mlaga y el terremoto de calabria y messina

Transcripción

mlaga y el terremoto de calabria y messina
MÁLAGA Y EL TERREMOTO DE
CALABRIA Y MESSINA
María Encarnación Cabello Díaz
Mapa del terremoto
El día 28 de diciembre del año 1908, un terrible terremoto sacudió
Calabria y Messina. La prensa mundial se hizo eco de la espantosa
noticia, publicando, casi a diario, los dramáticos sucesos que llegaban de
Italia.
Éste es el caso del periódico La Unión Mercantil1 de Málaga que
dedicó varias ediciones a narrar los tristes episodios y a relatar la
reacción de la población malagueña ante la desgracia acaecida2.
1
La primera noticia se publicaba el día 2 de enero de 1909, cuando,
desde Catania, se emitía un comunicado que hablaba de la visita de los
Reyes de Italia a la ciudad de Messina:
“Los monarcas, al bajar a tierra, se hallaban
profundamente emocionados.
Víctor Manuel, intensamente pálido, procuraba
conservar su serenidad, para no aumentar la
emoción de la Reina Elena, que al encontrarse frente
a aquel cuadro trágico, de horror y desolación, no
podía reprimir sus exclamaciones de angustia y sus
frecuentes sollozos.
Re Vittorio Emanuele III
Apenas mediaron las concisas salutaciones oficiales,
por la impaciencia que el Rey sentía, por contribuir
al auxilio de las víctimas, se organizó la comitiva
para recorrer la ciudad.
2
Víctor Manuel daba muestras de su habitual
serenidad y previsión multiplicando sus preguntas
ansioso de conocer hasta el más mínimo detalle de la
catástrofe.
Cuando la comitiva entraba en la ciudad la
muchedumbre rompió el débil cordón que en torno
del Rey formaban sus acompañantes y se precipitó
delante de los Soberanos.
Entonces se produjo una escena emocionante e
indescriptible.
Alzóse los clamores de miles de voces implorando
clemencia para su desamparo y vitoreando a los
Reyes.
La Reina Elena vióse súbitamente cercada por una
multitud de mujeres, que arrodilladas a sus pies, en
medio del fango, que cubre las calles, le presentaban
a sus hijos y le pedían auxilio, con acentos de
desesperación
intentando,
entre
sollozos
interrumpidos, referirle todas las desgracias que
pesaban sobre sus hogares arruinados y los seres
queridos que habían sucumbido.
Regina Elena
3
La Reina Elena no pudo soportar la terrible congoja
que sentía al contemplar aquella escena de
desesperación y dolor y cayó desvanecida en brazos
del Soberano. Mientras se acudía en su auxilio, los
soldados lograron contener a las víctimas, que
dejaron respetuosamente el paso franco a la
comitiva.
Repuesta de su desvanecimiento la esposa de Víctor
Manuel, éste trató de convencerla, para que
renunciara, siquiera fuera momentáneamente, a la
contemplación de tan tristes espectáculos; pero la
Reina más animosa, insistió en su propósito de
contribuir personalmente al socorro de las víctimas.
Los monarcas recorrieron varios puntos de la
población, presenciando los trabajos de desescombro
y los que se llevan a cabo en algunos edificios para
salvar a sus moradores.
Al pasar la comitiva frente a un grupo de soldados y
obreros que trabajaban en remover los escombros de
un edificio medio derruido, enteróse el Rey Víctor
Manuel de que se sospechaba que entre las ruinas
había sepultados seres que estaban todavía con vida,
a juzgar por los gritos de auxilio y los ayes de dolor
que se percibían.
El Rey animó a los obreros con sus palabras y sus
hechos, y arrancando un zapapico de manos de uno
de los soldados, se puso a remover los escombros por
el lado donde suponíase que sería más fácil el
acceso.
Los soldados y obreros, enardecidos con el ejemplo
del Monarca, redoblaron su actitud y sus esfuerzos,
que pronto se vieron coronados por el éxito.
Un hueco abierto en el muro permitió llegar al
socorro de los que estaban encerrados.
La Reina Elena se lanzó por la brecha que acababa
de abrirse, y salió poco tiempo después, con un niño
entre los brazos que se hallaba gravemente herido.
La soberana negóse a abandonar al niño (...) lo
entregó a un marinero del acorazado para que lo
condujese a bordo.
La conducta hermosa de la Reina Elena conmovió
hondamente a cuantos presenciaron el acto y los
Reyes fueron objeto de cariñosas aclamaciones.
4
El comportamiento de los jóvenes Monarcas produce
una reacción inmensa entre los que aún sobreviven a
la catástrofe y frecuentemente la Reina tiene que
detenerse ante las mujeres y ancianos, que se cruzan
a su paso y piden que les conceda besar su mano,
colmándola de frases de gratitud y de respeto.
Muchos habitantes arruinados por la catástrofe, se
niegan a abandonar los restos de sus viviendas que
aún quedan en pie, y permanecen en actitud
indiferente, declarando que prefieren morir junto a la
tierra que sepulta los cadáveres de los seres
queridos.
Algunos de ellos son arrancados a viva fuerza, pues
son completamente inútiles toda clase de ruegos y
exhortaciones”3.
Desde Roma llegaban más detalles a la redacción del periódico,
puesto que en las oficinas del Ministerio de Correos y Telégrafos se
había comunicado la magnitud de la noticia, haciendo mención a la
ciudad de Reggio, que había sido destruida casi en su totalidad.
Reggio di Calabria
5
Las olas habían barrido el puerto y sus alrededores, pereciendo
todos los trabajadores, que se encontraban allí en aquellos luctuosos
momentos. El director portuario también había fallecido.
Reggio di Calabria
El “Cristóbal Colón”, primer barco procedente de Messina y
cargado de supervivientes, muchos de ellos heridos, llegó a Nápoles por
la noche. Los napolitanos se desvivieron para socorrer a las víctimas.
El estrecho de Messina continuaba presentando un aspecto
imponente, puesto que:
“el flujo y reflujo de las olas es formidable; algunas
se encrespan a alturas considerables, batiéndose
contra la costa y azotándola con violencia
extraordinaria.
Cada oscilación de la marea sorbe grandes
extensiones de terreno que el agua arrastra mar
adentro, variando a su capricho la topografía de la
costa.
Los pasajeros confirman que la mayoría de los
habitantes que han perecido murieron ahogados por
6
la inmensa mole de agua que se precipitó sobre la
ciudad y ocasionó el derrumbamiento de los
edificios”4.
Cuando el “Cristóbal Colón” abandonó las aguas de Messina,
todavía había muchos edificios ardiendo, entre ellos, el Palacio del
Municipio y el de Trinacrio.
Messina
Los primeros socorros fueron aportados por un vapor ruso que
dejó a la población víveres y agua potable.
En la ciudad de Nápoles se esperaba la llegada de nuevos barcos
transportando unos 50.000 ó 70.000 heridos.
El periódico añadía: “El desastre que aflige a la patria en estos
momentos es el más grande que registra la historia de la Humanidad”.
Como todavía reinaba el temporal en las costas de Calabria y Sicilia, se
hacían sumamente difícil los trabajos de auxilio.
7
Chiesa del Rosario (Reggio di Calabria)
El obispo de Mileto, Monseñor Morabito, había remitido un
despacho al Corriere d’Italia, dando cuenta de la destrucción de nuevas
poblaciones, como Palmi, Santa Eufemia, Seminara, Sinópoli y otras de
los alrededores, cuyas poblaciones habían perecido.
En una edición especial de La Tribuna, se comunicaba que las
líneas férreas de Calabria habían quedado destruidas en un radio de 20
kms. Las últimas noticias de Palermo daban como cierta la cifra de
100.000 muertos, solamente en Messina5.
8
Palazzata di Messina
El día 3 de enero continuaban las noticias llegadas desde Italia.
Así, se comunicaba a los lectores que el telégrafo de Roma había
manifestado que el Ministro de Justicia, Orlando, transmitía, desde
Messina, a Giolitti que iban reorganizándose los servicios a pesar de la
lluvia.
Messina, Palazzo Reale
9
Continuaban sacándose heridos entre las ruinas, más de la mitad
de la población había quedado reducida a escombros y habían muerto 4
diputados.
Messina, chiesa di San Gregorio
El Rey había vuelto a desembarcar, visitando a los heridos y
recorriendo las aldeas de la costa. El gobernador había confirmado la
total destrucción de los edificios públicos. Asimismo, Víctor Manuel
había nombrado una comisión regia para reemplazar al Ayuntamiento,
cuyos miembros habían fallecido todos.
En Nápoles, la reina madre efectuaba una visita a los hospitales y
se esperaba la llegada del duque de Génova.
El terrible terremoto se había sentido también en Argel, pero no
hubo que lamentar desgracias ni daños.
10
En Messina, las réplicas de los temblores de tierra se volvieron a
notar a los pocos días, causando un gran pánico entre la población. En
los hospitales, los enfermos y heridos que tenían fuerzas, corrían
buscando las salidas. La reina Elena que se encontraba en una de las
salas, hizo grandes esfuerzos para contenerlos, pero no lo consiguió,
sufriendo ligeras contusiones en el pecho, producidas por los empujones
de los que huían.
La catedral de Messina se destruyó por completo, quedando bajo
los escombros el célebre tesoro de la Madonna della Lettera, de un gran
valor, por lo que numerosos soldados armados custodiaban las ruinas
para evitar los robos.
Madonna della Lettera
11
Proseguían las labores de desescombro pero solamente se
encontraban ya cadáveres en avanzado estado de descomposición, por lo
que el hedor era horrible, a pesar de que la lluvia continuaba. Se pidieron
gran cantidad de desinfectantes y antisépticos.
Messina
El papa Pío X envió a Sicilia y a Calabria la cantidad de 100.000
liras, además de abrir una suscripción y un crédito de 1.000.000.
También había mandado instalar por su cuenta en San Marcos, un
hospital con 500 camas; por su parte, el Rey de Italia había dicho que
vendería sus posesiones en Sicilia para aliviar con su importe a las
víctimas de Calabria6.
12
Disegno del terremoto di Calabria
Ante los acontecimientos descritos, el mismo diario, en otra
página, escribía una reflexión ante la catástrofe italiana, exhortando a la
población malagueña a que reaccionara aportando su ayuda en aquellos
trágicos sucesos:
“No hay ser humano que permanezca impasible ante
aquellas escenas de horrores, el corazón más duro se
13
conmueve ante la magnitud de la desgracia y de
todos los labios brotan frases de compasión hacia
aquellos desgraciados a quienes las sacudidas
titánicas del planeta han destruido cuanto constituía
la más apreciable.
El pueblo español, siempre generoso y digno, por
afinidad de razas, por sentimientos de humanidad, no
puede de ningún modo mostrarse impasible ante la
inmensa desgracia que aflige a sus hermanos y en
todas partes se levanta la voz de caridad y se
organizan socorros para acudir con ellos al auxilio
de tantos desgraciados.
Es tan grande la desdicha, tan inmensa la ruina, que
sabemos de antemano que cuantos sacrificios nos
impongamos serán débiles lenitivos para los que
gimen bajo el peso de tan horrible catástrofe, pero
aunque sea poco algún alivio tendrá la desgracia.
Málaga que recientemente ha pasado por una de esas
catástrofes que conmueven a la humanidad y ha sido
auxiliada con mano pródiga por pueblos hermanos
que dieron muestra de infinita generosidad, debe
responder, en estos difíciles momentos a sus
sentimientos caritativos y contribuir con su óbolo al
alivio de tanto infortunio.
Confiamos en el esfuerzo que varios súbditos
italianos y algunos generosos malagueños se han
impuesto para que Málaga sea una de las primeras
en acudir en auxilio de las víctimas de Italia y
creemos que el pueblo malagueño, siempre noble y
humanitario responderá al llamamiento de la caridad
para demostrar que sabemos ser agradecidos y que
no se borra fácilmente de nuestro corazón las
muestras de cariño que hemos recibido en ocasión de
desgracias análogas.
Málaga es generosa y espléndida cuando de hacer el
bien se trata y ¿cuál ha de ser mayor que auxiliar a
los que lo han perdido todo en la más espantosa de
las catástrofes?”7.
14
Málaga, Puerta del Mar
Durante varios días, la bandera italiana ondeaba a media asta en el
Consulado de Italia en Málaga, como ostensible manifestación de duelo.
Málaga, calle del Marqués de Larios
15
En dicho Consulado, se constituyó una comisión gestora mixta,
formada por la colonia italiana y algunos malagueños cuya iniciativa era
la de allegar fondos para los supervivientes de Sicilia y Calabria.
La Unión Mercantil publicaba una carta escrita por el cónsul de
Italia en estos términos:
“Esta Comisión juzga inútil mencionar la horrible
catástrofe que aflige a Italia, y que el mundo conoce,
y lamenta, como una, si no la más horrorosa en la
historia de la humanidad.
La Caridad, la filantropía, el amor hacia nuestros
desgraciados hermanos, nos impulsa como un solo
corazón, a acudir en socorro material de tantos miles
de damnificados, y Málaga, desea ser una de las
primeras en enviar un óbolo, pequeño, a causa
también de experimentadas calamidades, pero
grande en la intención que la inspira.
Para ello, y conceptuando que cuestaciones
retardarían el envío de lo recaudado, cuya urgencia
es inminente, espera que a cuantos espectáculos se
organicen, ya por iniciativa de esta Comisión, ya por
iniciativa ajena, produzcan el apetecido fin a que
todos aspiramos.
Málaga, 2 de enero de 1909.
En representación de la colonia italiana y de las
entidades y personas a ella unidas en fraternal lazo.
El Real Agente Consular de Italia
José C. Bruna”8.
El señor Bruna, en nombre de su nación, manifestaba así
su
gratitud y expresaba lo poco práctico que resultaban las cuestaciones
económicas, por la tardanza que ello generaría. Entonces, se acordó
representar una función en el Teatro Cervantes, para la cual, la Empresa
Jiménez Villagómez se había anticipado a hacer toda clase de
facilidades. También se acordó dar las gracias al Sr. D. José Creixell por
haber ofrecido gratuitamente la impresión de carteles, programas, etc.9.
16
Málaga, Teatro Cervantes
Una comisión de la ex Banda de Música Municipal que todavía
actuaba, aunque sin carácter oficial, se ofreció al cónsul italiano para
contribuir con sus recaudaciones a la causa de los damnificados. Sin
embargo, éste señalaba que no era partidario de tal cuestación, aunque lo
tendría en cuenta si hubiere necesidad10.
Sin embargo, fue nombrada una Comisión para realizar peticiones
por la calle durante los días 9 y 10 de enero, contando con el permiso del
Gobernador Civil. Se trataba de un grupo de personas pertenecientes a la
Escuela Superior de Comercio: Presidente, Domingo Fernández
Lombardo; Secretario, S. Povea Muros; Tesorero, E. Almansa
Mendigorri; Contador, P. Fazio Maury; y Vocales, Antonio Martín,
Federico Ruiz López y Pedro Nolasco Aurioles11.
17
Málaga, puerto y catedral
En otras ciudades españolas también se realizaron toda clase de
actos para contribuir económicamente a la tragedia italiana. Así, por citar
algunos ejemplos, en Madrid, el alcalde entregó al embajador de Italia la
cantidad de 25.000 pesetas acordadas por el Ayuntamiento para el
18
socorro de las víctimas; en Sevilla, se jugó un partido de fútbol entre el
Sevilla F.C. y el Recreativo de Huelva, en el Hipódromo de Tablada; el
cónsul de Italia en San Sebastián organizó festivales para enviar socorros
a las víctimas de Messina; y en Barcelona, se proyectó una función en el
teatro de Bellas Artes12.
Volviendo a la velada organizada en Málaga, los pedidos de los
billetes para la representación teatral eran tantos que la Comisión se veía
imposibilitada de atenderlos todos. Dicha Comisión estaba constituida en
el local del Colegio Pericial Mercantil, situado en la calle Beatas,
número 24, atendiendo en el horario de 2 a 5 de la tarde. Con objeto de
que todas las clases sociales pudiesen contribuir con sus donativos, no se
subió el precio de las entradas del Paraíso, sino que se vendían a 50
céntimos de pesetas. Se iba a solicitar de las autoridades militares
permiso en favor de la clase de tropa, con el fin de que pudieran
contribuir asistiendo al espectáculo. El programa de la función era el
siguiente:
- Sinfonía.
- La comedia en tres actos y prosa, original de Eusebio Blasco,
titulada “Los dulces de la boda”.
- Lectura de varias poesías en italiano por parte del Sr. Villagómez.
- “Oratoria fin de siglo”, por Eduardo Díaz del Corral, primer
teniente del Regimiento de Borbón.
- El juguete cómico en un acto y prosa, de José Estremera, “Hay
entresuelo”.
- Varias jotas cantadas por el Sr. Pérez Campos.
La función daría comienzo a las 8 de la tarde, siendo los precios
los siguientes: Palcos 2º de Proscenio, 15 pesetas; Palcos y Plateas sin
19
entrada, 25 pesetas; Butacas con entrada, 4 pesetas; Sillas de tertulia con
entrada, 2,50 pesetas; Delantera de Paraíso con entrada, 2 pesetas;
Entrada general y de Paraíso, 0,50 céntimos13.
Señalaba La Unión Mercantil que, en aquellos días, el frío era
muy intenso por toda Europa. Los ríos estaban llenos de témpanos y
helados. Habían sucedido terribles heladas que habían hecho peligrar las
vidas humanas, con víctimas por congelación en algunos lugares. Se
suspendieron también los trabajos al aire libre:
“Atribúyese la crueldad y rigor de este invierno a la
convulsión experimentada por la tierra y que ha
ocasionado el tremendo cataclismo de Italia.
Las lluvias torrenciales que caen estos días sobre las
desoladas comarcas de Calabria y Sicilia, son
consecuencia, según los meteorólogos, de los
terremotos y golpes de mares”14.
Málaga, interior del Teatro Cervantes
20
La noche del día 9 de enero tuvo lugar la representación teatral. El
teatro estaba “brillantísimo” con adornos a base de banderas italianas y
españolas, arcos florales y luces en artística combinación de colores:
“Ocupaban los palcos, plateas y butacas, lo más distinguido de la
sociedad malagueña, resaltando la belleza de nuestras mujeres que
vestían sus mejores galas”15.
El programa se desarrolló según lo previsto. En la comedia inicial
actuaron Lola Bremón y Paco Villagómez, además de Álvarez Segura,
Rivero, Díaz, Adamus y Cantalapiedra. Estos artistas fueron muy
aplaudidos por el público.
A continuación, Lola Bremón leyó una poesía en italiano, original
de Villagómez, mientras que éste leyó otra de José Carlos Bruna “ambas
alusivas a la desgracia que aflige a Italia y en el hermoso idioma del
Dante”16.
Luego, el primer teniente de Borbón, Eduardo Díaz del Corral,
consumado artista, interpretó el monólogo, antes citado, con mucho
acierto. Como el público le demostró repetidamente su agrado, leyó
luego una poesía dedicada a Italia, para terminar con otra humorística, de
estilo modernista.
El tenor Pérez Campos, de la Compañía de Lara, acompañado por
la tiple Severini, cantó la zarzuela “Bohemios”, modificando en cierto
modo el programa inicial. Ambos fueron ovacionados en gran medida.
21
Zarzuela “Bohemios”, estrenada en 1904
Se dio fin a la velada con el juguete “Hay entresuelo” que también
fue muy del gusto del respetable.
El público salió muy satisfecho del espectáculo, gracias a los
“nobles propósitos” de la Comisión organizadora.
La Banda de Borbón estuvo tocando en el vestíbulo del teatro
antes de empezar la función, por expreso deseo del gobernador militar de
la provincia17.
22
Málaga, techo del Teatro Cervantes
23
La Unión Mercantil del día 11 de enero publicaba la siguiente
poesía, firmada por A. Fernández de los Reyes y titulada “El cataclismo
de Italia”:
“¡Santa <Madonna> de Gracia
qué espantoso cataclismo!...
¡cuánta sangre!, ¡cuánto luto!
¡cuánto horror!, ¡válgame Cristo!
¡Messina... Reggio... Baratte!...
¡doscientos mil fenecidos!...
¡agua... rayos... terremotos!...
¡llamas... truenos... el delirio!...
¡doscientos mil!, ¡Ay! me entrego:
¡Si eso es lo desconocido,
lo increíble... <el non plus ultra>
el momento apocalíptico,
la fin del mundo...¡Recontra!...
¡vamos, hombre... que me crispo
al pensarlo... ¡Caracoles!
más vale morir de un tiro.
¡Mi oración para los muertos
y mi pésame a los vivos!
II
Nosotros los malagueños
podemos cantar un himno
de verdadera alegría
y sincero regocijo.
¿Por qué?... si aquí nos ocurre
lo que en Messina ha ocurrido,
¡Santo Cristo de Palermo!...
¡vamos, hombre, yo agonizo!...
¡<Anida maís> si la desgracia
ataca a lo más <querido>
y nos deja en un momento
sin (...)
sin nuestros sabios pendejos
sin tanto ilustre Vivillo:
sin tanto <ente> encumbrado
24
por misterios del Olimpo
sin tanto usurero prócer
escapado del presidio:
sin tanto rufián decente:
sin tanto honrado bandido:
sin tanta señora pública:
sin tantos Pernales vivos,
y sin tanto gran señor
de pistolón y cuchillo!...
¿Qué íbamos a hacer sin ellos?
¡Suicidarnos, es lo fijo!...
¡Ay! no quiero ni pensarlo,
¡me anonado y me horripilo!
III
¡San Onofre de mi alma!
¡San Telesforo bendito!
¡Sálvanos del terremoto!
¡Sálvanos del cataclismo!
¡Consérvanos esta <troupe>
de recargos y de arbitrio;
guarda a estas señoras <frigilie>
guarda a estos paletos políticos
y a esos grandes agiotistas
y a estos usureros místicos!
¿Qué sería de nosotros
si los mata un <estrupicio>?
¡San Onofre milagroso
no mandes, no, el cataclismo!18
25
Y así, de esta forma satírica e irónica La Unión Mercantil hacía
pública la poesía citada, en la que la catástrofe italiana servía para
criticar algunas situaciones y personajes incómodos de la época19.
A consecuencia de no haber llegado hasta nuestros días todos los
periódicos publicados en estas fechas, y de no estar completa la
colección del diario La Unión Mercantil, no podemos saber si se
realizaron más actos a favor de los damnificados por el terremoto de
Sicilia y Calabria, en la ciudad de Málaga. Lo más probable es que sí se
hicieran a juzgar por la noticia que se expresa a continuación. Se trata de
una carta dirigida al Cónsul italiano, José Carlos Bruna:
“Muy Sr. mío: La gran rapidez con que se ha
organizado la fiesta que se hará en Cervantes, me ha
impedido preparar a mis discípulos, para que en ella
tomen parte haciendo unos asaltos; pero como
supongo que no será este el último festejo que se
realice con tan laudable objeto, pues no puede
Málaga conformarse con dar tan mezquina muestra
de su dolor con tan horrible catástrofe, siendo quizás
la ciudad de España hasta la cual han llegado más
pruebas de caridad desde países extraños con motivo
de sus recientes desgracias, cuente con mi modesta
cooperación y la de mis alumnos para cualquier otra
fiesta que con los mismos propósitos que la de hoy se
organice.
Queda de Vd. affmo. s. s. q. s. m. b.Mariano Vico”20.
Del mismo modo, el periódico informaba, días después, de un
donativo que la directora de la Escuela Normal donaba con el mismo fin:
“Ha sido entregado al Sr. Cónsul de Italia, D. José
Carlos Bruna, por la Srta. doña Suceso Luengo,
dignísima directora de esta Escuela Normal de
Maestras, la suma de pesetas 65, donativo que tanto
26
dicha señora directora, como las demás Profesoras y
alumnas de dicho centro docente, hacen para las
víctimas del Sur de Italia”21.
Por lo que, casi con seguridad, las demás corporaciones
malagueñas, así como todas las personas de relevancia del momento,
colaborarían con sus donaciones a socorrer, de alguna manera, a las
víctimas de tan trágico terremoto.
NOTAS:
1
Este noticiero empezó a publicarse en el año 1886, finalizando su edición en 1936.
Se definía a sí mismo como el “diario de mayor circulación en Andalucía”.
2
La consulta de los ejemplares de este periódico ha sido efectuada en el Archivo
Díaz de Escovar (A.D.E.), de Málaga, en donde se custodia una gran parte de la
colección de dicho rotativo. Hemos actualizado la grafía de los textos para una mejor
comprensión.
3
A.D.E., La Unión Mercantil, Málaga, 2 de enero de 1909.
4
Ídem.
5
Ídem.
6
Ibídem, 3 de enero de 1909.
7
Ídem.
8
Ibídem, 4 de enero de 1909.
9
Ibídem, 3 de enero de 1909.
10
Ibídem, 4 de enero de 1909.
11
Ibídem, 9 de enero de 1909.
12
Ibídem, 5 de enero de 1909 y [En línea], http://
www.sevillafc.es/personajes/p031.htm - 52k., [Consulta 8-2-2009].
13
A.D.E., La Unión Mercantil, Málaga, 8 y 9 de enero de 1909.
14
Ibídem, 9 de enero de 1909.
15
Ibídem, 10 de enero de 1909.
16
Ídem.
17
Ibídem, 9 y 10 de enero de 1909.
18
Ibídem, 11 de enero de 1909.
19
Las ilustraciones han sido extraídas de las siguientes páginas webs: Mapa del
terremoto, [En línea], http://www.comons.wikipedia.org/, [Consulta 9-2-2009]; Rey
Víctor Manuel, [En línea], http://es.wikipedia.org/wiki/Víctor_Manuel_III-38k.
[Consulta 15-2-2009]; Reina Elena, [En línea],
http://es.wikipedia.org/wiki/Elena_Petrovich_Niegos - 24k, [Consulta 14-2-2009];
Reggio Calabria, 1ª [En línea], http:// www.superstiti, commons.wikimedia.org/; y
Reggio Calabria, 2ª [En línea], htttp://www.nave soccorsi, commons.wikimedia.org/,
[Consulta 11-2-2009]; Messina dopo il terremoto, [En línea],
htttp://www.portamessina.grifasi-sicilia.com/,. [Consulta 8-2-2009]; Reggio, chiesa
Rosario, [En línea], htttp://www.commons.wikimedia.org/, [Consulta 8-2-2009];
Palazzata Messina, [En línea], htttp://www.commons.wikimedia.org/, [Consulta 8-2-
27
2009]; Messina Palazzo Reale, [En línea], htttp://www.commons.wikimedia.org/,
[Consulta 8-2-2009]; Messina, chiesa di San Gregorio, [En línea],
htttp://www.commons.wikimedia.org/; [Consulta 10-2-2009]; Madonna della
Lettera, [En línea],
htttp://www.tanogabo.it/Religione/MADONNA_DELLA_LETTERA.htm-14k-,
[Consulta 10-2-2009]; Messina avanzi del Duomo e della Fontana Montorsoli, [En
línea], htttp:// www.sanfilatelio.afinet.eu/, [Consulta 10-2-2009]; Dibujo terremoto
Calabria,[En línea], htttp://www.torinoscienza.it/, [Consulta 11-2-2009] ; Málaga,
Puerta del Mar, [En línea], htttp://www.skycraperciy.com/, [Consulta 10-2-2009];
Málaga, calle Larios, [En línea],
htttp://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=49482..., [Consulta 10-2-2009];
Málaga, Fachada del Teatro Cervantes, [En línea], htttp://www.guateque.net/,
[Consulta 14-2-2009]; Málaga, El puerto y la catedral, [En línea], htttp://
www.skycraperciy.com/, [Consulta 14-2-2009]; Interior del Teatro Cervantes -patio
de butacas y techo-, [En línea], http://www.malagafilmoffice.com/ y
http://www.foroxerbar.com/viewtopic.php?t=5883, [Consulta 15-2-2009] Bohemios,
[En línea], http://www.geocities.com/Vienna/Strasse/3300/obbohe.html, [Consulta
15-2-2009].
20
A.D.E. La Unión Mercantil, Málaga, 9 de enero de 1909.
21
Ibídem, 16 de febrero de 1909.
María Encarnación Cabello Díaz, febrero 2009
28

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