devoción popular

Transcripción

devoción popular
Semana del 18 al 24 de abril de 2011 • DISTRIBUCIÓN GRATUITA
Semanario del Diario Oficial El Peruano
| Año 104 | 3a etapa | N° 221
Escritor apasionado
Oswaldo Reynoso
Fervor en
el cine
Películas religiosas
DEVOCIÓN POPULAR
LA PASIÓN DE CRISTO NARRADA POR EL ARTE AYACUCHANO
CRÓNICA
2 tVARIEDADES
RESUMEN
5 | BUZÓNDELTIEMPO
La celebración de la Semana Santa en
Lima a principios del siglo XX.
6 | HISTORIAS
Las películas de temática religiosa eran
una tradición en esta época.
8 | PORTAFOLIO
El fervor alcanza su mayor expresión en
los ritos religiosos de Ayacucho.
14 | CULTURA
Los 80 años bien vividos del escritor
arequipeño Oswaldo Reynoso.
16 | EL
OTRO YO
Lucho Quequezana
perseveró en su
sueño para ser un
gran músico.
PORTADA
TRADICIÓN. El retablo ayacuchano
simboliza la intensidad con que se
celebra la Semana Santa en Ayacucho.
En él se representan la pasión y muerte
de Cristo con personajes del lugar.
FOTO: Jesús Raymundo T.
DIRECTOR FUNDADOR : CLEMENTE PALMA
DIRECTORA (E) : DELFINA BECERRA GONZÁLEZ
SUBDIRECTOR : JORGE SANDOVAL CÓRDOVA
EDITOR : MOISES AYLAS ORTIZ
EDITOR DE FOTOGRAFÍA : JEAN P. VARGAS GIANELLA
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Variedades es una publicación del Diario Oficial
2008 © TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.
IMAGINERÍA AYACUCHANA
Mensajes
de vida y fe
ARTEPOPULAR
Lunes 18 de abril de 2011 t3
Aunque sus temas se
han diversificado, los
retablos mantienen
relación estrecha con
los mensajes religiosos,
como la Semana Santa.
Desde que llegaron
con los españoles,
en el siglo XVI, han
experimentado cambios
no solo en nombres,
sino también en usos,
formas, tamaños,
técnicas, materiales
de elaboración y
comercialización.
ESCRIBE/FOTOS: JESÚS RAYMUNDO TAIPE
P
or obra de los artesanos, la papa sancochada no solo es
alimento del cuerpo, sino también del alma. La pasta,
que es la mezcla de este tubérculo con yeso, imita las
hazañas del barro divino que germinó la vida. Las manos de
los nuevos creadores convierten su fe en figurillas inspiradas
en los personajes bíblicos. Luego son reunidas dentro de
una caja de madera cerrada por dos puertas que han sido
decoradas con flores de vivos colores.
La intensidad con que se celebra la Semana Santa en
Ayacucho se vive en sus retablos, que representan las andas
con cenefas y ceras, acompañadas por creyentes. La pasión
y muerte de Cristo se narra también en el arte popular, pero
se incluyen a personajes del lugar como pastores y campesinos. El tema que más acogida tiene entre los artesanos
es el nacimiento del Niño Jesús. Ellos lo trabajan, incluso,
en piezas tan pequeñas que alcanzan en la palma.
Las costumbres se perennizan con gran realismo en
los cajones. Además de los carnavales, las corridas de
toros y las peleas de gallos, traídos por los españoles, los
retablos ayacuchanos acogen actividades agrícolas, como
la cosecha de maíz y tunas o la trilla, así como rituales que
han sufrido cambios, como la fiesta del agua o la caza del
cóndor. Además, pasajes de la vida cotidiana y los cambios sociales y políticos sufridos en los últimos años son
recogidos por sus artistas.
SANMARCOS
Los primeros retablos llegaron a la capital gracias a la
coleccionista y artista plástica indigenista Alicia Busta-
mante. En 1941, ella encargó al imaginero ayacuchano
Joaquín López Antay que preparara piezas con costumbres
regionales con la promesa de ser adquiridos por nuevos
y desconocidos clientes. Hasta entonces, los productores
y compradores indígenas los llamaban sanmarcos y solo
se fabricaban con fines rituales.
Eran cajas divididas en dos niveles. El superior era
habitado por santos que eran conocidos como patronos
de animales (San Marcos, San Lucas, San Antonio, San
Juan y Santa Inés), además de animales como el cóndor
y figuras del campo. En el piso inferior se representaban
"las pasiones", es decir, escenas de hacendados y campesinos junto a principales personajes y animales de la
vida rural.
En las primeras décadas del siglo pasado, los arrieros
ayacuchanos eran los encargados de distribuir las obras
entre pastores y campesinos de las comunidades del
sur de Huamanga, e incluso llegaban hasta Puno. En las
zonas rurales, el cajón era usado en los ritos de fertilidad
de la vida agrícola y ganadera, como es el caso de las
ceremonias de la marcación de ganado que en Ayacucho
se celebra en agosto.
Joaquín López Antay contaba que a medianoche se
velaba el sanmarcos con la intención de que el wamani,
dios de las montañas, evitara el abigeato. Sobre una mesa,
el ganadero realizaba las ofrendas con hojas de coca,
cigarrillos y frutas. Al día siguiente, los participantes le
pedían licencia para marcar sus ganados, que consiste
en ponerles cintas de colores en las orejas.
"El sanmarcos también lo usan los curanderos, para
curar. Lo ponen en su mesa, con mantel blanco, y le
hacen ofrenda, para llamar a los yayas, al wamani de los
cerros. Necesitan el sanmarcos, pues, para curar. Lo que
yo hago la gente lo necesita para vivir, pues", le comentó
el artista popular al filólogo Mario Razzeto, quien recogió
sus testimonios en Don Joaquín.
Por su uso, Francisco Stastny asegura, en Las artes
populares del Perú, que el sanmarcos es la expresión más
compleja y completa de la ideología sincrética del campesino. "En él se congregan los protectores de las especies
autóctonas en forma del cóndor y otras aves, mensajeras
del espíritu de la montaña (apu), y los protectores, o sea
las huacas propias, de los animales europeos, que vienen
a ser los santos citados."
LA INTENSIDAD CON QUE SE CELEBRA LA SEMANA SANTA EN
AYACUCHO SE VIVE EN SUS RETABLOS, QUE REPRESENTAN
LAS ANDAS CON CENEFAS Y CERAS, ACOMPAÑADAS POR
CREYENTES. LA PASIÓN Y MUERTE DE CRISTO SE NARRA
TAMBIÉN EN EL ARTE POPULAR, PERO SE INCLUYEN A
PERSONAJES DEL LUGAR COMO PASTORES Y CAMPESINOS.
CRÓNICA
4 tVARIEDADES
PABLO MACERA CONSIDERA QUE EL RETABLO AYACUCHANO EXPERIMENTA UN PROCESO EN
EL QUE MUESTRA SU BUENA SALUD. "PODEMOS ESTAR EN DESACUERDO CON ALGUNAS
TENDENCIAS ADQUIRIDAS, PERO NO PODEMOS NEGAR QUE ESOS MISMOS EXTRAVÍOS NOS
ESTÁN DEMOSTRANDO EL PODER DE UN ARTE TODAVÍA EN PLENA BÚSQUEDA."
¿MEDIO EVANGELIZADOR?
En tiempos en que el propósito era evangelizar y la Iglesia
deseaba imponer las festividades religiosas, los catequizadores enfrentaron a su modo las barreras al cambio. No
solo aprendieron el runa simi y elaboraron los primeros
diccionarios y gramáticas quechuas, sino también tradujeron himnos y oraciones. Aceptó, además, el uso de los
antiguos santuarios indígenas (huacas), en los que solo
reemplazaron imágenes.
El mayor estudioso de los sanmarcos, Emilio Mendizábal
Losack, sostuvo que en la Colonia llegaron a América las
capillitas de santero con imágenes de Santiago y de santos
patrones de devoción individual. Planteó la hipótesis de que
su producción tuvo condiciones favorables en Huamanga
porque era centro de la colonización y porque vivían artistas
y de materia prima, como la piedra de Huamanga.
El sabio Antonio Raimondi afirmó que el número de
conventos, monasterios e iglesias confirmaba que la ciudad
había sido un lugar favorecido por los españoles. Para equipar las iglesias huamanguinas y amoblar las residencias de
la aristocracia se requería de artistas, artesanos, pintores
y ebanistas. Ante la demanda, los maestros y oficiales
españoles tuvieron que ayudarse de aprendices indígenas
y mestizos que le siguieron los pasos.
Debido a que la producción de capillitas de santero
no era abastecida totalmente por los maestros españoles,
el catequizador español fomentó la participación de los
imagineros mestizos e indígenas. "Que la imagen no coincidiese exactamente con determinados patrones artísticos
hispánicos no tenía mayor importancia para el catequizador,
lo importante era que la imagen existiese y se le rindiese
culto", aseguró Mendizábal Losack.
En las rutas que cubrían los arrieros, sus principales
difusores, las capillitas de santero recibieron las influencias
de los indígenas del sur de Ayacucho, quienes la convirtieron
en sanmarcos de acuerdo con las necesidades de los pastores. Fueron los arrieros quienes después se convirtieron en
mensajeros de sus clientes rurales para que los artesanos
adaptaran ciertos requerimientos.
Según Pablo Macera, el sanmarcos data de fines del
siglo XVII y principios del siglo XVIII. Al inicio se usó la
piedra de Huamanga, pero fue reemplazada por la pasta
debido al costo económico y las dificultades de su tallado. "Los artesanos huamanguinos han producido en los
últimos siglos numerosos modelos de retablos, pero los
tipos básicos son tres: retablos unipersonales, retablos
escénicos mágico-religiosos (sanmarcos) y retablos escénicos profanos."
TIEMPOS NUEVOS
Los indigenistas han sido criticados por bautizar al sanmar-
APUNTES
t La imaginería se desarrolló alentada por la vida
religiosa colonial. En la actualidad, por razones
comerciales ha vuelto a tener importancia en el arte
popular.
t Las cruces de pasión son piezas de gran
veneración. En la parte central, dentro de una caja
rectangular, aparece el rostro de Cristo coronado de
espinas.
t Son elaboradas de madera, estucadas de yeso,
pintadas con anilina mezcladas con cola. Lleva
aplicaciones moldeadas con pastas que representan
símbolos de la pasión.
t Cuando son coronadas por una paloma se llaman
Cruz Espíritu Santo; cuando lleva dos llaves, Cruz
San Pedro; si porta un farol, Santa Cruz, y con la
figura del Padre Eterno, Cruz del Padre Eterno.
cos con el nombre de retablo y por desviar a los imagineros
ayacuchanos a los nuevos temas de la vida cotidiana. Sin
embargo, gracias a la revalorización se salvó de la extinción
a una expresión artística compleja que hoy forma parte de
exhibiciones internacionales, museos, galerías y colecciones
particulares.
"¿Cuál hubiera sido el futuro del sanmarcos sin aquella
intervención?", se pregunta Pablo Macera en Trincheras y
fronteras del arte popular peruano. El historiador considera
que el retablo ayacuchano experimenta un proceso en el que
muestra su buena salud. "Podemos estar en desacuerdo con
algunas tendencias adquiridas, pero no podemos negar que
esos mismos extravíos nos están demostrando el poder de
un arte todavía en plena búsqueda".
Sin embargo, aún hay preguntas que no han sido respondidas con certeza. Se desconoce, por ejemplo, cuánto
se ha logrado catequizar a los pastores mediante el uso de
los cajones, porque a lo mucho se les exigía el bautizo. Es
probable que no se haya cumplido la disposición de que
acudieran los domingos a la iglesia, para participar de las
misas, porque hay carencia de pastores y los templos se
ubican a varias horas de caminata.
No hay que olvidar que la participación de los campesinos ayacuchanos en Semana Santa aún es vista como
el entorno que rodea a los actos centrales. Luis Millones
señala, en Calendario tradicional peruano, que se carecen
de estudios para analizar la percepción indígena de esta
festividad. "Más allá de la propuesta que nos llega de dogma
católico, la sociedad andina ha elaborado una interpretación
del mundo sobrenatural en la que este y otros días festivos
tienen un espacio determinado."
A más de cinco siglos de haber llegado a América, el
retablo ayacuchano se usa cada vez menos en las ceremonias
de la herranza, pero sí se ha convertido en una obra que
retrata con magia las costumbres, el pensamiento y la fe
de los peruanos.
BUZÓNDELTIEMPO
Lunes 18 de abril de 2011 t5
LOS RITUALES OFICIALES
Lima la devota
En las primeras décadas
del siglo XX, los limeños
respetaban con unción
la tradición religiosa
de Semana Santa. Las
autoridades participaban
en las actividades y los
devotos, en especial
las mujeres, vestían
de riguroso luto.
A
principios del siglo pasado, la influencia de la Iglesia
católica en el Perú era muy grande. Los ritos de
Semana Santa eran respetados y formaban parte de
los actos oficiales. En los días centrales, se organizaban
misas tedeum y desfiles militares, en los que participaban
las autoridades gubernamentales y la población.
Sin embargo, las costumbres poco a poco iban cambiando y se dejaron de practicar algunas. Por ejemplo, en la edición
del 22 de marzo de 1913, Variedades informa lo siguiente:
"Ya va desapareciendo en Lima, como tantas otras cosas,
el ceremonial suntuoso, el recogimiento místico y sincero
de los días santos. Ya no paralizan su tráfico los tranvías y
continúan circulando los coches y las carretas".
Sobre el Domingo de Ramos, si bien destaca el reparto
de las palmas, el artículo lamenta que ya no salga "la famosa
procesión del borriquito". En el Rímac, sí mantenían la
tradición y por sus calles desfilaba la procesión del Señor
del Rímac, seguida por sus fieles.
El Jueves Santo, a los santos oficios celebrados en la
Catedral no asistieron el presidente de la República (Guillermo
Billinghurst) ni sus ministros. Sí lo hicieron el prefecto de
Lima y algunos otros funcionarios.
En su edición del 11 de abril de 1914, Variedades
crítica nuevamente la pérdida de la tradición: "La Semana
Santa ha transcurrido más incolora y marca una sensible
decadencia en estas místicas conmemoraciones que
antaño dieran a Lima sello peculiarísimo, inconfundible",
manifiesta.
Agrega que "Ya no sale el borriquito, ya las reseñas y
ferias no tienen el aspecto de otros mejores días y languidece
la devoción de nuestra ciudad, por más que aún conserven
sus fervorosas costumbres nuestras damas".
En 1920, con Augusto B. Leguía como mandatario, se
retoman algunas costumbres. Las ceremonias oficiales
son más solemnes. El Jueves Santo se realizó la misa
tedeum en la Catedral de Lima. Al oficio religioso asistió el
presidente de la República, sus ministros, jefes militares
y otras autoridades.
El Viernes Santo, después de los oficios religiosos
en la Catedral, se desarrolló un desfile de las tropas del
Ejército. En la tarde, los devotos, en especial las mujeres,
se dirigieron a los templos de la capital para oír la palabra
de los sacerdotes, en el Sermón de las Tres Horas.
Las pompas litúrgicas se mantuvieron durante esa
década; el 11 de abril de 1925, Variedades destaca que
"los sentimientos religiosos del pueblo capitalino se han
puesto de manifiesto, una vez más, realzando las ceremonias religiosas que se desarrollaron en la Basílica y en los
templos de Lima".
Destaca también que a los oficios celebrados en la
Catedral asistió, como es de protocolo, el gobierno en pleno,
encabezado por el jefe del Estado. Menciona, además, que
tropas de la guarnición de Lima formaron en los alrededores
de la plaza de Armas. Al final de la ceremonia religiosa, los
soldados desfilaron por la plaza de Armas. Ha transcurrido
más de 80 años, Lima es otra ciudad. Esa forma de sentir
y vivir el fervor religioso ya no volverá.
HISTORIAS
6 tVARIEDADES
FE, CINE Y LITERATURA
Jesús superestrella
Fueron un
clásico.
Excelentes
"pelis"
religiosas y
un público
ansioso que
asistía para
verlas en los
cinemas eran
parte de la
tradicional
Semana
Santa. Esta
crónica abre
el cofre de
la memoria
para
recordar
nostálgicos
esos años
inolvidables.
ESCRIBE RUBÉN YARANGA MORÁN
I
l jueves, viernes, sábado y domingos, días que tienen
de santos en marzo o abril indistintamente. Fecha que
evoca el sacrificio y la resurrección de quien está a la
diestra de Dios padre. Días de recogimiento y de renovación
de una fe. Los fieles se vuelcan a las iglesias para oír misa y
visitar siete templos, que se inicia con el Domingo de Ramos.
Tradición que se mantiene. Pueden desaparecer algunas
costumbres, pero las religiosas no, porque el cristianismo
está muy arraigado en los pueblos. El tiempo atestigua de
esa fe que anda a la par con él y que tiene en Jesús a su
estrella. Superestrella cuya vida fue rentable para el sétimo
arte; a costa de ella, amasó fortuna.
E
II
Esa actividad que es arte e industria, el cine, vio el
filón que significaba Jesús y el tema del cristianismo,
y puso manos a la obra para crear numerosos filmes
que relataban la vida de Jesús –La historia más grande
jamás contada (1965), Jesús de Nazareth (1977)–, temas
de las Sagradas Escrituras –La Biblia (1966), Sansón y
Dalila (1949), Los diez mandamientos (1956)–, historias
ligadas con el cristianismo –¿Quo vadis (1951), Espartaco (1960), Ben Hur (1959), Barrabás (1962), El manto
sagrado (1953)–. Estos filmes inundaron los cines del
mundo y rompieron la taquilla y se hicieron merecedores
de premios Oscar. Este fue el caso de Ben Hur, dirigida
por la mano maestra del director William Wyler y que
ganó once Oscar. Tantas eran las películas exhibidas en
esa semana de fervor cristiano que Charlton Heston se
presentaba por triple partida. En Los diez mandamientos
RECUENTO
Lunes 18 de abril de 2011 t7
UN PECADO IMPERDONABLE SERÍA NO MENCIONAR A UNA DE LAS MEJORES PELICULAS
SOBRE LA VIDA DE CRISTO, JESÚS DE NAZARETH, DIRIGIDA POR FRANCO ZEFIRELLI.
UN MAGISTRAL ROBERT POWELL SE METE EN LA PIEL Y EL ALMA DEL PASTOR DE
HOMBRES PARA CONMOVER HASTA LAS LÁGRIMAS A LAS PLATEAS DEL MUNDO...
era Moisés, que recibía el decálogo de las manos de Dios;
en La historia más grande jamás contada desempeñaba
un papel; en Ben Hur interpretaba a Judá Ben Hur, que
boga en una galera romana, rumiando su cólera contra
el proceder injusto de Mesala. La venganza lo mantiene
vivo. Lo más emocionante era un lejano antecedente de
lo que son hoy las carreras de Fórmula Uno, la carrera de
cuadrigas, en el antiguo circuito de Judea. La escudería
árabe saca la cara a la invicta escudería romana. Ben Hur
contra Mesala. Tensión y emoción en el público que ve la
película. Un personaje odioso era Barrabás, pues la platea
lo pifiaba porque no era nada santo. El pellejo de Anthony
Quinn le daba vida.
III
En la sacra fecha, los cines limeños se llenaban de
bote a bote. Asistía la familia en pleno y eran los puntos
donde coincidía la "patota" del barrio para acompañar a
Cristo camino al monte Calvario. Y así sentir más ligeros
sus pecados. Y en la oscuridad no se ven las lágrimas,
porque las hay, y nadie se percata de esa situación; mejor así
porque los hombres no lloran En Breña, los cines Danubio,
Monumental, Glory, Breña, Varela, Fantasía y Hollywood
reunían a las gentes para ver a Sansón derribar el templo de
los filisteos, interpretado por el inexpresivo Víctor Mature,
o al galán Robert Taylor y la hermosa Deborah Kerr, quienes
encarnan al soldado romano Marco Vinicio y la cristiana
Ligia para vivir un romance en la época del desquiciado
Nerón. Historia de amor que recibió 8 nominaciones al
Oscar y no obtuvo ni uno. La calma da paso a los aplausos y vivas de la platea, un premio al merecido triunfo
del bien sobre el mal. En La Victoria, en los cines 28 de
Julio, Odeón, Apolo, Porvenir, Metropolitan, las familias
hacían cola para ver Espartaco, filme de Stanley Kubrick
que tenía de estrellas a Kirk Douglas y Jean Simmons. Hay
una escena digna de la gran pantalla del cine República,
aquella en que Espartaco toma el vientre de Varinia para
acariciar el fruto de su amor, a sabiendas. Maravillosa
escena de amor. Este cine presentaba La historia más
grande jamás contada; no muy lejos, el Metro mira a la
plaza San Martín. Sin olvidar al Roma, Orrantia, Diamante,
San Isidro, Azul, escenarios de esa jornada gloriosa. Hoy
son templos de oración de otros credos, supermercados.
o están en abandono.
IV
La fe no solo tuvo en el cine un respaldo, la literatura
se ocupó de Jesús y de los personajes bíblicos o de temas
que tenían nexo con la libertad o guiños al cristianismo.
La literatura auxilia al cine porque le presta obras de sus
creadores. Uno de ellos fue Irwin Wallace, quien en 1880
escribió Ben Hur, obra de la que se hizo tres versiones.
El premio Nobel de Literatura de 1905, el polaco Henryk
Seinkiewicz, aportó al cine Quo vadis, dirigida por Mervyn
Le Roy con éxito. La pluma del premio Nobel de Literatura
1951, Pär Lagerkvist, escribió Barrabás, que fue llevada a
la pantalla gigante por el director Richard Fleischer. Hay
una vida llena de peripecias que pertenecen a Howard Fast,
un escritor víctima de ese tiempo sombrío en la historia de
Estados Unidos, el macartismo. Él escribió sobre el esclavo
que se sublevó contra Roma en nombre de la libertad, y
lo hizo en prisión. Aparece en 1951. Espartaco es llevado
al cine gracias a Kirk Douglas, quien quedó seducido con
esta obra. Como introducción al libro, Fast dice: "Lo he
escrito para que aquellos que lo lean –mis hijos y los hijos
de otros–, gracias a él, tengan la fortaleza para afrontar
nuestro turbulento futuro y puedan luchar contra la opresión y la injusticia, de modo que el sueño de Espartaco
llegue a ser posible en nuestro tiempo". Stevens, Kubrick,
Huston, Zefirelli, Wyler, DeMille, después Jewison, con
la ópera rock Jesucristo Superstar (1973), Scorsese con
su polémica La última tentación de Cristo (1988), basada
en la obra de Nikos Kazantzakis; para 2004, Mel Gibson
levanta el polvo del debate con La pasión de Cristo, filme
en el que Jim Caviezel encarna a Jesucristo. La búsqueda
de la fe o la fe ha guiado los pasos del hombre y su obra
está en vía de hallarla o cimentarla.
FINAL
La fe está siempre presente, porque la vida en sí es
un milagro. Ya no hay los antiguas cinemas, un espacio
amplio a donde asistía un público ávido por ver la vida
de ese personaje que resucitó en gloria al tercer día o
historias del credo que él desperdigó por el mundo. Ahora,
el espacio es reducido, el público es de 3 a 5 personas,
y la pantalla gigante ha sido sustituida por una de 21
pulgadas o el devedé: la casa, la familia y la televisión
protagonizan esta semana de reflexión. Hay cosas que no
volverán y serán recordadas con gratitud porque alegría
y fortaleza han dado al corazón y al espíritu. Dicho por
Baltasar a Ben Hur: "La vida es un milagro y todo lo que
se ha vivido forma parte de él". Es un pensamiento de la
literatura, primero, y del cine, después, y toma el vigor
de la fe mediante estas artes.
PORTAFOLIO
8 tVARIEDADES
MANIFESTACIONES DE FE
Fervor
religioso
La tradición religiosa en el Perú, a través
de sus diversas festividades, supervive a los
nuevos tiempos y a la modernidad que relativiza
todo. En diferentes pueblos estas expresiones
de fe se mantienen, como vemos en las
celebraciones de Semana Santa.
D
icen que en el mundo solo existen dos lugares donde
se respetan los rituales antiguos de la Semana
Santa y donde se percibe una especial devoción
religiosa: Sevilla en España y Ayacucho en el Perú. Lo
que impresiona al visitante que llega por primera vez a
Huamanga es la dramatización colectiva que realiza el
pueblo ayacuchano durante los diez días de celebración,
el sincretismo mágico-religioso que mezcla los ritos
católicos con las costumbres andinas.
En la fiesta ayacuchana participan todos los miembros de su sociedad. Desde autoridades hasta el último
vecino, no importa su estrato social. Lo hacen como
mayordomos, integrantes de cofradías y hermandades,
en los coros y tunas, preparando las alfombras de flores,
como vivanderas y humildes campesinos que llegan de
las comunidades vecinas.
Durante las celebraciones todavía se hace evidente la
estratificación social de Ayacucho. Por ejemplo, las clases
acomodadas de la ciudad han hecho "suya" la celebración
del Santo Sepulcro en Viernes Santo, en ella, la población
más humilde participa solo como "observador. Esa noche,
las luces de la ciudad se apagan durante el paso de la sagrada imagen. Hombres y mujeres acompañan la procesión
vestidos de riguroso luto portando cirios encendidos.
El pueblo participa multitudinariamente en la preparación, organización y festejos del Domingo de Pascua de
Resurrección. En las calles se ubican bandas y conjuntos
de música que interpretan canciones típicas y al ritmo de
ellas la gente baila, canta, toma licor y festeja.
Sin embargo, el día cúspide en cuanto a identificación
religiosa y en donde toda la sociedad ayacuchana se
muestra unificada es el Miércoles Santo, cuando se realiza
la procesión del Encuentro en la Plaza Mayor. La imagen
de Jesús Nazareno, con su atuendo morado cargando
su cruz, sale en andas y es la representación con mayor
valor religioso. Su sola visión conmueve intensamente a
los ayacuchanos. Ese mismo día salen en procesión las
imágenes de la virgen María, de La Verónica y San Juan.
Ellos "saludan" a Jesús Nazareno en la Plaza Mayor.
ESA NOCHE (VIERNES
SANTO), LAS LUCES DE
LA CIUDAD SE APAGAN
DURANTE EL PASO DE LA
SAGRADA IMAGEN.
PROVINCIAS
Lunes 18 de abril de 2011 t9
RITOS. Toda
la sociedad
ayacuchana
participa en
los rituales
de Semana
Santa. Las
mujeres visten
de riguroso
luto, los niños
acompañan
también
los actos.
Y desde las
comunidades
rurales
llegan los
campesinos
ungidos de
devoción.
PORTAFOLIO
10 tVARIEDADES
EL VIERNES
SANTO
OCURRE EL
ENCUENTRO
DE LAS
ANDAS DEL
CRISTO EN
EL SANTO
SEPULCRO
Y DE LA
VIRGEN
DOLOROSA.
UNO DE LOS
ACTOS MÁS
EMOTIVOS
DE LA
TRADICIÓN
CUSQUEÑA.
FOLCLOR. La fiesta más
colorida se vive en Tarma.
Sus calles son adornadas
con alfombras y arcos de
flores. Abajo, el Viernes
Santo ocurre el Encuentro
de las andas de Cristo y
de la Virgen Dolorosa.
EN TODO EL PAÍS
La Semana Santa en Tarma es una de las más vistosas.
Resalta la decoración de sus calles que son adornadas
con alfombras y arcos hechos a base de flores del lugar,
lo que motiva a organizar concursos con la participación
de las comunidades de la zona.
En Cusco, la celebración llega a su cúspide con los
cultos a la imagen del Señor de los Temblores o "Taitacha
Temblores". Las andas de este Cristo mestizo salen en
procesión el Lunes Santo y recorren las calles que se
encuentran adornadas con alfombras de flores y tapicerías.
El Viernes Santo ocurre el encuentro de las andas del Cristo
en el Santo Sepulcro y de la Virgen Dolorosa. Uno de los
actos más emotivos de la tradición cusqueña.
Ese día, a diferencia de lo que ocurre en otros lugares,
no es de abstinencia. La costumbre cusqueña es degustar
doce platos típicos distintos que incluyen desde sopas y
potajes, hasta deliciosos postres.
En Catacaos, Piura, también existe una tradición
gastronómica con la preparación de los "siete potajes",
platos que son servidos el jueves y viernes santo. El Jueves
Santo los platos se preparan sobre la base de carne, el más
representativo es la "malarrabia", y el Viernes Santo, los
platos tienen como ingrediente principal al pescado.
NUESTRAMÚSICA
Escribe: Manuel Acosta Ojeda
Lunes 18 de abril de 2011 t11
JORGE HUIRSE REYES
Del Huacsapata al San Cristóbal
Fue un destacado pianista y orquestador. Un talento que heredó de su padre y mejoró
gracias al maestro Carlos Vega. Jorge Huirse también sobresalió como compositor y
cultor de la música criolla y latinoamericana, en especial, de Argentina.
"
Entre libros y entre cosas de otros tiempos, encontré
una carta..." de puño y letra de mi gran amigo Jorge
Huirse Reyes, en la que me agradecía un artículo,
escrito para la revista Caretas sobre su señor padre, don
Rosendo Huirse Muñoz. Inmediatamente volvieron a mi
memoria largas tardes de conversaciones en su departamento de la avenida 28 de Julio, en el Barrio Obrero de
La Victoria. Un buen vino tinto de Mendoza y el mejor
queso de Azángaro, eran compañeros de estas tertulias
en la que se hablaba solamente de música puneña. Mis
oídos de joven limeño no olvidarán jamás los recuerdos
de los tres Huirse, Rosendo, Juan y Jorge.
A las orillas del cielo, a cuatro mil metros de altura, del
amor de Rosendo Huirse Muñoz y doña Ana María Reyes
Sawaraura nació nuestro personaje, el 30 de agosto de
1920 en la ciudad de Santa Rosa, uno de los 9 distritos
de la provincia de Melgar, departamento de Puno, y creció arrullado por las quenas, antaras, sicus y puncuyos.
Entre el ¡jooor! de los diablos caporales y la dulce voz
de la "imillas" entre los totorales, se fortaleció el alma de
este maestro.
Su profesor de música en el colegio San Carlos de
Puno, un afamado músico italiano de apellido Rubina, era
muy estricto, llegando al punto de que en una oportunidad,
desaprobó a "Jorgito", evento que hizo que no olvidara
jamás las "armaduras" y los "accidentes" de cada tonalidad,
con sus respectivos "sostenidos y "bemoles".
A finales de 1942, accede a una beca de estudios en
Argentina, adonde viajó al poco tiempo. Ya en Buenos
Aires, por la calle Salta, se encontró con dos ojos que le
recordaban el lago de sus amores. Pertenecían a doña
Martha Zelarayán Jerez; fue un largo camino el recorrido
antes de conquistarla, hasta que en 1949, el charanguito
de cristal de nuestro "Karabotas" logró el esperado: "sí,
acepto". Así nacieron Silvia Laura, José Luis, Mario Ernesto
y Martha Patricia.
Antes de partir al país del sur, Huirse había escrito
un hermoso valse titulado "Encontré una carta tuya" que
fue grabado en 1944 para el sello Odeón-LD-1464. Darío
Mejía aporta un dato que desconocíamos, que la letra de
dicho valse apareció publicada en El Cancionero de Lima
No. 1457, de inicios de abril de 1943, y que lleva algunos
versos hablados, los que por su ingenuidad no creemos
que sean de Jorge.
ENCONTRÉ UNA CARTA TUYA
Entre libros y entre cosas de otros tiempos
encontré una carta tuya que decía:
"Eres tú, mi vida, mi única ilusión
pues sin ti no late ya mi corazón".
Encontré una carta tuya y con ella
asomaron a mi mente los recuerdos.
Hoy no tengo la dicha del tiempo aquel,
en que poseí todo tu amor.
Hoy no tengo la dicha del tiempo aquel,
en que poseí todo tu amor.
Tal vez entre las vueltas que da la vida
mis ojos, aunque tristes, contemplarán
a la mujer que en horas ya lejanas
embriagada entre mis brazos yo besé
con toda la ternura de mi corazón,
que palpitaba lleno de emoción.
Aquellas horas gratas y lisonjeras
con el recuerdo triste de mi pasión.
Hoy no tengo la dicha del tiempo aquel,
en que poseí todo tu amor.
Hablado
¡Oh! cartita, viejo papelucho amigo
también sentiste las caricias de mis manos
que en tus líneas dejaron tus huellas
de aquellas miradas que tu alma guió.
¡Oh! cartita, viejo papelucho amigo
ayer me trajiste el consuelo y la esperanza
cuando me atormentaba el dolor de no verla
hoy me traes el recuerdo y me haces llorar.
TRADICIÓN
12 tVARIEDADES
En Chongos Bajo, provincia
de Chupaca, Junín, existe una
devoción a Cani Cruz. Una
cruz tallada en piedra y a la
que se le atribuyen hechos
milagrosos. En sus tradiciones
se manifiesta un sincretismo
mágico-religioso.
CANI CRUZ O LA CRUZ QUE MUERDE
La señal más antigua
L
legamos a Chongos Bajo una tarde de setiembre en
busca de la peregrinación de la Virgen de Cocharcas.
La mayor fiesta religiosa de Junín se celebra a la par
en cuatro pueblos: Sapallanga, en Huancayo; Marcatuna,
Chupaca; Orcotuna, Concepción, y Apata, Jauja. Todos
ubicados en el Valle del Mantaro.
No alcanzamos la peregrinación o nos desviamos
de ruta. Mientras caminábamos por la plaza principal de
Chongos Bajo nos topamos con un impresionante crucifijo
de más de cuatro metros de altura y tallado en piedra caliza,
ubicado frente a la iglesia Matriz conocido como Cani Cruz
que en quechua significa "Cruz que muerde".
La iconografía de la cruz muestra en su parte frontal
la imagen de Cristo crucificado con otras figuras decorativas que incluye una calavera; y en su parte posterior,
la imagen de la Virgen del Carmen rodeada de ángeles;
y figuras como una escuadra y un compás, además de
otras con motivos religiosos.
Cani Cruz fue construida en 1534 y es –de acuerdo con
la tradición– la señal religiosa más antigua del país. Esta
escultura tenía relación con la Capilla del Copón.
Según la historia, delante de esta cruz se realizaban los
juicios y consultas por parte de los inquisidores y se oía del
subsuelo una voz que daba las respuestas. Posteriormente
se descubrió que la voz, supuestamente de Dios, provenía
de una persona oculta debajo de la cruz.
La característica actual de Cani Cruz es que está
rodeada de fieles. Esa tarde había decenas de devotos
que rezaban o depositaban flores. Y en el perímetro de la
Cruz, salvaguardada por una reja, existen recuerdos de
JUNÍN
retablos en pan de oro al estilo barroco y churrigueresco;
y un sencillo púlpito de madera.
A
CAPILLA DE COPÓN
A menos de un kilómetro de distancia de la Plaza principal de Chongos Bajo se ubica la Capilla del Copón, que
fue sede de la Inquisición en tiempos de la Colonia.
Copón fue construida sobre una huaca prehispánica,
aproximadamente en 1550, por doña Inés Muñoz de
Alcántara, prima de Pizarro y primera española venida
al Perú. Es una capilla edificada al estilo de las iglesias
rurales. Inicialmente se llamó Iglesia de Taita Padre,
posteriormente se le denominó Capilla del Copón, por
guardar en su interior una custodia depositaria del Santísimo Sacramento.
Frente de la capilla se encuentra una amplia plazoleta
en cuyo centro se levanta otra cruz de piedra conocida
como Cruz de Juzgamiento. Si en Cani Cruz eran juzgados
los herejes –quienes en realidad eran los indígenas que se
resistían a abandonar sus creencias–, aquí recibían sus
castigos. Eran tiempos de dolor y sufrimiento. Ahora ambas
cruces reciben la devoción de los fieles. Allí se escenifican
diversas festividades tradicionales como: Semana Santa,
fiesta de las cruces, Taita Santiago, Corpus Christi y otros.
(Moisés Aylas)
LA CARACTERÍSTICA ACTUAL DE CANI CRUZ ES QUE
ESTÁ RODEADA DE FIELES. ESA TARDE HABÍA UNA
DECENA DE DEVOTOS QUE REZABAN O DEPOSITABAN
FLORES. Y EN EL PERÍMETRO DE LA CRUZ,
SALVAGUARDADA POR UNA REJA, EXISTEN RECUERDOS
DE OTROS FIELES QUE VISITARON EL LUGAR.
FIDELID
AD
otros fieles que visitaron el lugar.
El pueblo celebra su fiesta del 2 al 5 de mayo. Siguiendo
la tradición, los devotos encienden llamativas velas de
colores en señal de veneración. Aunque cada cirio tiene
un significado diferente, algunos son para la felicidad,
prosperidad y otros propósitos menos espirituales.
Los fieles afirman que, en la forma que adopta la cera
al derretirse se encuentra escrito el futuro. Por ello, una
vez consumida la vela, los devotos llevan la cera disuelta
a los maestros 'videntes', quienes afirman leer en ellas
el designio del Señor.
Claro que para lograr el "milagro" hay que seguir las
reglas. Por ejemplo, si va un viernes, debe continuar yendo
el mismo día de las siguientes semanas. Al cumplir siete
visitas, tiene que ir a la colina de Viscos, ubicada a una
hora de caminata, y allí rezar a las tres cruces. Pero, si no
puede caminar, debe ofrecer una misa y una ofrenda. Solo
así se cumplirá el milagro. Misterios de la fe.
Como mencionamos, frente a Cani Cruz se ubica la
Iglesia Matriz de Chongos Bajo, uno de los primeros templos católicos que se edificaron en el Perú. Su construcción
data de 1565. Aunque ya fue reconstruida, conserva la
arquitectura original, con una sola nave.
En su interior se conservan lienzos del siglo XVII, algunos de la Escuela Cusqueña. En su altar se ubican bellos
ALT
Lunes 18 de abril de 2011 t13
ESCRIBE: FIDEL
GUTIÉRREZ M.
FICHA TÉCNICA:
ARTISTA: Silvania
CD: Miel Nube Hiel (LP)
PAÍS: Perú / España
SELLO: Off-On
Entertainment
Clásico y atemporal
T
uvieron que salir de este país para crecer y dejarnos un legado musical que, por vanguardista
y creativo, ha sobrevivido al paso del tiempo
y sigue causando asombro. Durante los años 90,
Silvania, la dupla peruana asentada en España, nunca
dejó de sorprender. Sus discos siempre los mostraron
un paso más adelante que casi todos sus homólogos
de la escena musical independiente española, de la
cual fueron protagonistas destacados.
Miel Nube Hiel, editado en 1992 por un pequeño
sello de Valencia, fue el punto de partida de una
trayectoria que se prolongaría hasta los albores del
siglo XXI. Las únicas cuatro canciones que contenía
mostraban una belleza inaudita envuelta en el feedback
de guitarras eléctricas amplificadas al máximo. 'Sueño
Aerostático' y 'El Alba es un ala' se enmarcaban algo en
esas coordenadas, propias del shoegazing originado
en Inglaterra; una vertiente musical que privilegiaba
el uso de pedaleras de guitarra para la creación de
melodías y ambientes sonoros. Sin embargo, una
pieza como 'Solineide', plena de delicadeza y armonía,
permitía avizorar para la música de este colectivo un
futuro alejado de etiquetas y pródigo en sorpresas.
Estas no tardarían en llegar. En Cielo de Océano -su
primer disco de largo aliento- rompería esquemas,
con un sonido en el que se equilibraban ruido, melodía
y ambientes etéreos y sublimes. Desde entonces
su carrera siguió la estela propia de la evolución,
asimilando elementos electrónicos y tendencias de
avanzada. Para el año 2001, el dúo transmutaría en
Ciëlo, vinculándose más al electropop. Su historia
tendría un trágico final con el asesinato de Revilla,
en Madrid, en 2008.
Esta edición de Miel Nube Hiel reúne los cuatro
temas originales, junto a otras ocho piezas provenientes de la época de su aparición; entre ellas tres
versiones, pródigas en creatividad, de artistas de los
años 60, como The Walker Brothers, The Bee Gees
y Los Belking's.
CULTURA
14 tVARIEDADES
El escritor y educador arequipeño Oswaldo Reynoso celebra sus 80 años. Ateo
confeso, narrador de verbo limpio, llevó a la literatura el lenguaje de la "collera"
y sigue escribiendo.
VIVENCIAS DE
OSWALDO REYNOSO
Los
demonios
de una
pluma
ESCRIBE/FOTOS: JOSÉ VADILLO VILA
1
El domingo 10, "Cara de Ángel", "El Rosquita", "El
Colorete" y "El Príncipe" se juntaron para celebrar
los 80 años de su creador, Oswaldo Reynoso. Hay
movimiento en la cocina de la casa del narrador arequipeño;
pone a hervir los mejunjes de sopa mientras el periodista
prepara la infusión de las preguntas.
La celebración fue "muy tranquila, con algunos familiares", cuenta. Pero desde que tiene uso de razón, su
onomástico cae o Viernes Santo u otras veces se les ocurre
hacer elecciones", bromea.
Es que en Arequipa –donde pasó los años de la
niñez– el tema de la Semana Santa era una cosa muy
seria: los Viernes Santos, después del sermón de las
tres horas, se apagaban las luces y se hablaba sin hacer
ruido, esperando la procesión del Santo Sepulcro. "Los
hombres salían por un lado con la corbata de negro, y
por la otra acera iban las señoras, de negro y velo. Y al
centro de la calza avanzaban algunas imágenes y congregaciones y los coros".
Cuando llega a Lima en los años cincuenta (ciudad que
sólo conocía "recortada", por estampillas y fotografías en
blanco y negro), le impresionó mucho cómo se celebraba
la procesión del Señor de los Milagros. "En Lima las andas
avanzan en medio de una multitud y muchas veces los
hermanos esperan la procesión tomando cerveza o pisco;
los jóvenes se introducen a la procesión para "paletear" a
las hermanitas". Ese choque de impresiones dio como
resultado En octubre no hay milagros (1965).
Fue criado en un hogar católico, de donde dicen salen
los mejores ateos. "Soy ateo, totalmente", me recuerda el
narrador y poeta de cabellos canos eternos. Es famosa
su anécdota que tras 12 años en China volvió al Perú y
fue internado por peritonitis en el Rebagliati. Tenían que
operarlo y apareció un cura insistiendo en darle los santos
óleos. Reunió sus últimas fuerzas y le gritó, "¡Oiga padre,
no insista, carajo, déjeme morir en paz!". El cura se fue
y médicos y enfermeras se quedaron callados. Y todavía
vive sin Dios.
2
La novela En octubre no hay milagros y los relatos
Los inocentes –que este año celebra también medio
siglo de publicación– le hicieron conocer la intolerancia. Algún crítico dijo que el destino natural de sus
libros era la basura; otro lo calificó como marxista rabioso
y hasta pidieron al Ministerio de Educación lo invalide como
profesor porque era un corruptor de menores. A años de
distancia, ve el tema con benevolencia. "En cierta forma
me hizo mucho bien porque los jóvenes comenzaron a
leer a escondidas mis libros y se vendía mucho: me volví
un best-seller clandestino", comenta.
¿Le da curiosidad escribir sobre la nueva "collera"
limeña?
–No, ya no, tengo otros intereses. Y ahora, como en
toda literatura, hay buenos narradores que les va bien.
El escritor pide pausa y chequea la hornilla con el pollo,
SEMBLANZA
Lunes 18 de abril de 2011 t15
las verduras. Le recuerdo que en Narraciones 1 (*) está
el conjunto de sabrosas crónicas sobre Lima que escribió
para Expreso, entre 1961 y 1963.
"Sobre eso hay una serie de problemas", aclara. El año
sesenta el Congreso rebajó a La Cantuta como simple instituto
pedagógico, los profesores se rebelaron y el Gobierno les
anuló los contratos "por ser izquierdistas". "¡Imagínese, Luis
Jaime Cisneros de izquierdista!". Unos se fueron a la Católica,
La Agraria y San Marcos y otros, como él, a trabajar a Venezuela. Volvió a los dos años y el filósofo Walter Peñaloza le
pidió escribir unas crónicas para Expreso. Se las publicaron
a regañadientes porque decían que el periodismo era harina
de otro costal. El colmo fue cuando tomaron una crónica suya
y la firmó otro periodista, dizque mejorada. Nunca más volvió
a escribir crónicas. "La gente era entonces muy cuadriculada",
me dice. "Y ahora una de las secciones más leídas son las
crónicas". Cosas de la vida y del periodismo.
3
Indago sobre cuánto de verdad es que tuvo alguna
vinculación con el nacimiento del huaino "Flor de
retama", del profesor Ricardo Dolorier. El huaino
ayacuchano más famoso nació en La Cantuta. Una madrugada, Dolorier, que vivía en la misma residencia de
profesores que él, le tocó la ventana a Reynoso, traía un
pisco y la alegría de haber compuesto un huaino. "Era tan
hermosa la canción que se la hice cantar de nuevo", y luego
llamaron a un guitarrista amigo y Reynoso pronosticó que
todo el Perú conocería esa canción.
Como si el cucharón fuera también dando vueltas
sobre las preguntas, volvemos al tema de la escritura.
Alguna vez le escuché que mientras escribe, no lee.
Reynoso cita al crítico Harold Bloom, quien hablaba
que el escritor puede recibir tres tipos de influencia. La
directa que crea copias idénticas a autores tótems; otra
donde los noveles tratan de superar a sus escritores
fetiches. Y hay una tercera influencia, cuando la creación
se transforma en campo de batalla. "Lucho contra esa
influencia y en esa lucha voy a encontrar mi propia voz.
Es la influencia que más me agrada y que he hecho a lo
largo de mi vida", me dice.
Reynoso también parte de la experiencia vital antes que
la cultural. Y tampoco es de los que planifican sus trabajos
y escribe durante ocho horas, como en una fábrica. "Yo
funciono por convulsiones personales". Así nacieron sus
grandes trabajos. Y por eso, también, están amontonados
las casi 500 páginas de su famosa novela inacabada Los
Kantus, sobre sus años en La Cantuta. O las casi 400
páginas acumuladas sobre una novela de la década de
1960. Fueron planificadas, y no va con él.
Claro, escribe todos los días en su computadora, pero
no publica todo. "Hay escritores que agotan y fatigan al
lector, publican todo lo que escriben", opina. Ahí están sus
filigranas En busca de Aladino, Los eunucos inmortales
o El goce de la piel. "La literatura utiliza la palabra y ésta
tiene que ser bella. No sólo se trata de contar algo, sino
hacerlo bien y con palabras bellas. La dificultad está en
que la literatura se hace con palabras de uso común y el
escritor tiene que darle un valor agregado".
Pegada a su labor como creador, está su larga labor
como educador. "Desde que tengo uso de razón, me propuse
dos cosas: ser creador y ser profesor. Y ahora, a los 80
años, me he dado cuenta que esas dos profesiones fueron
como dos culebras que se han enroscado. Y que ahora
tienen una sola cara que es mi vida". Y se siente contento
con los homenajes que le hicieron la semana pasada en el
Centro Cultural de España, en el Festival Eñe América. "Me
parece bien que a una persona se le haga los homenajes
en vida. Porque estamos acostumbrados a que se le haga
el homenaje en muerte", acota.
Además de ateo, es también relector confeso. Dice
que cada década, vuelve a El Quijote porque la magia de
una gran novela es tener muchas lecturas; hallarle una
sabiduría nueva a cada retorno. De lado deja los libros
descartables, la literatura basura que le indigesta. Entonces vuelve también a La Muerte en Venecia, los Diálogos
Amenos, Una temporada en el infierno, En busca del
tiempo perdido, La casa de Cartón, a Warma Kuyay y a
los cuentos de Valdelomar.
¿Y usted tema a la muerte?
–No, creo que es un proceso natural. A lo único que
temo es a la mala calidad de vida. Cuando uno llega a ciertos
años vienen las enfermedades, y uno no puede atenderse
por sí mismo. Entonces temo a eso. Ojala la muerte me
sorprenda y me evite esos dolores.
APUNTES
t Aunque le han llamado loco
porque no sigue las reglas
del ensayo, Reynoso está
concentrado en la escritura de
sus "ensayos-ficción" sobre la
identidad nacional.
t El 2 de mayo se presentará
en la Feria del Libro de
Antofagasta (Chile), y el 6 de
mayo visitará Abancay por
el centenario de José María
Arguedas.
t El centro cultural de
España realizará una edición
conmemorativa de Los
Inocentes, con todas las
imágenes que se expone
en la muestra El tesoro de
la Juventud. La ficción y el
deseo en Los Inocentes de
Oswaldo Reynoso.
[*] Reynoso, Oswaldo,
Narraciones 1 (Lima, Universidad
Ricardo Palma, 2005), recopila
desde los primeros escritos,
pasando por Los Inocentes, En
octubre no hay milagros, Los
Kantus y Luzbel.
ELOTROYO
16 tVARIEDADES
LUIS RAFAEL QUEQUEZANA JAIMES
“A TODO LE
PONGO RITMO”
Su historia ganó un concurso que resaltaba
los logros de peruanos que hacen realidad
sus sueños. Luis Quequezana es hijo del Perú
y valora lo que el país le ha dado para crear:
perseverancia y música.
ENTREVISTA: SUSANA MENDOZA SHEEN
ILUSTRACIÓN: TITO PIQUÉ ROMERO
Usted dice en una entrevista que ama al
Perú, ¿es un amor incondicional?
–Es como amar a mis padres. Uno no
escoge el país donde va a nacer ni a sus
papás, pero los ama como son. Y como
a mis padres, amo al Perú por lo que
me ha dado, y estoy enamorado de
este país que me hizo quien soy.
A sus 36 años, ¿qué siente que le
ha dado nuestro país?
–Me ha dado la música y mi línea de
vida. Estoy aquí gracias al Perú; de él rescaté
la música. Si hubiese empezado a hacer rock,
tal vez sería un hobby.
Usted descubre la música andina en Huancayo, ¿le cambió la vida?
–En verdad, descubro el Perú. Tenía 11 años. Y
entendí que la música fue el canal de interacción con
otra gente. Por eso salió el proyecto Sonidos Vivos. Aprendí
con los años que si tengo algo de peruano es la terquedad, no
nos rendimos así nomás. Es bien loco. Ahora, la gente está
orgullosa de ser peruana. En los 80, eso no ocurría, más bien
hacían cola en las embajadas para irse.
Sonidos Vivos convoca a músicos de diferentes países,
¿usted es concertador?
–Sí. Es una característica personal, y no me gusta ser jefe
de grupo, sino sentirme parte de él. Dirijo el proyecto y tocamos
mis composiciones, pero si nos ves en vivo, observarás que
no hay protagonismo de nadie.
¿Qué es lo que más disfruta de la música?
–Compartirla, y eso lo aprendí en Huancayo.
¿Qué siente al escuchar a una persona desentonada?
–Cualquier cosa desafinada, para mí es como raspar una
pared. Por eso, el trauma máximo que tengo es no poder
cantar. Lo hago muy mal, soy terrible, no canto ni el "Happy
Birthday".
¿No le parece injusto?
–¡Es terrible!, ¡terrible!
¿Qué tiene la música peruana de diferente a las
otras?
–Tiene diversidad, igual que la comida: Costa, Sierra y
Selva, y las tres fusionadas. En la misma Costa, por ejemplo,
tenemos marinera norteña y limeña; en la Sierra, los carnavales ayacuchanos son diferentes a los huancaínos. Toda esa
pluralidad de etnias, culturas y formas de vivir es materia
prima de exportación.
¿Ser compositor le ha dado cierto atractivo frente a
las mujeres?
–Uhmmm... ¡esa pregunta!... Lo que pasa es que no soy
un rock star. No canto, mi música es instrumental, mi cara no
es la que se vende...
¿Hasta ahora no encuentra un alma gemela...?
–No. Todavía no. Es un poco difícil.
¿Le da penita?
–No. He estado casado antes.
No parece, no tiene cara de atormentado...
–¿Vamos a hablar de mi vida personal?... je...
No... pero, ¿extraña un alma gemela?
–Lo que pasa es que en estos años he viajado
mucho, y no es fácil construir una relación de
pareja. Pero, paralelamente a eso, soy una
persona bastante solitaria. Me gusta mi soledad y espacio. Me gusta estar solo. Los
fines de semana estoy en mi casa viendo
películas. Soy un cinéfilo obsesivo. Salgo
muy poco, quizá por eso no he encontrado
a nadie todavía.
¿Es papá?
–Todavía no, pero me gustaría.
¿Es necesario ser honesto para ser
músico?
–Para cualquier profesión, hay que ser
honesto.
¿Tiene ritmo para bailar?
–Sí, bailo bien, no soy el superdanzarín.
Me gusta la salsa, y de Rubén Blades...
¿Para todo tiene ritmo?
–Sí. A todo le pongo ritmo, cuando corro, hasta
cuando como...
¿Y para hacer el amor?
–Sí, también hay un ritmo que es importante... pero ese
es mi secreto... (Risas).
APUNTE
t Interbank organizó el concurso que ganó
Quequezana. Ahora se ha convocado a otra versión
del mismo. Los interesados pueden inscribirse en la
web: http://www.historiasdetiempo.com
Entrevista completa en www.andina.com.pe

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