Gestión de la información en el servicio de cuidados críticos y
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Gestión de la información en el servicio de cuidados críticos y
Tempus Vitalis. Revista Internacional para el Cuidado del Paciente Crítico VOL5, NUM 1, 2005 ARTICULO ESPECIAL Gestión de la información en el servicio de cuidados críticos y urgencias: hacia un modelo de gestión de casos Torres Pérez L Enfermera Supervisor. SCCU. Hospital Virgen de la Victoria. Málaga. Presidente de la SAECC Introducción En el entorno sanitario, la correcta integración tanto del conocimiento como de la organización de la asistencia centrada en el paciente no siempre es una realidad. La atención, con unos niveles óptimos de calidad, a personas que sufren procesos urgentes es uno de los principales retos pendientes de resolver aún por el SSPA. Desde el informe desfavorable del Defensor del Pueblo en 1988, se han ido incorporando mejoras asistenciales, pero queda un largo camino por recorrer. El crecimiento de las asistencias en Urgencias es imparable, la atención urgente en España constituye uno de los servicios más demandados por la población1 ya que suponen casi 16 millones de asistencias anuales en todo el territorio nacional. Esta conducta frecuentadora de la población -renuente a las iniciativas tendentes a su regulación (copago, remisión a centro de origen...)2- favorece una utilización inadecuada de las Urgencias y los sistemas sanitarios3 -apenas ingresan el 20%, siendo el resto procesos susceptibles de ser resueltos en el nivel primario4-, y convierten a estas unidades en una suerte de“ventanilla única5” que el ciudadano emplea para enjugar las lagunas de otros servicios o para amortiguar su inefectividad o falta de respuesta6. Así, nos encontramos con el desgraciadamente conocido paisaje de servicios masificados y generadores de multitud de reclamaciones, pero como contrapunto, imprescindibles en el marco sanitario actual7. Estado de la situación: las demandas del ciudadano en nuestro entorno Diversos estudios enfatizan la importancia de dimensiones, inherentemente, ligadas al cuidado en la percepción que el ciudadano tiene de su estancia en el SCCU8. El tiempo de espera, la falta de información y la despersonalización en la atención, contunden todas las esferas relacionadas con la satisfacción del usuario7,9. Numerosos estudios recogen la importancia de las habilidades de comunicación de los profesionales a la hora de evaluar la calidad de la 14 atención percibida, y como algunos autores destacan la necesidad de seleccionar a los profesionales implicados en al flujo de información10. Esto se muestra con mayor relevancia a la hora de cuidar a pacientes con elevados niveles de dependencia –ancianos, niños, pacientes psiquiátricos, pacientes agudos o con procesos emergentes...- donde la necesidad de proximidad, de habilidad en la atención y en la comunicación, revelan unas lagunas más amplias11. Ante este panorama cualquier intento serio de mejora pasa por la reorientación de las estructuras y los procesos hacia el ciudadano y convertirlo en el eje de la prestación de servicios12, por convertir sus expectativas en nuestros objetivos y sus resultados en los nuestros13. Con frecuencia detectamos o el ciudadano nos muestra que estos procesos están colmados de actividades sin valor añadido, circuitos aberrantes, compartimentación del bien asistencial y dilución de responsabilidades14 que desvirtúan su finalidad. Para obtener un sistema centrado en el paciente se debe incidir sobre la accesibilidad, la continuidad de los cuidados, la satisfacción de los usuarios y el enfoque integral de los profesionales. Este nuevo enfoque, a todas luces necesario, ha ido permeando las estructuras de los diversos sistemas de salud. En nuestro entorno la evolución del SSPA apunta claramente hacia implicación directa de la institución en la optimización de los sus resultados, centrándose éstos en la satisfacción de las necesidades de los pacientes y usuarios, así como de las de las personas que desarrollan su labor profesional. Las estrategias de gestión centradas en la Calidad Total han supuesto un paradigma al que acercarse desde diferentes perspectivas, en función del marco socio-político (en nuestro entorno centrado en el derecho a la salud y los principios de universalidad y equidad), del financiador y del proveedor de los servicios. La gestión de la Calidad Total se sustenta en tres principios: la búsqueda de la satisfacción de los Tempus Vitalis. Revista Internacional para el Cuidado del Paciente Crítico VOL5, NUM 1, 2005 usuarios, la implicación activa de los profesionales, y las estrategias dirigidas a la mejora continua en las actividades que se realizan. Estas líneas básicas de acción necesitan complementarse, actualmente, con una visión ágil e innovadora que consiga la fidelización del cliente, pues éste no solo espera calidad en los productos o servicios sino que se adapten permanentemente a sus necesidades. espacio sanitario con el usuario y su núcleo próximo. El concepto de servicio integrado, que ha de contaminar el desarrollo de nuestra nueva unidad, al que nos referimos puede definirse como: la provisión de todos los tratamientos y cuidados de forma planificada, coordinada De nuevo nos encontramos mirando al mismo punto, más allá de la calidad del sistema y su efectividad, las instituciones y por ende los profesionales que ellas desempeñan su labor enfocan su atención hacia la satisfacción del ciudadano. Las organizaciones deben perseguir cubrir las expectativas del ciudadano –el propietario del sistema- dejando en segundo plano otras consideraciones. y consistente por los profesionales que prestan sus servicios a lo largo del sistema y en el periodo de tiempo requerido. Deberían incluirse los cuidados informales y consensuado con pacientes y familiares17. La gestión de casos: una nueva herramienta Definida la situación y conocido el problema, solo falta proponer una solución. La enfermera por su posición en el sistema –ubicada en todo momento y lugar junto al ciudadano-, su formación, competencias y compromiso de desarrollo, se revela como un agente de relevancia indiscutible, como un buen candidato de convertirse en el Responsable del proceso a la hora de actuar sobre las esferas implicadas en la delimitación del problema, capaz de influir de manera determinante en la experiencia de salud/enfermedad del ciudadano en contacto con el sistema. La enfermera dispone del: Saber: conoce en profundidad el proceso que va a liderar; dispone de conocimientos en metodología de calidad, gestión de procesos, gestión en las organizaciones sanitarias; capacidad de liderazgo. Poder: como responsable del proceso para la toma de decisiones y para facultar al usuario ('empowerment') en la toma de decisiones sobre la gestión y mejora del proceso, en función de la responsabilidad delegada. Querer: asumir voluntariamente la responsabilidad de la gestión del proceso. Gestión de Casos Sistema diseñado como un proceso continuo de identificación de problemas y su resolución con el objetivo de influir en los costes y la calidad de poblaciones concretas15. Una perspectiva más moderna e integradora lo define como un proceso de colaboración mediante el que se valoran, planifican, aplican, coordinan, monitorizan y evalúan las opciones y servicios necesarios para satisfacer las necesidades de salud de una persona, articulando la comunicación y recursos disponibles para promover resultados de calidad y costo-efectivos16. La gestión de casos es un proceso interdisciplinar volcado en la INTEGRACIÓN, convirtiéndose en un gestor bivalente que relaciona el Sus objetivos generales son: • Detectar poblaciones de riesgo • Proporcionar acceso en el momento adecuado a información sobre recursos sociosanitarios disponibles y/o activarlos • Ayudar a la toma de decisiones informada a pacientes y cuidadores • Facilitar la integración de servicios múltiples y proveer la distribución adecuada de recursos finitos • Maximizar la continuidad de cuidados18. La inclusión de la gestión de casos como estrategia de reingeniería de procesos y sistemas de atención viene avalada por numerosas experiencias. La evidencia sobre su impacto en la satisfacción del usuario son ya en la actualidad de elevado peso, y su inclusión en los SCCU, si bien es una iniciativa algo más reciente, parece que puede ser un recurso de valor inestimable: mejorando de manera rápida, casi desde su implantación, la satisfacción del ciudadano con el sistema; constituyéndose en una herramienta de gestión y control de la unidad y contribuyendo de manera determinante en la implicación de los profesionales en la prestación de cuidados continuos y de calidad19. La gestión de casos puede orientarse de manera diferente en función de los escenarios clínicos subsidiarios de su intervención: • Agente puro (pure brockerage model): el gestor de casos es externo al equipo y coordina los copartícipes en el proceso del paciente • Agente con funciones ampliadas (extended brokerage model)20: los miembros del equipo asumen las funciones de agente, reorientando su enfoque previo • Tratamiento comunitario asertivo (assertive community treatment (ACT) model)21: un equipo multidisciplinario proporciona soporte terapéutico, rehabilitador y sociosanitario. 15 Tempus Vitalis. Revista Internacional para el Cuidado del Paciente Crítico VOL5, NUM 1, 2005 Modelo de Gestión de Casos (EGC: enfermera gestora de casos) PACIENTE/FAMILIA EGC RESUMEN DE LA EVIDENCIA DISPONIBLE Revisión sistemática en 1998: 9 estudios, 4.890 pacientes (Ferguson J A, Weinberger M: Case management programs in primary care Journal of General Internal Medicine 1998; 13(2):123-126) Outcomes que mejoran – Satisfacción del paciente – Calidad de vida – Estado funcional No hay evidencia de reducción de costes económicos Revisión sistemática: intervención asertiva comunitaria en Salud Mental (Cochrane 2002). Marshall, M. Lockwood, A. Assertive community treatment for people with severe mental disorders. [Systematic Review] Cochrane Schizophrenia Group Cochrane Database of Systematic Reviews. Issue 2, 2002. Los pacientes que recibían IAC tenían más probabilidad de mantener el contacto con los servicios de salud (OR 0.51, 99%CI 0.37-0.70). Menor probabilidad de reingreso hospitalario(OR 0.59, 99%CI 0.41-0.85) y menor estancia Grandes diferencias en la satisfacción de pacientes, alojamiento, empleo. No hubo diferencias en el estado mental o la función social. Difícil evaluación del coste-efectividad 16 Tempus Vitalis. Revista Internacional para el Cuidado del Paciente Crítico VOL5, NUM 1, 2005 INICIATIVAS EN MARCHA St. Mary's Hospital (Tucson) Basado en la relación entre la gestora de casos, la familia, el paciente y otros profesionales sanitarios Integración de servicios enfermeros a lo largo del contínuum de cuidados, incluido el nivel comunitario La enfermera gestora de casos es responsable de la calidad de los cuidados, el coste-efectividad de los servicios provistos y de la accesibilidad del paciente a los servicios de salud El proceso se centra en intervenciones específicas orientadas a crear un plan de cuidados que refleje la experiencia que tiene el paciente de la enfermedad así como sus valores y creencias: Introducirle en el modelo, Adelantarle el plan, Mantener sus valores y creencias, Ayudarle en la toma de decisiones Disminución de costes en pacientes de larga estancia de $4,774 a $1,801/paciente/día Sohl-Kreiger R, Lagaard MW, Scherrer J. Nursing case management: relationships as a strategy to improve care. Clinical Nurse Specialist 1996;10(2):107-113. Star Case Management Model(Primm’s model): Funciones • Consultor, Investigador, Proveedor de cuidados directos, Educador, Evalúa el proceso Resultados En un 25% Mejora de la continuidad de cuidados Aumento de la participación del paciente en la planificación de los cuidados Mejora de la educación al alta Disminución de 1.4 días en la EM de: Fallo cardiaco congestivo Prótesis articulares Brubakken KM, Janssen WR, Ruppel DL. CNS roles in implementation of a differentiated case management model. Clinical Nurse Specialist 1994;8(2):69-73. Implementación Si la atención en los SCCU es eminentemente reactiva, en la mayoría de los casos el usuario es quien se persona en la unidas y expresa su requerimiento, la gestión de casos en este entorno tiene un carácter eminentemente proactivo. La realidad de la demanda constante con frecuencia convierte a nuestras unidades en sistemas duros, poco capacitados para hallar la necesidad que subyace en la demanda, para identificar situaciones de riesgo antes que se produzcan, máxime si están caen en el ámbito de lo “no fisiológico”. Numerosos autores que abordan el tema de la violencia y las agresiones en el medio sanitario, ubican muchas estas situaciones en el escenario urgenteemergente, abundan en el hecho de que la situación violenta-agresiva se gestó durante un dilatado espacio de tiempo22. La frustración, la insatisfacción, la indefensión, la incomunicación y la escasa sintonía con los profesionales23 aparecen como “colaboradores necesarios” en numerosos de estos episodios, sobre todo los de violencia de “bajo grado”. Así pues la EGC no solo se centra en la atención de los pacientes que soliciten su intervención o en aquellos que le son remitidos por otro profesional, sino que gracias a su posición “ubicua” en el escenario, ha de identificar a su población diana. VALORACIÓN INTEGRAL El proceso se inicia con una valoración integral a través de la cual la enfermera identifica las necesidades de la persona y sus cuidadores para el mantenimiento efectivo de la salud, facilitando la comunicación y coordinación entre miembros de los servicios de salud y sociales, y movilizando los recursos necesarios para evitar la fragmentación del cuidado, implicando para ello al individuo y a su familia en la toma de decisiones. Esta valoración es cómplice de la iniciada por la enfermera cuidadora u otros profesionales, que en numerosas ocasiones ya ha filiado el problema y solo requieren las habilidades de comunicación y coordinación de EGC. El concepto paciente es inclusivo ya que la EGC no trabajo con personas aisladas, sino con núcleos familiares inmersos en una organización compleja. DETECCIÓN DE POBLACIÓN DIANA Pese a la vertiente eminentemente proactiva de la EGC, es posible identificar unas características del paciente o la atención recibida que permiten a la EGC 17 Tempus Vitalis. Revista Internacional para el Cuidado del Paciente Crítico ubicarse con rapidez como recurso alternativo antes de la progresión indeseable de la situación: Pacientes con larga estancia en la unidad o numerosas pruebas o intervenciones. Pacientes institucionalizados o muy vulnerables. Pacientes impredecibles: alteraciones neurológicas (agudas o crónicas), incapacidad para la comunicación efectiva, trastornos con base psiquiátrica. Pacientes crónicos con reingresos múltiples. Factores socioeconómicos y culturales: marginalidad, problemas idiomáticos, incomunicación. Procesos con múltiples actores. Poblaciones diana de líneas estratégicas. ÁREAS DE INTERVENCIÓN CARTERA DE SERVICIOS En los SCCU la gestión de cuidados se centra en una serie de intervenciones, que de manera general pueden adscribirse a diversas escenarios de atención: Reevaluación constante de los pacientes (orientación preactiva) Revisión del censo de pacientes: situación e iniciativas pendientes o en desarrollo Consulta constante con el equipo de atención (medico y enfermero) Revisión y control de documentación Revisión de ingresos, desplazamientos y derivaciones Comunicación constante con el paciente y su familia/allegados. Información sobre situación y evolución en la unidad Planificación del alta o derivación Ayuda en la toma de decisiones, y asesoramiento en general sobre el sistema o la institución15. Esta será codefinida por la ciudadanía ligada a la institución –por cercanía o adscripción- garantizando, así, la orientación al usuario. Orientación procesual Definición funcional Proceso (o subproceso dentro de la atención en el SCCU) de colaboración mediante el que se valoran, planifican, aplican, coordinan, monitorizan y evalúan las opciones y servicios necesarios para satisfacer las necesidades de una persona ingresada en el SCCU, articulando la comunicación y los recursos disponibles. Los resultados se centran en: disminuir los tiempos de espera, mejorar la comunicación24 y los circuitos de información entre la institución y el paciente/familia, y proporcionar un cuidado próximo y respetuoso. Límite de entrada Paciente que bien sólo o acompañado de algún allegado accede a nuestro servicio con una demanda de salud. 18 VOL5, NUM 1, 2005 Límite final Alta de la unidad. Si bien es verdad que el carácter horizontal e inclusivo del proceso hace que este se extienda más allá de la estancia del paciente. La conclusión se produce, desde esta perspectiva, tras la finalización de las diligencias o iniciativas desarrolladas o estas se derivan – tras informe- a otro agente intervieniente. Limites marginales El principio cualquier paciente es subsidiario de ser incluido en este proceso salvo aquellos que lo rechacen de manera expresa. Destinatarios Este carácter generalizador hace necesario el desarrollo de un instrumento que nos permita acotar la intensidad y la extensión del proceso con vistas a centrarlo con carácter preferente en los usuarios – población de riesgo- que más lo necesiten. Flujos de Salida y Características de Calidad Las características de calidad atribuidas deberían trabajarse en nuestro entrono específico, si bien las carencias detectadas en áreas como la comunicación y la humanización de la atención dejan poco espacio para dudar de los escenarios esbozados. Indicadores de Calidad Las dimensiones de la calidad que hemos de medir y que son sensibles al instrumento pueden agruparse: Accesibilidad Adecuación Efectividad Eficiencia Percepción del usuario Continuidad Seguridad El diseño de estos indicadores y los mapas de comandos correspondientes son susceptibles de un contextualización específica difícil de abordar sin contar con el conocimiento explícito del plan estratégico del SCCU donde la iniciativa se vaya a implementar. En cualquier caso las dimensiones citadas aparecen en todos los entornos analizados. Tempus Vitalis. Revista Internacional para el Cuidado del Paciente Crítico DESTINATARIOS EXPECTATIVAS Paciente ; ; ; Familia/acompañantes ; ; ; Enfermera Cuidadora ; ; Enfermera externa (fuera del SCCU) ; ; Facultativo VOL5, NUM 1, 2005 ; ; Accesibilidad: supresión de intermediarios, posesión de un referente, capacidad de participación, sensación de control. Seguridad: anticipación, sensación de acompañamiento a lo largo de la cadena asistencial Comunicación mas que información Un guía en la institución. Un agente facilitador para los trámites (un representante) Un referente en la toma de decisiones Comunicación más que información Un mediador capaz para actuar como interlocutor entre los implicados en la atención y los ciudadanos Un referente que informa sobre los trámites que afectan el cuidado del paciente/familia Un referente a la hora de la continuidad de los cuidados (más allá del informe) Una fuente de información adicional Un mediador capaz para actuar como interlocutor entre los implicados en la atención y los ciudadanos Un recurso para la comunicación sobre todo en situaciones difíciles DESTINATARIOS OBJETIVOS Y FLUJOS DE SALIDA PACIENTE/ Familiares - Conocimiento del estado de su proceso: nivel de resolución, eventos pendientes... CARACTERÍSTICAS DE CALIDAD - Profesionales implicados - Disponibilidad y dominio de la información relevante sobre su proceso y estancia - Retroalimentación de la información sobre el curso del proceso, independientemente del nivel en el que se encuentre el paciente - Resolución sin intermediación del usuario Individualización y adaptación de la información a cada situación, nivel sociocultural y capacidad cognitiva. Entorno apropiado para la interacción clínica (tranquilo, digno y limpio) Información continua y coherente durante el proceso Recursos institucionales normalizados accesibles y actualizados (guías, folletos, horarios, croquis y señalización) Garantía sobre el control del proceso y la gestión de la información. Generación de un informe de gestión. 19 Tempus Vitalis. Revista Internacional para el Cuidado del Paciente Crítico VOL5, NUM 1, 2005 COMPONENTES DEL PROCESO 1 Qué Detección de personas con criterios de inclusión en los supuestos de la definición funcional del proceso Quién Enfermera cuidadora/gestora/ referente Valoración integral (orientada al caso) EGC (con la participación de los profesionales implicados) Información del curso de la gestión de su proceso (seguimiento) EGC Información del curso de la gestión de la atención* EGC (al resto profesionales) Informe Final de EGC medico Como Entrevista observación Cuando Cuando surge la demanda o se detecta la necesidad Donde Todo el área - Sin demora pero no estorbará la atención - Guía al efecto Tras el contacto con paciente/ Familia Si se requiere entrevista: “consulta de información” - De acuerdo con la naturaleza de la información y el interlocutor - en función de las áreas de incertidumbre detectadas Periodicidad garantizada o pactada - Nuevos eventos Demanda justificada Consulta información - Inmediato - informe de gestión Tras cualquier variación Protocolo institucional - Pacto instituido Todo el área Según formato Al alta o derivación u 2 3 de 4 de 5 Gestión *La gestión de casos en el SCCU es un proceso biunívoco en que la información ha de transmitirse a todos los profesionales del grupo de atención. La gestión de casos es claramente un espacio interdisciplinar donde un intermediario facilita la integración de diversos profesionales –incluso ajenos a nuestro servicio y entorno-, con el núcleo subsidiario de nuestra labor: paciente/familia. 1 Azpiazu JL. Los frecuentadores de los servicios de urgencias. Med Clin (Barc) 1997; 108:737-738 2 Peiró S, Sempere T, Oterino S. Efectividad de las intervenciones para reducir la utilización inapropiada de los servicios hospitalarios de urgencias. Revisando la literatura 10 años después del informe del Defensor del Pueblo. Economía y Salud 1999; 33:3-12. 3 Bertos Polo JJ. Utilización inadecuada del Servicio de Urgencias Hospitalario. Justificación de una consulta rápida. Todo Hospital 1997;139:29-38. 4 García-Casasola G, Alonso MJ, Rodríguez A, Abejón O, Rosel P, Cortés F et al. Utilización de los Servicios de Urgencias Hospitalarios: el problema de los "frecuentadores". Emergencias 1998; 10:92-100 20 5 Zimmerman P. 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