Dios Quiere Tu Paz, Tu Sanidad, Tu Restauración Completa

Transcripción

Dios Quiere Tu Paz, Tu Sanidad, Tu Restauración Completa
Dios Quiere Tu Paz, Tu Sanidad, Tu Restauración Completa
“Pero Sion dijo: Me dejó Jehová, y el Señor se olvidó de mí. ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para
dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en
las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros.” (Isaías 49:14-16)
Hoy en nuestros días, es más evidente, la necesidad de revisitar el pasado, Pastores y lideres se encuentran con
sus congregaciones mostrando un estancamiento espiritual que no pueden superar, Y la pregunta surge, ¿Cuál es
la causa por la cual no madura espiritualmente? ¿Por qué no avanzan en su meta de ser como Jesús? Y esto no
solo son evidentes en las iglesias, sino que muestran que sus hogares lo han estado sufriendo por años, hasta que
llega a su punto de Explosión. Matrimonios rotos, relaciones entre padres e hijos, casi podría decir,
irremediables.
En el camino que hemos emprendido, nos daremos cuenta que Dios quiere que tu sanes de todas las heridas
causadas en tu vida; hay heridas que fueron o son consecuencias de tus decisiones lejos de Dios, pero las que yo
me refiero, son las que fueron causadas en contra de ti por alguien que quizás tu tenías bastante aprecio, o
quizás no conocías; lo que sí es real, es que hay una jerarquía u orden de culpabilidad que otorgamos como
efecto post-traumático; esta culpabilidad mayor se la otorgamos a nuestros padres, por abandonarnos, ya sea
abandono temporal, por causa de trabajo, hacer un mandado a pagar viles, etc. O el abandono traumático
permanente cuando uno o los dos padres abandonan a sus hijos en adopción, en el basurero, etc. De cualquiera
que haya sido, el sentimiento de abandono siembra una semilla de resentimiento, temor, inseguridad, baja autoestima que vienen a ser murallas y piedras de tropiezo para cualquier persona en su vida, y que aun cuando
llegan al conocimiento de Jesús y lo aceptan como su salvador personal, les cuesta delegar esa área de su vida,
por el temor a ser defraudados, por lo tanto no crecen y si crecen, son baby-steps sobre una máquina de caminar
de ejercicios, caminando en el mismo lugar sin avanzar, es por eso que vemos muchos cristianos de 10-40 años
en el evangelio y todavía con el mismo dolor que los detiene en su caminar con Cristo; y decimos como el
versículo 14 de Isaías 49: “Me dejó Jehová, y el Señor se olvidó de mí” porque decimos, si mi padre o mi madre
no me hubieran abandonado, la violación, el abuso, los maltratos, etc. No Hubieran ocurrido. Yo no descarto la
posibilidad que tal vez así fuera (siendo yo un testimonio de superación de esto mismo), pera también con los
tiempos que estamos viviendo, nada nos aseguran, que así hubiera sido.
Pero lo hermoso es que la palabra de Dios, tiene siempre la respuesta; si usted y yo somos honestos, usted
estaría de acuerdo, lo que el versículo 15 dice: “¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de
compadecerse del hijo de su vientre?” El Señor nos da a entender, que generalmente, es casi imposible que una
madre se olvide de su bebe que ha dado a luz, y yo creo que todos estaríamos de acuerdo en esta declaración;
pero he aquí la declaración de Dios, palabra que tú puedes llevar a tu corazón, “Aunque olvide ella, yo nunca
me olvidaré de ti” Jehová,nuestro Dios, nunca se ha olvidado de ti, tu y yo somos el resultado de los actos y
decisiones de nuestros padres, y por ellos, Dios tratará con ellos en su debido tiempo; lo que sí es seguro, es que
cuando nadie me estimaba a mí, ni vio ningún valor en mí, Dios si me valoró tanto, que pagó el precio, me
escogió de entre tantos, pregunto cuanto valía, y con la sangre de su hijo Jesucristo, me redimió; Jehová tu Dios,
No se Olvidó de Ti ni de MI. La confirmación la podemos encontrar en el Salmos 27:10 “Aunque mi padre y
mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá” y yo creo que ya Jehová, nuestro Dios, lo ha hecho, ya
que el dice en el verso 16 “He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están
siempre tus muros” tu y yo estamos en los pensamientos de nuestro Dios, Salmos 40:17 dice: “Aunque afligido
yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes” esta es la
declaración de confianza de David; David tuvo que superar muchos pensamientos negativos hacia los que
buscaban su mal, su suegro el rey de Israel, el rechazo y desprecio de su esposa cuando regresaba de matar a
Goliat, sus hijos, los filisteos, etc. Pero David confiaba y con seguridad le decía: “Dios mío, no te tardes” La
promesa de nuestro Dios es que nunca nos dejará solos; la misma promesa que le dio a Josué en el capítulo 1,
son nuestras también, Ya nosotros somos victoriosos porque más grande es el que está en nosotros que el que
está en el mundo; Pablo se los recuerda a los filipenses en el capítulo 4:13 “Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece.” Yo empecé diciendo que hay una gran necesidad de revisitar el pasado porque muchos cristianos y
líderes todavía lo visitan con dolor y angustia, enojo y coraje, cuando la única razón para revisitar el pasado,
seria para dar gracias a Dios de donde mesacó, me rescató y cuantas victorias he obtenido hasta este momento,
y también para testificarles a otros que están pasando por lo mismo que tú y yo hemos pasado, que si es posible
salir de ese estancamiento espiritual, cuando actuamos de la misma manera que Dios actuó conmigo y contigo.
No adoptes la actitud de Jonás, Jonás odiaba a los de Nínive, por lo que le habían hecho al pueblo de Israel, por
lógica, merecían que Dios los destruyera, pero la justicia de Dios, les quiere dar la opción de decidir en
acercarse o rechazarle a él; Jonás sabía que si el pueblo se humillaba, Dios iba a tener misericordia de Nínive,
por eso optó en viajar en dirección opuesta al mandato de Dios; al igual, todos los que te hicieron daño, si
merecen que Dios los castigue, que se pudran en el infierno, pero ¿sabes qué? Ese juicio le pertenece a nuestro
Dios, a nosotros nos ha dado el ministerio de la reconciliación, el ministerio de amar a nuestro prójimo, el
ministerio de amar a nuestros enemigos, el ministerio del perdón; tu seguirás sufriendo el pasado si no has
hecho paz con los que en tu pasado te lastimaron, no hay necesidad que ellos estén presentes para que tú los
perdones, simplemente hazlo, y si hubiera necesidad, Dios se encargara de traerlos delante de ti para traer
sanidad a ti y a ellos, recuerda a José y sus hermanos en el libro de Génesis.
Dios quiere tu paz, tu sanidad, tu restauración completa. Qué triste será que tu revisites tu pasado en el infierno
y te encuentres con aquellos, que tu no quisisteis perdonar, por la eternidad; y aún más triste será que tú te
encuentres en el infierno y aquellos que trataron de buscar la paz contigo, estén en el cielo porque tuvieron un
encuentro con Dios y Dios los perdonó… Esto es drástico para pensar, pero no crees que es mejor la eternidad
en el cielo en paz…
¿Qué te llama el Señor a hacer en este momento?
¡¡¡Simplemente, Hazlo, pero hazlo Ya!!!

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