Diciembre 1990 - Fundación San Valero
Transcripción
Diciembre 1990 - Fundación San Valero
QUIEN ACOMPAÑA Estas líneas van dirigidas a todos aquellos educadores que, de una manera u otra, están verdaderamente preocupados por sus educandos. En especial a los tutores. Quiero dedicarles mi atención y admiración por su tarea gratuita. Reconocer su sentido de la profesionalidad. Contraponer la ridícula contabilización de las horas lectivas que realiza el M.E.C rayando la insolencia del legalismo más injusto, con la meritoria sensibilidad educativa que demuestra el educador responsable. No se puede cuantificar con el reloj que traduce en pesetas los pasos de sus manecillas, a quien ha escogido la dignificadora responsabilidad de acompañar a una persona, en un periodo importante de su vida, como es la adolescencia o juventud. Quien acompaña camina junto acelera la marcha cuando se orientación que puede ofrecerle apoyo personal que libera de comprometida. a otro. Le espera en los momentos de cansancio y le adelanta. No quiere dejarle solo. Sabe que la es útil, aunque no imprescindible. Su presencia es un las exigencias angustiosas y favorece la reflexión Quien acompaña descubre rutas nuevas, diferentes. Quedarse siempre en el lugar conocido, sin atreverse a abandonar la comodidad personal que “instala”, oxida el espíritu del educador. Quien acompaña encuentra amigos. Por horizonte ve una utopía siempre inalcanzada. A su espalda los buenos recuerdos y la sonrisa contra las dificultades pasadas. Porque creo en el tiempo quemado pacientemente en la escucha, en la sencillez de quien es capaz de comprender, cada vez mejor, a fuerza de ensanchar la manga, que ya era demasiado ancha, por eso os escribo: educadores. A vosotros, compañeros que dedicáis vuestro tiempo en acompañar silenciosamente, sin hacer el ruido timbalesco de quienes necesitan el aplauso de reconocimiento a lo poco que han hecho, mi admiración y solidaridad. Rafa Roldán