lecturas de semana 2 de agosto de 2009

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lecturas de semana 2 de agosto de 2009
 LECTURAS DE SEMANA 2 DE AGOSTO DE 2009 COORDINADOR: ROBINSON SALAZAR: El material que exponemos es obtenido de nodos de contra información, periódicos, revistas y suscripciones que tenemos de medios informativos, asimismo colegas que nos hacen llegar notas, comentarios y artículos de amigos y de su autoría. Revisamos diariamente más de 150 sitios donde se publica la noticia. Redacción y armado en Buenos Aires, Argentina Correos: [email protected] y [email protected] LUIS AGUILAR VILLANUEVA POLITOLOGO MEXICANO "Ya no alcanza un gobierno, por más fuerte que sea, para orientar un país" Las democracias latinoamericanas enfrentan otras pruebas de madurez: no se discute su legitimidad sino su capacidad para resolver problemas graves de manera creativa e inclusiva. Fabián Bosoer. / [email protected] Luis Aguilar Villanueva es doctor en filosofía y politólogo mexicano (Universidad Autónoma Metropolitana, UNAM) especializado en reformas de la administración pública. Es miembro del Comité de Expertos de la ONU en Administración Pública, autor de siete libros y cuatro antologías sobre políticas públicas. Estuvo en la Argentina, invitado por la Universidad Nacional de Córdoba, donde participó del V Coloquio Regional del Instituto de Investigación y Formación en Administración Pública "Entre el intervencionismo y el mercado; ¿qué tipo de Estado abonan las transformaciones del nuevo siglo?". Sobre este tema conversó con Clarín, en su paso por Buenos Aires.Son varios los gobiernos latinoamericanos que aparecen enfrentados a problemas y tensiones para los que no muestran tener las herramientas suficientes o las respuestas más atinadas ¿Existe un hilo conductor en estas encrucijadas y atolladeros que están viviendo las democracias en la región? Si se observa lo que ha ocurrido en América latina y lo que hemos llamado "transición democrática", parecería que los ciudadanos de muchos países están haciendo un alto en el camino y están tratando de revisar y ponderar qué es lo que ha funcionado de ese enorme esfuerzo de democratización de regímenes autoritarios y qué no ha estado funcionando. Como se está pudiendo percibir, está generalizada una especie de descontento, de desencanto, de desilusión democrática en sectores importantes de estos países, ¿Cuál es la razón principal del descontento? La evidencia muestra que el descontento no se centra en la legitimidad política de los gobernantes, puesto que han sido elegidos legalmente, y no impuestos. Normalmente están actuando en el marco de las leyes, evitando arbitrariedades. Parecería que el asunto no está en la legitimidad política, que está razonablemente bien resuelta, y en cambio sí lo está en la capacidad directiva. Este es el punto fuerte hoy, que está en el centro de la preocupación ciudadana: la cuestión es la capacidad de eficacia directiva de los gobiernos. No se da por descontado que los actos de gobierno, por ser gobierno, sean gubernativos, directivos. Se ha roto la ecuación espontánea con la que crecimos, pensando que todo acto del gobierno, por ser del gobierno, nos gobernaba, nos conducía a algún lugar. No todo acto "del" gobierno es un acto "de" gobierno. ¿Qué diferencia habría? Que muchos actos, decisiones y acciones de los gobernantes, que pueden tener propósitos de buena fe, acertados, no necesariamente conducen a una comunidad a algún lugar de valía. No son directivos, no son conductores. Los componentes del gobernar una sociedad son mayores que la legitimidad electoral, o que el control de otros poderes públicos, o que el escrutinio ciudadano. Hay ingredientes financieros (una hacienda pública robusta, clara, equilibrada, una asignación perspicaz de recursos), administrativos (una administración pública organizada, competente, eficiente); hay componentes políticos internos (la relación que un gobierno establece con los sectores sociales, particularmente con los sectores que son clave para el crecimiento económico y el desarrollo social); internacionales y, entre los componentes políticos cruciales, la relación con empresas privadas, con las grandes corporaciones nacionales y transnacionales. Nuestros gobiernos están por debajo de los problemas, no cuentan con los recursos para resolverlos, no tienen en sus manos los factores cruciales para el éxito de la sociedad, y en el caso que tuvieran todas las capacidades y éstas fueran aprovechadas a plenitud, nuestros gobiernos son insuficientes para la magnitud de nuestros problemas y, sobre todo, para la magnitud de nuestras aspiraciones. Todo esto ha cambiado mucho en los últimos años. Si tuviera que hacer una agenda para señalarle a la dirigencia política qué es lo que observa con un prisma viejo y cómo observar estos fenómenos en transición tal cual son y deberían ser abordados ahora, ¿cómo la haría? Yo creo que el punto central es la necesidad de un nuevo proceso directivo. Léase una nueva relación entre gobierno y sociedad en la definición del rumbo de un país, en la definición del sentido colectivo y de las acciones que pueden considerarse causalmente idóneas para conseguir esos objetivos y metas, y en la ejecución. Creo que lo que no se percibe es la necesidad de un nuevo proceso directivo, de un nuevo arte de gobernar. Aun los gobiernos democráticos se siguen pensando gubernamentalistas; siguen pensando que ellos son, además de necesarios, suficientes. Que ellos tienen el poder suficiente, los recursos suficientes, la inteligencia suficiente para definir y ejecutar el sentido colectivo de un país, por ellos mismos, por sí solos. Y lo que todo está mostrando, y podríamos señalar una serie de factores, es que los gobiernos son necesarios pero no suficientes. Esto está hoy en el corazón del debate de la ciencia política. Es el tema: que los gobiernos son necesarios pero son insuficientes para dirigir a un país a un lugar que valga realmente la pena: que cierre la brecha de la desigualdad, que amplíe oportunidades, que haga una prosperidad sostenible. Los gobiernos ya no bastan. Más gobierno o menos gobierno, es el clásico debate entre las teorías liberales y las socialistas. ¿Qué habría de nuevo en ello? Bueno, este es el punto: que la cuestión ya no puede ser presentada de ese modo. Se puede decir que el Estado está hoy ‐y debe estar‐ en todos lados: en formas de regulación, de convocatoria, de arbitraje, de incentivo a la negociación, de persuasión, de movilización. Pero su presencia es cambiante. En algunos puntos su presencia es decisiva y determinante, como el orden público, la seguridad pública, la certidumbre jurídica. Y en otras cosas es menos determinante, aunque quiera serlo, como el crecimiento económico. El gobierno, aunque esto moleste en América latina por cómo hemos crecido, no tiene ni los recursos financieros, ni los recursos cognitivos, ni los tecnológicos, ni los organizativos y gerenciales para determinar por sí mismo la agenda del crecimiento económico y hacerlo posible. Esto vale en la actualidad para las propias funciones tradicionales del Estado. ¿Hasta dónde puede hoy un gobierno de cualquier país latinoamericano garantizar la seguridad pública? Requerimos más y mejor gobierno, lo que es indispensable. Pero debemos reconocer que éste no posee ya todas las palancas, los instrumentos, los recursos, para, por sí mismo, hacerlo. El asunto no es tanto la discusión de las funciones del Estado, aunque esto es clave porque deslinda cuáles son las responsabilidades, sino el modo de gobernar, el arte de gobernar. Hay que encargarse del orden público. ¿Cómo hacerlo? ¿Es de nuevo por mando y control, por ordenanzas, por instrucciones, por verticalismo, o son otras formas de gobernar, de conversación, de discusión, de debate, de animación del esfuerzo? Por eso se empieza a hablar de gobernanza. La gobernanza viene a decir que es necesario un nuevo modo de gobernar donde esté presente el gobierno, pero en donde el gobierno sepa que no necesariamente por ser la autoridad pública es el líder animador de todas las actividades y políticas. Muchos hablan de dos modelos o modalidades de gobierno en la región: la democrático‐
liberal y la vinculada a la tradición populista y movilizacionista. ¿Cuánto se relaciona esta dicotomía con lo que usted llama "gobernanza"? Sin duda, no se puede explicar el Estado latinoamericano sin poner en el centro la cuestión social. No tendría mucho destino una democracia socialmente indiferente o inoperante, un gobierno socialmente distante de la cuestión de la pobreza, de la desigualdad, de la vulnerabilidad social de ciertos grupos, de la carencia de oportunidades. Y así como desde la visión liberal clásica calificamos o descalificamos a la democracia por su capacidad de generar orden público, seguridad pública, libertades, patrimonios, en América latina se califica a la democracia por su capacidad de responder contundentemente al tema social. Lo que explica también este desliz hacia el populismo es que ante la brecha que hay entre el gobierno democrático y la situación social, se tiende a creer que un líder popular que se reelige y reproduce su legitimidad originaria puede ser más útil para ir cerrando esa brecha. La opción populista puede ser más pragmática que ideológica porque quiere resolver el problema social, que es el asunto pendiente de la democracia latinoamericana. Pero, por otro lado, no parece ser la mejor opción porque ante esas situaciones de desequilibrio fiscal, de exclusión de grupos, de aislamiento internacional, tienden a inclinarse hacia la excepción, el autoritarismo, los manejos plebiscitarios de las poblaciones vulnerables. Y reproduce la dependencia en lugar de crear autonomía social. Este es un punto muy cuestionado de los líderes populistas: en lugar de crear capacidad social, de crear ciudadanía para crear ciudadanos competentes, capaces de resolver sus problemas en mejores formas organizativas, se los hace más dependientes del gasto público. Y esta dependencia no fortalece ni la ciudadanía ni la democracia. Copyright Clarín, 2009. LA FRONTERA ESTÁ QUE ARDE “ESTADOS UNIDOS PODRÍA VOLVER A ADQUIRIR IMPORTANCIA”. Por Johamna M. Lalinde Un adagio popular dice que no es bueno poner los huevos en la misma canasta. Esto podría estar sucediéndole a Colombia cuando se hace referencia al tema del comercio con Venezuela y Ecuador: sus socios comerciales más importantes. Pero, ahora sus más distantes vecinos. Pese a que la decisión del gobierno del presidente Hugo Chávez de congelar las relaciones con Colombia no es nueva, la situación actual pone en la mesa de discusión el hecho de abrir nuevos mercados. Esta semana, el Ministro de Comercio, Guillermo Plata, dijo que el país tiene puestos sus ojos en Centroamérica. Pero, ¿qué tan cercana a la realidad está la apertura de nuevos mercados? Para el columnista del diario estadounidense The New York Times y especialista en la situación latinoamericana, Edward Shumacher, no es tan fácil y tan rápido conseguir nuevos clientes que reemplacen a estos dos compradores. Sin embargo, Shumacher aclara que la crisis actual tiene efectos negativos sobre los tres países. “Abrir mercados y buscar proveedores lleva tiempo”, explica. Agrega que “la postura del gobierno colombiano es la correcta. El costo de las Farc termina siendo más alto que una ruptura de las relaciones con sus vecinos. Colombia ha sido paciente con esa situación”. Y es que las Farc han sido el punto de disputa con los gobiernos de los presidentes Hugo Chávez y el del ecuatoriano Rafael Correa. En el caso de Venezuela, el punto de discusión actual es la incautación de unos lanzacohetes a las Farc, los que habrían sido comprados por ese país a Suecia. Mientras tanto, en lo que respecta a Ecuador el recordado bombardeo al campamento de Raul Reyes fue el punto que terminó de resquebrajar unas relaciones que, al igual que las de Venezuela, siempre han estado en un tire y afloje. ¿QUIÉN PIERDE MÁS?. Aunque lo que se está viviendo es sólo una pelea de carácter diplomático, de romperse los lazos comerciales, varios sectores de la economía colombiana se verían afectados. Un informe del Centro de Pensamiento en Estrategias Competitiva, Cepec, de la Universidad del Rosario señala que los sectores más amenazados por la inestabilidad de las relaciones con esos países serían los vehículos y autopartes (Cundinamarca), prendas de vestir (Antioquia), papel y cartón (Valle del Cauca), máquinas y partes (Eje cafetero), cárnicos (Atlántico y Santander) y plásticos (Bolívar). Sin embargo, Colombia no sería el único en perder. En Venezuela hay problemas de abastecimiento y los estímulos para la producción local en esa nación son aún incipientes. Entretanto, la economía ecuatoriana es pobre y, por ello, le resulta más valioso los 800 millones de dólares que le vende a Colombia anualmente, a pesar de que lo se exporta a ese país es mayor: 1.500 millones de dólares. Además, el hecho de que sean vecinos hace más fluido el intercambio comercial. Si estos países decidieran buscar nuevos proveedores se generaría una situación muy clara: “Ellos perderían un proveedor más barato y cercano, que no congestiona sus puertos y que no acostumbra usar el comercio como arma de disputa”,señala el especialista en relaciones internacionales Armando Borrero. Entonces, lo que queda es esperar que este sea otro de esos momentos críticos que terminaron siendo pasajeros y que la región pueda volver a presenciar la recordada escena en la que Uribe le estrecha la mano a sus amigos difíciles Chávez y Correa, como ya lo hizo en marzo de 2008 en la Cumbre de Río, realizada en República Dominicana. EMPRESARIOS VENEZOLANOS OPINAN: RUPTURA CON COLOMBIA IMPLICARÁ CARESTÍA EN INSUMOS INDUSTRIALES Prevén alza entre 5 y 8% en costo de transporte si cambia el proveedor Papel higiénico, carne y leche figuran en los rubros de primera necesidad que se compran a Colombia (Archivo) El cese del intercambio económico con el segundo socio comercial de Venezuela generará muchas consecuencias para la actividad productiva y de negocios en el país. El pronóstico desde el sector comercial es que si se profundiza la disputa diplomática entre los gobiernos de Venezuela y Colombia, la República Bolivariana tendrá que afrontar encarecimiento de costos en la compra de insumos industriales a otros proveedores distintos a Colombia, así como posibles fallas de abastecimiento en los bienes de consumo final que se compran al país neogranadino, según explica Fernando Morgado, presidente de Consecomercio. Balanza y conveniencia El reporte del Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia (DANE) informa que durante el primer semestre de 2009 Venezuela compró 2.544 millones de dólares en productos del sector industrial a Colombia, frente a una cifra de exportaciones venezolanas al país vecino que, según Morgado, este año no llega a 300 millones de dólares, basadas fundamentalmente en materias primas como hierro o aluminio. Esta circunstancia revela la dependencia de la economía venezolana al suministro desde Colombia. Algunos expertos en comercio internacional en el área andina explican que las importaciones desde Colombia se componen de dos tipos de productos: alimentos (carne, y diferentes tipo de productos de consumo) e insumos industriales. Si se cumplen por completo las amenazas de suspensión del comercio con Colombia, los gremios comerciales e industriales prevén repercusiones inmediatas al bolsillo del consumidor en Venezuela, pues con la industria colombiana se ha desarrollado una afinidad en torno a los tipos de tecnología a emplear, la calidad de los productos y, sobre todo, los medios de transporte, al valerse de la cercanía y posibilidad de despacho terrestre. Este último es un punto clave, pues analistas del área comercial consideran que el cambio a otros proveedores (posiblemente Chile, Argentina o Brasil) podría significar un alza entre 5 y 8% en los costos de los fletes, pues deben asumirse despachos marítimos, con cargos por aseguramiento de mercancías y manejos en puertos. Además, advierten que el cambio de un proveedor no se logra de un día para otro, sino que toma varias semanas, sobre todo cuando hay planificación de compras de suministros. No obstante, apuesta porque "definitivamente no habrá una ruptura, pues creemos que esa es una reacción apresurada (del Gobierno de Venezuela) pero que a la larga imperará la cordura". Morgado cree que la falta de insumos "presiona la inflación, por lo que veremos al presidente Chávez dándole la mano al presidente Uribe". De la CAN al ALBA Los vaivenes de la relación comercial de Venezuela con un aliado histórico como Colombia retratan el viraje comercial del Gobierno Bolivariano desde anteriores esquemas de integración como el G3 o la Comunidad Andina de Naciones (CAN), hacia nuevas figuras como la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) o el Mercado Común del Sur (Mercosur). Sin embargo, las asimetrías entre las economías del ALBA y Mercosur son amplios obstáculos para la integración comercial. Colombia abastece las industrias de Venezuela en insumos de cosméticos y otros de cuidado personal, para que las plantas locales generen valor agregado en la producción de desodorantes o champús. También se suministran insumos para papel higiénico, el área editorial y artes gráficas; calzados y textiles de fibras como algodón. De los países del ALBA (Cuba, Honduras, Ecuador y Bolivia) Ecuador podría posicionarse como un posible oferente para Venezuela (aunque muy incipiente en su capacidad industrial). Perú, y sobre todo Brasil (uno de los países mas industrializados del mundo) podrían suplir a Venezuela, pero el tamaño de la economía brasileña podría avasallar al mercado venezolano, han advertido gremios industriales en Venezuela. Ernesto J. Tovar EL UNIVERSAL COLOMBIA, EN LA MIRA DE SURAMÉ RICA Por: Cecilia Orozco Tascón / Especial para El Espectador La situación internacional de Colombia ha sufrido fuerte deterioro en el subcontinente desde cuando su proyecto militar con Estados Unidos fuera criticado por Brasil y Chile. Cecilia Orozco Tascón.‐ ¿El marco de la cumbre en Quito de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) será el escenario adecuado para discutir el acuerdo militar de Colombia con Estados Unidos? Ex presidente César Gaviria Trujillo.‐ Será el gobierno el que mida las circunstancias, mire las propuestas y valore lo que es conveniente. En función del apoyo que le estamos dando al Presidente en esta materia, no me parece oportuno decir lo que creo que se debe hacer. C.O.T.‐ El presidente Lula dijo que respetaba las decisiones de Uribe, pero añadió: “A mí no me agrada nada una base estadounidense en la región…”. La presidenta Bachelet aseguró: “Los países (de la región) estamos inquietos”. ¿Colombia está aislada? C.G.T.‐ Sería un poco exagerado decirlo así, pero desde cuando Colombia decidió intervenir militarmente en Ecuador, en una acción que respaldó el Partido Liberal en su momento porque se justificaba, encontró resistencias en la diplomacia regional pues es un tema de difícil explicación en el exterior. Lo que debería hacerse en esta coyuntura es dejar de lado la posición del ex ministro Juan Manuel Santos. Recuerde que él y las Fuerzas Armadas, que lo acompañaban en esa tesis, se empecinaron en convertir en principio de política internacional de Colombia el derecho de entrar a territorio extranjero con armas. Quiero manifestar, de manera clara, que de ninguna manera se puede realizar un acto como esos sin permiso del Consejo de Seguridad de la ONU. Una cosa es que nosotros hayamos usado esa explicación para lo que se hizo en Ecuador y otra es tomar tal procedimiento como principio. C.O.T.‐ ¿No cree que los temores regionales se hubieran podido evitar con un manejo interno más adecuado y abierto de las negociaciones con Estados Unidos? C.G.T.‐ A pesar de que resulten infundados, los temores se pueden suscitar, parcialmente, porque nadie conoce el texto del acuerdo. La circunstancia de que las negociaciones con Estados Unidos sean secretas tal vez despierta desconfianza, aunque se entiende que en comienzo tengan ese carácter. Pero, del otro lado, creo que por sus problemas internos, Colombia no debe dejarse meter en un acuerdo geopolítico tan complejo como el que se puede estar generando por los ejercicios militares de Rusia y Venezuela. Los colombianos valoramos de manera positiva el gran impacto sobre nuestra seguridad que ha tenido la cooperación de Estados Unidos. Sin embargo, el país no tiene por qué suplir todas las necesidades militares de los norteamericanos. C.O.T.‐ La presidencia de Unasur quedará en manos de Ecuador dentro de algunos días. ¿Eso pone a Colombia en condición de desventaja en la región? C.G.T.‐ Depende. Si Ecuador continúa con una actitud intransigente, eso afectará nuestros intereses. Pero a mí me parece que lo que dijo el gobierno ecuatoriano la semana pasada, cuando tomó distancia de las personas que eran cercanas a la campaña del presidente Correa y de quienes se ha dicho que tuvieron vínculos con las Farc, es un elemento para tener en consideración. C.O.T.‐ ¿Colombia debería abordar simultáneamente los problemas bilaterales con Venezuela y Ecuador o primero arreglar la situación global con la región? C.G.T.‐ El problema complejo para nosotros es el que tenemos con Ecuador y Venezuela, en términos inmediatos. Hay que escuchar las opiniones de los demás países de Latinoamérica, pero lo más perturbador, por el nivel de deterioro de la situación, es lo que pasa con los países vecinos. No creo que sea fácil normalizar las relaciones con Ecuador porque no hay voluntad. No obstante, hay que tratar de evitar que se profundicen los problemas, y lo mismo debería hacerse con Venezuela sin menoscabo de la seguridad nacional. Pero también hay que entender que esos problemas no se resuelven sino por las vías diplomáticas y que no puede haber opciones militares. Sería impensable que eso ocurriera. C.O.T.‐ Colombia permite que se divulgue un video del Mono Jojoy según el cual el presidente Correa habría recibido dinero de las Farc; y luego circula una versión de que Venezuela le entregó armas a la guerrilla. ¿Esas informaciones deben tramitarse por vías diplomáticas? C.G.T.‐ El Partido Liberal ha sido solidario con el presidente Uribe y con su política exterior cada vez que ha habido crisis con Venezuela y con Ecuador y aspiramos a seguir siéndolo. Pero es bueno tener presente que cuando estos temas se manejan, no basta con tener la razón: hay que pensar en los intereses nacionales. Colombia tiene motivos para estar preocupado con las actividades que se desarrollan en los otros países, pero hay unos intereses enormes entre nosotros y nuestros vecinos. Por eso, este tipo de problemas necesitan manejos que produzcan, no el mayor sino el menor impacto. Personalmente creo que el video del Mono Jojoy es auténtico. El problema es saber si ese dinero del que habla llegó a su destino. Infortunadamente, sin la cooperación del gobierno del Ecuador será imposible saberlo. En el caso de Venezuela hay circunstancias similares, como quiera que las armas que se mencionaron se las vendieron al país vecino hace veinte años. Tampoco será fácil establecer las circunstancias en que llegaron a la guerrilla colombiana. C.O.T.‐ ¿Hay un exceso de publicidad alrededor de estos temas? C.G.T.‐ No me preocupa tanto que las informaciones sean públicas sino que Colombia les dé un alcance que altere extremadamente las relaciones. A veces, cuando las noticias se dan sin que haya una declaración oficial, se deja la sensación de que todo se da por cierto. Se puede atenuar el impacto pidiendo cooperación y no simplemente dejando en el aire la información escueta porque el daño internacional en medios que reciben los gobiernos, por ejemplo los de Ecuador y Venezuela es tan grande, que se vuelve difícil reparar lo que se hizo. “Colombia debería aplazar el acuerdo” Cecilia Orozco Tascón.‐ Frente a la propuesta de los presidentes Lula y Bachelet de promover una reunión de ministros de Defensa de Suramérica, ¿Colombia debería sentirse ofendida? Ex presidente Ernesto Samper Pizano.‐ La intervención de Chile y Brasil en el asunto de las bases militares en Colombia es mucho más profunda de lo que se cree. El gobierno del presidente Uribe ha buscado, lamentablemente, soslayar la importancia del acuerdo sacando a la luz pública episodios como el del video de las Farc contra el presidente Correa o el tema de los cohetes contra Venezuela. Lo que ha conseguido es empeorar las relaciones bilaterales y evitar que la discusión sobre las bases militares con Estados Unidos se haga de cara a la opinión pública y a través de los canales constitucionales. Por lo pronto, Colombia debería aplazar cualquier decisión al respecto, mientras se valora más serenamente la conveniencia del tema. C.O.T.‐ Con o sin Colombia, el marco de esa reunión será la cumbre de Unasur que se celebrará en Quito. ¿Al país le conviene la discusión sobre el tema de un acuerdo bilateral con otro país en ese escenario? E.S.P.‐ Por supuesto que no le conviene, pero conviniéndole o no, se va a tratar de todas maneras. La sola preocupación de los países del hemisferio por el asunto de las bases, demuestra los problemas que tendría Colombia para avanzar en esos compromisos. Estados Unidos sólo tiene bases en países geopolíticamente irrelevantes de América Latina, como Honduras, El Salvador y Aruba. Su ubicación en una nación como Colombia, donde se vive un conflicto armado de mediana intensidad, sumada a nuestra posición estratégica desde el punto de vista geográfico, que es una ventaja y una amenaza a la vez, nos convierte, querámoslo o no, en un riesgo para los demás países del área. C.O.T.‐ El presidente Lula, del Brasil, y la presidenta chilena, Michelle Bachelet, dijeron que respetaban las decisiones del jefe de Estado colombiano en materia de política interna, pero que estaban “inquietos” con las bases militares norteamericanas. ¿Se puede interpretar que Colombia se está quedando sola en la región? E.S.P.‐ Simple y sencillamente quiere decir que poner una cabeza de playa norteamericana en nuestro territorio para realizar operaciones militares que pueden afectar a otros países del hemisferio, compromete de manera grave la seguridad nacional de Colombia. El caso de las bases de Manta y Howard de Panamá era totalmente distinto. En esas naciones no había conflicto interno ni problemas bilaterales con los vecinos, ni mucho menos voces auspiciando, como lo estamos haciendo aquí con un nacionalismo ramplón, que Colombia ingrese a la delirante carrera armamentista en que están empeñados algunos vecinos del área. C.O.T.‐ La presidencia de Unasur quedará coincidencialmente en manos de Ecuador dentro de algunos días. ¿Debido a ese hecho fortuito Colombia estará en condición desventajosa en la región? E.S.P.‐ Lo que le complica la vida a Colombia es llegar a la reunión de Quito con las relaciones alteradas con casi todos sus países vecinos, sin que el gobierno haya ofrecido una información adecuada sobre el proyecto de acuerdo respecto de las bases militares y sin haber conseguido un consenso nacional sobre el tema, consenso que, por cierto, se ve cada día más distante. C.O.T.‐ Ha dicho usted que el acuerdo con Estados Unidos debería aplazarse. En su opinión, ¿por qué tendría que hacerlo en vez de seguir adelante, así tengan que mediar muchas explicaciones? E.S.P.‐ Definitivamente deberíamos aplazarlo, al menos si todavía nos consideramos parte de la comunidad suramericana de naciones, practicantes de los principios de solución pacífica de las controversias. Recuerde que esos principios están vinculados a nuestra tradición jurídica. En cambio, nunca hemos utilizado el poder disuasivo de equipamientos armados extraños en territorio colombiano. C.O.T.‐ En su opinión, ¿Colombia debería abordar primero los problemas bilaterales con Venezuela y Ecuador o debe dar prioridad a zanjar las diferencias regionales de mayor alcance? E.S.P.‐ En primer lugar, Colombia debe subordinar la política de seguridad democrática a la política internacional y no al contrario. Para hacerlo, tenemos que volver a los canales institucionales pactados entre nuestros países para solucionar las dificultades bilaterales. No deberíamos convertir cada episodio de confrontación en una oportunidad para satanizar a otros países o para tratar de deslegitimar a sus mandatarios, señalándolos, de manera irresponsable, de ser cómplices de la guerrilla colombiana. C.O.T.‐ ¿La OEA debería ser mediadora entre Colombia y el resto de la región suramericana? E.S.P.‐ Aquí no caben las mediaciones. Lo único que convendría es que el gobierno de Colombia, con el apoyo de todos nosotros, le diera un giro radical a su política internacional para ajustarla a la realidad suramericana. Y la realidad actual de Suramérica no es la de las intervenciones unilaterales ni la de la vieja seguridad nacional al servicio de los hegemonismos internacionales, sino la de un continente que está buscando una nueva política de seguridad a partir de la solidaridad, de la cooperación judicial y de la inteligencia entre los países, tal y como lo prueba, precisamente, para regresar al punto de partida, la convocatoria de los ministros de Defensa a Quito. C.O.T.‐ Respetables analistas colombianos dicen que con el fin de minimizar las sospechas de los vecinos sobre Colombia, se debería repetir explícitamente, y contrario a lo que sostuvo el ex ministro Santos en su momento, que nunca más el ejército va a entrar en territorio extranjero. ¿Está de acuerdo con esta teoría? E.S.P.‐ Los hechos de Angostura, en Ecuador, son explicables en Colombia, pero difícilmente justificables en el marco internacional. Convertirlos en doctrina nos haría ver como un país matón ante la comunidad internacional y es fácil suponer lo que sucedería en materia de nuestras relaciones internacionales si el promotor de dicha doctrina, Juan Manuel Santos, llegara a ser el Presidente de la República. C.O.T.‐ Parece que lo políticamente correcto es estar del lado del gobierno del país al que uno pertenece, aunque ese gobierno no tenga toda la razón. ¿Se siente en el lado ‘incorrecto’? E.S.P.‐ Soy completamente solidario con el presidente Uribe, pero para que acierte y no para que se equivoque en este caso. Creo tener la obligación, como ex jefe de Estado, de decirle a él y al país que el acuerdo sobre las bases militares norteamericanas puede comprometer seriamente nuestras relaciones exteriores y la propia política exterior de los Estados Unidos, que estarían exponiendo a uno de sus más importantes aliados regionales, como es Colombia, al extrañamiento de otros países suramericanos. Chávez: “Entregaron (a Colombia) en comodato a EE.UU.” Las reacciones emocionales del presidente Hugo Chávez contra el Gobierno colombiano no se expresan sólo en declaraciones verbales por televisión. También aparecen en los escritos oficiales que tienen un impacto más directo y formal sobre la situación diplomática de las dos naciones. La semana pasada, el Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano emitió un comunicado de inusual terminología, en el que sostiene que la administración Uribe “no explica cómo circulan (aquí) miles de armas (de Estados Unidos o de Israel) en manos de grupos irregulares, sino que le exige al de Venezuela que justifique el origen de tres de ellas”. Pese a que Chávez y sus ministros han utilizado un tono poco cordial con Colombia, no habían llegado al extremo de afirmar que “ante el fracaso histórico de construir un país viable (la élite colombiana) ha tomado la deshonrosa decisión de entregarlo en comodato a los Estados Unidos…”. Es en medio de este tipo de hostilidades que Ecuador y Venezuela, cuyos jefes de Estado estarán presentes en la cumbre de Quito dentro de una semana junto con sus cancilleres y ministros de Defensa, harán sus alegatos contra Colombia sin la presencia de un funcionario del país con categoría y rango para responderles. “Nunca más Colombia (debe) atacar un país” El ex canciller Augusto Ramírez Ocampo opina: C.O.T.‐ Aunque dijo que no, ¿el presidente Uribe debería ir a la reunión de Quito? A.R.O.‐ Ante la invitación de Lula y Bachelet, el Presidente debería dar la cara en la cumbre de Unasur, tal como lo hizo exitosamente en la reunión del Grupo de Río, en Santo Domingo. Allí podría explicar que en el caso de firmar el acuerdo con Estados Unidos conforme a nuestros requisitos legales, el uso de las bases militares colombianas es diferente al de Manta, que era un verdadero enclave de los norteamericanos. Aquí se trata de una extensión del Plan Colombia al comando de oficiales de nuestro país, con la misma limitación de personal extranjero y de operaciones circunscritas a las fronteras nacionales. C.O.T.‐ ¿Qué debería hacer el Mandatario si le vuelven a cuestionar la tesis de que es legítimo realizar un ataque armado en territorio extranjero? A.R.O.‐ El Presidente debe reiterar el compromiso que expuso en República Dominicana en el sentido de que nunca más Colombia atacará a un país en ejercicio de una mal denominada legítima defensa preventiva, inaceptable en el orden jurídico internacional. C.O.T.‐ ¿Hay que ‘rodear’ al Gobierno por nacionalismo aunque se haya equivocado? A.R.O.‐ Cuando está comprometida la seguridad nacional, todos los ciudadanos tienen la obligación moral de rodear a su gobierno. RESURGE VIOLENCIA POR EL NARCO EN COLOMBIA; NUEVAS GENERACIONES DE TRAFICANTES SE DISPUTAN LA DISTRIBUCIÓN DE DROGAS EN CALI Y MEDELLÍN Mario D. Camarillo Cortés | Relevo. Grupos paramilitares sustituyen en el control de las drogas a los grandes capos colombianos de los años 80. Foto: elespectador.com A pesar de que el gobierno colombiano de Álvaro Uribe asegura que las actuales acciones del narcotráfico en este país sudamericano están lejos de alcanzar la barbarie cometida durante la época del capo Pablo Escobar en la década de los 90, cuando se registraron más de seis mil 800 asesinatos al año por la disputa del mercado de la droga, organizaciones defensoras de los derechos humanos, así como Amnistía Internacional, denuncian que células de la “nueva sangre” del crimen organizado quieren reabrir el pasado oscuro que han dejado mafias latinoamericanas en ciudades como Medellín y Cali. La aparente calma que viven algunas regiones colombianas desde 2007 a la fecha, derivada por la mayor presencia de policías y el ejército, se ha visto interrumpida en lo que va del 2009 por 890 ejecuciones de personas vinculadas con el tráfico de drogas, lo que ha puesto focos rojos a los dispositivos de seguridad en dos de las principales ciudades del país. A la vigilancia con lupa sobre estas dos regiones colombianas también se han sumado observaciones rigurosas por parte de organizaciones de lucha contra el narcotráfico como la Administración Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), la Oficina de Naciones Unidas para la Fiscalización de Drogas y Prevención del Delito (OFDPD, por sus siglas en inglés), la Comisión Interamericana para el control del Abuso de las Drogas y la Unión Europea, entre otras. El Departamento de Estado de Estados Unidos tiene en una “lista negra” a varias ciudades como Ciudad Juárez en México, Pernambuco y Río de Janeiro en Brasil, Caracas en Venezuela y Tegucigalpa en Honduras, que se han convertido no sólo en comunidades con un alto nivel de peligrosidad, sino en mercados abiertos para la venta e intercambio de drogas con los capos colombianos. Reportes de autoridades de distintos países latinoamericanos admiten vínculos de elementos de sus propias corporaciones policiacas con narcotraficantes, lo que ha hecho que el combate al crimen organizado parezca un cuento de nunca acabar. DISPUTA. Autoridades judiciales colombianas refieren que el control de Medellín como el principal mercado para la venta, intercambio y distribución local e internacional de la droga lo disputan desde hace más de un año dos grupos paramilitares que se vincularon al narco. Uno de ellos es conocido como el grupo de Daniel Rendón, alias Don Mario, hasta ahora el narcotraficante más buscado de Colombia y por quien las autoridades ofrecen una recompensa de 2.2 millones de dólares, y su rival por el control del territorio es la Oficina de Envigado, una red de sicarios creada en la década de 1980 por Pablo Escobar. Este último grupo, según el periódico bogotano El Tiempo, está dividido en tres gripos. El de Maximiliano Bonilla, alias Valenciano, relacionado con el narcotráfico; el de Erick Vargas, alias Sebastián, emparentado con bandas de mercenarios, y la de Jader Botero, alias Gancho, que maneja los cobros de mercancía y extorsiones. Grupos defensores de los derechos humanos en Colombia aseguran que el rebrote de la violencia entre grupos del crimen organizado surgió tras la extradición a Estados Unidos de varios jefes mafiosos, principalmente ligados a las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que eran los que con más libertades controlaban este ilícito negocio en varias zonas del país, pero principalmente en Medellín y Cali. DELITOS. Denuncias de Defensores del Pueblo refieren que bandas vinculadas a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han buscado en delincuentes comunes a sus intermediarios en la venta al menudeo de los estupefacientes. Asimismo, los utilizan como observadores para agregar a la venta de drogas otros delitos como extorsión, robo o secuestro. De acuerdo con el Banco Mundial y Amnistía Internacional, la venta de droga no se queda sólo en el mercado doméstico colombiano, ya que enlaces entre narcos, con ayuda de corporaciones policiacas del más alto nivel, ayudan a las mafias a extender su mercado a otras naciones del continente y a Europa a través de actos de corrupción. Reportes de la DEA, con datos de las distintas naciones donde tiene presencia, revelan que la droga colombiana tiene paso en América Latina en ciudades con un alto nivel de peligrosidad como Ciudad Juárez y Nuevo Laredo en México, donde en lo que va del año se han reportado más de mil 200 muertes relacionadas con la disputa del mercado de la droga. Otras regiones que viven este mismo panorama son Pernambuco, Sao Paulo y Río de Janeiro en Brasil, donde la tasa de homicidios en las favelas entre niños y adolescentes se elevó a 175 por cada 100 mil habitantes. Caracas, Venezuela, no queda exenta de la presencia del crimen organizado, al reportar al menos 160 homicidios por cada 100 mil habitantes. Guatemala, que dio a conocer su peligrosidad por la ola de feminicidios, también entra al rol de ciudades con presencia del narco, principalmente de México y Colombia. En El Salvador, su capital se ha visto afectada por la presencia de pandilleros de la Mara salvatrucha, que son el enlace de los jefes del narco para trasladar sus ilícitas mercancías. En Honduras la venta de la droga al menudeo corre por cuenta de jóvenes delincuentes que disputan con miembros de otras pandillas el control del territorio, llegando al grado de matar al rival para sacarlo de la jugada, según informes del Centro Internacional de Prevención de Crimen. (Con información de Amnistía Internacional, Banco Mundial, cadena BBC, periódico El Espectador/Colombia), Univisión y portal de la ONU) EVA GOLINGER: CASI MIL MILLONES DE DÓLARES INVERTIRÁ EEUU EN MILITARIZACIÓN DE AMÉRICA LATINA Por: Agencia Bolivariana de Noticias (ABN) Fecha de publicación: 31/07/09 Caracas, 31 Jul. ABN.‐ En medio de una crisis financiera mundial, el Congreso Nacional de Estados Unidos ha aprobado diversos presupuestos, tanto al Departamento de Estado como al de Defensa, para financiar operaciones y actividades de tipo militar en América Latina durante el año 2009, cuyo monto total casi alcanza los mil millones de dólares, una cifra récord con la cual buscan recuperar el liderazgo y dominio, hoy perdido, que una vez tuvieron sobre la región latinoamericana. Los presupuestos que aprueba el Congreso estadounidense para el 2010 a los diferentes departamentos gubernamentales, son presentados a principio de 2009, se aprueban meses después y pueden comenzar a ser utilizados a partir de octubre del presente año. En ese sentido, la abogada e investigadora estadounidense Eva Golinger informó que el presupuesto del Departamento de Defensa está por encima de los 600 mil millones de dólares, más que lo solicitado en 2008 por la administración Bush. “Son específicamente 533,8 mil millones para planes generales y otros 85 mil millones para financiar las guerras en el Medio Oriente, Irak y Afganistán especialmente”, indicó. Mientras que para el financiamiento del Comando Sur ‐Comandancia estadounidense para América Latina y el Caribe‐ Washington elevó el presupuesto en un 2%, en comparación al 2008, para alcanzar la cifra de 200 millones de dólares. Esta cantidad servirá para dar apoyo logístico, técnico y humano y también mantenimiento de las instalaciones militares de EEUU ubicadas fuera de sus fronteras, pero dentro de la región sur del continente americano. Igualmente, Golinger informó que se aprobaron más de 46 millones adicionales para mejorar las instalaciones de la base de Palanquero en Colombia. “Este último presupuesto refleja que desde principios de año Estados Unidos tenía previsto suscribir un acuerdo militar con Colombia para utilizar algunas de sus bases”, especificó la investigadora. Por su parte, el vicepresidente de Comisiones del Grupo Venezolano del Parlamento Latinoamericano (Parlatino), diputado Carolus Wimmer, agregó que dicho monto no incluye la inversión que realizarán para financiar el Plan Colombia y su supuesta lucha antiterrorista en el continente. “El Congreso aprobó al Departamento de Estado unos 520 millones de dólares para financiamiento del Plan Colombia, además de otros 200 millones que otorgará al Departamento de Defensa para el mismo objetivo militar”, denunció el parlamentario. De igual manera, Wimmer sostuvo que actualmente la administración de Obama solicitó al mismo Congreso un presupuesto adicional de 200 millones de dólares para fortalecer su “guerra contra el terrorismo y el narcotráfico” en Latinoamérica, sin embargo, la inversión aún no ha sido aprobada. En sumatoria, 200 millones destinados al Comando Sur, otros 46 para la base de Palanquero y los 620 al Plan Colombia, dan una totalidad de 860 millones de dólares aprobados para militarismo de América Latina en 2010, a los cuales podrían sumarse los 200 adicionales que esperan el aval del Congreso. Ante esta situación, Eva Golinger manifestó que se trata de una escalada agresiva y ofensiva militar que Washington prepara sobre la región con el único propósito de recuperar el dominio perdido sobre los países latinoamericanos, durante los períodos de Bill Clinton y George W. Bush. En tanto, Wimmer aseveró que la administración Obama buscará recuperar lo que consideran es su “patio trasero” y al mismo tiempo detener y neutralizar el creciente progresismo que ha caracterizado a la región durante la última década COLOMBIA NO DARÁ EXPLICACIONES EN UNASUR SOBRE ACUERDO CON EUA Bogotá EFE Colombia no dará explicaciones a otros países por el acuerdo que está estudiando con Estados Unidos y que prevé que esta última nación utilice al menos tres bases aéreas, lo que ha molestado a gobiernos vecinos, reseñó ayer la prensa local. El presidente colombiano, Álvaro Uribe, ni su ministro de Relaciones Exteriores, Jaime Bermúdez, no se harán presentes en la cumbre del Consejo de Defensa de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que se realizará el próximo 10 de agosto en Ecuador. “De hecho, Uribe habló en la tarde del viernes con la presidente de Chile, Michelle Bachelet, y le dejó claro que Estados Unidos no instalará nuevas bases, sino que hará uso de las colombianas, siempre bajo el mando de oficiales nacionales”, precisó el diario bogotano “El Tiempo”. Los presidentes de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y Chile manifestaron durante un encuentro su molestia a la instalación de bases militares estadounidenses en Colombia. Según la prensa local, Colombia enviará a la cumbre de la Unasur un funcionario de rango bajo y no dará explicaciones del acuerdo que estudia con Washington, reseñó DPA. “La negativa del gobierno (colombiano) a asistir a la cumbre tiene un antecedente. El año pasado, Colombia desistió de asumir la presidencia pro témpore de Unasur. Uribe le explicó entonces a Lula que no era momento de tomar esas riendas, por las dificultades con los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y Venezuela, Hugo Chávez”, recordó el diario. Uribe aseguró que el acuerdo que estudia su país para que tropas de Estados Unidos utilicen bases militares colombianas “no tiene por objeto agredir a terceros estados”. Colombia ha sido fuertemente cuestionada en la última semana por los gobiernos de Bolivia, Nicaragua y Venezuela por estar contemplando dejar que nuevas tropas estadounidenses trasladen sus operaciones a territorio colombiano. La posibilidad surgió tras el cierre que se hará en septiembre próximo de la base militar estadounidense de Manta, Ecuador, por determinación del presidente Correa, quien consideró inconveniente prorrogar el acuerdo de estadía de la guarnición en su país. JEFE DEL COMANDO SUR DE EE UU INICIÓ VISITA A COLOMBIA El general Douglas Fraser llegó a Bogotá en momentos en que ambos países negocian un acuerdo que permitiría a militares estadounidenses el uso controlado de bases colombianas El jefe del Comando Sur de Estados Unidos, general Douglas Fraser, inició este sábado una visita a Colombia en momentos en que ambos países negocian un acuerdo que permitiría a militares estadounidenses el uso controlado de bases colombianas, informó una fuente oficial. Fraser llegó a Bogotá la noche del viernes y este sábado se reunió con el comandante de las Fuerzas Militares colombianas, general Freddy Padilla, dijo a la AFP una fuente de la institución castrense. El oficial estadounidense asistirá a un encuentro de comandantes militares latinoamericanos el próximo martes en la ciudad de Cartagena (1.100 km al norte de Bogotá), agregó la fuente. Aunque no trascendieron detalles de la cita entre Fraser y Padilla, ésta se produjo en momentos en que Washington y Bogotá negocian un convenio que permitiría a Estados Unidos desplegar tropas en al menos tres bases colombianas para la lucha antidrogas. Ambos países niegan que vayan a ser instalados destacamentos norteamericanos en Colombia, señalando que las bases seguirán bajo el mando de oficiales del país andino, y aseguran que sólo es una ampliación de la cooperación bilateral que prevé además ayuda en inteligencia contra las guerrillas izquierdistas. Sin embargo, el pacto es rechazado por los gobiernos de Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela, que lo consideran una amenaza. El presidente venezolano, Hugo Chávez, congeló el martes las relaciones diplomáticas con Bogotá por el anuncio sobre las bases y la denuncia de que tres lanzacohetes comprados por su país a Suecia en 1988 fueron confiscados a la guerrilla colombiana de las FARC. Por su parte, Brasil y Chile plantearon que el Consejo de Defensa Sudamericano debata el tema durante las sesiones de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), el 10 de agosto en Quito. Pero el gobierno colombiano descartó el viernes la presencia en la cita del mandatario Alvaro Uribe y la de su canciller Jaime Bermúdez. URIBE: COLOMBIA NO ES PAÍS "AGRESOR INTERNACIONAL" El presidente colombiano dijo que su país ha recibido dos tipos de ayuda: una "retórica, de palmaditas en el hombro", y otra práctica, de Estados Unidos Lea: Pdvsa revisa convenio petrolero, Interpol sin orden de chequear video del Mono Jojoy y Empresarios colombianos apoyan a Uribe Colombia nunca ha sido un país agresor de sus vecinos y lo que busca con un nuevo acuerdo con Estados Unidos es una colaboración "práctica" en contra de la violencia interna, afirmó el presidente Álvaro Uribe. Las declaraciones publicadas el viernes por la revista Ahora son parte de una entrevista hecha el 26 de julio, antes de que Chile y Brasil externaran inquietudes por la negociación que los gobiernos de Bogotá y Washington desarrollan para permitir la utilización de bases militares en el país andino. Sin embargo, desde mediados de mes el mandatario venezolano Hugo Chávez y su colega ecuatoriano, Rafael Correa, criticaron las negociaciones colombianas por considerar que de llegarse a un acuerdo se podría generar desestabilización en la región. Al respecto, Uribe respondió: "como hemos dicho nosotros, este acuerdo con Estados Unidos lo podríamos llamar como una fase mejorada del Plan Colombia", el paquete de ayuda antidrogas y contra la subversión que Washington a entregado a Bogotá desde el año 2000 y al cual ha destinado más de 6.000 millones de dólares. A "Colombia le han dado dos tipos de ayudas: una ayuda retórica de palmaditas en el hombro, de expresión de pésame en momentos en que hemos sufrido tanto y una ayuda práctica que la hemos recibido de Estados Unidos", dijo Uribe para agregar de inmediato que "Colombia nunca ha sido un país agresor de la comunidad internacional, ha recibido agresión del terrorismo interno". "Nuestro gran problema es este terrorismo interno, esa es la razón de nuestra lucha y en estas relaciones internacionales debemos ser pacientes", añadió el mandatario al ser consultado sobre qué pensaba hacer sobre los problemas con Ecuador y Venezuela. Uribe no nombró a ninguna nación o dirigente de forma particular. Bogotá negocia con Washington que militares estadounidenses tengan acceso a por lo menos tres distintas bases militares colombianas durante 10 años. El gobierno de Uribe ha dicho que las operaciones con Estados Unidos se restringen al territorio de esta nación andina, que no se trata de crear bases estadounidenses, sino que personal de ese país use instalaciones castrenses colombianas. Colombia mantiene desde hace más de una década una estrecha colaboración militar y antidrogas con Estados Unidos, limitada por ley a la presencia de un máximo de 1.400 empleados del Departamento de Defensa y contratistas militares en este país. Tal cifra no cambiaría en el nuevo convenio, según funcionarios colombianos. Aproximadamente 600 miembros de las fuerzas armadas estadounidenses y contratistas civiles trabajan en Colombia, según las cifras más recientes disponibles. Asesoran a las divisiones del ejército colombiano, tienen sus propias oficinas en el comando castrense y entrenan a cientos de tropas locales desde el año 2000. EL PRETEXTO DE URIBE PARA AVALAR LAS BASE S GRINGAS: EN EL MUNDO DE LA VENTA DE ARMAS EL PAÍS PRODUCTOR NUNCA SABE A QUÉ MANOS VAN A PARAR Dick Emanuelsson (especial para ARGENPRESS.info) En esto del comercio de armas por parte de los países productores hay mucho de doble moral. Por un lado, es impensable que un país le pida a otro explicaciones por el destino de las armas por él fabricadas porque en la economía de mercado al comprar determinado producto deja de ser propiedad del productor para ser propiedad única y exclusiva del comprador. Lo que el comprador haga con el producto vendido es cosa del comprador y a él y sólo a él le cabe la responsabilidad si la vende más adelante, o las regala, o las use indebidamente, o sea, puede hacer lo que le dé la gana con el producto adquirido. Así como el productor de una camisa, productos químicos que se usan para producir cocaína, o armas, ya no tiene ningún derecho sobre el producto vendido, tampoco tiene derecho a exigir por el uso dado al producto vendido. En el caso de las armas los países productores saben que el producto que ellos fabrican y comercializan no es un producto para producir bien a la humanidad. Es un producto para la destrucción. Una destrucción muy especial. La destrucción de la vida del ser humano. Y ese producto y la destrucción de vidas humanas se convierte ‐al comercializarlas‐ en dinero. Nada más que en vil dinero. Ahora bien, ¿cuántos millones de dólares mueve la industria de armas en el mundo? ¿Cuánto mueve Suecia? Por ello es muy extraña esa doble moral que muestran las autoridades suecas cuando le exigen a la república bolivariana de Venezuela ´explicaciones´ sobre las armas que ellos les vendieron al gobierno venezolano. Que entre otras cosas, no fueron compradas por el gobierno del Presidente Hugo Chávez Frías, sino vendidas hace más de 20 años. En esos 20 años es mucha el agua que ha corrido debajo del puente. Esas armas, 3 según parece que son, bien pudieron ir a parar a las FARC ‐si es verdad que las FARC las tenían‐, vendidas por los que en muchos ejércitos del mundo trafican con las armas que tiene ese ejército. O pueden haberse perdido. O desechadas por dañadas, botadas y recogidas y reparadas por expertos artesanos de armas. Como se vé son muchas las posibilidades así como muchos son los interrogantes que aún subsisten. Colombia montó una alharaca pero todavía no ha mostrado uno de los lanzacohetes. Pareciera por el escándalo que fueran más que 3 lanzacohetes, pero apenas son tres según dice el gobierno colombiano! Tres! Me pregunto: Las autoridades suecas se han preguntado por las muertes de los miles de personas que han producido las armas suecas en el mundo? Han exigido explicaciones a los usuarios de las armas por ellos fabricadas? La respuesta naturalmente es NO. Y es no por lo dicho anteriormente sobre la economía de mercado. Ahora bien, países como Estados Unidos, Bélgica, España, y demás fabricantes de armas han exigido ´explicaciones´ cuando sus armas asesinan seres humanos en Oriente Medio, Irak, Afganistán, Colombia, África, incluso en los mismos Estados Unidos? La comunidad internacional debería ‐y debe‐ entonces instaurar demandas ante la CPI por los miles de muertos causados por sus armas asesinas. ¿Qué tendríamos que decirles a los fabricantes de los G‐3 que Carlos Andrés Pérez le ´donó´ al FSLN? ¿Qué ´explicación´ se le pediría al ´Gocho´ Carlos Andrés? Qué explicaciones le pediríamos a los Estados Unidos por los miles de rifles M‐14 y demás fusiles estadounidenses que legan a manos de las bandas de narco‐paramilitares con las cuales han asesinado ya más de 147.000 colombianos? ¿Por qué farisaicamente condenan sólo hacia un lado, el lado de los sectores populares latinoamericanos, pero para el otro lado su mirada se dirige en sentido contrario? ¿Por qué tanta bulla con lo de los lanzacohetes? ¿Por qué Suecia, mi país, se presta a un espectáculo mediático que ha podido ser solucionado por los canales diplomáticos? ¿Por qué Suecia se alinea al lado de Uribe y compañía? ¿Cuáles son los intereses que mueven éste alineamiento? ¿Serán las inversiones suecas en Colombia? ¿Serán las inversiones futuras en la industria del biocombustible, industria que se ha erigido sobre el desplazamiento de más de 4,5 millones de colombianos? Triste papel el que está jugando el gobierno de derecha sueco. No debemos olvidar que los vendedores de armas son cómplices de todas las muertes que causan ´sus´ armas. Desafortunadamente esa es la triste realidad. INTELECTUALES SARTREANOS EN DEFENSA DE LA HUMANIDAD INTELECTUALES DE IZQUIERDA DENUNCIAN QUE BASES NORTEAMERICANAS CONVERTIRÁN AMERICA LATINA EN UN NUEVO VIETNAM Kaos en la Red/CEPRID La Sociedad Internacional de Intelectuales Sartreanos en defensa de la Humanidad fundada por la Université de Solidarité Internationale Jean‐Paul Sartre & Paul Nizan‐, Organización No Gubernamental (ONG) Internacional de carácter sartreano, cultural, existencialista humanista, independiente, libre, sin fines de lucro, fundada el 15 de Abril del 2004 (en el Aniversario del fallecimiento del filósofo francés Jean Paul Sartre París 21‐
6‐1905 ‐ París 15‐4‐1980) dirigida a promover la cultura, las bellas artes y la educación solidaria sin fronteras, a través del compromiso de intelectuales satreanos con la defensa de los Derechos Humanos de los pueblos del mundo, comunica a través de su presidente, el argentino Sergio Tapia a la comunidad internacional "la condena a la instalación de 5 bases militares norteamericanas, estratégicas para la dominación militar , económica y geopolítica de America Latina, desde Colombia” en un expansionismo imperialista contra los pueblos latinoamericanos, ejerciendo control permanente, y convirtiendo a la región en un Afganistán, Irak, o en nuevo Vietnam como escenario de guerra, con una inestabilidad potencial contra las democracias libres latinoamericanas. El fracaso del neoliberalismo y la crisis económica mundial, el capitalismo contemporáneo refuerza todas las formas posibles de sometimiento dando una “solución estable” a través de la expansión militar, esta vez entrando de lleno a America Latina Esta nueva administración norteamericana, continua con políticas expansionistas y las profundiza, llevando ahora el escenario hacia toda America latina, empezando con el plan golpista contra el presidente hondureño José Manuel Zelaya Rosales, intentando desestabilizar la región, con apoyos a sectores fascistas, de la extrema derecha empresarial y oligárquica junto a militares genocidas, como el caso de Honduras y Guatemala, esta ultima en la creación de un clima reaccionario, golpista de sectores empresariales, políticos de derecha y ex militares responsables de crímenes de lesa humanidad. Hoy nos encontramos con el verdadero plan de relaciones exteriores de la Casa Blanca con America Latina, someter militarmente la región a los intereses del Pentágono: Los marines estarán equipados con aviones espías, radares, sistemas de transporte de tropas y material pesado. La base de Palanquero es considerada de mucho interés ya que ofrece "acceso a toda Suramérica e incluso con un puente aéreo (puede ser usada) para operaciones de enlace con bases en África". En el informe elaborado por el Comando Aéreo para la Movilidad (AMC) de la Fuerza Aérea de E.U., que preside el general Arthur J. Lichte. Titulado "Estrategia Global en Ruta" , en el capítulo de la "Estrategia para Suramérica" se dice que: "Recientemente el Comando Sur se ha comenzado a interesar en establecer un punto en el continente suramericano que puede usarse tanto para operaciones antinarcóticos y como punto para ejecutar operaciones de movilidad El Comando Sur ha identificado a Palanquero, Colombia, como una Localidad de Cooperación en Seguridad (CSL por su sigla en inglés, la forma como E.U. denomina las bases en otros países)". Y a renglón seguido describe sus ventajas estratégicas: "Desde allí casi la mitad del continente podría cubrirse con un avión C‐17 sin reabastecerlo de combustible. Y, si existiera el combustible adecuado, el C‐17 podría cubrir todo el continente con excepción del Cabo de Hornos (extremo sur de Chile)" El documento resalta además que E.U. no cuenta en esta parte del continente con una base o los permisos que le permitan incluir a la región en su estrategia mundial de seguridad o para operaciones regionales diferentes a las de antinarcóticos. "Incluir a Suramérica en la estrategia de ruta global logra dos objetivos: ayuda a materializar nuestra estrategia de compromiso en la región y asiste con la movilidad en la ruta hacia África" La de Palanquero es la principal base de la FAC y se considera clave para las operaciones de aviones con equipos de Inteligencia; ya sus hangares tienen capacidad para 60 aeronaves; tendrá una pista de 3.500 metros, la más larga del país, que permitirá el despegue y aterrizaje simultáneo de hasta tres aviones. En la Base Alberto Powels operan aviones destinados a contrainsurgencia y será el lugar de emplazamiento de los P‐3 Orión, aviones espía. La de Apiay se constituirá en el centro de reconocimiento y de las naves Awac, una especie de radares volantes de gran alcance. A partir de la Bahía de Málaga y de la ARC Bolívar se movilizarán los barcos de interdicción, los cuales maniobrarán coordinadamente con los aviones P‐3 Orión; así, las tropas invasoras alcanzarán una gran capacidad para detectar e identificar objetivos en ultramar. Impunidad y Crímenes El Comando Sur de la defensa norteamericana, señala que no permitirá ninguna "interferencia" en las incursiones que emprendan contra otros países, desde las bases en Latinoamérica y que no se limitarán a maniobras antinarcóticos sino que darán "la lucha contra el terrorismo", y por lo que la historia y los hechos juzga de las incursiones del ejercito del Pentágono cuando llega a un territorio, terminan asesinando y desapareciendo a los pueblos que no se someten a sus mandatos, violando los Derechos Humanos, los Convenios Internacionales de Ginebra, realizando la limpieza contra dirigentes y defensores de derechos humanos, afirma el argentino Sergio Tapia El ejército norteamericano y los funcionarios civiles enviados por el Pentágono que acompañen a los marines gozarán de inmunidad frente a las cortes nacionales e internacionales, recordemos que el ejercito norteamericano ha cometido crímenes contra la humanidad en las distintas regiones del mundo donde se encuentra asentado, desde asesinatos, violaciones a mujeres, hombres, causados por bombardeos, muertes, destrucción de viviendas, de carreteras, de acueductos, puentes, robo y narcotráfico como el caso de Irak. Teniendo impunidad sobre estos hechos aberrantes contra la dignidad humana y la vida. Ante esta escalada del imperialismo estadounidense, donde la militarización es el mecanismo de control sobre los recursos estratégicos y la energía de nuestra America Latina, expresando que el capitalismo no puede existir sin su estructura militar de dominación que por cierto su estructura actualmente incluye la Iniciativa Mérida, el Plan Colombia, el ASPAN, las bases militares, la Escuela de las Américas, el Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica, la Fuerza Delta, el Comando Sur y apoyado por campañas mediáticas, de una estrategia de manipulación, de una ideología militar caracterizada por el colonialismo mediático como estrategia psicológica, sobre la población civil lo cual va indiscutiblemente a idear una gran represión, a través de la criminalización de las organizaciones sociales utilizando la caza de brujas, la tortura, y desapariciones forzadas como método de miedo y paralización de los pueblos Ante el expansionismo imperialista contra los pueblos latinoamericanos “Solo la movilización de la sociedad civil Latinoamérica en su conjunto, obreros, campesinos, sindicatos, organizaciones sociales, defensores de derechos humanos, intelectuales, estudiantes, hombres y mujeres y exigiendo a sus gobiernos el compromiso con la independencia soñada por los libertadores, San Martín, Simon Bolívar, Artigas, Farabundo Marti, Sandino, José Marti… harán posible la construcción de la gran patria latinoamericana y hacer nuestros pueblos libres del imperialismo estadounidense, tan ávido de colonizar nuestra tierra, ayer con dictaduras militares de la Escuela de las Américas y hoy con el expansionismo y la ocupación militar de nuestra soberanía”, señala el intelectual de izquierda Sergio Tapia. BASES NORTEAMERICANAS EN COLOMBIA: UN COLLAR EXPLOSIVO MARINA MENÉNDEZ QUINTERO (JUVENTUD REBELDE) Como cuentas de un colgante roto, las bases que Estados Unidos planea usar en ese país sudamericano se desgranan por el centro y el noroeste del territorio, y amenazan a toda Latinoamérica.Inconforme como unos cuantos en Colombia, un político opositor ha estimado que conceder nuevas zonas de su territorio al uso de los militares de Estados Unidos, será como brindar el balcón de la casa a un extraño para que fisgonee al vecino. Pero el acuerdo entre Washington y Bogotá, que abrirá las puertas de entre tres y cinco enclaves de las fuerzas armadas de Colombia a los norteamericanos, dejará al Pentágono aún más altos y jugosos dividendos que la vigilancia mera. La alarma empezó a rodar hará unas dos semanas, cuando el general Freddy Padilla —
encargado del Ministerio de Defensa colombiano después de la renuncia de Juan Manuel Santos—, confirmó la existencia de las negociaciones que transcurren hace meses, y de las que queda solo una última y quinta ronda. Aunque se mascullaba desde hace un año que, en efecto, Estados Unidos buscaría en esa nación la base «sustituta» de la ecuatoriana Manta, ningún momento parecía más apropiado que este para dar a conocer las tratativas. El histórico último vuelo operativo de las naves estadounidenses desde la localidad ecuatoriana, el 17 de julio, marcó la salida de los yanquis de ese enclave, que tendrán que vaciar y devolver definitivamente a Quito el cercano 15 de septiembre. Así, la «necesidad» de buscar una base reemplazante argumentaba la «mudanza» a Colombia. ...Y, paradójicamente, el acto de soberanía de un Ecuador que clamó por la expulsión de los yanquis, se negó a renovar el contrato ahora vencido y hasta prohibió las bases extranjeras en su nueva Constitución, se ha convertido en disgusto para muchos colombianos que aducen, entre otras razones, la falta de una discusión, al menos en el Congreso. Con una pista de unos 3 000 metros, hangares para un centenar de aviones y albergue hasta para 2 000 hombres, Palanquero es considerado el peje gordo.Washington, por su parte, puso sobre el tapete la «necesidad» de «cuidar» la región, amparado en la vieja, falsa y, por eso, inoperante cruzada contra un narcotráfico que crece alentado por el consumo en EE.UU. Personajes como el ex subsecretario de Estado norteamericano Peter DeShazo se apresuraron entonces a explicar que era «prioridad» la búsqueda de otra localidad con «iguales características» que Manta. Sin embargo, las potencialidades yanquis se multiplicarán mediante el acuerdo en fragua con Colombia, donde el Pentágono resolverá más entuertos que los ocasionados por su retirada de Ecuador. Evidentemente no se trata de una simple permuta, sino de una concepción geoestratégica bien pensada que ratifica la manera dura en que Estados Unidos pretende seguir velando por sus intereses hegemónicos en Latinoamérica, como para que no nos quede ninguna duda. Y, por añadidura, incluso mejorará las conexiones del Pentágono más allá de nuestro hemisferio. Amplio despliegue Aun cuando se sabe de su potencia y se afirma que tuvo una participación definitoria en el operativo el año pasado contra un campamento de las FARC en Sucumbíos, Ecuador, la base norteamericana de Manta parece diminuta en comparación con la parafernalia bélica que el Pentágono quiere trasladar a Colombia. Clasificada como un Puesto Operativo de Avanzada (FOL, en inglés), según la concepción yanqui que desarrolló en los últimos años enclaves medianos y pequeños con potentes medios para espiar, comunicar y asegurar el desplazamiento rápido de los marines, Manta brindó a EE.UU servicios que ahora van a multiplicarse. Los trascendidos indican que mediante el acuerdo está seguro el uso por los halcones de al menos tres de los principales enclaves militares colombianos. La base de Palanquero, en Puerto Salgar, Cundinamarca, al centro del país, es la mayor y al parecer más apetecida. Pero no menos importantes son la de Apiay, un poco más al sur, en el Meta, y la de Malambo, en el departamento Atlántico, muy cerca de La Guajira. La ubicación del trío conforma un semicírculo que virtualmente rodea a Venezuela, sin contar la vecindad de Malambo con la caliente península guajira, que ambas naciones comparten, y cuya presencia como municipio dentro del venezolano estado de Zulia explica una de las maneras en que el acuerdo puede ser usado por Washington para hostilizar a Venezuela. Con una gobernación en manos opositoras y deudas sociales que el gobierno de Chávez se esmera en paliar, en el Zulia se ha denunciado la presencia de paramilitares y de no madurados proyectos secesionistas. Pero también la nación ecuatoriana, que sacó a los gringos de su territorio, estará a un palmo de narices de sus efectivos y de sus sofisticados equipos espías. Aunque se barajaron otras variantes, los últimos trascendidos afirman que, no conformes, los altos mandos estadounidenses están buscando también la concesión de la base de Bahía Málaga, a no mucha distancia de Ecuador y de Brasil, así como la de Cartagena, en el departamento de ese nombre. Si todo sale así, la presencia estadounidense en Colombia se desgranará como cuentas de un collar repartidas desde el centro y por todo el noroeste del territorio. Serían tres bases aéreas —Palanquero, Apiay y Malambo—, y dos navales —las de Cartagena y Málaga—, y con ellas estará asegurado el desplazamiento yanqui hacia el Atlántico, el Pacífico y el Caribe. Receptora de cinco mil millones de dólares provenientes de Washington en los últimos años por medio del Plan Colombia, la nación andina no se desayuna con la presencia militar norteamericana. Solo que ahora, obviamente, se trata de un entramado mayor que amenaza salirse del balcón y abalanzarse sobre el vecindario. Mucho palanquero Pero los planes para Palanquero son de mayor peso y llegarían hasta otras regiones, a tenor con un informe estadounidense obtenido y develado a fines de mayo por el diario colombiano Tiempo, que señala el interés del Comando Sur en esa base y su deseo de convertirla en lo que decentemente los yanquis denominan Localidad de Cooperación en Seguridad (CSL en inglés). Elaborado por el Comando Aéreo para la Movilidad (AMC) de la Fuerza Aérea de EE.UU., el documento es considerado una suerte de planeamiento donde se consignan los objetivos de ese cuerpo hasta el año 2025, para dotarse de los corredores aéreos y las bases que le permitan mayor alcance en sus operaciones, explicó el rotativo. El texto da señales inequívocas de alerta cuando habla de la relevancia que el AMC concede al enclave de Palanquero, identificado por el Comando Sur como «un punto en el continente sudamericano que puede usarse tanto para “operaciones antinarcóticos”» como para ejecutar lo que denomina «operaciones de movilidad». Desde allí, añade, un avión C‐17 podría recorrer «casi la mitad del continente sin reabastecerse» y, con el combustible apropiado, su totalidad, «con excepción del Cabo de Hornos», al sur de Chile. Denominado Estrategia Global en Ruta, el documento muestra cómo ya los del AMC se afilan los dientes para catapultarse desde allí al continente africano. «Incluir a Sudamérica en la estrategia de ruta global (...) ayuda a materializar nuestra estrategia de “compromiso” con la región, y asiste con la movilidad en la ruta hacia África», reconoce. Obviamente, el Comando Sur no acaba de resignarse a su ausencia de Panamá, de donde retornó a Florida después del 2000, y sigue buscando paliativos. Para más señas, también se ha conocido que el comité para los Servicios Armados del Congreso ha estipulado que Palanquero no sea usado como un Punto de Cooperación para la Seguridad con tropas permanentes, si no hay certificación de que Colombia «no obstaculiza la posibilidad del Comando Sur de ejecutar su “estrategia antinarcóticos” en la región». Aunque algunos lo interpretan como un deseo de la Cámara de Representantes —que lo incluyó en un proyecto de ley— de frenar tan ambicioso despliegue bélico, la maniobra congresional también podría garantizar que la inversión en Palanquero se haga al seguro. Se ha conocido que en su proyecto de presupuesto para el año que viene, el presidente Obama ya solicitó al Congreso una partida de 46 millones de dólares para acondicionar y modernizar esa base antes que lleguen sus tropas. Aunque el presupuesto para la continuación del Plan Colombia el próximo año ya fue concedido, algunos piensan que, con todo lo que llegará a la nación andina en virtud del nuevo acuerdo, ni falta haría. Otras revelaciones Aunque oficialmente no ha trascendido lo que se negocia, expertos citados por la influyente revista colombiana Cambio afirmaron esta semana que el acuerdo supondría la concesión de las bases a Estados Unidos por diez años. El borrador del convenio —siempre según la revista— estipularía que un comité nacional sería el que autorizaría la cantidad de efectivos y equipos que entrarían a Colombia. Pero otras fuentes aseveran que la cantidad de militares norteamericanos en virtud del pacto no superaría la nada exigua cantidad permitida hasta hoy de 800 efectivos y, además, 600 de esos que ahora denominan «contratistas». Estados Unidos, dijo la publicación, busca el libre acceso, circulación y utilización de las bases, pero Bogotá exige un «acuerdo de aplicación» para establecer controles en la movilización militar estadounidense. Sin embargo, ninguno de esos recaudos alcanza a calmar la preocupación que el proyectado despliegue norteamericano en Colombia suscita dentro del propio país, y entre sus vecinos. Según el proyecto comentado en Cambio, el acuerdo sustenta que «los esfuerzos de las partes para promover la paz y la seguridad en áreas de interés mutuo requieren la presencia de fuerzas de Estados Unidos» en territorio colombiano, y habla de «ejercicios combinados» para enfrentar lo que llama «amenazas comunes a la paz, la estabilidad, la libertad y la democracia». ¿Paz, estabilidad, democracia al estilo de Estados Unidos? Ciertamente, las cosas pintan mal. CONTRAOFENSIVA EEUU: COLOMBIA Y HONDURAS Honduras es el punto inicial escogido para la nueva contra‐ofensiva imperial‐oligárquica y Colombia es la gran plataforma para la agresión mayor. Narciso Isa Conde | Para Kaos en la Red | Hoy 0:22 | 133 lecturas | 1 comentario www.kaosenlared.net/noticia/contraofensiva‐eeuu‐colombia‐honduras Aconteció lo del golpe en Honduras porque el presidente Zelaya apoyó el ALBA, duplicó el salario mínimo, firmó con PETROCARIBE, le quitó el negocio de los combustibles a la oligarquía, redujo sus precios e intentó impulsar la asamblea constituyente. Pero lo que ha pasado a continuación en Colombia evidencia una contra‐
ofensiva más brutal y más general del imperialismo estadounidense. EEUU y sus aliados actuaron primero en Honduras porque creyeron fácil la presa, prestos a la escalada golpista de “tercera generación” y a la revancha política continental contra los procesos transformadores. Pero el anuncio de instalación de cinco nuevas bases militares gringas en Colombia, el relanzamiento del Plan Colombia y las provocaciones contra Chávez y Correa, no son accidentes casuales, sino que forman parte del relanzamiento de su estrategia de recolonización. ¿Qué motiva todo esto? ‐.La muerte del ALCA y el nacimiento del ALBA. ‐La actual inviabilidad del Plan Puebla‐Panamá, llamado a enlazar con el plan de conquista militar de la Amazonía y con las conspiraciones para los desplazamientos de los gobiernos de Chávez y Correa, contando con la perversidad de Uribe. Inviabilidad por los obstáculos que representan gobiernos como el nicaraguense, el salvadoreño y el hondureño de Zelaya. ‐La ola de cambios hacia la nueva independencia y la nueva democracia latino‐caribeña, ya con múltiples expresiones nacionales en todo el continente. ‐Cuba y su “pecado” de haber resistido al bloqueo y al derrumbe. ‐ La pérdida por EEUU de su importante base militar en Manta‐Ecuador. ‐La fuerte tendencia a crisis de gobernabilidad en Colombia, Perú y México. Por eso el golpe en Honduras, el Plan Mérida (para controlar México), las cinco nuevas bases en Colombia y la decisión de rearmar y dotar de tropas y mercenarios las tres bases existentes, sosteniendo a la vez en las proximidades de las costas de esa región su poderosa IV Flota, lista para el plan de ocupación. Todo esto con la anuencia y/o tolerancia de Obama y contra la ilusión que despertó, evidenciando de esa manera que no es capaz de rebelarse contra el poder real; mostrando así, que pese a lo que un amplio sector contestatario del status quo esperó de él, está demasiado atado a los vanos esfuerzo de supremacía de ese imperio decadente, pentagonizado y en crisis mayor. Honduras es el punto inicial escogido para la nueva contra‐ofensiva imperial‐oligárquica y Colombia es la gran plataforma para la agresión mayor. En Honduras, por tanto, están en disputa muchas cosas trascendentes, incluyendo la teoría del dominó; con la desgracia para el imperio de que el supuesto “eslabón débil” no ha resultado tal. Más de un mes de heroica movilización popular es una magnífica señal contraria a la imposición del golpe y la perspectiva de una nueva victoria democrática. Ese pueblo hermano está en trance de insurgencia y revolución como necesidad impuesta por su mafioso bloque dominante y sus padrinos imperiales, que también impulsan una transacción o‐nerosa aupada por EEUU, el Presidente de Costa Rica y la Cumbre de Tuxtla, que amarre a Zelaya en un gobierno compartido con los golpistas (Plan Arias‐Clinton). Bien por el bravo pueblo hondureño que se levanta con bríos alentadores, cerrándole espacios a las blandenguerías y claudicaciones. En el Norte de Suramérica está por librarse la batalla estratégica, la decisiva, la que necesariamente pasa por la derrota del régimen uribista y su pretensiones de erigirse en el Israel de nuestra América bajo el protectorado gringo y haciendo las veces de su receptáculo militar; y más al Norte y más al Sur, México y Perú parecen estar en tren de explotar y no a muy largo plazo. Bien por Chávez por oponerse a la patraña de Oscar Arias y por decidirse de nuevo a revisar las relaciones con Uribe, quien decidió sembrar de bases gringas su país y lanzarse a las provocaciones para facilitar el plan de conquista y re‐comquista militar de esa región gringa y de revocación de los procesos emancipadores vecinos. Ojala que dure mucho este nuevo viraje del Comandante Chávez y que no pasé lo acontecido a raíz de su mediación para el canje. Ojala no se vuelva a “arreglar” con el capo Uribe, ni decida contemporizar de gobierno a gobierno con su engendro mafioso, y ojala que Cuba también le saque el “pié de amigo” a Don Varito. Por suerte allí, en el corazón de esa sociedad oprimida, martirizada y vejada, están las FARC, el ELN y muchos/as otro/as no dispuestos/a a claudicar. Por suerte los pueblos bolivarianos de esa región no están en plan de recular. Mal por Leonel Fernández que disque expresando cariño por Chávez y por Fidel nos quiere meter por ojos y narices a Colombia, a Montoya y a Israel; y disque condenando el golpe contra Zelaya, ha apoyado el intragable Plan Arias‐Clinton. Mal por los gobiernos meso‐americanos que le hacen el juego a esa maniobra mediatizadora y bien por Daniel Ortega que lo ha rechazado con firmeza. Bien por Zelaya y sus milicias populares y ojala que definitivamente deseche la gran trampa que viene de Washington con escala en San José. Bien por aquello de avanzar por elecciones donde se pueda, pero está claro que de todas maneras la “hora de los hornos” llega. ¡Llegó a Honduras, está en Colombia y se acerca a Venezuela y Ecuador! EL PEDIGRÍ DEL EMBAJADOR USA EN HONDURAS Jean G uy A llard (C ubadebate)
Hugo Llorens, el embajador de Estados Unidos en Honduras que admitió haber
participado en reuniones donde se discutieron los planes de golpe antes del secuestro del
presidente Manuel Zelaya, es un cubanoamericano emigrado a Miami con la operación
CIA Peter Pan. Especialista del terrorismo, era director de Asuntos Andinos del Consejo
Nacional de Seguridad en Washington cuando sucede el golpe de Estado contra el
mandatario venezolano Hugo Chávez.
Tal como Melquíades "Mel" Martínez, máximo representante de la extrema derecha
cubanoamericana en el Congreso de Estados Unidos, y Eduardo Aguirre, embajador
estadounidense en Madrid, del cual fue asesor, Hugo Llorens llegó a Estados Unidos
con siete años de edad, en la operación CIA Peter Pan que sacó de Cuba a más de 14
000 niños.
Sembrando el pánico entre los padres al difundir informaciones falsas según las cuales
los niños cubanos iban a estar "internados en la Unión Soviética", grupos
anticomunistas apoyados por la CIA, organizaron la salida intempestiva de la Isla hacia
Miami de estos menores de edad. Muchos fueron confiados en orfanatos donde
recibieron una educación drásticamente conservadora y terminaron en las redes de la
extrema derecha.
Después de estudios en la Universidad de Georgetown —al igual que Otto Reich— y en
la Universidad de Kent en el Reino Unido, y de conseguir una maestría en Estudios de
Seguridad Nacional del National War College, Hugo Llorens hizo una breve estancia en
la división de finanzas internacionales de la Chase Manhattan Bank antes de pasar al
Departamento de Estado en 1981.
En sus primeros años de actividad diplomática se radica una primera vez en Honduras
como consejero económico, luego pasa a La Paz, Bolivia con el mismo título. Seguirá
bajo la etiqueta de agregado comercial en el Paraguay de la dictadura de Stroessner y
luego aparecerá en San Salvador con el título de coordinador de narcóticos, otra de sus
especialidades.
En un salto inesperado a otra parte del mundo, el multifacético Llorens se va entonces a
Filipinas de simple funcionario consular. Sus actividades oficiales le dejarán tiempo
para dedicarse a tareas paralelas: sus notas biográficas, sorpresivamente, indican que
habla el tagalog, el idioma filipino.
Regresando al continente americano, Llorens será durante tres años cónsul general de
Estados Unidos en Vancouver, Canadá, y ahí se consagra a crear una estación llamada
"multiagencias" que logra la apertura en el propio consulado de locales del FBI, de la
Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego, ATF, y del Servicio de Aduanas de
Estados Unidos. Sin olvidar las representaciones del Servicio Secreto y de Seguridad
del Departamento de Estado. Todo esto bajo el tema de la lucha contra el terrorismo y
de la delincuencia internacional.
AL LADO DE ELLIOT ABRAMS Y OTTO REICH
La Casa Blanca de George W. Bush captará al astuto Llorens en el 2002 nada menos
que como director de Asuntos Andinos del Consejo Nacional de Seguridad en
Washington, D.C., lo que lo convierte en principal asesor del presidente sobre
Venezuela.
Ocurre que el golpe de Estado del 2002 contra Chávez se produce mientras Llorens se
encuentra bajo la autoridad del subsecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos Otto
Reich y del muy controvertido Elliot Abrams.
El también cubanoamericano Reich, anticastrista por excelencia, protector del cabecilla
terrorista Orlando Bosch, había sido por tres años embajador de EE.UU. en Venezuela,
desde 1986 a 1989 y pretendía "conocer el terreno".
Desde el Departamento de Estado, Reich dio su apoyo inmediato al Micheletti
venezolano, Pedro "El Breve" Carmona, y a los militares golpistas.
Otto Reich, integrante del círculo de los ex halcones desplumados de la Casa Blanca,
sigue siendo uno de los personajes más influyentes de la fauna mafiosa de Miami. Su
nombre circula hoy entre los posibles conspiradores que llevaron al desastre la pandilla
de Tegucigalpa.
La administración Bush ubicó entonces a Llorens como ministro consejero en
Argentina, durante unos tres años, desde agosto del 2003 hasta julio del 2006.
Del 2006 al 2008, Llorens se reuniría con el también cubanoamericano Eduardo
Aguirre, embajador USA en Madrid, fanático de derecha que protegió al terrorista
internacional Luis Posada Carriles a su llegada ilegal a Estados Unidos.
Llorens y Aguirre se dedicaron a estimular y subsidiar las campañas de difamación
contra Cuba de los círculos anticubanos de Miami remunerados por la National
Endowment for Democracy y otros "institutos" estadounidenses que mantienen en
España, a través de intermediarios, actividades contra la Isla.
En julio del 2008, Llorens es nombrado embajador en Honduras en sustitución de
Charles "Charlie" Ford, este personaje que tuvo la tarea poco grata de proponer, a
sugerencia de Bush, que Posada Carriles vaya a vivir a Honduras.
"Charlie" Ford lo hizo apenas seca la tinta de la inauguración de Manuel Zelaya como
nuevo presidente de la República. Zelaya contestó que no, rotundamente, y "Charlie"
tuvo que informar a sus jefes que tendrían que vivir con su papa caliente.
YA EL GENERAL VÁSQUEZ SE SENTÍA "SOLICITADO"
La llegada de Llorens a Tegucigalpa no se hizo sin incidente. El 12 de septiembre del
2008, el presidente Zelaya, evocando el hecho de que Bolivia acababa de expulsar al
representante de EE.UU. por sus actividades de injerencia, se negó a recibir las
credenciales del nuevo embajador como gesto de solidaridad.
Ocho días después, Zelaya recibió a Llorens y le expresó el malestar de su país "con lo
que sucede con el país más pobre de Sudamérica".
Llama la atención un acontecimiento ocurrido en estos días. El 22 de septiembre,
mientras se manifiesta el "malestar" de Zelaya, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las
Fuerzas Armadas de Honduras, general Romeo Vásquez, este mismo jefe golpista que
hoy sostiene a Micheletti, declara a la prensa local que "hay personas interesadas en
deponer al presidente Manuel Zelaya".
Comenta el militar fascista que el mandatario "enfrenta críticas por los acuerdos
realizados con Venezuela, Bolivia y Nicaragua" y que "nos han buscado para botar al
Gobierno".
"Pero somos una institución seria y respetuosa, y respetamos al señor Presidente como
nuestro comandante general y nos subordinamos a la ley", aseveró con la mayor
seriedad el que ordena ahora a sus tropas disparar contra el pueblo.
El 22 de junio último, el diario La Prensa reveló cómo en la noche anterior tuvo lugar
una reunión entre los políticos influyentes del país, jefes militares y el embajador
Llorens bajo el aparentemente propósito de "buscar una salida a la crisis". La de la
consulta popular promovida por Zelaya.
The New York Times confirmaba luego que el secretario de Estado Adjunto para
asuntos del Hemisferio Occidental, Thomas A. Shanon, así como el embajador Llorens,
habían "hablado" con altos oficiales de las fuerzas armadas y con líderes de la oposición
sobre "cómo derribar al presidente Zelaya, cómo arrestarlo y qué autoridad podría
hacerlo".
Hugo Llorens abandonó Cuba con la operación CIA Peter Pan el 16 de abril de 1962
para hospedarse luego en casa de un tío de apellido Tabio. Radica hoy en Miami.
HALCONES AL ATAQUE: SENADORES ACUSAN A OBAMA DE "PROTEGER" A ZELAYA (IAR Noticias) 01-Agosto-09
Obama saluda a Manuel Zelaya durante la Cumbre de las Américas en abril de 2009.
Revelando por primera vez en forma pública la guerra interna desatada entre
conservadores y demócratas tras el golpe de Estado en Honduras, diecisiete senadores
republicanos plantearon en una carta a Hillary Clinton, la necesidad de reconsiderar la
posición "unilateral" de la administración Obama con respecto a Honduras. El flamante
"frente parlamentario" de los halcones sostiene que las decisiones oficiales favorecen a
Zelaya y a las "dictaduras" regionales encabezadas por Cuba, Venezuela y Nicaragua.
El conflicto encubierto entre "halcones" y "demócratas" USA que se desató tras el golpe
de Estado hondureño contra Zelaya, finalmente detonó y cobró forma pública con la
decisión de diecisiete senadores republicanos ("ultra conservadores") de cuestionar y
mostrar una firme oposición a la política de Obama para la resolución del conflicto
hondureño.
Los legisladores, encabezados por el líder conservador en la Cámara Alta, Mitch
McConnell, expresaron en una carta remitida a Hillary Clinton la necesidad de
reconsiderar la posición "unilateral" de la Administración Obama con respecto a
Honduras.
En la misiva -difundida por la prensa estadounidense- señalan que Zelaya no merece el
apoyo de EEUU por sus "flagrantes violaciones a la constitución hondureña" antes de
ser derrocado militarmente, el 28 de junio, por presunto desacato al Tribunal Supremo
de su país.
El frente de senadores republicanos, destaca como un "riesgo" la política de
acercamiento que la administración Obama desarrolla con "gobernantes autoritarios" al
sur del río Grande, entre los que señalan al presidente venezolano Hugo Chávez, y los
gobiernos de Cuba y Nicaragua.
De acuerdo con The Washington Post, para los halcones conservadores, sostenes del
gobierno golpista de Micheletti, "Obama y el Departamento de Estado de EEUU se
unieron a Chávez y sus aliados para exigir que Zelaya sea restituido en el poder".
Un integrante cada vez más destacado del nuevo frente parlamentario ultra halcón, el
senador republicano, Jim DeMint de Carolina del Sur, afirma que los líderes del golpe
de Estado "actuaron legal y apropiadamente" y que el “abierto desafío de Zelaya a las normas democráticas ha enviado a Honduras por un camino hacia la violencia,
inestabilidad y tiranía”. DeMint define a Zelaya como un "dictador estilo Chávez" y un “líder ilegítimo”, y tras la ejecución del golpe le exigió a Obama "apartarse de déspotas”, y que la Casa Blanca confiera todo el apoyo a la gente de cualquier país que "estén luchando por los mismos
valores que compartimos y defendemos en EEUU”. DeMint, asociado (por varios medios estadounidenses) con el grupo religioso
conservador conocido como “La Familia” (organización internacional política cristiana), apoyó públicamente la dictadura militar en Honduras en la década de los 80,
cuando el entonces embajador estadounidense, John Negroponte, convirtió a Honduras
en una base para las operaciones paramilitares contra el sandinismo y los movimientos
revolucionarios.
Según la CNN, el frente parlamentario ultra halcón planea tácticas dilatorias contra
proyectos agendados por la administración Obama, como modo de presión para torcer
su política "dialoguista" orientada a restituir a Zelaya en el gobierno.
La crisis de Honduras complica la gestión de Barack Obama en el Congreso de EEUU,
donde los republicanos intentan bloquear su agenda legislativa pendiente de ratificación
parlamentaria, entre los que se incluye el nombramiento de funcionarios y altos cargos.
Estas medidas dilatorias ya fueron ensayadas por el grupo republicano, por ejemplo,
durante el proceso de confirmación del diplomático Thomas Shannon (considerado
como articulador del "diálogo" con Chávez) como embajador de EEUU en Brasil, o de
Arturo Valenzuela (que consideran en la misma línea de Shanon), el profesor chileno
nominado como responsable del Departamento de Estado para asuntos hemisféricos.
Esta semana, en un "gesto simbólico" contra el gobierno de facto de Tegucigalpa, el
departamento de Estado ha revocado los visados diplomáticos de cuatro altos cargos del
gobierno golpista, lo que desató nuevamente la ira de los halcones parlamentarios.
Según Connie Mack, diputado republicano por Florida, la táctica de cancelar visados
"parece un intento de intimidar y de manipular el resultado" de la actual crisis en
Honduras.
El senador DeMint, que cobra un perfil mediático cada vez más destacado en la
oposición a la administración Obama, señaló que esta presión contra el gobierno
golpista de Micheletti juega a favor de los gobiernos "rebeldes" de Venezuela, Cuba y
Nicaragua.
Operaciones cruzadas
En la guerra desatada entre Obama y el Departamento de Estado, por un lado, y los
halcones republicanos y el Pentágono, por otro, ambos "frentes" no ahorran munición en
sus operaciones mediáticas de acción psicológica.
El fin de semana pasado, desde las usinas del Departamento de Estado salió un
"comunicado" que anunciaba que el ejército hondureño respaldaba las "negociaciones
de unidad" con el retorno de Zelaya al gobierno, las que inmediatamente fueron
desmentidas por el jefe del estado mayor golpista, general Romeo Vásquez.
Las usinas conservadoras, entre ellas The Wall Street Journal, señalaron que desde el
Departamento de Estado salían versiones orientadas a "fracturar" a las fuerzas armadas
y al gobierno de facto de Micheletti.
Según una fuente citada por el diario Clarín, los representantes del Partido Republicano
que viajaron a Tegucigalpa liderados por el diputado Connie Mack de la Florida para
apoyar a Micheletti, se reunieron el domingo pasado en la embajada de EEUU en
Tegucigalpa con miembros prominentes del establishment conservador hondureño.
"Mack informó luego que los presentes están convencidos que Micheletti aceptaría
abandonar la presidencia, pero no que Zelaya regrese para instalarse en ella. Entonces
una posibilidad es que Micheletti se retira, Zelaya regresa. Gobierna por una semana o
dos. Y nombra un presidente interino hasta las elecciones que podrían tener lugar en
octubre", dijo la fuente citada por Clarín.
El jueves, The New York Times, que apoya editorialmente a Obama, destacó que
Micheletti tomó una posición diferenciada del resto de su gobierno y que aceptaría a
Zelaya reinstalado en el gobierno para cumplir el período faltante.
El jueves, el embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa, Hugo Llorens, confirmó
que se reunió con el presidente depuesto Manuel Zelaya durante tres horas en las
afueras de Managua.
"Hemos tenido oportunidad de hablar del panorama político y la forma en que está
trabajando la comunidad internacional para restaurar la democracia en Honduras", dijo
Llorens tras el encuentro pero no dio ningún detalle sobre el mismo.
De acuerdo con la versión del Times Roberto Micheletti "ha expresado su apoyo al
compromiso propuesto por el presidente costarricense Oscar Arias que permitiría al
presidente derrocado retornar al poder".
Según la enviada especial del New York Times a Tegucigalpa, Ginger Thompson,
Micheletti llamó a Arias el miércoles para transmitirle su apoyo al plan de negociación
advirtiéndole, sin embargo, que su posición no es compartida por otros actores del
golpe.
En la misma versión, el presidente de facto le solicitó, por su parte, a Arias que envíe a
Tegucigalpa un representante internacional (se barajó el nombre de Enrique Iglesias, el
ex presidente del BID) o una comisión de notables para ayudarlo a lograr la conciliación
nacional.
Un diplomático latinoamericano de la OEA -citado por la corresponsal en Washington
del diario Clarín- dijo que la posición de Micheletti comenzó a cambiar cuando la
propuesta de Arias, que tenía inicialmente 7 puntos, pasó a tener 12 e incluyó un punto
que dice expresamente que si Zelaya regresa al poder no podrá volver a intentar una
reforma de la constitución.
En una nueva movida del Departamento de Estado contra los halcones de Washington,
el jueves el embajador de EEUU en Tegucigalpa, Hugo Llorens, confirmó que se reunió
con el presidente depuesto Manuel Zelaya durante tres horas en las afueras de Managua.
"Hemos tenido oportunidad de hablar del panorama político y la forma en que está
trabajando la comunidad internacional para restaurar la democracia en Honduras", dijo
Llorens tras el encuentro.
En la realidad -y como producto de las presiones de uno y otro lado- las negociaciones
de Zelaya con los golpistas siguen paralizadas.
En lo que parece ser -según la BBC- un intento de ganar tiempo, el gobierno de facto de
Honduras expresó que desea iniciar un diálogo dentro del país para resolver la crisis que
fue generada tras el golpe de Estado que expulsó a Manuel Zelaya de la presidencia y
del país.
Según la BBC, aparentemente cediendo a la presión de Estados Unidos, Micheletti
afirmó este jueves que muchos hondureños podrían jugar un papel clave en la búsqueda
de una solución a la crisis que vive el país.
Aún así -según la cadena-, el gobierno interino,, mantiene firme su oposición al regreso
de Zelaya al poder, elemento que es parte de la propuesta de acuerdo que presentó el
presidente Arias.
En términos de la realidad el conflicto parece no tener solución a la vista.
Los demócratas, con Obama y el Departamento de Estado, apuestan a una "salida
negociada" con Zelaya presidiendo un "gobierno de unidad" hasta las elecciones, y los
republicanos, con los halcones conservadores del Pentágono, quieren que Micheletti sea
quien convoque a elecciones sin la presencia de Zelaya en el gobierno.
En consecuencia las operaciones de acción psicológica (vendidas como "información
objetiva") continúan alimentando la chismografía de los medios de comunicación que
toman posición por uno u otro lado de la guerra interna de republicanos y demócratas
por el control del proceso hondureño.
Una guerra que ya asomó a la luz pública con la carta de los halcones parlamentarios al
Departamento de Estado.
ENTREVISTA‐HONDURAS PUEDE RESISTIR LA PRESIÓN, DICE MICHELETTI (I A R Noticias) 02-Agosto-09
El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, dijo el viernes que su país será
capaz de resistir la presión internacional y fustigó duramente a Estados Unidos y
Venezuela, enemigos políticos que muestran ahora una voz común en contra del golpe
de Estado.
Hace poco más de un mes, el entonces presidente Manuel Zelaya fue sacado del país por
los militares, acusado de violar la Constitución al querer realizar una consulta que le
permitiría extender su mandato.
La destitución de Zelaya, un aliado del presidente izquierdista Hugo Chávez, generó
condena en la comunidad internacional, incluido Estados Unidos, que retiró los visados
a cuatro importantes cargos del Gobierno interino.
"Nosotros no aceptamos que nos imponga nadie nada, digo nadie nos imponga nada.
Aquí no hay ningún país por muy poderoso que sea que va a venir a decirnos a nosotros
qué es lo que tenemos que hacer", dijo Micheletti en una entrevista con Reuters en un
salón de la casa presidencial.
Aunque el Gobierno interino ha insistido en que está dispuesto a dialogar para buscar
una salida a una de las peores crisis en Centroamérica en décadas, las charlas no parecen
dar frutos en un país donde el 70 por ciento de la población vive en la pobreza.
Cuando se le preguntó si Honduras podría resistir la situación de aislamiento
internacional, que ha implicado recortes de ayuda externa y eventuales problemas de
abastecimiento, Micheletti fue categórico: "Sí, la podemos perfectamente soportar".
Washington reclama el regreso al poder de Zelaya al igual que el mediador en la crisis y
presidente de Costa Rica, Oscar Arias, algo a lo que el Gobierno de facto hondureño se
opone.
"Nosotros tenemos mucho respeto a los norteamericanos, hemos por años y años,
décadas, estado en relaciones comerciales y en relaciones políticas. Si ellos deciden
romper las relaciones con nosotros, están cometiendo un error porque están tratando de
llevar a un país pobre a mayor pobreza", dijo Micheletti desde la sede presidencial
rodeada de militares.
Crítica izquierda regional
El acercamiento a Chávez de Zelaya, un empresario maderero, irritó a la clase
empresarial y parte de la clase política del país. Sobre el mandatario depuesto pesa una
orden de captura que se ejecutaría apenas regrese a territorio hondureño.
"Yo estoy feliz porque Chávez se equivocó con Honduras. Creyó que el títere que el
tenía programado iba a lograr los objetivos y se equivocó, porque aquí chocó con un
pueblo con dignidad, con amor a su patria, a su democracia", enfatizó el presidente
interino.
Micheletti también criticó a los aliados de Chávez en Latinoamérica; a los presidentes
de Nicaragua, Daniel Ortega; de Ecuador, Rafael Correa y de Bolivia, Evo Morales, con
quienes el mandatario venezolano ha formado una órbita de influencia.
Pese a la presión internacional, el Gobierno de facto continúa con su agenda interna y
tiene previsto llevar a cabo las elecciones presidenciales previstas desde antes del golpe
para noviembre, aún cuando los comicios podrían ser desconocidos por la comunidad
internacional.
Analistas afirman que con las elecciones, Micheletti trataría de legitimar el quiebre
institucional de su país.
"Yo creo que sería un acto de tremenda injusticia si nosotros no fuéramos aceptados aún
después de ir a un proceso electoral democrático", afirmó el presidente de facto.
Micheletti refirió que su país está preparado para afrontar la suspensión de ayuda
internacional y las protestas, que han provocado interrupciones en el transporte y
frenado el comercio interno, que ya está afectando a la economía del país.
"Tenemos garantizada la alimentación, el grano básico del país hasta febrero del
próximo año, marzo posiblemente, entonces no tenemos temor de que esta escasez nos
vaya a golpear", afirmó.
"La empresa privada, contribuyendo con la situación del país, ha dicho que va a
congelar los precios de todos los productos de la canasta básica", acotó.
Sin embargo, las protestas contra Micheletti no han cesado y los dirigentes de un frente
de resistencia contra el golpe afirman que continuarán hasta lograr el regreso de Zelaya.
En una de las protestas, cientos de simpatizantes del mandatario derrocado fueron
dispersados por las fuerzas de seguridad, con un saldo de varios heridos. Uno de ellos,
que recibió un tiro en la cabeza, murió tras ser operado en un hospital.
"Si al Ejército, la policía le corresponde ejercer en este tipo de situaciones ellos van a
hacer lo que la Constitución les obliga. No vamos a hacer nada fuera de la Constitución
y a la ley", advirtió el mandatario interino.
Micheletti también acusó a Zelaya de montar un show con su presencia en la frontera y
restó el perfil a los anuncios del derrocado presidente de armar un grupo de apoyo que
lo acompañe en un eventual regreso.
"Lo que está pasando en la frontera con Nicaragua es un show porque quien va a ser
guerrillero no grita que va a ser guerrillero (...) Quien va a entrar por una zona
militarizada, no dice que lo va a hacer (...) esa es una payasada", dijo.
CRISIS HONDUREÑA INICIA TIEMPO DE DESCUENTO Una publicación de El Mundo afirma que la nominación de Óscar Arias como mediador
se dio en Moscú en un encuentro entre el presidente de Estados Unidos, Barack Obama,
y el de Brasil, Luis Ignacio Lula da’ Silva 01.08.09 - Actualizado: 01.08.09 10:00pm - Tomado de El mundo :
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Tegucigalpa, Honduras
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Más allá del alto drama que se vive en Honduras y de la cuidada puesta en escena que
lució San José de Costa Rica, la suerte de Honduras se decide en Washington.
Lo dijo el canciller de Lula, lo dijo Fidel, lo dice cualquiera que siga con atención los
acontecimientos. Y por cómo se viene jugando el partido en ese escenario, no es difícil
aventurar que el gobierno de facto de Roberto Micheletti tiene los días contados y que el
presidente legítimo, "Mel" Zelaya, volverá al poder pero a plazo fijo y condicionado.
¿Por qué? Porque Honduras es lo más cercano a lo que puede ser una colonia de Estados
Unidos en el siglo XXI.
Allí tiene la base militar de Soto Cano, plataforma para sus operaciones antiinsurgentes
en todo Centroamérica durante la Guerra Fría, a través de la cual ha tejido sólidos
vínculos con las fuerzas armadas hondureñas, cuyos jefes son instruidos en instituciones
estadounidenses.
Allí tiene a una oligarquía sumisa y trasnacionalizada con casa de verano en Miami, que
defiende los intereses de las empresas y gobiernos estadounidenses como propios.
Allí tiene en vigencia un Tratado de Libre Comercio que garantiza el libre acceso a
bienes estadounidenses y relega al empobrecido país centroamericano al rol de
proveedor de bienes primarios en la periferia del capitalismo global. Hasta allí llegan las
remesas de Florida y New York que mantienen viva a la economía local.
Allí tiene la Constitución y el sistema electoral más conservador de la región,
prácticamente a prueba de experimentos populistas y/o progresistas, como el que
súbitamente decidió encarnar Zelaya durante la segunda mitad de su mandato.
El papel de Llorens
Por todo eso, el Departamento de Estado sabía que se venía gestando un golpe. Se lo
venía contando su embajador. Pero el burocratizado Departamento de Estado había
cometido un error que terminaría pagando muy caro. Tegucigalpa no es lo que se dice
un destino diplomático apetecible. Antes de la conversión de Zelaya, parecía un lugar lo
suficientemente inofensivo como para cumplir con la cuota de embajadores
republicanos. Entonces había mandado a Hugo Llorens, un clásico ejemplo del
diplomático-empresario que usa sus destinos para asegurarse trabajos bien pagados para
su retiro, mimetizándose con los sectores más prebendarios de la oligarquía local, donde
sus servicios son más útiles.
Como reveló Ernesto Semán en estas páginas, cuando Llorens estuvo destinado acá en
Argentina fue lobbista de Ciccone Calcográfica. O sea, trabajó para una empresa
especializada en colonizar distintos estamentos del Estado, ya sea aliada con Yabrán, ya
sea aliada con Cavallo, siempre cerca de los sectores más retrógrados de la Iglesia que
se referencian en políticos como Cacho Caselli, para copar los mejores negocios de
impresión de dinero, cuasidinero, billetes de lotería, patentes de autos, pasaportes,
cédulas y documentos de los últimos años.
Según fuentes de la diplomacia y de los organismos multilaterales, en Honduras las
fuerzas golpistas tenían bastante persuadido a Llorens de que un golpe más o menos
prolijo podía funcionar. Que era la mejor manera de prevenir que Zelaya forzara su
reelección y Honduras cayera bajo la órbita chavista.
O sea, un disparate: por más que lo intentara, y probablemente lo intentaría, Zelaya no
tenía ni los votos ni el poder legal, ni el poder institucional, ni el poder militar para
forzar su reelección, y debía entregar el mando sí o sí en seis meses. La Corte Suprema,
la Corte Electoral, el Congreso, los generales, la embajada norteamericana, la Iglesia
Católica y las protestantes, dos de las tres principales cámaras empresariales, los diarios
nacionales, las cadenas de televisión y hasta su propio partido, el Liberal, se habían
manifestado en contra de la reelección y la Carta Magna vigente consideraba un delito
siquiera intentarlo. Encima, en las encuestas Zelaya ni siquiera alcanzaba a arañar el
cincuenta por ciento de la intención de voto.
Pero Llorens no hacía esa cuenta por afinidad ideológica sino por intereses compartidos.
Llorens compraba el análisis paranoico-revanchista de los golpistas y en sus
comunicaciones con Washington advertía que Zelaya era un peligro. Mientras tanto, en
sus conversaciones con los golpistas, a Llorens le costaba bajar la línea trazada por
Obama en la última Cumbre Interamericana: no más golpes, no más intervencionismo,
todos somos socios.
Tom Shannon, subsecretario para la región, tuvo que viajar a Tegucigalpa para
transmitir el mensaje a Micheletti y al general golpista Romeo Vásquez con el énfasis
que a Llorens tanto le costaba encontrar. Pero en algo coincidieron los norteamericanos
y los golpistas: "Mel" Zelaya no podía seguir más allá de su mandato. Sí o sí había que
pararlo. Llorens, Shannon, los militares norteamericanos de la base hondureña, los
militares hondureños, los civiles golpistas, todos estaban de acuerdo.
Había que contener la expansión chavista que supuestamente representaba la reelección
de Zelaya. Una peligrosa expansión, no solo a nivel territorial hacia el corazón del poder
militar estadounidense en la región, sino también a nivel ideológico: si a los aliados de
Chávez se les permitía reformar sus constituciones a su antojo para perpetuarse en el
poder, el equilibrio regional se perdía y los intereses de Washington quedaban
desprotegidos.
La OEA
Entonces pasó lo que pasó y antes de que Obama pudiera reaccionar, los cancilleres del
hemisferio se habían reunido en Washington en el marco de la OEA para pedir el
retorno "inmediato e incondicional" de Zelaya, resolución que Estados Unidos no tuvo
más remedio que acompañar, atento a los compromisos que Obama había asumido con
los demás presidentes de la región. Pero había una palabra que incomodaba a los
norteamericanos, "incondicional". Foggy Bottom, como le dicen allá al Departamento
de Estado, no quería un retorno "incondicional". Aceptaba que vuelva, pero no que se
quede.
Shannon seguramente recomendó hacer lo que se viene haciendo en la región en cada
crisis desde que él se hizo cargo en el tramo final del gobierno de George W. Bush:
bajarle los decibeles a la pelea con Chávez y negociar con Brasil una posición común
que contenga a los demás países de la región. Como Lula quería que Zelaya volviera y
Obama quería que no se quedara, consensuaron en Moscú que Zelaya volvería pero no
se quedaría.
Para pasar de "vuelve sin condiciones" a "vuelve pero se va", Shannon, Hillary o algún
cráneo de Foggy Bottom tuvo la idea de convocar al presidente de Costa Rica, Óscar
Arias, para que haga valer el acuerdo entre Obama y Lula.
El anuncio de la mediación fue un baldazo de agua fría para la OEA. "Veníamos
invictos y de repente nos dejaron afuera", graficó una fuente del organismo. Ni lerdo ni
perezoso, Arias puso en la mesa su versión light de "vuelta incondicional": amnistía
para todos, gobierno de "unidad nacional", adelanto de las elecciones, Fuerzas Armadas
bajo las órdenes de la Corte Electoral, promesa pública de Zelaya de irse sin tocar la
Constitución. Así la OEA quedó rehén de Costa Rica: si había acuerdo, tendría un rol
estelar en la puesta en marcha y verificación de los acuerdos; si fracasaba el acuerdo
quedaba pintada, a merced de su creciente coro de críticos.
Los países de la Alba tampoco quedaron muy contentos y a través de Fidel Castro
acusaron a Arias de querer perpetuar el golpe. En cambio Chávez hizo saber sus
reparos, pero después acompañó con sonoros silencios los editoriales rabiosos del
comandante cubano. Había decidido bajar el perfil en Costa Rica para jugar fuerte en
Washington.
Zelaya aceptó la propuesta de Arias enseguida, Micheletti no. Pensaba que podía dar
vuelta a los norteamericanos. Pasaban los días y Arias se mostraba nervioso porque los
golpistas no se bajaban del caballo. Cuando el plazo se acabó, el Premio Nobel
costarricense reiteró su oferta más algunos chupetines que venían pidiendo los golpistas:
elogios para el "profesionalismo" de los militares hondureños, "Comisión de la Verdad",
moratoria por seis meses de cualquier juicio político. Micheletti volvió a decir que no.
Aprovechamiento
¿Y qué estaba pasando en Washington? Pasaba que el lobby anticastrista, con epicentro
en Miami, había recobrado los bríos de antaño y había hecho del golpe de Honduras su
nueva causa patriótica. Bajo la batuta de los dinosaurios Otto Reich y Roger Noriega,
los referentes de Llorens, este pequeño y marginal grupo de presión, que alguna vez fue
influyente pero cuya imagen ante la opinión pública norteamericana quedó por el piso
tras el caso del balserito Elián González, este lobby invadió despachos y redacciones de
los diarios con publicistas y asesores caros que venían a presentar "el caso hondureño"
ante los decisión-makers de la capital norteamericana. "Si vas al Congreso está lleno de
hondureños y gente pagada por los hondureños haciendo lobby a favor del golpe",
cuenta Héctor Timerman, el embajador argentino en Washington.
Al mismo tiempo, la atención de Obama estaba en otro lado. El presidente buscaba
desesperadamente los votos moderados que necesitaba para el pasaje de su reforma del
sistema de salud, un tema decisivo en su pulseada con los republicanos. Lo último que
quería era perder votos por una discusión sobre si hubo o no hubo golpe en Honduras.
Por eso había un bando muy marginal que hacía mucho ruido contra otro bando con
todo el poder que no contestaba, generando un microclima que algún analista confundió
con "interna feroz" en el seno del gobierno norteamericano.
Acercamiento
Así las cosas, fueron los diplomáticos argentinos y venezolanos quienes llevaron el peso
de la campaña a favor de Zelaya, combatiendo en inferioridad de condiciones al lobby
anticastrista en las horas decisivas que sucedieron al golpe, armando la agenda de la
delegación zelayista cuando ésta finalmente llegó, una semana más tarde.
Esa gestión habría producido el mayor acercamiento diplomático entre Venezuela y
Estados Unidos que se haya conocido hasta el momento, según confió una fuente que
presenció el trabajo conjunto, acercamiento que ambos gobiernos prefieren ocultar por
razones obvias de política doméstica: Chávez es mala palabra en Estados Unidos y
Estados Unidos es mala palabra en la Venezuela chavista.
Más allá del ruido que generaron, a la hora de contar los porotos, la cosecha de los
golpistas fue más bien exigua: dieciocho votos de los más de 400 congresistas
norteamericanos para condenar los intentos reeleccionistas de Zelaya, algún editorial
favorable en los diarios influyentes y la demora por un par de semanas de las
confirmaciones de Arturo Valenzuela (subsecretario para América latina) y Shannon
(embajador en Brasil). No mucho más.
Brasil jugó como venía jugando en la región, ya con el tema de las FARC, ya con el
intento de golpe en Bolivia: sereno, confiado, sin correr detrás de la pelota, sabiendo
que tarde o temprano le iba a llegar. Dejó hacer a Arias como antes había acompañado
en la OEA y recién se puso en movimiento el lunes pasado, dos días antes de que venza
el plazo de la mediación. Entonces el canciller Celso Amorin llamó a Hillary Clinton y
le dijo que era tiempo de apretar a Micheletti para que agarre viaje. Washington tiene
juego. Su as de espadas es la facultad de cancelar las visas de los golpistas. Según
pudieron constatar una variedad de negociadores, ésa es la pena más temida. De
concretarse, los golpistas no podrían visitar por un largo tiempo sus condominios en
Miami.
Al día siguiente de hablar con Amorim, Hillary apretó por teléfono a Micheletti. Pero el
dictador le juró a la prensa hondureña que el tema de las visas ni siquiera se mencionó.
Si Micheletti no miente, Hillary se guardó la carta.
Los tiempos se estiraban y el lobby anticastrista enrarecía el ambiente en Washington.
Uribe, el presidente colombiano, envalentonado por las dos bases militares que los
norteamericanos le acababan de enchufar, se animaba a tirarles una soga a los golpistas,
rompiendo el consenso en la OEA. Entonces Zelaya decidió que había llegado la hora
de presionar a Washington para que acelere el desenlace, y se trasladó a la frontera.
Lula le deseó suerte. La Unión Europea pidió "serenidad". Mercosur apoyó a Zelaya
con una fuerte declaración, pero como no había querido invitarlo a la cumbre, Chávez
faltó a la cita.
La movida obligó a Washington a usar toda su influencia para evitar que los militares
hondureños cumplieran con la orden de Micheletti de meter preso a Zelaya no bien
pisara suelo hondureño. Cuando lo pisó, un coronel lo mandó de vuelta a Nicaragua. En
sintonía con el coronel, los norteamericanos usaron todo su poder de seducción para
lograr que Zelaya retrocediera. Lo invitaron a Washington, le prometieron reuniones
top, le juraron que esto se resuelve sin sangre y en cuestión de días. Si lograba entrar sin
Arias y sin la OEA, ya no lo podrían controlar.
Y Zelaya quedó ahí, en la frontera, a la espera de que los militares hondureños lo dejen
volver. Y los muy profesionales militares hondureños, que antes desobedecieron a
Zelaya y ahora desobedecen a Micheletti, también quedaron ahí, mudos y acuartelados.
A la espera de que sus verdaderos patrones, los comanders de Soto Cano, les digan lo
que tienen que hacer. Al cierre de esta edición, los militares norteamericanos esperaban
órdenes de Washington, donde el partido entraba en tiempo de descuento.
Cronología de los hechos 28 Junio Defenestrado: Manuel Zelaya es sucedido de su cargo como presi‐dente por haber violentado la Cons‐titución. Asume Roberto Micheletti. 1 JULIO Injerencia: La OEA da un plazo de 3 días a Honduras para que restituya a Zelaya en la titularidad del Ejecutivo. 4 julio Medida. Debido a que Honduras no restituye a Zelaya, la OEA expulsa a Honduras de
ese org,anismo.
7 julio
Encuentro. La secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton se reune en Washington
con el depuesto presidente Zelaya.
9 JULIO
Mediación: se instala en diálogo en San José, Costa Rica, para reincorporar a Zelaya
como presidente de Honduras.
16 julio
Propuesta. En una segunda propuesta, Arias propone el Acuerdo de San José. Zelaya lo
rechaza. Micheletti lo estudia.
HONDURAS: EL PENTÁGONO DESPLIEGA SUS PROVOCACIONES (IAR Noticias) 01-Agosto-09
Según algunos analistas, Honduras sería un “cinturón geo-estratégico” de la región. Tiene fronteras con El Salvador y Nicaragua, salida tanto al mar Caribe como al
Atlántico, y está a un tiro de la sede del Comando del Pentágono para el Mercosur, en el
Estado de la Florida. En este marco, cuenta con una base militar norteamericana muy
importante, no por el número de efectivos que alberga, sino por la enorme capacidad de
su aeropuerto, que permite el aterrizaje de aviones de alta capacidad de cargamento.
En síntesis, es una suerte de canal de Panamá y sirve para el despliegue rápido de tropas
en el terreno. Solamente un ingenuo podría suponer que el imperialismo yanqui dejaría
este territorio al arbitrio de un terrateniente que ha tomado medidas populares de
gobierno y afilió su país al Alba. Los yanquis no pueden admitir la perspectiva de una
unión centroamericana de esos tres países que son como uno –Honduras, El Salvador y
Nicaragua. El Pentágono viene aleccionado por el gesto de independencia nacional del
ecuatoriano Correa, que sacó del país a la base de Manta, tal como lo había prometido.
El golpe gorila ha sido, en definitiva, una hechura del imperialismo.
Los hechos posteriores lo han demostrado. La diplomacia norteamericana se ha puesto
al servicio de asegurar la supervivencia de los golpistas. Los términos de la mediación
del costarricense Arias lo dejan bien en claro: Zelaya volvería por un par de semanas,
custodiado por un gabinete de gorilas e incluso observadores internacionales. Los
gorilas mostraron su completa seguridad en el respaldo con que cuentan, cuando
rechazaron semejante salida.
La crisis, desde el vamos, nunca fue un asunto interno de Honduras. Lo ocurrido luego
no podía ser más elocuente: los yanquis están instalando tres bases nuevas en Colombia.
El paramilitar Uribe eligió este momento para denunciar que Venezuela regala armas
suecas a las FARC y también presentó un video que muestra a un jefe de la guerrilla que
asegura haber contribuido a financiar la campaña electoral de Correa. Lo que es cierto,
sin embargo, documentado por la BBC de Gran Bretaña, es que hay instructores
israelíes entrenando a las tropas colombianas –es decir que hay en marcha una
preparación de guerra.
Israel (y T aiwan) es el único Estado que ha reconocido a los gorilettis; ahora, se
dice, lo haría Colombia. En Panamá, el flamante Presidente de derecha anunció desde su
asunción, que se daba el objetivo de producir un viraje ideológico en América Latina.
En resumen, asistimos a una batalla continental. La fantasía de una OEA de iguales,
luego del levantamiento de la expulsión de Cuba, quedará como otra gran pieza del
ilusionismo del nacionalismo burgués.
¿La sangre va a llegar al río, como amenazó con ocurrir cuando el para-Uribe
bombardeó territorio de Ecuador? Al imperialismo no le interesa, pues toda la
diplomacia mundial lo respalda en la política de ganar tiempo y de armar una ficción de
salida democrática. Tampoco tiene grandes posibilidades, acosado como está en Irak y
Afganistán, o bajo la mirada de China, que pretende incursionar por las materias primas
de América Latina.
Lo que importa, sin embargo, es defender los derechos nacionales hondureños y de
América Latina – que pasa por el derrocamiento de la junta gorileta. De lo contrario, el
imperialismo se servirá de cualquier capitulación para imponer su política. Según se
puede apreciar en los videos, los trabajadores de Honduras están cruzando los “caminos verdes” del territorio (o sea fuera de la rutas) para sortear los retenes militares y gestar una marcha nacional contra el gorilaje. Es decir que las masas está buscando, sin medios
ni orientación, producir una movilización revolucionaria. El acercamiento de Zelaya a la
frontera ya dio lo que podía desde el punto de vista propagandístico. Es necesario que
Venezuela, Nicaragua, El Salvador apoyen una lucha revolucionaria, con medios
materiales y humanos –y con una orientación política: la constitución de una Federación
Centraomericana que le abra las puertas a Costa Rica y Panamá.
Nuestros nacionales y populares se juntaron en el Mecosur para prometer que no
reconocerían las elecciones hondureñas que ha convocado el golpismo. Palabrerío.
Complicidad con las maniobras para desgastar la lucha popular y diluir la crisis política.
A los K les preocupa que los ‘destituyentes’ no tomen ningún gesto de apoyo real a la
lucha popular hondureña como un ‘causus belli’ contra el ‘diálogo’ y el Consejo Económico y Social. Estos son los impostores que pretenden constituir un ‘campo nacional’ antagónico con los grandes intereses capitalistas. Farsantes
LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN MESOAMÉRICA ANTE LA CRISIS DEL CAPITALISMO G ustavo C astro Soto ( www.otrosmundoschiapas.org
)
Supongamos que no lucháramos contra el capitalismo. Tarde o temprano el sistema
igualmente colapsaría ya sea desde el punto de vista ambiental, financiero o social. El
modo de extracción de los recursos y la acumulación de capital no son sustentables en sí
mismos lo que llevaría a un agotamiento tal que los recursos del planeta no darán para
más. Esto pareciera una invitación a cruzar los brazos y esperar su colapso. No. No es
así. Con mayor razón nos lanza a buscar acabarlo antes de que nos acabe, antes de que
nos deje sin nada sobre qué construir otra vida que garantice la felicidad para toda la
humanidad.
En la región mesoamerica han crecido las luchas de resistencia por todos sus rincones.
Casi no hay aspecto o temática que no tenga atrás una lucha de resistencia. Sin
embargo, en muchas ocasiones nos cuestionamos sobre su articulación, sobre su posible
dispersión, sobre las estrategia que debieran seguir o compartir, o de las alternativas que
debieran implementar, y otros cuestionamientos que surgen en todos los foros y
encuentros. Lejos de hacer un balance para lo cual este autor no está calificado,
mencionamos al menos algunas luchas y redes significativas con la advertencia de que
no se agotan. También abordaremos una reflexión sobre los retos de los movimientos
sociales y más aún en el contexto del golpe militar en Honduras.
Algunas de las luchas
En el caso de Panamá podemos destacar la lucha por los derechos humanos y en
especial las reivindicaciones de los derechos laborales, así como la lucha contra las
presas y la minería.
Recientemente contra el turismo residencial que va creciendo aceleradamente en las
costas panameñas y con más vigor la defensa de los derechos de los pueblos indígenas,
sus tierras y territorios. En Costa Rica cabe mencionar la lucha contra los tratados de
libre comercio y de asociación, cuyo proceso ha sido un ejemplo de movilización social
en la región. Pero también los costaricenses luchan contra la expansión escandalosa del
monocultivo de la piña, contra la militarización extranjera y lo que fue el intento de
instalar la escuela policiaca y militar de la ILEA, contra la construcción de presas y los
proyectos mineros, contra la privatización de la energía eléctrica así como la defensa de
los derechos de los pueblos indígenas, entre otras.
En Nicaragua podemos destacar la lucha por el agua como un derecho humano, contra
la deuda externa y ecológica; contra los agroquímicos, las presas y los efectos de la
privatización de la energía en manos de las trasnacionales, por los derechos de las
mujeres y de los pueblos indígenas, contra los tratados de libre comercio y de
asociación. En Honduras ha sido fuerte la lucha contra las presas, contra la minería y la
militarización norteamericana, por los derechos sindicales, contra la deforestación y por
la defensa de los bosques, contra la deuda externa y las granjas camaronícolas, por los
derechos de los pueblos indígenas, sus tierras y territorios. Y ahora todos juntos contra
el golpe militar, su oligarquía y los intereses de Estados Unidos y del narco cimentados
en nuestro hermano país. En El Salvador rescatamos entre otras la lucha que se ha
llevado contra las represas y la minería, contra la deuda externa y ecológica, la lucha
por los derechos de las mujeres, la defensa del derecho a los servicios públicos, la
ecología y el medio ambiernte, por el agua como un derecho humano y contra los
tratados de libre comercio y los efectos el cambio climático, entre otras.
En Guatemala podemos destacar la lucha por la defensa de los derechos de los pueblos
indígenas, por su tierra y territorio, así como las luchas contra las represas y al minería;
la lucha contra la militarización, la violencia, la impunidad y por los derechos humanos;
contra los efectos de la privatización de la energía eléctrica; contra los transgénicos, los
tratados de libre comercio y los efectos de la explotación petrolera. En el sur-sureste de
México podemos rescatar la lucha contra las represas y la naciente lucha contra la
minería; contra los efectos de la explotación petrolera y las privatizaciones, la
militarización y por los derechos de los pueblos indígenas, sus tierras y territorios; por
los derechos humanos y contra los parques eólicos en manos de las trasnacionales
europeas, contra la biopiratería, los trasngénicos y por la defensa de los derechos de las
mujeres. Y al final de cuentas, toda la región contra el Plan Puebla Panamá (hoy Plan
Mesoamérica) y contra el ALCA. Ahora, todos contra el golpe militar en Honduras
porque el futuro de Honduras será el futuro de América Latina y el Caribe. Por ello,
nuestro eje de lucha, de articulación, debe ser Honduras.
Sin embargo, también existen otros aspectos importantes en las agendas de los
movimientos sociales como son la salud y sus redes, los agrocombustibles, los
monoculivos de árboles (palma africana, el eucalipto, el pino, etc.); las incidencias en
políticas públicas y otros temas que van surgiendo e incorporándose a la lucha. Todo lo
anterior, por decir algo.
Algunas de las redes
Las luchas ya mencionadas se articulan a un sinfin de procesos sociales regionales y
continentales. Algunas se articulan a uno o diversos actores, por ejemplo, alrededor de
la Vía Campesina o la Coordinadora Latinaomericana de Organizaciones dcel Campo
(CLOC); otras en torno a la Convergencia de Movimientos de los Pueblos de las
Américas (COMPA), al Grito de los Excluidos, a Amigos de la Tierra Internacional o a
la Red Latinoamericana contra las Represas (REDLAR). En la región también están los
esfuerzos de la Asamblea Social Continental (ASC), Jubileo Sur, el Foro
Mesoamericano, el Encuentro Hemisférico contra la Militarización, la Marcha Mundial
de las Mujeres (MMM), las redes mineras, de los Pueblos Indígenas, Abya Yala, el
Movimiento de Víctimas y Afectados por el Cambio Climático, la Red de Acción en
Plaguicidas de América Latina (RAP-AL), la Red Vida, la Red Contra los Monocultivos
de Arboles (RECOMA), OilWatch, la Red contra Transgénicos, la implementación de
Tribunales Permanentes de los Pueblos, entre otras muchas redes y actores colectivos.
Estas son por mencionar algunas, y muy pocas, de las que existen entre la gran gama de
temáticas y ejes articuladores.
Pese a la gran variedad y aparente dispersión del movimiento social, nos parece que más
bien se van articulando desde sus luchas locales y problemas específicos, concretos. Ya
sea por el agua, la mina, la presa, la palma africana, el monocultivo, la carretera, la
tierra, la privatización, la biodiversidad, los derechos humanos, etcétera. Así, el
movimiento social se fortalece en la medida en que especifica su objetivo de lucha e
integra en él la visión global. En otras palabras, trabajando en lo local y pensando en lo
global. ¿Dónde se da entonces la posibilidad de una verdadera articulación? En el
proceso inverso, en el trabajo global pensando en lo local. Por ello, el movimiento
social, cada lucha, no puede dejar de hacer presencia en estos dos escenarios, lo local y
lo global, lo coyuntural y lo estructural.
En la medida en que muchas redes y procesos sociales van incorporando una visión
global, articulada e integral, se van fortaleciendo y creando puntos de vinculación y de
articulaciones. El agua se ve desde la óptica de las represas, de la privatización, de la
minería, de los servicios públicos, de los monocultivos, etcétera. De ahí que las redes
por la defensa del agua como un derecho humano tienen la posibilidad de articularse
con la lucha antirepresas. Del mismo modo, otras redes como las de represas, en la
medida en que integran y dimensionan globalmente su problemática, articulan la lucha
con el tema del agua, de la tierra, la biodiversidad, los parques eólicos, los campos de
agrocombuistibles, el cambio climático, la privatización del agua y de la energía, las
Ifis, etc. El tema de la deuda se vincula con el de los tratados de libre comercio, la
militarización, el agua, los megaproyectos, la deuda ecológica, los derechos humanos,
entre otros. La lucha contra los transgénicos con la soberanía alimentaria, con la salud,
las corporaciones trasnacionales, el agua, la tierra y el territorio, etc. Y de este modo,
todas las temáticas, ejes y sectores, en la medida que integran una visión global,
sistémica y articulante, tarde o temprano se juntan, se encuentran. Así, respetando la
peculiaridad de cada movimiento, de la lucha y los problemas que le preocupan y que
tiene enfrente, son capaces de lograr la unidad con otros actores. Y esto está sucediendo
en Mesoamérica. Y todos ellos desde la óptica y perspectiva de género, de los derechos
humanos y de las mujeres, de la miltarización de todos los recursos naturales y los
megaproyectos más que neoliberales, corporativos.
Hay quienes abogan por eliminar lo que aparentemente son temas que sectorizan,
pulverizan o dividen, con el fin de conformar procesos amplios en torno a conceptos y
realidades macro, como la “lucha por la tierra y el territorio”, “lucha por la soberanía”, “lucha contra el capitalismo”, “lucha por la unidad de los pueblos”, “lucha contra el neoliberalismo”, entre otros, que abracen toda forma de resistencia. Y estamos de acuerdo en ello, en procesos amplios que aglutinen fuerza social y política. Sin
embargo, eliminar las particularidades de las luchas quizás nos lleve, mínimamente, a
perder fuerza en lo local, ese elemento que da identidad y unidad social a un grupo
social en torno a los problemas que se tienen enfrente y que son necesarios resolver y
enfrentar, desde donde las personas se identifican para resolver sus problemas
inmediatos. Así, comunidades y organizaciones tienen una plataforma de vínculo hacia
otros procesos. Desde lo local a lo global y lo global a lo local, necesariamente. De
quedarse en alguno de los polos existe el peligro de que el movimiento social, o uno de
sus actores, se pierda en la realidad. Por ejemplo, no hace mucho el eje que articuló
exitosamente la lucha social continental fue contra lo que se le llamó el Plan Puebla
Panamá (PPP) y el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Los movimientos
desde sus especificidades simplemente entendieron que la perspectiva de su trabajo
debería leerse desde la lucha contra el PPP y el ALCA. Independientemente del sector,
tema, eje o el lugar físico o político en que se encontrara. Y se logró. Y fueron exitosas.
Pero hoy es otra cosa, el gran capital y la crisis actual del capitalismo está orientando
estrategias nuevas y ese es el reto del movimiento social ahora: encontrar la nueva
perspectiva de lucha común. Eso sí nos falta en Mesoamérica, pero también en el
continente entero.
Sin embargo, en medio de este proceso surge un acontecimiento que articula al
movimiento social: el golpe militar en Honduras. Porque el futuro de Honduras será el
futuro del Continente. Un desenlace a favor de los golpistas podría marcar la ruta que
envalentonaría en otros países a las oligarquías, narcos, militares, trasnacionales y a los
Estados Unidos de que sí se puede detener el avance de los procesos sociales y las
luchas políticas pacíficas por medio de otra ola de golpes militares, democraticidios y
violaciones a los derechos humanos. Hasta los nuevos gobiernos de izquierda para unos
y supuesta izquierda para otros, siguen siendo una amenaza a la acumulación de la
riqueza.
Algunos puntos para el debate
Aunque no hay espacio ni es el momento, lo será para otra ocasión, mencionamos
algunos puntos para el debate que nos parecen importantes. Primero afirmamos que el
neoliberalismo ya se acabó, casi se agotó, que no fue un fin en sí mismo sino la
aplicación de políticas de ajuste para un interés: la incoporación del gran capital, de las
grandes trasnacionales en el control económico y político. Por ello confirmamos que
estamos en un nuevo modelo que denominamos Corporación-Nación. De esto ya hemos
hablado en otros momentos(1). Lo segundo es que la globalización neoliberal no fue tal,
que no fue tan global. Los países menos neoliberales son los del Norte, los más
proteccionistas, los que más subsidian a sus economías, los que más rescatan empresas
y los que, entre ellos, no existen Acuerdos de Libre Comercio. Lo tercero es más
espinoso y consideramos no está del todo explorado, aclarado o consensuado. Es la
visión sistémica. Esto significa ¿cuál es el análisis de los movimientos sobre el sistema
capitalista? ¿Cuál es el diagnóstico que hacemos del sistema y su actual crisis? Este será
la clave para discenir las alternativas anti sistémicas, anticapitalistas.
Por último y más difícil de digerir. Supongamos que no lucháramos contra el
capitalismo, sino que lo apoyamos, lo acompañamos, lo defendemos y lo impulsamos.
Tarde o temprano el sistema colapsaría ya sea desde el punto de vista ambiental,
financiero o social. El modo de extracción de los recursos y la acumulación de capital
no son sustentables en sí mismos lo que llevaría a un agotamiento tal que los recursos
del planeta no darán para más. A esto nos referimos cuando decimos que el capitalismo,
con nosotros o sin nosotros, llegará a su fin, que no es eterno. Esto asusta a muchos y
hay quien se desgarra las vestiduras. Pareciera una invitación a cruzar los brazos y
esperar su colapso. No. No es así. Con mayor razón nos lanza a buscar acabarlo antes de
que nos acabe, antes de que nos deje sin nada sobre qué construir otra vida que
garantice la felicidad para toda la humanidad. Con mayor razón nos debe mantener en
movimiento. Pero es el movimiento ¿de lucha?, ¿de resistencia?, ¿o de alternativas?
Consideramos que la actual crisis del capitalismo no es una crisis coyuntural o modélica
(la transición de un modelo a otro que por cierto no es el noeliberalismo sino el modelo
Corporación-Nación), sino que se trata de una crisis sistémica. ¿Cuándo terminará esta
crisis? ¿A qué sistema estamos transitando? Eso no toca abordarlo ahora, pero
dejémoslo sobre la mesa.
Algunas reflexiones sobre las ¿luchas? ¿resistencias? ¿alternativas?
Por lo general nos encontramos en los movimientos dos conceptos que recurrentemente
aparecen en el vocabulario, discursos, gritos, consignas y declaraciones: “lucha” y “contra”. Para todo somos primero “anti” antes que “alter”, de alternativas. Pero para saber contra qué luchamos es necesario conocer qué es el Sistema Capitalista. Así, al
hacer su diagnóstico, o sea, en qué momento se encuentra de su existencia, cuáles son
sus posibilidades reales de reproducción, podremos encontrar las pistas de qué implica
el anti-capitalismo, lo anti sistémico, cuál es la mejor estrategia, cómo generar una
experiencia o una realidad anti sistémica.
‘Anti’ es un prefijo griego que significa «protección contra», «prevención contra» o
«lucha contra». Sin embargo preferimos usar la connotación de ‘opuesto’ o ‘contrario’. Así, cuando hablamos de experiencias anti-sistémicas nos referimos a aquellas
experiencias y realidades opuestas o contrarias al Sistema Capitalista; al discurso y a las
prácticas sociales y políticas unidas en lo cotidiano en un individuo o colectivo sociales,
con características distintas o diametralmente opuestas a las que alimenta a este sistema.
Experiencias que en mayor o menor grado reflejan un alter-nato, o sea, otras formas
distintas muy suyas de vivir la vida con su propio sistema.
Las expresiones y experiencias anti sistémicas siempre han existido. Unas con mayor o
menor impacto, con mayor o menor presencia social, con mayor o menor tiempo de
duración histórica. Sin embargo, ellas no lograron conformar un sistema hegemónico
que globalice las reglas de vida de toda la humanidad, como lo ha hecho el sistema
capitalista, porque su esencia no es la hegemonía. Curiosamente otros mundos
subsistentes no capitalistas se encuentran entre diversas culturas indígenas del mundo, y
las alternativas antisistémicas emergentes se dan por lo general en las zonas rurales o
entre la población excluida de los supuestos beneficios del sistema dominante actual.
Pero veamos más allá. Las luchas anti-sistémicas pueden ser de varias formas.
Mencionemos algunas:
1) Resistencia: resistir viene del latín resistere que significa tolerar, rechazar, aguantar o
sufrir; oponerse a la acción o violencia de alguien o algo. Hay personas o movimientos
sociales que aguantan y toleran los efectos del Capitalismo: no pago, no veo, no
compro, no voy... Resisto.
2) Resistencia Activa: incluye la Resistencia pero con una forma activa de oponerse y
rechazar a) algunas de sus expresiones como impedir que se construyan carreteras,
puentes, represas, minas, monocultivos de eucalipto o palma africana; o estrategias para
combatir la pobreza, contra los bajos salarios, contra el uso de agroquímicos, etcétera;
b) o rechazar algunos de sus actores (empresas trasnacionales y gobiernos) por medio de
acciones de boicots, u otras medidas; c) o detener, aletargar o evitar algunos de los
mecanismos de acumulación y reproducción del Sistema Capitalista como las protestas
contra la Organización Mundial del Comercio (OMC), el G-8, el Fondo Monetario
Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), el BID, la Deuda Externa, el Plan Puebla
Panamá, el IIRSA, el Foro Davós, las negociaciones de los Tratados de Libre Comercio,
etcétera.
3) Resistencia Propositiva: esta lucha puede incluir las dos anteriores y necesariamente
la de emancipación. Las luchas emancipadoras implican la liberación de la
subordinación o del dominio que ejerce el Sistema Capitalista. Pero no hay liberación si
no se da la transformación de la realidad para construir alter-natos de forma integral.
Sólo así se libera de la dependencia. Y será más alter-natos en la medida en que más
elementos anti-capitalistas tenga. De esto también hemos hablado en otro momento.(2)
Pero podemos mantener, alimentar, potencializar el capitalismo sin darnos cuenta o de
manera ingenua al pensar que implementamos supuestas alternativas. Los que reciben
algún beneficio del sistema cuidan que ese interés se mantenga, se perpetúe y mejore,
por lo que sus expresiones son reformistas o con argumentos de “humanización” del capitalismo, lo que intrínsecamente no se puede.
Por ello, no toda lucha contra el capitalismo en su expresión o reproducción significa
que estamos generando otras expresiones y realidades diferentes al capitalismo. Así,
vemos organizaciones o movimientos sociales con un análisis y un discurso
antisistémico pero que sus prácticas no lo son; o hay movimientos sociales que no
explicitan lo anti sistémicos pero sus practicas son profundamente anti capitalistas,
simplemente viven el “alter-nato”. De cualquier manera, los movimientos son precisamente eso, movimientos, procesos que suben y bajan, que tienen sus ciclos de
vida, cumplen su objetivo, se desgastan, surgen nuevos, se funden, se multiplican, se
transforman. Todo en movimiento, lo que se detiene se pudre. Los hay más
estructurados, los más amplios, con direcciones colectivas, con secretariados,
coordinaciones, secretarias ejecutivas, comités, o con direcciones mesiánicas o
caudillistas, entre otras muchas formas.
El golpe militar en Honduras nos pone nuevamente en una disyuntiva. Quienes
consideran que la historia es ascendente, de menos a más, evolutiva, o que las
civilizaciones son acumulativas, reproducen exclamaciones como “cómo es posible que en pleno Siglo XXI pase esto”. Que las dictaduras militares, los genocidios o los grupos armados son cosa del pasado. Si nos vanagloriamos de nuestras luchas libertarias que
nos dieron patria, hacemos memoria y festejamos las luchas de independencia y de los
procesos revolucionarios, aunque fue a costa de millones de muertos en todo el
Continente, hay la tentación de alarmarse de esos mismos procesos hoy en día. Todos
los caminos del pasado, independientemente de su valoración, siguen presentes y
estarán vigentes toda la vida mientras los que sustentan el poder con la represión no
quiera soltar sus privilegios. No es regresión, lamentablemente así somos la humanidad.
No es una apología de las luchas revolucionarias armadas, simplemente decimos que
estará presente tentativamente en muchos pueblos que no ven otras salidas para lograr
justicia como lo hicieron en antaño y sobre quienes nos orgullecemos y festejamos. Y
esto puede estar latente en cualquier región de mesoaérica. Aunque básicamente casi
todas las Independencias se dieron por medio de procesos armados en nuestro
hemisferio, creemos que las luchas políticas seguirán siendo el camino privilegiado para
lograr otros sistema donde quepamos todos los mundos.(3) Pero vale la pena no sólo
resistir, sino hacerlo activamente y propositivamente.
El alter-natos
Actualmente hablamos en los movimientos sociales sobre la necesidad de buscar
alternativas a este capitalismo en crisis estructural. La palabra “alternativa” proviene del latín alter, altera, alterum, un pronombre (pro-nomen, “en lugar del nombre”) que significa el otro, entre dos alternativas.
Pero cuando hablamos de la alternativa al Sistema Capitalista no nos referimos a la
única otra ‘alternativa’, como si solo hubiera que elegir entre dos cosas, entre el
Capitalismo o la otra cosa que no conocemos pero que a final de cuentas será otra cosa
hegemónica. Esto significa reducir a dos la realidad que es abierta y diversa. No
optamos por una hegemonía para abrazar otra que se imponga y domine a los demás.
Por ello la diferencia con otro pronombre, “alius”, que proviene también del latín alius, alia, aliud, que significa otro, entre tres o más opciones o posibilidades. Sin embargo,
para algunos estudiosos del tema con el paso del tiempo se borró la diferencia y se
incluyó en alternativa la idea de opción entre dos o más posibilidades. Y descubrimos
que esto es el Alter, los Otros.
Las palabras alterado o inalterable, que significa que no es afectado por los hechos
externos; o altercado, e incluso enaltecido que significa magnificado o resaltado por
otros que no son él mismo, sugieren un movimiento de fuera hacia dentro. Por ello
insistimos en la perspectiva de adentro hacia fuera, el ‘Natos’. Se trata de encontrar, lograr, potenciar, descubrir o crear ‘lo que se nace naturalmente’, de lo que es suyo, propio, que ‘nace de la suidad’, ‘de la mismidad’. Que es propio de un pueblo, de una cultura. Este es el “Natos”. Es lo otro que nace desde adentro. Es esta unidad mundanal que nace de la unidad de suidades, de mismidades. Sólo la diversidad genera unidad. Y
sólo existe la unidad porque hay diversos.
Es por ello que la diversidad de culturas hace posible que en el Mundo haya Otros
Mundos propios, suyos, distintos al Sistema Capitalista. Por ello, Alter-Natos son Otros
Mundos, otros sistemas diversamente unidos. Por ello el movimiento social no es uno,
sino muchos, con una lucha anti capitalista local y con visión global sistémica, pero en
búsqueda y en experiencias reales aquí y ahora de cada vez mayor plenitud humana.
Esta es la lucha antisistémica en Honduras donde se gesta un Alter-Natos, una nueva
esperanza. Nuestro sueño no es un sueño: ¡Un Mundo sin Capitalismo!
www.ecoportal.net
Gustavo Castro Soto - Otros Mundos, AC - San Cristóbal de las Casas, Chiapas,
México. www.otrosmundoschiapas.org
(1) Véase “El Modelo Corporación Nación”, en http://otrosmundoschiapas.org/index.php/modelo.html
(2) Véase “Otros Mundos; Los Elementos Anti-sistémicos”, http://otrosmundoschiapas.org/index.php/alternativas.html
(3) Recomendamos ampliamente el libro de Luis Suárez, “Un Siglo de Terror en América Latina/Cronología de crímenes de Estados Unidos contra la humanidad”.
(Tomado de Alai)
SIGUE EL DINERO: LA OFENSIVA IMPERIAL EN AMÉRICA LATINA SE EVIDENCIA EN DÓLARES Eva Golinger • El Presupuesto de la USAID y el Departamento de Estado aumenta el 12% para el año 2010, con 2,2 mil millones de dólares destinados a América Latina • 447,7 millones de dólares son para “promover la democracia” en América Latina • 13 millones de dólares para “promover la democracia” en Venezuela • 101 millones de dólares para “promover la democracia” en Bolivia • 3 millones de dólares para un fondo especial para la OEA para “consolidar la democracia representativa en Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela” • 20 millones de dólares para la “transición hacia la democracia” en Cuba • El Presupuesto del Comando Sur aumenta en un 2% para llegar a los 200 millones de dólares para el 2010 más 46 millones de dólares adicionales para mejorar la base militar de Palanquero, Colombia, para el uso estadounidense No existe duda ninguna sobre la escalada de agresión imperial en América Latina durante los últimos años. Desde el golpe de Estado contra Venezuela en 2002, el secuestro del presidente Aristide de Haití en 2004, las intervenciones en los distintos procesos electorales en la región, la reactivación de la cuarta flota de la armada estadounidense en 2008, los intentos de generar un conflicto regional entre Colombia, Venezuela y Ecuador, el separatismo en Bolivia, y hasta el golpe de Estado contra Honduras en 2009 y el alarmante aumento en presencia militar de Estados Unidos en la región – todo evidencia que el imperio está a la ofensiva de nuevo en América Latina. Pero más allá de la manifestación visible de esta agresión, que busca neutralizar los procesos de cambio revolucionario en la región, existen pruebas contundentes –innegables‐ de que hoy en día, Washington está apuntando hacia el Sur con su gran poder militar, diplomático, económico y comunicacional. Sigue el dinero y encontrarás la verdad La evidencia sobre el aumento en financiamiento durante los últimos años de las agencias de Washington a los sectores de la oposición en Venezuela, Bolivia, Ecuador y otros países que están construyendo modelos alternativos al capitalismo estadounidense, se han presentado, se han denunciado y no se ha desmentido. Que existe una tendencia de financiar y apoyar a la desestabilización regional por parte del imperio, desde la llegada de la Revolución Bolivariana hace diez años, es un hecho. Pero no tenemos que examinar la evidencia desde los diez años hasta hoy, podemos simplemente mirar de hoy al futuro para comprobar que Washington financia no solamente a la desestabilización regional, sino que también está aumentando esa financiación e intensificando sus planes militares para los próximos meses. La USAID, Agencia de Desestabilización Internacional La agencia que comenzó como el brazo financiero del Departamento de Estado en el año 1962 para atender a los asuntos “humanitarios”, se ha convertido durante el siglo XXI en uno de los actores principales de la contrainsurgencia bajo la nueva doctrina de Guerra Irregular de Washington. A principios del año 2009 fue firmada ésta doctrina por el recién llegado presidente de Estados Unidos, Barack Obama, como parte de su nueva política de “smart power”, el poder inteligente, una política que emplea el uso del poder militar junto con la diplomacia, la cultura, la comunicación, el poder económico y la política. Hay dos grandes puntos de diferencia entre la Guerra Irregular y la Guerra Tradicional: el objetivo y la táctica. La Guerra Tradicional ve como objetivo la derrota de las fuerzas armadas del adversario, y su táctica principal es el uso del poder militar en su forma más tradicional – el combate y el bombardeo. La Guerra Irregular tiene como objetivo el control sobre la población civil y la neutralización del estado, y su táctica principal es la contrainsurgencia, que es uso de técnicas indirectas y asimétricas, como la subversión, la infiltración, las operaciones psicológicas, la penetración cultural y la decepción militar (el intento de engañar a las fuerzas armadas del adversario para que reaccionen a amenazas que no existen en la realidad, así distrayendo y desgastando sus capacidades y recursos). Durante el siglo XXI, la USAID ha desarrollado divisiones dentro de la agencia que funcionan juntos con el Pentágono, como las oficinas de Gerencia de Conflictos, Transición y Reconstrucción, Democracia y Gobernabilidad, e Iniciativas hacia una Transición, que están reorientando su trabajo hacia los esfuerzos de contrainsurgencia. Así, la USAID se ha convertido en el actor principal financiero de la desestabilización y la penetración en la “sociedad civil” en países estratégicamente importantes para los intereses estadounidenses. En el caso de América Latina, las cifras de inversión financiera de la USAID en los grupos políticos y en la “promoción de la democracia”, que se traduce en términos reales como una invasión silenciosa, son abrumadoras. A través de una Oficina para las iniciativas hacia una transición (OTI, por sus siglas en inglés), que fue establecida en Venezuela en agosto 2002, la USAID ha invertido 15 millones de dólares en el conflicto político en Venezuela solamente durante el último año y medio. Y tiene previsto una financiación de 13 millones de dólares para el año 2010, un incremento notable del año pasado. Estos millones de dólares alimentan el conflicto en el país, manteniendo vivo a diferentes grupos de oposición y ayudando crear nuevas organizaciones para seguir con sus planes desestabilizadores. Los beneficiarios son conocidos: Súmate, Sinergia, CEDICE, Red de los Barrios, Primero Justicia, Consorcio Justicia, Universidad Metropolitana, Liderazgo y Visión, CESAP, y cientos de otros grupos políticos, ONG y partidos políticos que viven del dinero y el apoyo que vienen desde Washington. Por toda América Latina va aumentando el presupuesto de la USAID y el Departamento de Estado (DOS) para promover la agenda y los intereses de Washington. Vemos algunos ejemplos: Bolivia: Presupuesto de la USAID/DOS para 2009 = 86 millones de dólares; Presupuesto para el 2010 = 101 millones de dólares; Ecuador: Presupuesto de la USAID/DOS para 2009 = 35 millones de dólares; Presupuesto para 2010 = 38 millones de dólares; Honduras: Presupuesto de la USAID/DOS para 2009 = 43 millones de dólares; Presupuesto para el 2010 = 68 millones de dólares; Nicaragua: Presupuesto de la USAID/DOS para 2009 = 27 millones de dólares; Presupuesto para 2010 = 65 millones de dólares. También hay un fondo especial en 2010 de 3 millones de dólares para el Fondo para Fortalecer la Democracia de la Organización de Estados Americanos (OEA), para “defender y consolidar la democracia representativa en Nicaragua, Venezuela, Ecuador y Bolivia…” No es casualidad que el fondo va dirigido a promover la “democracia representativa” en cuatro países donde se están implementando un modelo de democracia participativa. Tampoco es coincidencia que son países del ALBA, y que Honduras no está incluida en la lista, ya que con el golpe de Estado contra el Presidente Zelaya se daba por resuelto la “amenaza” de la democracia participativa en ese país. Adicionalmente, el presupuesto del Departamento de Estado para el año 2010 incluye 447,7 millones de dólares para “mejorar la seguridad, fortalecer las instituciones democráticas, promover la prosperidad e invertir en la gente” en América Latina. Dentro de ese monto hay 200,7 millones de dólares destinados a Colombia para “consolidar los logros del gobierno de Colombia en la lucha contra los grupos ilegales y armados y el narcotráfico”, y 20 millones de dólares para “promover la democracia” en Cuba, “ayudar a los presos políticos y otras víctimas de represión” y “promover la competición política dentro de Cuba. Ese presupuesto incluye también a 6 millones de dólares para “fortalecer y promover la sociedad civil, la participación ciudadana, los medios independientes, las organizaciones de derechos humanos y los partidos políticos democráticos” en Venezuela, y un fondo de 91.1 millones de dólares para el uso discrecional del Presidente Obama para “promover los intereses” de Estados Unidos en la región. El año pasado, éste fondo sólo llegaba a 23 millones de dólares. En total, son 2,2 mil millones de dólares que utilizarán el Departamento de Estado y la USAID en América Latina durante el año 2010. Este es un aumento del 12% del presupuesto del año 2009, último año de la administración de George W. Bush, que apartaba unos 1,9 mil millones de dólares para América Latina. Todas estas grandes cifras evidencian el énfasis que pone el gobierno de Obama en su trabajo político en América Latina y la intención de retomar la dominación e influencia de Estados Unidos en el hemisferio. El Comando Sur se potencia de nuevo Pero no solamente es el Departamento de Estado y la USAID que han recibido un salto financiero para intensificar sus operaciones en América Latina, sino que la Guerra Irregular y el “smart power” (poder inteligente) de la administración de Obama también emplean el uso del poder y fuerza militar. En este sentido, el presupuesto que ha solicitado Obama para el Pentágono para el año 2010, sobrepasa el último presupuesto de Bush – considerado en su momento el más alto de la historia – por casi 25 mil millones de dólares. Son más de 533 mil millones de dólares solicitados y aprobados por el gobierno de Obama para sus operaciones en materia de defensa para el año que viene (el presupuesto del Pentágono del año pasado fue 515.4 mil millones de dólares). Esta cifra no incluye a los 80 mil millones de dólares adicionales para las guerras en Iraq y Afganistán, y tampoco incluye al presupuesto de la comunidad de inteligencia de Washington, lo cual se mantiene en secreto. Pero dentro de esta inmensa cifra – sobre la cual las Naciones Unidas han dicho que con sólo una cuarta parte del presupuesto de defensa de Estados Unidos de un año, se podría dar comida, casa, atención médica y educación a todos los niños y las niñas del planeta – hay aportes interesantes para América Latina. El aumento del Comando Sur para 2010 es de 2% para llegar a 200 millones de dólares, más 46 millones de dólares adicionales para mejorar las instalaciones de la base militar en Palanquero, Colombia. También, el presupuesto del Pentágono indica que una de las prioridades presupuestarias es la implementación de la Doctrina de Guerra Irregular, incluyendo en la zona de operaciones del Comando Sur. Específicamente destaca que, “El presupuesto del 2010 para el Comando Sur completará su transformación y reorganización para ser una organización “inter‐
agencias”, que posiciona a Estados Unidos como el socio más atractivo en las Américas. El Comando está marcando el estándar para asegurar que la organización opera de manera eficaz en un ambiente del siglo XXI, y que promueve la democracia, los derechos y las libertades individuales, el libre comercio, la diplomacia, el desarrollo y la seguridad para las Américas.” En esencia, el “smart power” como táctica de la Guerra Irregular, que emplea el uso del poder militar. La Privatización de la Guerra en Colombia Y adicional a estas cifras multimillonarias están los más de 550 millones de dólares destinados anualmente para el Plan Colombia. Casi la mitad de esos millones llegan a manos de contratistas privados que operan como mercenarios de un ejército privado dentro del país suramericano. Algunos datos de un documento desclasificado del Departamento de Estado del año 2007, revelan las operaciones, nombres y cantidades otorgadas a 31 contratistas estadounidenses trabajando en Colombia. La información evidencia que la Policía Nacional de Colombia, las fuerzas armadas colombianas y hasta los cuerpos de inteligencia son manejados por contratistas privadas de Estados Unidos, que son pagadas por el Departamento de Estado y el Pentágono. Aquí hay algunos de ellos: • 52.868.553 dólares para Lockheed Martin, gran empresa del complejo militar industrial, encargada de suministrar apoyo logístico y recursos humanos para ayudar a la Policía Nacional de Colombia. • 164.260.877 dólares para DynCorp International, para la provisión de pilotos, técnicos y apoyo logístico para el Ejército colombiano y el programa de erradicación aérea de la Policía Nacional de Colombia. • 7.875.000 dólares para ARINC, Inc., para el apoyo logístico, ingenieros, mantenimiento de sensores y formación a la Policía Nacional de Colombia en el uso de aviones C‐26 equipados con equipos de monitoreo, espionaje y colección de señales. • 20.953.000 dólares para ARINC, Inc., para formar personal y suministrar apoyo logístico para los aviones que utilizarán en el Programa Colombiano de Puentes Aéreos y la supervisión aérea de las fuerzas estadounidenses. • 5.000.000 dólares para Oakley Networks para suministrar un software de monitoreo de Internet y para ayudar los programas conducidos por la Policía Nacional de Colombia de monitoreo en Internet. • 6.533.502 dólares para ITT para operar y mantener un Sistema de Radares Hemisféricos en Colombia. También suministrar los recursos humanos para operar cinco radares en Colombia y un nodo de comunicación satelital en Bogotá. • 2.345.442 dólares para Lockheed Martin para operar un sistema de inteligencia y espionaje aérea, que incluye a la conducción de misiones de inteligencia comunicacional y la colección de sensores e imágenes. • 3.394.768 dólares para el Grupo Rendon (a través de Lockheed Martin) para dar talleres de formación sobre operaciones psicológicas en apoyo al Plan Colombia. Esto incluye al uso de una plataforma del programa Echelon de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos, que es el programa de espionaje y comunicaciones más grande del mundo. En una próxima entrega, detallaré más sobre los contratistas privadas operando desde Colombia, y también, divulgaré una lista creciente de organizaciones políticas en América Latina financiadas por la National Endowment for Democracy (NED) para promover la agenda imperial. El dinero revela todo, y de descubrirlo y denunciarlo, destapamos la conspiración. VENEZUELA: ESTADO ASUME CONTROL DE 83% DE LOS ESPACIOS DE ALMACENAJE PORTUARIO El Estado venezolano asumió el control del 83 por ciento de las zonas de almacenaje de los dos principales puertos del país, el de La Guaira y el de Puerto Cabello, indicó el ministro de Obras Públicas, Diosdado Cabello. Hasta ahora tanto los espacios de almacenaje como las operaciones de almacenamiento que han pasado a manos estatales eran propiedad de 32 familias, recordó el ministro. “Se trata de un acto de justicia porque el interés de 32 familias no puede estar por encima del interés del pueblo venezolano”, dijo Cabello a la prensa. El ministro no precisó el monto que recibirán los dueños de las empresas de almacenaje por la trasferencia al Estado de la propiedad de las mismas. El titular de Obras Públicas explicó que se trata de una “medida estratégica” que reforzará la “soberanía nacional” en el campo de alimentación. Señaló en ese sentido que durante el paro de 63 días que comenzó en diciembre de 2002 las empresas de almacenaje inmovilizaron los alimentos importados para, según él, provocar hambre entre la población y, en última instancia, la caída del Gobierno del presidente Hugo Chávez. De acuerdo con cifras empresariales, el 60 por ciento de los alimentos que se consumen en Venezuela son importados. Cabello aseguró que el cambio de propiedad de las zonas de almacenamiento y de la actividad de almacenaje no afectará a los 1.950 trabajadores del sector. “Garantizamos que todo lo que se haga será para favorecer a los trabajadores y el entorno social en el que se encuentran estas instalaciones”, dijo el ministro. ZELAYA NIEGA ESTAR FORMANDO UNA MILICIA Redacción BBC Mundo El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, negó este sábado que esté integrando en Nicaragua una milicia para regresar a su país, mientras que en Tegucigalpa, la crisis política se cobró una nueva víctima con la muerte de un manifestante que protestaba contra el golpe de Estado. Zelaya lamentó la muerte en Tegucigalpa de un simpatizante. Medios de prensa internacionales han asegurado que el depuesto presidente organiza unas "Milicias Populares de Resistencia" en la frontera nicaragüense con Honduras. Pero en declaraciones que ofreció a la agencia de noticias Reuters por la vía telefónica, Zelaya declaró que “yo no estoy conformando ninguna fuerza militar armada aunque tengo todas las posibilidades de hacerlo porque soy de un lugar donde las armas están en todos los lugares de mi departamento”. El depuesto mandatario agregó que “la guerra sangrienta la ha provocado él (el presidente interino Roberto Micheletti). Nosotros no usamos armas”. Zelaya lamentó la muerte de Roger Abraham Vallejo, un maestro de 38 años, que recibió una herida de bala en la cabeza este jueves durante una manifestación en contra del golpe de Estado del pasado 28 de junio. El incidente se registró cuando agentes de la policía desalojaron a seguidores de Zelaya de un bloqueo carretero en el Mercado Zonal Belén, en el norte de la capital honureña. Desafío de Micheletti Mientras, el gobierno interino respondió con una advertencia la suspensión de visas por parte de Estados Unidos a algunos de los supuestos actores del golpe de Estado, diciendo que podría hacer lo mismo con diplomáticos estadounidenses. Micheletti acusó a Washington de "intromisión". En un comunicado oficial, la secretaría de Relaciones Exteriores de la administración de Micheletti advirtió que "se reserva el derecho de aplicar reciprocidad en la cancelación de visas de personal diplomático o consular de Estados Unidos de América destinado en Tegucigalpa, sin ninguna exclusión". La Casa Blanca había anunciado esta semana la suspensión de los visados a cuatro funcionarios del gobierno de Micheletti, quien sustituyó a Zelaya en la presidencia tras el golpe de Estado. La decisión del Departamento de Estado de EE.UU. forma parte una serie de medidas de presión de Washington para impulsar el retorno de Zelaya al poder. Según el corresponsal de BBC Mundo en Washington, Carlos Chirinos, se trata del primer gesto concreto de la administración de Barack Obama desde que Zelaya pidió "definiciones" a la Casa Blanca. Los desencuentros entre el gabinete de Micheletti y la diplomacia estadounidense se acentuaron tras la reunión que Zelaya mantuvo días atrás con el embajador estadounidense en Tegucigalpa, Hugo Llorens, en la sede diplomática de Honduras en Managua. Micheletti acusó a Washington de "intromisión" por dicho encuentro y advirtió que su gobierno no quería "interferencia de ningún país en los asuntos hondureños". HONDURAS: DE PALMEROLA A LA JOYA. ENTRESIJOS DE UN GOLPE Néstor Núñez (especial para ARGENPRESS.info) En la reciente Cumbre de MERCOSUR con sede en Asunción, el presiente boliviano, Evo Morales, volvía sobre un aspecto abordado más de una vez por estadistas del área, analistas internacionales y no pocos medios de prensa. ¿Cuál es el origen del golpe de estado en Honduras? se preguntaba el gobernante en su intervención ante el plenario. “A partir del punto de vista nuestro, afirmó a seguidas, es la intervención militar de Estados Unidos a través de su base militar (Soto Cano) instalada en ese país centroamericano.” Y no están desatinados los que así piensan y se pronuncian. La página digital ESDELADEA, recordaba que luego de su obligada llegada a Costa Rica, secuestrado por los golpistas, el presidente Manuel Zelaya se refirió, al calificar a la asonada, como “una operación montada por el Grupo de Soto Cano", sin abundar en más detalles. ¿Qué relación existía entonces entre ese enclave militar compartido por ocupantes norteamericanos y las fuerzas armadas de Honduras, con los episodios del 28 de junio? Palmerola, al parecer, fue otro de los entuertos que, a juicio de los sectores reaccionarios estadounidenses y la oligarquía hondureña, no podía ser pasado ser por alto en la gestión de Zelaya. Aún cuando el sitio digital Joint Task Force‐Bravo, Soto Cano Air Base, insista en que los casi 500 militares gringos radicados en el lugar son un factor de eficaz ayuda y colaboración para los pobladores locales, otra bien distinta es la historia. Eva Golinger reseña que Estados Unidos mantiene operativa desde 1981 esa instalación castrense, ubicada a 97 kilómetros de la capital. Fue activada por el gobierno de Ronald Reagan, y en aquella época se convirtió en el escenario donde el coronel estadounidense Oliver North y contrarrevolucionarios de origen cubano, armaron y financiaron a los “contras” que agredían a la Nicaragua sandinista. Además, se operaba contra los movimientos rebeldes en toda Centroamérica. “La base de Soto Cano, indica la analista, es la sede de la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo (JTF‐B) de Estados Unidos, compuesta por efectivos del ejército, las fuerzas aéreas, fuerzas de seguridad conjuntas y el primer batallón‐regimiento número 228 de la aviación estadounidense. Son aproximadamente 600 personas y 18 aviones de combate, incluidos helicópteros UH‐60 BlackHawk y CH‐47 Chinook. Soto Cano también es la sede de la Academia de la Aviación de Honduras.” Golinger recuerda que la “Constitución de Honduras no permite legalmente la presencia militar extranjera en el país”, pero un “acuerdo” que data de 1954, ligado al apoyo bélico que Washington presta al ejército hondureño, hizo posible la existencia del enclave hasta estas fechas. Zona de peligro El sitio digital CentralAmericaData reseña que a fines de mayo de 2008, Zelaya anunció la instalación en Palmerola, para ese agosto, de un quinto aeropuerto internacional civil con financiamiento nacional, ante la falta de inversores foráneos. Los fondos para la transformación de Palmerola provendrían del ALBA y Petrocaribe. Poco antes, en Toncontín, considerado uno de los aeropuertos más peligrosos del mundo, una nave área de la línea TACA había enfrentado un accidente que dejó cinco muertos y 65 lesionados. Desde entonces Tegucigalpa había cerrado esa terminal a aviones de gran porte. "Esa tragedia tan grave, dijo entonces el presidente, nos da una pésima imagen internacional y habla muy mal de un país que no toma decisiones... y esto tenemos que resolverlo lo más rápido posible", subrayó. En diez años murieron en Toncontín 159 personas en accidentes aéreos, precisó el gobernante, quien insistió en “el deber de las autoridades de preservar la vida de los seres humanos como un fin supremo de la sociedad". Según Zelaya, un informe de la Aeronáutica Civil había recomendado trasladar Toncontín a Palmerola desde abril de 1994. Palmerola está dotada con una pista de 2.700 metros de largo y 50 de ancho, mientras la de Tegucigalpa, construida en 1948, solo tiene 1.856 metros de largo, con obsoletos equipos de navegación. Zelaya también fue claro al proclamar el derecho de Honduras de utilizar la pista de la base de Soto Cano, al tiempo que el entonces embajador norteamericano en aquella nación, Charles Ford, comentó públicamente que aunque "Honduras puede usar la base para la llegada de aviones comerciales cuando lo estime conveniente... hay que seguir ciertos acuerdos y protocolos" Mientras, asegura el citado sitio digital CentralAmericaData, el alcalde de Tegucigalpa y presidente del opositor Partido Nacional, Ricardo Alvarez, reaccionó airadamente ante el anuncio del gobierno de construir el aeropuerto en la base aérea de Palmerola, en Comayagua. "Una vez más demuestran el odio que le tienen a nuestro municipio", dijo el edil capitalino en un intento por sembrar el descontento público. Por su parte, el presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada, COHEP, Amílcar Bulnes, demandó del gobierno no asumir las obras. A tono con esa solicitud, medios de derecha no dudaron en poner sobre la mesa argumentos sumamente agresivos. Así, al explicar la carencia de socios foráneos para la terminal aérea, se decía que el clima para la inversión no resulta favorable en un país donde “existe la amenaza de romper con el orden constitucional, dar un zarpazo a la carta magna y cambiar la forma de gobierno. Como si esto fuera poco‐ añadían‐ en la boca de los funcionarios oficiales las palabras nacionalización y confiscación están a la orden del día”. En el fondo prevalecían intereses muy fuertes como para desatar la histeria de los oligarcas y los poderes norteamericanos: el traspaso de los grandes vuelos internacionales a Palmerola implicaría pérdidas de 220 mil dólares por día para la cúpula económica radicada en la capital; se trataba de una obra oficial con financiamiento de entidades integracionistas indeseables; y a la vez, el ejercer amplias actividades civiles en pleno corazón de la base Soto Cano implicaba una traba para su uso desmedido y sin control por los militares gringos. De manera Zelaya sumaba otro punto en contra entre los poderosos. Los malos caminos “Hugo Llorens presentó sus cartas credenciales como Embajador de los Estados Unidos de América en Honduras al Presidente Manuel Zelaya Rosales el 19 de septiembre de 2008. El señor Llorens fue confirmado como Embajador designado ante Honduras en abril de 2008.”, reza la página WEB de la representación diplomática norteamericana en Tegucigalpa. Llorens, sacado de niño de Cuba mediante la operación CIA Peter Pan, que tajó a numerosas familias de la Isla con la historia de que el socialismo anularía la patria potestad, ha llegado a ser un eficiente funcionario de los sectores ultraderechistas de su país adoptivo. Entre sus méritos académicos obra una Maestría en Ciencias de Seguridad Nacional en el National War College, y como parte de sus múltiples funciones en América Latina, entre 2002 y 2003 desempeñó el cargo de Director de Asuntos Andinos del Consejo Nacional de Seguridad en Washington, “siendo el principal asesor del Presidente (George W. Bush) y del Director del Consejo sobre asuntos relacionados con Colombia, Venezuela, Bolivia, Perú y Ecuador” justo cuando se produjo la asonada golpista contra el gobierno de Hugo Chávez. Muy Ligado al tenebroso Otto Reich, no parece que haya resultado casual su llegada a Tegucigalpa nueve meses antes del golpe contra Zelaya para sustituir a Charles Ford, el personaje que tuvo la tarea poco grata de proponerle al jefe de estado, a sugerencia de W. Bush, que el terrorista Luis Posada Carriles fuese autorizado a vivir en Honduras, solicitud denegada de cuajo por el presidente. Hugo Llorens, el embajador de Estados Unidos en Honduras admitió haber participado en reuniones donde se discutieron los planes de golpe antes del secuestro del presidente Zelaya el 28 de junio último, y ha estado al tanto de las maquinaciones de ciertos sectores norteamericanos para legitimar el cuartelazo bajo el disfraz de la mediación conducida, a pedido de Washington, por Oscar Arias, todo un experto en desmovilizar la resistencia popular en Centroamérica. Y el tal personaje sabe lo que hace y lo que pasa, por encima de la mascarada en torno a que la problemática hondureña es el hipotético producto de “un conflicto de poderes”. El y quienes le mandan no son ajenos a la violencia militar, a la vuelta de los grupos paramilitares, a los manifestantes baleados, a las golpizas a quienes protestan y reclaman, y a los desaparecidos, que a un mes de dictadura ya suman casi 190, según denuncias de organizaciones populares. ¿A que viene entonces la imperturbable permanencia, desde el pasado 6 de julio, en la portada del sitio WEB de la embajada norteamericana en Tegucigalpa, de una nota que insta a los ciudadanos estadounidenses a no viajar a Honduras, y si la hacen por pura necesidad, a abstenerse de andar por las calles y a asumir con celeridad todas las órdenes de los militares? ¿Hay o no hay un clima de violencia y represión oficial? Lo máximo Gladis Lanza, Directora del Movimiento de Mujeres hondureñas por la Paz, no pensó volver a vivir en el temor. Sin embargo, ya recibió una advertencia personal de Billy Joya, el asesor de seguridad del presidente de facto, Roberto Micheletti, para que “permanezca tranquila”. La veterana luchadora asegura haberse encontrado más de una vez con este personaje, signado como torturador y asesino en sus tiempos de oficial del siniestro Batallón 316, formado a instancias de la CIA para “eliminar opositores” en décadas pasadas, y creador del comando represivo “Cobras” junto a sus asesores norteamericanos, un cuerpo elite de verdaderos matarifes. Hace unos días se conoció que un grupo de encapuchados asaltó en plena noche la casa del cuñado del ministro legítimo de la presidencia, Enrique Flores Lanz. Bajo amenaza de muerte, los esbirros de Billy Joya exigían el material de la consulta popular organizada por Zelaya, y que no pudo completarse por el golpe de Estado. Por su parte, el presidente del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras, Eulogio Chávez, denunció que está sujeto de seguimiento por paramilitares de Billy Joya, como también ocurre a otros dirigentes del movimiento social hondureño que condenan el golpe de estado. Mientras, entre los manifestantes contrarios a la asonada, han sido detectados más de una vez paramilitares entrenados en identificar “cabecillas subversivos” o listos para desencadenar provocaciones que estimulen una mayor violencia policial y militar. Es la obra de este “exponente de la nueva democracia hondureña”, que se refugió en España porque en Honduras se le buscaba desde octubre de 1995 por el arresto y desaparición de seis estudiantes universitarios; que residió tranquilamente en uno de los edificios más emblemáticos y costosos del barrio sevillano de Los Remedios; y que vivó durante sus 28 meses de prófugo a cuenta de las remesas de su cuñado, con quien compartía una empresa de seguridad en Honduras. El hoy flamante jefe de la seguridad golpista indica por si mismo la catadura de Micheletti y su equipo, a la que Washington y sus aparatos mediáticos insisten en llamar “nuevas autoridades hondureñas”, “gobierno en funciones” y las mil y una alegorías con las que suelen tapiar las incómodas verdades ajenas a sus propósitos. MERCOSUR HERMANOS DISTANTES VECINOS (CADA VEZ MÁS) LEJANOS Brasil, Uruguay y Chile recuperaron la democracia un poco después que la Argentina, pero su evolución política los muestra hoy, dos décadas más tarde, muy lejos de los personalismos, las antinomias y las mañas de la política partidaria vigentes en nuestro país. Tres ejemplos que elegimos no seguir Por Jorge Elías LA NACION Qué nos sucede, vida, que, últimamente, la Argentina se parece cada vez menos a países vecinos como Uruguay, Chile y Brasil? En ellos habrá elecciones presidenciales este año y el próximo. Los mandatarios, con altos índices de aprobación, no serán reelegidos ni, más allá de sus afinidades personales y partidarias, designarán a dedo a sus sucesores, como en la transición de los Kirchner en 2007. En las listas para cargos legislativos no se prevé que vaya a haber candidatos que, de ser elegidos, no cumplan con el compromiso ético de dejar de ser funcionarios o gobernadores, como en las legislativas argentinas. Nadie teme un caos si los gobiernos cambian de color. La Argentina, pionera en juzgar a las juntas militares, recobró en forma precipitada la democracia a finales de 1983, un año y monedas antes que Uruguay y Brasil, y casi siete antes que Chile. Más allá de las asociaciones regionales, cada país progresó por su cuenta y, a su vez, resolvió como pudo el drama de los años de plomo. En el último Índice Global de Competitividad, diagnóstico del Foro Económico Mundial sobre la habilidad de los gobiernos para proveer prosperidad a sus ciudadanos, Chile, Brasil y Uruguay, en ese orden, superan por varios cuerpos a la Argentina, rezagada al puesto número 13 entre 19 países latinoamericanos auscultados. ¿Qué nos sucede, en definitiva? ¿Insistimos en violar la ley, confundir lo público con lo privado y desdeñar la palabra empeñada, como dice Carlos Ortiz de Rozas? ¿O priman las decisiones sobre las deliberaciones y las negociaciones, como apunta Gerardo Caetano? ¿O, a diferencia de los otros países, el peronismo marca la cancha cual fenómeno político y cultural, como coinciden en afirmar Fabián Calle y Patricio Navia? ¿O los otros países, como Uruguay, invirtieron más en despertar confianza, como juzga Rafael Michelini? ¿O los liderazgos están por encima de las instituciones, como señala Gabriel Salvia? ¿O, acaso, campea entre nosotros una enorme confusión entre cuál de los Kirchner gobierna, como observa Chico Santa Rita? ¿O nos sucede todo eso, síntesis de las opiniones recogidas por LA NACION en los cuatro países, y algún bolero más? "La diferencia básica con Uruguay y Chile es que, a pesar de haber tenido rupturas del orden constitucional como nosotros, respetan las leyes ‐dice el embajador Carlos Ortiz de Rozas, director del Instituto de Política Internacional de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas tras una dilatada trayectoria diplomática‐. En la Argentina se condenó a las juntas militares, pero vino un presidente con facultades constitucionales y les concedió el indulto a los militares y los jefes guerrilleros. Después vino otro presidente y, como si nada hubiera pasado, retomó la condena contra los militares, no contra los jefes guerrilleros." Como miembro del consejo de notables que elaboró la ley de ética pública, Ortiz de Rozas advierte sobre el peligro de dar malos ejemplos: "El argentino conduce su coche y, si nada se cruza en su camino, pasa el semáforo en rojo. En esa esquina puede cumplir o violar la ley. Tenemos varios ejemplos de incumplimientos de leyes. Nada es gratis. La imagen en el exterior es mala y no vienen inversiones. En Uruguay, en las recientes elecciones internas, el presidente Tabaré Vázquez respetó a los opositores y los opositores respetaron al presidente Tabaré Vázquez. No hemos visto eso en la Argentina desde que retornó la democracia. El ejemplo siempre viene de arriba". Tras las internas de Uruguay, los candidatos presidenciales por el Frente Amplio y el Partido Nacional convocaron a los derrotados como compañeros de fórmula para los comicios del 28 de octubre. A su vez, el candidato oficialista, José Mujica, preso durante la dictadura que se había hecho famoso por fugarse con otros tupamaros de la antigua cárcel de Punta Carretas, se reunió con el candidato colorado, Pedro Bordaberry, hijo del presidente de facto Juan María Bordaberry. En la Argentina, tras los juicios promovidos por Raúl Alfonsín y los indultos firmados por Carlos Menem, los Kirchner ahondaron la antinomia entre los bandos enfrentados en los años setenta en lugar de abogar por la reconciliación. "El problema argentino es ante todo político ‐considera, desde Montevideo, Gerardo Caetano, profesor de historia de varias universidades y miembro de número de la Academia Nacional de Letras de Uruguay‐. La persistencia de una cultura política de la confrontación, de las antinomias irreductibles, de una acumulación de poder sobre otras perspectivas más negociadoras o institucionalistas que admitan al adversario y no lo estigmaticen hasta su negación configuraron, bajo gobiernos diferentes, una constante que ha bloqueado la consolidación del desarrollo y el arraigo de la democracia." En 2003, en su primera cita con Bush, Néstor Kirchner se llamó a sí mismo "patagónico testarudo". En el Salón Oval, su anfitrión replicó: "Yo soy un texano testarudo, así que vamos a llevarnos bien". Luego quiso saber si, como "ese muchacho, Lula", era de izquierda: "Yo soy peronista", obtuvo como respuesta. Kirchner ya había percibido el interés de Chávez por acercarse a él la primera vez que se vieron, en Asunción, ese mismo año: "¿Por qué tengo 14.000 gasolineras en EE.UU. y no en la Argentina?". No era una pregunta; era una propuesta. Este año, Barack Obama elogió a Lula a pesar de ser "percibido como un fuerte izquierdista" en los Estados Unidos: "¡Este es el hombre! ‐exclamó‐. Me encanta este tipo"; dijo también que era "el político más popular de la Tierra". Con la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, aunque "su gobierno no concuerde con nuestra política exterior", tampoco ahorró alabanzas: "Es una de los mejores líderes de América latina". La relación de su país con ambos gobiernos, agregó, "señala el camino para otros países". En la Argentina, herida por las viles "operaciones basura" supuestamente montadas por la CIA con los petrodólares de Chávez durante el gobierno de Bush, Cristina Kirchner comparó a Obama con su marido y aventuró que había leído a Perón. Los Kirchner siempre creyeron que sus desplantes a Bush y sus loas a Obama estuvieron dirigidos a presidentes de países distintos. "Las nuevas formas de la política afectan a todos los países del Cono Sur, pero en la Argentina existen fenómenos que van contra las instituciones ‐concluye Caetano‐. Me refiero al vaciamiento de los partidos, las persistentes apelaciones hacia movimientos y personas, la farandulización de la política, la banalización de los procedimientos y las garantías, y la prioridad otorgada a las decisiones sobre la deliberación y la negociación." Néstor Kirchner desechó la posibilidad de ser reelegido en 2007. La designación de su mujer como delfina y, una vez en la presidencia, la continuidad de sus ministros y su estilo hermético de gestión dejaron entrever "que no entendió que las hegemonías no alcanzan a durar una década en la Argentina, como ocurrió con Menem y Perón", evalúa Fabián Calle, profesor de relaciones internacionales de las universidades Di Tella y Católica Argentina. Por definición, agrega, "el peronismo es una cultura impregnada de populismo, que deriva en una hegemonía por falta de instituciones. Puede ser tanto pro mercado y pro Washington como desarrollista y no alineado, y puede ser oficialista y opositor a la vez. El caudillo gobierna. Desde 1991 hasta proclamados antiperonistas votan por el peronismo. Y aquellos que quieren formar partidos necesitan una pata peronista". Esa pata peronista, reflejo del movimiento que se resiste a ser partido, no existe en Uruguay, Chile y Brasil, donde los populismos de sesgo personalista tuvieron su cuarto de hora en el siglo pasado. En la Argentina, cara y cruz con el mundo, todo tiempo pasado fue mejor. La nostalgia fija la agenda, pero el largo plazo vence en un par de días. "Prevalecen los liderazgos por encima de las instituciones y la confrontación por encima de la búsqueda de consensos ‐juzga Gabriel Salvia, director del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (Cadal)‐. El Frente Amplio, la Concertación y el Partido de los Trabajadores tienen institucionalidad interna. El nivel de la dirigencia política argentina es claramente inferior." Prueba de ello es la escasa cotización en foros internacionales de los ex presidentes argentinos en comparación con figuras como Julio María Sanguinetti, Ricardo Lagos y Fernando Henrique Cardoso. La reinvención de la rueda En poco más de un cuarto de siglo, el desarrollo de las democracias de Uruguay, Chile y Brasil resultó ser desparejo en comparación con el argentino. "La transición en nuestro país se dio en forma precipitada por la derrota en la guerra de las Malvinas ‐conviene Calle‐. El primer gobierno democrático terminó antes de tiempo por la hiperinflación. En los otros países no terminaron de ese modo." En la transición, Uruguay se resistió durante años a juzgar a los militares; Chile no habría revisado el prontuario de Pinochet de no haber sido detenido en 1998 en Londres, y Brasil tardó 24 años en responsabilizar al régimen militar de las violaciones de los derechos humanos entre 1964 y 1985. En Chile, la Concertación gobierna desde el final de la dictadura de Pinochet, en 1990: en 19 años, socialistas y democristianos se alternaron en La Moneda acompañados de ministros propuestos por el partido derrotado en las elecciones internas. En la Argentina, la transversalidad declamada por Néstor Kirchner como una presunta reinvención de la malograda Alianza descarriló en el conflicto del gobierno de su mujer con el campo: el vicepresidente radical Julio Cobos terminó siendo una suerte de enemigo íntimo, vedado de inmiscuirse en los asuntos del Estado y de pisar el despacho presidencial. "El gobierno de Cristina Kirchner parece ser muy artificial ‐dice desde San Pablo el especialista brasileño en marketing político Chico Santa Rita‐. La presidenta no tiene un contenido profundo ni demuestra una inmersión total en los valores y las aspiraciones del pueblo. Su gobierno no se formó en la razón, sino en la emoción, que, por lo general, nunca es una buena asesora política. Le falta una fuerza impulsora. En la Argentina hay una gran confusión entre las dos personas que ejercen el poder. ¿Quién es Cristina y quién es Néstor? ¿Qué hace cada uno? Eso crea una dicotomía en la mente de las personas." En el comienzo de su primer libro, Batalhas Eleitorais ["Batallas electorales"], Santa Rita sostiene: "Eleicao é guerra" [´Elección es guerra´]. En las legislativas del 28 de junio hubo un conato de guerra, más allá de haberse desestimado que, como toda consulta de medio término, eran un referéndum sobre la gestión presidencial. Estuvieron precedidas de una campaña mediocre, reflejado esto en el interés que despertó la caricaturización de los candidatos en Gran Cuñado, en desmedro de los mismos candidatos. Una vez concluidas las elecciones, la única certeza resultó ser la cuenta regresiva hacia las presidenciales de 2011. Y comenzaron las especulaciones. Cristina Kirchner, en lugar de felicitar a la ciudadanía por su conducta cívica, se tomó su tiempo para evaluar el resultado con extrañas ecuaciones y deducciones aritméticas. El llamado al diálogo y el cambio de ministros confirmaron la derrota no asumida. En Uruguay, según el senador oficialista Rafael Michelini, líder de Nuevo Espacio, "la fórmula del gobierno del Frente Amplio fue más y más inversión. La inversión trajo empleo, mayor consumo interno, mejora de las exportaciones, aumento de la recaudación de las arcas públicas y, por lo tanto, dinero para llevar las políticas sociales adelante, lo cual retroalimentó la economía del país. Para que exista inversión, la estrategia de la izquierda fue simple: generar una ola de confianza inmensa en el país, y en sus reglas claras, transparentes, sostenidas en el tiempo". En comparación con los vecinos, la Argentina no parece preocupada en cuidar su imagen: privilegia la democracia electoral, sustentada en los resultados de las urnas, sobre la cultura democrática, sustentada en las instituciones. "Las instituciones funcionan cuando la discrecionalidad de los actores se reduce y las reglas se aplican para todos por igual ‐
dice, desde Manhattan, Patricio Navia, chileno, profesor de América latina de las universidades de Nueva York y Diego Portales, de Santiago‐. Si las instituciones funcionan en una sola dirección, carecen de legitimidad. La Argentina ha querido hacer reformas muy rápidas y profundas. Chile ha privilegiado el gradualismo y el pragmatismo. La Concertación no intentó empezar de cero. Cambió cosas malas de la dictadura, pero mantuvo otras. En la Argentina parece que todos quieren reinventar la rueda. Incluso los malos gobiernos hacen cosas buenas." Por regla general, según Navia, "las instituciones deben ser más importantes que las personas y las presidencias deben ser más importantes que los presidentes. Si los partidos y los movimientos se asocian con personas, como el kirchnerismo, el menemismo o el peronismo, va a ser difícil que puedan existir como instituciones políticas sólidas. Van a seguir siendo movimientos oportunistas, en torno a líderes personalistas." ¿Qué nos sucede, entonces? Todo eso y, seguramente, algún bolero más. © LA NACION LA INSTITUCIONALIDAD ESTATAL COMO EJE DE LA CULTURA POLÍTICA Khatchik Derghougassian Para LA NACION Los países de la región, un muestrario dispar en su evolución democrática Siete países latinoamericanos celebrarán elecciones presidenciales en 2009. Dos de estos son vecinos de la Argentina: Uruguay, 25 de octubre, y Chile, 11 de diciembre. Brasil elegirá el sucesor de Lula en 2010. Este mes, la popularidad de Michelle Bachelet alcanzó el 74%; en abril pasado, y en medio de las internas del Frente Amplio, Tabaré Vázquez lideraba las encuestas de opinión con 61% de aprobación; en febrero, el porcentaje de los brasileños que aprobaban la gestión de Lula alcanzó el record de 84%. Ninguno de estos jefes de Estado se tentó con la re, o re‐reelección, pese a que, según indican las encuestas, sólo las personas de Bachelet y Lula podrían garantizar la permanencia en el poder de, respectivamente, la Concertación y el Partido de los Trabajadores. Más aún, los tres han sido muy claros y firmes en su compromiso de respetar los términos constitucionales y no modificarlos para beneficiarse con un mandato adicional. Habrá, por supuesto, una fuerte competencia electoral: no se descarta el triunfo del centro‐derecha en Chile y la derrota del PT en Brasil; la fórmula Mujica‐Astori en Uruguay, en cambio, parece consolidar el "giro a la izquierda". La ética personal de Bachelet, Tabaré Vázquez y Lula explica sólo parte de un proceso político en que la competencia democrática no se caracteriza por discursos polarizados más parecidos a antagonismos irreconciliables. Esta ética personal es más bien el reflejo de una cultura política forjada por una notable fortaleza de institucionalidad estatal, un concepto que no se debe confundir con el fetichismo del "Estado fuerte". Más allá de la clásica oposición Estado‐mercado, la institucionalidad estatal es la condición a la vez estructural‐material y agencial‐cultural que permite la elaboración, continuidad o cambio consensual de políticas de Estado. Nadie puede cuestionar el compromiso con la democracia de la sociedad argentina desde 1983. La crisis de 2001‐2002 es la prueba contundente; pese al estallido, la fragmentación y los trágicos episodios de violencia, la capacidad de movilización y autoorganización de una sociedad al borde del caos demostró que el entendimiento y la práctica de la democracia en la Argentina va más allá de su formalismo electoral, que, sin embargo, recobra toda su importancia a la hora de decidir la forma de definir la gobernanza. Pese a las limitaciones de la democracia representativa y las críticas que a menudo se le hace, ninguna fuerza política nacional cuestiona su virtud. El compromiso con la democracia, sin embargo, todavía no ha consolidado la institucionalidad estatal como estructura, ni ha generado una cultura política conforme. La historia de las rupturas institucionales y su violencia explican buena parte de la demora de este salto cualitativo de la democracia argentina. La última ruptura que sobrevino con el golpe de 1976, en particular, terminó de destruir la institucionalidad estatal, no sólo como estructura, sino también como entidad que media en los conflictos internos de la sociedad y consensúa soluciones. El Estado fue sinónimo de represión, crisis económica y exclusión social. Es entendible, por lo tanto, que mientras la palabra "democracia" cobraba un sentido mágico en la transición, quedara más relegada la institucionalidad estatal, que se confundió con la burocracia. Sin una fuerte institucionalidad estatal, consolidada como estructura y cultura política, las elecciones se transformaron en rupturas y recomienzos, y, con la excepción del compromiso con la democracia, casi ninguna política, interna o exterior, logró asegurar su continuidad como política de Estado. La institucionalidad estatal se logra como construcción y aprendizaje social. No es un proceso vertical, ni tarea exclusiva de actores, partidos o individuos, que compiten por el poder. Se genera en el flujo de ideas, de los debates públicos, en comunidades epistémicas donde las grandes cuestiones del destino nacional tienden a consensos y proyectos que, por supuesto, luego deberán ser llevados a la práctica. El autor es profesor en relaciones internacionales en la Universidad de San Andrés LAS IMPLICACIONES DE UNA REFORMA CONTROVERTIDA Bolivia está a cuatro días de su primer cumpleaños con un nuevo denominativo: Estado Plurinacional. Dos ex presidentes y un ex vicepresidente de la República, asesores gubernamentales, parlamentarios, politólogos, economistas, historiadores, constitucionalistas y sociólogos exponen las luces y sombras de haber dejado atrás el nombre de República de Bolivia en la Constitución Considerando… Que la Constitución Política del Estado promulgada el 7 de febrero de 2009 determina que Bolivia se constituye en Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías, fundada en la pluralidad y pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico dentro del proceso integrador del país. Que con la aprobación y promulgación de la Constitución Política del Estado se inicia el cambio de Estado colonial y neoliberal a un Estado Unitario, Plurinacional Descentralizado y con Autonomías. Que el artículo 98 de la Constitución Política del Estado establece que la diversidad cultural constituye la base esencial del Estado Plurinacional Comunitario y que la interculturalidad es el instrumento para la cohesión y la convivencia armónica y equilibrada entre todos los pueblos y relaciones. La interculturalidad tendrá lugar con respeto a las diferencias y en igualdad de condiciones. Decreta. Artículo Único En cumplimiento a lo establecido por la Constitución Política del Estado, deberá ser utilizada en todos los actos públicos y privados, en las relaciones diplomáticas internacionales, así como en la correspondencia oficial en el ámbito nacional e internacional, la siguiente denominación, Estado Plurinacional de Bolivia. Es el tenor del Decreto Supremo 048, promulgado por el Gobierno de Evo Morales Ayma el 18 de marzo de este año, mediante el cual Bolivia cambia de denominativo, de República a Estado Plurinacional. Un hecho que provocó encendidas declaraciones de rechazo por parte de la oposición, y de defensa por parte de los miembros del oficialismo. Se ha iniciado un operativo para dar cumplimiento con esta reforma. Por ejemplo, en todos sus documentos firmados y en los actos en los que participan el Presidente y el vicepresidente Álvaro García Linera, son presentados como líderes del Estado Plurinacional de Bolivia. Por otra parte, los ministerios de la Presidencia y de Justicia han sido los primeros en implementar la transición a la nueva denominación en cuanto a las reparticiones gubernamentales, y el Instituto Nacional de Reforma Agraria ya ha entregado títulos agrarios que llevan el término “Estado Plurinacional” en su membretado. También el Órgano Ejecutivo Plurinacional, a través del Banco Central de Bolivia, ha anunciado que el año siguiente comenzarán a circular las primeras monedas que lleven acuñado el nuevo denominativo. Se tiene previsto que 366 millones de piezas metálicas de los distintos cortes cumplan este cometido, medida que costará aproximadamente ocho millones de dólares. Tal como informó La Prensa, el Gobierno prevé que a fin de año la modificación de nombre de República a Estado Plurinacional de Bolivia esté concluida, al menos en lo que se refiere al Ejecutivo, que ya comenzó la transformación en la papelería oficial (membretados con el Escudo Nacional y República de Bolivia, y en tarjetas personales de las autoridades) de los ministerios, viceministerios, entidades descentralizadas y delegaciones diplomáticas en el extranjero, según la información del viceministerio de Coordinación Gubernamental, Wilfredo Chávez. Sin embargo, más allá de los cambios en esta documentación y hasta en la presentación pública de los cargos de los funcionarios gubernamentales, hay otras implicaciones de esta reforma. Para algunos, el reconocimiento de lo plurinacional tiene sus contras: abre las puertas al autoritarismo, el desconocimiento de los derechos individuales y/o la prevalencia de lo indígena sobre lo mestizo, entre otros alegatos negativos… Para los otros, es el reconocimiento de la diversidad cultural boliviana, la vuelta de página de una historia de exclusiones y la apertura de un nuevo modelo descolonizador, etcétera. Bolivia está a cuatro días de su primer cumpleaños con un nuevo denominativo. Salvo el cambio de República de Bolívar a República de Bolivia en 1826, el país vivió 184 años de vigencia republicana en cuanto a su concepción estatal. Hoy, como dijimos, ello ha cambiado. Por ello, Domingo presenta a sus lectores un dossier con artículos de dos ex presidentes y un ex vicepresidente de la República, asesores gubernamentales, parlamentarios, cientistas políticos, economistas, historiadores, constitucionalistas y sociólogos que ponen sobre el tapete los pros y contras, las luces y las sombras, de esta reforma trascendental, y sus implicaciones en algunos ámbitos de la vida institucional del país. Hasta fin de año, la papelería oficial de los ministerios, viceministerios, entidades descentralizadas y delegaciones diplomáticas en el extranjero llevará el membretado de la nueva denominación ÓRGANO EJECUTIVO PLURINACIONAL PRESIDENCIA DEL ESTADO PLURINACIONAL VICEPRESIDENCIA DEL ESTADO PLURINACIONAL MINISTERIOS DEL ESTADO PLURINACIONAL REPRESENTACIÓN PRESIDENCIAL EN LOS DEPARTAMENTOS MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES VICEMINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES VICEMINISTERIO DE COMERCIO EXTERIOR E INTEGRACIÓN VICEMINISTERIO DE GESTIÓN INSTITUCIONAL MINISTERIO DE LA PRESIDENCIA VICEMINISTERIO DE COORDINACIÓN Y GESTIÓN GUBERNAMENTAL TERRITORIAL VICEMINISTERIO DE COORDINACIÓN CON MOVIMIENTOS SOCIALES Y SOCIEDAD CIVIL MINISTERIO DE TRANSPARENCIA INSTITUCIONAL Y LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN VICEMINISTERIO DE PREVENCIÓN, PROMOCIÓN DE ÉTICA Y TRANSPARENCIA VICEMINISTERIO DE LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN MINISTERIO DE AUTONOMÍA VICEMINISTERIO DE AUTONOMÍA VICEMINISTERIO DE ORGANIZACIÓN TERRITORIAL MINISTERIO DE GOBIERNO VICEMINISTERIO DE RÉGIMEN INTERIOR Y POLICÍA VICEMINISTERIO DE DEFENSA SOCIAL Y SUSTANCIAS CONTROLADAS VICEMINISTERIO DE SEGURIDAD CIUDADANA MINISTERIO DE DEFENSA VICEMINISTERIO DE DEFENSA Y COOPERACIÓN AL DESARROLLO INTEGRAL VICEMINISTERIO DE DEFENSA CIVIL MINISTERIO DE DEFENSA LEGAL DEL ESTADO VICEMINISTERIO DE DEFENSA LEGAL DEL ESTADO MINISTERIO DE PLANIFICACIÓN DEL DESARROLLO VICEMINISTERIO DE PLANIFICACIÓN Y COORDINACIÓN VICEMINISTERIO DE INVERSIÓN PÚBLICA Y FINANCIAMIENTO EXTERNO VICEMINISTERIO DE PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA PLURIANUAL VICEMINISTERIO DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA MINISTERIO DE ECONOMÍA Y FINANZAS PÚBLICAS VICEMINISTERIO DE PRESUPUESTO Y CONTABILIDAD FISCAL VICEMINISTERIO DE POLÍTICA TRIBUTARIA VICEMINISTERIO DE PENSIONES Y SERVICIOS FINANCIEROS VICEMINISTERIO DE TESORO Y CRÉDITO PÚBLICO MINISTERIO DE HIDROCARBUROS Y ENERGÍA VICEMINISTERIO DE EXPLORACIÓN Y EXPLOTACIÓN DE HIDROCARBUROS VICEMINISTERIO DE INDUSTRIALIZACIÓN, COMERCIALIZACIÓN, TRANSPORTE Y ALMACENAJE DE HIDROCARBUROS VICEMINISTERIO DE DESARROLLO ENERGÉTICO VICEMINISTERIO DE ELECTRICIDAD Y ENERGÍAS ALTERNATIVAS MINISTERIO DE DESARROLLO PRODUCTIVO Y ECONOMÍA PLURAL VICEMINISTERIO DE MICRO Y PEQUEÑA EMPRESA VICEMINISTERIO DE PRODUCCIÓN INDUSTRIAL A MEDIANA Y GRAN ESCALA VICEMINISTERIO DE LA INDUSTRIA DEL TURISMO VICEMINISTERIO DE COMERCIO INTERNO Y EXPORTACIONES MINISTERIO DE OBRAS PÚBLICAS, SERVICIOS Y VIVIENDA VICEMINISTERIO DE TRANSPORTES VICEMINISTERIO DE TELECOMUNICACIONES VICEMINISTERIO DE VIVIENDA Y URBANISMO MINISTERIO DE MINERÍA Y METALURGIA VICEMINISTERIO DE POLÍTICA MINERA, REGULACIÓN Y FISCALIZACIÓN VICEMINISTERIO DE DESARROLLO PRODUCTIVO MINERO METALÚRGICO VICEMINISTERIO DE COOPERATIVAS MINERAS MINISTERIO DE JUSTICIA VICEMINISTERIO DE JUSTICIA Y DERECHOS FUNDAMENTALES VICEMINISTERIO DE JUSTICIA INDÍGENA ORIGINARIO CAMPESINA VICEMINISTERIO DE IGUALDAD DE OPORTUNIDADES VICEMINISTERIO DE DEFENSA DE LOS DERECHOS DEL USUARIO Y DEL CONSUMIDOR MINISTERIO DE TRABAJO, EMPLEO Y PREVISIÓN SOCIAL VICEMINISTERIO DE TRABAJO Y PREVISIÓN SOCIAL VICEMINISTERIO DE EMPLEO, SERVICIO CIVIL Y COOPERATIVAS MINISTERIO DE SALUD Y DEPORTES VICEMINISTERIO DE SALUD Y PROMOCIÓN VICEMINISTERIO DE MEDICINA TRADICIONAL E INTERCULTURALIDAD VICEMINISTERIO DE DEPORTES MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE Y AGUA VICEMINISTERIO DE AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO BÁSICO VICEMINISTERIO DE RECURSOS HÍDRICOS Y RIEGO VICEMINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE, BIODIVERSIDAD Y CAMBIOS CLIMÁTICOS MINISTERIO DE EDUCACIÓN VICEMINISTERIO DE EDUCACIÓN REGULAR VICEMINISTERIO DE EDUCACIÓN ALTERNATIVA Y ESPECIAL VICEMINISTERIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR DE FORMACIÓN PROFESIONAL MINISTERIO DE DESARROLLO RURAL Y TIERRAS VICEMINISTERIO DE TIERRAS VICEMINISTERIO DE GESTIÓN Y DESARROLLO FORESTAL VICEMINISTERIO DE DESARROLLO RURAL Y AGROPECUARIO VICEMINISTERIO DE COCA Y DESARROLLO INTEGRAL MINISTERIO DE CULTURAS VICEMINISTERIO DE DESCOLONIZACIÓN VICEMINISTERIO DE INTERCULTURALIDAD UN ESTADO BOLIVIANO BASADO EN LA DIVERSIDAD El cambio de nombre de República a Estado Plurinacional de Bolivia es de trascendencia, porque profundiza el concepto de república en el sentido jacobino. ¿Qué es lo que planteaban los jacobinos de la Revolución Francesa? Que esa república que pretendía ser coptada por los que se consideraban ser los únicos representantes, es decir por la burguesía representada en el "Tercer Estado", escuche al pueblo e incluso tenga sus propios representantes y no solamente los que se encontraban en el censo de los que pagaban sus impuestos (democracia censataria o restringida). Esa forma de república liberal determinó que "el pueblo no gobierna ni delibera sino a través de sus representantes"; el reclamo jacobino, que el pueblo que había hecho posible la revolución dirija la república, es decir incluir a los excluidos. El Estado Plurinacional no niega el concepto de República, por el contrario la incluye y profundiza por la representación y participación directa del pueblo en asambleas, cabildos, referendos, plebiscitos y elección directa de servidores públicos en los máximos cargos de los órganos del Estado. El Estado Plurinacional es la república de los pobres y excluidos. En ese sentido, más allá de su nominación formal como República (del latín res/publicus, "cosa pública"), Bolivia deja de ser mina o hacienda de pocos y es patrimonio de todos los bolivianos. El concepto de República está presente en la forma de organización democrática, en la separación de los órganos del Estado (se cambia la denominación de éstos, porque el poder es el pueblo) y sobre todo por la presencia de los excluidos. Todo tiene relación con esta profundización del sentido republicano del Estado Plurinacional. La crisis de la República en la economía de la plata y del "pongueaje", posteriormente liberal del estaño y, finalmente, la República entregada a las transnacionales del neoliberalismo se expresó en la "feudalización" y reparto de los "poderes" en cuotas a cambio de respaldo al gobierno de turno. Verdadera separación de poderes no tuvimos. La construcción del Estado Plurinacional tiene el desafio de una verdadera separación de funciones en los órganos del Estado, donde la separación no signifique competencia de intereses políticos contrapuestos, sino por el contrario, altos grados de coordinación, cooperación y no bloqueo a las funciones de cada órgano del Estado. ¿Que ahora los indígenas van a discriminar? No es y no puede ser así, aunque es natural que el Estado atienda al que más necesita, incluso en muchos casos al que necesita ser defendido frente a la agresión del poderoso, del que estuvo siempre gobernando o del que tiene los medios para ejercer el poder. El Estado Plurinacional tiene que profundizar mecanismos de verdadero equilibrio en las relaciones entre los bolivianos, es natural que los que se compraban "curules" en el Parlamento o los ministerios pueden sentirse discriminados. El Estado Plurinacional garantiza a los empresarios su participación en las formas de representación que brinda el pluralismo político. La nación Estado o el Estado nacional constituye una visión monista de la sociedad: una clase social, una economía, un idioma, una religión, una cultura, una nación. Para esta visión es necesario homogeneizar a los bolivianos, terminar con la diversidad política, económica, cultural, religiosa, idiomática. En esta perspectiva se preguntan: ¿Que Bolivia no ha construido nación y no está preparada para ser un Estado Plurinacional? Construir una nación es construir una hegemonía de un grupo o de una cultura única de la sociedad; quienes plantean que hay que construir un Estado nacional o una nación, nos dicen en realidad que hay que acabar con las otras culturas y crear una cultura única, un idioma único, sin tomar en cuenta las otras formas de ser y de pensar. Puede haber incluso un discurso político que pretende justificar una crítica (sin fundamento) a una realidad que es nuestra diversidad y ésta tiene a la vez mecanismos de suficiente concreción en la conformación de los actuales cuatro órganos del Estado Plurinacional previstos en la Constitución, lo que permitirá su vigencia sin desmedro de ninguna cultura. Para hacer realidad el Estado Plurinacional en beneficio de la democracia es necesario el desarrollo normativo de la Constitución; pero, lo más importante es el desarrollo cultural, de nada sirven normas dictadas por los órganos competentes si el pueblo no las cumple, si no se internalizan en la conciencia de las y los bolivianos, es por ello necesario desarrollar ciertas prácticas culturales, para terminar con la desconfianza entre nosotros. La tolerancia tiene que ser una expresión cultural y el que se moleste con las otras formas de pensar debe ponerse en el lugar del otro. Entonces, quizá lo más difícil de este proceso es quitarnos los prejuicios. Que nadie que pertenezca a un grupo social se sienta superior a otro, esas formas de exclusión y discriminación deben ser echadas en el basurero de la cotidianidad, de otra manera lo único que se genera son ambientes de intolerancia, de prejuicios, de susceptibilidades y de desconfianzas a niveles extremos. La implementación del Estado Plurinacional que incluye el carácter republicano en el sentido jacobino, al que nos hemos referido, es y debe ser una construcción cultural. La República esta subsumida en el Estado Plurinacional, que tiene como fundamento el pluralismo: en lo político con el reconocimiento de formas propias de deliberación, gobierno y representación democrática, que enriquece y fortalece a la democracia expresada en el voto y en las urnas; en una economía comunitaria, cooperativa y privada, es claro que en este nuevo Estado Plurinacional no se puede ni se debe permitir que "nadie escupa sangre para que otro viva mejor"; el pluralismo social y cultural se expresa en idiomas, religiones y culturas, que en toda su diversidad y riqueza representan objetivamente lo que somos los bolivianos sin exclusión y menos discriminación. Entonces, lo importante no es la denominación, sino lo que es Bolivia, cómo se organiza y qué estructura tiene. Es así que el nuevo Estado Plurinacional y Comunitario tiene como base la realidad concreta y objetiva de nuestra diversidad, no solamente cultural sino en todos los elementos que hacen a lo plurinacional; pueblos y naciones que son la base de la organización del nuevo Estado. En las elecciones generales de diciembre veremos profundizada esa presencia plurinacional. Esa es la República en el Estado Plurinacional. Jorge Lazarte Rojas Reacción contra la República “Ni siquiera los fundamentalistas chiítas del Irán fueron tan lejos en su revolución, y optaron por República Islámica. Tampoco los bolcheviques se atrevieron a esta suerte de nihilismo político” “El haber reemplazado la República de Bolivia por ‘Estado Plurinacional de Bolivia’ expresa en lo profundo una concepción diametralmente opuesta de la democracia. La ‘República’ moderna es la de los ciudadanos, mientras que el ‘Estado Plurinacional’ es la de las etnias” Probablemente a poca gente se le hubiera ocurrido pensar de que fuera posible que el Gobierno del MAS fuera tan lejos en su "proceso de cambio", hasta borrar por decreto uno de los pocos símbolos políticos universales, que es la "República". Ni siquiera los fundamentalistas chiítas del Irán fueron tan lejos en su revolución, y optaron por República Islámica. Tampoco los bolcheviques se atrevieron a esta suerte de nihilismo político. ¿Cómo puede explicarse que el Gobierno y el Movimiento al Socialismo (MAS) se declararan contra la "República"? Como se sabe, la "república" emergió en Roma en contraposición a la monarquía. La "república" es "res‐publica" (literalmente "cosa pública"), y alude al ámbito de lo "público" en oposición a "regnum", propiedad del "rex" (res privata). Con ello se configura la idea de lo "común", asociado a "populus" ("cosa del pueblo"), como fuente de legitimidad. El servicio a la "cosa pública" se convertirá luego en una virtud republicana. Este sentido esencial se conservó en las "repúblicas" italianas del renacimiento, y adquirió toda su fuerza con la Revolución Francesa, que lo universaliza, asociándolo y ampliándolo con la idea de libertad e igualdad. A su vez, la independencia americana reivindicó la "república" contra la monarquía, y de la descolonización española nacieron las actuales repúblicas. En la actualidad, la "república" está imbricada, así sea simbólicamente, con principios democrático‐institucionales como la separación de poderes y la soberanía popular. El nuevo republicanismo de importantes analistas y pensadores políticos está profundamente impregnado de esta tradición republicana. Bolivia nació como "República" y fue el consenso político nacional más importante y profundo desde su fundación en 1825 hasta el presente. Contra toda esta tradición "republicana", en el MAS tomó cuerpo una corriente que optó por eliminar, sin ninguna explicación aceptable, la "republica", poniendo en su lugar "Estado Plurinacional", como si fuera el equivalente de tamaña amputación. Sin embargo, el MAS no siempre fue anti‐republicano. En las resoluciones de su V Congreso de 2001 o en las complementaciones del 2003, no se constata nada que tenga que ver con una hostilidad a la "república". Tampoco hay nada en sus "Programa de gobierno" del 2002 y el 2005, que suponga la eliminación de la "República" como cualidad política de Bolivia. Al contrario, y sorprendentemente, en el documento Refundar Bolivia (2006), que fue la propuesta del MAS para la Asamblea Constituyente (AC), se reivindica la "república" y se fija como un objetivo central la "conformación de una República". El anti‐republicanismo emergió en la Asamblea Constituyente, y se reforzó en la etapa postconstituyente. Este anti‐republicanismo fue oficializado en los documentos presentados por el MAS en la Comisión Visión de País, cuya subcomisión de "Juicio al Estado Colonial" (que fue a la vez un "enjuiciamiento" contra el "Estado Republicano" y contra la "República", presentados como continuación del colonialismo), aprobó una "sentencia política y moral" por los "crímenes cometidos". Este sentimiento y resentimiento fueron reforzados en el preámbulo del proyecto constitucional de Oruro, que declaró al Estado "republicano" cosa del "pasado". El coronamiento de esta cruzada fue la eliminación de toda referencia a la "republica" en este proyecto. El acuerdo congresal de octubre de 2007 —presentado como ejemplar por una parte de la cooperación internacional—, repuso la palabra "república" en un artículo perdido, sin atreverse a declarar que Bolivia es una "República", o que tiene una forma republicana de gobierno. Esta concesión verbal fue más tarde revertida por el Gobierno mediante un decreto supremo de marzo último que dispone que toda documentación oficial y privada, lleve el denominativo de "Estado Plurinacional de Bolivia", con lo que se remata la eliminación de la "República", que ciertamente será también de la moneda, los timbres de correo, documentos de identidad… Sin lugar a dudas en este proceso contra la "República" hay varios factores explicativos. Está ciertamente el desconocimiento casi absoluto de que Bolivia pueda ser una "República", que amalgamada con el "neocolonialismo" ha facilitado su transformación en blanco de resentimientos colectivos. Está la confusión entre forma de organización estatal con forma de gobierno, y peor aún, con gobernantes. Es el fundamentalismo arcaizante que condena el pasado más próximo en nombre de un pasado mítico. Está también la persistencia de un profundo anti‐occidentalismo, que curiosamente se nutre de argumentos occidentales para condenar la civilización occidental. Y para el caso de la AC, la presencia de inspiradores extranjeros, particularmente españoles —muchos de ellos más indigenistas que los mismos representantes indígenas—, que sintonizaron con "intelectuales" masistas hiperideologizados, que hoy se piensan como los faros de la "revolución descolonizadora". Con la desaparición de la "República" desaparece a la vez el único consenso básico que existió desde 1825. Este es el pesado tributo a los hombres de poder que en su suprema arrogancia imaginan que están creando un nuevo mundo y haciendo una nueva historia a partir de "raíces" que se hunden en los "tiempos inmemoriales". El haber reemplazado la República de Bolivia por "Estado Plurinacional de Bolivia" expresa en lo profundo una concepción diametralmente opuesta de la democracia. La "República" moderna es la de los ciudadanos, mientras que el "Estado Plurinacional" es la de las etnias. Mucho de lo que se hace en la "revolución democrática y cultural" podría ser folklórico si no fuera por su dramatismo. Gustavo Rodríguez Ostria Del republicanismo a la plurinacionalidad “¿La nueva Carta Magna sancionada este año implica la desaparición de sentido republicano proclamado desde la Constitución de 1826? En principio no, pues podrían avenirse, con territorios delimitados, dos sistemas políticos y culturales. Finalmente la idea no es nueva... Sin embargo, el mayor obstáculo (y peligro) es que la plurinacionalidad esconda pretensiones de hegemonía y supremacía del mundo indígena, (auto)concebido como un movimiento redentor e iluminista, a la manera de la clase obrera en los programas de los años 60. En tal caso, dará curso a un Estado monocultural, aunque de signo distinto al que empezó a estructurarse en 1826” La Constitución de 1826, la primera con la que contó Bolivia, no impuso un régimen de apartheid; pero exigió que el mundo indígena se disolviera cultural y políticamente como condición para adquirir ciudadanía. La Carta Magna se forjó en base a los principios liberales y proyectó la construcción de una nación, al estilo francés, con la intención de opacar y disolver las diversas identidades. Los "padres de la patria", en consecuencia, manifestaron una profunda aversión a la diversidad, y pugnaron por una nación uniforme. Crearon dispositivos legales, económicos y culturales y a nombre del orden y el progreso capitalista, arremetieron contra "cholos e indígenas", la mayoría poblacional del país, identificados con la "barbarie". La batalla cultural alcanzó tanto a las ciudades (supresión de fiestas, bailes y música indígena de los espacios urbanos) como al territorio agrario, lucha contra las comunidades indígenas y su intento de transformarlas en haciendas o pequeñas propiedades campesinas. O, en el caso oriental, expansión del latifundio, a costa del territorio indígena. Las rebeliones de Apiaguaiqui‐Tumpae entre los guaraníes o de Zárate Willka, entre los aimaras, fueron sendas respuestas en un intento de reposicionar las relaciones étnicas y definir fronteras culturales y políticas, en las que cada cual pudiera ejercer sus derechos de manera diferenciada. La derrota de ambas, volvió a colocar en marcha el proyecto aristocrático. Sin embargo el temor producido por la belicosa presencia indígena, condujo a un endurecimiento de las políticas de supresión de la otredad y salvo en algunas regiones, Cochabamba, se tendieron puentes que toleraran los vínculos entre personas de distintas filiaciones étnicas. Fue precisamente sobre esta extendida experiencia de mestizaje que se forjó desde Cochabamba y por intelectuales nacionalistas y marxistas el proyecto del Estado de 1952, y su afán de promover la confluencia y el ideario de lo boliviano, como una fusión entre el mundo blanco/criollo y el indígena. El marco e impulso lo constituyó el voto universal, que introdujo la ciudadanía sin otra condición que la edad y la expansión del sistema escolar en castellano. Otro factor asociado fue una (re)lectura de la historia y la iconografía asociada a ella, que comenzó a incorporar como parte del pasado "nacional", aunque solamente como antesala a la gran "historia patria" iniciada en y por la Guerra de la Independencia. A no dudar, nació entonces el intento más serio de organizar a Bolivia como una "nación imaginada" (B. Anderson), cuyo correlato fue la Constitución de 1967. No hay que subestimar empero sus efectos integradores y su potencial de crear referentes e identificaciones uniformes y unitarias, aunque haya perdido peso en el discurso oficial acusado de ser monocultural, aunque disfrazado. Sus limitaciones, y la existencia de una nación clandestina (J. Sanjinés), comenzaron a evidenciarse con fuerza a fines del siglo pasado, principalmente desde la arremetida del mundo aymara, que ya había encabezado las rebeliones generales de 1780/81 y de 1899. Enarboló éste, el reconocimiento de la pluralidad. La propuesta adquirió centralidad durante la Asamblea Constituyente y se transformó, pese a los remiendos que intentó la oposición, en el núcleo duro de la nueva Carta Magna sancionada este año. ¿Implica la desaparición de sentido republicano proclamado desde la Constitución de 1826? En principio no, pues podrían avenirse, con territorios delimitados, dos sistemas políticos y culturales. Finalmente la idea no es nueva. Ya estaba expresaba en las "dos Repúblicas" que imperaron en el mundo colonial, en las reflexiones de Nina Quispe en los años 30 del siglo XX y en los hechos, bajo distintas figuras más o menos toleradas, hemos vivido en coexistencia, bajo la sombra del republicanismo. Sin embargo, el mayor obstáculo (y peligro) es que la plurinacionalidad esconda pretensiones de hegemonía y supremacía del mundo indígena, (auto)concebido como un movimiento redentor e iluminista, a la manera de la clase obrera en los programas de los años 60 del siglo pasado. En tal caso, dará curso a un Estado monocultural, aunque de signo distinto al que empezó a estructurarse en 1826. “La Constitución de 1826 no impuso un régimen de apartheid; pero exigió que el mundo indígena se disolviera cultural y políticamente como condición para adquirir ciudadanía. La Carta Magna proyectó la construcción de una nación con la intención de opacar y disolver las diversas identidades” Alcides Parejas Moreno La República de Bolivia “La cultura americana no es europea ni india: es mestiza, es una nueva manifestación que hunde sus raíces en América y Europa. Sin lugar a dudas uno de los mayores dramas que sufre nuestro continente es asumir plenamente esta realidad, nuestra condición de mestizos, que es donde radica nuestra fuerza” España trajo a América —a través de la espada y de la cruz— la cultura europea, que es producto de la cultura greco‐latina que se cristianiza y que toma elementos de cada región del Viejo Mundo. Los conquistadores, por tanto, ya sean civiles o clérigos, son portadores de la cultura europea, pero a través de la óptica hispana. Para poder llevar adelante su cometido el conquistador usa la fuerza, pero para poder sobrevivir en este nuevo medio, absolutamente desconocido y hostil, va a tener que recurrir a las culturas de los pueblos con los que se enfrenta. Por tanto, en cierta forma este conquistador que impone por la fuerza su cultura, con todo lo que esto trae consigo, resulta siendo "conquistado", dando así lugar a un proceso de aculturación, tal vez el más grande de la historia de la humanidad. La cultura americana no es europea ni india: es mestiza, es una nueva manifestación que hunde sus raíces en América y Europa. Sin lugar a dudas uno de los mayores dramas que sufre nuestro continente es asumir plenamente esta realidad, nuestra condición de mestizos, que es donde precisamente radica nuestra singularidad, nuestra fuerza. En 1970 el mexicano Carlos Fuentes escribió una bella obra de teatro que sugestivamente tituló Todos los gatos son pardos. En una forma poética y realista el autor relata el choque entre dos mundos a través de dos de sus principales protagonistas, Hernán Cortés y Moctezuma. La obra se cierra con un parlamento de Marina, la Malinche, la india que fue dada a Cortés y se convirtió en su amante. Cuando está dando a luz grita: "...adorado hijo mío, sal ya... cae sobre la tierra que no es mía ni de tu padre sino tuya... Tú, mi hijo, serás mi triunfo: el triunfo de la mujer..." Para Fuentes, América es la mujer, el ser capaz de engendrar y dar a luz la vida; el ser mestizo que da a luz —no importa si fruto de la violación o no— es su triunfo, porque es un ser nuevo que heredará la tierra que fue hollada por su padre y era posesión de su madre. Bolivia, como el resto de América, es fruto de un proceso que se inició a partir del momento en que esta tierra fue violada por el invasor. Un proceso largo y doloroso en el que ha habido momentos negativos y tenebrosos, pero también de gran luminosidad y creatividad ¿Cuál es la situación actual de este proceso? Para responder a esta pregunta recurro a un término inventado por el investigador mexicano Miguel León Portilla, quien a su vez lo toma de la lengua náhuatl: nepantlismo, que significa “quedar en medio”. Primero la anécdota: se trata de la respuesta de un sabio náhuatl de mediados del siglo XVI cuando le reprende Fray Diego Durán por su comportamiento, señalándole incluso que estaba en desacuerdo con las costumbres y moral indígenas. El viejo sabio indígena respondió: "Padre, no te espantes pues todavía estamos nepantla", es decir en medio, o como añadió luego, "estamos neutros". Sin embargo, a partir de mediados del siglo XX empezamos a dejar de estar nepantla. En esa época empezamos a mirarnos al espejo para encontrarnos, conocernos. En un primer momento no nos gustó lo que el espejo estaba reflejando, pues los que nos creíamos "indios puros" nos dimos cuenta que no había tal pureza; otro tanto ocurrió con los que soñábamos con ser "europeos". Pero poco a poco —gracias fundamentalmente a los estudios académicos que se habían empezado hacer sobre nuestra cultura— fuimos descubriendo que si bien no tenemos en Bolivia a un Miguel Ángel o un Velázquez, sí tenemos a Melchor Pérez de Holguín o al Maestro de Calamarca; que si no teníamos a un Vitrubio o un Churriguera, contamos con una gran cantidad de "arquitectos" indígenas y mestizos; que tenemos maestros de la palabra como Otero Reiche o el mestizo Franz Tamayo; que el magnífico pincel de Cecilio Guzmán de Rojas nos ha situado en el mapa de la cultura internacional; que el Carnaval de Oruro es mucho más que una simple muestra de folklore; que, gracias a las investigaciones de Posnansky y otros podemos empezar a vislumbrar lo que fue la ciudad prehispánica de Tiwanaku; que, a través de las fotografías de don Plácido Molina, hemos empezado a descubrir las misiones chiquitanas; y un interminable etcétera. Gracias al descubrimiento de nuestra imagen empezamos a hablar de la "cultura boliviana" y eso aumentó en gran medida nuestra autoestima. De pronto, cuando nos adentrábamos en el siglo XXI los bolivianos empezamos a recibir un nuevo discurso que nos dice que la imagen que hemos visto reflejada en el espejo es producto de la colonización; se hace necesario un proceso de descolonización que nos llevará a un gran ayllu aymara en el que todos viviremos felices. La descolonización que nos están proponiendo no es otra cosa que la negación de nuestro pasado; a cambio de ello se está en plena construcción de nuestro pasado indio que excluye todo lo que pueda tener la más mínima sospecha de ser producto del mestizaje. Los descolonizadores —ya sea los que trabajan activamente en el proyecto, nacionales o extranjeros, o los que simplemente miran desde un cómodo palco y callan— pueden tener éxito, pues cuentan con una arma casi invencible: la imposición de medidas por decreto, como ocurrió el 18 de marzo de 2009, cuando el Decreto Supremo Nº 048, cambió de nombre a nuestro país. “La descolonización que nos están proponiendo no es otra cosa que la negación de nuestro pasado; a cambio de ello se está en plena construcción de nuestro pasado indio que excluye todo lo que pueda tener la más mínima sospecha de ser producto del mestizaje” ¿PARA CUÁNTO TIEMPO QUEDA PETRÓLEO? Carlos A. Sánchez * La Habana, (PL).‐ El petróleo abundante y barato ha ejercido en los últimos 150 años un papel casi mágico como impulsor de la economía mundial y la falta de éste por agotamiento ó alto precio puede traer consecuencias muy graves en todo el mundo. Apurado por incluir cifras y datos de interés para el lector y para reforzar este artículo, le hice una simple pregunta al famoso buscador Google: ¿cuánto petróleo queda en el planeta? Para sorpresa mía, la máquina contestó enseguida, no con el esperado: "cero resultados para su pregunta", sino ofreciéndome un millón 510 mil páginas "aproximadamente" en español y en inglés sobre ese tema. La segunda sorpresa es que ya desde los primeros resúmenes leídos del millón y medio ofrecido, uno cae en cuenta que nadie sabe, a ciencia cierta la respuesta. Unos opinan que hay petróleo para otros 100 años, en tanto otros sostienen que la cantidad de hidrocarburos que queda en los yacimientos en explotación durará no más de 40 años. "Esa es una pregunta cuya respuesta cambia cada año", "el petróleo no se está acabando", "hay petróleo para 140 años", "quedan muchos millones de barriles todavía y nadie sacará los últimos, por lo caro", decían algunos trabajos. De las 50 ó 60 entradas revisadas por nosotros, por esos diversos caminos van muchas de las respuestas y análisis presentados por organizaciones y entidades privadas, semi‐
privadas y paraestatales. Pero observé que fueron elaborados en su gran mayoría por personas que aprovechan la ocasión para dar sus propias opiniones predeterminadas y no disponen de preparación académica o de recursos financieros para hacer estudios de campo en yacimientos en explotación. Eso es muy caro y requiere de permisos empresariales ó gubernamentales, que no son fáciles de conseguir. Sin embargo los estudios se hacen, y especialmente cuando un analista es respaldado por universidades ó medios de prensa fuertes, las cosas pueden caminar. Por ejemplo, la revista National Geographic en Español publicó en su número de julio, el artículo del analista Paul Roberts, "Un Mundo de Petróleo". En él esa institución fija su postura en el debate y en ningún momento apoya algún pronóstico de agotamiento, ni da fechas, pero acepta que "la era del petróleo barato ha quedado atrás." En relación con la pregunta que da inicio a nuestro trabajo observé cifras proporcionadas por la industria petrolera en su informe IHS 2006 donde se dice que ese año el total mundial de reservas era de mil 255 gigas de barriles de crudo (un giga es la unidad seguida de nueve ceros). Esa cantidad podría leerse como un billón (un millón de millones) 255 mil millones de barriles. Luego encontré estimados sobre reservas petroleras en el Reporte 2006 de la entidad alemana Grupo Observador de la Energía, conocido con las siglas en inglés EWG (Energy Watch Group). El EWG basa sus cálculos en la producción real y no en las engañosas cifras de las reservas probadas y probables, que han demostrado no ser fiables. Ello quedó demostrado en el año 2006 cuando la poderosa firma agloholandesa Royal Dutch Shell rebajó sus cifras declaradas de reservas en 30 por ciento "después de re‐
valorar los reales volúmenes de crudo en sus yacimientos." Así, al EWG le dan sus cálculos solamente 854 gigas (miles de millones) de barriles. En 2007 el Panorama Energético Internacional (IEO, Internacional Energy Outlook, publicado cada verano por el Departamento de Energía de Estados Unidos) afirmaba que la producción global de todos los energéticos líquidos provenientes de la tierra, alcanzarían los 107.2 millones de barriles diarios en 2030, un aumento significativo frente a los 81.3 millones de b/d producidos en 2006. Sin embargo sólo dos años después, en 2009, la ultima edición del informe, encontramos que se ha reducido penosamente la cifra pronosticada para 2030, año para el cual proyecta ahora sólo una producción de 93.1 millones de b/d, o sea 14.1 millones por debajo de su pronóstico anterior. Añade este documento que incluso si se adiciona un aumento mayor al esperado en la extracción de combustibles no convencionales, todavía se terminará con un aumento neto de 11.1 millones de b/d en la oferta mundial de combustibles líquidos en comparación con el alza proyectada por el IEO. En fin, que no hay una cifra común reconocida por todos los países. El "Pico petrolero" Mundial La cuestión sobre el agotamiento de la riqueza petrolera mundial cobró fuerza en octubre de 2007, cuando el diario británico The Guardian publicó un estudio de la entidad alemana Energy Watch Group en el que indica que el pico petrolero mundial lo cruzamos en 2006. De ser así, ello significa que la mitad del petróleo que heredamos de remotas eras geológicas ya lo consumimos. Después de ello entramos en una meseta estadística durante la que se mantiene el nivel de producción máximo alcanzado, pero ya no podrá elevarse. Esa meseta es de diferente extensión, según el tipo de explotación de cada yacimiento y de su tamaño. Así, después de algún tiempo, la producción comenzará a decaer en varios puntos porcentuales. Es una curva en forma del perfil de una campana y se llama curva de Hubbert, por el geólogo M. King Hubbert, quien fue el que desarrolló esta técnica para determinar cuando se alcanza un pico petrolero. Hubert pronosticó, con acierto, a fines de la década de los años 50 del siglo pasado que Estados Unidos alcanzaría su pico en 1971. El EWG afirma que después de cruzar el pico la declinación anual será de varios puntos porcentuales para el 2020 y aun más en 2030, año en el que el suministro será dramáticamente. Añade que eso creará una brecha en la oferta que difícilmente podrá cerrarse con los aportes, aunque sean crecientes, de otros energéticos fósiles, de fuente nuclear y fuentes alternativas de energía en el período de tiempo que nos separa de las décadas de los 20 y de los 30. La entidad alemana añade en sus conclusiones: "El mundo está al principio de un cambio estructural de su sistema económico". Agregó que "este cambio será desencadenado por los declinantes suministros de energéticos fósiles e influenciará en casi todos los aspectos de la vida diaria." En su párrafo final el reporte del EWG afirma: "Hasta hace poco la Agencia Internacional de Energía (AIE), una entidad que agrupa sólo a los países más ricos y desarrollados, negaba la posibilidad de que este cambio fundamental sucediera en el cercano ó en el mediano plazo. El mensaje de la AIE, concretamente afirma que los negocios seguirán como de costumbre en el futuro, lo cual envía también una falsa señal a los políticos, a la industria y a los consumidores, sin olvidar a los medios de comunicación.", expresaba tajante el EWG en su estudio sobre el pico petrolero. Hasta hace poco, funcionarios del gobierno estadounidense se burlaron de la idea de un inminente pico en la producción petrolera. También cuestionaron que deberíamos anticiparnos a la contracción en la disponibilidad de petróleo en un futuro próximo. "Esperamos que el pico en el aceite convencional estará más próximo a la mitad del Siglo XXI que a los años iniciales de la centuria", afirmaba enfáticamente en un informe del IEO del 2004. Consistente con esta óptica, la AIE reportó al año siguiente que la producción global llegaría a 122.2 millones de b/d en 2025, más del 50 por ciento por encima del nivel alcanzado en 2002 de 80.0 millones de barriles diarios. En julio de 2009 revisó de nuevo sus cifras sobre la demanda de petróleo en 2007 y 2008 para situarlas en 85.8 y 86.8 millones de b/d, respectivamente. Sin embargo, se advierte que ese cálculo sigue basándose en desconfiables cifras de reservas "Probadas" y "Probables". También la publicación española "Cinco Días", contactando con especialistas del sector energético publicó sobre el tema en su sitio de Internet. Calculó que en 2002 quedaban en el mundo entre 990 mil millones y 1.1 billones (millones de millones) de barriles de crudo por extraer. Eso significa, que, al ritmo de ese año, esas reservas se agotarán hacia el 2043. Como se ve, hay varias cifras de organizaciones y entidades norteamericanas y del resto del mundo a tomar en cuenta. Sin haber concluido aún su primera década, el siglo XXI anuncia que la Humanidad habrá de enfrentarse a serias dificultades, nunca antes experimentadas y que pueden poner a prueba su propia supervivencia. Al recalentamiento global y su causante principal, la contaminación ambiental con gases de carbono, se une la falta de agua potable para calmar la sed y otras muchas necesidades agrícolas e industriales. De los seis mil millones de seres humanos que habitamos ahora el planeta, la cifra se elevará para nueve mil millones a mediados de siglo. Para hacer más grave la situación se suman los defectos intrínsecos del sistema capitalista, que tiene al mundo sumido en una de sus peores crisis económicas, de la que todavía nadie se atreve a pronosticar su duración. Ello implica una reducción en la actividad productiva y comercial, con su secuela de desempleo masivo y aumento de la pobreza mundial. Dentro de ese conjunto de varias crisis, todas interrelacionadas, no puede dejarse fuera, el agotamiento del petróleo. Se trata del principal energético de la economía moderna, por lo que la escasez de él solo, puede modificar todo nuestro modo de vida. Peligros del adiós al petróleo barato Hay quien se refiere y hasta acepta que la era del petróleo barato llegó a su fin, pero aún sin que se agote totalmente, cabe preguntarse ¿quién necesita el petróleo caro? Tal vez puedan contestar las compañías petroleras y el fisco de los países exportadores de crudo. Pero esta es una respuesta que no se ha meditado bien. Los países exportadores de crudo, son en su gran mayoría del tercer mundo e importan también maquinaria y tecnología de sus clientes, así como alimentos. Si los precios altos del petróleo llegan para quedarse, todo subirá y los que exportan ahora crudo y gasolinas, tendrán que pagar con creces a la hora de comprar productos industriales, alimentos, medicinas y contratar servicios de salud, transporte y comunicaciones. Porque además de transformarse en gasolinas y aceites, el petróleo es el energético que mueve plantas eléctricas, sirve para pavimentar calles y carreteras y es la materia prima para miles de procesos químicos e industriales, y si el precio del crudo sube, todo lo demás resultaría más caro. Algunos incautos plantean que la escazés de petróleo reduciría la contaminación ambiental y olvidan que algunas mentes querrán volver al sucio carbón o tratarán de justificar con nuevos bríos el uso alimentos básicos, como los cereales, para producir etanol, el cual presentan como menos contaminante, pero no deja de contaminar. Por la "noble" cauda de que los automovilistas tengan sus tanques llenos, a poderosos negociantes no les importará que los alimentos se encarezcan y se deteriore aún más la dieta de los pobres. Papel equilibrante de la OPEP y China El dramático cuadro de la recesión global y los recortes de cuotas de exportación acordados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) el año último influyeron en el recorte de los precios del crudo. También influyó en la contención de los precios la creciente demanda de China, que entre 2002 y 2007 absorbió más de la tercera parte del aumento total del consumo. La India se está sumando a los nuevos grandes consumidores de hidrocarburos y México anunció ‐sin confirmación‐ que en 2012 se retirará como exportador de crudos. Todo esto será bueno para mantener la estabilidad de precios, pero en muchos casos también refleja que la recesión global ha provocado ya graves daños a muchas economías y que no será fácil ni rápido repararlas para que recuperen los niveles de productividad que tenían en 2007. Una firma de Consultores especializada en comercio de equipos para la explotación de campos petroleros y refinerías afirmaba en marzo último que "El precio del petróleo ha caído abruptamente, porque, en los últimos cuatro meses de 2008, la demanda se desplomó debido a la aparición de una pasmosa recesión global". Esa fuente añadió que no es probable que se acerque a los precios excepcionales de principios y mediados de 2008 hasta que la demanda se reponga y se frene la oferta global de petróleo, y nadie puede predecir hoy cuándo sucederá esto. Desde el otoño del 2008 la demanda se desplomó ocasionando un descenso neto de 50 mil barriles diarios y el Departamento estadounidense de Energía (DOE) pronostica para este año una caída de la demanda de 450 mil barriles diarios, por lo que por primera vez "el consumo mundial descendería por dos años consecutivos", observó. "Hoy la industria se ve lastrada por una producción excesiva y una demanda insuficiente, una combinación infalible para la caída en picada de los precios", añadió. Apuntó que ni siquiera la decisión del 17 de diciembre por parte de los miembros de la OPEP de reducir su producción colectiva en 2,2 millones de barriles diarios, ha conseguido un aumento tan significativo de los precios del petróleo. Según la mayoría de los analistas, el desequilibrio entre demanda y oferta durará hasta mediados de 2009, si no es hasta finales de año. Hay otros que sospechan que no se producirá una verdadera recuperación global hasta 2010 o más tarde, pues todo depende de lo profunda o prolongada que sea la recesión en curso. * Periodista de Prensa Latina especializado en temas globales y económicos. CÉSAR NAVARRO MIRANDA ESTADO Y LUCHA SOCIAL, POLÍTICA Y DEMOCRÁTICA “La cualidad de la nueva Carta Magna no es la reforma, sino la transformación; así el viejo Estado es transformado democráticamente dejando atrás las estructuras institucionales del neocolonialismo. La filosofía del nuevo Estado es lo Plurinacional Comunitario. El artículo primero define filosóficamente al nuevo Estado, pero no niega la tradición republicana de organización política estatal” La fundación de la República de Bolivia es un parto libertario, pero confiscado por los criollos neocoloniales vinculados a los poderes militares, económicos de la tierra y de la minería. Esta confiscación derivó en la constitución del Estado que privilegia en el poder político a una élite que simultáneamente es propietaria exclusiva de la tierra, de los yacimientos mineralógicos; mientras al otro lado, los plebeyos son los brazos explotados en condición de siervos sin ningún derecho civil, político y social, con la única condición de ofertar su mano de obra. Los Estados en el mundo, y el nuestro, son producto de la lucha de clases y de la constitución hegemónica de una clase social económicamente fuerte sobre la totalidad de la sociedad. Esta hegemonía política y económica reprodujo sistemáticamente la explotación de los recursos naturales, de la tierra y del hombre; también instituyó y reprodujo el neocolonialismo que se constituyó en una institucionalidad estatal‐cultural de dominación y negación de nuestra identidad plural de nacionalidades subsumidas al poder estatal liberal y neocolonial. Es así que la dominación, explotación, saqueo y negación de la plurinacionalidad se constituyen en causas de la lucha social, política, cultural y territorial de los plebeyos contra el Estado y sus élites. La Asamblea Constituyente de 1825‐1826 asumió el concepto "República" en el artículo tercero de la Constitución bolivariana, hacía referencia a la división territorial de cinco departamentos e igualmente a la forma de gobierno en el artículo octavo; es decir, el modelo republicano liberal fue adoptado por el nuevo Estado boliviano, ello implicaba la división de poderes (cuatro), que modificó sustancialmente la organización política de los territorios coloniales y a su vez constitucionalizó el poder neocolonial estatal. La condición de clase de los territorios coloniales y del nuevo Estado estaba estructurada en función de los grupos económicos de poder coloniales y luego neocoloniales; o sea, la naturaleza de clase se mantuvo. El modelo republicano asume la democracia como base de organización de los poderes, inicialmente restringida a la élite, y la ampliación de la ciudadanía sin restricciones en la Revolución de 1952 igual tenía su límite: democracia representativa vinculada exclusivamente a los partidos políticos. El Estado y su organización son una permanente transformación dialéctica y están íntimamente ligados a la disputa del poder entre grupos de la clase dominante o la lucha de clases. Nuestro Estado ha ido transformando su organización en función de las élites políticas, económicas, militares y en la Revolución de 1952. La cualidad del modelo republicano es la división de poderes y la ampliación de la democracia liberal a todos los hombres y mujeres. La fundación de la República, el periodo liberal, el nacionalismo revolucionario y el neoliberalismo, asumen el neocolonialismo como institucionalidad estatal, es decir que la Constitución de 1826, la Constitución social de 1967 y las reformas de la década de los 90 constitucionalizan la negación de la plurinacionalidad de la sociedad boliviana. La demanda de la refundación del Estado tiene su antecedente inmediato en las luchas sociales, políticas y democráticas de los movimientos sociales. Las reglas de la democracia representativa posibilitaron la convocatoria, elección e instalación de la Asamblea Constituyente; la democracia directa y participativa a través del Referéndum Constitucional legitimó la aprobación de la nueva Constitución Política con el 62 por ciento. La cualidad de la nueva Carta Magna no es la reforma sino la transformación, así el viejo Estado es transformado democráticamente dejando atrás las estructuras institucionales del neocolonialismo. La filosofía del nuevo Estado es lo Plurinacional Comunitario. La transformación hace alusión al Estado. El artículo primero define filosóficamente al nuevo Estado, pero no niega la tradición republicana de organización política estatal; por el contrario, la transforma dialécticamente, revaloriza la democracia ampliándola a lo participativo y comunitario, es decir, se supera el límite de lo representativo para posibilitar la participación democrática de la sociedad en asuntos públicos. Lo plurinacional está también expresado en la composición política de la Asamblea Legislativa Plurinacional, incorporando a las minorías poblacionales étnicas; las autonomías reconocen territorios indígena originario campesinos, sus usos y costumbres en su organización política y se constitucionaliza la justicia indígena originaria campesina. El nuevo Estado es producto de la lucha social, política y democrática contra las clases dominantes; el nuevo bloque hegemónico de poder tiene rostro indígena originario campesino, sangre obrera, intelectualidad revolucionaria que recupera la historia, proyecta el futuro construyendo el presente. “El modelo republicano asume la democracia como base de organización de los poderes, inicialmente restringida a la élite, y la ampliación de la ciudadanía sin restricciones en la Revolución de 1952 igual tenía su límite: democracia representativa vinculada exclusivamente a los partidos políticos” Roberto Ruiz Bass Werner La nueva Constitución y sus garantías democráticas “De la misma manera en que la vigencia de la vieja Constitución no impidió que Barrientos, Banzer o García Meza instalaran sendas dictaduras totalitarias en el país, tampoco este cambio de nombre será el culpable, por sí solo, de las desviaciones bonapartistas del Gobierno del MAS y su conversión eventual en un Estado totalitario. Esto dependerá del rumbo que adopte, finalmente, el proceso político y de la correlación equilibrada de las fuerzas sociales y políticas en el país, ¡no de la letra muerta de la Constitución!” En el proyecto de Constitución Política del Estado, aprobado en Oruro en diciembre de 2007, deliberadamente se eliminó del texto la palabra República, siendo ésta reemplazada por la palabra Estado. En las difíciles negociaciones congresales, pudimos reintroducir, no sin arduo debate, este término únicamente en el artículo 11.I. Sin embargo, lo “republicano”, está disperso a lo largo de todo el texto constitucional: La República (res publica, lo público), se entiende como un sistema político donde la representación de su estructura funcional se asienta en el derecho al voto, constituyendo el electorado la fuente de su legitimidad y soberanía. Este derecho esta consagrado en la nueva Constitución Política del Estado. Un importante pilar del concepto República es el régimen de derechos fundamentales, deberes y garantías, contenidos éstos de manera abundante en los Títulos II, III y IV de la Carta Magna. Otros temas asociados con el concepto de República son: la periodicidad en los cargos; la transparencia de los actos de gobierno; la responsabilidad de los funcionarios públicos; la separación, coordinación y control entre los poderes del Estado; el imperio de la ley; el ejercicio de la ciudadanía; la práctica de la tolerancia con las ideas opuestas; la igualdad ante la ley; la idoneidad como condición de acceso a los cargos públicos, etcétera. ¿Se niegan estos conceptos en la nueva Constitución Política? ¡Por supuesto que no! Finalmente, están contenidas en ella las instituciones republicanas: el Órgano Legislativo, el Órgano Ejecutivo, el Órgano Judicial y Tribunal Constitucional Plurinacional, el Órgano Electoral Plurinacional, la Contraloría General del Estado, la Defensoría del Pueblo, etcétera. Entonces, sí se han respetado en la nueva Carta Magna las instituciones republicanas, el régimen de derechos, deberes y garantías republicanos, la separación e independencia de los poderes, etcétera. ¿Cuál es la razón para que en el nuevo texto constitucional la palabra “Republica” solamente se registre una vez en el artículo 11. I.? ¿Por qué esta palabra ha suscitado tanta desconfianza en los protagonistas del proceso constituyente ligados al Movimiento Al Socialismo (MAS)? Lo primero que debe decirse es que dicha actitud no se inscribe en la tradición de las fuerzas democráticas de la izquierda latinoamericana y menos internacional. Basta recordar la heroica resistencia de los republicanos españoles contra el franquismo o la lucha contra el nazismo, enemigo de la República de Weimar. La izquierda siempre relacionó el concepto de República con los valores de “libertad, igualdad y fraternidad”, que enarbolaron quienes se levantaron contra el absolutismo francés. No olvidemos que Luis XIV, le Roi Soleil, solía afirmar que “el Estado soy Yo”, concentrando en su persona todo el “derecho divino de los reyes”, este personaje jamás podría haber dicho: “la República soy Yo”. Lo mas probable es que esta postura provenga de las presiones del indigenismo emergente que se entronca hoy en el MAS y lo convierte en su instrumento político. El Estado republicano no fue bueno para los indígenas, ni en el occidente andino, ni en el oriente, menos en el Chaco, donde su expansión estuvo marcada, hasta bien entrado el siglo XX, por la guerra de exterminio contra los indios de la frontera. Esto explicaría, por lo menos en parte, la aversión a mencionar el término “República” en el texto constitucional. ¿Qué implicación puede entonces tener la nueva denominación: “Estado Plurinacional”? De la misma manera en que la vigencia de la vieja Constitución Política no impidió que Barrientos, Banzer o García Meza instalaran sendas dictaduras totalitarias en el país, tampoco este cambio de nombre será el culpable, por sí solo, de las desviaciones bonapartistas del Gobierno del MAS y su conversión eventual en un Estado totalitario. Esto dependerá del rumbo que adopte, finalmente, el proceso político y de la correlación equilibrada de las fuerzas sociales y políticas en el país, ¡no de la letra muerta de la Constitución! Podemos concluir, por lo tanto, que la actual Constitución, a pesar de la nueva denominación y debido a su contenido, tiene todos los elementos para garantizar una sociedad más democrática y solidaria; pero, al igual que otras constituciones en el pasado, no puede garantizar que no se la pisotee al calor de la lucha política irracional y virulenta que protagonizan permanentemente, de manera tan estéril, nuestras élites políticas y partidarias. “La República se entiende como un sistema político donde la representación de su estructura funcional se asienta en el derecho al voto, constituyendo el electorado la fuente de su legitimidad y soberanía. Este derecho está consagrado en la nueva Constitución Política del Estado” Jorge Komadina Rimassa La república de las palabras ¿“En realidad existen al menos dos tramas discursivas en la Nueva Constitución Política del Estado. La primera de ellas, ampulosa y evidente en la superficie, gira en torno al principio del Estado Plurinacional Comunitario, pero la otra, menos retórica, desde el fondo del texto, reproduce efectivamente la trama institucional de la República. La articulación de ambos regímenes tiene en el papel una armonía barroca, pero es potencialmente explosivo en su interpretación y aplicación” Hemos dejado —súbitamente— de ser una República? Algunos dicen que en la Nueva Constitución Política del Estado (NCPE) están las inequívocas pruebas de que nos hemos transformado en un novísimo (e indeseable) artefacto político: el Estado Plurinacional Comunitario. Pero esa interpretación me parece apresurada, sesgada, comparto más bien aquella opinión que caracteriza al nuevo Estado como un régimen híbrido o mixto en el cual se superponen los principios e instituciones liberales y republicanos con dispositivos comunitarios, multiculturales y participativos. Veamos con calma este argumento. Está en boga hablar de una transformación de “paradigmas” para referirse al actual “proceso de cambio”. Aunque la noción de paradigma plantea un tremendo problema para las ciencias sociales, presumo que con ella se pretende subrayar que el cambio social o es radical y absoluto, o sencillamente no lo es. Una transformación no‐paradigmática sería una mera reforma, un simulacro. Éste es pues el modelo teórico que piensa el cambio como revolución. Momento de aceleración de la historia, la ruptura revolucionaria destruye el antiguo régimen y lo sustituye no sólo por un nuevo Estado, también transforma las mentalidades y creencias, los modos de vida, los conocimientos y hasta los usos cotidianos. Todas las revoluciones han cedido a la tentación de hacer tabula rasa con el pasado. La revolución es un acontecimiento radicalmente moderno, nada quiere deberle al pasado, nada le pide. El pasado es algo que debe ser superado, vencido, olvidado. Ahora bien, la base de este razonamiento es el principio de la in‐conmesurabilidad, valga la expresión, que remite a la imposibilidad de encontrar un lenguaje común a dos paradigmas distintos, es decir no admite la superposición o cohabitación de elementos de dos regímenes históricos. Solamente uno de ellos es válido. El problema es que las experiencias revolucionarias más profundas de los siglos XVIII, XIX y XX han demostrado que no existe en la historia algo parecido al grado cero. Pues bien, hoy en día, es muy difícil apelar a esa figura para comprender el sentido del proceso boliviano; por el contrario, se diría que estamos ante otro patrón del cambio social que se despliega a partir de una lógica de hibridación y no de ruptura, se trataría de una dinámica que funciona a través de la combinación y mezcla de instituciones “antiguas” con instituciones “nuevas”. En otros términos, no habría tabula rasa, sino progresividad y yuxtaposición. Esta tendencia puede apreciarse en la NCPE, particularmente en la estructura estatal. El zócalo doctrinario e institucional del liberalismo ha sido preservado: la separación de poderes, los derechos individuales y el dispositivo representativo —entre otros— son componentes estratégicos del andamiaje estatal boliviano, no son meros ornamentos. Lo propio ocurre con los componentes republicanos, por ejemplo la institución presidencial (creada originalmente por la Constitución de los Estados Unidos, en 1878) no sólo ha sido mantenida sino fortalecida, tampoco han desaparecido las ideas rectoras del bien común y del estado de derecho. La propia existencia de la Constitución —norma que por definición limita el poder del gobernante— es en sí misma la prueba de vida de la República. Aún más: esos componentes no están aislados entre sí, conforman el núcleo duro de la arquitectura constitucional al cual se adjuntan los nuevos mecanismos democráticos comunitarios y participativos, entre ellos están los derechos colectivos para pueblos indígenas, la justicia comunitaria, las autonomías indígenas, los dispositivos de discriminación positiva (vg. Las circunscripciones electorales indígenas), el control social, etc. En realidad existen al menos dos tramas discursivas en la NCPE. La primera de ellas, ampulosa y evidente en la superficie, gira en torno al principio del Estado Plurinacional Comunitario, pero la otra, menos retórica, desde el fondo del texto, reproduce efectivamente la trama institucional de la República. La articulación de ambos regímenes tiene en el papel una armonía barroca, pero es potencialmente explosivo en su interpretación y aplicación, y en algún momento esas contradicciones deberán ser resueltas. Algo curioso. Aunque el término “Estado Plurinacional” es recurrente en el texto constitucional, también se ha inscrito una decena de veces la palabra “república”. ¿Se trata de un lapsus jurídico? No, es el resultado de la negociación de palabras entre las fuerzas políticas que aprobaron la Nueva Constitución Política del Estado en el Congreso; de hecho, en la versión aprobada en Oruro no se puede leer el término “república”. Pero más allá de las palabras y sus pequeñas magias resulta evidente que los imaginarios y los mecanismos políticos de la República no nos han abandonado, todavía. Para terminar: cuando el “proceso de cambio” reconozca sus propias fronteras y cuando asuma sin estereotipos su honda complejidad entonces tendrá derecho a un nombre propio. “Todas las revoluciones han cedido a la tentación de hacer tabula rasa con el pasado... El problema es que las experiencias revolucionarias más profundas de los siglos XVIII, XIX y XX han demostrado que no existe en la historia algo parecido al grado cero” CARLOS HUGO LARUTA BUSTILLOS SOCIEDAD DIVERSA E INTERCULTURAL, NO PLURINACIONAL Hay quienes se empeñan en ver a Bolivia sólo como sociedad multicultural (enfatizando la diversidad). Este fundamentalismo cultural, al hacer política, les lleva a ver 36 naciones completamente diferentes y a afirmar que los campesinos e indígenas somos "también" bolivianos, como si no fuéramos primariamente bolivianos y no sólo accesoriamente tales, pues Bolivia es la identidad sociocultural matriz en la que se entiende toda nuestra existencia, incluso aquella referida a la diversidad étnico‐cultural. Este fundamentalismo pertenece a élites aisladas que no entienden ni viven la cultura como espacio intercultural, lugar donde se producían antes y producen hoy, encuentros‐
desencuentros, reconocimientos‐desconocimientos en un proceso de permanente movimiento histórico. Por ello, no entienden Bolivia como a una sociedad articulada, es decir gentes en relación constante que producen articulaciones masivas de distinto tipo, desde las biológicas del mestizaje, pasando por las simbólicas e idiomáticas, hasta las de intereses y beneficios económicos. Entonces, al acentuar las diferencias culturales más allá de lo real en el ámbito de una sociedad nacional como es Bolivia, la entendieron en una especie de parálisis histórica total. Por ello, postularon que cada pueblo indígena posee particularidades culturales irreductibles e inafectables históricamente y plantearon una convivencia paralela e incompatible entre sí en cuanto a conceptos y prácticas cotidianas, organizativas, culturales y económicas. Este es el concepto de sociedad multicultural que les llevó a postular el Estado "Plurinacional", presente en el texto constitucional. Con el famoso "desdoblamiento" del MAS en la Comisión Visión de País de la Asamblea Constituyente, líderes radicales e intelectuales con identidad nacional difusa, apostaron por la caracterización del Estado boliviano como "plurinacional", yendo más allá de la propuesta de medidas especiales de discriminación positiva a favor de los pueblos indígenas y su presencia en las instituciones estatales, elevando a rango constitucional la diversidad cultural expresada en 37 naciones, las 36 "naciones y pueblos indígenas y originarios y campesinos" y la nación llamada Bolivia. Con ello, lo que pudo ser un marco favorable para un conjunto sensato de medidas especiales a favor de los pueblos indígenas, se convirtió en un tema que divide al país a partir del concepto de diferencias de todo tipo llevadas al extremo. Algunos hicieron creer a los pueblos indígenas, que después de llamar al Estado "Plurinacional", este Estado de verdad contendría a 36 naciones y sus cuasi 36 Estados‐pequeños a través del reconocimiento de sus supuestos "sistemas jurídicos, políticos, económicos y culturales propios". Pero comenzó el tiempo de ver si el concepto de diferencia "plurinacional" estaba en sintonía con la realidad sociológica y política de la Bolivia de hoy. La aprobación de la primera Ley operadora de la nueva Constitución, la Ley Electoral Transitoria, incluyó este tema: escaños indígenas para la Asamblea Legislativa ahora llamada "plurinacional". Y como todos sabemos, al aprobarse sólo 7 escaños para los pueblos indígenas, en esta primera prueba de fuego perdió el concepto de lo "plurinacional" frente al concepto de la diversidad articulada e intercultural que representa la nación real. Estos 7 escaños se parecen más a una medida especial de preferencia a los pueblos indígenas que al concepto extremo de "plurinacional" y expresan mejor la realidad de articulación cultural de Bolivia. Mostremos con más detalle el choque entre concepto y realidad. El departamento de La Paz tiene 16 circunscripciones uninominales: las 7, 8, 9, 10, 11 y 12 que están en la ciudad de La Paz; las 13, 14, 15 y 16 que están en la ciudad de El Alto; y las 18, 19, 20, 21 y 22 que están en las provincias. La circunscripción uninominal más grande es la 15, que tiene más de 140.000 votantes, donde más de cien mil de ellos son indígenas urbanos interculturales. La más pequeña es la circunscripción 8 y tiene 80.000 votantes, donde sin duda también existe un alto porcentaje de gente que se identificó con algún pueblo indígena en el Censo 2001. Contabilizados en este Censo, están 5 pueblos indígenas: tacanas que son 1.438, lecos que son 2.400, mosetenes que son 701, araonas que son 76 y los urus‐irohito‐muratos, que son 65 personas. Los afro bolivianos no fueron contados, aunque se conoce que son 3.500. Toda esa población es fuertemente intercultural; sumada llega a 8.180 personas y apenas es el 10 por ciento de la circunscripción urbana más pequeña que está en la ciudad de La Paz y ni qué decir de la gigantesca circunscripción 15 de El Alto. Conclusión, ciertos escaños como medida especial a favor de minorías étnicas, real; como expresión de que en La Paz y Bolivia hay muchas naciones indígenas, irreal. Es cierto que el objetivo de igualación social a veces requiere de medidas de discriminación especial a través de medidas de gobierno e incluso leyes. En la Constituyente, se exageró en la realidad de las diferencias culturales y se constitucionalizó a nombre de la búsqueda de igualación social y del derecho a la diferencia indígena, el concepto de "plurinacional". Como lo vimos, en la aplicación real de ese texto constitucional ya va una batalla perdida por los radicales en la aprobación de la Ley Transitoria del Régimen Electoral. Pero las derrotas pueden venir una tras otra. Viene el tiempo de existencia de las autonomías, departamental e indígena. Y en este tema, más allá de la representación política (un escaño más o un escaño menos), está el tema de los ingresos económicos que darán vida a esas autonomías y el bienestar de sus pobladores, ya sea por el aprovechamiento de recursos naturales o por la distribución de impuestos que debe hacerse bajo el concepto de que el Estado nacional es quien decide su destino, con consultas o sin ellas. En esto, si una entidad autónoma o descentralizada no puede brindar el marco adecuado para que sus pobladores (indígenas o no, todos ciudadanos del siglo XXI, con celulares e internet incluidos) puedan acceder a los requisitos actuales para una vida digna: trabajos y empleos estables, remuneraciones justas y oportunidades económicas de bienestar, quizá nuevamente eso de las 36 naciones sufra la segunda derrota, ratificando la exageración del concepto de "plurinacional" frente a lo masivo de la articulación intercultural de la Bolivia real. Debemos recordar que ser parte de una nación es también y fundamentalmente una articulación de actividades e intereses económicos cruzados y de asociatividades horizontales previsibles entre actores estatales y particulares, que no expresan precisamente la idea de autonomías indígenas autogobernadas como "sistemas jurídicos, económicos, políticos, culturales" completamente diferentes que hacen a lo "plurinacional". Finalmente, si el concepto de "plurinacional" no coincide con la realidad intercultural de la sociedad, ¿cuál fue la razón de su imposición en la Constituyente? ¿Una visión ideologizada al extremo en la búsqueda de igualación social? ¿Una estrategia de poder de intolerancia total para intentar sepultar a la otredad de la sociedad boliviana bajo el falso dato de la estadística étnica? Como fuere, que Bolivia es una sociedad diversa, con varios pueblos indígenas pero con una sola y fuerte identidad nacional, lo está ratificando cada paso que se da en la vigencia del texto constitucional. “El concepto de ‘plurinacional’ no coincide con la realidad intercultural de la sociedad boliviana... Bolivia es una sociedad diversa, con varios pueblos indígenas pero con una sola y fuerte identidad nacional, lo está ratificando cada paso que se da en la vigencia del texto constitucional” CARLOS DIEGO MESA GISBERT POR LOS FUEROS DE LA REPÚBLICA, LA CASA DE TODOS “No es un asunto de nombres, sino de filosofía. Lo más penoso de todo es que la visión unilateral, radicalizada y técnicamente deficiente de los autores de esta incongruencia, negó desde el primer momento la posibilidad de compatibilizar República y reconocimiento de la pluralidad en niveles ya existentes, como queda demostrado en estas líneas, y en ampliación de derechos que eran perfectamente posibles sin romper la igualdad básica entre todos los bolivianos” República no es una palabra cualquiera, no es un denominativo formal, es una concepción de sociedad, de Estado y sobre todo de construcción de la igualdad y de la justicia. Con base en esta premisa se puede dar un equívoco peligroso cuando se hace la comparación o se buscan las diferencias entre República y Estado Plurinacional. El riesgo más fácil de todos, presumir o afirmar que optar por el camino de la República es negar la diversidad, negar al otro, negar pueblos, culturas, lenguas, visiones de mundo en una nación que tiene precisamente una gran parte de su riqueza en esas diferencias. Esta afirmación se apoya en la idea de que había que visibilizar a los excluidos de la historia y ratifica sin rubor que la anterior Constitución Política del Estado, y en consecuencia la República, negaba a esos excluidos, lo cual no es verdad. Baste recordar algunos hitos fundamentales: Reforma agraria, voto universal, educación intercultural y bilingüe, municipios territorializados, municipios indígenas, mancomunidades de municipios indígenas, todos con recursos y decisión propias; reconocimiento de las tierras de comunidad en la zona andina, reconocimiento y otorgación de tierras comunitarias de origen en el norte, este y sur del país, función económica y social de la tierra, consulta obligatoria para la explotación y/o uso de recursos renovables con manejo indígena, consulta y concertación para la explotación de hidrocarburos; presencia de senadores, diputados, concejales y jueces de origen indígena en proporciones superiores al 30 por ciento, son todas conquistas logradas antes de la llegada a la presidencia de Evo Morales y, por supuesto, mucho antes de la promulgación de la nueva Constitución de 2009. El salto que se ha dado es imperfecto en su categorización. De las treinta y seis lenguas indígenas oficiales, por lo menos dos han desaparecido. La idea de Nación tiene requisitos que para mencionar un solo elemento, el demográfico, más de once de los pueblos categorizados como naciones no cumplen, con casos extremos como los Pacahuaras o los Guarasugwes que no alcanzan a 30 miembros. Para no decir que lamentablemente algunos están a punto de desaparecer. La palabra Nación no cabe, ni aún si aceptáramos la idea de la plurinacionalidad. Lo que cabe es la responsabilidad del Estado de apoyar, promover, salvar y garantizar la vida de todos nuestros pueblos y culturas por pequeños que sean. Pero sobre todo, está claro que la idea de igualdad: “Todos los seres humanos nacemos iguales”, premisa básica de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se destruye de manera dramática en un texto constitucional que establece una categorización de ciudadanía por origen, color de piel y lengua. Son estas diferencias las que llevaron a la hecatombe de la segunda guerra mundial y las que provocaron genocidios brutales en más de una nación africana. El tema, en consecuencia, debe ser tratado con mucho cuidado, no negando, sino estableciendo con respeto y claridad que la diferencia y el reconocimiento del otro estarán siempre basados en la igualdad esencial de todos. Es inaceptable que la mitad de los bolivianos, los no indígenas, estén en una subcategoría, y en lo que toca a derechos esenciales como la autodeterminación, o la propiedad sobre recursos naturales, estén por debajo, muy por debajo de las “naciones” indígenas. Peor que eso, se está creando un estamento de indefinición de ciudadanía, sumado al hecho de que las ciudades (más del 70 por ciento del total de la población del país) se convierten en una suerte de reservaciones, frente a los espacios del ámbito rural, no sólo poseedores de todos los derechos, sino también enredados en una serie insólita de entre siete y ocho categorías de organización jurisdiccional y territorial, que generará un caos que los autores de la actual Constitución no sueñan ni en sus peores pesadillas. No es un asunto de nombres, sino de filosofía. Lo más penoso de todo es que la visión unilateral, radicalizada y técnicamente deficiente de los autores de esta incongruencia, negó desde el primer momento la posibilidad de compatibilizar República y reconocimiento de la pluralidad en niveles ya existentes, como queda demostrado en estas líneas, y en ampliación de derechos que eran perfectamente posibles sin romper la igualdad básica entre todos los bolivianos. No se requerirá que pase mucho tiempo para comprobar este gigantesco desatino que pone en riesgo nuestra convivencia. Jorge Tuto Quiroga Ramírez Estado plurinacional anticonstitucional “Con la excusa del ‘cambio’ y ‘descolonización con dignidad y soberanía’, se busca reducir a Bolivia a la condición de colonia del Gobierno de Chávez; en otras palabras, se quiere reemplazar a la República de Bolivia, soberana e independiente, por un Estado Plurinacional sometido a la influencia perniciosa y prebendal del chavismo.” Generalmente, quienes planifican o perpetran atentados contra la vida y patrimonio de las personas se esmeran en borrar huellas e indicios. Pero al redactar, suscribir, promulgar y aplicar el decreto supremo No 0048 que intenta reemplazar el denominativo oficial de la República de Bolivia por el de “Estado Plurinacional”, el Gobierno del Presidente Morales dejó la muestra más fehaciente de un autoritarismo inconstitucional que vulnera el Estado de Derecho y violenta los principios, garantías y libertades ciudadanas fundamentales de la democracia. Para explicar los efectos de semejante atentado es necesario superar el análisis semántico de los términos en contraste y develar, con la ley en la mano, la intención política del Gobierno. La norma presidencial en cuestión carece de sustento en la nueva Constitución Política del Estado y parece más bien impulsada por un afán mesiánico y descontrolado por arrasar con los principios republicanos de independencia de poderes, respeto a la ley y ejercicio de derechos ciudadanos que tan caro le han costado al pueblo boliviano en su incansable lucha contra las dictaduras. Decimos que se trata de un decreto inconstitucional porque ignora el artículo 11, parágrafo I de la norma suprema que textualmente dice: “La República de Bolivia adopta para su Gobierno la forma democrática, participativa, representativa y comunitaria, con equivalencia de condiciones entre hombres y mujeres”. Ese texto constitucional que preserva el concepto de “República” es uno de los 147 artículos modificados en el consenso de octubre de 2008, logrado en el seno mismo del Congreso, pese al cerco y presiones violentas del MAS por imponer la denominada “Constitución de Oruro”. Conciente de la intención de destrucción de la democracia que se ocultaba bajo la consigna de la “refundación de Bolivia”, la oposición también se aseguró de resguardar el concepto de “nación boliviana” como la “totalidad de las bolivianas y los bolivianos, las naciones y pueblos indígena originario campesinos, y las comunidades interculturales y afrobolivianas que en conjunto constituyen el pueblo boliviano”, en el artículo 3 de la Ley de leyes. Esa modificación dejó sin efecto la tentativa de desplazar a la “nación boliviana” como ente colectivo unificador para ser reemplazado por los términos “pueblo boliviano” que podían dispensar interpretaciones más dañinas que el decreto de marras. Igualmente se frenó —al menos en el contenido del texto fundamental— la pretensión absolutista del MAS, cuando se estableció el principio de “independencia” de poderes en el artículo 12 de la nueva Constitución. Y como más vale prevenir que lamentar, se legisló el parágrafo III de ese mismo artículo que claramente dice: “Las funciones de los órganos públicos no pueden ser reunidas en un solo órgano ni son delegables entre si”. Al poner en vigencia el decreto que tergiversa la nomenclatura oficial de la República de Bolivia, el Gobierno manifiesta su apego a la “Constitución de Oruro” en desmedro de la voluntad popular que aprobó un texto constitucional diferente en el referéndum del 25 de enero. Esta imposición gubernamental puede quedar reducida a la anécdota en comparación al daño real que sufrirá nuestra Patria si el MAS consigue, argucias mediante, prorrogarse en el poder con las elecciones de diciembre. Detrás del rótulo de “Estado Plurinacional” el oficialismo esconde la intención de instaurar un régimen de Gobierno anticonstitucional que fomenta la corrupción, el narcotráfico y la confrontación, pero condena la libertad, la prosperidad y la fraternidad. Con la excusa del “cambio” y “descolonización con dignidad y soberanía”, se busca reducir a Bolivia a la condición de colonia del Gobierno de Hugo Chávez; en otras palabras, se quiere reemplazar a la República de Bolivia, soberana e independiente, por un Estado Plurinacional sometido a la influencia perniciosa y prebendal del chavismo. El Estado Plurinacional que el MAS quiere forzar, es un país frustrado por la crisis económica, condenado por una política cambiaria insostenible y agobiado por la criminalidad alimentada por el narcotráfico. En la visión “plurinacional” del régimen, se viola la libertad de expresión, persigue la fe católica e instrumentaliza a las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y el Poder Judicial. Pese a las poses de aparente aceptación de la autonomía departamental, el Estado Plurinacional se nutre del centralismo absolutista y la usurpación de recursos necesarios para el desarrollo regional. Concluyo con una advertencia y una reflexión. No es suficiente protestar o denunciar los propósitos políticos que acompañan el cambio del nombre de la República. La responsabilidad de salvar nuestra democracia y garantizar un devenir de convivencia pacífica y progreso, comienza con la construcción del nuevo padrón biométrico como certificado de elecciones limpias sin casos de votos duplicados o muertos resucitados que escamotearon la voluntad popular en pasados comicios. Si entendemos que el 6 de diciembre no estará en juego la posibilidad de una candidatura, sino la viabilidad democrática e institucional de Bolivia, podremos redimir nuestra verdadera concepción de República: una República con generación de empleo, mercados competitivos, insumos energéticos y políticas económicas sensatas. Será una República con bienestar en lugar de crisis; con seguridad en las calles y sin cocaína en las escuelas; con instituciones limpias y confiables, sin “volteos” ni “fidecoimas”. La arrogancia autocrática insistirá en la imposición de su Estado Plurinacional confrontacional y segregacionista, pero finalmente será la voluntad del soberano, el ciudadano, la que prevalezca y consolide Bolivia como una República con soberanía y alejada de cualquier petrotiranía; una República con nueve departamentos unidos, con descentralización autonómica e indeclinable vocación pluralista, incluyente, intercultural y democrática. Fernando Untoja Choque La metamorfosis estatal en tiempos de caos Si existió "refundación del Estado Plurinacional", el 6 de agosto corresponde al Estado colonial y republicano, y si el Movimiento Al Socialismo (MAS) es coherente con su proyecto de sociedad y de Estado, no debía ocuparse en hacer ritos y mensajes, menos gastar recursos en desfiles militares y campesinos. Pues como la Constitución Política del Estado (CPE) actual ha sido el "juicio al Estado republicano", el Día de la Patria debe ser el 9 de enero. Quedando el 6 de agosto en el día de la infamia y del colonialismo. Sólo así tendría sentido la frase de la CPE: "Dejamos en el pasado el Estado colonial, republicano y neoliberal". Las palabras clave del “proceso de cambio" son: "fundación de un nuevo Estado", "juicio al Estado colonial", "descolonización", "indígena‐originario‐campesino", "treinta y seis nacionalidades", "lucha contra la corrupción", "nacionalización de los recursos" naturales entregados por Gonzalo Sánchez de Lozada, "juicio a los neoliberales", etcétera. Palabras recogidas y rellenadas con un poco de retórica para dar forma a bases ideológicas y principios políticos inexistentes. El "proceso de cambio" debía empezar en algún punto; el pasaje hacia una concepción sindical de la política se ve confrontado a una serie de problemas que hasta el ascenso al poder del MAS, no había sido pensado ni imaginado. La visión sindical en el MAS, en el Gobierno, no permite hacer una lectura global de las relaciones económicas y sociales y menos de las internacionales. Esto obliga a buscar referentes ideológicos e intelectuales: Cuba y Venezuela, hombres ligados a círculos intelectuales de la izquierda boliviana, o incubar y alentar el racismo. Sólo a partir de ese momento se habla del proyecto institucional y del tipo de sociedad, lo que obliga a reordenar las palabras claves del "proceso de cambio". Sin la noción de "descolonización", difícilmente podía entenderse la fundación de un "nuevo Estado". Pero, problema: ¿quién debe ser descolonizado? ¿Los cocaleros?, ¿los campesinos?, ¿el citadino? o ¿la gente del entorno de Evo Morales?; las interrogantes son resueltas con la acuñación del término "los indígenas". Ante lo vago de la respuesta y la falta de coherencia, importa poco el sentido de esta palabra, más bien se agregará el "originario y campesino", todo esto permite que los campesinos asuman jugar el papel de "indígenas", y que en el mundo exterior ello se venda como la "cosa" más exitosa por su carácter exótico. Entonces el colonizado es el "indígena‐originario‐campesino", nadie sabe la diferencia entre ellos, la tarea es descolonizar, y la única forma de hacerlo es movilizar campesinos y exponer a los organismos internacionales el proyecto descolonizador. Pero no sirve para fundar un "nuevo Estado". Este vacío será llenado por "36 nacionalidades" imaginadas; son éstas las que deben ser fundadoras y actoras en el nuevo Estado. Para los intelectuales del MAS, poco importa diferenciar "indígenas" de "naciones", todo cabe en una bolsa. Mientras que palabras como nacionalización de los recursos naturales, juicio a los neoliberales, lucha contra la corrupción son propuestas recogidas y rellenadas, que con retórica sirven para dar forma a las bases ideológicas y principios políticos en formación. La descolonización sólo puede ser realizada a través de un gran acto político, la Asamblea Constituyente. La fundación de un nuevo Estado debe "reconocer a los pueblos indígena‐
originario‐campesino", proposición que convence a los campesinos y los opositores al Gobierno en el Parlamento. El pensamiento y la concepción dualista de las cosas es compartida entre los intelectuales (derecha) del "viejo Estado" y los pensadores (izquierda) del "nuevo Estado". Imaginan y comparten que están construyendo un nuevo Estado. Así se camuflan las relaciones de dominación para mantener los privilegios de los grupos de poder en el Estado. Es la razón por que la Constituyente "descolonizadora", de carácter "originario", termine en manos del poder constituido según reglas de negociación, en contradicción con los enunciados y artículos de la Constitución aprobada en enero de 2009. El Estado, como nunca, se halla en una crisis al interior de su estructura: la pugna es entre sus órganos. Lo que se ve en perspectiva es el retorno a la violencia entre rivales, el acto del sacrificio ronda nuevamente en esta metamorfosis donde la lógica de la destrucción y la posibilidad de institucionalización se encuentran en el caos social, político y de mentalidades. La descomposición de la institución pone en la mira al Uno o alguien; cuando el caos deviene cada día más fascinante, las justicias comunitarias se multiplican contra los adversarios y opositores políticos. El proceso triturador, hoy convertido por los rivales en el campo de guerra para concretar el "empate catastrófico", está en plena marcha; la sociedad civil es victima de la rivalidad de autoridades del Estado, quienes confunden función y propiedad de poder. Por eso el Uno del Ejecutivo está a punto de proclamarse Emperador o Inka; los otros (los prefectos), desde las regiones ya envían mensajes y proclamas de Gobernadores. Se pasa del campo de batalla social a la territorialización de la violencia, donde los poderes se enfrentan con pretextos y simulaciones, y ocultan la incapacidad de concebir un proyecto de sociedad. Pero todo ciudadano sabe que los prefectos son autoridades o funcionarios del aparato de Estado, ¿por qué entonces prestarse al juego perverso del Gobierno y los prefectos? Es la crisis en los órganos del Estado que arrastra a fracciones de la sociedad al fanatismo, intolerancia, violencia. Aparte, poco a poco la fascinación de lo indígena, lo originario, desaparece en el lenguaje masista en el poder (lo que debe preocuparnos). Esto podría indicar y confirmar que lo indígena fue sólo un pretexto; en muchas ocasiones denunciamos que lo "indígena sólo era para ocultar la metamorfosis del Estado colonial y para engañar a los "indios". El populismo en su versión indigenista, ahora declarada marxista leninista, apunta a imponer la reciente CPE sin tomar en cuenta si ésta tiene la fuerza de institucionalizar el país. ¿Qué significa esta determinación simultánea y contradictoria de poderes al interior de la estructura del Estado? Algunos dirían que son los tiempos de "cambio", de revolución, tiempo de los "indios"... la venganza de los 500 años. Otros denuncian al centralismo de ser responsable de los males. Pero ningún grupo es capaz de plantear una propuesta de reorganización del Estado para el siglo XXI. Para nosotros, la crisis al interior de la estructura del Estado boliviano expresa la incoherencia en la lógica estatal desde sus origines, la norma en el funcionamiento fue siempre la des‐institucionalidad del aparato del Estado; los grupos de poder económico y político de turno se sirvieron de esta falta de coherencia para expoliar y someter al pueblo con propaganda política. La des‐institucionalidad es también consecuencia de la falta de un proyecto político serio y coherente, y expresa poco conocimiento de los saberes del poder en los grupos políticos que detentan el ejercicio de esa función. La excesiva ideologización ha hecho que los gobernantes hayan olvidado la racionalidad del Estado; la acción de gobernar quedó reducida a la pura propaganda política, que no sólo distorsiona la lectura de la realidad, sino termina imponiéndoles la imagen de que "el país ha progresado", que el "cambio ha reducido la pobreza", cuando en el fondo es la metamorfosis y reacomodo al interior del Estado de las fuerzas tradicionales. Mientras no se comprenda la relación entre mentalidad e institución, la tradición política seguirá entre posiciones de izquierda y derecha y de nada servirá el cambio de nombre al Estado, cuando éste en lugar de fortalecerse entra en una descomposición. Es en esa tradición que se debe entender el indigenismo convertido hoy en una posición demagógica que se encubre de marxista leninista. En esta simulación de cambio para el poder, el pueblo fanatizado seguirá asistiendo a los desfiles, cada gesto del déspota será vivido como "acto histórico". Este ejercicio es vital para el poder, pues es la única forma de mantener movilizados para arremeter a "los enemigos y traidores de la patria", los neoliberales se transforman en socialistas, neo‐oligarcas, acaparan fortuna por donde pueden y para ocultarlo reparten "bonos a los indigentes". En la crisis institucional son las partes de la estructura del Estado que se ven enfrentadas. Entonces, ¿cómo entender la rebelión de los prefectos? Personajes del Gobierno califican el comportamiento de éstos como "actos de subversión", pero la visión y la fuerza del Estado quedan en el discurso y no hallan fuerza para usar la Ley y menos la fuerza de la razón de Estado. ¿Es debilidad, temor, o sabiduría del gobernante? ¿O es sólo la ignorancia en el conocimiento del principio de autoridad? Mientras esto ocurre en el Ejecutivo, las partes del poder estatal en los departamentos (los prefectos) no hallan opciones de respuesta para recomponer la institucionalidad; entonces, Bolivia está en una situación perversa donde las relaciones de fuerza toman posicionamientos muy peligrosos para la sociedad civil, generan tensiones, odios raciales, son relaciones que apuntan al control del Estado. Y el Gobierno no tiene la capacidad de administrar el Estado: cuanto mas débil se siente en el poder, más se recrudece la violencia. Víctor Hugo Cárdenas Conde Instrumento de un proyecto autoritario “Es altamente valorable el reconocimiento de la naturaleza pluricultural y multiétnica de Bolivia, proceso iniciado en la reforma constitucional de 1994, pero es inaceptable su actual instrumentalización para un proyecto antidemocrático y autoritario que crea doble ciudadanía: una con mayores derechos (los indígenas) y otros con menores derechos (mestizos y afrobolivianos) sólo para el predominio de una utopía estatista” En términos generales, el sueño republicano significa la preocupación del bien común, más allá de los intereses particulares o de grupo. Un gobierno republicano, por ejemplo, es y debe ser un gobierno de todos y para todos, preocupado por el bien de todos. Las relaciones sociales, en una realidad republicana, deben fundamentarse en la ley, en la norma, lejos de la arbitrariedad, donde lo público debe ser una preocupación cotidiana de la ciudadanía. La búsqueda del bien común y la prevalencia de la ley deben convivir con la búsqueda de la igualdad en un ambiente de libertad. Si fuera necesario, el Estado republicano debe fomentar acciones de discriminación positiva para avanzar en la búsqueda de la igualdad y equidad social, étnica, cultural, de género y generacional. Esto significa igualdad de derechos y deberes, no la doble ciudadanía que propone la Constitución del MAS. Al mismo tiempo, es parte del sueño republicano el reparto equilibrado de poderes y su independencia con autoridades electas mediante el voto popular, en elecciones libres y limpias apoyadas en una selección de los ciudadanos más meritorios. Estas condiciones son del Estado de Derecho y del sistema democrático, es decir, de la forma republicana de organización política. Constitución, leyes y normas que regulen las relaciones entre el Estado y la sociedad, no el capricho de los gobernantes, por más indígenas que sean. Democracia significa un sistema de gobierno que frene e impida cualquier tipo de dictadura, incluso aquella denominada “voluntad de la mayoría del pueblo” cuando se desconoce la justicia, la igualdad de derechos y la igualdad ante la ley. La clave está en la división de poderes para impedir acciones de acaparamiento y concentración de facultades como pretende en Bolivia el actual gobierno. Al decidir el cambio de nombre republicano por el de Estado Plurinacional de Bolivia no sólo se cambia el nombre institucional sino toda la documentación pública y privada, la identificación personal, los documentos de propiedad, las relaciones a nivel internacional y todos los ámbitos del ordenamiento político e institucional del país. También afecta a la documentación privada, a los documentos de identidad, de propiedad, títulos de bachiller, títulos profesionales, certificados profesionales, nombres en Institutos, centros de formación y educación, escuelas, colegios y universidades. Incluso, Evo Morales ya no sería presidente de la República de Bolivia sino del Estado Plurinacional. Al parecer no interesan los costos. Pero, en el fondo, es un cambio en el papel, no en la realidad. Este intento de cambio durará lo que dure el actual gobierno. Es una muerte republicana en el papel o como dice Humberto Vacaflor: “La muerte de la República de Bolivia ha sido decretada por el MAS en un caótico documento que decidió llamar Constitución Política del Estado” (“El sepelio de la República”, junio 2009). Esta pretensión es el fruto de un afán fundacionalista y contradictorio de los ideólogos del MAS. Veamos, por ejemplo, esta explicación incoherente: “En el fondo se tiene que entender el cambio de un Estado republicano a uno plurinacional. Esto no significa que hayamos dejado de lado a la República” (Wilfredo Chávez). Será muy difícil que el próximo decreto reglamentario aclare esta confusión. Esta es una forma torpe de negar casi dos siglos de construcción, con luces y sombras, de una comunidad política nacional. Esta pretensión y la formulación de la nueva Constitución Política del Estado significan que el gobierno no entiende el juego complementario entre la diversidad y la unidad de Bolivia. Su visión ideologizada desconoce la naturaleza plural de la historia boliviana. La nueva Constitución, al destacar, por ejemplo, las 36 naciones y pueblos indígenas y minusvalorar la república boliviana, recoge sólo la dimensión de la diversidad regional, territorial, étnica y cultural y desprecia la dimensión de la unidad de la nación y república bolivianas. Además, el texto constitucional ruraliza la presencia plural indígena cuando menciona naciones y pueblos indígenas campesinos. ¿Y los pobladores indígenas de las ciudades? En el fondo, lo diverso está en el instrumento de la institución estatal (estado plurinacional) pero no en la naturaleza de la nación (nación boliviana, plural y diversa). Estas y otras razones inviabilizan la concepción fragmentarista y desconocedora de la república de Bolivia. Es inviable porque desconoce la naturaleza de la sociedad pluricultural boliviana y sólo tiene una lectura ideologizada en función de un proyecto totalitario, estatista y de la consagración de la discrecionalidad. Al desconocer la naturaleza republicana, no pueden proponer una forma sustitutiva aunque afirmen que “Cualitativamente, ha habido una superación y se está ahora hablando en términos correctos de un Estado, no dejamos la República de lado”. No entienden qué es un Estado y qué, una República. ¿Alguien lo duda? Veamos la siguiente declaración: “Hay un falso debate en el sentido de que Bolivia es y será un Estado Plurinacional y su forma de gobierno interna será una República” (Wilfredo Chávez). Es altamente valorable el reconocimiento de la naturaleza pluricultural y multiétnica de Bolivia, proceso iniciado en la reforma constitucional de 1994, pero es inaceptable su actual instrumentalización para un proyecto antidemocrático y autoritario que crea doble ciudadanía: una con mayores derechos (los indígenas) y otros con menores derechos (mestizos y afrobolivianos) sólo para el predominio de una utopía estatista, racista al revés y manipuladora de los intereses históricos de los pueblos indígenas. SURGE EN BOLIVIA UN PERIODISMO SEPARATISTA Wilson García Mérida Datos & Análisis El Comando de Operaciones Sicológicas del Pentágono, que opera en Venezuela a través de una empresa mercenaria de comunicación, ligada a la CIA, viene expandiendo sus métodos en Bolivia. Prueba de ello es el reciente ataque mediático sufrido por el periodista libertario Walter Chávez Sánchez, cuya presencia en la última reunión del gabinete de Evo Morales causó un insulso escándalo nacional. Con la misma mala fe, este emergente periodismo separatista continúa haciendo apología de la frustrada tentativa balcanizadora del mercenario Eduardo Rózsa y desinforma cínicamente sobre los inobjetables avances de la revolución agraria en Pando. Anualmente, y de manera muy selectiva, el Servicio de Informaciones del Gobierno Norteamericano más conocido por sus siglas en inglés, USIS, “invita” a periodistas que por lo general trabajan en medios masivos de comunicación, preferentemente jefes de prensa, editorialistas, conductores de TV o reporteros “estrella”, con la finalidad de formatear no solo el estilo sino también, sobretodo, los contenidos que se diseñarán en el trabajo cotidiano de estos informadores “privilegiados” por las gentilezas de la embajada de Estados Unidos. Prácticamente todos los periodistas bolivianos, con raras excepciones, que hoy ocupan puestos “decisivos” en los grupos y redes empresariales de la comunicación, han sido favorecidos por lo menos con un viaje a ciudades norteamericanas, a invitación de USIS, de donde retornan convencidos que el indio que gobierna a Bolivia es un terrorista. Son viajes de placer con hospedajes en hoteles de cinco estrellas para participar en “seminarios” y “visitas guiadas” a importantes medios norteamericanos. Una vez que retornan de esos viajes, estos colegas se ponen a órdenes de políticos fascistas directamente ligados a los dueños de los medios. Esta forma de “cooptación” que es parte de las estrategias de la CIA para ejercer control sobre los sistemas informativos en Latinoamérica, se intensificó y amplió vorazmente desde los atentados del 2001 que derribaron las torres gemelas. Y está hoy intensificándose en Bolivia. Soldados de la falacia Tras la crisis del golfo Pérsico, la guerra contra Irak y el ataque del 11 de Septiembre, Estados Unidos descubrió que el control de la información y de todo el aparato tecnológico inherente a este ámbito, son las más eficaces armas de guerra. El periodista es conceptuado como una pieza clave en esas batallas invisibles pero de letales efectos sociales llamadas “Operaciones Sicológicas” (OpSic), cuyo objetivo es evitar que “el enemigo” (en este caso el gobierno de Evo Morales) pueda tener una opinión pública favorable a su gestión. La moderna concepción bélica de Estados Unidos opta por disparar mentiras, previamente a las balas o junto con ellas, produciendo efectos igual de devastadores. Federico Montanari, citado por Joám Evans, afirma que hoy “es la comunicación misma la que puede convertirse en continuación de la guerra por otros medios”, a través de una “continua reversibilidad entre política y guerra, entre guerra y política convertida en comunicación”. Y esto nos lleva a la guerra psicológica en si, entendida como “el uso planificado de la propaganda y otras acciones orientadas a generar opiniones, emociones, actitudes y comportamientos en grupos foráneos, sean enemigos, neutrales o amigos, para que apoyen la consecución de los objetivos nacionales (de EE.UU. ndr)” (Daugherty). Y no son precisamente sicólogos los profesionales llamados a ejecutar estas “Operaciones Sicológicas”, sino ante todo periodistas, comunicadores y publicistas. América Latina, como en su momento lo fueron el Golfo Pérsico, el Medio Oriente y los Balcanes, es hoy el escenario donde se está librando una guerra informativa con todo su vigor, y tal es así que el Pentágono, en el afán de deshacerse de la incómoda presencia del presidente venezolano Hugo Chávez en el escenario mundial, ha reforzado su “Unidad de Operaciones Sicológicas”, con sede en Fort Bragg, desde donde operan 1.200 especialistas encargados de crear “mensajes fiables” para apoyar las políticas intervencionistas de Estados Unidos. En los hechos es un flamante apéndice de la CIA. Según Rodrigo Guevara, el Comando OpSic del Pentágono se encarga de “empaquetar” discursos y lecturas de coyuntura “pre‐fabricados” para su “consumo” en las poblaciones‐
objetivo. Durante la invasión a Irak y Afganistán, según informaba el Times, USAID (la agencia de cooperación norteamericana de la que depende USIS), elaboró y distribuyó decenas de miles de dispositivos de audio del tipo iPod (reproductor de música digital con disco duro o memoria flash) en los cuales transmiten mensajes cívicos empaquetados, “pero lo hacen por intermedio de una empresa contratista que asegura que no habrá ‘huellas’ del Pentágono o del gobierno de los EE.UU. en los mensajes”. Rodrigo Guevara explica que además de la contratación de empresas mercenarias de comunicación, el Pentágono apela también al soborno de periodistas en los países ocupados o asediados. O se los copta mediante los placenteros viajes organizados por USIS. En su guerra contra Hugo Chávez y el pueblo venezolano, el Comando OpSic del Pentágono contrató a una empresa mercenaria de comunicación, la Rendon Group , que es la encargada de “empaquetar” la línea informativa que guía el accionar de los periodistas venezolanos subordinados a esta forma belicosa de tergiversar la información. Tales métodos ya están en Bolivia. Todo vale contra el peruano El mercenarismo informativo que imponen la CIA y el Pentágono, está generando en Bolivia el surgimiento de un periodismo separatista, prejuicioso y abiertamente racista por la manera en que busca enfatizar las debilidades del presidente Evo Morales. En Bolivia, la famosa “objetividad periodística”, la ética informativa y la imparcialidad en el manejo del hecho noticioso son reliquias de un lejano pasado. Hoy pesa más la capacidad de convencer que el enemigo está a la otra vereda, que es indio y terrorista, aunque en ello se tenga que difamar y desinformar en detrimento del derecho ciudadano a conocer la verdad de las cosas. Los ejemplos abruman; pero el caso reciente del periodista peruano Walter Chávez, que fue “sorprendido” por las cámaras ingresando al gabinete de Evo Morales durante una reunión celebrada en el municipio de Huajchilla, y que fue motivo de escandalosos titulares en primera plana, muestra en carne viva el modo en que el periodismo boliviano dominante desde los grandes medios de comunicación, se ha convertido en un vergonzoso apéndice de las estrategias separatistas y racistas que aún están en marcha. “Acusado de terrorista vuelve al gabinete de Evo”, es uno de los titulares mentirosos con que se busca intimidar a la opinión pública en el afán, alentado por la CIA , de minar la confianza ciudadana en el actual Gobierno indígena. Walter Chávez, como todos sabemos en nuestro país, es un intelectual formado en la Universidad San Marcos, Perú, y se encuentra en Bolivia desde 1992 como refugiado político al ser perseguido por la dictadura de Fijumori. Se desempeñó como periodista durante más de diez años, fundando al comenzar la década de los 2000 el semanario independiente “El Juguete Rabioso”, que allanó el camino de Evo a la Presidencia. A mediados del 2008, el fascismo “desempolvó” la vieja calumnia de Fujimori sobre supuestos vínculos, nunca probados, con el MRTA y se promovió su “extradición” al Perú con el único afán de desacreditar al gobierno boliviano. Chávez fue periodista de La Razón y otros medios tradicionales durante los gobiernos neoliberales de Paz Zamora, Sánchez de Lozada, Banzer, Tuto Quiroga y Carlos Mesa, que lo consideraban “un buen periodista”, y a ninguno de ellos se le ocurrió extraditarlo al Perú cuando ejercían el poder. Pero cuando se lo vio junto a Evo Morales, resultó ser un “peligroso terrorista” al cual había que expulsar del país, sin considerar que además de gozar derechos de refugiado bajo el amparo de la ONU , Walter Chávez tiene un hogar formado en Bolivia, una hija nacida en La Paz , y en muchos aspectos es más y mejor boliviano que muchos políticos y potentados locales que buscan balcanizar a su país contratando a verdaderos terroristas como fue el mercenario húngaro‐croata Rozsa. En mayo del 2008, la Corte Suprema de Justicia emitió una sentencia inapelable asegurando que Walter Chávez no puede ser de ningún modo echado de Bolivia, menos extraditado, pues goza de estatus de Refugiado Político con todas las prerrogativas consagradas por la ONU. Y aunque se logró su destitución como asesor del Presidente, Chávez no perdió sus vínculos con los entornos de Evo Morales y tampoco tenía por qué andar oculto. Su “aparición” en el gabinete de Huajchilla no fue tal. Walter ingresa regularmente al Palacio para reunirse con Evo Morales, Álvaro García Linera o Juan Ramón Quintana, coordinando una serie de trabajos investigativos como aquel que, por ejemplo, viene realizando junto con el Servicio Informativo Datos & Análisis en relación al caso Rozsa. Walter Chávez versus Rózsa Flores “Oposición ve preocupada el retorno de Chávez al entorno de Evo”, dice un titular claramente insidioso, en el marco de la “Operación Sicológica” para minar la gobernabilidad del régimen. Walter Chávez es el chivo expiatorio que la CIA utiliza para que el periodismo separatista haga de las suyas. Se miente con idéntica mala fe y perversa capacidad manipuladora cuando se pretende convertir la revolución agraria de Pando en una simple jugarreta electoral, y se busca impedir la migración de campesinos sin tierra del Ande a la Amazonía , estigmatizando ese hecho histórico como un “genocidio en potencia”. Este mismo periodismo separatista que hace escarnio del derecho a la libre circulación que le asiste, como refugiado político, al periodista Walter Chávez, pretende convertir a Eduardo Rozsa Flores, el balcanizador contratado por los latifundistas del oriente, en una inocente víctima del “régimen terrorista” de Evo Morales. Fue inmoral la manera en que estos periodistas lograron amedrentar y desacreditar al colega español Julio César Alonso, quien llegó al país para informar sobre los antecedentes de Rozsa como un criminal de guerra investigado por la ONU. Ninguno de los detractores de Alonso se tomó la molestia de verificar los expedientes de la ONU con relación a los Balcanes, donde Rozsa efectivamente es acusado de varios asesinatos. He aquí lo que informó la Comisión de Derechos Humanos a través de un documento titulado “Carta de fecha 10 de febrero de 1994 dirigida al Presidente de la Comisión de Derechos Humanos en su 50º período de sesiones por la Misión Permanente de la República Federativa de Yugoslavia ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra”, donde se hace alusión explícita a las pillerías de Rozsa con un leve error incurrido en su apellido: “A fines de 1991, la zona de operaciones de Osijek del Ejército croata contaba con una brigada internacional creada por Eduardo Rosses Flores (sic), el corresponsal del periódico catalán " La Vanguardia " en Zagreb. La brigada estaba compuesta de ex combatientes de la Legión francesa y mercenarios de las guerras en el Oriente Medio y América Latina. Solía operar por propia iniciativa en la región de Eslavonia oriental y participó en matanzas de civiles serbios en las aldeas de Divos, Ernestinovo, Tenjski Antunovac y otras”. El mismo Relator de Naciones Unidas denunció que el gobierno de Croacia protegía a Rozsa Flores para impedir su enjuiciamiento en el Tribunal Penal Internacional de La Haya. Según el informe de la ONU , el gobierno croata lo encubrió con el argumento de que al ser ciudadano croata, no era mercenario: “Con respecto a la octava acusación sobre una brigada internacional, de hecho se refiere a voluntarios. No hay datos que demuestren que fueran autores de asesinatos. Su comandante en jefe, el Sr. Eduardo Jorge Rosses Flores, nacido en 1960, es un ciudadano croata”. Pese a esta contundencia del dato histórico que pudimos conocer gracias a JC Alonso, para los desubicados periodistas bolivianos que dominan la gran audiencia, nuestro colega español era el malo de la película sólo por decirnos que Rozsa fue un mercenario químicamente puro y que bien merecido tiene un lugar en el infierno. El modelo más acabado de este inédito periodismo mercenario y separatista que está tomando cuerpo en Bolivia, es aquel que “maneja” en Santa Cruz el ex socialista Cayetano Llobet, empleado del empresario croata Branco Marinkovic, quien hace pocos días se compró todas las acciones del periódico El Día, cuyas páginas bañadas de frivolidad se imprimen ahora con las pólvoras empaquetadas del Comando OpSic del Pentágono. Y La Razón no se queda atrás. Ni qué decir de las grandes cadenas televisivas cuyos propietarios son aquellos latifundistas orientales que creen que el saneamiento de tierras y su distribución a los desposeídos del país es un “acto terrorista”. La estrategia básica del genuino terrorista consiste en acusar de terroristas a sus propias víctimas. Fue algo elemental durante los sombríos días del Plan Cóndor. Y cuando el periodismo se presta a ese juego vil, significa que algo está fallando en las conciencias de estos colegas que deben estar aguardando, ansiosos, la próxima invitacioncita de USIS para viajar a EE.UU. INCONSTITUCIONALIDAD DEL FUERO MILITAR EN MÉXICO ARNALDO CÓRDOVA No hace falta recordar lo que fue en México el fuero castrense en el pasado para darse cuenta de que, en los términos en que hoy se define en la legislación militar, sigue siendo, en mucho, un orden de privilegio para los integrantes de nuestras fuerzas armadas por el simple hecho de que, en lo referente a la justicia militar, los pone por encima de la justicia constitucional y del mismo derecho común que de ella deriva. El fuero, hoy en día, significa esfera de competencia jurisdiccional, pero la acepción del fuero militar implica que, tratándose de la comisión de delitos, en general, los militares sólo son juzgados por sus tribunales. A ello contribuye la imprecisión del artículo 13 de la Constitución que, estableciendo que el fuero de guerra vale sólo para delitos y faltas contra la disciplina militar, luego impone que su jurisdicción no puede extenderse sobre personas que no pertenezcan al Ejército, sin precisar de nuevo que, eso, sólo en caso de delitos y faltas contra la disciplina militar. En la legislación derivada y, en especial, en el Código de Justifica Militar, artículo 57, fracción II, se dice que son delitos contra la disciplina militar “los del orden común o federal” cometidos por militares. En el derecho penal internacional es algo que resulta inadmisible. En estricto derecho, si un miembro de las fuerzas armadas comete un delito tipificado en la legislación común o federal, como se usa decir, debería ser juzgado por un tribunal del orden común o del federal y no por un juez militar. A ello se atiene el principio del “juez natural”, el que es designado para juzgar de una materia en especial y, en el derecho penal, de un cierto tipo de delitos o contravenciones en igualdad de circunstancias para todos los ciudadanos, incluidos los militares. Estos no pueden evadir la justicia del derecho establecido, para ser juzgados aparte y por sus pares, porque eso constituye ya un privilegio indebido y contrario a la Carta Magna. Los militares mexicanos y, entre ellos, sus muy limitados juristas, han impuesto la idea, absolutamente contraria a la justicia, de que cualquier acción delictiva que se comete estando en servicio activo es una falta a la disciplina militar, trátese de lo que se define como delitos estrictamente militares, como mostrar cobardía ante el enemigo o desobediencia al mando o, también, de ilícitos como el homicidio, el robo, la violación y todo lo demás, con lo que se excluye a los militares de la acción del juez natural y, encima, se violan los derechos humanos de los propios militares. Ha sido ampliamente documentado por multitud de organismos y asociaciones dedicados a la defensa de los derechos humanos cómo los jueces militares en nuestro país no deciden en verdad sobre la materia delictiva, sino más bien y por lo general sobre la materia disciplinaria. El soldado o el marino que cometen homicidio, por ejemplo, casi nunca son vistos como presuntos homicidas, sino como infractores del código interno de conducta, con lo que, también por lo general, son exculpados de sus fechorías y reciben solo puniciones disciplinarias. Entre las decenas de miles de ilícitos cometidos por los militares casi se pueden contar con los dedos de una mano los que han sido sancionados. En una obrita que publicó en 1948, el general y abogado Octavio Béjar Vázquez, y comentando la comisión de delitos bajo órdenes superiores, escribía: “… la ley represiva marcial considera al delincuente por obediencia como simple cómplice y no como autor, en el más desfavorable de los casos, es decir, cuando el inferior advierte que el cumplimiento de la orden implica la comisión de un delito, en el concepto de que las órdenes del superior se presumen legales; por eso aconsejan los tratadistas norteamericanos que la conducta más segura y sabia a seguir por el subordinado es la de obedecer la orden y examinar su legalidad después” (Autonomía del derecho militar, Stylo, 1948, p. 50). Los nazis justificaron sus crímenes de guerra y contra la humanidad con el mismo argumento. Nadie puede desconocer que las faltas a la disciplina militar deben ser sometidas a proceso y, en su caso, a punición. Aun con su imprecisión, ya señalada, es justo lo que mandata nuestro artículo 13 constitucional. Pero en el derecho internacional se ha extendido e impuesto la opinión de que los militares que cometan delitos del orden común deben ser juzgados y sentenciados por los llamados jueces naturales, vale decir, aquellos juzgadores que por ley deben examinar y decir el derecho en esos casos. No puede seguirse admitiendo en nuestro país, por el bien de la causa de los derechos humanos, de la justicia y también de la democracia, que nuestros militares se sigan escudando en un fuero tan mal concebido y peor interpretado que los pone, prácticamente, por encima de la legalidad, la justicia y la misma Constitución. Tampoco se puede seguir admitiendo que las atrocidades cometidas por miembros de las fuerzas armadas sean cosa de rutina porque se llevan a cabo en “estado de guerra” y en “zonas de guerra”. También en el derecho internacional se ha abierto camino la convicción de que los delitos deben juzgarse como tales, incluso en esas circunstancias, y no verse como simple cumplimiento del deber por órdenes superiores. La responsabilidad penal debe ser juzgada por los tribunales penales establecidos para el efecto por la Constitución y por las leyes y no porque un militar alegue un estado de excepción en su caso que resulta en un privilegio ilegal y anticonstitucional para evadir la justicia y en la virtual y muy aceptada impunidad del delito y de la violencia contra la sociedad y su pueblo. Menos se puede aceptar que los órganos del Estado como el Poder Ejecutivo o la Comisión Nacional de los Derechos Humanos salgan en defensa de delitos inauditos como la violación de una anciana indígena que, según eso, murió de gastritis. Ahora la Suprema Corte se ha decidido, finalmente, a atraer un caso de violaciones de la legalidad y de los derechos humanos por militares en Sinaloa. Se trata del asesinato de cuatro jóvenes a manos de militares en una localidad de Badiraguato. Hay cinco militares consignados por homicidio y lesiones. Se trata del amparo contra leyes en revisión 989/2009 (artículo 57, fracción II, del Código de Justicia Militar), al que se acompaña un alegato de la Comisión Internacional de Juristas que deberá tomarse en cuenta. Esos militares deben ser juzgados por jueces naturales y no militares. Veremos de qué color pintan nuestros supremos juzgadores. URIBE SALE A DAR EXPLICACIONES Hernando Salazar BBC Mundo, Colombia Las tensiones con Venezuela y Ecuador por la negociación de un acuerdo militar con Estados Unidos obligaron al presidente colombiano, Álvaro Uribe, a emprender una maratónica gira por siete países de Sudamérica, que se iniciará este martes. Uribe no participará de la próxima cumbre de Unasur en Quito, Ecuador. Uribe y su canciller, Jaime Bermúdez, visitarán Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay, Chile, Perú y Uruguay "para abordar los temas del terrorismo en Colombia, sus riesgos, y los asuntos relacionados con Unasur", anunció la Presidencia de Colombia. El viaje se produce luego de que Colombia anunciara que no asistirá a la cumbre de la Unión de Naciones del Sur, Unasur, prevista para el lunes próximo en Quito, Ecuador, y después de que los presidentes de Brasil y Chile pidieran explicaciones sobre las negociaciones militares entre Bogotá y Washington. Según información a la que tuvo acceso BBC Mundo, desde el fin de semana pasado Uribe dialogó telefónicamente con los siete presidentes con los que se entrevistará. Sin embargo, aún no está confirmada la entrevista personal con el presidente boliviano, Evo Morales. Lo que se conoce de la agenda es que la primera escala será este martes en Perú. El miércoles visitará Chile y Paraguay. El jueves Uruguay, Argentina y Brasil. Si el encuentro con Morales se confirma, sería también el jueves. Según un comunicado de la casa de gobierno de Colombia "la gira será prudente en declaraciones a la opinión pública. Será una gira muda". Tras la revelación En las últimas dos semanas ha subido considerablemente la tensión con Ecuador y Venezuela, después de que Bogotá reveló que está negociando un acuerdo militar con EE.UU. que le permitirá a Washington trasladar a Colombia parte de las operaciones de la base ecuatoriana de Manta. Mientras desde Ecuador se hacía monitoreo contra el narcotráfico en la región andina, ahora desde tres o cuatro bases colombianas también habrá control al "terrorismo". Uribe tendrá que hacer claridad sobre el acuerdo con Estados Unidos durante su gira. Eso es bueno. Además, debe contarles a los colombianos todo lo que se está acordando Laura Gil, analista internacional Analistas internacionales consultados por BBC Mundo, como Laura Gil, consideran que es muy preocupante que, además de las tensiones con Venezuela y Ecuador, ahora Brasil, con quien Colombia ha tenido muy buenas relaciones, también pida explicaciones. "Uribe tendrá que hacer claridad sobre el acuerdo con Estados Unidos durante su gira. Eso es bueno. Además, debe contarles a los colombianos todo lo que se está acordando", dijo Gil. Por su parte, la profesora Sandra Borda, de la Universidad de los Andes, señala que "es apenas lógico que los países de Suramérica estén pidiendo explicaciones, si se tienen en cuenta los antecedentes intervencionistas de EE.UU. en la región". Borda, experta en las relaciones con EE.UU., estima que la gira demuestra que Colombia quiere reconstruir "lazos diplomáticos deteriorados" con algunos de sus vecinos. El viaje de Uribe se inicia dos días después de que el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, dijera a medios colombianos que si se repite una acción militar de Colombia en su territorio, como la de marzo de 2008 cuando se abatió a Raúl Reyes, habrá una guerra. Para Gil, lo preocupante de las declaraciones de Correa fue "el tono, que no solo era antiuribista, sino anticolombiano". "SI SE PERMITE ESTE GOLPE VAMOS A RETROCEDER A LAS ÉPOCAS CRUENTAS EN AMÉRICA LATINA". ENTREVISTA AL LÍDER INDÍGENA HONDUREÑO SALVADOR ZÚÑIGA TORTILLA CON SAL (especial para ARGENPRESS.info) El 29 de julio TORTILLA CON SAL logró hablar con Salvador Zúñiga, veterano líder de los pueblos indígenas de Honduras, sobre la situación en su país en éste momento. Zúñiga, quien actualmente se encuentra en uno de los campamentos de hondureños refugiados en el departamento de Nueva Segovia, cuenta sobre la represión militar que sufrió el grupo de 300 con que viajó hacia la frontera nicaragüense para encontrarse con el Presidente Manuel Zelaya la semana pasada. También habla sobre el peligro de que la actual situación en Honduras tenga fuertes repercusiones no solo en la región centroamericana sino en toda América Latina. * * * Tortilla con Sal: Estamos con Salvador Zúñiga. ¿Cómo se llama la organización con que trabaja? Salvador Zúñiga: COPINH (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras). ... (Con respeto a la situación en Honduras) se está haciendo una guerra contra un pueblo desarmado, contra un pueblo que lo único que hace es reclamar, que se reinstale al presidente por el cuál votamos para cuatro años. En esta guerra hay encarcelamientos. Han llegado a encarcelar diariamente hasta trescientas personas. En El Paraíso ya no cabían en la bartolina de la policía y llevaron hasta el estadio a la gente. Han asesinado gente, así como los escuadrones de la muerte, que después que van a la manifestación los secuestran, y luego los matan torturados, los desgollan, y los van a tirar a la par de la movilización. Eso fue el caso de Pedro Magdiel. Que de esa manera lo capturaron. Vemos al ejército disparar contra una manifestación produciendo un montón de heridos, y luego hay un muerto, y dice el Procurador de lo Derechos Humanos, el golpista Ramón Custodio López, que eran balas de goma las que disparaban. Y se ha comprobado que son balas de fusil M‐16. En todo el país hay una persecución. Ellos (los golpistas) siempre han violado la constitución de la República de Honduras. La violaron cuando hubo la presencia de la contrarevolución (nicaragüense) en Honduras, la presencia de las tropas norteamericanas, cuando desaparecieron gente en los 80s, todo estos hechos son violaciones a la constitución. Dice la constitución que no deben de haber clases privilegiados en Honduras, y sin embargo, estos grupos fácticos, poderosos, se están adueñando de los ríos para hacer represas, vender la energía eléctrica y beneficiarse. Tienen un subsidio anual de parte del Estado de 20,000 millones de lempiras. Los ricos, los grupos fácticos, los poderosos que mandan. Han violado la constitución cuando nos pusieron un presidente panameño, que lo impusieron, era Ricardo Maduro. Eso fue una violación a la constitución de la República. Y sencillamente por una consulta popular que estaba implementando el Presidente de la República Manuel Zelaya, que no era una consulta vinculante, sino que era para saber la opinión de los hondureños, para saber si estaba o no estaba de acuerdo con que en las elecciónes de noviembre se instalara una cuarta urna. Hay una urna donde se depositan los votos para alcaldes, otra para los diputados, otra para el presidente, y esa cuarta urna era para depositar la respuesta a una pregunta que diría ‐ "¿está Usted de acuerdo con que se convoque a una asamblea nacional constituyente?" Sí o no. En el sistema democrático republicano la soberanía no es del rey, ni es de la reina, porque no hay rey ni reina. En el sistema democrático no es un Estado autocrático que sea el representante, entre comillas, de Dios, que se supone que es el santo papa, o algo así, el que gobierna la soberanía. La soberanía, dice nuestra constitución, es del pueblo. Y entonces ¿por qué un Golpe de Estado? Dicen ellos que fue porque Mel quería violar la constitución de la República. Pero la constitución establece precisamente que la soberanía corresponde al pueblo. Pero también dice que entre las funciones del Presidente está cumplir y hacer cumplir la constitución de la República y los convenios internacionales. Y hay convenios internacionales que establecen que nosotros, el pueblo, tenemos el derecho a la expresión. Entonces sencillamente era una pregunta, una consulta, y se desató una persecución tremenda. Nosotros, para venir a recibir al Presidente que el pueblo de Honduras eligió para cuatro años, veníamos como trescientas personas, y nos paraban en un lado, cortando el derecho a la libre movilización. Después nos quitaron los buses, y después nosotros caminando y nos estaban persiguiendo. TcS: ¿En qué punto les quitaron los buses? SZ: En la salida Tegucigalpa a la altura del desvío de Tatumbla . TcS: ¡Pero eso es mejor dicho antes de salir de Tegucigalpa! SZ: Sí. Y venimos de allá caminando, caminando, caminando. Llegamos al segundo reten que está en Zambrano, lo burlamos. Llegamos al tercero que está en Ojo de Agua, lo burlamos a pie siempre. Llegamos a otro que estaba de Las Crucitas más arriba, lo burlamos. Después otro en Arenales, ahí estaba la Primera Dama de la nación. Igual, lo burlamos, y de ahí comenzó la persecución porque nos salieron adelante. Veníamos caminando por la carretera y allí tomamos un desvío para burlarlos, porque estaban adelante, y luego comenzaron a disparar. TcS: ¿Con tiros vivos? SZ: Con tiros vivos, claro. Y entonces desde allí para acá comenzamos a caminar, no por calles, ni carretera, sino por la plena montaña. Cuando veníamos saliendo ya no nos vieron, los perdimos. En el camino ya no nos seguían por tierra, sino que comenzaron los Tucanes, los aviones de guerra, a seguirnos. Son aviones de guerra, para matar. Luego en medio del monte, todos lastimados, gente golpeada. En el camino salimos de un pueblo que se llama San Matias, que es de El Paraíso. Ahí mismo la Policía, al ver que estábamos llegando, porque había gente que decía "allí están ... " TcS: ¿Orejas? SZ: Sí, orejas de la Policía. Entonces tuvimos que agarrar río abajo, río abajo para llegar a una aldea que se llama Santa Rosa. Pero mire, es un camino que en verdad, compañera, terrible, de noche, sin luz. Y llegamos a Santa Rosa, y allí comenzó otra vez la persecución porque otra vez nos volvieron a denunciar. Entonces tuvimos que salir hasta llegar otra vez a El Paraíso. En El Paraíso fuimos a apoyar la toma (de la carretera) que estaba, para que con toda la gente allí nos diéramos calor. Allí estuvimos durmiendo una noche. Luego el siguiente día hicimos la maniobra para trasladarnos aquí a Nicaragua. Y entonces, setenta agarraron para un lado, y los otros para otro. A los setenta los cercó el ejército, fusil en mano, ¿me entiende? Los agarraron y los llevaron a las bartolinas del ejército en El Paraíso. Luego los metieron en furgones cerrados, y les metieron llaves, y los mandaron para Tegucigalpa. Se habían quedado otros compañeros en la toma, el siguiente día los cercaron también, los agarraron y los metieron a furgones también, y los llevaron para San Pedro Sula. Hubo gente que iba casi ahogándose. Casi ahogándose, una cosa terrible y descabellada. Es decir, no era una columna armada, la gente no llevaba pero ni un cuchillo para partir monte, y un ejército encima, solo por venir a recibir al Presidente y protestar contra un golpe de estado. Tuvimos que pasar otra vez por montaña hasta que venimos aquí a Nicaragua, y de aquí pues, ver como ayudar a que retorne el Presidente a Honduras. Pero lo que está pasando en el país es una cosa increíble. Retrocedimos treinta años. Nosotros pensamos que lo de los golpes de estado ya era una cosa desfasada. Mucho menos pensar en que se iba a utilizar una fuerza armada, con todas sus armas, con sus aviones, para reprimir a una población. Es una cosa insensato. Pero si Usted va allí no masito, ya están las postas del ejército, y esto está pasando en todo el país. En todo el país, gente que la desaparecen, la agarran, la capturan y la desaparecen, no vuelven. Hay una cantidad de gente que en San Pedro Sula, desaparecieron a dos muchachos del Partido de Unificación Democrática y del Bloque Popular. Y hay gente que anda así con tiros, con raspones, porque en la calle es así, que lo rozaron, y lo dejaron. Entonces uno dice ‐ ¿qué es esto? No es posible. Por una transformación democrática. Y ellos (los golpistas) dicen que esto es comunismo, que va a venir Chávez. ¡Mentiras! ¡Mentiras! Es un pretexto para reprimir. Pero no se imagina lo que hemos vivido. Y mire, ahora aquí estamos y estamos contentos porque estamos bajo techos y dormimos. En el monte encima del charco, con lluvia y todo eso. Y eso no solo fue un asunto de nosotros, que finalmente después de haber salido trescientos, solo pudimos llegar aquí como cuarenta personas. La mayoría de la gente quedó detenida. Hoy mismo detuvieron a otros doce, diez de los garífuna que venían con sus tambores, y dos de COPINH. Pero ¿qué es esto? dice uno. Una cosa descabellada. Un estado prácticamente de guerra. El estado de sitio no es de séis a séis, como era en El Salvador para la guerra, de séis de la tarde hasta séis de la mañana. En Honduras el estado de sitio es continuo. Yo me zafé de la columna, del grupito que veníamos, varias veces para ir a comprar comida, y la gente con aquel miedo, con aquel susto. No le permiten ir a El Paraíso a comprar porque han impuesto un toque de queda criminal, de día y de noche. La gente puede ser detenida en Tegucigalpa, en cualquier lugar. Habían dos muertos anteayer durante una partida de fútbol. Estaban los de Motagua jugando contra los de Olimpia, que son los dos equipos más famosos de Honduras. Entonces cuando salieron estaba la Policía allí y la gente se indignó, se les vino encima lo tenso del golpe de estado y comenzaron a gritarle "fuera golpistas, fuera golpistas." La Policía comenzaron a disparar, y hubieron dos muertes, jóvenes, con toda una vida por adelante. Uno dice ‐ ¿cómo está nuestro país? En unas circunstancias tan difíciles. Estamos en que, se perdió completamente todo. Retrocedimos años y años, años y años. En este sentido nosotros, pues, tenemos un panorama muy oscuro porque, aunque el Presidente se restituya, nosotros no quisiéramos que las negociaciones permitiera una impunidad, que se fuera a permitir una amnistía para crímenes en contra de civiles. Es diferente cuando son delitos de carácter político, pero crímenes como éstos, disparar en contra de gente desarmada. Y en esto, sin duda, hay una gran intervención de la ultra derecha venezolana que fue la que comenzó a trabajar el golpe de estado ‐ Robert Carmona con Otto Reich para convertir a Honduras en lo que casi siempre le ha dado ‐ el papel de una base del terrorismo para agredir los procesos democráticos. Esto es un golpe de estado no solo contra Honduras, es un golpe de estado contra el región centroamericana y en contra de América Latina. Si se permite este golpe de Estado, puede ser que sigue Guatemala, puede ser que sigue El Salvador. Y entonces otra vez los ejércitos, las fuerzas armadas van a comenzar a tomar decisiones de beligerancia deliberantes en América Latina. Y vamos a retroceder a la época de guerrillas también. A las épocas cruentas. Nosotros en Honduras estamos haciendo todo lo posible para derrotar la dictadura sin llegar a utilizar ni una arma, ni un cortauña. Y aunque sea iluso pensar que sí se puede, que con las ideas, que con la movilización, que con la resistencia cívica podemos derrotarlos, sería muy triste si esto fracasara y se llegara a un nivel de confrontación armada. Es un escenario que está muy próximo, el escenario de la guerra civil, un escenario que desgraciadamente siempre lo sufre más la gente pobre, niños, niñas, y todos. Ojalá que no se vaya a dar. Sin embargo la comunidad internacional también tiene que jugar su papel. Nuestro pueblo ahorita se bate en una lucha desigual, en una lucha que es desarmados contra armados. De gente no violenta contra gente muy violenta. Hay un personaje oscuro en la historia del país que se llama Billy Joya Méndola. Él con Alexander Hérnandez y otra gente, Juán Evangelista López fueron de los que desaparecieron gente. En este gobierno ya lo tienen a Billy Joya de ministro asesor en materia de seguridad. Él es que está haciendo la guerra sucia de las torturas, de los desaparecidos. Y ahorita ¿quién está al otro lado dirigiendo la operación? El Tigre Bonilla (Coronel Arturo Corrales). Uno de los personajes terribles. También era de los escuadrones de la muerte. ¡Es increíble! Imagínese, vaya, en El Salvador, por ejemplo, la confrontación fue armada. El pueblo tuvo que armarse y tuvo que luchar. Pero en Honduras el pueblo está desarmado completamente. Y la gente está luchando, se está moviendo todos los días. No hay un día que no ha habido una acción de resistencia desde el 28 de junio. Todos los días, a pesar de lo que han querido. Pero simplemente cuando veníamos para acá, cuando nos juntamos en la salida sur, en Plaza Villas del Sol, estábamos allí con banderas y todo, ya que veníamos para acá, y había aviones de combate encima de la manifestación. Y uno dice ‐ ¿será que piensan utilizarlos? Pero el simple hecho de que sobrevuelan para hacer guerra psicológica. Ahora la gente está con miedo, está temerosa allá en Danlí. Ahora la gente con solo verlos se pone a temblar. ¡Cuídense! dicen. La gente está en una situación difícil. Cuando va a las manifestaciones, ahí está activa y toda. Pero cuando ya está sola entre en una situación de pánico.... (Sobre la situación de los soldados) ... hay un montón de soldados que se están enfermando, y también no les han pagado el mes de junio, y los tienen sin darles fin de semana. La operación psicológica que están haciendo incluye una dosis de pastillas que les dan a los soldados. Esta pastilla les pone los ojos rojos y les aumenta la agresividad. Luego sacan un polvera que tienen en los piquetes, así atravesados, un polvo que es como de bomba lacrimógena, y se lo andan pasando así, y los hace llorar a ellos. Y después de esto ellos tienen que hacer maniobras y ejercicios. Pero no están comiendo bien. Esa pastilla que les dan les calma el hambre. Hay muchos muchachos del ejército que están, o sea los tienen en un situación de guerra contra un enemigo que es el pueblo, y hay muchos que se quieren ir. Es algo que no tiene sentido librar una guerra contra gente civil desarmada, a los cuáles les obligan disparar. En el estadio, que decía Ramón Custodia que eran balas de goma, esos eran balas vivas, 5.56, de M‐16. Entonces la situación de los militares es ... es un abuso de los derechos humanos de ellos mismos, porque mantenerlos en estado drogado todo el tiempo para no llevarles comida es una cosa tremenda. Y ayer a la zona, vino Billy Joya, vino a hacer un levantamiento de la situación operativa y a preparar las operaciones de represión a la población. A la propia Doña Xiomara (de Zelaya) un soldado le puso la pistola cuando estaba en un reten. Cosas increíbles LA COLOMBIANIZACIÓN DE MÉXICO Libardo Hernández (ELN) El Padre Javier Giraldo, destacado investigador y defensor de derechos humanos, en su libro Colombia, esta democracia genocida (1.994), describe un funesto capítulo de la guerra contra las drogas de nuestro país. Relata el padre Giraldo como en enero de 1.993, después de haber estallado un coche bomba en el centro de Bogotá causando 20 muertos, la noticia, que atribuyó los hechos al narco, recorrió el país y el mundo a través de los medios nacionales y las agencias internacionales. En ese mismo mes, se registraron 135 homicidios y 16 desapariciones forzadas por motivos políticos. Pero estos pasaron absolutamente desapercibidos por los medios de comunicación: "...mientras aquel crimen del narcotráfico que destruyó 20 vidas humanas fue amplia e inmediatamente conocido en todo el mundo, las 130 víctimas de agentes del Estado o del para‐Estado fueron ignoradas por los sistemas de información mundial: no existieron." (Giraldo, 1.994). A finales de los 80 y durante la totalidad de los 90, se aprovechó la guerra contra el narco para lograr tres cometidos: 1) ocultar acciones de terrorismo de Estado; 2) crear un pretexto idóneo para dar inicio a un nuevo proyecto de intervención político‐
militar por parte de los EEUU, e 3) inaugurar un nuevo capítulo de la militarización de la sociedad. Éste es el verdadero peligro que corre México al estrenar su propia versión de la guerra contra el narco. Al igual que en la Colombia de los 80s y 90s, el México de hoy experimenta un doble proceso de creciente violencia relacionada con la guerra contra el narco: 1) una marcada militarización de la sociedad y 2) la conformación de un estado autoritario. Sumado a ello, la guerra contra el narco se utiliza por el imperialismo norteamericano como un pretexto idóneo para profundizar su injerencia e intervención en esa nación soberana. El fenómeno de la colombianización de México se está consolidando a través del estrechamiento de la relaciones con el imperialismo yanqui a igual que con la clase dirigente colombiana. Estos acercamientos México‐EEUU, México‐Colombia apuntan al establecimiento de un eje de contención de los procesos de transformación en camino en Nuestra América y van tejiendo una institucionalidad de la refundación neoconservadora que impulsa el imperialismo norteamericano, cuyo objeto fundamental es el de recuperar su hegemonía erosionada. El Plan Puebla Panamá, el ASPAN, la Iniciativa Mérida, el Plan Colombia/Patriota, la Seguridad Democrática y el TLC de América del Norte son los pilares de este tejido contrarrevolucionario. Los inicios La llamada colombianización de México inició con el periodo presidencial de Vicente Fox Quesada (2000‐2006) cuando éste visitó Colombia y se reunió con el entonces presidente Andrés Pastrana para crear el Grupo de Alto Nivel de Seguridad y Justicia México‐
Colombia (GANSJ). No obstante, la emulación práctica y concreta del modelo colombiano despegó bajo Felipe Calderón Hinojosa, quien asumió la presidencia en 2006 gracias a elecciones fraudulentas, arrebatándole la presidencia al candidato de centro‐izquierda, Andrés Manuel López Obrador. Como plantea el investigador y periodista mexicano, Carlos Fazio: "la experiencia del Plan Colombia ubica a ese país sudamericano como un laboratorio reproducible y exportable" y es precisamente así como lo contempla el actual gobierno mexicano. Por ello, y bajo el mando Felipe Calderón, el Estado mexicano empieza paulatinamente a reproducir la táctica del modelo de control social y represión que se ha aplicado en Colombia desde hace más de cuatro décadas: militarización de las ciudades y del campo, reformas judiciales que coartan libertades ciudadanas en nombre de la "seguridad nacional" y la negociación de un plan de "ayuda" militar con los Estados Unidos llamado La Iniciativa Mérida, mejor conocida como el Plan México, que no es otra cosa que la versión mexicana del Plan Colombia, un paquete de asistencia militar de 1,6 mil millones de dólares para ser aplicados en un periodo de tres años, para "combatir el narcotráfico y el crimen organizado." El Plan México fue suscrito en junio del 2008, bajo el mando de la administración Bush, e igual como sucedió con el Plan Colombia, se inauguró una nueva etapa de militarización de la sociedad mexicana y se creó una puerta institucional para facilitar la intervención directa de EEUU en México. Sobre este punto vemos como la línea que distingue la administración de Barack Obama a la de su predecesor, George Bush, se vuelve borrosa y tenue; así nos recuerdan que imperialismo es imperialismo, venga con sabor republicano o con sabor demócrata. Desde entonces, y en especial a partir que Obama asume la presidencia, el nivel de cooperación entre México y EEUU ha ido en aumento de manera escalofriante. De inicios del 2009 hasta el presente, se evidencia ve una secuencia de acontecimientos que develan las ambiciones imperiales de EEUU en México: 1) En enero del 2009, cuando el imperio aun estaba en manos de la administración saliente de Bush, su asesor de seguridad nacional, Stephen Hadley afirmó que "las drogas amenazan la democracia en México", utilizando la terminología "terrorismo" y "narcoterrorismo". Acto seguido, reiteró "la voluntad del gobierno norteamericano de dar a las autoridades mexicanas todos los recursos para enfrentar más eficazmente el problema" y sugerirle al presidente mexicano Felipe Calderón que tome como ejemplo la experiencia de Colombia como posibilidad para el triunfo contra la violencia. 2) En los primeros días de marzo 2009, ya con Barack Obama al mando del imperio estadounidense, Dennis Blair, director de la llamada Inteligencia Nacional de Estados Unidos, se refirió a México como un Estado fallido. Ante el Senado estadounidense pronunció que "la influencia corruptora y la creciente violencia de los cárteles mexicanos de la droga impiden a la capital (mexicana) gobernar en partes de su territorio". El destacado intelectual norteamericano Noam Chomsky nos recuerda que el concepto de Estado fallido ha sido reiteradamente utilizado por los Estados Unidos para justificar intervenciones. Ese concepto ‐ repetido ante los medios masivos de comunicación ‐ producen tres efectos en la conciencia colectiva de una sociedad: 1) deslegitiman a un dado gobierno ante los ojos del mundo, 2) crean una excusa para intervenir de una manera más directa en los procesos internos del ya deslegitimado país, y; 3) crean la idea ante la opinión pública mundial de que tal o cual país no puede vivir sin ayuda e inmediatamente el país interventor se ofrece para brindarla. 3) Poco días después de las declaraciones de Denis Blair, Michael Mullen, el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos y el militar con más alto rango en la administración de Barack Obama, visitó México con el fin de promover la "acciones mancomunadas" entre las fuerzas armadas mexicanas y estadounidenses en la lucha contra el narcotráfico, a la vez que insistió en que México debería adoptar el modelo del Plan Colombia. 4) A finales de marzo 2009 México fue visitado por la Secretaria de Estado, Hillary Clinton para asegurar que "Estados Unidos comparte la responsabilidad con México para enfrentar a los cárteles de las drogas que han incrementado su nivel de violencia." 5) Justo antes de partir para la Cumbre de las Américas en abril del 2009, el presidente Barack Obama hizo escala en México con el fin de elogiar los esfuerzos del presidente mexicano Felipe Calderón en su lucha contra el narco, México y EEUU serán socios de una amplia estrategia en la lucha contra el narcotráfico, reivindicando las virtudes del Plan México. Obama llegó a México acompañado de Janet Napolitano, la Secretaria de Seguridad Nacional, quien tuvo el encargo de negociar la "vigilancia" (léase militarización) de la frontera México‐EE.UU. 6) Finalmente, durante los meses de marzo y abril de 2009, los medios masivos de EEUU repiten casi al unísono la consigna de que "la guerra ya no está en Irak; está en la frontera", y no se referían a la frontera con Canadá. En resumen, bajo la administración Bush, se dio la creación de un nuevo instrumento de intervención imperialista en México ‐el Plan México (Iniciativa Mérida)‐ pero es bajo la administración de Obama que se crean las condiciones para poner ese instrumento en marcha. Paralelamente en nuestro pais, fue bajo el periodo presidencial de Andrés Pastrana que se negocia el Plan Colombia pero bajo el mandato de Álvaro Uribe Vélez que se desarrolla plenamente junto con el programa de "Seguridad Democrática". Lazos entre clases dominantes Aunado al nuevo acercamiento entre México y EEUU, se ha venido evidenciando un creciente pacto entre las clases dominantes de Colombia y México que se remonta al año 2001 y se creó al Grupo de Alto Nivel de Seguridad y Justicia México‐Colombia (GANSJ) cuyo fin es el de "coordinar acciones de inteligencia y colaboración judicial en la lucha contra la delincuencia organizada y el narcotráfico, el combate al terrorismo y a los grupos armados ilegales" entre los dos países. Durante el sexenio presidencial de Vicente Fox el GANSJ tuvo poco actividad pero bajo Felipe Calderón adquirió nuevo dinamismo. De hecho, en el 2007, se realizaron cuatro reuniones en materia de seguridad México‐Colombia, y el 2008 se realizó la III Reunión del GANSJ. Luego, a finales de mayo 2009 Felipe Calderón viajó a Medellín para asistir a un particular cónclave antiterrorista, el V Congreso Internacional sobre Víctimas del Terrorismo, junto con los príncipes de Asturias, Felipe de Borbón y Letizia Ortíz, José María Anzar y, por supuesto, Álvaro Uribe Vélez. En ese encuentro selecto de las derechas más recalcitrantes del mundo, continuaron en la consolidación de los pactos entre las clases dirigentes de México y Colombia. Igualmente, cabe destacar el hecho que Enrique Peña Nieto, el gobernador del Estado de México (centro del país) por parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI), visitó Colombia a finales de octubre 2008, donde se reunió con Álvaro Uribe y el ministro de defensa, Juan Manuel Santos. El propósito de la visita, en las palabras mismas de Peña Nieto, fue el de conocer los "instrumentos que han sido eficaces en el combate de la inseguridad por este Gobierno," relató Peña Nieto. Con ese fin se pactó una serie de capacitaciones que dará el gobierno colombiano las fuerzas policiacas del Estado de México. Seis meses más tarde, en marzo del 2009, una delegación de altos oficiales de la Policía Nacional de Colombia visitó el gobernador Peña Nieto en su Estado con el objetivo de consolidar el acuerdo de colaboración en materia de seguridad. Lo interesante de este dato es que Enrique Peña Nieto está siendo promovido por la clase dominante de México ‐y en especial por los grandes consorcios televisivos (Televisa, TV‐
Azteca)‐ como el candidato presidencial para las elecciones del 2012. Uno de los más emblemáticos resultados de este ejercicio de cooperación bilateral en materia de autoritarismo es la Reforma judicial que México llevó a cabo en el 2008. Esta Reforma, inspirada por la Ley de Conmoción Interior y el Estatuto antiterrorista de Colombia, le otorga nuevas facultades al poder judicial y a la fuerza pública, como la detención sin presentación de cargos (prisión preventiva), la negación de libertad condicional, la aplicación discrecional de cateos, allanamientos, e intervención de comunicaciones por parte de las corporaciones policiacas. Cualquier parecido con la realidad colombiana no es mera casualidad. La reciente captura ilegal del académico colombiano Miguel Ángel Beltrán por parte de las autoridades mexicanas y su deportación a Colombia es otra clara muestra de la colaboración bilateral. Si bien en su honorable pasado, México fue reconocido como el país que le brindaba refugio a los perseguidos y rebeldes de Nuestra América, hoy juega un papel opuesto al hacerle juego a un descarado montaje orquestado por el gobierno de Álvaro Uribe, cuyo único fin es silenciar las voces críticas a su régimen y fortalecer su campaña de reelección. No obstante lo anterior, la más significativa alianza entre México y Colombia se dio en julio del 2006 cuando este último ingresó como miembro de pleno derecho en el Plan Puebla Panamá (PPP), que fue rebautizado como Proyecto Mesoamericano. El Proyecto Mesoamericano es un mega‐proyecto geoestratégico neoliberal diseñado para aumentar la explotación del trabajo, extraer recursos y riquezas y mover mercancías con más agilidad gracias a nuevas redes viales, energéticas y corredores de maquilas. Este pacto no solamente significa que Colombia puede sumar su vasta riqueza de recursos naturales y energéticos al proyecto de mega‐explotación sino que le añadió su primer componente militar: el Plan Colombia. Dos años después, al surgir el Plan México, el Proyecto Mesoamericano cuenta con un segundo polo militar y de esa manera, la consoliidación del bloque contrainsurgente contintental toma un salto cualitativo. El rompecabezas de la dominación El telón de fondo del acercamiento entre México y Colombia, es el papel regional y continental que ambos países juegan dentro de la actual disputa hegemónica que se lleva a cabo. Frente al proyecto de unidad y refundación latinoamericana que protagonizan los pueblos y los nuevos gobiernos populares de Nuestra América, el imperialismo norteamericano impulsa su propio proyecto de recomposición hegemónica y refundación neoconservadora, del cual México y Colombia son las dos fichas claves. Es evidente que la crisis sistémica por la cual transita el capitalismo norteamericano no puede ser resuelta a mediano o largo plazo sin la reconquista de aquella hegemonía, de la que ha gozado durante más de un siglo y que le garantiza fácil acceso a los recursos naturales, el control de los mercados nacionales y una fuerza de trabajo barata y disciplinada. No olvidemos nunca que América Latina ha sido siempre el espacio vital de hegemonía norteamericana y es por ello que los EEUU han venido impulsando marco‐proyectos como el Plan Puebla Panamá (ahora Proyecto Mesoamericano), el ASPAN y el la Iniciativa Mérida (Plan México). Afortunadamente, las tendencias de los gobiernos y de las clases dominantes de Colombia y México no reflejan el sentir de sus pueblos. Pero si bien las burguesías de ambos países se han venido acercando, es igualmente cierto que existe una peligrosa distancia entre sus sujetos populares y sociales. Es menester de todos los revolucionarios y progresistas de México y Colombia tender puentes entre las luchas sociales y populares de sus países, visibilizar los modelos de agresión y articular las estrategias de resistencia y transformación. Solo así se podrá subvertir la consolidación del nuevo bloque contrainsurgente y contrarrevolucionario que edifica el imperialismo estadounidense. WILLIAM CASTILLO ADVIERTE SOBRE "PERIODISMO DEL TERROR" EN LA OPOSICIÓN GRABACIÓN REVELA QUE ASESOR DE EL NACIONAL RECONOCE MENTIRAS Y TERGIVERSACIÓN DE SUS TITULARES Por: VTV Fecha de publicación: 04/08/09 3 de agosto de 2009.‐ Este lunes fue difundida la grabación donde Arnaldo Gabaldón, asesor del Diario El Nacional, anunció al dirigente opositor Leopoldo López, que renunciaría a esta responsabilidad si el periódico que dirige Miguel Enrique Otero no corrige la "torpeza" de publicar titulares evidentemente falsos, a pesar de sus recomendaciones para disimular esta práctica, especialmente en lo concerniente a cifras. Gabaldón, ex ministro del MOP durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez y profesor de la Universidad Simón Bolívar, reclama ‐a un interlocutor no identificado en una cinta difundida este lunes en el programa Dando y Dando, transmitido por VTV‐ que no han sido oídas sus sugerencias para que sean creíbles las abultadas cifras estadísticas negativas, publicadas para perjudicar la actuación del Gobierno Bolivariano. En la cinta, Gabaldón reclama que uno de los titulares publicados da supuesta cuenta de que 5 millones de personas "mueren anualmente" en Venezuela en accidentes de tránsito, y 20 venezolanos fallecen diariamente en las vías. Gabaldón hace una rápida operación matemática y concluye que nadie puede creer dicha noticia. Asimismo, en otro titular sobre "600 millones de dólares se pierden en accidentes de tránsito", comentó, textualmente: "yo no sé cómo calcularon eso. Yo no lo creo". "Yo tengo un PH en matemática. Yo sé multiplicar rápido...Todo es embuste y pierden total credibilidad", le dice al amigo con quien le expresa su reclamo. Al comentar su disgusto por esta práctica, manifestó que "le saca la piedra" que crean que él deba meterse el dedo en...algún lado, y encima reírse del asunto, considerando ofensivo que forme parte de una comisión asesora del periódico siendo matemático, y además, que no le acepten sus sugerencias para que un especialista revise las cifras antes de titular las infundadas "noticias". En otra parte de la conversación, reclama que coloquen ‐en secciones especiales‐ titulares principales como "La inteligencia emocional ayuda a la vida sexual", y den cabida al término "educación" sobre noticias de este tema. El "amigo" de Gabaldón le aconseja que no se altere, que su trabajo no es ser supervisor de las torpezas del periódico de Miguel Enrique Otero, y en cualquier caso quienes "pasan pena" son los del diario. Lo invita a seguir analizando el tema en futuras oportunidades y se despide de Gabaldón. Oposición practica "Periodismo enfermo y terrorista": William Castillo, periodista y presidente de TVes, al analizar esta cinta junto a su colega Francisco "Frasso" Solórzano, conductor temporal de Dando y Dando, concluyó que la importancia de esta grabación, es la revelación de cómo se miente descaradamente y se desinforma a través de los medios de comunicación privados, por la pretensión de oponerse a un gobierno que está acabando con los groseros privilegios de quienes siempre se beneficiaron del Estado a expensas de las grandes mayorías. Dijo Castillo, que para más pena ajena, el editor de El Nacional, Miguel Henrique Otero, es matemático, y aunque hijo de un gran periodista como lo fue el gran escritor Miguel Otero Silva, no heredó la sensibilidad social ni la conciencia política de su padre, quien fuera uno de los pilares ideológicos del Partido Comunista de Venezuela. "El talento no se hereda, y si es una persona que necesita un periódico para expresarse, peor es no saber hacerlo...Miente descaradamente. Miente y desinforma", dijo Castillo. "El periodismo de hoy está enfermo....", sentenció Castillo, al concluir sobre la triste situación de la llamada "gran prensa" venezolana, mayoritariamente en manos de familias privilegiadas que desde la radio, la prensa escrita y la televisión, está en campaña permanente contra el Gobierno Bolivariano para no perder su costumbre de vida que durante tanto tiempo les permitió hacer negocios con la política nacional. "No digo que muerto, pero sí está enfermo: de vedettismo, irresponsabilidad, mentiras. Todo se ha perdido en aras de la ganancia...", dijo, considerando que estas empresas comunicacionales, como El Nacional, se convirtieron en simples firmas mercantiles al servicio de sus cuentas bancarias. Globovisión pone al servicio de Colombia el espectro radioeléctrico de Venezuela: En cuanto al tema político, dijo que "hay permanentemente una predisposición al engaño", sentenció, agregando que aún hay algo más grave y peligroso: "El periodismo del terror, para mantener a la gente en permanente angustia...´", ilustrando la idea con el uso que en Venezuela hace la televisora opositora Globovisión, con su estudiada "musiquita" para llamar la atención en forma dramática sobre cualquier acontecimiento. En este punto, Castillo destacó, especialmente, la programación de esta televisora, advirtiendo que en su afán antivenezolano y antipatriótico, difunde todos los días programas completos del vecino país, y de naciones que atacan a Venezuela, donde generalmente refuerzan la campaña de presentar al país como un Estado forajido y antidemocrático, según la visión de la derecha internacional. En el caso de Globovisión, se privilegia la difusión de noticieros y especiales colombianos donde se incentiva a los sectores de ese país, identificados con los llamados "perros de la guerra", que están interesados en enfrentar a ambas naciones. "Ojalá nos desmientan...A ver si hay un canal de Colombia que ponga media hora siquiera de un canal de televisión venezolano en su programación", retó. "Globovisión pone el espectro radioeléctrico venezolano al servicio de ese grupo político, económico y guerrerista de Colombia", acotó. Por ello, el presidente de TVes consideró, que sería una ingenuidad creer que es casual lo ocurrido este lunes, en la supuesta agresión contra la sede de Globovisión, precisamente cuando se busca generar una matriz de oposición por la democratización del espectro radioeléctrico en el área de las radioemisoras que operan ilegalmente en Venezuela. "El único propósito de esa agresión es justificar la posición de Globovisión" en su enfrentamiento contra el gobierno nacional, dijo, recordando que los responsables no son del lado revolucionario, por cuanto la conducta pública asumida por el Gobierno Bolivariano es utilizar las leyes en forma firme y pacífica, para reorganizar el espectro radioeléctrico, que es propiedad de todos los venezolanos. EL EXPANSIVO COMPLEJ O INDUSTRIAL DE LAS BIOARMAS DE EE.UU. Tom Burghardt Global Research Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens El distópico filme de ciencia ficción británico “28 Days Later” [28 días después o Exterminio] comienza con activistas por los derechos de los animales que se introducen en la Instalación de Investigación de Primates de Cambridge para liberar chimpancés utilizados en un programa secreto de armas. Aterrorizado por la intrusión, un científico advierte a los intrusos que los chimpancés están infectados por un patógeno genéticamente modificando. Ignorando su advertencia, los chimpancés son liberados de sus jaulas e inmediatamente atacan a todo el que encuentran, desatando una plaga de proporciones inimaginables. A pesar del extravagante guión (con activistas por los derechos de los animales colocados claramente en la mira) esta historia lúgubre y aleccionadora contiene un grano de verdad. Aunque bandas de zombis devoradores de carne no han invadido nuestras ciudades, hay una amenaza más sutil que aparece en el horizonte. El sexto aniversario del asesinato del experto británico en bioarmas, el doctor David Kelly el 17 de julio de 2003, destapó más que las mentiras gubernamentales que allanaron el camino para la invasión ilegal y la ocupación de Iraq; sacó a la luz el tenebroso mundo de la investigación de guerra biológica en Gran Bretaña y en EE.UU. Junto con los ataques con ántrax de 2001 en EE.UU. que asesinaron a cinco personas y expusieron a otras 10.000 a una forma armamentizada de la bacteria, la muerte de Kelly bajo circunstancias altamente cuestionables concentró la atención en el establishment occidental de bioarmas. Por un instante fugaz todos los ojos se dirigieron hacia una red internacional de investigadores médicos, especuladores corporativos y armamentistas del Pentágono ocupados como las proverbiales abejas en experimentos con letales microorganismos. Y entonces, como dicen, se apagó la luz; mientras más cuerpos se amontonaban, los casos se “cerraban” y el dinero seguía fluyendo… Un complejo expansivo bioarmamento­industria La producción de bioarmas fue aparentemente prohibida cuando EE.UU. firmó la Convención de Armas Biológicas (BWC) en 1975. Sin embargo, la ausencia de algún régimen formal de verificación limitó desde el principio, algunos dicen intencionalmente, la efectividad del tratado. Por cierto, un gigantesco agujero en el BWC permite la producción de “pequeñas cantidades” de agentes mortales “con propósitos médicos y defensivos.” Nótese, sin embargo, que no se prohíbe la producción en sí de tales agentes sino más bien, su transformación en “armas, equipos o medios de lanzamiento… con propósitos hostiles o en un conflicto armado.” Y utilizando como pretexto los ataques del 11 de septiembre y los del ántrax, EE.UU.se lanzó a un programa sistemático e insensato para expandir la investigación de la creación de sistemas prohibidos de armas. Junto con un renovado interés en esos arriesgados proyectos, ahora bautizados eufemísticamente como “biodefensa” para evitar la violación del BWC, vino un inmenso aumento en el financiamiento con la construcción de nuevas instalaciones y con la “actualización” de las antiguas. Un informe de mayo de 2009 del Servicio de Investigación del Congreso (CRS) calcula que los gastos generales del gobierno han “aumentado de 690 millones de dólares en el año fiscal 2001 a 5.400 millones de dólares en el año fiscal 2008.” Según el Centro de Control de Armas y No­Proliferación basado en Washington D.C., desde los ataques terroristas de 2001 “el gobierno de EE.UU. ha gastado o asignado cerca de 50.000 millones de dólares entre 11 departamentos y agencias federales para encarar la amenaza de armas biológicas. Para el año fiscal 2009, el gobierno de Bush propuso otros 8.970 millones de dólares en gastos relacionados con bioarmas, aproximadamente 2.500 millones más (un 39%) que la suma que el Congreso asignó para el año fiscal 2008.” El grueso de esos fondos, según el Centro, han sido destinados a la Autoridad en Investigación y Desarrollo Avanzados en Biomedicina (BARDA) del Departamento de Salud y Servicios Humanos, (31.500 millones de dólares), al Departamento de Defensa (11.800 millones), al Departamento de Seguridad Interior (3.300 millones) y al Proyecto BioEscudo (5.500 millones de dólares). Sin embargo, según numerosos estudios, es más probable que los patógenos letales se propaguen como un fuego incontrolado como resultado de un accidente de laboratorio que por un ataque por terroristas que esgriman gérmenes. Al escribir estas líneas, laboratorios con Nivel de Bioseguridad 3 (BSL­3) y Nivel de Bioseguridad 4 (BSL­4) brotan como hongos venenosos por todo EE.UU. La denominación BSL­3 significa que una instalación está equipada para manejar agentes indígenas o exóticos que puedan causar una enfermedad seria o potencialmente letal después de ser inhalados. Ejemplos de sustancias manipuladas por un laboratorio BSL­3 incluyen tuberculosis, ántrax, virus del Nilo occidental, SARS, salmonella, y fiebre amarilla. Por otra parte, un laboratorio BSL­4 manipula los patógenos más letales conocidos por la humanidad; en otras palabras agentes infecciosos transmitidos por aerosoles que causan enfermedades fatales para las que no existen tratamientos conocidos. Ejemplos de sustancias manejadas por un laboratorio BSL­3 incluyen, el virus de Marburg, el virus Ébola, la fiebre de Lassa y la fiebre hemorrágica Crimea­Congo. Investigadores del CRS informaron que “entidades no­federales también han expandido o construido laboratorios de alta contención adicionales. Aparte de la amenaza de bioterrorismo, una creciente percepción de la amenaza planteada por enfermedades emergentes y re­emergentes ha llevado a la proliferación internacional de laboratorios de alta contención, ya que las tecnologías utilizadas están ampliamente disponibles.” Sorprendentemente, el CRS no pudo determinar la cantidad exacta de laboratorios BSL­3 que operan actualmente en EE.UU. Sin embargo, el equipo investigador del Congreso dijo que “se calcula que la cantidad total de espacio BSL­4 planificado o existente en EE.UU. se ha multiplicado unas doce veces desde 2004.” Gran parte de ese trabajo, convenientemente, es subcontratado a corporaciones privadas con poca o ninguna supervisión efectiva. Entre las firmas más destacadas que han recibido la generosidad del gobierno federal para trabajo de BSL­3 y BSL­4 según CRS, están "Lovelace Respiratory Research Institute, Battelle Memorial Institute, Southern Research Institute, y otros." ¡Por cierto, gran parte puede permanecer oculto bajo la rúbrica de “información confidencial” y de “propiedad intelectual”, incluida la subcontratación de la investigación de armas secretas! Durante audiencias en 2007 ante el Subcomité sobre Supervisión e Investigaciones del Comité de Energía y Comercio del Congreso, el presidente del comité, Bart Stupak (demócrata de Michigan), dijo: Estos laboratorios BSL ­3 y ­4 son instalaciones en las que se realiza investigación con virus y bacterias altamente infecciosos que pueden causar daño corporal o muerte. Algunas de las enfermedades más exóticas y más peligrosas son manejadas en los laboratorios BSL­3 y ­4, incluyendo ántrax, fiebre aftosa y fiebre Ébola. La liberación accidental o deliberada de algunos de los agentes biológicos manejados en esos laboratorios podría tener consecuencias catastróficas. Sin embargo, como nos informa la Oficina General de Auditoría de EE UU (GAO), ni una sola agencia gubernamental tiene la responsabilidad en última instancia de asegurar la seguridad y de proteger esos laboratorios de alta contención. Sin embargo, la GAO señala que tiene lugar una considerable expansión de la cantidad de laboratorios BSL tanto en EE.UU. como en el extranjero pero que se desconoce la dimensión de esa expansión. (“Gérmenes, Virus y Secretos: la proliferación silenciosa de biolaboratorios en EE.UU.” Audiencia ante el Subcomité sobre Supervisión e Investigaciones del Comité de Energía y Comercio del Congreso, Cámara de Representantes de EE.UU. 4 de octubre de 2007, Serial No. 110­70, pp. 1­2) Las audiencias revelaron que nadie “en el gobierno federal llega a saber con seguridad cuántos de estos laboratorios existen en EE.UU., mucho menos qué investigación realizan o si son salvos y seguros.” Ni “protegidas” ni “seguras” esas instalaciones son, sin embargo, altamente lucrativas. Sólo en 2007, se informó sobre unos 100 “incidentes” de ese tipo; sin embargo, “hay indicios de que la cantidad real de incidentes podría ser mucho más elevada,” según el representante Stupak. Las líneas directivas para las informaciones son tan permisivas que patógenos peligrosos como hantavirus, SARS y la fiebre del dengue no “están en la lista de agentes seleccionados” ni se requiere que “el robo, la pérdida o la liberación de esos agentes… sea informada a funcionarios federales.” Según Edward Hammond, director del ahora difundo Proyecto Sunshine, unas 20.000 personas que trabajan en más de 400 sitios en EE.UU. realizan investigación sobre organismos que pueden ser utilizados como bioarmas. Eso representa un aumento multiplicado por diez en el empleo en semejantes instalaciones desde los ataques con ántrax de 2001. Utilizando la Ley de Libertad de la Información para obtener datos del gobierno federal, Hammond obtuvo antecedentes de una serie de comités de bioseguridad universitarios. Lo que descubrió fue inquietante para decir lo menos. Plaga, ántrax, fiebre de las Montañas Rocosas, tularemia, brucelosis y fiebre Q; son algunos de los patógenos letales que han escapado a la contención debido a malas prácticas de seguridad y que llevaron a enfermedades accidentales de trabajadores de los laboratorios. Los científicos han advertido durante años que mientras más gente manipula esas sustancias tóxicas, mayor será la probabilidad de que sucedan desgracias. Entre los incidentes más conocidos, Hammond informó sobre los siguientes: Texas A&M University: Trabajadores fueron expuestos a la fiebre Q cuando escapó a la contención; Universidad de Nuevo México: un trabajador fue pinchado por una aguja cargada con ántrax mientras a otro lo clavaron con una jeringa llena de un microbio no revelado, genéticamente modificado; Medical Center de la Universidad de Ohio: trabajadores fueron expuestos a coccidioidomicosis; Universidad de Chicago: un pinchazo con una jeringa de un trabajador de un laboratorio con una sustancia no revelada que requería fuerte contención, con gran probabilidad ántrax o plaga; Universidad de California en Berkeley: trabajadores manipularon sin contención la fiebre de las Montañas Rocosas, transmitida por el aire. Había sido etiquetada por error como “inofensiva.” Más recientemente, Global Security Newswire informó en junio que en el Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército de EE.UU. (USAMRIID) en Fort Detrick, Md., “encontraron casi 10.000 frascos más de patógenos potencialmente letales que los que se sabía que estaban almacenados en el lugar.” Afirmando que hay “múltiples niveles de seguridad,” el comandante adjunto de Ft. Detrick coronel Mark Kortepeter dijo que era “extremadamente improbable” que alguna de las muestras del centro hayan sido sacadas de contrabando. “Improbable,” pero no imposible. Entre las 9.200 muestras adicionales descubiertas durante el inventario había “agentes bacterianos que causan plaga, ántrax y tularemia; virus equina venezolana, oriental y occidental; virus de la fiebre del Valle del Rift (FVR); virus Junín; virus Ébola, y neurotoxinas botulínicas.” ¡Y hablan de una “cultura de la seguridad”! Si alguno de esos patógenos escapara o lo “desaparecieran,” podría ser transformado en un arma apocalíptica. Genes de diseño, armas de diseño En “Emerging Technologies: Genetic Engineering and Biological Weapons,” el investigador Edward Hammond describió cómo “la ingeniería genética puede contribuir de muchas maneras a programas de bioarmas ofensivas. Mediante la manipulación genética, agentes de bioguerra clásica como ser ántrax o plaga pueden ser convertidos en armas más eficientes. Las barreras de acceso a agentes como viruela, Ébola o gripe española están siendo bajadas por técnicas genéticas y genómicas.” La investigación del ADN recombinante, que ya no pertenece al campo de la ciencia ficción, está siendo explotada por emprendedores especuladores corporativos con intenciones decididamente siniestras. Hammond escribe que aunque “el acceso a virus y cepas altamente virulentos es cada vez más regulado y restringido,” cuando se trata de toxinas letales como el virus de la viruela (erradicado de los laboratorios hace más de 20 años… es sólo cuestión de tiempo antes de que se posibilite la síntesis artificial de agentes o combinaciones de agentes.” La evidencia disponible sugiere que un tal trabajo, alarmantemente, avanza a un ritmo rápido. En 2002, un equipo de investigación de la Universidad de Nueva York en Stony Brook sintetizó el poliovirus. Hammond escribe que “los investigadores construyeron el poliovirus ‘partiendo de cero’ mediante la síntesis química. Comenzando por la secuencia genética del agente, que está disponible en línea, los investigadores sintetizaron secuencias del virus en el laboratorio y pidieron otras secuencias de ADN hechas a pedido a una fuente comercial. Entonces las combinaron para formar todo el genoma del polio. En un último paso, la secuencia de ADN fue activada agregando un cóctel químico que inició la producción de un virus patogénico viviente. El experimento fue financiado por DARPA, la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa de EE.UU.” Aunque el poliovirus no es “muy adecuado” como bioarma, “el experimento ilustra posibilidades que generan verdaderos problemas si técnicas similares llegaran a ser aplicables a agentes como la viruela.” Hammond asegura que en 2002 “una técnica semejante fue demostrada.” Por cierto, “las secuencias completas de por lo menos dos variedades diferentes de viruela se encuentran en Internet, y últimamente ha sido lanzado un nuevo sitio en Internet dedicado a secuencias genómicas de virus que produce la viruela.” De modo tan amedrentador como el potencial como bioarma de una viruela genéticamente modificada, investigadores de EE.UU., dirigidos por un patólogo del Pentágono, “comenzaron recientemente a reconstruir genéticamente” la peligrosa variedad de influenza responsable por la pandemia de 1918­1919. “En un experimento,” nos informa Hammond, “un virus parcialmente reconstruido de 1918 mató ratones, mientras virus construidos con genes de un virus de gripe contemporáneo apenas tuvo algún efecto.” Durante el estallido de 1918­1919 murieron unos 40 millones de personas en la pandemia global. Hammond informa que una muestra de tejido pulmonar de un soldado de 21 años que murió en 1918 en Ft. Jackson en Carolina del Sur “produjo lo que buscaban los investigadores del Ejército: muestras intactas de RNA viral que pudieran ser analizadas y secuenciadas. En una primera publicación en 1997, fueron revelados nueve breves fragmentos de RNA viral de la gripe española. Debido a la burda preparación del tejido en 1918, no se recuperaron secuencias de virus vivo o de RNA viral completo.” Pero lejos de inhibir a los investigadores del Pentágono, los propugnadores de la bioguerra saltaron de alegría cuando científicos del Ejército recuperaron muestras intactas de RNA viral que fueron subsiguientemente despedazadas y analizadas. En 2002, según Hammond, “cuatro de los ocho segmentos de RNA viral habían sido completamente secuenciados, incluidos los dos segmentos que son considerados como de mayor importancia para la virulencia del virus.” Esto conduce a un desasosegado sentimiento de que tal vez el actual estallido de la variedad H1N1 de gripe porcina podría ser el resultado de algún experimento demencial que salió mal. Adrian Gibbs, destacado científico australiano quien colaboró con investigación que condujo al desarrollo del medicamento Tamiflu, dijo a Bloomberg News “la nueva variedad puede haberse desarrollado accidentalmente en huevos utilizados por los científicos para cultivar virus y por los fabricantes de medicamentos para producir vacunas. Gibbs dice que llegó a su conclusión como parte de un esfuerzo de rastrear los orígenes del virus analizando su diseño genético.” “Mientras antes lleguemos a comprender de dónde provino, más seguras se harán las cosas,” dijo Gibbs a Bloomberg. “Podría ser un error que ocurrió en una instalación de producción de vacuna o el virus podría haber saltado de un cerdo a otro mamífero o a un pájaro antes de llegar a los humanos, dijo.” Gibbs no es ningún chalado y sus afirmaciones, por lo menos inicialmente, fueron tomadas en serio por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Kenji Fukada, director general adjunto de seguridad sanitaria y del medio ambiente de la OMS dijo que la agencia está estudiando el informe de Gibbs. Por otra parte, el Centro Estadounidense de Control de Enfermedad en Atlanta descartó sus resultados, y decidió que “no existe evidencia” que apoye las conclusiones del científico. Su investigación es considerada verosímil y el científico dijo que su análisis es apoyado por otros investigadores, incluyendo a Richard Webby, virólogo en St. Jude Children's Research Hospital en Memphis quien estableció que “la nueva variedad es el producto de dos cepas diferentes de influenza que han circulado entre los cerdos en Norteamérica y Europa durante más de una década.” Gibbs dijo a la publicación financiera que no veía evidencia de que “el virus derivado de los cerdos haya sido un producto deliberado, hecho por el hombre.” El investigador dijo: “No pienso que pueda ser una cosa maligna. Es mucho más probable que alguna cosa al azar haya juntado esos dos virus.” Fukada dijo posteriormente que la proposición de Gibbs “no corresponde a la evidencia.” El funcionario de la OMS dijo que la organización tendrá que estudiar el artículo de investigación de Gibbs cuando sea publicado, pero indicó que “es poco probable que cambie las conclusiones de los expertos.” Puede que Gibbs se equivoque y que sus resultados sean relegados a las afirmaciones hipotéticas. Habiendo dicho eso, sin embargo, no se puede descartar fácilmente el peligro de que H1N1 o algún derivado pueda ser armamentizado. Por cierto el Journal of the Royal Society of Medicine se alarmó tanto por la perspectiva que comentó en 2003: “Las posibilidad para la transmisión [de la influenza] mediante ingeniería genética o por aerosoles sugiere un enorme potencial para el bioterrorismo.” Inexpresada, por cierto, quedó la mayor amenaza planteada por semejante investigación oculta, o sea el terrorismo de Estado, o más específicamente, el terrorismo de Estado estadounidense. Plum Island Si el pasado es un prólogo, podría ser instructivo emprender un pequeño desvío por la calle del recuerdo. Una instalación espeluznante que jugó un papel crucial en los programas de bioarmas de EE.UU. en la Guerra Fría es el Centro de Enfermedad Animal de Plum Island (PIADC), de 340 hectáreas. Bajo el control nominal del Departamento de Agricultura de EE.UU., Plum Island compartía estrechos vínculos con el Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército de EE.UU. (USAMRIID) en Fort Detrick, Maryland. Según una serie de impresionantes informes del investigador Mark Sanborne, el “padrino espiritual” de Plum Island no fue otro que un cierto doctor Erich Traub, “un científico nazi con un historial fascinante.” Traub pasó los años previos a la guerra como asociado científico en el Instituto Rockefeller en Princeton, Nueva Jersey, “estudiando bacteriología y virología, mientras todavía encontraba el tiempo necesario para pasarlo en Camp Sigfried, cuartel del movimiento nazi estadounidense en Yaphank, Long Island, a 50 kilómetros al oeste de Plum Island.” Según evidencia revelada por el investigador Michael Christopher Carroll en su publicación Lab 257, al estallar la guerra Traub volvió a Alemania y fue jefe de Insel Riems, la instalación secreta de guerra biológica de los nazis, ubicada en una isla en el Mar Báltico. Nazi fanático, Traub probó pulverizaciones de gérmenes y virus sobre la Unión Soviética ocupada “mientras dependía directamente de Heinrich Himmler.” Con un currículum vitae semejante se podría esperar que Traub hubiera terminado en la cárcel o colgado. ¡Vuelva a pensarlo! Después de la guerra Traub trabajó brevemente para los soviéticos antes de ser acogido por la Operación Paperclip (sujetapapeles), el programa clandestino de empleo de Washington para científicos nazis útiles. Lo que Werner von Braun fue para los cohetes, Traub lo fue para los gérmenes: Fue rápidamente a trabajar para el Instituto de Investigación Médica Naval y dio asesoramiento operativo a la CIA y a los bioguerreros en Fort Detrick. Por cierto, su descripción detallada de su trabajo en Insel Riems probablemente ayudó a inspirar la selección de Plum Island por el Ejército: las instalaciones alemana y estadounidense estaban situadas en islas donde los vientos prevalecientes soplaban (sobre todo) hacia el mar. (Mark Sanborne, "'Bionoia' Part 3: The Mystery of Plum Island: Nazis, Ticks and Weapons of Mass Infection," World War 4 Report, No. 121, May 1, 2006) Pero todo eso es cosa del pasado, ¿verdad? Bueno, no enteramente… Caroll presenta un caso convincente de que el estallido en 1975 y la subsiguiente propagación pandémica de la Enfermedad de Lyme, un patógeno propagada por garrapatas identificado por primera vez en Old Lyme, Connecticut " a sólo 16 kilómetros por el estrecho de Long Island desde Plum Island,” puede haberse originado cuando un experimento secreto con bioarmas resultó mal. Desde su aparición en 1975 se ha informado de casi 300.000 casos en 49 Estados, aunque considerando sus capacidades miméticas y sus confusas manifestaciones multisintomáticas, el CDC estima que sólo uno en 10 casos es reconocido como tal, lo que significa que potencialmente unos tres millones de estadounidenses pueden haber sido infectados por el patógeno. Por cierto, lo que convierte a Lyme en la cobertura perfecta como bioarma es su capacidad como “un síndrome inflamatorio artero, multisistémico, que imita a otras enfermedades al incluir una serie de aflicciones, incluyendo dolores crónicos e inhabilitantes y fatiga que si no son tratadas pueden extenderse a órganos y al sistema nervioso central, causando depresión, parálisis, pérdida de la memoria, psicosis, e incluso encefalitis y muerte,” nos informa sombríamente Sanborne. ¿Por qué entonces, se preocuparían los bioguerreros de EE.UU. de una enfermedad que “inhabilita pero pocas veces mata” a sus víctimas? Según Sanborne, “la lógica es de una simpleza brutal.” Haciendo una analogía entre cómo un soldado herido causa más problemas a un ejército que uno muerto, “una población que se enferma gradualmente causa más problemas económicos y sociales a una sociedad que la simple muerte de una cantidad limitada de personas debido a un ataque más directo y virulento.” Y tanto mejor si una enfermedad semejante puede ser transmitida por un vector natural como garrapatas o mosquitos que ya posee una su propia negación plausible por así decir “y puede confundir a las autoridades médicas al presentar una amplia gama de síntomas que imitan otras condiciones (como su más famoso pariente, la sífilis, ha sido llamada la ‘Gran Imitadora’), escribió Sanborne. Caroll descubrió durante su investigación que el entomólogo, Dr. Richard Endris, y el jefe del equipo de fiebre porcina africana, Dr. William Hess, viajaron a Camerún y a otras partes de África en “safaris de caza de garrapatas.” Una vez que el par hubo completado su colección, había criado “más de 200.000 garrapatas duras y blandas de múltiples especies.” Las prácticas de contención del laboratorio fueron citadas como “inseguras” por consultores externos que “recomendaron enérgicamente” que la construcción de un “insectario moderno, aprobado, sea emprendida para investigaciones futuras.” El par fue despedido en 1988 y la colonia de garrapatas fue destruida, pero la pregunta sigue existiendo: ¿se habían escapado las garrapatas? También existe evidencia de que los investigadores de Plum Island experimentaron con más que garrapatas. Caroll afirmó: El doctor Endris también condujo experimentos con jejenes en Plum Island en 1987 para ensayar la transmisión de leishmaniasis, una enfermedad infecciosa que si no es tratada, tiene una tasa de mortalidad humana de casi 100%. Se caracteriza por ataques irregulares de fiebre, considerable pérdida de peso, e hinchazón del bazo y del hígado. El trabajo fue realizado bajo un contrato de Fort Detrick, y sirve como otro ejemplo de un agente de bioguerra letal en el que se trabajó en Plum Island para el Ejército, sin conocimiento público y sin que se tomaran precauciones para la seguridad pública. (Michael Christopher Carroll, Lab 257: The Disturbing Story of the Government's Secret Germ Laboratory, New York: HarperCollins Publishers, 2005, p. 24) Como otras partes del complejo bioarmamento­industrial de EE.UU., los estallidos de enfermedades y los subsiguientes encubrimientos van de la mano. The New York Times informó en 2004 que “el altamente contagioso virus de la fiebre aftosa se ha esparcido brevemente dentro del Centro de Enfermedad Animal en Plum Island en dos incidentes previamente no revelados durante este verano.” No tengáis miedo, dijo al periódico el portavoz del laboratorio, Donald W. Tighe, “el virus ha permanecido dentro del área sellada de biocontención del laboratorio. Dijo que no había habido riesgo para seres humanos o animales dentro o fuera del laboratorio.” Una investigación “continúa.” De modo alarmante, en 1991, el huracán Bob cortó la energía eléctrica en la isla durante varias horas e inhabilitó los sistemas de presión de aire que contenían a los virus. En aquel entonces, los portavoces del laboratorio tranquilizaron al público diciendo que “estaban seguros.” Existen planes para cerrar la instalación. Global Security Newswire informó en febrero que el Departamento de Seguridad Interior planifica la construcción de una nueva instalación por 450 millones de dólares en el campus de la Universidad Kansas State. Sin embargo, The New York Times reveló que “costes adicionales” aumentarían el total a unos 630 millones. La National Bio and Agro­Defense Facility (NBADF) tendrá que ser “construida con seguridad en cada pulgada cuadrada,” aseguró a los críticos la secretaria del Departamento de Seguridad Interior Janet Napolitano. ¡Pronto cerca de tu casa! A pesar de una supervisión indolente y de un verdadero océano de 50.000 millones de dólares que se esparce sobre universidades, corporaciones y las fuerzas armadas, el Instituto Nacional de Salud (NIH) ha gastado desde 2002 miles de millones en la construcción de nuevas instalaciones BSL­3 y BSL­4. Planifican aún más, incluidas las que ya están en construcción en grandes ciudades de EE.UU. Un residente de Boston, alarmado por la perspectiva de que funcionarios del Centro Médico de la Universidad de Boston estaban construyendo “una laboratorio de defensa biológica en uno de los vecindarios más pobres de la ciudad,” dijo a Los Angeles Times: “Oímos hablar de ántrax y de Roxbury­South End," recordó. “Luego oímos hablar de Ébola. Últimamente hemos oído hablar de la plaga bubónica. Nos miramos y dijimos ‘De ninguna manera van a traer eso… a nuestra comunidad.’” Siete años después, el complejo de laboratorio de 198 millones de dólares está terminado junto a un edificio de apartamentos y un mercado de flores. Pero las demandas estatales y federales de residentes preocupados, respaldadas por científicos escépticos, han bloqueado la apertura hasta no antes de fines del próximo año. La batalla marca el primer gran revés en el vasto crecimiento de laboratorios autorizados para investigar las enfermedades más peligrosas del mundo desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. También subraya un debate creciente sobre la seguridad y la protección de tales laboratorios – y sobre si tantos son necesarios. (Bob Drogin, "Biodefense Labs Make Bad Neighbors, Residents Say," Los Angeles Times, May 17, 2009) Los residentes de clase trabajadora de Boston no son los únicos alarmados por el crecimiento explosivo de semejantes instalaciones. Según un documento del presupuesto de 2008 de la Universidad de California, el Consejo de Regentes recomendó la asignación de 3.998.000 dólares para un proyecto para renovar y “actualizar” la actual instalación de laboratorio “para programas que requieren contención de Bioseguridad Nivel 3 (BSL­3)” en el campus Davis de la Universidad de California. Mientras estudiantes y trabajadores se tambalean bajo draconianos recortes de presupuestos estatales, aumentos de costes fuera de control y despidos masivos, ¿por qué iba a desperdiciar el Estado de California casi 4 millones de dólares por una instalación semejante? “El espacio BSL­3 es necesario” nos informan, “para programas de investigación que utilizan organismos infecciosos y patogénicos.” Por cierto, “la instalación sería diseñada para acomodar estudios de investigación que involucran experimentación in­vitro utilizando anfitriones infectados aviares, roedores, artrópodos, y el desarrollo de marcadores genéticos para una amplia gama de agentes de enfermedades que requieren contención BSL­3.” Pero como en la mayor parte de la investigación compleja, ilícita e ilegal del complejo bioarmamento­industrial de EE.UU., ésta es realizada con poca o ninguna supervisión. El grupo defensor antinuclear de Bay Area, Tri­Valley CAREs (TVC), ha estado monitoreando y protestando contra la expansión del complejo de armas nucleares de EE.UU. durante décadas, concentrándose especialmente en el Lawrence Livermore National Laboratory (LLNL). Como un omnipresente “socio público­privado” del Estado nacional de seguridad EE.UU., LLNL es una “corporación de responsabilidad limitada” compuesta de cinco socios: la Universidad de California, Bechtel, BWX Technologies, Washington Group International y Battelle – todos ellos importantes protagonistas en los mundos de la biotecnología, la construcción, defensa, energía, nuclear y seguridad. Según TVC, el grupo obtuvo documentos del gobierno, como resultado de una demanda según la Ley de Libertad de la Información, que demuestran que LLNL había violado regulaciones federales y había realizado “experimentos limitados” que fueron descubiertos por una inspección de los Centros de Control de Enfermedades en agosto de 2005. CDC, el Departamento de Energía y LLNL, encubrieron el informe del inspector. Experimentos limitados son experimentos que utilizan ADN recombinante, que involucran la transferencia deliberada de una característica resistencia a la droga para seleccionar agentes de los que no se sabe que adquieran esa característica de modo natural. Agentes selectos, que incluyen ántrax y plaga, son agentes biológicos y toxinas que tienen el potencial de plantear una severa amenaza para la salud y la seguridad pública. Por los peligros involucrados en la transferencia de resistencia a las drogas a agentes seleccionados, los experimentos limitados requieren la aprobación del Secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos. Livermore Lab no tenía esa aprobación, pero realizó en todo caso los experimentos. ("Livermore Lab Caught Conducting Illegal Restricted Bio­Experiments," Tri­Valley CAREs, Press Release, May 26, 2009) Según el grupo defensor, los experimentos fueron realizados por el laboratorio al mismo tiempo que la liberación accidental de ántrax en agosto­septiembre de 2005. Cinco individuos fueron expuestos al patógeno letal y se impuso una multa de 450.000 dólares a la instalación. TVC señaló que “los detalles relevantes del accidente con ántrax de 2005 fueron ocultados al públicos en aquel entonces, tal como sucedió con los experimentos ilegales que salen a la luz actualmente.” LLNL ha abierto una instalación BSL­3 y planifica experimentar con patógenos que pueden ser utilizados como armas ofensivas. Las actividades previstas incluyen “pulverización de patógenos como ser plaga, tularemia y fiebre Q, aparte de ántrax. Además, documentos del gobierno revelan que los experimentos planificados en el BSL­3 incluyen modificación genética y una manipulación potencialmente novedosa de virus, priones y otros agentes.” ¿Y el socio cercano de LLNL, Battelle Memorial? Según una publicidad en su sitio en Internet, la información nacional de seguridad de la firma incluye lo que llaman eufemísticamente “desarrollo de vacunas y productos terapéuticos.” “Especialistas” de Battelle en su instalación de investigación de Maryland, (adyacente al complejo de bioarmas de USAMRIID en Ft. Detrick) “estudia microorganismos aerosolizados que podrían ser posiblemente utilizados en ataques terroristas.” Por cierto, Ft, Detrick realiza actualmente la mayor expansión en su historia. Los periodistas investigativos Bob Coen y Eric Nadler revelaron en “Dead Silence: Fear and Terror on the Anthrax Trail” [Silencio total: Miedo y terror por la senda del ántrax] que el recientemente abierto “Centro Nacional de Análisis de Contramedidas… contiene cámaras fuertemente custodiadas y herméticamente selladas en las cuales científicos simularán ataques terroristas y utilizarán gérmenes letales y toxinas.” Coen y Nadler afirman, "se trata, hay que recordar, de la instalación que los círculos oficiales afirman fue la fuente del único ataque significativo con gérmenes en suelo de EE.UU.” De modo bastante conveniente, “Battelle tiene el contrato por 250 millones de dólares para administrar la operación.” Pero los periodistas desvelaron mucho, mucho más que insípidos pronunciamientos gubernamentales sobre “biodefensa.” Durante una entrevista con el erudito en derecho constitucional Francis Boyle, profesor de la Universidad de Illinois y reconocido experto en la Convención de Armas Biológicas, Boyle dijo a los investigadores que “el Pentágono está listo para librar la guerra del ántrax.” "Vea Department of Defense's Chemical and Biological Defense Program Report to Congress, April 2007, página 22, Tabla 2­5. Information Systems Modernization Strategy, Mid FY09­13," Boyle told Coen and Nadler. “Aquí tenéis un estudio” afirmó Boyle, que estima los “efectos humanos de un ataque mundial con 5.000 armas, para predecir las fatalidades y la discapacitación, tanto inicial como retardada y para acomodar los movimientos de la población, incluidas las evacuaciones de áreas o los refugios en el lugar. ¿Qué les parece?” ¡Suena como lo más normal del mundo! ­­­­­­­­­­­­­ Tom Burghardt es colaborador frecuente de Global Research. http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=14568 HONDURAS, LA DICTABLANDA CLINTONIANA x Guillermo Almeyra :: Más articulos de esta autora/or: El régimen estadounidense, mediante sus servidores, quiere reforzar así, estratégicamente, la soldadura débil centroamericana del Plan Mérida El golpe de Estado en Honduras no sólo tuvo como objetivo liquidar el eslabón más débil de la Alba, Honduras, con su presidente Manuel Zelaya quien, a pesar de su origen conservador, emprendía tímidas reformas sociales y, por motivos económicos, se acercaba a Venezuela, lo que lo hacía aparecer como peligroso "revolucionario". También está dirigido para reforzar la desestabilización en Guatemala (cuyo presidente Colom está actualmente en la mira del imperialismo), El Salvador (donde el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional ganó el gobierno, pero no el poder, que sigue en manos de la ultraderecha) y Nicaragua. Estados Unidos, mediante sus servidores, quiere reforzar así, estratégicamente, la soldadura débil istmeña del Plan Mérida, para poner desde México hasta Colombia un corredor para la dominación estadunidense y convertir a este último país, bajo la dictadura de Uribe, en una cabecera de puente, una especie de Israel en América del Sur, para controlar Venezuela, el Caribe, Ecuador, Brasil. El golpe cívico‐militar fue cuidadosamente preparado en la base estadunidense de Soto Cano, con la presencia del embajador Llorens, de Estados Unidos. Este se fue y se llevó su familia, aunque sabía del golpe con anticipación, para no aparecer demasiado ligado a los gorilas hondureños a los que Estados Unidos formó y conoce desde los tiempos de John Dimitri Negroponte y el Irangate (el armamento a los contras nicaragüenses con armas entregadas desde Honduras y pagadas con la droga por la CIA), que fue también jefe directo de Llorens. Negroponte, ex secretario nacional de seguridad de Bush, ex representante en la ONU, ex virrey en Irak, no es el único conspirador de alto vuelo: el fantoche golpista Micheletti, por ejemplo, tiene como asesores a dos ayudantes importantes de Bill Clinton; Lanny Davis (que lo asesoró durante el escándalo provocado por su relación con Mónica Lewinsky, fue el más virulento consejero de Hillary Clinton en la lucha contra Obama y es asesor del Consejo Hondureño de la Empresa Privada, eje de la oligarquía local) y Bennet Ratcliff. Por consiguiente, es absolutamente imposible que el Departamento de Estado (es decir, Hillary Clinton) y el Pentágono hayan sido sorprendidos por el golpe tan "cantado" y tan toscamente organizado por cuatro gorilas seguros de su impunidad. Por lo tanto, el golpe es un torpedo bajo la línea de flotación del intento de Obama de distensión con América Latina y con Cuba misma y fue lanzado por la derecha conservadora estadunidense, tanto del Partido Demócrata, como Hillary Clinton y su clan, como republicana (mediante los lazos de los bushistas con los militares y la derecha latinoamericanos). Es el primer debilitamiento serio y desde Washington mismo del propio Obama, para el cual esa derecha reserva el mismo papel que Óscar Arias, ese conocido siervo de Estados Unidos, quiere darle a Zelaya: el de presidente pour la galerie, fantoche y acotado, sin posibilidad de ninguna iniciativa, con una política exterior absolutamente controlada por el Departamento de Estado. En efecto, la opinión de que Obama "es un negrito que no sabe nada de nada" la formuló el ministro de Relaciones Exteriores de los golpistas hondureños pero, aunque todavía no la expresen abiertamente, es compartida por todos los santos que los gorilas tienen en el paraíso del establishment estadunidense. El golpe hondureño es contra los países vecinos ligados a Chávez y a Cuba, es contra Venezuela y Cuba, contra todos los gobiernos "progresistas" de América del Sur y es también un golpe sin Obama y contra Obama. La aberrante propuesta de Arias es funcional para los golpistas. Les permite ganar tiempo para organizar su poder de facto y cansar y desmoralizar a los partidarios del presidente constitucional. Los recompensa además con una propuesta de amnistía aunque dieron un golpe de Estado, asesinaron gente que defendía la Constitución y son "infames traidores a la patria", pasibles de fusilamiento. Para colmo, según el Acuerdo de San José, Zelaya tendría que admitir en puestos claves de su gabinete efímero a quienes lo secuestraron, deportaron de su propio país, insultaron, falsificaron su firma en una carta infame de renuncia y están oprimimiendo por el terror al pueblo hondureño, y sería sólo el rehén de esa gente. Si se aceptase la "solución Clinton" (solución para los golpistas), se alentarían futuros golpes y dictablandas (dictaduras militares con fachadas "legales"). La alternativa es difícil, pero es la única positiva: rechazar el laudo Arias‐Clinton y encabezar, en Honduras mismo, un proceso de lucha, por todos los medios posibles, para imponer una asamblea nacional constituyente que decida quién y cómo gobernará el país. O sea, intentar crear una brecha en las fuerzas armadas y la policía mediante la movilización insurreccional, como en Bolivia frente a Sánchez de Lozada o en Venezuela, cuando el golpe contra Chávez. Zelaya, hijo de un asesino de izquierdistas, líder de un partido conservador tradicional, orientado hacia una política más avanzada sobre todo por razones de oportunidad y por no haber calculado las consecuencias que eso podría acarrearle, ha demostrado valentía pero probablemente no pueda encabezar ese tipo de lucha, aunque sí la puede iniciar. El pueblo hondureño y los sectores de izquierda que exigen su retorno irrestricto al gobierno sabrán entonces cómo derrotar a los golpistas y hacerles pagar su crimen contra la Constitución con procesos públicos. La Jornada MÉXICO POBRE…FUNCIONARIOS RICOS DE ACUERDO CON DOCUMENTO INTERNO, ESTE AÑO SU AUMENTO SALARIAL FUE DE CASI $240 MIL Aluvión de prestaciones llena los bolsillos de los siete magistrados del TEPJF Los magistrados José Alejandro Luna Ramos, Salvador Olimpo Nava Gomar y Pedro Esteban Penagos López, el 17 de junio pasado, durante la sesión del TEPJFFoto Carlos Cisneros Jaime Avilés Mientras la Secretaría de Hacienda anuncia aumentos a las tarifas de electricidad y otros servicios, para hacer frente al déficit fiscal causado por la crisis económica, los siete magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) –María del Carmen Alanís Figueroa, Flavio Galván Rivera, Constancio Carrasco Daza, Manuel González Oropeza, José Alejandro Luna Ramos, Salvador Olimpo Nava Gomar y Pedro Esteban Penagos López– ganan en conjunto 28 millones 816 mil 723 pesos anuales. De acuerdo con el Manual de percepciones, prestaciones y demás beneficios de los servidores públicos del Poder Judicial de la Federación para el ejercicio fiscal 2009, cada uno de ellos recibe 4 millones 116 mil 646 pesos al año, o lo que es lo mismo, 343 mil 53 pesos al mes, sin mencionar que disponen de dos vehículos lujosos, dos choferes y dos celulares, o que entre todos comparten 45 niñeras y 17 cocineras. En la página 33 del manual, sus emolumentos individuales se desglosan de la siguiente forma: “sueldo base anual”, 410 mil 486 pesos; “compensaciones garantizadas o de apoyo”, un millón 733 mil 182 pesos; “prestaciones nominales”, 837 mil 385 pesos; “prima vacacional”, 59 mil 546 pesos; “aguinaldo”, 330 mil 814 pesos, y “asignaciones adicionales”, 745 mil 233 pesos. Estas cantidades resultan de dividir entre siete los montos de sus ingresos colectivos, tal como éstos aparecen en el citado documento, a saber: sueldo base anual, 2 millones 873 mil 405 pesos; compensaciones garantizadas o de apoyo, 12 millones 132 mil 279 pesos; prestaciones nominales, 5 millones 861 mil 695 pesos; prima vacacional, 416 mil 823 pesos; aguinaldo, 2 millones 315 mil 699 pesos, y asignaciones adicionales, 5 millones 216 mil 632 pesos. Aunque, de acuerdo con el documento, el sueldo base de un magistrado es de 34 mil 207 pesos mensuales, en los hechos todos se embolsan una cantidad 10 veces mayor, gracias a los múltiples beneficios que les otorga su contrato, entre éstos, particularmente, las “compensaciones garantizadas o de apoyo”, mejor conocidas como “bonos”, que ellos mismos se asignan cada tres meses. “¡Ya llegó Bonifacio, ya llegó Bonifacio!, gritan como niños chiquitos, y se hablan por teléfono, cada vez que reciben un bono”, relatan a La Jornada empleados del tribunal que pidieron la protección del anonimato para no perder su puesto de trabajo. Los magistrados, añaden los informantes, “ganan tanto que no saben qué hacer con su dinero. Por eso tienen cuatro o cinco coches del año, aparte de los dos que les corresponden por ley, y siempre que pueden se van de viaje. Uno de ellos [José Alejandro Luna Ramos] se fue a París, pero en su oficina dejó instrucciones de que si preguntaban por él dijéramos que andaba en Guadalajara”. Sus fantásticas ganancias –en un país de 80 millones de pobres– no desalientan, ni mucho menos, los casos de corrupción, como el del ex magistrado presidente Flavio Galván Rivera, a quien se investiga en la actualidad por haber entregado una factura de gastos por 500 mil litros de agua Electropura. El Manual de percepciones, prestaciones y demás beneficios... fue aprobado el pasado 23 de febrero por Luis I. Ortiz Mayagoitia, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y María del Carmen Alanís Figueroa, presidenta del TEPJF. Allí consta que los siete magistrados recibieron un incremento salarial de aproximadamente 240 mil pesos respecto de 2008, cuando en promedio cada uno de ellos cobraba 324 mil 860 pesos mensuales. En el documento correspondiente a 2009 gozan de las siguientes prestaciones: “Seguro de vida equivalente a 40 meses de percepción ordinaria”, “seguro colectivo de retiro por 25 mil pesos”, “seguro de gastos médicos mayores por el equivalente a 740 salarios mínimos mensuales”, “seguro de gastos para el cuidado de los ojos”, “seguro de separación individualizado, que se forma de lo que aporte el magistrado más una cantidad igual que aporta el tribunal, más los intereses bancarios”, “prima quincenal”, “prima vacacional”, “aguinaldo”, “pago por defunción (cuatro meses del último sueldo tabular)”, “gastos funerales”, “compensación por presidencia o decanato”, “estímulo por jubilación”, “estímulo por antigüedad”, “gastos de alimentación”, y “boletos de avión para hijos, cónyuges y acompañantes”. Al analizar este aluvión de privilegios, los empleados del TEPJF consultados al respecto destacaron que, entre otras prestaciones, los magistrados cobran una prima especial por trabajar “en exceso”. Sin embargo, “casi nunca vienen al tribunal, siempre andan quién sabe dónde y sólo se presentan cuando hay sesión plenaria”. En efecto, en la página 16 del Manual de percepciones... se especifica que los servidores públicos del TEPJF, entre ellos por supuesto los magistrados, recibirán una compensación extraordinaria “en retribución al desahogo de cargas de trabajo en exceso o adicionales a sus jornadas y horarios ordinarios durante los procesos electorales federales y locales, (lo) que incluye jornadas nocturnas y guardias en sábados, domingos y días festivos”. Un magistrado, en realidad, es el coordinador de un equipo integrado por 34 personas: un asesor, un secretario particular, 11 secretarios de estudio y cuenta, cinco secretarios auxiliares, dos secretarias de oficina, 10 secretarias de ponencia, dos choferes y dos oficiales de servicio. Los secretarios de estudio y cuenta, los que de veras redactan los proyectos de sentencia que luego discutirá el pleno del tribunal, ganan anualmente un millón 356 mil 816 pesos, en tanto una secretaria de oficina cobra 374 mil 705 pesos y una niñera 151 mil 441 pesos, salario casi idéntico al de las cocineras del Poder Judicial de la Federación. Pese a que dentro del tribunal no hay una guardería para los hijos de los trabajadores, el presupuesto contempla el pago de 45 niñeras, que los magistrados comparten con los 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Los empleados del TEPJF consultados acerca de este misterioso tema, respondieron que las “nanas” prestan sus servicios a domicilio, aun cuando los magistrados en general son personas mayores o, como en el caso de la presidenta, María del Carmen Alanís, no tienen hijos. Las cocineras, aseguran los informantes, “se aburren. Como los magistrados casi nunca van al tribunal, allí están nomás, encerradas en la cocina, esperando. La que más las usa es doña Maca [sobrenombre de María del Carmen Alanís] que a cada rato trae a comer a sus invitados”. MARCHAS A TEGUCIGALPA Y SAN PEDRO SULA. FISURAS EN FUERZAS ARMADAS. MATAN A OTRO PROFESOR ARTURO CANO (ENVIADO DE LA JORNADA) El líder campesino Rafael Alegría tomó la palabra este domingo para decir la arenga más corta que se le ha oído en estos días: "¿Se aprueba la Marcha Nacional de Resistencia contra el golpe de Estado?" Con los puños en alto y de pie, los asistentes aprueban por aclamación la nueva jornada que arranca el miércoles: el desplazamiento de manifestantes desde varios puntos del país durante una semana, con destino a las dos principales ciudades: la capital y la norteña San Pedro Sula. "La lucha no la vamos a ganar en las montañas, la vamos a ganar en las calles y las carreteras", dice al micrófono el periodista Carlos López, en referencia obvia a las "milicias pacíficas" que el presidente José Manuel Zelaya dejó haciendo ejercicios físicos en la frontera. La resistencia no suelta su demanda central, la restitución del presidente, pero cada vez más sus dirigentes hablan de que su lucha "por un nuevo Honduras" no se agota ahí. Resume un líder estudiantil de la Universidad Pedagógica: "Primero hay que tirar a los golpistas, luego traer al presidente Zelaya e inmediatamente después instalar la Asamblea Nacional Constituyente". La decisión ocurre cuando se multiplican las quejas de los empresarios por las pérdidas ocasionadas por 34 días de movilizaciones contra el golpe de Estado y el gobierno de facto, en voz del interino Roberto Micheletti, ofrece "poner orden". Asambleas magisteriales También, cuando los asesinatos de dos profesores provocan la radicalización de los sindicatos magisteriales, uno de los pilares del movimiento antigolpista. Los maestros habían acordado dar clases de lunes a miércoles, pero este lunes celebrarán asambleas donde discutirán si van o no a un paro indefinido, o al menos por 15 días. Del otro lado, el gobierno de facto mantiene su doble juego: reitera su interés en el diálogo, hacia el exterior, y aprieta tuercas represivas dentro de Honduras. La Policía Nacional publica un desplegado en los diarios en el que recuerda que el Código Penal establece que "se sancionará con reclusión de dos a cuatro años y multa de 30 a 60 mil lempiras (de 22 mil a 44 mil pesos mexicanos) a quienes convoquen o dirijan de manera ilícita cualquier reunión o manifestación". La policía también dice que quienes porten "armas" u "objetos de cualquier modo peligrosos" en las manifestaciones serán castigados con la mismas penas. "Los meros asistentes serán sancionados con la mitad de las penas anteriores", dice también el comunicado. Eso sí, la policía también anuncia la integración de dos "equipos negociadores" con los manifestantes, uno para Tegucigalpa y otro para San Pedro Sula. La resistencia estima que las marchas llegarán a su destino entre el 10 y el 11 de agosto. Cada día, avanzarán unos 15 kilómetros por las orillas de las carreteras y se buscará que los manifestantes pernocten en lugares poblados. La danza de la diplomacia Los líderes de la resistencia suelen quedarse callados cuando se les pregunta sobre los movimientos del presidente José Manuel Zelaya. Atribuyen el silencio a que "es difícil tratar las cosas por teléfono con el presidente". Si no hay libreta de por medio, sin embargo, reconocen que algunas jugadas del presidente no son del gusto de sus seguidores dentro de Honduras. El frente de resistencia, por ejemplo, presionó a Zelaya para que no acudiera a Washington, al llamado del Departamento de Estado. En lugar de ese viaje, Zelaya se reunió con una delegación de funcionarios estadunidenses encabezados por el embajador Hugo Llorens el pasado jueves 30 de julio. “Hablé con él esa misma noche y me dijo que los gringos le aseguraron estar presionando. También me aseguró que estaba esperanzado”, dice uno de los dirigentes del Frente. El silencio de los líderes se extiende al viaje que Manuel Zelaya hará a México este martes. “Lo único que sé es que los gringos lo querían fuera de Nicaragua a como diera lugar”, completa el dirigente. Y mientras Zelaya prepara su viaje a México, en Costa Rica continúa la danza de la diplomacia. Este día llega, para reunirse con el presidente y mediador Óscar Arias, la vicepresidenta de España, María Teresa Fernández de la Vega, quien viaja con la representación de la Unión Europea y con la crisis hondureña como principal punto en su agenda. La visita de Fernández es precedida por declaraciones del canciller español, Miguel Angel Moratinos, quien ha dicho que su país no reconocerá al gobierno surgido de las elecciones hondureñas de noviembre. Los golpistas han cifrado su estrategia en ganar tiempo para que, una vez realizados los comicios, la comunidad internacional reconozca "poco a poco" a las nuevas autoridades. La funcionaria española llega acompañada del secretario general para Iberoamérica, Enrique Iglesias, "alguien que merece la confianza" de los golpistas, según Arias. Su presencia en Honduras fue solicitada por Micheletti el pasado miércoles, con la finalidad de que escuche "a los distintos poderes del Estado". El cuadro lo completa la llegada, esperada para este lunes, de José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos. Matan a otro profesor Los asambleístas marchan de la sede del Sindicato de Trabajadores de la Industria de Bebidas y Similares al lugar donde desde ayer son velados los restos del profesor Roger Vallejo, a quien le disparó un policía en la marcha del jueves pasado, según testigos. En la sede del Colegio de Profesores de Educación Media (COPEMH) se conoce muy temprano la noticia del asesinato de otro maestro, Martín Florencio Rivera, quien recibió 27 puñaladas luego de asistir al velorio de Vallejo. De inmediato, líderes de la resistencia atribuyen el crimen "a los golpistas", aunque familiares de la víctima dicen que se trató de un asalto y la policía informa por la tarde de la captura de un menor de 15 años como presunto asesino. "De la misma forma mataron al compañero Pedro Muñoz en El Paraíso", dice Eulogio Chávez, presidente del COPEMH. Muñoz apareció muerto, con 45 heridas de arma blanca, el 25 de julio cerca de un retén del ejército, luego de haber sido aprehendido y, según las autoridades, liberado. "Hay un patrón", completa Bertha Oliva, cabeza del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Honduras (Cofadeh). "El escenario que tenían ya se les cayó. Micheletti y Ramón Custodio (comisionado Nacional de Derechos Humanos) decían que aquí podía venir cualquier misión internacional y que no iba a encontrar presos ni heridos ni muertos". Oliva, quien habla a unos pasos del féretro de Roger Vallejo en un salón repleto, fue esposa de Tomás Nativí, dirigente comunista asesinado en los años 80 por los escuadrones de la muerte del ejército hondureño: "Hicieron lo mismo en aquellos años. Comenzaron con asesinatos de cuadros de base a cuchilladas, para hacerlos pasar como obra de la delincuencia común". Oliva narra su visita, el pasado jueves, a la estación policiaca de Comayagüela donde, dice, "tenían hacinados a 35 detenidos en una celda diminuta, y para torturarlos les echaban residuos de una bomba lacrimógena en una bolsita". El Cofadeh ha reunido innumerables testimonios de los desalojos y detenciones desde que comenzaron las protestas por el golpe de Estado. Una denuncia reiterada llama la atención de Oliva: “Tenemos muchos testimonios de que al detenerlos, los amenazan con armas de fuego mientras les dicen: ‘No te voy a matar, nada más te voy a pegar en la columna para que quedes paralítico’”. Afuera del edificio sindical, un par de muchachos inician una huelga de hambre para demandar el regreso de Zelaya, el cese de la represión y castigo para los asesinos de sus compañeros. Son Gabriel García y Gabriel Villalba, y tienen 17 y 21 años. Quieren dos cosas: "Que el movimiento recuerde que hay muchas formas de lucha y demostrar a la gente que avala el golpe por ignorancia que el pueblo ya no puede estar ahorcándose a sí mismo". Adentro, una anciana diminuta llora su pérdida. "Estamos esperando a sus dos hermanos que viven en Suiza", dice María Soriano, la madre de Roger y abuela de un huérfano de 18 meses. "Era graduado en Lengua y Literatura Inglesas, el más pequeño de mis diez hijos y el primero que se me muere". Ya se ven fisuras en las fuerzas armadas Oficiales jóvenes toman distancia de los políticos Blanche Petrich (La Jornada) El ministro de Educación del gabinete depuesto de Honduras, Marlon Brevé Reyes, asegura que el presidente Manuel Zelaya va a regresar a su cargo en Tegucigalpa en el momento en que el ejército deje de apoyar al mandatario golpista Roberto Micheletti. Y analizando con La Jornada algunas señales que se han dado en su país, concluye que ya se vislumbran fisuras en la institución castrense. "Entre los oficiales jóvenes hay quienes ven críticamente que existan sectores que atribuyan a las fuerzas armadas la responsabilidad del golpe de Estado. Por eso empiezan a desconfiar de los políticos, a tomar distancia. Y según hemos sabido, se han acercado a Washington y están dialogando más con el gobierno de Estados Unidos". Brevé se encuentra en México y se reunirá el martes con el mandatario derrocado. En su antiguo puesto despacha ahora el ministro de facto Santos Elio Sosa, quien enfrenta un paro de actividades docentes por las protestas antigolpistas del movimiento magisterial. En entrevista, describe el momento que atraviesan las negociaciones para el restablecimiento del estado de derecho en su país. “El presidente Zelaya –afirma– aceptó de buena fe entrar a la iniciativa de la secretaria de Estado estadunidense, Hillary Clinton, para dejar en manos del presidente Óscar Arias la negociación. Ella le aseguró que todo sería cuestión de horas o días. –Y no ha sido así. Ya pasó más de un mes. –Así es. Cada día de demora, cada retraso, debilita la presidencia constitucional. Arias subrayó desde el principio que la esencia de la negociación es la restitución del presidente, pero empezó a ampliar los plazos. Esto nos afecta internamente, porque la campaña mediática continúa. “Arias construyó primero una propuesta de siete puntos con el visto bueno de Estados Unidos. Nos obliga a negociar, como gobierno constitucional, con los golpistas. En aras de encontrar la salida, aceptamos. Pero el régimen de facto no acepta el primer punto, que es la restitución de Zelaya. “Eso desespera al presidente Zelaya y a los hondureños. Hay que tomar en cuenta que la resistencia en Honduras es del pueblo‐pueblo, pobres, maestros, trabajadores y estudiantes. Gente que inclusive antes criticaba al mandatario, hoy está en las calles exigiendo su regreso. Arias cita a una tercera ronda y cambia su propuesta original agregando más insumos del régimen de facto que del nuestro. Presenta sus 10 puntos ya como el Acuerdo de San José. La semana pasada venció el plazo para que Micheletti respondiera, y no lo hizo.” –Hay quienes ven la mano de Estados Unidos detrás del golpe. –El lunes de la semana pasada el portavoz del Departamento de Estado pronunció directamente su desconocimiento al gobierno de Micheletti. Súmele a eso la cancelación de visas a cuatro funcionarios del gobierno de facto. –¿Cree que la ambigüedad de Estados Unidos contribuye al fortalecimiento del gobierno golpista? –Al menos les ha permitido irse consolidando. Hay que reconocer que el gobierno de Obama está muy presionado. La vía diplomática va a tomar tiempo, pero cada día que pasa le resta tiempo al presidente Zelaya. El Plan Arias, con condiciones inaceptables –También acerca a Honduras al escenario de ir a elecciones en un contexto de golpe de Estado. –El plan de Arias plantea adelantar las elecciones a octubre en vez de noviembre. Pero ya el tribunal supremo resolvió que es anticonstitucional. Propone también una amnistía para nosotros, en el supuesto de que traicionamos a la patria; amnistía para los golpistas y un gobierno de reconciliación, donde el presidente Zelaya acepte que otros partidos políticos le nombren ministros en su gabinete. La pregunta es si Zelaya va a aceptarla. El pueblo está exigiéndole que no acepte un gobierno compartido, que no acepte la amnistía a los golpistas. Y parte del pueblo le está pidiendo que no renuncie a la consulta popular. Personalmente pienso que, en aras de volver a la normalidad, dejemos la consulta a un lado. Ahora es más importante restituirlo. Pero sí estoy en contra de permitir que los golpistas participen en el gabinete. –El ejército hondureño es hechura de Estados Unidos. ¿No sería factible destrabar el proceso si Estados Unidos les envía un ultimátum? –Se está haciendo, pero detrás de las cortinas. Washington está presionando a la Junta de Comandantes. Lo demuestra el hecho de que la semana pasada salieron dos comunicados de las fuerzas armadas que, si se leen atentamente, denotan ya una fisura. Los dos tienen la misma fecha, pero son contradictorios. Uno es institucional. El otro, redactado aparentemente por otros oficiales, dice que si se firma el Acuerdo de San José ellos lo respetarían. Y esto contradice las declaraciones del jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Romeo Vásquez, de Micheletti y de su canciller, de que ellos no aceptaban el regreso de Zelaya. –¿Esta oficialidad disidente respetaría el retorno de Zelaya? –No dicen retorno, sino Acuerdo de San José. Pero ahí está implícito el retorno de Zelaya. –¿Qué papel tienen las fuerzas armadas en Honduras en el proceso golpista? –El ejército hondureño se desprestigió mucho en los 80, principios de los 90, a causa de su apoyo a la contra nicaragüense, por aceptar las bases estadunidenses, por los desaparecidos que hubo esos años. Esto cambió con el gobierno liberal del presidente fallecido Carlos Roberto Reyna. Se le quitó poder al estamento castrense. Las nuevas generaciones de militares habían logrado limpiar la cara al ejército. Fisuras verde olivo –Quizá lo que hace falta no es un cambio de imagen, sino una transformación estructural, una ruptura con el pasado. –Sí. En lugar de ello, conspiraron con la oligarquía económica y con un grupo de políticos ambiciosos para dar el golpe. –¿El general Romeo Vásquez y su entorno son una fuerza dominante dentro del Ejército? –Ellos dicen que la Junta de Comandantes está graníticamente unida. Pero no estoy seguro si las generaciones de más abajo –coroneles, tenientes coroneles, capitanes– están con ellos. Zelaya tenía que haber dado de baja a Vásquez, porque había cumplido su ciclo como jefe del Estado Mayor Conjunto. Confiaba en él y le amplió su periodo. Esto causó molestia en las siguientes generaciones, porque bloqueó el proceso de los ascensos. "Si ahora acatan el Acuerdo de San José, permitirían una salida no deshonrosa de la Junta de Comandantes. Y permitiría el ascenso de otras generaciones. Ojalá después de la restitución del presidente Zelaya venga una depuración de liderazgo. Tendrá que renovarse la Junta Directiva." –Entonces, ¿considera que el ejército no fue una fuerza motor del golpe? –Ahora es el brazo represor del mandatario de facto. Pero si Estados Unidos sigue presionando, ellos se van a plegar al acuerdo. En teoría. Antes del golpe –un jueves, el golpe fue el domingo–, el presidente se reunió con la Junta de Comandantes. Como le dijeron que no iban a acatar su orden (de apoyar la consulta), él los destituyó verbalmente. Al día siguiente el Congreso y la Corte los restituye. En ese momento las fuerzas armadas rompieron su supuesta neutralidad y se van con los que están promoviendo el golpe. –Finalmente, ¿cómo ve a Estados Unidos. Con o contra los golpistas? –El problema es que Barack Obama puede tener la idea de no querer involucrarse en un golpe de Estado, pero hay inercias en el sistema estadunidense. Hay personajes que han aparecido, empezando por Otto Reich. ¡Esa película ya la vimos! TRES LANZAMISILES VENDIDOS HACE 21 AÑOS: ¿ARMAS SUECAS EN LA GUERRILLA COLOMBIANA O MONTAJE PUBLICITARIO? La cronología de los datos da para sospechar de una operación de propaganda montada con datos sueltos, viejos, sin confirmar, y además, lejos en el tiempo real de los sucesos. Ricardo Daher | Barómetro Internacional para Kaos en la Red | 3‐8‐2009 | 304 lecturas | 2 comentarios www.kaosenlared.net/noticia/tres‐lanzamisiles‐vendidos‐hace‐21‐anos‐armas‐suecas‐guerrilla‐
colombi El gobierno sueco no ha dado una respuesta clara sobre la denuncia colombiana de que algunos lanzamisiles antitanques vendidos a Venezuela haya sido encontrados en un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarios de Colombia (FARC), y ha permitido que vocero de comisiones de bajo nivel se sumen a la campaña anti venezolana. La prensa sueca en tanto, sólo repite la versión de la revista colombiana Semana, sin consultar a su propio gobierno sobre el suceso, ni demandar pruebas tangibles de la existencia de los lanzamisiles, y la fecha de venta de ese material a Venezuela, ni comprobar si se trata del mismo equipo. Algunos datos aislados podrían indicar que el material militar hallado, podría estar en poder de las FARC desde antes de la asunción de Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela. El escándalo se desató en Bogotá cuando la semana pasada el presidente colombiano, Alvaro Uribe, reveló que algunas armas antitanques, lanzamisiles AT‐4, fueron encontrados en un campamento de las FARC y acusó a un gobierno vecino de proporcionar esas armas a la guerrilla. Poco después se acusó directamente a Venezuela de haber “vendido” las armas a la guerrilla. Uribe lanzó la acusación, un año después, y sólo cuando la revista británica, especializada en temas militares y de “inteligencia”, Jane´s, reveló que el ejército colombiano se incautó de un número indeterminado de lanzacohetes antitanque en campamentos de las FARC que podrían haber sido vendidos originalmente por un fabricante sueco al ejército de Venezuela. Hasta entonces no se determinó el número de antimisiles encontrados en el campamento de las FARC, aunque algunas un comunicado del gobierno colombiano decía que eran 3 lanzamisiles vendidos por Suecia a Venezuela en 1988. Poco después se añadió la información de que las armas habían sido capturadas en julio del pasado año. Pese a que las armas estaban en poder del ejército de Colombia desde julio del año pasado, recién el pasado mes de junio, según el comunicado del gobierno de ese país, solicitó información a Venezuela y añadía información sobre la supuesta participación de altos oficiales del ejército venezolano en la entrega de las armas a la guerrilla. Esa supuesta participación provendría del ya famoso computador de Raúl Reyes, el jefe de las FARC abatido en un campamento clandestino dentro de territorio ecuatoriano en marzo del pasado año. La cronología de los datos da para sospechar de una operación de propaganda montada con datos sueltos, viejos, sin confirmar, y además, lejos en el tiempo real de los sucesos. Enseguida los titulares de la prensa del mundo acusaron al presidente Hugo Chávez de vender armas a las FARC. Repasando los principales titulares de la “gran prensa” mundial, parecería que las FARC se abastecen completamente de Venezuela. Otros titulares decían que el gobierno sueco, en reacción ha ese traslado ilegal de armas, había decidido suspender la venta de todo equipo militar a Venezuela. Los titulares olvidaron algunas cosas muy concretas. En julio de 2006, el fabricante de armas sueco, Bofors, anunció que no seguiría vendido armas ni municiones a Venezuela, debido al embargo de ventas de armas a ese país, decretado por el gobierno de los Estados Unidos de Norteamericana. Es decir que ya hace 3 años que Suecia no vende armas a Venezuela, no por una decisión propia, o por reacción al supuesto traslado de armas hacia la guerrilla, sino en correspondencia con una decisión del entonces presidente norteamericano, George Bush. La argumentación de la empresa sueca –en los papeles ya que la mayor parte del paquete accionario es norteamericano‐ es que al tener su armamento componentes norteamericanos, quedaba incluida en el embargo decretado. La decisión fue aplaudida por Estados Unidos al punto que la embajada de ese país en Estocolmo emitió un comunicado para manifestar su satisfacción. La prensa diaria sueca, toda de derecha, se ha ocupado del tema sólo desde la óptica de Colombia, aceptando como verdad las versiones de la prensa colombiana. El único dato presentado en algún medio sueco, es que la venta de los AT‐4, se produjo en 1988, aunque esa información también está incluida en el comunicado del gobierno colombiano. A través de los números de serie de las armas se habría comprobado que la partida fue vendida por Förenade Fabriksverken, empresa adquirida después por la Bofors Saab. El único comentario sobre el incidente de la empresa Saab Bofors Dynamics fue realizado por su presidente, Tomas Samuelsson, quien dijo a la prensa sueca que su compañía sigue las reglas y que ahora corresponde a las autoridades suecas y de Venezuela, identificar esas armas y averiguar como habrían caído en manos de la guerrilla. Es decir que la venta de produjo más de 10 años antes de la llegada al gobierno del presidente Hugo Chávez (diciembre de 1999), por lo que la venta de armas de Venezuela a las FARC, si es que se produjo, podría ser anterior a la existencia del gobierno bolivariano. También llama la atención de que el armamento sofisticado de las FARC se descubra sin haber sido usado nunca en sus campamentos. Daría la impresión de ser una guerrilla muy incompetente al adquirir un armamento poderoso y no utilizarlo nunca en sus combates. En general, las armas usadas por las FARC en combates, y capturadas por el ejército, son de origen norteamericano e israelí en su mayoría. Las FARC es una de las pocas guerrillas latinoamericanas que no utilizan masivamente los AK‐47 rusos. [email protected] BOLIVIA: LA ARQUITECTURA DEL ABISMO x Andrés Soliz Rada ¿Cuál es la cultura de las ONG? ¿No es acaso la cultura de la dominación imperialista sobre colonias y semicolonias? Dentro de los parámetros del poder mundial, la sobre vivencia de los Estados nacionales in constituidos, con poblaciones indígenas, es imposible. El mexicano Rodolfo Stavenhagen, uno de los impulsores del Convenio 169, de la OIT, de 1989, y de la Declaración de Naciones Unidas sobre los pueblos indígenas, de 2007, sostiene que “las guerras culturales no tienen que hacer pedazos a sociedades bien integradas por instituciones sociales, económicas y políticas” (Ediciones UNESCO, 2001). Por tanto, los países más industrializados están a salvo, pero los que no lo son, como Bolivia, están condenados a desintegrarse. El analista admite que los conflictos culturales irresolubles desembocan en problemas políticos. En estos conflictos, ¿cuál es la cultura de las ONG? ¿No es acaso la cultura de la dominación imperialista sobre colonias y semicolonias? Stavenhagen distingue la libre determinación externa, que es la lucha de Estados nacionales que defienden su existencia frente a otros Estados, de la libre determinación interna, que es la pugna de pueblos indígenas y poblaciones heterogéneas contra Estados nacionales. Esta última culminó con la disgregación de Yugoslavia, alentada por Alemania Occidental y EEUU, la que fue precedida por un conflicto lingüístico, en 1966, entre servios y croatas. Los “especialistas” españoles que escribieron la Constitución del MAS olvidaron que “en el caso de España, el derecho a la autonomía es el único derecho colectivo que reconoce la Constitución de 1978, y su sujeto son las nacionalidades y regiones. El único pueblo soberano en ella es el pueblo español, siendo los pueblos de España entidades protegidas por la Nación española en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones”. En lugar de incorporar este antecedente, nos impusieron un texto disgregador. El Convenio consiguió que los pueblos indígenas tengan derecho a veto sobre planes de desarrollo y puedan definir el ritmo de su ejecución, lo que provoca confrontaciones permanentes, sabiendo que las semicolonias sólo pueden salir del atraso y la miseria con la planificación de sus economías, elaborada por todos sus sectores sociales, sin exclusión alguna, pero también sin vetos instrumentados por intereses foráneos. El citado autor anota que la cultura es una práctica continua y un proceso de diálogo. Sin embargo, añade que las formas de vida de los pueblos indígenas deben ser permanentes y perdurables. ¿Quién determina el momento en que el diálogo intercultural amenaza las formas de vida permanentes y perdurables? ¿No han quedado estas decisiones en manos de banqueros y potentados que financian a las ONG y utilizan a pueblos indígenas para prolongar su dominio? La OIT y la ONU consideran prioritario el reclamo de los pueblos indígenas sobre sus territorios ancestrales. Si esto es así, los descendientes de los ingleses ¿no tendrían que devolver Australia a sus pueblos originarios? ¿No debería retornar Norteamérica a pieles rojas y otros aborígenes sobrevivientes, después del casi exterminio perpetrado por colonizadores sajones? Con motivo del bicentenario de la Revolución de 1809, autoridades de gobierno han destacado la interculturalidad de las ciudades de La Paz y El Alto. ¿Cómo compatibilizar esas expresiones con la vigencia de 36 inexistentes naciones indígenas? La visión integradora aceleró la migración quechua aymara al oriente boliviano. En esa dirección, el traslado planificado de campesinos de Potosí a Pando, más allá de coyunturas electorales, es otro paso positivo para alcanzar la unidad nacional, pese a las protestas de neoliberales y oligarcas de la media luna, que al igual que el indigenismo a ultranza, las ONG y los centros de poder mundial, bloquean la existencia de Bolivia. La Haine. CURIOSO: LO PUBLICÓ EL HERALDO DE HONDURAS (EL HERALDO, Tegucigalpa, Honduras) Crisis hondureña inicia tiempo de descuento (Tomado de El Mundo : [email protected] dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla ) Más allá del alto drama que se vive en Honduras y de la cuidada puesta en escena que lució San José de Costa Rica, la suerte de Honduras se decide en Washington. Lo dijo el canciller de Lula, lo dijo Fidel, lo dice cualquiera que siga con atención los acontecimientos. Y por cómo se viene jugando el partido en ese escenario, no es difícil aventurar que el gobierno de facto de Roberto Micheletti tiene los días contados y que el presidente legítimo, “Mel” Zelaya, volverá al poder pero a plazo fijo y condicionado. ¿Por qué? Porque Honduras es lo más cercano a lo que puede ser una colonia de Estados Unidos en el siglo XXI. Allí tiene la base militar de Soto Cano, plataforma para sus operaciones antiinsurgentes en todo Centroamérica durante la Guerra Fría, a través de la cual ha tejido sólidos vínculos con las fuerzas armadas hondureñas, cuyos jefes son instruidos en instituciones estadounidenses. Allí tiene a una oligarquía sumisa y trasnacionalizada con casa de verano en Miami, que defiende los intereses de las empresas y gobiernos estadounidenses como propios. Allí tiene en vigencia un Tratado de Libre Comercio que garantiza el libre acceso a bienes estadounidenses y relega al empobrecido país centroamericano al rol de proveedor de bienes primarios en la periferia del capitalismo global. Hasta allí llegan las remesas de Florida y New York que mantienen viva a la economía local. Allí tiene la Constitución y el sistema electoral más conservador de la región, prácticamente a prueba de experimentos populistas y/o progresistas, como el que súbitamente decidió encarnar Zelaya durante la segunda mitad de su mandato. El papel de Llorens Por todo eso, el Departamento de Estado sabía que se venía gestando un golpe. Se lo venía contando su embajador. Pero el burocratizado Departamento de Estado había cometido un error que terminaría pagando muy caro. Tegucigalpa no es lo que se dice un destino diplomático apetecible. Antes de la conversión de Zelaya, parecía un lugar lo suficientemente inofensivo como para cumplir con la cuota de embajadores republicanos. Entonces había mandado a Hugo Llorens, un clásico ejemplo del diplomático‐empresario que usa sus destinos para asegurarse trabajos bien pagados para su retiro, mimetizándose con los sectores más prebendarios de la oligarquía local, donde sus servicios son más útiles. Como reveló Ernesto Semán en estas páginas, cuando Llorens estuvo destinado acá en Argentina fue lobbista de Ciccone Calcográfica. O sea, trabajó para una empresa especializada en colonizar distintos estamentos del Estado, ya sea aliada con Yabrán, ya sea aliada con Cavallo, siempre cerca de los sectores más retrógrados de la Iglesia que se referencian en políticos como Cacho Caselli, para copar los mejores negocios de impresión de dinero, cuasidinero, billetes de lotería, patentes de autos, pasaportes, cédulas y documentos de los últimos años. Según fuentes de la diplomacia y de los organismos multilaterales, en Honduras las fuerzas golpistas tenían bastante persuadido a Llorens de que un golpe más o menos prolijo podía funcionar. Que era la mejor manera de prevenir que Zelaya forzara su reelección y Honduras cayera bajo la órbita chavista. O sea, un disparate: por más que lo intentara, y probablemente lo intentaría, Zelaya no tenía ni los votos ni el poder legal, ni el poder institucional, ni el poder militar para forzar su reelección, y debía entregar el mando sí o sí en seis meses. La Corte Suprema, la Corte Electoral, el Congreso, los generales, la embajada norteamericana, la Iglesia Católica y las protestantes, dos de las tres principales cámaras empresariales, los diarios nacionales, las cadenas de televisión y hasta su propio partido, el Liberal, se habían manifestado en contra de la reelección y la Carta Magna vigente consideraba un delito siquiera intentarlo. Encima, en las encuestas Zelaya ni siquiera alcanzaba a arañar el cincuenta por ciento de la intención de voto. Pero Llorens no hacía esa cuenta por afinidad ideológica sino por intereses compartidos. Llorens compraba el análisis paranoico‐revanchista de los golpistas y en sus comunicaciones con Washington advertía que Zelaya era un peligro. Mientras tanto, en sus conversaciones con los golpistas, a Llorens le costaba bajar la línea trazada por Obama en la última Cumbre Interamericana: no más golpes, no más intervencionismo, todos somos socios. Tom Shannon, subsecretario para la región, tuvo que viajar a Tegucigalpa para transmitir el mensaje a Micheletti y al general golpista Romeo Vásquez con el énfasis que a Llorens tanto le costaba encontrar. Pero en algo coincidieron los norteamericanos y los golpistas: “Mel” Zelaya no podía seguir más allá de su mandato. Sí o sí había que pararlo. Llorens, Shannon, los militares norteamericanos de la base hondureña, los militares hondureños, los civiles golpistas, todos estaban de acuerdo. Había que contener la expansión chavista que supuestamente representaba la reelección de Zelaya. Una peligrosa expansión, no solo a nivel territorial hacia el corazón del poder militar estadounidense en la región, sino también a nivel ideológico: si a los aliados de Chávez se les permitía reformar sus constituciones a su antojo para perpetuarse en el poder, el equilibrio regional se perdía y los intereses de Washington quedaban desprotegidos. La OEA Entonces pasó lo que pasó y antes de que Obama pudiera reaccionar, los cancilleres del hemisferio se habían reunido en Washington en el marco de la OEA para pedir el retorno “inmediato e incondicional” de Zelaya, resolución que Estados Unidos no tuvo más remedio que acompañar, atento a los compromisos que Obama había asumido con los demás presidentes de la región. Pero había una palabra que incomodaba a los norteamericanos, “incondicional”. Foggy Bottom, como le dicen allá al Departamento de Estado, no quería un retorno “incondicional”. Aceptaba que vuelva, pero no que se quede. Shannon seguramente recomendó hacer lo que se viene haciendo en la región en cada crisis desde que él se hizo cargo en el tramo final del gobierno de George W. Bush: bajarle los decibeles a la pelea con Chávez y negociar con Brasil una posición común que contenga a los demás países de la región. Como Lula quería que Zelaya volviera y Obama quería que no se quedara, consensuaron en Moscú que Zelaya volvería pero no se quedaría. Para pasar de “vuelve sin condiciones” a “vuelve pero se va”, Shannon, Hillary o algún cráneo de Foggy Bottom tuvo la idea de convocar al presidente de Costa Rica, Óscar Arias, para que haga valer el acuerdo entre Obama y Lula. El anuncio de la mediación fue un baldazo de agua fría para la OEA. “Veníamos invictos y de repente nos dejaron afuera”, graficó una fuente del organismo. Ni lerdo ni perezoso, Arias puso en la mesa su versión light de “vuelta incondicional”: amnistía para todos, gobierno de “unidad nacional”, adelanto de las elecciones, Fuerzas Armadas bajo las órdenes de la Corte Electoral, promesa pública de Zelaya de irse sin tocar la Constitución. Así la OEA quedó rehén de Costa Rica: si había acuerdo, tendría un rol estelar en la puesta en marcha y verificación de los acuerdos; si fracasaba el acuerdo quedaba pintada, a merced de su creciente coro de críticos. Los países de la Alba tampoco quedaron muy contentos y a través de Fidel Castro acusaron a Arias de querer perpetuar el golpe. En cambio Chávez hizo saber sus reparos, pero después acompañó con sonoros silencios los editoriales rabiosos del comandante cubano. Había decidido bajar el perfil en Costa Rica para jugar fuerte en Washington. Zelaya aceptó la propuesta de Arias enseguida, Micheletti no. Pensaba que podía dar vuelta a los norteamericanos. Pasaban los días y Arias se mostraba nervioso porque los golpistas no se bajaban del caballo. Cuando el plazo se acabó, el Premio Nobel costarricense reiteró su oferta más algunos chupetines que venían pidiendo los golpistas: elogios para el “profesionalismo” de los militares hondureños, “Comisión de la Verdad”, moratoria por seis meses de cualquier juicio político. Micheletti volvió a decir que no. Aprovechamiento ¿Y qué estaba pasando en Washington? Pasaba que el lobby anticastrista, con epicentro en Miami, había recobrado los bríos de antaño y había hecho del golpe de Honduras su nueva causa patriótica. Bajo la batuta de los dinosaurios Otto Reich y Roger Noriega, los referentes de Llorens, este pequeño y marginal grupo de presión, que alguna vez fue influyente pero cuya imagen ante la opinión pública norteamericana quedó por el piso tras el caso del balserito Elián González, este lobby invadió despachos y redacciones de los diarios con publicistas y asesores caros que venían a presentar “el caso hondureño” ante los decisión‐makers de la capital norteamericana. “Si vas al Congreso está lleno de hondureños y gente pagada por los hondureños haciendo lobby a favor del golpe”, cuenta Héctor Timerman, el embajador argentino en Washington. Al mismo tiempo, la atención de Obama estaba en otro lado. El presidente buscaba desesperadamente los votos moderados que necesitaba para el pasaje de su reforma del sistema de salud, un tema decisivo en su pulseada con los republicanos. Lo último que quería era perder votos por una discusión sobre si hubo o no hubo golpe en Honduras. Por eso había un bando muy marginal que hacía mucho ruido contra otro bando con todo el poder que no contestaba, generando un microclima que algún analista confundió con “interna feroz” en el seno del gobierno norteamericano. Acercamiento Así las cosas, fueron los diplomáticos argentinos y venezolanos quienes llevaron el peso de la campaña a favor de Zelaya, combatiendo en inferioridad de condiciones al lobby anticastrista en las horas decisivas que sucedieron al golpe, armando la agenda de la delegación zelayista cuando ésta finalmente llegó, una semana más tarde. Esa gestión habría producido el mayor acercamiento diplomático entre Venezuela y Estados Unidos que se haya conocido hasta el momento, según confió una fuente que presenció el trabajo conjunto, acercamiento que ambos gobiernos prefieren ocultar por razones obvias de política doméstica: Chávez es mala palabra en Estados Unidos y Estados Unidos es mala palabra en la Venezuela chavista. Más allá del ruido que generaron, a la hora de contar los porotos, la cosecha de los golpistas fue más bien exigua: dieciocho votos de los más de 400 congresistas norteamericanos para condenar los intentos reeleccionistas de Zelaya, algún editorial favorable en los diarios influyentes y la demora por un par de semanas de las confirmaciones de Arturo Valenzuela (subsecretario para América latina) y Shannon (embajador en Brasil). No mucho más. Brasil jugó como venía jugando en la región, ya con el tema de las FARC, ya con el intento de golpe en Bolivia: sereno, confiado, sin correr detrás de la pelota, sabiendo que tarde o temprano le iba a llegar. Dejó hacer a Arias como antes había acompañado en la OEA y recién se puso en movimiento el lunes pasado, dos días antes de que venza el plazo de la mediación. Entonces el canciller Celso Amorin llamó a Hillary Clinton y le dijo que era tiempo de apretar a Micheletti para que agarre viaje. Washington tiene juego. Su as de espadas es la facultad de cancelar las visas de los golpistas. Según pudieron constatar una variedad de negociadores, ésa es la pena más temida. De concretarse, los golpistas no podrían visitar por un largo tiempo sus condominios en Miami. Al día siguiente de hablar con Amorim, Hillary apretó por teléfono a Micheletti. Pero el dictador le juró a la prensa hondureña que el tema de las visas ni siquiera se mencionó. Si Micheletti no miente, Hillary se guardó la carta. Los tiempos se estiraban y el lobby anticastrista enrarecía el ambiente en Washington. Uribe, el presidente colombiano, envalentonado por las dos bases militares que los norteamericanos le acababan de enchufar, se animaba a tirarles una soga a los golpistas, rompiendo el consenso en la OEA. Entonces Zelaya decidió que había llegado la hora de presionar a Washington para que acelere el desenlace, y se trasladó a la frontera. Lula le deseó suerte. La Unión Europea pidió “serenidad”. Mercosur apoyó a Zelaya con una fuerte declaración, pero como no había querido invitarlo a la cumbre, Chávez faltó a la cita. La movida obligó a Washington a usar toda su influencia para evitar que los militares hondureños cumplieran con la orden de Micheletti de meter preso a Zelaya no bien pisara suelo hondureño. Cuando lo pisó, un coronel lo mandó de vuelta a Nicaragua. En sintonía con el coronel, los norteamericanos usaron todo su poder de seducción para lograr que Zelaya retrocediera. Lo invitaron a Washington, le prometieron reuniones top, le juraron que esto se resuelve sin sangre y en cuestión de días. Si lograba entrar sin Arias y sin la OEA, ya no lo podrían controlar. Y Zelaya quedó ahí, en la frontera, a la espera de que los militares hondureños lo dejen volver. Y los muy profesionales militares hondureños, que antes desobedecieron a Zelaya y ahora desobedecen a Micheletti, también quedaron ahí, mudos y acuartelados. A la espera de que sus verdaderos patrones, los comanders de Soto Cano, les digan lo que tienen que hacer. Al cierre de esta edición, los militares norteamericanos esperaban órdenes de Washington, donde el partido entraba en tiempo de descuento. Fuente Cubadebate DECISIÓN SABIA LA DEL PRESIDENTE CHÁVEZ, PERO HASTA CUÁNDO? x ANNCOL Con el régimen colombiano Chávez se ha equivocado tanto, y tantas veces que no sabemos cuándo va a aprender que es un régimen de mafiosos y paramilitares Editorial de ANNCOL Las relaciones entre Colombia y Venezuela han vivido en los últimos años una serie de tropiezos dignos de dos proyectos de sociedad distintos, la primera con un proyecto de derecha reaccionario con un tufo fascista, y la segunda, con la propuesta de socialismo del siglo XXI que ha iniciado el difícil camino de pagar la deuda social adquirida por más de 40 años de punto fijismo. En Venezuela es sabido que los ADECOS y los COPEYANOS se repartieron el poder en una alternancia, basada en un pacto institucional conocido como el pacto de punto fijo, este pacto tiene un año de diferencia con el pacto de frente nacional colombiano, firmado por los LIBERALES y los CONSERVADORES, en Benidorm (España) bajo el padrinazgo del dictador Francisco Franco. PUNTO FIJO y FRENTE NACIONAL son dos niños nacidos bajo el mismo signo zodiacal de la centralización del poder, basado en el nepotismo, la corrupción político administrativa, la centralización de lo político y la política en dos partidos corruptos y en un modelo de régimen excluyente. El proceso venezolano, iniciado con Chávez ha intentado dar al traste con el punto fijismo, reinvirtiendo la dinámica de adecos y copeyanos, si bien este proceso marcha con menos y más, la idea de hacer efectiva la “SIEMBRA DEL PETROLEO” invirtiendo en los sectores más desfavorecidos del país, es de hecho un acto revolucionario. Esta política, ridiculizada por muchos, minimizada con epítetos como “populista” es atacada constantemente por la derecha neoliberal Latinoamérica, especialmente la colombiana, quien ha perdido a sus aliados tradicionales adecos y copeyanos. Chávez puso el pueblo en la agenda política y al socialismo le dio una naturalidad que se había perdido después del supuesto fin de la historia. La oligarquía colombiana y su régimen mafioso encontraron, a regañadientes en Chávez a un interlocutor para continuar ganando dinero, con una balanza de negocios que beneficia siempre a Colombia (70 contra 30). Más allá del miedo que le genera a la oligarquía colombiana el proyecto chavista de socialismo del siglo XXI, ésta siempre temerosa al efecto contagio que puede suscitar el proyecto emancipador venezolano, sigue dándose besitos con Chávez con tal de seguir recibiendo los dólares, esos si bienvenidos a suelo colombiano. Pero como los negocios son separados de todo sentimiento, la oligarquía colombiana sigue detestando a Chávez, tanto como a Correa y sus proyectos emancipadores, y que no decir de Ortega, con el viejo litigio de la soberanía sobre San Andrés. Ese rencor, hace parte de la lucha de clases en América Latina, son como el agua y el aceite. La decisión de Chávez de congelar las relaciones con Colombia es sabia y responde a la lectura correcta de los hechos actuales de dos proyectos de sociedad que se encuentran en un conflicto de clases. Pero con Chávez nunca se sabe, nadie duda de compromiso con el proyecto emancipador que dirige, pero con el régimen colombiano, Chávez se ha equivocado tanto, y tantas veces que no sabemos cuándo va a aprender que el régimen colombiano es un régimen de mafiosos y paramilitares, sin ninguna lealtad y sin un sentimiento distinto que a consolidar, a todo precio su poder hegemónico. Entre el narco‐paramilitar y Chávez ocurre como en una pelea de parejas, lo mejor es no meterse ni opinar, pues luego se contentan (besito va y viene) y el malo termina siendo el mediador. Todas estas equivocaciones de Chávez en lo diplomático se explican por una falsa premisa; La idea es acercarse a Uribe, intentar ganárselo para no dejarlo en manos del imperio, unirlo a través de compromisos bilaterales, con una perspectiva de alejarlo del imperio. Error, craso error. Chávez no puede sucumbir, siguiendo al modelo de relaciones internacionales cubano, que le ha dado éxito a isla, pero que no corresponde a la realidad venezolana, esto explica los errores de Chávez. Uribe es un instrumento del imperio estadounidense a nivel internacional y a nivel nacional, un mandadero del sindicando antioqueño y de otros grupos económicos que tienen invertido miles de millones de dólares en Venezuela. Estos no le pasan al teléfono al narco‐paramilitar, cuando se producen disgustos con Chávez. Uribe y su régimen mafioso no tienen ninguna dignidad frente a los EEUU, son cipayos de pura cepa. Como están las cosas, éstas se van decantando, Uribe mostró con creces que es un enemigo del proyecto emancipador venezolano y ecuatoriano y que con las bases militares se entrega de lleno al imperio, convirtiendo a Colombia en un portaaviones del imperio gringo y punta de lanza de la recuperación de la influencia gringa en América latina, iniciada ya en el golpe militar contra Zelaya. El equipo situacional que acompaña a Chávez, debe tomar nota de los errores de seguir el modelo cubano. Una islita en el Caribe, por más digna que sea, no tiene de vecino a un régimen tan peligroso como el colombiano. Correa la tiene más clara que Chávez por las decisiones tomadas. El peligro de todo eso, guardando las proporciones y el contexto, es que Uribe, comienza a tener el Cristo de espaldas, y como lo hemos establecido en ANNCOL, Uribe podría, a la usanza de la dictadura argentina en su momento, buscarse unas MALVINAS para provocar un elemento desencadenante de la unidad nacional en Colombia, que le permita perpetuarse en el poder y una situación internacional que ponga en peligro los proyectos emancipadores de sus dos molestos vecinos. Esto no es un escenario catastrófico, es la perspectiva de la lucha de clases en América Latina. Chávez y Correa deben poner sobre la mesa, de nuevo y sin complejos, el reconocimiento del status de beligerancia para las FARC‐EP. Recordemos que en su momento, Yasser Arafat, Nelson Mandela, Kadaffi fueron declarados terroristas, y ayer y hoy muchos de los más connotados dirigentes mundiales, estuvieron prestos a tomarse la foto con los otrora terroristas. Las FARC‐EP a la luz del Derecho internacional cumplen con todos los requisitos para ser una fuerza beligerante. Chávez y Correa tienen la palabra. Frente al servilismo y al terrorismo del régimen colombiano, la consigna en América Latina es una sola: Alerta, alerta, alerta que camina, la espada de Bolívar por América Latina. ¡En Bolívar nos encontramos todos! ¡Abajo el régimen narco‐paramilitar colombiano, abajo, abajo, abajo! SE PROFUNDIZA EL CONFLICTO INTERNO EL IMPERIO EN GUERRA CONTRA EL IMPERIO: ¿QUE HACER CON CHÁVEZ Y EL GOLPE? (IAR Noticias) 04­Agosto­09 Lo que parecía imposible se hizo realidad: El Imperio está en guerra contra el Imperio. La guerra, en principio subterránea, de los republicanos contra Obama ya llegó al Congreso. Las variables de ajuste son Chávez y los presidentes izquierdistas de América Latina. Un sector del poder estadounidense (los republicanos conservadores) pelea contra otra fracción del Imperio (los demócratas liberales) por el control de las decisiones políticas en el patio trasero. El golpe hondureño, en realidad, es sólo la punta del iceberg de un proceso geopolítico militar más profundo impulsado por el poder conservador de EEUU, que intenta sustituir a una estrategia de dominio que considera "demasiado blanda" (el "sistema democrático" de poderes civiles) por una alternativa de mayor control militar de la región adaptado a las crisis y a los conflictos intercapitalistas que se avecinan en el planeta. El escenario hondureño, además de los objetivos coyunturales con la destitución de Zelaya, conforma un laboratorio de ensayo experimental de "cambio de régimen regional" que tiene a Chávez y a los presidentes izquierdistas como objetivo central. "Después de Honduras vienen por mí", dijo este fin de semana el presidente de Ecuador Rafael Correa. La guerra, en principio subterránea, ya llegó al Congreso. Las variables de ajuste son Chávez y los presidentes izquierdistas de América Latina. Este fin de semana, después de que 17 senadores ultra conservadores hicieran pública una carta donde acusan a Obama de proteger a Zelaya y acordar con Chávez, el líder republicano del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el poderoso Richard Lugar, envió una carta a Hillary Clinton pidiéndole "explicaciones" sobre la política que está instrumentando en Honduras. Lugar advierte en su carta que "estas explicaciones podrían mejorar las perspectivas de que las nominaciones del Subsecretario para Asuntos Hemisféricos, Arturo Valenzuela, y las de los embajadores de EEUU para Brasil y para México, Tom Shannon y Carlos Pascual sean aprobadas antes de que el Congreso entre en receso", el 7 de agosto. Estas nominaciones (de funcionarios afines a la negociación con Chávez) fueron bloqueadas por el senador ultraconservador John DeMint, quien junto a otros republicanos, considera que la expulsión del presidente Manuel Zelaya fue "constitucional" y que el Departamento de Estado estadounidense no puede estar apoyando a un aliado de Hugo Chávez y de Daniel Ortega, ambos "enemigos de EEUU. Respondiendo a esta línea de acción, el presidente golpista de Honduras, Roberto Micheletti, revocó la visa a los funcionarios del Departamento de Estado (Embajada USA) en Tegucigalpa y aseguró que su país resistirá con orgullo el aislamiento de la comunidad internacional. Micheletti dijo además que si Washington tomó la decisión de revocar la visa a los funcionarios hondureños en Estados Unidos, su gobierno puede hacer lo mismo con los diplomáticos estadounidenses acreditados en Tegucigalpa. “Ese es un derecho que tenemos porque esta es nuestra tierra... y no es posible que nadie, por muy poderoso que sea, venga a indicarnos lo que tenemos que hacer o venga a humillarnos”, subrayó Micheletti. El presidente de facto criticó también al presidente venezolano Hugo Chávez, a quien acusa de estar provocando la violencia. “Honduras dijo adiós a las actitudes pro comunistas que intentaron llevar al país al caos y al comunismo del siglo XXI, que protagoniza Chávez con los dólares que son del pueblo de Venezuela y no de él”, dijo el presidente de facto. El alineamiento de Micheleltti con las posturas de los halcones del Pentágono es casi pristina, sus declaraciones públicas sisempre coinciden con los pasos tácticos dados por los republicanos conservadores. Para los halcones ultra conservadores USA (el Pentágono y el "capitalismo de guerra" del Complejo Militar Industrial) Chávez y sus aliados son la "dictadura comunista" que quiere volver a Honduras de la mano de Zelaya. Las posturas (dentro de la guerra interna) se rigen por un axioma económico: Wall Street con sus empresas y bancos negocian con Chávez, el Pentágono y las armamentistas no negocian con Chávez. La lógica del enemigo número uno del sistema capitalista en la década del setenta se estableció en la figura del "subversivo rojo" emergente de la guerra contra el comunismo "ateo" de la Unión Soviética. Esa lógica ‐tras los atentados del 11‐S en EEUU‐ se trasladó a la figura del "terrorista islámico" emergente de la guerra contra el terrorismo exportado desde las raíces musulmanas del "eje del mal". En la década del setenta el ordenamiento doctrinario de combate fue la "guerra antisubversiva", y en el 2000 la "guerra contraterrorista" marcó el accionar contra el "nuevo enemigo" de la civilización occidental. Chávez llegó en el 98 y W Bush llegó en el 2000: Ambos fueron los protagonistas mediáticos centrales de la "guerra contraterrorista", desde trincheras opuestas. Chávez no era Chávez, sino el "gran desestabilizador terrorista" del patio trasero latinoamericano, y Bush no era Bush sino el "gran cruzado antiterrorista" del mundo occidental capitalista ordenado desde la Casa Blanca, el Pentágono y Wall Street. Cuando Chávez comenzó a ganar elecciones, vino el fracasado golpe para derrocarlo y a su figura de "terrorista desestabilizador" se le agregó una categoría adicional: "dictador petrolero". Resumido: Chávez utilizaba tácticas "terroristas" de desestabilización para imponer con el poder del petróleo un proyecto hegemónico de poder dictatorial en América Latina. Una tesis que iluminó los mejores editoriales de las agencias, diarios y cadenas televisivas imperialistas durante más de un lustro. Se fue Bush, queda Chávez, llegó Obama con los demócratas liberales, y está latente la posibilidad de que el presidente venezolano pueda ser reelegido en forma indefinida. Entonces (y mientras los halcones seguían aferrados al "dictador comunista") el Departamento de Estado de Obama optó por buscar vías de negociación utilizando solo la calificación de "dictador" en directa alusión a la acumulación de superpoderes del régimen venezolano. Los conservadores (demócratas y republicanos) y los halcones militaristas (alianza del sionismo judío con la derecha cristiana) que controlan los resortes de decisión del Pentágono y del Complejo Militar Industrial (capitalismo de guerra), están convencidos de que las políticas de "diálogo y tolerancia" que propicia Obama conducen a una pérdida del poder militar de EEUU y a una fortificación de sus enemigos situados en el "eje del mal". El presidente venezolano mantiene una alianza estratégica (de orden comercial y militar) tanto con Irán como con Rusia y China, potencias capitalistas emergentes que compiten con el eje USA‐UE por el control de las redes energéticas y las reservas petroleras del triángulo Eurasia‐Cáucaso‐Medio Oriente, en una versión aggiornada de la "guerra fría" por áreas de influencia, esta vez protagonizada a niveles intercapitalistas. En el decálogo analítico (cerrado y prehistórico) de los halcones y gusanos del Pentágono y del Departamento de Estado USA, tenerlo a Chávez en Venezuela, es como tenerlo a Ahmadineyad controlando el petróleo de Venezuela y comprando aliados regionales con oro negro a precio preferencial. Chávez (en la cosmovisión ultraconservadora) es una pieza funcional de Irán y Rusia en el tablero latinoamericano y, por más que coquetee con la administración Obama, su destino está atado a la geopolítica petrolera enfrentada a los intereses del eje USA‐UE que hace del oro negro su máximo objetivo de supervivencia. De las misma manera (y por el mismo mecanismo de conversión), tenerlo a Zelaya en la gerencia de Honduras, es como tenerlo a Chávez regenteando poder político en la principal "base terrestre" del Pentágono en América Latina. En este escenario, cuando Micheletti (léase el Pentágono) habla de suprimir a Zelaya, en realidad está hablando de suprimir a Chávez Tras el golpe hondureño, el 28 de junio, se profundizaron las diferencias entre Obama con el Departamento de Estado, por un lado, y los republicanos conservadores con el Pentágono, por otro. Para los demócratas liberales (Wall Street y el "capitalismo sin fronteras") el golpe de Honduras impulsado por el Pentágono (las armamentistas y el "capitalismo militar") quiebra la paz y desestabiliza la "gobernabilidad democrática" en la región. En consecuencia, en el Congreso de EEUU (con epicentro en el golpe de Estado hondureño) dos sistemas alternativos de dominio ya confrontan abiertamente: La "democracia" imperial de la era trasnacional unipolar vs. las dictaduras y los golpes de Estado de la Guerra Fría por áreas de influencia con la URSS. Para los demócratas liberales USA el mundo se divide según la teoría de los "dos demonios": Chávez por un lado, y los halcones golpistas USA, por el otro. Ambos se retroalimentan para generar "violencia" y desestabilizar el proceso democrático establecido en la región (dominio sin el uso de las armas). En la receta de los demócratas USA, Chávez es uno de los de los "demonios", y los halcones y gusanos de la derecha son el otro. Se necesitan los extremos para justificar el centro de contenido, o sea la democracia. Para que exista la democracia, tienen que existir los "enemigos de la democracia". Para los halcones conservadores USA solo hay "un demonio": Chávez y los presidentes izquierdistas protegidos por Obama y los demócratas liberales. Para los demócratas liberales (con Obama y el Departamento de Estado) Chávez y los presidentes izquierdistas son una "variable dictatorial" del sistema que no conjugan con el "proceso democrático" . Para los halcones republicanos (con el Pentágono) Chávez es un "dictador comunista" que nunca integró el "proceso democrático". Para ambos, no obstante, Chávez y los presidentes izquierdistas desestabilizan y "amenazan la gobernabilidad" (del sistema capitalista) en la región. ¿Qué hacer? Las estrategias difieren: Para los demócratas liberales, hay que apresurar (y crear las condiciones) para la caída de Chávez por medio de "elecciones democráticas". Para los halcones republicanos, hay que terminar ya con Chávez por las vías que sean, incluido el asesinato y el golpe de Estado. Los demócratas, con Obama y el Departamento de Estado, apuestan a una "salida negociada" con Zelaya presidiendo un "gobierno de unidad" hasta las elecciones. Los republicanos, con los halcones conservadores del Pentágono, quieren que Micheletti sea quien convoque a elecciones sin la presencia de Zelaya en el Gobierno. Para los halcones conservadores, sostenes del gobierno golpista de Micheletti, "Obama y el Departamento de Estado de EEUU se unieron a Chávez y sus aliados para exigir que Zelaya sea restituido en el poder". Washington, por estas horas, es un caldo de cultivo de todo tipo de rumores y versiones sobre el proceso hondureño, cuyas orientaciones y aprovechamiento político nacen de operaciones diseñadas en los despachos de demócratas y republicanos donde se decide (desde posturas enfrentadas) el destino de Zelaya y de los golpistas. En ese tablero, tanto Zelaya como Chávez y los gobiernos de izquierda regionales, son variables de ajuste de la guerra entre los lobbistas de Wall Street (que sostienen a Obama) y los lobbistas del Pentágono y del Complejo Militar Industrial que sostienen el golpe de los "gorilettis". Y mientras el Departamento de Estado "presiona" al gobierno golpista de Micheletti por una "salida negociada" con Zelaya retornando al gobierno, Uribe (más "cachorro" del Pentágono que del Departamento de Estado) lanza una nueva acusación contra Chávez señalándolo como proveedor de armas al "terrorismo" de las FARC. Y se abre un potencial nuevo frente regional (conflicto Colombia‐Venezuela), con epicentro en la guerra interna de los halcones republicanos contra Obama y los demócratas liberales que gerencian eventualmente el Departamento de Estado. Ambos sectores son Washington, ambos son el Imperio, pero representan a sectores económicos e ideologías diferenciadas y enfrentadas dentro de la interna capitalista imperial. Uno (los halcones republicanos) expresa la estrategia del "dominio militarizado", y el otro (los demócratas liberales) expresa la estrategia del "dominio democratizado". Ambos sectores son Washington (con doble cara), y están en guerra por el control de las decisiones imperiales en América Latina y en resto del planeta globalizado. Y hay un primer escenario: Los halcones republicanos y el Pentágono saben que para terminar con Chávez, primero tienen que terminar con Obama. Este punto (entre otras razones estratégicas de fondo), es el que alimenta todo tipo de teorías conspirativas (que van desde el derrocamiento hasta el asesinato de Obama) dentro y fuera de EEUU. MÉXICO: EL FRACASO POLÍTICO DE LA MILITARIZACIÓN x El insurgente La solución para darle un giro al desarrollo del país no está en manos de la oligarquía y gobiernos entreguistas, está en las manos de las masas organizadas La militarización en el Estado de Michoacán y en el país entero, con la llamada “guerra contra el narcotráfico” es la manifestación violenta sí, de la guerra, pero no contra el narcotráfico sino con todos los opositores a la política y al régimen autoritario, que se ha caracterizado por las violaciones a los derechos humanos y la criminalización de la protesta popular. La llamada operación conjunta Michoacán, desde su inicio es ilegal, ha estado plagada de irregularidades e inconformidades, no sólo de la ciudadanía sino ahora del propio gobernador del Estado de Michoacán encabezado por Leonel Godoy Rangel a quien se le ha llegado a acusar sin elementos probatorios a manera de rumores de solapar a los narcotraficantes o delincuencia organizada, o peor aún de encubrirla y hasta protegerla. No hay duda que estas acusaciones tienen el objetivo de linchar políticamente a un gobierno demócratamente electo para justificar la violación de la soberanía michoacana; vengarse políticamente del maestro Godoy por no compartir los criterios del combate al narcotráfico y oponerse a las pretensiones de Calderón de suprimir las garantías individuales en Michoacán, es decir, decretar el estado de excepción; de dar un escarmiento a los michoacanos que han rechazado desde un inicio la militarización que mantiene en estado de sitio permanente al pueblo con su llamada “operación conjunta Michoacán” en sus diferentes fases, el pueblo lejos de sentirse protegido y seguro siente inseguridad y temor por las violaciones a los derechos humanos de parte del ejército y la PFP. Además de las largas listas de denuncias de abusos y vejaciones sufridas por militares y policías federales que muchos michoacanos han sufrido más de una vez desde el inicio de su faccioso operativo, existen innumerables casos sin denunciar porque las víctimas no se atreven a hacerlo por temor a las represalias que siempre se padecen cuando se denuncian las violaciones a los derechos humanos. So pretexto de combatir la delincuencia se violan tajantemente los derechos humanos más elementales como son el libre tránsito, o libre circulación, además de ser juzgado o retenido por el hecho de parecer sospechoso por su forma de vestir y actuar; los allanamientos de morada, las detenciones arbitrarias entre otras son las prácticas más comunes de violaciones a los derechos humanos por parte del “glorioso y valiente ejército nacional” y sus corporaciones policiacas preparadas para “salvar a México de las manos del crimen”, disponiendo de elevados presupuestos para cometer estos atropellos. El pueblo a parte de soportar la militarización y sus efectos tiene que cargar sobre sus espaldas la pobreza que a decir de los últimos reportes en los últimos años y particularmente en los sexenios de Fox‐Calderón la pobreza aumentó drásticamente en todo el país a consecuencia del desempleo, la devaluación y la inflación que disminuyen la percepción económica del pueblo. El futuro del país es dramático mientras el espurio da declaraciones falaces y vergonzosas de un “considerable desarrollo”. Los propios estudios del INEGI dan muestra de que en los últimos 2 sexenios aumentó la miseria en el país y por ende se ha venido estancando el desarrollo, pero como siempre los defensores del Estado como el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) lo justifican argumentando que se debe a la baja de los envíos de remesas del vecino país del norte y a la crisis global. La realidad es que la disminución de las remesas y la crisis económica existente en nuestro país se debe a la crisis mundial del capitalismo; a las malas administraciones de los gobiernos espurios y vende patrias que han adoptado al neoliberalismo como la panacea del desarrollo, siguiendo dogmáticamente las indicaciones de los organismos financieros internacionales, porque si bien nuestro país es pobre, cuenta con recursos humanos y naturales para dejar de ser un país de miserables y pobres. Lo que sucede es que esos recursos además de estar mal administrados, corrompidos y demás, sólo están beneficiando a unos cuantos oligarcas nacionales y extranjeros. Los mismos que defienden la teoría de la crisis como la culpable de la miseria en México, omitiendo deliberadamente que ellos son los principales responsables de la pobreza y miseria, y los beneficiarios eternos de las crisis económicas. Mientras en otros países en desarrollo se invierte hasta un 20% del producto interno bruto en salud y educación en México estos rubros son los más afectados al destinárseles paupérrimas aportaciones del presupuesto nacional, en cambio se destinan innumerables cantidades al llamado “combate al narcotráfico” y la “delincuencia organizada”. Lejos de buscar una justificación el espurio todavía con burdo cinismo alardea cuando dice que la economía “nada más” cayó 9% y el desempleo 3%, para colmo del cinismo afirma que su gobierno ha podido contener los impactos recesivos de la crisis, presentándose como el héroe que salvó al país. Por otro lado contradictoriamente con las afirmaciones de Calderón, otro reporte del INEGI subraya que en solo un año el desempleo aumentó 46% y da cifras sobre los millones de desempleados, lo cual da muestras de la política errónea y entreguista del espurio Felipe Calderón. Para los expertos en la materia la política calderonista de darle prioridad a una peligrosa militarización no nada más es contradictoria sino injusta, pues afirman que en lugar de destinar recursos innecesarios debería darle prioridad a la educación, a la ciencia en beneficio de la sociedad, a la salud, al trabajo digno de todos los sectores productivos. Eso marcaría la diferencia para el desarrollo, pero desgraciadamente con el sistema capitalista dominante y con un gobierno como el de Calderón esto es prácticamente imposible. La solución para darle un giro al desarrollo del país no está en manos de la oligarquía y gobiernos entreguistas, está en las manos de las masas organizadas con un proyecto encaminado a un cambio radical del viejo sistema opresor, es decir, por la transformación profunda de la sociedad. A estas alturas ha quedado demostrado el fracaso político de la militarización del país, su operación conjunta jurídicamente es ilegal e inconstitucional, políticamente está resultando un fiasco y militarmente también es un rotundo fracaso, por donde se le quiera ver o analizar es un fracaso. Los costos para el pueblo han sido altísimos, se le está privando de la educación y la cultura para destinar esos recursos a los militares, las violaciones a los derechos humanos son innumerables, los crímenes como asesinatos por parte del ejército son una práctica común puesto que como ellos mismos refieren “traen orden de matar a quien se les atraviese en su camino”... en suma el pueblo está pagando hasta con sangre las decisiones maquiavélicas de un gobierno de ultraderecha. Revista del PDPR‐EPR LAS ONGS, ¿INSTRUMENTOS DE GOBIERNOS Y TRANSNACIONALES? por Julien Teil Las ONGs (organizaciones no gubernamentales) se presentan, por definición, como entes independientes de los Estados y representantes de la ciudadanía. La realidad es que están recibiendo cada día más subvenciones de los gobiernos y más financiamiento de las empresas transnacionales. A pesar de que carecen de legitimidad democrática, algunas ONGs ambicionan participar en la «gobernanza mundial». Julien Teil analiza este fenómeno a partir del estudio de un caso, el de la asociación caritativa CARE. 3 de agosto de 2009 Consideradas como íconos del desinterés, las ONGs entraron en la escena política mundial a principios del siglo XX. Hoy en día, algunas pretenden participar en la «gobernanza mundial». Pero, ¿qué intereses representan en realidad las ONGs? Para responder a esta pregunta vamos a analizar un ejemplo revelador, el de una de las asociaciones humanitarias más importantes del mundo: CARE‐International. CARE‐International es una asociación humanitaria fundada en Estado Unidos al final de la Segunda Guerra Mundial, con los fondos del Plan Marshall. Esta asociación comenzó su accionar organizando envíos de alimentos, medicinas y otras cosas necesarias en una Europa desgarrada por la guerra. Los primeros 20 000 paquetes de ayuda fueron enviados el 11 de mayo de 1946 al puerto francés de Le Havre. Ese mismo año, varios millones de familias, escuelas y hospitales recibieron aquellos paquetes. CARE‐Francia es una de las 12 filiales nacionales de la asociación humanitaria CARE‐
International y entre sus fundadores se encuentran el banquero Jean Guyot y el abogado Jean Lisbonne. CARE dentro de la construcción europea y el Plan Marshall Las siglas C.A.R.E. identifican a la «Cooperative for American Remittances to Europe», que se convirtió posteriormente en la «Cooperative for American Relief Everywhere». Según la óptica del Plan Marshall, los europeos tenían que ser asistidos y protegidos de la amenaza soviética, aunque fuera en contra de su propia voluntad. Para ello, los europeos tenían que ser portadores de «los valores americanos», a la vez conservadores y liberales, y convertirse en aliados incondicionales de Estados Unidos. La CIA (desde 1948) y la OTAN (desde 1949) establecieron [en Europa] las redes stay‐behind, encargadas de prevenir la llegada de los comunistas al poder y de organizar la resistencia en caso de invasión por parte del Ejército Rojo [1]. Al conocerse ulteriormente la existencia de aquellas redes, se les designó generalmente con el apelativo de Gladio. Dentro de esa misma perspectiva, el ACUE (American Comittee on United Europe) subvenciona, desde Estados Unidos, a todas las organizaciones favorables a la construcción europea mientras que, del lado europeo, el «Comité de Acción por los Estados Unidos de Europa» le sirve de repetidor. Su presidente es el entonces comisario francés del Plan, Jean Monnet. Además, el Club de Bilderberg selecciona y promueve a las personalidades atlantistas en Europa [2]. Jean Guyot, del Tesoro francés al capitalismo anglosajón Jean Guyot, quien trabajó con el gabinete de Jean Monnet antes de convertirse en subdirector del Tesoro, garantiza el contacto entre el Plan Marshall (Estados Unidos) y el Comisario General del Plan (Francia). Posteriormente, en 1983, el propio Jean Guyot fundará CARE‐France con apoyo del Plan Marshall y de CARE‐International. Más adelante, en 1992, Guyot creará la Fondation Hippocrene, reconocida como de utilidad pública, «para fortalecer la cohesión entre jóvenes europeos» [3]. Jean Guyot. Llega entonces la época de la CEA, la Comunidad Económica del Carbón y el Acero, concebida por Monnet y con Guyot como responsable financiero. Según su biografía oficial, Guyot «contribuye a la credibilidad de la primera institución de la historia de Europa ante medios financieros y americanos permitiendo a la Alta Autoridad del CECA la apertura de empréstitos a su nombre, lo cual era poca cosa en aquel entonces, sobre todo ante los inversionistas americanos» [4]. «Aquellas operaciones se realizaron con ayuda de unos pocos financieros entre los que se encontrabab André Meyer, socio de Lazard; David Rockefeller, quien dirige el Chase Maniatan Bank, y Siegmund Warburg. » [5]. De esta manera, el alto funcionario Guyot se acerca a las élites bancarias y financieras internacionales. • André Meyer es un francés que entró al banco Lazard y se fue a vivir a Estados Unidos. Se convirtió en «el banquero de inversiones más importante del mundo occidental», según su necrología, realizada por la revista Fortune [6]. • David Rockfeller, heredero de la Standard Oil, es a la vez la principal fortuna de Estados Unidos y un hombre influyente. Es fundador del Club de Bilderberg [7]. • Siegmund Warburg, es fundador del principal banco británico de inversiones, el S. G. Warburg & Co [8]. En 1955, Jean Guyot, siguiendo los consejos de Jean Monnet, abandona el servicio público y se une a André Meyer en el banco Lazard, donde se mantiene hasta el año 2005. «La CECA acrecienta así su presencia en los mercados financieros internacionales y Lazard se mantiene cerca de la institución europea, cuya dirección financiera se encuentra entonces en manos de Paul Delouvrier, sucesor de Jean Guyot (…) Más generalmente, éste último actúa permanentemente por la construcción de una Europa financiera» [9]. Para decirlo en forma elegante. El banquero Guyot presta dinero a las instituciones que él mismo había dirigido en sus tiempos de alto funcionario. Y esas instituciones se endeudan, beneficiando así al banco de los hermanos Lazard. ONG: ¿Imparcialidad ante los gobiernos? Fundada en 1983 por Jean Guyot, CARE‐France estuvo después bajo la presidencia de Marina de Brantes [10] y su actual presidenta es Arielle de Rothschild [11]. Se trata de una asociación reconocida como de utilidad pública por la República Francesa. A través de su sitio en Internet, esta ONG se define a sí misma de la siguiente manera: «CARE es una organización de solidaridad internacional, no confesional y apolítica». ¿Es eso cierto? Tomemos el ejemplo de la Palestina ocupada, donde CARE‐France gasta 3 millones de euros al año, o sea el 20% de su presupuesto. Oficialmente, esa suma se dedica al saneamiento del agua y la distribución de medicinas. En su documentación, la ONG se abstiene de tomar posición sobre los conflictos de la región. Pero en su informe moral del año 2008 se jacta de haber organizado en Francia un prestigioso encuentro: «El Consejo Pasteur‐Weizman [12] y CARE se asociaron en una velada excepcional en la Ópera de París, en presencia y en honor de Shimon Peres, presidente del Estado de Israel y Premio Nóbel de la Paz, en ocasión de su visita oficial a Francia y bajo la presidencia de Simone Veil y de Lily Safra [13]. Toda la ganancia se destinó a la investigación científica de Pasteur‐Weismann y a los programas humanitarios de CARE». Teniendo en cuenta los vínculos que la familia Rothschild ha mantenido históricamente con el Estado de Israel y el explícito apadrinamiento de la ONG CARE a la mencionada gala, cualquiera está en su legítimo derecho de interrogarse sobre la naturaleza de las acciones de CARE en Palestina. ONG e instituciones intergubernamentales Helene D. Gayle, directora de CARE‐USA, en el Forum de Davos, 31 de enero de 2009. Aunque no admiten sus vínculos con los gobiernos, las ONGs internacionales hacen gala de sus lazos con diversas instituciones intergubernamentales, lazos que ha menudo se interpretan como garantía de la competencia y la imparcialidad de las ONGs. Pero, ¿es así en realidad? Volviendo al caso que estamos estudiando, la administración de CARE‐USA (la casa madre) se compone de una colección de ex responsables del Banco Mundial, empezando por su presidente W. Bowman Cutre [14] y su directora general Helene D. Gayle [15]. Según el sitio web de la ONG [16], su principal actividad es la lucha contra la pobreza y el hambre, conforme a la tradición inaugurada en Europa al término de la Segunda Guerra Mundial. Actualmente, afirma estar realizando un intenso cabildeo ante el Congreso y la administración Obama con vistas a la instauración de un amplio programa público de respuesta a la actual crisis alimentaria mundial. Sin embargo, la mayoría de los observadores consideran que esa crisis alimentaria es consecuencia de las políticas que el Banco Mundial impuso en años anteriores como medio de instaurar la globalización económica [17]. Desde ese enfoque, la actividad humanitaria de CARE no sería otra cosa que un intento por limitar los devastadores efectos sociales de la política imperial impuesta por el Banco Mundial. ¿Imparcialidad ante los intereses económicos? Volvamos a París. En lo referente a la carrera personal de Arielle de Rothschild, en muchos aspectos similar a la carrera de sus predecesores Jean Guyot y Marina de Brantes, ella misma indica en una entrevista concedida a BFM que trabajó para el grupo Rothschild y que entró más tarde al banco Lazard. Organizó entonces en Libia la privatización del banco Sahara (comprado por el banco PNB Paribas). Cuando la periodista le pregunta si sus actividades anteriores le permitirán dirigir CARE‐
France con facilidad, Arielle de Rothschild lo confirma indicando que: «Al final, los interlocutores son los mismos.» [18] Los bancos de negocios son los bancos de capitales a largo plazo, especializados en el financiamiento de empresas. Trabajar en uno de ellos permite establecer estrechos vínculos con los altos dirigentes de las transnacionales, que son los famosos «interlocutores» de Lazard y de CARE. Debe ser por eso que, en el sitio web de CARE, se puede leer lo siguiente: «¿Por qué convertirse en [una empresa] asociada a CARE‐France? • Porque CARE es una de las pocas ONGs de desarrollo capaces de acompañar también a las empresas en cuestiones de responsabilidad social y ambiental • Por el enfoque global, asociativo y participativo de CARE • Por el constructivo enfoque «proempresa» de CARE • Por la capacidad de CARE para desarrollar operaciones/campañas a nivel mundial». Asociaciones ONG‐empresas Las asociaciones ONG‐empresas son, en muchos casos, asociaciones ONG‐transnacionales. Esa mezcla no goza de una aceptación unánime entre las organizaciones. Generalmente es objeto de denuncias, en el caso de Francia, por parte de organizaciones como Survie [19] o Attac [20]. Algunos colectivos se componen incluso de contestatarios que realizan acciones en ese sentido, como el colectivo «Areva ne fera pas la loi au Niger» [En español, Areva no impondrá su ley en Níger.NdT.] que denunció recientemente una asociación existente entre las ONGs Médecins du Monde y Serpa y la empresa Areva. Para las empresas transnacionales, ese tipo de asociación representa la posibilidad de desviar la atención del polémico papel político que ellas mismas desempeñan y de ganarse la simpatía que siente el público por el accionar de las ONGs. En ciertos casos, existe una total contradicción entre la práctica de las transnacionales y los ideales que las ONGs dicen defender. En otras palabras, ciertas ONGs no defienden en realidad los ideales que proclaman sino que sirven de coartada a las transnacionales que las subvencionan. Peor aún, ciertas ONGs llegan a utilizar su propio estatus para permitir que las transnacionales puedan desempeñar un papel político a espaldas del público. Ese fenómeno va en aumento con el desarrollo del papel de los llamados OSC (Organismos de la Sociedad Civil) en el seno de la ONU [21]. En el caso de CARE, la lista de empresas asociadas habla por sí misma: Orange, Sanofi‐Aventis, Lafarge, EDF, Starbucks...; empresas que mantienen grupos de cabildeo en el seno de la Unión Europea, de la OMS y de la OMC. Lafarge es un ejemplo ilustrativo. Se trata de un grupo francés de materiales de construcción, líder mundial de la producción de cemento. Su actividad es muy contaminante y Lafarge la ha desarrollado a costa de severos daños al medio ambiente. Actualmente bajo la dirección de Bruno Lafont, esta empresa tenía hace algunos años entre sus administradores a Hillary Clinton. La entonces Primera Dama de Estados Unidos intervino para reducir en un 60% una enorme multa que la empresa se había ganado por sus violaciones de las leyes estadounidenses sobre el medio ambiente –leyes ya de por sí más que laxistas. Lafarge es miembro de poderosos grupos de presión, como Empresas por el Medio Ambiente (EPE) –grupo que preside el propio Bruno Lafont– o el World Business Council for Sustainable Development (WBCSD), sin hablar de la European Roundtable of Industrialists (ERT). Y, por supuesto, Bruno Lafont estaba como participante en la última reunión del Club de Bilderberg. Para la transnacional Lafarge, la asociación de su propia imagen a cualquier tipo de acción humanitaria, como las que realiza CARE‐France, es una necesidad en términos de propaganda. Complejidades del poder y del contrapoder en la «gobernanza global» No es nuestro objetivo restar importancia al aporte de las ONGs en el plano internacional, ni estigmatizarlas a todas por el comportamiento de algunas de ellas, aún tratándose de las más visibles. Pero esto no implica tampoco que no seamos capaces de analizar con lucidez lo que ha pasado a ser un fenómeno de fondo. Después de los Estados y de las empresas transnacionales, son ahora las ONGs las que están haciendo irrupción en la escena política mundial. Y lo hacen ejerciendo un «soft power», según la expresión del profesor Joseph Nye, o sea una forma de poder moral [22]. Pero, ¿constituyen por ello un contrapoder? Sólo en algunos casos excepcionales se encuentran las ONGs en esa situación. Lo que más generalmente sucede es que las organizaciones no gubernamentales actúan de forma autónoma, pero si los gobiernos las subvencionan o las empresas las financian es porque su acción es una prolongación de las políticas [de quienes aportan los medios]. En el caso de CARE‐International, esta ONG es un ente directamente creado por el gobierno estadounidense en el marco del Plan Marsall. CARE‐International persigue objetivos particulares que se inscriben en los del propio Plan Marshall y refuerzan la imagen filantrópica de la política de Estados Unidos a favor de la reconstrucción posterior a la Segunda Guerra Mundial. Su acción caritativa no gubernamental forma parte de un plan de propaganda gubernamental. Hoy en día, la rama francesa de CARE sigue cumpliendo esa misma función, aunque en otros teatros de operaciones. De esa manera, su acción caritativa en la Palestina ocupada forma parte de un plan propagandístico del gobierno colonial israelí. CARE‐France es financiada además por bancos y transnacionales que utilizan la imagen de la ONG bienhechora para acallar las críticas que las acusan de comportarse más como saqueadores económicos que como constructores de riquezas. David Axelrod, el especialista en creación de ONGs al servicio de las transnacionales, actual consejero de Barack Obama en temas de relaciones públicas y propaganda. En Estados Unidos, la firma ASK Public Strategies se ha especializado en la creación de ONGs por cuenta de empresas transnacionales. El objetivo es lograr que las empresas puedan ejercer una influencia indirecta sobre el debate público. Este método supone, por supuesto, que el vínculo existente entre la ONG y la transnacional que la financia se mantenga en secreto. Y pudiera ser peligroso que ese vínculo saliera a la luz pública, como sucedió cuando la prensa reveló que la asociación de consumidores por una electricidad confiable (CORE) en realidad había sido creada por ASK Public Strategies por cuenta de las centrales nucleares civiles Excelon. En todo caso, el fundador de ASK Public Strategies, David Axelrod, funge actualmente como consejero principal del presidente Barack Obama. A principios del siglo XX, el senador belga Henri La Fontaine creó la Union des associations internationales [23]. Esta última desempeñó un papel en la constitución de la Sociedad de Naciones, predecesora de la ONU, y del Instituto Internacional de Cooperación Intelectual, que sirvió de base a la UNESCO. En aquel entonces, la idea era que la paz no era solamente asunto de los gobiernos sino algo que incumbía a todos y cada uno. Las asociaciones estaban en el deber de desempeñar un papel educativo. Actualmente, el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas ha concedido el estatuto de consultantes a 3 195 ONGs, que tienen por consiguiente acceso a las conferencias internacionales, lo que les permite informarse y al mismo tiempo promocionar sus propias ideas [24]. La lista de esas ONGs conforma un inventario casi surrealista. Por supuesto, junto a CARE‐International encontramos asociaciones en los que se reúnen empresas transnacionales (como el ya mencionado Business Council for Sustainable Development o el World Economic Forum de Davos) y asociaciones que sirven de pantalla a la CIA (como la Ford Foundation [25] o la Freedom House [26]). En otras palabras, con el tiempo, se ha venido produciendo un significativo alejamiento del principio fundador de participación de los individuos en el esfuerzo de paz. Jacques Attali. Dentro de esa perspectiva, Jacques Attali [27] ha propuesto la creación de una Organización de Asociaciones Unidas, que dispondría de un poder de decisión y participaría en una nueva «gobernanza mundial» [28]. Las ONGs serían legitimadas en función de sus «luchas por la aplicación de los fundamentos de la democracia: la libertad de expresión, la protección de la mujer y del niño, la lucha contra la pena de muerte, el derecho al trabajo, el derecho al crédito, el derecho a la vivienda» (sic). Ese proyecto legitima la progresiva tendencia de las grandes ONGs que pretenden utilizar su propia imagen para apoderarse de los mecanismos de decisión política en detrimento de la soberanía de los pueblos. Julien Teil Los artículos de esta autora o autor Enviar un mensaje ‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐ [1] «Stay‐behind: les réseaux d’ingérence américains», por Thierry Meyssan, Réseau Voltaire, 20 de agosto de 2001. Les Armées Secrètes de l’OTAN, por Daniele Ganser, ediciones Demi‐lune, 2007. [2] « Historia secreta de la Unión Europea », por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 28 de junio de 2004. [3] Ver el sitio web de la Fondation Hippocrène. [4] Op. cit. [5] Op. cit. [6] Financier ‐ The Biography of André Meyer: A Story of Money, Power, and the Reshaping of American Business, por Cary Reich, John Wiley & Sons, 396 pp., 1983. Versión francesa: Un financier de génie: André Meyer, Belfond, 293 pp., 1986. [7] Mémoires, por David Rockefeller, Fallois, 507 pp., 2006. [8] Un homme d’influence, biografía de Siegmund Warburg, por Jacques Attali, Fayard, 571 pp., 1992. [9] Ces messieurs de Lazard, por Martine Orange, Albin Michel, 354 pp., 2006. [10] Marina Sauvage de Brantes era la esposa de Guy Sauvage de Brantes, quien fue gerente asociado del banco Lazard Frères junto a Jean Guyot, posteriormente director de la marca de artículos de lujo Hermès. Es además cuñada de Anne‐Aymonde Giscard d’Estaing (la esposa del presidente Valéry Giscard d’Estaing). Su hijo Emmanuel de Brantes se dedica a la crónica social en la radio y la televisión. [11] Arielle Malard‐de Rothschild es la esposa del dueño del diario francés Libération, Edouard de Rothschild. Ambos eran amigos de Nicolas y Cecilia Sarkozy, quienes pasaban las vacaciones con ellos en su residencia de La Baule. [12] La asociación Pasteur‐Weizmann surgió por iniciativa de Simone Veil, en la época en que la señora Veil era ministra de Salud en Francia. La creación de esa asociación permitió que el Instituto Pasteur, de Francia, y el Instituto Weizmann, de Israel, realizaran programas conjuntos de investigación contra el cáncer. [13] Lily Safra es la viuda del banquero libanés e israelí Edmond Safra, asesinado en Mónaco en 1999. Entre otras cosas, Edmond Safra era el principal mecenas del Instituto Weizmann en Israel. [14] W. Bowman Cutter tuvo a su cargo, en 1983, la reorganización del Banco Mundial, bajo la presidencia de Alden W. Clausen. Durante la administración Clinton, trabajó como adjunto de Robert Rubin. Se convirtió así en uno de los padres de las legislaciones que llevaron a la financierización de la economía y a la crisis financiera del año 2008. También teorizó sobre las bondades de la globalización para el Council on Foreign Relations. El señor Cutter fue uno de los responsables del equipo de transición Obama‐Biden y supervisó la selección de los altos funcionarios que dirigen el Buró del Presupuesto. [15] La Dra. Gayle es pediatra. Dirigió el Departamento de Salud del Banco Mundial. Es administradora del Council on Foreign Relations y del Center for Strategic and Internacional Studies. Como médico militar tiene el grado de contralmirante en la US Navy. [16] Sitio oficial de CARE‐USA. [17] « Retour sur les causes de la crise alimentaire mondiale », por Damien Millet y Eric Toussaint, Réseau Voltaire, 7 de septiembre de 2008. [18] Entrevista concedida a BFM el 13 de diciembre de 2008. [19] Sitio oficial de Survie. [20] Sitio oficial de Attac‐France. [21] «Organisations non (?) gouvernementales», por Thibault Le Texier, La Lettre du Forum de Delphes, noviembre de 2007. [22] Bound to Lead: The Changing Nature of American Power, por Joseph Nye, New York, Basic Books, 1990. [23] Sitio oficial de la UIA. La Union des Associations Internationales es presidida actualmente por la francesa Anne‐Marie Boutin, consejera de la Contraloría. [24] Sitio oficial del departamento ONG del Consejo Económico Social de la ONU. [25] «La Fundación Ford, fachada filantrópica de la CIA» y « Por qué la Fundación Ford subvenciona la oposición », por Paul Labarique, Red Voltaire, 5 y 19 de abril de 2004. [26] « Freedom House: cuando la «libertad» no es más que un pretexto », Red Voltaire, 7 de septiembre de 2004. [27] Jacques Attali preside actualmente el banco virtual PlaNet Finance, cuya dirección en Estados Unidos está en manos de Pierre Albouy, del grupo Rothschild. Michael David‐Weill, Jean‐Marie Messier y Felix Rohatyn, líderes históricos del banco Lazard, son también miembros del Consejo Consultativo de PlaNet Finance. [28] « Discours au sommet mondial des ONG », por Jacques Attali, Réseau Voltaire, 10 de septiembre de 2004. CUARTA OLA NEOLIBERAL ACELERA IMPOSICIÓN DE "PATENTE MUNDIAL" DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL. Por Fabián Pena Rebelión. España, 3 de agosto de 2009. Un simposio a desarrollarse en el mes de septiembre en la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), será parte de la nueva avanzada en la conformación de un régimen global de patentes que se adapte (en plena crisis) a las nuevas reglas del capitalismo, e instaure la Patente Mundial : una única patente de aplicación simultanea en todos los países de la Tierra. Luego de la apresurada conferencia organizada el mes pasado por la OMC/OMPI, los organismos globales del comercio y la propiedad intelectual se proponen desarrollar la infraestructura necesaria para instaurar la llamada "Patente Mundial". El encuentro de las principales oficinas de patentes y marcas se llevará a cabo en Suiza, en un simposio destinado a las administraciones de patentes (oficinas de patentes) y contará con la presencia de organismos regionales y nacionales de propiedad industrial e intelectual. La organización mundial de propiedad intelectual bajo el control de los Estados Unidos, está acelerando sus planes para establecer "un marco uniforme a escala mundial para las empresas" y la infraestructura mundial de propiedad intelectual, a fin de implantar de la mano de la Propiedad Intelectual una dictadura tecnológica que controle los procesos, los productos y la transferencia de tecnología generada en las transnacionales privadas y los estados de los países centrales, construyendo monopolios e impidiendo que países en desarrollo establezcan modelos autónomos de producción, distribución y consumo. El control de mercados globales simultáneos utilizando el mecanismo de protección de derechos exclusivos, conocido como propiedad intelectual, es una de las salidas a la crisis recomendada por la OMC a las grandes empresas alimentarias, farmacéuticas y biotecnológicas con el apoyo de los conglomerados de comunicación y nuevas tecnologías de información : multinacionales de semillas, granos, insumos para la agricultura, medicamentos y tecnologías de punta intentan protegerse de terceros países que han avanzado en desarrollos científicos y técnicos colocándose a niveles similares a los alcanzados por los países desarrollados. Con la consigna "promover la innovación", estarán presentes en el mencionado simposio las principales potencias económicas a través de la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos de América, la Oficina Japonesa de Patentes, la Oficina Europea de Patentes. Los organizadores anunciaron la presencia de integrantes de algunas oficinas de Latinoamérica y El Caribe : el Sr. Cristóbal Acevedo Ferrer, Director Nacional del INAPI (Chile), el Sr. Randall Salazar Solórzano, Coordinador de Propiedad Intelectual, Registro Nacional, Ministerio de Justicia (Costa Rica) ; el Sr. Jorge Amigo Castañeda, Director General, Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (México) ; la Sra. María de los Ángeles Sánchez, Directora de la Oficina Cubana de Propiedad Industrial (Cuba) y el Sr. Jorge de Paula Costa Ávila, presidente del Instituto Nacional de Propiedad Industrial del Brasil. Asistirán al evento preparatorio de la patente mundial representantes de organizaciones de propiedad industrial de Asia, África y Oceanía. Entre los temas a analizar para la imposición de la "Patente Mundial" figuran los siguientes : Problemas, desafíos y estrategias. El uso de instrumentos, sistemas y prácticas óptimas de alcance mundial (elementos de la infraestructura mundial de P.I.). Hoja de ruta para la modernización : etapas fundamentales en el proceso de modernización en curso. Indicadores de referencia (funcionalidad, servicios, calidad, etc.) aplicables en el proceso de "modernización exhaustiva". Soluciones adecuadas, de calidad y adaptadas especialmente a los diversos perfiles de las oficinas de las Propiedad Industrial. Estudios de casos : intercambio de experiencias entre todas las regiones. Modernización de los procedimientos para la concesión de patentes y el registro de marcas y diseños industriales. Vínculos nacionales, regionales e internacionales : servicios de comunicación electrónica. Recomendaciones para el futuro. La "patente mundial" es rechazada por innumerables organizaciones, comunidades y especialistas de la educación, la salud, el comercio y los derechos humanos. Unos pocos gobiernos de países se oponen a este mecanismo monopólico del libre mercado. PANDEMIA DE LA IDEOLOGÍA DE LA DERECHA "FARC LAVA DINERO EN PANAMÁ Y EN PAÍSES BOLIVARIANOS": LUCIO GUTIÉRREZ El ex presidente ecuatoriano insiste en que el gobierno de Rafael Correa sí ha tenido vínculos con el grupo guerrillero. El ex presidente ecuatoriano insiste en que Rafael Correa sí ha tenido vínculos con la guerrilla. El ex presidente de Ecuador Lucio Gutiérrez ratificó que existe un video que vincula al actual mandatario ecuatoriano con las Farc. Gutiérrez dijo, en diálogo con Caracol Radio, que el grupo guerrillero ha utilizado a los países bolivarianos y a Panamá para lavar el dinero que ha recibido, producto del narcotráfico y diferentes actividades ilegales. Gutiérrez difundió un video, supuestamente de 2007, en el que el secretario anticorrupción de Panamá de ese tiempo Enrique Montenegro denuncia vínculos de Rafael Correa con las Farc. Gutiérrez presentó el video en el noticiero del canal ecuatoriano UNO, grabación que según él se "hizo pública en 2007, antes del bombardeo (de Colombia al campamento de las Farc) de Angostura, antes de que se hagan públicos los contenidos de las computadoras de Raúl Reyes". El video que presentó el ex mandatario se trata de una información, al parecer elaborada para un noticiero panameño, en el que un hombre, al que el locutor identifica como Enrique Montenegro, secretario del Frente Anticorrupción de Panamá, presenta una serie de informes de inteligencia de su país. Montenegro explica ante las cámaras que en esos informes se recoge que "el gobierno del presidente Rafael Correa está plenamente penetrado por la guerrilla" y se detalla "cómo las Farc operan en Ecuador y cómo se pretende envolver a Panamá" en asuntos de la guerrilla a través de unas empresas. De acuerdo con Gutiérrez, en ese momento el partido que lidera, Sociedad Patriótica (PSP) denunció en la Asamblea el contenido de ese video. "Pero enseguida se (nos) acusó de traición a la patria y de que se estaba atentando contra la seguridad nacional", aseguró. En 2008 "vino la denuncia" del presidente Álvaro Uribe con base en la información de los computadores de alias "Raúl Reyes", incautados tras el bombardeo de Angostura, recordó Gutiérrez, y hace unas semanas "el video del Mono Jojoy", en el que el guerrillero conocido con ese nombre habla de una "ayuda en dólares" a la campaña de Correa. Finalmente, según Gutiérrez, la copia de un manuscrito, atribuido a Reyes, y difundido por el Ejecutivo de Ecuador la semana pasada "reconfirma la vinculación del gobierno de Correa con las Farc". Y añadió: "Si hubiera un poquito de vergüenza en la cara, en los organismos de control, en la Fiscalía, en el Consejo Nacional Electoral, ya se habrían tenido que abrir indagaciones en contra de Correa y los miembros de su Gobierno que tienen vínculos con las Farc". "Corrió el rumor de que (PSP) iba a presentar el diario sobre la vinculación con Reyes. Hubo gente que dijo que nos iba a hacer llegar ese diario" además de otros documentos, entonces, según él, "el Gobierno se asusta, Rafael Correa entra en una crisis de terror y entonces se adelantan ellos y difunden el diario", señaló. Por otra parte, Gutiérrez declaró el lunes en la Fiscalía en relación a un presunto intento de asesinar al presidente Correa, después de no haberse presentado el pasado lunes a una primera citación. Afirmó al canal que esa acusación se trata de "una persecución burda de Rafael Correa (en su contra) para desviar la atención sobre las acusaciones de narcotráfico, de terrorismo", que recaen sobre su Gobierno, "para crear cortinas de humo rosadas de tal manera que se confunda al pueblo ecuatoriano". "En definitiva es un 'show' más de la pantera rosa de Carondelet", dijo. Gutiérrez, coronel retirado del Ejército, fue presidente entre enero de 2003 y abril de 2005, cuando un movimiento popular, denominado "movimiento forajido", forzó su salida del Gobierno con protestas en las calles, tras las cuales fue depuesto por el Parlamento, que adujo "abandono de poder". BANQUERO PREVÉ UNA DIFÍCIL SITUACIÓN POR FALTA DE DINERO Económicas 4 Agosto, 2009 SAN PEDRO SULA.‐ “La crisis continúa porque Honduras no tiene la capacidad de generar los recursos internos que se necesitan para invertir y para mantener la balanza de pagos en una forma más o menos balanceada y, tampoco los que requiere el Presupuesto de la República, de manera que el gobierno pueda invertir en obras públicas que mejoren la situación económica del país”, declaró ayer el banquero y político Jaime Rosenthal Oliva. Jaime Rosenthal Señaló que no hay duda de que la crisis política, encima de una crisis económica que ya existía, ha venido a profundizar los problemas y hacer más difícil la búsqueda de una solución. Refirió que la actitud de los organismos multinacionales, de eliminar las operaciones crediticias con Honduras, ha afectado también al sector privado, por lo que los bancos privados externos no le prestan a un país, comenzando por el Fondo Monetario Internacional (FMI) que no le da crédito, al igual que el Banco Mundial. En el lado positivo, dijo, que el gobierno ha reducido los gastos públicos para evitar un problema de desbalance en el Presupuesto General de la República. De igual manera, en ejecutar el programa que ya existía para colocar dinero en el Banco Nacional de la Producción y Vivienda (Banprovi), para redescontar operaciones de mediano plazo a intereses manejables, con lo que ha contribuido a mantener la posibilidad del sistema de financiar la economía hondureña. Pese a eso, Rosenthal es del criterio, que el programa no es suficiente, porque Honduras necesita de recursos del exterior, explicando que “las reservas internacionales han bajado y el país no puede subir los intereses o devaluar la moneda, porque sería una actitud totalmente en contra de los intereses del país y, en ese sentido tenemos que encontrar los recursos y buscarle solución a los problemas”. CONCERTAN PLAN EMERGENTE PARA REORDENAR LA ECONOMÍA El Comisionado para el Diálogo Nacional con el apoyo de diferentes sectores económicos y sociales concertó un plan de medidas de emergencia orientadas a crear un ambiente de reordenamiento económico, paz social y confianza, que coadyuven a la exitosa celebración del proceso electoral el 29 de noviembre de 2009. El documento “Lineamientos Básicos para un Plan de Emergencia (agosto 2009‐enero 2010) es el inicio de una nueva etapa de desarrollo en la vida democrática del país, según sus redactores. La propuesta contiene los siguientes temas: Estabilidad macroeconómica y reordenamiento fiscal, protección y generación de empleo, financiamiento al comercio y los sectores productivos, estabilidad social y proceso electoral. El documento resume una serie de iniciativas dirigidas a cumplir con los propósitos antes enunciados, teniendo como marco temporal de intervención el período agosto 2009 a enero de 2010. Algunas de las medidas recomendadas deben considerarse como “pasos iniciales” de procesos de más largo alcance en términos de tiempo. ESTABILIDAD MACROECONOMICA Referente a la estabilidad macroeconómica, la propuesta sugiere formular un plan de transición 2009‐2010 que incorpore compromisos por parte de los candidatos presidenciales para lograr un marco macroeconómico sólido y estable, que inspire confianza a los agentes económicos y permita retomar la senda de un crecimiento económico sostenido. Asimismo, iniciar acciones que faciliten al próximo Gobierno firmar un rápido acuerdo de contingencias con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con el fin de lograr acceso a financiamiento sectorial, trascendente para la estabilidad macroeconómica del país en los próximos años. También se plantea la promoción de un plan agresivo de ahorro y eficiencia energética que favorezca la reducción del consumo e incida positivamente en una menor presión sobre las divisas. Añade que debe continuarse los esfuerzos emprendidos por la ENEE para reducir la mora energética y las pérdidas técnicas y diversificar la matriz de generación, manteniendo vigentes los grandes proyectos diseñados para ese fin. Entre esos proyectos figuran las centrales hidroeléctricas Jicatuyo, Los Llanitos y Patuca III, a los que se deben sumar varios proyectos de generación de energía eólica que se están negociando. También recomiendan acelerar el funcionamiento de más de un centenar de proyectos de micro‐
generación hidroeléctrica con un importante potencial de aportación en términos de generación. LOS AMOS DE LA PRENSA EN HONDURAS ERNESTO CARMONA Lunes 20 de julio de 2009, por Revista Pueblos El conflicto entre el presidente Manuel Zelaya Rosales y la oligarquía de Honduras, que incluye a los dueños de grandes medios de prensa y televisión, se remonta al comienzo de su período de cuatro años, iniciado el 27 de enero de 2006. Antes que el Presidente se vinculara con PetroCaribe y el Alba, comenzó a ser atacado a diario por los grandes medios hondureños, cuyos pocos propietarios también poseen la tierra, controlan el poder financiero y la economía local e integran la clase política que maneja el Parlamento, el Poder Judicial y ...las fuerzas armadas. "Un pequeño número de empresarios poderosos con influencias comerciales, políticas, y vínculos familiares, son dueños de la mayoría de los medios de comunicación del país". Esta conclusión aparece en el informe 2008 de derechos humanos de la embajada de Estados Unidos en Honduras*, elaborado cuando todavía gobernaba George Bush. El reducido grupo de empresarios que se apropió del "derecho" a informar monopoliza "la libertad de expresión" en una suerte de "feudalismo mediático" al servicio dirctor de sus propios intereses económicos y políticos, a la vez que explota una rentable veta de negocios. En Honduras existen cuatro diarios de circulación nacional, propiedad de tres familias, en tanto la radio y televisión están controladas por un cuarto grupo, de acuerdo a un reporte de la periodista hondureña María Teresa Castellanos. También tienen relevancia dos revistas de papel, una de ellas en inglés. Honduras, considerada la nación americana más pobre después de Haití, vive aún en el feudalismo. La oligarquía terrateniente posee la incipiente industria, el sistema financiero y el comercio, en tanto sus "cuadros militares" dirigen personalmente a las fuerzas armadas, no a través de individuos de clase media como en otros países. Los dueños del poder y la riqueza integran también la "clase política" de donde surgen los jefes del congreso ‐como Roberto Micheletti‐, del poder judicial y del ejército. Con los socios locales de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) incorporados plenamente a los "dueños" del país, el golpe en Honduras encarna la amenaza de un retroceso histórico y político que atañe a toda América Latina, con el poder industrial‐militar‐mediático de EEUU manipulando de nuevo un golpe de estado desde la oscuridad, como en los viejos tiempos, y al parecer sin la anuencia del poder formal estadounidense, pero con gran apoyo mediático, pues ahora son muy pocos los medios y periodistas que están cumpliendo cabalmente su rol de testigos de la historia. Todo lo contrario. Desafiando a los dueños de medios El Presidente Zelaya desafió a los dueños de medios ewstableciendo cadenas obligatorias de radio y televisión desde el 28 de mayo de 2007. Argumentó que los grandes medios negaban la cobertura periodística a los logros de su gobierno: "No están publicando nada más que malas noticias y prácticamente creando un clima de inseguridad y desinformación al pueblo, lo que desincentiva el clima de negocios y el clima de desarrollo que tenemos en el país", dijo. La primera cadena fue centrada en los avances en telefonía. Luego se repitió el desafió, para abordar los proyectos en electricidad y muchos otros temas, hasta que se fundó el Canal 8 de TV del Estado, cuya planta operaba desde la casa presidencial. Zelaya dijo estar enfrentado a "ciertos sectores", según informó el Diario Las Américas del 6 de enero de 2007, mediante un cable de la francesa AFP. "La confrontación que ciertos sectores del país han iniciado con el Gobierno se ha agudizado en los últimos días", afirmó entonces el mandatario, pero no identificó a esos "sectores". Esto ocurría dos años y medio antes del golpe del 27 de junio de 2009. Típicamente, los dueños de medios rechazaron las cadenas alegando que "atentan contra la libertad de pensamiento" y que "se practican en aquellos países regidos por gobiernos totalitarios", en una temprana alusión a Hugo Chávez y Venezuela, según el comunicado de la Asociación de Medios de Comunicación (AMC) y de la Asociación Nacional de Radiodifusión de Honduras (Anarh). Zelaya siguió usando las cadenas. Hace más de dos años que los "analistas" de prensa de Honduras comenzaron a comparar a Zelaya con Hugo Chávez. La política de medios del mandatario hondureño les hizo recordar automáticamente la no renovación de la concesión de Radio Caracas Televisión, decidida soberanamente por el Gobierno de Venezuela. Nunca explicaron que la concesión una vez expirada simplemente no fue renovada, sino que "denunciaron" el "cierre" de la estación. Tampoco se habló de los esfuerzos de la Corte Suprema de Honduras por despojar al Estado del Canal 8 de TV en beneficio de un particular, la empresa privada Teleunsa. Zelaya dijo en mayo de 2007 que "la razón [del enfrentamiento] es porque hay diferentes medidas que hemos tomado que afectan intereses sumamente poderosos en el país: Las transnacionales del petróleo, las transnacionales de las telecomunicaciones, de la energía, los consorcios y las burocracias y las políticas de poder en Honduras". Aseguró que "sectores influyentes usan los medios de comunicación para distorsionar la verdad para debilitar el Gobierno y parar estas medidas", por lo que pidió el apoyo de la población "para decir la verdad". "Indudablemente que el principal problema de Honduras es que su sistema político a través de la historia ha concedido leyes, contratos, privilegios y concesiones que favorecen ciertos sectores, pero que discriminan en forma inmoral a las grandes mayorías de la nación hondureña", se quejó Zelaya en enero de 2007, cuando su gobierno estaba por cumplir un año. Y también advirtió que habría una larga lucha por las reformas democratizadoras legales y constitucionales: ..."No compete solamente al Presidente hacer estas modificaciones (...), se necesita el concurso de los demás poderes del Estado, de los dueños del capital, de los medios de producción, del sector privado, de los dueños de los medios de comunicación, de los periodistas y del pueblo en general", dijo el Presidente Zelaya. Espionaje mediático al Presidente El 17 de octubre de 2007, un cable de Terra y de la agencia española Efe informaban que "el Presidente de Honduras, Manuel Zelaya, enfrenta una crisis con la prensa..." Las agencias recordaron que "poco tiempo después de haber asumido el poder, Zelaya comenzó a polemizar con un sector de la prensa, principalmente con dos medios impresos", refiriéndose a "La Prensa" y "El Heraldo", cuyos nombres no mencionaron. Añadieron que "según Zelaya, grupos poderosos, que no identificaba, también estaban detrás de esos medios en un intento por boicotear las acciones de su gobierno". Entre dimes y diretes, Terra/Efe precisaron por fin que "sin embargo, el martes [16 de octubre de 2007], en una rueda de prensa en la que participaron varios ministros de Zelaya, el titular de DEfensa, Arístides Mejía, identificó a los dos diarios, "La Prensa" y "El Heraldo", y a su editor, el empresario Jorge Canahuati". Terra/Efe añadieron de su propia cosecha que "en la polémica con un sector de la prensa, el gobernante incluso ha sugerido a los medios cómo deben elaborar las noticias que se originan en la administración pública y "destacar lo positivo". Y Zelaya tampoco perdía su tiempo. El 15 de octubre, el Presidente hondureño tomó el toro por las astas: viajó a Miami para denunciar ante la mismísima 63a Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) la existencia de oligopolios en los medios de comunicación de su país que "limitan el derecho a la información y a la libertad de expresión de todos los hondureños". El Presidente dijo en Miami que "es innegable la existencia en Honduras de oligopolios en cuanto a la propiedad de las grandes cadenas de medios informativos, escritos y reflejado especialmente en las empresas televisivas y periodísticas del país". Entonces, la clase política comenzó a criticar la "confrontación de Zelaya con la prensa", entre ellos varios diputados del Parlamento y el comisionado de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, "quien le ha recomendado al Presidente que mejore su relación con los medios y cuestionó la política del Gobierno en materia de comunicación", según Terra/Efe. Y entonces entró en escena el Presidente del Parlamento, Roberto Micheletti, "quien pretende ser candidato a la presidencia de la República por el gobernante Partido Liberal en las elecciones generales de noviembre de 2009", advirtió el despacho Terra/Efe del 17 de octubre de 2007. Los diarios "La Prensa" y "El Heraldo" iniciaron en 2007 una campaña de inteligencia contra el Presidente Zelaya, interceptando y "denunciando" supuestas conversaciones telefónicas suyas y de sus colaboradores cercanos, probablemente con el apoyo de los servicios de inteligencia estadounidenses que ya operaban a sus anchas en Honduras, en una operación de control telefónico aparentemente calcada de otra anterior con el Presidente de Guatemala, Álvaro Colom. "La Prensa", "El Heraldo" y la CIA difundieron por radio y pusieron a circular en Internet 13 supuestas conversaciones telefónicas entre Zelaya y varios altos funcionarios del gobierno de Honduras. Según Terra/Efe: "en una de las conversaciones se escucha al Presidente Zelaya y su secretario privado, Raúl Valladares, hablando en contra del Presidente del Parlamento, Roberto Micheletti, quien pretende ser candidato a la presidencia de la República por el gobernante Partido Liberal en las elecciones generales de noviembre de 2009. Otra grabación, registró una supuesta conversación de Zelaya es con el gerente de Hondutel, la empresa estatal hondureña de telecomunicaciones, Marcelo Chimirri". La conclusión "periodística" de Terra/Efe fue que "según versiones extraoficiales que han trascendido en Tegucigalpa, esas grabaciones que comprometen al Presidente y a varios de sus ministros, y en algunas de las cuales se habla sobre el control de periodistas y medios, habrían sido hechas por operadores oficiales de Hondutel que ya fueron despedidos. (Firmado ACAN‐EFE gr/lam/rsm, Terra/Efe). Entretelones de una guerrilla mediática El 15 de septiembre de 2008, el Presidente hondureño fustigó de nuevo a los grandes medios nacionales de difusión "por resaltar lo negativo en el país y silenciar los éxitos de su administración", iniciada en 2006, de acuerdo a un informe de la Agencia Informativa Prensa Latina. "Nos critican porque tenemos anuncios en los medios de comunicación, pero lo hacemos obligados porque no nos publican nuestros logros y también tenemos que contestar tanta infamia de la que somos víctimas", declaró el mandatario. "Hemos mejorado los índices de educación, alfabetización y escolaridad, además de disminuir la deserción escolar", añadió el gobernante y precisó que durante su mandato, "los niños matriculados en las escuelas aumentaron 15 por ciento, disminuyó la mortalidad infantil y la materna en el momento del parto". "De la misma manera crecieron las exportaciones y el desarrollo económico: este país está en las mejores condiciones de la historia, lo cual no quiere decir que está bien ya que tenemos 65 por ciento de la gente en la pobreza y carecemos de recursos para incentivar el campo", puntualizó Zelaya, citado el lunes 15 de septiembre de 2008 por el diario Tiempo Digital. Zelaya recordó que en una reciente conferencia en Accra, capital de Ghana, Honduras obtuvo el primer lugar en programas de evaluación de gestión por resultados y que acaba de ganar el primer lugar en competitividad. "Ahí está el trofeo, ahí está la placa de reconocimiento que nos dio la OECD, que es la organización de desarrollo económico más grande del mundo donde están todos los países industrializados", comentó entonces el Presidente. Aromas de golpe hacia fines de 2008 El Hondudiario.com del 17 de noviembre registró que el "Presidente Zelaya anuncia regulación de medios de comunicación: A pesar de eso es bien asediado por la prensa nacional e internacional". Y añadió: "El mandatario señaló que tiene el beneplácito del presidente del CN [Congreso Nacional], mismo que no ha tenido una buena relación con los periodistas y algunos medios de comunicación". O sea, descifrando una redacción deplorable, la noticia era que Zelaya planeaba "regular" a la prensa en connivencia con... Roberto Micheletti. Este despacho nada de imparcial, habla por sí mismo: "Tegucigalpa, Honduras (17 noviembre 2008).‐ El presidente Manuel Zelaya, arremetió de nuevo contra algunos medios de comunicación específicamente escritos, anunciando que iniciará a regular dichos medios. Según el mandatario Zelaya, lo realizará a través de leyes que enviará al presidente del Congreso Nacional Roberto Micheletti, quien le ha mostrado anuencia para aprobar dichas regulaciones. De acuerdo, a lo manifestado por el presidente hondureño empezará a aplicar la ley antimaras [anti‐pandillas] o de asociación ilícita contra los dueños de medios de comunicación que se dedican a distorsionar la información y los hechos". La misma versión aseguró que Zelaya dijo "que los medios de comunicación especialmente escritos, se dedican a mal informar a la población al dar a conocer información de hechos los cuales no [se] los publican como son, sino de acuerdo a los intereses de los dueños. El presidente, indicó que los dueños de medios se asocian para chantajear al Gobierno y luego se reparten las millonarias ganancias producto del cobro que por publicidad tiene que pagar para desvirtuar las malas informaciones, noticias falsas y manipuladas difundidas en algunos medios de comunicación". A estas alturas, mediados de noviembre de 2008, Zelaya enfrentaba una decisión de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que pretendía quitarle la frecuencia del Canal 8 al Estado para otorgársela a un empresario privado de las comunicaciones. Entonces, el Presidente criticaba a ciertos "medios de comunicación que promueven una ’cultura de la muerte’ al promocionar la actividad de la delincuencia y del crimen organizado, en vez de impulsar los valores humanos y cívicos que nutren a los miembros y la institución policial", según Hondudiario.com. Zelaya subrayó: "Estos medios promueven a los asesinos y los secuestros, en vez de apoyar a la Policía, sin embargo dijo que no es culpa ni decisión de los periodistas, sino acción exclusiva de los propietarios de los medios". Por esos días, el Presidente coincidió con el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez, quien cuestionó que la "cultura de la muerte predomina en los medios de comunicación", particularmente en la prensa escrita y la televisión, donde los valores se han invertido colocando al delincuente y al criminal en una posición privilegiada, en detrimento de las víctimas y de la sociedad en general", afirmó. "Las declaraciones del titular del Poder Ejecutivo las vertió en la inauguración de mesas ciudadanas en Catacamas, Olancho, luego de anunciar también que encarcelaría a empresarios que se nieguen a rebajar los precios de los productos y servicios de consumo básico en la población hondureña". O sea, la suerte estaba echada. Prensa y corrupción en Honduras A comienzos de 2008, la Agencia Francesa de Prensa (AFP) concluyó que "el periodismo [es] una profesión desprestigiada en Honduras". Según un despacho fechado en Tegucigalpa el 21 de febrero de 2008, "encontronazos entre gobierno y dueños de medios de comunicación, compraventa de información, chantajes y calumnias salpican a diario el ejercicio del periodismo en Honduras, una profesión cada vez más degradada, según los analistas". La agencia francesa puso de relieve la "inquietud de distintos sectores sobre prácticas poco éticas de algunos periodistas y medios de comunicación, que estarían motivados por la defensa de intereses personales, económicos o para desprestigiar el honor de las personas", aseguró el relator especial para la libertad de prensa de la Organización de Estados Americanos (OEA), Ignacio Alvarez". AFP añadió también que "el periodismo corrupto navega en un mar de impunidad en el país", citando una denuncia de Carlos Méndez, coautor del informe "Honduras: prensa, poder y democracia", escrito con Julieta Castellanos, la asesora hondureña sobre Gobernabilidad del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Según Castellanos, "hay mucho atropello de la prensa" y "el periodista ha tendido a suplantar a la justicia". Según la agencia, a menudo estas prácticas se ven favorecidas por los sueldos bajos, que en muchos casos se limitan al salario mínimo. También las atribuyó a la "ignorancia" de la población y a "la alta concentración de los medios de comunicación en pocas manos", esta vez citando al director del diario El Tiempo, en Tegucigalpa, Manuel Gamero. "Hay múltiples maneras de ocultar la corrupción, pero una frecuente es disfrazar la opinión con noticias y eso permite que [el periodista] sea financiado", sostuvo Carlos Méndez. Según el investigador, los focos principales de corrupción se encuentran en la televisión y la radio. "Los grandes comunicadores con incidencia pública masiva en televisión y radio sí pueden ser registrados como los zares de la corrupción", aseguró. Honduras aprobó en 2007 la ley de Transparencia, que obliga a los tres poderes y a las alcaldías a hacer pública la información sobre titulares de puestos, salarios, funciones, proyectos, licitaciones y obliga al poder judicial a colgar en su portal Internet las sentencias. Pero tardará años en llevarse a la práctica real por la ausencia de portales de Internet, sobre todo en los municipios. La prensa escrita Dos grandes diarios —El Heraldo y Tiempo— se editan en Tegucigalpa —la capital—, mientras los dos restantes —La Tribuna y La Prensa— se publican en San Pedro Sula, la segunda ciudad del país. Los diarios de circulación nacional de San Pedro Sula tienen tanta relevancia como los que se publican en la capital. La Tribuna, de San Pedro Sula, tiene como principal accionista al ex presidente de Honduras Carlos Roberto Flores Facussé (1998‐2002), del partido Liberal (PL), quien es hijo de Oscar Flores, un famoso periodista, y sobrino de Miguel Facussé, influyente terrateniente. Este partido Liberal fue fundado en 1891 y es el mismo partido del Presidente Manuel Zelaya. El PL de Honduras tienen un perfil socialdemócrata de derecha, pero a través de su historia absorbió a grupos progresistas, como la facción Alianza Liberal del Pueblo (Alipo), heredera de la Izquierda Democrática, que fue implantada en el seno partidario, en la década de 1980, por los hermanos Jorge Arturo y Carlos Roberto Reina Idiáquez, elegido presidente años más tarde. En definitiva, es un partido al que pertenecen individuos de extrema derecha, como Roberto Micheletti, y figuras progresistas como Manuel Zelaya. Alipo se propuso contrarrestar la política exterior del presidente y correligionario Roberto Suazo Córdova, juzgada demasiado complaciente con Estados Unidos y la guerrilla Contra‐sandinista nicaragüense fomentada por el gobierno de Ronald Reagan, cuyas incursiones terroristas fueron fraguadas desde bases en territorio de Honduras, agudizando tensiones cuasi‐bélicas permanentes con Nicaragua, originadas en un antiguo conflicto fronterizo. La Prensa, también de San Pedro Sula, pertenece a la familia que hoy encabeza Jorge Canahuati Larach, propietaria también de El Heraldo de Tegucigalpa. Fundado en 1964, el diario La Prensa mantiene corresponsales en las principales ciudades del país y asegura poseer una "circulación mínima" de "50.000 ejemplares, en formato tabloide". Según una ampulosa monografía de Bayron José Guevara Calderón, titulada "Medios de comunicación social a nivel mundial y en Honduras", desde "los albores de su existencia [...], el diario optó "por dejar atrás los sectarismos partidarios del pasado y desarrollar en forma sistemática una visión científica, profesional y objetiva de su tarea en la sociedad hondureña". Por lo tanto, "así, decidió apoyar no a un partido o un grupo, sino al concepto doctrinario de la democracia", ...entendida como el escenario instrumental de la economía de mercado en beneficio de unos pocos. Naturalmente, la línea editorial de La Prensa está adscrita al neoconservadorismo en boga. "En el campo económico, ámbito fundamental de recuperación y desarrollo de las sociedades, La Prensa ha planteado desde sus inicios la necesidad de que el país se abra a los conceptos ‐modernos y enriquecedores‐ de la economía de mercado. Para lograr ese propósito (promover la democracia y la libre empresa) el periódico tiene como política contratar los mejores talentos en la profesión periodística y no es ninguna casualidad que, como fruto de su trabajo, La Prensa sea el diario de mayor circulación en Honduras" (Guevara Calderón). El Heraldo, de Tegucigalpa, fundado en 1979 por Jorge J. Larach, también hoy está a cargo del descendiente Jorge Canahuati Larach, miembro de comisiones de notables siempre cercanos al presidente de turno y proveedor de armas ...y medicinas del Estado. El periódico comparte una red de corresponsales con La Prensa, de San Pedro Sula, que pertenece a la misma familia propietaria, y al igual que ese diario, afirma poseer una "circulación mínima de 50.000 ejemplares, en formato tabloide". Tiempo, de Tegucigalpa, pertenece Jaime Rosenthal Oliva, un empresario y banquero dedicado también a la política, secretario general del partido Liberal, candidato en varias oportunidades —
sin ningún éxito— a la presidencia de la República. En noviembre 2005, cuando ganó las elecciones presidenciales su correligionario José Manuel Zelaya Rosales, el banquero Rosenthal Oliva anunció que no continuará buscando más la Presidencia de la República, porque "su período de servicio público ya finalizó", ...pero "sí seguirá apoyando a Honduras y a su Partido Liberal, para que cada día sean mejores" (La Tribuna, 25 de noviembre 2005). Castellanos dijo que "la orientación ideológica [de estos cuatro diarios] es de derecha: Realmente los cuatro comparten la línea de derecha, pertenecen a empresarios que mantienen a estos diarios como una empresa mercantil y sus vínculos con los grupos de poder político son muy estrechos, porque ellos mismos pertenecen también a esos grupos de poder. Como dije, Flores Facussé fue presidente de la República y Jaime Rosenthal ha intentado serlo en cuatro o cinco ocasiones". En Honduras, se alternan en el poder el PLH y el Partido Nacional de Honduras (PNH), fundado en 1916, más o menos como lo hacen republicanos y demócratas en EE.UU. Según el mismo Rosenthal, "la tendencia es dos veces los liberales y una vez los nacionalistas..." El presidente saliente en 2006, Ricardo Maduro Joest, del PNH, fue antecedido por dos administraciones liberales consecutivas —
de cuatro años cada una—, la de Carlos Roberto Reina Idiáquez (1994‐1998) y la de Carlos Roberto Flores Facussé (1998‐2002). Aunque en Honduras existen por lo menos otras tres tiendas políticas de menor influencia (Partido Demócrata Cristiano de Honduras, PDCH, fundado en 1980; Partido Innovación y Unidad, PINU, fundado en 1971; y Partido de Unión Democrática, PUD, fundado en 1993), impera de hecho un sistema bipartidario. El régimen bipartidista consiste en una suerte de juego exclusivo de la misma gente, como si todo el país fuera un gran campo de golf donde compiten sólo dos rivales ...pero del mismo club. "Liberales y nacionalistas somos amigos, vecinos, hemos ido a los mismos colegios y universidades, todos tenemos el deseo de sacar a los hondureños de la pobreza, que den más oportunidades de trabajo, garantizando un clima de confianza y seguridad para el futuro" (Rosenthal). Los gobiernos se alternan y cambian, ...para que todo siga más o menos igual ...o peor. "Estoy confiado en la gente que quiere un cambio y alternatividad en el poder; con mucho orgullo veo que los hondureños estamos en una verdadera fiesta cívica, olvidando las diferencias, ejerciendo el derecho con entera libertad y democracia. Es un gran camino que hemos recorrido y espero que jamás lo cambiemos, que siempre continuemos en la misma ruta de la libertad, paz y armonía de los hondureños", dijo Rosenthal, mientras votaba en las elecciones presidenciales de noviembre 2005. Pero ahora fue uno de los estrategas empresariales del golpe contra su compañero de partido Manuel Zelaya. La televisión La televisión de Honduras está controlada por una sola persona, José Rafael Ferrari, también de gran presencia en la radio y presidente de la Fundación Teletón. "En la TV tenemos grandes canales nacionales, aunque hoy están emergiendo nuevos canales pequeños, que se han formado últimamente", dijo Castellanos. El grupo más poderoso lo encabeza José Rafael Ferrari, propietario de una red de cobertura nacional que posee canales con distinta denominación, —Canal 5, Canal 13, Canal 7—, conformando la cadena de televisión más fuerte de Honduras. "Toditito el complejo de la televisión, con muchísima canales y todos tienen cobertura nacional, con diferente denominación. Por ejemplo, Canal 3 de Tegucigalpa es el mismo Canal 14 de San Pedro Sula, con José Rafael Ferrari como uno de sus dueños", dijo Castellanos. José Rafael Ferrari también es poderoso en el sector radio. En resumidas cuentas, la televisión de Honduras pertenece toda a la familia Ferrari. "Otros sectores han querido crear otros canales más pequeños, Jaime Rosenthal también es propietario de uno de ellos, y existen algunos de otras familias, pero que resultan ser muy, muy pequeños...", precisó la periodista. La radio Las principales radioemisoras del país son HRN, La Voz de Honduras, y radio América, La Voz Popular. HRN, fundada en 1933 por Rafael Ferrari García y controlada hoy por su descendiente José Rafael Ferrari, posee repetidoras de cobertura territorial nacional que difunden una programación con énfasis en las noticias. Radio América, fundada en 1948 como emisora musical popular, también terminó poniendo el acento en los programas informativos. Desde 1967 está controlada por Miguel Andonie Fernández, empresario que actúa en política a través del partido Innovación y Unidad (PINU) y fue candidato presidencial en 1971. La estación dispone de plantas repetidoras en San Pedro Sula, Choluteca, La Ceiba, Santa Rosa de Copan, Juticalpa, Siguatepeque, Tela, Puerto Cortes y Danli. La misma empresa matriz —Audio Video SA— que controla radio América encabeza una cadena que incluye a Radio San Pedro, Radio Continental, Radio Mundial (en San Pedro Sula, Cortes), Radio Stereo Ceiba (en La Ceiba Atlántida), Radio Valle (en Choluteca), Radio Moderna, Radio Universal y Cadena Radial Sonora (a nivel nacional), Super Cien Stéreo y Momentos F.M. Stéreo (ambas emisoras musicales de alcance nacional). Andonie, que también posee otros negocios como la empresa Industria Farmacéutica, se convirtió en figura política durante la guerra con El Salvador de 1969, desde su cargo de presidente del Comité de Emergencia Nacional que capitalizó un sentimiento de unidad nacional que atemperó las pasiones políticas y sirvió de matriz a una nueva tienda partidaria que en 1971 lo catapultó como candidato presidencial del naciente partido de Innovación y Unidad, (PINU), en una contienda que ganó por estrecho margen el "nacional" Ramón Ernesto Cruz, tras firmar un pacto de gobernabilidad bipartidista con los liberales. Al año siguiente —1972—, el gobierno fue derribado por los militares que se quedaron 10 años en el poder, pero con colaboración del PNH. "Hay muchísimas radios más pequeñas, a nivel nacional", explicó Castellanos. "En cada ciudad de los 18 departamentos de Honduras vamos a encontrar radios que no tienen alcance nacional pero posen una cobertura local que desempeña una gran función. Hay muchísimas radios en este país de 6,6 millones de habitantes". Revistas Hablemos claro, fundada en 1994 por Rodrigo Wong Arévalo, con una tirada de 9.000 ejemplares, se autodefine "la primera y única revista semanal que se edita en Tegucigalpa". La misma empresa publica además la revista deportiva AS, el mensuario Hablemos Claro Financiera, Cromos ("la revista de la sociedad hondureña") y la publicación turística Come to Honduras. Para sus dueños [...] "somos en resumen, una gran revista, ¡la mejor que se ha publicado en Honduras en todos los tiempos!". Ni más ni menos... Honduras this week, semanario en inglés fundado en 1988, se define como propiedad de privados, independiente de los diarios hondureños y sin conexiones gubernamentales (nacionales y extranjeras), de interés para la comunidad internacional y entregado únicamente a sus lectores. Al igual que Hablemos claro tiene una versión parcial en Internet. Todos estos personajes son defensores acérrimos de la "libertad de prensa", tal como la entienden la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), los diarios reaccionarios del continente como El Mercurio, las cadenas internacionales de noticias como CNN y todas las cajas de resonancia del golpe en Honduras. QUÉ BUSCA WASHINGTON ENVIANDO AL EMBAJADOR NORTEAMERICANO EN HONDURAS, HUGO LLORENS A ENTREVISTARSE CON MANUEL ZELAYA EN MANAGUA? LA ENTREVISTA A MANUEL ZELAYA EN MANAGUA José Torres Rebelión Tras la rápida reacción inicial de los dirigentes del ALBA, que no dudaron en presentarse en Nicaragua al día siguiente del golpe ­­28 de junio pasado­­ para denunciarlo, dar todo su apoyo a Zelaya y defender el restablecimiento de la democracia en la vecina Honduras, los acontecimientos se han sucedido con velocidad de vértigo y siempre en un fuerte pulso donde el tiempo ganado por los golpistas comenzaba a ir contra la credibilidad de la Administración Obama, acusado de debilidad frente los usurpadores. La movilización popular hondureña comenzó al día siguiente del derrocamiento y se ha ido extendiendo por todo el mundo. Al cabo de unas semanas se formó el Frente Nacional contra el Golpe de Estado que ha organizado un importante movimiento pacífico, enfrentando una feroz represión, dejando numerosas víctimas, muertos, desparecidos y detenidos y suscitando un movimiento de solidaridad internacional creciente aunque frenado por la manipulación del poder mediático especializado en desinformar y presentar a los golpistas como factibles triunfadores. Simultáneamente el Presidente constitucional Manuel Zelaya, tras el fracaso del plan inicial de Oscar Árias, que para más INRI fue rechazado por los Golpistas, no se acobardó. Contando con las declaraciones de todo el mundo a favor de su reposición y fortalecido tras lucha popular, llamó a la insurrección ­­porque es legítimo la rebelión contra los usurpadores y tiranos­­ y se trasladó al norte de Nicaragua, en Ocotal, para adentrase en Honduras. Los toques de queda y la represión de la policía y las FF.AA. fueron la respuesta de los tiranos, pero la tibieza de los países desarrollados y el apoyo de los halcones del complejo militar norteamericano ­­en particular los oscuros personajes que se han perpetuados en el poder de los servicios de inteligencia y el Pentágono John Negroponte, Otto Reich [2]­­, reafirmaron a los Golpistas. Enardecidos por estos apoyos, atreviéndose a desafiar a la comunidad internacional con mentiras como catedrales, como la carta falsa firmada por Zelaya renunciando a la presidencia y otros inventos, se mostraban muy ufanos. Pero al crecer la resistencia popular y la firmeza de Zelaya, la situación se volvió contradictoria para los EEUU, donde la Administración Obama no parecía controlar tampoco la situación. El bloque golpista recurrió a amenazar al Gobierno sandinista de Nicaragua (incluso la oposición política se pronunció a favor de Micheletti) y comenzó a crear las condiciones para ejecutar una espectacular operación militar a cargo del Ejército de Honduras, con la ayuda de la base norteamericana de Soto Grande y asesores israelíes [3] , mediante la cual entrarían en territorio nicaragüense a secuestrar a Zelaya, destrozarían su apoyo de los 100 o 200 seguidores que se encontraban en Ocotal sin alimentos, ropa y lugar donde cobijarse, condenados de alguna manera a tener que montar una resistencia disciplinada que Zelaya la llamó Ejército Popular Pacífico, pero que comenzó a ser acusado tanto por LA PRENSA de Honduras, como LA PRENSA de Nicaragua (del bloque golpista) como financiadas por la FARC y otras mentiras más pero que ponían a huevo la posibilidad de esa operación militar de secuestro y “limpieza” con apresamientos, la cual causaría un efecto espectacular ante la opinión pública y la una afrenta para el Ejército de Nicaragua, derivando la crisis en una peligrosa confrontación NICARAGUA­HODURAS. Este riesgo fue denunciado por Daniel Ortega en su discurso de Aniversario de la Fuerza Aérea de Nicaragua ante la cúpula militar en Managua [4] Evidentemente Nicaragua no podía hospedar por más tiempo a Manuel Zelaya en Ocotal, pues la guerra mediática ya estaba preparando a la opinión lectora. Esto demuestra una vez más que no vivimos en un mundo donde la verdad triunfa sino la fuerza. Y así está siendo desde que se aprobara en la desgraciadaza era Bush, el principio rector de la guerra preventiva como táctica endiablada. La UE ha sido arrastrada a esa barbaridad y ahora más con el avance de la derecha. En este ambiente crispado es cuando Hugo Llorens llama a Manuel Zelaya y le pide la reunión en Ocotal mismo, nada menos, pero el Presidente derrocado se la cambió por Managua. En cualquier caso el tiempo de huésped en Nicaragua estaba llamado a su fin y esta es la razón por la que México tomo el relevo de anfitrión de Zelaya. Con este cambio los EEUU retomaban el control de la crisis. Simultáneamente esos días el bloque golpista asesinó a dos profesores en el fragor de las movilizaciones. Todo estaba perfectamente sincronizado para debilitar la fuerza popular y a su aclamado Presidente contra los tiranos. Ahora, todos los indicios muestran que la nueva corte conciliadora de los Oscar Arias, Iglesias e Insulzas retoman el control de la crisis. Designados por Washingon para recomponer el estropicio, van a pedir a Zelaya concesiones humillantes para el movimiento democrático­popular, pero él ya ha advertido ­en la entrevista lo podrán ver­ que no aceptará se recompense a los golpistas, cosa que contradice su original aceptación de una amnistía . Por lo tanto la reposición del Presidente constitucional y la vuelta a la normalidad democrática no parece que será de fácil gestión. El bloque golpista tratará de nuevo de ganar tiempo. Solo cuando Washington se vea enfangado de nuevo podrá tomar medidas enérgicas. Peor dependiendo de si son los halcones en lugar de las palomas , estas medidas en lugar de ir contra los Golpistas podrían ir contra Nicaragua, Venezuela y demás países miembros del ALBA. Desde luego lo que es difícil negar es que el llamado “populismo” ha llegado al poder mediante las elecciones cosa que los Micheletti no. Y que la acusación de “perpetuidad en el poder” suena a chiste si tomamos en cuenta que las bases militares, las intervenciones del Norte, los generales y los cuadros del complejo militar industrial estadounidense son los mismos desde que el Presidente Monroe formulara su doctrina. José Torres es Presidente de la Fundación RUBEN DARIO­CAMPO CIUDAD Notas [1] Entrevista al Presidente José Manuel Zelaya Rosales, etc. Revista En Vivo con Alberto Mora. http://tortillaconsal.com/tortilla/es/node/2461 [2] “HONDURAS”, RAMONET http://www.rebelion.org/noticia.php?id=89600 [3] Comunicado del Frente Nacional contra el Golpe de Estado. Sólo Israel reconoció a los Golpistas. http://contraelgolpedeestadohn.blogspot.com/ Ver la sorprendente entrevista que hace el periodista sueco Dick Emanuelsson a René Andrés Pavón Presidente del Comité de Derechos Humanos de Honduras, CODEH, del 4 de agosto de 2009. http://www.radiolaprimerisima.com/noticias/general/57906 [4] Ejército de Honduras debe rectificar y salvar honor de Fuerzas Armadas. LA VOZ DEL SANDINISMO, 1 de agosto de 2009. http://www.el19digital.com/index.php?option=com_content&task=vie
w&id=5404&Itemid=12 Primer Congreso Internacional de Ciudades Fronterizas, Ciudad Juárez, Chihuahua,
México, 4 al 6 de noviembre de 2009 Convocan la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, ICSA, INDESOL y COLEF. Mesas temáticas: 1. Crecimiento urbano de la ciudad. 2. Procesos políticos y actores sociales. 3. Migración y movilidad social. 4. Historia regional. 5. Medio ambiente y problemática social. 6. Estudios de género. 7. Desarrollo regional y mercados de trabajo. 8. Violencia en el entorno fronterizo. 9. Problemas educativos en la frontera. 10. Evolución económica y empresarial de los sectores de la frontera. 11. Percepciones visuales de las ciudades fronterizas. Fechas importantes: 30 de agosto, límite para el envío de los resúmenes de ponencia. 15 de septiembre, límite para el envío de las ponencias en extenso. Mayor información: En la convocatoria adjunta están los nombres y correos de los coordinadores de las
mesas temáticas. Sergio González López Coordinador General de la Red Iberoamericana de Investigadores sobre Globalización y Territorio (RII) Sitio RIPPET (Posgrados) http://rippet.cebem.org/ Sitio REDALYC (Revistas) http://www.redalyc.org Sitio RII (Investigación) http://www.uaemex.mx/pwww/rii/home.html FALLECIÓ PABLO LATAPÍ, PIONERO EN INVESTIGACIÓN EDUCATIVA EN MÉXICO Fundador y director del Centro de Estudios Educativos e investigador emérito de UNAM, tenía 82 años. México, DF. El investigador y doctor en filosofía Pablo Latapí falleció el lunes, según lo informó hoy el portal de W Radio. Doctor en filosofía y pionero de la investigación educativa en México, Latapí Sarre fundó y dirigió durante diez años el Centro de Estudios Educativos. Se dedicó a la investigación educativa por más de 40 años y publicó más de 30 libros al respecto. Desde 1985 es miembro del Sistema Nacional de Investigaciones, investigador emérito de la UNAM desde 1996. Recibió doctorados honoris causa de las universidades de Colima, Sonora, Autónoma Metropolitana (UAM), y del Cinvestav del Instituto Politécnico Nacional. LUGO AFIRMA QUE "CADA PAÍS ES SOBERANO" DE ADMITIR MILITARES EXTRANJEROS Asunción.‐ El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, afirmó el miércoles, pocas horas antes de la visita de trabajo del mandatario de Colombia, Alvaro Uribe, que "cada país es soberano" para admitir o no la presencia de militares extranjeros en su territorio. "Depende, cada país es soberano", respondió escuetamente el jefe de Estado paraguayo al abandonar la residencia de un veterano actor a quien visitó por la mañana, donde fue consultado por periodistas sobre el acuerdo militar que el Gobierno colombiano negocia con Estados Unidos. Uribe es esperado por la noche en Asunción para ofrecer a Lugo una explicación sobre los alcances del acuerdo que negocia con EE.UU para que militares estadounidenses puedan usar hasta siete bases en Colombia para operaciones contra el narcotráfico. El jefe de Estado colombiano, quien ayer estuvo en Perú y Bolivia, se encuentra de gira por varios países suramericanos para ofrecer una información de primera mano sobre ese asunto ante el malestar que ha motivado en la región. El presidente venezolano, Hugo Chávez, ha denunciado que ese acuerdo es una "amenaza" para la estabilidad de su país y de la región, y otros gobernantes, como la chilena Michelle Bachelet y el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, también han expresado su preocupación al respecto. Estados Unidos podrá usar siete bases militares en Colombia El comandante de las Fuerzas Militares del país vecino dio la información al inaugurar en Cartagena de Indias la conferencia Seguridad en Suramérica. Afirmó que nadie, salvo los terroristas y narcotraficantes, debe temer por el acuerdo Lea: Uribe inicia gira suramericana para explicar acuerdo militar con EE UU El acuerdo militar para la lucha contra el narcotráfico y la guerrilla que negocian Estados Unidos y Colombia le permitiría al país norteamericano utilizar siete bases militares colombianas, reveló el comandante de las Fuerzas Militares, general Freddy Padilla. "SERÍAN TRES BASES AÉREAS A LAS QUE TENDRÍAN ACCESO, DOS BASES MILITARES DE EJÉRCITO Y DOS BASES NAVALES", dijo después de inaugurar la conferencia Seguridad de Suramérica en Cartagena. Hasta ahora, el gobierno de Álvaro Uribe había indicado que el acuerdo estipulaba el uso por parte de tropas estadounidenses de tres bases aéreas, en tanto que otras dos estaban en estudio. Padilla, encargado del Ministerio de la Defensa, enumeró las bases: Malambo, en el departamento de Atlántico; Palanquero, en Cundinamarca; y Apiay, en Meta. De las bases del Ejército serían Tolemaida, en Cundinamarca; y la de Larandia, en Caquetá. Y las navales las de Cartagena y Bahía Málaga, en el departamento de Valle del Cauca. Padilla afirmó que nadie, salvo los terroristas y narcotraficantes, debe temer por el acuerdo. El general Douglas Fraser, jefe del Comando Sur del Ejército de Estados Unidos, que también asiste a la reunión de Cartagena, dijo que "desde hace tiempo militares estadounidenses están trabajando en colaboración con Colombia. Eso se hace de forma muy abierta y es coordinado con el Congreso de Estados Unidos, y eso va a continuar". El consejero de Seguridad Nacional del presidente Barack Obama, el general retirado Jim Jones, dijo en Brasilia ‐donde se reunió con el ministro de Defensa de Brasil, Nelson Jobim‐ que dará una buena explicación sobre la utilización de las bases militares. Invasión. El Ejército de Liberación Nacional afirmó que con el acuerdo Estados Unidos prepara una invasión de Venezuela, y llamó a las FARC a sumar fuerzas para impedirlo. "Cuando Venezuela es estigmatizada por el imperialismo yanqui y que éste acerca el dispositivo militar de ataque a sus puertas, por medio del aumento masivo de tropas y medios de guerra de Estados Unidos en bases colombianas, hay que sumar fuerzas en contra de la invasión imperialista", precisó el grupo rebelde en un comunicado. MÉXICO: CONVERTIR EN PÚBLICA LA RADIO Y TV PRIVADA, NO EN MEDIOS AL SERVICIO DEL PODER Pedro Echeverría (especial para ARGENPRESS.info) 1. La radio y la TV privadas –incluso los medios impresos‐ han sido, quizá en todos los países, empresas para ganar dinero, mucho dinero. Son negocios, muchas veces peores, que el de las cantinas, centros de prostitución y fumaderos de todo tipo. Éstos, se sabe y se propaga que son malos, pero esos medios en manos privadas (cuyo control político, económico e ideológico es total) envenenan toda la vida. En Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, hace mucho que debieron ser cerrados para entregárselo de manera directa a los trabajadores para que los pongan a funcionar. Hay muchos ejemplos, pero el que más recuerdo fue el de Oaxaca en 2006 cuando las mujeres ocuparon canales de TV e instrumentaron programas de teatro, películas, así como de análisis y discusión. 2. Los trabajadores aprenden rápido a hacer las cosas, pero lo hacen mejor cuando de servir a la sociedad se trata. Los empresarios nunca podrán hacer nada en beneficio de la comunidad porque ellos exclusivamente buscan altas ganancias económicas, se orientan por el rating, por sus encuestas, para hacer sus programaciones y sus negocios. Pero lo que tampoco debe aceptarse es que esos medios de información, que justamente debe expropiarse al sector privado, pasen a ser controlados por el gobierno o el Estado. El funcionamiento de esos medios debe correr a cargo del presupuesto público a fin de que le sirvan al público, al pueblo que nunca ha tenido acceso a los medios privados y de gobierno. Por eso Chávez debe ser felicitado, pero al ponerlos al servicio de los marginados. 3. Históricamente los gobiernos han concesionado a empresarios los derechos para poner a funcionar medios de información, pero con la condición –obligatoria entonces‐ de que sean objetivos, de que informen con la verdad, se pongan al servicio de la población y ayuden a su desarrollo político y cultural con la mayor imparcialidad posible. Quizá cumplieron el primer día, pero ya en los siguientes comenzaron a ser “objetivos”, “reales”, a hablar “con verdad”, pero todo adaptado a sus intereses empresariales. No hay periódico en el mundo que no tenga una línea editorial o de noticias, ni mucho menos un criterio de contratación o despido de personal. Así que para trabajar o “colaborar” en esas empresas hay que caber dentro del cuadro marcado, sino fuera. 4. La disciplina, el amiguismo y el servilismo son esenciales, indispensables, en cualquier empresa de derecha, incluso de izquierda. Pregúntenmelo a mí (también a mi amiga con más antigüedad periodística y presencia, Manú Dornbierer) que me han dejado de publicar más de de 10 periódicos impresos después de años de estar en ellos (Excélsior, Unomásuno, Diario de Yucatán, etcétera) y algunas de la red de Internet (Rebelión) La realidad es que quejarse es ridículo cuando se sabe que en el sistema capitalista abundan las causas (contenidos, recomendaciones) Sólo se manifiestan para probar que todos los periódicos, sin excepción, tienen una línea, unos amigos y una V Columna que dice que es lo publicable y qué no. Además es “correctísimo” porque son órganos de poder. 5. Que Hugo Chávez tiene la razón al cerrar 28 o 30 radiodifusoras y televisoras, no tengo la mayor duda. Estoy seguro que los medios de información venezolanos son tan funestos como los medios mexicanos que en lugar de educar entretienen, que en lugar de informar deforman, que en vez de ser objetivos manipulan y que en lugar de llamar por nombres hablan de apodos: el Mochaorejas, el Chapo, el Trampas, el Mataviejitas. Por cierto, ha circulado por Internet que éstos mismos (los narcos) le llaman a los locutores de TV: “el borrachín” al más destacado de Televisa, “el lengua larga”, al de TV Azteca; el Ciro Comes (impronunciable) a otro y el pepe saltimbanqui al de Radio Fórmula. Así que entre apodos te veas. Esta es la calidad de los medios mexicanos. 6. En los países que en los últimos años han sido bautizados como progresistas, que además de los antes mencionados está Argentina, Brasil Uruguay, Paraguay, Guatemala, los medios de información se han convertido en el centro de aglutinamiento de los sectores derechistas más recalcitrantes, además que los gobiernos de EEUU han usado a esos medios informativos como punta de lanza para destruir a esos gobiernos de centro izquierda. Es obvio de que lo primero que hay que hacer el cambiar las leyes o las constituciones para evitar que las clases dominantes quieran respaldarse en sus obra. Hay que cambiar las leyes, pero de manera inmediata hay que arrebatar los medios de información, la orientación de la educación y la cultura, sino nos seguirán jodiendo. 7. La llamada libertad de expresión nunca ha existido ni podrá verse mientras una minoría sea la propietaria o la controladora de los medios de información. Es una estulticia con la que han querido engañar a la población. En el sistema capitalista el pueblo puede gritar, brincar, enojarse y hasta suicidarse por no poder hacer nada, pero su voz no será oída y menos atendida. ¿Algún medio informativo podrá difundir lo que está fuera de su línea empresarial o de gobierno? No me jodan. La libertad de expresión, información, de prensa sólo será posible en una sociedad igualitaria donde no haya gobernantes no gobernados, explotadores y explotados, ricos y pobres. Por eso cualquier expropiación tiene que ser social, no pasar del mando de unos a otros. 8. Por último, voy a pedir a todos los compañeros que les llegue este artículo que me respondan aunque sea un “sí “, porque varias veces que escribo me imagino estar como Jack Nicholson en El Resplandor, escribiendo como enloquecido la misma frase en la máquina y todavía creyendo que me la van a publicar. O quizá es mejor imaginarse que se hacen cosas útiles para sociedad cuando en realidad estamos muertos. Espero que Hugo Chávez exista, que haya expropiado a los grandes empresarios y que por primera vez el pueblo tome las empresas y las gestione a su favor. Deseo que esa sea una realidad y no una simple cosa, como las miles que se han registrado en el mundo, que permitan regresar las cosas a la normalidad capitalista. Espero que no sea una nueva ilusión. ARGENTINA: EL NEGOCIO DE LA BASURA. ENTRE CIRUJAS Y MILLONARIOS Carlos Saglul (ACTA) Se declara una huelga de los basureros. El Ejército se niega a recoger los desperdicios. La basura se amontona. La comuna desesperada ordena no sacar más basura a la calle hasta nuevo aviso. La gente se agolpa en los negocios a comprar papel y cintas de colores para envolver regalos. Se mandan la basura entre sí, como si se tratara de obsequios anónimos. Pero el recurso se agota. Finalmente, la mayor parte de los ciudadanos abandona Buenos Aires que queda sepultada bajo cientos de capas de basura. La trama del cuento de Bernardo Kordon “La huelga de los basureros”, puede ser muy bien una sátira de la sociedad de consumo donde los objetos cada vez más perecederos no tardan en transformarse en basura y más basura, que nadie sabe donde poner. El modo de producción que generó el capitalismo necesita del derroche como contracara de la pobreza. En la lógica del sistema el perro de una familia adinerada podrá consumir más proteínas que aquel niño cuya suerte fue nacer en una familia pobre. Buenos Aires produce entre cinco y seis mil toneladas diarias de desperdicios. El sistema es diestro en hacer de desgracias de muchos negocios de pocos. Por eso, como no podía ser de otra manera, la basura es también un gran negocio. “Un engendro llamado Ceamse” El ingeniero Eduardo Hernández, especialista en el tema, explica que “el negocio de la basura producida en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano fue instrumentado en 1977 por la dictadura procesista, con la creación del CEAMSE (Cinturón Ecológico del Área Metropolitana Sociedad del Estado) mediante Decreto N° 3457, ratificado con la firma de los autócratas Osvaldo Cacciatore por la Ciudad de Buenos Aires e Ibérico Saint Jean por la provincia de Buenos Aires. Por el mismo se disponía que para la disposición final de la basura que se generase en el Área Metropolitana se aplicase sin excepción el sistema de relleno sanitario por intermedio del CEAMSE”. Hernández recuerda que las políticas económicas que se aplicaban y los “negocios” consecuentes que se armaban en aquella nefasta época no podían discutirse ni mucho menos criticarse, porque ello significaba ser catalogado como “subversivo”, como explícitamente se encargaban de recordarlo a cada rato los integrantes y voceros de la dictadura. El engendro creado llamado CEAMSE tenía las características de una sociedad anónima administrada en teoría por la Ciudad y la Provincia, pero en la práctica en las manos discrecionales de sus directores “con la agilidad administrativa que le permite concretar rápidamente sus objetivos” como lo celebraba en una de sus publicaciones la Cámara Argentina de la Construcción (que junto con la UIA y la Sociedad Rural competían para ver quien le cantaba más loas a la dictadura). O sea la posibilidad de hacer adjudicaciones a dedo sin licitación ni control. Es ahí donde se arma el “negocio de la basura” que dura hasta nuestros días e involucra a conocidos integrantes de la “Patria Contratista” como el grupo Macri (a través de Manliba), Roggio, Pescarmona, DYCASA‐Covisur, por citar los más conocidos. Y la mal llamada empresa “argentina” Techint, favorecida con la adjudicación por 20 años de 4000 hectáreas de la costa sur del Río de la Plata, en parte de las cuales funcionó hasta hace poco el hediondo basural de Villa Domínico al que debieron soportar los vecinos de Avellaneda, Sarandí, Wilde y los automovilistas que transitaban la Autopista a La Plata. Y por si eso no le alcanzase, le adjudicaron la construcción de las tres estaciones de transferencia de basura en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires: Pompeya, Flores y Colegiales (en un predio del que desalojaron una villa). El negocio de la basura quedó así armado con dos etapas diferenciadas. La recolección primaria, que es la de los camiones recolectores que se pasean por las calles de Buenos Aires y el Conurbano (La Plata incluida). Y la “disposición final” en los rellenos (llamados “sanitarios” no se por qué) del Gran Buenos Aires, de los que actualmente quedan tres, a punto de colmarse: José León Suárez, González Catán y Punta Lara. Para dar una idea de la magnitud del negocio‐ subraya el especialista‐ es útil hacer notar que la disposición de la basura producida en la Ciudad de Buenos Aires durante el año 2008 importó, con los reajustes a las empresas con los votos del PRO y la Coalición Cívica en la Legislatura porteña, la suma de 956 millones de pesos (de los cuales el CEAMSE se lleva 180 millones). Y para este año 2009 están presupuestados 1085 millones, o sea más del 10% del presupuesto anual de la Ciudad. De madrugada, empujando el carro Anualmente se producen en el país 12,3 millones de toneladas de basura. El costado pobre del negocio son los cartoneros que recorren la ciudad cada anochecer, buscando su sustento en las bolsas de basura. José Peralta ha venido en camión desde el Gran Buenos Aires. Tiene un circuito que recorrer con su carrito. Levanta cartón, papel, vidrio. Lo amontona en una esquina y espera que pase de vuelta el camión. Se nota que le da miedo hablar. “El centro tiene dueño, a nosotros nos pagan casi nada. Los dueños de los camiones se quedan con todo. Ellos venden lo que nosotros recogemos y son los que sacan la ganancias”. Cuando le preguntamos por los dueños de esos camiones se queda por un instante mirando la luz giratoria del techo de un patrullero que pasa y se va, no sin antes advertir: “hablar mucho, no me va a sacar de pobre”. Ganarse la vida es cosa seria Ramón Ocampo, coordinador de la Cooperativa 8 de Mayo, como tantos otros, escapó de la calle a través del esfuerzo solidario. “Por un convenio que tenemos que el Ceamse vienen alrededor de seis camiones diarios, cada uno con cinco mil kilos de basura para clasificar. También recibimos residuos de empresas como Peugot, la Serenísima o de supermercados”. La basura se descarga en una tolva desde donde pasa a una cinta de elevación, que la traslada al nivel donde se clasifica. Lo descartada baja a través de otra cinta. Los resagos se acomodan en un gran patio. El resto se enfarda y es depositado en un enorme galpón. En ese lugar, ubicado en el Ceamse Número Tres de San Martín, se separa el papel del cartón, los distintos colores de plástico, el vidrio. Se prensa todo menos la hojalata y después se vende, explica Ramón. Cuando se le pregunta por lo que nos dijo el primer ciruja que interrogamos, José, señala que “hay cada vez menos gente viviendo de la basura”, Ramón explica que los precios están cada vez más bajos. “Por ejemplo el cartón que estaba a 7 centavos el kilo, ahora vale no más de 28. No se exporta, la crisis se siente”. Nos cuenta que en la cooperativa sacan 300 pesos por quincena. “Es poco pero hoy después de los 35 años ya no te dan trabajo en ninguna parte. Para muchos esto es la diferencia entre comer y no comer, entre la vida y la muerte”. Los arrabales del paraíso El paraíso del consumo está rodeado de arrabales con montañas de basura a cielo abierto. Nadie sabe qué hacer con los desperdicios. Los rellenos sanitarios son grandes depósitos de metano, contaminan las aguas subterráneas, envenenan con gases la atmósfera. Tampoco los incineradores son solución, liberan gases y de dioxinas cancerígenas. Las únicas alternativas saludables pasan por el reciclado. En Buenos Aires se producen al año 169 toneladas de basura. El 10 por ciento es papel y cartón, 7 por ciento plástico, 3 por ciento metal. En plena crisis de 2001 había por lo menos 40 mil cartoneros en la calle. Hoy, aunque no hay cifras exactas, se han reducido a menos de la mitad. Al respecto Hernández señala que el tema del deterioro del medio ambiente que provoca la acumulación de residuos en los rellenos sanitarios, convertidos en montañas malolientes de desechos, algunos de los cuales como los plásticos tardarán unas cuantas décadas en degradarse, y con peligro de contaminación de las napas de agua subterránea al no estar absolutamente garantizada la impermeabilización del terreno, daría para todo un artículo especializado. Baste decir que la tendencia mundial es tratar de reducir al máximo la basura que debe disponerse finalmente en dichos lugares. O sea, la inversa de lo que se consigue con el “sistema CEAMSE” que funciona en base al incremento de toneladas de basura a acumular en lugares cada vez más escasos y alejados. “Hace doce años andaba cirujeando en los tachos de basura de Palermo”, recuerda Cristina Lescano de la Cooperativa El Ceibo, que da trabajo a 74 personas. “Nuestro laburo no es sólo recoger la basura y clasificarla. Lo más importante es educar al vecino a ser solidario y cuidar el medio ambiente. Cirujas modernos, los integrantes de El Ceibo van casa por casa recogiendo la basura que los vecinos ya han clasificado en dos bolsas, separando los residuos secos y húmedos. El centro de clasificación, está montado bajo la Autopista Illia, en Retiro: “Toda esta maquinaria la compramos con ayuda del Estado. Empezamos en una plaza, ahora somos una empresa social y hasta trabajamos para obtener nuestra obra social”. Cristina piensa no obstante que la asistencia estatal debería atender otros puntos: “No es fácil organizarse. Pretenden encuadrarnos como monotributistas y es un delirio porque esto apenas nos alcanza para sobrevivir. Deberían estudiar otra figura, para ayudarnos más a recuperar nuestra dignidad como trabajadores”. El cuerno de oro Pedro Leiva, aparece empujando su changuito de supermercado que ayer supo andar entre las góndolas y hoy va de tacho de basura en tacho de basura en el barrio de San Cristóbal. “Lo último fue trabajar en un reparto de pizza pero me quede sin la moto. Choqué. Cuando salí del Hospital no tenía ni donde caerme muerto. Es esto o robar”. Pedro dice que “ahora está solo” desde que su mujer se fue llevándose su único hijo. Cuando lo que saca del cirujeo no le alcanza para comer “voy a manguear a la Iglesia que está en la calle Moreno”. En el Gran Buenos Aires gran parte del presupuesto de los municipios se va en pagar a las compañías recolectoras de basura. La mayoría de las intendencias son atendidas por la empresa Covelía que –modesta‐ declara facturar 124 millones de pesos. Marcelo Arenales, su fundador es una muestra de las posibilidades de ascenso social que ha tenido la Argentina en los últimos años. Un matutino intentó entrevistarlo. Al llegar al domicilio se encontró con una humilde casa ubicada en una calle de tierra de Ingeniero Budge. Entre los poderosos socios que manejan Covelia, algunos medios mencionaron a un ex militar carapintada y dirigente vecinalista junto a un conocido sindicalista. Nadie sabe con certeza quien maneja los hilos de la empresa, que demuestra que la basura es un negocio de cirujas pero también de oscuros millonarios. El ingeniero Hernández explica que la basura diaria promedio generada entre Capital y el Gran Buenos Aires, según datos del CEAMSE fue de alrededor de 15.000 toneladas/día, de las cuales 5100 provienen de la Ciudad de Buenos Aires, y el resto, de los municipios del Gran Buenos Aires y el Gran La Plata. Yo diría que son en realidad los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires y los municipios los rehenes del sistema implementado en 1977, y de las contadas empresas que monopolizan la recolección domiciliaria, pertenecientes a grandes grupos económicos “nacionales” o con participación de capital extranjero como las que mencioné antes. Que además son especialistas en el arte de comprar débiles voluntades políticas compartiendo con ellas un poco de sus grandes ganancias para obtener concesiones en condiciones ventajosas y oportuno reconocimiento de “mayores costos”. El fantasma de Manliba Buenos Aires produce diariamente más de 5000 toneladas de basura que terminan en los “rellenos sanitarios” con perjuicio para el medio ambiente y un costo presupuestario elevado para los habitantes de la Ciudad, recuerda el Ingeniero Hernández. Para terminar con esta situación, la Legislatura de la Ciudad, por presión de entidades ambientalistas, sancionó en noviembre de 2005 la Ley N° 1854, conocida como “Ley de Basura Cero”. La ley establece la reducción progresiva del tonelaje de basura que se envía por medio de las empresas recolectoras a los rellenos sanitarios, con metas de reducción del 30% para 2010, 50% para 2012, y así hasta llegar a cero en 2020. La ley, promulgada en enero de 2006 y reglamentada en Mayo de 2007, Macri no la está cumpliendo ni quiere hacerlo. De acuerdo a datos proporcionados por Hernández: En el año 2008 se enviaron 1.884.460 toneladas de basura a los “rellenos sanitarios” (dato oficial del CEAMSE), o sea un 15% más que en 2007, y un 25,6% más que la base para la reducción de la cual parte la Ley de Basura Cero, que es de 1.500.000 toneladas. Se pretende acabar con la existencia de contenedores diferenciados para los distintos tipos de residuos colocados en las calles “porque son muy caros para las empresas”. La idea es volver al sistema de pago a las empresas por tonelada de basura recogida en vez de una suma fija por área limpia. Las campañas de difusión previstas por la Ley de Basura Cero, a las cuales se destina el 5% del monto presupuestario para gastos publicitarios de la Ciudad se limitan a culpabilizar a los vecinos de la suciedad visible en las calles “por sacar la basura fuera de hora” y pretender multarlos a ellos en vez de a las empresas recolectoras responsables. O sea que se privilegia el “negocio” de las empresas, intención que se esconde siempre tras los defensores de las ideologías privatistas, subraya Hernández. ¿Recuerda la época de Manliba? dice el ingeniero cuando nos disponemos a apagar el grabador, recordando tal vez los millonarios negocios de aquella empresa en la época de Carlos Grosso. Ganarse la vida es cosa seria Ramón Ocampo, coordinador de la Cooperativa 8 de Mayo, como tantos otros, escapó de la calle a través del esfuerzo solidario. “Por un convenio que tenemos que el Ceamse vienen alrededor de seis camiones diarios, cada uno con cinco mil kilos de basura para clasificar. También recibimos residuos de empresas como Peugot, la Serenísima o de supermercados”. La basura se descarga en una tolva desde donde pasa a una cinta de elevación, que la traslada al nivel donde se clasifica. Lo descartada baja a través de otra cinta. Los resagos se acomodan en un gran patio. El resto se enfarda y es depositado en un enorme galpón. En ese lugar, ubicado en el Ceamse Número Tres de San Martín, se separa el papel del cartón, los distintos colores de plástico, el vidrio. Se prensa todo menos la hojalata y después se vende, explica Ramón. Cuando se le pregunta por lo que nos dijo el primer ciruja que interrogamos, José, señala que “hay cada vez menos gente viviendo de la basura”, Ramón explica que los precios están cada vez más bajos. “Por ejemplo el cartón que estaba a 7 centavos el kilo, ahora vale no más de 28. No se exporta, la crisis se siente”. Nos cuenta que en la cooperativa sacan 300 pesos por quincena. “Es poco pero hoy después de los 35 años ya no te dan trabajo en ninguna parte. Para muchos esto es la diferencia entre comer y no comer, entre la vida y la muerte”. PANAMÁ: LOS SINDICAT OS CUESTIONAN EL PRIMER MES DEL PRESIDENTE MARTINELLI Los sindicatos panameños demandaron seguridad laboral y justicia por los crímenes cometidos contra este sector durante el gobierno anterior, al cuestionar el primer mes en el poder del presidente Ricardo Martinelli. El secretario general de la Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente (Conusi), Gabriel Castillo, afirmó que el primer mes de gestión del gobierno encabezado por Martinelli es más de lo mismo. "No hay soluciones a las demandas y las posibles soluciones han sido abordadas, pero hasta allí no llega, lo que se espera es una respuesta concreta", sostuvo el líder sindical. El dirigente del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs), Saúl Méndez, también fustigó al gobierno y se solidarizó con 50 trabajadores portuarios del Puerto de Balboa, en la entrada Pacífico del Canal de Panamá, quienes exigen ser reinstalados en sus puestos de trabajo y la formación de un sindicato. El ministro de la Presidencia, Jimmy Papadimitriu, dijo que durante el primer mes de gestión de Martinelli se implantaron proyectos sociales como el bono de 100 dólares para ancianos sin seguro y una rebaja de 10 por ciento a la tarifa eléctrica con la finalidad de disminuir los costos de la canasta básica. "El gobierno nacional respeta y respetará la opinión pública popular y de los distintos gremios del país", subrayó el funcionario al hacer frente a los cuestionamientos. La vocera presidencial, Judy Meana, afirmó por su parte que las promesas de campaña para construir un mejor país se están cumpliendo en cuatro áreas importantes como adultos mayores, seguridad, transporte y canasta básica. "Ustedes han visto un presidente trabajando y un equipo de gobierno que pone los intereses del pueblo por encima de los intereses personales y partidistas, porque ahora le toca al pueblo", agregó la funcionaria. Pese a los reclamos de algunos sectores sindicales, el presidente panameño cuenta con un amplio respaldo de la población que ha visto con buenos ojos las medidas adoptadas durante sus primeros 30 días de gobierno. CIVILIZACIÓN Y MODERNIDAD EL MOVIMIENTO INDÍGENA EN AMÉRICA LATINA Mónica Bruckmann Alai­amlatina La crisis mundial contemporánea no sólo se manifiesta en su dimensión económica y principalmente financiera, sino que representa también una profunda crisis civilizatoria del capitalismo mundial como modo de organización de la sociedad y como forma de producir conocimiento, al mismo tiempo que cuestiona fuertemente el sistema de poder en el planeta. Asistimos a la decadencia de un sistema hegemónico unipolar que necesita cada vez más de la intervención militar brutal para validar su condición de dominación, convirtiendo la civilización occidental en una fábrica de barbarie y de políticas de irrespeto a los principios fundamentales de convivencia de la humanidad. La visión eurocéntrica En la base de este sistema de dominación se ubica la perspectiva eurocéntrica como fundamento ideológico y como forma de producción y control de la subjetividad de las sociedades. La producción y reproducción de la vida material de los pueblos y la elaboración de sus imaginarios están dominados por la idea de que la civilización occidental es el único modelo civilizatorio del planeta, y que todas las demás civilizaciones, sin importar su nivel de elaboración y complejidad, su grado de desarrollo o sus aportes a la humanidad, son consideradas apenas culturas atrasadas respecto al modelo impuesto. La arrogancia de esta visión eurocéntrica no sólo justificó violentas formas de colonización y colonialismo sino que se convirtió en una barrera cognitiva que impidió a Occidente conocer y comprender la complejidad del mundo y las más antiguas e importantes civilizaciones del planeta. De esta manera, se despreciaron conocimientos milenarios, formas de organización de la vida y la sociedad no­occidentales, formas más humanas de relación con la naturaleza y la vida, sensibilidades estéticas altamente elaboradas, producción artística y cultural de gran importancia, aportes filosóficos e inclusive el denso pensamiento social producido fuera de los países centrales de occidente. El eurocentrismo impuso una forma de hacer ciencia y un camino único de producción de conocimiento, que redujo a la condición de a­científico, para­científico o folklórico todo aquel conocimiento producido fuera de estos cánones. En esta perspectiva, el tiempo no existe, pues el conocimiento es universal y válido para cualquier tiempo histórico y para cualquier realidad social del planeta. Esta incapacidad de comprender que la teoría, la ciencia y el conocimiento son productos históricos, ha significado una de las principales limitaciones de la ciencia positivista. Esta ciencia, cada vez más preocupada con su coherencia interna que con la realidad social, se ha encerrado en sí misma para producir sus propias premisas y otorgar a sus deseos, la condición de conclusiones científicas. De esta manera, ha perdido la capacidad de comprender la complejidad del mundo contemporáneo y de cualquier intento de prever escenarios futuros. La humanidad está en camino a romper profundamente con estos paradigmas de ciencia y con esta visión del mundo y de la humanidad. ¿Modernidad vs atraso? En América Latina la idea de modernidad, como modo de existencia social y como patrón de desarrollo, surge en el centro mismo del sistema colonial y como parte integrante de esta estructura de dominación y de poder. Como sostiene el sociólogo peruano Aníbal Quijano, al analizar el surgimiento de la noción de modernidad, se trata de un momento en la historia en el cual los varios tiempos e historias se configuran en complejas, contradictorias y discontinuas asociaciones entre estructuras fragmentarias y mutantes de relaciones de sentidos y de significados partes de un mismo y único mundo nuevo en plena constitución. [1] La idea de modernidad, entonces, surge en la base de la estructura de poder colonial, y se convierte en un mecanismo legitimador que impone la civilización occidental como la única vía de alcanzar el llamado “progreso”. Todo aquello que estuviera fuera de esta visión y de esta forma de organización social era considerado pre­moderno o atrasado. Esta noción de modernidad, insertada orgánicamente a la estructura de poder colonial tuvo una enorme capacidad destructora y desarticuladota de las sociedades originarias latinoamericanas. En nombre de la modernidad se destruyeron estructuras enteras de conocimiento y sabiduría milenaria, así como avanzados modos de producción agrícola y formas de organización social comunitarias. Se puso en práctica una acción sistemática de destrucción de la memoria colectiva de los pueblos y civilizaciones americanas, de su imaginario histórico y de su propia percepción de pasado y futuro. Esta enorme capacidad destructiva significó también el propio exterminio de las poblaciones originarias, que a la llegada de los colonizadores europeos se estimaba en más de cien millones de habitantes y que en pocas décadas se vio reducida a casi la mitad. Si América Latina fue el lugar desde donde se generó la acumulación de capital y las bases materiales para la construcción de la Europa Occidental como centro hegemónico mundial a partir del siglo XVI, es ahora la región donde se están desarrollando los nuevos elementos para la construcción de una civilización planetaria, más equilibrada e inclusiva, capaz de romper radicalmente con la herencia colonial y la visión eurocéntrica. Están surgiendo, en el continente latinoamericano, experiencias ricas y diversas de transformación social que están cambiando el escenario político, económico y cultural en la región. Este proceso de transformación nos plantea grandes desafíos. Se hace necesario re­elaborar nuestra historia fuera de la visión colonial y crear matrices teóricas y metodológicas de producción de conocimiento capaces de dar cuenta de la complejidad y densidad de la realidad social. Pero sobre todo, se hace necesario apelar a nuestro legado civilizatorio, al conocimiento milenario y ancestral, a los saberes y formas de ver y sentir el mundo para re­
construir nuestra memoria colectiva, deformada o destruida por la colonialidad, y construir nuestras identidades y nuestros proyectos de futuro y de sociedad. El movimiento indígena latinoamericano El movimiento indígena es quizás uno de los elementos más transformadores de esta densa realidad latinoamericana contemporánea. Éste se construye como un movimiento social de dimensión regional con un profundo contenido universal y una visión global de los procesos sociales y políticos mundiales. Al mismo tiempo, ha dejado de ser un movimiento de resistencia para desarrollar una estrategia ofensiva de lucha por el gobierno y el poder, especialmente en la región andina de América del Sur. A partir de una profunda crítica y ruptura respecto a la visión eurocéntrica, a su racionalidad, a su modelo de modernidad y desarrollo inserto en la estructura de poder colonial, el movimiento indígena latinoamericano se plantea como un movimiento civilizatorio, capaz de recuperar el legado histórico de las civilizaciones originarias para re­elaborar, no una, sino varias identidades latinoamericanas; no una forma de producir conocimiento, sino todas las formas de conocimiento y producción de conocimiento que han convivido y resistido a más de quinientos años de dominación. El elemento indígena se va convirtiendo en el centro del discurso y de la construcción de una visión del mundo, de un sujeto político y de un proyecto colectivo y emancipatorio. En las líneas que siguen, analizaremos este proceso. El movimiento indígena como unidad geográfica e histórica El movimiento indígena latinoamericano ha dejado de ser un conjunto de movimientos locales para convertirse en un movimiento articulado y articulador que se construye en los espacios geográficos de donde se desarrollaron las civilizaciones originarias. En el caso América del Sur, el movimiento indígena se construye en el espacio geográfico donde se desarrolló la civilización inca y las varias civilizaciones que la precedieron, ocupando los territorios de Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Quinientos años de colonización no fueron suficientes para desarticular una unidad histórica y civilizatoria, como fue el “Tawantinsuyo” de los incas, y su profundo arraigo en un espacio geográfico específico: Los Andes. Los Estados nacionales conformados a partir del siglo XIX con las guerras independentistas no sustituyeron las profundas raíces históricas de los pueblos indígenas, que se reconocen quechuas, aymaras o mapuches, antes que bolivianos, peruanos o ecuatorianos. La reconstrucción de los Andes como unidad geográfica y las civilizaciones pre­Incas e Inca, como unidad histórica, ha profundizado el proceso de integración del movimiento indígena sudamericano, que en julio de 2006, en la ciudad de Cuzco, funda la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas – CAOI ­ con la participación de los pueblos Quechuas, ichwas, Aymars, Mapuches, Cymbis, Saraguros, Gumbinos, Koris, Lafquenches, Urus, entre otros tantos pueblos indígenas originarios de la región Andina [2] . En el acta fundacional, firmada por más de once organizaciones representativas, se establece una amplia plataforma de lucha para el movimiento indígena de todo el continente que incluye entre sus principales banderas la construcción de los Estados Plurinacionales; la defensa de los recursos naturales y energéticos, el agua y la tierra; los derechos colectivos de las comunidades indígenas y la autodeterminación de los pueblos como principio fundamental. Se trata de un plan de acción que incluye principios fundamentales de convivencia humana y de profundo respeto a las diferentes culturas, pueblos y nacionalidades. Se han creado, en los últimos años, múltiples y diversos espacios de coordinación y articulación del movimiento indígena en la región, diversos foros de intercambio y movilización, al mismo tiempo que se han diversificado las organizaciones y redes indígenas y de los pueblos originarios. Esto ha generado una intensa dinámica y una creciente capacidad de movilización en los niveles locales, regionales y continental, con una clara vocación de articulación planetaria. Durante el último Foro Social Mundial de Belén, en enero de 2009 [3] , las organizaciones y redes indígenas ahí reunidas emitieron una declaración llamando a la más amplia unida para articular alternativas a la “crisis de civilización occidental capitalista”. Entre los principales ejes movilizadotes de este llamado están: ­ La tierra como fuente de vida y el agua como derecho humano fundamental; ­ Descolonialidad del poder y el autogobierno comunitario; ­ Los Estados Plurinacionales; ­ La autodeterminación de los pueblos; ­ La unidad, equidad y complementariedad de género; ­ El respeto a las diversas espiritualidades desde lo cotidiano y diverso; ­ Liberación de toda dominación o discriminación racista, etnicista o sexista; ­ Las decisiones colectivas sobre la producción, mercados y la economía; ­ La descolonialidad de las ciencias y tecnologías; ­ Por una nueva ética social alternativa a la del mercado. La Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas se ha convertido en un espacio dinámico de articulación política y social, que se proyecta hacia las organizaciones indígenas de la Cuenca Amazónica y de Centro y Norte América, ampliando el espectro de unificación, articulación e integración del movimiento indígena en todo el continente. El Estado plurinacional como proyecto político La plurinacionalidad, planteada como bandera política por el movimiento indígena de los años 90, ha sido asumida por las fuerzas progresistas de países como Bolivia y Ecuador, lo que ha permitido un amplio movimiento político y social capaz de aprobar en plebiscitos nacionales, o a través de asambleas constituyentes, esta nueva forma política e institucional de Estado. El Estado Plurinacional se plantea como proyecto político que cuestiona profundamente la visión homogenizadora del Estado­nación y con ello, la tradición política occidental en América Latina. Este nuevo modelo de Estado es profundamente incluyente. Basado en el principio de “unidad en la diversidad”, reconoce la existencia de múltiples nacionalidades, culturas, lenguas, religiones, y formas de espiritualidad. Incorpora las formas comunales de organización y autoridad en la propia institucionalidad del Estado, constituyendo una experiencia política absolutamente nueva en la región. La constitución boliviana, recientemente aprobada por plebiscito nacional, establece en su primer artículo: “Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías. Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país.” [4] Se trata de un proyecto que debe construir aún su propia institucionalidad, pero que puede representa un modelo político cualitativamente superior al Estado­nación que sustenta la unidad nacional en la homogenización superficial y en la discriminación y exclusión cultural. La tierra que nos acoge La histórica lucha de los indígenas latinoamericanos por la tierra no sólo tiene que ver con la recuperación de un medio de producción fundamental que les fue violentamente expropiado desde los primeros momentos de la colonización europea hace más de quinientos años. La tierra tiene un sentido muy profundo en la cosmovisión y en la forma misma de existencia de los pueblo indígenas: ella es la “madre que nos acoge” o “Pachamama” [5] , el espacio donde la vida se crea y se re­crea. En la visión indígena, el hombre debe “criar a la madre tierra y dejarse criar por ella”. Esta relación profunda entre el hombre y la tierra como fuente de vida se contrapuso radicalmente a la visión del colonizador que veía la tierra como objeto de posesión y espacio de saqueo y extracción de metales y piedras preciosas, objeto de depredación. Estas visiones contrapuestas produjeron enormes tensiones y sufrimientos en los pueblos indígenas de nuestro continente, pues fue justamente la mano de obra indígena la que sustentó la minería en las colonias, que permitió la acumulación de capital que sustentó la hegemonía portuguesa y española en el sistema mundial. El trabajo esclavo en las minas fue uno de los principales mecanismo de exterminio de la poblaciones indígenas en nuestro continente. Después de varios siglos de resistencia, el movimiento indígena contemporáneo recupera el sentido fecundo de su relación con la tierra, exigiendo el respeto a ésta como fuente de vida. Se trata entonces de preservar la tierra, el medio ambiente en que vivimos, el espacio donde nuestros hijos nacen y crecen, donde la flora y fauna nativa debe ser aprovechada por el hombre con un sentido de respeto y preservación. Esta postura ecológica, que corresponde a una visión milenaria del mundo, coloca al movimiento indígena latinoamericano en una posición de vanguardia planetaria, que levanta banderas universales para la sobre vivencia de la humanidad y del planeta, que exige que la extracción de recursos naturales y energéticos se realice sin depredar la tierra y favoreciendo principalmente a las poblaciones que viven en los territorios donde estos recursos se encuentran. De esta manera, la vida y el ser humano se elevan a la condición de valores fundamentales para la organización de la sociedad y de un nuevo modelo de desarrollo y proyecto colectivo de futuro, sintetizado en el principio indígena del “buen vivir”. Descolonialidad del poder: “mandar obedeciendo” La organización comunitaria, el principio de la reciprocidad y solidaridad social, son características de algunas sociedades indígenas pre­coloniales, que han sido retomadas por el movimiento indígena latinoamericano como prácticas cotidianas que afirman un legado civilizatorio y una forma propia de ver el mundo. Al mismo tiempo se crean nuevas formas de autoridad colectiva y de autogobierno comunitario que rescata la comunidad como fuente de todo y cualquier poder y el poder del individuo sometido a la comunidad. Un ejemplo de estas nuevas formas de autoridad y ejercicio del poder han sido dadas por el Movimiento Zapatista en México, con el principio de “mandar obedeciendo”, que refleja claramente estas dos dimensiones de la autoridad. Estamos pues frente a enormes desafíos. Tal vez una de las principales tareas emancipadoras consiste en liberarnos del eurocentrismo como visión del mundo y como estructura de producción de conocimiento. Se hace necesario re­elaborar nuestra historia y recuperar nuestra memoria colectiva y legado civilizatorio para construir nuestros propios modelos de desarrollo y proyector de futuro. El movimiento indígena nos ofrece enormes potencialidades y, por la profundidad de su propuesta y de su praxis, abre un nuevo horizonte histórico en América Latina y en el mundo. Mónica Bruckmann es socióloga peruana, doctoranda en ciencia política por la Universidad Federal Fluminense (Brasil) e investigadora de la Cátedra y Red UNESCO/UNU sobre Economía Global y Desarrollo Sustentable – REGGEN. Referencias Bibliográficas BLANCO, Hugo. Avance del movimiento indígena en la lucha contra el sistema. En: ALAI – América Latina en Movimiento, 18 de setiembre de 2006. www.alainet.org BRUCKAMANN, Mónica; DOS SANTOS, Theotonio. Los movimientos sociales en América Latina: un balance histórico. Red de Bibliotecas Virtuales de Ciencias Sociales de América Latina y el Caribe de la red CLACSO. http://www.clacso.org.ar/biblioteca COORDINADORA ANDINA DE ORGANIZACIONES INDÍGENAS. Declaración de Cuzco, 17 de julio de 2006. www.alainet.org CAOI. Declaración de los hijos de la tierra. En: ALAI – América Latina en Movimiento, 13 de mayo de 2008. DAVALOS, Pablo (compilador). Pueblos indígenas, Estado y democracia. CLACSO Libros. Buenos Aires. 2005. 356 p. GARCIA LINERA, Alvaro. El evismo: Lo nacional popular en acción. En: Revista del Observatorio Social de América Latina, Año VII, N° 19, enero­abril de 2006. GARCIA LINERA, Alvaro. Indianismo y marxismo. En: publicação: Encarte CLACSO. Cadernos da América Latina No. 2. São Paulo : CLACSO, Conselho Latino­
americano de Ciências Sociais. Janeiro 2008. GONZALEZ CASANOVA, Pablo; ROITMAN RESENMANN, Marcos. (Org.). Democracia y Estado multiétnico en América Latina. La Jornada Ediciones y Centro de Estudios Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades­UNAM. México. 1996. 390 p. LANDER, Edgardo (Compilador). La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales, perspectivas latinoamericanas. CLACSO Libros. Buenos Aires. 2005. 248 p. QUIJANO, Aníbal. Dom Quixote e os moinhos de vento na América Latina. En: Revista de Estudos Avançados 19 (55), 2005, p. 9­31. SOUSA SANTOS, Boaventura. Estados Plurinacionales y constituyente. En: Boletín del Foro Latinoamericano de Políticas Educativas – FLAPE, N° 24, Año 5, Diciembre de 2008. Notas: [1] QUIJANO: 2005. [2] Ver: COORDINADORA ANDINA DE ORGANIZACIONES INDÍGENAS. Declaración de Cuzco, 17 de julio de 2006. [3] Ver “Declaración de los Pueblos Indígenas: Llamamiento desde los Pueblos Indígenas frente a la Crisis de Civilización Occidental Capitalista”, Foro Social Mundial 2009, Belem, Amazonía, Brasil. [4] Constitución Política de la República de Bolivia, vigente. [5] En quechua significa “madre tierra”. http://alainet.org/active/32149 MORALES CUESTIONA EXPLICACIÓN DE URIBE SOBRE BASES MILITARES Y AFIRMA QUE UNASUR NO DEBE ACEPTARLAS EVO: NINGUNA BASE MILITAR (ABI) El presidente de Bolivia, Evo Morales, cuestionó la noche del martes la explicación de su colega colombiano Álvaro Uribe, con quien se reunió en una visita relámpago en La Paz, y anunció que presentará una propuesta en el marco de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) para que no se acepte ninguna base militar estadounidense en Sudamérica. "Yo expresé una posición que ya tomé días atrás, que vamos a defender la soberanía de Latinoamérica, de Sudamérica, y por tanto informé que a la reunión de Unasur, que se va a realizar en Quito, Ecuador, el día 10 de este mes, vamos a llevar una propuesta de resolución, ojalá pueda ser aprobado por los presidentes de Sudamérica, para que no se acepte ninguna base militar en Sudamérica", señaló en una declaración de prensa. Morales ratificó que también pedirá la creación de Una Escuela de Defensa Regional y la regionalización de la lucha contra el narcotráfico. El gobernante boliviano dijo que en la reunión, Uribe le expresó su "preocupación sobre las diferencias con Venezuela y Ecuador" y que él replico su preocupación por lo que está "pasando en Latinoamérica" "Antes, se acusaba de todo a Fidel desde Estados Unidos, y ahora siento que desde Colombia se acusa al presidente Chávez como también al presidente de Ecuador, remarcó. Dijo que Uribe le planteó cómo resolver esas diferencias que Morales considera deberían abordarse en la reunión de Unasur en Quito, aunque reveló que el Presidente Colombiano le ratificó que no asistirá a esa Cumbre. Morales dijo que esa ausencia le genera "una enorme preocupación" y abogó porque "no haya algún instrumento que trate de dividir a Unasur cuando estamos gestando una gran integración desde Unasur" "Tal vez una reunión reservada entre presidentes de Unasur pueda ser una solución, donde digamos las verdades para superar estos conflictos, pero el tema central radica en la presencia de militares extranjeros en Colombia", apostilló. "No aceptamos militares norteamericanos en Bolivia, y nuestro pedido que también sea en Latinoamérica, porque siempre el imperio tiene sus objetivos", agregó. Explicó que contó al presidente colombiano "lo que hacían los uniformados armados norteamericanos en el Chapare", que perseguían y reprimían al movimiento campesino y recordó que él "fue víctima" de esas acciones. "Como he sido su víctima yo dije, que me siento agredido por la presencia militar de Estados Unidos en Colombia, esa es la vivencia", remarcó. El presidente colombiano no comentó los pormenores de su reunión con Morales y al salir de la Casa de Gobierno se limitó a agradecer "el espacio de diálogo" "Muy apreciados comunicadores de Bolivia, quiero agradecer el espacio de diálogo con el Presidente Evo Morales, y quiero expresar un saludo lleno de afecto al hermano pueblo boliviano. Muchas gracias a ustedes, apreciados comunicadores, buenas noches", señaló. Según el cronograma difundido por el Gobierno colombiano, Uribe visitará en las próximas horas a la presidente de Chile, Michelle Bachelet, en su gira Sudamericana para explicar las razones de su gestión para aceptar que Estados Unidos utilice al menos siete bases militares colombianas. Perú: Uribe llegó a tierra aliada Carlos Noriega (Página/12) Si en algún destino de esta gira Uribe podía encontrar el respaldo que busca para su política militar de alianza con Washington, ese lugar era Lima. Desde Bogotá se anunció que las bases militares norteamericanas serían siete y no tres. El presidente colombiano Alvaro Uribe inició ayer en Lima su gira por siete países de la región para explicar los alcances del convenio que negocia con Estados Unidos para incrementar la presencia militar norteamericana en Colombia. La gira de Uribe, que también incluye Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, se realiza en medio de los duros cuestionamientos realizados por varios gobiernos de la región –Brasil, Chile, Ecuador y Venezuela– por este acuerdo militar que implica la instalación de bases militares en Colombia. Con estas visitas Uribe busca bajar el tono de estas críticas. El convenio militar entre Bogotá y Washington será uno de los temas que concentrarán la atención de los presidentes en la próxima reunión de Unasur, que se llevará a cabo el 10 de agosto en Quito y a la que el mandatario colombiano no asistirá. Al tiempo que Uribe iniciaba su gira sudamericana –de la que excluyó a sus vecinos Ecuador y Venezuela, que han calificado las futuras bases norteamericanas como un riesgo para su seguridad–
, el ministro de Defensa de Colombia, general Freddy Padilla, anunciaba que las bases militares norteamericanas que se instalarían en Colombia no serían tres, como se había anunciado, sino siete. Tres bases serían para la fuerza aérea, dos para el ejército y dos para la marina. Si en algún destino de esta gira Uribe podía encontrar el respaldo que busca para su política militar de alianza con Washington, ese lugar era Lima, su primera escala. El presidente colombiano llegó a la media tarde de ayer a la capital peruana y fue recibido en la puerta del Palacio de Gobierno por el presidente Alan García, que lo saludó con una amplia sonrisa y un afectuoso abrazo. La reunión privada entre ambos presidentes duró poco más de una hora. En la cita también participaron los cancilleres de los dos países. La cancillería colombiana calificó la gira de Uribe como “muda”, pero al final de la reunión los dos presidentes hicieron una breve declaración a la prensa en el patio del Palacio de Gobierno, aunque no aceptaron preguntas de los periodistas. García no se refirió directamente al tema de las bases norteamericanas, pero fue claro en su apoyo a Uribe y su política contra la insurrección. García calificó a su colega colombiano como “un buen amigo”. El presidente peruano señaló que había conversado de “temas de interés continental” y de “situaciones enojosas que presentan a Colombia como víctima”. En su breve intervención, García no ahorró elogios para Uribe: “Sabe el presidente Uribe cuánto respeto tenemos por los trabajos de pacificación y desarrollo social de su gobierno”. Pero eso no fue todo. García siguió alabando sin reservas a un sonriente Uribe. “La historia va a reconocer mucho y muy pronto –dijo, con aire profético– cuánto se ha hecho a favor no sólo de Colombia sino del modelo democrático en el continente gracias al presidente Uribe y su gobierno.” García habló poco, pero no quiso dejar dudas de su apoyo a Uribe en su enfrentamiento con el resto de la región por las bases militares. El colombiano, satisfecho con el respaldo del presidente peruano, se limitó a darle las gracias a su anfitrión. No sorprende el respaldo al gobierno de Uribe y sus planes de apoyar el incremento de la presencia militar norteamericana en la región. García tiene en Uribe a su mejor aliado en la región. Ambos presidentes comparten su alineamiento con Washington y su enfrentamiento abierto a los gobiernos izquierdistas de la región. El gobierno de Lima también ha mostrado su disposición a permitir la presencia militar norteamericana. Como informara Página/12 en marzo de 2007, Lima y Washington tuvieron conversaciones para instalar una base militar norteamericana en Perú en reemplazo de la base de Manta, en Ecuador. La posibilidad de instalar esa base, lo que había generado fuertes críticas internas, no prosperó, pero la presencia militar norteamericana en el país creció. En 2008, mil soldados norteamericanos –en grupos de cien– ingresaron en la región de Ayacucho, zona donde se concentran los últimos grupos armados de Sendero Luminoso y cultivadores de coca. Este año, el gobierno de García ha firmado un convenio con Estados Unidos para permitir que los buques de guerra de la resucitada IV Flota, que opera en la región, utilicen los puertos peruanos. En el país hay dos bases de la DEA, ubicadas en los principales valles cocaleros, desde donde se organizan las operaciones antidrogas. El gobierno peruano también ha estrechado la colaboración militar y en inteligencia con el de Uribe. Perú y Colombia realizarán maniobras militares conjuntas este año en la frontera de ambos países, que tiene una extensión de 1400 kilómetros en una zona de selva. Luego de su reunión con el presidente peruano, Uribe partió a La Paz para continuar con su gira. Difícilmente encuentre en alguno de los otros países que va a visitar el respaldo que se llevó de Lima. 5/8/09 LA ANTROPOLOGÍA COMO SABER RECLUTADO x Pedro García Olivo ‐ La Haine http://www.lahaine.org/index.php?p=39451 Investigación “colonial”, inanidad etnocéntrica y justificación del Capitalismo en la crisis de la disciplina antropológica. 1) Empirismo y funcionalismo a‐teórico en las investigaciones “pioneras”: Radcliffe‐Brown, Malinowski,... Desde finales de los años sesenta, y como un episodio más de aquella “crítica interna de las disciplinas científicas” a que nos hemos referido en otro artículo, una testaruda denuncia gravita sin descanso sobre los estudios fundadores de la antropología: haber allanado las vías de una práctica científica teóricamente estéril y políticamente reaccionaria. Como ha señalado J.R. Llobera, esta acusación originó “acalorados debates, no sólo en revistas radicales sino también en Current Anthropology y otros órganos del establishment antropológico”. Es larga la lista de autores y obras que han redundado en esta denuncia, aunque por lo general se admiten tres fuentes principales del mencionado auto‐criticismo: una fuente británica, constituida por un conjunto de artículos aparecidos en la la New Left Review (trabajos de D. Goddard, J. Banaji, P. Anderson,...); una fuente francesa, que pone en primer plano la relación entre “antropología” y “colonialismo”, y que halla en G. Leclerc un exponente destacado; y, en tercer lugar, un número del Current Anthropology, correspondiente al simposio sobre “responsabilidades sociales” de la investigación antropológica, que reúne las aportaciones de autores como G. D. Berreman, G. Gjessing y K. Gough. Podemos sostener que con estos estudios la “crítica interna” de la disciplina antropológica queda substancialmente terminada, iniciándose a partir de entonces el inevitable proceso de “matizaciones”, “reiteraciones”, “reformulaciones”, etc., que, aparte de alimentar el mercado editorial y de surtir títulos para un encadenamiento indefinido de actos académicos (conferencias, encuentros, etc.), apenas añade unas cuantas notas subsidiarias. En “The Social Responsibility of Social Scientist”, G. Gjessing sitúa en el empirismo y en el funcionalismo de los análisis antropológicos “pioneros”, con la proscripción de la historia que subyace a dicha plataforma teórico‐epistemológica (perspectiva ahistórica en Radcliffe‐Brown y perspectiva antihistórica en Malinowski), la raíz de la irrelevancia de los estudios antropológicos académicos y de su paralela contribución a la legitimación de la administración colonial. Para G. D. Berreman, que coincide con el diagnóstico de Gjessing (la falta de relevancia de la mayor parte del material científico‐antropológico disponible), una porción no desdeñable de la antropología oficial anglo‐americana habría abrazado sin recelos la causa del imperialismo contemporáneo, trabajando profesionalmente para los gobiernos occidentales y orientando sus investigaciones hacia el objetivo fundamental de facilitar políticas militaristas (de los EEUU en el Sudeste de Asia, por ejemplo). Este servilismo político inmediato de la investigación antropológica oficial descansa precisamente sobre la definición “empirista” de la disciplina desde los trabajos “fundadores” de Radcliffe‐Brown y Malinowski, que, sacrificando la dimensión histórica de su objeto (y presentando así como “sociedades primitivas” lo que, en rigor, hubiera debido abordarse en tanto “sociedades colonizadas”), se acogerán interesadamente a los beneficios de un funcionalismo a‐teórico o pseudo‐teórico de inspiración conservadora. David Goddard, en “Los límites de la antropología británica”, centró muy bien esta cuestión, subrayando la responsabilidad del empirismo (dominante en la cultura inglesa desde el siglo XIX) en aquella vocación justificadora de la disciplina antropológica: “Los estudios antropológicos británicos se desarrollaron en el contexto del colonialismo europeo, formando parte de la situación colonial. La mayor parte de los antropólogos no pusieron en cuestión la situación colonial ni el hecho de tomar parte en esa situación a través de la investigación de los pueblos subyugados. Dado que aceptaron la situación colonial como algo dado, que muchas veces le sacaron provecho y en ocasiones la apoyaron activamente, no percibieron que el colonialismo creaba pueblos colonizados ‐los llamados “pueblos indígenas”‐ sometidos al dominio económico, político y espiritual de un poder extranjero que poseía y utilizaba despiadadamente medios violentos contra ellos. En vez de esto, eligieron ver a los pueblos colonizados en forma del concepto de “primitivos”, negando de hecho su estatus de colonizados (...). El imperialismo constituyó el mundo normal de los antropólogos, al igual que lo fue para el conjunto de la intelligentsia burguesa británica. Evitaron poner en cuestión los fundamentos y la ideología del imperialismo porque nunca se les ocurrió plantearse semejante cosa. Una característica de la cultura inglesa desde el siglo XIX ha sido su incapacidad para poner en cuestión el conjunto de la sociedad. Existe, como ha dicho Perry Anderson, una aversión profunda e instintiva entre la intelligentsia como conjunto a comprometerse en una crítica fundamental de la totalidad de la vida social y cultural. Desde el siglo XIX, Inglaterra se ha diferenciado de todos los demás países europeos en que sus intelectuales nunca han intentado involucrarse en un análisis de las estructuras subyacentes a la cultura y a la sociedad. La misma noción de “estructura subyacente” se les ha escapado, una ceguera conceptual que resume el empirismo superficial de todas las ciencias sociales e históricas y los inacabables juegos de análisis lingüísticos de la filosofía. Instintivamente, se han limitado a la apariencia de las cosas, sin tratar nunca de analizar las relaciones latentes en las mismas cosas. Igual significación ha tenido la constante evasión de la noción de totalidad, al mismo tiempo causa y consecuencia de su negativa a aceptar la noción ‘compleja’ de estructura.”. Según Goddard, los antropólogos británicos, desde Radcliffe‐Brown, han manejado una noción de “estructura” desvirtuada por el mencionado empirismo‐ambiente. En Social Structure, Radcliffe‐
Brown sostuvo, en efecto, que “la observación directa nos revela que los seres humanos están conectados por una red compleja de relaciones sociales(...), por un conjunto concreto de relaciones sociales dentro de un todo integrado. La continuidad de la estructura social, como la de la estructura orgánica, no se destruye por los cambios de las unidades... La continuidad de la estructura se mantiene mediante el proceso de la vida social, que consiste en las actividades e interacciones de los seres humanos individuales y de los grupos organizados dentro de los cuales están unidos. La vida social de la comunidad se define así como el funcionamiento de la estructura social. La función de cualquier actividad consiste en el papel que desempeña en la vida social como conjunto y, por tanto, en la contribución que hace al mantenimiento de la continuidad estructural.”. Como se observará, la estructura se identifica, sin más, con la totalidad de las relaciones sociales dadas en las sociedades tribales. “Se confunde, por así decirlo, con la estructura social de la comunidad”. La idea de “estructuras inconscientes”, tan grata por ejemplo a Lévi‐Strauss, queda, desde esa perspectiva, absolutamente descartada. “La estructura ‐concluye Goddard‐ aparece, por tanto, como una noción simple, y no compleja, porque se relaciona directa y virtualmente sin mediación con la realidad empírica de la vida social”. Lo “oculto”, lo “subyacente”, lo “latente”, como lo “inconsciente” o “imaginario” (como, en general, todo aquello que escapa a la aprehensión inmediata, todo aquello que trasciende del orden de la observación), sencillamente no cuenta, no existe, para el analista. Por añadidura, estas “pseudo‐estructuras” se auto‐regulan indefinidamente, de modo que el cambio, la transformación, la crisis y dislocación de lo establecido, se ven así metódica y conceptualmente ‘excluidos’. Como concluye Goddard, “el estatus de la realidad, por tanto, sólo se hace coincidir con los fenómenos observables; no existen relaciones, principios ni formas ocultas, ni el científico se ocupa de la construcción de modelos ni teorías de tales relaciones o principios con objeto de, a partir de ahí, explicar lo que observa. Tal visión de la ciencia no lleva más allá de la descripción de las regularidades observables, su clasificación mediante comparación con los fenómenos aparentemente similares, y la abstracción de uniformidades generales que se disciernen como consecuencia de clasificar las formas de los fenómenos en cuestión. Indudablemente, es la clásica posición inductista del empirismo británico tradicional”. Sólo arraigando en tales prejuicios epistemológicos, Radcliffe‐Brown pudo alegar, en “Methods of Etnology and Social Anthropology”, que la antropología social se definía como una ciencia inductiva generalizadora, antihistórica y antipsicológica, cuyo objetivo radicaría en establecer las leyes sociológicas universales que rigen las relaciones entre los fenómenos sociales mediante el análisis comparativo de los sistemas sociales. En “La crisis de la antropología británica”, Jairus Banaji profundizó en esta caracterización del funcionalismo como pseudo‐teoría, de raíz empirista, que excluía la idea de cambio no menos que la de inconsciente y abocaba a una “justificación” de lo establecido como estructura auto‐regulada. Para Banaji, el “funcionalismo” se implanta en la práctica antropológica desde el terreno del trabajo de campo, casi como una extensión de las técnicas y del método que usurparía el puesto de la teoría: “La antropología se desarrolló en el contexto del descubrimiento de una nueva técnica que finalmente asentó a los primitivos como legítima materia de estudio. Esta técnica fue el trabajo de campo, la observación directa y sistemática de la vida social de los pueblos primitivos. La antropología basó su especificidad en esta técnica y en el objeto de estudio que ella legitimaba (...). El trabajo de campo aplastó el desarrollo de la teoría como un nivel autónomo y específico de la antropología. El funcionalismo existía como práctica antes de ser formalizado como “teoría”. En su Wirtschaft and Gesselllschaft, publicado el mismo año que las dos monografías “pioneras” de la antropología británica ‐ The Andaman Islander de Radcliffe‐Brown y Argonauts of Western Pacific de Malinowski ‐, Weber ha descrito el “entramado funcional de referencias” como “conveniente para los fines de la ilustración práctica y para la orientación provisional”. La antropología británica traspuso este “entramado” al nivel de una teoría, conceptualizando las reglas y los métodos de la “práctica” funcionalista como si fueran un sistema “teórico” substantivo. De este modo, la técnica sustituyó a la teoría, y la teoría se hundió dentro de la técnica. Como posteriormente escribió un antropólogo británico: “Malinowski no recibió ninguna respuesta en contra cuando confundió las reglas generales referentes a la importancia relativa de los datos del trabajo de campo con las teorías de la sociedad”(...). De ahí se siguió el impacto esterilizador de un funcionalismo que nunca se desarrolló teóricamente porque esencialmente era una pseudo‐teoría, un manual de la práctica disfrazado de teoría.”. Coincidiendo con las posiciones de Goddard, Banaji denuncia la desvirtuación “funcionalista” del concepto de estructura, puesto al servicio del prejuicio de la auto‐regulación del sistema social: “La óptica funcionalista redujo la estructura de las formaciones primitivas a la transparencia de las “verdaderas relaciones sociales entre persona y persona”. Los conceptos fundamentales que los funcionalistas transmitieron a la antropología política procedían de esta obsesión por la corriente abierta y visible de la interacción social. Sólo podían transcribir una ‘realidad’ observada y dada de manera inmediata (…). Para Radcliffe‐Brown, “la verdadera observación de la forma en que se comportan las personas nos permitirá descubrir la medida en que se adaptan a las reglas y la clase y cantidad de las desviaciones... Las desviaciones de la norma tienen su importancia. Por algo proporcionan una medida aproximada de la situación de equilibrio o desequilibrio relativo del sistema”(...). Como se observará, este modelo postula que “el sistema social tiene una cierta clase de unidad a la que podemos llamar unidad funcional. Podemos definirla como la condición en que todas las partes del sistema social funcionan juntas con un grado suficiente de armonía y coherencia interna, es decir sin dar lugar a conflictos permanentes que no puedan ser resueltos o regulados” (Radcliffe‐Brown, African Systems of Kinship and Marriage). En este caso, el supuesto fundamental, compartido tanto por Malinowski como por Radcliffe‐Brown, era que esta “unidad funcional” devenía como el resultado de una cierta evolución. Para Malinowski, las formaciones primitivas habían evolucionado hasta su estado actual de “estabilidad bien equilibrada” a lo largo de un “desarrollo histórico que había durado eras”; para Radcliffe‐Brown no había, y no podía haber, “ningún conflicto entre la hipótesis funcional y la concepción de que toda cultura, todo sistema social, es el resultado final de una única serie de contingencias históricas. Malinowski fundó la unidad y la auto‐regulación del modelo en una ‘esencia’ interior centrada en el sujeto constituyente definido en términos biológicos; Radcliffe‐Brown, por otra parte, supuso simplemente que su unidad era analógica con respecto al modelo del cuerpo humano, al cual las formaciones primitivas se consideraban parecidas en su coherencia y tipo de articulación”. Si Malinowski, en definitiva, apoya su prejuicio de la auto‐regulación del sistema en determinadas necesidades biológicas garantizadoras de la adaptación al medio y del re‐equilibrio de las estructuras; Radcliffe‐Brown se contenta con la metáfora del organismo, de la interrelación de las partes del cuerpo humano, para asentar el dogma de la estructura como “unidad funcional” sustancialmente estable... Estando de acuerdo con el “espíritu” de la denuncia de Banaji, no lo estamos tanto con los “términos” en que ésta se expresa. En nuestra opinión, el “funcionalismo” no aparece meramente como una pseudo‐teoría, como una cuestión procedimental erigida ilegítimamente en teoría; al contrario, el “funcionalismo” constituye, de hecho, una “teoría”, aunque ‘solapada’, ‘subrepticia’, ‘callada’ ‐implica y conlleva, en su trasfondo, precisamente la “teoría social” del liberalismo burgués, con su ilusión de ‘armonía’ y ‘equilibrio’ entre los agentes sociales, su presunción de ‘auto‐
regulación’ desde el despliegue aparentemente ‘libre’ de las iniciativas individuales. El “funcionalismo” aparece como la ‘teoría de la sociedad’ propia del pensamiento liberal, aunque ‘camuflada’, ‘velada’. Presupone, de partida, que todo sistema social constituye una unidad funcional porque es así cómo el liberalismo percibe su sociedad; presupone que la estabilidad y el equilibrio, la ausencia de conflictos explosivos y el mantenimiento indefinido de la estructura social es un rasgo de ‘toda’ formación socio‐política primitiva porque es así cómo el pensamiento burgués representa, en lo ideal, el tipo de sociedad que declara ‘suya’. Y esta lectura “armonizadora” de la sociedad, portada por el método de análisis antropológico, implícita en los conceptos operativos del funcionalismo, aparece, a la vez, como la conclusión del análisis, como el resultado de la investigación: de algún modo, la conclusión está ya en la premisa, y el antropólogo funcionalista acaba corroborando aquello de lo que parte, aquello que desde el principio admite acríticamente... La “tautología” es evidente: presuponiendo que los sistemas sociales se auto‐regulan necesariamente, el investigador demuestra que ‘esta’ sociedad concreta (la ‘comunidad nuer’ de Evans‐Pritchard, o la ‘sociedad ndembu’ de Víctor Turner, por ejemplo) también se auto‐regula. En otros términos: el análisis antropológico nunca cambia de plano, nunca afronta una verdadera “explicación”, remontando el nivel empírico‐descriptivo; el análisis antropológico no pone a prueba la teoría, no elabora una teoría, quiebra la dialéctica entre la vertiente teórica y la vertiente práctica de la investigación, entre lo conceptual y lo empírico, y se limita a “ilustrar” para cada caso concreto (para cada “sociedad primitiva” particular) lo que presupone dogmáticamente, lo que prejuzga, aquello que arrastra desde el momento originario, liminar, de los “apriori” teórico‐sociales del método de investigación ‐la concepción de los sistemas sociales como “todos auto‐regulados”, como “unidades funcionales”, proyección del ‘equilibrio’ y de la ‘armonía’ que el pensamiento liberal sueña en las sociedades burguesas contemporáneas... Para alimentar esta “ilusión” de la homeostasis, de la auto‐regulación indefinida, la perspectiva funcionalista esquiva el escenario donde las contradicciones se tornan insalvables y los enfrentamientos se revelan insuprimibles: el dominio económico, las relaciones de propiedad, la división social del trabajo, la microfísica subyacente del poder‐saber,... Esquiva este orden de la conflictividad patente o latente y se centra en las relaciones de filiación, en el parentesco, en la estructura de las familias... Esquiva el análisis de las relaciones de dominio, de las formas de explotación que configuran el ámbito del trabajo y de la reproducción económica, y se centra en lo normativo‐jurídico ‐ “comportamientos” y “reglas” de Radcliffe‐Brown, pautas de acción de los individuos y sistema explícito o implícito de las sanciones. Partir del “parentesco” y no del trabajo, de la “filiación” y no de la subordinación, del “vínculo familiar” y no de la cláusula político‐
económica, constituye una estrategia capital para la ocultación de las instancias desde las cuales todo sistema social puede verse realmente amenazado, puesto en cuestión, desarbolado... Así lo han considerado Goddard y Banaji, entre otros (1)* En definitiva, y como ha recapitulado P. Forster en “Empirismo e imperialismo”, “formando parte del entramado estructural‐funcionalista, prevalecía en la investigación antropológica un énfasis general en lo normativo y, especialmente, un centrarse en lo jurídico. Este énfasis penetra en el estudio de todas las costumbres, que se consideran apoyadas por sanciones obligatorias, y, de manera singular, en el estudio del parentesco”. Como consecuencia de esta obsesión por lo normativo y lo behaviorista, “se ignoraron los conflictos básicos y las relaciones de poder dentro de la sociedad”. Esta subrepción del orden de los conflictos se apoya asimismo en una representación del todo social como conjunto “simétrico” de instancias equiparables, como ordenamiento “regular” de planos que mantienen entre sí cierta “proporción”, tal si la estructura social se reconociera en el modelo de la “red” o de la “malla”, perdiéndose de vista precisamente la “asimetría”, la “desproporción”, los efectos de “discontinuidad” y de “irregularidad” inducidos por la existencia de planos o niveles dotados de superior virtualidad generativa o causal, de mayor poder de determinación, de más vasta influencia sobre los restante órdenes de la realidad ‐estructuras económicas, por ejemplo. Sobre esta cuestión, en la que incidieron autores como Leclerc o Anderson y que subyace a la “desilusión” general con respecto a los estudios ‘microscópicos’ subrayada por Gjessing y Gough, volveremos más adelante. 2) La sofisticación “conservadora” del funcionalismo: Leach, Needham, Evans‐Pritchard,... Más allá de las “investigaciones pioneras”, de ese conjunto de obras de referencia que incluye las aportaciones de Radcliffe‐Brown, Malinowski, Fortes, Boas, Kroeber, Radin, etc., se dibuja un horizonte de trabajo antropológico en el que el funcionalismo, con las deficiencias teóricas subrayadas en el epígrafe anterior (su fundamentación empirista, su obsesión por lo jurídico‐
normativo, su mística de la auto‐regulación,...) y con la tenaz ceguera ante el hecho colonial que constituye casi su tarjeta identificativa, se flexibiliza no obstante, incorpora pequeñas dosis de “auto‐crítica”, se diversifica en alguna medida, explota los beneficios enmascaradores de un ejercicio del matiz más retórico que conceptual y, rindiéndose a la coetánea idolatría de la cientificidad, se afana por definir su lugar en el atestado universo de las “ciencias del hombre”, solicitando y rehuyendo circunstancialmente el auxilio de la historia, de la sociología, de la psicología, de la economía,... Hemos situado aquí a E. E. Evans‐Pritchard, aunque muy bien hubiera podido aparecer en el apartado anterior. Sin duda, será con los escritos de Edmund Leach y de Needham con los que el funcionalismo constituyente enquistado en la práctica antropológica maquille su rostro avejentado y procure responder a las críticas que merece incluso desde su propia periferia ‐pensemos, por ejemplo, en las denuncias de Lévi‐Strauss... El estudio de Evans‐Pritchard sobre los “nuer” ha sido considerado, incluso por comentaristas de talante ‘conservador’, como un clamoroso ejemplo de ceguera voluntaria, de amnesia intencionada, ante el “hecho colonial” y sus determinaciones sobre el objeto de estudio antropológico. Excluyendo de forma absoluta la “administración colonial” del campo de estudio, Evans‐Pritchard se ve obligado a operar una interesada ‘selección’ de los materiales de investigación (fuentes, datos, informes,...), centrándose única y exclusivamente en aquellos que cabía considerar, por utilizar una expresión de moda, políticamente correctos ‐ “materiales completamente dignos de confianza”, ha subrayado, con toda ironía, Peter Forster. Adoptando la concepción holística propia de un funcionalismo ‘armonizador’ ‐ “en el que incluso el conflicto se consideraba en último término causa de cohesión”‐, este antropólogo entronizó definitivamente el principio del parentesco como elemento onmi‐determinante, causa de todas las causas, clave y razón del orden socio‐político primitivo. En palabras de David Goddard: “En el caso de los nuer, estudiados por Evans‐Pritchard, una sociedad tribal enormemente grande que se mantiene unida mediante una diferenciación muy compleja de grupos de filiación a través de mecanismos de fisión y fusión, la preocupación por la organización del parentesco en cuanto estructura estable y casi jurídica, que penetra y habitualmente configura otras áreas de la actividad social (religiosas, económicas, etc.), condujo directamente al examen de las formas de autoridad y dominación de la sociedad, es decir, a la organización o falta de organización del sistema político primitivo, de nuevo considerado como teniendo carácter jurídico. En el caso de los nuer, la organización política se presentó como el conjunto de las relaciones entre los grupos de filiación, incorporados en agrupamientos cada vez más amplios (clanes) que tienen carácter literalmente corporativo.” Evans‐Pritchard, pues, no desdeña sin más el problema de la autoridad política y de la dominación, pero lo aborda como una mera ‘derivación’, una simple ‘extensión’ (un ‘efecto’, una ‘consecuencia’), de la reificada organización del parentesco. Entre el examen “empírico” de los grupos de filiación y las hipótesis concernientes al orden político‐social no hay distancia o ruptura analítica (intervención de la teoría), no hay estudio de las mediaciones (elementos y condiciones, de una u otra índole, que ‘matizan’, ‘corrigen’ y hasta ‘re‐definen’ la influencia del sistema del parentesco sobre las formas y los modos de la dominación), no hay apertura metodológica a los restantes órdenes de la realidad (económicos, ideológicos,...), no hay consideración de las estructuras inconscientes, no hay nada de nada. Este salto absoluto, este pasaje precipitado, como ha enfatizado Godard, sólo puede darse desde una distorsión empirista del concepto de “estructura”, rasgo que Evans‐Pritchar compartiría con la generalidad de los antropólogos británicos de su tiempo (S.Nadel, R. Firth, M. Gluckman,...) (2)*. Será precisamente sobre ese “estado de las cosas en antropología” sobre el que se levante la obra revisionista de Leach y de Needham, administrando prudentemente el criticismo intra‐disciplinario para salvar de todos modos la misma disciplina y corrigiendo los excesos y los esquematismos del ‘funcionalismo’ hegemónico a fin de vigorizarlo y de optimizar su rendimiento político‐ideológico ‐
su contribución a la conservación del orden establecido. En Political Systems of Highland Burma, Leach puso en cuestión el modelo “biológico” del organismo social primitivo en auto‐regulación estática. Como anota Banaji, “enfrentado con un pueblo que había resistido al imperialismo británico durante casi un siglo y cuya propia organización era inherentemente inestable, la amnesia histórica y los supuestos de equilibrio del funcionalismo ‘ortodoxo’ se derrumbaron por su propia inadecuación conceptual. El libro de Leach fue una respuesta interna, un desafío desde dentro del entramado funcionalista, prefigurado cinco años antes por el ensayo de Gluckman sobre Malinowski. Pero, de todas formas, las relaciones contradictorias, conflictivas y antagónicas sobre las que se centraron estos autores estaban integradas en un sistema auto‐estabilizado; la dinámica interna de las formaciones birmanas y africanas que estudiaron estos autores estaban absorbidas en una historia circular y repetitiva, una historia vacía de toda lógica histórica, una no‐historia”. Podría decirse que la obra de Leach refleja un momento de “mala consciencia” del funcionalismo convencional, un tanto desarmado ante las críticas que procedían del estructuralismo en ascenso ‐asociado, especialmente, a las propuestas de Lévi‐Strauss. Con Leach y Needman el funcionalismo incorpora alguna de esas críticas, las asimila, pero sin abandonar nunca la fidelidad rigurosa a sus presupuestos últimos. En palabras de Banaji: “Leach es, y siempre lo ha sido, funcionalista, no ‘a pesar’, sino ‘debido’ a Political Systems y Rethinking Anthropology. Estas dos obras destacaron como uno de esos momentos decisivos, o mitos, de la antropología, pero ambas sustituyen una variante del funcionalismo, conceptualmente inadecuada, y pasada de moda, por otra. Así, en Political Systems, a los modelos de equilibrio estable de Fortes y Evans‐Pritchard se contrapone la noción de Pareto de ‘equilibrio en movimiento’; y Rethinking Anthropology ofrece, en lugar de la obsesión ortodoxa por las tipologías y modos de clasificación, un modelo inductivo de análisis basado en el concepto ‘matematizado’ de función: a la ‘comparación’ contrapone Leach la ‘generalización’, un tipo de ‘conjetura inspirada’ que tiene por objeto la construcción de ‘conjuntos topológicos’ de ‘pautas’. Esta era la clase de involución pseudo‐estructuralista que el funcionalismo podía incorporar”. Estaríamos, sencillamente, ante una variante del funcionalismo, adornada por una terminología de última generación: la variante diacrónica. Maquillado, el “equilibrio estático” deviene “equilibrio en movimiento”; maquillada, la “comparación” aparece como “generalización”; por una operación de maquillaje, el “funcionalismo” quisiera presentarse como “estructuralismo”... Needham arranca también con un gesto de apariencia ‘crítica’. En Primitive Classification, sostiene una opinión con la que resulta muy difícil no estar de acuerdo: “Las leyes sociológicas de la interdependencia funcional todavía no han sido establecidas en la antropología social ni hasta el momento ha emergido al respecto una teoría general, y la sucesión de hipótesis comprobables ha conducido (donde hubieran conducido en cualquier caso) no a una fórmula abstracta de la vida social, sino a meras generalizaciones empíricas. Ahora más bien que poseer una sólida base teórica de esta clase, la antropología social está en un estado de confusión conceptual que se manifiesta en la proliferación de taxonomías técnicas y de ejercicios de definición, ofreciendo cada nuevo campo de estudio bastantes rasgos ‘anómalos’ que conducen a todavía más pronunciamientos tipológicos y metodológicos. Hemos llegado a un punto de plenitud empírica y de futilidad absoluta de las proposiciones...”. Con estas observaciones, sin duda Needham metía el dedo en el ojo de la antropología, señalando una de sus mayores deficiencias: el vacío teórico subyacente a todas las realizaciones académicas. Pero, víctima de la situación que él mismo denunciaba, su obra estrictamente antropológica ha sido considerada igualmente “pseudo‐crítica, ecléctica y empirista”. Aunque parecía querer tender un puente hacia el estructuralismo, “el uso excesivamente restrictivo y anémico por parte de Needham del método estructural proporcionó ‐se ha dicho‐ una respuesta singularmente poco impresionante a la situación deplorable que había caracterizado”. Como recapitula P. Forster, “Needham se queja del exceso de empirismo y de la falta de teoría de la antropología británica, pero sólo aplica el estructuralismo ‐y aún así de forma discutible‐ a los sistemas de alianzas prescriptivas”. No vamos a explayarnos aquí en la revisión de sus obras principales (Mythologiques y Les Structures Elémentaires de la Parenté), asunto que se nos antoja más indicado para una nota al margen, pues Needham nos ha interesado sobre todo como exponente de un pseudo‐criticismo antropológico, una muy tempestiva revuelta ‘antifuncionalista’ desde el funcionalismo y a favor del funcionalismo. Como veremos, la reflexión de C. Lévi‐Strauss constituye un eficaz desenmascaramiento de este tipo de operaciones, que pretendieron subirse al tren del estructuralismo con el ánimo de detenerlo en la estación del neo‐funcionalismo o, de no ser así, contribuir a descarriarlo... Baste, pues, con la nota crítica (contra Leach y Needham) proporcionada, de modo sumario, por Jairus Banaji: “El vaciado del tiempo del funcionalismo se basaba en una incapacidad profundamente arraigada de distinguir entre el campo visible de la interacción social (ritualizada o no ritualizada) y la estructura profunda de la formación, entre los antagonismos de la superficie del campo social (competencia por el poder, desigualdades de parentesco, faccionalismo, vendettas, rituales,...) y las contradicciones implícitas en esa estructura (...). De hecho, la ‘estructura’ se definía para excluir las contradicciones. La historia, pues, quedaba expulsada a priori...”. Sólo desde una asimilación coherente de la crítica estructuralista, la disciplina antropológica hubiera podido esquivar el círculo vicioso a que se veía condenada por su inspiración ingenuamente ‘empirista’. Sin embargo, y como atestiguan los trabajos de Leach y de Needham, esta posibilidad fue ampliamente desaprovechada. De nuevo Banaji: “La antropología estructural se desarrolló partiendo de la noción de que los hechos sociales pueden tratarse, al igual que las palabras, como partes de un sistema de comunicación. Esta homología entre los fenómenos sociales y lingüísticos ha sido el fundamento axiomático de la obra de Lévi‐
Strauss. A este axioma fundamental se agregó otro, el axioma de los cimientos inconscientes de los hechos sociales, la idea de que el comportamiento es una proyección, en el nivel de la consciencia y del pensamiento socializado, de determinadas leyes universales que gobiernan la actividad inconsciente del entendimiento. La antropología británica ignoró completamente o bien fue progresivamente desmantelando el sistema de conceptos que se desarrolló alrededor de estos axiomas...”. De ahí, por ejemplo, que el mito y el ritual fueran abordados como meros ‘reflejos’ de la estructura social. “Las creencias metafísicas son especificaciones ‐supone Leach‐ de la estructura social: el individuo está sometido a determinadas clases de influencias místicas debido a la posición estructural en que él mismo se encuentra”. Esta burda concepción predeterminó los límites del análisis funcionalista de las superestructuras, pues si el mito y el ritual se conciben como simples ‘reflejos’ de la estructura social, entonces sólo podrían compararse dentro del marco de una misma sociedad. Como veremos, Lévi‐Strauss estaba procurando demostrar lo contrario... Vamos a concluir este apartado con unos pasajes de “La crisis de la antropología británica” que subrayan muy bien esta ‘bifurcación’ de caminos en antropología, esta disyuntiva entre una perspectiva auténticamente estructural, alentada por la obra de Lévi‐Strauss, y la mascarada ‘conciliadora’ de un neo‐funcionalismo que sólo recurre al concepto de “estructura” para deformarlo interesadamente: “La distinción entre modelos conscientes e inconscientes es una precondición absoluta para el genuino análisis estructural. Los modelos conscientes tienen por objeto la perpetuación de los fenómenos, no su explicación. En términos de Althusser, su función práctico‐social predomina sobre su función teorética. La tarea del antropólogo consiste en atravesar las representaciones conscientes de un pueblo, tal y como están incorporadas en sus manifestaciones ideológicas (mito, ritual, reglas matrimoniales,...) y descubrir una ‘realidad inconsciente’ más fundamental (...). Lévi‐
Strauss pretendió demostrar que las estructuras sociales son entidades independientes de la consciencia que los hombres tengan de ellas y distintas de la imagen que los hombres se forman de ellas, al igual que la realidad física es distinta de nuestra percepción sensorial y de nuestras hipótesis sobre ella. La afinidad de este tipo de análisis a los de Marx fue conscientemente reconocida(...). Desatendiendo esa premisa, en la antropología funcionalista los modelos se construyeron implícitamente como una descripción inmediatamente trazable de las concretas situaciones etnográficas, reflejos de una realidad empírica dada.”. Así como Radcliffe‐Brown y Malinowski sometieron la obra de Durkheim a una lectura sesgada, reductora, pasando sus aportes heterogéneos por el cedazo de un empirismo disecador; Leach y Needham se aproximaron a las sugerencias de Lévi‐Strauss, sin duda también bajo la embriaguez persistente del indoblegado empirismo británico, con un complicado sistema de filtros y contra‐
filtros que sólo dejaron pasar lo más pobre y menos relevante de la perspectiva estructural. Por desgracia, se tiene la impresión de que no es muy distinto el caso de Víctor Turner o de Mary Douglas, valores refugio contemporáneos de una disciplina que nunca se ha tenido verdaderamente en pie ‐o bien porque sus pies eran de barro, o bien porque lo suyo es andar indefinidamente a gatas. 3) La asimilación parcial del estructuralismo: Un estructuralismo mutilado que sale al encuentro del funcionalismo y de la teología: Víctor Turner. No es fácil marcar la línea de separación entre, de un lado, un “funcionalismo” que, a la desesperada, para escapar a la consciencia de su propio fracaso, se abraza al “estructuralismo” y lo arrastra en su caída, y, de otro, un “estructuralismo” extraviado, sin meta ni destino, que, presintiendo su derrota, vuelve la vista al “funcionalismo” y se aferra a él para alimentar la ilusión de que avanza hacia alguna parte. Si en la primera facción, entre las filas del funcionalismo, hemos situado a Evans‐
Pritchard, Leach, Gluckman y Needham, en la segunda, entre los adeptos al estructuralismo, cabe ubicar a Víctor Turner. Sin embargo, el aire de familia entre todos estos autores ha sido percibido por muchos analistas; y cabe concluir que, a un lado y a otro de la mencionada “línea de separación”, se comparten los mismos prejuicios, se repiten las poses, los achaques, los subterfugios ‐o, por decirlo de uno modo más riguroso, se arrastran las mismas carencias y se incurren en los mimos errores... El vínculo perceptible entre la obra de Víctor Turner, estructuralista ‘confeso’, y los estudios de Evans‐Pritchard y, sobre todo, Leach y Gluckman, funcionalistas manifiestos, ha sido expresado en los siguientes términos: “Víctor Turner traspuso el contenido de la diacronía circular de Gluckman al plano ritual, conceptualizando la vida social como una interacción ‘dialéctica’ infinita de estructura y antiestructura que se corporizaba en los rites de passage. The Ritual Process enunciaba la nueva tesis clásica funcionalista de que incluso los rituales más aparentemente subversivos se limitaban a reforzar el orden social: “la estructura de toda la ecuación depende de los signos negativos al igual que de los positivos”. La estructura deshistorizada y adramática de esta simple dialéctica, pues, se limita a reiterar una imagen de la totalidad primitiva ‐una totalidad compacta, auto‐encerrada, que se revuelve inacabablemente por el mismo circuito‐ que ya estaba contenida, quince años antes, en la obra de Leach y Gluckman”. Como hemos señalado en otra parte, para Víctor Turner uno de los principales propósitos de los símbolos rituales y de las manifestaciones del ritual, así como de las prácticas de los curanderos, adivinos, doctores‐brujos, etc., radicaba en “domesticar las energías brutas del conflicto en beneficio del orden social”. Incluso el comportamiento ‘amenazante’, ‘extraño’, que no encaja en las normas y en los valores establecidos, situando al individuo temporalmente fuera o al margen de la posición ‘mental’ que le corresponde por su lugar en la estructura social (pues Turner asume la proposición simplista de Leach según la cual a cada sujeto corresponde una dimensión moral o espiritual ‐mental‐ que depende de un modo directo, inmediato, de su ubicación empírica en la estructura social), es ‘reducido’ a una mera etapa (“periodo liminar”) dentro del proceso de transición de un puesto a otro en la inconmovible estructura social que todo lo sobredetermina y todo lo absorbe ‐proceso sancionado precisamente por los “ritos de paso”: “Todos los ritos de paso incluyen tres fases: separación, margen (o limen) y agregación. La primera fase, o fase de separación, supone una conducta simbólica que signifique la separación del grupo o el individuo de su anterior situación dentro de la estructura social o de un conjunto de condiciones culturales (o “estado”); durante el periodo siguiente, o periodo liminar, el estado del sujeto es ambiguo, atravesando por un espacio en el que encuentra muy pocos o ningún atributo, tanto del estado pasado como del venidero; en la tercera fase, el paso se ha consumado ya. El sujeto, tanto si es individual como si es corporativo, alcanza un nuevo estado a través del rito y, en virtud de esto, adquiere derechos y obligaciones de tipo ‘estructural’ y claramente definido, esperándose de él que se comporte de acuerdo con ciertas normas de uso y patrones éticos (...).La ‘invisibilidad’ estructural de las personas liminares tiene un doble carácter: ya no están clasificados y, al mismo tiempo, todavía no están clasificados (...) Lo liminar puede tal vez ser considerado como el No frente a todos los asertos culturales positivos (...). Desde este punto de vista habría que considerar que los seres transicionales resultan ser particularmente contaminantes, puesto que no son ni una cosa ni otra; o tal vez son ambas al mismo tiempo; o quizás no estén ni aquí ni allí; o incluso no están en ningún sitio (en el sentido de las topografías culturales reconocidas) (...). Las personas liminares son casi siempre y en todas partes consideradas como contaminantes para aquellos que, por decirlo de alguna manera, no han sido ‘vacunados’ contra ellas (...). Al hablar del aspecto estructural de la situación liminar, he mencionado el modo como estos hombres son separados de sus respectivas posiciones estructurales y, consecuentemente, de los valores, normas, sentimientos y técnicas asociadas con dichas posiciones. Igualmente se ven despojados de sus anteriores hábitos de pensamiento, sentimiento y acción. Durante el periodo liminar, los neófitos son alternativamente forzados y animados a pensar sobre su sociedad, su universo y los poderes que los generan y sostienen a ambos. La situación liminar puede ser en parte definida como un estadio de reflexión (...). Esta libertad mental, no obstante, tiene unos límites bastantes estrechos. Los sujetos habrán de retornar a la sociedad, con las facultades quizás más alerta y con un conocimiento realzado de las cosas, pero deberán someterse de nuevo a la costumbre y a la ley” (Turner) . En este paradigma no sólo el conflicto se ve “desdramatizado” y “deshistorizado” (trabajando a su modo para el simple ‘fortalecimiento’ del orden social, tal y como lo interpretaba la perspectiva funcionalista de Gluckman, no origina ninguna convulsión importante, ni aparece como el motor de la transformación histórica), sino que también se proscribe la idea misma de contradicción: “No estamos tratando con contradicciones estructurales cuando analizamos la liminaridad, sino con lo esencialmente no estructurado (que, al mismo tiempo, está des‐estructurado y pre‐estructurado)”. No puede haber “conflictos explosivos que expresen contradicciones irresolubles inscritas en la estructura profunda de la sociedad”, porque, en primer lugar, no se admiten más estructuras que las de superficie (estructuras inmediatamente dadas a la observación y a la descripción, en ausencia de cualquier intervención de la ‘teoría’ y sin requerirse la comparecencia del ‘concepto’; entidades empíricas, por tanto, que se deducen de las relaciones concretas y visibles entre los individuos tal y como éstas se organizan normativamente en unos cuantos supuestos lugares‐clave de la formación social: el parentesco y la filiación, las agrupaciones familiares, las fracciones,...); en segundo lugar, se descarta por principio que la ‘estructura’ pueda albergar en su seno algo parecido a un ‘contradicción’ obstaculizadora e imposibilitadora de la reproducción social (Turner, en este punto, hace suyo el apriori de Evans‐Pritchard: “el uso de la palabra estructura en este sentido implica la existencia de alguna clase de coherencia entre sus partes, en cualquier caso hasta el punto de que se evitan la contradicción y el conflicto abierto”); y, en tercero, se atiende al ‘conflicto’ casi como una apetencia del Orden, una exigencia de la dinámica re‐equilibradora de la sociedad, y no como a un peligro real para lo dado, no como un augurio de crisis del sistema, no como una simiente de la alteridad estructural... Como ha señalado un crítico de la antropología social tildado de “radical” en lo político y “estructuralista” en lo teórico: “La idea de que las estructuras pueden ser capaces de transformaciones internas, de cambios provocados por una compulsión localizada en su propio dominio, o bien que el estudio de la transición de una estructura a otra podría constituir una legítima búsqueda teórica, estaba totalmente ausente de la ‘teoría’ funcionalista” subyacente a los mencionados planteamientos”. Por todo lo dicho, cabe concluir que, a pesar de su retórica “estructuralista”, las obras de Víctor Turner aparecen hoy como exponentes de la deformación y mutilación del método estructural, realizaciones vanilocuentes que se acogen al ‘funcionalismo’ de siempre para ocultar su vacío teorético esencial y su esterilidad pragmática. El lugar elegido por Turner para ocultar ese vacío y esta esterilidad no será otro que el de la casuística religiosa, adherida al entramado de ritos y mitos que, en su obra, y al lado de cierto interés por la filiación, tiende a silenciarlo todo y a oscurecerlo todo ‐silenciar y oscurecer todo lo que late ‘por debajo’ del simbolismo ritual y también ‘más acá’ y ‘más allá’ de su mera exégesis teológica. Entronizada en tanto tema, en tanto implicación del objeto de análisis, la teología regresa también a los trabajos de Víctor Turner como acento, como tono, como aroma, como latencia: ¿No constituye casi un aserto religioso, una elaboración teológica, toda esa representación de la Totalidad Social como Unidad Insuperable, Eterna, inmune a la erosión del devenir y a los afanes destructivos de los hombres? ¿No hiede a Ontología aquella caracterización de la Estructura como Fin de todos los fines y Causa de todas las causas, Principio sin motor, Presencia sin origen? ¿En qué se distingue la Reproducción Indefinida de lo Existente, la Preservación Esencial de la Estructura, de un designio divino o incluso de uno de los modos impersonales de la divinidad? Estructuralismo heterodoxo, proclividad fenomenológica y exotismo conceptual en Mary Douglas. Sólo hallamos un modo de explicar la buena acogida que en los últimos años han merecido las obras de Mary Douglas, el interés que han suscitado en los medios antropológicos: la crisis en que se debate la antropología casi desde sus inicios, lastrada precisamente por aquello que hubiera debido darle alas (la noción de ‘estructura’, violentada por la miopía empirista del funcionalismo y prostituida en los lupanares del servilismo político reaccionario) y abocada hoy a una subsistencia residual, casi extravagante, presa de un extravío teórico‐metodológico y de una confusión intelectual que constituyen un terreno abonado para los ejercicios de malabarismo conceptual y de pseudo‐profundidad analítica en que se entretienen autores como la doctora Douglas. Sólo en las propuestas de Lévi‐Strauss, como veremos, late un fondo ‐aún así vacilante‐ de criticismo constructivo, en un intento de no cerrar los ojos a la miseria de la antropología académica y de señalar las vías de su ‘recuperación’. Curiosamente, estas propuestas, sometidas a lecturas tergiversadoras o simplificadoras, apenas han calado en la práctica antropológica mayoritaria... Mary Douglas se encuentra precisamente entre aquellos que leyeron a Lévi‐Strauss para no entenderlo, que lo cuestionaron como por razones de ‘etiqueta antropológica’ y más tarde redundaron en una investigación torpemente estructural, o cuasi‐estructural, heterodoxa por incomprensión o deficiente asimilación, buscando “en otra parte” un sustituto para el motor secreto de sus trabajos, un reemplazo al nivel de la factoría de las interpretaciones, una alternativa en la dirección de los análisis ‐la fenomenología, por ejemplo, puerta abierta al misticismo, a la arbitrariedad, a la poetización de la realidad,... En Cómo piensan las instituciones, M. Douglas “sorprende” con un discurso chato, que recoge sin más lo ya dicho y ya sabido sobre el asunto (la determinación de las prácticas institucionales sobre las formas de consciencia y los modelos de comportamiento de los individuos, el poder constituyente de las instituciones sobre las subjetividades humanas,...), sin referirse explícitamente a esos “orígenes teoréticos” de sus asertos y remitiendo constantemente a Durkheim y a Fleck como fuentes de autoridad. Douglas repite lo que antes otros dijeron mejor que ella, cambiando meramente la terminología (“estilo de pensamiento” por “ideología profesional” o “sentido común corporativo”, “clasificación compartida” por “consciencia anónima” o “ideología dominante”,...) para exagerar los aportes de sus dos “inspiradores” y atribuirles lo que ya estaba en la “tradición filosófica” disponible, cuando no en el “clima intelectual” de su época. Pero no hay nada, absolutamente nada, en Cómo piensan..., que no hallemos, formulado de un modo menos simplista, menos maniqueo, con una mayor riqueza de matices e implicaciones, en las obras de Gramsci, Althusser, Adorno y Horkheimer, Marcuse, Foucault, Deleuze, etc. (es decir, en los textos de aquellos que abordaron, desde mediados del siglo XX, si no desde antes, el asunto de las “instituciones de la sociedad civil” o de los “aparatos ideológicos del Estado”), y, si nos remontamos a la génesis de nuestra episteme, en los textos de Marx, Nietzsche, Freud y los críticos libertarios de la primera hora. De ahí que cada “conclusión” de M. Douglas, después de un largo rodeo empirista (referencia a comportamientos humanos observables en nuestras sociedades) y logicista (gusto por un tipo de argumentación casi escolástico, apodíctico), sorprenda por su ‘trivialidad’, por su carácter ‘obvio’, ‘evidente’, ‘elemental’(3)*. Pero, como apuntábamos, no sólo resulta fácilmente demostrable que la “originalidad” de las proposiciones de Mary Douglas brilla por su ausencia, siendo nula su aportación personal, sino que también nos es dado comprobar cómo, en su trabajo, se corre de alguna forma hacia atrás, se involuciona, y se aborda de un modo ya ‘superado’ el problema del enorme poder de las instituciones sobre el pensamiento, el sentimiento y la acción de los individuos. En efecto, ignorando los matices y las puntualizaciones de los estudios disponibles en la tradición filosófica del siglo XX, que anotan a menudo el modo mediado y, a su vez, condicionado, en que se ejerce aquel poder, en que se materializa la influencia de las organizaciones sobre la subjetividad individual, Mary Douglas fetichiza la Institución: le atribuye una papel muy importante, una incidencia máxima (recogiendo lo ya apuntado por la tradición materialista y genealógica, y “adjudicando” esa aportación a otros pensadores americanos e ingleses de corte ‘liberal’), pero sin intermediación atenuadora o correctora de ninguna otra instancia estructural, y sin explicar ese papel, esa incidencia, en su relación con la base económica y social de la formación histórica, por lo que la Institución aparece en sus páginas casi como un demiurgo, una fuerza que lo explica todo manteniéndose inexplicada, un mal acaso ‘necesario’ ‐se ‘penaliza’ vagamente, pero, al presentarse como corolario de todo orden social, de toda comunidad, de toda estructura política, queda de alguna forma ‘exculpada’, tal un “agente todopoderoso” inefable e indispensable. En todo caso, se evita desde el principio explicitar el papel de las instituciones en el seno concreto de la sociedad capitalista, al lado de los restantes resortes políticos de las democracias liberales y con una clara responsabilidad en la reproducción de la fractura social (clasismo) y de la subordinación económica (trabajo alienado)... Como “botón de muestra” de este modo de argumentar, logicista y empirista, que desemboca, después de largos e insustanciales rodeos, en lo obvio o en lo supuestamente obvio, vamos a recoger una cita elocuente: “Se puede rechazar como una bienintencionada ilusión la idea corriente de la comunidad anarquista utópica. Los datos antropológico de las sociedades de dimensiones reducidas vienen a confirmar la aplicabilidad general de la tesis central de Olson cuando afirma que es muy fácil disuadir a los individuos de participar en el bien común”. En realidad, para “rechazar” la idea de la comunidad anarquista se parte de un “individuo” (naturalizado, eternizado, desgajado de la Historia y de la Cultura, sustancialmente igual a sí mismo a lo largo de los cinco continentes; y ‘ejemplificado’ por el sujeto que se deja observar en las “sociedades de dimensiones reducidas”, rindiendo su verdad a la capacidad de análisis del antropólogo) que no es más que el “individuo particular de las sociedades capitalistas” ‐fácil de convencer por argumentos egoístas, con escasa voluntad de sacrificio por ideales colectivos, insolidario, etc.‐ proyectado ilegítimamente sobre toda formación social y cultural, universalizado, esencializado,... La tesis de Olson se considera de “aplicabilidad general” porque funciona para los sujetos de nuestras sociedades capitalistas, y, para cubrir las apariencias ‘científicas’, se esgrimen oportunamente ‘datos’ de no se sabe qué “sociedades de dimensiones reducidas”... (4)*. En Cómo piensan..., Mary Douglas ilustra, por último, un proceder típico de los intelectuales anglo‐
americanos anclados en la mediocridad y en la irrelevancia: sintiéndose galgos, ‘eligen’ una “liebre” teórica (dos en este caso, Durkheim y Fleck) para lanzarse tras ella y correr más rápido que sus pretendidos contrincantes ‐los autores contra los que polemizan‐, seguir el camino que les marca el animal a fin de no perderse por su cuenta y, por último, alimentar la ilusión de que la liebres es de hecho “rebasada”, por lo que, habiendo llegado más lejos que el inspirador, se ha aportado algo original, novedoso. La mayor parte de los investigadores anglo‐americanos ‘liberales’ de nuestro tiempo cuentan con alguna “liebre” reconocida y venerada: Tocqueville es la liebre de Taylor y Mcynthire, Dewey es la liebre de Rorthy, y Durkheim y Fleck son las liebres de Douglas... La “liebre” renta, además, académicamente: permite un trabajo “erudito” de ‘restauración’ o ‘exégesis’ del pensamiento del maestro, un trabajo de re‐valoración y re‐habilitación del que muy fácilmente se puede desprender uno o dos libros y un encadenamiento de conferencias. De la “liebre”, aparte de ventajas estratégicas en el debate y de trampas en la argumentación, el teórico conservador extrae a menudo “consejo y auxilio”, como los nobles medievales de los señores a los que prestaban vasallaje... Símbolos Naturales es, si cabe, un libro todavía más falso en su radical inanidad. No aporta casi nada; y lo poco que ofrece, entre trucos, regates y juegos del escondite, vendido asimismo como “estructuralismo heterodoxo”, no es más que un desaforado exotismo conceptual (introducir alegremente conceptos de otras especialidades, de otras tradiciones teóricas, de otras obras más o menos ‘en cartelera’,...) y la característica proclividad fenomenológica de esta autora, tan elocuente en sus intervenciones sobre “lo crudo y lo cocido”, la “contaminación y la mancha”, etc. Partiendo de un “supuesto problema”, o de un “problema imaginario” (pretendido “anti‐ritualismo” de la clase media occidental), que muchos autores en absoluto caracterizarían como Douglas, llegando incluso a negarlo en sus propios términos (5)*, la “antropóloga” se dedica, como casi siempre, a merodear sus temas favoritos (el fenómeno religioso, las analogías que proporciona el cuerpo, el asunto de la rebeldía política e intelectual,...), sustituyendo el momento del análisis, de la investigación propiamente dicha, por el mero ‘trasvase’ de conceptos y categorías usados por ‘otros’ autores para abordar ‘ otros’ problemas en ‘otras’ disciplinas (en este caso se trasplantarán, sin más, los conceptos de Bernstein, autor de filiación socio‐lingüística, preocupado por el problema de la educación y de su relación con los modelos de familia: “código restricto”, “código elaborado”, “familia de tipo posicional”, “familia de tipo personal”,...). Este “exotismo conceptual”, esta “extravagancia terminológica” (de hecho, podría haber ‘injertado’ en su texto los conceptos de cualquier otro autor, pues Douglas no se preocupa de analizar la pertinencia metodológica y la adecuación teorética de los términos ‘importados’, sino que los arranca brutalmente del texto originario y, de un modo un tanto carroñero, los pone a trabajar inmediatamente en su obra)(6)*, se acompaña de cierta propensión a la taxonomía, a los esquemas clasificatorios más o menos caprichosos, por una parte ‘elementales’, pues parten de la consideración de solo unos cuantos aspectos, insuficientes y arbitrarios, y por otra ‘soberbios’, pues pretenden hacerse cargo de todas las variantes universales, de la realidad socio‐cultural planetaria (en la obra que nos ocupa, M. Douglas reduce la diversidad y heterogeneidad de los tipos de sociedad en la Tierra, de las formas socio‐culturales registrables en todo el globo, a cuatro posibilidades, cuatro modelos, caracterizados someramente, por no decir raquíticamente (7)*, y termina constituyendo, sin ningún otro aditamento importante, y en ausencia de un verdadero “trabajo de campo”, de una auténtica “investigación” sobre un objeto de estudio definido, de un esfuerzo genuino de teorización y de elaboración conceptual asentado en la observación y en el análisis, un libro que sólo puede servir para ser comprado... El “lugar” de la verdadera investigación, del auténtico análisis, es ocupado, en los trabajos de Mary Douglas y de un número creciente de antropólogos contemporáneos, por una tarea distinta, que podríamos equiparar a la clásica “reducción fenomenológica”, dentro de las coordenadas de una hermenéutica que no se reconoce como tal y prefiere ocultarse bajo la capa del estructuralismo ‘heterodoxo’. Aún cuando estos “antropólogos” eligen, en algunos casos, un ‘objeto particular de estudio’ (una comunidad ‘primitiva’, un pueblo ‘indígena’,...), se tiene la impresión de que las conclusiones que alcanzan en sus trabajos no proceden tanto de la observación y del análisis de ese objeto como de una actividad previa, fuertemente ‘intuitiva’, a veces ‘imaginativa’, que, derivando del conocimiento del mundo occidental acumulado por el científico, de sus vivencias y experiencias, de sus lecturas, etc., elabora las hipótesis en abstracto (desde la lejanía de un acto de reflexión independiente del objeto de estudio y que pone en juego meramente la sutileza psicológica del autor, su erudición, su sabiduría práctica, sus dotes de escritor, su capacidad poética, etc.) y corre luego a “ilustrarlas” con ‘ejemplos’ extraídos de la comunidad primitiva o del pueblo seleccionado como materia de investigación. La “sociedad” que el antropólogo declara ‘estar estudiando’ suministra ‘pruebas’, ‘ilustraciones’, de las tesis que éste alcanza por su cuenta, y que están ya ahí, a priori, determinando la dirección del supuesto trabajo de campo. Sólo la hermenéutica, llevada al terreno de la mencionada “reducción fenomenológica”, permite legitimar esa operación, que constituye un verdadero fraude a las aspiraciones y a los procedimientos fundamentadores de la disciplina antropológica. Las páginas de Douglas sobre los “sujetos contaminantes”, o sobre “lo crudo y lo cocido”, los escritos de Pitt‐Rivers sobre la “ley de la hospitalidad”, etc., constituyen ejemplos de cómo el estructuralismo se mantiene a manera de fachada mientras los autores se dedican a ‘interpretar’ los ritos, los símbolos, los comportamientos, al modo de los hermeneutas, de los exégetas, buscando el contenido detrás de la forma o escudriñando los sentidos últimos por debajo de las apariencias. La socio‐lingüística y, en ocasiones, una recepción defectuosa de la obra de Lévi‐Strauss, ha influido en este decantamiento, señal del fracaso global de la antropología... El interés legítimo por desvelar el significado último de un rito, o de un símbolo, entendido de algún modo como ‘significante’, la aspiración fundada a trascender su mera virtualidad ‘positiva’ para acceder a la sustancia que recubre, a la esencia que oculta, en el contexto del fracaso del funcionalismo, lleva a muchos antropólogos, a menudo de modo inconsciente, a redundar en ese “modo de interpretación”, altamente subjetivo, sobradamente especulativo, que recuerda la “fenomenología de la imaginación” de Bachelard, y que debe más a la percepción que el autor tiene de su propio mundo (normalmente “occidental”), a la asimilación gradual de sus experiencias vitales, al bagaje cultural del que se ha provisto, etc., todo ello amasado y condensado en una lectura que se presenta como ‘profunda’, ‘sutil’ o ‘incisiva’ (y que, de hecho, nos parece muy ‘convincente’ porque en realidad está hablando de nuestro mundo, de las cosas y los hechos en los que nos reconocemos, de todo eso que, resultándonos familiar, extrapolamos y creemos ‘descubrir’ en las otras culturas), que al análisis ‘riguroso’ de la formación socio‐cultural primitiva, indígena, o no‐occidental elegida como objeto de investigación. Este problema no afecta sólo a los ‘estudios’ de Mary Douglas, sino que tiende a convertirse en un punto de llegada de la literatura antropológica contemporánea. Las páginas de Víctor Turner a propósito de los “sujetos liminares” o “transicionales” nos evocan, con una sospechosa nitidez, el caso ‘occidental’ de los jóvenes rebeldes que lo cuestionan todo durante esa fase de su vida para acabar más tarde en el ‘acomodo’ y en la aceptación del orden social, o el de aquellos luchadores políticos procedentes de la pequeña burguesía que concluyen su trayectoria crítica con un ‘retorno’ a las posiciones y a los valores de su clase. Las reflexiones de Douglas sobre los individuos ‘contaminantes’ también nos recuerdan el caso occidental de los llamados ‘elementos subversivos’, capaces de “contagiarnos” y de ‘inculcarnos’ su visión alternativa de la sociedad, las ‘malas influencias’ que nos apartan del camino correcto, los ‘agitadores’, etc. Las “muy verosímiles” conclusiones de Pitt‐Rivers sobre la “hospitalidad” en el área mediterránea llegan a convencernos porque coinciden casi exactamente con nuestro modo de concebir al huésped y de representarnos como anfitriones,.... Lo que late debajo de esta derivación de la antropología contemporánea, que se inclina a la hermenéutica ante la impresión de impotencia del estructuralismo, y se ve así seducida por una plataforma conceptual indisimulablemente idealista, es el patético esfuerzo por “salvar la disciplina” ‐por ‘salvarla’ del huracán relativista que ella misma ha fomentado al ‘exponerse’ y ‘enfrentarse’ (¿con qué fines?) a las huestes de la alteridad socio‐cultural... La paradoja esencial de la antropología radica en que ha fundado su razón de ser, los motivos para su subsistencia académica, en aquello que de algún modo ha venido ‘negando’ con los resultados de sus investigaciones: que exista un consciencia humana sustancialmente idéntica a sí misma a lo largo del tiempo y del espacio, y un tipo de sujeto semejante en lo esencial bajo la heterogeneidad empírica de las formaciones socio‐culturales contemporáneas. Aquella consciencia humana intercultural y ahistórica fundaría la pretendida capacidad del hombre de Occidente para ‘comprender’ y ‘explicar’ todo aquello que le resulta social y culturalmente extraño, la ‘alteridad’ civilizatoria, lo ‘diferente’ humano. Sin embargo, no se puede descartar por completo la posibilidad de que tal ‘capacidad’ constituya sólo una ilusión y los científicos occidentales, partiendo de una absoluta incomprensión de lo extraño, impotentes e incapaces de aprehender la lógica y el sentido de las otras culturas, nos presenten, a través de sus “estudios antropológicos”, sólo una peculiar ‘recreación’ de lo que perciben en su (nuestro) mundo, una imagen de sí mismos y de su entorno que proyectan a lo largo y ancho de todo el globo. Nos veríamos ‐así‐ en los demás; y correríamos tras los ‘primitivos’, tras los ‘indígenas’, tras la alteridad cultural y social, siempre en busca de un “espejo”. De hecho, cuando leemos a Douglas, o a Pitt‐Rivers, p. ej., nos asalta esa delatadora sensación de que, o bien las comunidades seleccionadas para el estudio ‘reproducen’, en el nivel de sus ritos, símbolos y mitos, muchos de los rasgos que caracterizan a las nuestras, y por eso nos parecen tan “creíbles” las interpretaciones de los antropólogos; o bien estos hombres están hablando de nosotros, afectando hablar de todos los hombres, y ven en las comunidades objeto de estudio sólo aquello que quieren ver. Si, como las mismas investigaciones antropológicas han tendido a poner de relieve, a menudo en contra de las intenciones de sus promotores, los hombres no son iguales en todas partes y acusan diferencias abisales en su modo de organizarse y en las formas de su subjetividad, entonces la pretensión de establecer “leyes generales” del comportamiento socio‐cultural humano resultaría ilegítima, infundada, y, con ello, la disciplina antropológica se condenaría, como han apuntado muchos de sus críticos, a la “irrelevancia”: se vería reducida a un mero “coleccionismo”, casi museístico, de reglas y hábitos de las distintas comunidades, sin ninguna “lección” que deducir sobre nosotros mismos, los occidentales, o sobre el hombre en su esencia ‐sólo podría aspirar a concluir el inventario de todas las formas diversas de organización socio‐cultural, sin poder ‘extraer’, de ese repertorio de modelos, nada intercultural e intersubjetivamente válido. Y si, como se apunta desde diversas tradiciones filosóficas contemporáneas, el postulado de la unidad de la consciencia, de su substancial identidad transcultural y transhistórica, es sólo una quimera más de Occidente, uno de nuestros “mitos” favoritos, una “mentira vital” de nuestra civilización, con la que sustenta la patética pretensión de poder comprenderlo todo, una manifestación más de la “arrogancia” de una pequeña parte de la humanidad, que se ha erigido a sí misma en principio de explicación de todo lo humano y, desde esa seguridad en su ‘ciencia’, dando un paso más, pretende asimismo constituirse en principio de discriminación entre todas las formas jurídico‐legales realmente existentes (separando las ‘racionales’, ‘justas’, ‘adecuadas’ a la defensa de los ‘bienes comunes’ de la humanidad, por un lado, de las “irracionales”, “injustas”, susceptibles de ser desechadas y perseguidas por su nula contribución al orden ético planetario, por otro); si la consciencia no es una, y estamos en realidad ante una pluralidad irreductible de formas de consciencia, si el tiempo corta y diluye el supuesto continuum de la subjetividad humana, y somos radicalmente distintos de aquellos que nos precedieron sobre la tierra y de aquellos otros que, en nuestros días, viven fuera de esta “provincia” occidental con tanta frecuencia auto‐proclamada la verdad y la razón de todo el orbe, si ésto es así, como desde hace años se nos insinúa desde el campo del pensamiento crítico, entonces el antropólogo no tendría absolutamente nada que hacer y no competería al observador de la alteridad socio‐cultural otra tarea que el silencio o una re‐
creación estética de lo que cognitivamente se le escapa. Partiendo del mito de la identidad de la consciencia, y de una gnoseología implícita que hunde sus raíces en la tradición metafísica occidental, una hermeneútica recatada, de filiación fenomenológica, parece constituirse en el poderoso imán hacia el que gravita una parte de los estudios antropológicos contemporáneos (8)*. Casi como un exponente entre otros de este ‘deslizamiento’, el “estructuralismo heterodoxo” de Mary Douglas (‘heterodoxo’ a fuerza de ‘negarse a sí mismo’, de revelarse ‘indigno de su propio nombre’), lo suficiente ‘funcionalista’ a pesar de todo como para carecer de un armazón teórico definido ‐de ahí su tendencia a mendigar conceptos de otras disciplinas, su afición al travestismo teorético y al exotismo terminológico ‐, viene a descansar finalmente en las conocidas y antiguas playas de una teología pudorosa. 1‐4) Lévi‐Strauss o los límites de la perspectiva estructural Correspondió a C. Lévi‐Strauss identificar las carencias de la disciplina antropológica casi desde sus inicios y señalar los peligros a que se exponía recurrentemente: “Desdeñar la dimensión histórica, so pretexto de que los recursos son insuficientes para evaluarla de no ser en forma aproximada, conduce a darse por contento con una sociología enrarecida en donde los fenómenos están como despegados de su soporte. Reglas e instituciones, estados y procesos parecen flotar en un vacío en el que se afana uno por tender un retículo sutil de relaciones funcionales. Esta faena es absorbente por completo. Y se olvidan los hombres, en cuyo pensamiento se establecen dichas relaciones, se desdeña su cultura concreta, ya no se sabe de dónde vienen ni qué son (...). Esta profesión de fe historiadora podrá sorprender, pues se nos ha reprochado en ocasiones estar cerrados a la historia y reservarle una parte desdeñable en nuestros trabajos. No la practicamos nada, aunque insistimos en reservarle sus derechos...”. He aquí, tal vez, la carencia fundamental del estructuralismo ‘funcionalista’ asimilado por la antropología, cuanto menos, desde los días de Radcliffe‐Brown: el olvido de la historia. Contra esa deficiencia inaugural, Lévi‐Strauss ha recordado aquellos pasajes de Durkheim (ignorados por los mismos antropólogos que, paradójicamente, lo reivindicaban como su ‘maestro’ e ‘inspirador’) en los que se procuraba “reconciliar” dos conceptos aparentemente hostiles ‐el concepto de “estructura” y el de “devenir”: “La estructura misma se encuentra en el devenir... Se forma y se descompone sin cesar; es la vida llegada a cierto grado de consolidación; y distinguirla de la vida de la que deriva, o de la vida que determina, equivale a disociar cosas inseparables”. Esta profunda observación de Durkheim, recordada por Lévi‐Strauss mirando de reojo a sus colegas, ¿acaso ha sido suficientemente tenida en cuenta, p. ej., por Mary Douglas, la acalorada ‘rehabilitadora’ del autor de La división del trabajo, al trazar la naturaleza y el papel de las “instituciones”en Cómo piensan...? Y Víctor Turner, ¿se pregunta alguna vez por la génesis histórico‐social de los entramados simbólicos que con tanto detalle ‘describe’? Pero Lévi‐Strauss no sólo subrayó esa ausencia de verdadero sentido histórico en las realizaciones académicas de la antropología, paralela a otra deficiencia fundamental, relativa al papel del inconsciente en la vida social, que trajo también a colación a la hora de dibujar el perfil contemporáneo de su disciplina, no sólo esgrimió los derechos de la historia y la determinación de los procesos inconscientes contra el estrecho ‘empirismo’ de los investigadores de su época; sino que describió, con toda elocuencia, el principal peligro a que se exponía y a que se expone el saber antropológico ‐utilizar al ‘otro’ como una excusa para hablar de ‘nosotros mismos’, y ‘reconocer en todas partes’ lo que, en rigor, constituye sólo ‘nuestra realidad’. No nos resistimos, en este punto, a transcribir por extenso un pasaje oportunísimo: “Al elegir un sujeto y un objeto radicalmente distantes uno de otro, la antropología corre sin embargo un peligro: que el conocimiento adquirido del objeto no alcance sus propiedades intrínsecas sino que se limite a expresar la posición relativa y siempre cambiante del sujeto con respecto a él. Es harto posible, en efecto, que el pretendido conocimiento etnológico esté condenado a seguir siendo tan extravagante e inadecuado como el que adquiriría de nuestra propia sociedad un visitante exótico. El indio Kwakiutl que Boas invitaba a veces a Nueva York para que le sirviese de informante era indiferente al espectáculo de los rascacielos y de las calles surcadas por automóviles. Reservaba toda su curiosidad intelectual a los enanos, a los gigantes y a las mujeres barbudas que eran exhibidos entonces en Time Square, a las máquinas que proporcionan automáticamente platillos cocinados y a las bolas de latón que adornaban el principio de los tramos de escalera. Por razones que no puedo traer a cuento aquí, todo aquello hacía intervenir su propia cultura, y era ésta, y nada más, la que trataba de reconocer en algunos aspectos de la nuestra. A su manera, ¿no ceden los etnólogos a la misma tentación cuando se permiten, como tantas veces lo hacen, interpretar de nueva cuenta las costumbres e instituciones indígenas, con el fin inconfeso de hacer que encajen mejor en las teorías del día? (...). Así, p. ej., la teoría del totemismo se ha constituido ‘para nosotros’, no ‘en sí’, y nada garantiza que, en sus formas actuales, no siga procediendo de una ilusión parecida.” Pero este criticismo de Lévi‐Strauss, a pesar de su magnífico arranque, acorta desconcertantemente su vuelo en el despliegue de sus obras, revelándose a todas luces “insuficiente”: su profesión de fe en la historia no conduce más que a la muy común reivindicación de una mayor ‘colaboración’ entre las disciplinas científicas (antropología, historia, sociología,...), dentro de las coordenadas ingenuas de una interdisciplinariedad diseñada para justificar el orden vigente del saber y ‘salvar’ cada especialidad mediante la simple estrategia de apoyarla en otra o en otras y concebir un sistema de préstamos conceptuales y metodológicos entre las ciencias ‘vecinas’; su sugerencia de que los hechos sociales descansan sobre determinados cimientos inconscientes y que el comportamiento no deja de ser una proyección de ciertas leyes universales que rigen la actividad inconsciente del entendimiento encontró en sus propias obras un desarrollo ambiguo, ambivalente, acaso oscilante, como veremos; y, en fin, el reconocimiento de la arbitrariedad y el subjetivismo inherentes a la práctica del ‘análisis’ antropológico pronto se verá torpedeado y casi abatido por un vago fideísmo cientificista, que le hace desembocar en los consabidos puertos de la “construcción” o “re‐
fundación” de la disciplina... En conjunto, Lévi‐Strauss acaba apareciendo como un justificador de la “ciencia” antropológica, a cuya plena ‘consolidación’ quiere contribuir; como un especialista bienintencionado que ‘cree’ en la sublime tarea asignada a su saber ‐una vez más, mejorar la sociedad y acabar con algunas de sus lacras por la vía del conocimiento riguroso y de la investigación filantrópica‐; como un “idealizador”, en suma, de su disciplina particular, del objeto de estudio que ésta se ha forjado (los “primitivos”) y de las consecuencias sobre la sociedad y sobre el futuro de la práctica científica en que se resuelve (tolerancia, mejor entendimiento intercultural, trasvase de conocimientos y de ‘sabiduría existencial’ entre los pueblos,...); como un metafísico de nueva generación, persuadido de la “universalidad de la naturaleza humana” (universalidad, por tanto, de determinadas formas de pensamiento y de moralidad...), culturalmente ‘conservador’ y políticamente ‘reformista’; como un ‘mitificador’ romántico de la figura del “primitivo”, del “salvaje” (al que se ‘aprecia’ desde un inocultable ‘complejo de superioridad’, y ante el que se desatan todos los sentimientos ‘cristianos’ de la “piedad”, la “misericordia”, la “compasión”, el sospechoso y a menudo enfermizo “amor a los desahuciados”, etc.), y del antropólogo que se ‘arriesga’ a instalarse en su comunidad,... “La antropología social ‐ nos dice Lévi‐Strauss ‐ nada puede hacer de útil sin colaborar estrechamente con las ciencias sociales particulares (ciencia económica, derecho, ciencia política,...); pero éstas, por su parte, no podrían aspirar a la generalidad de no ser gracias al concurso del antropólogo, único capaz de aportarle censos en inventarios que procura hacer completos”. La fiabilidad de los aportes del antropólogo viene garantizada precisamente por aquello que los exponía al peligro del subjetivismo, es decir, por la ‘distancia’ entre el analista y su objeto: “por su precariedad misma, nuestra posición de observador nos aporta prebendas inesperadas de objetividad. Es en la medida en que las sociedades primitivas están muy apartadas de la nuestra como podemos llegar a descubrir en ellas esos ‘hechos de funcionamiento general’ de que hablaba Mauss, que bien pudieran ser ‘más universales’ y tener ‘más realidad’”. Esta observación antropológica, “privilegiada por distante”, persuadida de la universalidad de la naturaleza humana, de la identidad de la consciencia, y sustancialmente a salvo de las estrategias y de las empresas del poder (“nada sería más falso que tener a la antropología por el último avatar del espíritu colonial”), tendría una finalidad última que trasciende del mero ‘conocimiento por el conocimiento’ y que le otorgaría un lugar destacado en la ingeniería intelectual de una sociedad emancipada: “Si se esperase ‐ni Dios lo quiera‐ que el antropólogo presagiara el porvenir de la humanidad, sin duda no lo concebiría como una prolongación o superación de las formas actuales, sino más bien según el modelo de una integración, que unificara progresivamente los caracteres propios de las sociedades primitivas frías y calientes. Su reflexión se empalmaría al viejo sueño cartesiano de poner, como autómatas, las máquinas al servicio de los hombres (...), sancionando una transición de la que los progresos de la teoría de la información y de la electrónica nos hacen al menos entrever la posibilidad: de un tipo de civilización que otrora inauguró el devenir histórico, pero a costa de una transformación de los hombres en máquinas, a una civilización ideal que conseguiría transformar las máquinas en hombres. Entonces, habiendo la cultura recibido íntegro el encargo de fabricar el progreso, la sociedad se liberaría de una maldición milenaria que la constreñía a someter a los hombres para que el progreso se diese. En adelante la historia se haría sola y la sociedad, puesta afuera y por encima de la historia, podría, una vez más, asumir la estructura regular y como cristalina de la que las mejores conservadas de las sociedades primitivas nos enseñan que no contradice a la humanidad. En este panorama, aun utópico, la antropología social encontraría su más elevada justificación, puesto que las formas de vida y pensamiento que estudia no tendrían sólo interés histórico y comparativo: corresponderían a una oportunidad permanente del hombre, sobre lo cual la antropología social, sobre todo en las horas más sombrías, tendría la misión de velar. Nuestra ciencia no podría montar esa guardia vigilante ‐y ni siquiera habría concebido la importancia y la necesidad de ello‐ si, en regiones apartadas del mundo, algunos hombres no se hubieran resistido obstinadamente a la historia y no se hubieran mantenido a modo de prueba viviente de lo que queremos salvar”. “Dignificado” al máximo el saber antropológico, la legitimación de esta disciplina en tanto ciencia al servicio de los más altos ideales del humanismo descansa ostensiblemente en una mitologización romántica del “primitivo”, que se idealiza y se ensalza casi como si ‘encarnara’ e ‘hiciera verdad’ la fábula rousseauniana del buen salvaje: “Estas sociedades primitivas (“frías”) parecen haber elaborado o conservado una sapiencia particular, que las incita a resistir desesperadamente a toda modificación de su estructura, que permitiría a la historia irrumpir en su seno. Las que, todavía hace poco, habían protegido mejor sus caracteres distintivos se nos presentan como sociedades a las que inspira el cuidado predominante de perseverar en su ser. La manera como explotan el medio garantiza, a la vez, un nivel de vida modesto y la protección de los recursos naturales. A despecho de su diversidad, las reglas matrimoniales que aplican exhiben, a los ojos de los demógrafos, un carácter común, que es el de limitar al extremo y mantener constante la tasa de fecundidad. Por último, una vida política fundada en el consentimiento y que no admite otras decisiones que las tomadas por unanimidad, parece concebida para excluir el empleo de ese motor de la vida colectiva que utiliza separaciones diferenciales entre poder y oposición, mayoría y minoría, explotadores y explotados.” Un discurso de esta índole exige, como fundamento externo, un posicionamiento ‘moral’, del que se desprenderían la inocultada simpatía hacia el objeto de estudio y la racionalización ética de la disciplina que dice hacerse cargo de su análisis por una doble razón filantrópica (servirle de defensa contra los poderes homogeneizadores de la contemporaneidad y, en segundo lugar, extraer, de su organización y de su subjetividad, lecciones universalmente válidas). En el caso de Lévi‐
Strauss, no es otra que la moral cristiana la que rige, desde ‘fuera’, el análisis, determinando las motivaciones del investigador, el tono de los escritos y casi el marco general de las conclusiones. Obsérvese de qué modo Lévi‐Strauss reproduce, en los parágrafos finales de El campo de la antropología, todas las poses cristianas de la “falsa humildad”, la “conmiseración”, el “agradecimiento”,... “Permitirán ustedes, queridos colegas, que después de haber rendido homenaje a los maestros de la antropología social al principio de esta lección, mis últimas palabras sean para esos salvajes, cuya oscura tenacidad nos ofrece todavía el modo de asignar a los hechos humanos sus verdaderas dimensiones: hombres y mujeres que, en el instante en que hablo, a millares de kilómetros de aquí, en alguna sabana roída por los incendios o en una selva chorreante de lluvia, vuelven al campamento a compartir una magra pitanza, y evocar juntos a sus dioses; esos indios de los trópicos, y sus semejantes por el mundo, que me enseñaron su pobre saber donde se apoya, con todo, lo esencial de los conocimientos que me han encargado ustedes transmitir a otros; pronto, por desgracia, destinados todos a la extinción, bajo el choque de las enfermedades y los modos de vida ‐
más horribles aún para ellos‐ que les hemos llevado; ellos, hacia quienes he contraído una deuda que nunca me abandonará, incluso si, desde el lugar en que he sido puesto, pudiera justificar la ternura que me inspiran y el reconocimiento que les guardo, siguiendo mostrándome, como lo hice entre ellos y no quisiera dejar de serlo entre ustedes, su discípulo y su testigo.” ¿No hay algo indecente, indigno, viciado, en esta aproximación misericordiosa, falsamente humilde y respetuosa, a las víctimas del Sistema que nos coloca sobre y ante ellos, a nuestras víctimas? Por este ángulo se dejan sorprender los límites de la perspectiva estructural asumida y desarrollada por Lévi‐Strauss: sigue aceptando de un modo acrítico el postulado de la unidad de la consciencia, de la universalidad de cierta gramática mental de los hombres (que permitiría a unos analizar y comprender a otros, y ‘reconocerse’ en esos otros, extrayendo del enfrentamiento analítico un saber válido para todos), incurriendo en una forma apenas velada de naturalismo, de esencialismo, de cosificación del ser humano; sigue atribuyendo a la práctica científica un poder inmenso, una capacidad enorme, una tarea benefactora, redentora, como si las relaciones de dominación y las desigualdades sociales, el poder y el capital, no hubieran fundado esa misma práctica y no continuaran sirviéndose de ella para reproducirse; sigue mitificando a los primitivos, situándolos, si no ‘fuera’ del tiempo, sí ‘antes’ de la historia, como veremos, creyendo descubrir en ellos lo que su milenarismo a la inversa, teñido de cristianismo, exige para deplorar el presente desde la añoranza de un Paraíso perdido,... En una conferencia impartida en Ginebra, a finales de junio de 1962, Lévi‐Strauss se permitió una frase tan hermosa como errática, que condensa muy bien su percepción de la antropología y arrastra toda esa metafísica del “hombre universal” y de los “primitivos ante‐históricos” a la que nos estamos refiriendo: el hombre ‐vale decir, el antropólogo‐ puede todavía hoy “buscar la sociedad de la naturaleza para allí meditar sobre la naturaleza de la sociedad”. ¿“Sociedad de la naturaleza”? ¿Sociedad aún a cubierto de la historia y de la cultura? ¿Sociedad que responde a leyes naturales, y no a relaciones de poder, a disposiciones de la dominación social y de la explotación material? ¿Dónde está esa “sociedad de la naturaleza”, en la que la biología (instintos, mecanismos de adaptación al medio físico, animalidad original,...) usurparía el puesto de la historia (jerarquías, estratificación social, luchas por el poder, conquista circunstancial de órdenes igualitarios, cultura,...)? ¿Sociedad mítica que retiene al hombre en el seno de la vida natural, ‘antes’ de la tentación de la propiedad y del poder, ‘a salvo’ del “pecado original” que lo arrojaría a los abismos de la historia? ¿“Naturaleza de la sociedad”? ¿De qué sociedad? ¿De todas las sociedades? ¿Forma profunda de ser de todas y cada una de las sociedades? ¿Sociedad en sí? ¿Sustancia de la sociedad? ¿Esencia de la sociedad? ¿Verdad última de nuestra sociedad, y de todas las sociedades, descubierta mediante el análisis de alguna pequeña sociedad ‘primitiva’? ¿De nuevo un catálogo de leyes universales al que se sujetaría ‘toda’ organización social, como soñaba Radcliffe‐Brown ? ¿De nuevo un substrato invariable, inmune al tiempo y a la geografía, el mismo en toda época y en todas partes, latiendo por debajo de la diversidad empírica de las formaciones sociales? Atenazado por esta plataforma ideológica, anegado por estos conceptos metafísicos, el “estructuralismo” de Lévi‐Strauss apenas puede dar de sí, apenas puede desenvolverse en libertad. Acierta a la hora de señalar las deficiencias de los antropólogos funcionalistas, pero ‐comprometido en la salvaguarda de la disciplina‐ busca enseguida subterfugios para evitar la desolación de un criticismo abierto, franco, radical. Algunos autores han visto en esta doble faz del revisionismo de Lévi‐Strauss una serie de contradicciones profundas e insalvables, descalificándolo en su conjunto y reservándole un lugar entre los mediocres sustentadores de la cientificidad burguesa; otros, bajo una voluntad menos ‘airada’, subrayan la complejidad de su obra, el mapa de sus ambivalencias, de sus vértigos críticos, de sus detenciones semi‐conscientes, de sus retrocesos atemorizados,... No cabe duda de que, bajo los trabajos de Lévi‐Strauss, palpita un doble temperamento, un doble aliento, hecho de arrojo y prevención, de arrogancia crítica y reconocimiento respetuoso, deicida e idólatra al mismo tiempo. Se ha considerado que esta oscilación, este desdoblamiento, tiene que ver con la oposición, no resuelta por Lévi‐Strauss, entre “historia” y “estructura”. Hay un Lévi‐Strauss muy sensible a la determinación de la historia, incluso a un concepto no‐metafísico de “historia” (que rechazaría la distinción entre formaciones “progresivas” y “estacionarias” en tanto subproducto de una percepción ideológica de la historia; que reconocería la inexistencia de un único espacio homogéneo al que pudiéramos llamar “historia”, pues cada una de las estructuras de la sociedad ‐tecnológica, ideológica,....‐ posee de alguna forma ‘su propia historia’ y la ‘historia en su conjunto’ aparece entonces como un proceso complejo e irregular, discontinuo en el espacio y en el tiempo; etc.), y otro Lévi‐Strauss que parece olvidarse de lo anterior y redunda en un estructuralismo a‐histórico, al que subyacen, en primer lugar, una percepción de la ‘totalidad’ como unidad simétrica, regular, basada en una completa equivalencia entre sus partes, sin estructuras dotadas de mayor determinación sobre el conjunto, sin una forma nítida de poder ‘encajar’ la acción del tiempo y de los conflictos humanos, y, en segundo lugar, una representación casi rousseauniana del devenir de la humanidad, postulando una fase ‘primera’, ‘natural’, ‘ante‐histórica’, que se dejaría analizar en las sociedades primitivas ‘congeladas’ y que arrojaría luz sobre la posterior irrupción del tiempo, con sus secuelas de ‘progreso’ engañoso y esclavización de los hombres... Probablemente, el Lévi‐Strauss dominante es el segundo, como hemos apuntado arriba, aferrado a una noción de “totalidad estructural” en la que las ‘superestructuras’ coexisten sin más con las ‘infraestructuras’, sin que pueda vislumbrarse el modo en que unas se relacionan con las otras (fundándolas, reproduciéndolas, impugnándolas,...), la manera en que éstas y aquéllas se imbrican y condicionan mutuamente, la lógica global del modo de producción en cuestión... Este estructuralismo a‐histórico, que reconoce no obstante, si bien sin consecuencias prácticas, de un modo retórico, el papel del devenir y los derechos del tiempo, sigue fracasando a la hora de explicar el cambio, la transición de una a otra formación estructural, y naufraga igualmente en el trance de construir teorías ‘regionales’, centradas en un sector determinado del campo social. Los límites de la perspectiva de Lévi‐Strauss aparecen así como los límites de la antropología en su conjunto, que ha fundido su destino al del estructuralismo y que, cuando ha querido escapar de éste, se ha perdido en un eclecticismo irrelevante. La antropología social sólo se ha librado del “empirismo”, y aún así esporádicamente, fragmentariamente, para caer en la metafísica ‐y no podía ser de otra forma, ya que lo que se esperaba de ella era una mera legitimación de la sociedad capitalista contemporánea, que habría de mirarse en el pretendido ‘espejo’ de las sociedades primitivas para sancionar su superioridad moral y cultural. Empirismo y metafísica se han constituido históricamente como las dos cartas que podía jugar la racionalización del presente y la justificación del capitalismo contra sus rivales de siempre, postrados como siempre: el verdadero “sentido histórico” (que, por cierto, no se corresponde con el de los historiadores) y la genuina “crítica radical” (extraña a esa pseudo‐crítica destilada por las disciplinas ‘científicas’). No sorprende, por ello, que “empirismo” y “metafísica” hayan sido también las dos cartas jugadas por la antropología a lo largo de su vacilante historia... A riesgo de parecer repetitivos, vamos a cerrar esta aproximación al legado de Lévi‐Strauss con unos parágrafos de “La crisis...” que pretenden hacerse cargo de aquella doble faz (llamada “complejidad” en adelante) del menos maniqueo de los antropólogos: “La supresión de la historia que se le ha acreditado al estructuralismo es el resultado de una cierta problemática de comprensión común, en su invariabilidad abstracta, a pensadores tan diferentes en otros aspectos como Rousseau, Dilthey y Sartre. La ruptura estructuralista con la antropología funcional consistió en un tajante y deliberado desplazamiento del eje de comprensión total desde el espacio fenomenológico del encuentro inmediato e intuitivo con los salvajes hasta el espacio nouménico de la pensée sauvage, establecido, como cualquier código, mediante los procedimientos rigurosos y no intuitivos de la ciencia. Este desplazamiento trasplantó la búsqueda del sentido del nivel de la consciencia al nivel de la inconsciencia, del dominio de la experiencia a dominio de la realidad. La verdadera comprensión sólo era posible, según Lévi‐Strauss, en el nivel de ciertos mecanismos inconscientes, de una gramática universal de la mente mediante la cual el antropólogo puede finalmente resolver la ‘contradicción’ primitivo/civilizado que había mesmerizado la antropología en su prehistoria. La función metodológica del inconsciente consistía precisamente en proporcionar a la antropología una rigurosa base de cientificidad, es decir, un principio de investigación que pudiera atravesar y finalmente destruir la ‘otredad’ de los primitivos. Pero, en este intento de romper con el empirismo antropológico, Lévi‐Strauss no sólo partió de los métodos de Marx y Freud ‐quienes habían insistido, ambos, en que los significados conscientes nunca son los verdaderos, en que la verdadera realidad nunca es la más evidente de las realidades‐, sino también de la “filosofía de la identificación” de Rousseau. De ahí que sólo pudiera operar con una condición: que hubiera sociedades en la fase inmediata a la ruptura con el “estado de naturaleza”, sociedades que en algún sentido tuvieran una ‘historia detenida’, cuyos sistemas de clasificación (mito, ritual, ‘totemismo’) tuvieran una ‘historia sobreviviente’. Pues Lévi‐Strauss sostiene que las sociedades se piensan a sí mismas a través de tales sistemas, en cuyo caso conciben el pasado como un modelo intemporal más bien que como una etapa de su proceso histórico (...). El carácter de esta oposición (historia/estructura) se ha ido haciendo cada vez más conflictivo dentro del espacio teorético del sistema de Lévi‐Strauss. Podemos distinguir dos ejemplos en (supradeterminada) unidad: la ética y la metodológica. Éticamente, Lévi‐Strauss ha concebido el imperialismo como una venganza de la historia contra la estructura, incorporando en la última la esencia de la “condición humana” en su puridad regular y cristalina (una puridad que la historia, ligada al progreso y, por tanto, al esclavizamiento, ha liquidado en todas partes). Desde el punto de vista metodológico, la historia ha oscurecido la influencia de los significados inconscientes y, de este modo, ha reducido el alcance de la confrontación del etnólogo con su ‘objeto’, enfrentamiento que sólo puede lograrse felizmente, es decir, ser verdaderamente objetivo, en el nivel de la realidad inconsciente intemporal codificada en las superestructuras primitivas. Si la antropología ha de seguir siendo una ciencia, es decir, ha de ‘comprender verdaderamente’ su objeto, sólo puede serlo en virtud de un cierto tipo de sociedades, el de las sociedades “congeladas”, aquellas que están en la frontera del “cero de temperatura histórica”, que están en la historia ahistórica de Hegel. El estructuralismo ha basado su resistencia a las incursiones del tiempo en una teoría dualista del conocimiento (sociológico), separando el análisis histórico del estructural y asignándoles, a cada uno de ellos, un sector distinto de la realidad. La misma lógica de esta distinción o dualismo ha obligado a Lévi‐Strauss a oscilar entre dos opiniones: la de acentuar la complementariedad del análisis estructural y del histórico, y la de afirmar su oposición. De este modo, las infraestructuras pueden ser a la vez “fundamentales” (‘históricamente’ determinantes) y ‘sin embargo’ seguir siendo, después de todo, una manifestación de la Realidad más básica de los códigos subyacentes a todos los niveles de la formación social. La antropología estructural, en consecuencia, ha oscilado entre dos modelos, uno ausente (y subordinado), el otro implícito (y dominante). El modelo ausente reconoce la primacía de la infraestructura mientras que el modelo implícito la disuelve en la circularidad expresiva definida por el ejemplo de las transformaciones míticas (...). El modelo dominante (al que se atiene Lévi‐
Strauss, a pesar del concepto de historia que insinúa, y no hace operativo, en sus obras) postula una completa equivalencia entre sus partes, descartando la idea de una ‘asimetría’ en su articulación (la constituida por la determinación fundamental de la infraestructura), por lo que no se puede convertir en la base de una teoría general de los modos de producción. De ahí se deduce que el estructuralismo es igualmente incapaz de dos cosas:1. de construir teorías “regionales”(...);2. de construir teorías ‘concretas’ de los distintos modos de producción precapitalistas. Los límites del estructuralismo están determinados por los límites de su modelo dominante, una totalidad expresiva impuesta mediante una teoría dualista del conocimiento en la que las superestructuras ‘coexisten’ con la infraestructura, mientras que las formas de su unidad, correspondencia e imbricación se derrumban en el ‘vacío’ que hay entre ellas.” 1‐5) La crisis de la antropología por insuficiencia metodológica y evaporización de su objeto. El naufragio de los ‘métodos específicos’ de la disciplina antropológica. Definir la especificidad de la disciplina antropológica constituyó, como vimos, una de las obsesiones de los investigadores “pioneros”. Se trataba de establecer las relaciones que podía mantener con la economía, con el derecho, con la ciencia política,..., y, sobre todo, con la sociología y la historia; se trataba de delimitar un campo específico de operaciones (un objeto) y de diseñar una metodología de análisis no menos particularizada. A menudo, el problema se zanjó brutalmente, señalando, p.ej., que la antropología era una ciencia “anti‐histórica”, caracterizable como “sociología comparativa” (Radcliffe‐Brown, entre muchos otros). En otras ocasiones, la cuestión se sorteaba mediante la simple apelación a la “colaboración” entre las ciencias del hombre, como quería la rutilante ideología de la interdisciplinariedad. Y, en todos los casos, la noción fantasma de “sociedad primitiva” acudía en socorro del comentarista de la nueva y extraña especialidad, que parecía querer asentarse sobre un terreno ya explotado por otras disciplinas. Pero sólo del “trabajo de campo”, como se ha anotado, pudo la antropología extraer conceptos y pautas con que calmar su sed de especificidad. Nadie trabajaba como el antropólogo ‐se decía‐, quien, instalándose en el seno de la sociedad erigida en objeto de investigación, trababa un conocimiento ‘directo’, ‘inmediato’, ‘vivencial’, de sus aspectos objetivos y subjetivos. Precisamente del “trabajo de campo”, con sus procedimientos concretos y sus exigencias de sistematización, se desprendió, según algunos autores, el entramado funcionalista, más un dispositivo metodológico que una teoría propiamente dicha. Sin embargo, desde el afuera de la disciplina antropológica, enseguida cabía percibir el tufo a racionalización de todos esos planteamientos. Definir la antropología como “sociología comparativa” resultaba casi histriónico para aquellos sociólogos que habían reconocido en la ‘comparación’ una de las señas fundamentales de su especialidad: si toda sociología es, de por sí, comparativa, ¿quiere esto decir que la antropología no es más que una sociología re‐denominada? ¿Cómo buscar la ‘especificidad’ de un saber en aquello que distingue a otro? Por su parte, los historiadores recordaban que la historicidad era un atributo de todo objeto de las ciencias humanas, y que ignorar esa determinación fundamental del devenir, a la hora de establecer el ‘método’ de investigación, condenaba a la disciplina en cuestión al más irrelevante “descriptivismo”. Incapacitada para la explicación, la antropología se invalidaba en consecuencia como “ciencia”. Podría diagnosticársele una afección que arrastraría desde su etapa ‘fundacional’, exacerbada por su definición empirista y su adscripción al funcionalismo: el mal de la “insuficiencia metodológica” por debilidad o exclusión del sentido histórico.... De un modo o de otro, desde el campo sociológico y desde el dominio histórico, se acumulaban argumentos en contra de la pretendida “especificidad” de los métodos de la antropología: ¿en qué se diferencia, p. ej., un “antropólogo”, desde el punto de vista de los procedimientos de análisis, de un “sociólogo” que realiza una investigación in situ? Y ¿es muy distinto el caso del historiador del mundo contemporáneo que estudia una comunidad ‘marginal’, étnica o socialmente singularizada, con todos los recursos de la llamada “historia oral”? Admitiendo, en todo caso, diferencias de estilo, o de perspectiva, ¿quién, de los tres, podría presumir, con visos de credibilidad, de estar más cerca de la supuesta verdad científica? ¿El antropólogo, con su alergia a la dimensión temporal del objeto y su ‘dependencia’ de los conceptos sociológicos? Los pretendidos “métodos específicos” de la antropología resultan, así, como prestados por la sociología, por lo que no sirven para ‘singularizarla’. Y, en segundo lugar, no siendo específicos, ni siquiera funcionan ‐añade el historiador‐ para generar verdaderas “explicaciones”. En la práctica, como hemos anotado, todo ese andamiaje metodológico importado de la peor sociología (funcionalista), al servicio de orientaciones epistemológicas ‘empiristas’, no ha propiciado más que un amontonamiento de estudios “irrelevantes”... Y una justificación monumental del sistema capitalista en el trance de su mundialización altericida. La razón de esa “irrelevancia” coincide con el único soporte incuestionable de la ‘especificidad’ de la antropología: su interés preferente por las llamadas “sociedades primitivas” (demasiado ‘pequeñas’ y demasiado ‘idiosincráticas’ como para surtir los avales de aquellas “leyes sociólogicas universales” que la disciplina antropológica declaraba estar en condiciones de establecer), objeto de análisis poco frecuentado, ciertamente, por los historiadores y por los sociólogos. Interés perverso, pues trabajaba para una racionalización de las “sociedades modernas”, modeladas por el Capital y por el Estado, y daba la espalda a todo cuanto arrojara dudas sustanciales sobre la legitimidad de nuestra organización socio‐política. Un objeto, además, que el antropólogo desvirtúa al separarlo de su contexto histórico‐social configurado por el imperialismo. Y que se halla hoy expuesto a una doble estrategia (militar y cultural) aniquiladora, como hemos querido denunciar en “La bala y la escuela” (Virus, 2009). La ‘evaporización’ del “objeto” del saber antropológico: Antropología, Sociología e Historia en el escenario del ‘exterminio’ y la ‘contaminación’ de las llamadas “sociedades primitivas” En la medida en que los “primitivos” desaparecen de la faz de la tierra (por eliminación física o exterminio; y por ‘des‐primitivización’ u ‘occidentalización’, vale decir por contaminación), el antropólogo va perdiendo la razón última de su especificidad como investigador, y se ve forzado a padecer un cierto proceso de reconversión. “Regresa” entonces, muy a menudo, a las sociedades capitalistas de Occidente, o busca un sustituto ‘exótico’ del primitivo en el sujeto de esta o aquella cultura no‐occidental; y tropieza ahí, precisamente, con el sociólogo o con el historiador, que lo contemplan como se contempla lo superfluo, lo sobrante, lo prescindible,... Para analizar a los “irlandeses de las marismas”, como se propone M. Douglas, o para estudiar a los “andaluces” de los tiempos de Franco, objeto elegido por Pitt‐Rivers, o para escrutar el funcionamiento y los propósitos del “sindicalismo de Estado”, como acometió Ventura Calderón, con inusitada fuerza crítica, ¿no estaban ya los sociólogos y los historiadores (de la cultura, de las mentalidades, de las instituciones), con sus disciplinas científicas perfectamente consolidadas? ¿Qué se gana con la intromisión del antropólogo? ¿Qué aporta el antropólogo? ¿Dónde está la “singularidad” de su análisis? Teniendo en cuenta que buena parte de la antropología contemporánea deriva hacia la hermenéutica, desde los puertos decadentes del estructuralismo, que incluso recala en un “intuicionismo” de corte fenomenológico, importando alegremente conceptos sociológicos más o menos en boga, y llevando su tradicional empirismo al encuentro de una metafísica de consumo propio, como atestiguan los trabajos de los autores citados, llegamos a la conclusión de que no se gana nada, no se aporta nada, salvo miles de páginas ‘inanes’ con que surtir el mercado editorial y justificar un aparato universitario en crecimiento. Lévi‐Strauss había aparecido como el legitimador más convincente de la disciplina antropológica, como el justificador ‘menos tópico’ de la especialidad; pero resulta que todos sus argumentos provenían de un centramiento analítico en las sociedades primitivas (portadoras, según este autor, de la ‘dignidad’ original de la condición humana, de algún modo todavía no alterada por la historia, susceptible de ser custodiada y rescatada) que es, justamente, lo que hoy deja de resultar practicable. En ausencia de los “primitivos” como objeto privilegiado de estudio, las justificaciones de Lévi‐Strauss se desvanecen como humo en el agua. Y la antropología toda queda sin fundamento, sin razón de ser, sin discursos que la racionalicen, sin valedores de talla,... Estamos, al fin, ante la crisis de la antropología, que era caracterizada premonitoriamente (1970) desde las páginas de la New Left Review: “La crisis endógena de la antropología es, pues, el resultado de la conjunción de dos circunstancias: el agudo estancamiento teórico del funcionalismo, nacido como una práctica y transformado subrepticiamente en ‘teoría’; y el desarrollo marginal, distorsionado e irregular de la antropología estructural, naturalizada por Leach y esterilizada por Needham(...). El sector del mundo que ha sido bautizado de “primitivo” ha sufrido una doble y contradictoria transformación bajo el impacto del imperialismo. Una parte (Australia, América del Norte y del Sur) ha sido físicamente diezmada y socialmente destruida: “Quedan en Australia unos 40.000 indígenas, frente a los 250.000 de principios del siglo XIX, la mayor parte de los cuales, si no todos, hambrientos y destrozados por las enfermedades, amenazados en sus desiertos por las plantas mineras, los campos de pruebas de bombas atómicas y los polígonos de missiles. Entre 1900 y 1950 más de 90 tribus han sido suprimidas en Brasil. Durante el mismo periodo han dejado de hablarse quince lenguas en América del Sur”. La otra parte (África, China, el Sudeste asiático, Asia meridional) ha padecido el impacto del capitalismo con profundas modificaciones de su estructura social tradicional. Esta doble transformación llevada a cabo por el imperialismo ha tenido consecuencias en dos niveles de la antropología: 1. La “totalidad primitiva” que constituía el objeto tradicional de la antropología social ‐el “microcosmos tribal”‐ está rápidamente desapareciendo y, dentro de unas cuantas décadas, habrá dejado completamente de existir. 2. Los modos tradicionales de hacer el trabajo de campo se han vuelto cada vez menos viables, sea debido a que la aparición de luchas revolucionarias y de liberación nacional en los territorios que anteriormente eran monopolio económico y político del Occidente han destrozado por completo las pautas que los antropólogos daban por dadas (sujeto colonizador/objeto colonizado), y han quedado cerradas áreas del mundo en un tiempo accesibles gracias a la hegemonía política del imperialismo; o bien porque la integración de determinados grupos étnicos en el modo de producción capitalista enfrenta al antropólogo con un nuevo objeto que exige una nueva técnica. Así pues, la antropología no sólo está estancada en cuanto a teoría, también está amenazada en cuanto práctica. Además de su propia crisis específica ‐el fracaso en constituirse como ciencia‐, se ve afectada por una crisis global.” La antropología, en definitiva, se ha quedado sin objeto. Al mismo tiempo que algunos antropólogos buscan un objeto sustitutorio en Occidente o, en todo caso, en el área capitalista, “invadiendo” parcelas temáticas que competían por derecho propio a la sociología o a la historia, otra disciplina científica, armada asimismo con “métodos específicos”, gravita sobre los restos (¿deberíamos decir, mejor, despojos?) de su objeto tradicional ‐las “sociedades primitivas”‐, segura de que el tiempo ratificará sus pretensiones expansivas: se trata de la arqueología, que, uniendo de alguna forma sus fuerzas a las de la historia y la sociología, terminará de estrechar el cerco en torno a una antropología sin motivo y definitivamente extraviada. En efecto, en la medida en que “los primitivos” se conviertan por completo en cosa del pasado, corresponderá a la arqueología y a la historia antigua merodearlos como buitres ante un cadáver reciente. Y la antropología tendrá que irse, con su crisis ‘original’ debajo del brazo, a otra parte... En medio de esta confusión de tener que irse y de no saber dónde ir, algunos antropólogos ‘testarudos’ se atrincheran en la defensa a ultranza de la disciplina, redefiniendo sus propósitos y procurando ‘restaurar’ el objeto de análisis que la misma contemporaneidad está haciendo añicos. Se trata de esos antropólogos aún calados de ‘materialismo histórico’, afectados asimismo por la crisis del marxismo, que saben hacer frente a las pretensiones impacientes de la arqueología pero muy poco pueden oponer a las demandas de reapropiación del objeto “primitivo” cursadas por la sociología o por la historia (9)*. Pero, en tanto que el objeto de análisis se anega ya en el pasado, esos “conjuntos sociales y culturales”, destruidos efectivamente por el imperialismo, ¿no pasan a constituir materia ‘natural’ de la disciplina histórica, de la historia social, p. ej.? Y las prácticas genocidas desplegadas por los países del área occidental capitalista, que tienen que ver sobre todo con nuestras formaciones socio‐económicas, ¿no se erigen en objeto apropiado de estudio para la sociología, que recorre habitualmente esas parcelas, por no decir nada de la historia? Por último, un antropólogo social educado en el materialismo histórico, investigando el genocidio y el “verdadero” perfil de las sociedades destruidas, ¿no trabajaría exactamente igual que un historiador o un sociólogo marxista? Pertenece precisamente a los padres del materialismo histórico la observación de que, en rigor, sólo puede justificarse una “ciencia de la sociedad”, o “ciencia del hombre”, o “ciencia de la historia”, pues poco importa el rótulo, y no ese entramado (deberíamos haber escrito “enrejado”) de ‘disciplinas’ y ‘subdisciplinas’, que parece querer trasladar, si bien de modo caótico, a la esfera cultural los principios de especialización y segmentación que caracterizan al área de la producción, al ámbito económico... Por su matriz “colonial”, por su indigencia etnocéntrica y por su solidaridad apenas velada con los fines y procedimientos del Capitalismo avasallador, la Antropología, saber “reclutado”, no es hoy mucho más que un zombi (también en su segunda acepción: “atontado, que se comporta como un autómata”, Diccionario de la lengua española), “muerto viviente” como las familias, los sindicatos, los partidos, las escuelas,... Pedro García Olivo – La Haine www.pedrogarciaolivoliteratura.com ‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐ NOTAS (1) “La antropología social se ocupa de la organización del parentesco como el principal locus de cohesión social de las sociedades primitivas. Los sistemas de parentesco fueron analizados como reglas con estatus de obligatoriedad que regulan los comportamientos de determinadas categorías de parientes entre sí (...). Una buena parte de la antropología social se ha dedicado al problema de describir la organización del parentesco de forma muy detallada, clasificando las reglas básicas del parentesco (llamadas “principios estructurales”) y comparando un sistema con otro con la esperanza de encontrar ciertas correspondencias clave que pudieran resumirse en “leyes sociológicas generales”(...). La organización jurídica de las relaciones de parentesco, y especialmente de las relaciones entre los grupos de filiación, se consideraron la estructura integradora básica del sistema social, que proporcionaba su integración política así como social. Este era el caso de los nuer, estudiados por Evans‐Pritchard”(Goddard). “Para Fortes, como para la mayor parte de los funcionalistas de su generación, la filiación (es decir, la atribución o herencia de bienes materiales, poder político y derechos y obligaciones en general por formar parte de unos determinados grupos de parientes) se convirtió en el principal principio explicativo dentro de la teoría del parentesco, y la filiación era “fundamentalmente un concepto jurídico como sostenía Radcliffe‐Brown”. Siguiendo a Durkheim, Radcliffe‐Brown había observado: “lo que tenemos que descubrir en el estudio del parentesco son las normas”. El funcionalismo tradujo esta opinión en una premisa axiomática (...). El funcionalismo ha visto en el parentesco el principal mecanismo articulatorio de las formaciones primitivas. En cuanto pertenece al tipo de análisis que define la estructura en términos de una realidad empírica dada y que opera dentro del entramado que la ha transmitido Radcliffe‐Brown, la teoría de los grupos de filiación había intentado trascender la diversidad observable de las formaciones primitivas mediante el recurso a un principio empírico que no poseía valor heurístico ni estatus lógico de modelo. Este fue el “principio del linaje”, al que el funcionalismo atribuyó un grado y modo de eficacia sólo comparable a una intervención divina”(Banaji). (2) En palabras de Godard: “La concepción de Evans‐Pritchard de que la estructura social consiste en las relaciones entre los grupos resulta, pues, meramente sacada de la observación empírica de la sociedad nuer y de su constatable organización de los grupos de filiación: “Las relaciones estructurales son relaciones entre grupos que constituyen un sistema. Por lo tanto, por estructura entendemos una combinación organizada de grupos... La estructura social de un pueblo consiste en un sistema de estructuras distintas pero interrelacionadas” (E.E. Evans‐Pritchard, The Nuer, pp. 262‐263)(...). Firth, partiendo de sus estudios sobre los tikopia, consideraba que las estructuras sociales se componían de determinadas relaciones clave: “La esencia de este concepto consiste en aquellas relaciones sociales que parecen tener una importancia crítica para el comportamiento de los miembros de la sociedad, de tal modo que si tales relaciones no estuvieran funcionando no podría decirse que la sociedad existiese en esa forma” (R. Firth, Elements of Social Organization, p. 31). Nadel, por otra parte, la define de forma más abstracta, utilizando el concepto de rol, que anteriormente no había sido introducido en la antropología social: “Llegamos a la estructura de una sociedad abstrayendo de la población concreta y de su comportamiento concreto el esquema o red (o bien “sistema”) de relaciones que prevalecen ‘entre individuos en su condición de desempeñar los roles unos respecto a otros’”(S. Nadel, “The Theory of Social Structure”, p. 12). Pero, a pesar de las distintas conceptualizaciones, todas estas definiciones contienen una referencia central a las relaciones entre fenómenos sociales concretos y empíricamente dados, tanto si esos fenómenos son individuos, grupos o roles. Estas relaciones aparecen en los hechos tal y como directamente se observan o bien se llega a ellas a partir de una simple abstracción a partir de tales hechos. De este modo, la estructura no hace referencia más que a la organización ‘observable’ de la sociedad (...). Los ‘hechos’ se conciben como simplemente dados en una organización (una concepción que corresponde a la visión empirista y holística del gestaltismo y del organicismo: el ‘todo’ consiste simplemente en una ordenación de las partes). No existe, pues, la tendencia a reconocer que los hechos normativos pueden estar conformados por ‘hechos’ que no son normativos y que pueden estar ocultos a la vista, precisando de un análisis crítico que los descubra. Así, por ejemplo, la categoría de los ‘intereses’, en cuanto configuradora de la orientación normativa de los actores y en cuanto originada en relaciones estructurales que no son normativas, no se tiene en cuenta. Los intereses, y los conflictos resultantes de ellos, por el contrario, son analizados como efectos de las tensiones derivadas de las exigencias normativas y, sobre todo, como algo que contribuye a través de su resolución (normativa) a la integración social del sistema (M. Gluckman, Custom and Conflict in Africa, p. ej.). El empirismo inductivo, en definitiva, prohíbe el análisis de todo lo que no sea accesible a la inspección inmediata y que requiera una ‘operación’ sobre los fenómenos observables para sacar a la luz del día lo que permanece oculto.” (3) “El individuo tiende a dejar las decisiones importantes en manos de las instituciones para ocuparse personalmente de tácticas y pormenores”. “Para bien o para mal, los individuos comparten efectivamente sus pensamientos, armonizan hasta cierto punto sus preferencias y sólo pueden tomar grandes decisiones dentro del ámbito de las instituciones que construyen”. “La institución suministra a los individuos las categorías de pensamiento, fija las condiciones del auto‐
conocimiento y establece las identidades. Mas todo esto no basta. También debe afianzar el edificio social sacralizando los principios de la justicia”. “Las instituciones toman decisiones de vida o muerte”. “Las instituciones se ocupan de la clasificación”. Etc., etc., etc. (4) Y, sin embargo, como es de sobra conocido, los sustentadores del “ideal anarquista” siempre han señalado que dicho proyecto ‘utópico’ requiere, para hacerse verdad, la irrupción o generalización de “otro tipo de hombre”, “otra clase de individuo”, un “sujeto” distinto al producido casi en serie por la máquina capitalista ‐un “hombre nuevo” para el “nuevo mundo”... De ahí el interés “libertario” por el problema de la educación y por las estrategias culturales. Y de ahí, en fin, la futilidad de observaciones como la de Douglas, basada en el desconocimiento de lo que se cuestiona y en la tara de la naturalización que afecta a tantos antropólogos. 5) ¿Es la clase media de nuestras sociedades verdaderamente “anti‐ritualista”? ¿No está, por el contrario, su existencia cotidiana completamente anegada en ritos, lo mismo a la hora de desempeñar algún trabajo que en el momento del ocio, lo mismo a lo largo de la llamada “vida social” que en medio de la actividad política o a‐política, tanto en el trance de formar un familia y educar a los hijos como en la coyuntura de romper esa familia y desentenderse de los hijos, no menos en la forma de practicar el ‘consumo’ como en la de entender el ‘ahorro’, etc.? 6) Pero, por ejemplo, ¿es cierto que existen los dos tipos de familia distinguidos por Bernstein? ¿No estaremos ante una simplificación y una generalización abusiva, sobre todo si tenemos en cuenta, como debería saber un antropólogo, que las formas familiares difieren considerablemente en el ámbito de cada cultura y, mucho más, entre una cultura y otra? ¿Cuántas clases de familia podrían distinguirse en la actualidad a escala planetaria? ¿No es cierto, por añadidura, que los modelos familiares están sujetos a evolución y modificación histórica, por lo que aquellos que hoy podemos describir se hallan como “en transición”, “en redefinición”, perdiendo unos rasgos para adquirir otros, por lo que sólo violentamente se dejan atrapar en esquemas maniqueos como el de Bernstein? (7) Y fundadores de la vieja pretensión funcionalista de hallar ‘regularidades’, ‘leyes’, ‘principios comunes’, bajo la desbordante diversidad de los modelos de organización y comportamiento social: dentro de los cuatro tipo de sociedades ‘caen’ todos las formaciones empíricamente identificables, compartiendo, dentro de cada categoría, el mismo tipo de funcionamiento ritual, de desenvolvimiento simbólico, etc.) (8) Así lo consideró, entre otros, Jairus Banaji, en su acertado diagnóstico del mal de la antropología. Tras señalar “el creciente énfasis que ha recaído sobre la hermenéutica en cuanto contrapuesta al modo de análisis estructural”, este autor identifica muy bien la defensa de la teología que subyace a semejante transición: “El ejemplo más reciente de este ‘desplazamiento’ (hacia el terreno de juego de la hermenéutica), alejándose del estudio estructural de las formaciones ideológicas primitivas es la recensión de Mary Douglas de Le cru et le cuit: su ‘convencionalismo’ recuerda la oposición teológica que siempre se ha enfrentado a cualquier intento (real o aparente) de descentrar el universo, la historia o el individuo. Esta oposición entre hermenéutica y teoría estructural se pone claramente de manifiesto en la disputa entre Lévi‐Strauss y el fenomenólogo católico Paul Ricoeur.” (9) Paradigmáticos, en su insuficiencia, resultan, a este efecto, los parágrafos finales de La crisis...: “Los antropólogos marxistas deben desenmascarar el mito de que la antropología no tiene ningún futuro en cuanto disciplina integrada, y contraponer a este mito y a la arqueología que se oculta detrás de él, una nueva práctica que combine la emancipación política de los grupos ‘primitivos’ supervivientes ‐su emancipación del imperialismo y del capitalismo‐, la investigación de las prácticas de genocidio del imperialismo y la verdadera comprensión científica de los conjuntos sociales y culturales que ha destruido.” PARAMILITARES FORMADOS POR DICTADURA DE MICHELETTI YA ESTARÍAN ACTUANDO EN HONDURAS x Yvke Mundial / La Haine [Audios] Serían 120 los sujetos organizados para conformar grupos de exterminio contra el movimiento popular. Anuncian cierre de radio Globo, una las pocas emisoras objetivas Chevige González Marcó También denuncian que terroristas chilenos pinochetistas estarán asesorando en materia de represión al régimen usurpador La presidenta del Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos de Honduras (COFADDEH), Bertha Olivo, denunció que la dictadura hondureña habría formado un grupo de 120 efectivos paramilitares, cuyo entrenamiento habría sido financiado por los empresarios que apoyan el golpe de estado. Según las informaciones que posee la resistencia popular hondureña, los grupos de exterminio ya estarían actuando en todo territorio hondureño, y sólo en la ciudad de San Pedro Sula estarían apostados 23 de esos individuos. COFADDEH denuncia que esas bandas paramilitares fueron formadas en haciendas propiedad de empresarios y de militares ligados al golpe de estado. Bertha Olivo también denunció que hace aproximadamente una semana ingresaron a Honduras, dos terroristas chilenos con el propósito de asesorar al gobierno golpista. Al parecer, uno de estos individuos tendría el grado de general y arribaron a Tegucigalpa, utilizando credenciales de periodistas. También se encuentra en Honduras, desde antes del golpe de estado, el conocido agente desestabilizador venezolano Robert Carmona, a quien la resistencia hondureña lo señala como planificador de la asonada militar contra el presidente Manuel Zelaya. Carmona ya habría participado en el golpe de estado del 11 de abril de 2002 en Venezuela. De acuerdo con las estrategias que está usando el régimen usurpador, Olivo expresa que en la resistencia contra el golpe no dudan que el régimen ejecute auto‐atentados para justificar el incremento de la represión. En los audios adjuntos puede escuchar las declaraciones completas de Bertha Olivo: VENEZUELA Y SU RELACIÓN CON COLOMBIA Si algo ha caracterizado a Chávez respecto de Colombia es la improvisación exageradamente evidenciada. Los reveses recibidos tendrían que haberle servido para captar lo que todavía no se comprende. Roosevelt Barboza | Para Kaos en la Red | Hoy 15:03 | 88 lecturas | 2 comentarios www.kaosenlared.net/noticia/venezuela‐relacion‐colombia La complejidad que vive el mundo en general, y Venezuela en particular, obliga al gobernante que lo quiere hacer bien, a rodearse de los hombres más capaces. Venezuela tiene muchos profesionales apoyando el proceso de cambio sin tener, lamentablemente, ninguna participación. El observador más distraído no deja de caer en cuenta que en sus relaciones exteriores, Venezuela recurre a la improvisación que es alimentada por la intuición del presidente. Así solo se generan políticas erráticas buenas solo para avanzar y retroceder, pero que no permiten logros concretos con frutos a largo plazo, pues no se trabaja en pro de un norte que se ha definido después de ser evaluado. Ha sido esta norma la que se ha seguido en lo que respecta a Colombia, donde los vaivenes han sido sus determinantes. Y es precisamente por eso que se han dado con tanta frecuencia, los desencuentros. No es lo mismo con Colombia, que no pronuncia una sílaba si esta no está en sintonía con su interés, que determina con claridad quienes son sus aliados, y quienes no lo son. Su posición con relación a Honduras es la manifestación de esa línea que sigue por encima de cualquier contingencia. Para ese gobierno, nada queda sujeto al azar. Las nuevas bases estadounidenses que han disgustado a países del área según lo han hecho conocer, no merece de Uribe ni siquiera un vocablo como respuesta. El plan que procura ejecutar jamás se apartará de los intereses de EEUU., a los cuales con impudicia se subordina. Eso es lo que desde hace mucho rato, tenía que haber determinado Venezuela. Otras habrían sido las consecuencias. Para la planificación de la política exterior del país que sea, sus intereses últimos son su fundamento. Lo primero que debe determinar cualquier cancillería para sus diseños políticos con respecto a cualquier nación, son los puntos de coincidencia y los de divergencia que guarden con la misma, en aquello que le es trascendente. De ahí, precisamente, surge la definición estratégica de un país, de lo que le es sustancial. Habrá naciones con las que las coincidencias serán mayores, y hacia ellas se privilegiará la relación afianzándola. Con aquellos países con los cuales se comparte frontera, las políticas laxas no tienen lugar pues deben obedecer a una profunda reflexión que no las permite. La relación se establece en base a criterios sólidos, exigentes y bien determinados. Nada puede quedar sujeto a la suerte. Recordemos que las fronteras aunque estén definidas, no son estáticas. Las políticas para ella nunca estarán dibujadas para el momento, sino elaboradas para que las generaciones futuras las encuentren ampliadas, o tales como hoy son. Tal vez ahora, luego de este otro chasco que le regaló Uribe a Chávez, este comprenda que en la relación entre naciones, prima el interés estratégico de la nación, y no la voluntad de los gobernantes que siempre, cuando se manejan correctamente estos asuntos, se subordinarán a lo que le sea más importante para aquella. Colombia se ha hartado de mostrárnoslo. Lamentablemente no ha sido igual con Venezuela, que actúa de acuerdo con el momento. Para Colombia, las reacciones de Venezuela le son predecibles. En tanto que esta ni siquiera se ha paseado por lo que son los intereses de los gobernantes vecinos, que se subordinan a lo que decide EEUU. Nunca, mientras persista esa visión que los distintos gobiernos de ese país han seguido, podrá considerársela aliada. Esto de ninguna forma implica que haya que considerarla enemiga. En las relaciones que se establecen, prima solamente el interés comercial por encima de cualquier otra estimación. Si algo ha caracterizado a Chávez respecto de Colombia es precisamente la improvisación exageradamente evidenciada. Los reveses recibidos tendrían que haberle servido para captar lo que todavía no se comprende. El ex ministro de Defensa Manuel Santos, es el mayor ejemplo de la insolencia que se ha recibido de ese país. No perdió oportunidad para atacar a Chávez, que es como hacerlo con Venezuela, tal la investidura del agredido. Este, dirigiéndose a Uribe le pedía que “controlara a su loco”. Uribe ni siquiera se tomó el trabajo de contestarle. Chávez, cuando le respondía a Santos, estaba realmente jerarquizando a quien no tenía el rango requerido para recibir su respuesta. Nunca, en el gobierno de Uribe, Venezuela recibió un desagravio o una disculpa de Colombia ¿no le ha servido esto a Chávez para aprender y comprender las políticas de ese gobierno? Los últimos eventos generados en Colombia son suficientemente demostrativos del desencuentro entre los dos países. Se seguirán repitiendo pues obedecen a principios y valores diferentes que, en tanto que se mantengan, producirán los mismos resultados. Las bases estadounidenses que se instalarán ahí, lo hacen con la complacencia del gobierno que mira su interés por encima de cualquier otro ajeno al suyo. ¿Qué hizo el gobierno ante la instalación de las bases, y la denuncia de las armas que le anexaron? Volvió al micrófono pese a que este le ha demostrado suficientemente su inutilidad frente a Colombia. Habría sido mucho más efectivo y ejemplarizante, si en la primera agresión de Santos, por ejemplo, Venezuela hubiera ordenado el regreso del embajador en lugar de recurrir al micrófono y a la inútil bambolla. Si a muy corto plazo no hubiera habido una respuesta satisfactoria, se retiraba una parte del personal diplomático, y se comenzaba a revisar el comercio, limitando el ingreso de mercancías de ese país, que es el mayor beneficiario del mismo. Seguramente, a las horas de su aplicación, sintiendo sus efectos que siempre le serán muy gravosos, el embajador colombiano reflejando la preocupación de su país, se habría acercado a la Cancillería a conversar sobre las diferencias entre ambas naciones. Allí, Maduro le podría decir sotto voce, que las relaciones se afectaron por las declaraciones de tal ministro, y que el país entiende que no deben ser restablecidas, hasta tanto no se produzca la remoción del mismo. En el ya hoy antepenúltimo conflicto, cuando Chávez llamó al embajador, y cerró las fronteras, inmediatamente se perdieron miles de puestos de trabajo en Colombia, generando reclamos de empresarios y obreros que exigían a su gobierno restablecer de inmediato relaciones con Venezuela. El comercio, lamentablemente, es la mejor herramienta que tiene el país para moderar a Colombia. Si el gobierno percatado de su importancia hubiera dilatado unos días más la apertura de sus fronteras para el ingreso de productos colombianos, el gobierno de Álvaro Uribe que fue muy recriminado por sus empresarios y trabajadores por su conducta, lo habría sido todavía más, lo que le habría obligado de ahí en adelante, a cuidarse de ofender o molestar a un gobierno que solo desea tener buenas relaciones con el suyo. La Cancillería venezolana tiene un grupo profesional de primera jerarquía. ¿Cuál es la razón para que Chávez no recurra a ella para la elaboración de sus políticas con la hermana nación y las del resto del mundo? Sinceramente, no se comprende, salvo que se quiera hacerlo mal a propósito. DEFIENDE ZELAYA EL DERECHO DEL PUEBLO A LA INSURRECCIÓN NUNCA PERSEGUÍ LA RE LECCIÓN, AFIRMA ANTE EL PRESIDENTE CALDERÓN “Cuando hablo del derecho a la insurrección hablo de la insurrección pacífica, no violenta”, aclaró el presidente Manuel Zelaya en conferencia de prensa en la cancillería, donde presumió el sombrero que le regaló su homólogo Felipe CalderónFoto Carlos Cisneros Blanche Petrich Mel Zelaya, el presidente errante de Honduras, prometió, como catracho y como originario de Olancho –la mayor provincia de su país, ubicada en el suroriente–, “como ésos que llevan tres armas: una en el cinto, otra en la bota y otra en la espalda”, que usará todas las armas a su alcance para ser restituido como presidente constitucional de su país. Armas “cívicas y pacíficas, como la diplomacia, el diálogo, la comunidad internacional, las cartas de la ONU y la OEA”. Pero también reclamó –ante un presidente Felipe Calderón que lo miraba azorado– que su pueblo tiene el derecho constitucional a la insurrección. Y que si “las derechas existen y apoyan los golpes de Estado militares para parar procesos sociales, también los pueblos tienen derecho a ocupar las armas que les proveen nuestros sistemas legales y jurídicos para revertir los golpes”. Manuel Zelaya en México. Todo un hito, pues es un mandatario que no ocupa por ahora la silla presidencial, allá en Tegucigalpa. Aun así, fue recibido aquí como jefe de Estado, no cabe duda. Se le dio la bienvenida en el mismo espacio donde apenas cuatro meses atrás fue recibido el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, la explanada que en honor de Francisco I. Madero existe en Los Pinos. Recibió honores y pasó revista al Estado Mayor Presidencial. Y como presidente constitucional y reconocido por el Estado mexicano, se le aplicó el mismo protocolo que a cualquier mandatario visitante, incluidos los himnos de los dos países –que causó el discreto lagrimeo de algunos integrantes de la desterrada delegación hondureña–, saludo de niños y banderitas de papel. Como para que Roberto Micheletti tomara nota. En esta estación del largo itinerario que recorre Zelaya desde que fue expulsado de su país, de su oficina presidencial, de su hogar y literalmente de su cama, El Mel, como le dicen popularmente los catrachos, supo aprovechar cada minuto del tiempo y la coyuntura. Está en México, país gobernado por un partido conservador que en el fondo lo ve como un “populista‐chavista”. No se encuentra en el entorno fraternal de sus aliados de la Alternativa Bolivariana. Quizá por eso destacó en su saludo inicial, al pie de la estatua de Madero: “Este acto pasará a la historia hablando bien de México”. Y en ese tono continuó. Jogo de cintura Supo reconocer en todo momento que la diplomacia mexicana ha sido consistente en su repudio al golpe de Estado desde el primer momento; que el presidente Felipe Calderón fue el primero en invitarlo a su país. Que en el lenguaje diplomático mexicano no se obvió el término “golpe militar de Estado”, que en otras latitudes se ha ido esfumando poco a poco. Y que fue aquí, en México, donde fue acogida la canciller Patricia Rodas, a quien las fuerzas golpistas quisieron arrestar el mismo día de la asonada. En suma, Zelaya demostró tener jogo de cintura, como le gusta nombrar al presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva a las artes del pragmatismo político. Por cierto, la segunda estación de esta gira es Brasil. Pero sobre todo, no desperdició la oportunidad de explicar una vez más –ahora frente a Felipe Calderón, para dejarlo clarísimo– que él nunca persiguió la relección y que con su intención de instalar una cuarta urna en las elecciones municipales del 28 de junio no pretendía “perpetuarse en el poder”, sino reformar un texto constitucional, como lo hacen las sociedades modernas y flexibles, para perfeccionar y profundizar la calidad de la democracia. La supuesta intención releccionista de Zelaya es una de esas informaciones distorsionadas que las campañas mediáticas logran vender a las mayorías como “verdades”. Del Stetson al Tardán Por la mañana, en Los Pinos, Zelaya apareció de riguroso traje y corbata pero con el infaltable Stetson que compró en su exilio en Nicaragua, porque el que usaba habitualmente en Honduras se quedó abandonado en su buró, al lado de su cama, en su casa, cuando él estaba en piyama y fue expulsado por el ejército del país y de la presidencia. Por la tarde había cambiado su simbólico accesorio por un sombrero ranchero –¿sería marca Tardán?– que, dijo en conferencia de prensa, le obsequió Felipe Calderón. Ahí mismo, conocedor de las mañas que se dan los grandes medios de comunicación, aclaró aquello del “derecho constitucional a la insurrección”, maliciando que esas palabras serán usadas en su contra –como seguramente ocurrirá– en las grandes empresas mediáticas que ya desecharon el término “golpe de Estado” como referencia a la crisis hondureña. “Cuando hablo del derecho a la insurrección hablo de la insurrección pacífica, no violenta. Buscamos una restitución pacífica. Si hubiera sido violenta hubiera sido con armas y en forma mucho más contundente. Pero me he opuesto al uso de armas para mi restitución. Somos congruentes con una posición eminentemente pacifista.” Porque sobre la violencia, Manuel Zelaya sabe. En los años 80, cuando era un joven diputado del Partido Liberal y se distinguía por ser voz minoritaria entre los políticos oficialistas que favorecían que el territorio de Honduras sirviera de base para las guerras contrainsurgentes de Estados Unidos contra las rebeliones en Nicaragua y El Salvador, sufrió el primer atentado contra su vida cuando en aquella década viajó con un grupo de periodistas franceses a la base que la contrarrevolución nicaragüense –financiada desde Washington– había asentado en la región de El Aguacate. El último atentado lo vivió dos semanas antes del golpe de Estado, cuando su vehículo fue baleado en la capital hondureña, una de las muchas señales que se sucedieron antes de consumar la asonada. De ahí una advertencia que expresó durante la conferencia de prensa que ofreció en la Secretaría de Relaciones Exteriores, y que no debe caer en saco roto: “Si nace la violencia en la derecha volverá a renacer la violencia de los grupos sociales que dejaron las armas después de la caída del Muro de Berlín”. Continuó: a las guerrillas en Centroamérica “se les dijo que dejaran las armas y lo hicieron. El Frente Sandinista y el Frente Farabundo Martí son un ejemplo: dejaron las armas por las urnas y los votos. Pero si ahora se les dice que las urnas y los votos no son necesarios y aparecen las armas en manos de la derecha, están abriendo un expediente muy grave para toda nuestra región. Todos debemos oponernos”. MÉXICO Y REINO DE LA BUROCRACIA INTEGRANTES DEL TEPJF SE ACERCAN A LOS INGRESOS DE BARACK OBAMA Alfredo Méndez Un magistrado electoral en México percibe al año más de 4 millones de pesos (entre sueldo y prestaciones), casi la misma cantidad que tiene como salario el presidente de Estados Unidos, Barack Obama (quien gana 400 mil dólares anuales, 5.2 millones de pesos), y 46 por ciento más de lo que recibe en 12 meses el presidente de la Corte Suprema de Justicia de aquel país (217 mil 400 dólares, cerca de 3 millones de pesos). Estas cifras acerca de lo que perciben al año funcionarios de alto nivel de los poderes Ejecutivo y Judicial de Estados Unidos son oficiales, y fueron consultadas ayer por La Jornada en la página electrónica del Senado estadunidense: www.senate.gov/reference/resources/pdf/RL33245.pdf. Otro dato obtenido en ese portal de Internet ejemplifica la enorme diferencia de salarios entre los juzgadores mexicanos y los estadunidenses, ya que mientras el presidente de la Corte Suprema de Colorado gana 142 mil 708 dólares al año (un millón 855 mil 204 pesos), un magistrado mexicano del Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal (TEPJF) recibe en 12 meses 4 millones 116 mil 646 pesos (343 mil al mes). En su edición de ayer, este diario hizo del conocimiento público el contenido del Manual de percepciones, prestaciones y demás beneficios de los servidores públicos del Poder Judicial de la Federación (PJF) para el ejercicio fiscal 2009, que establece que los siete magistrados del TEPJF ganan en conjunto 28 millones 816 mil 723 pesos anuales. Esas revelaciones provocaron críticas al PJF y al Congreso de la Unión de parte de los constitucionalistas Elisur Arteaga Nava, profesor de la Escuela Libre de Derecho, y Raúl Carrancá y Rivas, maestro emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México. Arteaga manifestó ayer, en entrevista con este diario, que en las “excesivas” asignaciones presupuestales que cada año le autoriza la Cámara de Diputados al PJF, está el meollo de las “escandalosas” prestaciones que permiten a los siete magistrados electorales y a los 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia percibir más de 4 millones de pesos al año, en un país que cuenta con 70 millones de pobres. Lo preocupante es que “esta ligereza legislativa contribuye a que México cuente con un sistema de justicia caro, lento y que privilegia exclusivamente a los ricos y a los poderosos”, expresó. Arteaga añadió que lo más grave es que “estos salarios exorbitantes representan una flagrante violación al artículo 127 constitucional, que establece que el Presidente de la República, los ministros, los senadores y demás servidores públicos recibirán una percepción adecuada por sus funciones, empleo, cargo o comisión, la cual será determinada anualmente en los presupuestos, por lo que cualquier ingreso aparte de su sueldo mensual es violatorio de la Carta Magna”. En el mismo sentido se expresó Raúl Carrancá y Rivas, quien sostuvo: “ahora que leo esta información de La Jornada veo con enojo cómo es que los magistrados electorales son verdaderos mandarines chinos… ¡Con razón se dan de puñaladas para llegar a estos cargos! ¡Pobre México: tan pobre su gente y tan descarados sus magistrados!”, soltó el jurista. Elisur Arteaga destacó que este tipo de prestaciones avaladas por la Cámara de Diputados “encarecen nuestra justicia y el proceso electoral en forma innecesaria, porque son magistrados que finalmente trabajan cuando mucho cinco meses al año. Estamos manteniendo a juzgadores con salarios que superan a las percepciones de aquellos magistrados de países del primer mundo, pero la justicia que imparten no está en ese nivel”. Finalmente, Artegaga puntualizó: “estas prestaciones demuestran cómo funciona el aparato de Estado: ‘se te paga bien magistrado, se te atiende como rey. El legislador te autoriza tu presupuesto… y después, yo, titular del Ejecutivo, te cobro el favor para que tu me resuelvas en tal o cual sentido’”. URIBE DE GIRA PARA PROMOCIONAR LAS BASES MILITARES DE EE.UU. EN COLOMBIA El presidente de Colombia Álvaro Uribe está de gira por varios países de la región para explicar por qué permitirá que Estados Unidos instale más bases militares en su país. Este martes se reunió con el Presidente Evo Morales en La Paz. Uribe se entrevistará con los presidentes de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva y de Chile Michelle Bachelet que criticaron la decisión del gobierno colombiano y sugirieron debatir el tema en el Consejo de Defensa de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur). El mandatario colombiano visitará también a los presidentes de Perú, Argentina, Uruguay y Paraguay. El acuerdo entre Washington y Bogotá que permitirá la instalación de entre tres y cinco bases norteamericanas intranquiliza a toda la región. Estados Unidos buscaría sustituir a la base ecuatoriana de Manta, que será devuelta definitivamente el 15 de septiembre. Washington argumenta la necesidad de cuidar la región y luchar contra el narcotráfico. Varios analistas consideran que se trata de una concepción geoestratégica dura de Estados Unidos que pretende seguir velando por sus intereses hegemónicos en Latinoamérica. Trascendió que la base de Palanquero en Puerto Salgar, Cundinamarca, es la más grande. La base de Apiay se ubica al sur, en el Meta, y la de Malambo, en el departamento Atlántico, muy cerca de La Guajira. Las tres bases rodean a Venezuela. Se comenta también que Estados Unidos pretende las bases de Bahía Málaga y de Cartagena. Estas bases asegurarían el libre desplazamiento norteamericano hacia el Atlántico, el Pacífico y el Caribe. El informe elaborado por el Comando Aéreo para la Movilidad (AMC) de la Fuerza Aérea de EE.UU. titulado "Estrategia Global en Ruta" dice que "el Comando Sur se ha comenzado a interesar en establecer un punto en el continente suramericano que puede usarse tanto para operaciones antinarcóticos y como punto para ejecutar operaciones de movilidad. El Comando Sur ha identificado a Palanquero, Colombia, como una Localidad de Cooperación en Seguridad (CSL por su sigla en inglés, la forma como E.U. denomina las bases en otros países)". "Desde allí casi la mitad del continente podría cubrirse con un avión C‐17 sin reabastecerlo de combustible. Y, si existiera el combustible adecuado, el C‐17 podría cubrir todo el continente con excepción del Cabo de Hornos (extremo sur de Chile)", añade el informe. La Sociedad Internacional de Intelectuales Sartreanos en defensa de la Humanidad condenó la instalación de las cinco bases norteamericanas, estratégicas para la dominación militar, económica y geopolítica de America Latina desde Colombia, "en un expansionismo imperialista contra los pueblos latinoamericanos, ejerciendo control permanente, y convirtiendo a la región en un Afganistán, Irak, o en nuevo Vietnam como escenario de guerra, con una inestabilidad potencial contra las democracias libres latinoamericanas". Según esta organización, la nueva administración norteamericana continua con políticas expansionistas y las profundiza, empezando con el plan golpista contra el presidente hondureño José Manuel Zelaya Rosales, intentando desestabilizar la región con apoyos a sectores fascistas de la extrema derecha empresarial y oligárquica junto a militares genocidas. MUJICA CONTRARIO A BASES DE EEUU EN LATINOAMÉRICA El encuentro entre el candidato a la Presidencia por el FA y el presidente de Brasil se postergó por la gira del mandatario de Colombia, Álvaro Uribe, explicando el alcance de la propuesta militarEl nuevo rol del viceMujica inició su “avanzadilla” en BrasilPor Gonzalo Ferreira, desde a Brasilia El encuentro entre el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva y el candidato a la presidencia del Frente Amplio, José Mujica, estaba previsto para este miércoles a la tarde, pero un “convidado de piedra” lo postergó para el jueves a la mañana: la idea de Colombia de instalar una base militar estadounidense en aquel país. El presidente colombiano, Álvaro Uribe, está de gira por toda América Latina conversando con los distintos presidentes sobre este tema. “Tuvimos que esperar”, bromearon Astori y Mujica el martes en una conferencia de prensa. Para el presidenciable del Frente Amplio “no es buena” la instalación de este tipo de bases y las calificó como un “convidado de piedra”. URIBE LLEGÓ A TIERRA ALIADA Si en algún destino de esta gira Uribe podía encontrar el respaldo que busca para su política militar de alianza con Washington, ese lugar era Lima. Desde Bogotá se anunció que las bases militares norteamericanas serían siete y no tres. Por Carlos Noriega Desde Lima El presidente colombiano Alvaro Uribe inició ayer en Lima su gira por siete países de la región para explicar los alcances del convenio que negocia con Estados Unidos para incrementar la presencia militar norteamericana en Colombia. La gira de Uribe, que también incluye Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, se realiza en medio de los duros cuestionamientos realizados por varios gobiernos de la región –Brasil, Chile, Ecuador y Venezuela– por este acuerdo militar que implica la instalación de bases militares en Colombia. Con estas visitas Uribe busca bajar el tono de estas críticas. El convenio militar entre Bogotá y Washington será uno de los temas que concentrarán la atención de los presidentes en la próxima reunión de Unasur, que se llevará a cabo el 10 de agosto en Quito y a la que el mandatario colombiano no asistirá. Al tiempo que Uribe iniciaba su gira sudamericana –de la que excluyó a sus vecinos Ecuador y Venezuela, que han calificado las futuras bases norteamericanas como un riesgo para su seguridad–
, el ministro de Defensa de Colombia, general Freddy Padilla, anunciaba que las bases militares norteamericanas que se instalarían en Colombia no serían tres, como se había anunciado, sino siete. Tres bases serían para la fuerza aérea, dos para el ejército y dos para la marina. Si en algún destino de esta gira Uribe podía encontrar el respaldo que busca para su política militar de alianza con Washington, ese lugar era Lima, su primera escala. El presidente colombiano llegó a la media tarde de ayer a la capital peruana y fue recibido en la puerta del Palacio de Gobierno por el presidente Alan García, que lo saludó con una amplia sonrisa y un afectuoso abrazo. La reunión privada entre ambos presidentes duró poco más de una hora. En la cita también participaron los cancilleres de los dos países. La cancillería colombiana calificó la gira de Uribe como “muda”, pero al final de la reunión los dos presidentes hicieron una breve declaración a la prensa en el patio del Palacio de Gobierno, aunque no aceptaron preguntas de los periodistas. García no se refirió directamente al tema de las bases norteamericanas, pero fue claro en su apoyo a Uribe y su política contra la insurrección. García calificó a su colega colombiano como “un buen amigo”. El presidente peruano señaló que había conversado de “temas de interés continental” y de “situaciones enojosas que presentan a Colombia como víctima”. En su breve intervención, García no ahorró elogios para Uribe: “Sabe el presidente Uribe cuánto respeto tenemos por los trabajos de pacificación y desarrollo social de su gobierno”. Pero eso no fue todo. García siguió alabando sin reservas a un sonriente Uribe. “La historia va a reconocer mucho y muy pronto –dijo, con aire profético– cuánto se ha hecho a favor no sólo de Colombia sino del modelo democrático en el continente gracias al presidente Uribe y su gobierno.” García habló poco, pero no quiso dejar dudas de su apoyo a Uribe en su enfrentamiento con el resto de la región por las bases militares. El colombiano, satisfecho con el respaldo del presidente peruano, se limitó a darle las gracias a su anfitrión. No sorprende el respaldo al gobierno de Uribe y sus planes de apoyar el incremento de la presencia militar norteamericana en la región. García tiene en Uribe a su mejor aliado en la región. Ambos presidentes comparten su alineamiento con Washington y su enfrentamiento abierto a los gobiernos izquierdistas de la región. El gobierno de Lima también ha mostrado su disposición a permitir la presencia militar norteamericana. Como informara Página/12 en marzo de 2007, Lima y Washington tuvieron conversaciones para instalar una base militar norteamericana en Perú en reemplazo de la base de Manta, en Ecuador. La posibilidad de instalar esa base, lo que había generado fuertes críticas internas, no prosperó, pero la presencia militar norteamericana en el país creció. En 2008, mil soldados norteamericanos –en grupos de cien– ingresaron en la región de Ayacucho, zona donde se concentran los últimos grupos armados de Sendero Luminoso y cultivadores de coca. Este año, el gobierno de García ha firmado un convenio con Estados Unidos para permitir que los buques de guerra de la resucitada IV Flota, que opera en la región, utilicen los puertos peruanos. En el país hay dos bases de la DEA, ubicadas en los principales valles cocaleros, desde donde se organizan las operaciones antidrogas. El gobierno peruano también ha estrechado la colaboración militar y en inteligencia con el de Uribe. Perú y Colombia realizarán maniobras militares conjuntas este año en la frontera de ambos países, que tiene una extensión de 1400 kilómetros en una zona de selva. Luego de su reunión con el presidente peruano, Uribe partió a La Paz para continuar con su gira. Difícilmente encuentre en alguno de los otros países que va a visitar el respaldo que se llevó de Lima. 

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