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Transcripción

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“Te explicaré por qué estas aquí, estas porque sabes algo aunque lo que sabes no lo
puedes explicar, pero lo percibes. Ha sido así durante toda tu vida, algo no funciona
en el mundo, no sabes lo que es pero ahí esta, como una astilla clavada en tu mente y
te esta enloqueciendo. Esa sensación te ha traído hacia mi”.
Morfeo a Neo, en Matrix.
Título: Seducción y Superación
Autor: © David del Bass
www.seduccionysuperacion.com
Diseño de portada: Fran Peréz (digitalfran.com)
SEDUCCIÓN Y SUPERACION
David del Bass
La historia de Seducción y Superación
¿Quién hace esto?
Hola. Me llamo David y soy la persona que escribe estas lineas.
Pero si quieres saber quién soy realmente debo contarte la historia
desde el principio.
Mi Historia. Punto 1.
Mi nombre es David del Bass, y hasta hace 6 años mi vida había
sido bastante normal, nací en Madrid en el 84, estudié una
Diplomatura de Magisterio y encontré un trabajo.
Mira este vídeo: www.seduccionelite.com/?vtid=video2
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David del Bass
Todo normal pero con un gran problema, mi relación con las
mujeres era casi nula.
Me sentía muy inseguro cuando quería acercarme a una chica
que me gustaba, me ponía muy nervioso y necesitaba beber alcohol
para perder el miedo, y cuando finalmente conseguía hablar con
alguna chica, siempre terminaba rechazándome.
En el año 2007 así era yo, no tenia estilo para vestir, como puedes ver por
mi camisa a cuadros debajo del jersey de lana que me regaló mi madre,
copa de whisky con RedBull para ver si perdía el miedo y me acercaba a
alguna chica…
Y a pesar de irme bien en el resto de facetas de mi vida, el no
ser capaz de ligar con ninguna mujer que me gustara me llevó a una
profunda depresión, quedándome encerrado en casa con miedo a
relacionarme con mujeres y a salir a la calle.
Me iba quedando cada vez más solo mientras no entendida por
qué otros sí ligaban y yo no. Pero a finales de 2007 mi vida dio un
giro de 180 grados. Gracias a un amigo descubrí que la seducción se
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David del Bass
podía estudiar y que realmente era posible aprender a ligar (sin
importar el físico).
Y después de años de estudio, y muchas horas de práctica y
constancia, puedo decir que he conseguido el control de mi vida
sentimental y sexual, y actualmente ser una persona muy feliz.
En Noviembre de 2012, creo que sobran las palabras…recuerda, tú eres el
propio conductor de tu felicidad, si quieres, es verdad, si no quieres,
también es verdad.
Pero no solo eso, también he dedicado los últimos años de mi
vida a ayudar a otros hombres a aumentar su éxito con las mujeres
enseñándoles todo lo que he aprendido, soy fundador del proyecto
Seducción y Superación, autor del libro Secretos de un seductor y
coautor del libro Seducción Élite junto a mis compañeros Alejandro
Gálvez y Nuria Martín.
Me encanta ayudar a otros hombres a convertirse en
seductores capaces de ligarse a cualquier chica que les atraiga,
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David del Bass
ahora sé que he nacido para esto. Así que mi objetivo es muy
simple, quiero ayudarte.
Quiero ayudarte a mejorar tu calidad de vida y tu relación con
las mujeres, y quiero que cuando ocurra me lo cuentes. ¿Lo harás?
Seducción y Superación. Punto 2.
Seducción y Superación nunca fue un trabajo para mí. Empecé
la web a finales de 2007 porque cuando descubrí la seducción,
intenté a toda costa mantenerlo en secreto porque me daba
vergüenza que alguien de mi familia, mis padres o algún amigo
descubriese que en realidad no tenía éxito con las mujeres.
Eran tantas las emociones que sentía y las cosas que me
estaban sucediendo que tuve la necesidad de compartirlo aunque
fuese de forma anónima, y la red me ofrecía un lugar idóneo para
hacerlo.
En unos meses Seducción y Superación se hizo muy popular,
visitado por hombres que como yo querían mejorar su relación con
las mujeres y encontraban en mis artículos una motivación para no
tirar la toalla y seguir aprendiendo y mejorando.
Seducción y Superación no es más que eso, es un blog personal,
en el que publico lo que más me gusta para que lo vean la gente que
me sigue y me apoya, a quien considero mis amigos. Claro que los
amigos que vienen ahora a ver lo que publico son muchos mas que
cuando empecé en 2007.
Cuando empecé con Seducción y Superación jamás imagine
que estaba creando algo que me seria muy útil hoy. Cualquiera
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David del Bass
hubiese dicho que Seducción y Superación es un éxito porque todo
el mundo conoce la web o por la gente a la que ha ayudado.
Pero para mí el mayor éxito de Seducción y Superación es que
me ha creado un nombre en Internet un nombre que me ha servido
para crear otros proyectos, pero sobre todo me ha sido muy útil
para llevar a buen termino lo que voy a contar a continuación.
SEDUCCIÓN ÉLITE. 1 + 2.
Siempre quise escribir un libro del que sentirme orgulloso, de
hecho con el paso del tiempo Seducción Élite se convirtió en eso, un
sueño cumplido de un proyecto que fue tomando forma con
identidad propia y su propio público.
Era muy difícil plasmar la visión que tenemos sobre la
seducción, intentando no reinventar la rueda, sino hacer
comprensible lo que ya existía y habíamos aprendido años atrás, a
todos aquellos hombres que estaban estancados en su evolución a
pesar de leer libros, foros, webs y salir a practicar.
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David del Bass
Los borradores escritos a mano mientras dábamos forma a Seducción Élite
a mediados del 2011
Finalmente, después de un año de trabajo, en Marzo de 2012
Seducción Élite vio la luz.
La publicación de Seducción Élite es el punto en que se funden
mi propia Historia y La Historia de Seducción y Superación en una
tercera historia, la historia de Seducción Élite.
En los primeros meses de vida, más de 500 lectores de la web
se descargaron Seducción Élite, dando inicio a lo que hemos llamado
la Experiencia Seducción Élite, donde los propios lectores son
además coautores de la obra compartiendo con nosotros sus
impresiones y sugerencias que han hecho que el libro haya pasado
por varias actualizaciones y de las 230 páginas que contaba cuando
se publicó actualmente tiene 281.
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David del Bass
Sin Seducción y Superación todo esto jamás hubiese sido
posible. Por eso quiero regalarte el capitulo de Seducción Élite
“Cómo descartan las mujeres a los hombres que no son los
adecuados” para que puedas aprender en solo un par de minutos
algo que el 90% de hombres que conoces no saben, puedes
descargarlo aquí.
Lo que me propongo con Seducción y Superación está muy
relacionado con el punto numero 1 de esta historia, ayudar a otros
hombres a aumentar su éxito con las mujeres y ser felices, además
de conocer de primera mano el camino y las experiencias que me
han llevado hasta aquí.
¿Cómo encontrarme en Internet?
Uso mucho twitter así que puedes seguirme allí. Mi cuenta de
usuario es facil de adivinar: @daviddelbass
También tengo una cuenta en Facebook que puedes seguir y
suelo subir vídeos en el canal de Youtube
Con esto me despido de momento y te dejo con la lectura de
Seducción y Superación, ponte cómodo y disfruta, ¡un fuerte
abrazo!
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David del Bass
Recordando el pasado diez años atrás
En 2001, tenia 17 años, todavía era virgen, pero ya empezaba a
mostrar cada vez más ansiedad hacia el sexo femenino.
Se me hacia realmente difícil visualizarme haciéndolo con una
mujer como había visto a escondidas en vídeos y películas para
adultos, viendo como actores como Nacho Vidal bombeaban con
sus descomunales miembros a muñequitas suecas.
Había dejado aparcados hacia muy poco todos mis juguetes
infantiles, sin apenas experiencia con las mujeres, algún que otro
beso a escondidas con la que le apetecía experimentar, pero
realmente poco más, mientras que otros amigos ya les metían mano
si ellas se dejaban, o al menos eso era lo que contaban…
Para mi meterle mano a una chica era algo inconcebible en
aquella época, tengo que reconocer que firmaba el simple beso, con
eso ya me sentía afortunado, así de pobre era mi relación con las
mujeres, una situación que era compartida en silencio por la
inmensa mayoría de chicos de esa edad, con los que compartía
confidencias a escondidas.
Tendrían que pasar 6 años de mi vida, casi 2200 días ni más ni
menos, para descubrir que esa precaria situación era un círculo
vicioso que iba a seguir cumpliéndose, generación tras generación,
donde existirían muchos hombres frustrados y solo unos pocos
afortunados.
Me costaba horrores recordar la última vez que me había
besado con una chica. ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Meses
quizás? Lo reconozco, demasiado tiempo sin besar a una chica. La
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David del Bass
última vez fue a finales de verano, durante una noche de borrachera
con los amigos.
Acababa de cumplir los diecisiete, recuerdo que era un mes de
Septiembre especialmente frío.
Recién llegado a Madrid de un verano aburridísimo, de
vacaciones con mis padres en las playas de Málaga en la última
quincena de Agosto, donde abundaban las morenazas de piel
tostada al sol, de las que solamente podía conformarme con mirar y
fantasear.
Estábamos haciendo botellón en una zona resguardada por
árboles en el descampado que había al lado de mi casa, ya que
nadie propuso un plan mejor que hacer para esa noche, nos
conformábamos con hacer lo que llevábamos haciendo
habitualmente, beber para intentar divertirnos.
A medida que bajaba el volumen de alcohol en nuestros vasos,
la temperatura corporal aumentaba y comenzaban las típicas risitas
de los que no están acostumbrados todavía a beber.
Nos habíamos tomado un par de minis de vino con, era un poco
patético porque no teníamos suficiente dinero para comprar
botellas más caras, nos tocaba apañarnos con el vino barato del Tío
de la bota y la imitación asquerosa de Coca-Cola que vendían en el
centro comercial del barrio.
Los nervios estaban a flor de piel, y se podía cortar la tensión
con cuchillo, y el motivo era porque Carlos había invitado a unas
amigas del colegio para que bebiésemos con ellas.
Yo no las conocía en persona, y ellas tampoco se mostraron
demasiado interesadas en conocerme, lo que nos dejo en un quid
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David del Bass
pro quo muy habitual, en la que sería mi tortuosa relación con las
mujeres durante los años siguientes.
No me quedaba otra opción que intentar endulzar la noche con
un poco de la repugnante bebida que sabía a rayos, un panorama
muy poco alentador.
Sin que nadie pronunciase palabra comenzó el silencioso ritual
que precede a una interacción más intima entre un hombre y una
mujer, donde nos íbamos separando sin darnos cuenta, por un lado
el grupo de chicos, y por el otro, el de las chicas, dejando bien clara
nuestras posiciones sexuales como dos ejércitos enemigos que se
plantan frente a frente antes de una batalla, para comprobar quien
es más fuerte, si ellas o nosotros.
En ese momento aquello me parecía lo más normal del mundo,
me habían inculcado desde pequeño la creencia de “los chicos
tenían que estar con los chicos y las chicas con las chicas” y al que
siempre se juntaba con las chicas en los recreos y en los tiempos
libres entre clases, todos le tachábamos de mariquita y nenaza.
Aunque la dura realidad de mi adolescencia me demostró años
después lo inteligente que había sido ese chico, que desde pequeño
iba empapándose de los gustos, los intereses y se acostumbraba a la
compañía de las mujeres.
Pasaron un par de horas y el alcohol empezó a hacer mella,
nosotros estábamos un poco crecidos, haciéndonos los importantes
para intentar impresionarlas, riendo en voz alta y acercándonos más
a ellas, parecía más un documental del National Geographic que un
grupo de adolescentes ligando.
Hacíamos comentarios que en ese momento nos parecían
graciosos y ellas se mostraban cada vez más receptivas, riéndose de
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David del Bass
nuestras bromas, hasta que poco a poco nos juntamos para formar
un grupo mixto.
Se acercaba el momento critico, ese punto de inflexión que
sabes que esta apunto de llegar, que se escapa a tu control, que te
hace ponerte nervioso sin motivo y tener un fuerte cosquilleo en la
boca del estomago.
Era lo que nosotros llamábamos el momento del reparto, en el
que solo algunos chicos del grupo se iban a dar una vuelta con una
chica, mientras que el resto se quedan mirando sin saber muy bien
que es lo que había que hacer para ser uno de los afortunados en
irse a “dar una vuelta” entre los arboles.
No entendía como funcionaba este proceso de selección de tú
SÍ, tú No, en el que había participado pasivamente en varias
ocasiones, pero mi gran error es que nunca le di mayor importancia,
ya que creía que las cosas pasaban porque sí, sin mayor explicación.
Varios amigos empezaron a tontear con una de las chicas que
más me gustaba, no recuerdo su nombre, pero sí recuerdo su pelo
rubio y sus ojazos verdes, eran parecidos a los míos, creo que
alguien lo comento en voz alta en algún momento de la noche, y no
pude dejar de desear irme con ella a dar esa vuelta, aunque solo
fuese para darnos un par de besos y probar a meterle mano, por si
era de las que se dejaba. Pero para mi desgracia, no fue así, ella se
fue con Carlos, y su amiga se fue con Fran.
Allí nos quedamos los demás con la cabeza gacha y en silencio,
como perros abandonados por unos dueños que ya no tienen
tiempo para cuidarlos, Rafa y yo, junto a tres chicas, las menos
agraciadas del grupo, por supuesto.
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David del Bass
El reparto había sido hecho y yo me había quedado de nuevo
fuera, éramos los descartes, los suplentes a los que les toca ver el
partido chupando banquillo.
La incomodidad del momento me hacia sentir en la obligación
de hacer algo, y como con el puntillo del alcohol me sentía algo
envalentonado, trate de probar suerte con las amigas, el premio de
consolación...
Intente ligar con la que menos me desagradaba de las tres,
todavía con el sabor amargo en la boca de haber visto como la chica
que me fascinaba se había ido agarrada de la mano de mi amigo
Carlos, me sentía frustrado y enfadado conmigo mismo, teniendo la
sensación de que algo evidente para él y no para mi se me escapará,
pero no era capaz de dar con el qué.
Con voz medio temblorosa y trabada por los efectos del
alcohol, le pregunte a una de ellas si quería dar una vuelta conmigo.
––No, no me apetece, gracias. –– Su respuesta fue como una
bofetada en la cara, sentí como me ponía rojo mientras que las
otras dos amigas aguantaron la risa a duras penas, y mi amigo Rafa
me miraba levantando los hombros con cara de “que se le va a
hacer tío, así es la vida…”.
El puntillo guay que llevaba se me pasó casi de golpe en ese
momento, y de estar contentillo comencé a sentirme mal, no tanto
por el dolor de tripa, sino más bien por las calabazas publicas que
me acababan de regalar, desde mi punto de vista, injustamente.
Me pareció que era el momento adecuado de retirarse dando
un paseo hasta casa, allí ya estaba todo perdido, una nueva derrota
que se sumaba al casillero de todas las anteriores, de las cuales no
aprendía nada en absoluto, tan solo podía culparme a mi mismo.
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David del Bass
Intente no darle más vueltas, era otro palo más, ¿qué más
daba? si ya era algo habitual. Me despedí de ellas y de Rafa, la
noche había terminado para mí, pero mi sorpresa fue mayúscula
cuando vi que la chica se acercaba a mi altura corriendo.
––Oye, espera un momento, no te enfades conmigo, ¿vale? ––
dijo con cara de “es lo que hay…pero lo siento”.
––Tranquila, no te preocupes, da igual, no pasa nada… ––
Intente sonreír para demostrarle que no estaba tan jodido como
realmente me sentía. Solo me salió una medio sonrisa forzada, pero
que pareció ser suficiente para que se diese por satisfecha.
––La verdad es que creo que eres un chico muy simpático,
bueno… descansa, ¡adiós! ––Y en ese momento hizo algo que me
dejo impactado, se acerco y me dio un pico en los labios que me
dejo atónito, no supe como reaccionar, simplemente no hice nada,
me quede ahí parado con la boca abierta, mientras ella volvía de
corriendo con sus amigas.
Llegue a mi casa más rayado de lo que me hubiese gustado,
dándole vueltas a la cabeza, y sin entender nada de lo que había
sucedido, la cabeza me daba vueltas y el sueño me estaba ganando
la batalla, era hora de dormir y no de darle más importancia a lo
sucedido, mañana sería otro día…
Un mes antes de conocer la seducción
En Agosto de 2007 tenia 22 años, habían pasado casi 6 desde
aquella noche, por suerte para mi pude perder la virginidad con una
novia que tuve, y aunque a veces las cosas salían bien y otras mal,
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David del Bass
me había acostumbrado a que esa era mi relación con las mujeres,
basada en pura suerte, esperando con ansia que tocase de nuevo la
campana que llevase a alguna despistada a mis brazos.
Por esas fechas mi mayor fuente de citas provenía
principalmente de Internet, de páginas web que estaban de moda
como era Sexyono, Hi5, GenteYa, en la época en la que todavía las
redes sociales como Twitter y Facebook eran ciencia ficción.
Lo de ligar con chicas en las discotecas y enrollarme con ellas
solía ser “Misión Imposible”, a no ser que tuviese la ayuda de mi
aliado el alcohol, apoderándose de mi y haciendo desaparecer
cualquier rastro de vergüenza, permitiéndome acercarme a
cualquier chica.
Había estado echándole horas y horas al Sexyono, pinchando
en “SÍ” a todas las fotos de chicas que me atraían, que eran la
mayoría porque con 22 años y mi escaso curriculum sentimental el
listón que me ponía era bastante bajo, esperando que alguna
pinchase también al “SÍ” cuando viese mi foto para poder tener la
opción de comunicarme con ella y mandarle un mensaje privado, y
quien sabe, si había suerte quizás quedar…
Una de esas chicas había pulsado al “SÍ”, tenía el pelo castaño
claro, con mechas rubias, y ojos azul verdoso impresionantes, los
más bonitos que había visto en mi vida.
Me quede hipnotizado al momento, y sin perder un segundo le
envié un mensaje, donde la piropeaba esos preciosos ojazos y la
invitaba a conocerme.
Por suerte, ella también se sintió atraída por mi foto, y me
escribió su Messenger para que la agregase y poder chatear online.
La agregué al momento y pasamos media tarde hablando sobre de
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David del Bass
un montón de cosas, nos intercambiamos fotos, y conseguimos
conectar bastante bien.
Ella se llamaba Celia, tenia 20 años y vivía en Ciempozuelos, un
pueblo al sur de Madrid, que debía de estar lejísimos de donde yo
vivía porque no lo había oído en mi vida hasta ese momento. Me
despedí con la intención de seguir conociéndonos más, y quedar
algún día para hacer algún plan juntos.
Lo que mejor me funcionaba era llevar a las chicas al cine, no se
me ocurría otro plan mejor o más ocurrente, donde intentaba
besarlas aprovechando la oscuridad de la sala, a veces me salía bien
la jugada y otras no tanto, pero en esos años era lo que había…
Era sábado por la noche y había quedado con Jorge, mi
compañero con el que entrenaba capoeira, y con Pinchi y David, sus
amigos de toda la vida que conocía desde el colegio, con los que
llevaba yo, a través de Jorge llevaba saliendo de fiesta desde hacia
un tiempo.
Esa noche íbamos a salir por Moncloa, una zona que nos
gustaba bastante y que se había convertido en nuestro objetivo
para ligar con chicas, o al menos intentarlo.
A las 11:30 de la noche ya estábamos haciendo botellón al lado
del Intercambiador de Moncloa (ya era como un ritual cada vez que
salías a ligar, tener que emborracharse para perder el miedo y la
vergüenza) en el mítico Parque del Oeste.
No éramos los únicos, estaba lleno a reventar de grupos de tíos
haciendo lo mismo que nosotros, trabajándose el hígado para
socializar.
Yo me tome un par de cubatas de Ron con Coca-Cola, y cuando
los cuatro empezamos a estar contentillos con los ojos vidriosos y la
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David del Bass
sonrisa tonta nos dirigimos al Montana, un garito de mala muerte
con poca iluminación y siempre medio vacio donde nos tomábamos
un chupito “corrida de dragón”, a modo de tradición para terminar
de coger la borrachera, antes de entrar en la Inn, una de las
discotecas de moda a la que íbamos mucho y donde iban todas las
chicas de la zona.
Mientras esperábamos el chupito, me fije en dos chicas que
estaban a nuestro lado, una de ellas me sonaba muchísimo, como si
ya la hubiese visto antes, pero no tenia muy claro de que podía ser,
quizás me estaba confundiendo, la verdad es que no iba ni mucho
menos en condiciones para reconocer a nadie.
Ellas tampoco paraban de mirarme y cuchichear, y al acercarme
más no pude creerme lo que veían mis ojos ¡¡pero si era Celia, la
chica del Sexyono!!. Efectivamente era ella, que había salido de
fiesta con una amiga por Moncloa.
Me dio un subidón tremendo al verla allí, me alegre muchísimo
porque para nada me lo esperaba, era una coincidencia brutal, nos
dimos un abrazo felices de habernos encontrado.
Les presente a mis amigos, y Celia y yo comenzamos a bailar
agarrándola de la cintura, me di cuenta de que me gustaba esa
chica, y sentía que a ella también le pasaba lo mismo conmigo,
había química entre nosotros, incluso nos dimos varios abrazos muy
cariñosos como si de una parejita de recién enamorados se tratase.
Mis amigos no parecían muy interesados en ellas y se fueron a
hablar con un grupo de tres chicas que había junto a la barra, las
tres morenas, delgaditas, estilo poquerillas con pendientes de oro y
la ralla del ojo a lo faraonas, pero que no estaban nada mal. Jorge
me hizo un gesto con el brazo para que me acercase, me las querían
presentar.
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David del Bass
Le dije a Celia que volvía en un momento, que me esperase,
pero ese momento se convirtió en algo más… una de las chicas
empezó a mostrar interés por mi de forma exagerada, al parecer le
había gustado físicamente de entrada (o quizás la preselección de
haberme visto tan acaramelado con Celia, quien sabe) empezamos a
bailar juntos.
La chica estaba bastante bien para lo que yo estaba
acostumbrado a ligarme normalmente, era casi tan alta como yo,
con ojos oscuros y grandes, se pegaba mucho a mi cuando
bailábamos, y no dejaba de mirarme a los ojos fijamente con
expresión de “cómeme”.
Lo vi tan claro que no lo dude ni un momento, es de esas
situaciones tan regaladas en las que es imposible fallar, fui directo a
comerle la boca, y por suerte para mí me respondió perfectamente.
Estuvimos un rato enrollándonos, hasta que me dijo que tenía
que marcharse porque sus amigas querían cambiar de local. Nos
dimos los teléfonos y pidió que la llamase otro día, que le gustaría
volver a verme, ¡genial! Que fáciles son a veces las cosas cuando
eres tú el que le gustas a la chica.
Cuando me quise dar cuenta, no veía a Celia y a su amiga por
ningún lado. David me dijo que Celia me había visto enrollándome
con la morena y se habían ido las dos del local con cara de
enfadadas.
¡¡¡VAYA CAGADA!¡¡¡ Había patinado con todo el equipo, y por
culpa del maldito alcohol ni me había acordado que Celia estaba
allí…bueno, al menos me besé con la morena y tenia su teléfono, no
estaba tan mal la cosa, pensé para consolarme a mi mismo.
Por la hora que era ya debían haber abierto la Inn, entramos en
la discoteca, y allí estaban Celia y su amiga, difícil decisión, o me
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David del Bass
acercaba y bajaba la cabeza o me hacia el loco y me iba la otra
punta de la discoteca olvidándome de ella para los restos.
Me sentí mal conmigo mismo por como había actuado y
recordando la química que sentí con Celia decidí que tenía que
intentarlo y arreglar mi error…
Cuando llegue a su altura, la cara de Celia era un poema, estaba
molesta de verdad. Darme cuenta de que me había colado me hizo
sentir mal.
Intente arreglarlo y busqué su boca en varias ocasiones, pero
no había manera, me decía que no, se apartaba haciéndome la
cobra, y me recordaba una y otra vez lo que acababa de hacer, pero
a pesar de todo no me daba por vencido ni tiraba la toalla, esa chica
me gustaba, y sentía dentro de mi que yo también a ella, sino fuese
así no le habría molestado tanto lo que acababa de pasar con la
morena del Montana.
La historia es que ella en realidad no me rechazaba totalmente,
parecía que disfrutaba puteándome, se dejaba querer pero no me
dejaba besarla, estaba como “castigado”.
Reconozco que lo di todo aquella noche, jamás me había
esforzado tanto por ligarme a una chica, la abrazaba, bailamos, nos
cogíamos de la mano como si estuviésemos juntos, pero cada vez
que intentaba besarla ella siempre apartaba la cara en el último
momento, era un hueso duro de roer.
Incluso mi amigo Pinchi, se estaba enrollando con su amiga
delante de nosotros, aunque los dos iban bastante perjudicados por
el alcohol, todo hay que decirlo.
Cuando estaban apunto de cerrar la discoteca y yo ya no podía
más, parece que Celia se dio cuenta de todo el esfuerzo que estaba
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David del Bass
haciendo por redimirme y agradarla, reconociendo que me había
equivocado, y me permitió por fin que la besarla, fue un beso de
unos pocos segundos, un pequeño morreo, pero había sido algo, me
supo a gloria.
A los pocos días quedamos para comer por Madrid centro,
estuvimos mirando tiendas de ropa y zapatos cogidos de la mano,
ya en otro royo, mucho mas a gusto, enrollándonos tranquilamente.
Terminamos dando un paseo por el Palacio de Oriente, yo
estaba encantado, como en una nube, me gustaba y me apetecía
verla más días, y quien sabe, quizás nos acostásemos si la cosa iba
bien.
Pero la verdad es que no pudo ser y la historia no acabo con
final feliz, porque cuando otro día le propuse quedar de nuevo, ella
me dijo que prefería que no nos viésemos más, porque al parecer
estábamos yendo demasiado deprisa y ella se estaba agobiando un
poco con la situación que, no quería compromisos…
El comienzo del cambio; de perdedor a
seductor
Tan solo un mes después de aquella noche con Celia en
Moncloa, a finales de Septiembre de 2007, con 23 años recién
cumplidos salía de casa como otro día cualquiera, de una rutinaria y
monótona existencia, en la que casi nada se salía ligeramente de lo
habitual y donde no había espacio para las sorpresas, era como si mi
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David del Bass
vida hasta ese momento y hasta el resto de mis días, ya hubiese sido
planeada sin contar con mi opinión.
Era uno de estos días en los que no esperas encontrarte nada
nuevo. Pero a veces, hay situaciones que suceden en nuestra vida,
ajenas a nuestro control, donde una decisión puede marcar la
diferencia, quizás sea el destino o el azar, de estar en el sitio
adecuado en el momento adecuado.
Ese día, a pesar de no ser consciente de ello hasta unos años
después, fue tan solo el primer paso del cambio que experimentaría
mi vida para siempre…
Así es, “un momento puede cambiarte la vida”, suena
importante, ¿verdad? Pues sí, este fue el día en el que a partir de
entonces ya nada volvería a ser igual para mí, donde sin ser
consciente de ello comencé a caminar y me encontré fuera de esa
cárcel que solo existía en mi cabeza (todas aquellas inseguridades,
los miedos, los traumas, los bloqueos, las malas experiencias, el
bullyng escolar, una baja autoestima, la fobia social, las creencias
limitantes…) en la que había estado encerrado sin ningún motivo en
especial durante la mayor parte de mi vida.
Llame al telefonillo del portal de la casa de Ángel, un amigo del
colegio al que llevaba sin ver algunos años. Como cada uno estaba
estudiando en la Universidad decidimos hacer una quedada para
reencontrarnos y saber que tal nos trataba la vida.
Cuando entre en su casa allí estaban Diego, otro compañero de
clase y Paula, una amiga de ellos con estética punk, tomando unas
cervezas y charlando mientras se fumaban un porro.
––¡Ey mirad chicos un momento!, os voy a enseñar unos vídeos
de un seductor que vais a alucinar, atención ––dijo Ángel mientras
colocaba el portátil encima de la mesa del salón.
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David del Bass
Nos sentamos en el sofá mientras él buscaba unos videos en
Youtube, eran grabaciones de un programa de televisión en el que
se producía un debate entre hombres y mujeres.
Las chicas eran todas realmente atractivas, unos pivonazos, y
en frente, se sentaban un par de hombres, colaboradores supuse,
cuando el presentador se puso en pie y dio paso al entrevistado
diciendo; “(señalando a una de las chicas) tú en principio serías un 9
o un 10 (¿sobre cuanto? pregunto ella), bueno ya te lo pondrá él,
¡Mario Luna!, un fuerte aplauso…”.
Cuando hizo su aparición atrapo mi atención, no supe bien el
por qué, pero estaba claro que era distinto al resto de hombres que
estaban allí sentados, un lenguaje corporal y una confianza que
atraía tanto la atención de los hombres como la de las mujeres.
Paula fue la primera en hacer un comentario al respecto, sobre
la imagen de este chico con un comentario en plan “pues yo me lo
tiraba”.
No perdí detalle del debate tan interesante que se estaba
llevando acabo entre las chicas y él, estas defendiendo su postura e
intentando pillarle en un renuncio, con el presentador Alfonso Arus
haciendo de mediador, rompiendo una lanza a favor de este, y
echándole algunos cables ante los ataques constantes de las chicas
que tenia sentadas en frente a los que respondía con una sonrisa
permanente de oreja a oreja.
––¿Quién es este tío? ––le pregunte a Ángel muy intrigado.
––Se llama Mario Luna, es un maestro de la seducción que vive
en Valencia, ¡ha escrito un libro y todo, para aprender a ligar!.
––¿Enserio? Vaya, se le ve que controla… ––dijo Diego sin dejar
de perder detalle del vídeo.
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David del Bass
Me trague la entrevista entera, y tuve que volver a verla varias
veces para dar crédito a lo que veía, el cambio de actitud de las
chicas hacia el tal Mario Luna fue brutal.
Al principio estaban totalmente a la defensiva, atacándole en
todo momento intentando echar por tierra sus argumentos, y me
llamo especialmente la atención su forma de comportarse frente a
ellas, en vez de caer al trapo y justificarse, se mostraba sonriente,
como si no le afectase, no las interrumpía en ningún momento, las
dejaba terminar antes hablar él a pesar de que ellas si le cortaban, y
no las contradecía, sino que exponía su teoría, sin esperar su
aprobación.
Mi sorpresa fue mayúscula cuando poco a poco ellas fueron
cambiando su actitud y empezaron a darle la razón a Mario, no
entendí muy bien que era lo que estaba sucediendo, pero una parte
dentro de mi cabeza me dijo que había algo que se me escapaba y
que era muy importante descubrir el qué, lo que realmente
marcaría la diferencia entre ser un seductor o no serlo.
––Mario ¿es cierto que todos los hombres pueden llegar a ser
seductores? ––le preguntaba en ese momento de la entrevista
Alfonso Arus a Mario Luna.
––¡Todos, todos sin excepción! ––afirmaba tajante este.
––Es cuestión de estudiar y proponérselo ¿no es así? ––dijo el
presentador.
––Y de practicar muchísimo… ––puntualizo Mario con una
media sonrisa.
Durante el resto de la entrevista, comentaba que Mario
formaba parte de una extensa Comunidad de seductores, que
habían descubierto las reglas del juego de la seducción
23
David del Bass
decodificando a la mujer, y eso les había permitido aprender a
dominar la seducción.
Estaba completamente atónito, sin dar crédito a lo que
escuchaba. Siempre me había considerado una persona bastante
escéptica frente a lo desconocido, y si después de todos estos años
las cosas habían sido de esta manera, creía que era porque tenían
que ser así, sin mayor discusión, y tan solo me quedaba asumirlo y
aceptarlo.
––Mira tío, este es el libro que ha escrito Mario ––Ángel trajo
un libro de su habitación parecía más a un dossier de 3º de carrera
de ingeniería mecánica que a un manual sobre técnicas de
seducción.
––¡Guau! impresionante… ¿puedo echarle un vistazo? ––Le
pedí.
–– Claro, pero no te lo puedo dejar para que te lo lleves, porque
aún no me lo he terminado, y además creo que deberías tener tu
propio libro, esto es algo muy personal, como la Biblia, cada uno
tiene la suya...
–– No se, es que no veo muy claro esto de necesitar un libro
para aprender a ligar. Si te digo la verdad, a mi tampoco me hace
falta… ––respondí poco convencido mientras ojeaba páginas al azar
bastante contrariado con lo que tenia entre manos.
Y así siguió la tarde y luego la noche, hicimos nuestros planes y lo
pasamos genial los cuatro recordando viejos tiempos y aventuras
pasadas mientras tomábamos algo de fiesta.
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David del Bass
Para no variar, aquella noche tampoco me enrolle con ninguna
chica, pero como ya era lo habitual y Ángel y Diego tampoco
hicieron nada, me alivie con no ser el único perdedor de la noche.
Pero lo cierto es que el tema de la seducción y la dichosa entrevista,
seguía dándome vueltas, y aunque a priori me había parecido una
completa estupidez, no conseguía sacármelo de la cabeza…
No podía ser verdad…
“Seducción… ¿pero que coño? ¿Un libro me va a enseñar a mi
seducción? Que gilipollez…” me decía a mi mismo el hemisferio
derecho de mi cerebro, el que me repetía en voz alta la frase, “pero
si yo ya ligo”… ¿O no?
Me sentía inmerso en un mar de dudas, “¿Pero que me esta
pasando? ¿Por qué no consigo sacarme este tema de la cabeza?”.
No era capaz de dejar de darle vueltas, quizás algo que se había
activado en lo más profundo de mi cabeza, como una alarma que
llevaba toda la vida apagada y que de repente no para de sonar y
sonar, enviándome el mensaje de que algo no anda del todo bien en
mis relaciones con las mujeres, y que por mucho que intentase
hacer como sin nada, algo no funcionaba como debería.
Me vino a la mente el discurso que le da Morfeo a Neo cuando
se encuentran por primera vez.
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David del Bass
“Te explicaré por qué estas aquí, estas porque sabes algo
aunque lo que sabes no lo puedes explicar, pero lo percibes. Ha
sido así durante toda tu vida, algo no funciona en el mundo, no
sabes lo que es pero ahí esta, como una astilla clavada en tu
mente y te esta enloqueciendo. Esa sensación te ha traído hacia
mi”.
Así era como me encontraba en aquel momento, con la
sensación de que se estaba cociendo algo y yo no había sido
invitado a la fiesta. “¿Y si es posible?“, me preguntaba una y otra
vez, “¿y si hay una posibilidad de aprender a ser mejor con las
mujeres?”.
Dios que rayado estaba…si no hacia algo pronto iba a terminar
obsesionándome con el tema, a buena hora había le había dado a
Ángel con enseñarme el maldito video delante de un grupo de tías
buenas que me hubiesen hecho temblar hasta las orejas solo con
pensar en hablar con ellas.
Él aseguraba que cualquier hombre podía convertirse en un
seductor, solamente necesitaba conocer las reglas del juego de la
seducción, y si en realidad no era más que eso, un juego…
¿Qué me impedía jugarlo? Podría ser divertido, llevaba toda mi
vida perdiendo constantemente por no saber como jugar, y
ganando de pascuas a ramos gracias a mi buena amiga, la suerte.
Llego el fin de semana, y como llevaba haciendo desde hace
tiempo, quede con Jorge y compañía para salir de fiesta a probar
suerte por la noche madrileña, convencidos de que este si que iba a
ser el día en el que todos ligaríamos como cosacos.
Estábamos seguros y con la confianza por las nubes, como pasa
siempre cuando sales de fiesta antes de encontrarte con la cruda
realidad.
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David del Bass
Me puse una camiseta, unos vaqueros oscuros y mis zapatillas
deportivas Puma, aunque no era lo más elegante, si que eran lo más
cómodo para salir de fiesta y patear las calles en busca de una
noche inolvidable.
Viendo que el fin de semana anterior habíamos triunfado
decidimos volver a la discoteca Inn de Moncloa, de la que ya
empezábamos a ser unos habituales. Mientras hacíamos cola para
entrar vimos varios grupos de chicas muy guapas que nos llamaron
la atención, imposible contenerse y hacer comentarios.
––¡¡Ey Ey!! ¿Qué pasa chicas? ––nos dimos la vuelta todos a la
vez como una manada de hienas hambrientas que observan a su
presa indefensa antes de hincarle el diente.
Silencio total por su parte fue la respuesta que nos dieron, ni
siquiera se molestaron en darse la vuelta, lo habitual… una vez
dentro fuimos directos a la barra a tomarnos la consumición que
nos daban pagando la entrada, un ron con Coca-Cola, en mi caso.
Me lo ventile de tres tragos, ni saborearlo ni leches, había que
ponerse a tono rapidito para empezar a estar contentillo y así
perder la vergüenza para comenzar la caza de chicas, o al menos
intentarlo.
Iba moviéndome aquí para allá, sin rumbo recorría de arriba
abajo la discoteca dejándome llevar por la intuición y buscando
algún grupos de chicas solas que no estuviesen con chicos.
No me convencía nada de lo que veía o quizás solo eran excusas
que me ponía a mi mismo para no hacer nada, aun no me había
subido el alcohol lo suficiente, todavía me da algo de cosa entrar a
las chicas.
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David del Bass
Voy de nuevo a la barra, de la que no se han movido todavía
mis amigos desde que hemos llegado, a recargar combustible
liquido con hielo en vaso de tubo. Noto como me va subiendo el
alcohol y voy sintiendo un ligero mareo.
Me doy cuenta que fijo sin querer la mirada en la gente más
tiempo del habitual…me animo por fin de una vez a ir a por las
chicas, ¡con un par cojones!, a ver quien es el primero en lanzarse
de nosotros, cagados de miedo.
Agarro a una por detrás que se pone un poco tensa ante mi
inesperada aparición por sorpresa y todo el grupo de amigas me
fulmina con una mirada asesina.
––Chicas…estoy buscando a mis amigos…y creo que me he
perdido, ¿me podéis ayudar?
–– ¡¡NO!! ––responde la que me había gustado, touchè, me da
la impresión de que son algo duras o que no he debido de hacer
algo bien, daba igual, a por otras…
–– Bueno…ehhh ¡gracias de todos modos!, hasta luego chicas –
–Ni se despiden de mi y me voy con el rabo entre las piernas con
mal sabor de boca, “vaya tías más bordes, ¡¡pero si yo he ido de
buenas y en plan majo!!” me digo a mi mismo para intentar
justificarme. Encuentro a mis colegas también dando vueltas por la
discoteca, y para no variar solos.
De momento estamos en empate cero a cero, “por suerte nadie
ha pillado aún” pienso aliviado, no seré yo el que les cuente que me
acaban de mandar a la mierda un grupo de chicas.
Saco la cartera del bolsillo del vaquero y veo que aún me queda
algo de dinero, decido pillarme otra copa gastándome los ahorros
de la semana, a ver si las próximas son más simpáticas.
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David del Bass
Pruebo suerte en varios grupos más y nada, que mierda de
noche, no aguanto ni cinco segundos en los grupos antes de que me
manden a freír espárragos, “¿pero que sucede?” me pregunto cada
vez que me rechazan.
Tampoco quiero darle demasiadas vueltas al asunto, ya estaba
acostumbrado, era lo de siempre…que le íbamos a hacer.
Empiezo a sentir un mareo bastante grande, le digo a mis
colegas que salgo un rato fuera a tomar el aire, a ver si se me pasa
un poco. En la entrada nada más salir me tropiezo y casi me caigo
contra uno de los porteros de la discoteca.
––¡Cuidado chaval! ––El gorila rumano me mira de arriba abajo
con mala cara.
––Perdona tío… me he resbalado… ––Intento que no parezca
que estoy borracho, no lo consigo porque me apesta el aliento a
alcohol y tengo los ojos rojos y llorosos.
––¿Sales o entras? ––me dice en un tono bastante borde. Sin
contestarle me dirijo directamente hacia un par de coches que hay
aparcados en frente, cada vez estoy mas mareado y tengo nauseas,
¡joder no aguanto mas!…me incorporo hacia delante y con una
arcada echo toda la cena mezclada con ron en la acera entre los
coches, una imagen bastante dantesca.
Lo peor no es lo patético de mi situación sino el escuchar las
risitas de las chicas que estaban en la cola que aún esperaban para
entrar.
––Vaya moco lleva el notas este jajaja ––Oigo que dice detrás
de mi un chico a sus amigos entre risas.
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David del Bass
Vergüenza es poco, si tengo que expresar con una palabra lo
que sentí en ese momento, aunque ya se venia repitiendo un fin de
semana si, otro no, dependiendo del alcohol de garrafón que
tuviese el sitio donde salíamos, nunca lo he soportado demasiado
bien, pero era la única forma que tenia de atreverme a lanzarme
con las chicas en las discotecas.
Cuando me sentí un poco mejor, intente entrar de nuevo, pero
el portero me detuvo en la puerta poniéndome la mano en el
pecho.
––No puedes entrar ––Era el mismo con el que casi me había
tropezado antes.
––Oye, que ya estoy bien tío que…
––Lo siento, no entras ¿esta claro?, échate a un lado por favor –
–Me aparta bruscamente de la cola dándome la espalda y ahí me
quede yo, plantado con cara de pringao. Eran las tres de la
madrugada, me quede sentado en la cera esperando y calmando el
mareo.
Mis amigos no salieron hasta que cerraron y echaron a todo el
mundo a la calle, más borrachos que yo y sin haberse ligado
tampoco a ninguna chica, por supuesto.
Nadie parecía haberse dado cuenta de mi ausencia, era habitual
salir con tus amigos de fiesta y una vez dentro cada uno iba por libre
en un sálvese quien pueda.
Ese día no lo olvidaré nunca, dispuse de varias horas para
pensar en muchas cosas, en mi, en la situación que estaba viviendo,
en como era mi vida en ese momento y si podía hacer algo para
mejorarla. En mi cabeza no paraba de dar vueltas una y otra vez la
frase de Mario. “Cualquier hombre puede ser un seductor…”.
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David del Bass
Esa noche decidí “tomar la pastilla roja” cogiendo al toro por los
cuernos para intentar cambiar las cosas y no volver a repetir una
noche así nunca más en mi vida.
Un antiguo lastre
A finales de 2007, antes de conocer la Comunidad de
seducción, comprar el libro y empezar mi camino para intentar
convertirme en un seductor, arrastraba un lastre en mi vida que me
impedía dejar atrás mi antigua vida y poder seguir creciendo.
Era una chica con la que me había obsesionado hasta llegar a
caer en una depresión.
Se llamaba Ainhoa, la conocí unos días antes de cumplir los 23,
pero ella, más pequeña que yo con solo 18 años, me daba mil
vueltas en picardía, y eso se notaba en la forma que jugaba a sus
anchas conmigo, manejándome como si fuese su muñeco.
Más que su muñeco podría decir que era su juguete, pero no un
juguete sexual, que es lo que hubiese querido yo, sino simplemente
su “amigo”, ya sabes, lo que en realidad quiere decir “ese chico que
no la atraía sexualmente, y que solo estaba para escucharla cuando
le hacia falta desahogarse y llevarla la razón”, eso es lo que significa
cuando una chica te ve como un amigo.
A pesar de ser una cría ya era toda una experta en el arte de la
manipulación de los hombres, y yo era el tonto de turno que
aceptaba voluntariamente el rol de que ella era el premio en este
juego de la seducción, poniéndola siempre por encima de mis
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David del Bass
propios intereses y mi bienestar. En pocas palabras, estaba
haciendo el pardillo…
Fue una de las monoítis que más me ha marcado en mi vida, y
fue vital en mi evolución como seductor, un antes y un después
porque vi en la seducción luz al final de este túnel para poder
carpetazo a mi historia con Ainhoa, si tenía alguna posibilidad de
darle la vuelta a la tortilla y hacerla mía, la seducción me
demostraría si realmente era efectiva o un cuento chino.
Pero… ¿no sabes que es sufrir una monoítis? No te preocupes,
te lo voy a explicar de forma sencilla. Es cuando sientes una
profunda obsesión por una mujer con la que no ha pasado nada
físico (ni te has besado con ella, ni os habéis acostado ni nada).
Se produce con una chica en particular por la que te sientes
atraído y te has intentando ligar pensando que tenias posibilidades,
has invertido una cantidad grandísima de tiempo y esfuerzo para
intentar seducirla, pero no has sido correspondido, y a pesar de eso
sientes la necesidad imperiosa de estar con ella a toda costa, de
ganar su aprobación y que te haga un poco de caso, y aunque te
manipule y te utilice como su paño de lagrimas no eres capaz ser
objetivo ante su comportamiento irrespetuoso hacia ti que no
consentirías en otra persona.
Esto era caer en una monoítis, y a TODOS los hombres hemos
caído en una al menos una vez a lo largo de nuestra vida.
Es una sensación terriblemente agobiante y desagradable
cuando ella pasa de ti por mucho que intentes que no sea así, y no
puedes evitar sentir algo muy especial por esa chica, sin saber
realmente el motivo porque ni siquiera la has besado, pero es
imposible apartarla un segundo de tus pensamientos. Al final lo
único que consigues es seguir metiendo la pata una y otra vez.
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David del Bass
Pero para contarte la historia de mi monoitis con Ainhoa,
tenemos que remontarnos unos días antes de mi 23 cumpleaños.
Todavía no conocía la existencia de la Comunidad de
seductores, ni tampoco me imaginaba que la seducción se podía
estudiar, y jamás me había planteado siquiera que yo pudiese tener
un problema para ligar.
Estaba convencido de que las cosas eran así porque tenían que
ser de esa manera, como había sido siempre, unos ligaban más y
otros cuando podían.
Era principios de Septiembre de 2007 la primera vez que oía
hablar del barrio de Huertas en el centro de Madrid.
Nunca había ido por esa zona de fiesta, casi siempre salía por
discotecas tipo Kapital en Atocha, Joy Eslava en calle Arenal, Inn en
Moncloa, Sala Arena en calle Princesa, Plastic en Plaza de los
Mostenses, Pacha en calle Barceló, Space of Sound en la estación de
Chamartín en las que pasábamos la noche hasta el cierre, salir de
pubs eran algo nuevo para mí, pero estaba dispuesto a arriesgarme
y lanzarme a la aventura.
Nos costo bastante encontrar algún sitio decente por la zona.
Pasamos más tiempo pateando la calle que en los locales,
estábamos perfidísimos, íbamos de un lado para otro sin rumbo fijo,
indecisos sin saber donde entrar, no conocíamos nada y estábamos
a punto de darnos por vencidos y recogernos para volver a casa…
Serían cerca de las dos de la madrugada cuando pasamos por la
calle Echegaray y encontramos un cruce donde hacían esquina dos
locales uno frente al otro, a un lado La Gramola, con una fachada
morada, y al otro el Sol y Sombra, con colores oscuros y pinta de ser
un sitio pijo que estaba fuera de lugar.
33
David del Bass
Teníamos que decidirnos por uno u otro, ya estaba harto de
patear la calle, me encontraba algo desanimado, y si la cosa seguía
así no tardaría mucho en tocar retirada.
Estuvimos debatiendo un par de minutos sobre cual sería la
mejor opción, finalmente nos decidimos por La Gramola.
Estaba lleno de gente y hacia un calor sofocante, el local era un
horno. Nos quitamos los abrigos y después de un vistazo rápido
buscando candidatas para ver si nos las podíamos ligar, fuimos
directamente a la barra, acompañado por Jorge y el resto de mis
amigos.
Necesitábamos tomar unas copas para empezar a animarnos,
era lo que hacíamos siempre, y así fue, después de un par de copas
en piloto automático, ya estábamos contentillos y listos para
conocer mujeres.
Jorge fue el primero en actuar, mientras que Pinchi y yo le
seguíamos pasando a empujones entre la gente, buscando un grupo
de chicas que mereciese la pena, es decir, que nos hiciesen caso.
En menos de un minuto ya habíamos quemado la parte de
arriba de La Gramola, allí solo había un par de grupos de chicas
bailando, pero no parecían muy accesibles, nos colamos como
pudimos entre ellas para intentar bailar y ver si alguna nos hacía un
poco de caso, pero solo recibimos indiferencia de su parte, la cosa
no pintaba nada bien, yo me estaba meando y no aguantaba más,
tenia que ir urgentemente al baño, que estaba en la planta de abajo
según me indico una de las camareras.
Bajar fue el factor clave de la noche, no nos habíamos dado
cuenta de que el local tenia dos plantas, y todavía no habíamos
explorado la de abajo.
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David del Bass
Bajando por la escalera me fue imposible no ver al grupo de
cinco chicas que estaban en medio de la pista bailando, riendo y
llamando la atención de los chicos que las rodeaban. Se notaba a
leguas que también llevaban unas copitas de más.
Acaban de ser seleccionadas oficialmente como mi objetivo nº1
de la noche. Tenía entrarlas sí o sí, a primera vista parecía un
objetivo accesible por su avanzado estado de embriaguez.
Primero pase al baño, antes de salir tome aire un par de veces y
me arregle como pude frente al espejo. Me coloque al lado de ellas,
estaban tan a su bola que ni se habían dado cuenta de mi presencia.
Ni siquiera me acorde de donde estaban mis amigos, cegado
por mi instinto alcohólico sexual, mi único objetivo era entrar a
formar parte de ese grupo de chicas tan animadas, y lo hice a la
antigua usanza, como llevaba haciéndolo toda la vida, me colé entre
ellas y me puse a hacer el tonto y a reírme como si nada.
No se dieron cuenta de donde había aparecido, estaban más
borrachas que yo incluso, pensé que jugaba con ventaja. Una de
ellas estaba algo rellenita, tenía unos grandes pechos turgentes que
era imposible no fijarse en ellos, y sabedora de sus atributos los
mostraba con un sugerente escote.
También había una china muy delgada y con una larga melena
negra, era una de las más guapas del grupo con diferencia, otra
tenia aparato de dientes y era la más alta de todas, una me miraba
cara de pocos amigos, parecía que iba a darme un bofetón en
cualquier momento, pero la que más me gusto fue una morena, un
poco más bajita que yo, de pelo liso, con ojos verdes, que tenia una
gracia y desparpajo que la hacía destacar sobre las demás.
No es que fuese un pivón ni mucho menos, la verdad es que era
una chica del montón, a pesar de todo tenia algo que me atraía
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David del Bass
muchísimo, no sabría decir que era en concreto pero el conjunto me
gustaba, además me pareció que podía ser más asequible del grupo,
y la verdad es que ella fue la que más caso me hizo de todas, para
mi posterior desgracia…
Yo no era tonto y si veía dificultades ni me molestaba, era de
los que iba a lo fácil si lo veía claro. Me alejaba de las que no me
hacían mucho caso y me pegaba como una lapa a las que me daban
coba.
Entendía que cuando una chica te hacia caso, es que al menos
algo le gustabas y si te lo currabas tenias opciones a enrollarte con
ella, esa era toda mi experiencia sobre seducción hasta la fecha.
Se presento como Ainhoa, era de Madrid, viva en un barrio
cercano al mío, estaba todo el rato sonriendo y bailando conmigo.
Sonaba reggaetón de fondo, la canción era la de “Noche de
Sexo” que cantaban los puertorriqueños Wisin y Yandel con
Aventura, un tema que estaba muy de moda y sonaba mucho en
todas las discotecas, el reggaetón llevaba poco tiempo en España y
las chicas no tenían ni idea de bailarlo, lo único que hacían era
calentar a los chicos moviendo el culo.
Con la excusa del reggaetón me acerqué lo máximo posible a
ella para bailar, esa música me venia como anillo al dedo.
La cogí de la cintura, ella movía la cadera de un lado para otro,
frotando su culo contra mi entrepierna, yo estaba más caliente que
el palo de un churrero, no sabia para donde moverme y que ella no
notase mi erección.
A las amigas no pareció importarles mucho que estuviese tan
pesado tirándole la caña a Ainhoa, ellas estaban a su bola y no nos
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David del Bass
molestaron en ningún momento, quizás supiesen que no era una
“amenaza” porque sabían algo que yo desconocía…
Me moría de ganas por besarla, no aguantaba más con esos
bailes tan calientes se me estaba yendo la cabeza completamente.
Pegué mi mejilla a la suya como había hecho anteriormente otras
veces con otras chicas intentando juntar la comisura de los labios
para besarla.
Apestaba a alcohol, no estaba seguro de si era ella o yo. Cuando
intente besarla aparto la cara hacia a un lado y mi boca beso el aire.
“¡Me ha hecho la cobra! ¡¡Mierda!!” pensé incrédulo, creía que ya
estaba todo hecho pero no, seguíamos bailando como si no hubiese
pasado nada.
“¿Pero por qué me quita la cara y no me deja besarla?” Volví a
intentarlo cuando ella me dijo.
––Lo siento, no puedo… es que tengo novio.
Fue como un puñetazo en el estomago, Ainhoa estaba
provocándome restregándome el culo como una calentorra ¿y
ahora me decía que tenia novio? Debía de ser una jodida broma,
¡venga que saliese ya la cámara oculta y el presentador por favor!.
En ese momento comprendí el motivo por el cual las amigas no
nos molestaban, ellas ya sabían que tenia novio, y que no iba a
hacer nada más que jugar un poco conmigo, era el pardillo de turno,
como lo podía haber hecho con cualquier otro que se hubiese
acercado antes que yo.
Era el afortunado “desafortunado”, estaba muy claro que esa
noche no me enrollaría con ella.
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David del Bass
La ilusión se había esfumando casi al completo, me sentía
chafado porque realmente me gustaba para más que un simple rollo
de una noche, había algo en ella que me atraía mucho, era una chica
diferente.
Acepte amargamente mi derrota, y solo hice lo único que podía
hacer en ese momento (y aquel fue mi gran error), en vez de volver
con mis amigos, me quede hablando con ella.
Había sido tocado y hundido en poco más de veinte segundos,
me quede allí con ella, como un calzonazos a escucharla.
Había algo dentro de mí que me impedía irme, quizás era la
esperanza, que se conformaba simplemente con hablar, ya que los
besos no serían posibles, al menos esa noche.
Me contó cosas de su novio, sus estudios, sus amigas, por
donde salían de fiesta, que música le gustaba, y un montón de
trivialidades que poco o nada me importaban, lo único que recorría
mi mente era la imagen de Ainhoa y yo comiéndonos las bocas
apasionadamente.
Me resistía a irme de vacío, sin nada entre las manos para
curarme las heridas.
––Oye Ainhoa, tengo que irme ya, voy a buscar a mis amigos
que andan por ahí arriba.
––Vale… bueno ha sido un placer, un besito niño ––Nos
despedimos con un par de besos en la mejilla, y ya se estaba
girando cuando decidí arrastrarme como un perro todavía más,
queriendo sacar algo de toda aquella inversión de tiempo de ese
primer encuentro con Ainhoa.
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David del Bass
––Ey, ¡espera un momento! ––ella se giro de nuevo hacia mi
con cara de sorprendida.
––¿Sí?
––Mira, me has caído súper bien, y me pareces una tía muy
maja, no se si te apetece darme tu Messenger o tú teléfono, y
seguimos hablando otro día… ––De perdidos al río, era jugársela
todo a doble o nada.
––Bueno, toma, apunta mi móvil ––lo apunte en mi teléfono y
se lo enseñe para ver si estaba bien.–– ¿Así esta bien? ––Ella dijo
que sí, y nos volvimos a despedir nuevamente.
Era un simple número de teléfono, no era mucho, pero para mí
en ese momento era como haber encontrado un oasis en el
desierto, me daba esperanzas.
Encontré a estos arriba, acabándose una copa y solos para
variar. Me contaron que no habían tenido mucha suerte.
A pesar del fracaso, me sentía contento porque había
conseguido el teléfono de Ainhoa, que me encantaba, y aunque
tenia novio, me negaba a perder el contacto con ella por completo,
quizás si seguía currándomelo podría conseguir algo.
Era hora de volver a casa…
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David del Bass
Intentando seducirla
A la mañana siguiente me desperté en mi cama pensando en
ella, todavía mis manos olían a su colonia.
Me di cuenta de que me gustaba muchísimo, tenía que ser mía
aunque tuviese novio, me daba igual, yo no le conocía y él estaba en
Mallorca, no podía ser tan difícil seducirla, o al menos eso creía…
Me moría de ganas de volver a verla, tenia la espinita clavada
por no haberla besado, su boca era tremendamente apetecible para
mí, con esos labios tan carnosos que parecían hechos para besar y
muchas cosas más...
Estaba sintiendo la tentación de enviarle un SMS a su móvil (por
aquellas fechas todavía no existía el Whatsapp), pero me daba
miedo que no me respondiese y que todo lo que paso esa noche
hubiese quedado en nada más que unos bailes y un poco de tonteo
nocturno con un chico que seguramente no volvería a ver.
A mi me apetecía tener algo con ella, me había dejado con la
miel en los labios y la cosa no podía quedar así, tenía que terminar
como fuese lo que yo mismo había empezado.
Pase varias horas dándole vueltas con el móvil en la mano,
empezando a escribir unas líneas pero finalmente borrando el
mensaje.
No sabia que hacer, una parte me decía que no hiciese el tonto,
que no merecía la pena, y otra que probase suerte porque si
realmente tenía tantas ganas de estar con Ainhoa tendría que
arriesgarme.
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David del Bass
Después de meditarlo decidí que podía ser buena idea
arriesgarse. Empecé a escribir el SMS aunque no sabia muy bien que
debía poner, me decante finalmente por lo siguiente;
“¡Hola guapa! Soy el chico de La Gramola, el de los bailes jajaja
me caíste genial, y me gustaría verte algún día si te apetece,
¡besos!”
Y pulse la tecla verde de Enviar…
Ya estaba hecho, no había vuelta atrás, el mensaje estaba
enviado…
Ella no me respondía, y cada vez me sentía peor conmigo
mismo. Había hecho el imbécil y perdido el tiempo una vez más, mi
relación con las mujeres seguía siendo un fiasco basado en la suerte
y el azar.
Unas cinco horas después de pulsar la tecla Enviar, tumbado en
el sofá viendo la televisión, el móvil que estaba encima de la mesa
vibro y emitió el tono de mensaje recibido. El corazón me dio un
vuelvo y casi se me sale por la boca, de un salto agarre el teléfono y
vi que había recibido un mensaje nuevo.
Lo desbloqueé para mirar de quien era, deseaba que fuese ella,
y cuando vi que sí me había respondido, me dieron ganas de gritar
de emoción.
En el mensaje me decía que yo también le había caído genial y
que la agregase al Messenger para seguir hablando, al final del
mensaje estaba su dirección de correo electrónico.
Fui corriendo al ordenador, lo encendí, inicie sesión y la
agregué como nuevo contacto, pero no aparecía como conectada
en ese momento, me tocaría esperar un poco más, ¡maldita sea!
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David del Bass
Era ya de noche cuando apareció por un lateral de la pantalla
de mi ordenador el icono de que alguien se ha conectado, ¡y ahí
estaba ella!, acababa de iniciar sesión.
Abrí su ventana de chat rápidamente y la salude.
David del Bass dice;
Hola guapa
(Ella tardaba un poco en contestar, quizás estaba ocupada
hablando con otros contactos, o incluso con su novio, me tenia
completamente desconcertado).
Ainhoa dice;
Holaaa!! ¿Cómo estas?
(“Al fin responde”, pensé aliviado).
Muy bien, aquí en casa descansando un ratillo, después de la
fiesta de ayer ¿y tú?
Ainhoa dice;
También, estaba haciendo unos ejercicios de la facultad, estoy
molida…
Oye Ainhoa, me gusto mucho conocerte, en serio, me pareciste
la más simpática de todas tus amigas.
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David del Bass
Ainhoa dice;
¡Gracias guapo! Mis amigas están un poco locas, pero son las
mejores, por cierto… ¿ibas solo?
No, no, que va, estaba con unos amigos, pero ellos estaban por
arriba tomándose algo.
Ainhoa dice;
Si, claro, ligando ¿no? Jajaja
Bueno… sí, pero la verdad es que ligar, ligar no ligaron mucho
jajaja
Por cierto, ¿te gustaría ir al cine conmigo esta semana?
Ainhoa dice;
Sorry, pero no puedo, tengo que hacer un montón de trabajos, y
no tengo mucho tiempo libre…
Vaya, que pena, bueno, no pasa nada.
(Me deshinflé un poco, y me quede algo desanimado, porque la
verdad es que me apetecía bastante verla, y el cine hasta ese
momento me había dado algunos buenos resultados cuando
invitaba a las chicas a ir, aprovechando la oscuridad de la sala y la
43
David del Bass
cercanía para cogerlas de la mano e intentaba besarlas, si me
dejaban claro).
Ainhoa dice;
Cine no puedo, pero si quieres podemos quedar este jueves un
rato, a tomar un heladito en el McDonald’s de Aluche…
¿Sí? ¿Dónde el Carrefour?
Ainhoa dice;
Sí ahí, es que yo vivo cerca, y me puedo acercar un ratito porque
luego tengo que seguir estudiando, así al menos nos vemos.
Vale, genial, me parece una buena idea, pues dime en que sitio
y a que hora quedamos.
Ainhoa dice;
¿A las 8 en la boca de la Renfe de Aluche?
Perfecto, allí estaré como un clavo jajaja
Chateamos un rato más y ella se despidió porque tenía que
seguir estudiando. Yo no cabía en mí de alegría, ¡había conseguido
una cita!.
Esta chica tenia que ser mía, parecía que al final sí que iba a
seducirla, se me había resistido un poco el primer día, pero sería
mía.
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David del Bass
Apague el ordenador y me tire en mi cama, me quede dormido
soñando con lo que sucedería el jueves con Ainhoa, ella rendida
entre mis brazos, besándonos apasionadamente, solo faltaban
cuatro días…
La cita con Ainhoa
Esos cuatro días de espera los recuerdo como si en vez de ser
de carne y hueso mi cuerpo fuese de gelatina.
Me costaba relajarme, sentía un hormigueo en el estomago
cada vez pensaba en ella o nos imaginaba besándonos,
abrazándonos, dándonos cariñitos, y algunas veces hasta teniendo
sexo.
Estaba completamente enchochado con ella, yo no lo sabía ni
era consciente de ello pero claramente sufría una fuerte monoitis
por una chica a la que apenas conocía.
No era capaz de sacármela de la cabeza, Ainhoa por aquí,
Ainhoa por allá, hablaba con mis amigos todo el rato sobre de ella,
aunque bueno, más que hablar les daba la paliza, y ellos intentaban
aconsejarme lo mejor que sabían.
Y por fin llego el Jueves, el gran día, mi primera cita con Ainhoa,
los dos solos. Llegue antes de la hora, lo ultimo que quería era llegar
tarde y que ella pudiese enfadarse conmigo por eso.
Dieron las 8 y allí no aparecía nadie, “bueno parece que se esta
retrasando un poco”, pensé. A las 8:20 estaba empezando a sudar,
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David del Bass
¿me había dejado plantado? No me lo podía creer, ¡veinte minutos
de retraso! Por favor…
Saque el teléfono y busque su número en la agenda, la llame
para saber donde estaba y por qué no había llegado todavía. Ella me
colgó la llamada y cerré los ojos temiéndome lo peor.
Cuando los abrí la vi a lo lejos, estaba cruzando el paso de cebra
que hay junto a la gasolinera del metro de Aluche.
Iba vestida con unos vaqueros negros ajustados, un chaleco
negro a juego, una camisa blanca con un par de botones abiertos
mostrando un sugerente escote, y un sujetador negro que asomaba
por los bordes de la camisa, además parecía más alta que la última
vez porque se había puesto unos zapatos de tacón blancos que
alargaban sus piernas dándole unos centímetros extras de altura.
Se había alisado el pelo, cuando la conocí en La Gramola lo
llevaba rizado, estaba realmente guapísima.
Allí estaba yo, clavado como una estatua babeando y
sintiéndome afortunado porque una chica se tomase la “molestia”
de quedar conmigo, y dedicarme unos minutos de su tiempo.
Al verla acercarse me cambio la cara, por fin me relaje al saber
que no me había plantado, solamente había colgado la llamada
porque ya estaba muy cerca de donde habíamos quedado.
Se me olvido de golpe el enfado que tenia y que me había
hecho esperar casi veinte minutos aguantando el frío que hacia en
la calle por aquellos días de Septiembre. El solo verla de nuevo hizo
que me calentara por dentro.
Me dejo muy sorprendido con su primera reacción, nada más
acercarse a mi me dio un fuerte abrazo. Era lo último que me
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David del Bass
hubiese esperado, sino que me diese dos besos en la mejilla como
se hace con las chicas con las que tienes poca confianza.
El abrazo fue largo y cálido, aproveché para estrecharla entre
mis brazos, disfrutar de su contacto de nuevo y de su perfume, era
la misma colonia que llevaba cuando la conocí, pero esta vez más
marcada, sin el olor a tabaco y alcohol que teníamos pegado al
cuerpo los dos el sábado de madrugada.
Estaba descuadrado, ¿qué quería decir ese abrazo? ¿Tenia
posibilidades con ella? ¿Ya estaba todo hecho? Quizás fuese cierto y
ya había comenzado a alejarme de ese grupo de hombres corrientes
que tenían poco éxito con las mujeres, para convertirme en el
selecto grupo de seductores.
No cabía mi orgullo en el pecho, parecía que finalmente todo
iba a salir bien, y que las cosas no serían tan difíciles como me había
imaginado cuando salía de mi casa hacia solo una hora.
Intercambiamos los típicos “qué tal”, “cómo estas”, Ainhoa me
dijo que estaba algo cansada de estudiar y que salir a tomar el aire
la ayudaría a despejarse, que sentía mucho haber llegado tarde
porque desde su casa tenia que atravesar todo el parque para llegar
hasta el cercanías de Aluche y era una buena pateada.
Yo la excuse quitándole hierro al asunto, le dije que no pasaba
nada, que también acababa de llegar hacia solo un momento, y que
por eso la estaba llamando, para ver si había llegado antes y se
había marchado, parece que la mentira paso inadvertida.
Nos dirigimos al centro comercial a comprar unos helados, no
se por qué pero me sentía en la obligación de invitarla, aunque ella
no hubiese hecho nada para merecerlo, quería tomar la iniciativa y
ganármela.
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David del Bass
Pedimos un par de helados, yo de caramelo y ella de fresa,
después de pagar nos fuimos fuera porque el sitio estaba lleno de
gente comiendo algo a esa hora.
Ainhoa me dijo que prefería ir a un sitio más tranquilo. Pensaba
que con un sitio más “tranquilo” se refería a un sitio donde nos
pudiésemos “enrollar tranquilamente” sin que nadie nos molestase.
Salimos del McDonald´s y fuimos a un lateral donde hay una
salida de emergencia que da a la calle y no pasa gente. Nos
sentamos uno al lado del otro y comenzamos a comernos nuestros
helados.
Se creo un momento de silencio un poco tenso, en el que yo no
sabia muy bien que era lo que tenia que hacer a continuación, ¿me
lanzaba ya directamente a besarla o esperaba un poco a conversar
primero con para que la cosa no fuese tan a saco? A pesar del frío
que hacia tenia las palmas de las manos sudorosas por los nervios.
No sabia muy bien a donde mirar, estábamos cerca el uno del
otro, quizás debía pasarle el brazo por los hombros, traerla hacia mi
y besarla apasionadamente, como me moría de ganas de hacer
desde que había llegado. A ella se la veía muy tranquila…
Mientras me decidía, montándome mi propia película en la
cabeza, ella dijo…
––Dentro de unos días viene mi novio a verme ––Casi me
atraganto con el helado.
––¿Sí? Ah, eso es genial… debes echarle mucho de menos ––
Tenia ganas de gritar y patalear. Allí estábamos los dos, sentados en
la escalera hombro con hombro, tomando un helado que yo había
pagado, y ella hablando de su novio, no podía ser una situación más
patética.
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David del Bass
––Sí, un montón, y ¿sabes una cosa? Me he comprado un
conjunto de ropa interior morada súper bonito, para el día que nos
veamos ––Lo dijo verdaderamente ilusionada, y yo no sabia muy
bien que decir en ese momento para salir al paso, la situación era
bastante cómica y comprometida al mismo tiempo, aunque a mi no
me hiciese ni pizca de gracia.
Me estaba confesando en toda mi cara las cosas que tenia
preparadas para su novio, y lo que haría con él en la intimidad
(follar como locos, por supuesto), como si estuviese hablando con
una amiga con la que tiene mucha confianza y se juntan para hablar
de chicos. ¿Pero qué clase de broma pesada era esta?
Me sentía como un imbécil allí sentado haciendo el primo,
escuchando todas aquellas cosas sobre ella y su “querido” novio. De
lo mucho que le gustaba y de las cosas que hacían en la cama.
Estaba celoso a rabiar, fue muy duro darme cuenta de que esa
noche no me besaría con Ainhoa, tal y como había imaginado solo
hacia unos momentos, sino que estaría escuchando una
conversación que era como una fría puñalada en mi pecho.
Al parecer no veía las cosas de la misma forma que yo, y para
terminar de rematar, me dijo que unas amigas la habían llamado
para decirle que se fuese de fiesta con ellas a tomar algo esa noche,
para relajarse de los estudios, y que si no salía con ellas, la sacarían
de los pelos de su casa.
Todo esto me lo contaba con una sonrisa de oreja a oreja, como
si no pasará absolutamente nada.
Ese era el motivo por el que había venido tan arreglada, no era
casualidad, y yo había pensado que era por mí, para que la viese
guapa, pero no, había sido para salir de fiesta luego con sus amigas,
¡que fuerte!.
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David del Bass
La cabrona no tenía tiempo de ir al cine conmigo, solo podía
quedar unos minutos porque tenia mucho que estudiar, pero si
podía irse de fiesta con las amigas… Me invito a irme con ella y sus
amigas de fiesta, pero sabía de sobra que yo iba a negarme.
No iba arreglado para salir, llevaba puesto un forro polar gris,
unos pantalones de chándal negros Adidas, y unas deportivas.
Pensaba que ella se presentaría también informal (por aquella
época la verdad es que vestía como el culo).
Donde iba a ir yo con esas pintas, “la Bella y la Bestia”, era
imposible, había sido derrotado de nuevo sin haberme enterado de
cómo había sucedido.
Las cosas habían pasado demasiado deprisa y estaban fuera de
mi control, GAME OVER, el juego había acabado… ¿o solo hacia
nada más que empezar?.
Ainhoa se despidió de mí con otro abrazo y yo me subí en el
metro camino a casa, con la mirada fija en el suelo, derrotado y
sintiéndome cada vez peor conmigo mismo y con el resultado de la
“cita”.
Las cosas no habían salido como tenia planeado ni mucho
menos. Quizás hubiese sido culpa mía por vender la piel de oso
antes de cazarlo.
Ya en casa recibí un SMS suyo a mi móvil en el que decía “Hola
de nuevo nene, gracias por el heladito y por escucharme, me lo he
pasado genial contigo, ¡eres un sol! descansa y nos vemos otro día,
¡besitos cielo! TK”.
¿¿¡Te quiero!?? ¿Pero de que coño iba esa chica? Me había
estado rayando la cabeza con su novio ¿y ahora me trataba como si
yo fuese su novio pero sin polla?
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David del Bass
En ese momento no entendía nada de nada. Solo tiempo más
tarde descubriría que había caído en un grupo que cualquier
seductor intenta evitar a toda costa, un grupo del que es muy difícil
salir, es decir, que me veía solo como un amigo, y desde esa
posición seducirla sería prácticamente misión imposible.
De ahora en adelante iba a ser su paño de lágrimas, su
confesor, la persona que estaría encantada de tragarse su basura
emocional, había sido solamigueado por Ainhoa…
Buscando soluciones para salir
solamigueo y seducir a Ainhoa
del
Solamigueado, jodida palabrita, pero así es como me sentía, y
es como me consideraba Ainhoa, “solo un amigo”.
Yo no quería ser solo su amigo, yo quería ser su rollo, su
amante, su novio, su chico o lo que fuese, mientras entre los dos
existiera algo físico de lo que poder disfrutar, una recompensa, un
premio a mi esfuerzo para estar con ella, ¿Para que quería otra
amiga más si ya tenia miles? No quería ser el seductor con más
amigas del mundo, era de risa…
Me comí muchísimo la cabeza dándole vueltas una y otra vez.
Yo sabía que lo que más me convenía era pasar de ella, olvidarla,
aceptar la derrota, pero no lo conseguía, sentía que había invertido
demasiado, y algo dentro de mí me impedía tirar la toalla, aun a
sabiendas de que me había encasillado dentro de su lista de amigos.
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David del Bass
Me hacia sentir como una mierda, era una situación tan
patética y tanta mi necesidad por estar con ella, que prefería eso
antes que nada.
Así era mi relación con las mujeres en 2007 (para todos los que
no conocen mi historia y creen que siempre fui un crack con las
mujeres).
Me daba pena a mi mismo caer tan bajo por una chica a la que
apenas conocía de verla un par de veces, ¿Dónde estaba mi
dignidad y mi orgullo?
Intente pensarlo lo menos posible y concentrarme en otras
cosas para mantener ocupada mi cabeza.
Sentía que algo se me escapaba, que allí había algo delante de
mis ojos que no terminaba de ver, y eso que no terminaba de ver
era la clave, la clave para convertirme en un seductor.
Solo me daría cuenta de la situación en la que me encontraba
con Ainhoa cuando días después, Ángel me enseño en su casa el
vídeo de Mario Luna y termine comprándome su libro para intentar
convertirme en un maestro de la seducción.
Estaba seguro de que la solución a mis problemas con Ainhoa
se encontraban en la seducción, que en ella encontraría las claves
que me ayudarían a salir del solamigueo y terminar ligándomela.
Ainhoa había sido la última chica que conocí antes de descubrir
el mundo de la seducción, y simplemente por eso tenia que ser la
primera chica con la que me enrollase en mi nueva etapa como
seductor.
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David del Bass
Marcar un antes y un después, ya que cuando la conocí no
estaba preparado para seducirla, porque no tenia los conocimientos
ni las habilidades necesarias.
No sabía como hacerlo mejor, y por fin encontré una ayuda que
podía decantar la balanza a mi favor de una vez por todas.
Era la primera chica en mi vida que estaba dispuesto a
conquistar sin ayudarme del alcohol, evitando cometer todos los
errores que siempre cometía con las mujeres. Tenia que sacarlos de
mi vida a toda costa, ¡y rápido!.
Según afirmaba en el libro, la seducción era comparable a un
“juego”, en el que existían unas reglas y normas que siempre se
cumplían a pesar de las diferencias entre una chica y otra.
Un juego en el que unas veces se gana y otras se pierde, pero si
era cierto que existía ese “juego de la seducción”, yo en ese
momento no conseguía verlo, estaba como al principio.
Tenía una cosa muy clara, y era que nadie iba a hacer las cosas
por mí, ni traerme las chicas que tanto me gustaban a la puerta de
casa. Me iba a tocar currármelo por yo solito, saliendo a aprender y
a practicar.
Todo esto me daba algo de vértigo, era como si tuviese que
enfrentarme a una gran empresa que superaba todas mis
capacidades y saber que iba a tener que hacerlo quisiera o no me
daba miedo, sobre todo la sensación de soledad frente a algo
desconocido, a no poder contar con la compañía y el apoyo de nadie
para andar este camino.
Mis inseguridades y mi orgullo eran mi propio enemigo que me
impedía contarle a nadie donde me estaba metiendo. Todavía me
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David del Bass
quedaba mucho camino por recorrer, muchas experiencias por vivir,
y muchas mujeres a las que seducir…
“Solo como un amigo” con Ainhoa
A pesar del fracaso total, de la primera cita, lo más razonable en
ese momento hubiese sido pasar de ella para salir a conocer chicas
nuevas, pero Ainhoa se había convertido en un reto, en una
cuestión personal, en el antes y el después.
Había invertido ya demasiado en esa chica, y no estaba
dispuesto de ninguna forma a tirarlo todo por la borda (este es un
claro síntoma de que había caído en una monoitis).
Después de la cita me sorprendió recibir un SMS donde me
daba las gracias por haber sido tan simpático con ella, que le había
gustado mucho verme, y que teníamos pendiente una fiesta juntos,
ya que no me anime a irme con ella y sus amigas aquella noche.
No me esperaba para nada su mensaje, yo estaba
completamente desanimado, roto y derrotado.
Lo del novio había sido un golpe bajo del que no me había
recuperado, y al haberme hecho ilusiones de que podía pasar algo
entre nosotros aquella noche, la verdad es que no me sentía en mi
mejor momento.
Seguimos chateando por Messenger un par de veces que
coincidimos días posteriores, ella estaba muy agradable conmigo,
como si nada, y parecía que la encantaba que la regalase los oídos
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David del Bass
diciéndola cosas bonitas cuando afirmaba que no se veía bien, yo
rápidamente salía en su defensa, llenándola de piropos y
adulaciones, y no sabia que lo único que hacia era alimentarle el
ego, y al parecer no era el único…
Me quede pasmado cuando me confesó que estaba de rollo con
un par de chicos de Madrid a los que veía de vez en cuando (sus
follamigos como los llamaba).
Yo no daba crédito a lo que leía, ella me aseguro que solo
quería a su novio y que estaba enamorada de él, pero que estos
otros chicos le gustaban mucho, que ella era humana y con su novio
tan lejos… tenía ciertas “necesidades físicas” por satisfacer.
Con el enfado pensé que era una zorra de cuidado, pero no por
ponerle los cuernos al novio con otros chicos, ¡¡sino porque no se
los ponía conmigo!!.
Me parecía indignante que yo que me lo estaba currando como
nadie, dándole conversación a cada momento que lo necesitaba,
diciéndola cosas bonitas, enviándole canciones románticas de
Youtube, quedando para escucharla, cuando me contaba lo mucho
que echaba de menos a su novio o lo bien que se la follaba uno de
sus rolletes, fuese yo el que finalmente había entrado de cabeza en
el grupo de los amigos con los que se desahogaba.
No hacia otra cosa que comerme su basura emocional, todas
aquellas chorradas y mierdas que otros tíos menos interesados en
ella no le aguantaban cortándola rapidito, y yo como buen amigo
que era, me la tragaba enterita hasta el fondo, repitiendo ración
doble y dejando el plato limpio.
Pero tampoco no podía remediarlo aunque me crispaba por
dentro y eso me enfadaba conmigo mismo. Sentía una adicción
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David del Bass
incontrolable por esa chica, comportándome como un autentico
yonkie enganchado a la droga.
Así iba a ser imposible salir del grupo de los amigos y pasar al
grupo de los candidatos a amantes, que era donde yo me moría por
estar.
En la seducción, a salir a ligar usando técnicas se le llamaba
“Sargear”, que era como decir “salir a ligar” pero en una palabra
para que pudiésemos hablar entre seductores sin que ellas pudiesen
entenderlo.
Yo no iba a ser menos, tenía que salir a salir a sargear con mis
amigos, que era con los que solía salir de fiesta cada fin de semana,
pero que no sabían nada de la seducción ni en lo que me estaba
metiendo.
Yo era el único del grupo que sabía algo sobre todo esto, esa
sería mi primera salida nocturna como seductor, mi primera
experiencia y mi desvirgación como sargeador.
No tenia nada claro que era ser un sargeador y como había que
comportarse, pero yo me sentía seguro de conocer algunos
truquillos y cosas interesantes que había ido aprendido, estaba
seguro de que sería más que suficiente, al menos para empezar.
Quería ir sobre seguro, pero lo cierto es que no confiaba mucho
en mis nuevas habilidades como seductor, las cuales todavía no
había tenido ocasión de probar.
Me moría de ganas de hacer algo, lo que fuese, y ver como me
sentía jugando a ser un seductor. En el foro había leído que los
sargeadores, salían habitualmente por la zona de Huertas, una zona
céntrica y de fácil acceso en pleno centro de Madrid, cerca del
metro de Sol.
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David del Bass
Según comentaban algunos compañeros Huertas era un lugar
ideal donde se podía practicar bastante bien y mejorar las
habilidades de seducción para los que empezaban en esto, ya que
era un barrio amplio, lleno de locales, donde podías encontrar
diferentes tipos de música, y bastantes grupos de chicas.
Fue una coincidencia que precisamente allí, la primera vez que
fui conocí a Ainhoa.
El primer sargeo de mi vida
El día 12 de Octubre de 2007, llego el momento de mi primera
noche de sargeo, pero no fue por la zona de Huertas, sino que hubo
un cambio de planes de última hora y fuimos al Opción Noche, en
Alcorcón.
El sábado por la mañana camino a casa empezó a sonar mi
móvil, al mirar la pantalla casi me caigo de la sorpresa, me estaba
llamando “Ainhoa Intimissimi”.
Le había puesto lo de Intimissimi porque trabajaba como
dependienta en una de esas tiendas donde vendían ropa interior y
lencería para chicas, además de para no confundirla con otra Ainhoa
que ya tenía en la agenda.
Se corto la llamada al segundo tono, parece que solo me había
hecho una llamada perdida, “¿No es capaz de gastarse dinero en
una llamada?” pensé, pero como buen calzonazos que era la llame
al momento, me corroía por dentro la curiosidad de saber el motivo
de esa pequeña muestra de interés por su parte.
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David del Bass
Cogió el teléfono casi al instante, demostrando que era cierto
quería que fuese yo el que llamase gastándome el dinero en vez de
ella, yo seguía en mi línea…
––¡¡Hola!! ––dijo Ainhoa con entusiasmo.
––Hola, he visto que me has dado un toque, y te llamaba para
ver que querías…
––Sí, es que solo tengo saldo para dar toques… te quería avisar
que esta noche voy a salir con estas, y vamos a ir por el Opción, y
como me dijiste el otro día que tu habías ido con tus amigos una
vez, pues te avisaba por si os apetecía quedar con nosotras… ––No
daba crédito, Ainhoa diciéndome a mí de salir de fiesta juntos, sus
amigas con mis amigos, era un plan perfecto para intentar algo con
ella.
–– Ehh… no lo se todavía, porque habíamos dicho de ir por
Huertas, déjame que hable con estos, y te mando un mensajillo a
ver que hacen, y ya lo vemos, ¿vale? ––Era mentira, yo realmente
me moría de ganas por quedar, iba a hacer todo lo posible por
convencer a mis amigos y que cambiasen de planes.
––Vale, pues me mandas un mensaje con lo que sea y me dices,
¡besos guapo! ––Y colgó.
Yo me quede con el teléfono pegado a la oreja unos segundos
más, disfrutando del momento y de la alegría que me producía la
posibilidad de verla de nuevo, a pesar de que ya casi me había
resignado a ser tan solo su amigo.
Tenia que llamar urgentemente a mis amigos para informarles
del cambio de planes.
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David del Bass
Después de discutirlo un poco, vendiéndoles la moto de que las
amigas estaban muy buenas, que eran súper simpáticas y
asegurándoles que les debía una, finalmente accedieron a
regañadientes, con la amenaza de que si la cosa salía mal, me
echarían de comer a los perros.
Lo único que me importaba era volver a ver a Ainhoa, mi
monoitis que llevaba unos días de relax volvía a tomar fuerzas.
La envíe un SMS diciéndole que sí, que íbamos a ir al Opción, y
que cuando estuviesen por allí me diesen un toque y las llamaba
para encontrarnos.
Yo era puro nervio ese día, me duche, arregle, incluso recé para
tener suerte esa noche y me fui al metro de Colonia Jardín, donde
había quedado con Jorge y los demás. A final solo íbamos a salir
Jorge y Chisco y yo, mis amigos del barrio.
Fuimos en el coche de Jorge, aparcamos en el parking y nos
dirigimos a la entrada del Opción Noche, no sabia a que hora
llegarían ellas, por lo que no dejaba de mirar cada dos por tres el
teléfono a ver si tenia alguna llamada perdida de Ainhoa.
Cerca de las doce de la noche recibí la llamada esperada, en ese
momento me acojone un poco, pensé “y si me dice que no puede
venir…” deseé con todas mis fuerzas que no fuese así. La llame al
momento.
––¡¡Buenas!! Ya estamos aquí ––dijo con su habitual energía.
––Genial, nosotros ya estamos dentro, delante del Palatino.
––Ya vamos, esperadnos un minuto ––Y colgó.
Las estábamos esperando mirando hacia la entrada, mientras
veíamos a grupos de chicos y chicas entrando en el Opción Noche.
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David del Bass
Allí llego ella, llevaba unos pantalones vaqueros anchos bajos de
cintura, una blusa negra de tirantes y manoletinas, lo que la hacia
más bajita que el ultimo día que nos habíamos visto.
Tenia el pelo recogido en una coleta que llevaba hacia un lado,
iba una chica latina rellenita con mucho pecho, la reconocí como
una de las amigas con las que estaba en La Gramola, nos la presento
como Yuli, era colombiana y compañera de trabajo en Intimissimi.
Mis amigos pusieron cara de que no les hacia mucha gracia el
plan, yo les había prometido que vendrían un montón de chicas y al
final solo habían venido dos para tres, las cuentas no cuadraban.
Ainhoa nos contó que sus amigas no habían venido porque les
había surgido otro plan con unos amigos a última hora, pero ella
había decidido venir al Opción convenciendo a Yuli, porque ya había
quedado conmigo y no quería dejarme tirado.
Me tome eso como una muestra de interés por su parte, el no
irse con sus amigas dejándome tirado y venirse conmigo de fiesta.
Parecía que la cosa al final no iba a salir tan mal para mí.
Entramos en algunos locales donde estuvimos hablando,
tomando algo y bailando. Los bailes con Ainhoa siempre fueron muy
calentitos, imposible permanecer impasible.
A ella le encantaba provocarme, era consciente de lo mucho
que me gustaba y parecía disfrutar con el jueguecito haciéndome
sufrir.
No se si quería darme celos y llamar mi atención, pero también
bailaba con mis amigos y no podía evitar sentirme celoso, aunque
ella no fuese nada mío, yo le había dado demasiada importancia
haciéndola parecer algo de mi propiedad cuando no lo era en
absoluto.
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David del Bass
Su amiga Yuli estaba algo aburrida, ninguno le habíamos mucho
caso desde que había llegado, yo solo tenia ojos para Ainhoa y
estaba quemando mis cartuchos para intentar seducirla, mientras
que mis amigos se divertían a su bola, haciendo el tonto entre ellos
o intentando conocer a otras chicas de los locales por donde nos
estábamos moviendo.
Me acerque a ella y comenzamos a charlar, la verdad es que me
daba un poco de pena, no por ella, sino de la situación.
Había venido solamente para acompañar a su amiga haciéndole
un favor para no dejarla sola y nosotros la habíamos dado de lado,
no me parecía justo, y aunque físicamente no me atraía demasiado,
sus impresionantes pechos eran algo a tener muy en cuenta.
Después de unos minutos hablando mi opinión personal hacia
ella fue cambiando, y mi mirada paso de su escote a su cara, incluso
nos reímos bastante sobre algunas cosas que me comento de su
trabajo y sobre la propia Ainhoa, de la cual yo intentaba sacarle la
mayor información posible.
Me dijo que si me apetecía bailar salsa, yo le respondí que la
verdad es que no tenia mucha idea y que me daba un poco de
vergüenza hacer el ridículo. Yuli me cogió de la mano y me saco a la
pista.
––Es sencillo, mira tú solo sígueme y disfruta de la música ––me
dijo Yuli.
––Lo intento de verdad, pero esto es muy complicado… ––
parecía un pato mareado intentando bailar salsa comparado con
ella que bailaba genial, se notaba que la sangre latina corría por sus
venas.
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David del Bass
––No vas tan mal, lo estas pillando rápido jajaja ––se reía de
cómo lo hacia pero no era ninguna burla, se lo estaba pasando
realmente bien y yo había empezado a cogerle el gustillo al baile.
Quería bailar bien porque sabía que Ainhoa nos estaba
observando fijamente todo el rato, quizás fuesen celos, no estaba
seguro, pero ya era más que nada.
Después de bailar un par de canciones la música cambio de
registro cortándonos el royo por completo, momento que
aprovecho Ainhoa para acercase, cogerme del brazo bruscamente y
apartarme a un lado.
––¿Te gusta Yuli? ––la pregunta me pillo totalmente
desprevenido.
––¡¡¿QUÉ?!! No, no, que va ¿por qué lo dices?
––No se… te he visto ahí bailando con ella muy a gusto, y pensé
que te gustaba…
––Para nada, me parece una chica muy maja, pero no es mi tipo
––ella puso cara de no quedarse muy convencida.
Después se quedo mirándome a los ojos con cara de niña
buena, como si yo hubiese hecho algo malo, ¿de que iba? Esto me
recordaba al famoso dicho de “ni come, ni deja comer”.
No quería nada conmigo, pero si veía que podía tener algo con
otra chica se lo tomaba a mal, no sabia como encajar eso. Intente
quitarle importancia al asunto y hacerla un poco más de caso a ella,
no se fuese a tomarse la venganza por su mano con otro chico
delante mía solo para pagarme con la misma moneda.
Estuve frusqueando bastante el resto de la noche, pegado todo
el rato a su culo, no quería que se me escapase ni un segundo.
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David del Bass
Bailamos muchísimo súper pegados, ella intentando
provocarme todo el rato, y lo conseguía, porque mis pantalones
estaban apuntito de estallar, era un autentico sufrimiento.
Teníamos las caras muy pegadas, mejilla con mejilla, y ella se
reía divertida. Intente besarla varias veces, pero no dejaba de
apartar la boca en el último momento, era toda una experta en
hacer “la cobra”, me recordó a la noche con Celia en la Inn donde
no pare de llevarme mini cobras.
Estaba desesperado, esa chica estaba jugando conmigo como
un pelele, y yo no conseguía apartarme de su lado y mandarla a la
mierda. Pegado a ella como un chicle a la suela de un zapato.
Tenía una necesidad enorme de atención y aprobación por su
parte, aunque sabía que en realidad Ainhoa tampoco era un pivón
ni mucho menos, pero no importaba porque se había convertido en
un reto para mí, en algo personal.
La noche iba tocando a su fin, yo estaba agotado, tanto de
tanto baile como de sus constantes evasivas, por lo que decidí pasar
de ella y tirar la toalla, decidí rendirme y bajar los brazos.
Ya era suficiente humillación por aquella noche, ¿no quieres
nada conmigo? Pues nada entonces, paso, no me iba a rebajar más.
Acepte mi nueva derrota (otra más al casillero de fracasos con
esta chica), y estuve el resto de la noche a mi bola, bailando con su
amiga, con mis amigos, ignorándola completamente.
En ese momento no entendí nada, pero ella cambio
completamente su actitud hacia mí, se acerco para bailar conmigo,
por primera vez en toda la noche acababa de dar paso hacia mí, y lo
que me descoloco totalmente fue cuando ella acerco su boca a
centímetros de a la mía y cerró los ojos esperando que la besara.
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David del Bass
Había pasado algo que hice inconscientemente en mi
comportamiento y mi actitud que la había hecho reaccionar de una
forma diferente a como lo había estado haciendo hasta entonces…
Fue el momento más crítico de la noche, el momento clave, lo
que llevaba días esperando, incluso hasta soñando.
Delante mío estaban sus labios al alcance de los míos, su cabeza
ligeramente alzada hacia mi, sus ojos cerrados a la espera, era una
clarísima invitación al beso, ¿una especie de recompensa quizás por
todo lo que me había currado esa noche?, a los intentos fallidos por
besarla, a aguantar sus constantes tonterías…
Lo único que tenia que hacer era cerrar los ojos y juntar mis
labios con los suyos y lo habría conseguido, tendría por fin el tan
ansiado premio que con tanto ahínco estaba buscando.
Pero el beso nunca llego… No se que fue lo que me paso, no era
mi intención hacerme el duro ni nada por el estilo, simplemente fue
mi orgullo el que tomo el control, un instinto básico y primitivo,
enfadado al tomar conciencia de ser totalmente manipulado por
ella.
¿Después de todo lo que le había aguantado también tenia que
besarla cuando ella quisiera? ¿Iba a ser siempre así con todas las
chicas en el futuro? ¿Ellas mandarían? ¿Sería su marioneta por un
simple beso o por llevármelas a la cama? No, ¡ni de coña!, no estaba
dispuesto a permitirlo y a pasar de nuevo por el aro como un perrito
en una competición canina.
Había pasado ya demasiados años de mi vida siendo
voluntariamente un muñeco manipulable por las mujeres, una
persona sin orgullo ni dignidad, dispuesta a todo por un poco de
atención femenina, pero algo había cambiado aquella noche, las
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David del Bass
cosas empezaban a ser diferentes para mi, a pesar de no ser todavía
consciente del qué.
Aunque aun no conocía con exactitud el juego de la seducción y
no era capaz de ver las cosas que veían los seductores más
experimentados, una oleada de orgullo nació dentro mí, y contra mi
voluntad aguante como pude el impulso de besarla.
La cara que puso Ainhoa cuando abrió los ojos al ver que yo
rechazaba la oportunidad de besarla no tenía precio, es una imagen
que nunca olvidaré. La cara de incredulidad y enfado al mismo
tiempo.
Me sentí realmente bien, más que bien, era consciente de que
había perdido una gran oportunidad, sí el beso había estado ahí, a
mi alcance durante unos segundos, pero por primera vez en mis
veintitrés años, tuve elección, la elección de elegir hacer o no hacer
algo.
El tan ansiado control sobre mi vida sexual y sentimental. Fue el
punto y final de mi etapa como frusco y el comienzo como seductor.
Cuando tuve que elegir que hacer, elegí no besarla, pero me
sentía más satisfecho que si la hubiese besado, porque besarla
habría implicado claudicar, clavar en el suelo la rodilla una vez más
poniéndome por debajo de ella, aceptando que Ainhoa era el
premio cuando en realidad no había hecho nada más para ganárselo
que simplemente tener tetas y un coño.
Con ese gesto pareció ofenderse mucho conmigo y a partir de
se momento le entraron muchas prisas por irse a casa, me dijo que
era muy tarde y que estaba cansada.
Nos despedimos en la puerta del Opción con dos besos en la
mejilla, y debía estar bastante mosqueada conmigo porque no me
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David del Bass
dio el abrazo al que me tenía acostumbrado cada vez que nos
veíamos o nos despedíamos.
Mis amigos me dijeron que les apetecía irse también y así
volvimos, Jorge y Chisco conversando sobre sus temas en la parte
delantera, y yo con los ojos cerrados apoyando la cabeza contra la
ventanilla disfrutando del dulce sabor de la victoria, recordando la
cara que se le había quedado a la pobre Ainhoa cuando no le di el
beso.
¿Cuántos en mi lugar hubiesen hecho lo mismo? Era la única
forma que tenia de hacerme valer y devolverle los desplantes que
me había hecho.
Me sentía satisfecho conmigo mismo, y a pesar de haber
frusqueado la mayor parte del tiempo, aquella noche me acostaría
con un buen sabor de boca…
El novio de Ainhoa
Cuando me conecte a Internet al día siguiente para ver mi
correo, abrí el Messenger y que Ainhoa estaba conectada.
Después de unos minutos pasando olímpicamente de mí, sin
decirme nada, tuve que ser yo al final el que cedió y abrió la
conversación, como siempre…
Hola guapa ¿estas por ahí?
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David del Bass
Ainhoa dice;
Sí, aquí estoy, estaba estudiando.
Ah, vale… ¿Qué tal estas?
Ainhoa dice;
Agotada, llevo toda la tarde estudiando, y ya no puedo más,
además estoy súper nerviosa.
¿Por?
Ainhoa dice;
Porque mañana llega mi novio de Mallorca y va quedarse unos
días conmigo en casa.
Fue como un jarro de agua fría, ya sabía que su novio iba a
venir a verla porque me lo había comentado el día de la cita, pero
no que fuese tan pronto.
Estuvimos hablando un rato más sobre varios temas que para
mi no tenían ningún interés, porque me encontraba en estado de
shock. Le dije que tenia que salir a hacer cosas, era mentira, solo
buscaba una excusa para desconectarme, no me apetecía seguir
hablando…
Sabia que no era mi culpa, ella tenía su novio y yo no podía
hacer nada más que aceptarlo.
En realidad era un imbécil por estar pillado por una tía que
tenia novio, pero no podía evitarlo, Ainhoa me había enganchado
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David del Bass
completamente, además me había confesado que se había acostado
con varios chicos a pesar de tener novio, y su excusa era que este
vivía muy lejos, y que ella era una chica que no podía estar sola.
En ese momento lo único que quería era dejar de pensar en
Ainhoa.
Sin ella saberlo me estaba haciendo mucho daño, en el fondo
no sabia realmente si disfrutaba de esta situación, si le gustaba
tener el control de los hombres, a su novio asegurado en Mallorca y
a un pelele como yo todo el día detrás para escucharla cuando
quisiera desahogarse a cambio de nada, siendo simplemente un
amigo, un eterno amigo…
Toque fondo a pesar de mi fugaz triunfo del sábado, era una
situación insostenible, un paso adelante y dos atrás, ya no solo me
sentía fatal por no ser capaz de acercarme a chicas desconocidas,
sino por ser el perrito faldero de una que pasaba olímpicamente de
mi, no se podía caer más bajo.
El desanimo hizo mella y se acrecentaba día a día al ver que
Ainhoa estaba pasando completamente de mi al venir su novio de
Mallorca yo ya no era necesario.
De momento no contaba para nada, ni tan siquiera para
desahogarse y escuchar sus tonterías, ni una sola llamada, ni un solo
mensaje, tampoco se conecto al Messenger en toda la semana, se
había olvidado de mí, en esa ecuación yo sobraba.
Era un cero a la izquierda, no solo para ella, sino para todo el
mundo, y parecía que nadie se daba cuenta. Seguía leyendo sobre
seducción intentando desesperadamente encontrar la clave que
solucionase todos mis problemas con las mujeres, cualquier cosa
por pequeña que fuese a la que aferrarme.
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David del Bass
Le envíe un mensaje a Ainhoa y le hice varias llamadas perdidas
para ver si daba señales de vida, pero a diferencia de otras veces,
esta vez no recibí respuesta.
Por las noches no podía dejar de imaginármela paseando con su
novio, riéndose juntos, besándose, follando con él con su conjunto
de ropa interior morada… y cuando me despertaba por las mañanas
sentía una sensación creciente de malestar, y no por el novio de
Ainhoa sino por lo patético de la situación.
Pensar en ella constantemente me tenía puteadísimo, me
estaba obsesionando con esa chica, haciéndola mas guapa de lo que
en realidad era, otorgándole propiedades casi divinas que ni
siquiera se había ganado, todo producido por mi propio e
incansable pensamiento.
Cuanto más pensaba en ella más la deseaba, la monoítis era un
lastre brutal, el peor enemigo de un seductor, y esta monoitis era la
más fuerte que había sufrido en mi vida, hace que la chica se
convierta en tu principal objetivo.
El problema aparecía cuando te veías incapaz de conseguirlo...
Recurrí a los compañeros del foro de seducción para intentar
encontrar alguna solución a una monoítis que no paraba de crecer.
Estaba harto de sentirme solamigueado por ella, y según
aseguraban, era posible salir de ese estado de solamigueo, aunque
solo unos pocos lo habían conseguido.
Simplemente tenia que encontrar la forma adecuada, y lo
bueno es que tuve suerte y la respuesta surgió casi de forma
espontánea en el momento oportuno…
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David del Bass
Despertando el interés de Ainhoa
Casi un mes llevaba sin saber nada de ella, era como un
fantasma. Estaba una tarde tranquilo en casa cuando vi que se
conectaba al Messenger, pero lo más sorprendente fue lo que
sucedió a continuación.
El principio del verdadero cambio en mi relación con Ainhoa.
Fue ella la que me abrió una conversación por primera vez desde
que llevábamos hablando por Internet, después de tanto tiempo
desaparecida me dejo descolocado.
Ainhoa dice;
¡¡Hola!! ¿Qué tal estas?
Era evidente que sabia de sobra que me había tratado como a
una mierda, pasando olímpicamente de mi cuando estuvo su novio
en Madrid.
Al parecer ahora que él había vuelto a Mallorca, tocaba retomar
a los amigos que había dejado aparcados.
Ese fue el motivo por el que cedió un poco de terreno y fue ella
la en esta ocasión comenzó la conversación, lo que me hizo
sentirme más indignado y frustrado todavía al darme cuenta de
todo esto.
Solo pude reaccionar tirándome un farol a la desesperada para
no sentirme tan mal conmigo mismo intentando quemar mis
últimas cartas con Ainhoa o darla por perdida para siempre…
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David del Bass
Muy bien la verdad, estoy saliendo con una chica, y me va
genial.
Era una mentira como una casa, pero fue lo primero que se me
paso por la cabeza en ese momento para no decirle “nada, he
estado en casa sin salir pensando en ti…”, tampoco quería decirle
una bordería, y había preferido probar suerte intentando igualar la
situación.
Si ella tenia novio y por eso se veía por encima de mi como el
premio, quizás si yo presentaba a escena una supuesta novia ella
me viese como un igual y las cosas cambiasen, o quizás la cagaría
por completo y pasaría de mi.
Ainhoa dice;
¿Enserio? Vaya, no tenia ni idea…
¡¡Increíble, había colado!! Se había tragado el farol de la novia
inventada.
Ahora debía tener muchísimo cuidado si no quería echar todo a
perder con un paso en falso, no podía mostrarme incongruente ni
meter la pata porque quedaría fatal con ella, tenia que llevar la gran
mentira hasta el final, con todas sus consecuencias a ver que
pasaba.
Sí, llevamos un par de semanas, y estoy súper contento con ella.
Ainhoa comenzó a interrogarme haciéndome un tercer grado
sobre mi supuesta novia como si fuese un policía. Estaba mostrando
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David del Bass
un interés impropio de ella, nunca la había visto tan interesada por
algo mío.
Me preguntaba como era, donde la había conocido, como se
llamaba, que edad tenia y un montón de cosas más.
Yo no me sentía nada cómodo alimentando la mentira pero
sabia que estaba funcionando, la rueda estaba girando a mi favor y
no podía pararla.
Tampoco sabia si Ainhoa intuía que todo era una mentira y
estaba intentando hacerme caer en mi propia trampa a ver si me
pillaba, o si realmente se lo había creído y estaba mostrando un
interés real por la supuesta chica que le había arrebatado la
atención de “su amigo”, al que ella consideraba ya de su propiedad,
y al parecer eso era algo que le hacia muy poquita gracia.
Era la primera vez que me encontraba frente a frente con los
celos femeninos.
Cuando una mujer siente que su zona de comodidad esta
cambiando, que lo que pensaba que era de una forma ahora es de
otra, se producía un desequilibrio hormonal dentro de su cuerpo
que la llevaba a hacer cosas que seguro que ni se le habían pasado
por la cabeza hace unas semanas, y todo ello motivado por la duda,
los celos y ver peligrar su dominio de la situación.
No estaba dispuesta a perder al amigo que se comía su basura
emocional cada vez que ella necesitaba desahogarse.
Me sorprendió cuando me dijo de quedar, yo ya daba por
muerta nuestra relación viendo que la última cita había sido un
completo desastre, y ahora que había estado con su novio unos días
más todavía.
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David del Bass
Pero la aparición de mi supuesta novia en escena había
provocado en Ainhoa unas ganas repentinas de verme.
A pesar de que seguía sin comprender todavía complicada
psicología femenina, estaba experimentando en primera persona
los cambios que sufría esta ante nuestro comportamiento, lo que
me demostró que con las mujeres hay una diferencia abismal entre
actuar de una forma o de otra.
Lo siento, no voy a poder, es que estoy súper liado…
Ainhoa dice;
Venga va cielo, vamos a quedar un rato, que hace mucho que
no te veo.
No puedo enserio, cuando tenga un hueco te llamo, ¿vale?
Ainhoa dice;
Ok, como quieras, chiao.
Y se desconecto directamente del Messenger sin darme la
oportunidad de despedirme.
La bomba de mi supuesta novia había caído con todo su peso y
estaba haciendo más efecto del que hubiese esperado cuando lo
dije.
Ainhoa se había sentido celosa, y después de mostrar un interés
desmedido para lo que me tenia acostumbrado, se despidió de mi
nada contenta al haberle dicho que no podía quedar porque tenia
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David del Bass
muchas cosas que hacer (que en realidad no era cierto) pero me
sentía bien en esa nueva situación de poder sobre ella.
Solo el tiempo y los acontecimientos de días futuros dirían
como acabaría todo y pondrían las cosas en su sitio.
Un atisbo de Hombre Alfa
Esa semana de Noviembre de 2007 fue una de las peores que
recuerdo de mi vida, apenas salía de mi habitación lamentándome
por mi patética situación, desesperado por salir de ella y
sintiéndome totalmente perdido a mi suerte.
Cuando ya me iba a dormir mi teléfono empezó a sonar.
––¿Diga? ––dije dudoso, ya que el numero que me aparecía en
la pantalla no era conocido.
––Hola David, ¿Qué tal, como estas? Soy Bruno ––había estado
con él en Barcelona hacia unos meses y no lo había visto desde
entonces.
––¡Ey! ¿Qué pasa Bruno? No tenía este número apuntado y no
sabía quien era.
––Muy bien, te llamaba para avisarte de este domingo he
quedado con tu amiga la peluquera, que me pasaste su teléfono
para hacerla una entrevista, porque la voy a necesitar para unos
books de fotos que voy a hacer estas navidades.
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David del Bass
Por un momento me pillo totalmente descolocado pero
rápidamente comprendí a que se refería.
Bruno estaba realizando books fotográficos a modelos en una
agencia de Madrid, y la peluquera y maquilladora que trabajaba con
él había viajado a Londres por motivos personales, y no volvería en
unos meses.
Yo le comente que tenía una compañera de capoeira con la que
entrenaba en el gimnasio, (por cierto también se llamaba Ainhoa
para más inri), que estaba terminando un curso de peluquería y
quizás ella podría ayudarle con los books a buen precio, y sacarse
algún dinero extra con el trabajo.
Bruno había concertado una entrevista para ver que tal
trabajaba antes de contratarla.
––Te lo digo porque es amiga tuya, y así quedas con ella en
algún sitio para que no venga sola y os paso a recoger con el coche.
––Muy bien, como quieras.
––Antes voy a pasar a recoger a Maryta, que se ha prestado a
que tu amiga la peine y le corte el pelo, así veo como trabaja.
Maryta era una ecuatoriana a la que conocí por el Hi5 (el
Facebook de hace una década) con la que me enrolle el mismo día
que quedamos para conoceros en la plaza de Callao.
Ahí no hubo seducción ni nada, sencillamente ella estaba
pilladísima por mí, ya sabes, cuando de vez en cuando te ligas a una
chica sin tu hacer nada porque le has entrado por los ojos.
Habíamos quedado alguna vez en su casa cuando sus padres
estaban trabajando para acostarnos.
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David del Bass
Maryta llevaba tiempo ayudándonos a Bruno y a mí en las
grabaciones para quedar bien conmigo, era lo que se conocía en el
mundillo como una fluffer, es decir la persona que se encargaba de
estar con las actrices para que se sintiesen cómodas, sobre todo las
primerizas.
––De acuerdo Bruno, ¿cómo y donde quedamos?
Me dijo de quedar cerca del metro de Aluche por donde
también vivía Ainhoa (mi compañera de capoeira) unas horas más
tarde, para que ellos nos recogiesen con el coche.
Quedé con Ainhoa un rato antes de la hora en la boca del metro
de Aluche
––Jo David… estoy súper nerviosa tío ––Dijo Ainhoa mientras se
estaba mordía las uñas.
––Venga, no te preocupes, que seguro que lo haces genial.
––Ya… no se, no quiero dejarte mal tampoco con tu amigo.
––No me vas a dejar mal, no es una entrevista de trabajo, es
solo una sencilla prueba, ya verás como todo sale muy bien ––
Apoye mi mano en su hombro para intentar tranquilizarla y
transmitirle confianza ––No te preocupes por nada ¿vale?
Cuando nos recogieron nos dirigimos al Hostal Zoraya, cerca del
aeropuerto de Barajas, donde se alojaba Bruno algunos fines de
semana y días sueltos cuando hacia algún rodaje o salía de marcha
por Madrid, un sitio tranquilo y económico.
Una vez en la habitación Ainhoa estuvo peinando y cortando el
pelo a Maryta. Nos lo estábamos pasando genial los cuatro, yo
grababa todo con la nueva cámara Canon XH A1 HD que Bruno se
había comprado por 3000 euros.
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David del Bass
Ellas saludaban a la cámara y sonreían, pasamos un momento
súper divertido, yo después de los últimos días con la otra Ainhoa
necesitaba algo así.
Maryta quería probarse un vestido que tenia Bruno en su bolsa
y que usaban las actrices porno en algunos rodajes, se fue al cuarto
de baño a probárselo.
––¡¡¡DAVIIIIIIIDDDD!!! ––grito Maryta.
Teníamos puesta música bastante alta y no la había escuchado
con la puerta cerrada, me acerque y llame.
––¿Qué quieres pegando esas voces?
––Entra un momento, que quiero que veas a ver como me
sienta el vestido – Abrió un poco la puerta para que pudiese pasar.
Allí estaba Maryta con el vestido marcando todos sus atributos
y mirándome a los ojos con cara de deseo…
––¿Qué? ¿Te gusta? ––me pregunto mientras giraba sobre si
misma para que lo viese bien desde todos los ángulos. Mi intuición
me dijo que aquello iba a acabar de una forma inesperada… Maryta
se acerco a mí directamente y me beso.
Empezamos a enrollarnos a saco en el cuarto de baño, me
sentó en la taza y desabrocho los pantalones, metiendo mi polla en
su boca, tengo que reconocer que la felación no era una de mis
prácticas sexuales favoritas, pero lo cierto es que Maryta era toda
una experta porque se notaba que lo disfrutaba.
––¿Quieres que hagamos una locura? ––dijo deteniéndose un
momento mirándome desde donde estaba.
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David del Bass
––Joder tía, ¿más locura que esta? estos están fuera… ––yo no
daba crédito a lo que sucedía, me estaba dejando llevar por el
momento, hacia mucho que no me acostaba con Maryta (y con
ninguna chica desde que conocí a Ainhoa), y esta era una situación
realmente morbosa que no podía desaprovechar.
––Grábame con el móvil… ––me dijo mientras me ponía un
preservativo que saco del bolso. Se incorporó y dándome la espalda
se levanto el vestido, mostrándome que no llevaba ropa interior, y
se sentó sobre mi moviéndose arriba y abajo apoyando las manos
contra la pared del estrecho baño que estaba dando mucho juego.
No se como ni de donde, pero conseguí sacar mi teléfono móvil,
un SAMSUNG con cámara para grabar vídeo, pero con una calidad
pésima, y los vídeos no duraban más de 30 segundos porque apenas
tenía memoria.
Me daba igual, en ese momento no estaba para pensar en esas
tonterías técnicas, y tenia que hacer lo que me había dicho Maryta y
rápido, sino quería terminar antes de haber grabado nada…con la
caña que me estaba dando la cabrona.
Estaba en una posición bastante incomoda con la espalda de
Maryta pegada a mí, apenas era capaz de enfocar con el móvil, la
grabación fue bastante mala.
Terminamos y nos vestimos, antes de salir ella me pidió ver lo
que había grabado, apenas se veía nada, solo se escuchaba el ruido
de sus gemidos y se veía mucho movimiento.
A pesar de ser cámara de una productora de cine porno y haber
grabado ya bastantes rodajes, era la primera vez en mi vida que me
grababa a mi mismo haciéndolo con una chica, no se veía apenas
nada pero fue algo muy divertido que nunca había hecho.
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David del Bass
Después de verlo Maryta me pidió que lo borrase y así lo hice,
me imagino que tendría miedo de que se la enseñara a alguien o lo
subiese a Internet.
Cuando salimos del baño nos encontramos a Bruno y Ainhoa
callados con la música sonando de fondo y cara de alucinados.
Bruno estaba más acostumbrado a este tipo de situaciones,
pero Ainhoa que siempre me había visto como un chico tranquilo,
se había quedado de piedra con mi “alocado” comportamiento, y
estaba seguro de que mis compañeros del gimnasio se enterarían
de lo sucedido antes incluso de que yo se lo contará en persona.
Ya era tarde, Maryta tenia que irse a casa porque al día
siguiente trabajaba en el Corte Inglés.
Estábamos apunto de irnos cada uno a su casa cuando Bruno
sugirió antes ir a cenar juntos, nos iba a invitar a cenar por la
divertida tarde que habíamos pasado y por el excelente trabajo que
había hecho Ainhoa, a la que al final iba a contratar como peluquera
para sus trabajos fotográficos.
Decidimos que la mejor opción era ir a cenar a un restaurante
chino que había en Aluche donde se comía bastante bien, además
estaba cerca del barrio de Ainhoa, que le venia perfecto a Bruno
para acercarla luego en su casa.
Cenamos copiosamente y Bruno al final pago la cuenta como
nos había prometido.
Tenía la tripa llenísima, habíamos comido demasiado... Una vez
fuera de nuevo en el coche nadie se decidía a proponer ningún plan,
al parecer la noche se había terminado y nos iríamos cada uno a
nuestra casa.
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David del Bass
Fue Ainhoa la que sugirió que fuésemos a tomar la última, dijo
que irse a casa ahora con el buen royo que teníamos era una
mierda, sugirió ir a bailar un rato.
Ya que estábamos en Aluche, les pregunte si les importaba que
avisara a una amiga que vivía por la zona para que se viniese con
nosotros.
Llame a la otra Ainhoa (con la que sufría una monoitis), y me
dijo que estaba en casa arreglándose porque había quedado con sus
amigas para salir a tomar algo por el centro.
Me alegro bastante el simple hecho de volver a hablar con ella,
por unas horas me había olvidado de la seducción, del mal trago
sargeando en el Opción y de cómo estaban saliendo de mal las cosas
con Ainhoa.
Le dije que estaba con un amigo y una amiga, y que si les
apetecía podíamos quedar todos y así vernos un rato. Ella dijo que
le parecía bien y que estaría lista dentro de una hora mientras
terminaba de vestirse.
El plan tenía muy buena pinta, Bruno y yo solos con varias
chicas, era todo un planazo. Le pedí a Bruno que me acercase a mi
casa que estaba muy cerca, quería arreglarme un poco para que
Ainhoa no me viese otra vez de cualquier manera como en la cita
del McDonald’s.
Una vez en mi casa, me vestí y me peine un poco frente al
espejo, cuando baje a la calle apunto de subirme en el coche de
Bruno empezó a sonar mi teléfono, era Ainhoa.
––Dime.
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David del Bass
––David, acabo de hablar con estas, y dicen que al final no van a
salir…
––¿Cómo?
––Pues eso, que las chicas al final se quedan en casa… y yo
tampoco voy a salir.
––Eres la ostia tía… ¿y me lo dices ahora, cuando ya estoy
arreglado?.
––Jo cielo…lo siento, enserio, ya quedaremos otro día ¿vale?
Lo que hubiese hecho en cualquier otro momento hubiese sido
rogarle que por favor saliese, que no me dejara tirado, rogándole
que quedara conmigo como un buen frusco solamigueado que era.
Pero esta vez no fue así, estaba hasta las narices, fue la gota
que colmo el vaso.
En ese momento paso por mi mente el recuerdo de como me
había estado ninguneando todo este tiempo y sentí una rabia y una
impotencia que me quemaban por dentro.
Mi reacción fue la de mandarla a la mierda, de una vez por
todas, se acabo Ainhoa y yo, había que cortar esto en algún
momento.
––Muy bien Ainhoa, me parece que tú y yo no tenemos nada
más que hablar, adiós ––iba a colgar la llamada cuando escuche su
voz de fondo que me pedía que no lo hiciera.
––No, no, espera, por favor, no me cuelgues… ––me acerque el
teléfono de nuevo a la oreja.–– Si salgo yo sola esta noche, sin mis
amigas, tienes que prometerme una cosa…
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David del Bass
––¿Qué cosa? ––dije con un tono muy seco.
––Que vas a estar conmigo todo el rato, y no me vas a dejarme
sola ni un solo momento…
––De acuerdo, acepto.
¡¡¡Guau!!! Fue increíble, me tome eso como un indicador de
interés brutal por su parte, hacia un segundo me iba a dejar tirado
por culpa de sus amigas, y ahora me pedía que estuviese todo el
rato con ella, cuidándola en todo momento. Nunca una chica me
había dicho algo así, no daba crédito.
No sabia por qué ni como, pero algo me decía que mi reacción
de enfado en ese momento critico había marcado un antes y un
después.
Por primera vez desde que nos conocimos me había atrevido a
levantarle la voz a Ainhoa y llevarle la contaría.
Estaba seguro de que si hubiese aceptado su negativa habría
caído hasta el fondo en el grupo de los solo amigos, del cual no
podría haber salido jamás, y que sin ser consciente, motivado por mi
enfado, había actuado por primera vez como un Hombre Alfa,
imponiéndome y no aceptando la situación que Ainhoa me ofrecía.
Esa reacción fue el principio del cambio entre Ainhoa y yo, y
solo unas horas más tarde se vería donde acabaría todo y si
realmente las cosas podían terminar bien o no entre nosotros de
una vez por todas.
En unas horas me enfrentaría al momento de la verdad, donde
mi éxito o mi fracaso dependerían por primera vez tan solo de mí…
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David del Bass
Intercambio de roles
Recogimos a Ainhoa y decidimos salir por la zona de Huertas
donde quizás algo estuviese abierto.
Íbamos a ir a bailar un domingo por la noche, jamás había
hecho algo así, era de los que pensaba que los locales solo abrían
los viernes y los sábados.
Nos pusimos rumbo a Huertas, las dos Ainhoas charlaban
animadamente entre ellas en la parte trasera del coche mientras
Bruno y yo aprovechando la música que llevaba puesta, hablábamos
sobre cual seria nuestro siguiente paso.
Ellas no parecían darse cuenta de nada de lo que decíamos,
Bruno iría a por mi amiga y yo iría a por Ainhoa, estaba todo dicho,
ahora solo faltaba lo más difícil, hacerlo y conseguirlo.
Dimos varias vueltas buscando algún pub al que entrar, pero
nos llevamos un chasco al ver que la mayoría de ellos estaban
cerrados. Paseamos hasta llegar a la zona de Alonso Martínez donde
por casualidad encontramos un local abierto.
No lo dudamos un instante y cansados de andar entramos para
adentro. En el local había más gente de la que esperábamos para
ser domingo por la noche.
El pub era alargado y estrecho como la mayoría de los que te
podías encontrar por esas zonas de marcha. Después de pedir algo
de beber nos colocamos en frente de una cabina donde estaba el Dj
poniendo música.
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David del Bass
Ainhoa se mostraba un poco pasota conmigo, algo ya habitual y
que no me sorprendía. Yo detrás y ella siempre escapando de mí,
empezaba a cansarme de jugar al ratón y al gato, todos tenemos un
límite.
Hacia tan solo unas horas que había grabado a una chica en mi
móvil mientras me follaba en un cuarto de baño y ahora estaba
jugando a las casitas intentando llamar la atención de una chica a la
que llevaba dos meses intentando ligarme sin éxito, y con la que ni
si quiera me había besado, era irónico y a la vez patético…
Después de mi enfado inicial cuando me llamó, ella me había
pedido que la cuidará, que solo vendría con la condición de no
dejarla sola ni un momento, y es lo que estaba haciendo todo el
rato, pero me di cuenta de que había vuelto a pasar por el aro y
tenia que cambiar radicalmente de estrategia urgentemente si no
quería acabar otra noche más como solían terminar siempre con
Ainhoa, cada uno en su casa.
Bruno no hacia nada y mi compañera Ainhoa estaba un poco
seria y aburrida.
Me di cuenta que desde que habíamos quedado con Ainhoa no
le había prestado nada de atención a mi amiga y había pasado
bastante de ella.
No me pareció justo porque me llevaba súper bien con ella en
el gimnasio y siempre había sido muy agradable conmigo, se me
ocurrió la idea de bailar un rato juntos para animarla.
Ese momento fue clave y empecé un nuevo despertar en mí
aquella madrugada. Por primera vez desde que descubrí la
Comunidad de Seducción vi el “juego” del que tanto hablaban otros
seductores.
84
David del Bass
Todas esas cosas que estaban ahí delante de nuestros ojos y
que la mayoría de hombres nunca habíamos sido capaces de ver.
Y lo que vi no fue algo físico, fue la sensación mas rara de mi
vida, era como ver algo que hace un segundo no veías y que no
parecía estar ahí, algo que no se ve solo con los ojos sino que se
siente dentro de ti, como un sexto sentido, lo que los seductores
llamaban “ver el Juego”.
Era una especie de lucha invisible entre hombres y mujeres
apenas apreciable para ojos inexpertos, en la que existen unas
reglas, y si las desconoces o no eres capaz de verlas, estas fuera del
Juego, GAME OVER.
Quizás ahora que empezaba a conocerlas me iba permitiendo
ser más consciente de su existencia. Estaba viendo por primera vez
esas reglas, estaba viendo “el juego”.
Me di cuenta rápidamente cuando vi la reacción de Ainhoa al
verme bailando con mi compañera. Aquello me recordó al momento
en el que me acerque demasiado a su amiga Yuli en el Opción
Noche.
Fue instantáneo, le cambio la cara completamente, antes
sonriente ahora muy seria, como enfadada. Tenia un brillo en los
ojos que no había visto hasta entonces, no eran simplemente celos,
allí había algo más, su postura corporal con las piernas ligeramente
abiertas y los brazos cruzados sobre el pecho como una niña
enfadada a la que sus padres le han prohibido comerse el postre.
¡¿Qué cojones estaba pasando?!
Y de repente lo tuve muy claro, me vino a la mente lo que había
leído sobre el tema, se llamaba “Preselección”. Era algo que le
sucedía en todas las mujeres inconscientemente cuando percibían
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David del Bass
que habías sido seleccionado previamente por otra mujer,
automáticamente daban por sentado que eras un tío apto, ya que
debías tener algo especial que había atraído antes a esas mujeres.
No daba crédito a ver como lo que había leído era cierto, en ese
momento tenia ganas de descojonarme de risa, todo cobraba
sentido y se hacia tremendamente sencillo para mi, ¿Como podía
haber estado tan ciego tanto tiempo?
Hace tan solo unos meses jamás hubiese caído en algo así, pero
ahora era por primera vez en mi vida era consciente de lo que
estaba sucediendo a mi alrededor, se estaba desarrollando el Juego
de la seducción como había pasado las anteriores veces con Ainhoa
y con el resto de chicas con las que había tratado durante hasta
ahora.
Pero esta vez, gracias a poder verlo y ser consciente de ellos,
tenía el control de la situación que me estaba ayudando a decantar
a mi favor la balanza.
Mi amiga Ainhoa se lo estaba pasando genial bailando juntos,
riéndonos, incluso me dio un abrazo muy cariñoso.
Se veía que estaba a gusto conmigo, mientras que a la otra
Ainhoa, parecía que de un momento a otro le iba a salir humo por
las orejas. Yo estaba disfrutando enormemente con todo esto,
haciéndola sufrir un poco y devolviéndole su propia medicina.
También me di cuenta de que me había hecho una encerrona
sin yo saberlo. Me había engatusado con el cebo de que si salía esa
noche tenia que estar todo el rato con ella cuidándola ¡como si le
hiciese falta!, lo que me obligaba a aceptar la situación de amigo
protector, de estar detrás de ella en todo momento, aunque me
puteara una y otra vez.
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David del Bass
Había cometido el error de pensar que su petición de cuidarla
significaba que quería algo conmigo, y ahora que ella veía que la
situación no se estaba desarrollando como esperaba se sentía
completamente incomoda y contrariada.
Su subconsciente la traicionada y la reacción no se hizo
esperar…
Descubrí que la seducción es como la física (acción-reacción), es
decir, que todo lo que hacías tenia una consecuencia.
Si lo hacías mal o te equivocabas estabas fuera de juego, pero si
hacías las cosas bien sin cometer errores, ganabas. Yo había hecho
algo bien y por eso Ainhoa ahora quería reclamar lo que
consideraba suyo.
Necesitaba mi constante atención que alimentaba su ego y su
autoestima, la cual había perdido completamente en ese momento.
Fue una situación similar que me recordó el breve momento en
el que baile con su amiga Yuli en el Opción cuando estaba harto de
Ainhoa, y ella se puso a mi alcance durante unos momentos
entregándome su boca, sin que comprendiese muy bien el por qué
de lo que había pasado.
Ahora con mi compañera de capoeira yo estaba forzando la
situación más que nunca para llevar a Ainhoa al extremo y lo había
conseguido.
Por primera vez desde que nos conocimos se habían invertido
los papeles, ahora yo era la presa y ella era el cazador.
Ainhoa se acerco a mí por detrás y me cogió del brazo,
apartándome literalmente de mi amiga, la cual se quedo con una
cara de sorprendida ante esa reacción tan brusca e inesperada.
87
David del Bass
Yo estaba alucinando, por primera vez en mi vida una chica que
me gustaba me mostraba un interés tan descarado, que cualquiera
que estuviese alrededor habría notado, tanto que era capaz de
reclamar de esa forma maleducada lo consideraba suyo.
Puso conmigo la quinta marcha, Ainhoa iba a fuego y la cosa
subió de temperatura. Se acabaron las tonterías y las insinuaciones,
yo no había visto nada igual, bailábamos muy pegados, sentía su
monte de venus apretarse contra mi muslo, mientras que yo hacia
esfuerzos sobre humanos para no parecer un salido, pero estaba
muy a gusto con su contacto, tenia que reconocerlo era lo que
deseaba, y la lucha interior que se desarrollaba dentro de mi era
demasiado fuerte.
Por un lado deseaba cogerla entre mis brazos y comérmela a
besos allí mismo, pero por otro sabia que me ella me estaba
poniendo a prueba a comprobar de que pasta estaba hecho.
Tenia que aguantar firme en mi posición de presa, ahora que
por primera vez me había hecho el control de la situación.
Lo fácil era cagarla y meter la pata, ella estaba haciendo lo
imposible por recuperar el control, no sabia hasta donde sería capaz
de llegar Ainhoa para conseguirlo pero yo tenía que seguir tensando
la situación lo máximo posible.
Ella acariciaba su mejilla contra la mía, sentía el calor que
emanaba su piel, no solo estaba caliente por dentro, su
temperatura corporal también había subido y aunque no me fije en
la gente que nos rodeaba estaba seguro que éramos los que
estábamos dando más la nota bailando de esa forma tan sensual a
la que Ainhoa ya me tenia acostumbrado.
Pasaba su boca rozando mi cuello poniéndome la piel de gallina
y aumentando por momentos mi erección.
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David del Bass
Ella estaba disfrutando tanto o más que yo de ese juego de
provocación, nunca la había visto tan desatada conmigo, ¡era una
sensación fascínate!.
Me miro a los ojos con una mirada muy picara, acercando su
boca juguetonamente a la mía y cuando vio que iba a besarla se
aparto un poco sonriendo, y me dijo.
––Espera, no te muevas… ––Y así lo hice, me quede muy quieto
con la boca entreabierta mientras ella me torturaba besándome en
la comisura de los labios.
Yo sabia que era una trampa, el momento de la verdad, me
estaba probando, quería saber cuanto era capaz de aguantar y ver
quien cedía antes.
Estaba acostumbrada a ganar siempre pero esta vez, por suerte
para mi, había aprendido que lo que hacia era un test, para ver mi
reacción, y si reaccionaba como ella esperan, ¡ZAS!…estaba fuera
del juego.
Ainhoa estaba completamente segura de que no aguantaría la
tentación de sus labios tan cerca de los míos, de su cálido aliento
cerca de mi cara, y que giraría la cabeza de un momento a otro para
intentar besarla y así podría la cobra recuperando de nuevo el
control y dejándome otra vez a sus pies.
Te aseguro que besarla era lo que más deseaba en aquel
momento, pero una parte dentro de mi me decía “por lo que más
quieras, no lo hagas, si la besas, se acabo, y ella se habrá quedado
satisfecha, de saber que vuelve a tener el control sobre ti”, decidí
hacerle caso a esa voz surgida de mi nueva conciencia, aguantando
como un campeón sus embestidas, sintiendo sus labios y su
perfume tan cerca y accesible para mi como no había estado en
todo este tiempo.
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David del Bass
Después de varios intentos de hacerme caer en sus redes
pareció darse por vencida, y el calentón que tenía pasó a confusión.
Lo note en su ceño fruncido y su mirada de incredulidad, me miraba
de arriba abajo sin entender nada, como el que ve a un fantasma.
Lo había conseguido, había superado su test, fui capaz a duras
penas de aguantar firme en mi posición y no caer en su trampa,
pasando en segundos de ser un chico solamigueado a ser un posible
amante…¿o quizás algo mas?
Estaba seguro de que era la primera vez en la vida de Ainhoa en
la que tenia que verse en una situación así, con un chico que no caía
en sus redes a pesar de forzar casi al limite una fuerte tensión
sexual.
Te puedo asegurar que fue uno de los momentos más difíciles
que había vivido hasta entonces con una chica. Para mi era algo
totalmente nuevo tener el control aunque fuese solo por unos
instantes.
Mire a Bruno y a mi amiga que parecían algo cansados, Bruno
con su copa en la mano con la mirada perdida, y Ainhoa con cara de
aburrimiento, estaban apoyados en la pared como dos
desconocidos, sin hablar apenas entre ellos, no había química y
ninguno de los dos hacia nada por disimularlo, a pesar de que
Ainhoa y yo estábamos en nuestro pequeño mundo, desconectados
del resto, tampoco era plan de ser mal educados, ellos eran mis
amigos y decidimos que era buen momento para recogernos.
Cuando salimos del local, las dos Ainhoas iban delante de
nosotros hablando entre ellas, Bruno y yo íbamos un poco más
retrasados comentando lo que había sucedido.
––¿Pero os habéis besado? ––me pregunto Bruno con intriga.
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David del Bass
––Que va tío, me decía que me quedara quieto, y te aseguro
que era jodidísimo aguantar ––respondí suspirando al recordar la
situación de hace tan solo unos minutos.
––¿Y qué vas a hacer con ella?
––Pues no lo se, creo que es mejor así, porque si la hubiese
besado la habría cagado ––Bruno levanto los hombros extrañado sin
comprender como coño no la había besado. Desde su punto vista
mientras nos veía bailar pegados casi juntando las bocas, él creía
que esa chica era mía, pero no era realmente así.
Bruno aún no conocía el tema del sargeo y el juego de la
seducción, no entendía mi nuevo punto de vista, ahora yo tenia una
ventaja que él desconocía, que era la de saber que existía un juego
de seducción entre hombres y mujeres, y sobre todo ser capaz de
verlo.
––Si quieres puedes llevártela al Zoraya, a mi no me importa,
hay una cama supletoria ––Bruno estuvo ahí muy rápido, no me
acordaba ya del Zoraya, donde hacia solo unas horas me lo había
montado con mi amiga Maryta en el cuarto de baño.
––Bufff…la verdad es que sería la ostia, pero no se, es un poco
directo decírselo, ¿no crees?
––Tu verás, pero si dice que sí, más claro el agua… ––Y tenia
toda la razón, la situación requería medidas drásticas por mi parte.
Tenia que tener cuidado ahora que había ganado un poco de
terreno, si me hacia demasiado el duro podría romper la cuerda y
perder lo que había conseguido.
––Voy a pensármelo, y se lo digo.
91
David del Bass
Me lo estaba pensando demasiado en el coche de camino a
casa de mi amiga. No paraba de darle vueltas, ¿cómo podía
decírselo? ¿Directamente o inventarme alguna excusa?.
Era una decisión complicada y a la vez demasiado importante
para cagarla, llevaba dos meses currándomelo con Ainhoa,
sufriendo cada vez que me dejaba con la miel en los labios, y la
situación no podía alargarse más, tenia que tirarme a la piscina sí o
sí, pero ¿y si me equivocaba y lo echaba todo a perder?.
Estaba realmente cagado de miedo, la responsabilidad ahora
era solo mía y tenia pocos minutos para decidirme antes de que las
dejásemos en casa, estaba seguro de que no habría otra
oportunidad de oro como esta.
Llegamos a casa de mi amiga y nos despedimos de ella
agradeciéndole haber venido para conocer a Bruno. Le dijo que la
llamaría para siguientes trabajos, cosa que luego no sucedió, ya que
Bruno y yo no volveríamos a saber de ella hasta dos años después,
pero eso es otra historia...
Nos subimos al coche y pusimos rumbo a casa de la otra
Ainhoa, llegamos y ella se bajo del coche, Bruno y yo también
bajamos para despedirnos.
Primero se despidió de Bruno con dos besos y un “gracias por
acercarme a casa”, después se acerco a mí y me dio un fuerte
abrazo.
––Me lo he pasado genial esta noche, gracias ––dijo Ainhoa
abrazada a mi.
––Yo también ––respondí con un nudo en la garganta, mi
última oportunidad de hacer algo se desvanecía por momentos. Nos
separamos y ella dijo.
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David del Bass
––Ya nos veremos otro día… ––y se dio la vuelta para ir hacia su
portal. Yo tenia el corazón a mil por hora a punto de salirse de mi
pecho y unas ganas de llorar tremendas, me acerque rápidamente a
ella mientras buscaba las llaves en el bolso y la cogí por el brazo.
––Espera un momento Ainhoa… ––me miro con cara de
sorprendida, sin entender a cuento de que venia mi reacción, quizás
pensó que iba a besarla o algo parecido.
––Ehmmm, ¿Te apetece dormir conmigo esta noche en el
hostal de Bruno?.–– Las palabras salieron atropelladas de mi boca. –
–Él dice que no hay problema, tiene una cama supletoria, hoy hace
una noche muy fría y no quiero dormir solo…
Ya estaba hecho, había mostrado todas mis cartas sobre la
mesa y sentía que la había cagado por completo, allí estaba yo,
delante de la chica que me tenía comiéndome tanto la cabeza y con
la que me moría de ganas de dormir.
El “NO” se estaba retrasando cuando sucedió algo que trastoco
todos mis pensamientos y me hizo suspirar.
––Vale ––fue lo único que dijo Ainhoa, pero no necesitaba más,
no podía creérmelo, había dicho que “SÍ”, quería pasar la noche
conmigo, me moría de ganas de lanzar un grito al aire pero tenia
que guardar la compostura y contenerme.
––Bien… pues ¿vamos? ––Señalando el coche de Bruno, desde
donde este nos miraba con cara de no saber que estábamos
hablando, pero cuando vio que Ainhoa y yo nos dirigíamos juntos al
coche su cara fue un poema, sabía que estaba muy contento de que
lo hubiese conseguido.
La vuelta fue de infarto, yo tenia un subidón tremendo por
haber conseguido algo que daba por imposible, que Ainhoa
93
David del Bass
accediese a pasar la noche conmigo, ¡y ni si quiera nos habíamos
besado todavía!
Bruno demostrando que era un amante de los coches y la
velocidad, piso el acelerador más allá de los límites de velocidad
permitidos, pero al ser de madrugada no había apenas coches en la
carretera y llegamos al Zoraya en muy poco tiempo, con los
corazones a mil por hora…
Durmiendo con Ainhoa
Aparcamos en la puerta del hostal y nos bajamos del coche, el
frío era realmente molesto en la zona norte de Madrid.
En la entrada del Zoraya había una fuente que estaba
completamente congelada, Ainhoa golpeo la superficie rompiendo
unos pedazos de hielo y con un trozo en la mano intento metérmelo
por el cuello de la camiseta jugueteando, lo tome como una buena
señal, si tenia ganas de bromear y jugar significaba que no habían
aparecido todavía los remordimientos recordando que tenia novio y
que yo también tenia una “novia ficticia”, aunque ella no lo sabía.
Una vez en la habitación la cosa se tenso un poco, era una
habitación pequeña, con una cama familiar y una cama supletoria
pegada a la pared y un cuarto de baño. Ideal para una persona o dos
personas, pero muy pequeña para tres.
Allí estábamos de pie sin saber que hacer ni que decir, empecé
a notar que la tensión que aumentaba en el ambiente, Ainhoa
94
David del Bass
tampoco decía nada, hasta que fue Bruno el que rompió el silencio y
supo leer la situación.
––Bueno… voy a ir un momento a echar gasolina al coche y a
comprar algo de desayunar para mañana ––Bruno no podría
haberlo hecho mejor, yo suspire aliviado por la sensacional salida
que había tenido, Ainhoa también pareció relajarse en ese
momento.
––¡Hasta ahora! ––dijo Bruno mientras cerraba la puerta a sus
espaldas. Por fin estábamos solos, Ainhoa y yo, en la misma
habitación, era la primera vez que teníamos un momento de
intimidad desde que nos conocíamos.
Ella me miro a los ojos y se acerco despacio hacia mí, yo parecía
una estatua, me había quedado paralizado y no era capaz de
moverme del sitio, estaba clavado al suelo.
Pensaba que cuando llegase un momento como este sabría
como reaccionar pero la verdad es que estaba completamente
bloqueado. Tenía un miedo atroz a hacer algo que no debiera y
cagarla.
Ainhoa coloco sus manos sobre mi pecho, humedeció sus labios
con la lengua y mirándome a los ojos muy lentamente acerco su
boca hasta la mía para juntarlas el en que fue nuestro primer beso.
Me temblaban las piernas, no sabia si de excitación o de haber
conseguido algo que ansiaba tanto, y lo increíble de todo es que
había sido capaz de darle la vuelta a la tortilla, sin saber todavía
como funcionaban las cosas en la seducción para tener el control de
la situación y que ella me besará a mi.
Ese primer beso me supo a gloria, mi primer beso como
seductor. Sentir sus labios contra los míos, su sabor, el tacto de su
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David del Bass
lengua jugueteando con la mía, fue un beso muy dulce, pero acabo
pronto, justo en el momento que me empujo salvajemente sobre la
cama. Apunto estuve de golpearme la cabeza con el cabecero por
muy poco.
Se tumbo sobre mi a horcajadas y sentí que en ese momento
iba a explotar como una traca de fuegos artificiales.
¡Tenia a Ainhoa encima de mí en una cama morreándome
como si fuese el último hombre de la tierra!
¡Y que besos! eso si que era pasión, me cogía la cara, me
mordía el labio inferior, gemía y respiraba rápidamente, estaba más
excitada que yo.
Era como cuando le prohíbes comer a un niño pequeño un
postre y a escondidas se lo come con ansia hasta reventar, pues yo
me sentía igual, era el postre.
Apenas podía seguirla el ritmo, se rozaba contra mí,
contorsionándose y haciendo que subiese mi temperatura corporal,
estaba lanzada…
No tenia muy claro si aquella situación había sido provocada
porque le había dicho que tenia novia o por mi comportamiento
Alfa que había demostrado esa noche teniendo el control de la
situación cuando ella quiso probar hasta donde podía llegar.
Era algo que me interesaba bastante y estaba seguro de que
entenderlo sería la clave para poder estar con muchas chicas en un
futuro, aunque en ese momento, con Ainhoa encima de mí
besándome de esa forma tan apasionada, no había en mi mente
espacio para otros pensamientos.
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David del Bass
La cosa se estaba calentando demasiado, ella había metido su
mano dentro de mi camiseta acariciando mi pecho y yo no me
quedaba atrás acariciando también sus pechos por encima del
sujetador justo cuando alguien llamo a la puerta, de forma poco
oportuna, los dos nos sobresaltamos.
––¿Sí? ––Pregunte.
––Soy yo, Bruno.
––¡Ah!, pasa, pasa.
Al menos había tenido el detalle de llamar antes de entrar.
Ainhoa y yo ya nos habíamos sentado en el borde de la cama como
si allí no hubiese pasado nada, ella colocándose la ropa y el pelo y
yo maldiciendo a Bruno por no haber tardado un poco más de
tiempo en aparecer.
Fue una gran cortada de rollo y el momento de pasión que
habíamos tenido hacia un momento se había esfumado por
completo.
––Chicos, estoy algo cansado, si os parece podemos dormir un
par de horas y por la mañana os acerco a casa ––dijo Bruno.
––Si tío, muchas gracias, nosotros también estamos un poco
cansados ––Ainhoa asintió con la cabeza ante mis palabras.
––En ese armario hay varias mantas por si tenéis un poco de
frío.
––Gracias Bruno ––Cogimos varias mantas del armario y
preparamos un poco la cama supletoria para poder dormir sin pasar
frío.
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David del Bass
––Voy a cambiarme y a lavarme los dientes ––Bruno entro en el
baño, y Ainhoa aprovecho para quitarse los vaqueros y el top que
llevaba.
Cuando se quedo en ropa interior casi me da un infarto, fue un
gesto muy natural por su parte pero que me pillo desprevenido.
Se metió rápidamente dentro de la cama y se tapo hasta el
cuello con la manta, yo también me quite los pantalones y la
camiseta y me metí en calzoncillos dentro de la cama. Bruno salió
del baño con el pijama puesto, se metió en su cama y dándonos las
buenas noches apago la luz.
La habitación estaba completamente a oscuras y el contacto de
la piel de Ainhoa contra la mía era electrizante.
No me lo podía creer, tenia a Ainhoa en ropa interior en una
cama, los dos juntos, era demasiado para mi, estaba colapsado por
las emociones que fluían por todo mi cuerpo, me di cuenta de que
queremos conseguir el éxito y triunfar pero a veces nos supera y no
estamos listos todavía para gestionar los avances que conseguimos.
A tientas en la oscuridad percibía su silueta junto a la mía,
tanteamos a oscuras hasta volver a besarnos rozando nuestros
cuerpos.
Soy incapaz de describir la sensación de tener su cuerpo pegado
al mío rozándose, sintiendo el calor de su piel contra la mía, la
excitación que sentía en ese momento casi me hacia explotar.
Ella seguía besándome muy apasionadamente, disfrutando con
los besos, incluso por su forma de actuar me dio la sensación de que
era ella la que llevaba tiempo detrás mío y no yo detrás de ella.
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David del Bass
Intuía que era una mera ilusión o quizás ella había estado
haciendo un teatro y ya se había caído el telón apareciendo sus
verdaderos sentimientos, tampoco sabio a ciencia cierta si a la
mañana siguiente se arrepentiría de lo que había sucedido, aunque
la verdad es que poco me importaba…
La cosa se iba calentando cada vez más, Ainhoa se dejaba llevar
y aunque yo por aquella época no era ningún experto sexual, iba
tanteando como podía para intentar ponerla lo más a tono posible.
Metió la mano en mis calzoncillos para acariciarme, yo hice lo
propio a ella, parecía que estaba todo claro y que íbamos a terminar
haciéndolo esa noche, podía ser increíble conseguir en una noche lo
que no había sido capaz de conseguir en meses, me moría de ganas
de hacerlo con ella, cuando sucedió algo inesperado…
––¿Tienes condón? ––me pregunto entre susurros Ainhoa.
––Ehmmm… no.
––Pues no vamos a poder hacer nada entonces…
Fue como un puñetazo en toda la cara, se me cayó el alma al
suelo. Tenía a la chica que me encantaba tocándome de arriba abajo
en la cama y me decía que no podíamos acostarnos porque no tenía
preservativo.
Menos mal que la oscuridad no le permitió ver la cara de panoli
que se me había quedado en ese momento, porque sino hubiese
salido de la cama escopetada.
¡¡Que grandísimo fallo había cometido!!, la verdad es que
nunca llevaba preservativos encima porque no los había necesitado,
tenia sexo con cuentagotas y con chicas con las que sabia de
antemano que podía suceder y ya iba preparado.
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David del Bass
Con Maryta tuve suerte porque ella siempre llevaba
preservativos en el bolso pero ahora me encontraba con Ainhoa, a
punto de pasar a la acción y sin condones para poder hacerlo, y tal
era el calentón que tenia encima que hubiese hecho la locura de
hacerlo sin preservativo solo por sentirla mía de la forma que fuese,
pero ella, que pensaba de forma racional en ese momento me dejo
claro que no habría sexo de ninguna forma sin preservativo.
Fue una cortada de rollo brutal, después de eso no volvimos a
hacer nada, solo nos dimos varios besos, y enseguida nos dormimos.
Cuando me desperté a la mañana siguiente y vi a Ainhoa
dormida a mi lado, me invadió una sensación de ternura y tuve unas
granas tremendas de cogerla entre mis brazos y acurrucarla, pero
decidí no hacer nada porque no quería despertarla todavía, solo
quería seguir disfrutando de ese momento mágico, detenerlo en mi
mente.
Ella allí dormida junto a mi, no sabia si alguna vez se repetiría o
si había dejado pasar una oportunidad de oro.
En parte sabía que sí, la cagada del preservativo había sido
clave para que no pudiésemos tener sexo.
Mantener una relación intima con una mujer siempre une
psicológicamente de una forma u otra, sobre todo por el hecho de
que habéis compartido el momento físico más intimo que pueden
compartir dos personas y eso hace que para ella pases a ser
diferente, aunque quiera ocultarlo actuando de otra forma.
Pero al habernos quedado a las puertas del sexo, no estaba
seguro de como saldrían las cosas de ahora en adelante, era
demasiado shock, demasiadas emociones en tan pocas horas, en las
cuales había conseguido más con ella que en todo el tiempo que
había intentado ligármela.
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David del Bass
Ainhoa se despertó mientras la miraba, abrió sus grandes ojos
verdes y me sonrió, al parecer mi cara de embobado debía de
resultarle muy graciosa.
Era una tontería intentar aparentar que no estaba loquito por
ella, lo sabia de sobra, la intuición de las mujeres es igual a la de los
hombres, lo único es que ellas le hacen mas caso que nosotros.
Se acerco a mi y me beso en los labios, esto hizo que me
sintiera mejor y que me relajara, tenia miedo de que se arrepintiese
demasiado pronto de lo que había sucedido entre nosotros, más por
su novio real que por mi novia ficticia, de la cual Ainhoa todavía
daba crédito a su existencia.
––Buenos días cielo ––dijo mientras me acariciaba la cara.
––Buenos días ––dije yo sonriendo y devolviendo la caricia con
un beso en la frente.–– ¿qué tal has dormido?
––Bien…he pasado un poquito de frío pero bien ¿y tú?
––Yo genial, contigo al lado se duerme de maravilla ––Al
momento me arrepentí de haberlo dicho, porque aunque era
verdad, a veces es mejor omitir ciertas verdades para evitar males
mayores, y sabia de sobra que en cuanto Ainhoa supiese que había
equilibrado de nuevo la balanza a su favor y que volvía a tener el
control sobre mi, su interés caería en picado y volveríamos a la
historia que teníamos antes, yo detrás de ella y ella dándome largas.
Tome nota mental “no hacer demasiadas adulaciones”.
Bruno se despertó al poco tiempo al oírnos hablar y por la luz
del sol que entraba por la persiana mal cerrada del Hostal. Los tres
nos vestimos y Bruno nos acerco a nuestra casa, el primer destino
fue la de Ainhoa.
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David del Bass
Fuera del coche nos besamos y abrazamos para despedirnos
con un “ya hablamos” que me tome como un “déjame que asimile
lo que ha pasado y a ver como me lo tomo”, la vi abrir el portal de su
casa y perderse de vista en el descansillo.
Me quede unos segundos allí parado, sin saber si volvería a
estar allí otra vez o sería un destino que no visitaría nunca más, solo
el tiempo y mis acciones futuras lo pondrían todo en su sitio.
Me subí de nuevo al coche y de camino a mi casa Bruno me
interrogo sobre lo sucedido, le explique a grandes rasgos lo que
había pasado cuando se fue, como Ainhoa se abalanzo sobre mí
para besarme, como nos enrollamos en su cama hasta que él llego y
lo que había sucedido con el preservativo.
––Vaya fallo…yo siempre llevo en la cartera varios por si me
surge algo o algún amigo, tampoco caí en decirte nada para dejarte
alguno porque pensé que llevabas encima ––dijo Bruno mientras
conducía.
––Ya tío cagada con el puto condón, estábamos apuntito, pero
es que no suelo llevar condones en la cartera porque esto no me
pasa todos los días.
Desde entonces nunca he salido de casa sin llevar al menos un
par de preservativos encima, ya fuesen para mi o para algún amigo
que le hiciese falta.
Esta situación era algo que no me podía volver a pasar, perder
una oportunidad de oro como la que había tenido por un fallo tan
tonto era algo que no me podía permitir.
Bruno me aseguraba que Ainhoa ya era mía, que ahora las
cosas iban a salir mejor pero yo no las tenia todas conmigo, a pesar
de haber mostrado retazos de empezar a jugar el juego de la
102
David del Bass
seducción, sabia que todavía estaba a años luz del autentico control
de las situaciones que conseguiría años más tarde…
Vuelta a las andadas
Bruno me dejo en casa y lo primero que hice fue tumbarme en
la cama, cerrar los ojos y hacer un repaso mental de las cosas
increíbles que habían sucedido hacia tan solo unas pocas horas.
Había quedado con Ainhoa y mis amigos, habíamos salido a
tomar algo después de tener sexo en el cuarto de baño del Zoraya
con Maryta, Ainhoa al verme bailar con mi amiga y sentir que perdía
mi atención, usó sus armas de mujer llevándome al limite de mi
resistencia, para comprobar si el cambio que se estaba produciendo
en mi era real o una mera ilusión, y finalmente yo lo había
conseguido superando su test.
Ainhoa acabo abalanzándose sobre mí en el hostal, besándome
apasionadamente a pesar de ponerle los cuernos a su novio, y no
llegamos a tener sexo porque yo no tenía preservativos...
Todo era un shock emocional brutal, las imágenes, los sonidos y
las sensaciones se juntaban unas con otras, no era capaz de
quitármelas de la cabeza, había conseguido enrollarme con Ainhoa,
algo que ya estaba empezando a dar por imposible, ¡¡lo había
conseguido!!, sin que ni ella ni yo fuésemos borrachos, y es posible
que se diese un poco de suerte y de habilidad, pero por primera vez
en mi vida, sentía que empezaba a tener un cierto control en mi
relación con las mujeres.
103
David del Bass
Estaba comprobando en mis propias carnes que se podía
cambiar el guión de la película, que era cierto que las cosas podían
salir bien si sabias como hacerlas.
Me producía vértigo pensar solamente el largo camino que
tendría que recorrer para conseguir ese control que llevaba toda la
vida buscando, y sobre todo, lo que más miedo me daba, era
andarlo solo, pero tampoco me atrevía a contarle esto a nadie, me
avergonzaba que alguien pudiese enterarse de que no sabia ligar.
Mi inseguridad era uno de mis mayores enemigos, y una cosa
estaba muy clara, nadie iba a hacer las cosas por mí, tendría que ser
yo mismo y mi determinación.
El Domingo fue un día mágico en el que realmente creí que
Ainhoa y yo habíamos pasado a otro nivel más íntimo, donde sería
más accesible y estaría al alcance de mi mano cada vez que quisiera,
quizás no como novia, pero si al menos como rollo.
Lo mas importante para mi en ese momento era que por fin
había conseguido lo que tanto deseaba, y ese gustazo no me lo
podía quitar nadie, saliendo de una vez por todas de ese grupo de
“solo amigo” que tanto me frustraba.
Sonreía cada vez que pensaba en ella, estuvimos toda la tarde
enviándonos SMS el uno al otro, ella me enviaba mensajes
diciéndome cosas como “estoy como una quinceañera pensando
todo el día en ti…”, “eres súper tierno…” hasta me decía en uno “te
tengo muchas ganas…” al parecer no era el único que se había
quedado con las ganas de hacerlo, me sentía grande, importante,
Ainhoa ahora era para mi, pero como suele pasar siempre las cosas
bonitas no duran demasiado.
El Lunes a Ainhoa empezó a bajarle ese estado de buen rollismo
que me mostró el día anterior, o tal vez ya había vuelto a su modo
104
David del Bass
lógico, racionalizando todo lo que sucedía y queriendo colocarme
otra vez por debajo de ella, que era donde más segura y cómoda se
sentía , teniendo el control sobre mi.
Le envíe un mensaje al poco de despertarme, siguiendo en la
tónica que teníamos el día anterior, pero ella ni si quiera me había
respondido. Fue algo que me dejo un poco extrañado, pero
tampoco le di demasiada importancia en ese momento.
Fue Ainhoa la que me abrió conversación, nada más
conectarme al Messenger.
Ainhoa dice;
¿Que si no te saludo, no me saludas? – me dijo de buenas a
primeras, me pareció una frase algo agresiva por su parte que nada
tenia que ver a los SMS que nos habíamos estado enviando hacia
menos de un día cuando compartimos cama.
Sorry guapa, que no me has dado tiempo de ver la gente que
hay conectada jejeje – intente salir al paso quitándole hierro al
asunto porque no sabia de que iba la película… ¿estaría con la
regla? ¿se había levantado con el pie izquierdo? Mujeres…
Ainhoa dice;
¿Sabes? Hoy estoy súper contenta, ¿quieres saber por qué?
Claro cielo, cuéntame…
105
David del Bass
Ainhoa dice;
He encontrado un chico que me va a llevar a clase todos los
días, ¡¡y además es muy muy guapo!! Y esta tarde he quedado con
otro chico.
Sin saber muy bien ni como ni por qué, sentí que me estaba
lanzando otro test, aquello no era ni medio normal, no venia a
cuento para nada.
Nos habíamos enrollado y pasado la noche juntos y estuvimos
toda la tarde bombardeándonos mutuamente a mensajes, cuada
cual más empalagoso que el anterior, ¿y ahora me llegaba con esta
mierda?.
Estaba claro que aquello era premeditado por su parte para ver
mi reacción y actuar en consecuencia a mi respuesta.
Lo más seguro es que fuese cierto que había encontrado algún
tío que estuviese detrás de ella tirándole la caña para llevarla a clase
y frusquear un poco, y que hubiese quedado con otro para verse esa
tarde porque pretendientes no le faltaban, ya nada nuevo podía
sorprenderme con Ainhoa visto lo visto.
Me detuve unos segundos antes de responder, lo que hubiese
hecho hacia meses habría sido caer en su trampa y no pasar el test
mostrando celos, que seguramente era lo que ella esperaba y el
motivo de decirme lo que me acababa de decir, sabiendo de sobra
que me iba a doler y a molestar.
Tenía que salir rápido del atolladero de alguna forma en la que
yo mostrase indiferencia para darle la vuelta a la tortilla.
Decidí seguir jugando mis cartas con algo que anteriormente
me había funcionado muy bien con Ainhoa, aunque si tiraba
106
David del Bass
demasiado de la cuerda podría salir mal la jugada, pero las opciones
eran pocas, así que me lance con un órdago…
Yo he quedado con mi novia, la voy a invitar esta noche a cenar
por su cumpleaños.
Ainhoa dice;
¿Ah sí? Como tú veas, cuando dejes de ponerme excusas para
quedar nos veremos. Tu veras lo que haces. besos.
Y al momento sin dejarme responder se desconecta del
Messenger.
¡¡Había caído de nuevo en mi trampa!!
Fui capaz por segunda vez de darle la vuelta a la tortilla, en
situaciones que antes no habría sido capaz ni de percibir, eran las
ventajas de “ver el Matrix”.
Ainhoa volvía a mostrar enfado y celos de mi novia imaginaria,
que para ella era muy real y que tan buenos resultados me estaba
dando desde que me la saque de la chistera.
Ahí se quedo la cosa, mi breve romance con Ainhoa había
tocado a su fin, habíamos vuelto al principio.
En los días siguientes no recibí ninguna noticia de ella, pero el
jueves para mi sorpresa me envío un mensaje…
107
David del Bass
La decisión
El año se estaba acabando, apenas quedaban dos meses para
llegar al 2008 y yo llevaba desde mediados de Octubre sin salir de
casa.
Le había cogido miedo a la fiesta, a salir y divertirme, a conocer
gente nueva, en realidad a lo que había cogido miedo era a ligar con
desconocidas.
Desde mi traumática experiencia el 12 de Octubre en el Opción
Noche durante mi segundo sargeo desde que conocía la seducción,
no había vuelto a salir.
Me encontraba en un estado de estancamiento brutal,
desanimado y con miedo de volver a experimentar la misma
sensación de impotencia que había sentido frente a ese grupo de
chicas.
Tenia miedo a fracasar de nuevo, no sabia si sería capaz de
soportarlo, la última vez casi me había costado entrar en una
depresión.
Mi estado de animo apenas había mejorado, y tampoco
ayudaba mi distanciamiento con Ainhoa después de pasar la noche
juntos, pero al menos había conseguido olvidarme un poco del
sargeo y de la seducción mientras mantenía la mente ocupada en
otras cosas y no me conectaba al Messenger por miedo a
encontrarla conectada y volver a sentirme un calzonazos.
Decidí pasar totalmente de ella, aunque me doliese. O Ainhoa
hacia algo para ganarse mi atención de nuevo o las cosas entre
108
David del Bass
nosotros se terminarían para siempre, había sobrepasado el límite
de lo que estaba dispuesto a aguantar por una chica.
Era jueves, comía con mis padres y pensaba en lo que haría al
día siguiente, cuando desde mi habitación me llego el sonido del
móvil avisándome de un nuevo mensaje recibido.
Debía ser alguna oferta o promoción que me enviaba cada mes
mi operador, nada importante seguramente, después de comer le
echaría un vistazo.
Comí con calma, me acosté la siesta, y cuando me levante fui al
sofá para ver que ponían en la televisión.
Se me había olvidado completamente el mensaje, tenia la
cabeza en otra parte, cuando lo cogí mi sorpresa fue mayúscula
cuando vi que el remitente era Ainhoa ¿pero que demonios querría
ahora esta chica? ¿Estaba notando mi ausencia y empezaba a
echarme de menos o era una nueva trampa para ver como
reaccionaba?
El mensaje decía lo siguiente, “Hola, ¿qué tal estas? Hace unos
días que no se nada de ti, estas desaparecido, a ver si quedamos un
día y me cuentas como te va, besos. TK”.
No daba crédito… ¿¿¡te quiero!?? Lo primero que pensé es que
se había confundido de persona, me enviaba un mensaje donde me
decía TK que era lo último que me esperaba, fue la segunda muestra
de interés por su parte después de la última vez que nos vimos.
Que pusiera te quiero al final del mensaje solo podía significar
una cosa, y era que los compañeros del foro de seducción estaban
en lo cierto, en el momento en el que había dejado de comportarme
como su amigo y desaparecido de su vida.
109
David del Bass
Ella había reaccionado mostrando interés hacia mí para
comprobar si yo caía en su trampa y volvíamos a la situación en la
que estaba ahí para ella como un amigo cuando lo necesitase,
aguantando sus problemas y las cosas que me contaba de su novio.
Un nuevo dilema, parecía que mi camino como seductor iba a
estar lleno de decisiones importantes, de momentos buenos y
malos, ¿que debía hacer a continuación?.
Podía pasar de ella, eso sería lo más lógico y razonable, después
de jugar conmigo tanto tiempo, al final me había dado cuenta de
que la única forma de terminar con esto era pasando de ella
completamente, olvidarla, como si no existiera, darle la menor
importancia posible.
Para mi sorpresa una vez que mostré un completo desinterés
por mi parte hacia ella, había reaccionado inconscientemente
enviándome un mensaje en el que me decía te quiero, ni más ni
menos.
Quizás solo me echase de menos unos días y al poco tiempo se
le acabase este breve interés que había mostrado en mi, me pareció
una oportunidad maravillosa para devolverle todo lo que me había
hecho durante estas semanas, podría intentar volver a jugar el
juego de la seducción con la chica que había jugado primero
conmigo, y estaba convencido de que no iba a quedarme peor de lo
que ya estaba.
Al final parece que no iba a abandonar la seducción, cuando
estaba apunto de mandarlo todo a la mierda al no ver los resultados
que esperaba, ese mensaje de Ainhoa me dio el empujón final para
decidirme y dar el paso a seguir luchando por conseguir lo que me
había propuesto en un principio.
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David del Bass
Mi primer objetivo era hacer que estuviese loca por mí, solo así
conseguiría quitarme la espina clavada que me impedía avanzar y
me tenía estancado en un punto muerto entre frustrado y seductor
del que quería salir con urgencia.
Espere todo lo que pude antes de responderla, era consciente
por primera vez que si respondía demasiado pronto volvería a caer
en su trampa, y ella sabría que me tenia en sus redes como me
había tenido desde el momento en que la conocí.
Solo retrasando el mensaje podía seguir sumando puntos a mi
favor, incluso así conseguiría darle algo en que pensar, como si le
respondería o no, y que era lo que me pasaba con ella, por qué
tardaba tanto, ya que al enviarme ese TK esperaría una rápida
respuesta por mi parte.
De momento yo había recuperado el marco de ser el premio,
Ainhoa lo estaba demostrando con su interés hacia mi, y yo lo único
que podía hacer era ser congruente y no volver a meter la pata.
El viernes, un día después de recibir el mensaje, pensé que ya la
había hecho sufrir suficiente, tampoco quería forzar las cosas más
de la cuenta, mi objetivo no era hacerla desaparecer sino tenerla
pensando en mí todo el tiempo que fuese posible.
A media tarde, después de comer, en vez de enviarle un
mensaje decidí que era más apropiado llamarla directamente.
Llame y la cosa empezó bien, me cogió antes de que sonara el
segundo toque, cosa que nunca me había pasado, era como si
estuviese esperando la llamada con el teléfono en la mano.
––¡¡Hola guapo!!
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David del Bass
––¿Qué tal Ainhoa, como estas? ––intente parecer relajado y
natural.
––Muy bien… ¿no te llego mi mensaje?
––Sí, me llego.
––¿Por qué no me has respondido? ––me pareció una pregunta
trampa y decidí que lo mejor era cambiar de tema rápidamente.
––Escucha una cosa… ¿esta noche te apetece salir un rato?
––¡Sí! eso te quería decir, es el cumple de Yuli y queremos salir
a celebrarlo por Madrid.
––Genial, me parece una buena idea, ¿sobre que hora
quedaríamos?
––No lo se… Yuli ahora esta trabajando y sale a las 10, luego te
mando un SMS a ver que dice.
––Ok, un beso.
––¡Besos! Chiao ––y colgué.
Parece que el plan iba a ser parecido al del Opción Noche, de
nuevo íbamos a quedar con su amiga colombiana, esta vez la excusa
era un cumpleaños.
Tenia que buscar algún amigo que me acompañara porque
sabia que ni Jorge ni Chisco estarían dispuestos.
Estuve barajando posibilidades pero era importante que tuviese
coche, porque que si Yuli salía tarde de trabajar lo más seguro es
que tuviésemos que ir a recogerlas.
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David del Bass
Pensé en avisar a Bruno, que ya conocía a Ainhoa y estaba al
corriente de lo que había pasado entre nosotros, además tenía
coche y era lo ideal para hacer un dos a dos, busque su número en
la agenda y le llame al móvil.
––¿Hola?
––Buenas Bruno, ¿Cómo estas?
––Muy bien, cuéntame.
––Pues nada, te iba a comentar si esta noche tenías algún plan
porque he quedado con un par de amigas para salir a tomar algo
por si te apetecía apuntarte.
––Bueno, esta noche no iba a hacer nada, cuéntame un poco.
––Una de ellas es Ainhoa, ya la conoces, vamos a quedar con
una amiga suya que hoy cumple años y querían salir de fiesta para
celebrarlo, el plan tiene buena pinta, ¿te animas?
––Vale, dime ¿cómo quedamos y a qué hora?
¡Fantástico! Bruno había accedido, ya tenia un amigo con el que
ir (que sabía sobre seducción y sargeo) y teníamos coche, las cosas
marchaban bien de momento, la logística estaba preparada, ahora
solo faltaba concretar y ver como se desenvolvía la noche.
Le dije a Bruno que aún no me habían confirmado la hora pero
que más o menos sería sobre las 10 o las 11 y que tendríamos que ir
a recogerlas, no me puso ninguna pega, así daba gusto…
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David del Bass
El cumple de Yuli
Por un lado tenia muchísimas ganas de salir porque había dado
un gran paso en mi aprendizaje como seductor, y no podía
resignarme a quedarme encerrado en mi casa cada fin de semana
evitando encontrarme con gente desconocida, tenia que superar
mis miedos e intentar disfrutar al máximo.
Me duche y me arregle, cuando me mire al espejo, la imagen
que veía reflejada era una persona conocida y desconocía al mismo
tiempo, era yo, pero había algo diferente, no sabia que era
exactamente, la expresión quizás, eran diferentes.
Era como mirarme a mi mismo desde otra perspectiva. Me
estaba empezando a gustar el mirarme, ya no esquivaba mi propia
mirada en el espejo, y si era capaz de mirarme a mi mismo a los
ojos, sería capaz de mirar a cualquier persona.
La pantalla del móvil se ilumino, Bruno me había hecho una
llamada perdida para avisarme de que ya estaba abajo
esperándome. Me monte en su coche, nos saludamos mirándonos
con cara de nuevos en todo esto.
Él no sabía tanto como yo, pero era seguro que sentía que esa
noche iba a ser diferente a las anteriores que habíamos pasado
juntos. Yo estaba muy nervioso, tenia que relajarme o sino metería
la pata de nuevo.
Cerré los ojos y me visualice a mi mismo sentado en la orilla del
mar, como cuando iba a las playas de Málaga con mi familia a pasar
los veranos, un breve momento de paz para tranquilizarme un poco
y tomarme la noche con filosofía, y lo que tuviera que ser sería.
114
David del Bass
Llame a Ainhoa para saber si estaba lista, íbamos a recogerla ya
que vivíamos muy cerca y luego iríamos a por Yuli para hacer
tiempo mientras se arreglaba.
Cuando llegamos a casa de Ainhoa me recibió con un abrazo
muy efusivo que me hizo sentir a gusto, nunca me había abrazado
con tantas ganas, parecía que fuese su novio. Bruno me miro con
cara de “¿pero estáis juntos?”.
Le había contado de camino a casa de Ainhoa toda la historia y
las cosas que habían sucedido estas semanas, en teoría el plan era
sencillo, yo estaría con Ainhoa y él me ayudaría con su amiga Yuli
haciéndome la cobertura, aunque no se enrollasen al menos la
mantendría entretenida para que Ainhoa y yo pudiésemos estar el
mayor tiempo posible solos.
Nos dirigimos hacia a La Vaguada donde vivía Yuli, de camino
Ainhoa y yo mantuvimos una conversación bastante
intranscendente, de la que Bruno participaba casualmente,
parecíamos tres amigos que iban de viaje más que otra cosa, ya
atacaría cuando estuviésemos en la discoteca.
Tras unos minutos de espera la vimos bajar por el portal, se
había puesto unos pantalones blancos muy ajustados, botas blancas
a juego y una chaqueta negra.
El coche de Bruno era de 3 puertas y tuve que bajarme para
ayudarla a entrar. La segunda sorpresa de la noche fue cuando Yuli
me abrazo y se puso contentísima al verme como si fuésemos
íntimos amigos.
Habíamos hecho buenas migas el día del Opción Noche, pero
tampoco me esperaba ese recibimiento, tampoco pude evitar mirar
el exuberante escotazo de Yuli cuando se agacho para entrar en el
coche, tenia unos grandes pechos y sabía sacarles partido como
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David del Bass
buena colombiana que era, no aparte la vista, pensé que un hombre
Alfa no se sentiría avergonzado por esas cosas.
Yuli saludo a Ainhoa y le presente a Bruno, estábamos listos
para salir de fiesta, no quería que perdiésemos más tiempo porque
ya nos habíamos retrasado bastante.
Como era el cumpleaños de Yuli la permitimos elegir el destino,
y como buena latina nos pidió ir a bailar salsa. Yo no tenia ni idea de
bailar, y por la cara que puso Bruno, parecía que él tampoco.
Ainhoa recibió la propuesta con entusiasmo, habíamos caído en
la trampa de ir a un sitio donde no tendríamos el control de la
situación, ya no podíamos decir que no.
Yuli sugirió ir a los Bajos de Azca, en la calle Orense. Bruno que
vivía por Plaza Castilla conocía bien la zona puso rumbo al Paseo de
la Castellana.
Le pregunte a Yuli que tal el trabajo, ella me dijo que estaba
muy cansada, llevaba todo el día trabajando pero que no se podía
quedar ni loca en casa el día de su 20 cumpleaños.
Ella estaba detrás de mi asiento y Ainhoa detrás del de Bruno,
Yuli me agarro el hombro y dijo que se alegraba mucho de volver a
verme, ese contacto físico que los seductores conocen como Kino,
lo considere como una muestra de interés hacia mí por su parte y
me pregunte si yo le gustaba y no me había enterado.
Empezó a hacerme cosquillitas por el cuello y cuando paró le
dije que siguiera que me encantaban y me relajaban mucho.
Yuli siguió haciéndolo, yo sabia que estaba jugando con fuego
porque Ainhoa llevaba bastante rato sin pronunciar palabra, al
116
David del Bass
parecer el interés de Yuli hacia mi estaba generando celos en
Ainhoa.
Aparcamos cerca de los Bajos de Azca, no se veía mucho
movimiento de gente por la zona, daba un poco de miedo, no era
un sitio con muy buena fama, solía haber muchas peleas entre
bandas latinas, gente borracha y no me apetecía encontrarme nada
de aquello esa noche.
Entramos en el primer local que vimos, tenia la puerta llena de
carteles que anunciaban grupos de baile latinos, Yuli parecía
encantada con todo aquello, un chico negro que hacia las funciones
de portero y relaciones públicas nos invito amablemente a pasar.
El local por dentro era amplio, con una pista circular iluminada
por luces de neón en la que bailaban con soltura varias parejas.
Alrededor de la pista de baile había sofás y sillones donde se
sentaban grupos de gente, apenas habría una docena de personas
incluidos nosotros, la barra estaba ocupada por unos señores ya
algo mayores tomando una copa y mirando distraídamente a las
parejas que bailaban.
Cuando entramos me pareció que toda la gente que estaba en
la barra y en los sillones se nos quedaron mirando, debía ser que no
iban muchos españoles por allí. Nos sentamos en unos sofás
situados al fondo del local.
Al momento se nos acerco una camarera para tomarnos nota,
Bruno invito a la primera ronda, yo pedí un Red Bull siguiendo la
tónica de no beber alcohol cuando salía a sargear.
En el coche no nos habíamos colocado como yo quería porque
al entrar Yuli la ultima por el lado del copiloto, que es donde me
sentaba yo, ella se había quedado detrás mía, pero esta vez estuve
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David del Bass
rápido y me coloqué como quería, sentado al lado de Ainhoa, con
Bruno haciendo de barrera y Yuli en el extremo.
Era perfecto, parecíamos dos parejitas que salían a tomarse
algo por la noche, con Bruno ayudándome a separar a Ainhoa de
Yuli y así poder empezar a intimar con ella.
Ainhoa estaba algo callada, tenía una expresión que no me
gustaba nada, no era cara de enfadada pero se le parecía, celosa
quizás por los IDIs (Indicadores de interés) que me había dado Yuli
durante casi todo el camino.
No es algo que yo hubiese provocado, había sido ella solita,
incluso Bruno sin saber nada de sargeo se había dado cuenta
claramente.
Intente romper un poco el hielo invitando a Ainhoa a bailar,
sabia que a ella le gustaba mucho bailar, sería una buena forma de
quitarle esa cara larga que tenia y cambiar su actitud hacia mí, que
de momento había sido muy poco favorable.
Ainhoa se negó a bailar, me dijo que no le apetecía, cogió su
copa y se bebió más de la mitad de un trago, ¿estaba ansiosa por
emborracharse o allí había algo más?.
En ese momento paso por mi cabeza una imagen poco
agradable de Ainhoa borracha llamando la atención de todo el
mundo y montando un show.
Por un momento sentí que mi atracción hacia Ainhoa había
bajado de nivel, simplemente por darme cuenta de que era una
chica que necesitaba tomarse unas copas para pasárselo bien, y esa
sensación me hizo sentir tremendamente mal, porque me vi a mi
mismo en la misma situación tan solo unas semanas atrás, donde mi
diversión se basaba en ayudarme del alcohol, y ahora al no querer
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David del Bass
consumirlo para pasármelo bien empezaba a sentirme incomodo
frente a las chicas que se emborrachaban.
Al ver que me quedaba callado, Yuli que no perdía detalle de lo
que sucedía con Ainhoa y conmigo, porque ella sabía de sobra lo
que yo sentía por Ainhoa y el tonteo que nos traíamos los dos desde
que nos conocimos, se levanto y me ofreció la mano.
––¡Venga, vamos a bailar un poco! ––Me dijo sonriendo con su
acento colombiano.
Me la quede mirando unos segundos, sin saber muy bien que
hacer, ¿bailar o quedarme sentado? ¡Que demonios…! La devolví la
sonrisa cogiendo su mano, nos acercamos a la pista y empezamos
bailar, bueno Yuli a bailar, yo a intentarlo.
Nos estábamos divirtiendo mucho, ella me guiaba y yo
intentaba seguirla sin parecer un pato mareado. Se reía cada vez
que la pisaba o me liaba con los pasos, pero me lo estaba pasando
en grande, la cosa tenia su punto.
Intente hacerlo bien y quedarme con los pasos, Yuli era una
buena profesora, bailábamos muy pegados una bachata que sonaba
en ese momento, en la pista de baile había unas cinco parejas
bailando de maravilla a años luz de mi nivel, pero no me importaba
me sentía a gusto porque gracias a Yuli no me había quedado
sentado aguantando los caretos y la actitud negativa de Ainhoa.
Mire hacia los sillones donde y allí estaba Bruno tomando su
copa y Ainhoa, con los brazos cruzados y cara de circunstancia.
La verdad es que me alegre, en parte intérprete esa reacción
como celos y eso quería decir que algo le importaba, sino estaría a
su rollo riendo y divirtiéndose.
119
David del Bass
Era genial pagarle con la misma moneda, como cuando ella
había bailado con Jorge en el Opción Noche para calentarle delante
de mi cara y darme celos.
Ahora era yo el que estaba dándole celos con Yuli, que estaba
echándome un cable tremendo, consciente de ello o sin serlo.
Empezaba a estar algo cansado de bailar, Yuli parecía no
notarlo, pero yo que no estaba acostumbrado a bailar tanto, le pedí
un momento de descanso, ella se rió de mi poco aguante y fuimos a
sentarnos en los sillones.
Al sentarnos, noté que Ainhoa cambiaba de actitud y se
mostraba más habladora, el alcohol de su copa empezaba a hacer
efecto y la preselección también.
Bruno se puso a hablar con Yuli mientras que Ainhoa y yo
charlábamos sobre trivialidades de la semana, los estudios y que
había estado haciendo, me pareció curioso que no sacase el tema
de su novio. Ella sabia que si hablaba de él me sentiría incomodo y si
echaba a perder la noche las cosas terminarían mal para nosotros.
Esta vez fue Ainhoa la que me cogió de la mano y me arrastro a
la pista de baile, a pesar de no bailar igual de bien que Yuli, me
sentía más a gusto con ella porque era con la chica con la que quería
estar y tenerla tan cerca era parte del camino hacia mi objetivo.
Me fije que Bruno y Yuli también habían salido a bailar, Bruno
se defendía peor que yo pero parecía pasárselo bien, los cuatro
estábamos divirtiéndonos y las cosas estaban saliendo a pedir de
boca.
Decidimos cambiar de local, una vez en la calle nos acercamos
al local de enfrente que parecía abierto. Era mucho más pequeño
que el anterior, alargado y estrecho pero con más gente. Todos
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David del Bass
latinos por supuesto, nosotros éramos los únicos españoles del
local.
Bruno y yo nos quedamos mirando a dos chicas que hacían de
gogos bailando encima de una plataforma con unos vestidos muy
cortos, ajustados a sus delgados y bonitos cuerpos.
Una era castaña, mostraba un generoso escote y lucía un
vestido verde pistacho, la otra chica era morena con el pelo largo
que movía con gracia al tiempo que bailaba, llevaba un top rojo y un
culotte negro, era guapísima, me quede un rato allí parado
embobado mirándola.
A nuestras acompañantes no les hizo demasiada gracia perder
nuestra atención por otras chicas, aunque fuesen inalcanzables para
nosotros, ellas querían seguir siendo las protagonistas, sugirieron
cambiar de zona, y fue Ainhoa la que ejerció de líder diciendo de ir a
Huertas.
“Vaya…” pensé, volvíamos al sitio donde nos conocimos, casi
tres meses atrás, cuando todavía desconocía la existencia del
estudio de la seducción y la Comunidad de seductores, y volvía al
mismo sitio como aprendiz de seductor en practicas ya que aún no
había cosechado ningún éxito significativo, más que insignificantes
cambios en mi relación con las mujeres.
Cogimos de nuevo el coche y nos dirigimos hacia Sol.
Aparcamos en el parking de Sevilla, cerca de la Plaza de Santa Ana.
Una vez en la calle parecía que el destino sería La Gramola,
pero no fue así, un relaciones publicas nos abordo a medio camino y
nos ofreció tomar un chupito gratis en el Sol y Sombra, un sitio
moderno con estilo, con un largo pasillo y una barra que ocupaba
casi medio lateral del local.
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David del Bass
Al fondo se veía una tarima donde había un grupo de guiris
rubias y muy blanquitas de piel bailando como locas.
El relaciones públicas nos invito al chupito, brindamos por el
cumpleaños de Yuli y lo bebimos de un trago.
Cuando el relaciones se marcho nos colocamos en un lateral del
local, donde había una mesa para dejar los abrigos y parecía que en
ese momento había menos gente.
Ainhoa seguía rara conmigo, desde que salimos de la zona de
Azca se mostraba entre enfadada e indiferente, solamente había
hablado con Yuli durante el trayecto.
La situación estaba tensa y no tenia ni idea de cómo arreglarlo,
era posible que estirado demasiado de la cuerda al juguetear con su
amiga cuando ella daba por sentado que sería el centro de atención
para mí.
Yuli nos invito a los tres a tomar algo por su cumpleaños, yo
pedí una Coca-Cola, Bruno pidió una cerveza sin alcohol y Ainhoa un
Malibú con piña. Mientras tomábamos la copa el ambiente se relajo
y Ainhoa pareció bajar las defensas.
Nos hicimos fotos para recodar el día, nos reíamos y
bailábamos, incluso Ainhoa se pegaba mucho a mí, yo me sentía a
gusto. Tenia muy claro que no sería yo esta vez el que diese el
primer paso, si ella quería algo de mi tendría que invertir, ya estaba
cansado de hacer el primo con ella.
Ainhoa me cogió por detrás y empezó a bailar conmigo,
provocándome como sabia que lo hacia.
Me dejaba llevar disfrutando de esos breves momentos en los
que estábamos cómodos el uno con el otro, cuando Yuli se acerco a
122
David del Bass
mi por delante y me saco a bailar arrancándome literalmente de los
brazos de Ainhoa, y aunque yo no le di mayor importancia al gesto,
Ainhoa si pareció sentirse muy ofendida por el comportamiento de
su amiga conmigo aquella noche.
Mientras que Yuli y yo bailamos juntos vi como Ainhoa se
acercaba a unos chicos que había a nuestro lado “¿Pero qué coño
hace?” pensé.
No entendía su comportamiento cuando se puso a bailar
arrimándole cebolleta a uno de los chicos, la impresión que me dio
es que lo hacia solamente para darme celos, como si quisiera
hacerme sentir mal, en ese momento pensé que era una niñata
acostumbrada a que todos los chicos la hiciesen caso y no podía
soportar pasase de ella y peor aun, que hiciese más caso a su amiga.
La situación me pareció tan cómica e irreal que estuve apunto
de soltar una carcajada.
Era increíble ver a Ainhoa, que ya se encontraba un poco
tocada por el alcohol, como se arrimaba al chico que debía sentirse
como al que le toca la lotería sin haber comprado el cupón,
mientras me lanzaba miradas de vez en cuando, como si quisiera
que yo lo viese.
Lejos de enfadarme o sentirme celoso, me hizo gracia ver como
se esforzaba tan patéticamente por ganarse mi atención, era como
ver el Matrix claramente, estaba comportándose como una niña con
una rabieta y yo estaba saboreando el momento.
Al darse cuenta Ainhoa mi ausencia de reacción por lo que
estaba haciendo, pareció mandar a la mierda al chico que ya se
pensaba que tenía la noche resuelta, se acerco hacia mí mirándome
fijamente y fue el primer momento de la noche en el que me sentí
intimidado por ella.
123
David del Bass
Parecía como si fuese a pegarme un bofetón por no entender lo
que estaba pasando, con mi desinterés había conseguido sacarla de
sus casillas.
Me cogió del brazo y me llevo hasta un rincón, se puso muy
pegada a mí, con los brazos en jarras, como una madre enfadada
dando una regañina a su hijo y casi me grito.
––¿Me vas a decir que te pasa conmigo? ––Comprendí que me
acababa de apuntar un tanto a mi favor, se confirmaba que mi
cambio de comportamiento y actitud hacia ella había resultado
efectivo como me habían aconsejado los compañeros del foro que
hiciera si quería dar la vuelta a la situación. No me apetecía nada
responderla ni justificarme, así que opte por lo más fácil, no decir
nada.
Me quede callado y en vez de responderla sonreí con una
sonrisa que significaba “que pena me das, que tengas que llegar tan
bajo para llamar mi atención…” di un trago a mi Coca-Cola,
pasándole la pelota a su campo de nuevo.
Abrió mucho los ojos alucinando y me soltó.
––¿Qué pasa que soy la chica que solo te quieres follar y ya? ––
Esa pregunta me molesto bastante, no me la esperaba pero no me
parecía justo que me dijese algo así después de lo bien que me
había portado hasta entonces con ella haciéndola de paño de
lagrimas y aguantando que me tratara como un amigo cuando yo
me moría por ser algo más.
––¿Y qué cojones soy yo para ti? ¡Dime! ––Le respondí yo casi
con enfado, un enfado sincero que nacía de la desesperación, de no
saber como actuar de la forma correcta para que lloviese a gusto de
todos, esa chica me estaba volviendo loco con tantos cambios de
124
David del Bass
actitud, ya no sabia como actuar ni que hacer, si seguir siendo un
pringao o mandarla de una vez por todas a la mierda.
Ella no dijo nada, su reacción fue lo que jamás me hubiese
imaginado ni en mis mejores sueños, pero que me hizo sentir
increíblemente bien durante unos momentos.
Sin decir una sola palabra me agarro la cara con sus manos y
me dio un morreo impresionante de varios segundos.
El beso sabia ligeramente a alcohol pero no me importo, lo
saboree como nunca he saboreado nada, Ainhoa se había rendido
de nuevo ante mi, su teatro se había derrumbado, incluso había
hecho el ridículo con su comportamiento infantil delante de todos
solo para darme celos y ganar mi atención sin conseguirlo.
Había habido algo entre ella y yo aquella noche, un juego
invisible pero existente entre los dos, influenciado por todo lo que
había ido sucediendo.
A pesar de no ser capaz de controlar el juego, había conseguido
mi objetivo, gracias a los consejos de los compañeros del foro de
crear desinterés por mi parte obtuve un interés brutal por la suya.
Era como si Ainhoa tuviese la necesidad de compensar mi
desinterés mostrando interés para mantener la balanza equilibrada,
era la primera vez en mi vida que me pasaba algo así, la primera en
la que era yo el que mostraba menos interés por la chica y al final
había conseguido no un beso, sino un buen morreo en condiciones.
Cuando me soltó la cara y el beso termino, me miro a los ojos y
me dijo.
125
David del Bass
––¡Si quieres que deje a mi novio dímelo, y lo dejo! –– “¿que lo
dejara por mí?” pensé, pero mi boca no fue capaz de articular
palabra.
Por una parte analizaba lo sucedido y por otra disfrutaba del
momento, no quería comprender nada, solo quería disfrutar.
Bruno y Yuli parecían no dar crédito de lo que veían. Aunque no
estaba seguro del cómo ni del por qué, lo que descubrí aquella
noche es que las cosas podían salir bien si sabias como hacerlo…
El primer dilema del año 2008
Mis ligues hasta 2008 habían estado bastante limitados, en la
seducción todavía era un desastre. Solo había salido tres veces a
sargear con mujeres desconocidas y las tres veces había fracasado
estrepitosamente.
Al parecer las cosas eran más complicadas de lo que parecía en
un principio, y lo que me salvaba era echarle horas y horas a
Internet para encontrar alguna chica con la que poder quedar e
intentar algo.
Estaba registrado en casi todas las páginas de contactos que
conocía, Badoo, Sexyono, Hi5, Votamicuerpo… entre otras, era la
única forma que tenia de quedar con chicas.
Después de mucho buscar y probar suerte encontré a Lorena,
una chica de Perú muy guapa, con rasgos asiáticos que me llamo
mucho la atención desde un primer momento.
126
David del Bass
Por aquella época casi todas las chicas con las que me
enrollaba, exceptuando Ainhoa, habían sido latinas.
Parecía que eran más fáciles de conseguir, o al menos no te lo
ponían tan difícil como las exigentes españolas.
Además al ser un chico moreno de ojos verdes, alto y delgado,
parecía que mis rasgos las atraían bastante por ser el anti prototipo
de chico latinoamericano, y esto me hacia muy atractivo para las
mujeres latinas, y lo aproveché al máximo.
Después de varias conversaciones por Messenger con Lorena
mostrando un claro interés por mi, le propuse salir para conocernos
en persona.
Lo cierto es que prefería quedar con este tipo de chicas con las
que ya contaba con una cierta ventaja a la hora de ligármelas, que
currármelo teniendo que salir a sargear y poder sentirme otra vez
frustrado conmigo mismo como me había pasado anteriormente.
Seguía prefiriendo lo cómodo y lo fácil, así difícilmente
avanzaría en mi aprendizaje como seductor.
Ella acepto a quedar el sábado por la noche, le comente que
había quedado también con un amigo y si no le importaba traerse a
alguna amiga, me dijo que sin problema.
Seria un buen plan, iba a quedar con Bruno, que ya me había
ayudado con las chicas y tan buenos resultados me había dado.
No sabia si tendría algo con la amiga, pero si se gustaban seria
genial salir los cuatro en plan parejas y pasarlo genial.
Todo iba perfecto, ya tenía el plan del fin de semana asegurado,
y me enrollaría con Lorena casi seguro, pero el día me deparaba una
gran sorpresa, cuando a por la tarde mi teléfono empieza a sonar y
127
David del Bass
veo que Nancy me estaba llamando. Casi se me sale el estomago
por la boca.
Nancy era una Paraguaya que llevaba pocos meses viviendo en
Madrid, y que siendo sincero, había sido la chica más preciosa con la
que me había enrollado hasta la fecha.
Era bajita, con la piel trigueña, pelo negro muy largo, grandes
ojos oscuros, nariz redondeada y una sonrisa muy dulce con unos
perfectos dientes blancos.
Me había tenido embobado con ella, y lo sabia. Después de
enrollarnos desapareció y la excusa que me daba era que trabajaba
mucho.
Yo pensaba que quizás había metido la pata de alguna forma,
por cierto, también la había conocido por Internet, para variar….
La verdad es que era algo que no me sorprendió demasiado,
era una chica realmente guapa y yo un tío muy normalito, las chicas
como ella no estaban con chicos como yo, y después de no
responder ni mis llamadas ni mensajes decidí que lo mejor era pasar
pagina y olvidarla.
Y tanto la di por perdida que mi sorpresa fue mayúscula al ver
su nombre en la pantalla de mi móvil, pulsé el botón para responder
a la llamada.
––¡Hola! ¿Qué tal? ––Era Nancy, esa voz con ese acento
paraguayo era inconfundible.
––¡Muy bien guapa! cuanto tiempo sin saber de ti… por cierto,
¡feliz año!
128
David del Bass
––¡¡¡Feliz año!!!! Oye… ¿te apetece salir esta noche de fiesta
conmigo? ––era increíble lo de esta chica… no solo se había hecho la
loca sin darme ninguna explicación al decirla que estaba
desaparecida en combate, sino que además quería quedar esa
misma noche cuando ya había quedado con Lorena, su amiga y
Bruno dentro de unas horas para conocernos en persona y donde
seguramente pasaría algo entre nosotros, si todo salía según lo
planeado.
––Lo siento pero no puedo, es que he quedado con unos
amigos y…
––Anda venga… ¡¡cancélalo y quedamos!! ––me lo dijo
totalmente convencida y mostrando un desprecio absoluto por mis
planes, como había hecho desde que la conocía.
––No, ya he quedado con mis amigos, y no puedo cancelarlo ––
la verdad es que me apetecía mucho verla, y lo cierto es que no
había quedado con unos amigos, sino con Lorena y con su amiga,
pero aún así tenia muy claro que era un test que me estaba
lanzando, si aceptaba y quedaba con ella dejando mis planes de
lado estaría perdido.
Solo podía hacer una cosa, mantenerme firme en mi sitio, y así
lo hice para demostrarle que las cosas habían cambiado desde la
última vez que nos vimos y ya nada iba a volver a ser como lo antes.
––Pues vale, ¡chiao!.
Y me cuelga el teléfono sin darme opción a despedirme, me
colgó enfadada, supongo que confusa por encontrarse con un
comportamiento inesperado por mi parte.
129
David del Bass
Me recordó al enfado que se había cogido Ainhoa cuando le
dije que había quedado para cenar con mi novia imaginaria.
Al parecer cuando superabas un test las chicas no se lo
tomaban nada bien, pero su reacción posterior no tenia desperdicio
y era algo que ya había vivido antes con Ainhoa, enrollándome poco
tiempo después con ella, y que también estaba a punto de volver a
comprobar con Nancy.
A pesar de que tenia muchísimas ganas de quedar con ella
porque era una chica que me encantaba, no me parecía nada bien
cambiar mis planes por quedar cuando le apeteciese y mostrarme
incongruente.
Si me pedía que cambiase los planes y los cambiaba, estaría
aceptando el marco de que ella era el premio, y yo estaría en una
débil posición que en nada me beneficiaría.
Estaba sorprendido por la actitud que había tenido Nancy,
llamándome en plan sobrada, después de no saber nada de ella en
bastante tiempo para que nos viésemos, y como no había
conseguido lo que quería me había colgado el teléfono mosqueada.
Me eche en la cama para dormir la siesta y cuando estaba
empezando a dormirme, me despertó el sonido del móvil, era Nancy
¡¿me volvía a llamar?! Se me escapo la risa al ver su nombre de
nuevo en la pantalla, descolgué.
––¿Si?
––Parece que el plan A no ha funcionado, a ver si el plan B
funciona… ––me suelta directamente pero sin tener voz de
mosqueada, al parecer se le había pasado muy pronto el enfado y la
130
David del Bass
contrariedad de mi negativa a quedar con ella, y ahora volvía a la
carga.
––A ver, cuéntame que es eso del plan B…
––¿Te apetece quedar un ratito antes de que te vayas, y luego ya
te vas con tus amigos? ––estaba alucinando, había pasado su test
con éxito, y a pesar de ser una de las chicas más orgullosas que
había conocido hasta el momento, había sido capaz de llamarme de
nuevo y buscar un plan alternativo solo para verme.
––Uhmmm ¡vale!, ese ya si me parece un buen plan…
Estuvimos hablando un rato más de cosas sin mucha
importancia y quedamos en Madrid a las 9 de la noche, yo había
quedado a las 11 con Lorena, su amiga y Bruno, tenia que darme
tiempo a llegar al metro de Cuzco, donde habíamos quedado en
recogerlas.
Me arregle y salí para Madrid, cuando llegue Nancy estaba algo
distante conmigo, seguramente porque al haber quedado
finalmente, le había alimentado el ego y quería hacerme sufrir un
poco por mi “rebeldía”, por suerte para mi, era algo que por fin
estaba empezando a comprender y a aceptar.
Iba preparado para eso, hace tan solo unos meses me hubiese
echado la culpa a mi mismo y lamentado por no entender que una
chica te llame para quedar ¡¡y cuando te presentes pase de ti!!, era
algo que me había pasado muchas veces en mi vida y que hasta
entonces no me había parado a analizar fríamente.
Supongo que se esperaba que fuera a comportarme como lo
había hecho cuando quede otras veces, estando detrás, rogando
131
David del Bass
por su atención, y lo que hice fue algo que tendría que haber hecho
hacía mucho tiempo, le cante las cuarenta y la puse en su sitio.
Literalmente me canse de jugar a su juego del ratón y el gato,
fui muy sincero con ella, nos sentamos en un banco detrás de los
cines de la calle Montera y se lo solté todo a bocajarro.
––Mira Nancy, si vas a seguir en este plan conmigo, me voy y
aquí te quedas, ¿esta claro? Estoy harto de tu actitud hacia mí,
como si me hicieses un favor por quedar conmigo y luego
desapareciendo a la mínima oportunidad. Me llamas para quedar,
te cabreas y me cuelgas porque te digo que no, me llamas de nuevo
proponiéndome un plan alternativo ¿y cuando quedamos pasas de
mí? Decídete porque no voy a perder más el tiempo…
Las palabras me salieron del corazón, eran sinceras y estaba
realmente molesto por su comportamiento, que me parecía ya
irrespetuoso, como si fuese el juguete con el que jugar cuando
estaba aburrida y al quedar la patada cuando no le apetecía saber
de mí.
Se quedo con la boca abierta, era la primera vez que veía a
Nancy así, se había quedado impresionada con mi rapapolvo.
Estoy seguro que era la primera persona que la ponía en su sitio
desde que había llegado a España.
––Si, bueno…la verdad es que tienes razón… ––No sabia ni que
decir, se me quedo mirando a los ojos con cara de arrepentida, nos
fuimos acercando poco a poco y acabamos besándonos.
La coraza de Nancy se había venido abajo y allí estábamos los
dos comiéndonos la boca sentados en un banco y haciendo tiempo
porque en un rato había quedado con otra chica con la que también
me iba a enrollar ¡fuck yeah!.
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David del Bass
Era la primera vez en mi vida que me podía enrollar con dos
chicas en un mismo día, y a pesar de ser algo que varios de mis
amigos habían conseguido en más de una ocasión, para mí había
sido siempre algo de ciencia ficción.
Cuando llegaron las 10:20 le dije que era hora de irme, y sin
saber muy bien por qué, le conté la verdad, que había quedado con
unas amigas y con Bruno para irnos de fiesta los cuatro…
Ahí fue cuando la actitud de Nancy cambio por completo y la
imagen de chica distante y sobrada que había mostrado hasta el
momento se desvaneció por completo.
––¡Ah! que te vas ahora con al otra ¿no?
––Pues dicho así…
––¿Y por qué no le dices que no puedes quedar y te quedas
conmigo? ––me pregunto Nancy casi echándose encima de mí y
besándome intentando convencerme.
––Lo siento, pero no puedo cancelarlo, si quieres otro día
quedamos más tranquilamente y hablamos, ¿vale?
Después de seguir besándonos, llego la hora de irme, Nancy se
mostraba contrariada, no se creía que de verdad me fuese a ir con
otra chica mientras estaba ahí liándome con ella, ¡estaba
totalmente descolocada!, era la primera vez que le pasaba algo así
en su vida.
Por una parte me sentía bien al darle un poco de su medicina,
por haberse portado tan mal conmigo al ir de sobrada, pero por otra
sentía que tampoco estaba haciendo lo correcto, enrollarme con
una y luego irme con la otra, pero las cosas estaban pasando así y ya
había sido demasiado tiempo un pardillo con las chicas.
133
David del Bass
Ahora me tocaba a mí empezar a disfrutar un poco de las
relaciones que iba teniendo y de sentirme con el control de la
situación.
La despedida fue muy rara, Nancy no paraba de besarme
apasionadamente, resistiéndose a dejarme ir, agarrándome de la
mano y dándome abrazos.
Me decía una y otra vez que me quedase, pero al final me
despedí de ella con un “te llamaré”, mientras bajaba las escaleras
para dirigirme al metro de Cuzco mire hacia atrás y la imagen de
Nancy, a lo alto de las escaleras, con cara de no creer lo que le
estaba pasando es algo que me costará mucho tiempo olvidar.
Al parecer había vuelto a darle una vuelta de tuerca, después
de mi triunfo con Ainhoa, ahora volvía a triunfar con Nancy.
Al mostrarme congruente y en mi sitio, pude mantener mi
marco de ser el premio y eso me hizo ser un tío con mucho valor
ante sus ojos, lo que los compañeros de la seducción llamaban ser
un Hombre Alfa, parecía que este nuevo año prometía y daría
mucho que hablar…
Y después de Nancy con Lorena
Sentado en metro de camino a la estación de Cuzco, donde
había quedado con Bruno, Lorena y una amiga suya, tenía la mirada
clavada en el suelo pensando en lo que acababa de suceder hacia
pocos minutos, y en lo que pasaría a continuación.
134
David del Bass
Aun tenía el sabor de los besos de Nancy en la boca y mis
manos olían a su perfume, no me podía creer que la hubiese dejado
allí tirada para irme casi corriendo a ver a otra chica con la que casi
seguro también me iba a enrollar.
Esta situación era lo que desde siempre se había llamado “estar
en vacas gordas”, una época en la que sin saber muy bien ni cómo
ni por qué, consigues tener un éxito temporal con las mujeres, que
suele acabar igual de rápido que empezó.
Así había sido toda mi vida, una serie de triunfos esporádicos,
sin tener ni idea del motivo de por qué sucedían de una forma en
vez de otra.
Ahora, gracias a la lectura del libro de Mario estaba empezando
a darme cuenta de que las cosas jamás pasaban porque sí, siempre
había un motivo para que fuesen de una forma o de otra.
Si las cosas podían irte tremendamente mal, tenían que existir
unas leyes por las cuales podrías hacer que te fuese bien con las
mujeres.
Cuando llegue a Cuzco tenía un subidón tremendo, sabía que
estaba entrando la racha de vagas gordas y quería aprovecharlo
antes de que se terminara, o al menos intentarlo.
Al subir las escaleras allí estaban Lorena y su amiga, y a pesar
de no conocernos nos saludamos con un abrazo. Yo estaba crecido y
ella sentía una atracción previa por mí que me había demostrado
por el Messenger.
Bruno llego a los pocos minutos pasadas las 11. Ellas se
quedaron bastante impresionadas al ver el cochazo de Bruno, un
BMW 320 coupé adecuadamente modificado, y que a pesar de no
decir nada, ellas asociaron “cochazo = Valor” de forma involuntaria.
135
David del Bass
Lorena era de Perú y su amiga una estudiante, sus ojos como
platos delataron que no se habían montado en un coche así en su
vida, pero a pesar de tener un cochazo al final de la noche Bruno no
consiguió enrollarse con la amiga de Lorena, lo que me demostró
que no todo es la imagen y lo que aparentas, sino que también hay
que saber como hacer las cosas bien, y esa es la clave del éxito, una
buena imagen y hacer las cosas correctamente.
Nuestro primer destino fue el Mynt, uno de los locales de Torre
Europa al lado del metro Santiago Bernabéu, de los más de moda de
la zona junto al Tequila y el Touchè.
Pedimos algo de beber y nos situamos en el centro de la pista,
Lorena y yo ya íbamos ya cogidos de la mano, y aunque aun no nos
habíamos besado todavía estábamos apuntito de hacerlo, aquello
había sido pan comido, pero Bruno y la amiga de Lorena estaban ahí
de pie, ella bailando a su royo y Bruno copa en mano con cara de
circunstancia.
La verdad es que no era un mal compañero de seducción, al
menos no me molestaba con Lorena que eso ya era mucho si lo
comparaba con mis amigos de siempre, y a mi me habría encantado
que se enrollase con la amiga, pero él no hacia tampoco nada para
intentarlo, simplemente estaba ahí y si la chica le preguntaba algo él
le respondía.
Por esa época todavía era una persona muy reservada y poco
experimentada con las mujeres.
Dejaba que las cosas fuesen cogiendo forma a su ritmo, y no iba
a ser yo el que le juzgará porque solo tenia un poca más experiencia
que él en este mundillo en el que le inicié.
136
David del Bass
Empecé a bailar con Lorena, ponían pachangueo y a pesar de
no ser un buen bailarín, me defendía lo suficiente para juntarme y
arrimarme a ella sin perder mucho el ritmo.
Acercamos nuestras caras y finalmente nos besamos, fue algo
tan fácil que apenas lo saboreé porque no me costo nada, en
comparación a lo que me había costado conseguir enrollarme con
Ainhoa e incluso con Nancy.
Besarme con Lorena fue algo tan sencillo como quitarle un
caramelo a un niño, la atracción era mutua y no sentí que realmente
me lo hubiese currado.
Esto era algo que ya había vivido en ocasiones anteriores, con
chicas que conocía por Internet o amigas de mis amigas, en las que
la atracción física era mutua desde un primer momento. Sin yo
hacer apenas nada, la cosa estaba hecha, no tenia realmente el
control ni decisión de la situación, básicamente me elegía ella.
La verdad es que no era algo de lo que enorgullecerme, fue la
primera vez en mi vida en la que no valore haberme besado con una
chica, en parte quizás después del sufrimiento de los últimos meses
y las altas expectativas que había creado en mí el libro.
Tenía la necesidad de conseguir retos más complicados y ser
capaz de seducir a una chica me gustase realmente, una chica que
fuese elegida por mi, como había pasado con Ainhoa dándole la
vuelta a la situación, eso era lo que yo entendía ahora por
seducción.
Me di cuenta de que Bruno y su amiga empezaban a aburrirse
peligrosamente y el Mynt no dejaba de llenarse de gente, decidimos
cambiar de local a un sitio más tranquilo. Una vez en la calle y
barajando diferentes opciones cogimos el coche y fuimos a Huertas.
137
David del Bass
Esta vez yo me senté atrás con Lorena, con la que me fui
enrollando durante el trayecto hasta que llegamos al parking de
Santa Ana. Ellas nos dijeron que había un local en la calle de las
Huertas que se llamaba el 41.
El local era bastante pequeño, con una plataforma a modo de
tarima y un ventanal que daba a la calle desde el que podías ver a la
gente pasar o ellos verte a ti bailando.
El sitio no estaba mal, los había peores, pero la música no era
mala, además yo ya tenia a mi chica asegurada, así que lo demás me
daba bastante igual.
Estábamos bailando y enrollándolos, aunque Bruno seguía si
hacer nada con la amiga, decidí apartarme a un lado para hablar con
él.
––¡Tío porque no te lanzas! ––le dije a Bruno.
––No se, no veo interés por su parte…
––A ver, ella tampoco te va a besar a ti, pero le he preguntado a
Lorena que si hay opciones y me ha dicho que lo intentes – era
cierto, durante la noche habíamos estado comentando con
disimulo, yo con Bruno y Lorena con su amiga, haciendo un poco de
Celestinos para ver si también se enrollaban, que era lo suyo, para
estar todos mas a gusto ya que íbamos en parejitas.
––Ya…bueno ahora lo intento.
Pero no lo intento, Bruno estaba acojonado. Él quería
enrollarse con ella, la chica era bastante maja y le seguía el juego
cuando bailaban y siempre que miraba les veía hablando
animadamente, aunque no había ninguna tensión sexual, era como
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David del Bass
ver a dos amigos charlando, y por más que intentaba que Bruno se
lanzase, menos hacia este.
Al final lo di por perdido, si no quería hacer algo era su
problema, no el mío, yo estaba casi seguro que si se lanzaba la chica
se dejaría, pero había que lanzarse…
La noche termino y Bruno nos acerco a casa. Me quede con la
sensación de que Bruno podía haber hecho más que el pagafantas y
de taxista, pero no podía ser yo el que juntase sus bocas si él no
estaba dispuesto o preparado para hacerlo.
Subí a casa y me quite la ropa, antes de acostarme publique lo
que había sucedido esa noche en el foro de seducción.
Tenia la necesidad de dejar constancia del gran día que había
vivido, que para mi había sido realmente impresionante al liarme
con dos chicas en el transcurso de unas pocas horas.
Me metí en la cama con una sonrisa y con la sensación de que
un abanico de posibilidades con las mujeres se abría ante mí.
El seminario de Verdadera Seducción
Por primera vez en 2008 desde que contacte con Jack The
Ripper, él me abrió conversación del Messenger para darme la
enhorabuena por los últimos artículos que había publicado en su
web y la buena acogida que habían tenido por parte de los lectores.
139
David del Bass
Yo también me había empezado a dar cuenta porque las visitas
a mi blog Seducción y Superación, se habían triplicado de una
docena a más de un centenar en tan solo unas semanas.
Había pasado de ser un completo desconocido en Internet a
empezar a interesarles a algunas personas que querían leer sobre la
seducción.
Me alegró muchísimo que Jack me felicitase por el esfuerzo que
estaba realizando, para mi era una motivación extra para seguir
escribiendo y aprendiendo mientras intentaba compartir mis
experiencias personales con los demás en mis primeros pasos como
seductor.
Sentía una especie de obligación de deber moral de escribir y
compartir todas las cosas que me pasaban porque guardármelo solo
para mí me parecía algo injusto.
Esta decisión fue clave en mi aprendizaje como seductor,
permitiéndome analizar en frío todos los fallos que cometía para
intentar corregirlos y escuchar el feedback de otras personas que
llevaban más tiempo que yo.
Jack estaba bastante preocupado porque quería hacer su
primer seminario de seducción en Madrid y no encontraba un local
adecuado, eran demasiado caros y no podía permitírselo.
El primer seminario que había impartido a principios de Febrero
de 2008 en su casa de Valencia había sido un autentico éxito y una
grata sorpresa para él, que había dado el gran salto en su web
pasando de escribir solo artículos a impartir cursos presenciales
compartiendo su experiencia con gente que quisiera aprender
cuando la demanda de sus lectores fue suficientemente grande.
140
David del Bass
Después del vídeo del seminario en Valencia que Jack había
subido a Youtube para promocionar el de Madrid, comenzó a recibir
emails de gente interesada en saber cuando haría un curso en la
capital, y él al vivir en Valencia y teniendo que pagar gastos viaje, un
sitio donde dormir, las comidas y local, no le salían las cuentas.
Por suerte, mis padres estaban fuera de Madrid pasando la
Semana Santa y yo tenía la casa sola.
Vi la gran oportunidad de devolverle el favor a Jack, igual que él
me había echado una mano dejándome escribir en su web dándome
a conocer entre sus lectores y así poder conocernos por fin en
persona.
Le propuse hacer el seminario en mi casa que es bastante
grande y así no tendría que preocuparse por el tema de buscar un
local donde impartirlo y gastarse el dinero. Yo le dejaría mi casa y
así podría asistir a mi primer seminario y conocer por primera a otro
miembro de la Comunidad de seducción.
Jack acepto encantado y aliviado al mismo tiempo, por
encontrar una solución a un problema que le tenia de cabeza.
Decidimos fijar las fechas del seminario para los días 15 y 16 de
Marzo.
Por aquellas fechas si querías asistir a un taller de seducción las
únicas alternativas eran Mario Luna que cobraba 475€ por talleres
que no incluían salida a practicar a la calle, sino que las dinámicas se
realizaban con unas chicas que participaban en el taller todo dentro
del mismo aula donde se impartía la teoría, o Víctor Malvado algo
más económico pero no tan conocido como Mario.
El día antes del curso yo estaba hecho un flan, no podía
evitarlo, para mi conocer a un seductor al que había leído y
admirado durante los últimos meses en los que estaba más solo que
141
David del Bass
la una, suponía algo importante, y no era consciente hasta que
punto conocer en persona a Jack The Ripper cambiaría mi historia
como seductor hasta varios años más tarde.
Le llamé por teléfono a media tarde para comprobar si ya había
llegado a Madrid y para confirmar la hora a la que habíamos
quedado antes del curso para ultimar los detalles y dejar la casa
preparada.
Había quedado con Jack a las 5 de la tarde en el metro de mi
barrio para acompañarle hasta mi casa y conocernos un poco antes
del curso que sería al día siguiente.
Me dijo que le iba acompañar Miguel Lázaro, otro seductor
nacido en Córdoba que llevaba casi toda la vida viviendo en Madrid,
utilizaba el seudónimo de Arcángel dentro de la Comunidad de
seducción.
Arcángel participaría en el seminario dando una breve charla
sobre seducción durante el día y “ciberligue” que eran temas que
controlaba bastante.
Ese mismo día, aprovechando que estaba solo en casa había
invitado a Lorena, la chica con la que me enrollé en Torre Europa el
mismo día que nos conocimos, y con la que me había acostado
después de prepararle una deliciosa comida.
Apenas habíamos terminado de hacerlo y yo, todavía desnudo
y acalorado, no dejaba de mirar el reloj de la mesilla para saber que
hora era, lo último que quería era hacer esperar a Jack y a Arcángel.
¡Joder eran las 4:52 p.m. y aún tenía a Lorena desnuda en mi
cama, iba a llegar tarde ¡mierda!.
142
David del Bass
––¿Qué te pasa tienes prisa o que? ––me pregunto Lorena
mientras se vestía lentamente sentada en mi cama.
––No que va, es que he quedado ahora a las 5 con unos amigos
y voy a llegar tarde...
Nos vestimos y bajamos a la calle, Lorena me acompaño al
metro y allí estaban ellos esperando. Hecho un manojo de nervios
me presente y luego les presente a Lorena, que se despidió de mi
con un beso en la boca y con cara de no entender absolutamente
nada de lo que estaba pasando se marchó escaleras abajo…
Jack The Ripper, Arcángel y Putoamo
El seminario ya había terminado y estaba que no cabía de gozo
en mi mismo, a pesar de que el seminario no fue para nada lo que
me había esperado porque creía que haríamos una salida todos
juntos para practicar por Madrid el sábado por la noche o el
domingo para ver a Jack en acción, pero no fue así.
Debido a que yo llevaba todavía muy poco tiempo en la
seducción y sin apenas práctica, hubo muchas cosas interesantes
que allí se dijeron que escuché pero que no llegue a comprender, y
por las caras del resto de asistentes, parece que la mayoría
tampoco.
Hay cosas que te pueden contar, pero hay otras tienes que
vivirlas de primera mano para entenderlas.
143
David del Bass
Básicamente el curso consistió en dos días de consejos
prácticos y anécdotas que había vivido Jack desde que empezó en la
seducción en 2006 y sus sargeos durante el 2007.
La verdad es que me quede un poco igual que estaba, pero no
me importo porque por fin, después de más de medio año sin
apenas avances, había tenido la suerte de conocer en persona no
solo a uno, ¡sino a tres seductores!. Cada uno de ellos muy distintos
entre sí.
Lo que más me llamo la atención de Jack, fue descubrir que
realmente era una persona muy cercana y accesible, que no se
molestaba en ocultar sus defectos ni en aparentar algo que no era.
Había demostrado ser una gran persona compartiendo todo lo
que había aprendido a través de su web.
Hacia poco que estaba iniciando una relación estable con una
chica a la que había conocido sargeando y se estaba dedicando en
cuerpo y alma a llevar a lo más alto su sueño, que era su proyecto
Verdadera Seducción.
El agradeciendo que sentía hacia la oportunidad que me había
dado, hacia la ayuda prestada y los consejos recibidos,
permitiéndome colaborar con su proyecto, era para mi algo
maravilloso.
Además, una vez terminado el seminario, cuando nos
quedamos Arcángel, Jack y yo solos en mi casa sentados en el sofá,
Jack me dejo que le hiciese una entrevista grabada sobre su visión
personal sobre la seducción, las cosas positivas que consideraba que
le había aportado, cuales eran sus proyectos a corto plazo, y
anécdotas divertidas que le habían sucedido en el tiempo que
llevaba en la seducción, entre otras cosas.
144
David del Bass
Yo parecía un niño con un juguete nuevo, feliz de estar allí
sintiéndome un privilegiado, para mi era un “súper hombre”,
alguien que estaba consiguiendo cosas increíbles superándose a sí
mismo de algo que había comenzado desde cero.
Tenía que aprovechar al máximo el tiempo que pasará con él
para empaparme de todo y utilizarlo en mi aprendizaje.
A Arcángel le conocí de pasada el viernes cuando acompaño a
Jack hasta mi barrio, ya tenia mínimo sus treinta añitos y a primera
vista no me pareció físicamente el prototipo de seductor,
“demasiado mayor…” pensé.
No era un tío guapo, no era alto, ni tampoco estaba fuerte,
pero tenia algo especial en su presencia que hacia que cuando
hablaba te quedases callado prestándole atención.
Era increíble, no sabría expresarlo con palabras, pero era algo
que me hubiese gustado tener a mi en ese momento, el poder de
captar la atención de las personas que te rodeaban sin esfuerzo.
Me chocó bastante su inesperado trato el sábado cuando llego
a mi casa, mostrándose muy amable y cordial conmigo.
Le comente que tenia un proyecto en mente que trataba sobre
el ciberligue, que era algo que tenia muy trillado en mi vida ya que
la mayoría de éxitos que había tenido habían sido gracias a Internet
(porque en discotecas nada de nada), pero quería encontrar un
método para explicar a la gente como no perder el tiempo en
Internet y conseguir encontrar chicas de forma sencilla.
Enseguida se mostró interesado y quiso prestarme su ayuda,
incluso me regalo su propio Manual de Ciberligue para que pudiese
documentarme, fue un detallazo por su parte sin conocerme de
nada.
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David del Bass
Por ultimo Raúl Domínguez, conocido en la comunidad y los
foros por el seudónimo de Putoamo, y eso es lo que demostró ser,
un “puto amo” en la seducción.
Era amigo de Jack y Arcángel, los tres se habían conocido
cuando empezó a gestarse esto del sargeo en el 2006 cuando el
escritor y periodista americano Neil Strauss presentó en España su
libro El Método; “la comunidad de los maestros de la seducción al
descubierto”.
Putoamo había participado como colaborador en algún curso
de Mario Luna y también de Víctor Malvado cuando los dos estaban
empezando a impartir talleres.
Al parecer Jack le había comentado que estaría por Madrid
dando un seminario y le había pedido que se pasase, y allí se
presento el viernes a última hora Putoamo, junto a un chaval de tan
solo 16 años que se hacia llamar Victoric y había ganado un
campeonato de magia en Madrid hacia poco tiempo.
Putoamo era uno de los administradores del primer foro de
seducción en castellano que se llamaba “seduccionistas”. Lo que
más me llamo la atención de Raúl fueron sus tablas y la forma
pausada y lógica que tenía al hablar sobre seducción.
A pesar de que no vino a participar, sino solo a saludar a Jack,
hizo varias aportaciones durante el seminario muy acertadas y que
me parecieron muy interesantes, se notaba que llevaba varios años
practicando el arte de la seducción, era un “hombre de campo”
como se les conocía a los que practicaban habitualmente la
seducción los fines de semana en pubs y discotecas.
Putoamo apelaba a la falta de comunicación que tenemos los
hombres entre nosotros, lo que nos ha hecho estar aislados los unos
de los otros.
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David del Bass
Nos puso un ejemplo muy claro, dijo “¿Cuándo llamas por
teléfono a un amigo, cuanto habláis?… Menos un minuto, ¿verdad?”
y era totalmente cierto, había dado en el clavo, fue una de las
grandes verdades que me llamaron mucho la atención, y más a mi
que en ese momento me sentía muy solo en esto y con ganas de
hablar durante horas de seducción con alguien que supiese del
tema.
Putoamo se mostraba como una persona muy sociable, abierto
y claro, factores que me parecían imprescindibles a la hora de ligar
con mujeres.
Estuve charlando con él en un momento de descanso durante
el seminario y me comento que estaba bastante ocupado por temas
de trabajo para seguir administrado el foro, trabajo que le había
cedido a su amigo Victoric.
También me comento que estaba formando un nuevo grupo de
sargeo con varios compañeros con los que se compenetraba
bastante bien.
A mi se me hacían los ojos chiribitas, no sabia como decirle que
me diese la oportunidad de salir con ellos, no encontraba el
momento y tampoco me atrevía a decírselo por si me decía que no,
pero vi el cielo iluminado cuando me dijo…
––El fin de semana que viene quizás salga con Guardián por
Madrid, si quieres dame tu número y te pego un toque para que te
pases.
No me lo podía creer, la oportunidad que llevaba tanto tiempo
esperando se me acababa de presentar, después de más de medio
año iba a poder salir por primera vez a practicar junto a seductores
de verdad, no con mis amigos de siempre, que no tenían ni idea
sobre seducción, o con gente que estaba empezando como yo y
147
David del Bass
apenas tenía nivel, era mi oportunidad para aprender y tener un
motivo por el que salir a practicar.
Le respondí un sí con una gran sonrisa de oreja a oreja, le di mi
teléfono y quede a la espera de su llamada…
Mi primer sargeo con seductores
Las vacaciones de Semana Santa estaban apunto de terminar y
en unos días mis padres volverían de Málaga y dejaría de estar solo
en casa como Macaulay Culkin.
Mis dos semanas de vacaciones en el trabajo se acababan el
viernes, y el sábado me toco volver a la rutina laboral, de “traje y
corbata”, poniendo buena cara a unos clientes a los que no conocía
y aguantando a unos encargados que no soportaba por un suelo
mísero y una jornada laboral excesiva.
El trabajo era
sobreponiéndome.
siempre
algo
duro,
pero
acababa
Ese día me toco horario de tarde, de 4 a 10, pero por primera
vez en mucho tiempo, seguía con las pilas cargadas lleno de energía,
y en el Cercanías de camino a casa, recordé que Putoamo me
comento el día del seminario que ellos salían a sargear en grupo por
Madrid los sábados.
La verdad es que no lo tenia muy claro, quería llamarle pero no
sabia si sería buena idea, me daba algo de miedo salir con gente que
no conocía más que de unas horas, además Putoamo había sido una
de las primeras personas que empezaron con el sargeo en España y
148
David del Bass
eso era algo que me intimidaba bastante porque no sabia si estaría
a la altura de las circunstancias.
Después de darle vueltas al asunto, al llegar a mi barrio me
decidí por llamarle y probar suerte.
––¿Diga? ––respondió Putoamo por el móvil.
––¡Hola! Soy David, el chico que puso la casa para el seminario
de Jack, estuvimos hablando y me dijiste que me apuntase un finde
a salir a sargear con vosotros…
––Sí, sí, ya me acuerdo. Mira, esta noche vamos a salir por
Huertas, hemos quedado en el Km0 de Sol a las 12.00, pásate y nos
vemos por allí.
––Perfecto tío, muchas gracias, acabo de salir del curro y a la
mejor llego un poco más tarde, a ver si me podéis esperar unos
minutos…
––No te preocupes, allí nos vemos.
––Hasta ahora.
¡Lo había hecho!, superando mis miedos y mis dudas,
finalmente llamé a Putoamo y la cosa había salido bien.
Ahora solo tenía que arreglarme y darme prisa para llegar a
Madrid lo antes posible porque ya iba bastante mal de tiempo.
Me di una ducha rápida, me puse mi americana nueva y camisa
negra con rayas blancas, me arregle el pelo con gomina, pero antes
de salir no se me podía olvidar el broche de oro, un poco de mi
colonia favorita, Jean Paul Gaultier, y ya estaba listo para salir a
sargear por primera vez con gente que sabia lo que se hacia.
149
David del Bass
Estaba como un flan, con los nervios a flor de piel, no sabia que
pasaría ni que podía esperar de todo aquello, solo tenia una cosa
clara, y era que necesitaba saber como era salir con gente que sabia
de sargeo y que tenia los mismos objetivos que yo, y sobre todo lo
más importante para mí, que me entendían y estaban en mi rollo,
respetando y comprendido porque hacia todo esto.
Llegué al Km 0 de la Puerta del Sol casi a las 12:15 y allí estaban
esperando, como me habían dicho, Raúl “Putoamo” y dos amigos
suyos, Andrés y David, que se había llamar Guardián en la
Comunidad, los tres se habían conocido mediante el foro de
seduccionistas.
Después de las presentaciones, nos dirigimos hacia la zona de
Huertas que estaba a pocos minutos de Sol, por la calle apenas
había gente, muchos todavía no habían vuelto de las vacaciones de
Semana Santa, pero no me importo, la cosa no pintaba tan mal
como parecía en un principio, y yo ya estaba ahí con ellos, que era
para mi lo más importante, haber salido de casa y recuperar de
nuevo la ilusión del principio que había perdido.
De camino a un destino desconocido para mi, Raúl me comento
que esa noche no estaba al 100%, había salido de fiesta el jueves y
se encontraba mal de la tripa con unas decimas de fiebre, pero a
pesar de todo ahí estaba, aguantando como un espartano.
Yo hacia todo lo posible para no parecer fuera de lugar y
quedarme descolgado, pero fue muy fácil, porque en todo
momento fueron muy agradables conmigo y me contaban consejos
y truquillos, de los que no aparecían en los libros de seducción y
eran los que se aprendían solo en la calle, practicando con mujeres.
Empecé a sentirme muy a gusto e integrado en el grupo, a
pesar de no conocerles, tenia muchas ganas aprender y ver de lo
que era capaz con ellos.
150
David del Bass
Al primer local que entramos fue al Mikonos (actualmente el
Vudú), donde Raúl y compañía saludaron al portero del sitio que
parecían conocer de anteriores sargeos.
Una vez dentro me tome un Red Bull, y estuvimos viendo como
estaba el local, al que cada vez iba llegando más gente.
Al principio la cosa no fue muy bien, porque los locales estaban
llenos de chavalitas que apenas tenían los 18, si es que los tenían, y
que las había dejado entrar porque al ser Semana Santa y estar la
cosa floja los garitos querían hacer caja.
Lo peor es que eran en su mayoría malotillas que vestían ropa
con estampados de leopardo, y lucían en sus orejas grandes aros de
oro y los ojos pintados como faraonas.
Estábamos buscando otro tipo de chicas, Sets, que era como
llamaban a un grupo de chicas, que pasaran los veintitantos.
Sobre las 2:00 de la mañana, sin haber hecho apenas nada todavía,
encontramos un garito que nos pareció bastante curioso, el
Medaigual, al que entramos acompañados del relaciones.
Había un Set de tres chicas que parecía que se lo estaban
pasando en grande, Raúl me dijo que me acercase a hablar con
ellas, después de dudar un poco, y sabiendo que si me negaba
quedaría mal delante de ellos, me acerque y me sorprendí al ver
que eran muy simpáticas y que no me rechazaron con alguna
contestación borde como me esperaba que sucedería.
Estuvimos charlando un rato y me contaron que habían bajado
de Barcelona para salir de fiesta unos días y que estaban encantadas
con la fiesta madrileña.
151
David del Bass
Intente estar de la forma más natural posible, mantuvimos una
conversación agradable, incluso baile con una de ellas, y después
nos hicimos una foto juntos.
Las tres eran chicas muy guapas, sabia que si mostraba
demasiado interés, para no cometer el error de intentarlo
demasiado, verían a por lo que iba, y lo único que conseguiría es
llevarme un bazucazo para cortarme el rollo y sacarme del estado
favorable que había alcanzado en ese momento.
Estuve hablando con la que más me gustó quizás media hora,
sobre Barcelona, Madrid, fiesta, trabajo, como es la gente por allí y
por aquí, y varios temas más.
Fue con la que sentí mas feeling de las tres, por eso me decidí a
ir probando suerte con ella, a ver hasta donde era capaz de llegar,
porque sabia que estaba siendo observado y analizado por Putoamo
y sus amigos desde la distancia.
Mientras hablábamos nos íbamos acercando cada vez más y
separándonos de sus amigas que estaban completamente a su bola,
sin ver en mi ninguna amenaza, en algunos momentos la cogí de la
mano.
Era lo que se conocía en la Comunidad como hacer Kino, un
contacto físico necesario para que se produjera la escalada sexual, si
no existía ese contacto previo, parecía imposible que hubiese algo
más que una simple conversación y se caía en la zona del amigo.
Lo cierto era que me encontraba tan a gusto hablando con ella,
tenia miedo a echarlo a perder si intentaba un cierre con beso, y no
era porque me faltasen ganas, porque la chica estaba buenísima,
una rubia de veinticinco años que me sorprendió por su simpatía.
152
David del Bass
Al parecer las chicas guapas no eran bordes si las tratabas con
respeto, pero quizás cuando intentabas algo más que hablar, la cosa
cambiaba drásticamente, si no lo hacías bien por supuesto.
Sabia de sobra que no la volvería a ver más, que ellas el
domingo subirían de nuevo a Barcelona y seguirían con sus vidas,
que tenia que aprovechar ese momento para hacer lo que tuviese
que hacer o al menos para intentarlo, pero no fui capaz de pasar de
la simple conversación a ese “algo más” que eran capaces de hacer
los seductores experimentados.
En ese momento me di cuenta de que a pesar de conocer la
seducción desde casi medio año, realmente estaba más verde de lo
que había creído en un principio.
Como yo no hacía lo que tenia que hacer la cosa se fue
enfriando por mi indecisión de actuar, los demás sugirieron cambiar
de local.
Frustrado, fuimos al Sol y Sombra, donde hacia tan solo unos
meses había estado celebrando el cumpleaños de Yuli, con Ainhoa
intentando darme celos con los chicos que estaban por allí.
Una vez en dentro, recibí una llamada perdida a mi móvil, era
Vanessa, una rubia venezolana con unos pechos siliconados
impresionantes que estaba bastante buena, a la que había conocido
a través de la web Sexyono.
Hacia unos meses que intente algo con ella, un día que vino a
buscarme al trabajo para conocernos en persona, y me dio unas
largas brutales cuando intente besarla haciéndome varias veces la
cobra, y finalmente desapareciendo por completo sin dar ninguna
explicación.
153
David del Bass
Contrariado y sin entender su llamada, la llamé y me pregunto
que dónde estaba, se venia de fiesta. Yo no entendía nada, pero me
pareció interesante que se presentara una chica conmigo para que
Raúl y los demás no viesen que era un autentico perdedor.
Apenas habían pasado veinte minutos cuando me dio otra
perdida y salí a la calle a buscarla. Acababa de llegar al Sol y Sombra
en taxi.
Estaba guapísima, se había puesto un vestido azul claro que me
dejo con la boca abierta nada más verla y realzaba más todavía su
exuberante y bien colocado pecho.
Nos saludamos y entramos juntos de nuevo, ella cogió mi mano
mientras pasábamos entre la gente hasta llegar donde estaban mis
compañeros y cuando se la presente se quedaron los tres
alucinados.
Al parecer había conseguido el objetivo de aparentar al menos
que estaba a la altura de las circunstancias, aunque no fuese a si
realmente, no quería irme de vacio a mi casa la primera noche de
sargeo con seductores.
Mientras hablaba y bailaba con Vanessa, ellos cerraron con
teléfono a un Set de cinco chicas que estaban a nuestro lado y
decidieron que ya era tarde y se marchaban a casa, me despedí y les
dije que me quedaría un rato más con mi amiga.
Había leído en el libro de Mario que algo que funcionaba muy
bien era la “limitación temporal”, cuando cambiabas de local con
una chica que acababas de conocer, eso generaba mucho confort
entre los dos y en su mente ella pensaba que habíais pasado mucho
más tiempo del que realmente había pasado, y así tener algo con
ella seria mucho más fácil.
154
David del Bass
Intenté probarlo con Vanessa proponiéndole ir a otro sitio.
Como tampoco conocía mucho la zona de Huertas, entramos en el
local de enfrente, la Gramola, donde precisamente había conocido a
Ainhoa y a sus amigas en Septiembre de 2007, antes de conocer
todo esto de la seducción.
Vanessa se pidió una copa y yo me pedí otro Red Bull, justo
detrás de la barra había una zona donde se podían colocar los
abrigos y las copas y podías ver la pista de baile.
Nos pusimos ahí, y estuvimos mirando a la gente que había en
el local, riéndonos juntos mientras criticábamos a uno que iba
demasiado borracho o a una chica que vestía de una forma muy
hortera.
Sentía que la cosa iba bastante bien, y cuando cogí a Vane por
la cintura para besarla, no hubo oposición por ningún lado ante el
beso, lo que me dejo claro como cambian las cosas cuando sabes
hacerlas bien, no como me sucedió cuando intente besarla a la
salida del trabajo donde ella se mostró reacia y ahora se dejaba
besar sin ninguna resistencia, era increíble empezar a ver todas
estas cosas…
Al rato me despedí de ella con un abrazo y un beso pasional.
Mientras esperaba el autobús nocturno que me llevaría a casa,
hice un repaso mental de la primera salida de sargeo que había
hecho con seductores, la verdad es que no fue como me había
imaginado, pensaba que sería todo muy sencillo y que todos
ligaríamos, pero al final solo fui capaz de entrarle a un grupo de
chicas y hablar bastante con rato con una de ellas, para al final no
hacer nada.
Y lo que hice fue empujado por Raúl, de mi no hubiese salido.
155
David del Bass
Al final de la noche, termine enrollándome con una chica que
ya conocía anteriormente, así que no dejaba de ser muy diferente a
lo que me había pasado los meses anteriores, me estaba costando
demasiado desvincularme de una vez por todas de mi forma de
hacer las cosas, pero sentía que estaba en el buen camino.
Estuve muy a gusto sargeando con mis nuevos compañeros y
solo quedaba seguir practicando para ver donde acababa todo esto,
si es que iba a acabar en algún sitio.
Antes de acostarme le envié un SMS a Raúl dándole las gracias
por haberme invitado a salir a sargear con ellos y diciéndole lo a
gusto que había estado y lo bien que me lo había pasado, y que me
avisase cuando quedasen otro fin de semana, porque me apuntaría
sí o sí.
Mi primer cierre con beso
Después de casi dos meses de sargeo con los seductores
Putoamo y Guardián por Madrid, conseguir algunos números de
teléfono era lo máximo que había conseguido, aunque luego no
pude concretar ninguna cita.
Sentí que pasé de novato a estar un poco más cerca de ser un
seductor, al conseguir esa noche el que fue mi primer cierre con
beso desde que empecé a salir con ellos, actuando como un
seductor e intentando hacer las cosas bien, como se suponía que
había que hacerlas para conseguir seducir a las mujeres.
156
David del Bass
Para mi fue especial, salir del habitual “jaque del bobo” que
había conseguido en contadas ocasiones, porque realmente eso no
era seducción, solo simple suerte.
Seducir era ir a por lo que uno quería, y ser capaz de
conseguirlo. Ahora voy a contarte como fue la primera vez que
conseguí besar a una chica sargeando.
Otra noche de sargeo por Huertas, una zona que empezaba a
cansarme cada vez más. Me resultaba bastante repetitiva, además
cada vez estaba más llena de nuevos sargeadores novatos.
Lo normal era encontrarte el perfil de chica normalita que se lo
tenia muy subido, y que en otras zonas de marcha hubiese sido el
ultimo mono, como Torre Europa o grandes discotecas tipo New
Garamond o Keeper, donde era un constante desfile de tías buenas
y tíos guaperas.
Pero a Putoamo y a Guardián les encantaba Huertas, y como yo
era la ultima incorporación al equipo, prefería guardarme mis
opiniones personales para mi y no tocar mucho las narices.
Llevaba unas semanas sin quedar con mi amigo Jorge y le
propuse salir juntos por Madrid porque quería desconectar un poco
del chip sargeo.
Él me dijo que se volvería antes del ultimo metro porque le
tocaba trabajar el domingo por la mañana.
Llegamos sobre las 12:30 a Sol, ese día había estado lloviendo y
la noche estaba bastante fría, no se veia mucha gente por la calle,
pero a mi me importaba bien poco, era sábado y tocaba fiesta,
llevaba toda la semana esperando a que llegase el fin de semana,
para desconectar un poco del trabajo que cada vez me tenia más
quemado.
157
David del Bass
A Jorge no le gusto la noche que hacia y me dijo que el prefería
volverse para casa antes de que cerraran el metro y así no estar
reventado para currar mañana.
Nos despedimos y sin plan llamé a estos para ver si estaban por
la zona, me dirigí al Mikonos, donde había quedado con Putoamo y
Guardián que me habían preparado a una sorpresa para mi.
De camino al Mikonos salude a varios relaciones publicas que
me encontré por la calle y al portero del Mikonos, de los cuales me
había ido ganando su amistad en mis salidas anteriores, algo que
me había enseñado Guardián que llamaban Prueba Social.
Me los encontré en el Mikonos y después de saludarnos y
tomarnos un Red Bull, me dijeron que fuésemos al Sol y Sombra que
en un rato habían quedado con un amigo, esa era mi sorpresa.
Yo me extrañe bastante porque no entendía que sorpresa podía
ser conocer a un tío. Putoamo me confeso que en un rato llegaría
Lobo Feroz, quien él consideraba su maestro, la persona que le
había enseñado la mayoría de cosas que sabia y le había acogido
cuando empezó a sargear en 2006, incluso le estuvo ayudando
durante los talleres que había estado impartiendo Lobo Feroz en
Madrid hacia unos años.
Lobo era el creador de la web Éxito Social, que era de las más
antiguas junto con la de Arcángel, Jack y Mario. Tome nota mental
para revisarla nada más llegar a casa porque precisamente esa no la
conocía.
Empecé a calentar motores abriendo varios grupos de chicas
que estaban cerca de la barra, cuando llego Lobo Feroz y su novia,
yo ya me encontraba con la energía muy alta, en pleno subidón de
la noche.
158
David del Bass
Cuando me presentaron a Lobo lo primero que me llamo la
atención fue su imagen, no era lo que esperaba, más o menos de mi
altura, pelo castaño claro y de ojos azules, ancho de espaldas y con
cara de buena persona, llevaba una camisa roja y una pulsera de
cuero muy parecida a la que yo había comprado en el H&M.
Me saludo amistosamente con acento sevillano, y estuvo un
rato conversando con Putoamo que al parecer llevaban bastante
tiempo sin verse.
Su novia, que conocía la seducción a través de Lobo y utilizaba
el seudónimo de Xana, era una morena alta muy atractiva, con una
mirada muy expresiva.
Al parecer ella le conoció como sargeador, mientras que Lobo
tenia varias relaciones múltiples con otras chicas, al final decidió
quedarse con Xana como pareja estable, y ella le permitía seguir
sargeando, es más, le acompañaba en todos sus sargeos e incluso le
hacia de Pivote, era algo alucinante.
No pude evitar intentar demostrar que sabía sargear, hice un
abordaje a un Set de cuatro chicas.
Me fue como el culo, de los peores abordajes que había hecho
hasta entonces, me fui directo a por la que consideraba más guapa
de las cuatro.
Mi error fue no prestarle atención a las amigas, exactamente
igual que me había sucedido la vez anterior con la chica bajita y la
amiga morena.
Fueron las amigas las que me echaron brutalmente, aunque mi
objetivo me daba Kino y mostraba bastante interés, estaba claro
que si las amigas no querían que te enrollases con ella, no ibas a
conseguirlo ni de coña.
159
David del Bass
Al final terminaron llevándosela y se marcharon del local,
dejándome a mi igual que había venido, pero con la moral un poco
más baja.
Tampoco quise darle demasiada importancia porque era de los
primeros Sets de chicas que abordaba esa noche, aunque fuese solo
para ir calentando motores, me sabia mal haber quedado en
ridículo delante de Lobo Feroz y su novia, dejando claro que aun
tenia bastante de novato.
Sugirieron cambiar de local y salir del Sol y Sombra, esperar la
cola en la calle para entrar en otros sitios me dejo bastante frio,
empecé a notar el peso del cansancio de la semana de trabajo, solo
veía chicos por todos lados y los grupos de chicas, apenas merecían
la pena o no me gustaban nada.
No estaba motivado, a pesar de que los demás se lo estaban
pasando en grande, yo solo quería irme a casa lo antes posible a
descansar, sinceramente no me apetecía sargear más esa noche,
estaba apagado y no me sentía con ganas.
Cuando estábamos apunto de recogernos, Xana sugirió que
podíamos ir un rato a la Gramola antes de irnos, porque ellos habían
llegado un poco tarde y apenas habían podido disfrutar de la noche.
Por suerte, nos encontramos en la calle al relaciones de la
Gramola y nos paso gratis, sin tener que pagar los 8 euros que
costaba la entrada ni esperar la larga cola, en estos casos la Prueba
Social valía la pena, no solo para darse valor antes las chicas, sino
también para entrar en los sitios cuando hacia falta.
Una vez dentro mi energía seguía baja, veía como Guardián
abordo a varios Sets de chicas bastante guapas, así conseguía
subirse la energía, y aunque algo me decía que hiciese lo mismo, me
costaba horrores arrancar.
160
David del Bass
Eran las cuatro de la mañana y yo apenas había hecho nada esa
noche, la cosa pintaba muy negra, quizás era el día en el que mas
flojo había estado y en el que me había sentido más cansado por la
acumulación de agotamiento debido al trabajo.
La energía estaba por los suelos y se notaba que eran ya cinco
findes seguidos saliendo a sargear dándolo todo. El cansancio físico
y mental empezaba a hacer mella, necesitaba un pequeño descanso
para recuperar fuerzas o la cosa acabaría mal para mi.
Nunca pensé que sargear fuese tan duro y agotador, pero al
menos los buenos momentos hacían que mereciese la pena.
Sobre las 5 de la mañana, junto a nosotros había un Set de tres
chicas, una de ellas rubia con el pelo rizado, que fue la que más me
gusto de las tres, pero estaba tan desmotivado que no me sentía
con fuerzas para abordarlas, ya ni siquiera bailaba, la verdad es que
por esas horas casi nadie bailaba.
No dejaba de pensar en el momento en que Putoamo me
acercase a casa con su coche cuando Xana se acerco a mí y me dijo.
––¿David, te gusta esa chica? Espera un momento que venga
este. ––dijo Xana refiriéndose a Lobo que en ese momento estaba
en el baño.
Cuando subió, se acerco a él y le dijo algo al oído. En ese
momento mis ojos se abrieron como platos al ver que Lobo fue
directo al grupo de chicas y les dijo un “¿Qué tal chicas, como va la
noche?” con su acento sevillano plantándose en medio de ellas con
la naturalidad que da la experiencia.
Fue mano de santo, ellas enseguida empezaron a sonreír, como
si estuviesen deseando que alguien las entrara de una vez.
161
David del Bass
Vi como Lobo metió en el grupo a Putoamo que empezó a
hablar con una de ellas, mientras Xana se acercó a mi para decirme
que bailara con ella y que no mirase.
Lobo se giro, me cogió del brazo y me metió dentro del grupo
para que me presentara a las chicas. Cuando me presente, Lobo se
coloco para que yo quedara justo al lado de la rubia que él sabia que
era mi objetivo.
Aquello fue alucinante, me sentía una marioneta del sargeo,
donde iban sucediendo cosas y a mi tan solo me iban guiando.
Ahora que estaba al lado de mi objetivo solo podía hacer dos
cosas, o me iba a casa a dormir o hacia algo.
Sabia que era el ultimo cartucho de la noche, la ultima opción
de intentar hacer algo con una chica, después de eso, nos iríamos
para casa sí o sí.
O daba todo lo que me quedaba o la cosa estaba acabada, y lo
cierto es que la chica realmente me atraía, era muy atractiva.
Lo cierto es que era la única chica que había en la Gramola en
ese momento que me gustaba. No sé de donde saque la energía,
pero comencé a hablar con ella, se llamaba Vero.
Al momento note el acento característico del sur, me confeso
que era malagueña pero que acababa de mudarse por estudios y
era la primera vez que salía de fiesta por Madrid.
Yo bromee un poco diciéndole que no podía ser una malagueña
rubia si todas eran morenas. Empezamos a crear una buena
conexión enseguida y como estaban poniendo salsa de fondo le cogí
la mano para sacarla a bailar.
162
David del Bass
La atracción física era clara, yo la sentía y sabia que ella
también, aun así no quería pasarme por ir demasiado rápido, que
era uno de mis fallos más habituales, la impaciencia por no tener
todavía muy bien calibrado el sargeo y la terminaba cagando casi
siempre.
Tuve una suerte tremenda ya que Lobo, Guardián, Putoamo y
Xana me estaban aleando estupendamente hablando con las dos
amigas para mantenerlas entretenidas mientras que yo seguía
escalando con la malagueña.
Era como si el resto de gente hubiese dejado de existir y ya no
tenia que preocuparme por nada más que centrarme en ella sin
tener obstáculos por medio, como me había sucedido en sargeos
anteriores. Cuando conseguía enganchar, las amigas me terminaban
puteando.
En ese momento empezó a sonar un poco de reggaetón, una
canción de Wisin y Yandel, y cada vez estábamos más pegados
mientras bailábamos, juntando nuestros cuerpos, era lo que
necesitaba para poder subirme un poco la energía.
Me moría de ganas por besarla, pero no sabia como hacerlo, no
encontraba el momento adecuado, tenia miedo a cagarla y echarlo
a perder, pero sabia que si seguía esperando y no me decidía al final
la cosa se enfriaría como me paso con la catalana y cada uno nos
iríamos a nuestra casa. En ese momento, mientras bailábamos me
dijo.
––¿Sabes una cosa? Hoy he tenido un sueño ––me dijo Vero.
––¿Ah sí? Y que has soñado…
163
David del Bass
––Soñaba que conocía a un chico moreno, de ojos claros, en un
sitio donde no había ido nunca… ––lo vi claro como el agua, me lo
había puesto en bandeja.
––¿Pues sabes otra cosa? A veces, los sueños se hacen
realidad… ––y mirándonos a los ojos nos besamos para sorpresa de
todos, tanto de sus amigas como de los míos.
Al fin lo hice, era el primer cierre con beso que conseguía
sargeando. Estaba encantado, la chica besaba fenomenal y se me
había pasado el cansancio de golpe.
Putoamo me dijo al oído que teníamos que irnos, que le pidiese
el móvil antes de despedirme. Le dije a Vero que me gustaría verla
otro día, ella me dijo que también, intercambiamos los teléfonos.
Quedamos para el miércoles, que yo libraba en el trabajo, para
tomar algo por Madrid. Si la segunda cita salía bien, habría sido un
cierre sólido, si no volvía a verla, no dejaría de ser un simple jaque
del bobo.
No cabía de gozo, estaba pletórico y feliz por lo que me
acababa de suceder, ¡lo había conseguido!. Esta era una magnifica
recompensa a todo el esfuerzo que estaba haciendo, y me subió
muchísimo la moral al comprobar que no perdía el tiempo con todo
esto.
En la calle abrace a Lobo y a Xana para agradecerles la ayuda
que me habían prestado para que pudiese enrollarme con Vero.
Casi habían hecho todo el trabajo, de abrir y enganchar el Set,
entretener a las amigas, así las cosas eran sencillas con un poco de
ayuda, si lo tenia que hacer solo, era más complicado.
164
David del Bass
Me habían aleado estupendamente y se notaba que eran gente
con experiencia en el sargeo. Lobo me dio unos consejos muy
interesantes para seguir practicando y me corrigió algunos errores
que me había visto cometer.
Yo era todo oídos, dispuesto a aprender y a mejorar aceptando
cualquier critica constructiva que me pudiesen dar, estaba
encantado, el cansancio había desaparecido por completo.
Ese día comprobé la gran importancia del juego en equipo y la
figura del Ala y del Pivote en el sargeo, porque si tenias un buen
compañero de sargeo, podías marcar la diferencia y obtener
resultados.
Mi segundo cierre con beso
La idea era no salir a sargear ese fin de semana porque
realmente me apetecía descansar, o como mucho, salir
tranquilamente a dar una vuelta con alguna chica y no comerme
mucho la cabeza.
Y así lo hice, el viernes hable con Vero, la malagueña con la que
me había enrollado en el Mikonos cuando hice mi primer cierre con
beso desde que empecé a sargear con seductores.
Quedamos en Moncloa para salir a bailar por la zona los dos
solos, era nuestra segunda cita después de haber quedado para
cenar en un restaurante.
Bailábamos y nos besábamos, y con la tensión sexual por las
nubes, Vero me propuso que me quedase a dormir en su piso, yo
165
David del Bass
acepté sin pensármelo dos veces, tenia unas ganas increíbles de
acostarme con ella, ¡sería la primera vez que lo hiciese con una
malagueña!.
Resulto que su piso era el piso de unas amigas, y una de las
habitaciones estaba libre porque con la que tenia mas confianza
estaba pasando el fin de semana fuera viendo a sus padres y le
había dejado que nos quedáramos allí a dormir, para no tener que ir
hasta Fuenlabrada que era donde realmente vivía.
Cuando llegamos al piso, por en la zona de Chueca, nos
encontramos con cinco de sus amigas haciendo botellón en el salón,
con un poco de música de fondo y cubata de ron en mano,
bebiendo como nunca había visto beber a un grupo de chicas y
hablando de tíos.
Nos saludaron mientras esperamos en el sofá a que se
terminaran la bebida y se fueran.
Las conversaciones no tenían desperdicio, era como si yo no
estuviese allí. Hablando de chicos, de sexo, de novios, de ex novios,
de compras, de la facultad, y de varios temas más que casi me
hacen soltar una carcajada en varios momentos, pero pude
contenerme y ser prudente.
Terminaron sus bebidas y se marcharon despidiéndose con
risas de nosotros sabiendo lo que se iba a cocer en pocos minutos, y
así fue, cuando se fueron, después de varios besos en el sofá, y
aprovechando que ya era bastante tarde fuimos a la habitación.
En la cama seguimos enrollándonos y metiéndonos mano
mutuamente.
Cuando Vero se desnudo delante de mí no podía creerme lo
buena que estaba, desnuda era impresionante. Fue una noche muy
166
David del Bass
intensa y pasional hasta que caímos rendidos por el sueño,
abrazados debajo de las sabanas.
El fin de semana pintaba bien, las cosas no podían haber salido
mejor, el viernes fue un día redondo, acababa de pasar una noche
increíble con Vero que esperaba poder repetir en un futuro próximo
y aunque el sábado me tocaba trabajar hasta las diez de la noche,
no quería agobiarme demasiado.
Tenia una sonrisa de oreja a oreja recordando la noche anterior
y pensé en salir con mis amigos Luis y Dani cuando terminase el
trabajo.
Luis era mi vecino, uno de mis mejores amigos, al que conocía
desde pequeño y que le había comentado por encima lo del sargeo
y la seducción, a Dani le había conocido hacia ya unos años a través
de Luis, en la época que vivía en Galapagar, a las afueras de Madrid.
Según me conto Luis, Dani era amigo del Dj de un local de Gran
Vía donde había muy buen ambiente y bastantes chicas, y lo mejor
era que nos dejarían estar en la zona VIP y nos invitarían a copas, la
verdad es que eso te daba mucha Prueba Social delante de las
chicas que estuviesen allí sin ni siquiera tener que hacer nada, y
como yo no tenia la idea de sargear no habría ningún problema.
Pero cuando parecía que el fin de semana iba a ser perfecto,
surgió un pequeño imprevisto. Mientras estaba trabajando, sobre
las ocho, a dos horas de salir del trabajo, el móvil empezó a vibrar
en mi bolsillo.
Rápidamente entre en el almacén para que nadie me viese, que
estaba terminantemente prohibido y si te pillaban te podía caer un
buen marrón. Vi que era Luis quien llamaba y no me dio buena
espina…
167
David del Bass
––Dime tío.
––Hola David, ¿que tal?
––Bueno… un poco harto del trabajo pero ya queda nada para
salir y partirlo esta noche.
––Me vas a matar… Dani me ha dicho que esta echo polvo del
curro y la verdad es que yo tampoco estoy muy allá y mañana
madrugo…
––Joder me habíais dicho que íbamos a salir…
––Ya tío, lo siento, enserio, nose si te apetece podemos ir a
cenar de tranquis mejor.
––Que va, paso… bueno ya quedaremos otro día, venga te dejo
que estoy trabajando.
Y colgué. Me molesto mucho la llamada de Luis porque no era
la primera vez que decíamos salir por ahí y en el ultimo momento se
rajaba, pero que se le iba a hacer, esa noche me quedaría en casa
para descansar y coger fuerzas que las necesitaba.
A las diez fiche la salida y me fui a casa, una vez allí, empecé a
rayarme, era el primer fin de semana después de varios seguidos
que no salía a sargear, me sentía algo raro, porque lo había código
ya casi como una costumbre.
Empecé a darle vueltas a la cabeza, y me decía a mi mismo “ey
pero que es sábado, lo llevas esperando toda la semana…venga sal a
sargear, anda no seas tonto que sino luego te vas a arrepentir…” era
la voz de mi conciencia o quizás el seductor que había dentro de mi,
que se negaba a quedarse en casa.
168
David del Bass
“Que demonios…” pensé mientras que cogía el teléfono y
llamaba a Putoamo.
––¿Hola?
––Buenas, te iba a decir que este fin de semana había pensado
en quedarme en casa pero al final…
––Venga vístete, que en 15 minutos paso por tu casa para
recogerte.–– la respuesta fue contundente, él sabia lo que
realmente me apetecía, y se me había adelantado.
Tenia que ducharme y arreglarme a toda prisa antes de que
llegase Putoamo a mi casa.
Esa noche me puse una camisa blanca que me acababa de
comprar, venia con una corbata finita negra. Con la americana, unos
pantalones vaqueros que me quedaban algo justos, cinturón y
zapatos negros, además de las pulseras, la gomina y la colonia,
estaba listo para salir a partirlo esa noche.
Me había cargado de energía en un momento, y al final si iba a
volver a salir.
Putoamo estaba esperándome en su coche, nos saludamos y
fuimos hacia Príncipe Pío a recoger a Guardián y a Konrad, un belga
de 40 años, que llevaba bastante tiempo viviendo en Valencia y fue
de los primeros en sargear con los sargeadores que empezaron en
2006 cuando llego Style a presentar su libro El Método de gira
promocional por España.
Al final Konrad no pudo apuntarse porque había quedado con
una chica con la que iba a pasar la noche, así que después de
aparcar el coche en la Avenida de Valladolid, cogimos los tres un
169
David del Bass
autobús hasta Callao para cenar rápidamente en el Burger King
cerca de Sol.
Después de cenar decidimos dar una vuelta por la Plaza Mayor,
para cambiar un poco la rutina de siempre.
––Vamos a ir abriendo todos los Sets que nos encontremos. ––
sugirió Putoamo para ir calentando motores antes de llegar a
Huertas.
Estuvimos dando vuelvas por la Plaza Mayor sin demasiado
éxito, a esa hora casi solo se veían eran parejas o gente con mucha
prisa de llegar a quien sabe donde.
Encontramos de casualidad un local que no conocíamos, se
llamaba El Son, donde impartían clases de salsa por las noches antes
de las 12, aprovechamos para bailar junto al grupo que seguía los
pasos del profesor de salsa.
Guardián incluso saco a bailar a una chica que no lo hacia nada
mal.
Supe que en ese local la gente llevaba otro royo cuando se
acerco a Putoamo y a mi una de las amigas de la chica que estaba
bailando con Guardián y nos dijo.
––Chicos, mis amigas están ahí solas, ¿Por qué no las sacáis a
bailar?
Y eso fue lo que hicimos, ya estábamos bailando los tres,
pasándolo bien y entrando en calor poco a poco. La verdad es que
las chicas no eran gran cosa, y decidimos que ahora que estábamos
con la energía alta podíamos ir al Mikonos a probar suerte y seguir
la noche en un local conocido.
170
David del Bass
De camino íbamos saludando a los relaciones públicas y
porteros que ya nos conocían. En el Mikonos probamos una rutina
que a Putoamo le iba bastante bien para que las chicas se
implicasen e invirtieran, era pedirles ayuda con la corbata para abrir
un grupo de chicas, “chicas tengo la corbata un poco larga…¿alguna
sabe acortarla?”.
Lo curioso era ver que se quedaban todas un poco paradas,
pero como una dijese que sí sabia y te ayudará, al momento, todas
las demás se lanzaban como fieras “no, no, es así” o “quita que yo
sé” y cosas por el estilo.
Era increíble comprobar como ninguna quería ser la primera
por miedo a caer en el Factor Fulana, pero cuando una ya había
dado el paso, todas se implicaban.
Nos encontramos a León Madox que estaba con Mikel, su
compañero de sargeos, un chico latino que no tendría más de
dieciocho años.
Después de saludarles me fui hacia la barra donde había un
grupo de seis chicas, y entre ellas una venezolana guapísima que me
sorprendió por su simpatía.
Comenzamos a hablar de varios temas y sentía que ella estaba
a gusto, después de casi media hora hablando, me di cuenta de que
con no conseguiría nada porque las amigas estaban delante y había
pasado demasiado tiempo pero la tensión sexual brillaba por su
ausencia.
Me despedí de ella y me sirvió de mucho la conversación para ir
acostumbrándome a hablar con chicas muy atractivas sin ponerme
nervioso o sentirme intimidado, como me había sucedido siempre
por la presión que me ponía a mi mismo, me lleve la impresión de
que le gusto la seguridad que mostré, y quizás hubiese podido
171
David del Bass
conseguir algo más, pero ni siquiera tuve la necesidad de intentarlo,
estaba a gusto y eso era suficiente en ese momento.
Saliendo del Mikonos sonó el teléfono de Putoamo, vi como
hablaba con alguien, al parecer alguien más se iba a unir esa noche
al sargeo, era Lobo Feroz que salía a sargear porque su novia Xana
estaba de despedida de soltera con las amigas.
Cuando llego Lobo fuimos a varios de los locales por donde nos
solíamos mover habitualmente, abriendo Sets, bailando, hablando,
lo estábamos pasando en grande, era una noche donde las cosas
iban saliendo bien.
Se hacia tarde y empezaban a cobrar entrada en los locales, las
fuerzas estaban apunto de agotarse, y se ligaba mas fuera de los
garitos que dentro de ellos.
Lobo lo llamaba “rebufo”, era cuando enganchabas un grupo de
chicas por la calle a altas horas de la madrugada, que no habían
ligado de momento aquella noche y que al igual que nosotros,
estaban quemando sus últimos cartuchos, a muchos sargeadores les
funcionaba muy bien esta forma de ligar.
No sabíamos si quedarnos o irnos para casa y dar la noche por
concluida, la verdad es que estábamos encantados y nos costaba
despedirnos.
Lobo envió un SMS a su novia para ver si estaba con las amigas
por Huertas o al rededores y así podríamos quedar con ellas, que
seguramente irían bastante calentitas, pero no respondió, no debía
de tener el móvil a mano.
Parecía que la noche estaba terminada, cuando se acerco el
relaciones de la Joyería, al que también conocíamos y nos invito a
pasar a tomar la ultima que en un rato iban a cerrar, no pudimos
172
David del Bass
decirle que no y sabíamos que esa sería la ultima antes de
recogernos para volver a casa.
Yo estaba echo polvo, agotado y sudado de tanto bailar, con
una sed tremenda y sin dinero. Me quede apoyado en la barra como
un jarrón mientras que Putoamo y Guardián fueron a dar una vuelta
por el local a ver si encontraban algún Set, eso era perseverancia y
lo demás son tonterías.
Lobo que también estaba bastante cansado se quedo conmigo
para hacerme compañía, me confeso que llevar tiempo fuera del
Juego le tenia algo oxidado y necesitaba acostumbrarse de nuevo al
sargeo, porque aunque tenia novia, y al parecer el sargeo era algo
que si lo habías probado, nunca dejaba de llamarte.
Estábamos mirando como un grupo de chicas se lo pasaban en
grande celebrando una despedida de soltera, había mujeres de
todas las edades, parecía que había salido la hija acompañada de
madre y tías, pero tenían una energía increíble para la hora que era.
No podíamos dejar de mirarlas sorprendidos por el escandalo
que estaban montando entre ellas, riendo y bailando, eran las
únicas que bailaban del todo el local, que estaba casi vacio en ese
momento.
––Lobo voy a decirles a estos que nos piramos, ¿vale?.
––Muy bien quillo, aquí te espero. ––me respondió Lobo Feroz
con ese acento sevillano tan característico.
Cuando pase al lado del grupo de chicas me percate de que
todas llevaban un gracioso pene-silbato colgado alrededor del
cuello.
173
David del Bass
Me hizo mucha gracia porque no me había fijado antes, no
pude evitar soltar una carcajada, y para mi sorpresa, una de las mas
jóvenes, que era delgadita y con una melena rubia larga, empezó a
bromear conmigo y a reírnos juntos, sin darme cuenta ella me
estaba dando kinos a mi, y la verdad es que me pillo completamente
desprevenido.
Me había dejado descolocado, estaba siendo muy natural con
ella porque no era mi intención ligármela ni nada, simplemente nos
habíamos casi chocado mientras me dirigía a hablar con Putoamo y
Guardián.
No sabia muy bien lo que hacer, el interés que me mostraba era
brutal, por una parte quería irme a casa pero por otra quería
comerle la boca, y ni siquiera sabia si las mujeres que la
acompañaban serian su madre, su tía o su hermana.
El factor fulana podría dispararse si intentaba algo delante del
grupo, era una difícil decisión, empecé a rayarme yo solo y decidí
pasar y darme por vencido en esta ocasión, a pesar del interés que
estaba mostrando la rubia.
Llegue hasta donde estaban mis compañeros y les dije que ya
nos íbamos porque Lobo y yo estábamos hechos polvo y no
aguantábamos un minuto más.
Al volver donde estaba Lobo, que no había perdido detalle de lo
sucedido, me dijo.
––¿Qué pasa que no le vas a pedir el teléfono ni nada?
––Buff que va tío, es que esta ahí con las demás chicas nose…
174
David del Bass
––Venga anda, acércate y pídele el Messenger con la excusa de
que hay mucho ruido para hablar y así podéis seguir otro día con
mas calma.
Yo no las tenia todas conmigo, estaba más acojonado por el
grupo de mujeres que la acompañaban que por la propia chica, y
después de pensármelo, Lobo casi me arrojo encima de ella.
Le dije que iba a pillarme una copa, que si me acompañaba y
me dijo que no, enseñándome la copa que tenia en la mano.
Fue una cagada, los nervios y el miedo estaban jugándome una
mala pasada, y eso que había mostrado un interés evidente por mi,
era yo mismo el que lo estaba echando a perder por mis
inseguridades y la baja energía que tenia en ese momento, notaba
que la interacción pendía de un hilo.
Todo había ido viento en popa hasta el momento, pero cuando
deje de ser natural y empecé a hacer esfuerzos para intentar
conseguir llamar su atención, empezó a hacerse la loca pasando de
mi, incluso ignorándome y dándome la espalda para hablar con las
amigas como si yo ya no existiera.
Genial…de nuevo había calibrado mal intentándolo demasiado
cuando no había aprovechado mi ocasión, que se le iba a hacer, la
había cagado como tantas otras veces y no quedaba más que irse a
casa y pensar en lo sucedido para no volver a repetirlo y aprender
de los errores.
Ya estábamos apunto de irnos, esperando mientras Putoamo y
Guardián se ponían los abrigos, me acerque a ellos.
––Que va tíos, ha pasado de mi, he metido la pata, bueno da
igual, vámonos. ––sentencié derrotado.
175
David del Bass
––Venga quillo, no seas tonto, ve a por ella decidido y pídele el
Messenger o si quieres no vamos, como tu veas. –– me dijo Lobo
animándome a no dar las cosas por vencidas tan fácilmente.
No sabia muy bien que hacer, lo que me apetecía era salir
corriendo de allí y llegar de una vez a mi casa para meterme en la
cama, esa era la opción fácil, la que había elegido siempre cuando
se truncaban las cosas, pero después de dudar unos segundos.
Pensé que Lobo era una persona mucho más experimentada en
la seducción que yo y si él se tomaba la molestia en darme un
consejo y no le hacia caso, quizás me estuviese equivocando y no
sabría que sucedería con la rubia si no lo comprobaba.
––De acuerdo, ¡voy a despedirme de ella y se lo pido!.
––Genial quillo, yo te acompaño si quieres para que no vayas
solo. ––dijo Lobo dándome unas palmadas en el hombro.
Tomando aire varias veces, fui directo hacia el grupo, me
coloque entre ellas.
––Bueno chicas, nosotros no vamos que estamos muy
cansados…
––¡Anda yaaaa!, quédate un ratito más. ––me interrumpió la
rubia antes de que pudiese acabar.
Ese interés de nuevo me dejo descolocado, no me lo esperaba,
estaba seguro de que al menos me iría despidiéndome
educadamente, no que me haría caso de nuevo.
Creía que me había descalificado, pero al parecer no era así…
Me acerque a ella y mirándole a los ojos me lancé de cabeza a la
piscina y le dije sinceramente.
176
David del Bass
––Me gustaría volver a hablar contigo otro día, ¿me das tu
Messenger y seguimos en contacto?.
––No, es que tengo el ordenador estropeado, mejor apunta mi
teléfono. ––Bufff que susto me había dado, casi me tira al suelo de
espaldas.
Después de apuntar su numero y saber que se llamaba Sonia,
nose por qué pero en vez de despedirme y marcharme, le dije que
me hacia mucha gracia el minipene silbato que llevaba al cuello y
que si me lo daba de recuerdo.
Me dijo que era suyo y que no me lo podía dar, y mi reacción de
rebeldía fue actuar como un niño pequeño y coger el collar con la
mano mientras que lentamente lo iba acercando hacia mi.
Sonia me miro fijamente a los ojos durante un momento hasta
que nos besamos.
Fue una pasada, besándonos delante de todas las amigas, casi
se podía sentir el silencio y las exclamaciones de incredulidad. Nadie
se lo esperaba. eso estaba claro, nose si estaban más sorprendidas
ellas o yo.
Por suerte Sonia estaba de espaldas a las amigas y no podía
verlas pero yo si pude ver las caras de alucinadas que tenían todas.
Mientras nos besábamos no podía dejar de escuchar la voz de
Lobo, hablando con la chica que había estado junto a Sonia en ese
momento charlando, antes de que nosotros llegásemos, y que
podría haber sido un gran obstáculo de no haber estado Lobo ahí
para encargarse de ayudarme entreteniéndola dándole
conversación.
177
David del Bass
Simplemente por el hecho de tenerla ocupada en vez de estar
molestándonos o cortando el royo como solía pasar siempre que
escalaba con una chica y estaba apunto de besarme con ella.
Este sargeo fue realmente divertido y productivo, al final pude
salvar la noche sacando petróleo de donde menos me esperaba.
Era la segunda vez que sargeaba junto a Lobo Feroz y la
segunda vez que cerraba con beso practicando la seducción,
dejándome bien claro lo importante que era tener un buen Ala que
te ayudase no solo motivándote sino evitando que las amigas
pudiesen entrometerse, se notaba que Lobo tenia mucha
experiencia en el campo sargeando, y yo estaba encantado de
poder aprender todo lo que fuese posible de personas como él.
En la calle, acompañamos a Lobo dando un paseo hasta Callao
donde iba a coger un taxi para ir a casa, yo le despedí con un fuerte
abrazo y dándole las gracias por la inestimable ayuda que me había
prestado aquella noche.
Le dije que más le valía quedar más veces con nosotros porque
la racha era excelente, ¡dos de dos!.
Quedaba demostrado que cada noche de sargeo era un mundo
completamente nuevo y diferente, me alegraba de no haberme
perdido esa, y sentía que las cosas iban a ir cada vez a mejor, era un
presentimiento que nacía en mi interior y me daba más fuerzas para
seguir saliendo y probando cosas nuevas.
Así era yo, no me conformaba con hacer lo que hacían todos, yo
quería aprender nuevas formas de hacer las cosas, si es que las
había, que se adaptasen a mi personalidad y a mi forma de ser.
De camino a casa le envié un mensaje a Sonia para que
guardase mi numero y le dije que me había encantado conocerla,
178
David del Bass
ella me respondió a los pocos minutos invitándome a ir el domingo
al cine para poder conocernos mejor y pasar la tarde juntos.
Mi primer verano como seductor en
Las Palmas
Haber pasado el día con Carlos me había sentado de maravilla,
no solo para recargar las pilas y olvidarme durante unas horas del
sargeo, sino para darme cuenta de que existían personas que eran
felices simplemente con las cosas que hacían, y eso me daba fuerzas
para seguir adelante en todo lo que estaba haciendo.
Estaba encantado de haber podido conocer a una persona
como Carlos y contagiarme de su energía.
Después de dos noches de sargeo intensivo, con una primera
noche desastrosa y una segunda de Jaques del Bobo, que era lo
único que había podido conseguir de las dos guiris borrachas a las
que nos habíamos arrimado en la fiesta de la espuma, tenia que
reconocer que eso no era seducción.
Apuntarse algo así como un logro solo hubiese sido
contraproducente, y no por ellas, sino por la borrachera que me
pille, que era algo que llevaba mucho tiempo sin hacer, y de lo que
me arrepentí durante toda la mañana siguiente que pase con una
terrible resaca.
Era domingo y no había programada ninguna fiesta interesante,
Carlos nos recomendó ir un poco a nuestra bola para aprovechar y
conocer algunos sitios chulos que había por la zona.
179
David del Bass
Decidí no volver a beber en todo el viaje, no quería otro Jaque
del Bobo como la noche anterior, no me sentiría satisfecho y me
defraudaría a mi mismo como seductor si tenia que recurrir al
alcohol para ser capaz de hacer algo.
Entramos en casi todos los locales por los que pasamos, como
el Irish Tavern, Pacha Sur, Shooters, Avalon, The Garage, Escape,
Hula Hula, Fabric Disco Pub, Hippodrome, Lamai Beach, Zig Zag…
que estaban pared con pared los unos de los otros y la entrada era
libre.
Había tías buenas mirases a donde mirases, aquello era el
paraíso de las cachondas, viendo a chicas parecían sacadas de
películas eróticas, muñequitas perfectas, rubias en su mayoría, con
trajes de noche que en comparación a mis pantalones piratas, mis
chanclas playeras y mi camisa sin mangas de verano parecíamos
visitantes de otra galaxia.
Carlos, al que todavía no te he presentado, era un animador de
fiestas de 37 años, natural de Salamanca, que llevaba ya varios
veranos trabajando como cámara y fotógrafo de las fiestas que
organizaba su empresa para los extranjeros europeos en su
mayoría, que viajaban a Las Palmas para huir de sus fríos países y
desfasar al máximo con fiestas donde había mucho alcohol y
normalmente mucho sexo.
Nos mando un SMS avisándonos de que fuésemos corriendo a
Scandic, uno de los locales que estaba en Plaza (la zona de fiesta
donde estaban todos los pubs y discotecas), porque había una
nueva remesa de guiris cachondas que había llegado esa noche a
Las Palmas, y la gente se estaba desmadrando por momentos.
No lo dudamos, casi corriendo bajamos al Scandic, donde nos
recibió Carlos que nos esperaba en la entrada para colarnos en las
fiestas “exclusivas para extranjeros”.
180
David del Bass
––Ahora va a empezar Paco a pasar la nata echándosela en el
cuerpo de la gente, vosotros pegaos a él y veréis que pasada.
Dicho y hecho, no nos despegamos de Paco (el jefe y
organizador de las fiestas), que llevaba un bote de nata en cada
mano y buscaba entre los grupos a chicas y chicos dispuestos a
participar, Carlos iba detrás grabando todo con su cámara.
Paco ponía un poco de nata en las abdominales de los chicos
para que las chicas la comieran, y en los escotes y otras partes del
cuerpo más intimas de las chicas para que los chicos también se
diesen el gusto.
Era muy divertido, ver a la gente desfasando tanto, las guiris
estaban desatadas, acababan de bajar del avión hacia tan solo unas
pocas horas y allí estaban, calientes como brasas disfrutando como
no lo habían hecho nunca.
Paco me levanto la camiseta y me puso una línea te nata que
iba desde mi pezón izquierdo hasta la cadera.
Al lado había una chica morenita preciosa con un sombrero de
paja muy llamativo, ella fue comiéndose la nata desde mi cadera sin
dejar más que unos pequeños restos, ¡¡era el puto paraíso!!.
Cuando termino de comerse la nata, Paco le puso un poco
encima del pecho, donde tenia un bonito tatuaje de un pájaro azul y
amarillo.
Ahora me tocaba a mi comerme la nata, y aunque no me
gustaba nada, muy lentamente me la comí terminando en un beso
en la boca a la sorprendida chica que no pudo evitar sonreír.
Así seguía la fiesta, a Whilly le habíamos vuelto a perder de
vista. Por los altavoces el speaker estaba comentando algo en inglés
181
David del Bass
y las chicas empezaban a gritar, yo no entendía nada de lo que
decía, y Bruno me dijo que estaban preparando un juego, que
cuando se parase la música, el chico y la chica que se quedaran
antes desnudos les regalarían una botella de champan.
A los pocos minutos pararon la música de golpe, y la gente
empezó a juntarse alrededor de algo que no podías ver desde
donde estábamos.
Al acercarnos y vimos a un chico y una chica completamente
desnudos rodeados de gente gritando y haciendo fotos.
Paco roció de nata los descomunales pechos de la chica, Bruno
y yo estuvimos rápidos, animados por Carlos, que cámara en mano
grababa como le comíamos las tetas llenas de nata.
Tenia la cara tan llena de nata que parecía que me la habían
estampado en una tarta, aquello era impresionante. Le dije a Bruno
de ir al baño para limpiarnos un poco porque estábamos pringados
hasta las cejas y empezaba a darme un poco de asco, ahora que ya
no había tetas donde comerla.
En ese momento nos cruzamos con un grupo de cuatro chicas
que salían del baño, muy sonrientes y divertidas.
––Where are you from? ––les dije dando por sentado que eran
guiris.
––No, no, ¡en español! ––me dijo una de ellas.
Me cambio la cara por completo y el subidón que me dio al
escuchar mi idioma fue increíble.
No me lo esperaba en un local lleno de guiris, muriéndome de
ganas de hablar con alguna chica en castellano, y me encuentro con
un grupo de españolas en la puerta del baño.
182
David del Bass
Después de intercambiar unas palabras con ellas, entre en el
baño para limpiarme la cara y las manos, que me esperasen, no se
me podían escapar por nada del mundo.
Con toda mi cara dura y echándole morro me fui presentando,
como si fuese un relaciones públicas del local.
Resultaron ser de Ronda, en Málaga y habían venido unos días
veraneo, con varios compañeros.
Bruno y Whilly estaban desaparecidos en combate, estaba solo,
pero en parte así era mejor, no podrían fastidiarme el grupo con
alguna metida de pata, me tocaba sargear solo, como en los
comienzos, sin un Ala que me ayudase, un reto divertido que me
apetecía jugar.
Había enganchado bien, y no se me ocurrió otra cosa que
presentarme como el “speaker y animador de la fiesta” pero que
ese era mi día libre (para intentar darme algo de valor y explicar que
hacia allí un español completamente solo, algo que me podía haber
costado caro si no llego a encontrar esa excusa).
Pareció que se lo creyeron y me puse a bailar con ellas,
riéndonos y divirtiéndonos todos juntos.
Desde el primer momento ya tenia claro mi objetivo, era la
chica más bajita de todas, una morenita delgada, de media melena,
el prototipo de chica que me llamaba la atención.
Empezamos a conversar y me conto que estaba estudiando
para la policía científica, y a mi no se me ocurrió otra cosa que
decirle que también estaba estudiando para policía nacional, y
aunque era una mentira como una casa, pensé que podía ser una
buena forma de conectar con ella teniendo un tema en común del
183
David del Bass
que hablar, ya que el tiempo corría en mi contra y había que jugar
todas las cartas.
Ellas habían llegado esa misma tarde y aún no conocían nada, vi
una oportunidad de oro para quedar como un crack, ya que conocía
varios sitios gracias a Carlos y a los dos días de sargeo que
llevábamos.
Les sugerí que podían visitar Puerto Rico, el Faro de
Maspalomas, San Agustín, el Puerto de Mogán, a la playa de
Amadores, y sobre todo, intente contárselo como nos lo había
contado Carlos, con ese mismo detalle y entusiasmo.
Ellas estaban encantadas, me miraban como si fuese de otro
planeta, incluso sus amigos, parecían también estar muy a gusto con
mi presencia, me había ganado al grupo y ya era uno más, nadie
intentaba echarme ni hacerme vacio, era el puto protagonista.
Para seguir dándome valor les invite a que me acompañaran
para ver varios de los locales más de moda de la zona, primero
fuimos al China White, lleno de banderas de todos los países de
Europa, después fuimos al Stop in Brasil, un bar brasileño donde
ponían salsa y bachata, y algunos días un animador coreografiaba
bailes con una pantalla donde proyectaban videos de música.
Las chicas estaban alucinando, parecía un nativo de la isla, y yo
mientras seguía creando más conexión y escalando con kino con mi
objetivo que se llamaba Silvia.
Baile un poco de salsa con ella, notaba que había química, los
dos estamos muy cómodos, la atracción era mutua, estaba seguro
de que esa chica sería mía, y sentía que ella también quería estar
conmigo, solo tenia que encontrar un buen momento para el cierre
con beso si no quería echarlo todo a perder.
184
David del Bass
Estaba pletórico, me iba creciendo cada vez más al sentirme el
líder del grupo, un grupo de chicas y chicos a los que acababa de
conocer hacia menos de una hora.
Les propuse ir a una discoteca que estaba muy cerca, donde no
había que pagar entrada y Carlos me había recomendado que me
pasase si tenia ocasión.
Sabia que era el momento de que darlo todo, un ultimo
empujón, y el Bachira seria mi prueba de fuego, allí o todo o nada.
Bachira era una discoteca de las mas grandes de la zona, que tenia
unas camas pequeñas por todo el local, donde podías tumbarte y
relajarte al estilo chill out de Ibiza.
Nos recibió un camarero sin camiseta, que nos ofreció un
chupito (solo para las chicas), y a los chicos nos dio un poco el
coñazo con que nos pidiésemos una copa, así eran los camareros en
Playa del Inglés, en vez de espera a que pidieses una copa, era ellos
los que te la ofrecían, lo nunca visto.
Nos fuimos sentando todos en las camas y rápidamente me
coloque estratégicamente entre Silvia y las amigas, quedando ella
en el extremo más alejado, donde nadie podría molestarnos.
La cosa de momento iba a pedir de boca, no recordaba un
sargeo en Madrid donde todo hubiese salido tan bien, y lo cierto es
que me lo estaba currando como un campeón, siguiendo el que
dirigía al grupo a pesar de no conocerlos de nada.
Aquí no había lugar para la suerte, solo para hacer bien las
cosas, si lo hacia bien conseguiría enrollarme con Silvia, si lo hacia
mal estaría fuera y habría perdido el tiempo.
Se acercaba el final del juego, ahí estábamos los dos, yo
creando confort, hablando sobre un montón de temas interesantes,
185
David del Bass
sorprendido de lo a gusto que me sentía, y también de lo a gusto
que estaba ella.
La tenía completamente aislada, con las amigas relajadas y
confiadas, estaban de aquí para allá a su bola, nadie nos molestaba.
Aproveche que Silvia llevaba varios anillos y pulseras para darle
algo de kino, me tire a la piscina cogiéndola de la mano, y ella me
respondió jugando también con la mía haciéndome caricias,
¡perfecto! Solo faltaba darle el beso.
Me acerque a ella despacio y la bese suavemente en la mejilla,
con cariño, ella movió lentamente su cara hacia mi boca, y
terminamos besándonos.
Estuvimos más de una hora y media tumbados enrollándonos
en las camas del Bachira, completamente ajenos a la gente que
había en ese momento en la discoteca.
Llego el momento de la despedida, ellos tenían que irse, iban a
coger un taxi porque su hotel estaba un poco lejos de la zona de
Plaza. Me despedí de ella con un fuerte abrazo y varios besos,
aunque no había conseguido llevármela a mi apartamento para
finalizar habíamos quedado para el día siguiente.
Me lleve unas buenas sensaciones porque había conseguido
integrarme perfectamente en el grupo, llevándolos a todos a un
lado para otro, era un autentico líder, desde el primer momento
tuve claro mi objetivo haciendo un juego magistral hasta
conseguirlo.
Era el primer cierre con beso que hacia sin ayuda de un Ala
desde que estaba sargeando y estaba seguro de que la clave de mi
éxito no fue por las cosas que había hecho, sino por como me había
sentido de cómodo y seguro en todo momento, como si aquello
186
David del Bass
fuese algo habitual en mí, lo que se conocía en la seducción como
Juego Interno.
Gracias a la seguridad que mostré y a llevar la iniciativa de un
grupo que acababa de conocer, al final no había hecho falta la
presencia de un Ala, porque me había ganado a los posibles
obstáculos, dejando al mínimo sus radares, listos para actuar al
mínimo peligro contra la integridad de su amiga.
Al final, después de currármelo, cuando llego el momento
adecuado ¡ZAS! a por mi objetivo.
Analizándolo fríamente pude comprobar que el método
Mystery funcionaba, en este caso concreto el método indirecto
había sido más efectivo que si hubiese usado el directo, como había
hecho en la fiesta de la espuma, ya que de haber ido muy a saco a
por Silvia, las amigas seguramente me habrían cortado el royo
rapidito, pero de la forma en que lo hice, solo era cuestión de
tiempo y de encontrar el momento adecuado.
Desde un principio era consciente de que lo iba a conseguir, por
eso no sentí necesidad de hacer las cosas demasiado rápido,
simplemente ser paciente hasta que llego el momento.
Holandesas y chicas “devora hombres”
Fue un sargeo bastante raro. Yo estaba en plan guaperas,
afeitado, peinado a la moda, camiseta fashion blanca con letras
doradas, cinturón pavoneo blanco y una cazadora marrón con el
cuello hacia arriba.
187
David del Bass
Quede con mis compañeros de sargeo Putoamo y Guardián en
Sol, y nos dirigimos al O´Connells que normalmente estaba plagado
de nabos y no de los que crecen en la tierra, sino de los otros que
son mas molestos si eres un hombre intentando sargear con chicas.
No me gusto mucho el ambiente que había, no solo porque
estuviese lleno de tíos, sino porque era como una jauría inmensa de
tíos peleándose a muerte por el grupo de tres tías normalitas que
había en la pista bailando, y a mí ese royo de apartar a la gente a
empujones por las chicas no me mola nada.
Me gusta estar en sitios donde la media esta mas o menos
compensada y puedo jugar sin que la gente me este interrumpiendo
y no sea tan evidente que estoy sargeando.
Decidimos ir al Sol y Sombra a probar suerte antes de tener que
pagar la entrada cuando fuese mas tarde.
En la puerta vimos al relaciones publicas de la Gramola que era
amiguete nuestro y nos invito a tomar a un chupito, adiós Sol y
Sombra.
La Gramola me sorprendió la cantidad de tías por metro
cuadrado que había, hacia mucho que no lo veía tan bien, coincidía
con que había cuatro grupos de chicas de estos grupos que salen al
menos nueve amigas en manada, así es normal que se llene el sitio
de chicas, eso si, cuando se van dos de esos grupos y adiós tías, es lo
que tiene…
Vimos a dos chicas que estaban bastante bien y que cantaban a
extranjeras desde lejos.
Putoamo le dijo algo a la alta, eran dos rubias, una de estatura
media y otra muy alta, la amiga me miro y me dijo en español con
un acento rarísimo que no fui capaz de ubicar.
188
David del Bass
––¿Qué piensas?
––¿Cómo dices? – dije yo sin haberla entendido bien.
––¿Qué que piensas?
––¿Sobre qué?
––De donde soy.
––Uhmmmm…por el acento debes ser inglesa quizás, ¿Me
equivoco?
––Sí.
––Bufff, ni idea, ¿Noruega?
––Tampoco…
––Vale, me rindo… ¿de dónde eres?
––¡De Sevilla!.
Yo me partí de risa ante su broma porque esa chica tenia de
sevillana lo que yo de cura.
Interprete su juego como un indicador de interés y al ser guiri
empecé a meterle kinos a saco. Ella me miraba a los ojos y a la boca
cuando me hablaba y yo sentía que había bastante feeling.
El problema era no dejar a la amiga para que no se metiese por
medio a tocar las narices, porque el peor enemigo en el sargeo
somos nosotros mismos y las amigas.
Finalmente me confesó que era de Holanda pero su madre
había nació en Italia y ella estaba estudiando filología española.
189
David del Bass
Estuve haciéndole un montón de bromas con el tema de las
sevillanas, de como bailarlas y poniendo acento de Sevilla. La chica
estaba súper receptiva, tenia que hacer la prueba del algodón.
Le dije “eres una chica súper simpática, ven…” y le di un abrazo
de estos cariñosos al que me respondió de la misma forma.
Si se hubiese puesto tensa ya me habría dado por aludido, pero
como me correspondió bastante bien, lo tenia bastante claro, esa
chica era mía y no se me iba a escapar.
Quería besarla, si esperaba demasiado se enfriaría pero
comerle la boca así directamente, quizás era arriesgar demasiado.
Decidí besarla en el cuello mientras bailamos, después en la
mejilla para que se fuese acostumbrando a mi contacto físico, sabia
de sobra que la iba a besar, estaba muy claro.
Nos quedamos frente con frente y nos besamos, ummmm…
que bien besan las holandesas ¿quien dijo que eran mujeres frías?
Era la primera holandesa con la que me enrollaba, cada vez me
iba haciendo un seductor un poquito mas internacional…alemanas,
holandesas, inglesas, brasileñas, paraguayas, españolas…la cosa iba
muy bien, yo estaba encantado y dándolo todo.
Después de la Gramola hicimos una parada por Hamlet y
Mikonos donde estuve abriendo algunos Sets y manteniendo la alta
energía.
Acabamos en el Mama Inés ya con medio pie en casa cuando
me entra una tía tetona morena con unos kilitos de más.
Era guapilla de cara pero tenia más tripa que yo, me dice que
tiene 29 años, que le gusto mucho y si nos vamos a su piso, que ella
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David del Bass
lo tiene claro y no se anda con rodeos a esas horas de la noche, iba
bastante bebida.
La verdad es que para ser sincero me apetecía follar pero no a
tía que me tira los tejos todo borracha sin conocerme de nada y que
si me voy con ella a su casa a la mejor se queda grogui por el
camino.
Si hubiese sido la holandesa me iba con ella de cabeza, pero no
fue el caso. La verdad es que lo pase muy bien, fue una noche
atípica, pero siempre se aprende algo nuevo.
¡Joder cómo huele a coño! por Bruno
Este libro esta tocando su fin, espero de corazón que durante su
lectura te hayas divertido, reído, escandalizado, sorprendido…
porque yo cuando las viví en su momento, fueron miles de
sensaciones intensas las que pasaron por mi cuerpo y mi cabeza,
desde la tristeza más profunda a la mayor de las alegrías.
Fueron los años más intensos de mi vida, quizás en el futuro los
supere, pero al menos puedo decir que fueron el comienzo de mi
“nueva vida”, donde murió mi yo anterior y nació un hombre nuevo
hecho así mismo entre éxitos y decepciones.
No he pretendido hacer un manual, este libro no trata de
enseñarte nada, es simplemente el resumen de algunas experiencias
noveladas que fueron importantes en mi historia como seductor,
aunque no todas tenga un final feliz, precisamente de ahí el título
“Seducción y Superación” y no “Camino de rosas”, porque la
seducción, es un camino largo y duro que solo tú puedes recorrer,
191
David del Bass
pero puedo asegurarte una cosa que es idéntica para todo el mundo,
lo gratificante que es alcanzar la meta y cumplir tus objetivos, en
resumen, ser feliz.
Para acabar, quiero cederle el testigo a una persona especial,
alguien a quien considero casi como un hermano, al cual conocí
antes incluso que la seducción, y todavía a día de hoy es una
persona con la que puedo contar siempre que lo necesito. Se llama
Bruno, seguramente ya le conocerás si has leído Secretos de un
seductor o Seducción Élite, y además es uno de mis compañeros de
batallas en este propio libro.
Creo que nadie mejor que él para finalizar este libro con uno de
esos momento épicos que vivimos de tantos que no contamos
porque nadie nos creería. Te dejo con sus palabras...
Siempre me quedará esta fecha en la memoria. Si algún día,
alguien me pregunta un día, un momento o unas cuantas fechas que
recordar para siempre, de esas que luego salen en contraseñas y
dígitos que jamás olvidas, sin duda esta sería una de ellas.
San Valentín 2009. Costaría creerlo. De hecho no te pido que ni
intentes imaginarlo, simplemente no podrías. Apelo a que me sigas
y deseo que alguna vez puedas vivir algo semejante para entender si
quiera una pequeña parte de lo que fue este día.
Realmente por mucho que me esfuerce, no voy a ser capaz de
transmitir la esencia de lo que fue un día redondo para David,
después de su entrevista el programa “Punto G radio” de nuestro
gran amigo el locutor Luis Bersunses, y para mi en todos los
sentidos.
Puede que ni un ápice y es que sólo cuando lo vives, cuando lo
sientes, cuando se entremezclan los olores con sudor y emociones,
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David del Bass
cuando ni hay tiempo para saborear una victoria dado que te
restaría el conseguir otra, puedes entenderlo.
Es casi la hora de comenzar con el seminario de seducción que
David va a impartir en mi salón. El olor a una mezcla entre
preservativo y flujo vaginal se hace insoportable en el ambiente
aunque hemos abierto todas las ventanas.
Y no es para menos: 3 chicas distintas han tenido sexo en esta
casa en las últimas horas, algunas de ellas, simplemente salvaje. La
última hace pocos minutos… y ha sido conmigo. Pero lo tuve con
otra horas antes también, en la misma cama.
No, ahora que lo pienso, la última ha sido con David, ella es
Deila, nacida en la tropical República Dominicana y capaz de dejarte
sin respiración con sólo observar cómo se mueve.
Delia acaba de irse. Si a los hombres nos pierden las formas
rotundas, Delia es un monumento a la rotundidad. Se podría dejar
una copa de vino sobre sus glúteos que no se caería.
Era perfecta para David y acaba de conquistarla 15 minutos tras
haberla conocido aquí en mi casa sentados en ese mítico sofá azul
roto por varios sitios fruto de la pasión de uno de los innumerables
encuentros carnales pasados.
Entre carcajadas y de forma casi impronunciable David arranca
un…
––¡Joder cómo huele a coño! ––cuando Cristian y yo entramos
en el salón intentando adivinar de qué se estaba riendo sin parar.
Se contagian por simpatía y las risas son atronadoras entonces
ahora en la casa.
193
David del Bass
Recapitulamos: Susan, la centroeuropea que conocí el día antes
conmigo durante prácticamente toda la noche, ella se quedaba en
mi casa con amigas, fruto de un intercambio de habitaciones
internacional sacadas de Couchsurfing, nos enrollamos en el citado
sofá poco antes de pasar a la habitación de forma frenética e
imparable.
La noche anterior había habido simplemente MAGIA en las
miradas. Ambos sabíamos lo que iba a pasar cuando nuestras risas
surgían fruto de entrecruzar las miradas.
Esa sensación de hormigueo en el estómago cuando tienes el
partido ganado y sabes que el celebrarlo es cuestión de tiempo.
Ella era como me gustan, mejor dicho, como más me gustan:
intensos ojos azules de mirada penetrante cubiertos por un pelo
largo y rubio.
Esa noche sería el inicio de una relación a distancia que
concluiría meses después, con emotivas despedidas en aeropuertos
y momentos que guardas en tu retina y te aparecen cuando
flaqueas sirviéndote de acicate para seguir cuando creías que no
podías.
Luego hubo rodaje junto a Whilly Foc y Cristian Casanova, pero
esto no cuenta, sino para señalar que fue ahí y en ese momento
cuando David, en su papel de operador de cámara de mi productora
conoce a Delia que llegaba a mi casa como aspirante interesada en
trabajar para la productora.
Tras concluir, presentaciones y unos minutos entre pausa y
pausa para conocerse David y ella hablando cómo no, en ese sofá
azul, decidiendo ambos no negar los impulsos que sentían, quizás
movidos por el influjo de San Valentín o un estado emocional más
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David del Bass
favorable que nunca, para cogerla de la mano e ir a intimar directos
a la “habitación dos” (le llamábamos así porque tenía 2 camas).
Al salir y tras la anécdota de los olores, comienzan a llegar poco
a poco los alumnos al seminario. También viene Álvaro Tineo (antes
conocido con el seudónimo de Cachondo Mental), una de las figuras
más respetadas y admiradas en la comunidad por sus doctrinas y
enseñanzas sobre el juego interno.
David prácticamente se estaba duchando tras retozar un par de
horas con Delia que se acaba de marchar sin hacer demasiado ruido.
Fue un seminario a la altura de las expectativas. Con la
autoridad moral que le otorga a quien acaba de triunfar.
Así fue David, así es David, alguien que cree en sí mismo por
encima de todo y hace de esa virtud una capacidad de cultivar y
transmitir.
Bruno.
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David del Bass
Nota del Autor
¿Sabías una cosa? Este no es el único libro que he escrito, de hecho
he escrito varios junto a mi compañero Alejandro Gálvez, echa un
vistazo:
Seducción Élite: La forma más rápida y sencilla de conseguir tus
objetivos con las mujeres, el MANUAL de seducción definitivo, en él
encontrarás todo lo que necesitas para llevártelas a la cama. Si has
llegado hasta aquí es que realmente te interesa el tema (si no lo
habrían dejado a medias), si quieres profundizar más y conocer las
técnicas, estrategias y trucos seducción que utilizo en mis sargeos
puedes descubrirlo con todo detalle en este libro de 282 páginas.
Cómo dejarlas: Después de leer Seducción Élite tu éxito con las
mujeres se disparará. Esto, aparte de hacerte muy feliz te acarreará
un problema, cada vez vas a tener que poner fin a más relaciones
con mujeres que te importan de verdad. Gracias a este eBook
aprenderás PASO A PASO la mejor manera de cortar tus relaciones
y que ellas no se sientan dolidas contigo.
La cita perfecta: Cómo conseguir citas utilizando el teléfono y
WhatsApp, cómo planear la cita perfecta, qué hacer en cada
momento y cómo acabar en la cama con ella… es decir, TODO sobre
segundas citas, para que los números de teléfono que consigas, se
conviertan en SEXO.
Taller de autoestima: Uno de los problemas más graves que hemos
visto en la mayoría de nuestros alumnos es su baja autoestima, o
incluso la ausencia de ella. Con Seducción Élite y este eBook,
tendrás las herramientas necesarias para ponerte a trabajar y
conseguir ser un hombre MUY seguro de ti mismo (y por lo tanto,
muy atractivo ante los ojos de ellas).
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David del Bass
La imagen del seductor: Todavía hay hombres que creen que solo
pueden ligar los guapos y famosos, y que los chicos normales
tenemos que conformarnos con las migajas… pues créeme que NO
es así. Gracias a este eBook por fin entenderás la verdadera
importancia de tu apariencia física, y sobre todo, aprenderás cómo
potenciarla al máximo… seas como seas.
Tienes que saber que el libro que acabas de terminar de leer es solo
una pequeña parte de algo mucho mucho más grande. Has
descubierto la historia de cómo mi vida cambió, de cómo pasé de
perdedor a seductor.
Pero si ahora lo que quieres es cambiar TU vida y convertirte tú
mismo en un seductor, lo que te recomiendo es que leas mis demás
libros empezando por Seducción Élite.
Es posible que ahora mismo, después de haber terminado de leer
este libro te hayan surgido un montón de preguntas, preguntas
sobre cómo empezar conversaciones con desconocidas, cómo
perder el miedo a hablar con tías buenas, cómo crear atracción en
ellas, cómo crear emociones, cómo seducirlas, cómo besarlas,
etcétera.
Pues bien, todas estas respuestas y muchas más las encontrarás en
Seducción Élite, el sistema paso a paso que te convertirá en
unseductor.
Me despido con mucho agradecimiento por que has llegado hasta
aquí, y quiero despedirme con una frase del gran escritor portugués
Paulo Coelho, y que tuvo un gran impacto en mi que dice así
“Cuántas cosas perdemos por miedo a perder”, refleja a la
perfección la situación de millones de hombres por todo el mundo
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David del Bass
que ven pasar oportunidades una y otra vez, pero solo unos pocos, y
me doy permiso para incluirnos a ti y a mi, hemos tomado la
decisión de no volver a perder una oportunidad nunca más.
De momento me despido de ti hasta que nos volvamos a encontrar.
P.D: En caso que te hayas perdido los links de descarga que te puse
antes, aquí lo tienes de nuevo, haz click aquí para descargar
Seducción Élite.
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