No.863 - "Que se arrepientan para conocer la verdad"

MENSAJES DEL AMOR DE DIOS
á
diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda
la vida sujetos a servidumbre.” Y todo
esto ha sido hecho y se anuncia a los
pecadores “para que se arrepientan para
conocer la verdad, y escapen del lazo del
diablo, en que están cautivos a voluntad
de él” (1a Juan 3:5; Hebreos 10:10 y 14;
1a Juan 3:8 y Hebreos 2:14-15).
El infierno es descrito como un “horno
de fuego” en Mateo 13:42 y 50, como
un “lugar de tormento” en Lucas 16:28,
y como un “lago de fuego” en Apocalipsis 20:10.
Sin ninguna duda, la descripción más
completa del infierno se halla en el relato
del rico y del pobre Lázaro. Leamos lo que
hace referencia a ello: “Y en el infierno [el
rico] alzó sus ojos, estando en los tormentos . . . dando voces, dijo: Padre Abraham,
ten misericordia de mí, y envía a Lázaro
que moje la punta de su dedo en agua,
y refresque mi lengua; porque soy atormentado en esta llama. Y díjole Abraham:
Una grande sima está constituida entre
nosotros y vosotros, que los que quisieren
pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de
allá pasar acá” (Lucas 16:23-26).
Probada pues la veracidad de la existencia del infierno, y hecha la descripción de
tal lugar, sabes bien que no te conviene
ir allí. Sepas que “los malos [q.d. los incrédulos] serán trasladados al infierno,
todas las gentes que se olvidan de Dios”.
Ahora puedes escapar de ir a parar allí.
Una vez en él, jamás se puede salir. ¡Una
eternidad de tinieblas y hervor de fuego!,
pues “horrenda cosa es caer en las manos
del Dios vivo” (Hebreos 10:27 y 31).
Está escrito que ante el juicio de Dios nadie excapará libre de condena, pues una
vez hecho el juicio, “El que no fue hallado
escrito en el libro de la vida, fue lanzado
en el lago de fuego” (Apocalipsis 20:15)
Por eso Cristo dijo a los discípulos
cuando volvieron a El exclamando con
gozo: “Señor, aun los demonios se nos
sujetan en tu nombre . . . No os gocéis
de esto . . . antes gozaos de que vuestros
nombres están escritos en los cielos”
(Lucas 10:17 y 20).
Amigo lector, ¿está tu nombre escrito en
el libro de la vida? Si tu respuesta es que
no, debes arreglar tu situación con Dios.
¿No te conmueve Su amor por ti, al pensar que El dio a Su Hijo amado para que
muriera en tu lugar? Piensa que “Dios
muestra su amor para con nosotros, en
que siendo aún pecadores, Cristo murió
por nosotros” (Romanos 5:8).
Dios no ha esperado un acto de fidelidad de nuestra parte para darnos a
Su amado Hijo, sino que cuando fue el
momento por Dios fijado, como dice la
Escritura, “Cristo, cuando aún éramos
débiles, A SU TIEMPO MURIO por los
impíos” (Romanos 5:6).
Conociendo pues esto, y pue “no hay
salvación en ningún otro, pues ningún
otro nombre debajo del cielo es dado
a los hombres para salvarnos” (Hechos
4:12), ¿no irás a los pies de Cristo, arrepentido de tu culpabilidad y confesando
a El tus pecados?
Si así lo haces, tendrás la paz y el
perdón: de lo contrario, si sigues obstinado el camino de tu voluntad, no creyendo en El que Dios ha enviado, serás
castigado de eterna condenación en el
infierno, ya que “si toda transgresión y
desobediencia recibió su justa retribución, ¿cómo nosotros escaparíamos del
castigo, si menospreciamos tan preciosa
salvación?” (Hebreos 2:2-3)
Toda Correspondencia debe dirigirse a la redacción: Mensajes del Amor de Dios,
35612 -11th Avenue S.W., Federal Way, WA 98023 EUA. Se manda un Evangelio del
Apóstol Juan al que lo solicite, con límite de un solo ejemplar a cada solicitante.
Favor de escribir su nombre y domicilio con letra de molde.
Esta publicación se manda gratis al que la solicite.
2a Timoteo 2:25-26
Número 863
“Que se arrepientan para conocer la verdad,
y escapen del lazo del diablo, en que están
cautivos a voluntad de él.”
También en los años recientes han sido muchos
otros erupciones de volcanes en varios países.
Más voraz que un volcán
V
EMOS una instantánea del volcán
St. Helens en el preciso momento
de su erupción el día 22 de julia del año
1980. La mayor erupción tuvo lugar el
18 de mayo del mismo año.
A consecuencia de este siniestro, por
lo menos 34 personas perdieron la vida
y 29 más se han dado por desaparecidas, destruyendo una gran extensión de
bosque alrededor, por la violencia de las
erupciones, y de la incandescencia de
las materias vomitadas en forma de lava,
la cual alcanza a veces temperaturas de
900 a 1.500 grados de calor.
Si sabemos que, por ejemplo, es imposible tocar el agua a 70˚ de temperatura sin quemarnos, y cuando llega a
los 100˚ entra en ebullición, causando
la muerte a todo ser viviente, ¿podre-
mos imaginarnos lo que sería experimentar más que el calor, la incandescencia abrasadora de un volcán?
Tal vez pensemos que esto sea el “summum” de lo que en fuego se puede alcanzar, pero hay un fuego aun más horrible, que corroe sin consumir, según se
describe en la Biblia, la Palabra de Dios,
y es el lugar llamado “Infierno”.
Es posible que algunos se sonrían al
leer estas líneas, o exclamen: “Eso del infierno es cosa de los siglos pasados, no
de nuestros tiempos” o bien: “Esto es para
asustar a niños y bobos.”
Amigo lector, la cosa es más grave de lo
que parece, por su veracidad, y te rogamos que pienses en tu estado de alma
ante Dios, no sea que por tu incredulidad
te encuentres en él después de tu muerte.
Lo que tú pienses, y lo que yo piense, no
varían las cosas; es la Palabra de Dios,
quien dice: “Los malos serán trasladados
al infierno, todas las gentes que se olvidan de Dios” (Salmo 9:17). ¿Quién osará
negar tal evidencia?
El mismo Señor Jesús habló de tal lugar,
y fue precisamente para librarnos de ir a
parar allí que El dejó Su gloria. Pues “El
apareció para quitar nuestros pecados.”
Y ¿cómo los quitó? “Por la ofrenda del
cuerpo de Jesucristo. Porque con una
ofrenda hizo perfectos a los santificados.” Además también “apareció el Hijo
de Dios, para deshacer las obras del diablo.” Y ¿cómo actuó en esto? “Por cuanto
los hijos participaron de carne y sangre,
él también participó de lo mismo, para
destruir por medio de la muerte al que
tenía el imperio de la muerte, esto es, al
“Jesús le dice: Yo soy el camino, y la verdad,
y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí.”
2011
AÑO
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San Juan 14:6
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“...Aparéjate para venir al encuentro á tu Dios...”
Amós 4:12
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