Conozca quienes han sido los Papas a lo largo de la
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Conozca quienes han sido los Papas a lo largo de la
7 Conozca quienes han sido los Papas a lo largo de la Historia Por José Humberto Reyes Burgos - Décima Primera Parte Landón (913- 914) Originario de la Sabina fue Papa durante pocos meses, desde julio del 913 hasta febrero del 914. En realidad, este es uno de los pocos papas de los que no se tiene ninguna información al respecto de su vida previa al pontificado ni durante este. Algunos historiadores suponen que Landón cedió a la forma corrupta y clérigo-aristocrática de gestionar el poder papal, hasta el punto de no necesitar la protección imperial ya que se protegía por si sólo portando armas o teniendo mercenarios a su servicio. Murió probablemente de forma violenta. Está enterrado en San Pedro, en las Grutas Vaticanas. Juan X (914 – 928) Nació en la provincia de Ímola en el año 860. Fue elegido Papa en el 914 con apoyo de Teofilaco y de su esposa Teodora. Se mantuvo muy activo en materia religiosa; a él se debe el haber superado el cisma de la Iglesia de Oriente y la Sede romana. En el campo político, cabe mencionar que coronó emperador en el 915 a Berenganio, con cuya ayuda promovió una liga contra los Sarracenos que invadían las tierras pontificias. Luego de ser expulsados estos invasores, fueron finalmente derrotados en Junio del 916. A Juan X lo hicieron prisionero luego de cesarlo del papado, por haberse enfrentado con Marozia y su marido Guido de Toscana, y se sospecha que su muerte fue causada por asesinato, posiblemente encargado por sus rivales; de lo que se tiene certeza, es que murió ahogado en el 928. Está enterrado en Letrán. León VII (939 – 942) Monje benedictino, nació en Roma. Fue consagrado Papa por voluntad de Alberico II que, bajo el pontificado de León y por obra pacificadora de Odón de Cluny, se reconcilió al rey de Italia Hugo, que había intentado reconquistar Roma con la fuerza y favoreció la reforma de las órdenes monásticas. León VII le apoyó en este proyecto y mandó a edificar nuevamente la abadía de San Pablo, los conventos de Santa Inés y San Andrea en Roma y los de Subiaco y Nepi. León VII murió en julio del 939 y su cuerpo fue sepultado en la basílica de San Pedro, en las Grutas Vaticanas. Esteban VIII (IX) (942 – 946) Romano de nacimiento, fue cura del título de los santos Silvestre y Marino ai Monti; en la política él también tuvo que ser objeto del poder de Alberico II, pero en su vida espiritual fue totalmente independiente. Siguió la obra monástica cluniacense en Italia y en Lorena. Persuadió a los barones franceses para que reconocieran como soberano al rey Ludovico IV, amenazándoles con excomulgarles. Murió en octubre del 942, y fue enterrado en la Basílica de San Pedro, dentro de las Grutas Vaticanas. Marino II (924 – 946) León VI (mayo – diciembre del 929) Los pontífices que sucedieron a Juan x fueron puestos en el poder papal de hecho, por voluntad de Marozia, hija de Teodora, dominadora y señora temporal de Roma que se había denominado “senatrix y patricia”. Leon VI nació en Roma; durante su breve pontificado se le reconoció como un hombre honrado, habiendo trabajado para acabar con las discordias que atormentaban a Roma. Apoyó ferozmente la lucha contra los Sarracenos y los húngaros. Escribió una encíclica a los obispos de Dalmacia para inducirlos a la obediencia de su primado Juan, arzobispo de Split. Murió en diciembre del 928; sus restos fueron depositados en las Grutas Vaticanas, en San Pedro. Esteban VII (VIII) (928 – 931) Él también llego al papado por voluntad de Marozia, y de inmediato se gano la imagen de “un papa fantorche en manos de una poderosísima mujer”. Marozia en realidad lo que quería era ver por su hijo Juan y el futuro de este en el trono, queriendo acabar con la monarquía feudal en Roma, y crear en su lugar un fuerte poder civil que anulara el poder de los papas. Sin embargo, su error fue el de utilizar como títeres a los papas, aun que su otro hijo, Alberio, aprendió de ello y no cometió tal equivocación; este último actuó en el terreno de una consciencia político ciudadana, relegando a los pontífices en el desarrollo de una mera actividad religiosa. Del papa Esteban VII se sabe muy poco. Se tiene conocimiento de que en su pontificado concedió notables privilegios a favor de algunos monasterios, y de que murió en febrero del 931, siendo enterrado en las Grutas Vaticanas. Juan XI (931 – 935) Gracias a las intrigas de su madre, Marozia, fue elegido papa en los primeros meses del 931, a la edad de 20 años. Marozia, al quedar viuda de Guido de Tozcana, se casó con su cuñado, Hugo, hermano de Guido, a la sazón del rey de Italia, ambicioso y corrupto como ella. Juntos ejercieron la tiranía en Roma, contando con el respaldo de Juan XI. Pero Alberico II, hijo de Marozia y su primer matrimonio, junto con Alberico de Spoleto, instigó al pueblo a sublevarse contra Marozia y Hugo, haciéndose aclamar como príncipe y senador, impidiendo así que las aspiraciones de su madre de ejercer el control sobre el Papado, Roma y sobre Italia se hicieran realidad. Juan XI también fue encerrado por alberico en una prisión y murió ahí en el año 935. Está enterrado en San Juan de Letrán. Papa romano, de él se sabe con certeza que obedecía ciegamente a Alberico, a quien le dejaba tomar las decisiones; pero además de eso, de este papa se sabe muy poco, pues ni siquiera se tiene registro de las obras relativas a la religiosidad hechas durante su pontificado. Bien pues, hay indicios de que prosiguió la obra de la reforma de la disciplina monástica, concediendo numerosos privilegios a favor de los monasterios de Montecassino y Fulda. En aquellos años Italia del norte se encontraba en una situación difícil producto del gobierno tiránico del rey Hugo. Marino II murió en la primavera del 946 y descansa en las Grutas Vaticanas. Agapito II (946 – 955) Ciudadano de Roma, se encontró en el centro de importantes cambios que en aquellos años se estaban produciendo a nivel político en Italia y en Europa. En el 950 murió Lotario, y a Berengario, rey de Italia, le hubiera gustado que la viuda de él, Adelaida, se casara con algún hijo suyo. Sin embargo, Adelaida se casó con Otón I que se hizo elegir rey de Italia, relegando a Berengario a una posición de vasallaje. En Roma Alberico II dominó todavía hasta el año 954 (año de su muerte), y pidió al Papa que su sucesor en el solio pontificio fuera su hijo Octavio. Al papa Agapito II no le gustaban ni las intrigas políticas ni los conflictos, por lo que no obstaculizó a Octavio. A su muerte, fue enterrado en San Juan de Letrán. Juan XII (Octavio) (955 – 964) Nacido en Roma, fue elegido Papa siendo muy joven; su ritmo de vida desordenada pronto fue calificado como “indigna de un pontificado”. En contra de Berengario II, pidió y obtuvo ayuda de Otón I, a quién coronó emperador en el 962, y a él dejó nuevamente el derecho de confirmación sobre la elección de los pontífices. Para liberarse después del exagerado dominio de Otón, Juan XII intentó acercarse a Adalberto, hijo de Berengario II, pero Otón acudió inmediatamente a Roma, en donde convocó a un sínodo que tenía como objetivo decidir en contra de Juan, que posteriormente fue sucedido por León VIII. Aprovechando el regreso a Alemania de Otón, Juan XII volvió a Roma, castigó a sus enemigos y al antipapa León. Está enterrado en San Juan de Letrán.