La Hija del Tiempo La Hija del Tiempo es una trama

Transcripción

La Hija del Tiempo La Hija del Tiempo es una trama
La Hija del Tiempo
La Hija del Tiempo es una trama de intriga policíaca, entretejida con las ideas de los grandes
pensadores clásicos y ambientada en S. Cristobal de la Vega, un
pueblo de Castilla.
Rocío, como toda joven de cualquier edad, siente pasión por
conocerse a sí misma y a su universo. Unos acontecimientos
inesperados, injustos y crueles, agudizan su ingenio e incendian su
pasión por el saber.
Martín-Miguel, un culto y enigmático personaje del mismo
pueblo, va introduciendo a Rocío en el saber cultural: la
información que se transmite de cerebro a cerebro.
Si el idiotes, el idiota homérico, es aquél que se instruye solo por
sus propios acontecimientos, el hombre culto es aquél que se
instruye con lo que otros pensaron antes que él y el hombre sabio
es aquél que se instruye con las ideas de los grandes genios de la
historia de la humanidad. Martín-Miguel guía a Rocío por este
camino.
Las aventuras de la protagonista, se van entretejiendo con las ideas de los grandes genios. Rocío,
seguirá el mismo método de conocimiento que utilizó Heródoto y de su mano aprenderá qué es la
costumbre y cómo influye en nuestra concepción de lo que es bueno, en nuestra moral. Esta
investigación provocará un incendio que abrasa todo mundo de Rocío y se verá arrastrada, con
Ulises, a la Gruta de las Ninfas, para transformarse como él, en Utis, en nadie.
Las aventuras conducirán a Rocío al terrible dilema de Antígona de la mano de Sófocles y conocerá
que es el mismo amor el que une a los vivos y a los muertos.
En compañía de Esquilo, sabrá que hay dos métodos para analizar las circunstancias en las que se
ve envuelta: El del idealista, inteligente y generoso Prometeo o el del egoísta, corto y ruin Epimeto.
Aprenderá con Eurípides, el sabio doctorado en el alma femenina, que no hay mujer vulgar. Que en
el pecho de toda mujer late el corazón libre, generoso y amante de Alcestis y el de la sabia, astuta y
cruel Medea.
Sabrá que la humanidad gustaba de esculpir a dioses y héroes y que los primeros hombres en ser
esculpidos fueron dos tiranicidas, porque el hombre aprendió a amar la libertad mucho más que a
los dioses, porque solo quien es libre puede llamarse hombre con propiedad.
Rocío aprende a solventar los graves problemas de la trama con la sabiduría de los grandes sabios.
Sin darse cuenta, analiza, interioriza y aplica estos conocimientos para convertirlos en sabiduría.
De Pitágoras, Rocío aprende el rigor del pensamiento. De Theano, esposa de aquél, aprende el rigor
en el obrar. De uno y otro aprende el valor del silencio para ser instruido y el valor de la audacia
para ser sabio y para ser leal.
Rocío sale así de la manada del idiotes moderno, que es un idiota homérico apasionado y
voluntario. Jamás el ser humano disfrutó de tanta información a su alcance y jamás la información
estuvo tan mal utilizada. El idiota homérico actual es un apasionado de su opinión de su verdad y
desprecia el criterio y el método para afrontar la realidad. Ha malogrado los ladrillos del
pensamiento -los conceptos- para no tener que comparar su opinión y su verdad con la razón y el
pensamiento de otros. Por ello se encuentra aislado en medio de la manada. Es el idiota por
antonomasia. Es el idiota apasionado que prescinde de las humanidades para sí y obliga a sus hijos a
prescindir de ellas para perpetuar así la idiocia. Es el camino de sentido contrario al elegido por la
protagonista..
Con los clásicos, Rocío pule los conceptos que alcanzan así el lustre y la pulcritud que lucían al ser
creados. De este modo, camina contemplando el mundo con asombro en medio de las tribulaciones,
por la senda que conduce a los aledaños de la verdad: la Hija del Tiempo.
Jose Luis Escobar.
EDIPO REY: EL GRAN ARTE
Aristóteles en su Poética declaró a la obra Edipo Rey de Sófocles, la mejor tragedia que conoció.
En el capítulo VI, Aristóteles describe que las
tragedias que provocaban piedad y terror lograban
transformar el espíritu del espectador, a este efecto
lo llamó kátharsis o purificación. Este mismo
resultado, según numerosos testimonios, era el
perseguido en las ceremonias de iniciación de los
viejos ritos mistéricos, como los de Eleusis, en los
por cierto, Sófocles fue iniciado.
Las tragedias griegas tenían mucho en común con
las óperas actuales, había música, diálogo, canto,
ritmo, danza, trama y coro. El pensamiento sobre
el que se asentaban era muy profundo. Una sola
frase de esta obra de Sófocles pronunciada por
Yocasta, esposa (y madre) de Edipo, fue el
revulsivo que empujó a Freud a construir toda una
teoría: “Tú no sientas temor ante el matrimonio
con tu madre, pues muchos son los mortales que
antes se unieron también a su madre en sueños”
Solo el gran arte consigue expresar, a veces con
miles de años de adelanto, conceptos que no han
sido desentrañados por la filosofía y la ciencia.
La función de la tragedia es dar a conocer, unos
principios, cuya ruptura es contraria a la naturaleza
humana, utilizando habilidades que hoy diríamos
que pertenecen al ámbito de la inteligencia
emocional. La relación entre la tesis de Goleman
sobre la inteligencia emocional y el binomio
emoción-razón de ésta y otras tragedias, merecen
un estudio aparte, si es que son de interés del
lector. El mensaje que Sófocles transmite al
espectador, es inefable, aunque se puede
vislumbrar fugazmente mediante un choque emocional, pero no mediante la razón sola.
Sófocles presenta a un protagonista que se enfrenta y vence a la efigie porque es más sabio que los
demás mortales, pero es un ignorante de sí mismo. Es honesto porque es coherente y éste es el
primer requisito para poder enfrentarse a la verdad. Edipo conoce la verdad incluso antes del inicio
de la obra, aunque no sabe que la conoce. El protagonista se esfuerza en adquirir los conocimientos
que salven a su pueblo, para ello ha de concentrarse en el cocimiento de sí mismo. Acude al templo
de Delfos cuyo frontispicio rezaba precisamente “conócete a ti mismo” y el oráculo le hace saber
que un crimen es la causa de la peste que padece su reino y que no cesará hasta que el asesino sea
expulsado de él. Maldice al asesino y termina descubriendo que el maldiciente, el maldito, el
asesino y Edipo, son la misma persona. Este tránsito de la ignorancia de sí mismo, al conocimiento
y las consecuencias de éste, fascinó a Aristóteles y a generaciones de espectadores.
La naturaleza humana tiende a identificar la idea de la realidad, con ésta misma. Esto es buscar la
verdad. La pasión por descubrirla ha de ser mayor, que el terror que provoca sus consecuencias.
Sófocles aterra al espectador que también se ve empujado por su naturaleza a buscar la verdad, al
precio que ésta quiera cobrarse. Existe un bien superior a la propia vida o al propio destino que
puede exigir al hombre su propio sacrificio, a cambio de encontrar un nuevo aspecto de la realidad
que beneficie a otros.
En la historia existen múltiples ejemplos de que aquél que logra vislumbrar un nuevo aspecto de la
realidad, otorga un beneficio asombroso a la humanidad, pero el precio del descubrimiento puede
ser la propia extinción, física o civil, el propio sacrificio. Platón lo describió en el mito de la
caverna y Esquilo en el de Prometeo: Cristo, Sócrates, Cicerón, Aspasia, Gandhi, Clara
Campoamor, Lincoln son algunos ejemplos.
Edipo es a la vez el buscador de la verdad y la verdad buscada. Sófocles muestra que Edipo y el
espectador, están obligados a rastrear la verdad comenzando desde el fondo de sí mismos y a ser
leales con ella, una vez hallada. Conocerla es la propia perdición, pero negarse a hacerlo es ir contra
la propia naturaleza.
El terror que provoca esta idea es atemperado por la piedad, hacia sí mismo y hacia el género
humano. Sin la piedad, que es a la vez una virtud y una pasión, ni el espectador ni Edipo son
capaces de soportar las terribles consecuencias de la verdad.
Sófocles no trata solo de entretener, ni de expresar bellas ideas de un modo grato que es el concepto
que en general se tiene del arte. El material sobre el que Sófocles trabaja es el espíritu del hombre.
Trata de desencadenar las pasiones más violentas de la naturaleza humana. Expresa lo inefable y
logra transmitir, como con un fogonazo, ideas que estaban dentro del espectador, aunque como
Edipo, no era consciente de que las conocía. Sófocles estuvo vigente hace dos mil años y lo estará
dentro de otros dos mil, mientras la naturaleza humana siga siendo la misma.
Pero además es un escultor de la psique humana que utiliza el terror y la piedad como martillo y
cincel para modelarla. Su obra se materializa en cada espectador pero no porque resulte agradable,
o le haga reflexionar, o le provoque pasiones o sensaciones, que es lo que ocurre con el arte en
general. Sófocles trabaja sobre el material humano para esculpirlo.
Por este motivo especialmente, su obra es una de las más sobresalientes de la historia de la
humanidad.
Jose Luis Escobar
Ilustración: Gustave Moreau 1864 Edipo y la Efigie
Puede bajarse la obra Edipo Rey de Sófocles, en este enlace:
http://goo.gl/CaEp1P
De Profundis (Oscar Wilde)
Séneca en sus Cartas a Lucilo, dejó escrito el camino más seguro para adquirir la sabiduría. Lo puso
en boca del “Gran Sócrates”
“Hazme vencedor de todas las naciones, que el delicioso carro de Baco, me lleve triunfante desde
el nacimiento del sol hasta Tebas. Que los reyes de los persas me pidan leyes; Cuando en todas
partes sea saludado como un dios, mas pensaré que soy hombre. Haz que a tan sublime ascensión,
le suceda una caída brusca”
Séneca, el cordobés, describió con milenios de antelación, la trayectoria vital de Oscar Wilde.
Subido al carro de la gloria, fue
aclamado en Londres, en París, en
Filadelfia, en Boston, en Nueva York...
Los ingleses ponían el nombre de Oscar
a sus hijos por la admiración que sentían
hacia el escritor. Como Fhaetón subido
en el carro del sol, incendió la sociedad
de su época con sus estrafalarias
ocurrencias y su exquisita formación.
Sembró el desconcierto en el mundo
poniendo su genio al servicio del
estetismo, una moda superficial y
estrafalaria en el ámbito material. En el
intelectual, consistía en insustanciales
agudezas, irreverentes y garbosas que
repetidas a la hora del té producían sabrosos estremecimientos de placer, a las damas de la sociedad
victoriana.
A Oscar Wilde se le descontrolaron los enérgicos caballos que tiraban del carro de su gloria, como a
Phaetón se le desbocaron los caballos que tiraban del carro del sol.
Su desgracia vino de la mano de Lord Alfred Douglas, para el escritor Bossie, un muchacho
agraciado, superficial, interesado y caprichoso, que tuvo trato amoroso con el erudito Oscar Wilde.
El asunto no debió transcender de las lógicas consecuencias con la esposa e hijos de Oscar, pero
una mala estrella quiso que el Lord tuviera un pésima relación con su padre, el marqués de
Queensberry, conocido porque dotó al boxeo de sus actuales normas. El marqués acusó
públicamente a Oscar de sodomita. Bossie empujó a Oscar a enfrentarse con su padre en los
tribunales. La denuncia se volvió contra el escritor y fue condenado por el delito de sodomía, a dos
años de trabajos forzados en la prisión de Reading.
El escándalo fue tal, que nadie en Inglaterra volvería a poner el nombre Oscar a sus hijos en los
siguientes 20 años. La ignominia llegó hasta el punto de que el término “oscar” se transformó en un
insulto que sustituía al término “vago”
Cuando salió de la prisión comprobó que ni su mujer, ni sus hijos querían volver a saber de él. Fue
declarado en quiebra y por tanto, condenado a la pobreza. Tuvo que trasladarse a París, donde
murió solo, pobre y con el nombre cambiado. Antonio Machado lo conoció allí y dijo de él que no
llegó a ser vulgar, pero que había perdido la teatralidad. Sin duda no quedaba nada del dandy
superficial y ocurrente.
De Profundis, fue escrita en 1897, dos meses antes de salir de la cárcel y tres años antes de morir.
Es una carta a Bossie, el muchacho cuyos caprichos provocaron la brusca caída que describió
Séneca.
Ya no hay en este texto de Oscar Wilde concesiones a los donaires, a las ocurrencias geniales, ni a
la simplicidad del otrora esteta. Como un personaje de Esquilo, Oscar Wilde había transformado su
conocimiento en sabiduría: “Porque Zeus puso a los mortales en el camino del saber, cuando
estableció con fuerza de ley que se adquiriera la sabiduría con el sufrimiento” Así lo anunció
Esquilo en su Agamenón. Casualmente Oscar Wilde se confesó un adepto de esta religión pagana.
Dos años en la cárcel, desatando nudos de maromas de barcos, condenado a la ruina, a la ignominia
y abandonado por todos, Oscar repasa la relación con su “querido Bossie” y la describe
descarnadamente aunque bañada en una conmovedora piedad.
De Profundis, es el texto de un sabio que a base de dolor, se ha comprendido a sí mismo, a la gente
que lo despreció y a la gente que le amó.
Todo, en el texto es genial. Comprende y describe de forma magistral el gran error de su vida, la
vida de un erudito, que resume en un pensamiento: “El verdadero necio, ése del que los dioses se
ríen o al que arruian, es el que no se conoce a sí mismo. Yo fui de esos”
Desde la profundidad de un hombre sabio, que había sido esteta, sentenció: “El vicio supremo es la
superficialidad. Todo lo que se comprende está bien”
Sócrates, uno de los hombres más influyentes de la humanidad, si hubiera podido diseñar la vida de
un hombre para hacerlo sabio, a buen seguro que hubiera modelado la mente de un erudito, le
habría envuelto en gloria y le habría lanzado al abismo del desprecio y la ignominia. Qué no hubiera
dado entonces por conocer el resultado. El resultado es “De Profundis” un texto para meditar,
para conmoverse, para disfrutar.
No desvelo más para no privarles del placer de su reposada lectura.
Aquí podrán encontrar el texto íntegro.
http://www.biblioteca.org.ar/libros/300544.pdf
Ilustración: Nicolas Paussin 1635. Phaeton y Helios, con Saturno y las Cuatro Estaciones.
Jose Luis Escobar
La Iglesia, el Emperador y el lenguaje.
En el año 1414 había tres papas (Juan XXIII, Gregorio XII y Benedicto XIII conocido como Papa
Luna) cada uno de los cuales había
excomulgado convenientemente a los otros
dos. Harto del sindios, el Emperador del
Sacro
Imperio
Romano
Germánico,
Segismundo I que además sería Rey de
Hungría, Polonia y Bohemia, convenció a
Juan XXIII (considerado luego antipapa) para
que convocara el concilio de Constanza.
No se puede mencionar este concilio sin
señalar que por primera vez en la historia, la
convocatoria fue realizada, no por reinos o
por iglesias, sino por naciones. Este acto se
considera la partida de nacimiento de las
naciones europeas (D. Negro).
Fueron
convocadas las naciones italiana, francesa,
española, inglesa y germana, (AlemaniaAustria-Paises Bajos y Escandinavia). No se
consideró nación a Aragón. Posteriormente
Ranke añadió a éstas, la nación eslava debido
al cisma greco-ortodoxo. De estas naciones derivan los estados modernos.
En el Concilio se terminó con el cisma eligiendo al Papa Martín V
En su discurso ante el Concilio de Constanza, el Emperador Segismundo, empleó el término cisma
schisma en latín, como sustantivo femenino. Un temerario cardenal, le llamó la atención sobre el
uso incorrecto del término, pues es un término latino neutro.
Segismundo I, Emperador del Sacro Imperio Romano, pronunció entonces su sentencia inmortal:
Ego sum romanus et super grammaticam. Soy emperador y estoy por encima de la gramática.
Haciendo uso de su autoridad imperial ordenó que desde entonces, el término schisma fuera neutro.
Fue una orden perfectamente inútil.
El Emperador Tiberio también prohibió el término monopolio, según cuenta Suetonio, junto con
otras palabras griegas. La madre Roma transmitió este término, prácticamente inalterado, a todas las
lenguas romances, poniendo en evidencia a la autoridad imperial y a lo inútil de la prohibición.
Kant estudió el asunto y viendo el fracaso de Segismundo I y de Tiberio, en lo tocante a la
imposición de la gramática estableció la siguiente tesis, hasta ahora irrefutada:
Caesar non est supra grammaticos. El Cesar no está por encima de los gramáticos.
Ahora no hay emperadores si bien continúan existiendo gobernantes que creen estar por encima de
la gramática, creando el llamado lenguaje no sexista. El 1 de marzo de 2012, el pleno de la R.A.E.
dictaminó que si se aplicara estrictamente el lenguaje no sexista propuesto por el poder político, no
se podría hablar.
Kant hubiera asistido con entusiasmo a esta lucha entre el poder y la estructura gramatical de la
lengua española.
¿Serán los políticos españoles los que rompan por primera vez en la historia la tesis de Kant?
¿O los profesores y profesoras españoles y españolas, siguiendo las directrices de nuestros políticos
y políticas, impondrán su autoridad sobre la gramática que nuestros nuestros hijos e hijas heredaron
de sus padres y madres, de sus abuelos y abuelas, creando estructuras lingüísticas aún no
descubiertas por nuestros gramáticos y gramáticas?
Es cuestión de esperar.
Ilustración: Artemisia Gentileschi 1630 Alegoría de la Retórica
El caso Fritz Bauer.
En 1957, el Fiscal General Alemán, el judío Fritz Bauer, comete un delito de alta traición para hacer
posible la detención de Otto
Adolf Eichmann, el teniente
coronel de las SS que
organizó el asesinato de 11
millones de personas, entre
judíos, gitanos y otros
grupos
étnicos
o
ideológicos.
La película plantea la
encrucijada alemana tras la
guerra mundial: o siguen
con
el
régimen
partidocrático que alzó a
Hitler, sin separación de
poderes ni representación,
o
elaboran
una
constitución que consagre esos principios. Eligieron continuar con el régimen anterior con un
lavado de cara que limpiara las manifestaciones expresamente nazis.
Para posibilitar una ruptura con el régimen nazi, era preciso que el pueblo alemán afrontara lo
ocurrido durante el nazismo y asumiera la responsabilidad moral -terrible- de haber apoyado a
Hitler. La inoculación de esa vacuna imposibilitaría la tolerancia con el fascismo durante muchas
generaciones.
Pero el pueblo alemán eligió no afrontar su pasado, no romper con él. Todo el entramado político
alemán en los años 50 y 60 estaba formado por cuadros políticos y militares nazis, que protegían sus
propios intereses con la ley y con la burocracia. Éste es el motivo por el cual el Fiscal General Fritz
Bauer tuvo que cometer el delito de alta traición para posibilitar la detención de Eichmann. Dicho
de otro modo: En Alemania de principios de los 60, el que quería perseguir a los nazis, debería
traicionar al Estado que los defendía y la sociedad que los encumbraba en las grandes empresas y
puestos políticos. Todo ello a ciencia y paciencia de Adenauer y su gobierno que fingían perseguir
aquél sistema.
Exactamente lo mismo cabe decir del pueblo italiano y del pueblo español. Tampoco quisieron
afrontar su pasado y reconocer el apoyo dado por sus pueblos a los regímenes fascistas.
De un modo magnífico, la película dirigida por Lars Kraume, describe de modo conciso y explícito
el problema de un pueblo que no afronta un truculento pasado político, ni se atreve a romper con él.
Relata cómo solo la alta traición del Fiscal General del Estado Alemán, posibilitó la detención de
Adolf Eichmann el día 20 de mayo de 1960. El film es una crítica terrible al régimen actual y al
pueblo alemán.
Pasados 71 años desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, Alemania ha premiado con 9
nominaciones y el premio nacional de cine a esta fantástica película. Algo se está moviendo ahora
en la conciencia del pueblo alemán.
Franco, en el caso español, apenas tuvo oposición durante 40 años. Una vez fallecido, el pueblo
español, no quiso afrontar su
pasado ni romper con él. Fue
Franco quien designó a su
sucesor y el título que debía
ostentar: Juan Carlos de
Borbón y el título elegido fue
el de Rey. Fue éste sucesor el
que designó al jefe de la
Falange, el
Secretario
General del Movimeinto
Nacional (Adolfo Suarez)
como
Presidente
del
Gobierno.
De modo similar al descrito
en “El caso Fritz Bauer” el
pueblo español incorporó el franquismo en su régimen político ya que estaba enraizado en el cuerpo
social en el régimen actual y vuelve a ser cómplice, como el pueblo alemán de un régimen corrupto,
del que solo se puede salir deslegitimándolo con la abstención primero y abriendo un proceso
constituyente después, para aprobar una constitución con representación y separación de poderes.
Hay detalles exquisitos en la película: Fritz Bauer se fija en una fotografía de Rosa Luxemburgo
adornando las paredes de un ministerio. Tras la negativa de Alemania a extraditar a Eichmann para
ser juzgado, la foto es cambiada por una copia del cuadro de Poussin que refleja a la viuda de
Foción recogiendo las cenizas de su marido tras ser ejecutado..
Establece un paralelismo entre la íntegra luchadora socialista alemana Rosa de Luxemburgo y
Foción el discípulo de Platón, que destacó por su integridad moral y por ser el hombre que más
veces fue elegido (45) como tetrarca, jefe militar de Atenas. Rosa Luxemburgo fue asesinada por
sus rivales políticos, los socialdemócratas de Friedrich Ebert. Foción fue acusado injustamente y
condenado a muerte por su rival político, el demagogo Hagnónides. El cuerpo de aquella fue
lanzado al Landwehr Canal de Berlín. El cuerpo de Foción, hubo de ser sacado de Atenas e
incinerado en Megara por decreto de sus rivales políticos.
El cuadro que sustituye a la fotografía de Rosa Luxemburgo en la película, describe el momento en
que la viuda de Foción (humilde, pequeñita y mimetizada con la belleza del paisaje) recoge sus
huesos, tras lo cual, según relata Plutarco, los depósito en un hoyo junto al hogar diciendo: "En ti,
mi amado hogar, deposito estos despojos de un hombre justo, y tú lo restituirás al sepulcro paterno
cuando los atenienses hayan vuelto a la cordura”.
No es mal epitafio para Rosa Luxemburgo, cuya memoria es así despreciada varios lustros después
de la muerte de Hitler, ni para Foción, ni para aquellos que defienden su patria contra la locura de su
propio pueblo.
Solo han pasado 41 años desde la muerte de Franco. Quizás sea preciso esperar otros 30, como
Alemania, para premiar una película que critique el apoyo que el pueblo español brindó a Franco y
sea además nominada a 9 Goyas y premiada como la mejor película.
Jose Luis Escobar.
Si
quiere
leer
la
Vida
de
Foción
de
Plutarco
http://www.dominiopublico.gov.br/download/texto/bk000481.pdf
puede
hacerlo
aquí:
Ilustraciones:
1.- Nicolas Poussin 1648. La viuda de Foción recoge sus cenizas en Megara al que se hace
referencia en el texto.
2.- Nicolas Poussin 1648. Foción es sacado de Atenas tras su ejecución.
3.- August Ladnmess, se niega a realizar el saludo nazi. Su hija descubrió esta foto por casualidad
en 1991.
SÍNDROME DE PROCUSTO.
Procusto fue un fanático de la igualdad entre los seres humanos. Se hizo famoso porque cumplía
con las sagradas reglas de la hospitalidad, facilitando cobijo al viajero.
Dormido e indefenso el huésped, Procusto lo ataba para
iniciar la ceremonia de la igualdad. Ya inmovilizado,
ajustaba al viajero al tamaño del lecho: estiraba al
peregrino descoyuntándole los huesos hasta alcanzar la
exacta medida del lecho si era de corta estatura. Si acaso
el caminante era de estatura prominente, solventaba el
enojoso asunto cortándole los pies o la cabeza.
El lecho de Procusto era la medida exacta del ser humano, el ideal de la igualdad material del
hombre. Un principio al que debían subordinarse todas las virtudes en la mente de su promotor..
El pueblo que concibió y legó a occidente la idea de isonomía -igualdad ante la ley- como un pilar
básico para la organización humana, nos dejó también el mito de Procusto, para que no
confundiéramos jamás la isonomía, con la igualdad material.
Hoy se conoce como síndrome de Procusto, el conjunto de actos que despliega un dirigente, para
impedir que sobresalga el que tenga más talento o el aporte un esfuerzo mayor que el resto. Por el
contrario, el criterio de dirigentes brillantes, como lo fue Steve Jobs, establece que es absurdo
contratar a gente inteligente para decirles lo que tienen que hacer, cercenándoles así el talento y la
iniciativa.
Los ilustrados franceses que inspiraron la Revolución, concluyeron que el talento personal era
patrimonio de la República que estaba obligada a cultivar y cuidar la excelencia, para servirse luego
de ella.
En la actualidad, confundiendo isonomía con igualdad material, se ha optado por forzar un modelo
igualitario, basado en un consenso de esfuerzo mínimo y el destierro de la iniciativa y la excelencia.
Este principio de igualdad material, ha presidido la enseñanza y la política primero y la empresa
después. Se ha procurado así desterrar el esfuerzo y la excelencia, para conseguir medianías
igualadas, con el talento amputado.
Como consecuencia de ello, el libro más vendido es el producto intelectual de Dña. Belén Esteban.
Los programas de televisión más vistos son los que enaltecen lo más ruin de la condición humana.
Los políticos más destacados son aquellos que no saben distinguir entre Nación y Estado. Los
empresarios más respetados son los que practican la colusión como forma de negocio. En todo este
cultivo de la mediocridad, casi siempre late la presencia del Estado como coautor, cómplice o
encubridor y siempre como financiador o promotor.
El lecho de Procusto, es la media ponderada de la inteligencia y la cultura patria. Sus exactas
proporciones coinciden con las magnitudes del talento de Dña. Belén Esteban.
Jose Luis Escobar

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