Trabajo completo Cordero Patagónico _2_
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Trabajo completo Cordero Patagónico _2_
Cordero Patagónico Un poco de historia La ganadería ovina en la Región Patagónica, tuvo sus comienzos a fines del siglo XIX. Hasta la década del 60, la lana fue un producto de alto valor en los mercados. Los sistemas ganaderos ovinos eran principalmente laneros y la producción de carne era una actividad secundaria. Según las zonas, la hacienda para faena se remitía a los frigoríficos, graserías; se exportaba en pie a Chile o simplemente se consumía en el campo. El consumo de carne, si bien era alto en el mercado interno y especialmente en las localidades de la región, respondía a este tipo de animal, siendo el cordero casi un subproducto del sistema, y consecuentemente de bajo valor relativo. La exportación también respondía a este modelo. A fines de los 60, se produjeron dos fenómenos externos que, sumados a los anteriores, fueron decisivos en la evolución de la ganadería ovina. Por un lado, una fuerte caída de los precios internacionales de la lana y, por el otro, la importante disminución de las ventas de carnes ovinas al exterior, principalmente a Inglaterra, asociadas con la política restrictiva de esos países en la adquisición de productos cárnicos a naciones con fiebre aftosa. Estos acontecimientos provocaron el cierre de frigoríficos de ovinos. Algunos años más tarde, una sucesión de eventos climáticos extraordinarios aceleraron el proceso de la denominada “crisis ovina”. El invierno de 1984 hizo desaparecer más de un millón de animales; la erupción del volcán Hudson cobró, en 1991, un millón cien mil más, a los que se sumaron 600 mil cabezas pérdidas por las nevadas de 1994 y 1995. En los últimos años la tendencia del conjunto de la carne ovina se ha revertido y pareciera estar buscando su "nuevo lugar" en mercados, ahora, más exigentes. El sector ovino ha sido el principal sector económico y motivo de asentamiento poblacional en la Patagonia desde principio de siglo XX. En el ámbito internacional, todo hace pensar que la actividad ovina ha comenzado a buscar su lugar, tanto en el mercado de carnes como de lanas. Esto se traduce en lanas más finas, carnes en cortes para consumidores más selectivos y sofisticados, productos sanos y cuya producción e industrialización no perjudiquen el medio ambiente. Zona de Producción La zona de producción y sacrificio de ganado ovino está constituida por la región natural de La Patagonia, más referido a la Estepa Patagónica. La Patagonia se encuentra en el extremo sur del continente americano. Está integrada por las provincias más australes de Argentina: Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, y juntas conforman una región con características geográficas propias que la diferencian claramente del resto de la Argentina. Su superficie representa un tercio del territorio nacional, y la habitan el 4,5% del total de Argentina. Es así la región con menor densidad de habitantes de todo el país. En la Patagonia podemos observar dos zona: La Andina y La Extrandina La Andina: Está ubicada al oeste de la Patagonia, tiene un relieve de montañas, cerros y cordillera. Su clima es húmedo y con precipitaciones de distintos tipos. Su bioma es el bosque andino patagónico. La flora se basa en alerces, pehuenes, helechos, enredaderas, arbustos y un bosque de lengas situado en la isla de Tierra del Fuego. Las actividades económicas de esta zona son: turismo, explotación forestal, cultivo y exportación de frutas finas (frutillas, cerezas, frambuesas, etc.). La Extrandina: Se encuentra en la zona este de la Patagonia con un relieve de mesetas. Su clima es seco y ventoso. Los biomas de esta zona son: Estepa patagónica, su vegetación es muy escasa, con pocos árboles, muchas hierbas y arbustos. Desierto helado o antártico, se ubica en el territorio Antártico. La flora está formada por musgos, líquenes y algunas algas. Islas subantárticas, está formada por las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, la flora es similar a la del bosque andino patagónico excepto por la escasez de árboles. La actividad ganadera extrandina consiste en la cría de ganado ovino y vacuno en las estancias. Mapa Patagonia Provincias que la componen: NEUQUÉN SANTA CRUZ RÍO NEGRO CHUBUT TIERRA DEL FUEGO La Estepa Patagónica La Estepa Patagónica se extiende desde la Cordillera de los Andes hasta el Océano Atlántico. Relieve: Presenta como una sucesión de mesetas y terrazas planas o suavemente escalonadas que decrecen hacia la zona costera del Atlántico Sur, interrumpidas por vales de los Ríos Chubut, Deseado, Chico Santa Cruz y Coyle. Son suelos ricos en carbonato de calcio y pobres en materia orgánica. El Clima: El clima es frío y seco, con características de semidesierto, con precipitaciones menores a los 250 mm de promedio anual en casi toda la región, aumentando cerca de la cordillera, hacia el sur de Santa Cruz y en Tierra del Fuego. Son característicos los fuertes vientos del oeste, las lluvias o nevadas de invierno, los veranos secos y heladas durante casi todo el año. Las temperaturas medias anuales son del orden de 10 a 14º C en el norte y de 5 a 8º C en el sur. Vegetación: La vegetación de la Estepa Patagónica se caracteriza por presentarse bajo la forma de matorrales achaparrados, adaptados a las condiciones de déficit de humedad, bajas temperaturas, heladas y fuertes vientos: son arbustos de menos de 50 cm de altura, muchos con forma de cojín, otros espinosos, con hojas diminutas o sin hojas. En menor proporción, aparecen estepas herbáceas, de pastos duros como los coirones, y comunidades adaptadas a características del suelo particulares, como vegas, bajos salobres y terrazas fluviales. En la franja de contacto de la estepa con los bosques de montaña, con precipitaciones que varían entre 250 a 350 mm de este a oeste, y en el sur de Santa Cruz y en Tierra del Fuego (sub-región de los Pastizales Sub-andinos), predominan en cambio los pastizales, compuestos de pastos duros, de mayor valor forrajero que los matorrales. En áreas más húmedas, como fondos de valles, cursos de agua y vertientes, se encuentran praderas cenagosas llamadas mallines. Ganadería: La ganadería ovina extensiva con manejo tradicional produce sobre-pastoreo, lo cual sumado a la escasa cobertura vegetal, la fragilidad del terreno, los fuertes vientos y las dificultades para difundir las medidas para la conservación de los suelos provocan importantes procesos erosivos de difícil solución en el corto plazo. Producción Ovina Tradicionalmente Argentina orientó la explotación del ganado ovino a la obtención de lana, cuero y carne. La lana se desarrolló sobre los otros productos fundamentalmente en la Patagonia-, por su mayor facilidad de comercialización al ser un producto no perecedero y por no requerir la faena del plantel. cuenta con el 11% del total y la región mesopotámica con el 9%. Por esta tradición lanera, el stock ovino argentino esta compuesto en más del 50% por razas productoras de lana (Merino) y doble propósito (Corriedale, Rommey Marsh, Lincoln y Criolla). Sólo una raza es netamente productora de carne, la Hampshire Down. La reapertura de la comercialización internacional de este producto se debió a la consolidación de Argentina con Estatus Internacional en Sanidad Animal otorgado en marzo de 2007 por la OIE (Organización Internacional de Epizootias) que amplió la condición de zona libre de aftosa sin vacunación a las provincias de Río Negro y Neuquén, condición de la cual gozaban las restantes provincias patagónicas ubicadas al sur del paralelo 42. El gran desarrollo de razas doble propósito, permite estimar que la tendencia a la obtención de carne dependerá de la zona de explotación, de la composición de la majada y de la relación de precios entre ambos productos (lana y carne). Las existencias de ovinos se concentran en la región patagónica con un 64% del total de cabezas y esto se debe a las aptitudes ecológicas y ambientales en gran parte de su superficie (estepa patagónica). Es en esta región donde se registra el mayor consumo de carne ovina per capita al año. A su vez, la provincia de Buenos Aires La industria frigorífica se localiza en las zonas de producción ovina: las provincias patagónicas y Buenos Aires concentran la mayor cantidad de establecimientos, habilitados por el SENASA. Esto hace que la región patagónica sea la única habilitada para exportar carne ovina a la Comunidad Económica Europea. Los principales países demandantes y compradores de Carne Ovina de Argentina son España, Gran Bretaña y Portugal. No obstante, se exportaron volúmenes a diversos países que reabrieron sus mercados, como ser el caso de Brasil, Arabia Saudita, Túnez y Aruba. Producción y Obtención del Cordero Patagónico La carne del cordero es procedente de animales (machos o hembras) de entre un mes a un año de edad y con un peso de entre 5,5 a 24 kg. El animal es criado al pie de su madre y sobre pastizales naturales. Esto origina un excelente tipo de cordero patagónico, que alcanza un peso vivo que va de los 19 a los 24 kilos entre los 60 y 90 días de vida. Una vez faenados, estos corderos producen reses de entre 8 y 12 kilos. La carne de cordero patagónico es reconocida por su excelente calidad sensorial y por su imagen de producto proveniente de una de las zonas menos contaminadas del mundo. A esas particularidades, se le debe agregar las características nutricionales destacadas que, sin duda, contribuirán a posicionar exitosamente este producto. Hay factores que pueden influir directa o indirectamente en la selección del producto por parte del consumidor. Algunos de estos factores son: • Las enfermedades producidas por priones (Scrapie) • Los efectos de consumo de carnes rojas por su relación con enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cánceres • La presencia de residuos de hormonas, sustancias anabólicas, etc • Bienestar animal • Contaminación Estos factores están relacionados por el sistema de producción utilizado. El hecho de que la Argentina sea un país libre de “scrapie” es, indudablemente, una condición muy importante en el comercio actual de carnes. Las recomendaciones nutricionales actuales exigen que un producto sea magro y con poco colesterol, con bajo contenido en grasas saturadas, pero alto en monoinsaturados. El aporte de grasas poliinsaturadas debe estar dentro de ciertos límites y balanceada respecto del aporte de ácidos grasos del tipo omega 6 omega 3. La relación entre ellos parece ser aún más importantes que la cantidad de grasa ingerida. El efecto benéfico de sustancias antioxidantes y anticancerígenas en alimentos está muy valorizado. Sistemas Pastoriles e Intensivos La carne ovina producida en sistemas pastoriles comparada con la carne producida en sistemas intensivos es más magra, tiene un menor aporte de grasa saturada y de colesterol, tiene un mayor aporte de ácidos grasos omega 3 y una relación omega 6 /omega 3 casi óptima. La carne y grasa de los rumiantes es una de las pocas fuentes grasas con bajos niveles de omega 6 y constituye una manera ideal para bajar el aporte excesivo de éste en la dieta actual. Los pastos transmiten a la carne pastoril omega 3 y antioxidantes naturales, como la vitamina E y el beta-caroteno. Las concentraciones de los isómeros conjugados del ácido linoleico (CLA) también son superiores en la carne y leche del animal criado sobre pasturas. La manera más eficaz de lograr carnes saludables es producir animales magros mediante la correcta selección de razas, sexos, edad, dieta y peso al sacrificio, y manipular la dieta animal hacia un perfil lípido más en consonancia con las recomendaciones nutricionales. En el caso de la carne de cordero, las pasturas tienen un efecto fundamental en la configuración de un perfil nutricional excelente, además de brindarle sabor y aroma específicos. En sistemas pastoriles, el riesgo de la presencia de residuos de hormonas, anabólicos, beta agonistas y residuos industriales es mínimo comparado con los intensivos. En el caso particular del cordero patagónico, se trata de sistemas naturales de producción, con características de un producto casi orgánico y de excelente calidad. Características Físicas y Sensoriales El cordero patagónico es un producto muy tierno y de características sensoriales muy aceptables y diferentes, según los distintos orígenes. El efecto de las diferentes pasturas sobre el sabor y aroma es uno de los factores que brinda a este cordero características únicas y muy apreciadas por compradores internacionales. Estudios realizados han dado como resultado: Los valores de grasa intramuscular para todos los músculos y todas las regiones son notablemente bajos con un promedio de 2.3 g/100 g de carne. Los valores de colesterol presentaron algunas diferencias (p<0.05), según corte y área geográfica, con un promedio de 51.5 mg/100 g de carne. Es interesante destacar que los valores de colesterol en la carne del cordero patagónico son similares a los presentes en otras carnes. El aporte de factores de riesgo, como el de colesterol y de grasa total y saturada, es muy bajo y posibilita la inclusión en una dieta nutricionalmente balanceada. El perfil lípido típico del cordero patagónico. Se puede observar el importante aporte de ácidos grasos poliinsaturados de las familias omega 3 y 6. Solamente dos ácidos grasos tienen características hipercolesterolémicas, el mirístico (14:0) y el palmítico (16:0 ), componentes comunes de todas las carnes. Ventajas nutricionales de la carne del cordero patagónico: El cordero patagónico tiene todas las características nutricionales benéficas de los rumiantes alimentados sobre pasturas. Carne magra con importantes aportes de ácidos grasos omega 3, con una relación omega 6/omega 3 óptima y enriquecida con compuestos antioxidantes y anticancerígenos como betacaroteno, vitamina E y CLA. El hecho de que la Patagonia Argentina sea una de las áreas menos contaminadas del planeta le agrega un valor significativo desde el punto de vista de la baja contaminación dentro de un sistema natural. Gestación En los primeros dos tercios de la gestación (100 días), las ovejas permanecen en pastoreo a campo, sin suplementación. Este es un período de bajos requerimientos nutricionales por parte del animal. En el último mes y medio, comenzaron a recibir como suplementación heno de pradera natural (mallín) cosechado a mediados de diciembre. El mallín se aprovecha con pastoreo directo. Durante el invierno como forraje diferido de baja calidad y en el rebrote primaveral, a partir de fines de octubre, si bien la pradera no ofrece gran cantidad de pasto. Parto-Lactancia De forma inmediata, luego del parto, la oveja permanece encerrada con su cordero en el tinglado por 24 horas para fortalecer el vínculo madre-cría. La duración del período de lactancia dependerá del peso al que se quieran vender los corderos. Destete En los años en que los pastizales se presentan secos, los corderos no alcanzan el peso y estado óptimo para la faena. Las dietas, pobres en calidad, disminuyen la producción láctea de la oveja y por consiguiente la velocidad de crecimiento en sus crías. Durante los primeros 30 días de vida, el cordero basa su dieta en la leche materna luego de lo cual ésta disminuye hasta hacerse casi innecesaria (alrededor de los 80 días de vida). Para poder ser destetado el cordero debe poseer un mínimo de desarrollo corporal y digestivo, que le permita poder continuar con su posterior evolución; esto se consigue cuando el peso corporal es de aproximadamente 13 Kg o bien cuando posea la capacidad de consumir al menos unos 200 a 300 gramos de ración diaria. Es fundamental, lograr que el destete del cordero sea lo menos traumático posible, para que la producción del animal no se vea afectada. Por tal motivo se deben precisar con exactitud los parámetros para determinar cuales son las raciones apropiadas y el manejo necesario para obtener una alternativa viable en un sistema de producción. Dieta • • • Heno de alfalfa picado (de baja calidad) Balanceado de cebada – maíz (con alto contenido de fibra) Expeller de girasol (como base de proteínas)