LLÁMPARES AFOGAES Es una receta
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LLÁMPARES AFOGAES Es una receta
LLÁMPARES AFOGAES Es una receta auténticamente asturiana y muy, muy antigua. Afogao es un método de cocción rápido y en su punto que lo mismo se utiliza para la llámpara como para los chipirones. Se trata de -más que cocinar - darles un golpe de calor para evitar endurecer la carne, que no quede cruda, pero tampoco demasiado hecha. INGREDIENTES para una ración generosa (4 personas): Lapas o Llámpares ( 1 kilo), aceite de oliva virgen extra (de alta calidad), ajos, guindilla (1 o media si pica mucho), perejil, sidra (opcional), sal. En una sarten se echa el aceite (un poco de aceite, que cubra básicamente el fondo de la sarten), se pican los ajos menudos, cuando está el aceite caliente se echan los ajos picados, a continuación se le añade la guindilla. Si es muy picante se le echa media guindilla ya que la finalidad es darle algo de alegría pero que no tape el sabor de la llámpara, cuando los ajos estén empezando a dorarse, incorporamos las llámpares, que las tenemos previamente lavadas y quitada toda la arena que pudieran tener y se le echa una pizca de sal (si se queda corto de sal, se va rectificando). Se menea la sarten para mover las llámparas y se evitará meter ningún cubierto de metal, si hay que remover con algún cubierto será estrictamente con uno de madera, aunque lo ideal es no remover con nada, mas que moviendo la sarten. Cuando la llámpara empiece a despegarse de la concha, es decir, cuando empiece a quitarse el sombrero, se le añade el perejil muy picado y opcionalmente para quien haya decidido echarle sidra, se le añade un culín (un par de dedos echado en un vaso) Se tapa antes de servir. Una vez en la mesa, servir y comer rápidamente. La llámpara se enfría muy rápido y lo mejor es comerla pronto. El cubierto para comerla más adecuado es una cucharilla, seleccionando en el plato el bocado y dejando el sombrero(la cáscara) en el plato y comiendo la carne propiamente dicha. Si hay pan para mojar en la salsa mejor, sino con la propia cucharilla podemos disfrutar de la salsa hasta el final. Y entre bocado y bocado, un culín de sidra recién escanciada hace que el cielo y la mar se junten en el paladar. Buen provecho.