Descargar - Fundación Márgenes y Vínculos.

Transcripción

Descargar - Fundación Márgenes y Vínculos.
Talleres
Taller de fotografía:
Durante los meses de abril, mayo y junio se han llevado a cabo varios talleres
de fotografía. El fin del taller es utilizar la fotografía como herramienta de
expresión y comunicación. La fotografía como espejo, un lugar donde mirar y
reconocerse. Hemos
aprendido y disfrutado mucho de la actividad.
Trabajamos a través del retrato creativo, mostrando y representándonos con
la imagen. Desarrollamos la imaginación trasladándonos a espacios
imaginarios y soñados a través de las proyecciones. Un espacio donde las
ideas se generan libremente y son compartidas a través de las fotografías.
Taller de Cuentos:
A través de la literatura nos hemos acercado a las diferentes creencias,
costumbres, conectando los puntos de unión entre las diversas culturas.
Además de promover y fomentar el hábito de la lectura como medio de
mejora social.
Taller de Expresión Corporal
Como materia educativa la Expresión Corporal se refiere al movimiento con el
propósito de favorecer los procesos de aprendizaje, estructurar el esquema
corporal, construir una apropiada imagen de sí mismo, mejorar la
comunicación y desarrollar la creatividad.
Taller de Yoga:
Con ejercicios de respiración y relajación, así como determinados ejercicios
físicos que contribuyen a mejorar el estado de ánimo.
El taller ha sido un éxito y nos gustaría poder ofrecer un taller de mayor
duración para las mujeres. Este fue impartido por dos profesoras de Yoga que
han colaborado desinteresadamente en la actividad. Gracias a Susana e
Inés.
Revista para la promoción de la lectura y la mejora
de la comunicación
Mayo- Junio 2010
ejemplar gratuito
EL DESEO
E!ecial concurso relatos co"os
Hoy me enfrento a un nuevo reto. Me encuentro ante mi propio reto personal de escribir sobre “el deseo”. ¡Tiene
guasa! Escribir sobre algo que hasta ahora, no me puedo tan siquiera permitir el lujo de tener. “Deseos”; quizá
por la consciencia de saber que nunca los podré alcanzar, o tal vez por un tiempo. “Deseo” qué palabra tan
lejana ahora. Tal vez su significado no fue nunca tan valioso para mí, o nunca fui consciente del verdadero valor
de permitirme tenerlos, o nunca me hayan asaltado tantas dudas como hasta hoy, de lo que realmente
significa desear algo.
Taller de Teatro Social: El teatro como herramienta de intervención socioeducativa, aprender a trabajar desde las capacidades y las características
del grupo, desarrollando estrategias de intervención desde el trabajo
indirecto, el espacio lúdico, el trabajo corporal y sus lenguajes expresivos. Un
espacio de desarrollo, crecimiento personal y comunicación con los
componentes del grupo.
Fiesta fin de curso
El día 30 de junio finalizaron algunos de los talleres que han sido llevados a
cabo durante estos meses por la fundación márgenes y vínculos y por este
motivo realizamos una barbacoa en el campo de futbol del centro. Desde las
11 de la mañana nos reunimos allí todas las participantes de los talleres
realizados de Enero a junio, participando en una Gymkana de juegos, como
medio para favorecer la convivencia del grupo además de crear un espacio
de relajación y diversión. Bailar, cantar, comer, reír….un día divertido.
Edita:
ANDARES
Subvenciona:
Impreso en papel 100% reciclado, libre de cloro.
Hoy me queda tan y tan lejano el pensar que lo que antes para mí fueron deseos, que podía o no concederme
la vida, hoy me conformaría con rozar si quiera el cubrir la necesidad. Antes deseos, ahora demandas. Plegarias,
ruegos que se pierden en el aire. Ya que no lo valoré en mi estancia fuera de estos muros, lo valoro hoy, como
un tesoro en mi vida. Antes deseaba imposibles y ahora mis “deseos” se limitan a cosas tan sencillas y simples
como desear saborear un café, con el frío tacto del cristal, o sentir el sabor a metal de los cubiertos de acero
inoxidable, o poder coserme un botón con aguja e hilo, o leer el periódico del día y enterarme de cómo le va al
mundo en mi ausencia, o cosas aún más simples como obtener una manta de más para quitarme el frío de la
noche,..
Cuantas cosas tuve. Aun sin desearlas, las tenía…sin más y nuca percibí su belleza, su grandeza en el más simple
de los objetos. Cuantas cosas inútiles pasaron por mis manos, y ahora hasta la cosa más insignificante la ansío y
la echo de menos.
¿Será el deseo? El deseo abarca tanto y quizá tan poco… Es tanto lo que podemos desear y tan poco con lo
que es posible saciar nuestros deseos, y no somos capaces de darnos cuenta, sólo cuando ya nada podemos
hacer al respecto.
Una vez leí “cuantas menos necesidades tiene el ser humano, menos energías necesita emplear en
satisfacerlas”, pues cuanto menos deseemos, más fácil nos será obtenerlo y estar más cerca de hallar la
felicidad. No puedo permitirme ni siquiera el lujo de decir en alto la palabra “Deseo”, ni gritarla… por si acaso
me está prohibido.
“Deseo”, “Deseo”, “Deseo”… qué de cosas me traes a la mente.
“Deseo”… un reloj, para saber la hora que es en cada momento del día y que el recuento no me pille
desprevenida.
“Deseo”… café solo por las mañanas, que aquí sólo nos lo dan con leche.
“Deseo”… folios sin cuadritos para poder escribir, que en el economato no hay.
“Deseo”… un espejo, (pero de los de “espejo, espejo”), que pueda verme por las mañanas y ver como
envejezco día a día desde que estoy aquí… Tal vez, por eso no tengamos espejos que reflejen bien la realidad,
para que no nos duela, (ya me voy viendo alguna cana que antes no estaba).
“Deseo”… un calendario, para saber que día es hoy y cuanto tiempo llevo aquí y cuanto me queda. Aunque
quizá también eso sea doloroso y por eso no nos permiten ver los días, para que no nos duela, asociándolos a
recuerdos que nos traigan a la mente vivencias pasadas: cumpleaños, aniversarios, navidades, el día de la
madre…y otras cosas bonitas que nos recuerden la vida que algún día tuvimos ahí fuera.
“Deseo”… oler el césped, cuando está recién cortado.
“Deseo”… poder ver crecer las plantas de mi casa y regarlas y hablar con ellas, como antes hacía y oler a
tostadas todas las mañanas.
“Deseo”… mi sofá, mi tele, mis libros, mi música. “Deseo”… mi baño calentito, y escuchar el bullicio de las calles,
y “Deseo”… hasta escuchar el claxon de los coches, y el ir al mercado a comprar y hasta planchar, hacer de
comer….
“Deseo” todas y cada una de las cosas que antes ni siquiera hubiera echado de menos, y ahora es todo tan
confuso que no puedo distinguirlo. ¿Son deseos? A veces tengo dudas y me digo “no”, “no pueden serlo”, son
sólo cosas que añoras. ¿Dónde está la diferencia? Antes para mí…deseos eran…que me toque la lotería, un
viaje, un coche, ropa nueva…
Aunque, sí, también tenía otros deseos más utópicos, como el fin de las guerras y de la pobreza, o la paz mundial.
Y otros deseos mas sencillos, pero esos me duelen demasiado ahora para poder recordarlos. Es por eso que no
me acuerdo, o no quiero acordarme, o por miedo a que no se cumplan. Como el deseo de pasar todas las
Nocheviejas con mi hija. ¡¡Este año no se cumplirá!!
Quizá sean lecciones que me da la vida, que el destino me está dando una segunda oportunidad de valorar las
cosas; y a cuidar lo que se desea. Por eso tal vez ahora no distingo entre deseo y necesidad pues el deseo en sí,
es algo que no puedo permitirme.
Sólo un lujo puedo tener, y en ese lujo estas Tú, aunque primero mi hija claro está, a la que “DESEO” con
mayúsculas que siempre le sonría la vida y nunca pase por esto, ni se vea tentada a cometer cualquier error.
A la que “deseo” abrazar como si se me fuera la vida en ello. Aún recuerdo la última vez que la vi. Era como si
estuviéramos bajo la sospecha de que estaríamos sin vernos demasiado tiempo. Y “deseo” llorar en su hombro…
todo lo que intento no llorar aquí, guardándolo para cuando ella este a mi lado. Ver su mirada de y mirarla a los
ojos, esperando su perdón por estar aquí, tan lejos de ella, de haberle falladlo esta Navidad. Descargar mi llanto,
esperando su consuelo, aunque viniendo de ella sobrarían las palabras, sólo su sonrisa sería para mí el mayor de
los consuelos.
Pero no todos los deseos no se cumplen. No es cierto. También aquí estoy viendo que es posible convertirlos en
realidad: Deseaba ver el mar y ya lo he visto en dos ocasiones desde que estoy presa, amor mío. Una cuando
me llevaban a juicio y otra al trasladarme a Algeciras, donde estoy ahora. Solo pude verlo a través ¡de los
cristales del furgón de la policía y del barco…pero lo vi. Revuelto, grandioso, negro y enojado, en día del juicio,
como si estuviera a mi lado. Como si me hablara y el también se sintiera como me sentía yo, enfadada e
impotente, y él allí, bravo y luchador como para darme fuerzas. Y sin embargo a través del barco, lo vi suave,
calmado, sumiso, tranquilo, como estaba yo, sabiendo que estaba de paso y que nos volveríamos a ver. Y
pensé en ti…y en los días que compartimos juntos, el mar, el viento, tú y yo en Gijón ¿te acuerdas?
Y las playitas de agua caliente de Alicante…y las de Almería, todas las que tienen nuestro aroma y nuestro amor
en ellas reflejado.
Y otro deseo ¿concedido?...mmmmm…sí…el otro día…pude ver la luna por la ventana, ¡chiquitita! En creciente,
pero nunca me pareció tan hermosa, pues hasta ahora no la había podido ver desde hacia meses…pues en el
otro “chabolo” que estaba antes, daba a un patio interior y cuando nos recogen aun es de día y la luna aun no
ha salido. ¡Ah! Y otro más: ¡Ayer pude leer un libro de la biblioteca! A mi no me esta permitido ir, pero me lo
trajeron y hay más aun. Hoy han puesto puchero en el comedor y más aun: anoche nos dejaron unas fichas de
parchis y nos las pudimos subir a la celda. Estuvimos jugando toda la noche.
¿Ves? Cariño… los deseos si se cumplen. Sobre todo si lo ponemos fácil. Si son deseos sencillos y de corazón. No
hay que desear nada inalcanzable, porque nos pasaremos media vida luchando por conseguirlos y otra
medida arrepintiéndonos de ello. Alguien dijo: ¡¡Cuidado con lo que deseas…puede que se cumpla!!
Por eso han de ser así, sencillos. “Deseos de usar y tirar”, aunque siempre los llevemos guardados en el corazón.
Si te lo propones es fácil, ¿Ves? Que mayor deseo de que pasen los días para poder volver a estar junto a ti…y
eso que ya la vida me da trocitos cada noche, cuando sueño contigo.
Apareces en todos mis sueños, a veces no nos hablamos, ni nos decimos nada, pero yo se que estas ahí. Así que
deseo al despertar que llegue de nuevo la noche y que el sueño me agote y me lleve a ti…para no
llegar tarde a nuestra cita. Y ver en mis sueños cumplidos también otros deseos como ver el mar…pero sobre
todo verte a ti. ¡¡Dios mío!! Cuanto te quiero y te echo de menos a cada instante y como no puedo dejar de
pensar en ti.
Espérame cada día, cuando dé la medianoche. En ese el momento en que salen las estrellas para mi. Y ahí ya
no me importa nada y se detiene el mundo y te amo y te DESEO.
Bueno, tal vez me alejé un poco y no se si conseguí lograr mi fin de escribir sobre el deseo, pero…DESEO
CONCEDIDO.
M.Hernando Buendía
Y “deseo” el calor de mi madre, aunque me den miedo sus reproches, “reproches de madre” claro está, y su
llanto compartido con el mío. Llorando juntas, como tontas, pues ella siempre llora, igual que yo.Y mi padre…y su
silencio. Silencio doloroso, pues sin sus palabras intuyo su dolor. Su dolor y su rabia que el siempre evita que salgan
a la luz, si no son convertidos en apoyo hacia mi, en darme fuerza, pero siempre en silencio. El es así.
Y mis amigos, y sus consejos sabios casi siempre, y que nunca quise escuchar, Laura, Alfonso, Miguel…Mis AMIGOS
con mayúsculas, como se debe escribir la palabra AMIGO.
Y tengo dos deseos más que no quiero ni siquiera recordar que los deseo. Uno de ellos es salir de aquí y volver a
recuperar mi vida, sentirme libre como antes era, antes de que pasara todo y nunca lo valoré. Y mi otro deseo,
quizás el más doloroso de todos con diferencia, por la de tiempo que lleva en mi mente, y lo imposible de
alcanzarlo, es “mi hijo”. Verle de nuevo, tenerle a mi lado, pues hace más de cuatro años que su padre no me
deja verlo. Pero recordarlo es demasiado doloroso y hasta nombrarle me escuece en las llagas de mi alma.
Y mi último deseo, y no por ello menos importante, deseo y esta vez digo “DESEO”, “DESEO”, “DESEO”, porque
este quizá sea el que más connotaciones abarca. Ese “DESEO”… ERES TÚ.
Deseo más que nada volver a dormir abrazada a ti. Sentir tu cuerpo caliente a mi lado. Abrazaditos. EL olor de tu
pelo cuando duermo pegadita a ti, buscando los huecos de tu espalda, en los que mi boca encuentra cobijo.
Tu piel suave, que mis manos abrazan y mis dedos acarician. Ya ni siquiera puedo recordar la última vez que
dormimos juntos. ¡Ay! Si hubiéramos sabido que esa noche era la última. Quizá hubiera sido más sencillo no
despertarnos nunca.
Deseo tus labios, tu boca, a la que besar despacio. Esta vez despacio, muy despacio, sin prisa, recorriendo su
contorno con pequeños besitos, dibujando su forma…y llorar.
Otra vez vuelve a mí este sentimiento de llanto. Quizás aquí no he llorado aun lo suficiente y me estoy reservando
esas lágrimas para regalártelas a ti, llamando tu atención. Como el niño que se hace daño y aguanta el llanto y
las lágrimas hasta que está su madre cerca y lo mira, para comenzar a llorar; sabiendo que así recibirá consuelo,
ya que si llora antes no lo tendría, pues nadie le puede escuchar.
¡Quizás así me siento yo! Como un niño asustado que esta deseando llegar hasta ti para encontrar ese cariño
que tanto me hace falta, y abrazarte y no querer soltarte nunca, mientras se detiene el tiempo y lloramos los dos.
¡El sueño me llama y mi deseo es que estés allí! El sueño me llama y mi deseo eres TÚ.
¡¡Mañana será otro día!!
M. Hernando Buendía.
1º premio concurso relatos
2º premio M Larijani
3º premio V Moreno López.
los relatos se publicaran en próximos números.
TALLER DE FOTOGRAFIA

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