Jehová Dios de Israel. El propósito de las ofrendas
Transcripción
Jehová Dios de Israel. El propósito de las ofrendas
Estudios del Maestro Ezequiel Ataucusi Gamonal Jehová Dios de Israel. El propósito de las ofrendas de presente, generalmente era para obtener un favor o asegurarse una recepción o aceptación favorable. Las ofrendas de presente también consistían mayormente en dinero y otras cosas; también hubo ofrendas de presente en animales. Ofrenda de Presente 3.1 Fundamentos de la Ofrenda de Presente: Y esta es la ley del presente: Han de ofrecerlo los hijos de Aarón delante de Jehová, delante del altar. Lv. 6:14. Y tomará de él un puñado de la flor de harina del presente, y de su aceite, y todo el incienso que está sobre el presente, y harálo arder sobre el altar por memoria, en olor suavísimo a Jehová. Lv. 6:15. Y sazonarás toda ofrenda de tu presente con sal; y no harás que falte jamás de tu presente la sal de la alianza de tu Dios: en toda ofrenda tuya ofrecerás sal. Lv. 2:13. Asimismo todo presente que se cociere en horno, y todo el que fuere aderezado en sartén, o en cazuela, será del sacerdote que lo ofreciere. Lv 7:9. Y todo presente amasado con aceite, y seco, será de todos los hijos de Aarón, tanto al uno como al otro. Lv. 7:10. Y una décima de flor de harina amasada con aceite, en ofrenda por presente con cada cordero: holocausto de olor suave, ofrenda encendida a Jehová. Nm. 28:13. Esto será tuyo de la ofrenda de las cosas santas reservadas del fuego: toda ofrenda de ellos, todo presente suyo, y toda expiación por el pecado de ellos, y toda expiación por la culpa de ellos, que me han de presentar, será cosa muy santa para ti y para tus hijos. Nm. 18:9. Por tanto, si trajeres tu presente al altar, y allí te acordares de que tú hermano tiene algo contra ti, Mt. 5:23. Deja allí tu presente delante del altar, y vete, vuelve primero en amistad con tu hermano, y entonces ven y ofrece tu presente. Mt. 5:24. Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; mas ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece el presente que mandó Moisés, para testimonio a ellos. Mt. 8:4. Y las hijas de Tiro vendrán con presente; Implorarán tu favor los ricos del pueblo. Sal. 45:12. Los reyes de Tharsis y de las islas traerán presentes: Los reyes de Sheba y de Seba ofrecerán dones. Sal. 72:10. Y entrando en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, le adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron dones, oro e incienso y mirra. Mt. 2:11. 4. PRESENTE DE COSAS Y durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un presente para su hermano Esaú. Gn. 32:13. Entonces Israel su padre les respondió: Pues que así es, hacedlo; tomad de lo mejor de la tierra en vuestros vasos, y llevad a aquel varón un presente, un poco de bálsamo, y un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras. Gn. 43:11. Y tomó Isaí un asno cargado de pan, y una vasija de vino y un cabrito, y enviólo a Saúl por mano de David su hijo. 1 S.16:20. Y toma en tu mano diez panes, y turrones, y una botija de miel, y ve a él; que te declare lo que ha de ser de este mozo. 1 R. 14:3. Y todos le llevaban cada año sus presentes: vasos de oro, vasos de plata, vestidos, armas, aromas, caballos y acémilas. 1 R. 10:25. 5. PRESENTE DE ANIMALES Y traían de los Filisteos presentes a Josaphat, y tributos de plata. Los Arabes también le trajeron ganados, siete mil y setecientos carneros y siete mil y setecientos machos de cabrío. 2 Cr. 17:11. Capítulo III Instalación Sacerdotal ARTÍCULO 39.- La "instalación" es la acción de llenar la mano de poder o facultar al Sacerdote. Ex. 29:22, Ez. 43:26. La ceremonia de instalación duró siete días, Jehová había escogido a la familia sacerdotal y había ordenado a Moisés, el hermano de Aarón, que efectuase la ceremonia de santificación e instalación del sacerdocio como mediador del pacto de la Ley. Las instrucciones para el procedimiento. Ex. 24:12. El primer día, con la presencia de Jehová representada por la columna de nube encima del tabernáculo Ex. 40:33-38. Moisés reunió todo lo necesario para el sacrificio: el becerro, los dos carneros, la cesta de panes sin levadura, Ex. 29:1-3. El aceite de la 47 unción y las prendas de vestir sacerdotales. Tal como se le había mandado, representantes de toda las Tribus, para que se reuniesen a la entrada del Tabernáculo de Testimonio. Moisés lavó a Aarón y a sus hijos, Nadab, Abihú, Eleazar e Itamar (o les ordenó que se lavasen) en la fuente de Bronce que estaba en el patio, y luego colocó sobre Aarón las vestiduras gloriosas de sumo sacerdote. Nu. 3:2, 3. Ataviado con hermosas prendas de vestir, Aarón recibió las vestiduras que representaban las cualidades y responsabilidades de su cargo. Después Moisés ungió el tabernáculo, todo el mobiliario y sus utensilios, así como el altar de la ofrenda quemada, la fuente de Bronce y los utensilios relacionados con este servicio. Con este procedimiento se santificó todo lo mencionado y se reservó para el uso y servicio exclusivo de Dios a partir de entonces. Finalmente, Moisés ungió a Aarón derramándole el aceite sobre la cabeza. Lv. 8:6-12. Ex. 30:22-33. A continuación Moisés vistió a los hijos de Aarón, después de lo cual hizo que tanto Aarón como sus hijos pusiesen sus manos sobre la cabeza del becerro de la ofrenda por el pecado. Después de degollar el becerro, Moisés puso parte de la sangre sobre el altar y vertió el resto en su base, lo que simbolizaba la limpieza de la contaminación; también se salpicaba parte de la sangre sobre el altar cuando se presentaban otras ofrendas. Lv. 1:5,11. 3:2. 4:6. 16:18. Lv. 16:14. Como en el caso de otras ofrendas por el pecado, se colocaban sobre el altar la grasa de los intestinos, el apéndice del hígado y los dos riñones con su grasa. Lv. 4:8-10,20,26,31. Uno de los sacerdotes llevaba fuera del campamento el resto del Becerro, con su piel y estiércol, para quemarlo. Lv. 8:13-17. Luego Aarón y sus hijos colocaron sus manos sobre el carnero de la ofrenda quemada, tras lo cual fue degollado y se salpicó sobre el altar parte de su sangre. Posteriormente se cortó en trozos el carnero, se lavó y se quemó sobre el altar, salvo el estiércol y la piel. Lv. 7:8. Después los sacerdotes colocaron las manos sobre el otro carnero, el "carnero de la instalación", y lo sacrificaron. En este caso la sangre se usó de manera diferente: parte se puso sobre el lóbulo de la oreja derecha, el dedo pulgar derecho y el dedo gordo del pie derecho de Aarón y de sus hijos; por lo tanto, cuando ofrecieran sacrificios tenían que usar plenamente las facultades que representaban esos miembros. Moisés salpicó sobre el altar el resto de la sangre. Lv. 8:22-24. Antes de que se ofreciese de la manera habitual, la grasa que se hallaba alrededor de los órganos del carnero, se colocó sobre la pierna derecha del animal, junto con cada una de las tres clases de panes sin levadura que se hallaban en la cesta. Luego, todo esto se puso sobre las palmas de Aarón y de sus hijos, y después Moisés lo meció delante de Jehová, por lo visto colocando sus manos debajo de las de los sacerdotes. Esto significaba que sus manos estaban 'llenas de poder', es decir, llenas de dones de sacrificio, en esta ocasión, toda la ofrenda se consumió sobre el altar. Por tanto, se presentó (meció) delante de Jehová y se ofreció realmente, en reconocimiento de que era un don de Jehová para el sacerdocio. Lv. 8:25-28. La instalación duró siete días, y los sacerdotes no podían desempeñar sus funciones hasta que termine esta ceremonia. Cada día se sacrificaba un becerro como ofrenda por el pecado para purificar el altar. Durante los siete días, día y noche, los sacerdotes, recién ordenados, tenían que ocupar puestos de guardia a la entrada de la tienda de reunión, guardando "la vigilia obligatoria de Jehová", para que no muriesen. Lv. 8:33-36; Ex. 29:35-42. En el octavo día, los sacerdotes instalados en su puesto, oficiaron (sin la ayuda de Moisés) por primera vez, efectuando un servicio de expiación por la nación de Israel. 1. CONSAGRACIÓN A JEHOVÁ En el octavo día, los Sacerdotes y Levitas consagrados e instalados en su puesto, oficiaron (sin la ayuda de Moisés) por primera vez, efectuando un servicio de expiación por la nación de Israel. El pueblo de Israel necesitaba esta limpieza, por causa de su rebelión y su reciente desobediencia en relación con el becerro de oro, lo que había ocasionado el desfavor de Jehová. Lv. 9:1-7. Ex. 32:1-10. Cuando concluyó este primer servicio de los sacerdotes, Jehová manifestó su aprobación y les confirmó en su puesto enviando fuego milagroso desde la columna de nube encima del tabernáculo, que devoró el resto del sacrificio colocado sobre el altar. Lv. 9:23,24. Los sacerdotes una vez consagrado tenían que permanecer en constante consagración a Jehová y apartarse de toda inmundicia: Muertos, enfermos (leproso y otras enfermedades en general)), por causa de padre, madre, hermano, o hermana y no podían salir del santuario y menos al pueblo tenían que evitar de contaminarse con la inmundicia porque ellos están consagrados a Jehová. Lv. 21:1,2,3,4.