Una huelga general no es una asonada ni un motín

Una huelga general no es una asonada ni un motín

Junio 2002
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e n t r e v i s t a
“Una huelga general no es
una asonada ni un motín”
JOSÉ MARÍA
FIDALGO
Secretario general de CCOO
“Es un arma jurídicamente asumida en el ordenamiento
constitucional, el ejercicio de un derecho”
A la misma hora que nos reuníamos con
Mariano Crespo/Tribuna
Aznar dice que habéis convocado una huelga para que
los vagos sigan viviendo de los
impuestos de los trabajadores.
El presidente, aunque sólo
fuera por dignidad institucional,
debería ser más comedido. Esas
declaraciones únicamente denotan nerviosismo ante la que se le
viene encima. Me parece que el
presidente, que en una democracia está elegido por los ciudadanos, debería ser más respetuoso
con los ciudadanos. Además
con ciudadanos que están en una
situación que no han escogido.
Es triste estar parado, cuando un
40 por ciento de ellos no tienen
cobertura económica cuando han
cotizado. Saben que se les ha terminado y que el INEM tiene un
excedente todos los años de medio billón de pesetas. En esa situación oyen que un presidente
del Gobierno les acusa de estar
en el paro por ser vagos, supongo que les quedarán pocas ganas
de votar al PP.
Algunos trabajadores en activo creen que el 20-J no les
afecta.
Hemos convocado una huelga
porque el paquete de medidas incluye una agresión a los parados
y a los activos. El paquete de
medidas tiene dos partes. Hay un
bloque de agresiones a gente que
tenía prestación y se la van a
quitar, y luego contiene una reforma laboral que va a afectar a
todo el mundo. Al quitar los salarios de tramitación se va a quitar la frontera entre el despido
procedente y el improcedente.
Y además forma parte de
una política económica.
Es una consecuencia de la política económica del Gobierno.
Una política que se ha basado en
recortes fiscales a los ricos a
cambio, por ejemplo, de no incrementar el gasto educativo o
de investigación, ambos por debajo de la media europea. El
mismo contencioso de los empleados públicos tiene mucho
que ver con esto. La negativa
reiterada a que los empleados
públicos ejerzan el derecho a la
negociación colectiva es una expropiación de derechos, forzando, además, al poder judicial.
Por eso los empleados públicos,
también, vamos a ir a la huelga.
Hay analistas que ven en la
actitud del Gobierno de Aznar
el planteamiento de un pulso a
las organizaciones sindicales.
Creo que el presidente del
Gobierno está mostrando un tinte autoritario que al que menos
le beneficia es a él. A mí me parece que utilizar en una sociedad
democrática el ordeno y mando
no es rentable. Puede serlo para
un político marginal pero no para uno que quiera gobernar en
una sociedad democrática.
También dice que esta huelga va contra los intereses de
España.
El recurso al patriotismo es el
único refugio de gente que no
tiene otra cosa que decir. El futuro de España no depende de la
imagen de Aznar, depende más
bien de la calidad del empleo, de
la calidad y eficacia de los servicios públicos y de la calidad del
modelo social. El futuro de este
país no depende de las fotos de
Aznar sonriendo con Berlusconi
y con Blair, igual que el futuro
de la Unión Europea va a depender de cómo se desarrolla la estrategia para el pleno empleo en
el año 2010.
Un mal momento para el
progreso de la política social
en la UE.
Europa ahora está en una encrucijada. O va a un modelo de
empleo precario y arruina el
modelo social que es distintivo
de la UE o va a un modelo productivo con empleo cualificado,
tecnificado, moderno, que vende
bienes y productos con mucho
valor añadido. Europa no puede
convertirse en 10 años en una
comunidad con fondos de marginación, pobreza y con empleo
en precariedad. El día 20 vamos
a decir a Aznar y a sus colegas
europeos que cuidado. Como se
le ha dicho a Berlusconi en Italia y el mismo día 20 va a tener
lugar una movilización social en
Portugal. En Dinamarca, el Go-
bierno ha presentado una propuesta en la que se quiere debilitar el convenio colectivo y este
país presidirá la UE, tomando el
testigo de Aznar. Por tanto, la
jornada del día 20 es una jornada de protesta en España contra
un recorte de derechos, pero
igual en unos meses nos encontramos con una movilización
europea en contra de un desarrollo desequilibrado.
Venden que esta huelga la
convocan los socialistas.
La convocan los sindicatos.
Nunca he visto a ningún gobierno, cuando se le convoca una
huelga general, estarse callado,
siempre dicen que la huelga es
política. Cuando se hicieron contra el gobierno socialista, Felipe
González también repetía que
era contra él, como ahora proclama Aznar. Eso es trivializar.
Cuando se paró el país el 14-D
no se paró contra Felipe González, se paró contra una determinada manera de hacer política
económica y social. Como sucederá el 20-J. La gente ha cotizado para tener derecho al desempleo, no para que el Gobierno tome su dinero de la caja del
INEM y con ese dinero se cuadre el déficit cero.
Hay quien dice que el Gobierno podría salir reforzado.
No entiendo cómo una huelga
general puede reforzar a un gobierno, excepto si el gobierno no
tiene alternativa y en una sociedad democrática un gobierno tiene alternativas. No entiendo, por
otro lado, cómo se sale reforzado
de un tunda.
Las encuestas dicen que hay
razones, pero dudan del éxito.
La huelga general es un instrumento de lucha muy útil y el
Gobierno ha centrado su estrategia en fragilizarla y venderla
como algo nefasto. Una huelga
general es una huelga más, sólo
que muy grande. Un arma jurídica y políticamente asumida en
el ordenamiento constitucional.
Su ejercicio no es ningún desastre, es un derecho como el votar. No es una asonada ni un
motín. ◆
José María Fidalgo en su despacho de la
6ª planta, el Consejo de ministros daba
luz verde al decreto-ley que ponía en vigencia la reforma del desempleo. Era la
escenificación de un talante. Hablamos
con el secretario general de CCOO del
paro general y de la campaña gubernamental de desprestigio de sus razones,
de sus convocantes, de su apelación al
patriotismo y de la utilización del derecho constitucional a la misma. El presidente está irritado.