo que la raza humana merecía.
“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargo en Él, el
pecado de todos nosotros” (Isaías 53: 6)
El Salvador del mundo, que murió en una cruz, fue sepultado, pero resucitó al tercer día, y se sentó a la diestra de Dios
como el gran triunfador de la muerte y del pecado, y vendrá por segunda vez sin relación con el pecado, a buscar a los
que le esperan, como el vencedor de Satanás, y Señor de gloria.“Pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para
siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que
sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los
santificados”
(Hebreos 10: 12 - 14)Gloriosa verdad. El Salvador vendrá en las nubes a buscar a sus redimidos, a su Iglesia, para
estar para siempre con el Señor, porque Cristo cargó en la cruz del calvario el precio del juicio que merecían, y lo
contemplarán en la eternidad, al Cordero de Dios que dio su vida por ellos. El juicio de los creyentes cayó sobre el
Señor, porque Él llevó los pecados en su cuerpo sobre el madero. ¿Y qué será de ti, estimado lector, que caminas en el
camino ancho que te conduce a la perdición, solo, sin CRISTO Y SIN ESPERANZA?En la condición que estás, reconoce
tú pecado, ya que eres un pecador convicto. Arrepentido de tus culpas, confiésalas al Salvador, y Él que es lleno de
misericordia, te perdonará toda tú maldad.“Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis
transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmos 32: 5)
E. Araya G.
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Generado: 22 December, 2016, 04:54

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