Reseña de los 60 años de la Asuncion en Mexico

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Reseña de los 60 años de la Asuncion en Mexico
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Asuncion en Mexico
Reseña de los 60 años de la Asuncion en Mexico
samedi 28 février 2015
¿Cómo llegó la Asunción a México ?
Nuestra Congregación llegó providencialmente por intervención del P. Méndez Medina, jesuita, que nos
conocía de San Salvador y deseaba ese tipo de educación y de vida religiosa en su patria. Él nos envió las
primeras vocaciones mexicanas que se formaron en Bélgica, donde estaba el noviciado internacional de la
Asunción en ese momento… Fue muy importante también la petición del Arzobispo de México Mons. Darío
Miranda, que nos conoció en la Asunción de los Estados Unidos.
En su paso por París pidió a la superiora general M. Marie Denyse que se estableciera una comunidad en
México. Así pues las hermanas llegaron el 8 de Diciembre de 1954 y gracias al apoyo de la familia de la
Madre María Luisa Cervantes de la Congregación de Jesús María, fueron hospedadas ellas los primeros
meses en su casa de Tlalpan… El colegio se abrió dos meses después en Febrero de 1955.
Los comienzos no fueron fáciles pero el dinamismo de las hermanas y la colaboración de los laicos, desde
el principio, ayudaron a vencer los obstáculos.
Nuestra primera obra fue establecer el colegio de Águilas que se fue consolidando poco a poco y lo vemos
hoy muy transformado, nutrido de niños y jóvenes y con una gran cantidad de laicos comprometidos.
Pero la Asunción siempre ha tenido la inquietud, nacida del Concilio vaticano II, de abrir nuevos
horizontes y de servir en otros campos apostólicos, acompañando también a los más necesitados. Nació
enseguida la escuela de extensión en la calle Cóndor para los más desfavorecidos de los alrededores,
apoyada por Águilas. Esta comunidad, después de cumplir su misión, se trasladó más a la periferia de la
ciudad. Desde entonces estamos colaborando con la Parroquia de San Pedro Apóstol en Tlalpan y de ahí,
con el apoyo de alumnos y exalumnas, se abrieron las escuelas de Peña Pobre y Carrasco.
Más tarde algunas antiguas alumnas, en particular La Sra Pita Fernández Urquiza al llegar a Querétaro,
pidieron llevar allá una comunidad de la Asunción, para educar a sus hijos, abriéndose otro colegio en esta
ciudad.
Más adelante, por contacto de las alumnas de Qro., se abrió una nueva inserción en San Ildefonso, entre
nuestros hermanos otomíes, viviendo feliz una comunidad hasta el día de hoy, compartiendo sus alegrías y
sus penas, acompañándolos a ser agentes de su propia liberación.
Años después se fundó una comunidad en Jalisco en un pueblo llamado Concepción de Buenos Aires donde
se trabajó por unos años en la pastoral parroquial y formación de catequistas y jóvenes. Con esta
comunidad, donde en este momento ya no estamos, han quedado fuertes lazos de amistad.
Hace 16 años abrimos una comunidad en Puebla donde trabajamos en la pastoral juvenil y vocacional
colaborando con la Arquidiócesis. Ahí han estudiado varias hermanas y, felizmente, han llegado varias
vocaciones que hoy están aquí entre nosotros.
Finalmente, nos alegramos de la recién nacida comunidad de León, Gto.
Desde hace 6 meses estamos iniciando nuestra colaboración en la pastoral educativa y parroquial en una
colonia de escasos recursos de la periferia de la ciudad, llamada las Joyas.
En total somos 6 comunidades el día de hoy y estamos viendo la posibilidad de apoyar una nueva
presencia en Cuba unidas con la Asunción del Continente Latino-americano.
La Asunción en nuestro país es como un granito de mostaza,… pequeña,… pero que, puesta en las manos
de Dios, se multiplica para hacer fecundo el Reino en nuestra sociedad.
¿Qué significa pues cumplir 60 años en este 2015 en el contexto de México y del
mundo ?
Es un tiempo de agradecer, de celebrar, de evaluar, de dejarnos interpelar y de una gran responsabilidad
mirando hacia adelante, para seguir “aportando nuestra piedra en la construcción del Reino” (como decía
Sta. Ma Eugenia), a través de una “Educación transformadora”, y contribuir así al desarrollo de una
sociedad pacífica, justa y solidaria, que pone en primer lugar la dignidad de todo ser humano.
Esta labor no es posible sin cada uno de los laicos. Renovémonos pues con todas estas gracias que
estamos recibiendo hoy por nuestro año Jubilar, para continuar nuestro camino con un impulso nuevo,
hacia muchos años más, con el favor de Dios.
Voir en ligne : Asunción de México
http://www.assumpta.org/Resena-de-los-60-anos-de-la

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