Asociación PRETOMA

Transcripción

Asociación PRETOMA
Asociación PRETOMA
Programa Restauración de Tortugas
Marinas/Costa Rica
Conservación e investigación de tortugas
marinas utilizando a las organizaciones
comunales costeras como base de apoyo
REPORTE
(JULIO - DICIEMBRE, 2000)
Randall Arauz, Director de Proyecto
Suzanne Crossland, Coordinadora de Investigación (San Miguel)
Sarah Dougan, Coordinadora de Investigación (San Miguel)
Gabrielle Miller, Coordinadora de Investigación (Punta Banco)
Andy Myers, Coordinador de Investigación (Punta Banco)
Abril, 2001
Este proyecto fue llevado a cabo durante la tempo rada 2000 con el apoyo financiero de:
Sea Turtle Restoration Project (STRP)
TURTLE ISALND RESTORATION NETWORK (TIRN)
Food, Conservation and Health Foundation
Y la colaboración de
Fundación Tiskita
COMITÉ ECOLOGICO DE PLAYA SAN MIGUEL
Area de Conservación Tempisque (ACT)
MINISTERIO DEL AMBIENTE Y ENERGIA (MINAE)
Servicio de Guardacostas, Departamento Ambiental
MINISTERIO DE SEGURIDAD PUBLICA
Este estudio fue realizado con la aprobación del Ministerio del Ambiente de Costa Rica
(MINAE), Resolución #266-2000-OFAU.
AGRADECIMIENTO ESPECIAL
El trabajo realizado durante la temporada de anidación del año 2000
fue posible en gran parte debido a la generosa ayuda de los
participantes en nuestros programas, ya sea como ecovoluntarios,
ecoturistas o estudiantes de pasantía.
Ecoturistas: Kelly Dombowiski, Nicolle Ranelli, Lucille Verrier
(Expedición de Tortugas Marinas de Enero del 2000), Peter Lardner,
Linda Andiric, Carrie Kamalo, Pietrino Kamalo (Expedición de
Tortugas Marinas Julio del 2000).
Ecovoluntarios: Shenny Philips, Marc Lucanic, Amanda Rivera,
Amy Cotter, Melissa Yee, Jackeline Kline, Kim McLennan, Casey
McLennan, Dick Bathric, Jesse Bathric, Michelle Rivast y John
Alderson.
Estudiantes de pasantía: Aga Michalak, Sarah Benson, Jenny SauerKline, Laura Parkinson.
Introducción
Los esfuerzos oficiales para conservar las tortugas marinas del Pacífico de Costa Rica se
iniciaron durante los años 70, concentrándose en las dos playas (Ostional y Nancite) donde la
tortuga lora (Lepidochelys olivacea) anida de una manera peculiar conocida como arribada, un
término que describe la anidadación masiva y sincronizada de miles y hasta cientos de miles
de tortugas. Solamente existen seis de tales sitios en América, y ocho en el ámbito mundial.
La actividad de anidación de la tortuga lora, sin embargo, ocurre en prácticamente cada playa
arenosa de la Costa Pacífica de Costa Rica, en una forma descrita como anidación “solitaria”.
En tales casos, cientos de tortugas loras (Lepidochelys olivacea) además de algunas tortugas
verdes del Pacífico (Chelonia mydas agassizi), tortugas baula (Dermochelys coriacea) y
tortugas de carey (Eretmochelys imbricata), pueden anidar por año en determinada playa.
Estas playas no han disfrutado de protección oficial y durante mucho tiempo han sido
relegadas por conservacionistas y oficiales gubernamentales. Como resultado, el saqueo de
nidos en playas de anidación solitaria por miembros de las comunidades costeras a lo largo de
la Costa Pacífica del país se estima cercano al 100%.
Este alto porcentaje de saqueo es una preocupación a la luz de información obtenida a partir
de estudios comparativos entre el éxito de eclosión en playas de “arribada” y de anidación
“solitaria”. Los resultados indican porcentajes muy bajos de eclosión en los sitios donde
ocurren arribadas, aparentemente debido a la alta concentración de tortugas que al anidar
destruyen mecánicamente los huevos que fueron depositados con anterioridad por otras
tortugas. La destrucción masiva de huevos fomenta la proliferación de hongos y bacterias,
afectando el desarrollo de los huevos y causando tasas de eclosión muy bajas (de 1% a 8%)
(Cornelius et al., 1992). En contraste, en las playas de anidación solitaria el éxito de
incubación puede ser considerablemente más alto, hasta de un 80%, un hecho que llama la
atención hacia la contribución de la anidación solitaria al mantenimiento de la población de
tortuga lora del Pacífico Oriental (Castro, 1986).
Otra preocupación importante es que las poblaciones de tortuga baula y verde del Pacífico que
anidan localmente, se han visto reducidas drásticamente durante las últimas décadas, debido a
muchas razones (sobre - explotación de huevos, carne y conch, alteración y destrucción de
hábitat, captura incidental por pesquerías industriales y artesanales y contaminación) (NMFS,
1998, Spotila, et.al., 1996).
En este contexto, la importancia de estas playas de anidación solitaria para la producción neta
de neonatos se resalta, por lo que se hace imperativo intervenir la cosecha ilegal y
descontrolada de huevos por medio de un programa de conservación eficiente. Es necesario
involucrar a los miembros de las comunidades costeras directamente en la conservación de las
tortugas marinas, ya que ellos se benefician directamente del recurso y finalmente serán ellos
los responsables de su protección. El involucramiento de los locales (pescadores, miembros
de comunidades costeras) se debe traducir en trabajos, responsabilidades, entrenamiento
técnico y educación, integrando el desarrollo de la comunidad con la conservación de los
recursos naturales en un plan a largo plazo.
Antecedentes
Afortunadamente, el trabajo comunal realizado hasta el momento ha sido impulsado por
iniciativa local, un ambiente que favorece enormemente las probabilidades de éxito. De
hecho, el actual proyecto del 2000 es el resultado de esfuerzos llevados a cabo por varios
grupos en el transcurso de cinco años.
Desde 1995 la Fundación Tiskita ha estado llevando a cabo actividades de conservación de
tortugas marinas en Punta Banco, con el asesoramiento y participación de PRETOMA a partir
de la temporada de 1996.
Desde 1996 PRETOMA ha estado trabajando con la Asociación Conservacionista Pacífico
Chorotega (ACPC), una Asociación Civil local que busca el desarrollo de la comunidad de
San Miguel en una forma ecológicamente sostenible. Desde 1995 ha estado en operación un
vivero de tortugas marinas. El apoyo de PRETOMA comenzó en 1998. Actualmente, su
organización es conocida como el Comité Ecológico Playa San Miguel.
El establecimiento del proyecto de conservación de tortugas marinas en Punta Banco alentó la
creación de un nuevo proyecto en Caña Blanca en 1998, trabajando conjuntamente con la
Asociación de Representantes Indígenas Guaymí (ARIGUAY), una organización de indígenas
locales. El proyecto en San Miguel ha tenido efectos similares entre comunidades vecinas,
pues ahora Coyote está solicitando ayuda para un proyecto propio de protección de tortugas
marinas. Esta tendencia de comunidades costeras a organizarse para proteger a las tortugas
marinas ha estado extendiéndose constantemente en Costa Rica desde principios de los 90.
La principal técnica de manejo usada hasta la fecha ha sido la operación de viveros, una
práctica considerada controversial por algunos expertos. Existe preocupación especialmente
en cuanto a la influencia de la temperatura sobre la determinación del sexo, así como otras
consideraciones fisiológicas. Dicho simplemente, el traslado de los nidos a un vivero puede
resultar en la producción de tortugas de un solo sexo. Además, los procesos biológicos
involucrados en la impronta, un comportamiento que permite a los neonatos encontrar su
playa natal cuando anidan como adultos, son aún desconocidas, y nuestra bien intencionada
intervención puede afectar este comportamiento crucial.
Los viveros, sin embargo, ofrecen ciertos beneficios indiscutibles, especialmente como
poderosos instrumentos de educación ambiental, permitiendo a los miembros de la comunidad
ver directamente el producto de sus esfuerzos. Niños escolares, miembros de comunidades
locales y voluntarios del proyecto que colaboran e interactúan con el proyecto cuentan
neonatos y participan en su liberación al anochecer. Estas actividades estimulan a los
miembros de la comunidad para continuar.
Por el momento, se utiliza un enfoque precautorio, procurando minimizar la manipulación de
huevos y neonatos. En todos los sitios donde se desarrolla el proyecto, los neonatos son
liberados inmediatamente después de nacer, excepto cuando éstos emergen del nido a la luz
del día, en cuyo caso son retenidos hasta su liberación al atardecer. Desde 1998, las
temperaturas de incubación han sido monitoreadas en los dos viveros de Punta Banco.
Por lo menos durante la primera etapa del proceso, la operación de viveros puede ser la única
manera de reducir significativamente el saqueo de nidos en proyectos de conservación de
tortugas marinas que se desarrollan en comunidades costeras. Se deben tomar medidas para
reducir la manipulación de huevos y neonatos durante la operación de los viveros, y mientras
el proyecto obtiene éxito y gana la aceptación de una comunidad costera en particular, puede
llegar a ser posible dejar progresivamente más y más nidos “in situ”, minimizando así al
intervención humana.
Antecedentes de Punta Banco
Los primeros esfuerzos de monitoreo empezaron en Punta Banco a partir de 1996. Este año
se registraron 153 nidos del 15 de agosto al 20 de diciembre, 129 de los cuales (85%) fueron
reubicados dentro de uno de los tres viveros, mientras que 24 nidos (19%) fueron saqueados
por los “hueveros”. 126 (97%) de los nidos protegidos fueron puestos por tortugas lora, dos
por tortugas de carey (2%) y uno por una tortuga verde del Pacífico (1%). En suma, durante
la temporada de anidación de 1996 se protegieron 12,969 huevos, los cuales produjeron 8,029
neonatos, para un éxito de eclosión del 61.9%.
En 1997, fueron registrados 197 nidos entre el 15 de agosto y el 20 de diciembre, 104 (76%)
de los cuales fueron colocados dentro de uno de los cuatro viveros, mientras que los
“hueveros” saquearon 33 (24%). 101 de los nidos reubicados pertenecían a tortugas lora y 3 a
tortugas verde del Pacífico. En total, se protegieron 10,347 huevos, los cuales produjeron
4,982 neonatos, para un éxito de eclosión del 48%.
En 1998, fueron registrados 73 nidos de tortugas marinas entre el 15 de julio y el 20 de
diciembre. 51 (70%) de los nidos fueron reubicados en el vivero, mientras que los “hueveros”
saquearon 22 (30%). De los 51 nidos protegidos, 50 (98%) eran de tortugas lora y 1 (2%) de
tortuga verde del Pacífico. En total, 51 nidos protegidos representaron 5,161 huevos, los
cuales eventualmente produjeron 4,099 neonatos, para un éxito de eclosión del 79.4%.
En 1999, se registraron 407 eventos de anidación de tortuga marina en Punta Banco. 233
(57.2%) de estos eventos resultaron en anidación exitosa y 174 (42.8%) resultaron en salidas
falsas. 402 (98.7%) de estos registros pertenecían a tortugas lora y 5 (1.13 %) a tortugas
verde del Pacífico. 103 (44.2%) de los nidos de tortuga lora fueron reubicados en alguno de
los dos viveros (Vivero de la Playa, 66; Vivero de la Fundación, 37), 53 (22.8%) fueron
dejados “in situ”, y 75 (32%) fueron saqueados. Los 66 nidos protegidos en la Vivero de la
Playa representaron 6,896 huevos, los cuales produjeron 5,770 neonatos para un éxito de
eclosión del 83.7%. Solamente se tiene información detallada de 29 de los 37 nidos
protegidos en el Vivero de la Fundación, los cuales representan 2,783 huevos, los cuales
produjeron 1,733 neonatos, para un éxito de eclosión del 62.3%. En total, 95 nidos protegidos
en Punta Banco representaron 9,679 huevos, los cuales produjeron 7,503 neonatos.
Antecedentes de San Miguel
Los primeros esfuerzos de monitoreo empezaron en San Miguel a partir de 1998. Del 15 de
julio al 20 de diciembre se registraron 136 nidos de tortugas lora, 93 de los cuales fueron
protegidos en un vivero (68.4%), mientras que los hueveros saquearon 43 (31.6%). En total,
78 de los nidos protegidos representaron 8,010 huevos, los cuales eventualmente produjeron
4,971 neonatos, para un éxito de eclosión del 62%.
En 1999, se registraron 247 eventos de anidación de tortuga marina en San Miguel. 245
(99.2%) de estos registros pertenecían a tortugas lora y 2 (08%) a tortugas baula. 191 (78%)
de los nidos de tortuga lora resultaron en anidación exitosa y 54 (22%) resultaron en salidas
falsas. Los dos registros de anidación de tortugas baula resultaron exitosos. 103 (54%) de los
nidos de tortuga lora fueron protegidos en el vivero, 30 (15%) fueron dejados “in situ” y 58
(30.4%) fueron saqueados. En total, 5,807 huevos fueron protegidos en el vivero de San
Miguel, los cuales produjeron 3,511 neonatos, para un éxito de eclosión del 60.5%.
Desafortunadamente, fallas en el procedimiento de registro de información no permitieron
efectuar un análisis detallado del éxito de eclosión de todos los nidos, por lo que esta
información debe interpretarse cautelosamente. Sin embargo, sí se pudo realizar este análisis
para 35 nidos, representando 3,467 huevos, los cuales produjeron 2,583 neonatos para un
éxito de eclosión del 74.5%.
Metodología
La actividad de anidación de las tortugas
marinas en Punta Banco, Región del Pacífico
Sur (Figura 1), fue monitoreada diariamente
desde el 16 de julio hasta el 20 de diciembre
del 2000. Las actividades de monitoreo se
llevaron a cabo en San Miguel, región del
Pacífico Norte (Figura 2) del 20 de agosto al 31
de diciembre.
El monitoreo se efectúa dos horas antes de la
marea alta y dos horas después de ésta. Los
sitios de anidación fueron previamente
marcados en sectores, dependiendo de las
condiciones de la playa local. Todas las Figura 1. Localización de playa Punta Banco,
tortugas encontradas fueron identificadas, región Pacífico Sur, Puntarenas, Costa Rica, 2000.
medidas y marcadas. Las tortugas observadas
se clasifican en dos categorías: las que anidan exitosamente y las salidas falsas (vinieron a la
playa pero no pusieron huevos). También se llevaron registros sobre los nidos perdidos por
saqueo o depredación natural.
Cuando se encuentran los nidos, los huevos son
contados y reubicados en un vivero. Durante el
período de incubación, los nidos en el vivero
son cuidadosamente monitoreados y protegidos
contra saqueadores y depredadores tales como
perros o coyotes. Después de la eclosión, los
neonatos son contados y liberados en el mar tan
pronto como sea posible. Los neonatos son
retenidos por el proyecto solamente cuando la
emergencia del nido ocurre temprano en la
mañana o a plena luz del día, para su liberación
posterior durante horas de la tarde. Al finalizar
el proceso de emergencia de neonatos del nido,
se realiza un análisis de éxito de eclosión (EE)
para determinar la eficiencia de este esfuerzo
de conservación. Sin embargo no todos los
Figura 2. Localización de playa San Miguel, región
neonatos que nacen sobreviven siquiera para
Pacífico Norte, Guanacaste, Costa Rica, 2000.
llegar al mar. Muchos mueren después de la
eclosión y nunca emergen del nido, mientras
que otros pueden morir durante el período de retención por el proyecto esperando su
liberación. Por lo tanto, el éxito del reclutamiento (ER) se refiere al porcentaje de huevos que
produjeron neonatos que fueron liberados vivos y saludables en el mar.
Resultados durante la temporada de anidación del 2000
PRETOMA contrata los servicios de miembros de las comunidades costeras como monitores
de playa, y estudiantes de pasantía, ya sean nacionales o extranjeros, como coordinadores de
investigación en cada sitio donde se desarrolla el proyecto. Los mismo son contratados
durante la temporada completa (15 de julio – 20 de diciembre). Los pasantes coordinan el
trabajo de campo de los monitores locales y llevan el control de todos los registros científicos.
Los voluntarios de este año fueron Andy Myers y Gabrielle Miller en Punta Banco, y Sarah
Dougan y Suzanne Crossland en San Miguel.
Se contrataron 6 monitores locales: Wilson Reyes, José Reyes y Odir Vargas en San Miguel y
Jeremías Acuña, Vicente Jiménez y Santos Bejarano (un ciudadano indígena Guaymí) en
Punta Banco.
Punta Banco
Durante esta temporada se registraron 288 eventos de anidación de tortuga marina en Punta
Banco. 203 de estos registros (70.5%) resultaron en exitosa anidada y 85 (29.4%) resultaron
en salidas falsas. 286 de estos registros (99.3%) pertenecían a tortugas lora y 2 (0.7%) a
tortugas verde del Pacífico. 140 de los nidos de tortugas lora (69.3%) fueron reubicados en
viveros, 40 (19.8%) fueron dejados “in situ” y 22 (10.9%) fueron saqueados. Solamente uno
de los dos registros de tortuga verde del Pacífico resultó en anidación exitosa y el mismo fue
protegido en un vivero (cuadro 1).
Cuadro 1. Registro total de actividad de anidación, salidas falsas, nidos depositados, nidos
protegidos en los viveros, nidos protegidos “in situ” y nidos saqueados, en Punta Banco, Puntarenas,
Costa Rica, 2000.
Especies
Registros Salidas % # de
% # nidos en %
totales
falsas
nidos
viveros
L. olivacea
286
84
29.4 202 70.6
140
69.3
C. mydas
2
1
50.0 1
50
1
100
Total
288
85
29.5 203 70.5
141
69.5
# nidos %
# nidos
%
“in situ”
saqueados
40
19.8
22
10.9
El tamaño de nidada promedio para 179 nidos de tortuga lora fue de 104 huevos (SD = 20.21,
min = 13, max = 154). El único nido de tortuga verde del Pacífico tenía 77 huevos.
En Punta Banco han operado dos viveros desde 1998. A uno se le menciona como el Vivero
de la Playa y al otro como el Vivero de la Fundació n. Durante la estación de 1997, el
proyecto sufrió una pérdida significativa de nidos en los viveros construidos en la playa
debido a la erosión causada por mareas extremadamente altas, las cuales ocurren en ciclos de
4 años. Por este motivo hasta 1998 el proyecto ha operado un vivero a unos 30 metros de la
playa, en una propiedad perteneciente a la Fundación Tiskita. La idea ha sido la de evaluar
los promedios de éxito de eclosión en el Vivero de la Fundación y comparar los perfiles de
temperatura con los del Vivero de la Playa, teniendo en mente que para la estación del 2001
debemos esperar nuevamente mareas extremadamente altas, como en 1997.
Los días de incubación promedio para 65 nidos de tortugas lora protegidos en el Vivero de la
Playa fue 53.2 (SD = 2.13, min = 50, max = 59). El único nido de tortuga verde tomó 57 días
para incubar y emerger. El promedio de incubación para 66 nidos de tortuga lora protegidos
en el Vivero de la Fundación fue de 57.24 días (SD = 4.6, min = 50, max = 68).
Los 65 nidos de tortuga lora y el único de tortuga verde del Pacífico protegidos en el Vivero
de la Playa representaron 7,039 huevos. Después de la excavación y análisis de los nidos, se
determinó que 99 (1.4%) de los huevos estaban “pipped” (término en inglés que describe
huevos que han sido parcialmente rotos por los neonatos, pero los mismos murieron antes de
completar la eclosión), 202 (2.9%) presentaron embriones muertos en diferentes etapas del
desarrollo, 707 (10%) no presentaron evidencia alguna de desarrollo embrionario, 231 (3.3%)
fueron “no contabilizados ” (la discrepancia entre el número conocido de huevos enterrados y
el número de huevos resultante del análisis de éxito de eclosión, y 5,800 produjeron neonatos
(EE = 82.4%). 5.758 de estos neonatos fueron liberados a salvo en el mar (ER = 81.8%)
(Cuadro 2).
Cuadro 2. Destino de 7,039 huevos provenientes de 65 nidos de tortuga lora y 1 nido de tortuga verde
del Pacífico, protegidos en el Vivero de la Playa en Punta Banco, Puntarenas, Costa Rica, 2000.
Huevos sin
Eclosionar
“Pipped” %
99
1.4
Embriones %
muertos
202
2.9
Sin
embriones
707
Huevos
Eclosionados
%
No
%
Total de EE%
contabilineonatos
zados
10
231
3.3
5800
82.4
Vivos
ER%
5758
81.8
En total, 75 nidos de tortuga lora fueron protegidos en el Vivero de la Fundación,
representando 7,788 huevos. El siguiente análisis de eclosión solamente incluye 67 nidos
representando 6,767 huevos. Después de la excavación de los nidos y su análisis, se
determinó que 141 (2.1%) de los huevos estaban “pipped”, 135 (2%) presentaron embriones
muertos en diferentes etapas del desarrollo, 629 (9.3%) no presentaron evidencia alguna de
desarrollo embrionario, 100 (1.5%) fueron “no contabilizados”, y 5,762 produjeron neonatos
(EE = 85.1%). 5,725 neonatos fueron liberados a salvo en el mar (ER = 84.6%) (Cuadro 3).
Cuadro 3. Destino de 6,767 huevos provenientes de 67 nidos de tortuga lora protegidos en el Vivero
de la Fundación en Punta Banco, Puntarenas. Costa Rica, 2000.
Huevos sin
Eclosionar
“Pipped” %
141
Huevos
Eclosionados
Embriones %
Sin
%
No
%
Total de
EE%
muertos
embriones
contabilineonatos
zados
2.1
135
2.0
629
9.3
100
1.5
5762
85.1
Vivos ER%
5725
84.6
La actividad de anidación por
sectores de playa se representa en
50
nidos
#
la figura 3. La mayoría de los
salidas falsas
saqueados
nidos protegidos vinieron del r 40
Sector Bolívar con 51, seguido e
por Punta Banco con 39, p 30
o
Aeropuerto con 26, Piedra Luna
con 25, Río Norte con 17, r 20
Estrechura con 5, Río Sur con 11 te 10
y Romain con 7. Salidas falsas s
ocurrieron en todos los sitio s. En
0
Punta Banco Piedra Luna Aeropuerto
Rio Norte
Rio Sur
Bolivar
Romain
Estrechura
Río Norte hubo casi tantos rastros
Sectores
falsos como anidaciones exitosas,
Figura 3. Actividad de anidación y saqueo por sectores,
mientras que Estrechura fue el
Punta Banco, Costa Rica, 2000.
único sector en el cual la
ocurrencia de rastros falsos fue
mayor que la de anidaciones exitosas. El Sector Bolívar registró el número más alto de nidos
saqueados. Se debe mencionar que este es el primer año en que se cuentan las tortugas en el
sector Piedra Luna, ya que previamente se pensó que las tortugas no anidaban aquí. Este
sector está localizado entre Punta Banco y Río Norte. La playa en este sector es muy rocosa,
con abundantes piedras grandes redondeadas y exposición de rocas durante la marea baja.
La figura 4 muestra la distribución
de la actividad de anidación en
intervalos de dos semanas. Los
comentarios siguientes se referirán a
la estación de anidación del 2000,
mientras que se hará referencia a los
patrones de anidación de los años
anteriores durante la discusión.
#
d
e
n
i
d
o
s
50
1996
1997
40
1998
1999
30
2000
20
10
Este año el monitoreo se inició
0
durante la segunda mitad de julio
Jul Jul Ago Ago Set Set Oct Oct Nov Nov Dic Dic
con 10 nidos.
La actividad de
I
II
I
II
I
II
I
II
I
II
I
II
anidación ascendió rápidamente
Intervalos
de
dos
semanas
hasta alcanzar el pico de actividad
Figura 4. Comparación de la actividad de anidación
durante la segunda mitad de agosto
en intervalos de dos semanas, entre 1996 y 2000,
con 29 nidos. Después de este
Punta Banco, Costa Rica.
ascenso, la actividad de anidación
disminuyó constante y gradualmente hasta la primera mitad de diciembre con 9 nidos.
San Miguel
Durante la temporada de anidación del 2000, se registraron 251 eventos de anidación de
tortugas marinas. 195 de estos registros (77.7%) resultaron en anidación exitosa y 56 (22.3%)
resultaron en salidas falsas. 248 de estos registros (98.8%) pertenecían a tortugas lora y 3
(1.2%) a tortugas baula. 125 de los nidos de tortuga lora (64.4%) fueron colocados en el
vivero, 9 (4.6%) fueron dejados “in situ” y 60 (31%) fueron saqueados. Sólo uno de los tres
registros de tortuga baula resultó en una anidación exitosa, y el nido fue protegido en el
vivero (Cuadro 4).
Cuadro 4. Registro total de actividad de anidación, salidas falsas, nidos depositados, nidos
protegidos en el vivero, nidos protegidos “in situ” y nidos saqueados, en San Miguel, Guanacaste,
Costa Rica, 2000.
Especies
Registros Salidas % # de
% # nidos en %
totales
falsas
nidos
el vivero
L. olivacea
248
54
21.8 194 78.2
125
64.4
D. coriacea
3
2
66.7 1
33.33
1
100
Totales
251
56
22.3 195 77.7
126
64.6
# nidos
“in situ”
9
0
9
%
# nidos
saqueados
4.6
60
0
0
4.6
60
%
31
0
31
El tamaño de nidada promedio para 134 nidos de tortuga lora fue 107.1 huevos (SD = 18.9,
min = 71, max = 128). El único nido de tortuga baula tenía 107 huevos.
El número de días promedio de incubación para 125 nidos de tortuga lora fue 49 (SD = 2.31,
min = 44, max = 56). El único nido de tortuga baula tardó 56 días para incubar y emerger del
nido.
En total, se protegieron 125 nidos de tortuga lora y 1 nido de tortuga baula en el vivero de San
Miguel, representando 13,146 huevos. Después de excavar y analizar los nidos, se determinó
que 807 (6.2%) de los huevos de tortuga lora estaban “pipped”, 2,205 (16.9%) presentaron
embriones muertos en diferentes etapas del desarrollo, 2,065 (15.8%) no presentaron
evidencia alguna de desarrollo embrionario, 122 fueron “no contabilizados”, y 7,689
produjeron neonatos (EE =58.9%). 6.771 neonatos fueron liberados a salvo en el mar (ÉR =
51.9% (Cuadro 5).
Cuadro 5. Destino de 13,039 huevos provenientes de 125 nidos de tortuga lora y 107 huevos
provenientes de 1 nido de tortuga baula, protegidos en el Vivero, San Miguel, Guanacaste, Costa
Rica, 2000.
Huevos sin
Eclosionar
Sp Pipped
L. o
D. c
Total
807
0
807
%
6.2
0
Embr. %
muertos
2205
4
2209
Huevos
Eclosionados
% Total de EE% Vivos ER %
neonatos
Sin %
No
% DepreEmbr
contabilidados
zados
16.9 2065 15.8
122
0.9 151 1.2
3.7 99 92.5
0
0
0
0
2164
122
151
7689
4
7693
58.9 6771
3.7
3
56.2 6774
51.9
2.8
Esta temporada, la mayoría de los
nidos protegidos provenían del
sector 1 (el extremo sur de la playa
bordeando el estuario) con 52 nidos
(Figura 5).
La actividad de
anidación
fue
disminuyendo
uniformemente hacia los sectores al
norte de la playa, hasta el Sector 4
de donde provenían 19 de los nidos
protegidos. Salidas falsas ocurren
en todos los sectores de la playa,
pero su ocurrencia más alta es en
los sectores 3 y 4. El saqueo es una
amenaza constante en todos los
sectores de la playa.
La figura 6 muestra la distribución
de la actividad de anidación en
intervalos de dos semanas. Los
siguientes comentarios se referirán
a la temporada de anidación del
2000, mientras que nos referiremos
a los patrones de los años
anteriores durante la discusión.
#
60
r
e
p
o
r
t
e
s
50
Salidas falsas
40
Saqueados
Nidos
30
20
10
0
Sector 1
Sector 2
Sector 3
Sector 4
Sectores
Figura 5. Actividad de anidación y saqueo por
sectores, San Miguel, Costa Rica, 2000.
#
d
e
n
i
d
o
s
70
1998
60
1999
2000
50
40
30
20
Ene I
Dic II
Dic I
Nov II
Nov I
Oct II
Oct I
Set II
Set I
Ago II
Ago I
Jul II
Jul I
El monitoreo se inició bastante
10
tarde esta temporada. Durante la
0
segunda mitad de agosto (iniciando
el día 20) se registraron 10 nidos.
Después, la actividad de anidación
Intervalos de dos
manifestó un comportamiento
semanas de la actividad de anidación
Figura 6. Comparación
errático, aumentando bruscamente
en intervalos de dos semanas, entre 1998 y 2000, San
y alcanzando el pico de actividad
Miguel, Costa Rica.
en un lapso de un mes, con 61
nidos durante la segunda mitad de setiembre. Después de alcanzar el máximo, la actividad
disminuyó drásticamente durante la primera mitad de octubre, para aumentar nuevamente con
41 nidos durante la segunda mitad de octubre. Tan rápido como ascendió la actividad de
anidación, descendió nue vamente a menos de 10 nidos para la segunda mitad de noviembre.
Discusión
Punta Banco
Hasta la fecha, la actividad de anidación en Punta Banco ha sido cuidadosamente monitoreada
por cinco temporadas consecutivas. Se ha hecho evidente que la actividad de anidación
solitaria es muy dinámica, y cada año se han registrado diferencias en la distribución temporal
y espacial de las tortugas.
Un análisis de actividad de anidación en intervalos de dos semanas muestra que hasta el
momento no hay dos temporadas iguales. El único patrón notorio consiste en una estación de
anidación que inicia en los últimos días de julio, alcanza su pico de actividad entre la primera
mitad de agosto y la segunda mitad de octubre y termina a mediados de diciembre. Dentro de
este marco de tiempo, la actividad de anidación de cada año tiene alguna peculiaridad propia.
Por ejemplo, en 1996 la actividad de anidación aumentó progresivamente hasta que alcanzó el
máximo durante la segunda mitad de setiembre, para disminuir gradualmente hasta diciembre.
Durante la estación de 1997 la actividad de anidación también alcanzó el máximo durante la
segunda mitad de setiembre, pero los gráficos de distribución muestran disminuciones y
aumentos agudos a través de la estación.
1998 fue el año en el que se registró la menor actividad de anidación. La actividad de
anidación llegó a su máximo durante la primera mitad de agosto con 12 nidos, y lenta y
gradualmente disminuyó hasta diciembre. Ninguna actividad fue registrada durante la
segunda mitad de noviembre. Presumiblemente, actividad de anidación tan baja puede haber
sido efecto de El Niño, un fenómeno climático que perturba los patrones de temperatura
océanica y puede tener impacto sobre los procesos biológicos de diversos organismos marinos
(Glandz, 1998). Curiosamente, a través del Pacífico Oriental, biólogos de tortugas marinas
trabajando en diferentes playas reportaron anidación reducida de tortugas lora comparado con
años anteriores.
La temporada de 1999 presentó una distribución bimodal, ya que la actividad de anidación
alcanzó dos picos, primero durante la segunda mitad de setiembre con 39 nidos y luego
durante la segunda mitad de octubre con 38 nidos. El valle entre estos dos picos ocurrió
durante la segunda mitad de setiembre con 13 nidos.
Finalmente, el año 2000 mostró un aumento regular y gradual de actividad de anidación hasta
alcanzar su pico en la segunda mitad de agosto con 29 nidos, después de lo cual decreció
constante y gradualmente hasta la segunda mitad de diciembre.
La Figura 7 compara el número de nidos puestos por temporada en Punta Banco desde 1996
hasta el 2000. La información recopilada durante estos en cinco años es limitada, y no es
suficiente aún para determinar tendencias en la población de anidación, ya que esto requeriría
de información consecutiva a lo largo de un período de tiempo más extenso.
Sin embargo, es alentador notar que
los últimos dos años han tenido más
tortugas anidando que los anteriores.
Esta cifra incluye la proporción de
nidos que fueron saqueados. El
saqueo de nidos, como se puede
notar, ha persistido con diferentes
grados de seriedad a través del
transcurso del proyecto.
#
d
e
250
Saqueados
200
Protegidos en viveros o "in
situ"
150
n
i
d
o
s
100
50
0
1996
Se utiliza la tasa anual de saqueo (%
de huevos puestos que son
saqueados) como un indicador para
determinar el efecto disuasivo del
proyecto sobre la actividad de
saqueo.
1997
1998
1999
2000
año
Figura 7. Actividad de anidación anual de tortugas
marina, incluyendo el destino de los nidos (saqueados
o protegidos) entre 1996 y 2000 en Punta Banco,
Costa Rica.
La Figura 8 muestra la tasa de
35
saqueo en Punta Banco de 1996 al
30
2000. Inicialmente, para nuestra
decepción, las tasas de saqueo
25
%
mostraron una tendencia a
20
aumentar
progresivamente
15
después de
los primeros
10
esfuerzos
de
monitoreo,
5
aumentando desde un 16% en
0
1996 hasta un 32% en 1999. Sin
1996
1997
1998
1999
2000
embargo, durante la estación del
Año
2000 ocurrió un cambio alentador
Figura 8. Tasa annual de saqueo de nidos entre
y dramático, cuando la tasa de
1996 y 2000 en Punta Banco, Costa Rica.
saqueo bajó al 11%.
Esta
marcada reducción en las tasas de saqueo puede ser atribuida a varios factores. Más
ecovoluntarios participando en el programa significa más personas patrullando eficientemente
la playa e impidiendo el saqueo. Además, este año el programa fue asistido con la presencia a
tiempo completo de dos oficiales del Departamento Ambiental del Servicio de Guardacostas
del Ministerio de Seguridad Pública. Se espera que la tasa de saqueo disminuya al tiempo que
el proyecto gana aceptación y los miembros de la comunidad se involucren más y reciban
beneficioso económicos directos, no solamente a través del trabajo como monitores de playa,
sino también a través del programa de ecovoluntarios.
Se utiliza el promedio anual de éxito de eclosión (EE) de los viveros como un indicador de la
eficiencia del personal y de la operación general realizada en los mismos. El análisis de EE
también permite determinar las causas de mortalidad de los huevos en el vivero, de tal manera
que se puedan tomar medidas eficientes en el futuro para abordar problemas particulares.
El Vivero de la Playa produjo un éxito de eclosión levemente menor durante la temporada del
2000 (81.8%) que durante la temporada de 1999 (83.7%). Esto podría ser posible debido a
que el mismo vivero ha sido usado por cuatro años consecutivos y quizás contiene niveles
altos de bacteria y hongos.
En vista de que en Punta Banco han
100
operado varios viveros a través de
80
estos 5 años, es necesario analizar el
resultado general anual del éxito de
% 60
eclosión para hacer comparaciones a
40
través del tiempo. Como se observa
20
en la Figura 9, el resultado combinado
del éxito de eclosión anual en los
0
viveros
de
Punta
Banco
ha
1996
1997
1998
1999
2000
permanecido
bastante
constante.
Año
Figura 9. Éxito de eclosión anual entre 1996 y
Mareas extremadamente altas e
2000 en los viveros de Punta Banco. Costa Rica.
inusuales en 1997 (un fenómeno que
ocurre en ciclos de 4 años) causaron la
erosión de la mayo ría de los nidos en uno de los cuatro viveros que operaban entonces, de ahí
el resultado de incubación particularmente bajo.
Las tasas de eclosión más altas fueron alcanzadas durante la estación del 2000. Mortimer
(1999) afirma que el éxito de eclosión en viveros es por lo general más bajo que en los nidos
naturales. En general, se considera que las tasas de eclosión en los viveros de Punta Banco
son más que aceptables cuando se comparan con otras poblaciones de tortugas lora
estudiadas. El resultado de incubación de 83% alcanzado en Punta Banco durante la estación
del 2000 es considerablemente más alto que el éxito de eclosión promedio del 44%
encontrado por Buskirk y Crowder (1994) para 16 poblaciones de tortuga lora.
La Figura 10 muestra el
número de huevos protegidos
y el número de neonatos
liberados cada año en Punta
Banco. El aumento de la
actividad de anidación no
significa
necesariamente
más huevos protegidos y más
neonatos producidos.
La
temporada de 1999 es el año
con la actividad de anidación
más alta reportada hasta
ahora, sin embargo otros tres
años (1996, 1997 y 2000)
reportaron la protección de
más
huevos,
pero
no
necesariamente la producción
de más neonatos.
16000
Huevos protegidos en
viveros
Neonatos liberados
14000
12000
10000
#
8000
6000
4000
2000
0
1996
1997
1998
1999
2000
Año
Figura 10. Número total anual de huevos de tortuga marina
protegidos en los viveros y neonatos liberados entre 1996 y
2000, Punta Banco. Costa Rica
Durante los 5 años que este proyecto ha operado en Punta Banco, se ha protegido un total de
619 nidos (esta cifra incluye 91 nidos protegidos “in situ”). 52,983 huevos de tortuga marina
han sido protegidos en los viveros, produciendo un total de 36,175 neonatos.
San Miguel
La temporada de anidación el 2000 es el tercer año consecutivo que el proyecto opera en San
Miguel. Desafortunadamente, la recolección de información durante la estación de 1999 fue
deficiente, por lo que las cifras de este año deben ser interpretadas cautelosamente.
Al igual que en Punta Banco, un análisis de la actividad de anidación en intervalos de dos
semanas en San Miguel no muestra patrón alguno (Figura 6). Durante 1998, biólogos que
estudiaban las poblaciones anidadoras de tortuga lora a través del Pacífico Oriental,
reportaron una disminución substancial en la actividad de anidación Igual que en Punta
Banco, la actividad de anidación fue escasa durante esta temporada.
Durante 1999, la actividad de anidación fue relativamente baja hasta la primera mitad de
octubre. No obstante, las fallas más importantes en el proceso de monitoreo durante esta
temporada ocurrieron precisamente durante este primer lapso de tiempo. Por lo tanto, la
verdadera actividad de anidada es desconocida.
Puede ser que la temporada de anidación del 2000 presente una distribuc ión temporal de
anidación más típica. En general, parece que la actividad de anidación en San Miguel
aumenta durante la segunda mitad de agosto, y alcanza su pico de actividad entre la primera
mitad de setiembre y la primera mitad de noviembre.
La Figura 11 compara el número anual
de nidos puestos por temporada en
San Miguel, entre de 1998 al 2000.
Definitivamente, la información de 3
años es limitada, y no es suficiente
para determinar tendencia alguna en la
población de anidación, especialmente
considerando las fallas que ocurrieron
durante el monitoreo en 1999.
# 250
Protegidos en vivero o "in situ"
Saqueados
d 200
e
150
n
i
100
d
o
s 50
0
Como se mencionó anteriormente,
1998
1999
2000
Año
1998 fue la temporada cuando se
estima que la actividad de anidación
Figura 11. Actividad de anidación anual,
de la tortuga lora disminuyó
incluyendo el destino de los nidos (protegidos o
regionalmente al menos un 50% del
saqueados) entre 1998 y 2000, San Miguel. Costa
Rica.
promedio. En cuanto a 1999, hay
certeza de que el monitoreo durante la primera mitad de la temporada fue defectuoso, por lo
tanto una porción desconocida de la población no está considerada en este análisis. En cuanto
a la temporada del 2000, los esfuerzos de monitoreo fueron mucho más efectivos que los del
año anterior, pero estos esfuerzos no empezaron hasta un mes después del inicio usual del
proyecto. Por eso, una porción desconocida de la población, que anidó durante el primer mes,
no fue considerada. La porción de nidos puestos que fueron saqueados anualmente se
muestra también en la Figura 11, la cual como se observa, ha permanecido constante a través
de los tres años.
La figura 12 muestra la tasa de
saqueo para San Miguel de 1998 al
2000. Durante la estación de 1998
la tasa de saqueo pareció aceptable,
especialmente considerando que el
saqueo en esta playa era cercano al
100%. Sin embargo, después de
tres años, y a pesar del monitoreo
más efectivo realizado durante el
2000, la tasa de saqueo ha
permanecido tercamente constante,
entre un 30 - 31%.
32
30
% 28
26
24
22
20
1998
1999
2000
Año
Figura 12. Tasa de saqueo anula de nidos entre
1998 y 2000 en San Miguel. Costa Rica.
Este problema debe ser abordado a través de más esfuerzos educativos y mayor
involucramiento comunal. Actualmente, algunos miembros de la comunidad de San Miguel
continúan saqueando nidos para subsanar de alguna manera sus economías, y son los
principales responsables de la tasa de saqueo actual. Estos huevos son vendidos en la misma
comunidad, ya sea a turistas o a vecinos. En este sentido, es importante fomentar la visita de
ecovoluntarios a San Miguel durante la temporada del 2001.
Más ecovoluntarios significa la posibilidad de mejorar el patrullaje y monitoreo de la playa.
Además, ofrecen a miembros de la comunidad la oportunidad de hacer amigos
“internacionales” y también de hacer negocios (comidas, bebidas, hoteles, estadías en casas,
servicio de taxi, alquiler de caballos).
También se deben encontrar los fondos necesarios para trabajar con los niños de la escuela de
Javilla (donde van los niños de San Miguel) y los jóvenes colegiales en una campaña de
protección ambiental, incluyendo no sólo las tortugas sino también los manglares. Hasta
ahora, no se han realizado esfuerzos serios para alcanzar este sector de la población.
Un indicador muy eficiente del éxito de estos esfuerzos es la tasa de saqueo a través del
tiempo. Hasta ahora el proyecto es bien aceptado por la comunidad, y el personal del
proyecto disfruta de una relación amistosa con la totalidad de sus miembros. La meta es
reducir la tasa de saqueo en el futuro, sin comprometer esta relación amistosa con la
comunidad.
Como se observa en la Figura 13, el éxito de eclosión en el vivero ha variado con el tiempo.
El resultado más alto de incubación fue alcanzado en 1999 con 74.%. Durante la estación del
2000, a pesar de la presencia más eficiente del personal del proyecto, el éxito de eclosión fue
el más bajo que se haya registrado (56.2%). Se atribuyen varias causas a la baja eclosión
reportada este año. Hubo un problema con raíces de plantas de la vegetación de la playa, las
cuales en algunos casos completamente envolvieron los nidos, evitando que los neonatos
escaparan de la cámara del nido.
Algunos
neonatos
murieron
mientras estaban en la custodia del
proyecto mientras esperaban su
liberación, mientras que los
cangrejos y pájaros atacaron otro
grupo.
La figura 14 muestra el número de
huevos protegidos y el número de
neonatos liberados cada año en San
Miguel. Evidentemente, durante la
estación del 2000 la operación de
los viveros fue mucho más
eficiente y productivos. Aunque
las temporadas de 1999 y 2000
reportaron números parecidos de
tortugas anidadoras y tasas de
saqueo similares, más del doble del
número
de
huevos
fueron
protegidos así como neonatos
producidos durante el 2000. Con el
mejoramiento del monitoreo y la
implementación de un programa de
ecovoluntarios en el futuro, se
espera que las tasas de saqueo
disminuyan,
permitiendo
así
proteger más huevos y nidos en el
vivero y liberar más neonatos. Para
la temporada del 2000, una meta
razonable podría ser la protección
de por lo menos 18,000 huevos y
producir 10,000 neonatos.
%
80
70
60
50
40
30
20
10
0
1998
1999
2000
Año
Figura 13. Éxito de eclosión anual en el vivero
entre 1998 y 2000, San Miguel. Costa Rica
huevos protegidos en el
vivero
neonatos liberados
14000
12000
10000
8000
6000
4000
2000
0
1998
1999
2000
Año
Figura 14. Número total anual de huevos
de tortuga marina protegidos en el vivero y
neonatos liberados entre 1998 y 2000, San
Miguel. Costa Rica.
Durante los tres años que el proyecto ha operado en San Miguel, 26,981 huevos han sido
protegidos en el vivero, produciendo un total de 16,175 neonatos.
Resultados Globales de los Esfuerzos de Conservación
A través de los años, el proyecto
“Investigación y Conservación de 30000
Huevos protegidos Neonatos liberados
Tortugas Marinas Utilizando a las 25000
Organizaciones Comunales Costeras
como Base de Apoyo” ha operado 20000
diferentes números de programas
15000
comunales. Durante 1996 y 1997 el
proyecto únicamente operó en Punta 10000
Banco (un sitio). En 1998 y 1999 el
5000
programa se amplió para incluir San
Miguel y Caña Blanca (tres sitios).
0
Durante la estación del 2000, debido
1996
1997
1998
1999
2000
particularmente a restricciones de
Año
índole económica, el programa fue
Figura 15. Número total de huevos protegidos y
temporalmente suspendido en Caña
neonatos liberados por los proyectos comunales
Blanca, por lo que este reporte 2000
operados por PRETOMA entre 1996 y 2000.
Costa Rica.
es el resultado del trabajo en dos
sitios. No obstante el número irregular de proyectos comunales operando, hay una tendencia
ascendente de huevos protegidos y neonatos liberados cada año (Figura 15).
En total, desde el inicio del proyecto “Investigación y Conservación de las Tortugas Marinas
utilizando las Organizaciones Comunales Costeras como Base de Apoyo”, 90,610 huevos de
tortugas marinas han sido protegidos en los viveros comunales costeros, produciendo un gran
total de 58,773 neonatos.
Conclusiones
Los resultados de este proyecto demuestran el importante papel que las organizaciones
costeras comunales pueden jugar en el manejo y protección de los recursos marino costeros.
La conservación de tortugas trae beneficio econó mico directo a dos miembros de la
comunidad que trabajan como monitores, así como a los dueños de las cabinas y restaurantes
del pueblo donde el personal del proyecto se hospeda y alimenta. El fortalecimiento del
programa de ecovoluntarios incidiría en más beneficios económicos para miembros de la
comunidad.
Ciertos indicadores muestran que el proyecto va por la senda correcta. Por ejemplo, en Punta
Banco la población anidadora de tortugas muestra una tendencia positiva después de 5 años
de monitoreo, y las tasas de saqueo han bajado a tan solo un 10%. Estos indicadores reflejan
el hecho de que aunque el número estimado de nidos colocados a través de la estación varía,
el proyecto ha protegido progresivamente más nidos cada año, como resultado del monitoreo
más eficiente y a la disminución del saqueo.
Estos mismos indicadores son útiles para evaluar la situación de San Miguel. Igual número
de tortugas anidadoras han sido registradas durante los últimos dos años, a pesar de lo cual
durante la estación del 2000 se protegieron más del doble de nidos, mostrando así un
mejoramiento en el monitoreo de la playa. Las tasas de saqueo han permanecido tercamente
entre un 30-31%, y se deben dirigir esfuerzos específicamente hacia su reducción.
Un programa de ecovo luntariado ha operado en Punta Banco desde 1998, diseñado para
ofrecer una oportunidad a ciudadanos interesados para que contribuyan activamente en la
conservación de las tortugas marinas durante sus vacaciones. La participación de 12
ecovoluntarios y 4 estudiantes de pasantía durante esta última temporada permitió más
recursos humanos, más beneficios económicos a la comunidad a través de servicios, y el
suministro de fondos adicionales para gastos operativos. Sus esfuerzos fueron reforzados por
la presencia de personal del Servicio Nacional de Guardacostas, que tuvieron una presencia
permanente en la comunidad. Esta combinación de factores ha contribuido a obtener el apoyo
de la comunidad, lo cual se refleja en las reducidas tasas de saqueo.
Se necesita urgentemente un programa similar en San Miguel. Con la participación de más
ecovoluntarios habría más demanda de servicios y por ende beneficios para la comunidad. Se
espera que los pocos hueveros que permanecen en el pueblo se beneficien de alguna manera
con el programa de ecovoluntarios, reduciendo así su presión sobre el recurso.
El proyecto se ha concentrado en la recolección de información técnica y entrenamiento a
miembros de las comunidades costeras, pero se debe enfocar más atención hacia la educación
ambiental. La mayor parte del material didáctico disponible es diseñado para culturas
afrocaribeñas, y no del Pacífico Oriental. Se debe colocar personal especializado en los sitios
de estudio con fondos destinados para elaborar estos materiales según la cultura local, y
trabajar con escolares y estudiantes de secundaria en estas comunidades.
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