el cordero de dios - Sagradafamilia.org.ve

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Oración sobre las ofrendas
Concédenos, Señor, participar
dignamente de estos santos misterios, pues cada vez que celebramos este memorial del sacrificio de Cristo se realiza la obra
de nuestra redención. Por Jesucristo nuestro Señor.
Antífona de comunión (sal.22,5)
Preparas una mesa ante mí y mi
copa rebosa.
Oración después de la comunión
Derrama, Señor, sobre nosotros
tu espíritu de caridad para que,
alimentados con el mismo pan
del cielo, permanezcamos unidos en el mismo amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
PROPÓSITOS DE LA HOMILÍA
Antes de la comunión oímos la Este es el Cordero de
voz de San Juan Bautista.
Algunas ideas para comulgar Dios que quita el pecado
debidamente y con más fruto:
1) Confesarnos para liberar el del mundo.
alma algún pecado grave y con el
ayuno de una hora nos acercamos a recibir a Jesús con la alegría
con que el Bautista lo descubrió.
2) Aumentemos el deseo de comulgar mejor repitiendo muchas
veces: Yo quisiera, Señor, recibirte con aquella pureza, humildad y
devoción con que te recibió tu Santísima Madre, con el espíritu y fervor de
los santos.
3) Mientras vamos en la cola, tratemos de evitar las distracciones
rezando para todos: auméntanos la fe, la esperanza y la caridad.
PETICIONES PARA LA ORACIÓN UNIVERSAL DE LOS FIELES
-Por la Persona e intenciones del Romano Pontífice, Francisco, en este
octavario por la unidad de los cristianos. Roguemos al Señor.
-Por la unidad y caridad entre los católicos, para que sean un estímulo de
paz y concordia a todos los cristianos y la humanidad entera. Roguemos
al Señor.
II DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
19 DE ENERO 2014
EL CORDERO DE DIOS
HABLAR CON DIOS
E
Tomado de Hablar con Dios
ste es el Cordero de na a la abstracta humanidad,
Dios que quita el peca- en conjunto. Nos perdona a
do del mundo, anun- cada uno de nosotros, tantas
cia San Juan Bautis- cuantas veces, arrepentidos,
ta; y este pecado del mundo es nos acercamos a Él.
Nos perdona y nos regenetodo género de pecados: el de
origen, que en Adán alcanzó ra: nos abre de nuevo las puertambién a sus descendientes, y tas de la gracia, para que podalos pecados personales de los mos –con esperanza– prosehombres de todos los tiempos. guir nuestro caminar».
Agradezcamos al Señor tanÉl es el verdadero Cordero que
quitó el pecado del mundo, mu- tas veces como ya nos ha perriendo destruyó nuestra muerte y donado. Pidámosle que nunca
dejemos de acercarnos a esa
resucitando restauró la vida
Es una fuerte llamada a la fuente de la misericordia diviesperanza, porque Cristo ha na, que es la Confesión
venido para perdonar
los pecados y a curar
Se quedó para ti. -No es
sus heridas.
«A perdonar ha ve- reverencia dejar de comulgar,
nido Jesús. Es el Re- si estás bien dispuesto.
dentor, el Reconciliador. Y no perdona -Irreverencia es sólo recibirlo
una vez sola; ni perdo- indignamente.
(Camino, n. 539)
Antífona de entrada (Sal 65,4)
Que se postre ante ti, oh Dios,
la tierra entera; que toquen en
tu honor; que toquen para tu
nombre, oh Altísimo.
(Palabra de Dios –Te alabamos
Señor)
Salmo Responsorial (Salmo 39)
V/. Aquí estoy, Señor, para
hacer tu voluntad.
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer
Oración colecta
Dios todopoderoso, que tu voluntad.
gobiernas a un tiempo cielo y
V/. Esperé en el Señor con
tierra, escucha paternalmente la gran confianza, él se inclinó
oración de tu pueblo, y haz que hacia mí y escuchó mis
los días de nuestra vida se plegarias. El me puso en la
fundamenten en tu paz. Por
boca un canto nuevo, un
nuestro Señor Jesucristo.
himno a nuestro Dios.
R/.
Aquí estoy, Señor, para hacer
PRIMERA LECTURA
tu voluntad.
Te hago luz de las naciones, para que todos
vean mi salvación
V/. Sacrificios y ofrendas no
quisiste, abriste, en cambio,
Lectura del libro del Profeta mis oídos a tu voz. No exigiste
Isaías 49, 3.5-6
holocaustos por la culpa, así
El Señor me dijo: “Tú eres mi que dije: “Aquí estoy”.
siervo, Israel; en ti manifestaré mi R/. Aquí estoy, Señor, para hacer
gloria”. Ahora habla el Señor, el que tu voluntad.
me formó desde el seno materno,
para que fuera su servidor, para V/. En tus libros se me ordena
hacer que Jacob volviera a él y hacer tu voluntad; esto es,
congregar a Israel en torno suyo --- Señor, lo que deseo: tu ley en
tanto así me honró el Señor y mi medio de mi corazón.
Dios fue mi fuerza- Ahora, pues, R/. Aquí estoy, Señor, para hacer
dice el Señor: “Es poco que seas mi tu voluntad.
siervo sólo para restablecer a las V/. He anunciado tu justicia
tribus de Jacob y reunir a los en la gran asamblea; no he
sobrevivientes de Israel; te voy a cerrado mis labios, tú lo sabes,
convertir en luz de las naciones, para Señor.
que mi salvación llegue hasta los R/. Aquí estoy, Señor, para hacer
últimos rincones de la tierra”.
tu voluntad.
SEGUNDA LECTURA
EVANGELIO
Aquí estoy, Señor para hacer tu voluntad
Éste es el Cordero de Dios, el que quita el
pecado del mundo
Lectura de la Carta del
Apóstol san Pablo a los
Corintios (1,1-13)
Yo, Pablo, apóstol de
Jesucristo por voluntad de
Dio s, y Só ste ne s, mi
colaborador, saludamos a la
comunidad cristiana que está
en Corinto. A todos ustedes, a
quienes Dios santificó en
Cristo Jesús y que son su
pueblo santo, así como a todos
aquellos que en cualquier lugar
invocan el nombre de Cristo
Jesús, Señor nuestro y Señor
de ellos, les deseo la gracia y la
paz de parte de Dios, nuestro
Padre, y de Cristo Jesús, el
Señor.
(Palabra de Dios–Te alabamos
Señor)
ACLAMACIÓ N
EVANGELIO
ANTE S
DEL
Aleluya, aleluya.
Aquel que es la Palabra se hizo
hombre y habitó entre
nosotros. A todos los que lo
recibieron les concedió poder
llegar a ser hijos de Dios
Aleluya.
Lectura del Santo Evangelio
según san Juan (1,29-34)
En aquel tiempo, vio Juan el
Bautista a Jesús, que venía
hacia él, y exclamó: “Este es el
Cordero de Dios, el que quita
el pecado del mundo. Este es
aquel de quien yo he dicho: ‘El
que viene después de mí, tiene
precedencia sobre mí, porque
ya existía antes que yo’. Yo no
lo conocía, pero he venido a
bautizar con agua, para que él
sea dado a conocer a Israel”.
Entonces Juan dio este
testimonio: “Vi al Espíritu
descender del cielo en forma
de paloma y posarse sobre él.
Yo no lo conocía, pero el que
me envió a bautizar con agua
me dijo: ‘Aquel sobre quien
veas que baja y se posa el
Espíritu Santo, ése es el que ha
de bautizar con el Espíritu
Santo’. Pues bien, yo lo ví y
doy testimonio de que éste es
el Hijo de Dios”.
(Palabra del Señor –Gloria a ti
Señor Jesús.)