El Escarmiento Digital

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El Escarmiento Digital
El Escarmiento Digital - CULTURA: "4 DE JULIO: LA MASACRE D...
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"Y aquellos que pervirtieron la
voluntad del pueblo fueron
puestos de rodillas,
maniatados y sometidos por
la fuerza..."
http://www.elescarmiento.com.ar/09cultura1.php
Editor:
Domingo
Arcomano
Codex Supliccium, III-24
Año II, Volumen 9 - Agosto de 2008
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por Abel Posadas
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El "pensamiento Petete"
por Domingo Arcomano
Una sociedad devenida asesina
por Abel Posadas
4 de julio: La masacre de San Patricio
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En este número:
No vamos a agregar nada nuevo si insistimos con lo siguiente: dentro del cine
argentino que se conoce en los últimos años el documental corre con amplia
ventaja. Frente a películas de ficción que parecieran tratar sobre nada, el
documental se planta de manera polémica en un amplio espectro que intenta
poner sobre el tapete hechos de la historia argentina de todos los tiempos.
En este caso, 4 de julio - La masacre de San Patricio se ofrece al espectador
como un fuerte golpe contra la jerarquía eclesiástica en Argentina, aunque no
sobre la Iglesia Católica en su totalidad.
No sabemos pero imaginamos qué piensan Juan Pablo Young y Pablo
Zubizarreta, los realizadores, sobre el actual Sumo Pontífice, que pareciera
salido de un bunker nazi. Si bien no es éste el tema del documental, la pregunta
es pertinente: ¿cuántas iglesias católicas existen y cuáles son sus dioses? En la
madrugada del 4 de julio de 1977 los sacerdotes Alfredo Leaden, Pedro Dufau y
Alfredo Kelly, más los seminaristas Emilio Barletti y Salvador Barbeito fueron
asesinados en San Patricio, parroquia ubicada en el barrio de Belgrano.
Los medios, siempre obsecuentes, ofrecieron la versión oficial: habían sido asesinados por subversivos extremistas. Tal vez tuvieran
razón pero por una cuestión de semántica, no eran los subversivos extremistas a los que ellos apuntaban. Sólo el Buenos Aires
Herald y The Southern Cross intentaron otra versión aunque fueron muy pronto acallados. Si es que el Herald reveló, en la medida
de sus posibilidades, qué había ocurrido, existían razones de índole diversa para ello. Es sabido que la congregación palotina, a la que
pertenecían las víctimas, estaba compuesta por las ramas irlandesa y alemana de la iglesia.
La contradicción del Herald era más que evidente: escribimos en algún momento de 1977 una nota dirigida al correo de lectores
preguntando cómo ese diario se las ingeniaba para aplaudir a Martínez de Hoz mientras proseguían los asesinatos. Firmamos con
seudónimo. Publicaron la esquela pero al día siguiente hubo una aclaración: a partir de entonces todo aquel que se dirigiera al
correo de lectores debía firmar con nombre y apellido más su número y tipo de documento. Caía también así bajo el terrorismo de
Estado.
El mal que aqueja a la Nación es la
extensión... de las nuevas
zonceras progresistas
por Diego Gutiérrez Walker
Hasta los Griegos están en contra
por Verónica Bermúdez Reinhardt
El juicio del mono (apuntes sobre
el fundamentalismo religioso
norteamericano)
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Una reflexión a propósito de una
matanza
por Román Correa
Pintura argentina, pintura para los
argentinos y pintura peronista
por Catalina Corripi
Los dioses ajenos
por Abel Posadas
Ernesto Sábato
por Domingo Arcomano
Relato del escritor Ernesto Sábato
enviado a los diarios sobre su
retiro de Mundo Argentino
por El Escarmiento
Carta Abierta de Ernesto Sábato
al Presidente de la República,
Pedro Eugenio Aramburu
por El Escarmiento
Contratapa
por El Escarmiento
Robert Cox, el director del diario, tuvo que abandonar el país en 1979.
Lugar común, la muerte
En la Pascua de 1977 el ejército se había llevado a Susana Marco, quien colaborara con nosotros en la Teoría del Género Chico.
Susana trabajaba con los palotinos de San Patricio en villas de emergencia y pertenecía a montoneros. El documental no muestra, no
está interesado en hacerlo, cuál era la vinculación de esa parroquia con la agrupación mencionada. Lo que le importa es poner de
relieve el apoyo de la jerarquía eclesiástica al golpe de Estado y a la matanza generalizada.
Nada hay de nuevo en esto: había ocurrido en Brasil, Uruguay y Chile y ¿por qué no iba a darse también en Argentina? El asesinato
del padre Carlos Mujica, en mayo de 1974, fue el preludio de lo que ocurriría con todos aquellos que adherían a la denominada
Teología de la Liberación. Para los militares no existían diferencias y quienes estuvieran a favor de un cambio de sistema debían ser
borrados del mapa, no importa a qué agrupación pertenecieran. Se hablaba someramente de marxismo o de comunismo para
rusticar el exterminio.
Los anteriores, los que habíamos presenciado en nuestra infancia el comportamiento de la jerarquía eclesiástica en 1955
-aplaudieron y condecoraron a quienes habían bombardeado Plaza de Mayo- y en 1966 -ahí estaba Onganía cayendo de rodillas y
ofreciendo el país a la Virgen de Luján- no había nada nuevo. El dilema -algo que se ofrece a los ojos de los legos como insolublesobrevino con Juan XXIII y los postconciliares que en América Latina tomaron el camino de la Teología de la Liberación. Lo
importante del documental de Young y Zubizarreta es lo siguiente: se caería en una falacia si se viera a la Iglesia Católica como un
cuerpo colegiado monolítico. No lo es ni lo ha sido nunca. Es un organismo fuertemente político y así se ha demostrado a lo largo de
la historia -tenemos a Pío XII pero también a los teólogos o simples católicos exterminados en los campos de concentración-.
Un toque diferente
La parroquia de San Patricio está ubicada en uno de los barrios elegantes de Buenos Aires. Hace ya muchas décadas que Belgrano
abandonó el caserón de tejas de Homero Manzi. Es, más bien, un lugar donde se aglutina la gente que llegó o la que ya estaba. Todos
ellos, desde comienzos de los años 70 del siglo XX, no dejaban de mostrar su indignación ante los sermones de los palotinos. Esto es
lo que se dice en el documental. Incluso los dos realizadores nacieron en ese barrio y lo conocen bien. No es igual San Patricio que la
Santa Cruz, ubicada en el límite entre Almagro y Boedo y lugar que frecuentara Astiz.
Las víctimas estaban marcadas de antemano por los mismos vecinos, aunque los más jóvenes -esto también se aclara- creían aún en
la policía. Por aquellos años el tableteo de los disparos en una madrugada no asombraba a nadie. Uno de los aciertos del documental
es señalar que los asesinos también eran católicos -uno de ellos se persigna luego de tocar el agua bendita-. Para quienes están fuera
de toda religión el asunto es muy difícil de entender, excepto el hecho de que se trata de un asesinato feroz -ahí se encuentra
Horacio Verbitsky y su interpretación de los hechos-.
Eduardo Kimel, autor del libro "La masacre de San Patricio" (Lohlé-Lumen, Buenos Aires, 1995), también aparece en el documental
y fue, durante años, el único que tuvo que rendir cuentas a la justicia. ¿El motivo? Haber difamado a Rivarola, el juez que dio el caso
por terminado. Con el asunto de las famosas leyes de Alfonsín rematadas por Ménem quedaba como culpable por haber querido
desentrañar la verdad de los hechos.
El padre Kevin O´Neill, quien muriera en 2003 -la película comenzó a rodarse en 2001-, ya muy anciano y vencido, se ocupa de
radiografiar a todos y cada uno de los asesinados. Su figura forma parte de una pesadilla o de una mala película. Se la contrapone al
por entonces arzobispo de Buenos Aires, monseñor Juan Carlos Aramburu. Este último -y otros como él- parecen cerdos adobados
con las vísceras de los muertos. El camino elegido luego del crimen por dos de los integrantes de la congregación parece disímil pero
no lo es: uno, comienza un peregrinaje obligado: lo envían a Roma a visitar museos. Se había salvado porque se hallaba en esos
momentos en Colombia y decide, luego de varios intentos de trabajo comunitario, abandonar los hábitos. El otro, que había decidido
pasar la noche fatídica en la casa de los padres tras una función de cine sigue dentro de la orden, aunque no hay diferencias entre
ambos: los dos insisten en una Iglesia abierta hacia los más necesitados.
La película
Los dos jóvenes realizadores partieron del libro de Kimel para filmar el documental. Sin embargo, tuvieron que recurrir a la
18/01/2010 07:01 p.m.
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Embajada de Estados Unidos porque camarógrafos de la TV de ese país habían filmado los cadáveres y el velorio, imágenes que
desaparecieron misteriosamente de Argentina. Los militares no tuvieron más remedio que ceder y permitirles la entrada. Al fin y al
cabo los golpes en América Latina contaban con el beneplácito de ese país. A estas alturas, no se le puede negar ese favor a un país
latinoamericano. Es una gracia concedida luego de haber obtenido lo que ellos querían.
Los pasajes leídos por Julio Chávez del diario de Alfredo Kelly no demuestran que este hombre tuviera participación política alguna,
aún cuando es muy clara su posición con respecto al golpe de marzo de 1976. Sabe que su parroquia está marcada. El documental
demuestra que hay una iglesia católica que no tiene demasiada prensa. Es la postconciliar, la que optó no por la limosna sino por la
reivindicación. De lo que el espectador duda es de que esta gente tenga cabida dentro de la actual sociedad argentina. Se nos dice Es
lo que hay con respecto a lo que quedó luego del golpe. Y ese país no nos interesa ni nos gusta. La nuestra no es, sin embargo, una
actitud muy cómoda. La indiferencia todavía no nos ha ganado. Algo habremos hecho.
El estreno de 4 de julio - La masacre de San Patricio se produjo al cumplirse un nuevo aniversario del hecho. Las oficinas católicas
se apresuraron a conceder galardones y hacia el final se nos dice que se ha solicitado la canonización de las víctimas. Esto es ya algo
que no nos interesa. Se producirán las correspondientes discusiones en los organismos pertinentes, el papelerío y la respectiva
burocracia: habrá que ver si le conviene a la iglesia elevar a la categoría de canonizados beatos a los asesinados o si, para lograr un
empate, no intentan al propio tiempo elevar a los altares a algunos miembros de la jerarquía eclesiástica latinoamericana,
absolutamente corrompida y en un viaje de ida sin retorno.
* La presente ha motivado una nota de nuestro columnista Román Correa titulada "Una reflexión a propósito de una matanza" y
que puede verse haciendo click aquí.
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18/01/2010 07:01 p.m.

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