La Hija del Tiempo La Hija del Tiempo es una trama
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La Hija del Tiempo La Hija del Tiempo es una trama
La Hija del Tiempo La Hija del Tiempo es una trama de intriga policíaca, entretejida con las ideas de los grandes pensadores clásicos y ambientada en S. Cristobal de la Vega, un pueblo de Castilla. Rocío, como toda joven de cualquier edad, siente pasión por conocerse a sí misma y a su universo. Unos acontecimientos inesperados, injustos y crueles, agudizan su ingenio e incendian su pasión por el saber. Martín-Miguel, un culto y enigmático personaje del mismo pueblo, va introduciendo a Rocío en el saber cultural: la información que se transmite de cerebro a cerebro. Si el idiotes, el idiota homérico, es aquél que se instruye solo por sus propios acontecimientos, el hombre culto es aquél que se instruye con lo que otros pensaron antes que él y el hombre sabio es aquél que se instruye con las ideas de los grandes genios de la historia de la humanidad. Martín-Miguel guía a Rocío por este camino. Las aventuras de la protagonista, se van entretejiendo con las ideas de los grandes genios. Rocío, seguirá el mismo método de conocimiento que utilizó Heródoto y de su mano aprenderá qué es la costumbre y cómo influye en nuestra concepción de lo que es bueno, en nuestra moral. Esta investigación provocará un incendio que abrasa todo mundo de Rocío y se verá arrastrada, con Ulises, a la Gruta de las Ninfas, para transformarse como él, en Utis, en nadie. Las aventuras conducirán a Rocío al terrible dilema de Antígona de la mano de Sófocles y conocerá que es el mismo amor el que une a los vivos y a los muertos. En compañía de Esquilo, sabrá que hay dos métodos para analizar las circunstancias en las que se ve envuelta: El del idealista, inteligente y generoso Prometeo o el del egoísta, corto y ruin Epimeto. Aprenderá con Eurípides, el sabio doctorado en el alma femenina, que no hay mujer vulgar. Que en el pecho de toda mujer late el corazón libre, generoso y amante de Alcestis y el de la sabia, astuta y cruel Medea. Sabrá que la humanidad gustaba de esculpir a dioses y héroes y que los primeros hombres en ser esculpidos fueron dos tiranicidas, porque el hombre aprendió a amar la libertad mucho más que a los dioses, porque solo quien es libre puede llamarse hombre con propiedad. Rocío aprende a solventar los graves problemas de la trama con la sabiduría de los grandes sabios. Sin darse cuenta, analiza, interioriza y aplica estos conocimientos para convertirlos en sabiduría. De Pitágoras, Rocío aprende el rigor del pensamiento. De Theano, esposa de aquél, aprende el rigor en el obrar. De uno y otro aprende el valor del silencio para ser instruido y el valor de la audacia para ser sabio y para ser leal. Rocío sale así de la manada del idiotes moderno, que es un idiota homérico apasionado y voluntario. Jamás el ser humano disfrutó de tanta información a su alcance y jamás la información estuvo tan mal utilizada. El idiota homérico actual es un apasionado de su opinión de su verdad y desprecia el criterio y el método para afrontar la realidad. Ha malogrado los ladrillos del pensamiento -los conceptos- para no tener que comparar su opinión y su verdad con la razón y el pensamiento de otros. Por ello se encuentra aislado en medio de la manada. Es el idiota por antonomasia. Es el idiota apasionado que prescinde de las humanidades para sí y obliga a sus hijos a prescindir de ellas para perpetuar así la idiocia. Es el camino de sentido contrario al elegido por la protagonista.. Con los clásicos, Rocío pule los conceptos que alcanzan así el lustre y la pulcritud que lucían al ser creados. De este modo, camina contemplando el mundo con asombro en medio de las tribulaciones, por la senda que conduce a los aledaños de la verdad: la Hija del Tiempo. Jose Luis Escobar. EDIPO REY: EL GRAN ARTE Aristóteles en su Poética declaró a la obra Edipo Rey de Sófocles, la mejor tragedia que conoció. En el capítulo VI, Aristóteles describe que las tragedias que provocaban piedad y terror lograban transformar el espíritu del espectador, a este efecto lo llamó kátharsis o purificación. Este mismo resultado, según numerosos testimonios, era el perseguido en las ceremonias de iniciación de los viejos ritos mistéricos, como los de Eleusis, en los por cierto, Sófocles fue iniciado. Las tragedias griegas tenían mucho en común con las óperas actuales, había música, diálogo, canto, ritmo, danza, trama y coro. El pensamiento sobre el que se asentaban era muy profundo. Una sola frase de esta obra de Sófocles pronunciada por Yocasta, esposa (y madre) de Edipo, fue el revulsivo que empujó a Freud a construir toda una teoría: “Tú no sientas temor ante el matrimonio con tu madre, pues muchos son los mortales que antes se unieron también a su madre en sueños” Solo el gran arte consigue expresar, a veces con miles de años de adelanto, conceptos que no han sido desentrañados por la filosofía y la ciencia. La función de la tragedia es dar a conocer, unos principios, cuya ruptura es contraria a la naturaleza humana, utilizando habilidades que hoy diríamos que pertenecen al ámbito de la inteligencia emocional. La relación entre la tesis de Goleman sobre la inteligencia emocional y el binomio emoción-razón de ésta y otras tragedias, merecen un estudio aparte, si es que son de interés del lector. El mensaje que Sófocles transmite al espectador, es inefable, aunque se puede vislumbrar fugazmente mediante un choque emocional, pero no mediante la razón sola. Sófocles presenta a un protagonista que se enfrenta y vence a la efigie porque es más sabio que los demás mortales, pero es un ignorante de sí mismo. Es honesto porque es coherente y éste es el primer requisito para poder enfrentarse a la verdad. Edipo conoce la verdad incluso antes del inicio de la obra, aunque no sabe que la conoce. El protagonista se esfuerza en adquirir los conocimientos que salven a su pueblo, para ello ha de concentrarse en el cocimiento de sí mismo. Acude al templo de Delfos cuyo frontispicio rezaba precisamente “conócete a ti mismo” y el oráculo le hace saber que un crimen es la causa de la peste que padece su reino y que no cesará hasta que el asesino sea expulsado de él. Maldice al asesino y termina descubriendo que el maldiciente, el maldito, el asesino y Edipo, son la misma persona. Este tránsito de la ignorancia de sí mismo, al conocimiento y las consecuencias de éste, fascinó a Aristóteles y a generaciones de espectadores. La naturaleza humana tiende a identificar la idea de la realidad, con ésta misma. Esto es buscar la verdad. La pasión por descubrirla ha de ser mayor, que el terror que provoca sus consecuencias. Sófocles aterra al espectador que también se ve empujado por su naturaleza a buscar la verdad, al precio que ésta quiera cobrarse. Existe un bien superior a la propia vida o al propio destino que puede exigir al hombre su propio sacrificio, a cambio de encontrar un nuevo aspecto de la realidad que beneficie a otros. En la historia existen múltiples ejemplos de que aquél que logra vislumbrar un nuevo aspecto de la realidad, otorga un beneficio asombroso a la humanidad, pero el precio del descubrimiento puede ser la propia extinción, física o civil, el propio sacrificio. Platón lo describió en el mito de la caverna y Esquilo en el de Prometeo: Cristo, Sócrates, Cicerón, Aspasia, Gandhi, Clara Campoamor, Lincoln son algunos ejemplos. Edipo es a la vez el buscador de la verdad y la verdad buscada. Sófocles muestra que Edipo y el espectador, están obligados a rastrear la verdad comenzando desde el fondo de sí mismos y a ser leales con ella, una vez hallada. Conocerla es la propia perdición, pero negarse a hacerlo es ir contra la propia naturaleza. El terror que provoca esta idea es atemperado por la piedad, hacia sí mismo y hacia el género humano. Sin la piedad, que es a la vez una virtud y una pasión, ni el espectador ni Edipo son capaces de soportar las terribles consecuencias de la verdad. Sófocles no trata solo de entretener, ni de expresar bellas ideas de un modo grato que es el concepto que en general se tiene del arte. El material sobre el que Sófocles trabaja es el espíritu del hombre. Trata de desencadenar las pasiones más violentas de la naturaleza humana. Expresa lo inefable y logra transmitir, como con un fogonazo, ideas que estaban dentro del espectador, aunque como Edipo, no era consciente de que las conocía. Sófocles estuvo vigente hace dos mil años y lo estará dentro de otros dos mil, mientras la naturaleza humana siga siendo la misma. Pero además es un escultor de la psique humana que utiliza el terror y la piedad como martillo y cincel para modelarla. Su obra se materializa en cada espectador pero no porque resulte agradable, o le haga reflexionar, o le provoque pasiones o sensaciones, que es lo que ocurre con el arte en general. Sófocles trabaja sobre el material humano para esculpirlo. Por este motivo especialmente, su obra es una de las más sobresalientes de la historia de la humanidad. Jose Luis Escobar Ilustración: Gustave Moreau 1864 Edipo y la Efigie Puede bajarse la obra Edipo Rey de Sófocles, en este enlace: http://goo.gl/CaEp1P De Profundis (Oscar Wilde) Séneca en sus Cartas a Lucilo, dejó escrito el camino más seguro para adquirir la sabiduría. Lo puso en boca del “Gran Sócrates” “Hazme vencedor de todas las naciones, que el delicioso carro de Baco, me lleve triunfante desde el nacimiento del sol hasta Tebas. Que los reyes de los persas me pidan leyes; Cuando en todas partes sea saludado como un dios, mas pensaré que soy hombre. Haz que a tan sublime ascensión, le suceda una caída brusca” Séneca, el cordobés, describió con milenios de antelación, la trayectoria vital de Oscar Wilde. Subido al carro de la gloria, fue aclamado en Londres, en París, en Filadelfia, en Boston, en Nueva York... Los ingleses ponían el nombre de Oscar a sus hijos por la admiración que sentían hacia el escritor. Como Fhaetón subido en el carro del sol, incendió la sociedad de su época con sus estrafalarias ocurrencias y su exquisita formación. Sembró el desconcierto en el mundo poniendo su genio al servicio del estetismo, una moda superficial y estrafalaria en el ámbito material. En el intelectual, consistía en insustanciales agudezas, irreverentes y garbosas que repetidas a la hora del té producían sabrosos estremecimientos de placer, a las damas de la sociedad victoriana. A Oscar Wilde se le descontrolaron los enérgicos caballos que tiraban del carro de su gloria, como a Phaetón se le desbocaron los caballos que tiraban del carro del sol. Su desgracia vino de la mano de Lord Alfred Douglas, para el escritor Bossie, un muchacho agraciado, superficial, interesado y caprichoso, que tuvo trato amoroso con el erudito Oscar Wilde. El asunto no debió transcender de las lógicas consecuencias con la esposa e hijos de Oscar, pero una mala estrella quiso que el Lord tuviera un pésima relación con su padre, el marqués de Queensberry, conocido porque dotó al boxeo de sus actuales normas. El marqués acusó públicamente a Oscar de sodomita. Bossie empujó a Oscar a enfrentarse con su padre en los tribunales. La denuncia se volvió contra el escritor y fue condenado por el delito de sodomía, a dos años de trabajos forzados en la prisión de Reading. El escándalo fue tal, que nadie en Inglaterra volvería a poner el nombre Oscar a sus hijos en los siguientes 20 años. La ignominia llegó hasta el punto de que el término “oscar” se transformó en un insulto que sustituía al término “vago” Cuando salió de la prisión comprobó que ni su mujer, ni sus hijos querían volver a saber de él. Fue declarado en quiebra y por tanto, condenado a la pobreza. Tuvo que trasladarse a París, donde murió solo, pobre y con el nombre cambiado. Antonio Machado lo conoció allí y dijo de él que no llegó a ser vulgar, pero que había perdido la teatralidad. Sin duda no quedaba nada del dandy superficial y ocurrente. De Profundis, fue escrita en 1897, dos meses antes de salir de la cárcel y tres años antes de morir. Es una carta a Bossie, el muchacho cuyos caprichos provocaron la brusca caída que describió Séneca. Ya no hay en este texto de Oscar Wilde concesiones a los donaires, a las ocurrencias geniales, ni a la simplicidad del otrora esteta. Como un personaje de Esquilo, Oscar Wilde había transformado su conocimiento en sabiduría: “Porque Zeus puso a los mortales en el camino del saber, cuando estableció con fuerza de ley que se adquiriera la sabiduría con el sufrimiento” Así lo anunció Esquilo en su Agamenón. Casualmente Oscar Wilde se confesó un adepto de esta religión pagana. Dos años en la cárcel, desatando nudos de maromas de barcos, condenado a la ruina, a la ignominia y abandonado por todos, Oscar repasa la relación con su “querido Bossie” y la describe descarnadamente aunque bañada en una conmovedora piedad. De Profundis, es el texto de un sabio que a base de dolor, se ha comprendido a sí mismo, a la gente que lo despreció y a la gente que le amó. Todo, en el texto es genial. Comprende y describe de forma magistral el gran error de su vida, la vida de un erudito, que resume en un pensamiento: “El verdadero necio, ése del que los dioses se ríen o al que arruian, es el que no se conoce a sí mismo. Yo fui de esos” Desde la profundidad de un hombre sabio, que había sido esteta, sentenció: “El vicio supremo es la superficialidad. Todo lo que se comprende está bien” Sócrates, uno de los hombres más influyentes de la humanidad, si hubiera podido diseñar la vida de un hombre para hacerlo sabio, a buen seguro que hubiera modelado la mente de un erudito, le habría envuelto en gloria y le habría lanzado al abismo del desprecio y la ignominia. Qué no hubiera dado entonces por conocer el resultado. El resultado es “De Profundis” un texto para meditar, para conmoverse, para disfrutar. No desvelo más para no privarles del placer de su reposada lectura. Aquí podrán encontrar el texto íntegro. http://www.biblioteca.org.ar/libros/300544.pdf Ilustración: Nicolas Paussin 1635. Phaeton y Helios, con Saturno y las Cuatro Estaciones. Jose Luis Escobar La Iglesia, el Emperador y el lenguaje. En el año 1414 había tres papas (Juan XXIII, Gregorio XII y Benedicto XIII conocido como Papa Luna) cada uno de los cuales había excomulgado convenientemente a los otros dos. Harto del sindios, el Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Segismundo I que además sería Rey de Hungría, Polonia y Bohemia, convenció a Juan XXIII (considerado luego antipapa) para que convocara el concilio de Constanza. No se puede mencionar este concilio sin señalar que por primera vez en la historia, la convocatoria fue realizada, no por reinos o por iglesias, sino por naciones. Este acto se considera la partida de nacimiento de las naciones europeas (D. Negro). Fueron convocadas las naciones italiana, francesa, española, inglesa y germana, (AlemaniaAustria-Paises Bajos y Escandinavia). No se consideró nación a Aragón. Posteriormente Ranke añadió a éstas, la nación eslava debido al cisma greco-ortodoxo. De estas naciones derivan los estados modernos. En el Concilio se terminó con el cisma eligiendo al Papa Martín V En su discurso ante el Concilio de Constanza, el Emperador Segismundo, empleó el término cisma schisma en latín, como sustantivo femenino. Un temerario cardenal, le llamó la atención sobre el uso incorrecto del término, pues es un término latino neutro. Segismundo I, Emperador del Sacro Imperio Romano, pronunció entonces su sentencia inmortal: Ego sum romanus et super grammaticam. Soy emperador y estoy por encima de la gramática. Haciendo uso de su autoridad imperial ordenó que desde entonces, el término schisma fuera neutro. Fue una orden perfectamente inútil. El Emperador Tiberio también prohibió el término monopolio, según cuenta Suetonio, junto con otras palabras griegas. La madre Roma transmitió este término, prácticamente inalterado, a todas las lenguas romances, poniendo en evidencia a la autoridad imperial y a lo inútil de la prohibición. Kant estudió el asunto y viendo el fracaso de Segismundo I y de Tiberio, en lo tocante a la imposición de la gramática estableció la siguiente tesis, hasta ahora irrefutada: Caesar non est supra grammaticos. El Cesar no está por encima de los gramáticos. Ahora no hay emperadores si bien continúan existiendo gobernantes que creen estar por encima de la gramática, creando el llamado lenguaje no sexista. El 1 de marzo de 2012, el pleno de la R.A.E. dictaminó que si se aplicara estrictamente el lenguaje no sexista propuesto por el poder político, no se podría hablar. Kant hubiera asistido con entusiasmo a esta lucha entre el poder y la estructura gramatical de la lengua española. ¿Serán los políticos españoles los que rompan por primera vez en la historia la tesis de Kant? ¿O los profesores y profesoras españoles y españolas, siguiendo las directrices de nuestros políticos y políticas, impondrán su autoridad sobre la gramática que nuestros nuestros hijos e hijas heredaron de sus padres y madres, de sus abuelos y abuelas, creando estructuras lingüísticas aún no descubiertas por nuestros gramáticos y gramáticas? Es cuestión de esperar. Ilustración: Artemisia Gentileschi 1630 Alegoría de la Retórica El caso Fritz Bauer. En 1957, el Fiscal General Alemán, el judío Fritz Bauer, comete un delito de alta traición para hacer posible la detención de Otto Adolf Eichmann, el teniente coronel de las SS que organizó el asesinato de 11 millones de personas, entre judíos, gitanos y otros grupos étnicos o ideológicos. La película plantea la encrucijada alemana tras la guerra mundial: o siguen con el régimen partidocrático que alzó a Hitler, sin separación de poderes ni representación, o elaboran una constitución que consagre esos principios. Eligieron continuar con el régimen anterior con un lavado de cara que limpiara las manifestaciones expresamente nazis. Para posibilitar una ruptura con el régimen nazi, era preciso que el pueblo alemán afrontara lo ocurrido durante el nazismo y asumiera la responsabilidad moral -terrible- de haber apoyado a Hitler. La inoculación de esa vacuna imposibilitaría la tolerancia con el fascismo durante muchas generaciones. Pero el pueblo alemán eligió no afrontar su pasado, no romper con él. Todo el entramado político alemán en los años 50 y 60 estaba formado por cuadros políticos y militares nazis, que protegían sus propios intereses con la ley y con la burocracia. Éste es el motivo por el cual el Fiscal General Fritz Bauer tuvo que cometer el delito de alta traición para posibilitar la detención de Eichmann. Dicho de otro modo: En Alemania de principios de los 60, el que quería perseguir a los nazis, debería traicionar al Estado que los defendía y la sociedad que los encumbraba en las grandes empresas y puestos políticos. Todo ello a ciencia y paciencia de Adenauer y su gobierno que fingían perseguir aquél sistema. Exactamente lo mismo cabe decir del pueblo italiano y del pueblo español. Tampoco quisieron afrontar su pasado y reconocer el apoyo dado por sus pueblos a los regímenes fascistas. De un modo magnífico, la película dirigida por Lars Kraume, describe de modo conciso y explícito el problema de un pueblo que no afronta un truculento pasado político, ni se atreve a romper con él. Relata cómo solo la alta traición del Fiscal General del Estado Alemán, posibilitó la detención de Adolf Eichmann el día 20 de mayo de 1960. El film es una crítica terrible al régimen actual y al pueblo alemán. Pasados 71 años desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, Alemania ha premiado con 9 nominaciones y el premio nacional de cine a esta fantástica película. Algo se está moviendo ahora en la conciencia del pueblo alemán. Franco, en el caso español, apenas tuvo oposición durante 40 años. Una vez fallecido, el pueblo español, no quiso afrontar su pasado ni romper con él. Fue Franco quien designó a su sucesor y el título que debía ostentar: Juan Carlos de Borbón y el título elegido fue el de Rey. Fue éste sucesor el que designó al jefe de la Falange, el Secretario General del Movimeinto Nacional (Adolfo Suarez) como Presidente del Gobierno. De modo similar al descrito en “El caso Fritz Bauer” el pueblo español incorporó el franquismo en su régimen político ya que estaba enraizado en el cuerpo social en el régimen actual y vuelve a ser cómplice, como el pueblo alemán de un régimen corrupto, del que solo se puede salir deslegitimándolo con la abstención primero y abriendo un proceso constituyente después, para aprobar una constitución con representación y separación de poderes. Hay detalles exquisitos en la película: Fritz Bauer se fija en una fotografía de Rosa Luxemburgo adornando las paredes de un ministerio. Tras la negativa de Alemania a extraditar a Eichmann para ser juzgado, la foto es cambiada por una copia del cuadro de Poussin que refleja a la viuda de Foción recogiendo las cenizas de su marido tras ser ejecutado.. Establece un paralelismo entre la íntegra luchadora socialista alemana Rosa de Luxemburgo y Foción el discípulo de Platón, que destacó por su integridad moral y por ser el hombre que más veces fue elegido (45) como tetrarca, jefe militar de Atenas. Rosa Luxemburgo fue asesinada por sus rivales políticos, los socialdemócratas de Friedrich Ebert. Foción fue acusado injustamente y condenado a muerte por su rival político, el demagogo Hagnónides. El cuerpo de aquella fue lanzado al Landwehr Canal de Berlín. El cuerpo de Foción, hubo de ser sacado de Atenas e incinerado en Megara por decreto de sus rivales políticos. El cuadro que sustituye a la fotografía de Rosa Luxemburgo en la película, describe el momento en que la viuda de Foción (humilde, pequeñita y mimetizada con la belleza del paisaje) recoge sus huesos, tras lo cual, según relata Plutarco, los depósito en un hoyo junto al hogar diciendo: "En ti, mi amado hogar, deposito estos despojos de un hombre justo, y tú lo restituirás al sepulcro paterno cuando los atenienses hayan vuelto a la cordura”. No es mal epitafio para Rosa Luxemburgo, cuya memoria es así despreciada varios lustros después de la muerte de Hitler, ni para Foción, ni para aquellos que defienden su patria contra la locura de su propio pueblo. Solo han pasado 41 años desde la muerte de Franco. Quizás sea preciso esperar otros 30, como Alemania, para premiar una película que critique el apoyo que el pueblo español brindó a Franco y sea además nominada a 9 Goyas y premiada como la mejor película. Jose Luis Escobar. Si quiere leer la Vida de Foción de Plutarco http://www.dominiopublico.gov.br/download/texto/bk000481.pdf puede hacerlo aquí: Ilustraciones: 1.- Nicolas Poussin 1648. La viuda de Foción recoge sus cenizas en Megara al que se hace referencia en el texto. 2.- Nicolas Poussin 1648. Foción es sacado de Atenas tras su ejecución. 3.- August Ladnmess, se niega a realizar el saludo nazi. Su hija descubrió esta foto por casualidad en 1991. SÍNDROME DE PROCUSTO. Procusto fue un fanático de la igualdad entre los seres humanos. Se hizo famoso porque cumplía con las sagradas reglas de la hospitalidad, facilitando cobijo al viajero. Dormido e indefenso el huésped, Procusto lo ataba para iniciar la ceremonia de la igualdad. Ya inmovilizado, ajustaba al viajero al tamaño del lecho: estiraba al peregrino descoyuntándole los huesos hasta alcanzar la exacta medida del lecho si era de corta estatura. Si acaso el caminante era de estatura prominente, solventaba el enojoso asunto cortándole los pies o la cabeza. El lecho de Procusto era la medida exacta del ser humano, el ideal de la igualdad material del hombre. Un principio al que debían subordinarse todas las virtudes en la mente de su promotor.. El pueblo que concibió y legó a occidente la idea de isonomía -igualdad ante la ley- como un pilar básico para la organización humana, nos dejó también el mito de Procusto, para que no confundiéramos jamás la isonomía, con la igualdad material. Hoy se conoce como síndrome de Procusto, el conjunto de actos que despliega un dirigente, para impedir que sobresalga el que tenga más talento o el aporte un esfuerzo mayor que el resto. Por el contrario, el criterio de dirigentes brillantes, como lo fue Steve Jobs, establece que es absurdo contratar a gente inteligente para decirles lo que tienen que hacer, cercenándoles así el talento y la iniciativa. Los ilustrados franceses que inspiraron la Revolución, concluyeron que el talento personal era patrimonio de la República que estaba obligada a cultivar y cuidar la excelencia, para servirse luego de ella. En la actualidad, confundiendo isonomía con igualdad material, se ha optado por forzar un modelo igualitario, basado en un consenso de esfuerzo mínimo y el destierro de la iniciativa y la excelencia. Este principio de igualdad material, ha presidido la enseñanza y la política primero y la empresa después. Se ha procurado así desterrar el esfuerzo y la excelencia, para conseguir medianías igualadas, con el talento amputado. Como consecuencia de ello, el libro más vendido es el producto intelectual de Dña. Belén Esteban. Los programas de televisión más vistos son los que enaltecen lo más ruin de la condición humana. Los políticos más destacados son aquellos que no saben distinguir entre Nación y Estado. Los empresarios más respetados son los que practican la colusión como forma de negocio. En todo este cultivo de la mediocridad, casi siempre late la presencia del Estado como coautor, cómplice o encubridor y siempre como financiador o promotor. El lecho de Procusto, es la media ponderada de la inteligencia y la cultura patria. Sus exactas proporciones coinciden con las magnitudes del talento de Dña. Belén Esteban. Jose Luis Escobar