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Sobre el “Rodríguez Monroy” y mis amigos Begoña Santana y Domingo Díaz
1 Pablo Peñate con sus amigos de Rodríguez
Monroy
Conozco a Domingo y a Begoña desde hace ya
cuarenta años. Corría la década de los sesenta
del pasado siglo cuando siendo muy niños nos
enganchamos al baloncesto en Rodríguez
Monroy, en uno de los santuarios de este
deporte en la capital. Allí se jugaba al
baloncesto, se pasaba el rato, se cultivaba la
amistad y el compañerismo e incluso, en las
dos personas referidas y en otras, hasta
parejas que formaron una familia. La cancha
Rodríguez Monroy no conocía edades y allí se
mezclaban infantiles y seniors. Lo mejor es que
allí surgieron amistades que han perdurado en
el tiempo. Las únicas diferencias que recuerdo
de aquellos años estaban en los 3x3 que allí se
jugaban y siempre relacionado con una misma
frase: “fue falta, sacamos nosotros”, pero que
no influían en el cariño que los asiduos nos
teníamos.
Estar en la cancha por las tardes era lo normal. Los que más la frecuentaban
veían todos los entrenamientos y los partidos que allí se celebraban. En cualquier caso
se admiraba la progresión de los jugadores, pero más el ardor que ponían en ello. Creo
que este tema se respiraba en aquella cancha. Algunos entrenadores como Pedro
Pulido
canalizaron
esta
cualidad y con el tiempo este
ardor
sería
un
sello
característico de los jugadores
formados allí.
Las carreras deportivas
de estos dos amigos no voy yo
a descubrirlas ahora puesto que
son públicas y ya más que
loadas. Eso sí, no conozco
ningún caso en el baloncesto
nacional con los méritos que
tienen Begoña y Domingo. El
palmarés que poseen creo que
será irrepetible por décadas. ¿El
secreto?
2 Pablo Peñate con UD Las Palmas de Pedro Pulido
Creo que se sustenta en varios pilares: una vida dedicada al baloncesto minuto a
minuto, un conocimiento profundo del juego –ambos fueron técnicamente muy buenos
jugadores-, y además, metódicos y con gran capacidad de trabajo. Por último, diría que
han sido fieles a un concepto global sobre el baloncesto.
Para comprender mejor a Domingo y a Begoña e incluso a su club, hay que
repasar los inicios de Rodríguez Monroy, toda una historia digna de contar y que no
figura en la prensa escrita, pero sí en la memoria de los que la vivimos.
Revolviendo papeles y recuerdos sobre la cancha Rodríguez Monroy
Para conocer los orígenes de las
instalaciones
Rodríguez
Monroy
debemos situarnos en 1965. Aquel
año, el jueves 25 de noviembre, se
reunía el Pleno Municipal de la ciudad
de Las Palmas de Gran Canaria para la
mensual toma de acuerdos. Aquel
pleno, presidido por el alcalde Juan
Ramírez
Bethencourt,
tuvo
importantes acuerdos para el deporte
local.
Entre
otros,
aprobó
la
electrificación del recién construido
estadio López Socas, la construcción
de instalaciones deportivas en el Colegio
3 Mi hermano Wilo el año que se inauguró Rodríguez Monroy
Cervantes y en los grupos de viviendas de la
barriada de Escaleritas situados en las calles Avenida de
Escaleritas, calle Canónigo Azofra del Campo y Tomás
García Guerra, y en las calles Avenida de Escaleritas, calle
Deán Rodríguez Bolaños y Almirante Benítez Inglot. En
definitiva, se estaba aprobando la construcción de lo que
hoy son las instalaciones de Eliseo Ojeda y las conocidas
como Rodríguez Monroy, histórico feudo del Club
Baloncesto Islas Canarias y que ahora nos ocupa.
En aquellas fechas era concejal de deportes
Fernando Navarro Valle. Este recordado concejal, con el
apoyo de Carlos García San Román, emprendió toda
una cruzada para sacar adelante el deporte de minorías.
4 Diploma del I Verano-Deportes de Begoña
No debemos olvidar que por aquellos tiempos los presupuestos municipales eran
cortos y además aún se estaba construyendo la Avenida Marítima y éste era un
proyecto prioritario, amen de las enormes carencias básicas que tenía la Ciudad. Y sería
precisamente Fernando Navarro Valle el que conseguiría arañar unos dineros para la
construcción de nuevas canchas entre los bloques de Escaleritas. A principios de 1966
ya se estaban adecuando los solares. Casi entrando el verano, en nuevo Pleno
Municipal, se aprueba el alumbrado y la puesta en marcha de las instalaciones, hecho
que ocurriría ese mismo verano.
La cancha Rodríguez Monroy se inauguró el 18 de julio de 1966
Por aquellos tiempos el minibasket estaba muy de moda y eran numerosos los
equipos escolares que realizaban este deporte. Por esta razón y por la capacidad de
arrastre que tienen los pequeños en los mayores, la federación preparó unos partidos
mayoritariamente de minibasket para la puesta en
marcha tanto de Rodríguez Monroy como del
Eliseo Ojeda. La inauguración ocurrió el lunes 18
de julio de 1966, con un cartel en el que
intervinieron los siguientes equipos: Claret, Loyola,
Combinado Nuez Aguilar-San Agustín y La SalleU.D. Fue un día de mucho trasiego en aquellas
canchas y la jornada resultó todo un acierto. Ya
por la tarde se jugarían partidos de mayores,
tanto en masculino como en femenino. La
inauguración oficial fue realizada por el
Gobernador Civil y por el Alcalde, Srs. Alberto
Fernández Galar y Juan Ramírez Bethencourt
respectivamente.
Begoña Santana y Domingo Díaz se inician
en el baloncesto con el “Contamos Contigo ”
y las campañas “Verano y Deporte” de los
sesenta
Conviene recordar que a mediados de los
sesenta del pasado siglo, hubo una gran campaña
nacional denominada “Contamos contigo” que
estaba destinada a promover los deportes, sobre
todo los practicados al aire libre. En 1967 ya con 5 Día del Mini-basket en Rodríguez Monroy
Germán Luzardo de concejal de deportes,
extraordinario gestor, el deporte se trasladó de las calles a las canchas.
El gran mérito de este concejal fue lograr que las instalaciones deportivas de los
colegios nacionales se abriesen al público, además de crear las campañas “Veranodeporte” que tantos nuevos deportistas reclutó para los entonces en expansión
balonmano, voleibol y baloncesto.
Las campañas Verano-deporte engancharon a muchos niños de la zona. Estas
actividades deportivas hicieron que las canchas deportivas fuesen un centro de reunión
para muchos. Domingo Díaz, quien curiosamente en la primera campaña se había
apuntado a balonmano, al siguiente año comienza su relación con Rodríguez Monroy
con su paso al baloncesto. Begoña Santana, por razones de vecindad a la cancha,
también se engancha al deporte de la canasta. Entre aquellos niños que se iniciaban
estaban, al margen de los dos citados y el que suscribe: Juanito Popó, Mingo el largo,
Pacuco Ramos, Zereida, Mary Paz Martín y otros. Y no pudieron tener mejores maestros
los que entonces se iniciaban, pues se contaba con Pablo Benazco –tremendo
jugador años atrás– y, con Demetria, Isabel y Leonora. La ilusión por el basket había
comenzado en Rodríguez Monroy.
Para gestionar las nuevas instalaciones entran personas muy importantes para
el baloncesto local como fueron Pablo Benazco y Pepe Marrero, uno en Rodríguez
Monroy otro en Santa Catalina. El Eliseo Ojeda, calles más abajo de Rodríguez Monroy,
también tuvo cancha de minibasket, pero se convirtió en feudo del balonmano a
partir de la llegada de Leoncio Castellano (gran valedor del balonmano de base). De
esas canchas y de la labor
oscura de estos hombres
saldrían muchísimo
nuevos
jugadores, además de futuros
entrenadores.
Los 3x3 y otras anécdotas
de Rodríguez Monroy
En los inicios de los setenta,
con ya unos pocos años de
existencia de la cancha, el club
existente allí aglutinaba equipos
en todas categorías, tanto en
masculino como en femenino.
6 Miguelo Betancor pitando en Rodríguez Monroy a Domingo Díaz
La cancha era el centro de reunión de las diversas generaciones, pero a la hora
del juego, que no del entrenamiento, la cancha principal se prestaba en ambos aros a
unos partidillos de 3x3 en los que no importaba la edad de los contendientes. Así se
mezclaban jugadores y jugadoras, dándose el caso de jugar infantiles contra junior o
seniors e incluso con inclusión de niñas en los partidos.
De esos 3x3 y de la dificultad que Begoña Santana tenía para hacer un cambio
de dirección ante los niños mayores consiguió dominar el cambio por la espalda que
luego tan buenos resultados le diera en su carrera como jugadora, además como tenía
que tirar muy rápido practicó con gran acierto un tiro fuerte y a tabla desde lejanas
posiciones. Domingo, por su parte, su baja estatura le hizo desarrollar un muy buen tiro
exterior.
Muchos nombres nos vienen a la memoria entre los asiduos a los 3x3: Begoña y
Domingo, Mingo el largo, Mary Paz, José Guerra, Juanito, Macu, Armas, Marcial, Loly,
Paco y Antonio Moreno, Manolo Torres, Juanito Afonso, Prisco, Paco Santana, Juan A.
Merino, amén de uno mismo y mis hermanos Juan y Wilo. Incluso, en los veranos, era
frecuente encontrar a Carmelo Cabrera el entonces genial jugador del Real Madrid,
entre los integrantes de los 3x3.
Dominguito, el guardián de la cancha, abría las puertas a las cinco de la tarde.
Ello no impedía que los niños más jóvenes saltasen las verjas metálicas que tenía la
fachada para así comenzar antes la actividad. Cuando llegaba Dominguito, el sermón no
había quién lo quitase, pero el hombre prestaba a los jóvenes uno de aquellos
desgastadísimos balones naranja para así comenzar a tirar. Hasta que no había
suficiente número de jugadores no se empezaba a jugar. Recuerdo perfectamente que
uno tiraba de fuera y el resto debajo del aro para coger el rebote y así poder tirar. Con
este espontáneo ejercicio, todos aprendían el arte de buscar el rebote: posición, brazos
prietos, punta de los dedos de los pies presionando fuerte sobre el suelo, talones
ligeramente levantados y para arriba con fuerza. Los pequeños, evidentemente, se
especializaban en el rebote largo. Sí, el baloncesto era muy intuitivo por aquellas
épocas. Hoy existe más
músculo,
pero
en
aquellos años el más
torpe te hacía un traje
merced a una buena
técnica individual.
Son
muchas
las
anécdotas y momentos
que podríamos contar de
aquellos años.
7 Dominguito y mis amigos de Rodríguez Monroy
Todos y cada unos ayudaron a forjar el carácter y el posterior desarrollo de un
tipo determinado de baloncesto. Nos vienen a la mente el tema de las zapatillas, lo
botines como entonces los llamábamos. Sobre éstos habría que escribir todo un libro.
En aquellas épocas tener unas Ella, Pirelli o unas Keds eran ya un detalle. Tener unas
All Star o unas Tatum eran palabras mayores. En cualquier caso, hoy se pide tiempo
muerto al árbitro para amarrarse los cordones, en aquella época era normal pedirle
parar al árbitro para meter por dentro la lengüeta del botín dada las malas condiciones
de la bota… Para conseguir unas zapatillas nuevas muchos esperaban al día de Reyes,
otros a Bermúdez (presidente de la UD. Las Palmas de baloncesto) y los más
espabilados a Recauchutados Bolaños para repararlas. Hoy hay un balón para cada
jugador; en aquella época dos sopladeras para todos, así que el balón era un bien
escaso y tirarse a por él era de lo más normal. La cancha Rodríguez Monroy fue testigo
mudo de todo esto.
Por aquellos años, en fútbol la U.D. Las Palmas estaba en la Primera División y
éramos muchos los que, con los pases que nos cedía Bermúdez por ser jugadores del
club, nos concentrábamos en la Grada Curva del viejo Estadio Insular para animar a la
querida U.D. Como verán los que lean estas anécdotas, el basket unía y todo ello
ocurría a través de Rodríguez Monroy.
Como curiosidad ,y valga para la historia del Carnaval de Las Palmas, en aquellos
tiempos de régimen franquista en los que estaban prohibidas estas fiestas en público,
en Rodríguez Monroy se haría también una demostración carnavalera. Recordamos, con
sonrisa, que los más osados plantearon hacer un partido de carnavales. Dicho y hecho.
Una tarde de febrero, los jugadores nos presentamos de tal guisa que los amigos se
partían de la risa, y se jugó un partido en los que algunos hasta iban ataviados de
brujas con escoba incluida. Eso sí, los pasos se pitaban. La memoria nos hace una mala
pasada pero, entre otros, recuerdo al propio Domingo Díaz, Marcial y Zoilo, Manolo
Torres, Segundo, Juan Luis Mederos y a mi mismo. ¡Menuda fiesta!
Antonio Bermúdez y Pedro Pulido
Al escribir sobre Rodríguez
Monroy y la carrera de Domingo
y Begoña en el baloncesto es
indispensable recordar a estas
dos significativas personalidades
del baloncesto canario que tanto
tuvieron que ver con ellos.
Antonio Bermúdez fue un
padre para el baloncesto canario
y más concretamente para Rodríguez Monroy.
8 Bermúdez jugador
Bermúdez, uno de los pioneros del baloncesto local, era en aquellos tiempos el
presidente de la sección de baloncesto de la U.D. Las Palmas y quien posibilitó el
desarrollo del baloncesto en la cancha con la inclusión de equipos masculinos y
femeninos federados. Esto provocó que la cancha fuese un hervidero de jugadores bajo
el mismo escudo. Con los años hubo grandes equipos masculinos y femeninos. En el
segundo de los casos incluso se alcanzó la Primera División Nacional y con Begoña
Santana como principal figura. Los partidos en la cancha, y de cualquier categoría, los
íbamos a ver todos y normalmente la cancha se llenaba de gente, indistintamente si
eran masculino o femenino. Y Bermúdez, dicharachero y servicial, siempre al pie del
cañon, bien en labores de delegado, bien de pañuelo de lágrimas de las niñas o de
proveedor de botines. ¡Cuántos recuerdos!
En otra dimensión también es importante la figura de Pedro González Pulido.
El maestro de la zona 1-2-1-1 presionante. Pedro Pulido, recién acabada su licenciatura
en Educación Física, se incorporó a la U.D. como entrenador. En Rodríguez Monroy no
solo formaría jugadores y jugadoras, además como consecuencia de su pasión por el
basket
dejó
una
escuela
de
entrenadores. De su primer equipo en la
U.D. tres de estos jugadores, entrenaron
y fundaron clubes con posteridad:
Domingo Díaz junto a Begoña fundarían el
C.B. Islas Canarias; Pedro Hernández El
Bestia fundaría el Tenefe y el que
suscribe el C.D. Heidelberg. Todo un
legado el que dejó Pulido. Metódico, con
claras ideas sobre el baloncesto,
trabajador incansable y además un
motivador nato; en este punto los
jugadores de la época aún recuerdan los
vestuarios de Rodríguez Monroy con
9 Pedro Pulido jugador de la UD Las Palmas
carteles alusivos a la defensa y al trabajo de la
semana.
Sin duda, Pedro Pulido marcó el carácter y el rumbo en Domingo Díaz y Begoña
Santana. En este caso los discípulos superaron al maestro, pero muy probablemente el
baloncesto que estos han desarrollado sería otro sin la figura de aquel. Los equipos de
Domingo y Begoña siempre han sido grandes defensores, letales en las transiciones y
además maestros de las zonas cuando es menester. Tras estos elementos, sin duda,
planea la sombra de Pedro.
Quiero finalizar estos folios sobre
los orígenes de Rodríguez Monroy y del
matrimonio formado por Domingo y
Begoña comentando que cuando les
encuentro no les miro en su faceta
deportiva, para mí son amigos de la
infancia y en sus caras veo los niños
que conocí entonces, y eso ya es más
significativo. Además, la amistad ha
perdurado en el tiempo.
10 Escuela de Baloncesto en Rodríguez Monroy
Un abrazo a ambos.
P. Pablo Peñate Cillero, Las Palmas de Gran Canaria 20
de diciembre de 1955. Profesor adscrito al colegio Heidelberg,
donde ejerce su trabajo docente desde 1982; compatibiliza su
profesión con el mundo de la investigación en diferentes campos.
Toda una vida dedicada al deporte de la canasta, donde ha
desempeñado todas las labores posibles: jugador , "amigo"
(árbitro de minibasket), dirigente de club y federativo, técnico del
deporte base durante 25 temporadas y 20 años como director
técnico del C.D. Heidelberg, además posee uno de los archivos
más
importantes
del
baloncesto
canario.
● 1967-1983. Etapa de jugador: I. Pérez Galdós, U.D. Las Palmas,
Pepsi Sansofé, Metropole, Juventud, C.M. León, C.Galicia y Tropical. Fueron épocas de
selecciones en Gran Canaria para intentar el ascenso a la Primera División Nacional en
las que normalmente participó jugando de alero y en muchas ocasiones de falso 4
merced a su fortaleza física.
● 1988 Fundador del club deportivo Heidelberg en 1988 y Director Técnico desde
entonces.
● 2002 Expone en Las Palmas de G.C.(Heidelberg) parte de su archivo gráfico, con
fotos inéditas de los orígenes del baloncesto canario.
● 2005 Con motivo del Centenario del Marino F.C. expone su Cronología inédita de la
Ciudad de las Palmas 1880-1950.
● Investigador del baloncesto canario
Con uno de los archivos documentales más importantes del baloncesto canario que ha
ido recopilando desde temprana edad:
- Ha colaborado en tesis doctorales con su archivo documental y gráfico.
- Escribe frecuentemente en publicaciones regionales con artículos sobre historia
del baloncesto canario.
- Colabora con páginas web nacionales con su archivo y opiniones.
● 2007 Premio Investigación 2006 por la Asociación de Prensa Deportiva de Las
Palmas.
● 2008 Escribe, para serial, “Los primeros momentos de la televisión en España y en
Canarias de Madrid”.

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