folleto mayordomia - Asociación Veracruzana del Sur

Transcripción

folleto mayordomia - Asociación Veracruzana del Sur
“Una Iglesia que trabaja es una Iglesia Viva”
[SC. Página 93]
2
LA MAYORDOMIA Y LA TEOLOGÍA DEL DIEZMO
Fecha
OCT.
NOV.
DIC.
ENE.
FEB.
Pág.
EL DIEZMO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO-PARTE I
EL DIEZMO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO-PARTE II
EL DIEZMO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO-PARTE III
EL DIEZMO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO-PARTE IV
EL DIEZMO EN EL NUEVO TESTAMENTO
RESUMEN Y CONCLUSIONES
05
14
21
29
37
LA MAYORDOMIA Y LA TEOLOGÍA DE LAS OFRENDAS
MAR.
ABR.
MAY.
JUN.
JUL.
AGO.
LAS OFRENDAS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO-PARTE I
LAS OFRENDAS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO-PARTE II
LAS OFRENDAS EN EL NUEVO TESTAMENTO-PARTE I
LAS OFRENDAS EN EL NUEVO TESTAMENTO-PARTE II
LAS OFRENDAS EN EL NUEVO TESTAMENTO-PARTE III
LAS OFRENDAS EN EL NUEVO TESTAMENTO-PARTE IV
RESUMEN Y CONCLUSIONES
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61
68
82
92
96
SALUDO
Estimados Coordinadores y Directivos de Mayordomía.
Es un privilegio saludarles fraternalmente a cada uno de ustedes con
la seguridad de la bendición de nuestro buen Dios.
Ponemos en sus manos este libro con la esperanza de que usted como
Coordinador del Departamento de Mayordomía del distrito se
capacite en temas de tan grande relevancia para la vida cristiana.
Entender la Mayordomía en su dimensión bíblica le dará las
herramientas para enseñar a los Directores del departamento de las
iglesias de su distrito. A su vez, los directores deberán ir a sus
iglesias y compartir las enseñanzas con los miembros.
Que Dios le use como un instrumento bien preparado y prospere todo
lo que emprenda.
Con Aprecio fraternal.
Ptr. Moises Reyna Sánchez
Presidente UMI
Ptr. Samuel Mancilla Juárez
Dir. Mayordomía UMI
4
LA MAYORDOMIA Y LA TEOLOGÍA DEL DIEZMO
EL DIEZMO EN EL ANTIGUO
TESTAMENTO-PARTE I
I.
INTRODUCCIÓN
Este estudio examinará la evidencia bíblica que describe el sistema del
diezmo, en un intento por explorar sus características esenciales y el
contenido teológico. Los eruditos bíblicos han mostrado poco interés
en el estudio del sistema del diezmo Israelita. La mayoría de los
estudios sobre este tema se han llevado a cabo bajo preocupaciones
histórico-críticas (e.g. la reconstrucción del desarrollo histórico del
sistema y la datación de las diferentes fuentes) más que bajo un
interés teológico. 1 Nosotros vamos a abordar el texto en su forma
canónica, prestando particular atención a su motivación teológica.
Es un hecho bien conocido que el diezmo no es una práctica exclusiva
israelita. Los registros de la ciudad de Ugarit (Siglo 14 AC), por
ejemplo indican que sus residentes pagaban el diezmo al templo, lo
que era una especie de impuesto, y que el rey también recibía un
impuesto real (un diezmo del pueblo.) 2
Los documentos neobabilónicos del siglo 6to. A.C, revelan que el
diezmo era una práctica común en Babilonia. Se daba el diezmo al
templo y se esperaba que el mismo rey diezmase. Se recogía el diezmo
de todos los bienes, incluyendo la cebada, los dátiles, el sésamo, el
lino, el aceite, el ajo, la lana, las ropas, el ganado vacuno, las ovejas,
los pájaros, y productos de plata y el oro.3 El diezmo era también
conocido y practicado entre los Persas, Griegos y Romanos.4
5
Los historiadores no conocen el origen de ésta práctica tan difundida.
La Biblia no lo discute, y cuando se menciona el diezmo por primera
vez, parece haber sido ya una práctica común.
Sin embargo, sabemos que "el sistema del diezmo se remonta más allá
de los días de Moisés... Aún tan atrás como a los días de Adán. 5 El
sistema, según se revela en el Antiguo Testamento, es "de origen
divino", 6 fue dado por Dios al hombre. El diezmo parece estar
asociado a la humanidad en su estado caído.
En lo que sigue, vamos a examinar los pasajes bíblicos que discuten el
tema del diezmo o lo mencionan. Enfatizaremos las ideas teológicas
que están asociadas al mismo y a su propósito. Luego integraremos las
ideas y conceptos a fin de ofrecer un cuadro amplío del
entendimiento y la práctica bíblica del diezmo.
II.
A.
EL DIEZMO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO-PART.I
Génesis 14: El diezmo de Abraham.
Génesis 14 es un capítulo único en la historia patriarcal que nos
permite familiarizarnos con un importante aspecto de la vida de
Abraham como líder militar. Había entre sus siervos un grupo bien
entrenado de soldados. No obstante, el propósito de Génesis 14 no
es describir las habilidades de liderazgo de Abraham en tiempos de
guerra, sino revelar una dimensión más importante de su carácter y
de aquellos que se mencionan en el relato. A través de sus acciones
y actitudes, se revelaron los propósitos y motivaciones de sus
corazones, de tal forma que podemos percibir un contraste marcado
entre Abraham y Melquisedec por un lado, y los reyes por el otro.
Las diferencias entre esos dos grupos se determinó por su entrega o
falta de entrega al Señor Altísimo. Los que no le sirvieron al Señor
se describen como codiciosos y centrados en sí mismos, como
completamente poseídos y controlados por sus corazones egoístas, sin
reconocer otra autoridad que la propia. No hay lugar en sus corazones
para la gratitud y mucho menos para el reconocimiento de sus
limitaciones como criaturas del Señor.
6
Abraham y Melquisedec exhiben un espíritu muy desinteresado en el
relato. Ambos tienen algo importante en común: adoran al Señor
Altísimo y lo reconocen como el Creador de los cielos y la tierra. Es
dentro de esta posición teológica que se introduce el diezmo en la
historia.
Génesis 14 trata acerca de propiedades, y de la pérdida y
recuperación de bienes. Por doce años las ciudades de la llanura
habían estado bajo el control político de Kedarlaomer. Su política
expansionista y ansia de poder lo condujo a conquistar esas ciudades,
forzando al pueblo a pagarle altos impuestos anuales. El rey se estaba
enriqueciendo a sí mismo al desposeer a otros de sus bienes, y en el
proceso estaba alimentando su corazón egoísta.
Después de doce años de opresión, los habitantes de las ciudades
decidieron rebelarse, pero fueron fácilmente derrotados. El rey
Kedarlaomer y sus aliados los atacaron y los subyugaron, tomando
alimento y bienes del rey de Sodoma y de Lot. Algunas personas,
incluyendo a Lot, fueron tomados prisioneros.
Se informó a Abraham de estos eventos, y éste decidió intervenir
para liberar a Lot. Atacó y derrotó a los reyes, liberando a los
prisioneros, y rescatando todos los bienes que habían sido tomados
de Lot y del rey de Sodoma. Mientras regresaba, los reyes de Sodoma
y Salem salieron a recibirlo. Abraham dio los diezmos del botín a
Melquisedec, y al rey de Sodoma todo lo que le habían sido quitado.
Se menciona aquí la práctica de diezmar de una manera casi casual,
lo que sugiere que el diezmo era ya parte de la vida y experiencia
religiosa de Abraham. Esta era ciertamente no la primera vez que
devolvía su diezmo al siervo de Dios. A medida que leemos la historia,
nos damos cuenta que se traen a colación varios elementos
importantes con respecto a la práctica del diezmo.
1. El diezmo está basado en los ingresos
Al haber derrotado al enemigo, los despojos de la guerra le
pertenecían a Abraham, incluyendo lo que le habían quitado a Lot, al
rey de Sodoma, y aún los prisioneros. Abraham podría haber salido de
esta experiencia grandemente enriquecido. Sin embargo, su decisión
de ir a la guerra no había sido motivada por una preocupación egoísta
sino más bien por el deseo de salvar a Lot.
7
El espíritu desinteresado de Abraham se manifiesta en el relato en dos
formas. Primero, devolvió al rey de Sodoma lo que Kedarlaomer le
había quitado. Antes de ir a la guerra, Abraham había prometido a
Dios que si él tenía éxito, devolvería al rey de Sodoma todo lo que
era de él, pues no estaba interesado directa o indirectamente en
beneficiarse personalmente de esa experiencia.
Segundo, Abraham demostró su espíritu desinteresado al dar un diezmo
de todo al rey de Salem. El pasaje establece claramente que "dio el
diezmo de todo" (14:20). Es realmente difícil saber lo que se
incluye en esa frase. Parecería correcto, sin embargo, concluir que
no diezmó los bienes del rey de Sodoma. Aparentemente nunca
consideró esos bienes como suyos. Si éste fue el caso, devolvió
entonces los diezmos del botín de guerra que consideró suyo. Esto
constituía un nuevo ingreso para él. Obsérvese que el verbo usado es
"dar" (natan). El diezmo no era suyo, y lo devolvió al Señor.
2. El recipiente del diezmo
El relato revela quién debía recibir el diezmo. Melquisedec no era sólo
un rey, sino también sacerdote del Señor. Él y Abraham adoraban al
Señor Altísimo (identificado como Yahvé por Abraham). Había entre
los Cananeos quienes adoraban al verdadero Dios, y Melquísedec era
uno de ellos.
Mientras Abraham volvía victorioso del conflicto, Melquisedec salió
a darle la bienvenida e hizo provisión para él. Le preparó un
banquete real a Abraham, y lo bendijo. Melquisedec había sido
elegido por Dios para cumplir la función de sacerdote y para ser el
mediador de la bendición de Dios. Inmediatamente después de la
bendición, Abraham le dio los diezmos. Fue en su papel de sacerdote
que Melquisedec recibió los diezmos, y sobre esa misma base Abraham
se los dio.
El diezmo se devuelve a un instrumento señalado por Dios para servirle
tanto a él como a su pueblo. Al darle los diezmos a este sacerdote,
Abraham reconoció implícitamente la santidad del diezmo. Lo
devolvió a aquel a quien Dios había elegido para ser su instrumento
santo. Sólo él podía manejar las cosas sagradas.
3. Base teológica para el diezmo
El relato provee algunos conceptos teológicos que arrojan alguna luz
sobre el significado del diezmo. Estos conceptos, que yacen en la base
8
de la práctica del diezmo, sugieren que el diezmo no es un fenómeno
aislado en una experiencia religiosa, sino que pertenece a una
comprensión teológica particular del mundo que nos rodea y de
nuestro papel dentro del mismo.
a. Dios es el Creador
Esta idea es tan importante que se menciona dos veces en el relato.
Melquisedec y Abraham se refieren a Dios como al "Creador de los
cielos y la tierra". El Dios invocado en la bendición es el Creador.
La palabra hebrea traducida "Creador" (qanah), proviene de una raíz que
significa "adquirir, poseer”. Alguien puede poseer algo al hacerlo,
crearlo, o adquirirlo. En este relato, el término qanah parece expresar
las ideas de creación y posesión. Todo en los cielos y en la tierra
pertenece al Señor puesto que Él lo creó. El derecho de Dios como
propietario se basa en su actividad creadora.
Esto sugiere que hay una sola realidad suprema y que no se espera que
respondamos a diferentes poderes espirituales, sino sólo al Creador. No
debemos dividir nuestra lealtad entre señores diferentes, porque hay
sólo un Señor que trajo a la existencia toda cosa que existe.
Sin el concepto bíblico de creación, el diezmo carece de un
significado sólido. Abraham diezmó porque su Dios era el Creador de
los cielos y la tierra. Reconoció que Dios era propietario mediante la
confesión de su boca ("Señor, Dios Altísimo, Creador de los cielos y la
tierra" [Génesis 14:22]) y mediante sus acciones (al devolver el
diezmo a Melquisedec).
b. Dios es quien bendice
Como ya lo dijéramos, Melquisedec cumplió su responsabilidad
sacerdotal al bendecir a Abraham. Teológicamente, la bendición
precede al diezmo. Sin esta bendición preliminar, diezmar
genuinamente es imposible. Las bendiciones de Dios son siempre una
expresión de su amor y preocupación por nosotros. El diezmo es un
reconocimiento de la bondad del Señor y, por consiguiente, siempre
es una respuesta y nunca un preludio.
Abraham estaba plenamente consciente del hecho de que Aquel que lo
había enriquecido era el Señor. Se había convencido
personalmente su seguridad financiera no dependía del poder de nadie,
sino de las bendiciones del Señor. Cuando el rey de Sodoma le dijo (en
9
un tono casi demandante), "Dame la gente y guarda los bienes", la
reacción de Abraham no se hizo esperar. "No aceptaré nada" (véase
Gen. 14:21-23). Melquisedec salió al encuentro de Abraham para
compartir alimento y bendición; el rey de Sodoma vino requiriendo
que por lo menos, le fuesen devueltas parte de sus propiedades.
Técnicamente, los bienes del rey de Sodoma le pertenecían a Abraham.
Pero Abraham le devolvió todo por dos razones. Ya hemos ya
mencionado la primera: Abraham pronunció un juramento ante del
Señor comprometiéndose a devolver todo lo que pertenecía al rey. En
segundo lugar, Abraham no quiso que el rey dijese: "Yo enriquecí a
Abraham". De esta forma, Abraham estaba protegiendo el honor de
Dios.
El patriarca sabía que su riqueza era el resultado de las
bendiciones de Dios, y no estaba dispuesto a permitir que nadie
debilitase o distorsionase esa convicción. Rechazó la riqueza antes
que recibirla arrojando una sombra sobre la bondad de Dios. La
implicación es que la preocupación primaria de Abraham no era su
propio bienestar material o económico, sino su relación con el Señor.
Allí se originaba su disposición a diezmar.
c. Dios preserva la vida humana
El relato sugiere que el diezmo está motivado teológicamente. En
este caso específico, el diezmo de Abraham era "un reconocimiento
de que el Dios Altísimo le había dado la victoria" (v. 20). 7 El
sacerdote, en la bendición, alabó a Dios por derrotar a los enemigos
al entregarlos en las manos de Abraham. No se niega el papel de
Abraham, pero se acredita la victoria a Dios.
El diezmo se basa no sólo en el hecho de que Dios bendijo a
Abraham, sino también en que lo preservó al derrotar a los
enemigos. La implicación es que la vida es tan frágil que no puede
preservarse plenamente por los esfuerzos humanos. Hay fuerzas que
amenazan la vida humana y sólo Dios puede en forma apropiada y
efectiva derrotarlas. Esta convicción fue tan dinámica que se
incorporó en el acto de Abraham al diezmar. De allí que el diezmo
expresa el hecho de que la vida no es nuestra sino que pertenece
siempre al Señor (no simplemente porque nos creó, sino porque nos
preserva en un mundo de pecado y de muerte).
Según Génesis 14, el diezmo es un rechazo al egoísmo. Este poder
esclavizante gobierna sobre todos los que no están familiarizados
10
con el Señor, y los conduce a explotar y destruir a otros en la
búsqueda de riqueza. Abraham dio el diezmo porque había
rechazado el egoísmo como la fuerza dominante en su vida.
En un nivel más profundo, la práctica de Abraham de diezmar se
basó en la convicción sólida de que Dios es el Creador y Propietario
de todo en el universo -el único el único que bendice y preserva la
vida. La experiencia de Abraham deja en claro que el Señor eligió
a personas específicas para mediar la transferencia del diezmo del
adorador a su Dios. Un sacerdote lo recibió en este caso como
también en otros casos registrados en el Antiguo Testamento.
Abraham devolvió su diezmo a uno de los instrumentos designados
por Dios.
Guía de estudio para el alumno
Conteste cada pregunta según se indique
Introducción
1.- Cita el nombre de 4 pueblos que aparte de Israel tenían como
práctica el diezmo
a) _____________________
b) ______________________
c) ______________________
d) ______________________
I. - EL DIEZMO- ANTIGUO TESTAMENTO
A. GÉNESIS 14: EL DIEZMO DE ABRAHAM
1.- Diga el nombre de los dos personajes bíblicos citados en el
capítulo 14 de Génesis
a) ___________________________
b) ___________________________
2.- Mencione 2 características comunes entre el patriarca
Abram y Melquisedec
a) ___________________________
b) ___________________________
3.- Escriba las dos formas en que Abram manifestó un espíritu
desinteresado
a) __________________________
b) ___________________________
11
4.- Subraye la respuesta correcta en relación al diezmo de
Abram
a) Abram devolvió un diezmo parcial
b) Abram devolvió un diezmo total
5.- ¿Cuál fue la base del diezmo de Abram?
___________________________________________
6.- Discuta ¿por qué el diezmo fue entregado a Melquisedec?
_________________________________________
7.- Mencione ¿quiénes en la actualidad son los instrumentos
de Dios para recibir los diezmos?
_________________________________________
8.- Diga ¿cuál es la base teológica para la práctica del diezmo?
______________________________________
______________________________________
9.- Discuta: ¿por qué el concepto bíblico de creación da un
significado sólido al sistema del diezmo?
______________________________________
______________________________________
10.- Mencione que elemento significativo precede al acto de
diezmar
______________________________________
______________________________________
1 1 . Explique dos formas en las cuales Dios siempre expresa sus
bendiciones
a) __________________________
b) __________________________
12.- Para Abram ¿de dónde dependía su seguridad financiera?
______________________________________
______________________________________
13.- Diga ¿por qué Abram rechazó la oferta del rey de Sodoma?
______________________________________
______________________________________
12
14.- Discuta, ¿qué es más importante en tu vida?
a) el dinero b) el honor de Dios
15.- Escriba, ¿en qué se sustenta la disposición de diezmar?
______________________________________
______________________________________
16.- ¿Qué significa que la vida es tan frágil?
______________________________________
______________________________________
17.- Diga ¿a quiénes especialmente gobierna el poder del
egoísmo?
______________________________________
______________________________________
13
EL DIEZMO EN EL ANTIGUO
TESTAMENTO-PARTE II
B. Génesis 28:10-22: El diezmo de Jacob
La segunda referencia al diezmo en la Biblia se encuentra en Génesis
28:22, en donde leemos que Jacob salió de su hogar dirigiéndose
hacía Harán para preservar su vida. Entre Beerseba y Harán tuvo una
experiencia con el Señor que lo sostuvo a lo largo del resto de su
vida. El Señor se apareció a Jacob en un sueño, revelándose a sí
mismo como un Dios amoroso y protector, dispuesto a bendecir,
guiar, y proteger al patriarca. En respuesta a esta revelación divina,
Jacob hizo un voto en el que prometía devolver el diezmo de todo
lo que Dios le diese. El contexto de esa promesa provee una serie de
conceptos básicos y significativos que nos ayudarán a descubrir un
número de ideas teológicas que se relacionan con el diezmo.
1. La Entrega de Jacob a Dios
Justo antes de que Jacob prometiera diezmar dijo: "Entonces el
Señor será mi Dios" (28:21). Durante el sueño, el Señor le prometió
a Jacob movido por su gracia y amor, darle un número de cosas. El
Señor se reveló sí mismo como el Dios de Abraham e Isaac, aunque
su intención real era llegar a ser también el Dios de Jacob (v. 13).
Pero ahora le tocaba a Jacob tomar e decisión, y él se decidió por
el Señor.
14
La entrega al Señor en una relación de amor, precede al diezmar
debido a que el diezmo está inseparablemente conectado con el
Señor pues pertenece. El diezmo se basa en un reconocimiento de
la intervención providencial de Dios en la vida de una persona. Sin
esta experiencia y entrega previa, el diezmo carece de propósito, se
vuelve irrelevante y pierde su sentido.
2. El interés de Dios por Jacob
En el sueño, Dios se describió a sí mismo como Aquel que proveen
para las necesidades de Jacob. Las promesas específicas revelaron
de un manera clara lo que el Señor iba a darle al patriarca.
a. Descendientes (véase Gén. 28:14)
Jacob viajaba sólo pero en el futuro esto cambiaría. Sus
descendientes, dijo el Señor, "serán como el polvo de la tierra".
Las promesas hechas a Abraham se cumplirían por medio él. La
implicación parece ser que la procreación humana está en las
manos del Señor, no bajo el control exclusivo de la ley de la
reproducción humana.
b. Protección (véase Gén. 28:15)
La promesa de protección implicaba que Jacob viviría en u
ambiente hostil y que no sería capaz de preservar su vida sólo. Dios
le prometió lo que él necesitaba: conducción divina. Así se
enfatizan los límites del poder humano y la necesidad de confiar
en un poder sobrehumano. La preservación de la vida descansa en
última instancia en las manos del Señor.
c. Tierra (véase Gén. 28:13)
La tierra era uno de los más importantes dones que el Señor dio a
su pueblo. La tierra les proveía identidad y era, en gran medida,
un fuente de riqueza y seguridad financiera. Esta promesa
implicaba que la tierra pertenecía al Señor, no al pueblo, y que
era Dios quien proveía seguridad financiera.
d. Bienes (véase Gén. 28:20)
Dios prometió a Jacob que le proveería de pan y ropa. Esto tiene
que haberle otorgado paz mental al viajero solitario. Mediante
estas promesas, el Señor se reveló a Jacob como Aquel que es el
mismo centro de la seguridad humana, la fuente suprema y única
15
de bendiciones verdaderas. El posee todo y lo distribuye a cada
persona según su amante voluntad. Dios es el Propietario, pero
tiene una disposición natural a proveer para otros. Nótese cómo
esta idea se acentúa en la manera en que se organizan las frases
de la promesa: el sujeto es siempre el Señor.
"Yo
"Yo
"Yo
"Yo
"Yo
"Yo
te daré a ti la tierra".
seré contigo”.
velaré por ti".
te volveré a traer a esta tierra".
no te abandonaré".
haré lo que prometí".
Dios se describe a sí mismo como Aquel que poseía el poder que
necesitaba Jacob para realizarse a sí mismo, y llegar a ser lo que
debía ser. Este era el poder de la presencia amante de Dios en su
vida. Fue entonces Jacob quien dijo: "De todo lo que me dieres, el
diezmo apartaré para ti" (Gén. 28:22). Se dio cuenta de que todo
lo que pudiese obtener en el futuro sería siempre un regalo de
Dios. Nunca poseería ninguna cosa a no ser lo que el Señor le diese.
Para él, el diezmo sería una expresión de gratitud, un
reconocimiento de que no era dueño de nada.
3. Jacob hace un voto
Un voto era un acto solemne por el cual uno determinaba tomar en
serio a Dios, encomendándose ¿su palabra. Era una manera de
expresar fe en el Señor. En su voto, Jacob no negoció con Dios ni
intentó sobornarlo. "El Señor le había prometido ya prosperidad, y
este voto era el fruto de un corazón lleno de gratitud por la
seguridad del amor y la misericordia de Dios".8
A través del voto, Jacob se apropió de las promesas de Dios. De
hecho, su "voto cuadra con las promesas". 9 Todo lo que el patriarca
menciona en su voto -- el cuidado protector de Dios, el alimento y
la ropa, su regreso salvo a la tierra-- Dios ya se lo había prometido.
Estamos en lo cierto cuando concluimos que mediante el voto, Jacob
tomó en serio a Dios, y aceptó su ofrecimiento de gracia.
La promesa de diezmar es parte del voto. Pero, si el diezmo
pertenece al Señor, ¿por qué entonces hacer un voto prometiendo
devolvérselo? Se pueden dar varias razones:
16
a.
b.
c.
AI hacer un voto, Jacob reconoció que el diezmo pertenece al
Señor. De otra manera, podría haber sido tentado a
considerarlo simplemente como parte de sus entradas,
devolviéndolo a Dios solamente cuando le placiese. En cierto
sentido, este voto era un testimonio de la santidad del
diezmo.
Al hacer un voto, Jacob expresó en su libre albedrío la
decisión de devolver el diezmo al Señor. Dios no lo había
forzado a diezmar. Los votos en la Biblia son siempre actos
voluntarios que se basan en la obra del Espíritu en el corazón
del individuo. El voto de Jacob significaba que había elegido
voluntariamente devolver al Señor lo que era suyo.
Al hacer un voto, Jacob aceptaba el desafío de Dios a confiar
en él o a probarlo (cf. Mal 3:10). Dios le hizo promesas
específicas esperando que Jacob las aceptase y creyese. Esto
requería de Jacob que entrase en una relación de confianza y
de intimidad con el Señor.
Un voto es el acto más solemne por el cual una persona
expresa confianza en el Señor. En cierto sentido, se trata de
una fe que crece en madurez. En el caso de Jacob, el diezmo
era una expresión de su entrega de fe al Señor. Su voto deja
en claro que las bendiciones de Dios preceden al diezmo y
que, por consiguiente, el diezmo no es una manera de obtener
el favor de Dios.
4. Jacob adoró
Se menciona el diezmo en esta historia en un contexto de culto.
Jacob se confrontó con la presencia radiante de Dios y adoró. La
adoración es justamente eso --una respuesta reverente a la
presencia de Dios. El lugar en donde tuvo el sueño llegó a ser el lugar
de adoración, una casa del Señor. El diezmo es un elemento en el
acto de adoración.
Una lectura de los versículos 21 y 22 del capítulo 28, indica que el
voto de Jacob incluyó tres componentes básicos: (a) entrega al Señor
("el Señor será mi Dios”); (b) adoración a Dios (el lugar llegó a ser
17
"un centro de culto”); (c) el diezmo (basado en lo que Dios le dio).
El diezmo tiene sentido sólo dentro de este fundamento teológico.
Un elemento aún más importante en este relato es el hecho de que
el diezmo está precedido por una revelación de Dios quien se revela
como un ser amante, siempre dispuesto a bendecir y preservar la
vida de su siervo. Jacob descubrió que toda bendición espiritual y
material se encuentra en el Señor, quien posee una disposición
natural a bendecir abundantemente.
Según este relato, sería probablemente correcto concluir que el
diezmo se basa en una ética de imitación. Dios es el Gran Dador y
Jacob lo imitó cuando diezmó. En cierto sentido, esto es semejante
al mandamiento del sábado. El descanso en el día de sábado se
basa en el hecho de que Dios descansó en ese día. AI cumplir el
mandamiento, lo imitamos.
Esta ética de imitación es posible únicamente después que la
persona acepta a Dios como su Señor personal. Esta incluye un
rendimiento completo de la vida individual y de las posesiones al
Señor. El diezmo perpetúa esa experiencia en la vida de la persona.
Si está presente un voto, se debe a que la relación con el Señor es
formal y la entrega permanente. Como un acto de culto, el diezmo
renueva nuestra disposición a rendir nuestra vida a la Fuente de
todas las bendiciones, reafirmando nuestra entrega incondicional a
Dios. En este sentido, el diezmo es una representación concreta de
nuestro pacto con Dios.
B. GÉNESIS 28:10-22: EL DIEZMO DE JACOB
1.- Explique: ¿cómo se reveló Dios a Jacob a través del sueño?
_______________________________________________________
2.- De acuerdo con Génesis 28:21 ¿qué decisión de importancia
tomó Jacob?
_______________________________________________________
3.- Especifique ¿qué acto precede al acto de diezmar?
18
_________________________________________________________
4.- ¿El acto de diezmar se basa en un reconocimiento?
_________________________________________________________
5.- Enumere las promesas hechas por Dios a Jacob que cubren
las necesidades básicas del hombre
1) _________________________
2) _________________________
3) _________________________
4) _________________________
6.- Mediante éstas promesas ¿qué dos aspectos importantes para el
hombre, el Señor reveló a Jacob?
1) ___________________________
2) ___________________________
7.- Explique ¿qué poder necesitaba Jacob para realizarse a sí mismo?
_________________________________________________________
8.- Defina ¿qué es un voto?
_________________________________________________________
9.- Explique ¿de qué fruto procedía el voto de Jacob?
_________________________________________________________
19
10.- ¿Qué implica que Jacob hizo un voto de fidelidad antes de
recibir las bendiciones?
_________________________________________________________
11.- De tres razones ¿por qué la promesa de diezmar es parte del
voto, siendo que el diezmo pertenece a Dios
1) _____________________
2) _____________________
3) _____________________
20
EL DIEZMO EN EL ANTIGUO
TESTAMENTO-PARTE III
C. La legislación del diezmo
El Señor incorporó el diezmo en la ley de la alianza israelita, haciéndolo
parte de la experiencia religiosa del pueblo como nación. Varias leyes
en el Pentateuco abordan la práctica del diezmo. El intento de esas
regulaciones era definir lo que debía ser diezmado, explicar el proceso
que debía seguirse al diezmar, definir el uso del diezmo, y establecer la
función teológica y social del diezmo. Procederemos a examinar esa
legislación.
1. Levítico 27:30-33
Levítico 27 trata con dones dedicatorios -esto es, dones prometidos al
Señor mediante un voto o al consagrárselos a él. Esos dones incluyen
ofrendas votivas de personas fijadas en cantidades de plata (Lev. 27: I8); animales prometidos como ofrendas (Lev. 27: 9-13); consagración de
propiedad o tierra (v. 14-24); y leyes de exterminio (Lev. 27: 28-29). El
capítulo también incluye leyes que regulan la redención del primogénito
y del diezmo (versículos 26-27, 30-33).10
El capítulo tiene como propósito básico definir las principales fuentes de
ingresos para los servicios del santuario y de los sacerdotes.11Dar fondos
para el santuario era una parte extremadamente importante del sistema
21
israelita de culto debido a que por su medio el pueblo mostraba su gozo
y gratitud a Dios por tenerlo morando entre ellos.
Aunque el diezmo no era una ofrenda voluntaria, se lo incluyó entre las
ofrendas dedicatorias debido a .que eran también una fuente de ingreso
para el clero. Además, las ofrendas dedicatorias eran redimibles y, hasta
cierto punto, también lo era el diezmo. Por consiguiente, era lógico
incluir el diezmo en la discusión de las ofrendas dedicatorias. Esta
legislación específica del diezmo establece varios hechos significativos.
a. El diezmo está basado en una convicción teológica
El diezmo pertenece al Señor y por consiguiente es santo; no llega a
ser santo mediante un voto o un acto consagratorio. Es simplemente
santo por su misma naturaleza; pertenece al Señor. Nadie sino Dios
tiene derecho al mismo. Ninguno puede consagrarlo al Señor puesto
que el diezmo nunca es parte de una propiedad personal.
En cierto sentido, el diezmo es semejante al sábado. Para el Señor
son santos al Señor (Qodesh la YHWH; Ex 16:23; Lev 27:30), pues Dios
los invistió con santidad. Ambos pueden ser una prueba de lealtad al
Señor y al pacto debido a que el Señor los puso a nuestra disposición
aunque ninguno de los dos son nuestros. Podemos desacralizarlos
usarlos en forma profana.
b. El diezmo está basado en el aumento de bienes
La legislación requiere diezmar todo el producto de la tierra granos
y frutos. También se aplica al incremento del "ganado y el rebaño"
(Lev 1:10).12 Este incremento de frutos y animales es < resultado de
las bendiciones de Dios a su pueblo (Lev 26:3-5). Con el diezmo Israel
reconoce que todo lo que tienen proviene del Señor y le pertenece a
él. Este reconocimiento yace en el mismo corazón del pacto. El
diezmo se transforma en un constante testimonio del pacto de la
lealtad del pueblo al mismo.13
c. La redención del diezmo
El diezmo de la cosecha del campo puede redimirse mediante u
equivalente que lo substituye (probablemente en plata), más un
recargo del veinte por ciento. No se redime el diezmo del ganado
y del rebaño.
La redención del diezmo que se menciona aquí no debe
confundirse con la práctica errónea de retener el diezmo con la
22
intención de traerlo más tarde y agregarle un veinte por ciento.
Lo que esta legislación establece es que siendo que se paga el
diezmo en especie "podría haber casos en los cuales un hombre
necesitase trigo par sembrar, y podría pagar mejor en moneda que
con grano de trigo. Bajo esas condiciones, podía redimir el diezmo
mediante una estimación del trigo y pagar esa suma más un
quinto".14 No hay indicación en Levítico 27 de que el diezmo pueda
ser retenido.
d. No se debe manipular el diezmo
Se ordena a la persona traer el diezmo al Señor. Esta legislación
rechaza todo intento de manipular el sistema en un esfuerzo por
obtener alguna ganancia personal. Los israelitas no debían
controlar ni influencié bajo ningún concepto la selección del
diezmo del ganado y del rebaño. Cada décimo animal que pasaba
bajo la vara del pastor pertenecía; Señor. Se esperaba que la
persona no mirara "si el animal es bueno malo, ni lo cambiará"
(Lev 27:33). No se debía en absoluto controlar la calidad del
animal.
Levítico 27 define el diezmo como santo al Señor. También
asocia el diezmo con los dones dados al santuario como fondos
para el santuario y el clero. Esta es probablemente una de las
razones para redimirlo; mediante su redención, se proveía al
santuario con dinero en efectivo (plata). Esta legislación no
establece claramente cómo debía usarse el diezmo en el santuario.
Se pone el énfasis en la naturaleza del diezmo y en la
responsabilidad de la persona de traerlo al Señor.
2. Números 18:21-32
Números 18 describe la responsabilidad de los sacerdotes y levitas como
guardianes del santuario. La guardia del santuario y la ministración de
las necesidades del pueblo requerían un servicio de tiempo completo.
La tribu de Leví no tuvo herencia entre el resto de Israel; el Señor fue
su herencia. Dios era el que proveía para sus necesidades. El principal
propósito de Núm. 18 es el de establecer "los medios por los cuales
las órdenes del clero... deben mantenerse”.15
El Señor asignó a Aarón los dones que el pueblo traía a DIOS. Estos
incluían una porción de las ofrendas santísimas (Núm. 18: 9-10) y
santas (Núm. 18: 11-19). Aarón también se beneficiaba del diezmo
23
(Núm. 18: 25-32).16 El ingreso de los levitas era el diezmo que los
israelitas devolvían al Señor (Núm. 18: 21-24). Se discute el diezmo
aquí en el contexto del santuario y se lo vincula directamente con
la obra de los sacerdotes y levitas.
a. La naturaleza del diezmo
Números 18 no se refiere al diezmo explícitamente como algo
santo al Señor. Probablemente se incluye el diezmo en la frase
"las cosas santas de los israelitas” (Núm. 18: 32), o tal vez se hace
allí referencia en forma exclusiva al diezmo, pero esto no es muy
seguro. Sin embargo, se describe el diezmo como lo que los
israelitas "presentarán a Jehová en ofrenda” (Núm. 18: 24). El verbo
traducido "presentar” (rum) significa "poner aparte, (seleccionar y)
presentar”. "Una ofrenda” (terumah) parece referirse a algo que se
designa (pone aparte) como una ofrenda fuera del santuario y que
posteriormente se trae al santuario y se lo ofrece al Señor.17 Si esta
interpretación es correcta, entonces el diezmo era una ofrenda que
se ponía aparte en el hogar y más tarde se la traía al Señor al
santuario.
Al describir el diezmo como una ofrenda, se está indicando su
santidad. El hecho de que es una ofrenda no significa que era
voluntaria; el Señor lo requería de su pueblo.18 Esta legislación no
define lo que debía ser diezmado. Hay una mención incidental de
"grano” y "vino” (Núm. 18: 27), pero el texto no limita el diezmo sólo
a esos elementos (véase Núm. 18:28-29).
b. El uso del diezmo
El diezmo pertenece al Señor pero él se lo asignó a los levitas (v.
21). Esta decisión se basaba en el hecho de que los levitas no
recibieron ninguna herencia entre los israelitas y, por
consiguiente, no tenían otro medio de subsistencia. Su función
era ministrar en el santuario y proteger su santidad. El Señor les
dio el diezmo como compensación (v. 21; heleph) o recompensa
(versículo 31; sakar) por su obra en el santuario.
Obsérvese que con el diezmo, los israelitas no pagaban a los
levitas por sus servicios. El pueblo estaba devolviendo el diezmo al
Señor en forma de ofrenda. Era el Señor quien decidía cómo
usarlo y él decidió darlo a los levitas.
24
El significado de este procedimiento yace en el hecho de que la
calidad de los servicios rendidos por los levitas a los israelitas no
afectaba en ninguna manera la práctica del pueblo de diezmar. Ellos
devolvían su diezmo al Señor y el Señor lo daba a los levitas. Esta
idea se repite tres veces en el capítulo (Núm. 18: 21, 24-25).
Este mismo enfoque se usó también con respecto al diezmo que se
asignó a los sacerdotes (v. 28-29). Se ordenó a los levitas
presentar un diezmo del diezmo devuelto al Señor, pero fue
el Señor quien determinó como debía usárselo. El diezmo de
.los levitas era para el Señor, y no era un pago hecho a los
sacerdotes por sus servicios: "Presentaréis un décimo del
diezmo como ofrenda al Señor” (versículo 25). El sostenimiento
de los sacerdotes no estaban en las manos de los levitas, sino del
Señor. Se seleccionaba este diezmo de la mejor porción del
diezmo de los israelitas (Núm. 18: 29), evitándose de esta
forma todo intento de los levitas de manipular el proceso.
Según Núm. 18, el Señor asigno el diezmo a los levitas y sacerdotes
como compensación por el trabajo de tiempo completo que
efectuaban en el santuario a favor del pueblo de Israel. Se traía
el diezmo al Señor, y no a los levitas y sacerdotes como un pago
por su ministerio. De hecho, nunca aparece el diezmo como pago por
servicios recibidos.
3.
Deut. 12:6, 11,17; 14:22-29; 26:12-15
Deut 12 trata de la importancia de adorar a Dios en el santuario
central --un lugar elegido por el Señor. Se esperaba que los israelitas
trajesen a este santuario sus sacrificios, ofrendas y diezmos (Deut.
12: 6, 11). En 12:17 encontramos instrucciones que se relacionan con
el uso del diezmo que no encontramos en otra legislación. Se
ordenaba a los israelitas a no comer el diezmo en sus propias ciudades
sino a llevarlo al santuario central. Ellos junto a toda su familia podían
comer del diezmo en la presencia del Señor (Deut. 12: 18).
La legislación que se registra en Deuteronomio 14:22-27 desarrolla aún
más esas ideas. Deut 14 trata de "lo que se puede o no se puede
comer".19 Se menciona el diezmo del grano, del vino nuevo, y
del aceite entre los alimentos que podían comerse (Deut. 14: 2223). Se requería de los Israelitas que llevasen este diezmo al santuario
y lo comiesen en la presencia del Señor. Si el santuario central estaba
demasiado distante, se le permitía al pueblo intercambiar el diezmo
25
por plata. Una vez que llegaban al santuario, compraban lo que
quisiesen con la plata. "Tú y tu casa lo comerán allí en la presencia
del Señor y se regocijarán" (Deut. 14: 26). AI hacer esto, no debían
Ignorar a los levitas -debían compartir el alimento con ellos.
Es obvio que hay diferencias significativas entre esta legislación y las que
encontramos en Levítico y Números. Las diferencias más
importantes son:
a. En Deuteronomio se imponía el diezmo sólo del grano, del vino
y del aceite, mientras que en la otra legislación debía diezmarse
todo el producto de la tierra y el incremento del ganado y
rebaño.
b. El diezmo discutido en Deuteronomio era requerido por el
Señor, le pertenecía a la familia que lo traía al santuario.
Levítico y Números describen un diezmo que pertenecía
exclusivamente a Dios, y que Dios lo dio a los levitas y sacerdotes.
c. El diezmo en Deuteronomio era usado por los israelitas en una
comida de compañerismo familiar que se comía en el santuario
central. Las otras legislaciones no dan lugar a esto. Limitaban
la comida del diezmo a los levitas, a los sacerdotes y a sus
respectivas familias.
Parece inescapable la conclusión de que estamos tratando aquí con
dos clases diferentes de diezmo. No es posible establecer un
paralelo entre lo que tenemos en Deuteronomio y las legislaciones de
Levítico y Números.20 Las tradiciones rabínicas llamaban al diezmo que
se registra en Levítico "el primer diezmo" y al de Deuteronomio "el
segundo diezmo".
Para complicar la situación aún más, Deut 14:18-29 y 26:12-15
mencionan un diezmo que se daba en el tercer año. Este diezmo
provenía del producto de la tierra y se esperaba que se lo guardase en
las ciudades. Tenía como propósito que "los levitas... y los extranjeros,
los huérfanos y las viudas que viviesen en sus ciudades pudiesen venir
y comer y saciarse" (Deut. 14:29).
¿Se trata aquí de un tercer diezmo? Algunos lo han interpretado como
siendo un tercer diezmo, pero otros han argüido que esta
legislación describe un uso diferente del segundo diezmo que se
26
efectuaba cada tres años. Esta última interpretación parece
correcta. Por dos años se traía el segundo diezmo al santuario y los
israelitas lo comían allí. Pero "cada tercer año... este segundo diezmo
se lo usaba en el hogar, al proveer para los levitas y el pobre".21
Este segundo diezmo se basaba también en la convicción de que Dios era
quien bendecía a Israel (Deut. 12:6-7). Sin embargo, su propósito
era enseñar reverencia al Señor (Deut 14:22) y proveer para los
necesitados (Deut. 26:12). Este diezmo parece haber sido un
diezmo de "caridad" dentro de la teocracia israelita.
C. LEGISLACIÓN DEL DIEZMO
1.- Diga ¿por qué el diezmo es santo?
_______________________________________________________
2.- Explique ¿a qué es semejante el diezmo?
_______________________________________________________
3.- Especifique ¿qué se incluyó en la legislación del diezmo?
_______________________________________________________
4.- Explique ¿qué diezmos no quedaron sujetos a redención y por
qué?
_______________________________________________________
5.- Diga ¿qué rechaza la legislación del diezmo?
_______________________________________________________
6.- ¿Qué responsabilidades se asignan a los sacerdotes y levitas
según Números 18?
_______________________________________________________
7.- ¿Quién definió el uso de los diezmos y por qué?
1) ______________________
27
2) _____________________
8.- Señale ¿quién sostenía el ministerio de los levitas?
a)
Los israelitas
b) Dios
c) ninguno
9.- Señale ¿quién sostenía a los sacerdotes?
a)
los levitas
b) los israelitas
c)
Dios
10.- En relación con el diezmo ¿qué diferencias existen entre la
legislación de Números y Deuteronomio?
_______________________________________________________
28
EL DIEZMO EN EL ANTIGUO
TESTAMENTO-PARTE IV
D. OTROS PASAJES DEL ANTIGUO TESTAMENTO
Hay varios otros lugares en el Antiguo Testamento en donde se
menciona el diezmo. Los examinaremos para explorar su contribución
a la naturaleza y teología del diezmo.
1. 2 Crón. 31:4-6,12: Se menciona el diezmo aquí en el contexto
de una reforma religiosa que promulgó Ezequías. Bajo su liderazgo se
purificó el templo y se lo rededicó (2 Crón 29), se celebró la pascua
(2 Crón. 30), y el rey hizo un llamado al pueblo para que hiciesen
provisión para el servicio de los sacerdotes y levitas, trayendo sus
primicias y diezmos al templo (2 Crón. 31). Bajo Acaz -- rey de Judá
que lo precedió- se habían cerrado las puertas del templo,
clausurándose así los servicios de adoración. En esa apostasía nacional
el pueblo dejó de traer su diezmo al templo. Lo que 2 Crón. 31
establece acerca del diezmo es breve y está en armonía con lo que
encontramos en Levítico y Números.
a. Se solicitó el diezmo de todo producto de la tierra y
del incremento del ganado y del rebaño (2 Cor. 31: 5-6).
29
b. Se describió el diezmo como "ofrenda" (terumah). Este
es el mismo término que se usa en Números para referirse al diezmo
y sugiere que el diezmo se debe entregar al Señor.
c. Se usó el diezmo para proveer para las necesidades de los levitas
y sacerdotes con el propósito de que "se consagrasen a sí mismos
a la Ley del Señor" (2 Cor. 31:4).
d. Las bendiciones del Señor precedieron al diezmo y, por
consiguiente, se reconocía que todo lo que el pueblo daba se lo
había dado el Señor (2 Cor. 31:10).
Posiblemente el nuevo elemento en este relato con respecto al
diezmo se da en su contexto. La apostasía había conducido
inexorablemente al rechazo del diezmo. Acaz concluyó que quien
lo bendecía no era el Señor sino los dioses de Harán (2 Crón
28:23) y, por consiguiente, él y el pueblo de Judá dejaron de dar
sus diezmos al Señor.
2. Amos 4:4. Había dos centros de culto en el reino del norte -uno
estaba en Betel, y el otro en Gilgal. Indudablemente, estos eran
centros de idolatría, pero en sus sermones el ataque principal de
Amos se dirigió contra el pecado de la religión formalista --el
desempeño de actividades religiosas que no producían ningún
impacto en la conducta diaria de las personas. El pueblo y sus
líderes habían separado la religión de la moralidad y la justicia.
Amos describió el celo religioso del pueblo como pecaminoso, y los
invitó sarcásticamente a continuar llevando a cabo sus rituales para
aumentar su pecaminosidad: "Id a Betel y pecad; ir a Gilgal y pecad
aún más. Traed vuestros sacrificios cada mañana, y vuestros diezmos
cada tres días".22
Amos declaró que cuanto más asistía el pueblo "a los sitios de culto y
más celosos se volvían en llevar a cabo los múltiples ritos, más
seguían ofendiendo y transgrediendo".23 La religión sin ética, moralidad
y justicia es un acto de rebelión contra el Señor. La "substitución de
las ofrendas del culto por la justicia hacia los oprimidos" es un acto
pecaminoso.24 El celo religioso no es necesariamente una manifestación
de verdadera piedad.
30
Amos dijo que el diezmo pierde su sentido si no va a acompañado por
una experiencia religiosa que tenga un impacto de envergadura en
el comportamiento social de los que lo dan, y que manifieste un
interés genuino por los demás. Una vida religiosa formal o legalista
roba al diezmo su significado intrínseco.
3. Neh. 10:38-39; 12:44; 13:5,12. Nehemías 10:38-39 forma
parte de una ceremonia de renovación del pacto. La pequeña
comunidad de judíos que regresó a Jerusalén se reunió con los líderes
para leer la Ley de Moisés (Neh. 8), para confesar sus pecados (Neh.
9), y renovar el pacto con el Señor (Neh. 10).
Se menciona el diezmo entre las estipulaciones del pacto.
Durante la ceremonia, los judíos se comprometieron a traer el
diezmo al Señor. Los levitas, acompañados por los sacerdotes,
fueron a las ciudades a recoger el diezmo del pueblo y a llevarlo a
los depósitos del templo.25
Esta legislación sigue estrechamente la instrucción que se encuentra en
Números. El diezmo era para los levitas, y ellos a su vez dieron un
diezmo del mismo a los sacerdotes (Neh. 10:38). Se especifica que se
juntaba un diezmo de la cosecha del grano (Neh. 10: 39), pero esto no
excluía necesariamente un diezmo del incremento del ganado y del
rebaño, puesto que el pueblo quería hacer lo que "la ley requería"
(12:44).
A la referencia del diezmo en Nehemías 10:38-39 se sumó el
compromiso del pueblo de preservar los servicios del templo:
"No abandonaremos la casa de nuestro Dios" (versículo 39). Al dar su
diezmo, mostraron su preocupación por el templo, el lugar de
habitación divina. Ellos querían continuar beneficiándose de las
bendiciones del perdón de la gracia de Dios mediante el ministerio
intercesor de los sacerdotes.
Más tarde, Nehemías apartó a un grupo de levitas para que se encargase
de los depósitos del templo y para recoger el diezmo en las ciudades
(Neh 12:44). El sistema que estableció Nehemías fue funcional y
conquistó el apoyo de los judíos.
31
Es en este punto del relato que se agrega un detalle importante:
"Judá se complacía con el ministerio de los sacerdotes y levitas" (v.
44). Nótese que la razón del pueblo para diezmar no era que estaban
complacidos con el ministerio de los sacerdotes. Diezmaron debido
a que, según la ley, eso era lo que el Señor esperaba de ellos. Tanto
ellos como los sacerdotes y levitas estaban cumpliendo con la
voluntad de Dios y el resultado fue gozo en el Señor. Por supuesto,
esto no quería decir que los judíos no estaban interesados en lo que
estaba sucediendo en el templo.
Después de 12 años en Jerusalén, Nehemías volvió a Persia (432 AC).
Poco después de su partida, la condición espiritual del pueblo
comenzó a deteriorarse. Los sacerdotes perdieron de vista su alto
llamado. Eliazar, el sacerdote a cargo de los depósitos del diezmo,
permitió a Tobías, un amonita, residir en uno de los depósitos
continuos al templo, y de esta manera lo profanó (Neh. 13:4-5). En
esa época tampoco el sábado estaba siendo guardado en forma
correcta (Neh. 13:15); el pueblo dejó de dar el diezmo (Neh. 13:10);
los levitas abandonaron sus puestos en el templo y se fueron a
trabajar al campo (Neh. 13:10).
Nehemías volvió inesperadamente a Jerusalén y se enteró de la caída
espiritual del pueblo y de sus líderes. Su primer acto fue echar a
Tobías del templo y reconsagrar el lugar. Lo siguiente fue llamar a
los levitas para que volviesen al templo y pidió al pueblo que
trajesen sus diezmos al Señor.
La infidelidad del pueblo en traer los diezmos estaba influenciada
por lo que estaba ocurriendo en el templo bajo el liderazgo de los
sacerdotes.26 El hecho de que se estaba profanando el templo y que
se usaban mal las ofrendas "tendía a desalentar la liberalidad del
pueblo. Habían perdido su celo y fervor, y estaban reacios en el pago
de sus diezmos. La tesorería de la casa del Señor se había
empobrecido".27 Las reformas de Nehemías "inspiraron confianza al
pueblo y todo Judá trajo los diezmos" al Señor.28
¿Era correcta la actitud del pueblo? ¿Se justificaba el que retuviesen
el diezmo o dejasen de diezmar debido a la corrupción de los
sacerdotes? Ciertamente no. Nehemías no justificó la actitud del
pueblo, sino que les recordó su compromiso con el templo (Neh.
10:39). Convocó a los "oficiales" o líderes del pueblo. Estos no
32
pertenecían al sacerdocio. El término "oficiales" (seganím)
designaba a los "oficiales menores, tales como líderes de las villas". 29
Al dirigirse a esos líderes que representaban al pueblo y
reprenderlos, Nehemías estaba reprendiendo al pueblo por no
devolver sus diezmos a la casa de Señor. El verbo hebreo traducido
"reprender" es un término legal muy fuerte (ríb). Significa "disputar,
reñir (en público, con palabras, quejas, declaraciones,
reproches)".30 El Señor esperaba que tanto los sacerdotes como el
pueblo cumpliesen con sus respectivas responsabilidades. 31
Este fracaso de parte de los sacerdotes y levitas tenía que ser corregido.
Nehemías eligió cuatro hombres confiables para que se hiciesen cargo
de los depósitos y responsables también de "distribuir la provisión a
sus hermanos” (Neh. 13:13). La reforma restauró la confianza del
pueblo y en sus líderes.
En el libro de Nehemías se especifica que el diezmo Impone una
responsabilidad no sólo sobre el dador, sino también sobre el
recipiente. Dios espera que los que administran el diezmo lo usen en
forma adecuada. Aunque el comportamiento impropio de aquellos a
quienes Dios elige para dirigir a su pueblo puede descorazonar al
laicado, eso no justifica de ninguna manera el no devolver el diezmo
al Señor.
4. Malaquías 3:8-10. En este pasaje bien conocido, se
interpreta la negación a diezmar como una apropiación ilícita de la
propiedad de Dios -un robo. Aquellos que en Israel no diezmaban o
que daban un diezmo parcial (la frase "traer el diezmo entero” (Mal.
3: 10) puede ser Interpretada de ambas maneras), privaba a Dios de
lo que era suyo.
Esta era una acusación muy seria. La apropiación indebida de lo que
pertenecía al Señor era un crimen serio en Israel y por todo el antiguo
Cercano Oriente. Este pasaje establece fuera de toda duda razonable
que el diezmo no es parte de los ingresos de una persona. Es cierto
que nos llega en forma de ingresos, pero nunca es nuestro.
Considerarlo simplemente como una entrada personal para usarlo
como queremos, es robar a Dios.
33
Hemos visto ya que Dios usaba el diezmo para proveer alimento a los
sacerdotes y levitas. Lo mismo se enfatiza aquí en el ver. 10. Si el
pueblo usaba incorrectamente el diezmo, los sacerdotes y levitas
sufrían, pero el acto pecaminoso del pueblo era cometido contra el
Señor. Era a Dios, no a los levitas, a quien se le quitaba lo que era
suyo.
En un nivel más profundo, el problema se volvía aún más serio. AI
no traer sus diezmos al Señor, el pueblo hacía una afirmación religiosa
Importante pues negaba el cuidado providencial y amoroso de Dios hacia
ellos. Le quitaban el honor y la gloria que él merece como Aquel que
los preserva o guarda. Malaquías cita esta falta de fe en el Señor:
"Vosotros habéis dicho: 'Es inútil servir a Dios. ¿Qué ganamos con
cumplir con sus requerimientos...”? (Mal 3:14). Acusaron a Dios
de no cumplir con su parte en el pacto, pero el Señor respondió:
"Vosotros me estáis robando”.
Para las personas que no estaban plenamente consagradas al Señor
diezmar era en verdad un desafío. Ellos confían sólo en ellos mismos
para su propia subsistencia. En esta situación en particular, la
condición financiera del pueblo era precaria y consideraban que el
diezmo era innecesario. Fue a tales personas a las que el Señor dijo:
"Probadme en esto" (Mal. 3:10). Este era un llamado a actuar por fe
haciendo lo que debían hacer, creyendo en las bendiciones
prometidas por Dios (Mal. 3: 10-12). El Señor esperaba que en el
proceso su fe creciese al punto de confiar completamente en
él, reconociendo que su seguridad financiera se encontraba
únicamente en él.
Este llamado divino a la fe carece de sentido sin una experiencia de
conversión. Se introduce la invitación a dejar de robar a Dios por
un llamado a la conversión: "Tornaos a mi" (Mal. 3: 7). El diezmo
genuino es posible sólo para quienes se vuelven al Señor con fe confiando en él.
Para entender aún mejor la acusación de Malaquías contra los israelitas
con respecto al diezmo, debemos poner el pasaje en su contexto
histórico y religioso. Se cree generalmente que Malaquías profetizó
durante la época de Esdras y Nehemías. Siendo que en Malaquías y en
34
Nehemías 13, se describe la condición espiritual del pueblo y de sus
líderes de la misma manera, cierto número de eruditos ha concluido
que Malaquías profetizó durante la época en que Nehemías regresó a
Persia (432 AC o poco después).32 Como vimos, éste era un período de
gran deterioro espiritual en Jerusalén. En sus dos discursos contra el
sacerdocio Malaquías describió la situación en más detalle que
Nehemías. Uno de los sermones se registra en Malaquías 1:6-14, y el
otro en Malaquías 2:1-9.
El primer ataque contra el sacerdocio se basó en su falta de respeto
al Señor (Mal. 1:6). Ellos le traían sacrificios contaminados, las
víctimas del sacrificio tenían defecto físico (Mal. 1:8) y estaban
enfermos (1:13). Ni siquiera un gobernador aceptaría tales dones
(Mal. 1:8). Se condenó también a los sacerdotes porque consideraban
su obra como siendo una carga pesada y, por consiguiente, no estaban
siguiendo los procedimientos adecuados (versículo 12).
El segundo pasaje amonesta a los sacerdotes a escuchar al Señor (Mal.
2:1). Habían dejado de instruir al pueblo en forma adecuada y habían
también violado su llamado al sacerdocio (Mal. 2:7-8). Ellos
mantenían una forma externa y corrupta de culto.
Somos tentados a preguntar: "¿Merecía tal clase de gente recibir el
diezmo"? Pero el profeta no hizo esa pregunta. Dios encomendó a
los sacerdotes responsabilidades específicas y ellos fueron juzgados en
base a esas responsabilidades y su ejecución. Se esperaba que el pueblo
cumpliese con lo que el Señor les ordenara, y Dios no estuvo dispuesto
a excusar la violación de la ley del diezmo basándose en el fracaso del
sacerdocio. Esto explica la razón por la que Malaquías fue capaz, por un
lado, de condenar el pecado de los sacerdotes, y por el otro, de
requerir al pueblo que trajese sus diezmos al templo.
Malaquías reafirmó lo que el resto del Antiguo Testamento enseña acerca
de la naturaleza y propósito del diezmo. El diezmo pertenece al
Señor. El Señor lo usaba para proveer para las necesidades de los
sacerdotes y levitas, y nadie tenía derecho a quedarse con él. Retener
el diezmo equivalía a robar a Dios y por lo tanto era un pecado
cometido contra el Señor, no contra el templo o el sacerdocio. De
ahí que el Señor requería el diezmo a pesar del deterioro
35
espiritual de aquellos que se beneficiaban del mismo. A su
debido tiempo el Señor los llamaría a rendirle cuentas.
II. -EL DIEZMO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
D. OTROS PASAJES DEL ANTIGUO TESTAMENTO
1.- Mencione dos situaciones que en tiempos de Nehemías
influyeron a la infidelidad en diezmos y ofrendas
1) _______________________ 2) ___________________
2.- Explique ¿por qué Jehová reprendió a los sacerdotes?
______________________________________________________
3.- Explique ¿por qué Jehová reprendió al pueblo?
______________________________________________________
4.- Mencione que dos aspectos señalados en el Antiguo
Testamento con relación al diezmo reafirmó Malaquías?
1) __________________
2) __________________
5.- Se considera infidelidad al devolver un diezmo parcial?
Si____ no _____
36
EL DIEZMO EN EL NUEVO
TESTAMENTO
RESUMEN Y CONCLUSIONES
El Nuevo Testamento tiene muy poco que decir en cuanto al diezmo, pero
lo que dice es significativo para los cristianos. No hay un mandamiento
explícito para diezmar en el Nuevo Testamento, pero tampoco hay un
rechazo al sistema.
La discusión más larga del diezmo en el Nuevo Testamento se encuentra
en Heb. 7:1 -10. El autor analiza el encuentro entre Abraham y
Melquisedec, y establece algunos puntos teológicos significativos en su
argumento. El hecho de que Abraham devolvió su diezmo a Melquisedec se
presenta como clara evidencia de la superioridad del sacerdocio de
Melquisedec sobre el Aarónico. El pasaje presupone que el diezmo es una
práctica divinamente ordenada. No hay rechazo del diezmo, sino más bien
un reconocimiento implícito de su valor y significado.
Las otras referencias al diezmo se encuentran en los evangelios, Jesús lo
menciona en Luc. 18:12 en el contexto de la parábola del fariseo y del
recolector de impuestos. Ambos iban al templo a orar; el fariseo con un
espíritu de justicia propia, el recolector de impuestos con humildad,
implorando la misericordia divina. El fariseo mencionó dar un diezmo de
todo lo que recibía como evidencia de su gran piedad.
37
Jesús condenó la justicia propia del fariseo. Cuando los actos religiosos se
usan para glorificación propia, pierden su valor y se transforman en
formalidades vacías. El fariseo usaba el diezmo como una forma de obtener
la misericordia de Dios. Según Jesús, éste no es el propósito del diezmo. La
misericordia de Dios es un don gratuito que se recibe por fe y en humildad.
El fariseo usaba el diezmo incorrectamente en su experiencia religiosa.
Se menciona el diezmo también en Mat 22:23 y en su paralelo en Luc.
11:42. Jesús condenó a los fariseos por ser extremadamente cuidadosos en
diezmar pero negligentes en la "justicia y el amor de Dios" (Luc. 11:42). O,
como lo expresa Mateo, "descuidaban lo más importante de la ley -justicia,
misericordia y fidelidad" (Mat. 22:23). Jesús está repitiendo el mensaje de
Amos: el celo religioso y la práctica de la justicia, la misericordia, y el amor
deben mantenerse unidos. Entonces agregó: "Esto era necesario hacer sin
dejar de hacer lo otro [diezmar]". Jesús está aquí apoyando claramente la
práctica del diezmo;33 aunque al aprobar el diezmo, "lo juzga insuficiente
en sí mismo".34 Jesús nunca condenó el diezmar sino su mal uso. Lo definió
en calidad de lo que realmente es: una respuesta a la gracia
transformadora de Dios.
Pablo no mencionó el diezmo en sus epístolas. Sin embargo, trató el tema
de proveer para quienes predicasen el evangelio. "¿No sabéis que los que
sirven en el templo comen del templo, y que los que sirven al altar
comparten lo que se ofrece en el altar"? "Del mismo modo, el Señor mandó
que los que predican el evangelio vivan del evangelio" (1 Cor. 9:13).
Pablo se está refiriendo principalmente al sistema del diezmo en el Antiguo
Testamento. El estableció un paralelo entre los sacerdotes y levitas
y los que proclamaban el evangelio. El argumento es que a los obreros
del evangelio se les debía proveer para el sostén de la misma manera
que se hacía en el sistema sacerdotal. Lo que es especialmente
importante es que Pablo describió esto como un mandato directo del
Señor a la iglesia. El apóstol le dijo a la iglesia que con relación al
diezmo (de acuerdo al Señor), "no debemos hacer menos que lo que
la ley judía requiere".35 De esta forma él respaldó implícitamente el
diezmo cristiano.
Para el cristiano, el diezmo no es meramente una práctica del
Antiguo Testamento con ninguna relevancia para los creyentes,
sino una parte de la comprensión cristiana de la verdadera
38
mayordomía. De hecho "la práctica del diezmo cristiano proviene de la
tradición hebrea y es allí en donde descubrimos su riqueza de
significado".36
Sobre el tema del diezmo, el Nuevo Testamento muestra
conformidad con el principio del Antiguo Testamento de devolver
a Dios un diezmo de todo lo que ganamos y nos recuerda su propósito
y significado. El Nuevo Testamento condena el diezmo cuando se lo
practica como una manifestación de justicia propia, y desafía al
creyente a practicar también la justicia, la misericordia y el amor. El
propósito básico del diezmo sigue siendo el mismo: el Señor lo usa para
proveer para las necesidades de los que dedican sus vidas a la
proclamación del evangelio. El significado teológico del diezmo en el
Antiguo Testamento yace en el mismo fundamento de la práctica
cristiana del diezmo.
RESUMEN Y CONCLUSIONES
El fundamento teológico del diezmo que provee el Antiguo Testamento lo
convierte en una práctica enriquecedora para la vida del creyente. El
primer elemento en este fundamento es la percepción y comprensión
de Dios como Creador de los cielos y la tierra. En el contexto del
diezmo, esta declaración no tiene como propósito enfatizar el poder
majestuoso de Dios sino su señorío sobre todo el universo. El cosmos
le pertenece a una Persona, la que lo trajo a la existencia. Toda
criatura que reclama de alguna forma ser dueño está usurpando el
derecho de Dios.
El segundo aspecto de la persona y obra de Dios que provee una base
teológica para el diezmo se encuentra en su cuidado providencial, su
conducción y amor hacia nosotros. El Creador no abandonó sus
criaturas a las fuerzas del mal. En un mundo hostil de pecado y
muerte, Dios continúa siendo el Propietario que resiste el mal y
preserva nuestras vidas. Este cuidado providencial presupone la obra
de redención de Dios mediante la cual somos restaurados a un
compañerismo pleno con él y con Cristo. El mal fue derrotado por Cristo
y ahora podemos participar en su victoria. La vida nos fue preservada
mediante el Hijo, y es también a través de él que recibimos las
bendiciones de Dios y que son suplidas todas nuestras necesidades. Todo
pertenece a Dios, no sólo por creación, sino también por
39
redención. Su poder providencial continúa preservando el
universo. No hay aspecto de la vida humana, ninguna necesidad que
podamos tener, que Dios no pueda suplirla para nosotros.
La naturaleza del diezmo puede ser resumida en una frase: Este es santo. La
santidad apunta hacia lo que es único, diferente, y que por consiguiente
pertenece al Santo. No hay nadie como Dios en el universo porque é!
es el Creador. Siendo que el diezmo es santo, no podemos retenerlo
sino que debemos devolverlo a Dios. Desde el punto de vista humano,
el diezmo parece formar parte de nuestros ingresos, algo ganado por
nuestro trabajo y esfuerzo. Pero la fundación teológica se vuelve aquí
relevante al recordarnos que todo lo que tenemos viene del Señor.
Somos responsables de administrar todos los dones que nos dio,
excepto el diezmo, pues es exclusivamente suyo y debe serle
devuelto. El diezmo fue investido de santidad por Dios.
El diezmo tiene varios propósitos importantes. En primer lugar,
mediante el diezmo Dios le permitía a su pueblo (no sólo a los
sacerdotes), manejar lo santo, lo que le pertenecía a él. En cierto
sentido ésta es una democratización de una función sacerdotal.
Cuando traíamos con lo santo, se nos reta a ser santos. El llamado de
Dios a les creyentes se basa parcialmente en una ética de imitación.
Él dijo a su pueblo: "Sed santos porque yo, el Señor, soy santo" (Lev
20:26). El diezmo contribuye hacia ese objetivo glorioso debido a
que en nuestro dar estamos imitando a Dios. En el proceso, el yo
es subyugado y el amor de Dios llena el corazón humano.
En segundo lugar, siendo que el diezmo es santo, llega a ser una prueba
de lealtad para cada persona. Es una prueba debido a que establece
límites a nuestra libertad al señalarnos que dependemos de Dios. No
todo aquello a lo que tenemos acceso es nuestro. Como ya indicamos,
el diezmo es una prueba debido a que parece formar parte de nuestro
ingreso y, por consiguiente, podemos tentarnos a quedarnos con él,
violando así su santidad. En cierto sentido el diezmo es análogo al
árbol del conocimiento del bien y del mal en el Jardín del Edén. Adán
y Eva tenían libre acceso a comer de todos los árboles del jardín,
excepto uno. Ese árbol llegó a ser una prueba de su lealtad a Dios.
En tercer lugar, el diezmo nos recuerda nuestro pacto con el Señor,
nuestra rendición total e incondicional a su amante voluntad. En la
40
relación pactual, Dios llega a ser nuestro Dios y nosotros llegamos a
ser su pueblo; lo reconocemos como nuestro Salvador y como el que
nos bendice. En esa relación, humildemente reconocemos que todo
lo que tenemos le pertenece y que suplirá nuestras necesidades
espirituales y económicas. El diezmo es un símbolo o recuerdo de esa
entrega total al Señor. Cuando alargamos nuestra mano y
reverentemente depositamos nuestro diezmo en el plato de la ofrenda
durante el servicio de culto, estamos dando al Señor una fracción de
nuestra vida como prueba de nuestra total consagración a él.
Podemos fácilmente concluir que el diezmo es un testimonio de nuestra
relación de confianza y amor con nuestro Señor y Salvador. Esto se
deduce del hecho de que en la Biblia la gente dejó de diezmar cuando
su relación con el Señor se violentó por la apostasía.
Finalmente, Dios, y no el ser humano, le asignó al diezmo un
propósito adicional. Mediante el diezmo, Dios proveyó para las
necesidades de aquellos a quienes llamó para ser sus ministros. Dios
es el único que determina la manera en que el diezmo debe ser
usado. Esto tiene implicaciones serias para quienes fielmente
devuelven los diezmos al Señor. Nunca debiéramos concluir que el
diezmo es un pago hecho por los servicios recibidos de un ministro.
Esto abriría inmediatamente la puerta a su comercialización. Bajo tal
circunstancia, la persona puede sentirse libre de usar el diezmo "para
pagar" sólo a los ministros cuyos servicios eran lo que se quería o
esperaba recibir. De ser así, estaríamos usando el diezmo para controlar
la calidad del producto que deseamos. Esto iría contra el mismo
corazón, naturaleza y propósito del diezmo. El diezmo debe devolverse
siempre al Señor porque es santo y es él quien lo inviste de santidad
o determina cómo debe ser usado-nunca nosotros.
Por consiguiente, no se justifica nunca el cesar de dar el diezmo por el
hecho de que los ministros de Dios, ya sea en realidad o en
apariencia, no cumplen adecuadamente su función. Cuando el
pueblo de Dios asumió esa actitud, Dios lo reprendió fuertemente, lo
acusó de robarle. Aún la retención del diezmo con el propósito de
reformar la iglesia se vuelve una violación al propósito de Dios con
respecto al diezmo. No es nuestra prerrogativa determinar cómo y
para qué debe usárselo.
41
Habiendo dicho esto, debemos señalar que los ministros de Dios tienen
una solemne responsabilidad como recipientes de los diezmos. El Señor
espera de ellos que cumplan con sus responsabilidades de manera
eficiente, proveyendo para las necesidades de la iglesia y la
proclamación del evangelio. El plan de Dios para su iglesia es que tanto
los miembros de la iglesia como sus ministros cumplan respectivamente
sus deberes en forma adecuada. Todo debe ser hecho, en la medida
posible, con el interés de mantener a todo "Judá" complacido con el
ministerio de sus líderes espirituales.
1.- ¿Qué dice el Nuevo Testamento sobre el tema del diezmo?
_______________________________________________________
RESUMEN Y CONCLUSIONES
1.-
¿En qué se fundamenta el significado teológico del diezmo?
_______________________________________________________
_______________________________________________________
2.-
Después de un estudio más amplio sobre el diezmo,
discuta en grupos de cinco las siguientes preguntas:
1) ¿Qué lecciones nuevas aprendiste?
2) ¿Cuáles son tus pensamientos hacia el diezmo?
3) ¿Consideras que tú y tu iglesia están
devolviendo los diezmos como resultado de una
comunión con el Dios soberano, y como
reconocimiento de su señorío sobre nosotros?
42
Mi respuesta de fe
Reconociendo que sólo Dios es soberano sobre toda creación, así como la
única fuente de vida y de bendiciones. Como testimonio de mi relación
con él reafirmo hoy en mi vida la práctica del diezmo bíblico.
______________________________
Firma
Los materiales adicionales que siguen sobre diezmar y los tópicos
relacionados, han sido producidos por el Departamento de
Mayordomía de la Asociación General durante 1991 -1994: Principios
de Vida, Sistema Financiero de los Adventistas del Séptimo Día;
Momentos de Diezmar; Mayordomía y Planeamiento de Estrategias.
43
LA MAYORDOMIA Y LA TEOLOGÍA DE LAS
OFRENDAS
LAS OFRENDAS EN EL ANTIGUO
TESTAMENTO-PARTE I
I. INTRODUCCION
El estudio de las religiones antiguas sugiere que en la interacción entre
los seres humanos y el ser divino, la ofrenda que se llevaba a los
dioses era un aspecto constitutivo de la devoción personal. A lo largo
del antiguo Cercano Oriente los seres humanos llevaban diferentes
tipos de ofrendas a los dioses, buscando sus bendiciones, protección,
perdón y dirección. En la mayoría de los casos se visualizaban las
ofrendas como medios de suplir las necesidades de los dioses con el
propósito de ganar o mantener su favor.37 Esta preocupación intensa
de presentar ofrendas materiales a los dioses era universal.
La religión bíblica no es una excepción en esta área de práctica
cultual. De hecho, las ofrendas juegan un papel importante en los
servicios del santuario del Antiguo Testamento y en el culto cristiano
del Nuevo Testamento. Exploraremos en este artículo la riqueza de
los materiales bíblicos sobre este tema. En algunos casos prestaremos
atención a la terminología empleada para referirse a las ofrendas,
pero nuestro interés principal se centrará en los tipos diferentes de
ofrendas que se mencionan en la Biblia. Exploraremos las principales
ideas teológicas o religiosas que se asocian a esas ofrendas con el
propósito de sintetizar los elementos fundamentales de la teología y la
práctica de las ofrendas en la Biblia.
44
LAS OFRENDAS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO-PART. I
El Antiguo Testamento menciona ofrendas mucho más a menudo que el
diezmo. En un libro que se interesa en el culto al único y verdadero
Dios, las ofrendas tienen un lugar y función bien distintivo. El culto y
las ofrendas son prácticamente inseparables en el Antiguo
Testamento. En lo que sigue discutiremos los diferentes tipos de
ofrendas que se mencionan en el Antiguo Testamento.
A. Las ofrendas de sacrificios expiatorios
La expiación y las ofrendas sacrificiales aparecen entrelazadas en el
sistema de culto del Antiguo Testamento. Las ofrendas expiatorias
por excelencia eran las ofrendas por el pecado (Lev. 4) y por la culpa
(Lev. 5), llamadas "ofrendas" en Núm... 5:9 y 1 8:8). El término hebreo
que se usa allí es terúmah, un sustantivo que proviene probablemente
de la raíz verbal rüm - "ser alto," la que en una de sus formas verbales
significa "donar, poner aparte." Designa un don o una ofrenda que
se pone aparte para el Señor fuera del santuario, y que luego se trae
al templo y se la entrega a Dios.38
El poder expiatorio de esas ofrendas no se localizaba en la víctima
sacrificial misma sino en Dios quien, por Su gracia, le asignaba esa
función (Lev. 1 7:1 1 ). En otras palabras, la eficacia expiatoria se
encontraba en la disposición de Dios de perdonar los pecados de Su
pueblo (véase Lev. 4:26,31).
Las ofrendas sacrificiales expiatorias parecieran haber tenido una función
limitada. De hecho, su única función era señalar a Dios como el único que
podía expiar el pecado. El Antiguo Testamento mismo testifica sobre la
ineficacia de las ofrendas expiatorias para otorgar perdón, y al mismo
tiempo identifica el único medio efectivo de la expiación. David reconoció
que su pecado no podía ser removido mediante las ofrendas sacrificiales
(Sal. 51:16). Su única esperanza era consistía en descansar en la compasión
y el "amor misericordioso" de Dios (Sal. 51:1-2). Con relación a la redención
de la vida humana, ningún sacrificio de animales es suficientemente
costoso para lograrla: "Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al
hermano, ni dar a Dios su rescate. Porque la redención de su vida es de
45
gran precio, y no bastará para que viva para siempre, y nunca vea la
sepultura" (Sal. 49:7-9).
Es imposible para los seres humanos traer una ofrenda al Señor que sea
suficientemente costosa como para rescatarse a sí mismos. Dios es el único
que podía proveer esa ofrenda, y lo hizo. Isaías previo la obra futura del
Mesías quien, aunque rechazado por su pueblo, era la ofrenda expiatoria
que Dios proveyó para la redención de los mortales. El Señor hizo "su vida
una ofrenda por la culpa" (Isa. 53:10); él llevó el pecado de muchos y fue
contado con los transgresores (v. 12) para declararlos justos (v.11).
Lo que ninguna ofrenda humana podía cumplir, la ofrenda divina lo logró.
Este tema se desarrolla mucho más en el Nuevo Testamento, donde se nos
informa la imposibilidad de la sangre de las víctimas de sacrificios de quitar
el pecado de los adoradores (Heb. 10:4). Sólo mediante la sangre de Cristo
es esto posible (Heb. 10:14). Pablo afirma que Dios "lo presentó como un
sacrificio de expiación, mediante la fe en su sangre" (Rom. 5:25). Cristo
mismo interpretó su misión como la de quien da "su vida como rescate por
muchos" (Mar. 10:45).
La importancia de esta comprensión de las ofrendas expiatorias es
fundamental para una teología bíblica de las ofrendas. En primer lugar, se
describe a Dios aquí como dispuesto a dar, como un "ofrendante". Esto
provee una plataforma teológica para la dadivosidad de los seres humanos.
La dadivosidad humana debe seguir el modelo de la dadivosidad divina.
Comparado con cuánto Dios da, su pueblo le da muy poco.39 Es importante
que entendamos que si Dios espera que le traigamos una ofrenda es porque
él mismo dio una ofrenda a favor nuestro.
En segundo lugar, ninguna de nuestras ofrendas tiene una función
expiatoria. No poseemos cosa alguna que podamos traer a Dios a fin de
hacernos aceptables delante de él, y no necesitamos hacer tal cosa porque
Dios proveyó la única ofrenda a través de la cual se ha logrado la expiación.
Nuestras ofrendas nunca deben ser un intento nuestro por ganar la
simpatía, el amor o el perdón de Dios. Esa es la función exclusiva e
indisputable de la ofrenda de Dios en Cristo por nosotros. Nuestra
motivación para dar nunca debiera ser el hacernos meritorios delante del
Señor. De hecho, lo que hace aceptable nuestras ofrendas es la ofrenda
sacrificial del Hijo de Dios que santifica nuestro dar.
46
B.
Los sacrificios como ofrendas
Aparte de las ofrendas por el pecado y la culpa, hay otras ofrendas
sacrificiales que, además de la función expiatoria, tienen también
otros propósitos teológicos y religiosos. Dos de ellas son de interés
especial para nuestro estudio, a saber las ofrendas quemadas
(holocausto: Lev. 1) y de paz (Lev. 3). Trataremos aquí
únicamente el aspecto no expiatorio de esas ofrendas.
1. Las ofrendas quemadas (holocaustos: Lev. 1:3-17)
Ninguna parte de esta ofrenda se daba al sacerdote o al que la traía para
ofrecerla; la víctima sacrificial se quemaba enteramente sobre el
altar, en una entrega total al Señor (Lev. 1:9). Los eruditos han
detectado en este sacrificio una expresión ritual de la disposición de
los adoradores a entregar o reconsagrar sus vidas enteras a Dios. El,
como su Señor, tenía derecho total sobre ellos, y esta ofrenda era un
acto simbólico de una entrega completa a Dios.40
En hebreo se hace referencia a la ofrenda quemada como siendo un
qurban = "ofrenda", del verbo qarah = "venir cerca", "acercarse". Este es
un término genérico que se usaba para designar los sacrificios y
ofrendas que los israelitas traían al Señor (véase Lev. 22:18; Núm.
7:3, 12-17; 15:4; 31:50). Podía traducirse como " lo que se trae cerca,
se presenta, se ofrece".41 Una ofrenda es, por consiguiente, algo que
se transfiere de nuestra esfera a la del Señor; al traerla cerca de él
llega a ser suya.
De interés particular para nosotros es el hecho de que se aceptaban
diferentes animales como víctimas sacrificiales para el holocausto.
Se enumeraban los animales con base a su valor financiero. El de más
valor se menciona primero, un becerro, al que seguían la oveja y el
macho cabrío (véase Lev. 1:3,10). Aún los pájaros, una paloma, o
una tórtola se podían ofrecer (Lev. 1:14).
Aquí podemos hacer dos comentarios. En primer lugar, una ofrenda es
algo costoso para el adorador; se priva de un animal costoso y útil al
darlo al Señor.42 David entendió este principio y rechazó la idea de
dar al Señor una víctima que no fuese suya (2 Sam. 24:24). En segundo
lugar, Dios no espera que todos den la misma cantidad. Al nombrar
las víctimas sacrificiales desde las más costosos a las menos costosos,
se da a entender que cada cual podía traer algo al Señor. El Señor
47
esperaba que algunos trajesen un becerro y otros una oveja o un
macho cabrío, según su condición financiera. El más pobre podía
traer un pájaro (véase Lev. 5:7; 12:8).43 La implicación teológica es
que Dios considera especialmente la disposición interior del dador, y
que el deseo de adorarlo es más importante que el valor monetario
de la ofrenda.44 La experiencia interna de uno se expresaría al traer
a! Señor lo mejor que puede ofrecer.
Además de la función expiatoria de este sacrificio, se dan otras dos
razones para traerlo al Señor. Lev. 22:17-20 describe una ofrenda
votiva (ofrenda a Dios por voto o promesa) y una voluntaria. La ofrenda
votiva se traía al cumplirse un voto. Una persona presentaba una
petición al Señor y solemnemente prometía dar una ofrenda votiva
después de recibir respuesta a la oración.45 La ocasión en que se traía
esta ofrenda era gozosa y la persona expresaba su gratitud al Señor por
haber respondido a sus oraciones (véase Sal. 61:8; Neh. 1:15).46 El
holocausto podía también ser voluntario. Era traído al Señor "por
devoción, no por obligación o debido a una promesa"; 47 era una
expresión de amor a Dios. Basados en los comentarios anteriores,
podemos concluir que una ofrenda es una expresión tangible de la
entrega plena de una persona al Señor, traída con gratitud y amor.
Debía traérsela al centro de culto y ser entregada a los que Dios
designó para recibirla. Se esperaba que se trajese lo mejor que se
podía ofrecer según los recursos financieros de cada cual.
2. Las ofrendas de paz (Lev. 3:1-17)
La ofrenda de paz se distinguía del holocausto en varias formas. La
víctima sacrificial podía ser una hembra del ganado o del rebaño. Las
hembras eran más caras. Se devolvía la mayor parte de la carne de
la víctima al adorador para que la comiese en compañía de su familia
y amigos (Lev. 7:11 -21). Cuando se traía el holocausto, la persona no
se beneficiaba materialmente, pero en el caso de la ofrenda de paz sí
se beneficiaba. Esto permitía que un grupo de personas viniesen juntos
a adorar a Dios.
Hay tres tipos de ofrendas de paz: la votiva, la voluntaria, y la de
gratitud (Lev. 7:12,16). Todas ellas eran en verdad ofrendas
voluntarias. Podían traerse para cumplir un voto o como un acto de
devoción personal a Dios, semejante al holocausto. El elemento
48
nuevo es el aspecto de gratitud. El hebreo todah - "gratitud" se usa en
la Biblia para expresar las ideas de alabanza, gratitud y confesión.48 Se
presentaba la ofrenda después de experimentar liberación de algún
peligro. Era el "resultado de un deseo espontáneo de expresar
públicamente gratitud personal por las bendiciones que se habían
disfrutado ". 49 La ocasión debía ser gozosa (Deut. 27:7; Sal.
95:2).50
Se introducen aquí un par de elementos nuevos que esclarecen el
significado de las ofrendas en el Antiguo Testamento. En primer lugar,
esta ofrenda podía ser de beneficio para los que la ofrecían. Como
observamos, se devolvía la mayor parte al dador para facilitar la
adoración colectiva con los miembros de la familia y los amigos.
Todos comparten o participan de la ofrenda que uno de ellos traía.
En segundo lugar, la ofrenda podía ser un vehículo para expresar
gratitud y alabanza a Dios por sus bendiciones y por su poder liberador
del mal. Era en esencia una expresión de gratitud al Dios de la alianza.
Guía de estudio para el alumno
Conteste cada pregunta según se indique
I. INTRODUCCIÓN
1.- La práctica de las ofrendas en las religiones antiguas
demuestran que la ofrenda llevada a los dioses constituía una parte
de _________________________.
II. - OFRENDAS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
2.- Diga ¿por qué las ofrendas en el Antiguo Testamento
tienen un lugar y una función bien definida?
________________________________________________________
3.- Diga ¿con qué elemento las ofrendas son prácticamente
inseparables?
_________________________________________________________
49
A. LAS OFRENDAS DE SACRIFICIOS EXPIATORIOS
4.- Explique: ¿en qué consistía las ofrendas expiatorias?
__________________________________________________________
5.- ¿Qué significa ofrenda en el lenguaje hebreo?
__________________________________________________________
6.- Subraye ¿en qué consiste el poder expiatorio de las ofrendas
en el Antiguo Testamento?
a) en la víctima sacrificada
b) en Dios
7.- Diga ¿cuál era la única función de la ofrendas sacrificiales y
expiatorias?
__________________________________________________________
8.- Subraye ¿cuál fue la ofrenda única que hizo posible la expiación
del pecado?
a) sacrificios de animales
b) sacrificio de Cristo
9.- ¿Qué sirve de plataforma teológica, para la dadivosidad humana?
__________________________________________________________
10.
¿Qué modelo de dadivosidad debemos seguir?
__________________________________________________________
11. ¿Tienen nuestras ofrendas función expiatoria?
Si _____ no ______
50
12. Diga dos funciones específicas de la ofrenda de Dios en cristo
1). ______________________
2) _______________________
B. SACRIFICIO COMO OFRENDA
1. LAS OFRENDAS QUEMADAS
13. ¿Qué significa holocaustos?
________________________________________________________
14. ¿Qué detectan los eruditos en este tipo de sacrificio?
________________________________________________________
15. Diga ¿qué simbolizaba este acto de ofrendar?
________________________________________________________
16. ¿Qué significa en hebreo la ofrenda quemada?
________________________________________________________
17. Mencione dos lecciones que se desprenden del hecho de
aceptar sacrificios con diferente valor financiero (Lév. 1: ,10)
________________________________________________________
18. ¿Aceptaba Dios como sacrificio el hecho de que el ofrendante
teniendo becerros en su rebaño, presentara a Dios una paloma?
________________________________________________________
51
19. Subraye ¿qué clase de ofrenda Dios esperar recibir?
________________________________________________________
a) Lo mejor que yo puedo ofrecer
b) Lo menos que yo puede dar
2. OFRENDAS DE PAZ
20. Anote dos diferencias entre las ofrendas de paz y holocausto
1) _________________________ 2) _____________________
21. Mencione las tres clases de ofrendas de paz
1) ___________________
2) ___________________
3) ___________________
22. ¿Qué elemento nuevo se añade en esta ofrenda?
________________________________________________________
52
LAS OFRENDAS EN EL ANTIGUO
TESTAMENTO-PARTE II
C. Otras ofrendas
Varias otras ofrendas se mencionan en el Antiguo Testamento. La
"ofrenda de cereal" se la llama en hebreo minchah y significa "un don,
tributo". En Levítico, éste es un término técnico que se usaba para
designar una ofrenda hecha de harina fina cocinada o cruda y
mezclada en aceite (Lev. 2:1-10). Se la traía al Señor, pero él le daba
la mayor parte al sacerdote oficiante.
El término minchah en el Antiguo Testamento designa un regalo hecho
a un superior que era reconocido como señor o gobernante de la
persona que traía el regalo (véase Jueces 3:15; 2 Sam. 8:2,6). Al traer
a Dios un minchah = "ofrenda de cereal", los israelitas declaraban en
lenguaje ritual que Yahvé era el Señor del pacto y ellos sus súbditos.51
El hecho de que se trataba de una ofrenda de grano puede sugerir que
se reconocía que los frutos de la tierra eran resultado de las
bendiciones del Señor.52 Nótese, sin embargo, que lo que se traía no
era el grano sino la harina. Mediante su trabajo el israelita
transformaba el grano en harina. Dios y los seres humanos trabajaban
juntos, y al traer esta ofrenda se reconocía no sólo la obra de Dios a
favor de ellos sino que a la misma vez le consagraban su trabajo al
Señor.53
A los israelitas se les requería traer al Señor las primicias o primeros
frutos de la tierra (Lev. 23:9-11; Núm. 18:12-13; Deut. 18:4; 26:1-
53
11). Esta ofrenda era esencialmente una ofrenda de gratitud al Señor
usada para el sostén del sacerdocio (Deut. 18:3-5).54 El hecho de que
se la llamaba primicias sugiere que era lo mejor de la cosecha (Núm.
18:12; Exo. 23:19). También indica que Dios estaba primero en la
vida del adorador. Los israelitas no daban de lo que les sobraba. 55
Antes que comenzaran a disfrutar de la cosecha separaban las
primicias para el Señor (Lev. 23:14). 56
Esta ofrenda era un reconocimiento del hecho de que la fertilidad de
la tierra estaba en las manos del Señor y que él era "la fuente de la
generosidad" 57 y el propietario de la tierra (Deut. 26:10). 58 El
énfasis teológico de esta ofrenda está puesto en la bondad del Señor
que prometió la tierra y sus frutos al pueblo, y cumplió sus promesas
(Deut. 26:3, 8-1 Ó). 59 Alegremente celebraban los israelitas la
fidelidad de Dios que se manifestaba en el don de la tierra y en la
bendición de la cosecha (Lev. 23:11 ).60 En este contexto es de especial
importancia una referencia a la redención de Egipto, porque ésta
precedió el regalo de la tierra que Dios le diera al pueblo, y fue el
fundamento sobre el cual se basaron las ofrendas que el pueblo traía
a Dios (Deut. 26:8-10).
La ocasión cuando se traía esta ofrenda al templo se caracterizaba por
el gozo (Deut. 26:11). Era una experiencia colectiva de gozo en la
que el pueblo, los levitas, y los extranjeros que moraban entre ellos
estaban involucrados celebrando el hecho de Dios les dio todos esos
dones. Esta ofrenda era la expresión exterior de una fe profunda en el
Señor y de sentimientos de gratitud.61
Se requería también una ofrenda de los despojos de la guerra (Núm.
31:29741,52). Se usan varios términos para designar esta ofrenda.
Se la llama mekes = "obligaciones cúlticas o impuesto" (. 28,37, 41),
terúmah - "don" (v. 29,52), y qorban = "lo que se trae cerca" (v. 50).
Al compartir los despojos de la guerra con los sacerdotes y levitas,
los israelitas reconocían que era Dios quien les había dado la victoria
sobre sus enemigos. Por consiguiente, la ofrenda era una expresión
de gratitud por la victoria.62
Las tres ofrendas que hemos discutido en esta sección refuerzan lo
que ya habíamos encontrado con respecto al contexto y significado
de las ofrendas en la Biblia, y agregan algunos elementos nuevos.
54
Adoración, gozo, gratitud, y agradecimiento caracterizan a todas las
ofrendas, aunque algunas fuesen requeridas. Se reconoce a Dios
como el único que bendice y protege a su pueblo, el trabajo de ellos
y a la tierra. Mediante estas ofrendas se alaba a Dios como al Señor
de Israel a quien se le debe traer lo primero y mejor de la cosecha.
Se lo proclamaba como propietario de la tierra que cumplía las
promesas que había hecho a su pueblo al bendecirlos con la tierra y
la cosecha.
D. Ofrendas especiales
Una ofrenda especial era una que se traía al Señor con un propósito
específico. El mejor ejemplo de este tipo de ofrenda en el Antiguo
Testamento es la que se recogió para edificar el tabernáculo. El Señor la
requirió de cada uno (Exo. 25:2), y aun así, debía ser una ofrenda
voluntaria (36:3). La dávida debía expresar la gratitud interior en la
que el centro de la personalidad del individuo estaba involucrado. Sólo
aquellos cuyos "corazones eran impulsados" (nadab = "urgir, dar
voluntariamente") a dar debían traer esa ofrenda (Exo. 25:2; 35:5). Se
expresa también la disposición interna en la frase "cuyos corazones se
levantaron" (Exo. 25:21) o "cuyo espíritu se movió" (v. 29). La petición
del Señor debía encontrar una respuesta positiva en el corazón del
pueblo, y la encontró. En consecuencia, trajeron como ofrenda oro,
plata, bronce, piedras preciosas, hilo, lino fino, pieles de animales,
madera, aceite de olivo y especias (Exo. 25:2-7). Cada uno, hombres y
mujeres, trajeron algo de sus posesiones (Exo. 35:5); de hecho,
trajeron más de lo que se necesitaba (Exo. 36:6-7). Esta ofrenda
especial se llama terúmah, un don dedicado a Dios y traído luego al Señor.
Se llevaban todas las ofrendas a un lugar central y se las entregaba a
Moisés quien debía distribuirlas y administrarlas para el proyecto
anunciado.
Cuando el primer grupo de exiliados estuvo listo para regresar a Jerusalén
en el 539 AC, sus vecinos les proveyeron dones, ofrendas voluntarias,
para que se usasen en la reconstrucción de) templo (Esd. 1:6). En el
457 AC, Esdras volvió con otro grupo de cautivos. Esta vez el rey, sus
consejeros y oficiales, y los judíos dieron una donación (terúmah =
"ofrenda") para sostener los servicios del templo (8:25). Esdras guardó
registro cuidadoso de esta ofrenda (8:26-30).
55
Cuando el templo necesitaba reparaciones, se recogía del pueblo una
ofrenda con ese propósito. En 2 Crón. 24:6,9 se llama mas'eth a
una ofrenda tal. Este substantivo se deriva del verbo nasa' que
significa "levantar, llevar", sugiriendo que designa una ofrenda como
"algo que se lleva a alguien" en este caso al Señor.63 En la época del
rey Joas, cuando el templo estaba siendo reparado, se colocó un
cofre fuera del templo para recoger esta ofrenda. La Biblia declara
que el pueblo traía gozosamente esta ofrenda voluntaria (2 Crón.
24:10).64
El Señor requirió una ofrenda especial durante la dedicación del
altar y del santuario (Núm. 7). Cada tribu enviaba sus ofrendas (qorban,
v. 3) a través de sus representantes. Estas consistían en sacrificios de
animales, utensilios de oro y plata, harina e incienso, todo lo cual era
necesario para comenzar los servicios del santuario.65 Los israelitas eran
responsables de proveer suficientes recursos para que se efectuaran los
servicios del santuario, y cumplieron esa responsabilidad por medio de
sus ofrendas.
Tres veces al año los israelitas peregrinaban a Jerusalén para celebrar las
fiestas de los Panes Ázimos, de las Semanas y de los Tabernáculos
(Deut. 16:16). En cada una de esas ocasiones se esperaba que trajesen
al Señor una ofrenda llamada mattanah = "un don7', del verbo natan "dar", que designa entre otras cosas un obsequio dado por un padre a
su hijo (véase Gen. 25:6) y el regalo del sacerdocio a Aarón (Núm.
18:7; compárese v. 6 y 29). Era muy a menudo un obsequio
motivado por una disposición buena y bondadosa de una persona
hacia otra (compárese Est. 9:22).
En el contexto de estas tres ofrendas Deut. 16:16-17 hace varias
declaraciones importantes. La primera: "Ninguna persona aparecerá
delante del Señor con las manos vacías" (Deut. 16:16). Las ofrendas
ocupan un lugar en el culto colectivo. Cuando el pueblo venía
delante de Dios debía traer algo como testimonio de la recepción de
sus bendiciones. Estas debían ser ofrendas voluntarias (versículo 10),
que expresasen el gozo por el cuidado y la protección divinas. El
segundo principio: "Cada uno ofrecerá su don en proporción a la
bendición que tu Dios le haya dado" (versículo 17). Una traducción
literal de la última parte de esta frase sería: "como la bendición del
Señor tu Dios que él te dio". La cantidad de la ofrenda diferiría de
56
persona a persona debido a que se basaría en el principio de la
proporcionalidad--^ cantidad reflejaba cuánto el Señor había
bendecido a la persona. El tercer elemento: ".. .que él te dio" (véase
versículo 17), indica que la dádiva divina está primero y hace posible
la dádiva humana. El texto Implica que Dios da sus bendiciones a cada
uno y que cuando una persona viene delante de él, siempre tendrá
una razón y algo que dar al Señor (compárese Eze. 46:5, 11).
Es Interesante notar que las ofrendas especiales que acabamos de
discutir, así como las otras ofrendas, eran requeridas por Dios, y no
obstante, debían ser expresiones voluntarias de gozo y gratitud.
Pareciera como si Dios estuviese usando el sistema de ofrendas para
enseñar a los israelitas cómo expresarle gozo, gratitud, y muchos otros
sentimientos de devoción. Sorprendentemente, el Señor interpretó
la negligencia en traerle ofrendas como un acto de robo (Mal. 3:68). Esto se debió probablemente al principio de que si Dios bendecía al
pueblo, él tenía derecho a un don de gratitud por el cual el pueblo lo
reconociese como su Señor. De esta manera los protegía de caer en
el pecado odioso de la idolatría. El privarlo de las ofrendas sería
equivalente a rechazar su señorío sobe ellos, y atribuir las bendiciones
recibidas a algún otro poder. Aquellos para quienes Yahvé era el único
Dios estaban dispuestos sencillamente a traerle sus ofrendas. Una
ofrenda presupone una firme entrega total y personal. Debiera por
consiguiente, no sorprendernos encontrar una conexión entre una
reforma espiritual y el incremento de las ofrendas (2 Crón. 31:1, 1014).
El Antiguo Testamento señala hacia una época en la que los reyes y
los poderosos traerían sus dones u ofrendas al Señor (véase Sal. 68:29;
76:11; Isa. 18:7). El término hebreo de esta ofrenda es shay - "regalo,
presente", y designa una ofrenda dada por el poderoso y rico a Aquel
que se identifica como Señor universal y victorioso en la guerra.66
Las ofrendas especiales que hemos discutido parecen enfatizar de una
manera especial la importancia de la disposición interior de la persona
que le impulsa a dar una ofrenda voluntaria. Esta disposición,
acompañada de sentimientos de gozo, gratitud, agradecimiento y
adoración, toma un cuerpo visible en la ofrenda que se le entrega al
Señor. En este acto se reconoce y proclama a Dios como Señor de las
vidas de quienes lo adoran y como el Propietario de la tierra y de sus
57
frutos. David resumió bien este concepto cuando escribió: "Porque,
¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer de
nuestra voluntad cosas semejantes, siendo todo tuyo? Lo que hemos
recibido de tu mano, eso te damos" (1 Crón. 29:14).67
1. ¿Qué significa la Ofrenda de Cereal en el idioma hebreo? (lév.
2:1-10)
_____________________________________________________
2. ¿Qué significa tiene la palabra “minchah” en el Antiguo
Testamento?
_____________________________________________________
3. ¿Con qué dos significados está relacionado el termino
primicias?
1)___________________________
2)___________________________
4. Escribe las cuatro características expresadas en todas las clases
de ofrendas
1) ________________________
2) ________________________
3) ________________________
4) ________________________
5. Explique ¿qué es una ofrenda especial?
_____________________________________________________
58
6. Escriba dos ejemplos bíblicos de ofrendas especiales
1) ________________________
2) ________________________
7. Israel presentaba cada año ante Dios tres ofrendas especiales.
Menciones las fechas
1) ________________________
2) ________________________
3) ________________________
8. Explique el significado de las tres ofrendas anuales de
Deum.16:16,17
_____________________________________________________
9. En el contexto de las tres ofrendas, ¿cuáles son los tres
elementos básicos en la práctica de las mismas?
1) ________________________
2) ________________________
3) ________________________
10. Para analizar
1) ¿Son mis ofrendas en proporción a la bendición recibida?
___________________________________________________
59
2) Las ofendas están basadas en las bendiciones recibidas, si
recibes bendición semanal, quincenal o mensual; ¿tus
ofendas serán en la misma frecuencia?
___________________________________________________
3) ¿Cuál era el fundamento para las ofrendas varias de los
hebreos en Deuteronomio 26:8-10?
___________________________________________________
Para repasar:
11. Haz una lista de todas las ofrendas practicadas por Israel, y
requeridas por Dios en el Antiguo Testamento. ¿Te parecen
demasiado?_____________________
60
LAS OFRENDAS EN EL NUEVO
TESTAMENTO-PARTE I
Hay muy pocas referencias a ofrendas en el Nuevo Testamento,
aunque se usa extensamente el verbo "dar" (dídomi). Lo que es
particularmente impresionante es que alrededor del 25 por ciento de
las veces en que se usa el verbo didomi, Dios es el sujeto.68 Él nos da
nuestro pan cotidiano (Luc. 11:3), la lluvia, la cosecha, el alimento
(Hech 14:17), la vida y todo lo que necesitamos (Hech. 17:25. Nos da
arrepentimiento (Hech. 11:18), victoria (1 Cor. 15:57), gracia (1 Ped.
5:5), amor (1 Juan 3:1), sabiduría (Sant. 1:5), el Espíritu Santo (Juan
3:34; Hech. 5:32), los dones espirituales (1 Cor. 12:7-10), una
herencia (Hech. 20:32), el reino (Luc. 12:32), y la vida eterna (1 Juan
5:4). De una manera muy especial y única Dios dio su Hijo (Juan 3:16),
el Pan de Vida (6:32), quien a su vez dio su propia vida en rescate
(Mat. 20:28; 1 Tim. 2:6), al entregarse a sí mismo "por nuestros
pecados”; (Gal. 1:4).
El Nuevo Testamento describe a Dios y a Cristo como los Grandes
Dadores que enriquecen a los seres humanos mediante su bondadosa
gracia. Debido a eso Cristo puede desafiar sus seguidores a dar
libremente debido a que ellos recibieron libremente (Mat. 10:8). El
propósito de la dadivosidad cristiana no es suplir las necesidades de
Dios puesto que Dios no necesita nada (Hech. 17:25). Nuestro dar nos
hace más semejantes a nuestro Señor.
61
A.
Jesús y las ofrendas
Jesús instruyó a sus seguidores con respecto a la naturaleza y espíritu
del verdadero dador. Los evangelios proveen varios incidentes en la
vida de Cristo donde este tema importante es discutido. Los hemos
agrupado aquí bajo diferentes subtítulos.
1. Ofrendas y la grandeza de Jesús
Cuando Cristo nació, un grupo inesperado de personas le trajo una
ofrenda. Ciertos extranjeros vinieron del oriente para verlo y le
dieron dones de pro, incienso y mirra (Mat. 2:1-11). Estos "hombres
sabios" pertenecían a una clase oriental de gente bien educada, rica
y de influencia llamados magoi = "magos". En general se los conocía
como expertos en astrología y en la interpretación de sueños.69 Mateo
entendió que eran hombres instruidos quienes podían identificar las
señales del nacimiento de Jesús y al haberlo hecho, salieron a buscarlo.70
Habían entrado en contacto con las Escrituras hebreas y creían en las
profecías mesiánicas que allí se encontraban (véase Núm. 24:17).
Los magos no vinieron a Jesús con las manos vacías, sino que trajeron
con ellos dones para el nuevo rey. El término doran = "regalo, ofrenda",
es el equivalente griego del término hebreo qorban, que en el Antiguo
Testamento se refiere a los dones y ofrendas sacrificiales (véase Heb.
5:1). En este caso en particular los tres reyes trajeron ofrendas para
honrar al Niño. Habían venido, según su propias palabras, "para
adorarlo" (Mat. 2:2). El acto de adoración podía ser entendido como
"significando homenaje y sumisión" al rey mesiánico.71 Pero en el
contexto de Mateo "Jesús es la manifestación de la presencia de Dios
(Mat. 1:23), el Hijo de Dios (2:15) en un sentido único, y así alguien
que puede ser adorado'".72
En este pasaje, se asocia la ofrenda o don costoso con los conceptos de
adoración, homenaje y sumisión. Tales dones son expresiones tangibles
de esos sentimientos y actitudes. Mediante sus ofrendas los magos
estaban reconociendo la grandeza y superioridad de este gran Rey de
Israel.
2. Las ofrendas y las relaciones interpersonales
Jesús, así como los profetas del Antiguo Testamento, no separó la
devoción religiosa que se expresa mediante las ofrendas de la ética
62
correcta en la interacción social. Una ofrenda reflejaba no sólo un
estado de paz con Dios sino también con la comunidad de la cual uno
forma parte. El vivir en armonía con otros era casi un prerequisito al
dar una ofrenda. Esto parece ser lo que Jesús tenía en mente al
decir: "Por tanto, si al llevar tu ofrenda al altar, te acuerdas que tu
hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar, y ve
a reconciliarte primero con tu hermano. Entonces vuelve y ofrece
tu ofrenda" (Mat. 5:23-24). Una ofrenda pierde su valor como una
expresión de amor y gratitud a Dios si proviene de un corazón en
guerra con otros. Las dimensiones verticales y horizontales de
nuestra experiencia religiosa si intersectan en el acto de adoración
mediante la ofrenda.
Otro aspecto de este vínculo entre las ofrendas y cómo nos relacionamos
con otros aparece en la crítica de Jesús a la práctica judía del Corbán
(Mar. 7:10-12). Una persona podía consagrar al Señor sus posesiones
haciéndolas inaccesibles a cualquier otro miembro de la familia. AI
argüir que sería una violación del voto usar los recursos para aliviar las
necesidades de la familia se estaba en realidad descuidando a los
padres, 73 y violando uno de los mandamientos. El principio
ejemplificado aquí parece ser el de la responsabilidad del
mayordomo de proveer para las necesidades de sus padres. En otras
palabras, debiéramos equilibrar nuestra dádiva a Dios con nuestra
responsabilidad para con nuestras familias, puesto que el cuidado de
ellos y el suplir sus necesidades son parte de nuestra experiencia
cristiana.
3. Ofrendas y entrega al señor
El dar una ofrenda a Dios no es en forma automática, un reflejo de
nuestra entrega indivisa al Señor. La viuda pobre trajo una ofrenda
voluntaria al templo posiblemente como una expresión de gratitud y
amor a Dios (Luc. 21:1-4). El rico también trajo ofrendas
voluntarias. Jesús comparó y evaluó su dádiva y consideró la ofrenda
de la viuda como una verdadera ofrenda. Sus ojos percibieron que el
rico daba "de lo que le sobraba; pero la viuda dio de lo que ella ni
siquiera tenía". 74 Ambos dieron para el sostén de los servicios del
templo, pero para el rico, una ofrenda tal era una formalidad religiosa
que podía satisfacerla con un mínimo, una muestra, no de lo que podía
63
dar, sino de lo que estaba dispuesto a dar. No era una expresión
genuina de entrega personal a Dios.
Esto reafirma un principio que se encuentra en el Antiguo
Testamento y en otros lugares del Nuevo Testamento: no es la
cantidad dada sino el grado o nivel de entrega y dedicación al Señor
lo que hace aceptable la ofrenda delante de Dios. La viuda quería dar
una ofrenda y trajo lo único que tenía, dos monedas de poco valor,
confiando que Dios proveería para ella. Su dádiva se basaba en una
decisión; de hecho, se basaba en una lucha de fe en la que
prevalecieron su gratitud y amor por Dios. Esta fe provenía de
las profundidades de su ser. Para el rico, el dar no tenía ningún
significado profundo, y era una experiencia trivial, una formalidad en
la cual la fe en Dios estaba inactiva.
4. Las ofrendas y la verdadera benevolencia
Lo que acabamos de decir sugiere que la verdadera benevolencia es más
que compartir o dar. Tiene que ver con la condición interior de la
persona, la fuerza espiritual de su amor a Dios. Este entendimiento
excluye el egoísmo del acto de dar. El buscar reconocimiento propio
mediante nuestras ofrendas es totalmente incompatible con la
verdadera benevolencia. Jesús declaró claramente que debemos dar
sin esperar recompensa alguna de otros y que, por consiguiente, nuestra
dádiva debe ser silenciosa y secreta (Mat.:1-4). El nos prohíbe
llamar la atención a nuestra benevolencia 75 puesto que es una
"transacción" privada entre el individuo y Dios. Jesús rechaza el egoísmo
como motivación para dar porque corrompe la ofrenda. La
benevolencia no se realiza ante otros; tiene lugar "delante de Dios
quien... la hará pública, la recompensará, y castigará las obras
secretas en el juicio final".76 La dádiva debe provenir de un corazón que
está dispuesto a dar y debe llegar a ser una respuesta natural de
amor a Dios y de fe en él (Luc. 6:30). No es menos que una expresión
de negación propia hecha por amor al Reino de Dios.77 Cuando se da
una ofrenda con este espíritu, se transforma en un reflejo, en la
esfera humana, de la dadivosidad inconmensurable de Dios (véase
Mat 10:8; 8:4).
5. Las ofrendas y el ministerio cristiano
Jesús dijo a los discípulos que es una responsabilidad de la comunidad
de los creyentes proveer para sus necesidades: "el obrero es digno de
64
su alimento" (Mat 10:10). El término traducido "obrero" es ergátes,
que se usa en el griego secular para designar a una persona que
trabaja por pago.78 En algunos casos se usa en el Nuevo Testamento
para referirse a los apóstoles y maestros (véase 2 Tim 2:15). Digno
parece reforzar la idea de que la persona debía recibir un pago
apropiado.79 Mateo llama el pago trophé (literalmente "alimento"),
que en este contexto podría traducirse como "sostén"80 o "salario". El
pasaje paralelo en Luc. 10:7 usa la palabra misthos = "salario, pago".
Es de esta declaración de Jesús que la iglesia deriva su autoridad
para apoyar el ministerio evangélico mediante las ofrendas de los
miembros de iglesia.
Las enseñanzas de Jesús sobre las ofrendas ponen el énfasis principal
en la motivación para dar. El culto ofrece la oportunidad de dar
ofrendas de homenaje y sumisión, a través de las cuales se
reconoce el Señorío de Cristo. Nuestro dar es, por consiguiente, una
expresión de nuestra entrega plena a Jesús basada en fe y confianza
en él, en una decisión del corazón y no en una formalidad.
Cuando damos no estamos motivados por un deseo de
reconocimiento propio puesto que el egoísmo y la ofrenda
aceptable son incompatibles. Nuestros dones y ofrendas debieran
provenir de un corazón lleno de gratitud y amor cuya principal
preocupación es la promoción del reino de Dios. Tales personas
están en paz con los demás y proveen para las necesidades de sus
familias. Las ofrendas deben usarse en la iglesia para promover su
misión.
1.- ¿Cuál es el significado de ofrendas en el Nuevo Testamento
según Mateo2:11?
___________________________________________________
2.- Diga: aparte del acto de ofrendar, ¿qué otro acto realizaron
los reyes magos ante Jesús?
___________________________________________________
3.- ¿Qué reconocían los reyes magos mediante el acto de
ofrendar?
___________________________________________________
65
4.- ¿Qué significado tiene la distancia recorrida por los reyes
magos?
___________________________________________________
5.- Según Mateo 5:23,24 ¿qué prerrequisito era necesario al
presentar ofrendas?
___________________________________________________
6.- ¿Cuáles son las dos dimensiones de la ofrenda en la
experiencia espiritual?
1) ____________________________
2) ____________________________
7.- ¿Qué valor tiene ante Dios la ofrenda que proviene de un
corazón en guerra con otros?
___________________________________________________
8.- Explique el significado de Corbán en Marcos 7:10-12.
___________________________________________________
9.- Diga ¿es responsabilidad del mayordomo dar cuidado y
sustento a sus padres?
Si
__________
No __________
Explique
___________________________________________________
___________________________________________________
66
10.-Subraye ¿cuál de las dos ofrendas que cita Lucas 21:1-4
expresa entrega total?
a) La ofrenda del rico
b) La ofrenda de la viuda
11.-¿Es la viuda un ejemplo de que los que trabajan al normal
pueden ofrendar?
Si_____________
No_____________
12.-La benevolencia es una transacción privada entre
el____________________ y
__________________
Diga ¿es egoísmo dar ofrendas con el motivo de ser
reconocidos y ser mencionados en la lista de honor?
Si_____________
No_____________
13.-Mencione ¿por qué Jesús rechazó el egoísmo como una
motivación para dar?
___________________________________________________
14.-Según Mateo 10:10 ¿a quién responsabiliza Jesús el
sostenimiento del ministerio cristiano?
___________________________________________________
15.-¿Qué deberá expresar nuestro acto de dar?
___________________________________________________
67
LAS OFRENDAS EN EL NUEVO
TESTAMENTO-PARTE II
B.
Pablo y las ofrendas
En el Nuevo Testamento, Pablo, más que ningún otro escritor, es el
que discute la teología de las ofrendas. Lo hace en tres contextos
principales. El primero es el que tiene que ver con su renuencia
personal en aceptar ofrendas. En el segundo revela su reacción a las
ofrendas que le enviaron y que él ni pidió ni esperaba. Y el tercero
tiene que ver con los pasajes relativos a la colecta para los pobres
de Jerusalén.
1. La renuencia de Pablo para aceptar ofrendas
Pablo rechazó su derecho al soporte financiero de su ministerio de
parte de los miembros de iglesia. Escribiendo a los tesalonicenses
enfatizó el hecho de que él trabajaba para ganarse el sustento y no
aceptaba ofrendas de ellos. Declaró específicamente: hicimos esta
obra día y noche "no porque no tuviésemos derecho" de tal ayuda,
"sino para daros un ejemplo que imitar" (2 Tes 3:9). Pablo justifica
su decisión diciendo que desea establecer un ejemplo para los que
no están dispuestos a trabajar para ganar su sostén.81 Otra razón que
lo llevó a buscar su propio sostén financiero fue para demostrar que
no era avaro (que acumula dinero por el placer de poseerlo, y no lo
usa), (1 Tes 2:6-9; compárese con Hech 20: 33-35).82 A veces Pablo
68
sentía que el aceptar dinero podía volverse un obstáculo en la
predicación del evangelio, lo que da a entender, probablemente,
que no quería dar la impresión de que se estaba aprovechando de la
iglesia (véase 2 Cor II :9; 12:14-18).83
Sin embargo, Pablo sabía que tenía derecho al soporte financiero de
la iglesia (2 Tes 3:9). En 1 Tes 2:6 dice a la iglesia: "Como apóstoles
de Cristo podríamos haberos sido una carga". Defiende este derecho
enfáticamente en 1 Cor 9:1 -18. Arguye que como apóstol tiene los
mismos derechos que tienen los apóstoles, derechos que los corintios
han reconocido en el caso de otros apóstoles. 84 El emplea varias
ilustraciones basadas en el sentido común para justificar su derecho
apostólico para el sostén de las iglesias: el servicio militar de sostén
propio es prácticamente inimaginable; un granjero tiene la libertad
de comer de las uvas que plantó; y un pastor tiene el derecho de
beneficiarse de la leche de su rebaño (v. 7).
Pablo apela también a la autoridad del Antiguo Testamento citando
Deut 25:4 y concluyendo que "si nosotros sembramos entre vosotros
lo espiritual, ¿es gran cosa que cosechemos de vosotros lo material?
Si otros tienen este derecho entre vosotros, ¿no lo tenemos aún más
nosotros"? (1 Cor 9:11 -12). A esto agrega un argumento que toma
de los servicios del santuario: Los levitas eran sostenidos por el
diezmo, y los sacerdotes por el diezmo del diezmo y ciertas partes
de las ofrendas de sacrificios que se llevaban al altar (versículo 13).
Pablo usa la ley del Antiguo Testamento acerca del diezmo como
modelo de dadivosidad cristiana. 85 Según Pablo, la regulación del
Antiguo Testamento contaba con el apoyo de Jesús mismo: "De la
misma manera, el Señor ha ordenado que los que predican el
evangelio vivan del evangelio" (versículo 14). La frase "de la misma
manera" establece que la regla del Antiguo Testamento es válida no
sólo para los judíos sino también para los cristianos. 86 El Señor
mandó a la iglesia aplicar la misma regla para sostener el ministerio
de la iglesia. El verbo "mandar" es una traducción de diatásso que
significa "ordenar", "proclamar un edicto".87 Designa una declaración
oficial y normativa, en este caso del Señor.
El rechazo de Pablo en aceptar ofrendas no era un rechazo de la
práctica bíblica que el Señor apoyó y que había llegado a ser una
práctica aceptada en la iglesia para el sostén del ministerio
69
evangélico (véase 1 Ped 5:2). Pablo estaba simplemente usando su
libertad para proclamar el evangelio sin ocasionarle gastos a los
corintios a fin de proteger la integridad de su ministerio apostólico.
2.
Pablo como recipiente de las ofrendas
No todas las iglesias gentiles aceptaron la decisión de Pablo de
trabajar en la proclamación del evangelio sin recibir pago. A pesar
de su renuencia, las iglesias en Macedonia lo apoyaron mientras
estaba en Corinto (2 Cor 11:9). Es en Filip 4:10-19 que Pablo analiza
el impacto y significado de la generosidad de los macedonios.
Mientras estaba en prisión Pablo recibió la visita de Epafrodito, un
mensajero de las iglesias de Macedonia quien trajera con él una
ofrenda de las iglesias para Pablo. En la epístola a los filipenses,
Pablo discute el significado de esta ofrenda y establece varias cosas
importantes. Primero, la ofrenda de Macedonia era una expresión
de preocupación o interés por Pablo como predicador del evangelio
(Filip 4:10). El verbo froneo que se traduce "estar preocupado" es
difícil de traducir en castellano. Combina las ideas de pensar y
simpatizar y designa un vínculo emocional 88 que une el intelecto y
la voluntad. 89 No significa simplemente pensar acerca de alguien
sino estar sinceramente interesado y dispuesto a hacer algo por esa
persona. Este tipo de preocupación busca la oportunidad para
expresarse en forma tangible. La ofrenda de los macedonios no era
el resultado de un arranque emocional, sino que se basaba en un
análisis racional, en el reconocimiento de una necesidad real de
alguien a quien se estaba unido emocional y espiritualmente, y con
cuya misión podían identificarse. Ellos se preocupaban por Pablo en
pensamiento y acción, y la ofrenda era la prueba de esta profunda
preocupación.90 Esto sugeriría que la ofrenda debía ser la expresión
de una preocupación seria y de interés en el bienestar de la iglesia
y en el cumplimiento de su misión.
Segundo, mediante esta ofrenda los macedonios participaron de las
aflicciones de Pablo (Filip 4:14). Las aflicciones son las pruebas que
Pablo experimentaba en la predicación del evangelio. El verbo
sunkoinoneo está relacionado con el sustantivo koinonía "compañerismo, participación ", y significa "Participar, compartir
con alguien". La idea básica del verbo y el sustantivo es "tener algo
70
en común con alguien", haciendo posible que ambos tengan
comunión y compañerismo. 91 Los macedonios participaban en las
pruebas de Pablo, haciéndolas suyas, y privándose a sí mismos de
algo para dar una ofrenda. Pablo participó del bienestar de ellos al
recibir sus ofrendas. De esta forma se unieron en propósito y
experiencia. Las ofrendas llegaron a ser un enlace de simpatía y
amor entre los creyentes. El ministerio de Pablo llegó a ser el
ministerio de ellos también. 92 Los macedonios se volvieron
copartícipes de Pablo en "su encarcelamiento y sufrimiento, aunque
estaban a muchas millas de él. En su genuino y profundo sentido de
preocupación que se expresaba en una acción constructiva en favor
del apóstol, y por consiguiente, en favor del evangelio, habían
tomado sobre sí algo de su carga".93
Tercero, se acreditó la ofrenda de los macedonios a la cuenta de ellos
(Filip 4:17). Es significativo notar que para Pablo, el valor de esta
ofrenda no se encontraba en el hecho de que suplía una necesidad que
él tenía, sino más bien en el beneficio que contenía para los
macedonios mismos.94 El crédito, provecho, fruto, en la cuenta de
ellos estaba creciendo, incrementándose. Pablo está usando
terminología comercial para describir la bendición espiritual que
recibían quienes daban. La inversión material produce grandes
dividendos espirituales en las vidas de los dadores.95
Cuarto, el don que dieron los macedonios a Pablo era un don aceptable
al Señor (Filp 4:18). El verdadero recipiente de esta ofrenda era
Dios, no Pablo. Pablo expresa esta idea al referirse a la ofrenda en
el lenguaje del sacrificio: es un incienso fragante, un sacrificio
aceptable y agradable a Dios. La ofrenda ha sido removida, por así
decirlo, de la esfera de la benevolencia secular a una interpretación de
significado espiritual pues ésta no sólo los une a Pablo sino que
también sirve para fortalecer la relación de los creyentes con Dios.
Aquí se establece un principio importante: "lo que se haga por el siervo
se hace en realidad para el señor; lo que se da a un hijo de Dios se lo
da en realidad a Dios mismo" (compárese Mat 10:40-42).96 El sostén
del ministerio evangélico y de la misión de la iglesia mediante las
ofrendas es siempre una experiencia espiritual.
Quinto, la ofrenda de los macedonios testifica que Dios suple las
necesidades del dador (Filip 4:19). Las iglesias en Macedonia no eran
71
ricas en posesiones materiales (2 Cor 8:2); aun así, dieron. Filip 4:19
parece ser tanto una oración como una declaración, una expresión de
confianza en el cuidado de Dios por su pueblo. 97 Aquellos que dan
ofrendas no se preocupan demasiado por sus propias necesidades,
porque el amor de Dios es suficientemente poderoso para
sostenerlos. AI referirse a Dios como el dador, Pablo está indicando
que es ahí donde debe localizarse la verdadera motivación para la
dadivosidad humana. Dios provee para las necesidades de los
macedonios y luego los usa para suplir las necesidades de Pablo.
Pablo aceptó con renuencia esta ofrenda y procedió a informar a los
macedonios que la había recibido: "He recibido pleno pago y aún más"
(v. 18). Usa aquí otro término del mundo de las transacciones de
negocios. El verbo apecho = "he recibido" significa "he recibido en
pleno", y funciona como un recibo. En la época del Nuevo
Testamento este verbo se escribía sobre un recibo para indicar que
se había pagado en su totalidad la cantidad indicada.98 Aquí, en el
versículo 18, "Pablo presenta lo que equivale a un recibo por la
ofrenda que la iglesia de Filipos le envió".99 Esto implica que los que
dan una ofrenda debieran ser informados de que ésta fue recibida,
registrada, y que fue usada con el fin indicado. Surge aquí el elemento
de responsabilidad de parte de los que reciben las ofrendas. Ellos
deben dar cuentas por el dinero que se les confía.
La ofrenda de los macedonios era una manifestación de un verdadero
interés por Pablo y su ministerio apostólico. Fue este interés por él
lo que los unió a Pablo en sus pruebas y en el cumplimiento de su misión
y el que también enriqueció sus vidas espirituales porque la ofrenda era
principalmente para Dios y no para Pablo. Su dádiva fue precedida por
la dádiva de Dios y preocupación por ellos. Pablo guardó registros
adecuados de su ofrenda y les envió un recibo.
3. Pablo y la colecta: una ofrenda especial
La teología de Pablo acerca de las ofrendas aflora de manera particular
en su discusión e interpretación de la colecta que juntó entre las iglesias
gentiles para la iglesia de Jerusalén.100 Esta ofrenda especial fue tan
importante que la menciona en varias de sus epístolas (Rom 15:2528; 1 Cor 16:1-4; y 2 Cor 8-9). Para esclarecer su significado y
72
relevancia teológica, examinaremos los conceptos y principios que
Pablo vinculó a esta ofrenda.
a. Motivación para dar
Además de la necesidad obvia de la iglesia de Jerusalén, Pablo hace
una serie de declaraciones que parecen proveer una motivación
teológica para participar en la colecta
(1) El don de la gracia de Oíos
En 2 Cor 8:1 Pablo le señala a los corintios la gracia que Dios diera a
las iglesias de Macedonia y que las llevó a contribuir en la colecta.
Esto podría interpretárselo como significando que la gracia de Dios
obró en ellos creando una disposición a dar 101 o que la gracia
salvífica de Dios llegó a las iglesias como un don mediante la
proclamación del evangelio. En este último caso, el hecho de que
Dios dio a su Hijo como un acto dé gracia para la salvación de los
macedonios, motivó la dádiva.102 Pero ambas ideas concuerdan con
el contexto. Los macedonios dieron una ofrenda porque la gracia de
Dios se manifestó en Cristo como un don de salvación y esa misma
gracia estaba obrando en sus corazones.103
(2) El ejemplo de Cristo
En 2 Cor 8:9 Pablo sintetiza el contenido de un mensaje que
desarrollo en Filip 2:6-11: "Porque ya conocéis la gracia de
nuestro Señor Jesucristo, que por amor de vosotros se hizo
pobre, siendo rico; para que vosotros fueseis enriquecidos con su
pobreza". La disposición de Cristo de entregar todo por la iglesia
fue una revelación sublime de amor que debía motivar a los
corintios a dar una ofrenda para los pobres de Jerusalén. 104
(3) Las bendiciones de Dios
Pablo les recuerda a los corintios que la abundante gracia de Dios
puede proveer para ellos lo que necesitan a fin de capacitarlos
para dar (2 Cor 9:8-11). Nótese que la dádiva divina se origina en
la gracia de Dios y no es una reacción de Dios ante la ofrenda de los
corintios; Dios no está endeudado con ellos.105 Sus bendiciones son
actos de gracia para los corintios que les provee a ellos la
oportunidad de compartir lo que ya recibieron gratuitamente del
Señor.
73
La bendición divina, dice Pablo, resulta en autarkeia = "abundada":
Dios proveerá a todas vuestras necesidades (v. 8). 106 Pablo asocia la
abundancia con la riqueza económica. Pero esta abundancia es para él
un don de Dios y no, como se ha creído en algunas escuelas
contemporáneas de filosofía, el resultado de una disciplina personal
estricta e independiente de Dios y que se basa en un intento por vivir
en armonía con la razón. 107 En Filip. 4:12-13 él afirma una
independencia de circunstancias externas, es decir una auto
suficiencia basada en su confianza o dependencia en el poder
fortalecedor de Dios.108 Pablo entiende también suficiencia propia
como ser capacitacitado por Dios "para relacionarse en forma más
efectiva con otra gente, no para separarse de los demás", 109
ayudándoles cuando lo necesiten. Pablo parece considerar la
suficiencia financiera como alcanzable, porque la riqueza y la
gracia de Dios no se excluyen necesariamente. Según él "la
riqueza debiera vérsela como un don de la beneficencia de Dios más
que como el resultado de un logro puramente humano". 110 La
ofrenda de los corintios debía estar motivada por la convicción de
que es Dios quien les provee lo necesario para que lo compartan con
otros. De esta manera, se alienta a los corintios a vencer el egoísmo.
b. Planificación
La participación en la colecta no era un acto accidental sino bien
planeado. Pablo menciona al menos tres elementos importantes en
la organización de la ofrenda.
(1) Basada en los ingresos personales
Pablo no requiere una cantidad específica de dinero de cada
miembro de iglesia sino que establece un principio bíblico que debía
ser usado por todos al decidir cuánto dar: "conforme a lo que
tengáis" (2 Cor 8:11). El criterio a usarse se basa en lo que la persona
tiene (versículo 1 2), esto es, de acuerdo a como el Señor lo prosperó
( 1 Cor 1 6:2). Esta decisión es obviamente privada y personal.
(2) Separarla en el hogar
La Idea de separar en el hogar la cantidad que debe ofrecerse es
sugerida en 1 Cor 1 6:2: "Cada primer día de la semana cada uno de
vosotros debe poner aparte una suma de dinero..." La frase "cada
74
uno de vosotros" podría traducírsela "cada uno de vosotros por sí
mismo", y sugiere algo hecho en privado en el hogar. Determinar y
poner aparte la ofrenda era un asunto de familia.111 En el Antiguo
Testamento, se ponían las ofrendas aparte o se las consagraban en
el hogar y más tarde se las llevaba al templo. Esto es lo que Pablo
parece estar sugiriendo.
(3) Darla a instrumentos nombrados
Pablo estaba consciente de cuán importante era para los miembros
de iglesia saber y estar seguros de que la colecta sería manejada en
forma adecuada. Un error accidental en el manejo de las ofrendas
dañaría su reputación como líder espiritual, y daría crédito a las
acusaciones que los falsos apóstoles levantaban contra él. Por
consiguiente, envió a Corintio a Tito, su delegado apostólico,
acompañado por dos hermanos que eran bien respetados en las
iglesias, para recoger las ofrendas (2 Cor 8: 1 7-23; 8:3). Uno de los
hermanos fue elegido o nombrado por las iglesias para acompañar a
Tito. Representaba a otras iglesias que participaban en la colecta
(8:19). La palabra griega cheirotonein = “elegir”, significa
originalmente “elegir por una muestra de manos” y sugiere como
fue elegida esa persona. 112 El segundo hermano Puede haber sido
elegido por Pablo o por las iglesias (véase v.22). Esta persona había
sido probada y demostrado ser confiable.
Fue a estas tres personas confiables y bien calificadas, que se
dieron las ofrendas. Ellos representaban al apóstol y a las iglesias,
lo que sugería que no se estaba dando la ofrenda a Pablo sino a la
iglesia.
La ofrenda global sería llevada a Jerusalén por personas aprobadas
por la iglesia, personas a quienes Pablo daría cartas de
presentación (1 Cor 16:3). Todo esto fue hecho para evitar
cualquier crítica y para hacer lo que era correcto no simplemente
delante del Señor, sino también ante los ojos del pueblo (2 Cor
8:20-21).
La logística de la colecta tuvo varios propósitos. Los miembros de
la iglesia conocían a quién debían dar la ofrenda. Además, los que
la recogían debían estar dispuestos a rendir cuentas por la tarea
75
asignada. Pablo fiíe cuidadoso en hacer claro que la ofrenda no
debía ser usada incorrectamente o dedicada a un fin diferente al
asignado. El cómo líder de iglesia era responsable por la colecta.
c. Actitud hacia el dar
La colecta fue una ofrenda voluntaria, pero Pablo esperaba que fuese
dada con el espíritu adecuado. El hizo un esfuerzo especial para
clarificar el significado y la importancia de esta ofrenda.
(1) Dar es un privilegio
Aparentemente Pablo no pidió a los macedonios que participasen
en la colecta, porque eran pobres. No obstante, para sorpresa de
Pablo, ellos rogaron e insistieron en "el privilegio de compartir en el
servicio de los santos" (2 Cor 8:4). El término griego traducido
"privilegio" es charis, que se traduce usualmente por "gracia", y que
aquí significa "acción de gracia", esto es hacer algo que es
considerado un privilegio.113 Para el cristiano es un privilegio poder
realizar una acción de gracia hacia otros. Los macedonios habían
recibido la gracia de Dios (2 Cor 8:1), y ahora consideraban un
privilegio permitir que la gracia se manifestase mediante ellos
ayudando a otros.
(2) Dando voluntariamente
Los macedonios dieron sus ofrendas "sobre sus fuerzas" (2 Cor 8:3).
Pablo no les pidió dar; ellos dieron de su propia iniciativa. El
término griego authaíretos-, traducido "sobre sus fuerzas", significa
"espontáneamente". La ofrenda se basaba en una decisión voluntaria
del corazón (2 Cor 9:7). Dar de corazón significa que no se da la
ofrenda renuentemente o bajo compulsión. El término lupe =
"tristeza", usado en 2 Cor 9:7, se lo traduce en el Nuevo
Testamento por "herida, dolor". Aquí se refiere a los que consideran
el dar como doloroso para ellos, pero que no se atreven a decir que
no. Dan de mala gana. El término anágke = "por necesidad", significa
actuar bajo el control o influencia de alguien o algo y no de nuestra
propia voluntad. Niega el elemento de libertad en el sujeto de la
acción. La compulsión podría ser el resultado de la presión del grupo
o del líder, haciendo sentir a la persona que no tiene otra
76
alternativa excepto la de dar. Pablo contrasta el dar de mala gana
o bajo compulsión con fa actitud de gozo que debiera caracterizar
al dador (2 Cor 9:7), Es esta disposición interior positiva y no la
cantidad dada la que hace la ofrenda aceptable delante de Dios
(2 Cor 8:12).
(3) Dar generosamente
Las bendiciones abundantes de Dios debieran impulsar a los cristianos
a dar generosamente (2 Cor 9:11, 13). El término griego aplotes
= "generosidad" es significativo pero difícil de rendirlo en
castellano. La traducción común es "simplicidad, sinceridad".
Es difícil traducir el término porque contiene una variedad de
significados que se expresan en castellano en maneras
diferentes. En 2 Cor 8:2, se usa el término para describir a los
macedonios como gente de "simplicidad, sinceridad, rectitud,
franqueza", tanto como "generosidad y liberalidad". Juntos estos
términos expresan el ideal antiguo de la vida simple. Según esta
idea cultural, se esperaba que la gente que vivía una vida simple
mostrase generosidad en su vida y en su hospitalidad. 114
Para Pablo, la vida simple y generosa del cristiano es una
imitación de la actitud de su Señor (2 Cor. 8:9). Esta
generosidad se expresa a veces al dar más de lo que uno es capaz de
dar (2 Cor. 8:3), pero Pablo espera que los corintios den sólo de
acuerdo a sus medios. Aun así, debían tratar de sobresalir en su
generosidad, abundando en la gracia de dar (2 Cor. 8:7).
(4)
Dar y auto darse
Pablo fue impresionado por la participación inesperada de los
macedonios en la colecta y lo atribuyó a la disposición
desinteresada que les caracterizaba y al hecho de que "se dieron
a sí mismos primeramente al Señor y entonces a nosotros" (2
Cor. 8:5). Toda ofrenda es, en cierto sentido, la ofrenda de la
persona en una consagración a Dios y al servicio de su iglesia ("a
nosotros"). De allí que una ofrenda es la expresión tangible, la
"encarnación", de una disposición del corazón, de nuestra
disposición a rendir y consagrar nuestras vidas al Señor.
77
d. Propósito de la colecta
El primer propósito, y el más obvio, de la colecta era el de suplir
las necesidades materiales de la iglesia de Jerusalén (Rom. 1 5:26; 2
Cor. 9:12). Pero éste no era un simple acto de benevolencia
social. Pablo se refiere a la colecta como "un servicio" (leitourgia),
y aunque el término se usa en la literatura griega para designar un
servicio llevado a cabo a expensas de uno mismo, en un sentido no
religioso, el contexto de 2 Cor. 9:12 muestra que Pablo lo usó en
sentido religioso, significando "servicio, culto". La ofrenda que se
daba para suplir las necesidades de la iglesia de Jerusalén era un acto
de adoración al Señor.115
El segundo propósito de la colecta era el de fortalecer la unidad de
la Iglesia y dar expresión a esa unidad en forma objetiva. Era "una
expresión tangible de la unidad de los judíos con los gentiles".116 Los
judíos compartieron sus bendiciones espirituales con los gentiles, y
ahora los gentiles compartían sus bendiciones materiales con los
judíos (Rom. 15:27). Había sólo una iglesia, la universal, que se
caracterizaba por un espíritu de verdadero compañerismo en Cristo.
Pablo percibió que era necesario para la iglesia mundial expresar su
unidad en mensaje y misión, y encontró en esta ofrenda un canal por
el cual esta unidad podía lograrse. Las bendiciones materiales y
espirituales de las Iglesias pertenecían, por así decirlo, a la Iglesia de
Cristo.
El tercer propósito de la colecta era el de promover igualdad
financiera (2 Cor. 8:13-15). Esta es la igualdad que se produce por
el "equilibrio entre la escasez y la abundancia que debe existir entre las
iglesias".117 El concepto subyacente es el de asociación o compañerismo,
koinonia, sugerido en Hech. 2:44-45.118 Es importante observar que Pablo
basa su argumento en un pasaje del Antiguo Testamento: "El que juntó
mucho, no tuvo de más; y el que poco no tuvo de menos" (2 Cor.
8:15; vea Ex 1 ó: 18). El llamado a la igualdad se basa en la
comprensión de que es Dios quien provee lo necesario. Al compartir sus
bendiciones, los creyentes trabajan con Dios en la creación de la
igualdad financiera de la iglesia. Los que tenían mucho debían
compartir con aquellos que tenían menos "para que haya Igualdad"
(2 Cor. 8:14). La distribución equitativa de la riqueza puede ser
imposible en el mundo, pero debe ser una realidad dentro de la iglesia.
78
El cuarto propósito de la colecta era el de expresar el amor cristiano.
La participación en la colecta era una prueba de la sinceridad del amor
de los corintios (2 Cor. 8:8; compárese con el v. 24). Esto está
estrechamente relacionado con la unidad de la iglesia debido a que el
amor une a la iglesia con Cristo. La ofrenda le da la oportunidad al
amor de ir más allá de la esfera de un concepto o idea, a la arena de la
conducta cristiana como principio activo. Los corintios habían
prometido participar en la colecta, pero no habían cumplido con su
promesa. Ahora Pablo los desafía a demostrar su amor en acción (2 Cor.
9:1-5).
El quinto propósito de la colecta era el de alabar a Dios. Pablo dijo
que la ofrenda estaba "abundando en muchas expresiones de gracias a
Dios" (2 Cor. 9:12). 119 Siendo que bendeciría a los creyentes en
Jerusalén, la ofrenda era motivo de alabanza a Dios (v. 13).
El propósito primordial de toda ofrenda debiera ser glorificar a Dios
porque por medio de nuestras ofrendas confesamos que Dios es quien
proveyó los medios y creó la disposición a dar en el corazón humano.
La generosidad redundará en actos de agradecimiento a Dios (v. 11).
Pablo motivó a los corintios a dar ofrendas al recordarles la gracia de
Dios, la que recibieron gratuitamente, señalándoles el sacrificio de
Cristo, y asegurándoles el constante amor de Dios que se manifiesta en
las bendiciones que recibían cada día. Para Pablo, dar era un privilegió
porque la gracia de Dios estaba usando a los que daban. Esto quiere
decir que una ofrenda debe ser dada de corazón y constituirse en una
experiencia gozosa. Debe ser generosa y de una manera muy especial,
debe ser un acto de auto entrega. Una ofrenda, según Pablo, era un
medio de suplir las necesidades de la iglesia, pero también contribuía
a la unidad de la iglesia y a la igualdad financiera. Mediante la colecta,
se expresaba el amor cristiano y se alababa a Dios. La ofrenda debía
basarse en la situación financiera de la familia, separarse en casa, para
luego darse en el momento señalado a los instrumentos designados por
la iglesia. Se esperaba un manejo adecuado de los fondos de aquellos
que dirigían la colecta.
1. Subraye el nombre de un escritor del Nuevo Testamento que
más discute el tema de las ofrendas
79
a) Pedro
b) Pablo
c) Juan
2. Escriba los tres contexto principales sobre los cuales San Pablo
basa su discusión de las ofrendas
1) ______________________
2) ______________________
3) ______________________
3.-Escriba las dos razones por las cuales Pablo rechazó su derecho
de soporte financiero
1) _______________________
2) _______________________
4.- De acuerdo con 1 Cor. 9:1-18 Pablo justifica su derecho
apostólico mediante tres ilustraciones. Diga cuáles son
1) ____________________
2) ____________________
3) ___________________
5.- Subraye la razón única por la cual Pablo rechazó aceptar
soporte económico en su ministerio
a) Era práctica bíblica
a) No había diezmos
b) Proteger su integridad ministerial
6. Mencione que iglesias apoyaron el ministerio de Pablo a pesar de
su renuencia
_________________________________________________________
7. Escriba dos expresiones que se derivan de las ofrendas y de la
preocupación de los macedonios
1) ___________________________ 2) _______________________
80
8. Escriba y discuta los 5 significados que analiza Pablo en
Filipenses 4:10-19 sobre la generosidad de los macedonios.
1)
2)
3)
4)
5)
_________________________
_________________________
_________________________
_________________________
_______________________
9. ¿Quién era el verdadero recipiente de las ofrendas de los
macedonios?
_________________________________________________________
81
LAS OFRENDAS EN EL NUEVO
TESTAMENTO-PARTE III
B.
Pablo y las ofrendas
3. Pablo y la colecta: una ofrenda especial
La teología de Pablo acerca de las ofrendas aflora de manera
particular en su discusión e interpretación de la colecta que juntó
entre las iglesias gentiles para la iglesia de Jerusalén.120 Esta ofrenda
especial fue tan importante que la menciona en varias de sus
epístolas (Rom. 15:25-28; 1 Cor. 16:1-4; y 2 Cor. 8-9). Para
esclarecer su significado y relevancia teológica, examinaremos los
conceptos y principios que Pablo vinculó a esta ofrenda.
a. Motivación para dar
Además de la necesidad obvia de la iglesia de Jerusalén, Pablo hace
una serie de declaraciones que parecen proveer una motivación
teológica para participar en la colecta
(1) El don de la gracia de Oíos
En 2 Cor. 8:1 Pablo le señala a los corintios la gracia que Dios diera
a las iglesias de Macedonia y que las llevó a contribuir en la
colecta. Esto podría interpretárselo como significando que la
82
gracia de Dios obró en ellos creando una disposición a dar 121 o
que la gracia salvífica de Dios llegó a las iglesias como un don
mediante la proclamación del evangelio. En este último caso, el
hecho de que Dios dio a su Hijo como un acto dé gracia para la
salvación de los macedonios, motivó la dádiva. 122 Pero ambas
ideas concuerdan con el contexto. Los macedonios dieron una
ofrenda porque la gracia de Dios se manifestó en Cristo como un
don de salvación y esa misma gracia estaba obrando en sus
corazones.123
(2) El ejemplo de Cristo
En 2 Cor. 8:9 Pablo sintetiza el contenido de un mensaje
que desarrollo en Filip. 2:6-11: "Porque ya conocéis la gracia
de nuestro Señor Jesucristo, que por amor de vosotros se
hizo pobre, siendo rico; para que vosotros fueseis enriquecidos
con su pobreza". La disposición de Cristo de entregar todo por
la iglesia fue una revelación sublime de amor que debía
motivar a los corintios a dar una ofrenda para los pobres de
Jerusalén. 124
(3) Las bendiciones de Dios
Pablo les recuerda a los corintios que la abundante gracia de Dios
puede proveer para ellos lo que necesitan a fin de capacitarlos
para dar (2 Cor. 9:8-11). Nótese que la dádiva divina se origina
en la gracia de Dios y no es una reacción de Dios ante la ofrenda
de los corintios; Dios no está endeudado con ellos. 125 Sus
bendiciones son actos de gracia para los corintios que les provee a
ellos la oportunidad de compartir lo que ya recibieron
gratuitamente del Señor.
La bendición divina, dice Pablo, resulta en autarkeia = "abundada":
Dios proveerá a todas vuestras necesidades (v. 8).126 Pablo asocia la
abundancia con la riqueza económica. Pero esta abundancia es para
él un don de Dios y no, como se ha creído en algunas escuelas
contemporáneas de filosofía, el resultado de una disciplina personal
estricta e independiente de Dios y que se basa en un intento por
vivir en armonía con la razón. 127 En Filip. 4:12-13 él afirma una
independencia de circunstancias externas, es decir una auto
83
suficiencia basada en su confianza o dependencia en el poder
fortalecedor de Dios. 128 Pablo entiende también suficiencia
propia como ser capacitado por Dios "para relacionarse en forma
más efectiva con otra gente, no para separarse de los demás",129
ayudándoles cuando lo necesiten. Pablo parece considerar la
suficiencia financiera como alcanzable, porque la riqueza y la
gracia de Dios no se excluyen necesariamente. Según él "la
riqueza debiera vérsela como un don de la beneficencia de Dios
más que como el resultado de un logro puramente humano".130 La
ofrenda de los corintios debía estar motivada por la convicción
de que es Dios quien les provee lo necesario para que lo
compartan con otros. De esta manera, se alienta a los corintios
a vencer el egoísmo.
b. Planificación
La participación en la colecta no era un acto accidental sino bien
planeado. Pablo menciona al menos tres elementos importantes
en la organización de la ofrenda.
(1) Basada en los ingresos personales
Pablo no requiere una cantidad específica de dinero de cada
miembro de iglesia sino que establece un principio bíblico que
debía ser usado por todos al decidir cuánto dar: "conforme a lo
que tengáis" (2 Cor. 8:11). El criterio a usarse se basa en lo que
la persona tiene (versículo 1 2), esto es, de acuerdo a como el
Señor lo prosperó (1 Cor. 1 6:2). Esta decisión es obviamente
privada y personal.
(2) Separarla en el hogar
La Idea de separar en el hogar la cantidad que debe ofrecerse
es sugerida en 1 Cor. 1 6:2: "Cada primer día de la semana cada
uno de vosotros debe poner aparte una suma de dinero..." La
frase "cada uno de vosotros" podría traducírsela "cada uno de
vosotros por sí mismo", y sugiere algo hecho en privado en el
hogar. Determinar y poner aparte la ofrenda era un asunto de
familia. 131 En el Antiguo Testamento, se ponían las ofrendas
84
aparte o se las consagraban en el hogar y más tarde se las llevaba
al templo. Esto es lo que Pablo parece estar sugiriendo.
(3) Darla a instrumentos nombrados
Pablo estaba consciente de cuán importante era para los
miembros de iglesia saber y estar seguros de que la colecta sería
manejada en forma adecuada. Un error accidental en el manejo
de las ofrendas dañaría su reputación como líder espiritual, y
daría crédito a las acusaciones que los falsos apóstoles
levantaban contra él. Por consiguiente, envió a Corintio a Tito,
su delegado apostólico, acompañado por dos hermanos que eran
bien respetados en las iglesias, para recoger las ofrendas (2 Cor.
8: 1 7-23; 8:3). Uno de los hermanos fue elegido o nombrado por
las iglesias para acompañar a Tito. Representaba a otras iglesias
que participaban en la colecta (8:19). La palabra griega
cheirotonein = “elegir”, significa originalmente “elegir por una
muestra de manos” y sugiere como fue elegida esa persona. 132
El segundo hermano puede haber sido elegido por Pablo o por
las iglesias (véase v.22). Esta persona había sido probada y
demostrado ser confiable.
Fue a estas tres personas confiables y bien calificadas, que se
dieron las ofrendas. Ellos representaban al apóstol y a las
iglesias, lo que sugería que no se estaba dando la ofrenda a
Pablo sino a la iglesia.
La ofrenda global sería llevada a Jerusalén por personas
aprobadas por la iglesia, personas a quienes Pablo daría cartas
de presentación (1 Cor 16:3). Todo esto fue hecho para evitar
cualquier crítica y para hacer lo que era correcto no
simplemente delante del Señor, sino también ante los ojos del
pueblo (2 Cor 8:20-21).
La logística de la colecta tuvo varios propósitos. Los miembros
de la iglesia conocían a quién debían dar la ofrenda. Además, los
que la recogían debían estar dispuestos a rendir cuentas por la
tarea asignada. Pablo fiíe cuidadoso en hacer claro que la
ofrenda no debía ser usada incorrectamente o dedicada a un fin
85
diferente al asignado. El cómo líder de iglesia era responsable
por la colecta.
c. Actitud hacia el dar
La colecta fue una ofrenda voluntaria, pero Pablo esperaba que fuese
dada con el espíritu adecuado. El hizo un esfuerzo especial para
clarificar el significado y la importancia de esta ofrenda.
(1) Dar es un privilegio
Aparentemente Pablo no pidió a los macedonios que
participasen en la colecta, porque eran pobres. No obstante,
para sorpresa de Pablo, ellos rogaron e insistieron en "el privilegio
de compartir en el servicio de los santos" (2 Cor. 8:4). El
término griego traducido "privilegio" es charis, que se traduce
usualmente por "gracia", y que aquí significa "acción de gracia",
esto es hacer algo que es considerado un privilegio.133 Para el
cristiano es un privilegio poder realizar una acción de gracia hacia
otros. Los macedonios habían recibido la gracia de Dios (2 Cor.
8:1), y ahora consideraban un privilegio permitir que la gracia se
manifestase mediante ellos ayudando a otros.
(2) Dando voluntariamente
Los macedonios dieron sus ofrendas "sobre sus fuerzas" (2 Cor. 8:3).
Pablo no les pidió dar; ellos dieron de su propia iniciativa. El
término griego authaíretos-, traducido "sobre sus fuerzas",
significa "espontáneamente". La ofrenda se basaba en una decisión
voluntaria del corazón (2 Cor 9:7). Dar de corazón significa que
no se da la ofrenda renuentemente o bajo compulsión. El
término lupe = "tristeza", usado en 2 Cor. 9:7, se lo traduce
en el Nuevo Testamento por "herida, dolor". Aquí se refiere a los
que consideran el dar como doloroso para ellos, pero que no se
atreven a decir que no. Dan de mala gana. El término anágke =
"por necesidad", significa actuar bajo el control o influencia de
alguien o algo y no de nuestra propia voluntad. Niega el
elemento de libertad en el sujeto de la acción. La compulsión
podría ser el resultado de la presión del grupo o del líder,
86
haciendo sentir a la persona que no tiene otra alternativa
excepto la de dar. Pablo contrasta el dar de mala gana o bajo
compulsión con fa actitud de gozo que debiera caracterizar al
dador (2 Cor 9:7), Es esta disposición interior positiva y no la
cantidad dada la que hace la ofrenda aceptable delante de
Dios (2 Cor. 8:12).
(3)
Dar generosamente
Las bendiciones abundantes de Dios debieran impulsar a los
cristianos a dar generosamente (2 Cor. 9:11, 13). El término
griego aplotes = "generosidad" es significativo pero difícil de
rendirlo en castellano. La traducción común es "simplicidad,
sinceridad".
Es difícil traducir el término porque contiene una variedad de
significados que se expresan en castellano en maneras
diferentes. En 2 Cor. 8:2, se usa el término para describir a
los macedonios como gente de "simplicidad, sinceridad,
rectitud, franqueza", tanto como "generosidad y liberalidad".
Juntos estos términos expresan el ideal antiguo de la vida
simple. Según esta idea cultural, se esperaba que la gente que
vivía una vida simple mostrase generosidad en su vida y en su
hospitalidad.134
Para Pablo, la vida simple y generosa del cristiano es una
imitación de la actitud de su Señor (2 Cor. 8:9). Esta
generosidad se expresa a veces al dar más de lo que uno es capaz
de dar (2 Cor.. 8:3), pero Pablo espera que los corintios den
sólo de acuerdo a sus medios. Aun así, debían tratar de
sobresalir en su generosidad, abundando en la gracia de dar
(2 Cor. 8:7).
(4)
Dar y auto darse
Pablo fue impresionado por la participación inesperada de los
macedonios en la colecta y lo atribuyó a la disposición
desinteresada que les caracterizaba y al hecho de que "se
dieron a sí mismos primeramente al Señor y entonces a
nosotros" (2 Cor. 8:5). Toda ofrenda es, en cierto sentido, la
ofrenda de la persona en una consagración a Dios y al servicio
87
de su iglesia ("a nosotros"). De allí que una ofrenda es la
expresión tangible, la "encarnación", de una disposición del
corazón, de nuestra disposición a rendir y consagrar nuestras
vidas al Señor.
d. Propósito de la colecta
El primer propósito, y el más obvio, de la colecta era el de suplir
las necesidades materiales de la iglesia de Jerusalén (Rom. 1 5:26; 2
Cor. 9:12). Pero éste no era un simple acto de benevolencia
social. Pablo se refiere a la colecta como "un servicio" (leitourgia),
y aunque el término se usa en la literatura griega para designar un
servicio llevado a cabo a expensas de uno mismo, en un sentido no
religioso, el contexto de 2 Cor. 9:12 muestra que Pablo lo usó en
sentido religioso, significando "servicio, culto". La ofrenda que se
daba para suplir las necesidades de la iglesia de Jerusalén era un acto
de adoración al Señor.135
El segundo propósito de la colecta era el de fortalecer la unidad de
la Iglesia y dar expresión a esa unidad en forma objetiva. Era "una
expresión tangible de la unidad de los judíos con los gentiles".136 Los
judíos compartieron sus bendiciones espirituales con los gentiles, y
ahora los gentiles compartían sus bendiciones materiales con los
judíos (Rom. 15:27). Había sólo una iglesia, la universal, que se
caracterizaba por un espíritu de verdadero compañerismo en Cristo.
Pablo percibió que era necesario para la iglesia mundial expresar su
unidad en mensaje y misión, y encontró en esta ofrenda un canal por
el cual esta unidad podía lograrse. Las bendiciones materiales y
espirituales de las Iglesias pertenecían, por así decirlo, a la Iglesia de
Cristo.
El tercer propósito de la colecta era el de promover igualdad
financiera (2 Cor. 8:13-15). Esta es la igualdad que se produce por
el "equilibrio entre la escasez y la abundancia que debe existir entre las
iglesias".137 El concepto subyacente es el de asociación o compañerismo,
koinonia, sugerido en Hech 2:44-45.138 Es importante observar que Pablo
basa su argumento en un pasaje del Antiguo Testamento: "El que juntó
mucho, no tuvo de más; y el que poco no tuvo de menos" (2 Cor.
8:15; vea Ex 1 ó: 18). El llamado a la igualdad se basa en la
comprensión de que es Dios quien provee lo necesario. Al compartir sus
88
bendiciones, los creyentes trabajan con Dios en la creación de la
igualdad financiera de la iglesia. Los que tenían mucho debían
compartir con aquellos que tenían menos "para que haya Igualdad"
(2 Cor. 8:14). La distribución equitativa de la riqueza puede ser
imposible en el mundo, pero debe ser una realidad dentro de la iglesia.
El cuarto propósito de la colecta era el de expresar el amor cristiano.
La participación en la colecta era una prueba de la sinceridad del amor
de los corintios (2 Cor. 8:8; compárese con el v. 24). Esto está
estrechamente relacionado con la unidad de la iglesia debido a que el
amor une a la iglesia con Cristo. La ofrenda le da la oportunidad al
amor de ir más allá de la esfera de un concepto o idea, a la arena de la
conducta cristiana como principio activo. Los corintios habían
prometido participar en la colecta, pero no habían cumplido con su
promesa. Ahora Pablo los desafía a demostrar su amor en acción (2 Cor.
9:1-5).
El quinto propósito de la colecta era el de alabar a Dios. Pablo dijo
que la ofrenda estaba "abundando en muchas expresiones de gracias a
Dios" (2 Cor. 9:12). 139 Siendo que bendeciría a los creyentes en
Jerusalén, la ofrenda era motivo de alabanza a Dios (v. 13).
El propósito primordial de toda ofrenda debiera ser glorificar a Dios
porque por medio de nuestras ofrendas confesamos que Dios es quien
proveyó los medios y creó la disposición a dar en el corazón humano.
La generosidad redundará en actos de agradecimiento a Dios (v. 11).
Pablo motivó a los corintios a dar ofrendas al recordarles la gracia de
Dios, la que recibieron gratuitamente, señalándoles el sacrificio de
Cristo, y asegurándoles el constante amor de Dios que se manifiesta en
las bendiciones que recibían cada día. Para Pablo, dar era un privilegió
porque la gracia de Dios estaba usando a los que daban. Esto quiere
decir que una ofrenda debe ser dada de corazón y constituirse en una
experiencia gozosa. Debe ser generosa y de una manera muy especial,
debe ser un acto de auto entrega. Una ofrenda, según Pablo, era un
medio de suplir las necesidades de la iglesia, pero también contribuía
a la unidad de la iglesia y a la igualdad financiera. Mediante la colecta,
se expresaba el amor cristiano y se alababa a Dios. La ofrenda debía
basarse en la situación financiera de la familia, separarse en casa, para
luego darse en el momento señalado a los instrumentos designados por
89
la iglesia. Se esperaba un manejo adecuado de los fondos de aquellos
que dirigían la colecta.
Pablo y la colecta: una ofrenda especial
1. Mencione los tres principios vinculados con la ofrenda especial
para los santos en Jerusalén
1) ___________________
2) ___________________
3) ___________________
2. Explique ¿cuáles son los tres elementos motivadores que
presentó Pablo al referirse a la colecta especial?
1) ___________________
2) ___________________
3) ___________________
3. En la carta a los Corintios, ¿cómo considera Pablo las bendiciones
divinas?
________________________________________________________
57.Según el análisis sobre las ofrendas, ¿cómo se considera la
riqueza?
________________________________________________________
58. Mencione 3 elementos importantes en la organización de las
ofrendas
1) ___________________
2) ___________________
3) ___________________
59. Explique la razón de nombrar personas confiables en el envío
de la ofrenda especial para los santos
________________________________________________________
90
60. Enumere las cuatro actitudes que debe reflejar el creyente
en todo acto de dar
1) ___________________
2) ___________________
3) __________________
4) __________________
61. Explique el significado de la expresión: “Se dieron a sí mismos
primeramente al Señor y entonces a nosotros”
__________________________________________________________
__________________________________________________________
62. Escriba y explique los cinco propósitos mencionados por Pablo
en la colecta especial.
1)
2)
3)
4)
5)
______________________
______________________
______________________
______________________
______________________
91
LAS OFRENDAS EN EL NUEVO
TESTAMENTO-PARTE IV
C. Ofrendas en Hechos de los Apóstoles
El libro de los Hechos menciona algunos problemas financieros que
debió confrontar la iglesia apostólica a medida que se desarrollaba y
crecía hasta ser un movimiento mundial. Aunque el libro de los
Hechos no dicen mucho acerca de las ofrendas, sería útil para
nuestro propósito, examinar los pasajes pertinentes. Esos pasajes
muestran un interés particular en las ofrendas a favor de los pobres en la
iglesia.
1. Ofrendas para los pobres
Según Hech. 2:44 los miembros de la iglesia apostólica tenían "todas las
cosas en común", esto es, sus posesiones estaban al servicio de la iglesia y
de su misión. Esto no debe entenderse como que debían vender todo
lo que tenían y darlo a la iglesia. Lo que se dice es que a medida que
surgían necesidades ellos vendían algunas de sus propiedades para
proveer para las necesidades de los demás (Hech. 4:34-35). 140 Por
consiguiente, esta práctica no era un rechazo al derecho a propiedad
privada sino más bien su reconocimiento balanceado por la disposición
a servir a otros.141 Esto era necesario porque en esa época un número
de nuevos conversos eran pobres. Esta práctica era probablemente una
92
continuación de la vida comunitaria fraternal de Jesús y sus
discípulos (compárese Luc. 8:3; Juan 12:4-6; 1 3:6-9).142
Hay dos ejemplos específicos que ilustran la práctica que se seguía la
iglesia. Bernabé tenía una propiedad y decidió venderla y traer el
dinero a la iglesia para proveer para las necesidades de los pobres
(Hech. 4:36-37). Vendió la propiedad y trajo el dinero a los
discípulos. El segundo ejemplo es el de Ananías y Safira (5:1 -11).
Hicieron una promesa similar, pero después de vender la propiedad
decidieron retener secretamente una parte del dinero. No obstante,
querían dar la impresión de que estaban trayendo a los apóstoles la
cantidad completa.
La experiencia de Ananías y Safira revela varios aspectos importantes
acerca de este tipo de ofrenda. En primer lugar, la donación no era
un simple acto de benevolencia social, sino una ofrenda que se traía
al Señor. Quien finalmente recibía la ofrenda era el Espíritu Santo.
Esto explica la razón por la que Pedro les dijo: "Habéis mentido al
Espíritu Santo" (Hech. 5:3). En segundo lugar, la ofrenda era
voluntaria; de ninguna manera se forzaba a alguien a vender una
propiedad. Aparentemente, después de vender la propiedad,
Ananías y Safira podrían haberse quedado con el dinero, sí hubiesen
sido honestos con los apóstoles. (Hech. 5:4).143 En tercer lugar, una
vez más somos testigos del hecho de que la motivación es de valor
primario en la ofrenda. En el caso de Ananías y Safira, la
determinación que habían hecho con respecto a su propiedad, estaba
motivada "por el deseo de ganar la reputación de ser generosos, y no
por una preocupación genuina por los necesitados que había entre
ellos". 144 Su egoísmo, que se manifestaba en una preocupación
ingobernable por mantener su seguridad financiera, los condujo a
violar un compromiso hecho con el Señor. Esta pareja rechazó el
Espíritu Santo, quien guía a los creyentes y a la iglesia, y a su vez el
Espíritu los rechazó a ellos también. Finalmente, este incidente
muestra que es correcto e importante hacer promesas al Señor,
pero es igualmente importante cumplir tales promesas.
El procedimiento seguido en la colecta y distribución o uso de la ofrenda
era simple. Los creyentes decidían por sí mismos vender una parte
de la propiedad y prometían dar todo el dinero, o tal vez una parte
del mismo a la iglesia. Se daba el dinero a los apóstoles, quienes se
93
hacían responsables por administrarlo (Hech. 4:37). Este puede haber
sido el sistema que la iglesia estableció y que los creyentes siguieron.
A medida que la iglesia crecía, era más evidente que los apóstoles no
podían manejar las finanzas de la iglesia y al mismo tiempo
proclamar el evangelio a tiempo completo. Pronto descubrieron que
era imposible hacer bien ambas cosas. El problema se agudizó cuando
un grupo se quejó de que algunas viudas estaban siendo descuidadas en
la distribución del pan (Hech. 6:1-6). Esto los llevó a una revisión de
los procesos administrativos, de tal forma que los apóstoles se
reunieron con los discípulos de la iglesia (miembros de iglesia) y
juntos aprobaron un nuevo plan. Como resultado, se eligieron siete
hombres que se encargasen de la distribución del pan. En el proceso
de selección buscaron personas que estuviesen "llenas del Espíritu y de
sabiduría" (Hech. 6:3). En otras palabras, se requirieron dos
calificaciones importantes. En primer lugar, eran líderes espirituales
consagrados al Señor y poseídos por el Espíritu; y en segundo lugar,
se esperaba de ellos que tuviesen algún conocimiento sobre
asuntos administrativos, particularmente en el manejo de los
fondos.145 La combinación de estos dos elementos muestra que la
administración de las finanzas de la iglesia no tiene que ver con una
teneduría de libros de índole secular, sino que es un asunto profundo
y esencialmente espiritual.
En el fundamento de la ofrenda que estamos considerando se
encuentran algunos conceptos teológicos importantes. Siendo que se
han discutido la mayoría de esos conceptos en el contexto de otras
ofrendas, las mencionaremos aquí sólo en forma breve. La ofrenda
reflejaba una abundancia de la gracia de Dios en los corazones de
los creyentes pues se la vincula con la declaración de que todos los
creyentes "disfrutaban de abundante gracia" (Hech. 4:32). El
evangelio modificó radicalmente su concepto de la mayordomía.
Ellos sabían quién era el verdadero Propietario. Finalmente, así
como ocurrió con ¡a colecta paulina, la ofrenda era un testimonio
de la unidad de la iglesia; todos eran "de un mismo corazón y mente"
(Hech. 4:32). Tenían un Señor, una fe, un bautismo, y un Dios
(compárese Efe 4:4-5) --eran uno en Cristo, lo que se demostraba
"en su prontitud para satisfacer las necesidades de los demás". 146 Se
expresa la unidad espiritual en manifestaciones tangibles de amor,
y en este caso en particular la ofrenda cumplía con ese papel.
94
2. Ofrendas especiales
Hech. 11:27-30 refiere una ofrenda especial que envió la iglesia de
Antioquía a Jerusalén. Esta era otra ofrenda voluntaria. El profeta
Agabo predijo la venida de una hambruna severa en el imperio
romano, y esto impulsó a la iglesia "a proveer ayuda para los
hermanos que vivían en Judea" (Hech. 1 1:29). Este era un fondo
especial que debía usarse en la emergencia inminente. Cada uno dio
lo que podía dar, y se entregó la ofrenda a Bernabé y a Pablo para
que la llevasen a la iglesia de Jerusalén. La ofrenda "estuvo motivada
por el amor de Cristo, expresaba la solidaridad del compañerismo
cristiano, y mostraba que Dios había recibido a los gentiles en la
iglesia. La congregación en Antioquía no se consideró a sí misma
como una entidad aislada de la iglesia madre en Jerusalén. Se
consideró natural enviar ayuda a otra parte del cuerpo que estaba
teniendo dificultades". 147 Esta ofrenda parece haberle provisto a
Pablo un antecedente y modelo teológico para su colecta posterior
a favor de la iglesia de Jerusalén.
El libro de los Hechos nos dice que los miembros de la iglesia ponían
sus posesiones al servicio de la iglesia. Esto se basaba en el
entendimiento de que Dios era el real dueño de lo que tenían. Su
disposición a dar era el resultado de la obra de la gracia de Dios en
sus corazones. Aquellos cuyas ofrendas estaban motivadas por el
egoísmo, eran rechazados. Se daba la ofrenda a Dios, aunque era
recibida por instrumentos humanos, los apóstoles. Se ponía la
administración de los fondos en las manos de personas capaces que
conocían cómo manejar el dinero, y eran a su vez gigantes
espirituales en la iglesia.
Preguntas de reflexión
1)
2)
3)
4)
¿Son mis ofrendas voluntarias?
¿Estoy ofrendando de acuerdo al modelo bíblico?
¿Mis ofrendas expresan adoración y entrega total?
¿Mi acto de ofrendar, sigue la motivación correcta?
95
RESUMEN Y CONCLUSIONES
Hemos examinado una buena cantidad de materia! bíblico sobre el
tema de las ofrendas y es tiempo ahora de que sinteticemos nuestras
conclusiones. Prácticamente cada pasaje que estudiamos tiene algo
que contribuir a una mejor comprensión del significado de las
ofrendas. En la mayoría de los casos detectamos un número de temas
subyacentes que aparecen bastante a menudo en la discusión.
El fundamento teológico de la práctica de traer ofrendas al Señor parece
estar formado por tres conceptos teológicos principales que se
encuentran interrelacionados. El primero es soteriológico, es decir,
la disposición constante y amante de Dios de salvar a los seres
humanos del poder del pecado. La salvación es una revelación de la
gracia de Dios y nos liega como un don inmerecido que debe
aceptarse por la fe en Cristo. La revelación que Dios hizo de sí mismo
dejó en claro que él es el Más Grande Dador del universo. En el Antiguo
Testamento la disposición de Dios para salvar se manifestó de una
manera particular en el Éxodo cuando el Señor redimió a su pueblo
del poder esclavizante de Egipto. En el Nuevo Testamento, la
salvación de Dios alcanzó su suprema manifestación en el don de su
Hijo como el único medio de salvación. El Padre y el Hijo pusieron
la gracia al alcance de todos los que por fe en Cristo aceptasen ese
don. Dios proveyó la ofrenda que ninguna otra persona podía proveer.
La dádiva humana es un pálido reflejo de la dádiva divina.
96
El segundo elemento en el fundamento teológico es la fidelidad de
Dios a sus promesas, la constancia de su palabra. En el Ser Divino no
hay inconsistencia ni en palabra ni en hechos. El prometió morar con
los seres humanos, proveyéndoles de identidad y supliendo sus
necesidades, y cumplió con sus promesas. El Señor es confiable y
responsable. Sus criaturas pueden esperar y confiar en él. Hay una
constancia en el carácter divino que lo hace digno nuestra confianza.
Él es fiel a sí mismo, a su propio carácter.
El tercer elemento en el fundamento teológico es el Señorío de Dios.
El Dios que nos salvó libremente y que es fiel a sus promesas es también
nuestro Señor. Entró en una relación de pacto con nosotros al
aceptarnos como pueblo suyo, y nosotros le aceptamos como el Señor
del pacto. Su Señorío no se restringe a la esfera espiritual, sino que
incluye de una manera más concreta el reconocimiento de que todo
lo que tenemos es suyo porque él nos lo dio. El Señorío divino significa
que él es el Dueño, pero que está dispuesto a dar en forma natural de
lo que es suyo a su pueblo. Por consiguiente, lo que su pueblo posee
le llega como un don o bendición del Señor del pacto.
Además de otros elementos, los tres fundamentos teológicos que
hemos discutido proveen para nosotros la motivación para dar. Los seres
humanos son llamados e impulsados a dar porque la gracia de Dios se
reveló en el don gratuito de la salvación mediante Cristo. El cristiano
posee el ejemplo sublime de Dios y de su Hijo como modelos de
benevolencia. Nuestra dádiva debe ser moldeada por el dar divino.
Creados a la imagen de Dios, los seres humanos deben imitar la disposición
divina a dar. Siendo que Dios da libremente, los seres humanos
debieran dar libremente también.
Los cristianos están motivados a dar porque Dios, quien guarda sus
promesas, está constantemente bendiciendo y protegiendo a su
pueblo. Esas bendiciones nos llegan en diferentes maneras, pero Dios
está siempre bendiciéndonos. Dios, por consiguiente, no es una
persona que dio en el pasado y que ahora no da más. Es a través de su
dar providencial que está preservando su creación. El hecho de que
está constantemente dando nos provee un modelo y una razón para
dar a los seres humanos. De allí que nadie debiera venir a adorarlo
con las manos vacías.
97
El reconocimiento del Señorío de Dios debiera ser un factor motivante
para que demos. Probablemente, los que se perciben a sí mismos
como dueños no darán por amor. El reconocimiento del hecho de
que hay un Señor que gobierna el universo y es dueño de lo que hay
en él, yace en la base de la benevolencia. Dios quiere usarnos en la
administración y distribución adecuada de sus bienes. Bajo este
trasfondo teológico, no podemos vernos sino como mayordomos suyos
que gozosamente usan lo que él les dio para promover su plan.
Otra motivación para dar se encuentra en el reconocimiento de que
Dios está obrando la salvación de la humanidad a través de su iglesia.
Trajo la iglesia y el ministerio evangélico a la existencia para
continuar revelando su gloria al mundo. Los miembros de la iglesia
apostólica encontraron su más grande gozo en la promoción de la causa
de Dios mediante sus ofrendas. Nada era más importante para los
creyentes que la proclamación del evangelio, y consideraban un
privilegio ser instrumentos de Dios en esa tarea. Contarles a otros que
Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo era tan
significativo para ellos que a veces algunos cristianos dieron ofrendas
que iban más allá de sus recursos.
En síntesis, podemos decir que el amor a Dios es lo que motiva a los
cristianos a dar ofrendas, un amor desinteresado cuyo foco de
atención es Dios y los seres humanos. El dar motivados por una sed de
reconocimiento propio está fuera de lugar en la vida cristiana. Jesús
instó a los creyentes a dar calladamente, en forma silenciosa, esperando
su recompensa de Dios. El egoísmo mancha la ofrenda y la vuelve
inaceptable para Dios. Tampoco debía darse una ofrenda para
obtener o ganar simpatía, amor o reconocimiento delante de Dios.
Es sólo por medio de la ofrenda sacrificial de Cristo que somos
aceptados por Dios.
Este último comentario nos conduce lógicamente a una definición de
lo que es una ofrenda aceptable. Aparecen varios elementos en la Biblia
que nos ayudan a definir este término. En primer lugar, una ofrenda
aceptable es una expresión de nuestra auto entrega a Dios. En nuestras
dádivas, debiéramos darnos a Dios, renovando nuestra entrega a él.
Una ofrenda es una experiencia profundamente religiosa porque
revela una vida enteramente entregada al Señor.
98
En segundo lugar, una ofrenda aceptable testifica que Dios está
primero en la vida del creyente. Siendo que Dios ha sido reconocido
como Señor, se le lleva el mejor y más costoso don de acuerdo a los
recursos de la persona. La ofrenda llega a ser un acto de homenaje y
sumisión a Aquel que nos redimió y que es ahora nuestro Señor. Al
poner aparte la ofrenda antes de usarla o invertirla en otra cosa,
estamos diciendo al Señor y a nosotros mismos: "Señor, tú eres el
primero en nuestras vidas".
En tercer lugar, una ofrenda aceptable expresa fe en el cuidado
providencial de Dios por nosotros. Tal ofrenda proviene de un corazón
que confía en un Dios personal que suple nuestras verdaderas
necesidades. Cuando se da una ofrenda de lo que sobra, tiende a
volverse una formalidad, un acto ritual carente de devoción. La fe
en Dios está siempre buscando la manera de expresarse, de volverse
significativa. Nuestras ofrendas nos proveen un canal por medio del
cual podemos expresar nuestra fe en un contexto de adoración.
En cuarto lugar, una ofrenda aceptable es la manifestación visible de la
gratitud, el agradecimiento, el gozo y el amor del adorador. Estas son
todas respuestas de la experiencia del amor redentivo y providencial
de Dios. En el pensamiento bíblico el ser interior revela su naturaleza
y propósito mediante acciones. Las respuestas positivas al amor de Dios
se expresan de diferentes maneras en las vidas de los creyentes. Una
de ellas es una ofrenda tangible que va acompañada de una
confesión de reconocimiento al Señor por su bondad. Una ofrenda es
la forma concreta que toman nuestros sentimientos y actitudes
interiores hacía el amor de Dios en el acto de adoración.
En quinto lugar, una ofrenda aceptable es voluntaria. No debe traérsela
al Señor bajo compulsión o renuentemente, sino voluntariamente. El
hecho de que el Señor espera y requiere de nosotros que demos
ofrendas no debiera hacernos concluir que ésta es otra carga para el
creyente. Dios quiere que experimentemos el gozo de dar que
enriquece nuestras vidas.
En sexto lugar, una ofrenda aceptable refleja nuestra entrega al
mensaje y la misión de la iglesia. Siendo que creemos que Dios está
usando a su iglesia para proclamar el evangelio y preparar el mundo
para la Segunda Venida de Cristo, debiéramos estar dispuestos a poner
99
nuestros recursos al servicio del plan de Dios para la humanidad. Esto
quiere decir que al dar nuestras ofrendas a la iglesia estamos de hecho
dándolas a Dios para promover y desarrollar el último aspecto del
plan de salvación. No puede encontrarse sobre la tierra una causa
más grande a la cual podamos consagrar los recursos que hemos
recibido del Señor.
En séptimo lugar, una ofrenda aceptable proviene de un corazón que está
en paz con Dios y con los demás. El acto de adoración presupone que la
religión y la ética no deben ser compartamentalizadas o separadas la
una de la otra. El tratar a otros bondadosamente es un deber tan
religioso como traer una ofrenda a Dios. Revelamos en forma
particular nuestro interés por otros al proveer para las necesidades
de nuestros familiares. El celo por Dios y su causa nunca debieran
conducir a los cristianos a dar ofrendas al Señor que resulten en el
descuido de las necesidades de sus familias. El hacer provisión para
nuestras familias forma parte también de nuestro deber cristiano.
Finalmente, una ofrenda aceptable, aunque espontánea, es al mismo
tiempo sistemática. Se espera que planeemos nuestra dádiva de
acuerdo a nuestros ingresos. La cantidad que será dada debe ser
separada en el hogar, con la familia, y entonces traída a la iglesia para
darla al Señor. Esto nos protege de dar únicamente motivados por las
emociones.
Nuestro último punto nos lleva a pensar en la logística seguida en el
sistema bíblico de ofrendas. La Biblia provee cierta orientaciones
con relación a la recolección y manejo de las ofrendas. Mencionarnos
ya que la cantidad se basa en las bendiciones recibidas del Señor y
que debe ser puesta aparte en el hogar. Además, Dios y la iglesia
señalaron instrumentos específicos (personas) para recibir las
ofrendas. Estas debían ser entregadas sólo a personas reconocidas
por la comunidad de creyentes como siendo dignas de recibirlas y de
administrarlas. El lugar para traerlas era el templo o iglesia en donde
se juntaba el pueblo para adorar colectivamente al Señor. Hay
evidencia que indica que se guardaban registros adecuados y que se
usaban las ofrendas para propósitos asignados.
En segundo lugar, las ofrendas tenían el propósito de fortalecer la
unidad de la iglesia. Mediante sus ofrendas, los creyentes mostraban
100
tener un mismo espíritu, mensaje y propósito. AI apoyar un proyecto
local, la iglesia mundial encontró la oportunidad de expresar su
unidad. Las cargas y pruebas de una congregación llegaron a ser la
carga de toda la iglesia. Los creyentes a través del mundo se
identificaron con las necesidades y pruebas de los que trabajaban
en lugares específicos.
En tercer lugar, las ofrendas tenían por objeto crear igualdad
financiera en la iglesia. Los que tenían mucho compartían con tas
que tenían poco. Las bendiciones de Dios pueden diferir de persona
a persona, pero él espera que aquellos que han recibido mucho lo
asistan en crear una distribución equilibrada de la riqueza. Tal
igualdad tomará en consideraciones tanto las necesidades locales
como las mundiales.
En cuarto lugar, las ofrendas tenían el propósito de motivar al
pueblo a alabar a Dios. Mediante nuestras ofrendas se nutre el
espíritu de gratitud dentro de la comunidad de los creyentes, y se
alaba a Dios por la benevolencia de sus instrumentos. Las ofrendas
debieran estimular a otros a alabar a Dios quien por su gracia creó
un espíritu de liberalidad en los corazones de los dadores.
Deberíamos dar una breve mirada al sistema de ofrendas desde la
perspectiva divina. ¿Qué es lo que Dios estaba tratando de lograr en
el creyente mediante el requerimiento de las ofrendas? Hay un gran
beneficio espiritual para los que traen sus ofrendas al Señor. La
Biblia sugiere que Dios usaba el sistema de ofrendas para enseñar a
su pueblo cómo expresarle su amor y gratitud 1. El que nos llamó a
amarle tanto a él como a nuestros semejantes, estableció, entre
otros medios, el sistema de ofrendas como un vehículo por el cual
actualizamos ese amor. De esta manera se vence el egoísmo en
nuestras vidas.
Otra razón por la que Dios requirió las ofrendas fue para guardar a
su pueblo de la idolatría. Las ofrendas les recordaban que Yahvé era
el verdadero Propietario de todo y quien los bendecía. La tierra nopertenecía a Baal ni era Baal quien la hacía fructífera; era el Señor
Yahvé. Se rechazaba la idolatría cada vez que se traía una ofrenda
al Señor.
101
Finalmente, Dios requería ofrendas de su pueblo para fortalecer su
relación con él. Este es en cierto sentido el otro lado del punto
previo. Cada ofrenda le daba al pueblo de Dios la oportunidad de
reconsagrarse a su Señor. Así se renovaba la relación que se había
establecido con él mediante su glorioso acto de redención, y los
lazos de amor se fortalecían en un acto de devoción personal.
Mi respuesta de amor
Como un acto de adoración y entrega total de mi vida al señorío de
Jesús; decido ofrendar según el modelo bíblico separando el
_______% de mis ingresos como ofrenda total.
___________________________________
Firma
Los materiales adicionales que siguen sobre diezmar y los tópicos
relacionados han sido producidos por el Departamento de
Mayordomía de la Asociación General durante 1991 -1994:
Principios de Vida, Sistema Financiero de los Adventistas del
Séptimo Día; Momentos de Diezmar; Mayordomía y Planeación
Estratégica.
102
1 Para una evaluación de esos estudios véase Menahem Hermán, Tithe as a Gift: The
Institution in the Pentateuch and in Light of Mauso's Presentaron Theory (San Francisco,
CA: Mellen Research University Press, 1991), 7-37.
2 Véase Jacob Milgrom, Numbers: The JPS Torah Commentary (New York: Jewish
Publication Society, 1990), 432. Véase también Gary A. Anderson Sacrifices and
'Offerings in Ancient Israel (Atlanta, GA Scholars Press, 1987), 78-80. Debemos
mencionar que un diezmo (impuesto) no religioso, real, era conocido en Israel (véase 1
Sam 8:10-17; Anderson, Ibid, 81, 82).
3 Jacob Milgrom, Cult and Conscience (Leiden: E. J. Brill, 1 876), 58. La discusión de
Milgrom está basada en un estudio preparado por M. A. Dandamayev, "Charmowaja
Desjatina W. Pozdnej Babilonii", Vestnik Dreney Istoríi, (1965), 14-34. Véase también M.
A. Dandamayev, "State and temple in Babilonia ¡n the First Millennium BC", en State and
Temple Economy in the Ancient Near East, E Lipinsky, ed (Leuven: Department
Orientalistic, 1979), 593, 94.
4 Consultar J. A. MacCulIoh, "Tithes", Encyclopedia of Religión and Ethics, editado por
James Hasting, vol. 12 (Edingburgh: T SC T Clark, m.d.), 347; W. H. D. Rouse, "Tithes
(Greek)", Ibid, 350, 51; y también G. Hawthorne, "Tithe", New Internacional Dictionary
of New Testament Theology, editado por Colin Brown, vol. 3 (Grand Rapids, MI:
Zondervan Publisher, 1978), 851.
5 E. G. White, Comentario Bíblico Adventista, vol. 1, 1 107 (Testimonies, vol. 3, p. 393).
6 E. G. White, Testimonies, vol. 3, p. 388.
7 E. E. Carpenter, "Tithe", Internacional Standard Bible Encyclopedia, vol. 4 (Grand
Rapids, MI: W. B. Eerdmans, 1988), 862.
8 G. White, Patriarcas y Profetas, 185
9 Walter Brueggemann, Génesis (Atlanta: John Knox, 1982), 248.
10 Sobre la estructura general del capítulo consultar a G. J. Wenham, The Book of
Leviticus (Grand Rapids, MI: W. B. Eerdmans, 1979), 336, 37.
11 Baruch A. Levine, Leviticus: The JPS Torah Commentary (New York: Jewish
Publication Society, 1989), 192.
12 B. Beck, "Baqar", Theological Díctionary of the Oíd Testament, vol. 2 (Grand Rapids
MI: W. B. Eerdmans, 1975), 210.
13 Hermán, Tithe, 60, enfatiza este aspecto del diezmo. Este autor va demasiado lejos
cuando argumenta que "las ordenanzas del diezmo de Levítico describen una
reciprocidad sistemática bajo el pacto por el que los bienes tangibles se cambian por la
protección divina" (Ibid). Con este argumento comercializa el diezmo. La razón básica
que 13.13. se da en Levítico para diezmar, es que el diezmo es santo. Por supuesto esto
presupone
las
bendiciones
de
Dios,
pero
no
determina
ni
forza a Dios a bendecir su pueblo.
14 Comentario Bíblico Adventista, vol. 1, 832.
15 Philip J. Budd, Nimben, 148-54.
16 Véase Milgrom, Números, \ 48-54.
17 J. Milgrom sugiere esta interpretación en "Heave Offering", Interprete”s Dictionary
of the Bible Supplementary Volume (Nashville, TN: Abingdon, 1976) 391.
18 J. Milgrom, entre otros, ha defendido la naturaleza mandatoria del diezmo en
Números 18 (Numbers, 433).
19 Peter C. Craigie, Deuteronomy (Grand Rapids, MI: W.B. Eerdmans, 1976), 229.
20
La interpretación prevaleciente entre los eruditos que niegan la autoría Mosaica del
Pentateuco es que en Deuteronomio estamos tratando con una fuente escrita después del
exilio, que refleja la naturaleza y propósito del diezmo durante este período. Argumentan
que la legislación que aparece en Levítico regula el uso del diezmo durante el exilio o poco
antes del exilio. Véase Hermán, Tithe, 7-37.
103
21
E. G. White, Patriarcas y Profetas, 570.
El tercer día mencionado en este versículo puede referirse al tercer día después que la
gente llegó al centro de culto; pero esto no es necesariamente cierto. También podría
ser que las prácticas del diezmo en el reino del norte diferían de las de Judá. Véase Hans
Walter Wolff, Joel and Amos (Philadelphia: Fortress Press, 1977), 219.
23
Shalom M. Paul, Amos, (Minneapolis: Fortress Press, 1991), 139.
24
Wolff, Joel and Amos, 219.
25
No sabemos el procedimiento que se seguía en la distribución de los diezmos a los levitas.
Nehemías 10:37, 38 deja la impresión de que durante el período post-exílico el único
diezmo que se traía al templo era el levítico para los sacerdotes, y que el diezmo en sí se
lo guardaba en los pueblos donde los levitas recidían a fin de que pudieran obtener lo que
necesitaran. Sin embargo, esos dos versículos no son muy claros pues parecieran estar en
tensión con un par de otros pasajes en Nehemías. En Nehemías 12:44 ciertas personas
seleccionadas traían a los almacenes del templo "las porciones requeridas por la ley a los
sacerdotes y levitas". Estas "porciones" podrían haber incluido el diezmo, según se sugiere
en Nehemías 12:47. (Los israelitas "ponían aparte la porción para los otros levitas [además
de las que pertenecían a los cantores y a los porteros], y los levitas también apartaban
una porción para los descendientes de Aarón"). Nehemías 13:5 dice que "el diezmo del
grano, de vino y del aceite, que se ordenaba dar a los levitas, a los cantores, y a los
porteros; y la ofrenda de los sacerdotes", se guardaban en los almacenes del templo. Véase
también Malaquías 3:10. Es muy posible que Nehemías 10:38 esté simplemente indicando
que se había instruido a los levitas a traer sus propios diezmos (el diezmo del diezmo) al
templo, pero que a la gente se le permitía traer sus diezmos a un lugar central en sus
propios pueblos. Los otros pasajes indicarían entonces que, en realidad, todo el diezmo
iba al templo para ser guardado. Habiendo dicho eso, uno también podría pensar que algo
del diezmo levítico, por ejemplo el diezmo del ganado y del rebaño y quizá de algunos
productos de la tierra, se guardaba en lugares centrales por todo el país (e.g. las ciudades
levíticas) para uso de los levitas cuando lo necesitasen. Quizás los diezmos que se
guardaban en el templo eran los diezmos del trigo, del nuevo vino y del aceite.
26
Véase H. G. M. Williamson, Ezra, Nehemiah (Waco, TX: Word Books, 1985), 387.
22
27
E. G. White, Profetas y Reyes, 495.
Ibid.
29
D. J. Clines, Ezra, Nehemiah, Esther (Grand Rapids, MI: W. B. Eerdmans, 1984), 120.
30
William L. Holladay, Comise Hebrew and Aramaic Lexicón of the Old Testament
(Grand Rapids, MI: W. B. Eerdmans, 1971), 338.
31
Raymond A. Bowman escribió, "Era de suponerse que el levita tenía la obligación de servir,
así como el laico la de contribuir" ("The Book of Nehemiah", Interpréte”s Bible, vol. 3
[Nashville, TN: Abingdon Press, 1971]), 810.
32
Véase, entre otros, SDA Bíble Commentary, vol. 4, 1121; Ralph L. Smith, Micah-Malachi (Waco,
TX: Word Books, 1984), 298; Elizabeth Achtemeier, Nahum-Malachí (Atlanta: John Knox Press,
1986), 171; Pieter A. Verhoef, The Books of Haggai and Malachi (Grand Rapids, MI: W. B.
Eerdmans, 1987), 158.
33
Leiland Wilson, "The Oíd Testamento and Tithe", Baker's Díctionary of Practical Theology (Grand
Rapids, MI: Baker's Book House, 1967), 357.
34
Achtemeier, Malachi, 192.
35
Wilson, "tithe", 357. Para más sobre 1 Corintios 9:13, véase el siguiente capítulo.
36
Ibid.
37
Sobre la religión de Babilonia véase a Helmer Ringgren, Religión of the Ancíent Near East
(Philadelphia: Westminster, 1973), 81, 81, 109-20; y sobre Egipto consúltese a Siegfried
Morenz, Egyptian Religión (Ithaca, NY: Cornell University Press, 1973), 87, 88, 94 -99.
28
104
38
Esto es sugerido por Jacob Milgrom, Leviticus 1-16 (New York: Doubleday, 1991), 474.
Para una discusión de la etimología del sustantivo véase a Gary A Anderson, Sacrífices and Offeríngs
in Ancient Israel (Atlanta, GA: Scholars Press, 1987), 137-44.
39
Esta es la conclusión a la que liega C J Labuschahne después de estudiar el uso del verbo
hebreo nathan - "dar", en el Antiguo Testamento, y notar cuan a menudo Dios aparece como
sujeto y los seres humanos como predicado, y cuan raramente se dice que los seres humanos
dan algo a Dios. Véase su artículo "Ntn," en Theologísches Handworterbuch zum Alten Testament,
editado por E Jenni y C Westermann (München: Chr Kaiser Verlag, 1971-76), vol 2, 138-141
[Desde aquí en adelante citado como THAT\).
40
Véase John E Hartley, Leviticus (Dallas, TX: Word, 1992), 24: y A Noordtzíj, Leviticus
(Grand Rapids, Mí: Zondervan, 1982) 30-31.
41
Milgrom, Leviticus, 145.
42
Véase G J Wenham, The Book of Leviticus (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1979), 51.
43
Véase Noordtzij, Leviticus, 40.
44
Compare G A F Knight, Leviticus (Philadelphia: Westminster, 1981), 17.
45
Véase T W Cartledge, "Vow", en The International Standard Bible Encyclopedia (Grand Rapids, MI:
Eerdmans, 1986), Vol. 4, 998 (de aquí en adelante citado como ISBE).
46
Véase Leonard H Coppes, "Nadar make a vow", en Theological Word Book of the Oíd Testament,
editado por R Laird Harris (Chicago, IL: Moody, 1980), Vol. 2, 1309 (de aquí en adelante
será citado como TWO T).
47
Roland de Vaux, Ancient Israel: Religious Institutions (New York: McGraw-Hill, 1961), vol. 2,
41 7.
48
Véase G Mayer, "Ydh", en Theological Dictionary of the Oíd Testament, vol. 5, editado por G J
Botterweck y Helmer Ringgren (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1974), 428 (de aquí en
adelante será citado como TDOT).
49
Noordtzij, Leviticus, 83
50
Véase Ralph H Alexander, "Yádáh confess, praise, give thanks," TWOT, vol. 1, 365.
51
Wenham, Leviticus, 69.
52
Hartley, Levitícus, 30, después de notar que la porción de esta ofrenda quemada
en el altar es llamado "memorial", sugiere que el término "da a entender la idea de
que la persona que da esta ofrenda está recordando la gracia de Dios al darle su
comida diaria".
53
Véase Knight, Levitícus, 18; y R K Harrison, Levitícus (Downers Grove, IL: InterVarsit
Press, 1980), 50.
54
Véase Richard O Rigsby, "First Fruits," en Anchor Bible Dictíonary, vol. 2, editado
por David N Freedman (New York: Doubleday, 1992), 797 (de aquí en adelante será
citado como ABD).
55
Roland B Alien, "Numbers," en The Expositor's Bible Commentary, vol. 2, editado por
Frank E Gaebelein (Grand Rapids, MI: Zondervan, 1990), escribe: "Aquí es donde
solemos fallar. A menudo nos encontramos dando de lo que nos sobra. Cuando
nada sobra, no le damos nada al Señor. Otros encuentran que cuando dan a Dios lo
primero y lo mejor, les queda un sobrante" (853).
56
En Núm. 15:18-21 se menciona una ofrenda de la primera porción de la masa.
57
Baruch A Levine, Number 1-20, (New York:DoubIeday, 1993), 446
58
Noordtzij, Leviticus, 233.
59
Véase J A Thompson, Deuteronomy (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 1974),
254.
60
Véase Peter C Craigie, The Book of Deuteronomy, (Grand Rapids, MI: Eerdmans,
1976), 320.
61
Aquí se debería hacer mención de la ley de los primogénitos de seres humanos y
animales, según la cual todo primogénito pertenece al Señor (Exo. 22:29,30). Esta
no era una ofrenda sino un requerimiento legal del Señor (Lev. 2 7-.26). El
105
primogénito pertenecía al Señor y al devolvérselo los israelitas recordaban su redención
de Egipto y su elección como primogénito de Dios (Núm. 3:13; 34:20; Lev.
27:26,27). Consúltese a M Tsevat, "Bechór", TDOT, vol. 2,126.
62
Véase Philip J. Budd, Numbers, (Waco, TX: Word, 1984), 332,33.
63
Walter C Kaiserm "Nasa", TWOT, vol. 2, 602.
64
Esta ofrenda puede haber sido instituida por Moisés. Véase 2 Crón. 24:9 y Exo.
30:11-16; 38:25,26; cf. Neh. 10:32.
65
Véase Levine, Numbers, 247, 256.
66
Véase Anderson, Sacrifices, 34-35.
67
Sobre la función del segundo diezmo como medio de ayuda a los pobres dentro de
la teocracia israelita, véase nuestro trabajo "La Mayordomía y la Teología del
Diezmo".
68
Véase W Popkes, "Didómi give", en Exegical Dictionary of the Oíd Testament, vol. 1, editado
por Horst Balz y Gerhard Schnider (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1990), 321 (de aquí
en adelante será citado como EDNT").
69
Véase W W Buehler, “ Wise Men (NT)”, ISBE, vol. 4, 1084.
70
Véase H Balz, “Magos”, EDNT vol. 2, 371.
71
Donal A Hagner, Matthew 1-13: (Dallas, TX: Word, 1993),28.
72
Ibid, 28. Véase Ulrich Luz, Matthew 1-7: A Continental Commentary (Minneapolis:
Fortress Press, 1989), 137.
73
Véase C Brown, “Korban”, en the New Internacional Dictionary of New Testament
Theology, vol. 2, editado por Colin Brown (Grand Rapids, MI: Zondervan 1976), 43
(de aquí en adelante será citado como NIDNTT).
74
John Nolland, Luke 18:35-24:53 (Dallas, TX: Word, 1993) 979
75
Véase Robert H Mounce, Matthew (Peabody, MA: Hendrickson, 1985), 53.
76
Luz, Matthew, 357,58.
77
Véase E. Earle Ellis, The Gospel of Luke (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1966), 115;
y Normal Geldenu huys, Commentary on the Gospel of Luke (Grand Rapids, MI:
Eerdmans, 1951), 212.
78
R. Heiligenthal, “Ergátés”, EDNT Vol.2, 49.
79
Véase P: Trummer, “Axios”, EDNT vol. 1,113.
80
Este es el significado que aparece en los documentos griegos; véase James Hope
Moulton y George Milligan, The Vocabulary of the New Testament (Grand Rapids, MI:
Eerdmans, 1930), 643.
81
Ernest Best, The First and Second Epistles to the Thessalonians (New Cork: Harper
and Row, 1972),, p. 337, quien argumenta que Pablo no está aquí justificando su
renuncia al pago como misionero sino la necesidad que tiene los miembros de iglesia
de trabajo manual. Si él, que como misionero tenía derecho al mantenimiento
económico, había decidido trabajar en otro oficio para vivir, los tesalonisenses que
no tienen derecho a ser sostenidos por la iglesia necesitan con mucha más razón
trabajar.
82
Véase David J. Williams, 1ra y 2da Tesalonicenses (Peabody, MA: Hendrickson,
1992). El escribe: “Es probable que muchos supiesen que Pablo había recibido
ofrendas de Filipos. Eso puede haber llevado a algunos a concluir que ahora había
venido a Tesalónica con la esperanza de recibir más ofrendas (cf. Fil 4:15 pp)…Pablo
presenta a Dios como testigo…de que la codicia no tiene alguna parte en su servicio
misionero”.
83
J. M. Evert, “Financial Support”, en Dictionary of Paul and His Letters, editado
por Gerald F. Hawthorne y Ralph Martin (Downers Grove, IL: InterVarsity Press,1993),
296 considera varias razones por las que Pablo rechazó la manutención (de aquí en
adelante será citado como DPL).
106
84
Véase Hans Conzelmann, 1ra Corintios, (Philadelphia: Fortress Press, 1975), 152.
Véase nuestro trabajo, “La mayordomía y la teología del diezmo”.
86
Con Conzelmann, 1ra Corintios, 157.
87
Véase Gerard Delling, “Diatásso”, en Theological Dictionary of the New
Testamento, vol. 8, editado por Gerard Kittle y Gerard Friedrich (Grand Rapids, Ml:
Eerdmans, 1972), 34, 35 (de aquí en adelante será citiado como TDNT).
88
Véase Gerar F. Hawthorne, Philippians (Waco, TX: Word), 22.
89
Véase J. Goetzmann, “Phronesis”, NIDNTT, vol. 2, 617.
90
Véase Georg Bertram, “Paren”, TDNT, vol. 9, 233.
91
Véase P. T. O’Brien, “Fellowship, Comunión, Sharing”, DPL, 293.
92
Ibid, 294.
93
Hawthorne, Phillippians, 202
94
Véase F. F. Bruce, Phillippians (Peabody, MA: Hendrickson, 1983), 154.
95
Hawthorne, Phillippians, 206.
96
Ibid, 206,07.
97
Con Ralph P. Martin, Phillippians (Grand Rapids, Ml: Eerdmans, 1976), 168.
98
Véase Moulton and Milligan, Greek, 57,58.
99
A. Horstmann, “Apecho”; EDNT, vol. 1,121.
100
Para un resumen de la discusión entre los especialistas obre los detalles históricos y
teológicos vinculados con la colección, referimos al lector a S. McKnight, "Collection for the
Saints", DPL, 143- 147. Ofrece una importante información bibliográfica.
101
Véase Victor P. Furnish, 2daCorintíos (New York: Ooubleday, 1984),399,413.
102
Véase Hans Dieter Betz, 2da Corintíos 8-9 (Philadelphia: Fortress, 1985), 42.
103
Véase Ralph P. Martin, 2daCorintios(Waco, TX: Word, 1986),252,53.
104
Betz, 2da Corintias, 61.
105
Con Furnish, 2da Cotiotios, 447.
106
Betz, 2da Carintias, 110.
107
Véase Fumish, 2daCorintios, 448¡ G. Kittel, "Autarkei", TDNT vol. 1, 466¡ B. Siede,
"Arkeo",NIDNTT vol. 3, 727.
108
P. T. O'Brian, "Mystlclsm", DPL, 625.
109
Fumish, 2da Corintios, 448.
110
Betz, 2da Corintios, 110.
111
William F. Ore y )ames A. Walther, trs Corintios (New York: Doubleday, 1976), 356, sugieren
que la ofrenda era proporcional y sustancial y que separarla era una actividad de la familia.
112
Véase Fumish, 2daCorintios, 422¡ y Betz, 2daCorintios, 74, 75.
113
Con Martin, 2daCorintios, 254.
114
Betz, 2da Corintios, 44, 45.
115
Véase H. Balz, "Leitourgfa", EDNT vol. 2, 34, 49.
116
Everts, "Financial", 299.
117
T. Holtz, "1505", EDNT vol. 2, 202.
118
Fumish, 2da Corintios, 419
119
Véase Martin, 2da Corintios, 293.
120
Para un resumen de la discusión entre los especialistas sobre los detalles históricos
y teológicos vinculados con la colección, referimos al lector a S. McKnight, “Collection
for the Saints” DPL, 143-147. Ofrece una importante información bibliográfica.
121
Véase Victor P. Furnish, 2da Corintios (New York: Doubleday, 1984), 399,413.
122
Véase Hans Dieter Betz, 2da Corintios 8-9 (Philadelphia: Fortress, 1985), 42.
123
Véase Ralph P. Martin, 2da Corintios (Waco, TX: Word, 1986), 255,53.
124
Betz, 2da Corintios 61.
125
Con Furnish, 2da Corintios, 447.
126
Betz, 2da Corintios, 110.
85
107
127
Véase Furnish, 2da Corintios, 448; G. Kittel, “Autarkei”, TDNT vol. 1, 466; B. Siede,
“Arkeo”, NIDNTT vol. 3, 727.
128
P. T. O’Brian, “Mysticism”, DPL, 625.
129
Furnish, 2da Corintios, 448.
130
Betz, 2da Corintios, 110.
131
William F. Ore y James A. Walter, 1ra Corintios (New York: Doubleday, 1976), 356,
sugieren que la ofrenda era proporcional y sustancial y que separarla era una
actividad de la familia
132
Véase Furnish, 2da Corintios, 422; y Betz, 2da Corintios, 74,75.
133
Con Martin, 2da Corintios, 254.
134
Betz, 2da Corintios, 44,45.
135
Véase H. Balz, “Leitougía”, EDNT vol. 2, 34,49.
136
Everts, “Financial”, 299.
137
T. Holtz, “lsos”, EDNT vol. 2,202.
138
Furnish, 2da Corintios, 419.
139
Véase Martin, 2da Corintios 293.
140
Véase David J. Williams, Hechos (Peabody, MA: Hendrickson, 1985), 93,94.
141
Véase French L. Arrington, The Acts of the Apostles (Peabody, MA: Hendrickson,
1988), 54.
142
F. G. Untergassmair, “Koinos common”, EDNT vol. 2, 302.
143
Véase Williams, Hechos, 97.
144
Arrington, Hechos, 57.
145
Con Williams, Hechos, 118.
146
Ibid, 92.
147
Arrington, Hechos 121.
108

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