prólogo - Manual del hormigón estructural
Transcripción
prólogo - Manual del hormigón estructural
PRÓLOGO El lector tiene en sus manos un libro de excepcional valor. Conozco desde hace muchos años a sus autores, el profesor D. Bernardo Perepérez y el profesor D. Emilio Barberá. Creo que en primer lugar, habría que felicitarles por haber escrito un libro oportuno y un libro necesario. Ortega decía que una de las obras de misericordia de nuestro tiempo - se refería al suyo, y en esto cualquier tiempo pasado fue mejor - era no escribir libros inútiles. Los autores han escrito un libro no solamente útil sino necesario. Un aspecto muy particular de este libro es que está redactado por dos autores que tienen una intensa dedicación a la docencia, que conozco en profundidad, una continua labor de investigación - son dos autoridades internacionalmente conocidas en varios campos - y están muy conectados a la práctica profesional. El lector probablemente pensará que estas tres condiciones son las necesarias para la docencia. Yo pienso lo mismo, que son necesarias, pero en el campo de la construcción y me refiero al caso de las asignaturas de aplicación directa a la práctica profesional, tal opinión no es siempre compartida. Su experiencia capacitaba a los autores especialmente para redactar un libro de este tipo, pero además hay que señalar que es un libro que corresponde a un curso real de hormigón estructural impartido en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Valencia y el libro recoge la experiencia docente de muchos años. Otra particularidad del libro, nada frecuente, es que trata el hormigón desde el punto de vista de los materiales, desde el punto de vista del proyecto - y no puramente desde el punto de vista del cálculo, aunque incidan en este punto en profundidad - sino en general del proyecto. Hay una cierta tendencia a relacionar el proyecto con la intuición y a infravalorar el aspecto del cálculo. De hecho, la palabra “calculista”, de acuñación pura y exclusivamente española y sin equivalente en otros idiomas, responde a una cierta visión, pienso que acomplejada, ante el problema del cálculo. Es evidente que el proyecto no es sólo cálculo, pero el proyecto es también cálculo. Lo que queda del proyecto si se quita de él el cálculo son puros fuegos artificiales, pero me interesa subrayar que los autores no solamente han tratado en profundidad el cálculo sino que incluyen muchos aspectos relacionados con la parte xviii conceptual del proyecto. Cualquier lector es consciente de cómo la informática ha simplificado de forma drástica el cálculo estructural. Pero sin embargo, hay aspectos del proyecto y en particular también aspectos del cálculo, en que el ordenador nunca podrá ser un sustituto del proyectista. El inglés Gunton decía que, quien pueda ser sustituido por un ordenador, merece serlo. En este aspecto me interesa distinguir la cantidad de consejos y temas de proyecto, de importancia medular, que figuran en el libro y que no corresponden al puro aspecto del cálculo. Por otra parte, el libro trata en profundidad la ejecución. Esto responde a la propia conexión de los autores con la experiencia de obra, a través de la directa práctica profesional y a través del hecho de que, con frecuencia, redactan informes y dictámenes sobre patología de las estructuras de hormigón. Cualquier lector puede comprobar que en su librería tiene ingentes cantidades de libros sobre el hormigón estructural que tratan obsesivamente los problemas de los materiales y el cálculo. En cambio, comprobará que le sobran dedos de una mano para contar el número de libros dedicados a la ejecución del hormigón estructural. Finalmente, debo comentar algunos aspectos que hacen el libro especialmente interesante. Entre ellos, debo destacar entero el Capítulo 5 dedicado a la Durabilidad, tema en el que los autores son especialmente reconocidos. El Capítulo 7 del Fuego y las Estructuras de Hormigón es tema que ha recibido muy escasa atención en España, aunque sucesos recientes es posible que despierten el interés y también el cuidado. Dentro del Capítulo 11 se incluye un tratamiento de alto nivel de los temas de Adherencia y Anclaje y de las Soldaduras de Armaduras, tema ausente prácticamente en nuestra construcción habitual pero que es de esperar que en pocos años cobre la importancia que se merece. Excelente es también, dentro del Capítulo 13, el tratamiento del Cálculo de Flechas y, en el Capítulo 14, el análisis de la Ductilidad. Para terminar debo destacar que el libro incluye, en el Capítulo 17, un tratamiento completo de los Pavimentos de Hormigón. He llamado a esta estructura, que estructura es y de hormigón en masa, el “huérfano de las normas” porque, desgraciadamente, no tenemos normativa alguna en España que regule ni el proyecto ni la ejecución de este tipo de estructuras. Aunque en este momento haya empresas especializadas en esta clase de elementos, el nivel general de conocimiento sobre los pavimentos corresponde a un cúmulo de errores, básicamente de concepto, que realmente sorprende, aunque si bien se mira, son muy pocas las Escuelas Técnicas que dan la más mínima información al alumno sobre este tema y no deseo que esto parezca una crítica a los profesores de las Escuelas Técnicas, sino simplemente el reconocimiento de una consecuencia de los recargados planes de estudio que padecemos y especialmente padecen los alumnos. Madrid, octubre de 2005 José Calavera Ruiz