los conflictos vinculares
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los conflictos vinculares
LOS CONFLICTOS VINCULARES EN EL ESCENARIO ESCOLAR. Lic. Adriana N. Fernández Especialización en Psicología Vincular. Introducción. Presentamos 3 núcleos de análisis para pensar los conflictos vinculares en el escenario escolar: • El agotamiento de las instituciones. • La violencia y el malestar educativo actual. • La ruptura de viejos lazos de la relación familia-escuela. Los vínculos • Vínculo es el término con el que denominamos la producción de relaciones “entre sujetos” • … Es en un vínculo donde se constituyen los sujetos, hacer con otro u otros, construir un lugar, habitar un espacio, el vínculo transita el camino del hacer, es darse mutua acogida, en este ir y venir, el movimiento como coproducción “entre dos”. • El vínculo no se piensa desde los extremos, se comienza por el medio, pensamos en un espacio ni de uno ni de otro, que ni enfrenta, ni confronta, sino que da lugar desde un encuentro, que permita una producción conjunta. El Agotamiento Institucional • En todos aquellos actores que comparten el espacio cotidiano de la escuela, se observan que padecen los efectos de un estado de agotamiento físico, emocional y mental, causado por estar involucrados en situaciones emocionalmente demandantes, marcas por la feroz competitividad e inseguridad, las exigencias del medio, los cambios permanentes, y estas experiencias de vida generan, angustia, agotamiento emocional, y factores de riesgo que ponen en jaque a los sujetos. Marcas apócales. • Formas de poder centradas en dispositivos de ordenación y enjuiciamiento, formas de vinculación ( miedos, desbordes, inmovilidad, infantilización, etc) • La lógica del mercado, que instala: - la fragmentación – la aceleración, -la inmediatez, -la dispersión, el desvanecimiento de los lazos sociales, y la exclusión del vínculo. • Los discursos hegemónicos instituidos en la escuela, son unificadores y remiten a las totalidades. • Los mandatos sociales y familiares,(entre lo establecido y lo deseado) dejaron ciertas marcas que afectan las relaciones con los otros. Transformaciones en la subjetividad • La subjetividad dominante ya no es la institucional sino es la massmediática, está atravesada por los medios, produce un nuevo sujeto: el consumidor. • La nueva dinámica social opera sin ligar sus términos, se desliga lo ligado y se fragmenta lo articulado. • El docente interpela al “ciudadano” de la modernidad y responde “el consumidor” de los tiempos del mercado. La subjetividad vincular. • El sujeto humano necesita ligaduras simbólicas, de estar inscripto y afiliado a “otros”, necesita tener unos lazos sociales que mantengan la pertenencia a ese vínculo. • Una subjetividad vincular reconoce que un sujeto deviene otro desde el vínculo con el otro. • Se trata de un más allá del sujeto (individuo), se redimensiona “la importancia del otro” como parte de la construcción de la subjetividad. ¿Qué desafíos se presentan? • La transformación del escenario de los vínculos y de la subjetividad infantil y adolescente. • Las instituciones no son fijas, están en movimiento, en construcción. Pensar el escenario escolar como espacio de posibilidades, ya no es preciso desligar, romper, destruir, sino ligar, afirmar, sostener, conectar. • Pensar en estrategias pedagógicas que respondan a las necesidades del sujeto y no a las necesidades institucionales. • Poner en juego en el vínculo maestro-alumno, el “deseo” de enseñar y de aprender. Pensar el deseo como producción de sentidos. • Trabajar sobre un vínculo que atiende “la singularidad” de los sujetos. Se trata de acotar la centralidad del yo y dar lugar al otro en la relación vincular- la alteridad (ponerse en el lugar del otro). • En el vínculo docente-alumno-otros, se pone en juego “el pensar con”, y “la hospitalidad”, se necesita recibir –ser recibido, dar–tomar, hacer juntos con… construir la confianza. La violencia y el malestar educativo actual. • Pensar el malestar educativo en sus dos dimensiones, una vinculada a factores de orden social-cultural-institucional, y otra dimensión vinculada a factores de orden psíquico. • Ambas dimensiones se encuentran hoy atravesados por el “riesgo de desligadura” (de exclusión). • Una de las formas contemporáneas del malestar radica, en la exclusión en el vínculo. Formas del malestar localizada en los vínculos • El sujeto se constituye como tal a partir de la vinculación con el saber que surge del entramado cultural, la precariedad en el vínculo con el conocimiento da lugar a relaciones conflictivas. • Esa relación vincular siempre requiere de un “otro”, los niños y adolescentes, necesitan adultos que les enseñen, los protejan, los amparen, dar el lugar de pertenencia que permite tejer las ligaduras del lazo social, y es donde se juega el papel de la educación y de los educadores. La crisis de la transmisión cultural afecta el vínculo docente -alumno • Nos encontramos hoy frente a una crisis de la transmisión cultural, agravada por el pasaje acelerado de las generaciones alfabéticas a las post-alfabéticas. • La construcción y producción en red modifica aspectos comunicacionales, lingüísticos y afectivos. • Se utilizan estrategias de enseñanza con un tipo de transmisión reproductiva, mecánica y desimplicada, que genera un desacople entre los discursos pedagógicos, mediáticos e informacionales. • El discurso mediático es un dispositivo con algún tipo de capacidad instituyente. La televisión es un nodo relevante que opera múltiples conexiones, y es para los chicos un operador que hace red. Los niños y los adolescentes son sujetos hiperconectados. La relación del docente con la clase. • Aquí se sostiene dos puntos importantes del vínculo, el reconocimiento del deseo (como sentido) de aprender y el poder (como potencia) de enseñar. Esto deja una marca muy importante, que tiene que ver con bloquear el deseo de aprender y confundir el poder de enseñar con dominación. • Pensar la escuela y la clase, es pensarla con movimiento, no es detenerse a pensar lo que sucede, sino “que está, en eso que sucede.” Pensar “lo situacional”, lo que implicaría salir de la lectura estructural. • Puede haber circulación de la información pero si no se modifica la posición subjetiva, no se produce un discurso vincular que habla de “nosotros”, solo encubre decir “yo”, dirigido a un “ustedes” con quien no hay vínculo, sino solamente una relación de autoridad. La violencia en las instituciones. Maltrato institucional • Cuando hablamos de violencia institucional hacemos referencia a las acciones basadas en la aplicación de coerción psicológica o de fuerza física, ejercida desde un lugar de mayor poder sobre personas que se encuentran en posición de vulnerabilidad e indefensión. • A nivel de la practica en las instituciones, hablamos de “otras formas de tormento social”, encerronas que se dan cada vez que una persona depende de algo o de alguien que lo maltrata o “distrata” negándolo como sujeto . • Comunicarse mediante el grito, instala de alguna forma “el malestar” donde se estarían activando mecanismos de maltrato. Los gritos, conllevan una forma de insulto, y estos son el síntoma de una violencia intangible, donde el “otro” pasa a ser tratado como cosa. • Lo humano es una cualidad en permanente estado de amenaza, es una cualidad que se puede perder, y esto sucede en el acto violento que despojamos al otro de sus cualidades humanas transformándolos en objetos. La violencia excluye del lazo vincular y social. • La violencia arroja al sujeto fuera del lazo social, que convierte al otro en pura amenaza, puro objeto, fácilmente eliminable, se excluye al niño, al adolescente de la trama vincular. • Pensemos “la violencia” no como si se tratara de alguna deformación que padecen algunos sujetos, sino las formas y los efectos sociales que la desencadenan. • La violencia en la escuela, pone de relieve una institución que continúa utilizando el viejo dispositivo disciplinario, que parece haber colapsado y el estallido de estrategias tradicionales de enseñanza. Banalización de la violencia. • La indiferencia, el conformismo son manifestaciones de la banalización de violencia: se intenta tornar común lo que es inhabitual. • Violencia en las aulas, en el hogar, niños con problemas de aprendizaje y de conducta, coloca el problema afuera (banalizar), protege ilusoriamente del efecto de alteración, impotencia, causado por las acciones violentas. • La banalización es imprimir a la vida diaria un signo de indiferencia y repetición. Pensar estrategias para transformar las violencias en otra modalidad de intercambio. La banalización tiene consecuencias graves: genera escepticismo (desconfianza, incertidumbre, indiferencia) en el conjunto social, falta de solidaridad, disminución del deseo de generar actos que puedan modificar la situación, provoca malestar. Para defenderse de este sentimiento de impotencia es que se piensa en una acción violenta de excluir al damnificado. Las relaciones de poder. • Pensar las violencias, implica tener en cuenta las relaciones de poder y su abuso que son esencialmente vinculares. • Pensar una escuela que violenta, en este contexto consumista, deja marcas en las relaciones entre los sujetos en el cual unos “nos usamos, nos descartamos”, se agudizan relaciones individualistas, y también se hacen visibles prácticas de exclusión de la diferencia. • Seria interesante trabajar un nuevo posicionamiento en las producciones vinculares, revisando nuestras creencias, los valores, la modalidad de pertenencia, desocultar la violencia intangible que ejerce las relaciones de consumo entre los sujetos para poder restablecer vínculos de reconocimiento del otro, a partir de prácticas más humanizantes. • La escuela es un territorio de “encuentros” que nos mueve en el seno de las relaciones. La posibilidad de diálogo entre esas diferencias con el otro, es lo que hace a la productividad del trabajo vincular. Ruptura de viejos lazos de la relación familia-escuela. • A partir de las transformaciones contemporáneas, coexisten diversas formas de familiarización, con muchas dificultades para ejercer las funciones parentales, lo cual ha demandado compartir su influencia con otras instituciones sociales, como la escuela. • Hoy hablamos de diversas formas de familiarización, tales como los hogares monoparentales, las familias ampliadas, las familias nucleares, los hogares unipersonales, las familias producto de la reproducción asistida, las familias creadas por adopción de los niños, las familias homoparentales, las familias ensambladas. • Las nuevas tecnologías reproductivas han aportado la participación de gametos donados o comprados, que permite una disociación entre la parentalidad biológica y la parentalidad social. Una profunda mutación de las relaciones familiares. • Se observa una crisis las relaciones vinculares dada por las consecuencias que tiene la fragilización de los lazos “filiatorios” en las familias, por los cambios de los diversos modos de relación instalados entre padres e hijos. • El “otro” no puede estar permanentemente ausente si se ha de constituir en sostén y garante del vínculo. • Tanto en las relaciones entre padres e hijos, como de docentes y alumnos, han sufrido una inversión de poderes casi completa. Pero la autoridad protectora de los adultos no se debe resignar, porque lo que se genera cuando eso ocurre no es libertad sino “desamparo”. La escuela puede reinventar el vínculo con las familias. • Es necesario desde las instituciones: -Advertir que un adulto sostenga para cada niño, o adolescente funciones subjetivantes. Centrar la mirada en el vínculo con el niño o el adolescente, y la familia. • Poner siempre por delante el cuidado y la protección de niños y adolescentes, sea cuales fueren las formas familiares con las cuales convivan. • Revisar este paradigma culpabilizador y excluyente y reemplazarlo por uno de responsabilidad inclusiva. Implica no pensar en términos de víctima-culpable sino en la asunción de responsabilidades por lo hecho o no hecho en determinadas situaciones. • Hacerse responsables implica asumir que uno forma parte del problema, no sólo el otro, que uno incluya que implicación tiene en lo que sucede. Como esta alianza ya no se asienta en lo instituido, las intervenciones necesitan apuntar a crear lazos que generen ligadura Otras formas de hacer escuela desde lo vincular. • Hablar de “hacer escuela”, se trata de plantear el campo educativo, como campo social y vincular, con su complejidad y heterogeneidad. • Otras formas de hacer escuela es preguntarse por los nuevos modos de estar con los otros y por las intervenciones utilizadas para incluir al niño/adolescente que no lo excluya del vínculo y del lazo social. ¿Qué puede hacer la escuela? ¿que pueden hacer los docentes? • Cuando el poder está sometido al deber, congela las dinámicas de cambio. Para promover el cambio deberíamos tomar en cuenta las ideas de Spinoza, que piensa el poder como potencia “poder hacer” y no como la conquista de una posición de privilegio. • Pensar sobre que posibilidades tiene hoy la escuela en tejer tramas de significaciones: requiere de alguien que le acerque al niño/adolescente la cultura, y que al mismo tiempo, le ofrezca espacios de protección y climas mas humanizantes que permitan relaciones saludables en el entramado vincular que produce la escuela. Que las cosas escapen de sus formas, Que las formas escapen de las cosas Y que vuelvan a unirse de otro modo. El mundo se repite demasiado. Es hora de fundar un mundo nuevo.