Oraciones PAU - ies montes obarenes

Transcripción

Oraciones PAU - ies montes obarenes
ORACIONES PARA ANALIZAR. PAU
 La CEACCU estima que una etiqueta alimentaria necesita ocho minutos para ser leída y
comprendida.

“Todas las pompas son fúnebres”, decía Ramón Gómez de la Serna con humorismo
funerario.
 Cada día se soportan picos de ruido que superan con creces el límite tolerable.
 Mis abuelos temían que me hubiera pasado algo en aquella ciudad que nos daba tanto
miedo.
 Los argumentos que se basaban en el bienestar de la familia eran los únicos admitidos.

Dejé de pensar en lo que tan poco me interesaba.
 Una pared impedía a los esclavos varones circular por las estancias señoriales.



























El llamado Pijoaparte saltó sobre la primera motocicleta que vio estacionada.
La expresión oral que se plasmaba en el decir era sustancia primordial de los cuentos.
Toma el volante, niño, porque tu papá nos va a estrellar en la cuneta del camino.
Se añade que el uniforme acabaría con la comparación entre los alumnos.
La moda pone cada día nuevas leyes para sacar nuevos tributos.
Se dice que César recompensó a cada uno de sus hombres con un esclavo.
: Los primeros que salen comprenden con sus huesos que no habrá paraíso ni amores
deshojados.
Mamá me explicó que la madre Paloma había nacido en otro país que se llamaba
España.
Tú no los tienes porque sabes muy bien cuál es tu origen.
Es la hija la que tiene que dedicarse a cuidar a los padres ancianos o enfermos.
Se permitía saltar encima de un sofá desvencijado al que llamábamos el pobre sofá.
El fraude más dañino se produce cuando los ciudadanos estiman irrelevante su
capacidad de control.
Le rogué un día que no siguiera porque ya mi propósito de quedarme en el país estaba
hecho.
Es un espectáculo fascinante que se convierte en problema si me libro de su hechizo.
Se incorpora una cultura de siglos que contempla impávida tu pajareo alegre.
Lo cierto es que el lenguaje se está originando cotidianamente desde la onomatopeya.
Todos los forasteros que por aquel tiempo recorrían las calles de Macondo tenían que
sonar su campanita.
El otro día estuve en tu casa y me pareció que no te había gustado el regalo que te hice.
Me gusta comprar en esta casa donde atienden con tanta amabilidad.
El médico le ha recetado un medicamento muy caro, pero da muy buen resultado.
Con mucho donaire, la muchacha se llevó a la boca otra vez el huevo roto y le dio otro
sorbo.
En una ocasión mi hermano me pidió que le prestara unas cuantas fotografías que yo
había reunido en años.
El sábado anterior se preparó una fiesta y Carlos se preocupaba de que no faltara
ninguna cosa que pudiera ser necesaria.
El examen de lengua que pusieron la semana pasada era bastante difícil para mí, pero
Javier, que estudió mucho, era consciente de que también suspendería.
Los padres de Reme veranean en la casa que tienen en Torrevieja y sus hijos, que en
invierno estudian en Madrid, los acompañan siempre muy contentos.
El chico que vino ayer con tu hermano ha regresado del viaje que te comenté, pero dice
que no la pasado bien.
El vecino del cuarto, que vive solo, siempre cuenta una anécdota en que parece un sabio
distraído.

Documentos relacionados