¿cómo evaluar su ensilaje de pradera?

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¿cómo evaluar su ensilaje de pradera?
¿CÓMO EVALUAR SU
ENSILAJE DE PRADERA?
Sergio Iraira
siraira© remehue.inia.cl
Rodolfo Saldaña
rsaldana @ remehue.inia.cl
Evaluar la calidad de un ensilaje de pradera, permite
conocer el contenido de nutrientes del material
almacenado y la calidad del proceso de fermentación.
Este último es muy importante dado que afecta entre
otros aspectos el consumo del animal y por ende su
producción.
Dentro de los parámetros considerados en una
evaluación básica de ensilajes está el contenido de
materia seca (m.s.), proteína cruda o total (PT), energía
metabolizable (EM), nitrógeno amoniacal (N-NH3),
cenizas y acidez (pH).
En el Cuadro 1, se presentan las distintas categorías
de calidad para ensilajes de pradera, considerando sólo
los resultados obtenidos en un análisis básico.
El contenido de materia seca es importante de conocer
para la formulación de la ración y para determinar su
consumo real. Los ensilajes de corte directo,
provenientes de cosechas en estado inicial de
espigadura, contienen entre un 16 y 21% de materia
seca. En el caso de ensilajes premarchitos, el contenido
de materia seca puede estar entre 25 y 27%. En la
medida que la planta madura, este porcentaje aumenta
en desmedro de los otros parámetros de calidad.
El contenido de materia seca afecta en forma
directa la fermentación del ensilaje, siendo el pH
uno de los
Foto 1. Evaluar la calidad del ensilaje de praderas es
fundamental para tomar decisiones futuras.
indicadores para evaluar la calidad de este proceso.
En la Figura 1, se presenta la relación entre el contenido
de materia seca y el pH requerido para lograr una
buena fermentación, lo que determina, en términos
generales, la calidad del ensilaje.
Cabe señalar que en la medida que aumenta el contenido
de materia seca del material ensilado, se reduce el
riesgo de una fermentación deficiente que pudiese
comprometer la degradación de las proteínas del
ensilaje. Al respecto, según la Figura 1, ensilajes con
materia seca mayor a 22% pueden presentar un pH de
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Informativo Remehue Nº 33
proporción de hojas. En este caso se
recomienda que el forraje se
premarchite para asegurar un buen
proceso de fermentación. De lo
contrario, aumenta la pérdida de
efluentes y se genera un ambiente más
favorable para el desarrollo de bacterias
(clostridios) generando una mala
fermentación.
Cuadro 1. Indicadores de calidad según análisis químico.
hasta 4,3 (Situación A) sin afectar la calidad de éste.
Por el contrario, forrajes con bajo contenido de materia
seca (15%) requieren un pH menor a 3,8 para
asegurar una excelente calidad (Situación B).
El contenido de proteína total, se obtiene a través de
la determinación del nitrógeno total de la muestra
multiplicado por 6,25. Sin embargo, se debe señalar
que en este análisis se incluye la proteína denominada
soluble, degradable y no degradable en el rumen y el
nitrógeno no proteico. Un buen nivel de proteína total
está entre 12 y 14%, pero puede llegar a un 17% si el
ensilaje proviene de un forraje tierno, con alta
El nitrógeno amoniacal representa la
calidad de la fermentación y la cantidad
de proteína que se ha degradado en
este proceso. Se expresa como
porcentaje del nitrógeno total. Se considera
como nivel adecuado hasta un 10%. Sobre este valor
se producen efectos negativos sobre el consumo
del ensilaje.
La energía metabolizable es aquella disponible para el
mantenimiento y la producción animal (leche y/o
carne). En el caso de los ensilajes se estima que un
nivel adecuado sería mayor a 2,5 megacalorías por
kilo.
La digestibilidad es la porción del forraje consumido
que realmente es utilizado por el animal. Su valor se
encuentra ligado al momento de corte del forraje.
Así una alta digestibilidad se obtendrá en forrajes
de corte temprano que presentan bajo contenido de
fibra y en la medida que el corte se retrasa, la
digestibilidad disminuye. Este parámetro es
importante ya que el aumento en una unidad
incrementará el consumo en 0,15 kg de
materia seca/vaca/día y la producción de
leche en 0,3 lt/vaca/día.
El valor D se refiere a la materia orgánica
que realmente se degrada y a partir de la cual
se generará la energía metabolizable. Un
nivel considerado como bueno es mayor a
62%. El valor "D" siempre es menor que el
de digestibilidad.
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