El Octoecos Modo 1. Protus auténtico. • Salus autem
Transcripción
El Octoecos Modo 1. Protus auténtico. • Salus autem
El Octoecos Modo 1. Protus auténtico. Salus autem. Introito. Ego sum panis vivus. Antífona de comunión. Modo 2. Protus plagal. Quem vidistis pastores. Antífona de Navidad. Ingrediente Domino. Responsorio de Domingo de Ramos. Haec dies quam fecit Dominus. Gradual de Domingo de Resurrección. Modo 3. Deuterus auténtico. A solis ortus cardine. Himno de Navidad. Mandatum novum. Antífona de Jueves Santo. Modo 4. Deuterus plagal. Salve festa dies. Himno de Domingo de Resurrección. Media vita. Responsorio. Modo 5. Tritus auténtico. Alleluia Spiritus Domini. Introito de Pentecostés. Christus factus est. Gradual de Jueves Santo. Modo 6. Tritus plagal. Ave plena gratiae. Prosa. O quam suavis est. Antífona. Modo 7. Tretardus auténtico. Facta est cum angelo. Antífona de Navidad. Alleluia caro mea. Aleluya. Modo 8. Tretardus plagal. Veni creator. Himno de Pentecostés. Ave María. Ofertorio de Adviento. NOTAS AL PROGRAMA. Los ocho modos eclesiásticos u octoecos son la estructura basal de las piezas musicales del repertorio gregoriano. Sin ánimo de buscar explicaciones técnicas, podríamos decir que son “los mimbres”, compartidos y transmitidos, que han utilizado los hombres que fueron dando forma a las obras litúrgicas medievales. En la música predominante en la actualidad son dos los modos empleados, el modo mayor y el modo menor. Con ellos, y con una gran cantidad de elementos rítmicos e instrumentales, se han podido generar las miles de obras que ahora disfrutamos compuestas desde la época clásica y romántica. No obstante, en la música protagonista de estas jornadas, estos elementos no aparecen pues son otros los medios con los que contaba. Una de las formas por las que el canto llano gregoriano ha conseguido sutileza y diversidad en sus diferentes melodías ha sido a través de los ocho modos. Es cierto que nuestro oído contemporáneo, no responde con la prontitud adecuada a la variedad que nos presentan las diferentes escalas, pero ésta existe. En nuestro concierto de hoy tratamos de presentar las piezas organizadas según el octoecos para que podamos apreciar las leves características que definen a cada uno de ellos. Para ello vamos conocer lo que es un modo brevemente. Los ocho modos, como hemos dicho, son escalas que tienen cuatro posibles notas finales Re, Mi, Fa y Sol, y siguiendo este orden reciben un nombre griego Protus, Deuterus, Tritus y Tretardus. Cada uno de estos se dividen, a su vez, en dos tipos, Auténtico (o principal) y Plagal (o secundario). Esta última división se corresponde principalmente al ámbito de las escalas. Por ejemplo, en una obra con final en Re (Protus) si la escala comprende desde un Re grave a un Re agudo estaríamos ante un Protus auténtico, pero si el ámbito abarca de un La grave a un La agudo, tendríamos un Protus plagal. Por supuesto que hay otras muchas singularidades que no podemos recoger aquí y que configuran un modo (notas dominantes, cadencias intermedias y finales, cuerdas de recitativo, salmos, etc.) pero nos baste esta diferencia importante para reconocerlos. Para ser precisos, hay que hacer notar que los modos no surgieron en un momento determinado si no que fueron el fruto de una evolución de varios siglos, haciendo que este desarrollo tan lento estableciera numerosas excepciones. Los elementos musicales que hemos citado configurarían, para los teóricos medievales, un ethos (sentimiento o forma de influir la música en el estado del alma) particular de cada modo. Vamos a exponerlos a continuación (seguimos para ello a Jean Jeanneteau recogido por Daniel Saulnier en su libro Los Modos): - Modo 1. Protus auténtico: era considerado como gravis o grave, adjetivo sinónimo de serio y maduro pues expresaba gran dignidad y amplitud, además de grandeza y energía. - Modo 2. Protus plagal: llamado tristis, con una tristeza que no llega a la desesperación, aunque en ocasiones transmite el dramatismo de los textos. Desprende humanidad. - Modo 3. Deuterus auténtico: o mysticus, un misticismo que viene del misterio que ejerce la inconsistencia de las notas que lo componen. Esto lo hace pivotar entre melodías transparentes u oscuras. - Modo 4. Deuterus plagal: el harmonicus del octoecos, se explica como un modo contemplativo, inacabado, “que no busca convencer”, incluso lírico o poético. - Modo 5. Tritus auténtico: laetus, modo alegre según los teóricos, de una manera triunfal y jubilosa, aunque a veces matizado por los textos que musica. - Modo 6. Tritus plagal: tenido como devotus, es el modo que expresa la piedad, gracias a su simplicidad de medios que es signo de pureza, de inocencia, de claridad y de autenticidad. - Modo 7. Tretardus auténtico: tratado de angelicus, por su carácter ligero y ágil. El más agudo de los modos y que hace “volar” sus melodías de forma juvenil y radiante, casi sin descanso. - Modo 8. Tretardus plagal: el último modo era el perfectus, debido a su solemnidad y la plenitud que expresa. Su sonoridad, llena de matices puede abarcar desde lo triunfal a lo delicado, con un gran equilibrio. J. Fidalgo.
Documentos relacionados
Modos y escalas en una flauta de tres agujeros.
Modos griegos DÓRICO = Mi (mi’, re, do, si, la, sol, fa, mi) HIPO DÓRICO = La (la’, sol, fa, mi, re, do, si, la) FRIGIO = Re (re’, do, si, la sol, fa, mi, re) HIPO FRIGIO = Sol (sol’, fa, mi, re, d...
Más detallesCANTO GREGORIANO Es la música litúrgica de la Iglesia católica
Es la música litúrgica de la Iglesia católica apostólica romana. Es un canto monódico, con un ámbito melódico restringido que no suele sobrepasar la 8ª. Los intervalos suelen ser conjuntos y diatón...
Más detalles