Séptima Etapa Descripción - Red de Senderos Verdenace

Transcripción

Séptima Etapa Descripción - Red de Senderos Verdenace
GR 68 – Circular de la Sierra del Segura
Séptima etapa – Yeste – Moropeche - Quebradas
Salimos frente al Hotel Yeste y seguimos la carretera en dirección suroeste unos 150
metros. Antes de dejar las últimas casas, a la izquierda, un pequeño mirador nos permite
contemplar el pueblo y el valle de Yeste; a la derecha, seguiremos por un camino escalonado
que sube hacia la ermita de San Bartolomé. A izquierda y derecha, se sitúan “estaciones”
relativas a San Bartolomé, unos círculos de piedra para situar las hogueras de la romería
nocturna y algún mirador. Terminan las escaleras y continuamos por un camino de tierra.
En poco más de un kilómetro llegamos a la ermita de San Bartolomé. Es un recinto
circular, vallado y acondicionado para las celebraciones. Ya que el cerro se sitúa sobre el
pueblo, junto al recinto de la ermita se elevan dos antenas de telecomunicaciones.
Continuamos por la pista asfaltada que se inicia frente a la ermita, en dirección noroeste. En
cuatrocientos metros, llegamos a un cruce de caminos, situado en una explanada: seguiremos
de frente, por la pista asfaltada que está indicada con un cartel de “Aula de la naturaleza.
Monte Ardal”. En unos setenta metros, a la izquierda queda el depósito de agua de Yeste.
En doscientos cincuenta metros, al final de una escombrera de materiales de
construcción, de la carretera sale por la derecha un camino ancho que desciende y que
tomaremos. En menos de trescientos metros cruzamos la rambla del arroyo de la Celada y
seguidamente la Vereda de Siles. Comenzamos a ascender hacia el collado de Boche,
salvando un desnivel de cien metros. Cruzamos el collado de Boche entre unas rocas. Atrás
queda la ermita de San Bartolomé y hacia delante vemos abajo la aldea de Boche, hacia la
que nos dirigimos, por un camino antiguo en buen estado.
En 250 metros, llegamos a una bifurcación: seguimos a la derecha. A continuación, un
camino se une al nuestro por la izquierda. Llegamos a la carretera A-12 y la seguimos hacia
la izquierda para, entre cipreses, con cuidadas huertas abajo a la derecha, llegar a la agradable
aldea de Boche, cuando hemos recorrido unos 3.750 metros. En trescientos metros, llegamos
a un cruce de carretera: por la que llegamos se dirige hacia Yeste y Elche de la Sierra; la de la
izquierda, hacia Tus; la de la derecha se dirige hacia Rala. Nuestro camino continúa por una
pista forestal que sigue de frente.
El camino ancho, que pronto se estrechará, transcurre junto al arroyo de Santiago, por
su margen derecha, durante unos 1.800 metros hasta que lo crucemos. Arriba, a la izquierda,
continúa la carretera hacia Tus. Arriba, a la izquierda y a lo lejos, las casas de Collado
Carrascas. En unos 1.300 metros desde el cruce de carreteras, llegamos a una bifurcación:
seguimos por la izquierda, que desciende. Unos 250 metros, más adelante, otra bifurcación:
seguimos a la derecha. Otros 250 metros más adelante, cruzamos el arroyo de Santiago.
Cruzamos el arroyo de Santiago sobre unas rocas, situándonos en su margen
izquierda. La vista del valle del río Tus es impresionantemente bella: los calares arriba en lo
alto, abajo al frente vemos Moropeche y a la izquierda la atalaya árabe. A la derecha vemos
Tejeruela y Majada Carrasca. Atrás a la derecha, se pueden observar los saltos de agua del
arroyo que se despeña con ímpetu. La senda transcurre por la ladera, ascendiendo los
primeros 250 metros, para luego descender hacia el río Tus. Es muy agradable, permanece
viva, aunque la vegetación a veces intenta taparla. El rumor del agua del río Tus llega hasta
nosotros. El paseo es un agradable.
Abajo, a la derecha, junto al río, observamos las ruinas del Molino de los Alfaros.
Algo más de trescientos metros desde el cruce del arroyo, llegamos a una bifurcación de
sendas: seguimos a la derecha. Otros trescientos metros más adelante, otra bifurcación, que
seguiremos hacia la izquierda. Seguimos descendiendo para, en unos 800 metros, cruzar el río
Tus sobre un viejo puente. Al cruzar el río, llegamos a una senda que hemos de seguir a mano
derecha, para ascender bruscamente hacia Moropeche.
El camino de subida es antiguo, con huertos a ambos lados, a veces enmarcado con
muros antiguos de piedra y, poco a poco, se va ensanchando. Las rampas son a veces duras,
ya que hemos de salvar –para llegar a Moropeche- un desnivel de 200 metros en poco más de
un kilómetro. Finalmente el camino es ancho y asfaltado. Desemboca, junto a una
construcción de bloques (con dos cocheras), en otra pista asfaltada que, a la derecha se dirige
hacia Los Ignacios y que vamos a seguir a mano izquierda. En unos treinta metros, sale un
camino a la izquierda que ignoramos. Unos cincuenta metros más adelante, de la pista
asfaltada, sale un camino a la derecha que vamos a seguir, para llegar a la carretera en otros
cien metros.
Llegamos a la carretera justo en el lugar que se sitúa el cartel indicador de
Moropeche. La seguimos hacia la derecha, muy cerca ya de las casas del pueblo. Durante
270 metros seguimos por la carretera, dentro del pueblo. Desde Yeste hasta Moropeche (9
kilómetros) nuestra etapa coincide con un tramo de la etapa entre Yeste y Riópar del primer
Quixote Legend Ultra Trail, celebrado en 2.013. Un bar nos refresca y mitiga el esfuerzo de
la subida desde el río Tus. Dejamos la carretera por una pista asfaltada que sale a la izquierda
y se dirige hacia otro grupo de casas. En 175 metros giramos a la izquierda, pasamos por la
casa indicada con el número 56. Salimos por las casas marcadas con los números 61 y 63,
para llegar en una explanada a una pista forestal, que seguiremos a mano derecha.
En unos 300 metros cruzamos la rambla del arroyo de Moropeche, tras una
bifurcación que hemos seguido a mano derecha. Vamos ascendiendo entre campos de olivos,
a izquierda y derecha. En unos cuatrocientos metros desde la rambla, a nuestro camino se une
otro que sube por la derecha, y juntos desembocan en una pista forestal ancha que seguiremos
hacia la derecha. El suelo de la pista es arenoso. En algo menos de cuatrocientos metros
llegamos a una bifurcación de pistas: seguiremos la de la izquierda que asciende.
A la derecha, abajo en el valle, se observan las aldeas de Tejeruela y Majada Carrasca.
A la derecha vamos viendo, en una pequeña loma, un cortijo abandonado. En unos
setecientos metros desde la bifurcación de pistas, cruzamos sobre el arroyo de Los Hoyos. En
unos 650 metros, pasamos sobre el arroyo de Las Maderas. Seguidamente, de la pista
principal por la que continuamos surge otra en peor estado, por la izquierda que asciende y
que ignoramos. El valle, a nuestra derecha es amplio, verde y espectacular.
En unos 1.300 metros desde el arroyo de Las Maderas, llegamos al collado, donde
encontramos una bifurcación: seguimos hacia la izquierda para descender hacia Parrilla. A la
derecha, Cerro Lobo. En poco más de cien metros llegamos a otra bifurcación: seguiremos
hacia la derecha descendiendo. Ya vemos la aldea de la Parrilla. En poco más de medio
kilómetro pasamos el arroyo del Puerto; sus aguas pasan sobre la pista forestal, a la derecha
vemos un puentecillo por el que pasaría la antigua senda. En algo más de 300 metros, una
pista viene a la nuestra por la izquierda. Pasamos junto a unas carrascas espectaculares.
Siguiendo la pista, llegamos en unos 350 metros a La Parrilla. En una especie de plaza
se sitúa un pequeño pilón circular y las escuelas. Seguimos por la carretera asfaltada,
observando en lo alto las impresionantes vistas del calar, durante ochocientos metros, hasta
cruzar sobre un puente el arroyo Bravo. Justo al cruzarlo, a la derecha sale un camino hacia el
alojamiento rural La Raspilla. En apenas cincuenta metros, abandonamos la carretera por una
pista que sale por la izquierda, ascendiendo.
Llegamos a una explanada, seguimos de frente por una senda en la misma dirección
que traíamos. Es un punto conflictivo, hay que evitar girar a la derecha y NO dirigirse hacia
una caseta que se ve al otro lado del arroyo. En setenta metros desde la explanada, se cruza el
arroyo Frío (o mejor su rambla, pues está canalizado y sus aguas salen a la superficie más
abajo). Al cruzarlo se gira a la derecha buscando una senda que apenas se ve. Importante
seguir el track. Si no se dispone de él, seguir la senda en dirección noroeste. En medio
kilómetro, la senda se convierte en una pista vieja, casi cubierta por la vegetación.
En otro medio kilómetro, otra pista se une a la nuestra por la derecha. En doscientos
cincuenta metros, llegamos a la carretera que seguiremos hacia la izquierda y no
abandonaremos hasta llegar a las Quebradas, en 1.250 metros. A la derecha, el inmenso valle
y a la izquierda, el alto del Calar del Mundo.

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