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Transcripción

Cosechando
en zona seca
Diversificación y buenas prácticas
resilientes a sequía
Cosechando
en zona seca
Diversificación y buenas prácticas
resilientes a sequía
© ACF, CARE y ........
Texto y fotos: Manuel Fandiño
Diseño: Juan Ramón López
Impreso en: ..........
Managua abril 2014
Tiraje: xxxxx ejemplares
El presente documento ha sido elaborado con la contribución financiera
de la Unión Europea a través de ECO.
Indice
• Introducción ........................................................................................................................... 5
• La importancia de los promotores campesinos y de la experimentación . ......... 9
• De pedregal a finca ..............................................................................................................13
• Todo inicio es duro ............................................................................................................. 17
- El que siembra hoy, espera mañana . ............................................................................. 18
- Organización de la parcela ...............................................................................................20
• Recuperando la tierra y el agua . ....................................................................................23
- Cambios en mi parcela y en mi vida . ............................................................................ 25
- ¿Cómo alcanzar esto? ......................................................................................................... 27
• Diversificación: trabajo, producción e ingresos todo el año ............................... 29
• Teniendo de todo, no falta de nada .............................................................................. 33
- Cada parcelita es un año de trabajo . ............................................................................ 35
- Un huerto en llantas ........................................................................................................... 38
- ¿Qué cambios hemos tenido? ......................................................................................... 38
• Huertos de patio: para comer y vender todo el año ................................................ 41
Introducción
“Años atrás no se hablaba
del cambio climático.
Todo el mundo se dedicaba a destruir,
a despalar, a quemar.
Hoy llueve menos, los inviernos
son completamente irregulares
y la población ha crecido, lo que ha hecho
que las fuentes de agua se acorten.
El otro problema que tenemos son los suelos,
que por las quemas y la erosión
están completamente destruidos.
Tomás Inestroza.
Yo les diría a los productores
que analicen su situación,
que vean cómo ha ido evolucionando
la producción en su parcela,
porque si no cambian,
lo que van a dejarle a sus hijos
es un desierto…”
Tomás Inestroza, El Mamel, Totogalpa.
Todo esto ha mejorado sus vidas y sus tierras,
los está preparando para resistir a las sequías
y son una garantía
para que las generaciones futuras
siempre puedan seguir produciendo.
“La sequía es una amenaza permanente
por eso nos estamos preparando
sembrando árboles en la comunidad,
haciendo viveros, cultivando los patios,
haciendo obras de conservación,
sembrando cultivos resistentes
a las sequías como la piña y la yuca,
aprendiendo a manejar el ganado
de forma que pueda convivir
con los árboles y el bosque…”
Maura Inestroza, el Quilán, Totogalpa.
De estas experiencias exitosas
vividas e implementadas por productores
de Totogalpa y Palacagüina en sus parcelas,
que además de la sequía tienen en su contra
estar ubicados en laderas
y suelos arenosos, ácidos y sin fertilidad,
trata este trabajo,
que quiere mostrar que sí es posible
adaptarse al cambio climático,
prepararse para las sequías,
y a la vez mejorar la producción y la vida.
El Proyecto “Construyendo resiliencia
a la sequía de familias rurales
vulnerables en comunidades
propensas a sequías en Centroamérica “,
Maura Inestroza.
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Cosechando en zona seca
en el que participan ACF,
Plan Internacional-Mancomunidad
Copan ch’orti’,
Centro Humboldt y CARE,
apoyó entre 2011 y 2013
a familias productoras
de la zona seca de Las Segovias,
organizaciones comunitarias
y gobiernos locales,
a desarrollar diversas estrategias
para reducir el riesgo ante la sequía
que les amenaza de forma permanente.
Entre estas estrategias
se encuentran los sistemas agroforestales,
los sistemas silvopastoriles,
las buenas prácticas agrícolas,
la agroecología y la diversificación,
como una serie
de herramientas probadas
por las productores en sus parcelas
que contribuyen a la resiliencia a sequía:
a tener más producción,
más ingresos, agua
y garantizar la alimentación de la familia.
Diversificación y buenas prácticas resilientes a sequía
9
La importancia
de los promotores
campesinos y de la
experimentación
La metodología usada por ACF
para que los productores
desarrollen resiliencia al cambio climático
es la de campesino a campesino,
como explica Danilo Rivera,
profesional de Reducción de Riesgos
ante Desastres de ACF:
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“Partimos del conocimiento de la zona
y de la comunidad
donde se va a implementar el proyecto
para fortalecer las prácticas ya existentes
y contribuir con otras nuevas
que permitan mejorar la producción,
manejar mejor los recursos naturales
y crear sostenibilidad en las acciones.
Variedades criollas de maíz.
Esto lo hacemos con la metodología
de campesino a campesino,
lo que supone primero fortalecer el trabajo
con promotores comunitarios,
capacitarlos en prácticas agroforestales,
viveros, sistemas silvopastoriles,
huertos, diversificación,
llevarlos a giras de intercambio
para que conozcan otras experiencia,
hacer escuelas de campo…
De esta forma amplían sus conocimientos
y los multiplican en sus parcelas
y en su comunidad.
También es importante mostrarles
lo que se propone el proyecto
y ver qué es de su interés,
en qué les gustaría trabajar
de lo que promovemos:
diversificación, reforestación,
obras de conservación de suelos…
De esta forma empiezan a implementar
algunas cosas que ya conocen,
y el proyecto complementa
lo que quieren hacer con cosas que no tienen,
por ejemplo bolsas para hacer almácigos,
madera de yuca, camote, hijos de piña…
¿Puede hacer estos trabajos
un productor del corredor seco
que no es atendido por un proyecto?
Para cambiar la forma de producir
se necesita mucho trabajo
y alguna inversión en plantas e insumos,
pero todo esto se puede hacer poco a poco.
Lo que necesita el productor
que quiere cambiar
es ir trabajando en pequeñas áreas
y experimentando a pequeña escala,
sobre todo si quiere probar
con cultivos o técnicas
que no son tradicionales de su zona,
porque aún en la zona seca
los suelos y los climas son diferentes.
Si el cultivo o la técnica
que experimenta responden,
entonces debe ampliarse.
Esto es lo que ha pasado en Totogalpa
con cultivos como la piña, la pitahaya o la yuca:
probaron que los cultivos respondían
a la zona seca y a los suelos arenosos
y se fueron ampliando según su capacidad”.
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De pedregal
a finca
Lo más esencial
para iniciar el cambio en las parcelas
son cuatro prácticas esenciales:
no quemar, mantener el suelo
protegido de la erosión,
ya sea con rastrojos o con frijoles abono,
incorporar los rastrojos a las parcelas
para que el suelo
vaya recuperando su fertilidad,
y hacer obras de conservación
de suelos y aguas.
Estas obras de conservación pueden ser,
entre otras, acequias, diques,
curvas a nivel y barreras vivas y muertas.
Aplicando estos principios básicos
y haciendo obras de conservación
de suelos y aguas se puede recuperar
el agua y la fertilidad de los suelos,
aunque sean suelos lavados, ácidos,
arenosos, en ladera y en zona seca,
como pasa en Totogalpa.
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No voy a tener resultados ahí no más,
pero en el futuro si voy a ver el esfuerzo.
También he sembrado cultivos nuevos
resistentes a la sequía y a la mucha lluvia,
como la flor de jamaica,
la piña y la pitahaya.
Pongamos que el frijol no dio,
pero tenemos jamaica
que se vende a 70 córdobas la libra.
Con eso ya compramos
lo que no producimos.
Tenemos que adaptarnos
a los tiempos que estamos viviendo.
Hay que ir poco a poco,
planificando lo que se va a hacer cada año,
y aprovechando los tiempos muertos
para hacer las obras
de conservación de suelos.
Don Tomás Inestroza,
de la comunidad de el Mamel,
municipio de Totogalpa,
aplicando estas técnicas
ha ido convirtiendo un pedregal en finca,
un trabajo duro
porque es algo pesado y despacioso,
“pero cuando se empiezan
a ver los resultados,
el esfuerzo merece la pena”
dice don Tomás,
que explica cómo ha venido convirtiendo
3 manzanas de piedra,
donde no producía nada,
en 3 manzanas de finca
donde produce de todo:
“Mire, cuando aquí era un pedregal
el maíz se quedaba como ajo.
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Hoy tengo barreras muertas de piedra,
barreras vivas de taiwán,
y todavía me queda una parte por hacer
que estoy planeando conservar
en los años venideros.
Yo les recomendaría a los otros productores
que hagan un esfuercito,
que no hagan un montón pero que todos los años
vayan haciendo obras de conservación
para que en el invierno vean los resultados
y le puedan dejar de herencia a sus hijos
una tierra fértil”.
Con las barreras de piedra
los suelos ya no se van, se van acumulando
y ahora me permiten tener café, papaya, piña,
palitos de aguacate, plátano y guineo.
Hoy, con la conservación de suelos
que he ido haciendo
con la ayuda de un tío mío,
incorporando rastrojos y abonos verdes
y no quemando,
la tierra ya está compuesta
y da buenas cosechas.
No crea, ha sido un trabajo duro.
He tenido que hacer curvas a nivel
e ir acomodando la piedra
que estaba regada por toda la parcela
y todavía me falta bastante,
pero con las barreras de piedra
los suelos ya no se van, se van acumulando
y ahora me permiten tener café, papaya,
piña, palitos de aguacate,
plátano y guineo.
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Todo inicio
es duro
Santos Isaí Gómez
y su esposa Reyna Isabel Tobes,
en la Chilca #1, municipio de Totogalpa,
iniciaron a componer su lote de tierra,
que tiene como media manzana,
hace un año y en ese tiempo,
aunque todo inicio es duro
han tenido un gran avance,
como ellos mismos lo explican:
Santos Isaí Gómez.
“Antes aquí era un potrero.
Sólo existía madero negro y zacate.
Los suelos eran durísimos
porque estaban compactados
por el caminar de las bestias,
y peor: yo le metí fuego.
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¡No sabía que el rastrojo en la parcela
mantiene la humedad
y protege los suelos de la erosión!
De ahí vino el fracaso:
sembré una arroba de maíz y saqué tres.
En el 2011 empecé a trabajar con ACF
de otra manera:
dejé de quemar y empecé a reforestar,
a hacer obras de conservación de suelos,
a incorporar los rastrojos, a diversificar
y el resultado fue inmediato:
ya para el 2012 saqué 2 quintales de maíz
y este año saqué 4 quintales.
Los árboles también son importantes
porque nos ayudan con la sombra,
con la leña, atraen la lluvia y la retienen…
¡De las mismas frutas que uno se come
se puede sacar la semilla
para sembrarla en invierno o hacer viveros!
“Hay que tener de todo para cosechar toda clase de alimentos
y si sobra vender en la comunidad. Lo que se necesita es fuerza para trabajar”.
La producción ha ido
subiendo poco a poco,
pero también estoy sembrando frutales,
guineos, yuca, camote, piña
y un huerto familiar por si se viene
una sequía tener de donde agarrar.
Se acaba el maíz o hay una sequía,
ahí tengo el guineo, la yuca, el camote…
También tenemos dos cabritas
para la leche del niño, una pelibuey…
Hay que tener de todo para cosechar
toda clase de alimentos
y si sobra vender en la comunidad.
Lo que se necesita es fuerza para trabajar.
El que siembra hoy, espera mañana
Siembro cultivos que dan al año
y otros quedan a más largo plazo,
como la piña y los frutales.
Cuando empiecen a dar
vendo por ejemplo piña o aguacates
y ya traigo el jabón, el aceite, el arroz
y hasta alguna libra de hueso para la sopa.
Ya no sacamos reales de la bolsa
si no del mismo trabajo.
Todo lo que tengo sembrado me va a ayudar.
Finca en desarrollo de Santos Isaí Gómez.
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Lo que se necesita es tenerle amor a esa planta.
Hay que tener visión: pensar en el futuro,
en las generaciones que vienen.
El que siembra hoy espera mañana.
Organización de la parcela
En apenas tres cuartos de manzana
tengo sembrado de todo:
• Un cuarto de huerto de patio
con piña camote, granadilla, papaya,
guineo, mango y aguacates, nancite,
naranjas y árboles de madera.
Debemos sembrar árboles criollos
que vengan de la comunidad
porque están adaptados a la zona
y son resistentes a la sequía
y a las enfermedades.
• Un banco de proteína de cratilya,
una leguminosa muy rica en nutrientes,
para las cabras y el pelibuey.
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• Arboles de guapinol, laurel, cortés,
leucaena, que aquí le decimos frijolillo,
madero negro.
Unos sólo los voy dejando donde nacen,
haciendo una chapia selectiva,
y otros son reforestados.
• Un área para maíz y frijoles.
• Barreras vivas de valeriana
para retener la tierra,
y acequias para retener el agua,
curvas a nivel en las pendientes,
incorporo los rastrojos…
Porque la tierra es como uno:
si me pongo desnudo al sol me quema.
La tierra también necesita
que le demos su cobertura,
su protección”.
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Recuperando
la tierra
y el agua
Don Marcos Carazo,
de la comunidad el Chagüite,
municipio de Totogalpa es un productor
que por quemar y dedicarse solamente
a la siembra de maíz y frijol
arruinó su tierra y se quedó sin agua,
hasta que cambió su forma de producir
y de manejar su tierra,
como él mismo explica:
Marcos Carazo.
“Mire, aquí era un potrero pelado.
Sembraba maíz y frijoles
y poco a poco la tierra se fue deteriorando
hasta que dejó de dar.
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En la última cosecha,
el maíz se quedó chiquito
y el frijol no dio nada.
¡Ya no crecía ni la maleza!
¡El suelo estaba lavado, duro y árido!
Así empezaron los problemas
con la alimentación de la familia.
El otro problema
que nos causaron
las quemas
fue que nos
quedamos sin agua.
Teníamos que ir a traerla
como a dos kilómetros
de aquí.
Con mucho sacrificio hicimos un pozo
pero lo más que duró fueron dos años,
después se seco.
Estos dos problemas me hicieron cambiar.
En 1997, en un encuentro de campesinos
con la Universidad Campesina, UNICAN,
entendí que yo mismo
me estaba haciendo el daño
quemando la tierra
y dejando el suelo sin protección.
Que lo primero que tenía que hacer
para recuperar la fertilidad del suelo
y el agua era no quemar,
proteger los suelos
incorporar la maleza,
realizar obras
de conservación de suelos,
sembrar árboles y dejar todo palito de condición
que venía naciendo.
Desde entonces he sentido el gran cambio.
Cambios en mi parcela y en mi vida
Lo primero que hice
fue hacer terrazas y acequias,
con la idea de que el agua no pasara de viaje
y se penetrara en la tierra,
y al año completito, después del invierno,
el pozo se recuperó y ya no se ha vuelto a secar.
También empecé con la diversificación
sembrando frutas, hortalizas y palitos de café,
con la idea de mejorar y variar la alimentación,
hacerle frente a las sequías
y tener otras fuentes de ingresos.
También dejé de usar venenos químicos
porque dañan el suelo, aumentan las plagas
y se penetran en los cultivos
que uno consume dañando la salud.
Finca de Marcos Carazo.
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Vivienda de don Marcos.
También han mejorado nuestros ingresos.
Hoy en mis dos manzanas de tierra
además de maíz y frijoles
he llegado a producir 10 quintales de café,
800 piñas, tengo como 50 árboles frutales
que entrando en producción,
ya va a empezar a caer la plata.
Por ejemplo cada palo de aguacate,
me puede dar como 200 frutas.
¡Quiere decir que cada uno me va a dar
el equivalente a tres quintales de maíz
al precio que está ahorita!
Hoy en mis dos manzanas de tierra
tengo de todo un poco:
naranjas, limones, aguacates, mangos, piña,
yuca, guineos, café, caña de azúcar,
barreras vivas de valeriana, zacate limón,
abonos verdes, colmenas…
Con todos estos trabajos en la familia
hemos sentido un gran cambio.
Hoy tenemos agua todo el tiempo
para beber y para regar hortalizas en verano
y los suelos han tenido
una gran mejora en su fertilidad:
este año en una manzana de tierra
ya coseché 10 quintales de frijol y 15 de maíz.
Ahora la alimentación de la familia
es mucho mejor,
porque además de granos básicos
producimos frutas y hortalizas
que consumimos y vendemos.
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Siempre en la época de corte de café
salgo a trabajar
para suplir otras necesidades
y por si necesito
hacer alguna inversión en la finca,
pero no para la comida.
Ya mi vida no es como antes,
que uno anhelaba
trabajar en las haciendas de por vida.
Hoy en mi parcela
tengo trabajo permanente todo el año
haciendo obras de conservación
o renovándolas, incorporando rastrojos,
limpiando los frutales,
sembrando, regando,
cosechando, chapodando…
Y todo esto
lo hemos hecho de forma familiar.
Pero además tengo yuca, guineos, cebolla,
siembro tomate, repollo, cosecho miel…
De las cuatro colmenas que tengo
estoy sacando 240 litros de miel al año,
a 120 córdobas el litro…
¡Hoy tenemos comida e ingresos
todo el año y si hay una sequía
y se me pierde el maíz y los frijoles
ahí tenemos la comida
y los reales asegurados!
Hoy, por esta tierra que antes no valía nada,
ya me ofrecen 100 mil córdobas
y vale mucho más.
¿Cómo alcanzar esto?
Para establecer una parcela como la mia
lo primero que hay que hacer
es la conservación de suelos
empezando de la parte alta de la parcela
para abajo, y avanzar año con año
con las obras y la diversificación:
este año una acequia, una terraza, piña,
yuca, frutales;
al otro lo mismo más quequisque, guineo…
Se lleva de forma escalonada.
Para diversificar cuando no se tiene dinero
lo sencial es el trueque:
cambiar material vegetativo
con otros productores.
Así conseguí por ejemplo
los hijos de piña y la madera de yuca,
cambiando con hijos de guineo.
En otros encuentros con productores
conseguí semillas, aprendí a injertar
y traje yemas de otros lados…
Claro, todo esto necesita trabajo
inversión en la propiedad y visión de futuro.
Ir poco a poco trabajando en conjunto
con los hijos y la esposa:
un año un cuarto o media manzana,
al otro año otro tanto;
un año una obra de conservación,
al siguiente otra y así, de forma progresiva.
Para esto es muy importante planificar
con la familia los trabajos que se van a hacer.
Por todo esto yo digo que la alternativa
para que las sequías no nos afecten
es la no quema, las obras de conservación
y la diversificación productiva,
para que si un cultivo no da,
tener el otro como respuesta
y una fuente de ingresos garantizada”.
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Diversificación:
trabajo, producción
e ingresos
todo el año
Leonardo López.
Don Leonardo López, en La Chilca #1,
trabajando con la ayuda de su hijo
y diversificando con esfuerzo propio,
ha convertido una manzana de tierra seca,
arenosa y en ladera,
en una finquita que produce de todo
y que genera ingresos todo el año,
incluso los meses más duros
de abril, mayo, junio y julio.
¿Cómo ha hecho?
Esta es su experiencia:
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“Mire, yo esta manzana de tierra
la quemé durante años
y le sembraba maíz y frijoles,
y la lluvia, como es una ladera bien inclinada,
la fue lavando
y cuando miré ya no me quería dar.
Entonces tuve una visión, como un sueño.
Me dije:
-Aquí tengo que trabajar de otra forma
y sembrar otras cosas…
Entonces, cuando vinieron los proyectos
me capacité y lo primero que hice
fue dejar de quemar,
empezar a hacer terrazas, acequias,
a sembrar abonos verdes
y a poner barreras vivas
con valeriana, gandul y taiwán…
A la vez empezamos
con la diversificación:
compramos hijos de piña,
bolsas para poner el café,
sembramos guineo
en huacas mejoradas,
yuca, camote, frutales…
Finca de Leonardo López.
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Fuimos luchando poco a poco
y en tres años hemos transformado
nuestra parcela.
Después viene la yuca, el camote y la pitahaya,
que nos ayudan en los meses críticos
de junio, julio y agosto.
Hoy todo el año tenemos trabajo,
producción y algún ingreso,
porque los rubros sembrados van rotando:
el guineo no falla todo el año,
porque le hemos venido sembrando
de forma escalonada,
en diciembre y enero sale el café,
a fines de enero viene el gandul,
en febrero, marzo y abril se cosecha la piña.
Por ejemplo este año
que la cosecha de maíz salió bien baja
en otra manzanita de tierra que tenemos,
lo vamos a comprar con la piña y la yuca.
Además con las frutas de 15 matas de pitahaya
ya voy y compro lo que no producimos:
arroz, aceite, azúcar sal, jabón…
¿Qué saca don Leonardo
con todo este esfuerzo?
En el año don Leonardo cosecha:
• 25 latas de café, en el área cosechera.
• 600 piñas y 500 hijos de piña,
que también se venden.
• 10 quintales de yuca.
• 2 quintales de camote.
• Unas 30 cabezas de guineo.
Los frutales también
son importantes.
De momento ya hemos cosechado
mango, naranja y limón
y tenemos 14 palos criollos
de aguacate
que cuando empiecen a dar
van a ser de gran ayuda.
Alrededor de la casa también hay
jocotes, chayas, hortalizas
en llantas, las gallinitas...
Todo se produce en la tierra.
Puede haber una sequía
pero si estamos preparados
hay para comer y para vender,
sólo hace falta trabajo,
inteligencia y fe en el Señor,
que nos manda la lluvia”.
• Naranjas, granadilla, limones, mangos,
jocotes.
• Pitahaya: entre 100 y 200 frutas.
• Carne y huevos.
• Chiltoma, cebolla y tomate.
Si le metemos pluma a todo esto
don Leonardo tiene un ingreso anual
en una manzana de tierra
de unos 15.000 córdobas, pero si eso
le agregamos las 10 carretadas de leña
y unos 300 postes por año que puede sacar
de las cercas vivas y del desrame de los árboles,
llega a los 20.000 córdobas,
en 1 manzana de tierra seca y árida.
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Teniendo
de todo
no falta de nada
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María Santos Gómez.
Wilmer, Pascual y Don Marcio José Pérez en uno de sus bancos de hortalizas.
Don Marcio José Pérez,
su esposa doña María Santos Gómez
y sus hijos Pascual y Wilmer,
en El Mojón #1,
municipio de Totogalpa,
son un ejemplo de la importancia
que tiene la diversificación productiva
para enfrentar la sequía
en zonas secas con fuertes pendientes
y suelos lavados,
como ellos mismos explican,
en su finquita los Cedros:
En una manzana de tierra
tenemos como siete lotes
diversificados y una rentabilidad
de 45 mil córdobas
cada 10 meses.
Nosotros tuvimos un gran cambio
en nuestra parcela hace diez años
cuando dejamos de quemar
y empezamos a diversificarla
y a sembrar árboles.
Finca de Marcio José Pérez
y su familia.
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Cada parcelita es un año de trabajo
Fuimos poco a poco,
planificando con la familia
lo que se va a hacer cada año.
Un año un poquito,
otro año otro poquito más.
Un año un tarea de piña,
al otro una acequia
y aumentar el área de frutales,
forestales y una barrera de taiwán,
al otro otra tarea de piña…
Cada parcelita es un año de trabajo.
Así hemos ido construyendo la finca
trabajando por parcelitas
componiendo una o dos tareas al año
con acequias de ladera y curvas a nivel,
haciendo barreras vivas,
sembrando cultivos resistentes
a las sequías y a suelos pobres,
incorporando rastrojos,
usando abonos verdes, usando cercas vivas
dejando los árboles más rectos
que vienen naciendo…
Hoy en una manzana de tierra
tenemos como siete lotes diversificados,
donde hay yuca, camote,
frijoles de ocho clases,
unos para abono y cobertura
y otros para comer;
media manzana de piña
que el año pasado nos dio 1,500 piñas,
pero que un buen año nos puede dar 4 mil,
además de 6 a 8 hijos de corona
por cada planta, que se puede,
vender a 2 córdobas cada uno;
guineos, chayas, mangos, naranjas,
limones, nancites, mamones, tamarindo.
Tenemos una rentabilidad
de 45 mil córdobas cada 10 meses.
Por ejemplo con la piña compro el maíz
de todo el año para mi familia,
aunque también sembramos maíz
un una parcelita aparte.
Curvas a nivel con piña y millón.
“Miré aquí antes era un bosque
pero como las familias fueron creciendo
y no hallábamos dónde trabajar,
tuvimos que empezar a botarlo
para sembrar maíz y frijoles, y a quemar.
Aquí los fuegos eran por todos lados.
Se quemaban zacatales
y en las mismas quemas se iban
todititos los árboles que venían naciendo.
Todo quedaba destruido
y el agua empezó a escasearse.
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¿Cuándo una manzana de maíz
me va a dar lo que me da la piña en riales?
Por eso le tenemos amor a la piña,
porque nos da dinero,
la parcela se mantiene protegida,
no se lava la tierra,
y aguanta la sequía.
Alrededor de la casa
están los frutales y algunos maderables
para que haya frescor, sombra, frutas
y que el viento no afecte la casa.
También están
los cultivos de enramada,
el gallinero, la chanchera
y los bancos de hortalizas.
Variedades de frijoles
En la finca de la familia Pérez-Santos,
siembran ocho variedades de frijoles con diferentes objetivos:
• Mungo, para producir nitrógeno.
• Gandúl: para darle frescura a las acequias,
que no entre el sol con tanta fuerza en el sueloy para comer.
• Sinaquillo: ayuda a componer la tierra
• Caupí: para componer la tierra y para comer.
• Sinaque: un frijol grande que cosecha a los seis meses.
Sirve para componer la tierra y para protegerla de la erosión.
• Canavalia: sirve para componer la tierra,
para protegerla de la erosión y para darle el ganado.
• Caballero: sirve para componer la tierra,
protegerla de la erosión, para darle el ganado y para comer.
• Chinapopo: es un frijol que parece un bejuco. Protege la tierra,
la fertiliza y es rico para comer, aunque produce a los seis meses.
Todos estos frijoles protegen la tierra de la erosión, la fertilizan, algunos
son ricos para comer y otros sirven para hacer concentrados.
En la otra manzana de tierra
tenemos pasto y como dos tareas
de taiwán para dos vaquitas.
El contorno de la propiedad
también está sembrado con cercas vivas
donde hay madero negro,
jiñocuabo, isote…
Teniendo de todo, no le falta de nada.
De todos esto cultivos
sólo las enramadas
y los bancos de hortalizas necesitan riego,
los otros son resistentes a la sequía
y se adaptan bien a suelos arenosos.
Para regarlos en verano con la cosecha
de agua de lluvia del techo de la casa
y la que traemos del pozo, ajustamos.
Construcción por lotes y de arriba de la pendiente hacia abajo, de la finca de Marcio José Pérez.
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Un huerto en llantas
Para tener hortalizas todo el año
y que gallinas y chanchos no las terminen,
el huerto lo tenemos en llantas y bancos.
Sembramos cebolla,
tomate y hierbabuena.
La cebolla no falla todo el año.
En cada llanta caben 60 cebollas,
entonces tenemos para el consumo
y para vender.
El tomate lo sembramos en verano
porque en invierno le da mucha plaga.
También tenemos ayote.
Las enramadas de chayotes
no paran de dar.
Esta que está a la orilla de la casa
en los últimos 15 meses
ha dado más de dos mil frutas.
Hortalizas en llantas.
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¿Qué cambios hemos tenido?
Con todo este trabajo ahora la tierra
es más negra, más suave y más fértil,
también se ha venido recuperando el agua.
Por lo menos debajo de la parcela
teníamos un ojo de agua
que cuando quemábamos se secaba,
ahora ya tiene seis años que no se seca
y de él se abastecen todo el año 15 casas.
Otro cambio es en la alimentación.
Antes sólo sembrábamos maíz y frijoles,
pero por las sequías
y por la pobreza de los suelos
no sacábamos nada o tan poco
que siempre sufríamos la crisis.
Teníamos que comprar la comida de todo el año
y de marzo para allá
se nos escaseaba el alimento.
Hoy tenemos comida e ingresos
todo el año para nosotros
y hasta para criar gallinas y chanchos,
y si llega una sequía, que Dios no lo quiera,
estamos preparados
para que no nos afecte”.
Con todo este trabajo ahora la tierra es más
negra, más suave y más fértil,
también se ha venido recuperando el agua.
Otro cambio es en la alimentación.
Antes sólo sembrábamos maíz y frijoles,
hoy tenemos comida e ingresos
todo el año.
Frijol canavalia.
Frijol xxxxxxxxx.
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Huertos
de patio:
Para comer y vender
todo el año
Ricardo Aguilar.
Un ejemplo de lo que se puede hacer
para enfrentar la sequía
y garantizar alimentos todo el año
es el huerto de patio de Ricardo Aguilar,
en la Maysuta, Totogalpa.
Con apenas un año de trabajo
en el patio de su casa
ya ha cosechado todo tipo de hortalizas
y en unos años
va a tener frutas para comer y vender,
como él mismo cuenta:
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“Siempre me ha gustado trabajar
en hortalizas y con frutales
en áreas pequeñas,
porque son un complemento importante
para la alimentación
y si me falta la tortilla tengo yuca, camote,
quequisque, guineo, papayas…
Además, como siembro escalonado,
un mes siembro diez matas,
y al mes siguiente otras diez;
un mes un surco de cebolla
y al mes siguiente otro,
tengo alimento todo el año.
De lo mismo que cosecho
comemos y vendemos
para comprar lo que no producimos.
De ahí salen también los cuadernos
para darles estudios a mis hijos.
Cosecha en una tarea de tierra
Lo que ha obtenido en un año es lo siguiente:
• Ayote de matón: 100 ayotes
• Pipianes: 20 frutas y semilla
• Cebolla: 40 moños
• Guineo: 10 racimas, y tienen pendientes de cosechar
30 matas de guineo y 13 de plátano.
• Papaya: 50 frutas
• Caña: una barrera viva para comer los chavalos.
• Frijoles abono: 1 medio para sembrar en la parcela.
Lo que está pendiente de cosechar es:
• Quequisque: sólo tienen un pedacito para sacar semilla.
• Calala: de una parra
• Yuca: unas 720 libras en tres camellones.
• Camote: unas 50 libras en medio camellón.
• Piña: de 210 matas.
• Frutales: 22 frutales (5 aguacates, 5 naranjas, 5 mangos,
5 mandarinas, 1 limón Tahití y 1 guayaba)
Este huerto que ve de una tarea
apenas tengo un año de haberlo iniciado.
Primero le sembré productos
que cosechan rápido
para aprovechar el agua del invierno
y tener comida, como ayotes y pipianes;
después le fui poniendo
otros cultivos más dilatados,
como el guineo, la yuca y la piña;
y por último los frutales.
De esta forma he ido cambiando la tierra
para que me produzca de todo:
piña, yuca, cebolla, camote, ayotes
y frutales de toda clase
que van a entrar en producción
en cuatro años.
Y esto lo puede hacer cualquiera.
No hace falta tener reales,
con solo tener la tierra
y un poquito de agua
se puede tener de todo.
¡Imagínese ahorita
que acabo de terminar una cisterna!
¡Con ese agua
voy a producir más cultivos
porque estoy viendo
que el maíz y los frijoles,
con las sequías que hemos tenido,
sólo son pérdidas.
Cualquier árbol produce
y aguanta más.
También siembro escalonado
y tomando en cuenta
que hay productos
que es mejor sembrar en verano,
como las hortalizas,
porque hay menos plagas.
Con este trabajo vamos a tener
comida e ingresos por cuatro años
mientras los frutales crecen
y empiezan a cosechar.
Huerto de Ricardo Aguilar.
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Claro, cuando están chiquitos
hay que estar pendientes de ellos
para que no se sequen, pero ya crecidos
y sembrándolos en huacas mejoradas,
con la poca agua que reciben se mantienen.
Huaca mejorada
La huaca mejorada es una técnica para sembrar
árboles frutales y chagüites que consiste
en hacer hoyos de 25 pulgadas de ancho
por 25 de hondo o de 50 por 50.
Se saca la tierra y se le echa estiércol de ganado,
rastrojos de frijoles, hojas de madera negro,
zompopín, cal o ceniza, para desinfectar
y la misma tierra que sacamos.
Las huacas mejoradas mantienen la humedad
en el verano, alimentan al árbol y permiten
que los hijos del chagüite nazcan con facilidad.
Hoy entre el trabajo del huerto,
el trabajo en una parcela
de dos manzanas de tierra que tenemos
y que hago artesanía de barro,
ya voy para diez años que no emigro
a la montaña a los cortes de café.
Ahora en mi comunidad
tengo trabajo y todo lo que necesito.
Cisterna en la casa de Ricardo Aguilar.
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