Andenes inconsistentes en Bogotá. Reflexiones desde la
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Andenes inconsistentes en Bogotá. Reflexiones desde la
REVISTA DIGITAL DE DISEÑO Facultad de Diseño, Imagen y Comunicación Universidad El Bosque Andenes inconsistentes en Bogotá. Reflexiones desde la Inclusión Social y el Diseño Universal Por: Jimena Jerez Los andenes son descritos como una “acera generalmente elevada situada a los lados de la vía o de la calzada en las estaciones de tren o de autobús, respectivamente, para que los pasajeros entren y salgan de ellos con facilidad” (Diccionario Manual de la Lengua Española, 2007). Durante el mandato de Enrique Peñalosa como alcalde de Bogotá (1998-2001) se buscó mejorar la experiencia del transeúnte y promover el uso del espacio público. Desde ese momento, se implementó una nueva normatividad de los andenes. Esto se llevó a cabo en las principales avenidas y calles reformadas (ejemplo de esto es la carrera 15). Posteriormente, con la llegada de Transmilenio continuó la reforma de los viejos andenes de acuerdo con la nueva norma. La construcción de estos espacios de movilidad peatonal debe regirse por unas cartillas elaboradas tanto por ingenieros como por diseñadores vinculados con el IDU. Según Elkin Rojas (Diseñador Industrial, Asesor de Accesibilidad de IDU y encargado en la actualidad de la redacción de una nueva cartilla de “Movilidad Universal”), el pionero en el uso y creación de estas cartillas fue el Ingeniero Gustavo Martínez, quien sufría de una discapacidad física y buscó que los andenes fueran accesibles para cualquier tipo de persona, desde un niño hasta una persona de la tercera edad o en cualquiera de los casos una persona con capacidades distintas (Elkin Rojas, en entrevista realizada por la autora). Hoy en día se supone que estas cartillas son hechas por expertos en el asunto de movilidad y accesibilidad, pero el resultado evidencia que no hay un seguimiento riguroso de cómo deben quedar estos andenes para minimizar las dificultades que presentan los usuarios al hacer uso de ellos. En la teoría, éstos deberían ser diseñados bajo los siete principios del Diseño Universal, que se define como la “creación de productos y entornos diseñados de modo que sean utilizables por todas las personas en la mayor medida posible, sin necesidad de adaptaciones o diseños especializados” (Arjona, 2011), que hará parte de un concepto más amplio que se pone a la orden del día en el Distrito Capital, como lo es la inclusión social. A continuación se considerarán algunas de las inconsistencias entre la teoría y la práctica al momento de construir, implementar, mantener y conservar estos espacios. Dichas inconsistencias provocan el difícil acceso a los andenes en Bogotá D.C. Primero se citará los aspectos del Diseño Universal que no se aplican en los andenes de Bogotá. Luego, se relacionará el tema de la inclusión social y los andenes de Bogotá. Veremos algunos de los problemas que se dan a Jimena Jerez, Estudiante de Diseño Industrial, Facultad de Diseño, Imagen y Comunicación, Universidad El Bosque. Correo electrónico: [email protected] Revista MasD (ISSN 2027-095X) Nº 13, Vol. 7, Año 2013. Diseño U. El Bosque Diciembre de 2013 1 REVISTA DIGITAL DE DISEÑO Facultad de Diseño, Imagen y Comunicación Universidad El Bosque Andenes inconsistentes en Bogotá. Reflexiones desde la Inclusión Social y el Diseño Universal Jimenez Jerez raíz de la falta de estudios y mantenimiento de los andenes. Finalmente algunos comentarios sobre la corrupción en las políticas públicas o bien, la falta de ellas sobre el tema de los andenes y su necesaria accesibilidad. Diseño universal El Diseño Universal, es un modelo que rige el desarrollo de productos y ambientes de fácil acceso, para el mayor número de personas posibles, sin necesidad de adaptarlas. Este concepto fue definido por Ronald L. Mace en el año de 1989 (Arjona, 2011). Los siete principios que constituyen este concepto son los siguientes: 1. Igualdad de Uso 2. Flexibilidad 3. Simple e intuitivo 4. Información fácil de percibir 5. Tolerante al error 6. Escaso esfuerzo físico 8. Dimensiones apropiadas Algunos de estos principios fundamentales no se ven aplicados en los andenes de Bogotá. Es el caso de la (1) Igualdad de Uso, la cual significa que “el diseño debe ser fácil de usar y adecuado para todas las personas, independiente de sus capacidades y habilidades” (Corporación Ciudad Accesible, 2012). Se considera que este principio no se cumple ya que existe un gran número de la población que no puede acceder fácilmente a los andenes. Es el caso de los ancianos, las personas en sillas de ruedas, los niños pequeños, etc., para los cuales la altura de los mismos le dificulta subir el escalón, (véase figura 1). Por su parte, la inclinación del vado o rampa tiene una pendiente alta y esto impide que las personas que se movilizan solas en sillas de ruedas puedan subir al andén de forma segura. Figura 1: Dificultades para descender el andén con un bebe. Fotografía: Jimena Jerez (Bogotá, 27 de Octubre de 2013) Revista MasD (ISSN 2027-095X) Nº 13, Vol. 7, Año 2013. El numeral dos, Flexibilidad, se basa en que “el diseño se acomoda a una amplia gama y variedad de capacidades individuales. Acomoda alternativas de uso para diestros y zurdos” (Corporación Ciudad Accesible, 2012). Este principio se cumple ya que gran totalidad de usuarios son tanto diestros como zurdos. El numeral tres, Uso simple y funcional, se basa en que “el funcionamiento del diseño debe ser simple de entender, sin importar la experiencia, conocimiento, idioma o nivel de concentración del individuo. Elimina complejidad innecesaria” (Corporación Ciudad Accesible, 2012). Aunque los diseños que vemos en la ciudad son simples de entender, su funcionalidad no es adecuada en algunos casos, como venimos observando a cuenta de nuestros andenes. El numeral cuatro, Información comprensible, se basa en que “el diseño comunica la información necesaria al usuario, aunque éste posea una alteración sensorial. Utiliza distintas formas de información (gráfica, verbal, táctil)” (Corporación Ciudad Accesible, 2012). Este principio se ve reflejado en los andenes en las diferentes texturas que componen el sendero para que todos los usuarios puedan hacer uso de éste. Un caso particular es el numeral cinco, Tolerante al error. Este principio se basa en que “el diseño reduce al mínimo los peligros y consecuencias adversas de acciones accidentales o involuntarias” (Corporación Ciudad Accesible, 2012). Por un lado el andén de Bogotá está diseñado para promover una cultura ciudadana, es decir que las personas transiten por donde debe ser (ir hasta las esquinas y/o cebras por el andén para cruzar la calle). Según Elkin Rojas, la altura de los andenes, principalmente, busca impedir que los autos se suban o parqueen en estos. Por otro lado busca deliberadamente crear un obstáculo para que las personas se vean obligadas a cruzar por los lugares más seguros de la calle como lo son las esquinas donde se encuentran las rampas o vados. Sin embargo, existe una parte de los transeúntes que prefieren cruzar la calle en cualquier tramo del andén. Para ellos se aumenta el “peligro” y es más probable que se aumenten las “consecuencias adversas”. La cultura vial de Bogotá –en la práctica– ha priorizado la circulación de los automóviles antes que la de los peatones, ejemplo de esto es la proporción entre el ancho de una calle Diseño U. El Bosque Diciembre de 2013 2 REVISTA DIGITAL DE DISEÑO Facultad de Diseño, Imagen y Comunicación Universidad El Bosque Andenes inconsistentes en Bogotá. Reflexiones desde la Inclusión Social y el Diseño Universal Jimenez Jerez y el ancho de un andén, ya que un auto ocupa el lugar de veinte peatones y sin embargo transporta máximo a cuatro. La gente prefiere movilizarse en servicio público (taxis, buses, Transmilenio) antes que caminar, así las distancias a cubrir sean cortas, ya que los andenes no son espacios adecuados para transitar. Cabe resaltar que el tránsito peatonal no contamina, fomenta la salud de los individuos, y los peatones deberían ser prioridad en el sistema de movilidad de la ciudad (caso de la Carrera Séptima). uso, sin importar el tamaño, postura o movilidad del individuo” Corporación Ciudad Accesible, 2012). En los andenes de Bogotá no se cumple con los “tamaños adecuados” para subir y bajar (véase figura 3), sin embargo, y regresando al argumento de Elkin Rojas, sí se cumple para el “buen uso”, ya que se busca proteger la vida y promover una cultura ciudadana, imponiendo dificultades a los comportamientos inadecuados. El sexto principio, Escaso esfuerzo físico, no se cumple a cabalidad. Este implica que “el diseño puede ser utilizado eficiente y cómodamente con un mínimo de fatiga física” (Corporación Ciudad Accesible, 2012). Pero por la altura de los andenes, el ancho de los vados (actualmente de unos 90 cm., aunque hay planes para ampliarlos a 2 m.), la inclinación de los mismos (véase figura 2) y el mal estado de algunos fragmentos, es necesario en muchas ocasiones invertir un mayor esfuerzo físico para lograr ir de un punto a otro. Figura 3: Dimensiones inapropiadas de los vados, que impiden transitar a más de una persona a la vez. Fotografía: Jimena Jerez (Bogotá, 21 de Octubre de 2013) Inclusión social Figura 2: Vados con inclinaciones exageradas que exigen al usuario demasiado esfuerzo físico. Fotografía: Jimena Jerez (Bogotá, 27 de Octubre de 2013) Finalmente, el séptimo principio, Dimensiones apropiadas, afirma que “es necesario disponer espacios de tamaños adecuados para la aproximación, alcance, manipulación y Revista MasD (ISSN 2027-095X) Nº 13, Vol. 7, Año 2013. La inclusión social es un tema de gran relevancia a la hora de estudiar los andenes de Bogotá ya que en la mayoría de los casos éstos violan algunos de los derechos fundamentales de las personas discapacitadas. Según la Ley estatutaria N° 1618 del 27 de febrero de 2013, la inclusión social es definida como “un proceso que asegura que todas las personas tengan las mismas oportunidades, y la posibilidad real y efectiva de acceder, participar, relacionarse y disfrutar de un bien, servicio o ambiente, junto con los demás ciudadanos, sin ninguna limitación o restricción por motivo de discapacidad, mediante acciones concretas que ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad.” Para las personas discapacitadas que se movilizan por los andenes de Bogotá no hay una “posibilidad real y efectiva Diseño U. El Bosque Diciembre de 2013 3 REVISTA DIGITAL DE DISEÑO Facultad de Diseño, Imagen y Comunicación Universidad El Bosque Andenes inconsistentes en Bogotá. Reflexiones desde la Inclusión Social y el Diseño Universal Jimenez Jerez de acceder… de un bien servicio o ambiente, junto con los demás ciudadanos”, como se indica en la cita anterior. Esto es evidente una vez analizados los principios del Diseño Universal que no se cumplen en los andenes y que fueron explicados anteriormente. Por otro lado la misma Ley define las barreras como “cualquier tipo de obstáculo que impida el ejercicio efectivo de los derechos de las personas con algún tipo de discapacidad.” Y además especifica los tipos de barreras, para nuestro caso se hacen relevantes las barreras físicas: “Aquellos obstáculos materiales, tangibles o construidos que impiden o dificultan el acceso y el uso de espacios, objetos y servicios de carácter público y privado, en condiciones de igualdad por parte de las personas con discapacidad.” Como ya vimos cuando nos referimos a los principios del Diseño Universal, la mayoría de andenes de Bogotá no sólo generan dificultades a la hora de movilizarse, sino que incluso están violando la ley. actitud ética frente al manejo del dinero. En la realidad no se están cumpliendo con los contratos ni con los términos pactados. Esto se da ya sea porque no hay un control y supervisión de estas obras, o bien porque los encargados de controlar están al servicio de los sobornos recibidos. Conclusiones Para concluir, considero que los encargados de diseñar estos espacios no toman en cuenta todos los principios del Diseño Universal ni mucho menos de la Inclusión Social, ya que la altura de los andenes se podría modificar y encontrar una solución para las problemáticas que existen. Así mismo, se debe hacer un estudio del porqué se dan las inconsistencias en el mantenimiento de los andenes y ver dónde no se está cumpliendo con el contrato, o los términos reales que deben cumplir estos espacios. Mantenimiento y conservación Otra de las inconsistencias que impiden el uso de los andenes es el mantenimiento y conservación de los mismos. Según Rojas, el mantenimiento se efectúa después de un estudio que se realiza para verificar el estado de los andenes. El problema es que tales estudios jamás llegan a hacerse a tiempo pues no hay un protocolo a seguir desde el momento en el que se construye el andén hasta que su vida útil llega a su fin. Algunos países sí tienen estipulado un promedio del tiempo en que un andén tarda en descomponerse, y de esta manera saben cuándo tienen que hacerle el respectivo mantenimiento. En el caso de Bogotá el mantenimiento se hace cuando el andén está completamente deteriorado o cuando una persona perjudicada se queja. Cabe resaltar que un andén en mal estado puede causar accidentes de diferente magnitud, desde un raspón en la rodilla hasta una fractura e incluso la muerte. Finalmente, la responsabilidad de la construcción de los andenes se le da a un contratista y éste se encarga de todo (estudios de suelo, contrato de la mano de obra, cumplimiento del objetivo, etc.). La inconsistencia entre la teoría y la práctica es que los contratistas se comprometen a hacer las obras bajo ciertos requisitos, tales como materiales de calidad, tiempo de entrega del proyecto definido, y una Revista MasD (ISSN 2027-095X) Nº 13, Vol. 7, Año 2013. Diseño U. El Bosque Diciembre de 2013 4