lPeriódico - escola de rock

R
ecorta y pega para posibles dimisiones:
«Permitidme entrar en
vuestros hogares para
presentar mi dimisión
irrevocable como presidente, evitando así que el futuro de nuestro país
esté mediatizado por mi permanencia política.
Tras una profunda reflexión de índole social y personal, he llegado a la
conclusión de que mi mejor servicio
al país consiste en retirarme de la primera línea política.
Hay momentos en la vida de todo
hombre en los que se asume un especial sentido de la responsabilidad. Yo
creo haberla sabido asumir dignamente durante los años en los que he
sido presidente. Hoy, sin embargo, la
responsabilidad que siento me pare-
Al contrataque
Xavier Sardà
Para los que
quieran dimitir
ce infinitamente mayor.
No es una decisión fácil. Pero hay
encrucijadas tanto en nuestra vida
personal como en la historia de los
pueblos en las que uno debe preguntarse, serena y objetivamente, si presta un mejor servicio a la colectividad
permaneciendo en su puesto o renunciando a él.
Siguen vivas en mí las convicciones que han constituido el norte de
mi acción presidencial. Continúo
pensando que las ilusiones que nos
han movido merecen un lugar preferente en la evolución política y la historia de nuestro país.
Pero un político debe saber en qué
momento el precio que el pueblo ha
de pagar por su permanencia y su
continuidad es superior al precio que
siempre implica el cambio de la per-
de Catalunya
elPeriódico
elPeriódico
sona que encarna las mayores responsabilidades ejecutivas de la vida política de la nación.
Este es un buen momento para recordar que en política tener razón no
implica necesariamente mejorar las
condiciones de los pueblos.
Este es un buen momento para recordar que jamás el orgullo político
o personal deben hacernos caer en
la obstinación del callejón sin salida,
por más loables que sean los objetivos.
Enrocarnos ideológicamente
Este es un buen momento para recordar que jamás las diatribas de los adversarios políticos deben enrocarnos
ideológicamente. En política, la defensa ante las críticas debe ser la argumentación y la dialéctica. Mantener-
nos en el cargo desde la obstinación
personalista solo habla de nuestro
deficiente umbral de frustración.
Es lícito, sin embargo, tener un recuerdo para aquellos que con falsos
testimonios y maledicencias han difamado sin la menor noción ética. Para ellos, mi desconsideración personal e institucional. El daño que me
han querido infligir están dispuestos
a ocasionarlo a todo aquel que se aleje de su constreñida visión política.
Me voy convencido de que nuestro país conseguirá extenderse a nuevos horizontes y convencido también
de que adelantarse a los tiempos es el
más digno de los errores.
Abandono la presidencia con la
tranquilidad que me otorga el talento que seguro tendrá mi sucesor.
Suerte». H
12518
Año XXXVI. Número 12.518. D.L.: B 36.860 - 1978
8 420565 002004
Gente corriente
24 DE NOVIEMBRE DEL 2013
«Eliminé el libro de música y
llevo bandas de rock a clase»
RICARD CUGAT
–A los 25 años me convertí en director del Colegio San Pedro de Gavà, una escuela que fundó mi padre en 1969. Él tenía una cualidad
difícil de conseguir: los alumnos le temían
pero le amaban más que a nadie. Yo, en cambio, decidí convencerles desde la cercanía.
–¡Caramba! ¿Cómo administra ese capital?
–En el 2011 me puse en contacto con Joan
Colomo y le propuse venir al cole. Los chicos
prepararon preguntas, él tocó y se fue encantado, llevándose a más de 300 fans.
–El germen de su Escola de Rock.
–Sí. La pusimos en marcha el pasado curso. Fijamos una cuota anual con la que se costean
los dosieres y los grupos. No les puedo pagar
su caché, claro. Pero les invitamos a comer y
les explico que es una forma de llegar a los jóvenes. Serán futuros seguidores y con el gusto
–Oiga, ¿y los padres aplauden la iniciativa?
–Están muy contentos. Además, hay un
proyecto en la escuela de formar un par de
grupos. Eso no surge solo de enseñarles a
tocar la flauta, si no de la motivación.
–Eso tiene mucho sentido.
–Ahora me he puesto en relación con discográficas, promotores y grupos para que
vean el colegio como una oportunidad para
enganchar a los más jóvenes. La idea es convertir la Escola de Rock en un portal para
que otras escuelas y bandas se conecten.
–¿Les ha convencido?
–Desde que empecé en el colegio fui introduciendo pequeños cambios. Un día me senté con la profesora de música y le propuse
prescindir del libro. Música iba a ser música. Como estoy metido en el mundillo, se me
ocurrió la idea de traer grupos de rock.
–¿Está metido en el mundillo, dice?
–Empecé a tocar la guitarra a los 13 años.
Más tarde, el director del instituto en el que
estudié bachillerato, el Pérez Iborra, nos
propuso formar un grupo. Desde entonces
no he parado. Ahora toco la guitarra y canto
en Oso, una banda de folk americano, y soy
el batería de Zimt, que hace hardcore.
–¿El rock ofrece valores educativos?
–La profesora de música es tenor y les enseña la vertiente clásica. Pero yo soy partidario de acercarme a ellos a través de la música moderna. Saben que me gusta, que toco
en grupos, y eso genera un ambiente de confianza. Llegando al corazón se educa mejor.
–Una revolución pedagógica.
–Cuesta convencer a un alumno de que el
aprendizaje es importante si ve que los que
estudian no tienen salida. Así que intento
hacer atractivo el día a día. El esfuerzo de los
profesores debería de concentrarse ahí, no
en que estén callados y hagan los deberes.
Rafa
Rodríguez
Tiene 32 años, dirige el
Colegio San Pedro de
Gavà y ha montado
la Escola de Rock.
POR
Núria
Navarro
ya formado, porque cuando terminen la ESO
habrán visto a un total de 48 bandas de estilos diferente. Ya han pasado Gunning For Tamar –son ingleses y la actividad ese día fue en
inglés–, La Pegatina, los Tiki Phantoms, Cuzo… Y este año he dado una vuelta de tuerca.
–¿Otra más?
–Quiero que los alumnos participen aún
más. He pedido voluntarios y han salido 30 que quieren implicarse. Ellos recibirán a las bandas, les ayudarán a montar, harán las fotos y los vídeos, redactarán la noticia en el blog (www.escoladerock.org).
Una idea de la Escola de Rock es acercarse a
los jóvenes y, desde dentro, educarles.
–¿Esa es la piedra de toque de la educación?
–A los chavales no hay que darles una botella para rellenar sino un fuego para apagar. Hay que lanzarles retos continuos. A
veces los marcamos demasiado, y cuando
más aprenden es cuando ellos se hacen las
preguntas adecuadas y saben que tienen el
derecho de equivocarse.
–A usted no hay Wert que lo pare, ¿eh?
–Si le soy sincero, no tengo ni idea de lo que
dice la ley Wert. Mi padre, que trabajó hasta
su último día, me dijo: «Si tienes una pasión,
ve a por ella». Y mi pasión es educar. H
[email protected]