Nacido en Bejar el 1 febrero 1974. Gran parte de mi

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Nacido en Bejar el 1 febrero 1974. Gran parte de mi
Nacido en Bejar el 1 febrero 1974.
Gran parte de mi infancia la pasé en Bejar (Salamanca), mi ciudad natal, que
está situada al sur de Castilla y León y ubicada en un enclave ideal para la
práctica del ciclismo ya que está rodeada por varios sistemas montañosos como
son la sierra de Béjar, la sierra de Francia, Gredos y el valle del Jerte. Lo que
permite poder ejercitar la práctica del ciclismo en unas condiciones
inmejorables.
Históricamente Bejar se caracterizó por su gran industria textil teniendo un
desarrollo espectacular, aunque afectada por varias crisis cíclicas motivadas por
la excesiva dependencia de esta actividad a las contratas del Estado, a la mala
situación geográfica y a una llegada tardía del ferrocarril, lo que hacía muy
difícil competir con la industria pañera catalana y lo que provocó el cese de la
actividad pañera bejarana en la década de los 70.
Mis primeras pedaladas en el ciclismo fueron como las de tantos niños que con
sus amigos salen en bicicleta, por pura diversión y en Bejar lo podíamos hacer
con asiduidad al ser un lugar con carreteras muy tranquilas y sin apenas tráfico.
Junto a mis amigos salíamos en bicicleta a medida que se suavizaban las
temperaturas y se acercaba el buen tiempo, hasta que un día de final de verano
nos dijimos “¿por qué no nos apuntamos a la Escuela de Ciclismo Bejarana y así
los fines de semana podríamos participar en competiciones.
Y así fue como junto a un grupo de amigos y con 14 años me adentré en el
mundo del ciclismo de competición a través de la Escuela de Ciclismo Bejarana,
una escuela por la que han pasado todos los ciclistas que ha tenido Béjar, muy
modesta y en la que reinaba un ambiente muy familiar y donde junto con la
inestimable ayuda de mi familia comencé lo que en el futuro sería mi profesión
durante más de una década.
Desde ese momento fui pasando por las diferentes categorías (Las categorías
en ciclismo empiezan por alevines (hasta los 12 años), seguida de infantiles
(13-14 años), cadetes (15-16), juveniles (17-18) y por último está la categoría
amateur que es la que precede al campo profesional), en el Caja Salamanca de
Palencia.
Miguel Maestro me acogió con enorme cariño en su familia, además era un
equipo con un sponsor y una estructura más completa de la que pude disponer
en la escuela de ciclismo, con un calendario más extenso y a lo largo de toda la
geografía española.
Más tarde emigré al país vasco, donde llegué al campo amateur de la mano de
Miguel Madariaga (actual manager del equipo Euskaltel Euskadi). El equipo era
el Café Fortaleza, uno de los punteros a nivel nacional con una plantilla con muy
buenos corredores amateurs y donde con muchos de los que allí estábamos
luego he coincidido en el campo profesional.
Después corrí mi segundo año como amateur con los colores del Orbea, el
equipo profesional era exactamente el mismo pero con diferente sponsor, hasta
que un día recibí la llamada de Joan Mas, el manager del equipo Kelme, para
firmar un contrato con ellos.
Tengo que estar enormemente agradecido a Laudelino Cubino, una persona que
influyó notablemente en mis comienzos en el campo profesional y que sin su
generosa ayuda las circunstancias podrían haber sido distintas o al menos más
complicadas si cabe. Lale Cubino es una referencia para todos los jóvenes
ciclistas bejaranos y en algunas ocasiones teníamos la suerte de salir con el a
entrenar.
Cubino corría por aquel entonces para el equipo Kelme que dirigía Álvaro Pino y
fue el que me presentó a Pino pocos días antes de partir hacia el Giro de Italia
del año 94. Y fue allí donde me di a conocer a los directivos del equipo Kelme,
que me hicieron un seguimiento durante mi segundo año como amateur, hasta
que en agosto de 1995 me dieron la oportunidad de ser ciclista profesional.
En el equipo Kelme milité desde agosto de 1995 hasta finales del 2000. Fueron
unos magníficos años de mi carrera deportiva y los recuerdo como un gran
periodo de aprendizaje donde formé parte de un gran equipo humano, que supo
trabajar muy bien conmigo, sin pedirme resultados a corto plazo y mimando
mucho el calendario a seguir, una cuestión muy importante cuando das el salto
al ciclismo profesional, con sólo 21 años como fue mi caso. En esa etapa tuve
dos grandes directores como fueron Álvaro Pino y Vicente Belda.
Mi primera victoria en la general de la vuelta a España fue en el año 2000 en las
filas del equipo Kelme. Fue una victoria muy especial por varias razones.
Primero porque la gané con el equipo que me había dado la oportunidad de ser
ciclista profesional, segundo porque teníamos un gran equipo y reinaba un gran
ambiente entre todos los integrantes del mismo, lo que supuso un placer
disputar aquella vuelta, apoyado por grandes corredores y a la vez también
grandes amigos.
En 2001 y después de ganar mi primera Vuelta a España ficho por el equipo US
Postal del que forma parte Lance Armstrong. Fue un cambio poco usual
teniendo en cuenta que tenía 26 años y pasaría a trabajar para Lance en el
Tour, en vez de consolidarme para ser líder del equipo Kelme.
La decisión fue difícil, pero decidí cambiar de aires y aprender a prepararme
para el Tour de Francia en un gran equipo americano, donde obtuve una
experiencia que resultó muy positiva en mi formación como ciclista. Aprendí
mucho junto al mejor corredor de aquel momento Lance Armstrong, además de
disfrutar de las intensas y agradables vivencias, que tuve durante los tres años,
que estuve en el equipo US. Postal. Mi papel en el equipo se centraba en dos
objetivos, uno era ayudar y ser uno más de los colaboradores de Lance en la
obtención del Tour y el otro era el de liderar la Vuelta a España.
Con mucho trabajo y esfuerzo conseguí vencer en la Vuelta a España del 2003,
lo que supuso mi segunda victoria en la Vuelta y esta vez enrolado en un equipo
americano. Además fue una bonita victoria ya que hasta el penúltimo día
tuvimos que luchar a base de ir arañando segundos en las siempre difíciles
etapas de montaña.
Por otro lado también veía como a la edad de 30 años no había tenido la
oportunidad de liderar un equipo en el Tour de Francia.
Entonces se me presentó la oportunidad de liderar otro gran equipo como era el
Liberty Seguros y que no dejé escapar.
El cambio para mí fue como volver a adoptar el papel que había aparcado tres
años atrás y que retomaba con más experiencia para afrontar una carrera como
es el Tour y como jefe de filas de un gran equipo.
Con 30 años reunía la experiencia y la madurez que con 26 años aún no tenía
para afrontar ese reto, aunque paradójicamente mi mejor resultado fuera ese
año 2000, con un quinto puesto a la edad de 26 años.
El equipo Liberty Seguros estaba formado por personas muy preparadas y tenía
como director a Manolo Saiz, una persona que ha sabido aprovechar y sacar
rendimiento de sus grandes conocimientos sobre el ciclismo.
Junto a Manolo y con el equipo Liberty Seguros logré el triunfo en dos Vueltas a
España (de una de ellas he sido desposeído).
Sin duda el peor momento de mi carrera deportiva fue en octubre del 2005
cuando se me comunica un resultado positivo durante la vuelta a España de ese
mismo año. Fueron unos días trágicos en los que como deportista creo que es lo
peor que uno puede vivir, ya que ves como todo lo que has logrado con un gran
esfuerzo durante todos tus años, se pone en duda. Y eso para cualquier
deportista es muy duro porque todos sabemos lo realmente difícil que es
conseguir logros deportivos.
Pero mi pasión por este deporte y su práctica, por supuesto no finalizan aquí, ya
que sigo vinculado al mundo del ciclismo, bien como preparador físico, que es
un aspecto que siempre me ha entusiasmado y le he dado toda la importancia
que ello tiene en la consecución de los logros deportivos. Y por otro lado he
tenido la ocasión de formar parte en carreras de aventura en bicicleta de
montaña, lo cual supone un aliciente para seguir practicando este deporte que
tanto me apasiona y del cual siempre he disfrutado como el primer día.

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