LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO

Transcripción

LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO - EL GOBIERNO DEL ANTICRISTO Y LA GRAN TRIBULACIÓN
1. EL GOBIERNO
GRAN TRIBULACIÓN.
DEL
ANTICRISTO
–
LA
“Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta
Daniel (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. El que
esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no
vuelva atrás para tomar su capa. Más ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en
aquellos días! Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo; porque
habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta
ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; más por causa
de los escogidos, aquellos días serán acortados. Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí
está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos
profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible,
aun a los escogidos.” (Mt. 24:15-24)
El rapto ha pasado, la iglesia escogida ha sido retirada de la tierra. Los verdaderos cristianos
están siendo alistados para las bodas del cordero. Lo que retiene la manifestación del
anticristo ya no está en la tierra, el Espíritu Santo y su poder se han ido. Ahora Satanás ha
sido derribado a la tierra con sus huestes, y hay un hombre que se ha erigido como
gobernante bajo la influencia del diablo. Además cuenta con el apoyo de los gobernantes del
mundo, quienes han sido seducidos por las artes del falso profeta. Los creyentes que se
quedaron, las vírgenes imprudentes, deben huir. Este periodo es llamado la hora de la
prueba, o la Gran Tribulación. En diversos pasajes se da el periodo de tiempo: 42 meses, 3
años y medio, 1260 días, tiempo y tiempos y medio tiempo. Ese cuerno pequeño que sale de
la cuarta bestia, se perfila para enfrentarse a Dios y a sus santos. Se instala el último reino
del hombre. Esa bestia terrible que destruye y desmenuza y pisotea. Dios no se quedara
quieto, derramará su ira sobre este gobierno impío para dar paso luego al gobierno milenario
de Cristo y sus santos.
LA DICTADURA DE LA BESTIA
Este reinado satánico traerá muerte, sufrimiento y dolor a la humanidad, especialmente a la
nación judía. No solo se trata del destino del planeta, sino del destino de cada uno de
nosotros.
Demonios. La tierra será invadida y conquistada por las fuerzas sobrenaturales del más
temible ejército que usted pueda imaginar. Un ejército de ángeles y demonios que serán
capaces de apoderarse de los cuerpos de millones de personas que no tienen a Dios en sus
pensamientos ni en sus corazones. Un ejército invisible de seres poderosos con la fuerza de
100 hombres. Un ejército que no conoce la sensibilidad, la piedad, ni el amor, ni el perdón.
Están entrenados para odiar a la humanidad, a Dios, a la Iglesia y al pueblo de Israel. Ese
ejército, aunque usted no lo crea, ya se está organizando en los cuatro costados de la tierra
(2 Ts.2:7-12). Dios, nos ha revelado estos eventos y nos está dando la oportunidad de
escapar del horror, pero, ¿qué hacemos? Blasfemamos, nos burlamos, nos reímos porque no
creemos lo que dice la Biblia. Hacemos lo que hicieron los habitantes en tiempo de Noé, nos
burlamos. El mundo se ríe, no cree, actúa con indiferencia, pero los verdaderos creyentes
esperan, porque saben que todo se cumplirá como está escrito.
Gobierno de la bestia. Apocalipsis nos dice que esta
dictadura estará compuesta por: el Dragón (Satán), la Bestia, que será el rey que gobierne
con la autoridad del Diablo (el anticristo), el falso Profeta, que será un líder religioso, y los 10
reyes que darán su poder y autoridad al anticristo. Este hombre llegará a gobernar sin previo
aviso bajo el poder y la autoridad del Diablo. No será un rey que será electo, sino que llegará
sin aviso, escogerá una de las naciones establecidas y revivirá a un antiguo imperio. No
llegará por alianzas ni pactos, ni respetará a los organismos internacionales porque tendrá
poderes sobrenaturales (Dios le permitirá gobernar la tierra porque los hombres han
rechazado el evangelio y a su Cristo). Su portavoz, el falso Profeta, le abrirá camino a la
manera de Juan Bautista. No hay en este mundo arma que este demonio no pueda destruir,
por eso será invencible, y sólo Cristo lo vencerá al finalizar sus 3 y medio años de gobierno.
Las profecías de Daniel son las más claras en este aspecto. Nos indican que es un cuarto
reino el último que gobernará la tierra, antes que Cristo venga a poner su reino. Las piernas
de hierro y los pies de barro, así como la cuarta bestia terrible que destruye todo,
históricamente ha sido Roma. Una bestia que era, dejo de ser, pero será. Por eso se
mencionan que las profecías no solo eran para esos tiempos, sino para los tiempos del fin. El
imperio romano resurgirá. Un nuevo formato de gobierno mundial, cual romano, asomará a la
faz de la tierra. Así como Roma conquistó al mundo conocido de entonces, un nuevo orden de
gobierno mundial se apoderará de las naciones. La unión de naciones como la comunidad
europea, las alianzas con países de occidente y potencias mundiales, abren el panorama de
un gobierno donde no habrá diferencias de monedas, ideología, costumbres y de hecho culto
y religión. El socialismo y el capitalismo se asocian en un nuevo orden económico. Por otro
lado también están las naciones de oriente y de ideología musulmanes. Ellas también
formaran un importante bloque socio económico; que a la larga pactaran alianza con
occidente.
Es también importante notar, que cuando se habla de la ciudad donde
reina el pecado, se habla de la Gran Babilonia, y se señala que está asentada sobre 7 colinas.
Roma fue fundada sobre 7 colinas, y es en Roma, donde está el Vaticano, la sede del
gobierno religioso del catolicismo, que durante siglos, ha sido la influencia religiosa del
mundo y de sus gobiernos. Es notorio que el nuevo gobierno mundial, la nueva roma,
necesitará agrupar a las ideologías religiosas en una sola. Vaticano siempre ha sido motivo
de interrogantes cuando de asociarse con los gobiernos se trata y su búsqueda del
ecumenismo, hace ver que una opción inmediata para crear la “única religión mundial”.
Satanás siempre ha deseado imitar a Nuestro Señor Jesucristo en todo, y tratará de
establecer un reino parecido al de Cristo, pero fracasará porque no será un reino de paz sino
de guerra, de conflictos, será un reino de odios y de venganza, no será un reino de libertad y
de justicia, sino uno de esclavitud y de injusticia, no será un reino en el cual habite Dios, sino
un reino cuyo dios será el príncipe de las tinieblas y se sentará en el templo como dios (2
Tes. 2:4). Todo el escenario será en el Cercano Oriente, alrededor de Israel, pues el objetivo
de este rey es destruir al pueblo de Dios. Son los árabes y no los europeos quienes odian a
Israel. Le niegan el derecho a ser un estado y hacen todo lo posible por destruir a este
pueblo. Los terroristas árabes sueñan con destruir a Israel y borrarlo del mapa, cosa que no
podrán, pues Dios, librará al remanente que confía en él (Dt. 7:22-24; Is.41:11-13).
Israel no tiene escapatoria, la única puerta de escape es el mar. Está rodeado de 40 naciones
árabes que lo odian. Hay 10 naciones que están alrededor, en este momento algunas no
muestran animosidad contra los judíos, pero el anticristo los ha de engañar y esas 10
naciones se unirán a este terrible gobierno. Los árabes esperan a su imán, su líder que los ha
de unir para llevar la “guerra santa” contra los infieles. Algunas están quietas, otras
envenenadas por la violencia y el deseo de venganza. Como lobos rabiosos, miran la presa,
miran a la oveja, miran el redil. Por ahora, nada pueden hacer, porque no es el momento de
Dios, pero cuando venga el rey inicuo, entonces el cerco caerá, y entrarán los lobos a devorar
al pueblo de Dios. Esas naciones un día serán unidas por el anticristo, el líder que las llevará
a la guerra “santa”, pero será por breve tiempo, porque al final de la guerra, todos serán
vencidos en la Guerra de Armagedón. El anticristo tiene sus días contados, los enemigos de
Israel sueñan con borrarlos del mapa, pero Dios los destruirá a ellos. No hay posibilidades de
triunfo para aquéllos que desean la muerte de este pueblo, que aunque desobediente, tendrá
la oportunidad de volverse a Dios. No serán todos, pero habrá un remanente que será fiel.
Han de sufrir al principio una horrible persecución, millares serán decapitados. Dios prometió
a su siervo David que nunca faltaría rey en su trono y ese Rey, número 24 reinará por mil
años y Dios quitará el muro de separación y seremos un solo pueblo para reinar por toda la
eternidad en un cielo nuevo y una tierra nueva (Ef. 2:13-15).
El Falso Profeta.
“Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un
cordero, pero hablaba como dragón” (Ap. 13:11).
Este será un líder religioso que logrará unir a todas las religiones y a las dos más grandes: la
católica y el Islam. Esta unidad está representada por los dos cuernos. El falso Profeta, será
el portavoz del anticristo. Y será un máximo dirigente que tendrá poderes para realizar
grandes hazañas, señales y prodigios engañosos (2 Ts. 2:8-11). Con astucia logrará la unión
de todas las religiones representadas en los cuernos, y hablará las palabras que el dragón le
dirá que hable, y será el responsable de la construcción de una enorme estatua a la que
infundirá espíritu de vida, para que los hombres adoren a la bestia (Ap. 13:11-15).
EL ANTICRISTO, LA BESTIA.
“Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y
diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. Y la
bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de
león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad.” (Apoc. 13:1-2)
Esta visión de Juan del apocalipsis, nos grafica el momento justo de la aparición del
Anticristo. Un ser que se le compara a una bestia, y que con el poder e influencia del mismo
satanás, se instalará en el gobierno del mundo mediante alianzas y artimañas. Tendrá un
gobierno de 7 años. Los primeros serán prósperos, productivos, de paz y supuesta armonía.
La sociedad mundial lo adorará, y con la ayuda del líder religioso, el falso profeta, hará una
estatua para adorarle. En la segunda mitad de su gobierno, las cosas cambiaran. El anticristo
buscara reemplazar a Dios, y ser venerado como tal. Y emprenderá una lucha contra quienes
se opongan a sus propósitos. Controlará la economía, y el comercio; quienes pueden comprar
y vender. Y finalmente implementará una marca física en las manos o frentes de sus
seguidores, quienes no la tengan, serán ajusticiados.
Él es el cuerno pequeño que vio Daniel en la cuarta bestia (Daniel 7:8). Y también es el
cuerno pequeño que vio en el Macho cabrío (Daniel 8:9). En ambos casos, este cuerno
derrumba reyes, y se posiciona como gobernante. Se eleva hasta los cielos y se enfrenta
altaneramente al altísimo. Pero también se ver en las visiones que el Ungido, Cristo, viene y
lo vence.
Origen. La Biblia, nos da información para ubicar el lugar del cual saldrá este rey, que
Satanás ha de escoger para gobernar al mundo cuando la iglesia de Cristo sea levantada con
el poder del Espíritu Santo. Este político será desconocido, y saldrá de una pequeña ciudad
que a través del tiempo se asocia con la nación judía, y que siempre ha mostrado las mismas
características que tendrá el anticristo; y que son las mismas que tenía el querubín protector
(Luzbel) y que lo llevaron a corromperse: orgullo, altivez, avaricia, poder, envidia, la sabiduría
corrompida, la desobediencia y las ansias de ser Dios (Is.14:12-20).
Los religiosos de Jerusalén estaban convencidos que serían ellos a
quienes Dios les iba a revelar el momento de la llegada del Mesías, pensaban que sería un
rey, y como tal debería nacer en un palacio lleno de riquezas y de personas muy importantes.
Pero se equivocaron de la misma manera que hoy algunos creen que el anticristo ha de salir
de una gran nación, que va a dirigir a un gran imperio ya establecido compuesto por las
naciones de Europa. Muchos han puesto su mirada en la Unión Europea y afirman, sin temor
a equivocarse, que la Bestia saldrá de sus entrañas. La Biblia nos dice que no llegará por
acuerdos humanos sino que es por obra de Satanás. Satanás no respetará ninguno de los
sistemas legales creados por el hombre para gobernar.
La cuarta bestia, la nueva roma, y su nuevo orden mundial, agruparan una serie de reyes,
potencias mundiales. Ya no hay fronteras, ni posiciones culturales, ni económicas ni
religiosas. El falso profeta, líder religioso, promoverá la posición de algún gobernante, y lo
elevará a gobernante mundial. En la profecía de Daniel, del Macho cabrío, nos revela que el
anticristo, el cuerno pequeño, salió del cuerno grande que se había partido en cuatro. El
macho cabrío era el reino antecesor a Roma, en ese entonces Grecia; y su cuerno Alejandro
Magno. De la división del reino de Alejandro, es que aparece el cuernito, figura del anticristo.
Habrá una figura nueva de la Grecia antigua. Uno de los reyes, de las naciones, de las cuales
debiendo tener participación en el gobierno mundial, se separará y dará lugar al Anticristo.
La visión dice que quita a 3 reyes, que durante el 6to gobernante, sale uno que lo derroca y
debiendo ser el 7mo, también es 8vo (3 reyes en uno).
Teoría del origen babilónico
Volvemos a la estatua (Dn. 2:36-38) y esa cabeza de oro era el Imperio Babilónico. El ángel
es claro al explicarle a Juan el misterio de la bestia y sus 7 cabezas y sus 10 cuernos. Las 7
cabezas representan los 7 montes sobre los cuales se sienta la mujer. La mujer es Roma
que está ubicada sobre 7 colinas. Pero las 7 cabezas representan, además, a 7 reyes (Ap.
17:9-11).
“La bestia que has visto, era y no es y está para subir del abismo e ir a perdición, y los
moradores de la tierra, aquéllos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del
mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo a la bestia que era, y no es y ser”. (Ap.
17:8-9).
“La bestia que era, y no es, es también el 8º y es de entre los 7, y va a la
perdición” (Ap. 17:11).
La bestia no puede ser Roma, porque estaba imperando en el momento que Juan recibía la
revelación, y Roma, por tanto, no sería ni había sido, porque era. Tenía que ser otro
imperio, otra bestia la que volvería a resurgir. El imperio que será destruido por el Señor,
será otro. Este rey será el 8º, pero no son 8 pues el 8º ya había sido imperio, y saldrá de
entre los 7: Egipto, Babilonia, Persia, Media, Grecia, Roma. El 7º y el 8º no tendrán una
nación, pues proviene del abismo, así que ha de escoger a uno de estos imperios para
reinar. Roma es descartada porque el ángel dijo “uno es”, y ese es Roma, que gobernaba
en el momento de la profecía. La alternativa razonable es Babilonia, (Sinar, Irak), ya que el
escenario descrito se ubica en Babilonia.
Tiro
La iglesia de Cristo se fundó sobre la roca, que significa Cristo, la roca sobre la cual Dios
estableció su iglesia. Es la misma roca desechada por los hombres y es la misma roca que
caerá del cielo para destruir el imperio de la bestia (Dn. 2:34-35). Satanás siempre ha
querido establecer una iglesia falsa que le adore, que se corrompa, que corrompa el
evangelio, que desprecie a Israel, una iglesia mundana que todo lo permita, que llame al
bien mal y al mal bien (Is.5:20). Una iglesia llena de herejías y falsas doctrinas, dividida en
mil pedazos, una iglesia dirigida por hombres, no por el Espíritu Santo, que no crea en el
Espíritu Santo, una iglesia que viva como vive el mundo, que cultive los placeres de la
carne y no los frutos del espíritu, una iglesia que afirme que todas las religiones son buenas
y que todas conducen a Dios, una iglesia que menosprecia el sacrificio de Nuestro Señor
Jesucristo, que hace negocios y vende el perdón y la santidad, una iglesia muerta, que
adore a los muertos y a los vivos, una iglesia que carece de los dones espirituales. Dios
estableció su reino sobre la roca Cristo, y Satanás tratará de imitar y hacer lo mismo: Tiro
(Teyru, E-Sur o Sour) significa roca. Tiro es la cuarta ciudad más importante del Líbano.
Aquí hay tanto odio contra los judíos que sólo desean que Israel desaparezca. Los tirios no
pueden olvidar sus tiempos de gloria ni tampoco pueden olvidar el castigo que Dios les dio
por su pecado de soberbia y maldad. De Tiro salió la madera para construir el templo de
Salomón, pero traicionó a los judíos y los entregó a sus enemigos. Así que esta ciudad no
está ajena al destino de Israel, ya que como su rey, fueron creyentes del Dios Altísimo. Hoy
se levanta de las ruinas como una de las ciudades más hermosas del Líbano. El anticristo
posiblemente la escogerá como su lugar de origen (Ez. 28:2,12).
• Porque la geografía de Tiro armoniza con la geografía dada en Apocalipsis 10:1-2
• Armoniza con el escenario de donde sale la primera bestia, que simboliza a esta dictadura del
terror que es de Satanás y que establecerá en la Tierra, una vez que la iglesia sea quitada.
• La profecía al rey de Tiro, también es para el anticristo
Dios dirige su palabra profética al rey de Tiro y no a otro, como el hombre de pecado, la
bestia o anticristo, que gobernará el mundo desde Sinar, Babilonia (Iraq). Tiro fue una de
las más importantes ciudades de Fenicia (Líbano). Llamada la “Hija de Sidón”, pero luego la
superó en riquezas, poder y grandeza. Tiro está ubicada en las tierras que Moisés le asignó
a la tribu de Aser, pero nunca fue conquistada por esa tribu. Los tirios eran un pueblo cruel,
vanidoso, idólatra cuyos dioses eran Baal y Astoret. Jezabel esposa del rey Acab, era una
princesa sidonia, mujer cruel, pervertida e idólatra. Tiro se conocía como la “Princesa de los
Mares’. Está dividida en dos partes. Una porción de tierra de siete millas separada por el
mar de una pequeña isla. Esta descripción concuerda con la descripción de Apocalipsis. El
ángel está firmemente parado con el pie derecho en el mar y el pie izquierdo en la tierra.
Tiro está a 40 millas de Nazaret, la tierra del Señor. El rey de Tiro, (Hiram, año 700 a.C.)
hizo buena amistad con el rey David y luego con Salomón y ayudaron a construir la casa de
David y también lo hicieron con la construcción del templo. Luego traicionaron esa amistad.
Cuando Nabucodonosor rodeó a Jerusalén ellos se alegraron, ya que los judíos eran sus
competidores comerciales. Por esa burla fueron castigados por Dios y más tarde
Nabucodonosor los destruyó. Pero volvieron a florecer, pues Dios se lo había prometido. Los
tirios vendieron a los hijos de Israel como esclavos a los griegos. Ellos se llenaron de
orgullo, de vanidad, de soberbia. Tiro representa esa idolatría que dará vida a la bestia.
La “rapiña del Líbano” ya se prepara para ir a devorar al pueblo judío que se ha olvidado de
su Dios. Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí estoy contra ti, oh Tiro, y haré subir
contra ti muchas naciones, como el mar hace subir sus mareas. (Ez. 26:3). Como ha
sucedido siempre con los poderosos de la tierra: se corrompen, se creen que son dueños
del mundo, viven como si Dios no existiera. Así pasó con los tirios. Lo tenían todo: riquezas,
fama, poder, vivían en continuo deleite, tenían una vida de lujuria, de soberbia. Se
alegraron, brincaron de alegría cuando Nabucodonosor sitió a Jerusalén, cuando el templo
fue destruido. Los tirios deseaban el comercio de Israel, así que les convenía que este
pueblo fuera destruido, pero lo que no sabían era, que de igual forma serían destruidos por
Nabucodonosor. Y la ciudad fue conquistada y las tropas del rey de Babilonia llegaron al
patio de la casa y los mataron, saquearon todo y dejaron a la “Princesa de Sidón”, a “la
Reina de los Mares” en ruina y destrucción. La ciudad volvería a levantarse, volverían las
riquezas, volvería la abundancia, y los pobladores de Tiro volverían al pecado, volverían
tras sus dioses falsos. Volverían a ser pervertidos, traidores y ruines. Volverían a ofender a
Dios cuando vendieron a miles de judíos como esclavos a los griegos. Y volvió Dios a
castigarles por su maldad y su soberbia: Alejandro Magno 332 a.c.
Luego de casi 1500 años hoy esta hermosa ciudad ocupa el cuarto lugar en importancia
entre las ciudades del Líbano. Y volvió a levantarse erguida, como en sus mejores tiempos.
Volvió a lucir su corona de reina, volvió a saborear la abundancia, las riquezas, los placeres.
Cientos de judíos vivían en Tiro. Pero hoy las relaciones con Israel no son las mismas del
tiempo del rey Hiram. Hiram era amigo de David y de Salomón y ellos ayudaron a construir
la casa de David y la casa de Dios en Jerusalén.
Sinar, la casa del ladrón, el reloj del que duerme, la tierra de Nimrod.
La tierra del primer rebelde contra Dios, cazador de almas, trató de construir la torre de
Babel (Confusión). En efecto de Sinar (reloj del que duerme), dice el Señor que es la casa
del ladrón-Satán (Zac. 5:1-4). Dice que la maldad, que tiene forma de mujer la llevarán a la
casa del ladrón, a Sinar, para que le edifiquen casa allí, es decir, allí estará el lugar donde
gobierne la bestia, el anticristo. Este rey que duerme ¿será Nimrod? El primer rebelde
contra Dios, el cazador de almas; o ¿será el rey de Tiro Itobal II?, el que recibió la profecía
de Ezequiel. Este rey era creyente, estaba en la presencia del Señor, pero se corrompió
igual que el Querubín Protector.
El próximo gobierno mundial saldrá de la casa del ladrón, en algún momento, estará en
manos de un árabe del Líbano, de Tiro, la roca (Zac. 5:5-11), (la rapiña del Líbano, Hab.
2:17). El rey se dará a conocer en el momento en que comenzará su reinado, así lo hizo el
Señor Jesús, se presentó en el templo a los doce años y pasó 18 años en silencio en
Jerusalén. Después salió para cumplir sus 3 ½ años de ministerio. Este rey tiene el mismo
tiempo para actuar (Ap. 13:5). Será alguien sin mucha relevancia, desconocido, pero
cuando aparezca asombrará al mundo con su astucia y su rápido ascenso al poder. Nuestro
Señor Jesucristo salió de una aldea muy pobre y sin mucha importancia, este rey hará lo
mismo, por imitación.
Los primeros 3 ½ años de la gran tribulación, luego de ser levantada la iglesia, la
humanidad estará sufriendo de grandes males, plagas, guerras, enfermedades, disturbios,
anarquía, desorden, la tierra será un caos horrible. No habrá orden en las naciones, los
pueblos estarán en luchas continuas, el Estado será impotente para imponer el orden.
Cuando llegue este engañador todo se ha de controlar, y lo logrará fácilmente, pues
Satanás y sus demonios son los responsables del caos, pero cuando este inicuo llegue al
poder esos demonios dejarán de provocar la violencia y en apariencia será una gran obra y
todos aplaudirán, pero es un engaño. El ángel le explicó a Juan cual sería el Imperio y fue
claro al decir que 5 reyes habían sido, uno era y otro vendrá y el que vendrá sería el 8º,
pero que saldría de entre los 7. Esto implica que no son 8 sino 7, y que el imperio del
anticristo ya fue imperio, o sea, el imperio que se convertirá en su reino ya fue imperio
antes de Roma. Dn. 7:7-8 Daniel ve otra bestia espantosa y terrible, diferente a las otras,
tenía 10 cuernos y de entre los 10 cuernos salió uno pequeño y delante de él fueron
arrancados 3, y este cuerno tenía ojos como de hombre y una boca que hablaba grandes
cosas. Aquí vemos que de los 10 reinos, 3 serán quitados de delante del anticristo,
entonces el anticristo es el 8º pero es de entre los 7, o sea, ha estado oculto, entre los 10
cuernos. El escenario, y todos los detalles nos indican que estará en la casa del ladrón, en
Sinar, Babilonia, allí estará el gobierno de la maldad.
Tiro – Satanás – El Anticristo.
En Ez. 28 hay una analogía entre el rey de Tiro y Satanás. Los dos han servido al Señor y los
dos desistieron de hacerlo porque la soberbia de las riquezas ganó su corazón para
abandonar a Dios. En este capítulo se habla del nacimiento, del reinado y de la destrucción
de Satanás. Tiro será destruida de la misma forma que será destruido el reino de la bestia.
¿Por qué Ezequiel hace esa analogía? “Hijo del hombre, di al príncipe de Tiro: Así ha dicho
Jehová el Señor: Por cuanto se enalteció tu corazón, y dijiste: Yo soy un dios, en el trono de
Dios estoy sentado en medio de todos los mares (siendo tu hombre y no Dios) y has puesto
tu corazón como corazón de Dios” (Ez. 28:2). Dios se dirige al príncipe de la ciudad de Tiro
en el momento que esta ciudad era “la Reina de los mares”, en el momento más glorioso
de los tirios cuando tenían dominio de las aguas y del comercio en todo el Mediterráneo.
Era el momento de gloria y de fama para el rey de esta ciudad. A este le ocurrió lo mismo
que le ocurre a muchos gobernantes, especialmente a los dictadores: creen que son dioses,
que lo pueden todo, que van a reinar para siempre, se oponen a Dios y a los que desean
servirle. Son egoístas, necios, altivos, soberbios, seres en cuyo pensamiento no está Dios,
que se acuestan pensando en la maldad que harán el próximo día, son seres que se olvidan
de la justicia divina. Así este príncipe se creía Dios, deseaba el trono de Dios. Pero Dios le
dice tú no eres dios, eres un hombre. Con tu sabiduría y con tu prudencia has acumulado
riquezas, y has adquirido oro y plata en tus tesoros (Ez. 28:4). “Con la grandeza de tu
sabiduría en tus contrataciones has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se
ha enaltecido tu corazón” (Ez. 28:5). Este príncipe era muy hábil para los negocios, era
sabio, astuto, sabía el arte de negociar. Pero las riquezas le llevaron a enaltecerse, y puso
su mirada en los bienes materiales y su corazón en el dinero, en la prosperidad material y
no en la prosperidad espiritual. ¡Muchos siervos del Señor como éste se levantan hoy en los
púlpitos! Dicen: no podemos ser pobres, pues somos hijos del Rey. Todo el tiempo de la
predicación lo que hablan es de prosperidad, de nuestra capacidad para invertir, para hacer
riquezas, que debemos aspirar a tener parte de las riquezas del mundo, algunos hasta
lucen sus billetes, sus joyas, hablan de su automóvil último modelo, de las bendiciones
económicas, y oran para que Dios nos dé bienes materiales y riquezas. Hablan y hablan del
diezmo, de las ofrendas, de sembrar la semilla y olvidan lo esencial: la salvación. Es algo
que no se puede comprender, pues el Señor nunca habló de esa manera (1 Tim. 6:8-10).
Este príncipe astuto, buen negociante, apartó su mirada de Dios para ponerla en el dinero y
se corrompió. “Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto pusiste tu corazón como
corazón de Dios, por tanto, he aquí yo traigo sobre ti extranjeros, los fuertes de las
naciones, que desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría, y manchará
tu esplendor (Ez. 29:7). Dios le advierte a este príncipe las consecuencias de su mal
proceder. Te has llenado de altivez, has puesto tu corazón en las riquezas, te has creído un
dios y deseas mi trono, tu mirada está puesta en las cosas terrenales, en la fama, en el
poder, en los deleites, en las riquezas, así que te enviaré naciones extranjeras para
manchar tu esplendor, para que te destruyan. Lo mismo pasa con aquéllos creyentes que
ponen su mirada en los bienes materiales, en el deseo de alcanzar poder, fama, son
víctimas de Satanás, que los engaña, pues les hace creer que están bien, que pueden
aspirar a ser poderosos y ricos. Son los mismos que convierten la casa de Dios en cueva de
ladrones, se convierten en mercaderes del templo, ejemplo: los tele evangelistas, muchos
de ellos venden amuletos, pulseras, rosas, agua envasada, aros, dijes, sal, madera, cobran
miles de dólares por predicar o cantar, van a hoteles de lujo; en verdad corrompen el
evangelio, predican por vanas ganancias. Pueden experimentar la cúspide del éxito
económico y muchos han caído en adulterio y en las redes de esa mentira de la
prosperidad, y se olvidan del propósito esencial del evangelio: la salvación de las almas. La
Biblia dice otra cosa (Lc. 12:16-21; Stg. 5:1-6). “Al sepulcro te harán descender, y morirás
con la muerte de los que mueren en medio de los mares” (Ez. 28:8). Tienes mucho dinero,
pero no te sirve de nada, tus riquezas no te salvan. He aquí la consecuencia de apartarse
de Dios y poner el corazón en aquello que nos aleja de él. Cuando llegue la muerte nada de
esas riquezas nos acompañarán. Es triste poner la mirada en los bienes materiales y perder
nuestra salvación. Y no es que las bendiciones de Dios no sean buenas, o que tener dinero
sea pecado; es que amamos el dinero, el lujo, la comodidad, ponemos nuestro corazón y
confianza en las riquezas y nos olvidamos de nuestro Creador. Debemos hacer riquezas
espirituales.
¿Hablarás delante del que te mate, diciendo: yo soy Dios? Tú hombre eres, y no Dios en la
mano de tu matador. (Ez. 28:9). Dios le dice a este príncipe ¿qué vas a hacer cuando estés
ante la presencia de tu matador? ¿Vas a librarte de la muerte en sus manos diciendo que
eres Dios? Así sucede con todos los que piensan que nunca han de caer, que nunca han de
morir, viven confiando en sí mismos, creyendo que todo lo pueden hasta de escapar de la
muerte. Sin embargo, a la hora de la muerte se dan cuenta que simplemente son mortales
que no podrán escapar de la hora fijada, no importa quién seas, si eres rey, soberano,
príncipe, un paria, un don nadie, justo o injusto, bueno o malo, santo o impío, nada podrás
hacer ante su visita. Dios reafirma su sentencia: el príncipe morirá en manos de
extranjeros. “Hijo de hombre, levanta endecha sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho
Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, acabado de
hermosura. En el Edén, en el huerto de Dios estuviste, de toda piedra preciosa fue tu
vestidura: de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo, y de ónice; de zafiro, carbunco,
esmeralda y oro, los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en
el día de tu creación” (Ez. 28:12-13). Aquí nos habla de la creación de Satanás, de ese
momento en el cual hubo fiesta en el tercer cielo. Dios creó a la más hermosa de sus
criaturas, una vestida de piedras preciosas y llena de sabiduría. Dios dice que estuvo
presente en el Edén cuando creó a Adán, y es cierto que estaba, pero en forma de
serpiente, pues ya había sido echado fuera por su rebelión. Satanás era un querubín que
resplandecía de hermosura por su sabiduría y por sus vestiduras. “Tu querubín grande,
protector, te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de
fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día en que fuiste
creado, hasta que se halló en ti maldad. A causa de la maldad de tus contrataciones
fuiste lleno de iniquidad, y pecaste, por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de
entre las piedras de fuego, oh querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu
hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra,
delante de los reyes te pondré para que miren en ti” (Ez. 28:14-17). Aquí el profeta nos
habla de la caída de este ser. Dios lo había dotado de sabiduría, de belleza, de poder, tenía
inteligencia superior. Se paseaba en el monte de Dios, caminaba como un hermoso pavo
real luciendo sus vestiduras de piedras preciosas, pero se enalteció, se llenó de iniquidad,
de soberbia, de orgullo, convirtió su cuerpo en objeto de adoración y su corazón se apartó
de Dios. Muchos hijos de Dios han caído por enaltecerse. Hoy los seres humanos han
desarrollado un culto al cuerpo, a la belleza, es increíble los billones de dólares que se
invierten en dietas, cosméticos, cirugías faciales para verse mejor. Los narcisos se pasean
por las calles del mundo, se han olvidado de adorar a Dios y adoran a sus cuerpos. Eso hizo
este ser, Dios lo dotó de hermosura, que lo llevó a la corrupción, a la destrucción. Este
querubín, una vez apartó su corazón de Dios, creyó que tenía derecho a aspirar al trono del
Creador, quiso ser Dios y se rebeló. Dios lo echó fuera del monte, lo echó a la tierra. Así que
una vez fue echado por primera vez del monte de Dios donde residía, se dedicó a tentar a
la pareja que Dios había creado. Con sus engaños, con su astucia, con su sabiduría logró
acceso al huerto y llevó a la pareja humana a desobedecer a Dios. Como consecuencia de
esto logró nuevamente acceso al cielo, aunque no podía residir allá, pero podía subir y bajar
para acusar a los hombres. Ese derecho lo pierde cuando Cristo muere en la cruz y rescata
todos los reinos que Adán había perdido, en ese momento fue lanzado definitivamente a la
tierra con todos los ángeles que le siguieron. Hoy camina por este planeta haciendo
adeptos y destruyendo almas por medio del pecado (rebelión). Muchos han puesto su
mirada en él y un día podrá proclamarse rey del planeta por breve tiempo. Pero la
humanidad se ríe y no quiere entender lo que dice la Palabra de Dios y no cree que este ser
en verdad existe. Mientras tanto, el sigue sus planes de establecer la dictadura de la bestia
(2 Ts. 2:6-8). “Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones
profanaste tu santuario, yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te
puse en cenizas sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. Todos los que te
conocen de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre
dejarás de ser”. (Ez. 28:18-19).
¡Qué maravilloso es nuestro Señor! En este capítulo 28 de Ezequiel, no solo nos ha revelado
lo que le aconteció al príncipe de Tiro, sino que nos ha dado todos los detalles de la
creación de Satanás, su personalidad, su caída y su futura destrucción. Un día esta criatura
ha de establecer un reino sobre la tierra, en la figura del anticristo; un reino de maldad, de
odio, de muerte. Pero al final será destruido (Dn. 2:34-35). Ciertamente, Tiro tiene una
relación profunda con este rey que ha de venir, pero esta analogía tiene una razón de ser:
decirnos de donde ha de salir la Bestia. Tiro no será la sede de su gobierno, pero será el
lugar de donde vendrá el hombre de pecado, uno parecido a este príncipe: el hijo de Satán
La Biblia nos indica cada detalle de la historia de Israel. Es la historia de un hijo al que el
Padre ama con todas las fuerzas de su corazón, no importa cuántas cosas el Padre haga por
él, este hijo es desobediente, es duro de cerviz, actúa como una ramera, fornica y se va tras
otros dioses. En el pasado dejaron de confiar en Dios y se fueron tras los dioses de sus
vecinos, se fueron detrás de Baal y Astoret, se fueron detrás de Jezabel, detrás de lo inicuo,
de lo pervertido, sus mujeres se corrompieron, sus hijos se olvidaron de las grandezas del
Señor, mataron a los profetas, mataron al Hijo de Dios y escogieron al homicida (Mt.
21:33-41). Y cuando venga el hombre de pecado, lo aceptarán, lo escucharán, y muchos
caerán en el engaño (Jn. 5:43). Hoy Israel confía en sus misiles nucleares, en su fuerza área,
en su poder atómico, no confían en Dios, siguen esperando al Mesías; siguen dándose golpes
en el pecho frente al Muro de los Lamentos, siguen siendo como los fariseos, como fueron
antes, siguen saqueando, cometiendo actos terroristas. Pero un día todo ha de cambiar,
entonces cuando digan: “paz y seguridad” vendrá destrucción repentina (1 Ts.
5:2-4). (como ladrón).
LA GRAN TRIBULACIÓN.
Este es un tema de mucha controversia. Sin embargo, la realidad es que ningún ser humano
está dispuesto, por lo menos alguien con todos sus cinco sentidos intactos, a brincar en un
foso lleno de serpientes venenosas con afiladas espadas, o vidrio molido, o ser echados en
un foso de leones hambrientos. Otros tendrán que pasar por la penosa realidad de ver a sus
hijos siendo asesinados ante sus propios ojos sin poder evitarlo. Sin embargo, por alguna
razón ilógica, esto es lo que creen algunos de los grupos que se niegan a admitir la evidencia
de que el rapto de la iglesia debe suceder antes de la gran tribulación.
Es increíble pensarlo, pero entre los que no creen en el rapto antes de gran tribulación, se
encuentran inclusive varios grupos e iglesias evangélicas importantes. Debemos decir
también que al que cree, de la manera que cree, así le sucederá, porque esa es su fe. Por eso
mire cada uno como ha creído en su corazón (Mr. 11:23). Pareciera que en estos hermanos,
hay un deseo de persecución ¿para probar qué? Porque el que es fiel, el que es justo, no
tiene que probar nada.
“Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por
dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de
estar en pie delante del Hijo del Hombre” Lc. 21:36.
“No anheles la noche en que los pueblos desaparecen de su lugar, guárdate, no te vuelvas a
la iniquidad, pues ésta escogiste más bien que la aflicción” Job 36:20-21. Aquí Dios llama
iniquidad al tiempo en que las tinieblas gobernarán la tierra y luego dice que tú escogiste ese
gobierno porque no quisiste que Él te afligiera para instruirte, más quisiste que el maligno te
atribulara, tú elegiste estar en la gran tribulación.
“Vosotros, todos los moradores del mundo y habitantes de la tierra, cuando se levante
bandera en los montes, mirad; y cuando se toque trompeta, escuchad. ¡Dios le habla al
mundo! Porque Jehová me dijo así: Me estaré quieto, y los miraré desde mi morada, como sol
claro después de la lluvia, como nube de rocío en el calor de la siega. Porque antes de la
siega, cuando el fruto sea perfecto, y pasada la flor se maduren los frutos, entonces
podará con podaderas las ramitas, y cortará y quitará las ramas. Y serán dejados todos para
las aves de los montes y para las bestias de la tierra; sobre ellos tendrán el verano las aves,
e invernarán todas las bestias de la tierra”. Isaías. 18:3-6
Cuando pase el tiempo de gracia entonces quedará un remanente y Jehová será “corona de
gracia” y “diadema de hermosura” a ese remanente (Is.28:5). “Y pasada la flor” (v.5). El
tiempo de las flores se acabó, el tiempo de Gracia se terminó, el tiempo de la iglesia se
acabó, ya no quedan iglesias llenas del Espíritu Santo, ya no hay el buen olor de Cristo, del
que habla Pablo, 2 Co. 2:15, ya no hay incienso en la tierra, ya no hay alabanza, todo huele a
apostasía, porque la gente ya no quiere evangelio, quiere diversión, quiere sexo, quiere
discotecas, quiere fornicar, quiere circo, quiere relajo, porque llegó la noche de los demonios
y ya no se puede trabajar. “Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto
que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar” Jn. 9:4. Y esto es muy claro,
porque es el tiempo en que a los demonios se les va a dar carta libre, permiso para gobernar
la tierra y ellos actuarán a placer, porque el tiempo de Gracia habrá concluido. Y lo que hay
en la tierra es gente sin sal, es gente que ha renegado la fe, es gente que ya no quiere
evangelio. Lo que hay es apostasía, desorden, caos, es el tiempo de las prostitutas, de los
homosexuales y las lesbianas; y los demonios entrarán y saldrán de las personas a placer.
¿Se imaginan vivir en una tierra donde los demonios ya no tengan quien los controle? Esto es
pura anarquía. Y ¿Qué de bueno va a tener este tiempo? Esto es tiempo de angustia los que
se queden, se lamentarán como Jeremías cuando dijo: “Pasó la siega, terminó el verano y
nosotros no hemos sido salvos, quebrantado estoy por el quebranto de la hija de mi pueblo”
(Jer. 8:20-21).
“Entonces podará y cortará las ramas” (v.5). Es tiempo de apartar el fruto maduro, es
tiempo de llevarse a los diligentes; los imprudentes, los descuidados, los que están verdes,
todavía se quedan para ser madurados con un poco de fuerza en la gran tribulación.
“Estarán dos en el campo, uno será tomado, otro dejado. Dos mujeres estarán moliendo
juntas, una será tomada, otra será dejada“. Mt. 24:40-41.
“Dos estarán juntos en una cama, uno será tomado el otro dejado”. Lc. 17:34
Esto es igual a las vírgenes insensatas que no se apercibieron de aceite para sus lámparas y
les cerraron la puerta y no fueron a las bodas, y se quedaron para pasar por la prueba de la
gran tribulación (Mt. 25:1-13). Aquí también está la sal que perdió el sabor, esto es, los que
una vez fueron creyentes activos en la Iglesia, predicaron, enseñaron, hasta hicieron
milagros, pero ahora ya no están, ya no tienen sal. Esta sal perdió su poder preservador y
solo sirve para ser pisoteada de los hombres y tampoco se puede comer lo desabrido sin sal,
(Mt.5:13). Esta gente, que quiere ir a la gran tribulación, realmente, quiere probar por medio
del sufrimiento, que son personas de fe y que quieren la salvación que el Señor Jesús les
ofrece, pero en el tiempo de gracia, no se esforzaron y no le creyeron a Dios que estaban en
gracia y perdonados de todos sus pecados, y no se santificaron, no se apartaron para Dios, y
buscaron el aceite para sus lámparas, y se hicieron amigos del mundo (St. 4:4-10; Mt.
25:8-13). Pero ahora creen que ellos necesitan hacer algo para demostrarle a Dios que ellos
le aman, pero la Biblia dice que las obras no salvan a nadie, que no hay salvación por obras.
Si así fuese, la gracia ya no sería Gracia (Ro.11:6). La salvación es por fe, para que
nadie se gloríe (Rom. 1:17).
¿Dios no sabe juzgar? La palabra nos enseña todo su contexto, que Dios siempre cuidó de
su pueblo y de sus escogidos. Cada vez que hubo oportunidad de ejecutar un juicio divino,
Nuestro Padre, rescataba a sus hijos. Y en el caso del día final (juicio sobre la tierra), no
habrá excepción.
“Como fue en los días de Noé, así también
será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento,
hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. Asimismo
como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban;
más el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos.
Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.” Lucas 17:26-30
Los días previos al fin, la humanidad vivirá los mismos días de Noe y Lot. Vivirán sus vidas
normalmente, seguirán con sus negocios y placeres. Y en medio de esa “normalidad”, llegará
el castigo, la gran tribulación. Dios libró a Lot y a los suyos cuando castigó a Sodoma y a
Gomorra. Dios libró a Noé y a su familia cuando castigó la tierra con el Diluvio (Gé. 19:14-15).
También librará a sus escogidos, de la hora de la prueba.
¿Nos aconseja la biblia qué hacer para sobrevivir durante la gran tribulación? ¡Por
supuesto que no! Si los creyentes estamos supuestos a sufrir junto con los impíos, ¿Cómo es
posible que en los cientos de páginas de la Biblia no exista ni siguiera un solo consejo de
cómo sobrevivir y mantener la fe viva durante la gran tribulación? ¿Por qué? Porque Dios
sabe que no es necesario proporcionarnos con un plan de escape, porque no habrá Iglesia
llena de Gracia, ¡No habrá iglesia llena del Espíritu Santo en la tierra durante la gran
tribulación para poner en práctica tal plan! Habrá creyentes, pero estos tendrán que usar sus
propios recursos para escapar de la muerte y de las persecuciones y hasta pueden recibir un
poco de ayuda, pero nada más. La gran tribulación es el juicio de Dios para poner a prueba al
mundo entero, pero a su remanente Dios lo guardará en moradas celestiales (Jn. 14:2-3).
Lo que esta gente quiere decir, es que el Dios que hizo el Universo, no sabe juzgar entre el
justo y el injusto, entre el limpio y el no limpio; y que juzgará a todos con el mismo juicio sin
hacer distinción entre sus propios hijos y los hijos del Diablo, entre la Iglesia y el mundo, y a
todos los va tratar por igual con una misma sentencia, con un mismo juicio (Gén. 18:23-33),
al contrario, Dios dice: Yo te libraré de la hora de la prueba que viene sobre el mundo
entero, Ap. 3:10. Si todos vamos a pasar por la gran tribulación, ¿para qué nos esforzamos,
para qué nos limpiamos, para qué nos santificamos? Nos bastaría que nuestra filosofía sea
solamente esperar que llegue el anticristo, resistir el embate, hasta que nos maten y así nos
vamos con el Señor, y para eso no hay que esforzarse. Pero no, Jesús nos va a librar de la
hora de la prueba que viene sobre el mundo entero, porque aquí hay un pueblo santo, limpio,
sin mancha ni arruga que lo está esperando (2 Tim. 4:8).
Dos siegas. Distinguimos dos clases de siega, una para la iglesia y otra para el mundo. Por
un lado, la iglesia tiene que ser separada de lo que la Biblia llama la cizaña. La cizaña no es
otra cosa que la paja seca, que parece trigo, pero no lo es (Mt. 13:24-30). Estos son los tibios
que estuvieron con nosotros, pero no eran de los nuestros, porque nunca hicieron caso de la
palabra de Dios, no se santificaron, vivieron con un pie en la iglesia y con otro en el mundo,
eran como los hipócritas. La otra siega es la que le da a Dios la oportunidad de salvar a todos
los disidentes, fríos y tibios que no escucharon el evangelio que los podía salvar. Estos son
gente del mundo que nunca oyeron el evangelio y siempre han vivido lejos de Dios y de la
vida espiritual, tendrán su oportunidad en una de las más grandes pruebas que jamás haya
sufrido la humanidad, y allí recién se les abrirán los oídos por medio de la gran tribulación a
que Dios someterá al mundo, y así como ellos rehusaron el gobierno de Cristo en sus vidas,
ahora Él llevará al mundo a una encrucijada y a una toma de decisiones, ya que el mundo no
quiere más evangelio, ahora tendrán que tomar una de dos opciones: o quieren que el Diablo
los gobierne o quieren que Dios los gobierne, pero esto ya no será por medio de la palabra
que nunca quisieron oír ni hacer, sino a través de un hombre maligno, cruel, despiadado,
tirano y engañador que la biblia llama la Bestia.
Ciertamente habrá una siega final del trigo de toda la tierra, de todas las iglesias y
denominaciones, así como también habrá una siega de toda la cizaña del mundo. ¿A cuál
siega quieres pertenecer? ¿A la siega del trigo o a la siega de la cizaña? Porque la
evangelización de la tierra producirá una cosecha de almas para Dios, pero el Diablo también
tendrá su cosecha.
La marca. Apocalipsis 13:16-18, nos menciona que el Anticristo, enfrentará a los que aún se
aferran a la Fe. Los buscará y los matará. Implementará leyes para aumentar su poder.
Dominará el comercio obligando a los compradores a usar una marca, una impresión que
estará en la mano o en la frente. Y se menciona que este grabado tiene el número de la
bestia. Hay un misterio escondido dentro de ese número: 666. Por un lado sabemos que la
“numerología”
intenta darle un sentido, en
algunos casos, hasta el nombre del personaje que representara a la bestia, el anticristo.
Durante la historia, se le ha atribuido este número y nombre a personajes nefastos,
autoritarios y temibles; varios de ellos guerreros como Julio Cesar, Alejandro Magno,
Napoleón y hasta Hitler. Lo que si podemos asegurar, es que la biblia hace uso de los
números. Tenemos el 12, cuando se refiere a las tribus de Israel y a su vez a los apóstoles –
12 símbolos de gobierno. El 40 siempre ha estado asociado a periodos de transición,
purificación o preparación, como los 40 días del diluvio o los 40 años de Israel en el desierto.
El 1 es el número para lo único, como Dios que es uno. El 2, es el plural simple, la compañía.
El 3 ya es un plural completo, y único, como la trinidad. El número 7 siempre está asociado a
plenitud de las cosas, tanto naturales como espirituales – 7 días de la semana, 70 veces 7, 7
iglesias, 7 trompetas. El 7 representa lo máximo en algún aspecto. En el caso de Dios, y su
divinidad, el 7 es la máxima escala de su majestad y poder. Pero la maldad no tiene
calificación de 7, nunca llega a su plenitud, solo hasta 6. Esta bestia, es mala, terrible, pero
nunca con toda la capacidad y calidad de poder como de Nuestro Dios. Si Dios es 7 en Padre,
hijo y Espíritu Santo, si Dios nos quiere 7 en cuerpo, alma y espíritu; el anticristo buscará ser
666.
Todo el período de la gran tribulación es la ira de Dios que viene sobre el mundo entero. Es
un juicio para castigar a todos los que dañan la tierra y para probar a todos los que no
reconocen a Dios como su Señor. Ellos amaron más las tinieblas que la luz, amaron más la
mentira que la verdad. Esta ira aumentará en intensidad a medida que avanza el tiempo de
gobierno del anticristo. Pero al final de los 42 meses, cuando la “hora” hay pasado. El Mesías,
Cristo, y su pueblo rescatado retornaran para instalar el gobierno de Dios en la tierra.
La Gran Ramera – la ciudad: Babilonia. La Biblia es precisa en indicar el lugar en el cual
esta bestia tendrá su sede. Juan la ve y nos dice, que tiene imagen de mujer, que es una
institución religiosa, que se sienta sobre 7 montes y también dice que la mujer es una
ciudad. Esta mujer tiene en su mano un cáliz lleno de las abominaciones y de las inmundicias
de sus fornicaciones (Ap. 17:1-18). Todos sabemos que la única ciudad que se fundó sobre
siete colinas es Roma. En el aspecto religioso tiene pacto con todos los gobiernos del mundo.
El ángel no solo dijo dónde se iba a establecer el falso Profeta, sino que identificó la ciudad
como aquella en que persiguieron y mataron a los mártires del Señor (Ap. 17:6), identificó la
tierra en la cual fue derramada la sangre de los cristianos, nos dice que esa ciudad es rica,
está llena de oro y plata, que es adúltera y fornica con los reyes de la tierra, esa mujer que
simboliza la institución religiosa romana, que busca mediante el ecumenismo, la unidad de
todas las iglesias y de todas las clases de fe, no importa si creen en Jesucristo o no, es
adúltera porque se abraza con otras religiones que no son cristianas. Esa mujer, se proclama
como una reina que no verá castigo (Ap. 18:7-8). Esa ciudad pagará el precio de su pecado y
traición al evangelio de Nuestro Señor. Esa ciudad será consumida y devorada por el fuego.
Será destruida por los diez reyes que han de seguir al anticristo (Ap. 17:16-18; 18:21-24).
Dios fue claro, y quiso que sepamos quién es ella para alertarnos a salir de ella (Ap. 18:4-5).
Esta nueva ciudad, ya no está orientada a fronteras o banderas, lenguaje o moneda. Como la
babel de génesis 5, el hombre está construyendo una sociedad babilónica con el objetivo de
reemplazar a Dios. Pero será destruida y avergonzada. Su caída es celebrada por los
rescatados en el cielo, que participan ya de las Bodas del Cordero. La gran babilonia es
justamente enjuiciada y castigada en el derramamiento de la séptima y última copa y luego
se celebrará las bodas del cordero con su iglesia:
“El
séptimo ángel derramó su copa por el aire…La gran babilonia vino en memoria delante de
Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira”. (Apocalipsis 16:19b)
“vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas y habló conmigo, diciendo: “ven acá
y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas.
Con ella han fornicado los reyes de la tierra, y los habitantes de la tierra se han embriagado
con el vino de su fornicación”. (Apocalipsis 17:1-2 y 6)
“baja y siéntate en el polvo, virgen, hija de babilonia. Siéntate en la tierra, sin trono, hija de
los caldeos, porque nunca más te llamarán tierna y delicada…será expuesta tu desnudez,
serán vistas tus vergüenzas. haré retribución y no habrá quien se libre”,…Siéntate, calla y
entra en las tinieblas, hija de los caldeos, porque nunca más te llamarán soberana de
reinos”. (Isaías 47:1, 3b y5)
Después de esto vi otro ángel que descendía del cielo con gran poder, y la tierra fue
alumbrada con su gloria. Clamó con voz potente, diciendo:”¡ha caído, ha caído la gran
babilonia… alégrate sobre ella, cielo, y vosotros santos, apóstoles y profetas, porque Dios os
ha hecho justicia en ella”. Un ángel poderoso tomó una piedra,… diciendo: nunca más será
hallada. En ella se halló la sangre de los profetas y de los santos y de todos los que han sido
muertos en la tierra”. (Apocalipsis 18:1-3a ,20-21 y 24)
Al final del gobierno del anticristo y del derrumbe de la Babilonia, es que el Señor Jesús,
comandará su venida triunfal a la tierra, y montado en su caballo blanco enfrentara al
anticristo y al falso profeta, venciéndolos y enviándolos al lago e fuego y azufre (Apoc.
19:11-21).

LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO

Transcripción

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