el oxígeno reaviva el debate sobre taponado
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el oxígeno reaviva el debate sobre taponado
MILLS ET AL., EL OXÍGENO REAVIVA EL DEBATE SOBRE TAPONADO, PÁG. 1 EL OXÍGENO REAVIVA EL DEBATE SOBRE TAPONADO Nancy MILLS1, Paulo LOPES2 and Miguel CABRAL2 1 1 Australian consultant Amorim’s Research and Development Department Artículo gentilmente proporcionado por el Australian & New Zealand Grapegrower and Winemaker 34th Annual Technical Issue. Teniendo en cuenta que los proyectos de investigación y desarrollo cada vez se ocupan más del rol de los tapones en el desarrollo del vino en botella, es oportuno considerar algunos de los recientes resultados obtenidos dentro del contexto de la importancia general del oxígeno en cada una de las etapas de la vinificación. El oxígeno hace el vino De niños aprendemos un concepto muy simple, no podemos vivir sin oxígeno. Pero para aquellos de nosotros interesados en la excelente combinación arte y ciencia que representa la moderna vinificación, algunas de las funciones desempeñadas por el oxígeno durante las diferentes fases de la fermentación y de la evolución del vino, sorprendentemente, siguen estando poco claras. La mayor parte de los organismos vivos necesitan oxígeno, incluidos muchos de los que valoramos por su capacidad para transformar materiales relativamente simples en algunos de los productos alimenticios que más nos agradan, como pueden ser el pan, el queso, el vino y la cerveza. Por ejemplo, el proceso de fermentación que transforma el mosto en vino es esencialmente un proceso microaerobico, es decir un proceso que requiere pequeñas cantidades de oxígeno. Como señaló el Australian Wine Research Institute (AWRI) en 2004, “el oxígeno es un componente esencial de la moderna producción de vino tinto, especialmente del control de la actividad de las levaduras, de la gestión de los olores sulfurados y de los compuestos volátiles que derivan de la fermentación” (Jones et al. 2004). La fuente tradicional de oxígeno ha sido el contacto con el aire y los múltiples trasiegos del vino nuevo en barrica. Louis Pasteur, eminente microbiólogo y químico del siglo IXX famoso por su contribución a la pasteurización, vacunación e higiene médica, dedicó parte de sus investigaciones al estudio de los factores que influyen en el éxito o el fracaso de la vinificación. Hace algunos años, un investigador francés, Véronique Cheynier, y sus colaboradores nos recordaron las opiniones de Pasteur sobre el oxígeno y el vino (Cheynier et al. 2002). “Ya en 1873, Pasteur dijo: “l’Oxygène est le pire ennemi du vin,’ (el oxígeno es el peor enemigo del vino) pero también, ‘C’est l’oxygène qui fait le vin, c’est par son influence qu’il vieillit’ (es el oxígeno el que hace el vino,es gracias a su influencia que él envejece ).” Cheynier (2002) continuó diciendo: “comúnmente se admite que una excesiva oxidación del mosto es desfavorable para la calidad del vino, pero una lenta y continua disolución de oxígeno en el vino puede desempeñar un rol positivo en el envejecimiento del mismo. Para favorecer los efectos beneficiosos de la exposición al oxígeno, evitando al mismo tiempo los riesgos de contaminación, es fundamental comprender los mecanismos que rigen la disolución y el consumo de oxígeno en el vino.” Está en curso un debate sobre la influencia que la microoxigenación, adiciones de cantidades controladas de oxígeno al vino que se efectúan generalmente una vez acabada la fermentación WWW.INFOWINE.COM – REVISTA INTERNET DE VITICULTURA Y ENOLOGÍA, 2007, Nº 10/3 MILLS ET AL., EL OXÍGENO REAVIVA EL DEBATE SOBRE TAPONADO, PÁG. 2 alcohólica, puede tener sobre los cambios deseados en la textura y el aroma del vino (Paul 2002, Jones et al. 2004). Sus defensores afirman que es simplemente el modo más eficaz para introducir oxígeno dentro del vino, simulando la crianza en barrica, evitando al mismo tiempo los efectos desastrosos de un aporte excesivo de oxígeno en un momento dado. El proceso de microoxigenación dicen que mejora el cuerpo y la sensación en boca de los vinos blancos, proporciona una mejor estabilidad del color, disminuye las características excesivamente herbáceas y elimina las desagradables notas de reducción (Paul 2002). Algunos de estos cambios parecen estar asociados a varios compuestos fenólicos poliméricos. Por ejemplo, los cambios en la astringencia (Jones et al. 2004) parecen deberse, al menos en parte, a los cambios en la composición de los taninos. Los logros del taponado Pero ¿que sucede una vez que el vino es acabado y viene embotellado? ¿Que rol, si lo tiene, desempeña el oxígeno en la evolución del vino en la botella? ¿Y hasta que punto es importante el cierre? Varios estudios recientes han demostrado que los diferentes tipos de cierre difieren en cuanto a su capacidad para excluir el oxígeno atmosférico. En general, los tapones sintéticos permiten que el oxígeno entre en la botella a una velocidad relativamente alta en comparación con otros tipos de tapones, mientras que los tapones de rosca (ROTE closures) permiten la entrada de poco oxígeno. Los tapones de corcho natural se encuentran en un nivel intermedio. Aunque la evolución del vino en botella parece ser posible incluso en total ausencia de oxígeno, estudios recientes realizados por el AWRI sugieren que las poco deseables características de reducción se pueden desarrollar si el potencial redox del vino es demasiado bajo como resultado de una cantidad demasiado baja de oxígeno durante el embotellado o a causa de las propiedades de barrera al oxígeno de los tapones. Por ejemplo, un estudio que duró cinco años realizado por George Skouroumounis y sus colaboradores (Skouroumounis et al. 2005a) conjuntamente con un enólogo australiano encontró que un vino Riesling y un chardonnay criado en madera sellados en ampollas o cerrados con tapones de rosca (ROTE) desarrollaron un aroma a “pedernal/caucho (aroma de reducción) ”. Por otro lado, un exceso de oxígeno conduce a la formación de pardeamiento y a una pérdida de compuestos del aroma positivos. Con tapones sintéticos, los vinos estudiados por Skouroumounis presentaron “un aroma relativamente oxidado, alto nivel de oscurecimiento, y un bajo contenido de anhídrido sulfuroso”. Los vinos tapados con tapones sintéticos presentaron un bajo nivel de atributos frutales y un nivel alto de aromas oxidados, de lana mojada, tostado y plástico. El estudio de Skouroumounis encontró que en el mismo vino tapado con tapones de corcho “se percibía una intensidad frutal relativamente alta” y “unas características de reducción insignificantes”. Esto refleja el hecho de que durante muchos años el uso de tapones de corcho natural ha permitido que los consumidores apreciasen las cualidades de los vinos tapados con tapones de corcho. Son muchos los factores que entran en juego Los factores que pueden afectar al impacto del oxígeno sobre la evolución del vino conservado en botella no se conocen completamente. A pesar de que el cierre es “quizás la más obvia de las variables WWW.INFOWINE.COM – REVISTA INTERNET DE VITICULTURA Y ENOLOGÍA, 2007, Nº 10/3 MILLS ET AL., EL OXÍGENO REAVIVA EL DEBATE SOBRE TAPONADO, PÁG. 3 que pueden influenciar la evolución del vino en botella, representa solamente uno de los factores” (P. Godden et al. 2005). Otros variables son el volumen del espacio de cabeza y la composición del gas, los niveles de SO2 libre y total, las características de la línea de embotellado, la temperatura de conservación y la composición de cada vino. Aunque los estudios empíricos están ayudando a mejorar la comprensión del impacto de estos diferentes factores, estamos todavía muy lejos de logar “un completo entendimiento de la evolución del vino en botella”, si es que lograremos alguna vez alcanzarlo. Suficiente pero no demasiado Por lo que respecta al tipo de cierre, el factor principal parece ser las propiedades de barrera frente al oxígeno, es decir la capacidad de los tapones de no dejar entrar el oxígeno atmosférico dentro de la botella. Demasiado oxígeno conduce a una oxidación prematura; demasiado poco da lugar a indeseables características ‘de reducción’. Entre estos dos extremos se encuentra una zona en la que el uso de tapones diferentes que presentas diferencias incluso relativamente pequeñas puede conducir a la creación de vinos diferentes. Sin embargo, también es posible que tapones con propiedades de barrera al oxígeno diferentes (o índice de transmisión de oxígeno, OTRs) influyan sobre los niveles de determinados componentes del vino sin llegar a afectar la percepción sensorial del vino. Algunos estudios han demostrado que los tapones sintéticos presentan OTRs relativamente altos. Por ejemplo, la mayoría de los nueve tapones sintéticos estudiados en el ensayo del AWRI transmitieron más oxígeno que los tapones de corcho y que los tapones de rosca al cabo de de 24 meses y el vino tapado con tapón sintético obtuvo una puntuación elevada con respecto al aroma oxidado (P. Godden 2002, L. Francis et al. 2003). La Universidad de Burdeos 2 estudió una serie de tapones de corcho natural y de tapones sintéticos y encontró que los tapones sintéticos permitían unos OTRs sustancialmente superiores con respecto a los corchos (Lopes et al. 2005). La investigación de Burdeos fue financiada por Amorim y forma parte de su actual programa de financiación de proyectos de investigación y desarrollo para ampliar nuestros conocimientos sobre el comportamiento de los tapones de corcho natural y de tapones a base de corcho y cuyo objetivo es el desarrollo de tapones de corcho mejores. La Universidad de Burdeos encontró que los tapones de corcho natural de primer nivel presentaban un OTR equivalente a entre 0.002 y 0.004 mililitros de oxígeno por día. Considerando periodos de tiempo iguales, los tapones Twin Top® tenían un OTR de 0.0002 mililitros de oxígeno por día. Lopes y sus colaboradores utilizaron un método no destructivo que medía el color de una solución indicadora en botellas conservadas tumbadas, es decir, dedujeron la velocidad de entrada de oxígeno a partir de los cambios de color de la solución indicadora, en vez de tratar de medir directamente el OTR. La completa gama de tapones de corcho natural (tres de primer nivel y un tapón de corcho colmatado de tercer nivel) estudiada por los investigadores de la Universidad de Burdeos presentó con respecto a la permeabilidad un factor de variación de tres. Este nivel de variabilidad en relación a la capacidad del corcho para no dejar entrar el oxígeno es parecida a la variabilidad mostrada por los tapones de rosca, como demostrado por los resultados de los ensayos del AWRI sobre tapones. Otras investigaciones sobre la velocidad de transmisión de oxígeno con tapones de corcho natural utilizaron el método Mocon, método oficial para la determinación de la permeabilidad al oxígeno del material de embalaje (‘embalajes secos’) pero no ofrece resultados fiables en el caso de los corchos naturales húmedos. WWW.INFOWINE.COM – REVISTA INTERNET DE VITICULTURA Y ENOLOGÍA, 2007, Nº 10/3 MILLS ET AL., EL OXÍGENO REAVIVA EL DEBATE SOBRE TAPONADO, PÁG. 4 Utilizando el método Mocon, el AWRI encontró un OTR para dos corchos de referencia de entre 0.0001 y 0.1227 mililitros de oxígeno por día y un OTR para un tapón de rosca de 0.0002-0.0008 mililitros de oxígeno por día (Godden et al. 2005). Investigaciones llevadas a cabo en Southcorp Wines en 1999 revelaron unos intervalos de OTRs para tapones de corcho natural que iban desde menos de 0.001 hasta más de 1.0 mililitro de oxígeno por día y un OTR para los tapones de rosca de menos de 0.001 mililitros de oxígeno por día (Gibson 2005). Richard Gibson, enólogo-asesor independiente, fue el director del equipo que llevó a cabo las mediciones Mocon en Southcorp en 1999. Considera que el método Mocon es un buen indicador de la transmisión de oxígeno en tapones sintéticos, corchos secos en botellas conservadas en posición vertical y tapones de rosca, pero afirma que "parece haber poca relación entre los valores Mocon del corcho y lo que realmente ocurre en la botella cuando el vino está en contacto con el corcho " (Mills 2005). El químico del vino John Casey sostenía que el método Mocon no puede medir las propiedades del corcho de barrera al oxígeno porque las condiciones requeridas para poder efectuar la medida efectivamente destruyen estas propiedades al reducir el gas retenido en las células del corcho y el contenido de humedad del corcho (Casey, com.pers. Abril 2006). Según PhD Alan Limmer químico y enólogo neozelandés, “es razonable suponer que el OTR de los corchos, en realidad, es del orden de 1000 veces más bajo del valor Mocon más alto” (Limmer, com.pers. Abril 2006). Limmer sostiene que esto se debe a que un corcho en una botella de vino absorbe un poco de vino, creando efectivamente un “tapón de líquido” que frena drásticamente la circulación de oxígeno en el vino. Un estudio de dos años de duración efectuado por la Universidad de Auckland en colaboración con el enólogo neozelandés Michael Brajkovich llegó a la conclusión de que los tapones de corcho natural y de rosca “presentaban una barrera efectiva similar frente al movimiento de gas” (Brajkovich et al. 2005). El estudio encontró que un panel sensorial entrenado podría no distinguir entre un sauvignon blanc sellado con tapón de corcho natural y el mismo vino sellado con tapón de rosca. Al cabo de dos años, las dos tipologías de tapones mantuvieron buenos niveles con respecto a dos tioles volátiles considerados esenciales para las características de Boj/maracuyá y para los aromas varietales de la uva sauvignon blanc. ¿A través del tapón o alrededor? Existe una aparente contradicción entre la demostrada capacidad del corcho para actuar a largo plazo como un efectivo cierre para las botellas de vino y su habilidad a la hora de permitir que cantidades ínfimas de oxígeno entren en la botella. El corcho es un material natural que consiste en un panal de diminutas celdas hechas de suberina, un ácido graso complejo, y llenas de un gas parecido al aire. Hay, en promedio, alrededor de 40 millones de células por centímetro cúbico de corcho y cerca de 800 millones de células en un sólo tapón de corcho. Así pues, ¿cómo hace el oxígeno para entrar en una botella tapada con corcho? En uno de sus ensayos sobre tapones, el AWRI investigó las diferentes vías que sigue el oxígeno para viajar a través o alrededor del tapón colocado en el cuello de la botella. Llegó a la conclusión de que la principal vía de penetración del oxígeno por los corchos naturales era “probablemente a través de la superficie de contacto corcho-vidrio” (Skouroumounis et al. 2004). Los investigadores del AWRI utilizaron araldita para cubrir una parte o todo el extremo superior del tapón y emplearon el nivel de pardeamiento como indicador de la entrada de oxígeno. La superficie de contacto tapón-vidrio también WWW.INFOWINE.COM – REVISTA INTERNET DE VITICULTURA Y ENOLOGÍA, 2007, Nº 10/3 MILLS ET AL., EL OXÍGENO REAVIVA EL DEBATE SOBRE TAPONADO, PÁG. 5 se considera una vía probable a través de la cual el oxígeno entra en las botellas selladas con tapón de rosca, ya que la junta de estaño del tapón de rosca debería ser impermeable al oxígeno (Casey, Com.pers. Abril 2006). Sin embargo, los resultados preliminares de un estudio recientemente realizado por el departamento de ingeniería Química de la universidad de Oporto sugiere, en el caso de tapones de corcho natural, que la mayor parte del oxígeno se difunde a través del tapón, aunque también se encontraron algunas infiltraciones a través de la superficie de contacto corcho-vidrio (Cristiana Pedrosa, Universidad de Oporto, com.pers.). Los investigadores de oporto utilizaron el método Wicke-Kallenbach, un método parecido al Mocon que usa diferentes concentraciones de oxígeno a ambos lados del corcho para impulsar el movimiento del oxígeno, pero mantiene la misma presión total de gas en ambos lados del corcho. El estudio fue subvencionado en parte por Amorim. Una mejor comprensión del mecanismo de entrada del oxígeno permitirá a Amorim determinar si sus productos pueden requerir modificaciones o si se deben recomendar prácticas de embotellado modificadas con el fin de permitir a los enólogos un mayor control de la entrada de oxígeno dentro de la botella de vino. Otros factores Niveles variables de oxígeno disuelto en el vino pueden ser una consecuencia del contacto con el aire y de la formación de oxidantes antes del embotellado, del contacto con el aire en la campana de llenado y entrada en botella durante el embotellado y de variaciones en el volumen, presión y composición del espacio de cabeza. Otros factores que pueden contribuir están representados por la composición química de cada vino, incluida la presencia de determinados iones metálicos, y por el nivel de adición de sustancias químicas como SO2 y ácido ascórbico. En la línea de embotellado Posibles fuentes de oxígeno en la línea de embotellado incluyen el sistema de vacío en tapadora, pequeñas fugas en la línea de alimentación y el flujo turbulento durante el llenado. El sistema de vacío se usa para eliminar el aire del espacio de cabeza que se encuentra entre el vino y el corcho. Ayuda a reducir el riesgo de altas presiones internas, pero si no funciona correctamente puede dar lugar a que algunas botellas sean tapadas con cantidades significativas de oxígeno. Algunas bodegas han modificado sus procedimientos de llenado para protegerse frente a las entradas de oxígeno procedentes de un flujo turbulento. A pesar de que el fenómeno conocido como ‘oxidación aleatoria’ u ‘oxidación esporádica después del embotellado’ suele atribuirse únicamente al tapón, es más probable que sea el resultado de uno o de una combinación de factores de la línea de embotellado que actúan incrementando el nivel de oxígeno en un pequeño porcentaje de botellas. John Casey, ex responsable químico de McWilliam’s Wines, enumeró los principales factores que pueden ser causa de una oxidación aleatoria después del embotellado (Casey 1998). Estos factores podrían ser la presencia de sustancias auto-oxidables exógenas (que incluyen los elagitaninos del roble y el ácido ascórbico), bajos niveles de dióxido de carbono, contacto con el aire, cambios en el nivel de llenado de las botellas, variaciones en el perfil del diámetro nominal interno de la botella, funcionamiento poco constante de la tapadora, niveles de SO2 insuficientes o poco adecuados, dificultades para alcanzar los niveles de SO2 buscados y la entrada de oxígeno atmosférico asociada al cierre. WWW.INFOWINE.COM – REVISTA INTERNET DE VITICULTURA Y ENOLOGÍA, 2007, Nº 10/3 MILLS ET AL., EL OXÍGENO REAVIVA EL DEBATE SOBRE TAPONADO, PÁG. 6 Con respecto a los tapones de rosca, Tyson Stelzer enumeró los potenciales factores de riesgo que pueden conducir a unos niveles variables de oxígeno disuelto en el vino y que incluyen el contacto directo con el aire antes del embotellado, el contacto con el aire durante el embotellado, paradas en la línea de embotellado, flujo turbulento durante el llenado y variaciones del volumen, presión y composición del espacio de cabeza (Stelzer 2005). El retraso en la aparición de la oxidación aleatoria después del embotellado (por lo general entre seis y 18 meses después del embotellado) puede explicarse, en parte, a través de los datos de una reciente experimentación del AWRI que sugieren que “los fenómenos de oxigenación antes o durante el embotellado pueden generar cambios en el color de los vinos detectables sólo algunos meses más tarde” (Skouroumounis 2005b). Las dos caras del ácido ascórbico El ácido ascórbico a veces es añadido al vino como antioxidante, pero puede presentar también otros efectos menos deseables. Por ejemplo, se ha observado que favorece la actividad oxidativa y que agota el SO2, fomentando incrementos del potencial con una oxidación prematura y reacciones de pardeamiento (Bradshaw et al. 2004). Por otra parte, un reciente estudio del AWRI encontró que los niveles de SO2 de un Riesling y de un Chardonnay criado en madera al cabo de cinco años de conservación eran “muy parecidos o ligera pero estadística y significativamente más elevados” en los vinos en los que el ácido ascórbico había sido adicionado durante el embotellado (Skouroumounis et al. 2005b). Sin embargo, otras conclusiones del estudio del AWRI concordaban con la hipótesis de que el efecto pro-oxidativo del ácido ascórbico se observa sólo cuando la mayor parte del ácido ascórbico ha sido consumida. Este efecto retardado podría contribuir también al retraso en la aparición de la oxidación aleatoria después del embotellado. La importancia del anhídrido sulfuroso El anhídrido sulfuroso es adicionado al vino por sus propiedades antimicrobianas y antioxidantes y por su capacidad para inhibir la actividad de enzimas que catalizan la oxidación. Una parte del SO2 adicionado se une a otros componentes del vino, mientras que el resto se mantiene ‘libre’. El SO2 combinado desempeña un rol crucial a la hora de vincular el acetaldehído y otros compuestos carbonílicos que, de ser puestos en libertad, darían lugar a una evolución negativa del color y del olor. El SO2 libre ayuda a inhibir el crecimiento bacteriano, asegura la completa eliminación de carbonilos libres y contrarresta los efectos de todos los oxidantes y del oxígeno (Casey 1996). Si el SO2 libre cae por debajo de un determinado nivel, parte del SO2 combinado es convertido de nuevo en SO2 libre, liberando algunos compuestos carbonílicos. Existe una estrecha correlación entre el consumo de SO2 y la entrada de oxígeno, aunque el fenómeno no es en absoluto simple, ya que otros compuestos químicos del vino desempeñan también un rol importante. Posición, posición, posición En cuanto a la posición de la botella durante su almacenamiento, Skouroumounis y sus colaboradores del AWRI (Skouroumounis et al. 2005a) encontraron que, en el caso de los tapones de corcho, la conservación de las botellas en posición vertical, “por lo general, da lugar a vinos con puntuaciones altas con respecto al pardeamiento, a la tonalidad naranja y en general a la intensidad de color ”. La posición de las botellas no pareció afectar al comportamiento de otros tipos de tapones estudiados por el AWRI. Las botellas tapadas con corcho analizadas por la Universidad de Auckland se conservaron WWW.INFOWINE.COM – REVISTA INTERNET DE VITICULTURA Y ENOLOGÍA, 2007, Nº 10/3 MILLS ET AL., EL OXÍGENO REAVIVA EL DEBATE SOBRE TAPONADO, PÁG. 7 tumbadas (Brajkovich et al. 2005), lo que constituye una prueba de la importancia de la correcta posición de almacenamiento. Conclusión La química de la vinificación y de la evolución del vino es compleja y su conocimiento no es completo. Sin embargo, es evidente que el oxígeno ejerce una significativa influencia durante la mayor parte, e incluso durante todos los estadios del proceso. En particular, la disponibilidad de pequeñas cantidades, aunque controladas, de oxígeno parece tener, a largo plazo, un efecto beneficioso en el envejecimiento de los vinos. Se están logrando algunos interesantes progresos en la determinación de las causas de la importancia del oxígeno y en la identificación de los numerosos factores que pueden mejorar o diluir este efecto, incluido el cierre. Se ha demostrado, gracias a recientes estudios efectuados sobre el OTR y a análisis exhaustivos de los resultados obtenidos a través de varios ensayos sobre taponado, que no es cierto que exista una variabilidad de 1000 en el índice de transmisión de oxígeno de los tapones de corcho natural. El fenómeno de la ‘oxidación aleatoria’ es cada vez más frecuente por ser el resultado de una serie de factores de la línea de embotellado y no ser sólo debido a las propiedades de los tapones de corcho. Sin embargo, son necesarias más investigaciones que permitan mejorar nuestra capacidad de control de estos factores de forma que se pueda responder a las exigencias de la moderna vinificación. Una prioridad fundamental será la investigación de los estados de oxidación de los vinos en virtud de las diferentes tipologías de tapones de corcho o de otros materiales. Esto proporcionaría útiles informaciones que permitirían completar los resultados obtenidos con los estudios sobre corchos y tapones de rosca, según los cuales ambos presentan parecidas propiedades de barrera al oxígeno. Bibliografía M.P. Bradshaw, G.R. Scollary & P.D. Prenzler, 2004, ‘Examination of the sulfur dioxide-ascorbic acid anti-oxidant system in a model white wine matrix’, J Sci Food Agric, 84, pp318-324. M. 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