procedimiento psicológico para abandonar la cloaca

Transcripción

procedimiento psicológico para abandonar la cloaca
ASOCIACIÓN DE CENTROS DE ESTUDIOS GNÓSTICOS,
ANTROPOLÓGICOS, PSICOLÓGICOS Y CULTURALES A. C.
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Personería jurídica 1294 de 1990. NIT. 800-160659-0
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PROCEDIMIENTO PSICOLÓGICO PARA ABANDONAR
LA CLOACA INMUNDA DONDE NOS ENCONTRAMOS
C
ada uno de nosotros pensamos de sí mismo lo mejor, y creemos que podemos
desenvolvernos maravillosamente mediante nuestros estudios académicos, el buen
prestigio familiar, la posición económica, etc., etc., pero a pesar de todas esas convicciones,
en el fondo somos espantosamente débiles; y lo peor de todo esto, es que ignoramos el
secreto de todas nuestras tragedias. En verdad, lo que nos debe interesar es el modo de ser
de cada uno de nosotros: ¿Somos borrachos? ¿Somos abstemios? ¿Somos honrados?
¿Somos sinvergüenzas? Bueno, de todo hay en la vida, porque existen distintos Niveles del
Ser.
El Nivel del Ser, o sea, lo que internamente somos, es lo que debe interesarnos, porque si somos espléndidos o
mezquinos, generosos o tacaños, violentos o apacibles, castos o lujuriosos, etc., eso, que es interno, psicológico, es
lo que atrae las diversas circunstancias de nuestra vida. Si somos lujuriosos, por ejemplo, atraeremos escenas,
dramas, tragedias de lascivia en la que nos veremos involucrados. Si somos personas borrachas, atraeremos a los
borrachos y nos veremos metidos siempre en bares y cantinas, etc. Y mientras nuestro Nivel de Ser no cambie
radicalmente, la repetición de todas nuestras miserias, escenas, desgracias e infortunios, proseguirá; y continuará
sencillamente porque todas las cosas, todas las circunstancias, que se suceden fuera de nosotros, en el escenario de
este mundo, son exclusivamente el reflejo de lo que interiormente llevamos. Sin embargo, queremos cambiar,
cargamos muchas amarguras, estamos cansados de sufrir, y tenemos ganas de “voltear la página de nuestra
historia”, pero, ¿sabemos cómo? ¿Conocemos el procedimiento? ¿O estamos metidos en un callejón sin salida?
¡Pobre de nosotros! Siempre vivimos repitiendo todas las cosas de nuestra vida, decimos, hacemos y
lamentamos las mismas cosas; y esta repetición aburridora de dramas, comedias y tragedias, continuará mientras
carguemos en nuestro interior el mismo Nivel de Ser. El filósofo alemán, Kant, aseveró solemnemente que “Lo
Exterior es el reflejo de lo Interior”. Si Interiormente cambiamos y ese cambio es radical, entonces lo Exterior, las
circunstancias, las escenas de la vida, cambian también. Por ejemplo, si somos personas que diariamente peleamos
con nuestros semejantes en la casa, en el trabajo, en el barrio; si nos emborrachamos, si vivimos en un ámbito
dentro del cual en vez de amor reina el odio, etc., etc., entonces esto quiere decir que nuestro Nivel de Ser es muy
bajo, y se está reflejando en lo Exterior de nuestra vida muy desdichada y perversa.
¿Queremos cambiar esa vida miserable, desgraciada, perversa? Pues debemos eliminar de nuestro Interior el
odio, la ira, la lujuria, la embriaguez, la maledicencia, la crueldad, el egoísmo, la calumnia, la envidia, el amor
propio, el orgullo, etc., etc. Disolviendo esos elementos que en nuestro Interior cargamos, entonces atraeríamos a
otras personas, nos asociaríamos por simple Ley de Afinidades psicológicas con gentes más refinadas, más
espirituales; y esas nuevas relaciones serían definitivas para un cambio económico y social.
Este sería el sistema que nos permitiría abandonar la “cloaca” psicológica inmunda en que nos encontramos, y
así lograríamos un Cambio Radical de nuestra existencia. Ya no volveríamos a repetir los mismos errores, porque
ya hemos comprendido que un Cambio Radical sólo es posible transformando nuestro Nivel de Ser. ¿Cuál es su
Nivel de Ser? ¿Usted ha reflexionado alguna vez sobre eso? No es posible que usted pase a otro Nivel de Ser si
ignora el estado en que se encuentra.
Desafortunadamente, y ésto es la mayor desgracia de cada uno de nosotros, no sólo no sabemos quiénes
somos, de dónde venimos, para dónde vamos, para qué vivimos, por qué vivimos, sino además, NI SIQUIERA
SABEMOS QUE NO SABEMOS...

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