Acerca del divorcio y los hijos
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Acerca del divorcio y los hijos
Acerca del divorcio y los hijos. Lic. Héctor D. Klurfan Marzo 2007 [email protected] Planteada la pregunta de qué decirles a los hijos, cómo, cuándo, y qué explicaciones darles, lo único que podemos conjeturar es que no hay generalizaciones que sean válidas, ya que cada situación es única, se da en el seno de una única familia y habrá muchas formas y momentos de poder hablar con los hijos. Sin embargo, ya que hay elementos comunes en todo proceso de divorcio, podemos conversar sobre algunos temas y formas que nos parecen más adecuadas que otras. De lo que se trata es de contextualizar cada situación única. ¿Qué entendemos por contextualizar? : tomar en cuenta las situaciones particulares por las que una pareja decide la separación vincular. A los efectos sería conveniente investigar algunos o todos de los siguientes ítems: - circunstancias que los han llevado a esta decisión; - antigüedad de la problemática; - cómo está repercutiendo esta decisión en los niños (aún cuando hasta ahora no se lo hayan expresado verbalmente); - qué intentos de resolver esta dinámica han intentado hasta ahora, por qué se toma la decisión en este momento, qué profesionales y/o instituciones han intervenido hasta el momento si es que hubo alguna clase de asesoramiento pedido?; - cuáles son las expectativas de cada uno de los cónyuges respecto de esta decisión ?; - qué familiares y amigos están al tanto de esta situación y qué opiniones han recogido al respecto?; - hay algún hijo que esté ya informado o haya participado de manera activa en la toma de la decisión ?; - se han planteado cuestiones prácticas respecto de alimentos, nuevo hábitat, colegios ,horarios, visitas, relaciones con miembros de la familia amplia, hay alguna colaboración prevista por parte de tíos , abuelos, primos ,amigos de la familia, etc. etc.,( o sea, lo que se entiende por red social), se ha planteado el divorcio por medio de abogados o la separación de común acuerdo, se ha hablado de salud y de división de bienes, etc.? De todos y cada uno de estos temas es conveniente conversar y llegar a consensuar lo más que se pueda, ya que de ello depende la salud de los niños. Ya que toda familia genera su propio sistema de valores y creencias, en la medida que haya consenso sobre las acciones a tomar y se puedan compartir las decisiones que involucren a los niños, lo que se resuelva va a ser más adecuado que si las decisiones las tuviera que tomar un tribunal. De hecho, en la medida de lo posible, sería conveniente explicitarles a los padres, cuando hay serias dificultades de que se escuchen y colaboren entre sí, algunas de las leyes vigentes a las cuales deberán someterse dentro del marco jurídico actual. Tal vez las más conocidas sean la Ley nº 23.849 (Convención sobre los derechos del niño), Ley 26.061 (Ley de protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes), Ley 24.417 (Ley de protección contra la violencia familiar), Ley 24.270 ( Ley de impedimento de contacto de menores con sus padres no convivientes),Ley 13.944 (Ley de incumplimiento de los deberes de asistencia familiar) y Ley 23.515 (Ley de divorcio vincular) entre otras. Intervenciones terapéuticas Una vez explorada la situación arriba explicitada ,el tipo de intervención que consideramos adecuado ante una propuesta de ruptura del vínculo marital, pasa por todos o algunos de los siguientes planteos posibles a trabajar en algunas entrevistas terapéuticas: - Dejar en claro a los hijos que el divorcio es del vínculo conyugal y no del parental , aclarándoles a los mismos que no serán abandonados por ninguno de sus padres, ya que este es el principal temor de los niños ante una separación; - Promover que se garantice que ambos padres, así como cada uno de los hijos, tengan libre acceso a la comunicación entre sí cada vez que se desee y sea necesaria; - Otra cosa que hay que favorecer es que el vínculo entre los padres en su función de tales no se corte ya que hay múltiples decisiones sobre la vida de sus hijos que deben ser consultadas entre ellos y consensuadas en beneficio de los mismos; - Tratar de evitar las descalificaciones mutuas en presencia de los hijos o el hecho de propiciar alianzas con alguno de ellos para denigrar al otro o para usarlos como emisarios de demandas diversas (principalmente vemos esto en el pedido de alimentos y situaciones económicas insatisfechas) y desde ya impedir todo tipo de extorsiones que contribuyan a la obstrucción del vínculo con el otro; - En la medida de lo posible, garantizarles a los niños que su cotidianeidad será alterada lo menos posible (colegios, salud, actividades deportivas y recreativas, amistades, contacto con los demás familiares, etc. etc.); - Solicitar que ambos padres estén muy pendientes de escuchar las necesidades, temores y fantasías de sus hijos en cuanto a la nueva situación y de qué manera ellos quieren transmitir, a quién y cuándo dicha información en sus ámbitos de pertenencia; - Facilitar que los padres acuerden medidas a tomar, y anticipen algunos cambios que necesariamente van a suceder a partir de la separación y que van a modificar la cotidianeidad de sus hijos : actividades al regreso del colegio, salidas de fin de semana, responsabilidades dentro y fuera de la casa, vacaciones, nuevos horarios, uso del dinero ,etc. etc.; - Ayudar a comprender la necesidad de que los padres se consulten permanentemente cuando haya pedidos especiales por parte de los hijos que puedan presionar a uno de ellos ante la ausencia del otro, tratar de intuir como pensaría el otro y si creen que el mismo no va a estar de acuerdo, arbitrar las formas para que esto no resulte en un aprovechamiento por parte de los menores que a la larga los perjudique. En otras palabras, no favorecer que los hijos saquen provecho de diferencias de criterio entre los padres que no han sido suficientemente discutidos y elaborados entre ellos, o simplemente, en los que no se han puesto de acuerdo; - Sugerimos que ambos padres se hagan del tiempo necesario para darle lugar al seguimiento de la escolaridad de sus hijos a través de verificar las tareas, visitas al colegio, conversaciones con maestros, participación en algunos actos, etc.etc.; - Dado que las edades de los hijos determinan diferentes intereses y necesidades, es deseable que las conversaciones y decisiones entre cada padre y cada uno de sus hijos sean muy personales, acorde con la etapa de desarrollo por la que atraviese cada uno de ellos, en otras palabras, que cada hijo tenga un espacio propio de encuentro con su progenitor, con cierta regularidad y diferenciado del de sus hermanos; - También es importante que los padres ayuden en la regulación de los vínculos con los demás miembros de la familia extensa de tal manera que los mismos no se vean demasiado afectados por la situación de ruptura conyugal, - Obviamente, no es la misma situación si los niños son muy pequeños que durante al adolescencia. La lectura de lo que se debe hacer está muy teñida por la propia capacidad de toma de decisiones según las edades. Para cada etapa, las fantasías acerca de lo que significa la separación y los efectos emocionales sobre los hijos son bien diferentes. Lo que hay en común como desideratum es que bajo ninguna circunstancia se haga responsables a los hijos de la ruptura o propiciar que se sientan culpables, o, por el contrario, hacerles creer que está en ellos la capacidad de reparar el vínculo dañado de sus padres. - Si bien hijos adolescentes tienen la posibilidad de elegir con qué padre convivir, en el caso de niños pequeños es deseable que se garantice la permanencia de la fratría bajo un mismo techo. Sabemos que la lista de temas o situaciones que se producen como consecuencia de la separación de los padres son infinitas y solo pretendimos señalar algunas de las que más frecuentemente se producen según nuestra experiencia profesional. Por otra parte, sabiendo que cada sistema familiar es único, también entendemos que tendremos que ayudar a encontrar caminos también únicos para la mejor resolución de los conflictos que se irán a presentar en cada familia.