El amor y su implicación necesaria, el desamor en las novelas “Opio

Transcripción

El amor y su implicación necesaria, el desamor en las novelas “Opio
El amor y su implicación necesaria, el desamor en las novelas “Opio en las nubes” de
Rafael chaparro Madiedo, “Érase una vez el amor pero tuve que matarlo” de Efraím
Medina Reyes y “Los almuerzos” de Evelio Rosero
Mario Alejandro Ospina Flórez 1
Universidad del Quindío
El hacha clavada sobre el tronco puede verse de dos formas: la parte del hacha que se ve y la otra.
Una es el amor y la otra la muerte. Cada quien decide cual es la muerte.
Resumen
El presente ensayo procura estudiar y exponer el amor y su implicación
necesaria, el desamor en las novelas colombianas “Opio en las
nubes”, “Érase una vez el amor pero tuve que matarlo” y “Los almuerzos”
de los escritores
Rafael chaparro Madiedo, Efraín Medina Reyes y
Evelio Rosero donde se logra evidenciar varios problemas emocionales
y las posibles consecuencias que este implica, lo que lleva a que cada
protagonista se subsuma en diferentes problemas y haga que sus vidas
tomen ciertos rumbos inesperados.
En la novela “Los almuerzos” Evelio Rosero hace el papel de un espectador, es quien
cuenta la historia desde afuera como quien todo lo ve y todo lo sabe, es una historia
de unos personajes externos a él, y él como autor conoce todas sus pasiones, tristezas,
gustos, e inclinaciones mas intimas. En la novela se ve reflejado el amor en el personaje
Tancredo pues cansado de trabajar decide tener otra distracción, Sabina, la sobrina
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Estudiante del programa de licenciatura en español y literatura. Correo [email protected]
del padre con quien se crio, y con quien tiene un romance. Al romance con Sabina
Tancredo ha querido ponerle fin, pero Sabina amenaza con contarle al sacerdote Almida
o al sacristán Machado, Sabina es una mujer con deseos sexuales hacia Tancredo,
aparentemente enamorada de él, es su tentación, es quien puede ponerlo en problemas
con el padre y su sacristán. A las propuestas de Sabina primero Tancredo obedecía
alegremente, pero luego ha tenido unos arranques de moralidad, por lo que sabina se ve
obligada a manipularlo para clamar sus deseos concupiscentes. Su relación es de años,
sus circunstancias los han obligado a llevar el secreto, se ven el la iglesia y tarde en las
noches, primeramente no dudan de nadie, pero en el desenlace de la historia descubren
que las “lilias” lo saben todo y lo han sabido desde siempre.
Cuando intentamos analizar el amor creo que el camino que se nos hace mas posible para
ello es el que nos ha descrito Zygmunt Bauman autor de Amor líquido, esta se trata de
encontrar el orden en el desorden, de encontrar en varios fragmentos separados, sea de
nuestra vida o experiencia, un orden que subsiste por si solo, que encierra en todos los
fragmentos la misma idea y que así tengamos nuestros fragmentos separados se nos hará
fácil reconocerlos y descifrarlos. Aunque parezca imposible de comprenderlos, lo hacemos
porque todos hemos sido víctimas del amor. Y el amor como idea que se va a plasmar en
un papel se hace imposible de abarcar en su totalidad, se hace imposible darle un orden.
“Cuanto más viejos somos, mejor comprendemos que por más grandes que
parezcan nuestras ideas, jamás lo serán tanto como para abarcar, y menos aun
contener, la copiosa prodigalidad de la experiencia humana. Lo que sabemos,
lo que deseamos saber, lo que nos esforzamos por saber, lo que intentamos
saber acerca del amor y el rechazo, de estar solos o acompañados y morir solos
o acompañados… ¿Acaso es posible racionalizar todo esto, ponerlo en orden,
ajustarlo a los estándares de coherencia, cohesión y totalidad establecidos para
temas menores? Quizás sea posible, es decir, sólo en la infinitud del tiempo”2.
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ZYGMUNT BAUMAN. Amor liquido. “acerca de la fragilidad de los vínculos humanos”. Capitulo 1
Enamorarse y Desenamorarse.
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Tal como describe el amor Zygmunt Bauman también lo ha tratado de hacer Efraín
Medina Reyes en su obra Érase una vez el amor pero tuve que matarlo y Rafael Chaparro
Madiedo en Opio en las nubes y en una de sus columnas escritas para un periódico en
1989 con el título de: Él, un tren a doscientos kilómetros por hora.
Ambas obras, es decir, Érase una vez el amor pero tuve que matarlo y Opio en las nubes,
tienen estructura fragmentada, pueden leerse sus capítulos por si solos, entenderse en su
profundidad desde cada fragmento. Sus personajes poseen unas características similares:
son seres marcados profundamente por el sin sentido existencial, viven a través de
recuerdos y alucinaciones, o de recuerdos que pueden ser confundidos con alucinaciones.
La narrativa fragmentada de estas obras obedece según mi punto de vista a lo que afirmé
anteriormente, es decir, a la imposibilidad de describir el amor partiendo de un método
lineal, de un método que excluya aspectos, pues para el amor hasta las nimiedades son
importantes. Tanto Rafael Chaparro Madiedo como Efraín Medina Reyes encuentran en
esta narrativa la mejor oportunidad para describir literariamente el amor. “ Cuando se
piensa en el amor las ideas no tienen consistencia y quizá por ello los grandes filósofos eludieron el
tema pero aunque empalague es obvio que nuestra pequeña vida gira en torno a alguien que nos
ha hecho felices idiotas o resentidos sabios”3.
Sus descripciones nos envuelven en sentimientos con los que nos reconocemos e
identificamos, aunque el relato parece no tener coherencia, este es bastante coherente
para el lector, describe a medida las personalidades de los diferentes personajes del
relato, describe sus necesidades afectivas y sutilmente trata de hacer lo imposible:
describir la percepción del amor de cada uno.
“A Nancy no la seducía pensar en el amor, para ella el amor como idea era una
pesadilla, un presente loco e impenetrable. Nancy despreciaba a la gente que
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Medina Reyes, Efraín. Érase una vez el amor pero tuve que matarlo. Edit. Planeta. Pág. 136.
hacía un axioma del amor, odiaba las canciones de amoríos y decepciones, prefería
quemar sus neuronas en las encrucijadas de Spinoza y Kant (…) Sid jamás tuvo una
oportunidad. Sid apuntaba borracho al ojo de un cuervo en pleno vuelo y atinaba
deseo de amar a una mujer y encontró a Nancy, la mejor chica que había sobre el
planeta. No podía ser más afortunado y ya sabes lo que la Señora Fortuna hace con
los tipos sensibles. El pobre Sid tenía el corazón de un tigre pero el alma de poeta”4.
Generalmente los enamorados son personas con personalidades diferentes. Pero siempre
en la relación está el personaje que se deja manejar por el otro, que cambia según el
antojo del otro. Rep cambio a cierta chica, la hizo a su amaño, la construyo a su medida,
le enseñó a leer lo que él consideraba buenos autores y a escuchar buena música. Svin
amaba a Amarilla, con ella se sentía seguro, creía que ella era su alma gemela, la mujer
que lo aceptó como era y lo comprendió en su locura y en sus vicios. La capacidad de
su amor consistía en la fortuna de encontrar a quien aceptara y se divirtiera con sus
locuras. Un tipo loco y una mujer loca, pero eso en el caso de Opio en las nubes. En
Érase una vez el amor pero tuve que matarlo Rep se enamora de una chica diferente,
indescifrable muchas veces a causa de su timidez, pero que según Rep daba una sensación
de seguridad, de tenerlo todo fríamente calculado, de poder hacer lo que él quisiera con
cierta chica, de tener la certeza de que ella nunca lo dejaría, nunca lo abandonaría porque
muchas veces ya había perdonado sus faltas.
Por una parte Rep la amaba a causa de la seguridad y la determinación que cierta chica
le causaba; según Amor líquido en el amor es necesaria la seguridad, depende de nuestro
instinto “Necesitamos el consuelo espiritual que proporciona: resucita, aun de manera indirecta,
nuestra fe en la regularidad del mundo y la previsibilidad de los acontecimientos, que resulta
indispensable para nuestra salud y cordura”5. Pero por otra parte Rep ama profundamente a
cierta chica cuando es consiente de que la perdió, “cuando supe que nunca más iba a tenerla,
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Medina Reyes, Efraín. Érase una vez el amor pero tuve que matarlo. Edit. Planeta. Pág. 13.
BAUMAN. Amor liquido. “acerca de la fragilidad de los vínculos humanos”. Capitulo 1
Enamorarse y Desenamorarse.
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enloquecí: antes que pase un segundo habrás muerto cien mil veces, dice una frase del Corán y yo
tuve que vivirla. No había dejado de amarme pero su amor estaba enfermo y no soportaba más mi
presencia”6.
Rep no es un personaje lineal, como vemos es imposible descifrarlo, no cabe en la
descripción usual del amor, no amó suficientemente a cierta chica hasta cuando sintió
que la perdió, hasta que sintió lo contradictorio a seguridad, es decir, hasta que sintió
la inseguridad de su amor. Rep es un tipo contradictorio y su amor es de la misma
naturaleza, no es un amor de telenovelas mexicanas ni venezolanas, su amor es abstracto
e indescifrable hasta para él mismo. “No siempre fui bueno con ella, mas bien era un
hijoputa. La amaba tanto y no sabía que hacer. En vez de darle lo que sentía, de llenarla
con ese áspero amor, me lo tragaba. Es algo que todavía no entiendo: su amor me llegaba
fácil, en cambio el mío no fluía hacia ella. Creo que su amor reprimía el mío… entonces
me volvía una furia y ella no podía entenderlo. La traté mal muchas veces porque estaba
desesperado pero la quería más que a mi vida y cuando ella se fue mi vida se apagó”7.
Desde entonces Rep escribe, es una razón para ello “Uno se mete a escribir porque… ama
a una mujer y ella es la novia del chico listo de la cuadra… Lo malo es que un día la chica
linda se entera que escribes y no deja que se la hundas hasta el otro lado de la muerte.
Lo malo es que escribir sirve para todo lo que tú no quieres (recordar)”8 . escribir es una
forma de escapar a ese sentimiento de nostalgia que le produce a Rep el desamor de
cierta chica, es una forma de librarse de ese amor, es una forma de matarlo, de torturarse
dejando sus recuerdos en un papel y con ello creyendo olvidarlos para siempre. Pero el
cometido de olvidarlos es una falsa ilusión puesto que escribir también sirve para plasmar
las imágenes mentales que solo pueden expresarse con palabras para la eternidad, de esta
manera Rep ha encontrado una salida paradójica a su problema, por un lado un medio
que le ayuda a expresar sus sentimientos pero por otro lado el mismo medio plasma y le
recuerda cada vez más el desamor de cierta chica.
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Medina Reyes, Efraín. Érase una vez el amor pero tuve que matarlo. Edit. Planeta. Pág. 95
Medina Reyes, Efraín. Érase una vez el amor pero tuve que matarlo. . Edit. Planeta. Pág. 95
8 Medina Reyes, Efraín. Érase una vez el amor pero tuve que matarlo. Edit. Planeta. Pág. 64.
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Por otro lado, el amor de Svin por Amarilla consiste, a mi parecer, en lo que el texto de
Amor líquido denomina dualidad de los seres, y que consiste en la creencia en el alma
gemela, en la persona igual a mi, en quien me comprende y me acepta tal como soy, con
quien me reconozco porque creo que el otro siente, piensa y actúa igual a mi, en este
caso, los elementos que hacen a estos personajes similares y reconocibles entre si, es la
manera de asumir su realidad, es decir, con alcohol, drogas, locura, con el deseo intenso
de fundirse con el otro, de ser uno solo. “Desde el bote Amarilla me hizo una señal, te vi perro,
y entonces le tiré una botella y un paquete de cigarrillos y le grité oye nena sin ti no puedo obtener
satisfacción y ella solo movió los labios y me dijo te amo perro y yo le dije claro yo también te amo
perra… miré hacia el mar. Olía a Amarilla. Olía a su camisa blanca. Olía a babas de Amarilla”9.
El desamor en ambos escritores obedece al abandono, a la incertidumbre por el otro, a la
imposibilidad de la certeza del amor correspondido, a las emociones que deben ocultarse
a otros, a la insaciable nostalgia que hace de su vida un laberinto sin sentido, un juego
donde preferían estar muertos. “Pero la ve a ella en el fondo del sofá y entiende que la vida ya
no es un tejido de líneas blancas sobre el pavimento, sino profundas avenidas sin sentido que se
abren en la mitad de los ojos, amplias avenidas de niebla gaseosa donde cada vez que parpadean
se encuentran junto a un semáforo que no ordena sino que estrella”10.
Para ambos escritores el amor es una cuestión temporal, es como un juego que cambia
las reglas constantemente, que nos tiene un rato en el cielo pero en instantes en el
infierno. El amor necesariamente implica siempre el desamor, puede ser el abandono
por la persona querida o en otro caso la imposibilidad de sentir el amor del otro, sea que
lo tengamos a nuestro lado o no. Para estos escritores el amor siempre es sufrimiento,
es la sensación de incendio incomunicable, es lo mismo que la muerte, es decir, una
experiencia sublime que nos transporta lejos de la realidad. “Debajo de su aparente
serenidad, el fuego lo quema. Sin embargo, por ningún motivo quiere que se reporte su
incendio a la estación de bomberos más cercana. Camina y camina. Sería inútil que le
apagaran ese incendio que él mismo, voluntariamente, provocó esa noche cuando la vió
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Chaparro Madiedo, Rafael. Opio en las nubes. Edit: Babilonia. Bogotá 2002. Pág. 171 y 173.
Chaparro Madiedo, Rafael. Columna 5 de enero de 1989. diario Vivir. Él, un tren a 200 kph.
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sentada en un sofá… todo había sido asunto de combustión. En sus ojos y en los suyos,
había cuatro velocidades que los conducían a millón a un mismo lugar: a ese extraño reino
donde lo invisible se armoniza con lo visible y el cielo con la tierra”11
Conclusión:
El amor es un tema complejo, pero al fin creo que de esos temas debe encargarse la
literatura, puesto que asumo esta como el arte de trasmitir por medio de palabras
emociones al lector. Y en este caso ambos autores logran muy bien hacer que su público
se identifique y logre entender sus ideas. Estas ideas no son claras ya que tampoco es
claro el amor, pero puede entreverse que este es sufrimiento y felicidad, es algo sublime
que puede expresarse con mil palabras y que aún así no puede definir la esencia del
mismo.
Bibliografía
11
7
Chaparro Madiedo, Rafael. Columna 5 de enero de 1989. diario Vivir. Él, un tren a 200 kph.
● CHAPARRO MADIEDO, RAFAEL. Diario Vivir. Él, un tren a 200 k.p.h.
Columna 5 de enero de 1989.
● CHAPARRO MADIEDO, RAFAEL. Opio en las nubes. Edit: Babilonia. Bogotá
2002.
8
●
MEDINA REYES, EFRAÍN. Érase una vez el amor pero tuve que matarlo. . Edit.
Planeta.
●
ROSERO, EVELIO. “Los almuerzos”
●
ZYGMUNT BAUMAN. Amor liquido. “Acerca de la fragilidad de los vínculos
humanos”. Capitulo 1. Enamorarse y Desenamorarse.

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