LAS DELICADEZAS DE JESÚS
Transcripción
LAS DELICADEZAS DE JESÚS
Apostolado de la Oración LAS DELICADEZAS DE JESÚS La verdad es que cada hecho evangélico nos pone ante los ojos un detalle de humanidad de Jesús. Podríamos fijarnos en alguno concreto, como botones de muestra. El día que Jesús llegó por primera vez a casa de Simón, la suegra estaba en cama con fiebre muy alta. Jesús la curó. Pero no fue sólo el poder. Fue la cercanía: “la tomó de la mano” (Mc 1,31). Todos comprendemos la diferente experiencia que sentimos si un médico se limita a ver la radiografía de cervicales, a que se levante de su sitio y nos palpe el punto concreto. El leproso se arriesga a acercarse a Jesús. Lo habría rechazado legítimamente cualquier persona por el peligro de contagio. Y por la misma ley. Jesús no lo rechaza; por el contrario “extendiendo su mano, le tocó” (Lc 5, 13). Que una era la curación de la enfermedad y otra la sanación que experimenta el hombre por sentirse persona, y persona bien tratada. Veía Jesús a las gentes que le seguían. Y sus sentimientos se vuelcan sobre ellos con una inmensa misericordia. ¿Por qué? No es la compasión que mira de arriba a abajo, sino del que ve a aquellas gentes “como un rebaño que no tiene pastor que le conduzca” (Mt 15, 32). Jerusalén –su clase religiosa dirigente y el mismo pueblo- se han empecinado en rechazar a Jesús. Donde debía empezar la salvación de Dios, se encierra en su caparazón impenetrable. Y Jesús la mira desde el monte de los Olivos y llora. Y no es el llanto del que es despreciado, sino el dolor de ver que “rechaza lo que le traía la paz, y no es capaz de descubrir” (Lc 19, 41). Quería Él –éste es el detalle de su ternurahaberla acogido como la gallina recoge a sus pollitos bajo sus alas…; ¡pero no ha querido ella. Junto al cepillo del Templo Jesús mira y va viendo las donaciones grandes de los pudientes. Pero se conmueve su Corazón cuando la viuda echa unos céntimos…, los que tenía para comer aquel día. (Mc 12, 44). Y se lo comenta con emoción a sus discípulos. Nos deja una radiografía de su Corazón en las parábolas de la misericordia (Lc 15). No sólo es recuperar la oveja, la moneda o al hijo descastado. Es cargar la oveja sobre los hombros, en su alegría o la de la mujer que encuentra su moneda. Es ese padre que llena de besos al hijo que vuelve harapiento, y que le hace un banquete de fiesta. Lázaro, su amigo, ha muerto. Jesús va a Betania. Salen a su encuentro las destrozadas hermanas del difunto. Y ante el llanto de María, Jesús solloza, se duele, no puede contenerse… Y cuando llega ante la tumba, rompe ya a llorar. (Jn 11, 35), de tal modo que las gentes del duelo acaban viendo “¡cuánto le quería!”. Ya el mes anterior paré la atención sobre Jesús ante la madre viuda de Naím cuyo hijo joven ha muerto. A Jesús se le enterneció el corazón (Lc 7, 13), y resucita al joven y tiene la delicadeza de llevarlo a su madre: “se lo entregó”. También referí el detalle con la niña de 12 años que ha muerto y Jesús la llama de nuevo a la vida. ¡Gran milagro! Pero el detalle es advertir a los padres “que le den de comer” (Lc 8,55). No se les había ocurrido a sus padres, emocionados con reencontrar a su hija con vida. Lo están crucificando a golpe de martillo, y no son los soldados los más culpables. Sacerdotes y pueblo están ahí detrás como jauría feroz. A Jesús no se le ocurre otra cosa que: perdónalos; Padre, porque no saben lo que hacen”. (Lc 23, 34). Todo esto y los innumerables otros detalles del Evangelio no son simples historias viejas, no son lecturas piadosas. Jamás son “cosas conocidas de memoria”. Cada una es una invitación clamorosa a que nos detengamos…, nos adentremos meditando. Porque siempre está detrás ese maravilloso gesto de ternura de Jesús. Con estas pinceladas rápidas pretendo “abrir boca”. Si ahora no se traduce en una ilusión de buscar cada cual detalles del Evangelio, habría sido una pena perder la ocasión. GRUPO DE LA IGLESIA DEL SAGRADO CORAZÓN Málaga Boletín nº 12 Junio 2010 MES DEL SAGRADO CORAZÓN Dios, Padre nuestro: Yo te ofrezco toda mi jornada, mis oraciones, pensamientos, afectos y deseos, palabras, obras, alegrías y sufrimientos, en unión del Corazón de tu Hijo Jesucristo, que sigue ofreciéndose a Ti en la Eucaristía, por la salvación del mundo. Que el Espíritu Santo, que guió a Jesús, sea mi guía y mi fuerza en este día, para que pueda ser testigo de tu amor. Con María, la Madre del Señor y de la Iglesia, te pido especialmente por las intenciones del Papa y de nuestros Obispos para este mes. Fiesta: 11 Junio 2010 Cuadro pintado por el P. José Mª Linde S.I. Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío UN MES DE GRANDES FIESTAS Es cierto que hay años que van adelantadas y pueden caer en mayo, las fiestas de Pentecostés, Corpus y Sagrado Corazón. Pentecostés, eclosión de la Iglesia al consolidar el Espíritu Santo la obra de Jesús. El Espíritu revela lo que Jesús ha enseñado y nos conduce a la verdad completa. Corpus es como una necesidad que ha quedado pendiente en el año litúrgico: la fecha expresamente festiva de la Eucaristía. El Jueves Santo estaba muy ligada al sacrificio, la Pasión, su muerte. La última fiesta, la del Sagrado Corazón, tiene un origen histórico completamente ligado a la del Corpus. Sin entrar ahora en eso, yo diría que es el broche de oro de todo el período litúrgico basado en las fiestas de Jesucristo. Como el reventón que necesita dar el alma ante el amor de Jesucristo. La adoración pura del AMOR. La mirada focalizada en el AMOR DE DIOS. Y como, aun en el lenguaje popular, se identifica AMOR y CORAZÓN, la liturgia necesita también hacerlo. Con esta fiesta de amor, consagración e ilusión de poder hacer algo en el mundo en un proceso de conversión y purificación, la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús se hace punto final, y a la vez un modo de mantener nuestro sentimiento apegado todo el año al sentir del Corazón de Cristo y del amor de Dios. Ahí toma alimento la oración diaria con el Evangelio, siempre buscando descubrir lo íntimo de Jesús, y ser tocados por Él. +++++++++++++++++++++++++++++++++ INTENCIONES del mes. Hoy, para rondar la puerta de vuestro santo costado, Señor, un alma ha llegado, de amores de un muerto muerta. Asomad el Corazón, Cristo, a esa dulce ventana: oiréis de mi voz humana una divina canción. Muerto estáis, por eso os pido el Corazón descubierto, para perdonar despierto, para castigar dormido. Si decís que está velando cuando Vos estáis durmiendo, ¿quién duda que estáis oyendo a quien os canta llorando? Y aunque él se duerma, Señor, el amor vive despierto, que no es el amor el muerto, ¡Vos sois el muerto de amor! Que, si la lanza, mi Dios, el Corazón pudo herir, no pudo el amor morir, que es tan vida como Vos. Anduve de puerta en puerta cuando a Vos no me atreví; pero en ninguna pedí que la hallase tan abierta. Pues como abierta os he visto, a Dios quise entrar por Vos; que nadie se atreve a Dios sin poner delante a Cristo. Y aun Éste, lleno de heridas, porque sienta el Padre eterno GENERAL: Que instituciones nacionales y supranacionales se comprometan a garantizar el respeto que os cuestan, Cordero tierno, a la vida humana, desde la concepción a su fin natural. tanta sangre nuestras vidas. MISIONAL: Que las Iglesias en Asia, pequeña grey en medio de poblaciones no cristianas, comuniquen el Evangelio y testimonien con gozo su adhesión a Cristo. CONFERENCIA EPISCOPAL: El Congreso Eucarístico nacional produzca renovados frutos de amor a la Eucaristía, y todo nazca en Ella, como de su fuente, y tienda a Ella como a su fin. Rincón de Liturgia LAS PROCESIONES Me refiero a las litúrgicas y dentro de la MISA, aunque estén muy desvirtuadas en la celebración habitual.. Procesión DE ENTRADA, al EVANGELIO y en LAS OFRENDAS . Al final, la DE SALIDA. En lo diario, lo que practicamos habitualmente, PROCESIÓN DE LOS FIELES PARA LA COMUNIÓN. No es sólo “IR”, “acercarse a comulgar”. Es procesionar,…, es progresar hacia el encuentro con Jesús, caminar en busca suya, y lo que implica de mejorar, acercarse con el corazón y la limpieza de alma al que da la Vida. La procesión de LAS OFRENDAS, hoy reducida al símbolo (cuando se hace), tuvo su riqueza en la Iglesia primitiva, cuando los fieles que podían más, llevaban sus dones para ser repartidos con los menos pudientes (lo que le daba más sentido a la COMUNIÓN o comunicación de bienes. Los fieles reciben de pie la salida del Sacerdote al alta, o en el momento de retirarse. NO SE DEBE LLEGAR tarde a Misa, NI SALIRSE antes de que el Celebrante se retire a la sacristía. Al IR A COMULGAR, tendrá más sentido si se camina en fila con los otros fieles. Es “penoso” el defecto de aprovechar los laterales para llegar antes Y para el sacerdote es más forzada la postura al repartir la Sagrada Hostia. UN AÑO DEL BOLETÍN Nació con ilusiones, aunque titubeante. Con deseos de permanencia y con muchas dudas. El aspecto económico pareció que nos pararía en seco. Una tirada pequeña, como la que podemos necesitar, elevaba los costes. Recibimos empujones de ánimo desde muy variados puntos. Se vio alguna luz cuando se tantearon otras posibilidades, siempre en fotocopia.. Y ahí surgió el ofrecimiento generoso de quien se hacía cargo de conseguir que el Boletín saliera a imprenta por un precio módico…, que vino a ser tan “módico” que no hemos visto una factura… Y con una presentación tan esmerada y digna. El Corazón de Jesús pague como Él sabe hacerlo. APOSTOLADO DE LA ORACIÓN 4 de junio Coincide con el 2º día de NOVENA. No hay reunión. LO PREVISTO ES QUE LA PROCESIÓN salga de la Iglesia del Sagrado Corazón. Siempre convendrá cerciorarse de que será así. LA ESCUELA DE ORACIÓN 18 de Junio A las 5’30 de la tarde, en la Casa de los Jesuitas, con EUCARISTÍA. TEMA.: Mc 4, 1-20: El sembrador El Apostolado de la Oración es un camino hacia la santidad para el cristiano de hoy. Estamos para amar y servir a Dios en todo. Nuestra vida es un proyecto de edificación del Reino de Dios, haciéndonos conscientes del valor santificador y apostólico del trabajo cotidiano, como colaboración a la obra de Dios. Oración y servicio. “Haz nuestro corazón semejante al Tuyo” es la súplica sencilla que expresa el deseo más profundo que el Señor suscita en nuestro corazón: poder amar a Dios y a nuestros hermanos como Él nos ha amado. La unión al Corazón de Jesús no tiene otra finalidad que asemejarnos más a Él. En la Eucaristía hallaremos fuerza para toda la vida del espíritu de servicio, íntimamente identificados con los sentimientos del Corazón de Cristo.