Revista electrónica de Ciencias Aplicadas al Deporte, Vol 1, N°1

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Revista electrónica de Ciencias Aplicadas al Deporte, Vol 1, N°1
Revista electrónica de Ciencias Aplicadas al Deporte, Vol 1, N°1, Junio de 2008.
ANÁLISIS DE CONCORDANCIA CLÍNICA ENTRE ECUACIONES PARA LA ESTIMACIÓN
DEL GASTO ENERGÉTICO TOTAL, EN JUGADORES DE HOCKEY SOBRE CÉSPED. Garat,
María Fernanda; Rossi, María Laura; Spirito, María Florencia y Bazán, Nelio Eduardo. LAFyS ISDE, Laboratorio de Actividad Física y Salud del Instituto Superior de Deportes. Buenos Aires,
Argentina, Noviembre 2006. [email protected]
RESUMEN
Objetivos: En esta investigación planteamos la necesidad de analizar el gasto energético total (GET)
diario de jugadoras de hockey utilizando herramientas disponibles en la bibliografía actual. Al
hablar de GET nos referimos a la cantidad de kilocalorías (kcal) que gasta una persona en un día,
considerando el gasto por metabolismo basal, la termogénesis de los alimentos y la termogénesis
por las actividades que realiza. Determinando si existe concordancia clínica entre el gasto
energético total estimado según diferentes ecuaciones predictivas en jugadoras de hockey sobre
césped.
Material y Métodos: Se estudió un total de 49 jugadoras del club Hindú de Buenos Aires,
Argentina. Se incluyeron jugadoras de las categorías sexta y quinta de la línea A y B. Las edades de
las jugadoras se encontraban entre 14 y 18 años. Del total de jugadoras 1 tenía 14 años cumplidos
(2.04 %), 15 jugadoras 15 años (30.61 %), 18 atletas 16 años (36.73%), 8 chicas 17 años (16.33%)
y 7 jugadoras 18 años (14.29 %). Las fórmulas con las que trabajamos fueron: Ecuación de Harris–
Benedict; Ecuación de Schofield WN; Método World Health Organization/ Food and Agriculture
Organization/ United Nations University (FAO-OMS-UN desarrollado); Ecuación de FAO/OMS
simplificada; Ecuación de Owen; Ecuación de Mifflin-St. Jeor; Ecuación extraída del Informe
Dietary Reference Intakes for Energy, Carbohydrates, Fiber, Fat, Protein and Amino Acids Food
and Nutrition Board. Institute of Medicine, National Academy of Science (IOM-NAS 2002).
Resultados: La ecuación FAO-OMS-UNU simplificada fue la que mostró concordancia clínica con
respecto al parámetro NAS-IOM. No hubo diferencias significativas entre ambas. Por otra parte,
reflejó correlación estadísticamente significativa con un grado elevado (0.85) y concordancia entre
ambos métodos. De todas formas, debe tenerse en cuenta que los valores estimados pueden diferir
en hasta –169.4 kcal y +213.8 kcal. Si bien es un valor a tener en cuenta, no se aleja
extremadamente de la ecuación NAS-IOM.
Conclusiones: La ecuación FAO-OMS-UNU simplificada es, dentro de las disponibles y teniendo
en cuenta las limitaciones de los métodos de estimación, una herramienta útil para arribar al gasto
energético total de personas con características similares a las de la muestra estudiada.
1.INTRODUCCIÓN
Marco Teórico
El hockey tal como hoy se lo conoce, es una de las formas de juego más antiguas a las cuales el
hombre se inclinó desde distintas épocas y lugares. Alguna publicaciones indican que el hockey
moderno nació en Inglaterra alrededor de 1840 y se incluyó en los Juegos Olímpicos por primera
vez en 1908. Este deporte, a lo largo de la historia ha sufrido constantes modificaciones. A partir de
los Olimpíadas de Montreal, en 1976, con la aparición de la superficie sintética, la disciplina
presentó cambios en los requerimientos técnicos, tácticos y fisiológicos, modificándose los gestos
técnicos y la velocidad del juego. También han evolucionado los medios materiales, sufriendo
modificaciones los palos y la bocha. Estos cambios ayudaron en gran medida a una práctica mucho
más precisa, dando como resultado un juego más vistoso y físicamente más exigente. (1)
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El hockey es un deporte acíclico (presenta desplazamientos con cambios de dirección, intensidad,
velocidad y distancia) (2), de conjunto, de contacto y asimétrico (donde el palo se lleva con la mano
izquierda en el extremo, y la mano derecha en el medio). Los equipos están compuestos por 11
jugadores, incluyendo un arquero. (2) Se juega en una cancha de 90 m de largo por 55 m de ancho.
La superficie puede ser de césped sintético o césped natural. Cada jugador posee un palo de 90 a 95
cm, con un peso aproximado de 580 a 680 gr, con el cual golpea una bocha de 220 gr. (2) Es un
deporte no profesional donde se compite en equipos por categorías de edad. El partido se juega en
dos tiempos, cada uno de 35 minutos, con un intervalo de 5 a 10 minutos. Sin embargo, a diferencia
de otros deportes, el tiempo de conteo no se detiene si la bocha sale fuera de los límites de campo.
Entonces los 70 minutos de juego, que marca el reloj cuando finaliza el partido, no son reales. (2)
En un trabajo realizado por Colacilli (2004) se investigó sobre la cantidad y el tiempo promedio de
los periodos de juego y pausa, con el objetivo de conocer más acerca del deporte, su intensidad,
dinamismo y continuidad. Como resultado se obtuvo que los tiempos de pausa fueron mayores al
tiempo neto de juego, observando ciertas diferencias según la categoría y el sexo; los caballeros
fueron los que menor tiempo de pausa y mayor tiempo neto de juego tuvieron. (2)
Tiempo de juego, tiempo de pausa y tiempo neto.
Primera división, Argentina, varones
Tiempo total del partido
71'59"
Tiempo neto
34'56"
Tiempo de pausa
37'03"
Tiempo de pausa activa
27'42"
Tiempo de pausa pasiva
9'27"
Colacilli, 2004.
En relación a las demandas metabólicas, el hockey sobre césped es un juego rápido, con demandas
intermitentes del metabolismo, utilizando diferentes sistemas energéticos: ATP-PC, glucolítico
aeróbico y oxidativo (2). Por ende forma parte del conjunto de actividades deportivas de tipo
aeróbico-anaeróbico alterno. Muchas carreras cortas, combinadas con detenciones, cambios de
dirección, giros y pasos hacia la bocha caracterizan las demandas del metabolismo anaeróbico
mientras que la duración total del partido determina la dependencia del metabolismo oxidativo. A
su vez, durante el juego se realizan esfuerzos de distinta intensidad como marcha, trote, carreras y
sprints. Al respecto, Pérez y Bustamante (2003) han investigado el porcentaje que cada tipo de
esfuerzo ocupa del total de tiempo de juego en jugadores de elite. Se observó un predominio de los
esfuerzos de baja y media intensidad (marcha y trote) sobre los de alta y muy alta intensidad
(carrera y sprint), en todos los puestos analizados. (3.)
Acciones en el hockey.
Número de repeticiones de cada tipo de esfuerzo y
tiempo invertido en un partido de hockey sobre
hierba.
Tipos de
Esfuerzo
Nº de
repeticiones
-2-
Tiempo (seg)
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Marcha
148 (+ 9.4)
Trote
160 (+ 36.4)
Carrera
73 (+ 9.8)
Sprint
85 (+ 9.4)
Pérez Prieto; Bustamante, 2003.
2536 (+
312.3)
1190 (+ 289)
265 (+ 55.4)
207 (+ 33.1)
En base a estos datos, los autores concluyeron que este deporte exige ambos sistemas metabólicos
de producción de energía (anaeróbico y aeróbico), pero con un predominio de la vía energética
anaeróbica y que tiene un alto porcentaje de juego, el 89%, de esfuerzos de baja y media intensidad,
un 6% en esfuerzos de alta intensidad y un 5% en esfuerzos de muy alta intensidad. (3)
Por ende, definieron al hockey sobre hierba como un deporte colectivo eminentemente anaeróbico,
con un porcentaje de trabajo en zona metabólica de predominio anaeróbico del 71%, en la zona
mixta o de transición aeróbica - anaeróbica de un 25%, y en la zona de predominio aeróbico de sólo
un 4%. (3) Por lo tanto, en relación a la proporción de contribución de cada sistema de energía para
con la demanda de este juego, se puede indicar que, aunque existen diferencias en los
requerimientos de energía entre los jugadores, el fosfágeno ATP-PC y el glucógeno son las
principales fuentes de energía. Según E. Nacusi los porcentajes de contribución de cada sistema
energético fueron los siguientes: el sistema ATP-PC un 60-70%, el sistema glucolítico un 20 % y el
sistema oxidativo un 10-20 %. La contribución de cada uno es variable según la posición de juego.
(4)
Periodización de áreas funcionales
Programa de entrenamiento del equipo de 1º div.
femenino de la U.N.S.J - Universidad Nacional de San
Juan, Argentina.2000.
POSICIÓN
Arquero
Defensor
Medio
campo
Delantero
Nacusi E.
ATP-PC ÁCIDO
LÁCTICO
X
X
X
X
OXÍGENO
X
X
El hockey sobre césped es en Argentina un deporte amateur que en la actualidad se encuentra
ampliamente extendido. Es practicado en colegios y clubes por hombres y mujeres desde niños
hasta adultos. A pesar de su gran difusión, la información disponible acerca de las características de
los jugadores de diferentes categorías en cuanto a gasto energético y alimentación es realmente
escasa. Como punto de partida para ampliar el conocimiento al respecto, es necesario pensar en el
hockey amateur como una actividad que se integra a la vida de muchos jóvenes, que a su vez
concurren a la escuela, trabajan, realizan otras actividades recreativas y/o competitivas. Por ende, el
hockey constituye sólo una parte de la vida de los jugadores, particularmente en aquellos de
mediano y bajo rendimiento. En esta investigación planteamos la necesidad de analizar el gasto
energético total (GET) diario de jugadoras de hockey utilizando herramientas disponibles en la
bibliografía actual. Al hablar de GET nos referimos a la cantidad de kilocalorías (kcal) que gasta
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una persona en un día, considerando el gasto por metabolismo basal, la termogénesis de los
alimentos y la termogénesis por las actividades que realiza.
1-. La TMB refleja la energía necesaria para mantener el metabolismo celular y de los tejidos,
también la circulación sanguínea, la respiración y los procesos gastrointestinal y real. (5)
Representa el 60-75% del GET en personas sedentarias. Varía de persona a persona y en atletas de
alto rendimiento puede bajar hasta un 40% o aún menos. También puede disminuirse hasta un 50%
en condiciones de ayuno prolongado. De modo operativo es la producción de calor medida en
estado post absorción, 12 a 18 horas después de la última comida y en estado de reposo. La
medición de la tasa metabólica basal debe ser realizada alejada del ejercicio, por la mañana en
general a los 30 minutos de haberse despertado luego de un sueño reparador, con temperatura y
ambiente confortables. La tasa metabólica en reposo (TMR) puede medirse en cualquier momento
del día, esperando 4 horas luego de la última comida. Es en general 10% mayor que la tasa
metabólica basal, pero su practicidad la convierte en la medición de elección. (6)
La TMB está influenciada por diversos factores entre los que pueden enumerarse: (7, 8)
Edad: la TMB es mayor durante los primeros años de vida, disminuye en la niñez y luego muestra un
incremento ligero en la pubertad, para después continuar en descenso. Los cambios en la TMB en
relación con la edad no están bien claros, en los períodos de rápido crecimiento se asocia con el
aumento de la actividad biosintética; también influyen los cambios en la composición corporal que se
presentan en las diferentes edades.
Sexo: la TMB es menor en las mujeres que en los hombres (5-10 %), lo cual se explica en parte por las
diferencias en la composición corporal: el hombre tiene mayor porcentaje de tejido metabólicamente
activo que la mujer.
Superficie corporal: ésta se ha utilizado como base para calcular la TMB asumiendo que la tasa
metabólica se afecta con la pérdida de calor hacia la atmósfera a causa de la evaporación a partir de la
piel. Estudios más recientes consideran que es más preciso evaluarla por la extensión de la masa libre
de grasa. Los atletas con mayor desarrollo muscular tienen alrededor de un 5% de aumento del
metabolismo basal que los individuos que no realizan actividad física alguna.
Temperaturas ambientales: los climas tropicales aumentan 5-20 % la TMB. En climas fríos
extremos la variación depende del aislante de tejido adiposo corporal y de la vestimenta: a mayor
aislamiento, menor influencia sobre la TMB.
Ciclo menstrual: el punto mas bajo de TMB se produce alrededor de una semana después de la
ovulación y el más alto justo antes del inicio de la menstruación.
Estrés: incrementa la actividad del sistema nervioso sistémico y por lo tanto la TMB.
2-. La termogénesis de los alimentos es el aumento del gasto energético por encima de la TMR,
producto de la energía utilizada en la digestión, el transporte, el metabolismo y el depósito de los
nutrientes. Tiene lugar varias horas después de la ingestión de una comida. Representa el 10% de
las calorías totales ingeridas para una dieta mixta. (7)
3-. La actividad representa la suma de movimientos generados por los músculos esqueléticos, desde
los más mínimos hasta los grandes esfuerzos atléticos. Es el componente más variable del gasto
energético. Las actividades que requieren el empleo de grandes grupos musculares son las que
normalmente gastan mayor cantidad de calorías. La intensidad y la duración son dos variables
determinantes del gasto calórico por la actividad física. (9)
El peso corporal, la frecuencia con que se repiten las competencias y la duración de la práctica
durante el entrenamiento también influyen sobre la necesidad calórica total. El entrenamiento en sí
incrementa las necesidades calóricas en 5-40 % de acuerdo a la naturaleza del ejercicio y la
duración de la práctica. Las mujeres atletas requieren un 10 % menos de calorías para cubrir las
necesidades energéticas de cada tipo de deporte o entrenamiento que los hombres. (10)
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Se han planteado diversas maneras para conocer el gasto energético. Existen métodos de medición directos e
indirectos y métodos para la estimación. Entre los métodos de medición se encuentran:
Calorimetría directa: involucra la medición de la cantidad de calor producido por el organismo
durante cierto tiempo. En este método, la cantidad total de calor que liberan las células durante su
metabolismo se mide en un calorímetro grande construido especialmente. Es un método caro por lo
tanto en la actualidad prácticamente no se utiliza. (11)
Calorimetría indirecta: se denomina indirecta porque se mide el consumo de oxígeno. Se basa en el
hecho de que las reacciones metabólicas del cuerpo en que se libera energía dependen de un
continuo suministro de oxígeno. Se ha estimado que por cada litro de oxígeno que se consuma, 5
kilocalorías se generan cuando los hidratos de carbono, grasas y proteínas se metabolizan en las
células. A partir de los datos obtenidos se puede calcular el gasto energético en reposo mediante una
formula desarrolla por Weir.
Ecuación de Weir: Gasto Energético = [VO2 (3,941) + VCO2 (1,11)] 1440 min/día. (11)
Agua doblemente marcada: el método del agua doblemente marcada (2H218O) está basado en la
eliminación diferencial de los isótopos deuterio y 18oxígeno del agua corporal del organismo.
William Giauque y Herrick Jonson, de Estados Unidos, descubrieron en 1929, los isótopos del
oxígeno de masa 17 y 18, sentando una base experimental para la estadística cuántica y la tercera
ley de la termodinámica. En 1932 Harold Urey, químico estadounidense, descubrió el deuterio. Este
es el isótopo de hidrógeno, estable y no radiactivo, también llamado hidrógeno pesado, al ser su
masa atómica el doble de la del hidrógeno. El método consiste en una carga de agua doblemente
marcada con estos dos isótopos. El deuterio se elimina como agua y el 18oxígeno como agua y como
CO2, la diferencia entre ambas tasas de eliminación nos permite conocer la producción de CO2. Es
un método promisorio para determinar las necesidades energéticas en sujetos en los que las
mediciones tradicionales del gasto energético empleando la calorimetría indirecta han resultado
poco prácticas y difíciles, como por ejemplo en niños. (10) Entre las ventajas de este método se
puede decir que permite estudiar a un sujeto de tres días a tres semanas realizando sus actividades
habituales, sólo requiriendo la recolección de orina. Además mide el gasto energético diario total,
incluyendo índice metabólico en reposo, el efecto térmico de los alimentos y el gasto por actividad.
(10) Sus desventajas son el alto el costo, su disponibilidad limitada y la variabilidad intra e
interindividual de ± 8.5%. (10, 11)
Nathan Lifson validó el método de agua doblemente marcada en animales pequeños por
comparación con el método de medición de CO2 producido. El método de agua doblemente
marcada fue adaptado por otros zoólogos que validaron el método en numerosos modelos animales.
Se introdujeron pequeñas modificaciones para mejorar la precisión en humanos. Con estas
variaciones se logró una precisión del 1-2%, con un desvío estándar relativo de 3-9%. El método
fue validado en niños y adultos jóvenes, individuos sanos y pacientes con desórdenes
gastrointestinales, sujetos bajo custodia y personas libres, tanto en laboratorio como fuera del
mismo. (12) Para estimar el gasto energético se cuenta con gran variedad de ecuaciones
predicativas. Estas ecuaciones se han desarrollado a partir de los métodos experimentales y
permiten estimar el metabolismo basal, el metabolismo en reposo y/o el gasto energético total. Para
su elaboración se estudiaron distintas poblaciones en lo que hace al sexo, edad y niveles de
actividad física. Algunas de las fórmulas con las que contamos en la actualidad son:
Ecuación de Harris–Benedict: fue desarrollada en 1919 por JA Harris y FG Benedict. Para su
confección estudió una muestra de 239 sujetos, 136 hombres (edad promedio 27 años ± 9, peso
promedio 64 ± 10 kg) y 103 mujeres (edad promedio 31 años ± 14, peso promedio 56.5 ± 11.5 kg).
Se desarrollaron a partir del análisis de regresión entre el gasto energético de reposo medido por
calorimetría, y el peso, talla y edad, surgiendo dos ecuaciones empíricas que permiten estimar el
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metabolismo basal en el hombre y en la mujer. En su creación la ecuación ha sido tabulada para
valores de peso de 25.0 a 124.9 kg, para estaturas de 151 a 200 cm y para edades de 21 a 70 años.
(13) El peso debe medirse en kg, la talla en cm y la edad en años cumplidos. Para calcular
necesidades calóricas totales se debe agregar el gasto por actividad.
Estudios posteriores informaron que la ecuación sobreestima el gasto energético basal entre 7% y
24% y que aunque fue planteada para metabolismo basal realmente estudió metabolismo en reposo.
(14)
En un estudio de revalidación, estas ecuaciones mostraron una precisión de ± 14% en la estimación
del gasto energético en reposo en sujetos sanos con peso normal, y un bajo valor predictivo en
desnutridos. (15)
Numerosos estudios han comparado el gasto energético en reposo por ecuaciones de HarrisBenedict con la calorimetría indirecta encontrándose discordancias en un rango de ±19% en sujetos
sanos con peso normal y obesos, y en diferentes razas. (16)
Ecuación de Schofield WN: fue un método desarrollado para estimar el requerimiento energético
alimentario a partir de estimaciones del gasto energético en adultos y niños de 10 a 18 años. (10, 17)
El método se puede aplicar a individuos o grupos. Para el cálculo del metabolismo basal debe
conocerse el peso de la persona. Luego se determina el nivel aproximado de actividad (expresado
como múltiplo del índice metabólico basal - IMB) del grupo o individuo a partir de estimaciones de
la cantidad de tiempo dedicado a diferentes actividades. Finalmente se agrega el requerimiento
energético adicional por crecimiento.
Método World Health Organization/ Food and Agriculture Organization/ United Nations
University (FAO-OMS-UN desarrollado): el cálculo de las necesidades energéticas de una
población cuenta con una metodología que viene siendo desarrollada desde 1950 por la
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO). A lo largo de las
cinco décadas que siguieron a la primera reunión de expertos internacionales, en que se hizo el
primer relato con las directrices para la formulación de este cálculo, esta metodología ha sido objeto
de revisiones periódicas. Han participado también de estas reuniones promovidas por la FAO,
expertos ad hoc de la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde 1966, y también de la
Universidad de las Naciones Unidas (UNU), en 1985. La aplicación de estas instrucciones ha estado
siempre atenta a la disponibilidad de los datos necesarios para el cálculo, así como a los objetivos a
que se destinan. (18)
Las fórmulas propuestas por FAO/OMS/UNU, se basan en datos de Schofield y cols (19) quienes,
recopilando la información de 114 estudios publicados en los últimos 60 años, analizaron el gasto
energético en reposo (GER) medido en 1239 mujeres y 3575 hombres mayores de 18 años. Con las
series analizadas, de diferentes razas, rango de edad e índice de masa corporal (17.5 a 37.1 kg/m2),
se intentó obtener fórmulas aplicables universalmente. Las fórmulas fueron publicadas en el
Informe técnico 724, Ginebra 1985. Estas fórmulas han sido consideradas adecuadas para la
estimación del GER en individuos sanos con peso normal o bajo (20, 21) aunque no recomendables
para obesos norteamericanos. Los estudios efectuados en poblaciones no caucásicas han mostrado
una consistente sobrestimación del GER con las fórmulas FAO/OMS/UNU, con valores promedio
de hasta 12,5% sobre las mediciones del GER (16, 22, 23)
El cálculo con este método consta de 3 pasos:
1* Determinar el metabolismo basal (MB) por medio de ecuaciones que difieren según rango de
edad, sexo, y peso corporal.
2* Estimar la tasa metabólica basal (TMB) que surge de la división del gasto metabólico basal por
horas del día.
3* Calcular el gasto energético para cada tipo de actividad realizada en un día.
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El número de horas destinadas a una actividad determinada se multiplica por la tasa metabólica
basal y por un factor que expresa los valores del costo energético según tipo de actividad (múltiplos
del metabolismo basal).
Las actividades realizadas por el sujeto se pueden conocer a través de un cuestionario que lo puede
diligenciar personal entrenado, el mismo sujeto o por observación directa. Esta última técnica es
muy laboriosa, demanda gran cantidad de tiempo por parte del observador y puede incomodar al
sujeto observado, por lo cual su uso es poco conveniente a gran escala en estudios epidemiológicos,
donde la entrevista y el auto registro pueden ser más eficientes. Las categorías de actividad física
tienen un costo energético de acuerdo con su intensidad; se pueden expresar en múltiplos de la
TMB o en mililitros de O2 consumido/ kg de peso/ minuto. Estos valores se pueden obtener de
mediciones previas en el mismo sujeto en el laboratorio o de reportes bibliográficos. Al respecto,
las tablas publicadas por Durnin y Passmore desde 1955 sobre el costo energético de diversas
actividades expresadas en kcal/minuto, sirvieron de base para construir otras más funcionales, que
se presentan en relación con el peso corporal o como múltiplos de la TMB. Entre éstas se
encuentran las publicadas por el comité de expertos de la FAO/OMS/UNU en su informe 724. De
tal manera que si se calcula el gasto energético basal por unidad de tiempo y se conoce a cuantos
múltiplos de la TMB se trabaja cuando se ejecuta una determinada actividad y la duración de la
misma, es posible calcular el número de kcal que gasta el organismo durante el tiempo que se
realiza tal actividad. Cabe anotar que dicha tasa metabólica basal fue obtenida cuando los sujetos
dormían, por lo tanto corresponde a una tasa metabólica durante el sueño. (9)
Ecuación de FAO/OMS simplificada: estima la tasa metabólica en reposo en kcal/día. Utiliza la misma
ecuación que en el método desarrollado. Para la actividad, se agrega un porcentaje en función del nivel
de actividad de la persona, sin hacer el cálculo detallado de cada trabajo. En 1985 se clasificaron las
ocupaciones de hombres y mujeres según involucraran una actividad física liviana, moderada o fuerte.
Los valores correspondientes a mujeres fueron estimados como 1,56, 1,64 y 1,82 veces la TMB. A esa
necesidad diaria de energía expresada como múltiplo de la TMB también se le llama nivel de actividad
física (NAF). Las necesidades diarias de energía o NAF de niños y adolescentes de distintas
sociedades, ambientes o culturas, fueron estimadas a partir de las actividades que usualmente
desarrollan, el tiempo dedicado a ellas y el esfuerzo físico que requieren (Torún et al., 1996; Torún,
2002). Para ello se analizaron alrededor de 80 estudios sobre nutrición, fisiología, antropología,
economía y ciencias de la conducta. La información provista por 42 de esos estudios que involucraron
alrededor de 4000 varones y mujeres de 5 a 19 años de edad en países industrializados y 2400 en
sociedades urbanas o rurales con distintos grados de desarrollo y modernización, sirvió para cuantificar
la distribución del tiempo dedicado a diversas actividades cotidianas y para estimar su costo energético.
Basándose en estos análisis, se propuso que las recomendaciones dietéticas de energía consideren
desde los 6 años de edad tres niveles de actividad física habitual, tal como se ha venido haciendo para
los adultos desde 1985. (24)
Ecuación de Owen: fue presentada en 1986. Se estudiaron 44 mujeres delgadas y obesas, activas e
inactivas (las activas eran 8 atletas) El rango de edad fue de 18 a 65 años y el de peso entre 43 a 143
kg (con peso estable por un mes). Se midió el gasto calórico mediante calorimetría indirecta; se
determinó la composición corporal. Mediante un análisis de regresión múltiple se determinó cuál o
cuáles variables, resultaban mejores para predecir la tasa de gasto metabólico en mujeres. Surgieron
dos ecuaciones: una para mujeres activas y otra para mujeres inactivas. La única variable necesaria
para utilizar la fórmula es conocer el peso corporal. Calcula la tasa de metabolismo basal. (25)
Ecuación de Mifflin-St. Jeor: esta ecuación fue presentada en 1990 y se obtuvo utilizando una
muestra de 498 personas, 247 hombres y 251 mujeres. Pretendía corregir la sobreestimación de la
ecuación de Harris Benedict. Abarcó personas de 19 a 78 años, 264 con peso normal y 234 obesas.
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El gasto energético en reposo se midió por calorimetría indirecta, obteniendo las fórmulas a partir
de un análisis de regresión múltiple. Las fórmulas desarrolladas consideran el peso en kg, la talla en
cm y la edad en años. (26) Posee variabilidad de hasta el 30% entre individuos de similares
características. Calcula la tasa metabólica en reposo, por lo que sería necesario agregar la energía de
la actividad para obtener el valor del GET.
Ecuación extraída del Informe Dietary Reference Intakes for Energy, Carbohydrates, Fiber, Fat,
Protein and Amino Acids Food and Nutrition Board. Institute of Medicine, National Academy of
Science (IOM-NAS 2002): Tras revisar diferentes métodos para estimar los requerimientos
energéticos (factorial, en base a datos de ingestas), se eligió al agua doblemente marcada como el
más ventajoso y confiable para desarrollar ecuaciones que calculen el requerimiento energético
estimado (REE). Las mediciones fueron obtenidas en hombres, mujeres y niños, cuyas edades,
pesos corporales, estaturas y actividades físicas abarcaban amplios rangos de variabilidad. La
precisión de las mediciones con agua doblemente marcada, fue de 2,5 a 5,9% en los diferentes
estudios. Los estudios de validación mostraron que el método del agua doblemente marcada puede
proveer una precisa evaluación de la tasa producción de CO2 y por lo tanto del gasto energético
total en un amplio rango de sujetos. Además, en oposición a otras técnicas permite basarse en
períodos de tiempo biológicamente significativos lo cual reduce el impacto de la variación diaria de
la actividad física espontánea. A su vez, dado que se trata de un método no invasivo, las mediciones
pueden realizarse mientras las personas llevan a cabo su vida diaria con normalidad. (5)
Para la aplicación de estas ecuaciones se necesita conocer la edad (años), peso corporal (kg) y talla
(metros). Según el nivel de actividad física se incluye un factor de actividad. En niños, el REE
implica el GET más la energía de depósito cuyo valor será diferente según el período de edad. (9)
Comparaciones realizadas por varios autores (Haggarty et al., 1994; Jones et al., 1997; Roberts et
al., 1991; Sawaya et al., 1995) mostraron que las determinaciones del gasto energético total con
agua doblemente marcada resultaban en valores mayores que los obtenidos por el método factorial.
(5) Existen pocos estudios publicados sobre la demanda energética específica para el hockey sobre
césped femenino. En una investigación realizada por Silla Cascales (1999), con 9 jugadores varones
de nivel nacional e internacional se evaluó el gasto energético a partir del consumo de oxígeno
estimado y por medio de un analizador telemétrico de gases respiratorios. Se calculó el gasto
energético en partidos de competición oficial y amistosa. Se obtuvo una media de gasto de 1.345
kcal (5.628 kJ) durante un partido de competencia, sin que se observen diferencias significativas
entre jugadores según su posición. En relación con la variabilidad del gasto energético, los
jugadores estudiados presentaron unos picos de 19,8 kcal/min (83,3 kJ) y 15,8 kcal/min (66,4 kJ)
con resultados globales de gasto de 18,1 kcal/min (75,8 kJ).
En la competición amistosa, el valor medio de potencia energética estimado en base al consumo de
oxígeno indirecto fue de 17,2 kcal/min-1 (72,2 kJ) en el conjunto de la muestra (n= 7). Cuando se
calculó en base a los registros directos de consumo de oxígeno (por telemetría) la media fue de 12,5
kcal/min (52,4 kJ), sensiblemente inferior. (27) Boyle (1994) también calculó el gasto energético
durante un partido, a partir del consumo de oxígeno estimado y por telemetría. Registró una media
de 19,8 kcal/min (83 kJ) para los jugadores del medio campo y de 14,5 kcal/min (61 kJ) para los
delanteros, sobre un total de nueve jugadores estudiados. Las diferencias posicionales pudieron ser
debidas a las variantes tácticas durante el partido. La media del gasto energético estimado en el
estudio fue de 17,2 kcal/min (74,2 kJ). (28) Según un trabajo realizado por Reilly y Borrie (1992),
el costo fisiológico y gasto energético de los jugadores de hockey se situó en la categoría “ejercicio
intenso”, con valores informados de VO2 durante el juego de 2.26 L/min. El gasto de energía fue
estimado en el rango de 8.6-11.9 kcla/min (36-50 kJ/min). La potencia aeróbica de las jugadoras
femeninas se halló en el rango de 45-59 ml/kg/min. (29) Según Reilly y Seaton (1990), los
jugadores de hockey incrementan el gasto energético cuando realizan acciones técnicas como el
dribling, siendo la media del gasto energético por el dribling entre 10,6 y 14,5 kcal (44,5 y 60,8 kJ)
-8-
Revista electrónica de Ciencias Aplicadas al Deporte, Vol 1, N°1, Junio de 2008.
a 8 km/h, y entre 12,8 y16,3 kcal (53,9 a 68,6 kJ) a 10 km/h. En cada velocidad la energía empleada
fue significativamente más elevada en el dribling que en carrera. Los resultados obtenidos
demostraron que el dribling incrementa el gasto energético de 3,6 a 4 kcal/min (15 a 16 kJ),
comparado con el observado en carrera contínua. (29) Como hemos recorrido en esta introducción, se
observa que existe una amplia variedad de métodos con una misma finalidad: acercarse al
conocimiento del gasto energético de los individuos, dato de gran importancia, pues se utiliza para el
abordaje nutricional, deportivo y de salud. Los recursos necesarios para la utilización de las diferentes
herramientas varían en cuanto a costos y practicidad. Dado que el hockey es una disciplina amateur la
mayoría de los clubes no cuenta con profesionales de la nutrición ni con fondos destinados a esta
temática. Por lo tanto la utilización de métodos de mayor precisión, pero más onerosos, esta fuera del
alcance práctico de casi todos los equipos de este deporte, al menos hoy en día. Es por ello que se
plantea el objetivo de analizar la existencia de concordancia clínica entre diferentes ecuaciones, para
que el profesional que desee trabajar con jugadoras de hockey, cuente con mayor información que le
permita hacer una elección racional dentro de los métodos que por su practicidad y disponibilidad están
más difundidos en la aplicación cotidiana.
En este trabajo el problema se planteó sobre si existe concordancia clínica entre el gasto energético
total estimado mediante diferentes ecuaciones. Para ello se estudiaron jugadoras de hockey sobre
césped. Así el objetivo, entonces, fue determinar si existe concordancia clínica entre el gasto
energético total estimado según diferentes ecuaciones predictivas en jugadoras de hockey sobre
césped. Conociendo la proyección de hockey en nuestro país, es esperable que se amplíe el campo
investigaciones relacionadas a este deporte. Los resultados obtenidos en el presente trabajo tienen el
potencial de servir a su vez como base para encarar futuros estudios, así como para su análisis y
comparación con los ya realizados.
2. DESARROLLO
Se estudiaron jugadoras de hockey sobre césped de las categorías quinta y sexta del club Hindú,
Buenos Aires, Argentina.
Criterios de inclusión:
Sexo femenino.
Jugar al hockey sobre césped.
Jugar en las categorías sexta A, sexta B, quinta A o quinta B.
Jugar en el club Hindú de la localidad de Don Torcuato, Buenos Aires, Argentina.
Estar formando parte del equipo durante los meses de agosto a octubre de 2006
Acceder a formar parte de la investigación.
Criterios de exclusión:
No prestarse a formar parte de la investigación.
Criterios de eliminación:
No completar la totalidad de evaluaciones.
e.- Tipo de muestreo:
No aleatorio, de conveniencia. La elección de las categorías sexta y quinta se basó en el interés
manifestado por entrenadores y coordinadores del Club, por considerarlas categorías de proyección.
El trabajo realizado en la Institución se suma como parte del trabajo integral realizado por
profesionales de diferentes disciplinas. Sobre los datos obtenidos en el 2006 (teniendo en cuenta
-9-
Revista electrónica de Ciencias Aplicadas al Deporte, Vol 1, N°1, Junio de 2008.
que este estudio se llevó a cabo durante la segunda ronda del torneo) se podrán planificar
actividades de los años siguientes, poniendo énfasis en las categorías de futura selección.
f.- Características del diseño:
Estudio de comparación a muestras relacionadas, prospectivo, transversal.
Reparos éticos del proyecto: se explicó verbalmente a cada jugadora los objetivos del trabajo y la
finalidad de la recolección de datos. Los datos obtenidos fueron confidenciales. Aquellas jugadoras
que no quisieron formar parte del trabajo no fueron incluidas.
g.- Operacionalización de las variables:
Variable en estudio:
Variable dependiente: Gasto energético total (GET):
El GET refleja la cantidad total de energía que un individuo necesita diariamente. Involucra la
energía necesaria para mantener el metabolismo celular y los de los tejidos, la circulación
sanguínea, la respiración, los procesos gastrointestinal y renal (gasto energético basal), más la
energía utilizada en la digestión, transporte, metabolismo y depósito de los nutrientes (termogénesis
de los alimentos), más la energía necesaria para el desarrollo de las diferentes actividades a lo largo
de un día (termogénesis por actividad). Se midió a través del valor obtenido de kilocalorías por día.
Variable independiente: ecuaciones para estimar GET. Se seleccionaron ecuaciones dentro de
las disponibles en la bibliografía actual y basándose en aquellas que se aplican en la práctica
cotidiana. Las ecuaciones utilizadas se detallan a continuación:
Ecuación de Harris–Benedict (1919):
Gasto energético basal para mujer (kcal/día) = 655,1 + (9,56 x peso en kg) + (1,85 x talla en cm) (4,68 x edad en años)
GET (kcal/día) = GEB + factor de actividad.
1)
Actividad
Adicional sobre
GEB
Muy
sedentaria
30 %
Sedentaria
50 %
Moderada
75 %
Activa
100 %
Categoría de actividad
Actividades en posición sentada y de pie, sedentaria. Por
ejemplo pintar, manejar, planchar, cocinar, trabajo de oficina.
Actividades de pie, en ambiente cerrado y templado a la
intemperie sin mayor desgaste. Por ejemplo caminata
moderada, trabajos en restaurante, golf, tenis de mesa,
cuidado de niños.
Actividades al aire libre con bastante desgaste. Por ejemplo
caminata intensa, llevar una carga, ciclismo, esquiar, tenis,
bailar.
Actividades a la intemperie, con intenso desgaste. Por
ejemplo caminatas en pendiente hacia arriba, básquet, fútbol.
(9)
2)
Ecuación de Schofield (1985):
-10-
Revista electrónica de Ciencias Aplicadas al Deporte, Vol 1, N°1, Junio de 2008.
Método para estimar requerimiento energético alimentario a partir de estimaciones del gasto
energético en adultos y niños de 10 a 18 años. (10, 17)
Mujeres 10 a 18 años: Índice metabólico basal (MJ/d): 0.056 x peso en kg + 2.898
Para la conversión se considera 1MJ=239 kcal.
Luego se determina el nivel aproximado de actividad (expresado como múltiplo del IMB) del grupo
o individuo a partir de estimaciones de la cantidad de tiempo dedicado a diferentes actividades. O
con los siguientes valores:
Nivel de actividad
Reposo en cama
Muy sedentario
Sedentario/
mantenimiento
Ligera
Ligera-moderada
Moderada
Intensa
Muy intensa
Promedio para
mujeres
1.2
1.3
1.4
Rango
1.1-1.3
1.2-1.4
1.3-1.5
1.5
1.6
1.7
1.8
2
1.4-1.6
1.5-1.7
1.6-1.8
1.7-1.9
1.8-2.2
Luego se agrega el requerimiento energético adicional por crecimiento (para la conversión se
considera 4.184 kJ=1kcal).
10-14 años es de 8 kJ/kg de peso
15 años: 4 kJ/kg
16-18 años: 2 kJ/kg
Ecuación de FAO-OMS-UN desarrollada (1985)
* Determinación del metabolismo basal: MB para mujeres de 10-18 años: 12.2 x peso en kg + 746
** Estimación de la tasa de metabolismo basal: TMB: MB/24 (horas del día)
*** Calcular el gasto energético para cada actividad realizada en un día a partir de la tabla de
valores de costo energético según el tipo de actividad.
3)
Actividad
En cama o reposo
Actividades mínimas de
manutención
Trabajo ligero
Trabajo moderado
Trabajo pesado
Manutención cardiovascular
Actividades discrecionales
Factor para mujeres
1
1.4
1.7
2.2
2.8
6
3
Referencias: (9)
-Actividades mínimas de manutención: la mayor parte del tiempo sentado o de pie (trabajo en
computadora, leer, escribir, entre otras)
-Trabajo ligero: el que se realiza el 75% del tiempo sentado o de pie y el resto del tiempo
moviéndose.
-Trabajo moderado: el que se realiza el 25% del tiempo sentado o de pie y el resto en actividad.
-Trabajo pesado: la mayor parte del tiempo en actividad intensa.
-11-
Revista electrónica de Ciencias Aplicadas al Deporte, Vol 1, N°1, Junio de 2008.
-Manutención cardiovascular: se incluyen las actividades deportivas o el ejercicio físico de
intensidad moderada (trote o ciclismo, entre otras)
-Actividades discrecionales: son las que contribuyen al bienestar físico o intelectual del individuo.
**** Evaluar el promedio de actividad diaria: surge de multiplicar el tiempo diario destinado a cada
actividad en horas, por los días de la semana que se realiza la actividad, dividido los 7 días de la
semana.
***** Determinar el gasto energético total: se calcula multiplicando la TMB por el promedio de
horas diarias que se dedican a esa actividad por el factor correspondiente a cada actividad.
Los parciales obtenidos se suman y se obtiene el total de kilocalorías diarias.
El tiempo destinado a cada actividad se obtuvo a partir de la encuesta y registro de actividades
completado por las jugadoras.
Ecuación de FAO-OMS-UN simplificada
TMB mujer (kcal/día): 10 a 18 años: (12.2 x kg peso) + 746 (DE: 117)
GET = TMB x factor de actividad.
Para obtener el resultado total se multiplica el gasto basal por los siguientes factores:
4)
Actividad
Sedentaria
Liviana
Moderada
Intensa
Factores para mujeres Descripción de la actividad
1.2
No realiza actividad física
3 horas semanales de actividad
1.56
física
6 horas semanales de actividad
1.64
física
4 a 5 horas diarias de actividad
1.82
física
Ecuación de Owen (1986)
Tasa metabólica basal
Mujeres activas: 50.4 + 21.1 x peso en kg
Mujeres inactivas: 795 + 7.18 x peso en kg
5)
Para obtener el valor del gasto energético total se agrega el porcentaje estimativo de actividad física
(9:
Actividad
Adicional sobre
GEB
Muy
sedentaria
30 %
Sedentaria
50 %
Moderada
75 %
Activa
100 %
Categoría de actividad
Actividades en posición sentada y de pie, sedentaria. Por
ejemplo pintar, manejar, planchar, cocinar, trabajo de oficina.
Actividades de pie, en ambiente cerrado y templado a la
intemperie sin mayor desgaste. Por ejemplo caminata
moderada, trabajos en restaurante, golf, tenis de mesa,
cuidado de niños.
Actividades al aire libre con bastante desgaste. Por ejemplo
caminata intensa, llevar una carga, ciclismo, esquiar, tenis,
bailar.
Actividades a la intemperie, con intenso desgaste. Por
-12-
Revista electrónica de Ciencias Aplicadas al Deporte, Vol 1, N°1, Junio de 2008.
ejemplo caminatas en pendiente hacia arriba, básquet, fútbol.
Ecuación de Mifflin-St. Jeor (1990)
Tasa metabólica en reposo mujer (kcal /día): 9.99 x peso en kg + 6.25 x altura en cm – 4.92 x edad
en años – 161
Para calcular el gasto energético total se agrega el porcentaje de actividad (9).
6)
Actividad
Adicional sobre
GEB
Muy
sedentaria
30 %
Sedentaria
50 %
Moderada
75 %
Activa
100 %
Categoría de actividad
Actividades en posición sentada y de pie, sedentaria. Por
ejemplo pintar, manejar, planchar, cocinar, trabajo de oficina.
Actividades de pie, en ambiente cerrado y templado a la
intemperie sin mayor desgaste. Por ejemplo caminata
moderada, trabajos en restaurante, golf, tenis de mesa,
cuidado de niños.
Actividades al aire libre con bastante desgaste. Por ejemplo
caminata intensa, llevar una carga, ciclismo, esquiar, tenis,
bailar.
Actividades a la intemperie, con intenso desgaste. Por
ejemplo caminatas en pendiente hacia arriba, básquet, fútbol.
Ecuación extraída del Informe Dietary Reference Intakes for Energy, Carbohydrates,
Fiber, Fat, Protein and Amino Acids Food and Nutrition Board. (IOM-NAS 2002): Esta fórmula
calcula el requerimiento energético estimado, que corresponde al gasto energético total, más la
cantidad de kcal necesarias para el depósito de energía que sucede en etapas de crecimiento. Niñas
de 9 a 18 años:
Requerimiento energético estimado (kcal/día) = 135,3 – 30,8 x edad en años + AF x (10 x peso en
kg + 934 x talla en m) + 25
7)
Donde 25 se agrega por las kcal de depósito de energía.
AF es un coeficiente de Actividad Física que se estima en función del nivel de actividad física
(NAF) de la persona. Para conocer el NAF se divide el GET/GEB.
AF = para personas sedentaria 1,00. Si el NAF estimado se encuentra entre ≥ 1,0 < 1,4.
AF = para personas poco activas 1,16. Si el NAF estimado se encuentra entre ≥ 1.4 < 1.6.
AF = para personas activas 1,31. Si el NAF estimado se encuentra entre ≥ 1.6 < 1.9
AF = para personas muy activas 1,56. Si el NAF estimado se encuentra entre ≥ 1.9 < 2.5.
h.- Fuentes de datos e instrumentos de recolección:
Los datos necesarios para el cálculo de la variable en estudio fueron el peso, la talla, la edad y la
actividad física. El peso y la talla se obtuvieron por medición directa. Se destinó un lugar en Club
donde se colocaron los elementos de medición. Se utilizó una balanza digital portátil (marca
Phillips, modelo HF340. Peso máximo 135 kilos. Precisión 100 gr), y un tallímetro de pared. Las
jugadoras fueron convocadas por grupos. Las mediciones se realizaron sin calzado y con ropa
ligera. La medición fue realizada por tres Licenciadas en Nutrición.
Los valores se registraron manualmente en una planilla diseñada para tal fin y se volcaron en una
base de datos electrónica realizada en hoja de cálculo Microsoft Excel. La edad se calculó a partir
de la fecha de nacimiento, que fue preguntada a cada una de las jugadoras. Para conocer la actividad
se utilizaron tres herramientas.
-13-
Revista electrónica de Ciencias Aplicadas al Deporte, Vol 1, N°1, Junio de 2008.
Por un lado, una encuesta donde se preguntó acerca de las actividades físicas realizadas
habitualmente, tomando el dato de tipo de actividad, frecuencia semanal, y horas destinadas por
sesión. En segundo término, las jugadoras completaron un registro de actividad. El registro estaba
fraccionado cada 15 minutos. Se tomó registro de tres días, donde se incluyó un día de
entrenamiento, un día de competencia y un día de descanso (definido como aquel en el que no hubo
entrenamiento ni partido). La planilla fue enviada vía e-mail y/o impresa, según la disponibilidad y
preferencia de la jugadora. Se dieron charlas de asesoramiento, explicando la forma de completar el
registro. Las atletas podías consultar dudas acerca del llenado de encuestas vía e-mail en forma
permanente, o una vez a la semana en forma personal, un día de entrenamiento en el Club.
Finalmente se realizó observación directa de entrenamientos, cronometrando la densidad de las
mismos. Además de registrar tiempo de actividad y pausa, se clasificó según la intensidad del
trabajo, en marcha, trote, carrera y sprint. De esta manera se obtuvieron valores promedio del nivel
de actividad que implicaban los entrenamientos de hockey del club Hindú.
3.- RESULTADOS
i.- Análisis de datos:
Método estadístico: para llegar al resultado de la concordancia clínica se respondieron tres
preguntas:
1.- ¿Hay diferencia significativa entre las medias estimadas mediante las distintas fórmulas?
2.- ¿Existe concordancia entre los valores obtenidos por las diferentes ecuaciones? ¿Cuál es el
grado de concordancia?
3.- Las diferencias y la concordancia halladas, ¿son clínicamente aceptables?
Para responder a dichos interrogantes se llevaron adelante los siguientes análisis:
1.- Test de Student (p < 0.05)
2.- Coeficiente de correlación de Pearson y coeficiente de correlación intra-clase. Regresión de
Passing and Bablock.
3.- Test de Bland y Altman.
El paquete estadístico utilizado fue Medcalc 9.1. Para la evaluación fue necesario definir un patrón
de estimación de gasto energético. La bibliografía refiere que los valores energéticos derivados del
método del agua doblemente marcada son representativos del gasto energético diario característico
y, por lo tanto, de las necesidades energéticas. Esta técnica proporciona una estimación precisa de la
actividad física independiente. (10) Sin embargo, por las desventajas expuestas en la introducción
(alto costo y escasa disponibilidad del método) la técnica no se presta para estudios epidemiológicos
o para estudios de grandes grupos de individuos. (10) A partir de ello, la fórmula derivada de las
mediciones con agua doblemente marcada (5), fue considerada como la más apropiada y en el
presente estudio, tomándola como referencia para las comparaciones de las demás ecuaciones
disponibles.
Descripción de la muestra
Distribución por edad:
Se estudió un total de 49 jugadoras. Se incluyeron jugadoras de las categorías sexta y quinta de la
línea A y B. Las edades de las jugadoras se encontraban entre 14 y 18 años. Del total de jugadoras 1
tenía 14 años cumplidos (2.04 %), 15 jugadoras 15 años (30.61 %), 18 atletas 16 años (36.73%), 8
-14-
Revista electrónica de Ciencias Aplicadas al Deporte, Vol 1, N°1, Junio de 2008.
chicas 17 años (16.33%) y 7 jugadoras 18 años (14.29 %). La distribución de jugadoras por
categoría y edad se detalla en la siguiente tabla:
Tabla 1:
Distribución de jugadoras por categoría y edad.
Categoría - Línea Edad (años) Cantidad de
jugadoras
14
1
Sexta A
15
8
16
4
15
7
Sexta B
16
9
17
1
16
2
Quinta A
17
5
18
6
16
3
Quinta B
17
2
18
1
Total
Fuente: elaboración propia. Buenos Aires, 2006.
Total
13
17
13
6
49
Estado nutricional:
El estado nutrición se determinó mediante el indicador índice de masa corporal / edad. Se utilizaron
las tablas del National Center for Health Statistics en colaboración con el National Center for
Chronic Disease Prevention en Health Promotion (2000). Los puntos de corte utilizados fueron: pc
5-85 se consideró normal, pc < 5 bajo peso, pc 85-95 riesgo de sobrepeso y pc > 95 sobrepeso.
Tabla 2:
Distribución de las jugadoras según estado nutricional.
Dx nutricional
Cantidad de jugadoras Porcentaje
Bajo peso
0
0
Peso normal
43
87.76
Riesgo de sobrepeso 5
10.20
Sobrepeso
1
2.04
Total
49
100 %
Fuente: elaboración propia. Buenos Aires, 2006.
Gasto energético:
-15-
Revista electrónica de Ciencias Aplicadas al Deporte, Vol 1, N°1, Junio de 2008.
En la siguiente tabla se muestran las medias y desvío estándar del gasto energético estimado por las
fórmulas estudiadas.
Tabla 3:
Media y DE del GET estimado a través de las diferentes ecuaciones.
Ecuación predictiva
N
Media (GET
kcal/día)
49 2494.81
49 2516.74
49 2465.91
DE (kcal/día)
Harris-Benedict
Schofield
FAO-OMS-UNU
desarrollada
FAO-OMS-UNU
49 2368.27
simplificada
Owen
49 2200.99
Mifflin-St. Jeor
49 2346.81
IOM-NAS
49 2390.46
Fuente: elaboración propia. Buenos Aires, 2006.
133.42
177.65
217.08
151.02
278.72
167.06
140.53
El gasto energético promedio de las jugadoras de hockey de quinta y sexta categorías del club
Hindú fue de 2390.46 + 140.53 kcal diarias, determinado a partir de la ecuación del Informe IOMNAS. Los resultados del análisis de concordancia clínica se muestran a continuación, para cada
ecuación analizada.
NAS-IOM vs. Harris Benedict
1.- Hay diferencias significativas entre las medias (t=13.503; DF= 48; P < 0.0001)
2.- Se encontró correlación estadísticamente significativa. El coeficiente intra clase mostró un grado
de correlación bueno (CCI: 0.7146).
El análisis de regresión de Passing and Bablock mostró concordancia entre ambos métodos:
Coeficiente A –355.6988 (IC 95% -742.1629 a 1.9428)
Coeficiente B 1.1024 (IC 95% 0.9535 a 1.2619)
3.- El test de Bland y Altman mostró un límite inferior de –210.3766 (IC 95% -237.1132 a 183.6400) y límite superior de 1.6799 (IC 95% -25.0567 a 28.4165)
Gráfico 1. Fuente: elaboración propia. Buenos Aires, 2006.
50
+1.96 SD
0
1.7
NAS_IMO - HB
-50
Mean
-100
-104.3
-150
-200
-1.96 SD
-210.4
-250
2200
2300
2400
2500
-16-
2600
2700
AVERAGE of NAS_IMO and HB
2800
2900
Revista electrónica de Ciencias Aplicadas al Deporte, Vol 1, N°1, Junio de 2008.
Si bien las ecuaciones de IOM-NAS y HB mostraron buen grado de correlación (0.7) y los valores
se distribuyeron en forma dispersa, se hallaron diferencias significativas entre ellas.
NAS-IOM vs. Schofield
1.- Hay diferencias significativas entre las medias (t= -9,835; DF= 48; P < 0,0001)
2.- Se encontró correlación estadísticamente significativa. El coeficiente intra clase mostró un grado
de correlación medio (CCI: 0,6443).
El análisis de regresión de Passing and Bablock no mostró concordancia entre ambos métodos:
Coeficiente A 303.3713 (IC 95% -62.7701 a 658.5354)
Coeficiente B 0.8305 (IC 95% 0.6833 a 0.9792)
3.- El test de Bland y Altman mostró un límite inferior de -302.4577 (IC 95% -346.8826 a 258.0329) y límite superior de 49.8896 (IC 95% 5.4648 a 94.3145)
Gráfico 2. Fuente: elaboración propia. Buenos Aires, 2006.
100
+1.96 SD
49.9
NAS_IMO - Schofield
0
-100
Mean
-126.3
-200
-1.96 SD
-300
-302.5
-400
-500
2200
2400
2600
2800
3000
AVERAGE of NAS_IMO and Schofield
El análisis entre la fórmula NAS-IOM y Schofield reflejó que entre ambas existen diferencias
estadísticamente significativas y que no presentan concordancia entre los valores estimados.
NAS-IOM vs. FAO-OMS-UNU Desarrollada
1.- Hay diferencias significativas entre las medias (t= -3,050; DF= 48; P = 0,0037)
2.- Se encontró correlación estadísticamente significativa. El coeficiente intra clase reflejó un grado
de correlación medio (CCI: 0,5126).
El análisis de regresión de Passing and Bablock no halló concordancia entre ambos métodos:
Coeficiente A 664.0408 (IC 95% -32.7579 a 1137.0678)
Coeficiente B 0.6954 (IC 95% 0.5060 a 0.9807)
3.- El test de Bland y Altman mostró un límite inferior de -414.8610 (IC 95% -500.4473 a 329.2747) y límite superior de 263.9509 (IC 95% 178.3646 a 349.5372)
Gráfico 3.Fuente: elaboración propia. Buenos Aires, 2006.
-17-
Revista electrónica de Ciencias Aplicadas al Deporte, Vol 1, N°1, Junio de 2008.
400
+1.96 SD
264.0
NAS_IMO - FAO_Desarrollada
200
0
Mean
-75.5
-200
-1.96 SD
-400
-414.9
-600
-800
2000
2200
2400
2600
2800
3000
3200
AVERAGE of NAS_IMO and FAO_Desarrollada
El análisis volcó diferencias estadísticamente significativas entre la ecuación de NAS-IOM y FAOOMS-UNU desarrollada. Se encontró además que no existe concordancia entre dichas fórmulas
predictivas. Los valores se distribuyeron de manera no dispersa, como puede observarse en el
gráfico 3.
NAS-IOM vs. FAO-OMS-UNU Simplificada
1.- No hay diferencias significativas entre las medias (t= 1,990; DF= 48; P = 0,0523)
2.- Se encontró correlación estadísticamente significativa. El coeficiente intra clase reflejó un alto
grado de correlación (CCI: 0,8494).
El análisis de regresión de Passing and Bablock halló concordancia entre ambos métodos:
Coeficiente A 45,7503 (IC 95% -397,9706 a 451,7021)
Coeficiente B 0,9896 (IC 95% 0.8120 a 1.1847)
3.- El test de Bland y Altman mostró un límite inferior de -130.8222 (IC 95% -169.4076 a 92.2369) y límite superior de 175.2105 (IC 95% 136.6251 a 213.7959)
Gráfico 4. Fuente: elaboración propia. Buenos Aires, 2006.
200
+1.96 SD
175.2
NAS_IMO - Simplificada
150
100
50
Mean
22.2
0
-50
-100
-1.96 SD
-130.8
-150
2100
2200
2300
2400
-182500
2600
2700
AVERAGE of NAS_IMO and Simplificada
2800
2900
Revista electrónica de Ciencias Aplicadas al Deporte, Vol 1, N°1, Junio de 2008.
El análisis de la ecuación NAS-IOM vs. FAO-OMS-UNU simplificada reflejó que no existen
diferencias significativas entre ambas. Se vió buen grado de correlación (0.85) estadísticamente
significativa y concordancia entre ambos métodos predictivos. En promedio, la ecuación FAOOMS-UNU simplificada sobreestima el gasto calórico en 22.1941 kcal. El rango en que la ecuación
difiere respecto a la fórmula IOM-NAS puede variar desde subestimar 169.4 kcal hasta una
sobreestimación de 213.8 kcal diarias. En el gráfico 4 se puede observar que los datos se
dispersaron adecuadamente, sin evidenciar tendencia en las diferencias (las diferencias se
distribuyen de manera aleatoria).
NAS-IOM vs. Owen
1.- Hay diferencias significativas entre las medias (t= 7,639; DF= 48; P < 0,0001)
2.- Se encontró correlación estadísticamente significativa. El coeficiente intra clase reflejó un grado
de correlación medio (CCI: 0,507).
El análisis de regresión de Passing and Bablock no mostró concordancia entre ambos métodos:
Coeficiente A 1265.5279 (IC 95% 1051.4755 a 1459.2736)
Coeficiente B 0.5086 (IC 95% 0.4191 a 0.6138)
3.- El test de Bland y Altman mostró un límite inferior de -150.8075 (IC 95% -236.6138 a 65.0011) y límite superior de 529.7495 (IC 95% 443.9432 a 615.5558)
Gráfico 5. Fuente: elaboración propia. Buenos Aires, 2006.
600
+1.96 SD
529.7
NAS_IMO - Owen
400
Mean
200
189.5
0
-1.96 SD
-150.8
-200
-400
2000
2200
2400
2600
2800
3000
3200
AVERAGE of NAS_IMO and Owen
El análisis volcó diferencias estadísticamente significativas entre la ecuación de NAS-IOM y Owen.
Se encontró además que no existe concordancia entre dichas fórmulas predictivas. Como se puede
observar en el gráfico 5, los datos no mostraron dispersión.
NAS-IOM vs. Mifflin-St. Jeor
1.- Hay diferencias significativas entre las medias (t= 7,282; DF= 48; P < 0,0001)
2 Se encontró correlación estadísticamente significativa. El coeficiente intra clase reflejó un grado
de correlación elevado (CCI: 0,8494).
El análisis de regresión de Passing and Bablock no mostró concordancia entre ambos métodos:
-19-
Revista electrónica de Ciencias Aplicadas al Deporte, Vol 1, N°1, Junio de 2008.
Coeficiente A 413.0195 (IC 95% 258.2912 a 543.7698)
Coeficiente B 0.8434 (IC 95% 0.7865 a 0.9131)
3.- El test de Bland y Altman mostró un límite inferior de -38.5948 (IC 95% -59.3347 a -17.8548) y
límite superior de 125.9002 (IC 95% 105.1602 a 146.6401)
Gráfico 6. Fuente: elaboración propia. Buenos Aires, 2006.
150
+1.96 SD
125.9
NAS_IMO - Mifflin
100
50
Mean
43.7
0
-1.96 SD
-38.6
-50
2000
2200
2400
2600
2800
3000
AVERAGE of NAS_IMO and Mifflin
Si bien las ecuaciones de IOM-NAS y Mifflin-St. Jeor correlacionaron (0.85), hubo diferencias
significativas entre ellas y no se encontró concordancia entre ambos métodos. El gráfico 6 muestra
una distribución no dispersa de las diferencias.
4.- DISCUSIÓN.
j.- Interpretación de datos:
Si bien las ecuaciones de IOM-NAS y HB mostraron buen grado de correlación (0.7) se hallaron
diferencias significativas entre ellas. El análisis entre la fórmula NAS-IOM y Schofield reflejó que
entre ambas existen diferencias estadísticamente significativas y que no presentan concordancia
entre los valores estimados. El análisis volcó diferencias estadísticamente significativas entre la
ecuación de NAS-IOM y FAO-OMS-UNU desarrollada. Se encontró además que no existe
concordancia entre dichas fórmulas predictivas. El análisis de la ecuación NAS-IOM vs. FAOOMS-UNU simplificada reflejó que no existen diferencias significativas entre ambas. Se vió buen
grado de correlación (0.85) estadísticamente significativa y concordancia entre ambos métodos
predictivos. En promedio, la ecuación FAO-OMS-UNU simplificada sobreestima el gasto calórico
en 22.1941 kcal. El rango en que la ecuación difiere respecto a la fórmula IOM-NAS puede variar
desde subestimar 169.4 kcal hasta una sobreestimación de 213.8 kcal diarias. Desde su aplicación a
la práctica profesional, tiene valor agregado por ser una ecuación simple, que requiere obtener
pocos datos y accesibles para poder ser utilizada. El análisis volcó diferencias estadísticamente
significativas entre la ecuación de NAS-IOM y Owen. Se encontró además que no existe
concordancia entre dichas fórmulas predictivas. Si bien las ecuaciones de IOM-NAS y Mifflin-St.
Jeor correlacionaron (0.85), hubo diferencias significativas entre ellas y no se encontró
concordancia entre ambos métodos. Se encontraron diferencias significativas entre las ecuaciones
de IOM-NAS y ADA y no hubo concordancia entre ambos métodos.
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Revista electrónica de Ciencias Aplicadas al Deporte, Vol 1, N°1, Junio de 2008.
5.- CONCLUSIONES.
A partir del análisis se concluye que la ecuación FAO-OMS-UNU simplificada fue la que mostró
concordancia clínica con respecto al parámetro NAS-IOM. No hubo diferencias significativas entre
ambas. Por otra parte, reflejó correlación estadísticamente significativa con un grado elevado (0.85)
y concordancia entre ambos métodos. De todas formas, debe tenerse en cuenta que los valores
estimados pueden diferir en hasta –169.4 kcal y +213.8 kcal. Si bien es un valor a tener en cuenta,
no se aleja extremadamente de la ecuación NAS-IOM.
Por los tanto, se concluye que la ecuación FAO-OMS-UNU simplificada es, dentro de las
disponibles y teniendo en cuenta las limitaciones de los métodos de estimación, una herramienta útil
para arribar al gasto energético total de personas con características similares a las de la muestra
estudiada.
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