Vigilia de Oración - Mártires Hijas Caridad

Transcripción

HIJAS DE LA CARIDAD
MÁRTIRES DE LÁ FE
VIGILIA DE ORACION
12 de octubre de 2013
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REUS Y LA COMPAÑÍA
Nos acoge hoy, para orar, la parroquia de San Pedro, la Prioral de Reus. Este
espacio tiene para las Hijas de la Caridad una connotación especial. Hace
221 años que Sor Juana David, Sor Lucía Raventós y Sor María Arenas, entraban en esta villa para cuidar a los enfermos del hospital de San Juan.
El Magníficat es el canto que nos une en la acción de gracias por la
beatificación de nuestras hermanas.
En las crónicas que se conservan leemos lo siguiente:
“En procesión hacia la iglesia Prioral, fueron acompañadas por numerosa
concurrencia, el Ayuntamiento, el Sr. Prior y el Rvdo. P. Viñas. Postradas ante el altar mayor, el Sr. Prior les dio la bendición e hicieron un rato de oración mientras tocaba la música de la Capilla.
Y con todo el acompañamiento salieron camino del Hospital: Fue tanta la
gente en la calle que con mucho trabajo pudieron llegar al Santo Hospital.
Arrodilladas ante el altar de la capilla, con velas en las manos, se cantó un Te
Deum con la mayor solemnidad. Fueron conducidas a las habitaciones de
los enfermos y le entregaron las llaves a Sor Juana David. Las Hijas de la Caridad empezaron su ministerio dando de cenar a los pobres enfermos, con
edificación de todo el pueblo que alababa a Dios por su inmensa bondad a
favor de los pobres de Jesucristo y de todo el pueblo, por haberlo bendecido
y provisto de tan santo Instituto. Que sea para gloria suya. Amen. Aquí falleció Sor Juana David el día 17 de julio de 1793, después de edificar con su
ejemplar vida a todos los que vivieron con ella en este Santo Hospital durante 5 meses y 22 días. “
Las 6 primeras Hijas de la Caridad, semilla de la Compañía en España, llegaron a Barcelona en misión de caridad. Por fidelidad a su conciencia y al Carisma de los Fundadores, tuvieron que dejar el Hospital de la Santa Cruz. Dios
les abrió nuevos caminos por donde ir sembrando gestos de amor. Su ejemplo de fortaleza y amor a la vocación ha sido estímulo para las que siguieron
sus pasos, entre ellas, nuestra Hermanas mártires, cuya beatificación estamos celebrando.
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Enraizadas
en Cristo y
en la Iglesia
Apasionadas
por Dios y
por los Pobres
Comunidad
de amor
Seguidoras de
Cristo viviendo en humildad, sencillez
y caridad
Su ideal:
transmitir la
bondad de
Dios a los
pobres
Ambientación:
Comenzamos esta vigilia de oración con las palabras con que Sor Evelyne
Franc describe a las Hermanas que mañana serán beatificadas:
“Al contemplar sus vidas sencillas, de entrega humilde y fiel, admiramos
las maravillas que el Señor hizo en cada una de ellas. Ellas permanecieron
ancladas en una fe sólida, una vida de oración intensa alimentada en la Eucaristía, un gran amor a la Virgen María y un profundo sentido eclesial.
Apoyadas en una vida fraterna que las sostenía y alentaba, amaron con
ternura a los pobres, los sirvieron con entusiasmo y alegría, sufrieron y
gozaron, dando lo mejor de sí mismas, allí donde la Compañía las envió. “
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1. ENRAIZADAS EN CRISTO Y EN LA IGLESIA
Sor Pilar-Isabel Sánchez Suárez: tú que fuiste generosa y esforzada para
mostrar la bondad de Dios a los pobres a quienes serviste.
«El Señor, para convencernos que es necesario que nos adhiramos a Él
Sor Josefa Girones Arteta: tú que fuiste invadida por Espíritu hasta pedir
la gracia del martirio el día de tus votos.
por el amor, ponderó cuan grandes bienes se derivan de nuestra unión
con Él, comparándose a Sí mismo con la vid y afirmando que los que
están unidos a Él e injertados en su persona, vienen a ser como sus
sarmientos y, que, al participar del Espíritu de Cristo, éste nos une con Él.
La adhesión de quienes se vinculan a la vid consiste en una adhesión de
Sor Lorenza Díaz Bolaños: tú que supiste encarnar en tu vida el Evangelio
como camino de santidad.
Sor Gaudencia Benavides Herrero: tú que llevaste con paciencia el martirio lento en las cárceles infundiendo esperanza en las demás.
voluntad y de deseo; en cambio, la unión de la vid con nosotros es una
unión de amor y de inhabitación» (San Cirilo de Alejandría Comentario al
Caritas Christi urget nos / Caritas, Firmes en la fe
Evangelio de San Juan 10,2).
Caritas Christi urget nos / Caritas, Mártir de la fe
Lectura del Evangelio
Jn 15, 1-8
Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador.
Si uno de mis
sarmientos no da fruto, lo corta; pero si da fruto, lo poda y lo limpia para
que dé más. Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he
Recordemos también el testimonio de los Mártires de la Congregación de
la Misión que por su amor a la Iglesia y a los Pobres entregaron su vida:
en defensa de la fe:
Seguid unidos a mí como yo sigo unido a vosotros. Un
Hermano Luis Aguirre, Hermano Narciso Pascual, Hermano Salustiano
sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no está unido a la vid. De
González, Padre Amado García, Padre Andrés Avelino Gutiérrez, Padre
igual manera, vosotros no podéis dar fruto si no permanecéis unidos a
Antonio Carmaniu, Padre Fortunato Velasco, evangelizadores de los po-
mí.
bres.
hablado.
Yo soy la vid y vosotros sois los sarmientos. El que permanece unido a mí
y yo unido a él, da mucho fruto; pues sin mí nada podéis hacer. El que
no permanece unido a mí será echado fuera, y se secará como los
sarmientos que se recogen y se queman en el fuego.
Si permanecéis unidos a mí, y si sois fieles a mis enseñanzas, pedid lo que
queráis y se os dará. Mi Padre recibe honor cuando vosotros dais mucho
fruto y llegáis así a ser verdaderos discípulos míos.
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Padre Gregorio Cermeño, Padre Irineo Rodríguez, Padre Leoncio Pérez,
Padre Pelayo José Granado, Padre Ricardo Atanes, Padre Tomas Pallarés,
Padre Vicente Umbrales, firmes y valientes en la Fe.
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Texto vicenciano:
Sor Mª Dolores-Úrsula Caro Martín: que tuviste gran confianza en Dios y
caridad con el prójimo.
“Acuérdese, Padre, de que vivimos en Jesucristo por la muerte de
Sor Concepción Pérez Giral: que fuiste mujer de corazón grande y muy
sensible al dolor ajeno.
que nuestra vida tiene que estar oculta en Jesucristo y llena de
Sor Andrea Calle González: que supiste contagiar tu alegría el seguimiento de Cristo de forma que a tu lado no había penas.
Jesucristo; y que hemos de morir en Jesucristo por la vida de Jesucristo; y
Jesucristo; y que para morir como Jesucristo, hay que vivir como
Jesucristo”. ( SV II, 320; carta al P. Portail. París, 1 de mayo de 1635.)
Sor Martina Vázquez Gordo: que fuiste la representación viva de la caridad de Cristo hacia los pobres.
Sor Josefa Martínez Pérez: que supiste superar el miedo e infundir ánimo entre tus compañeras, hasta dar tu vida salvando la de tu hermana.
Sor Victoria Arregui Guinea: tú que fuiste mujer de oración y comunión
fraterna, irradiando paz a tu alrededor.
Salmo 1, 1-3
Feliz el hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
Sor Joaquina Rey Aguirre: que te entregaste a Dios para servirle en los
ni va por el camino de los pecadores,
pobres con valentía y generosidad.
ni hace causa común con los que se burlan de Dios,
sino que pone su amor en la ley del Señor,
Sor Modesta Moro Briz: que te mostraste fiel al proyecto de Dios con
y en ella medita noche y día.
una piedad sencilla y supiste vivir y morir como Cristo.
Es como un árbol
plantado a la orilla de un río,
que da su fruto a su tiempo
y jamás se marchitan sus hojas.
¡Todo lo que hace le sale bien!
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2. APASIONADAS POR DIOS Y POR LOS POBRES
Lectura del evangelio
Lc 4,17-21
Le entregaron el libro del profeta Isaías, desenrolló el volumen y
encontró el pasaje en el que está escrito: El Espíritu del Señor está sobre
mí, porque me ha ungido. Me ha enviado a llevar la buena nueva a los
pobres, a anunciar la libertad a los presos, a dar la vista a los ciegos, a
liberar a los oprimidos y a proclamar un año de gracia del Señor. Enrolló
el libro, se lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó; todos tenían sus
ojos clavados en él; y él comenzó a decirles: Hoy se cumple ante vosotros
esta Escritura.
Sor Mª Rosario Ciércoles Gastón: que supiste vivir de manera sencilla y
abnegada cada uno de los servicios que te fueron encomendados.
Sor Micaela Hernán Martínez: que llena del amor de Dios lo transmitiste
con naturalidad y sencillez, a los niños y a sus familias.
Sor Mª Luisa Bermúdez Ruiz: que con gran sensibilidad y delicadeza te
compadeciste de todos aquellos que sufrían.
Sor Melchora Adoración Cortés: que ante la propuesta de quedarte libre, escogiste el martirio para seguir a Cristo como tus hermanas.
Silencio meditativo
Sor Mª Severina Diaz-Pardo Gauna: que supiste vivir confiada en Dios y
abandonada en sus manos hasta recibir el martirio
Texto vicenciano:
“Hermana, ¡qué consolada se sentirá usted en la hora de la muerte por
haber consumido su vida por el mismo motivo por el que Nuestro Señor
Sor Mª Dolores Barroso Villaseñor: que derrochaste entrega, cariño y
delicadeza, en el servicio a los enfermos
dio la suya! ¡Por la caridad, por Dios, por los pobres! Si conociera usted su
felicidad, hermana, se sentiría realmente llena de gozo; pues, haciendo lo
que usted hace, cumple la ley y los profetas, que nos mandan amar a Dios
con todo nuestro corazón y al prójimo como a nosotros mismos. ¿Y qué
mayor acto de amor se puede hacer que entregarse a sí mismo por com-
Sor Estefanía Saldaña Mayoral: que amaste tu vocación de Hija de la
Caridad y por ello abrazaste gustosa el camino de la prueba y la cruz.
Sor María Asunción Mayoral Peña que supiste ir al martirio confesando
públicamente que no te importaban las burlas y las amenazas.
pleto, de estado y de oficio, por la salvación y el alivio de los afligidos? En
eso está toda nuestra perfección” ( SV VII, 326; carta a S. Juana
Hardemont París, 24 de noviembre de 1658 )
“¡Qué felicidad, hijas mías, que Dios os haya escogido para continuar el
ejercicio de su Hijo en la tierra!” (SV IX,73; Conferencia 9 de marzo de
1642)
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Sor Josefa Laborra Goyeneche: que acogiste y comprendiste a las
Hermanas mayores y enfermas y las trataste con ternura.
Sor Carmen Rodríguez Barazal: que en el empeño de ser fiel a Jesucristo
caminaste siempre a la luz del Espíritu.
Sor Estefanía Irisarri Irigaray: que revestida del don de fortaleza, forjado
al calor de la oración y de la Eucaristía, sellaste tu fe y tu vocación con tu
propia sangre.
Sor Pilar Nalda Franco: que viviste una espiritualidad filial confiada y
humilde que te ayudó a fomentar en los niños la responsabilidad y la
autoestima.
Sor Isidora Izquierdo García: que viviste la entrega en lo ordinario de las
cosas sencillas de cada día, haciéndolas con alegría serena y bajo la
presencia de Dios.
Dolores Broseta Bonet: que colaboraste fielmente en la misión y arriesgaste tu vida por las Hermanas y la devoción a la Virgen María.
Sor Ramona Cao Fernández: que velaste día y noche a los enfermos y los
serviste con cariño, ternura y abnegación.
Sor Juana Pérez Abascal: que te acercaste diariamente a la santísima Virgen con devoción y confianza.
Oración:
Ayúdanos Señor, a ver, y a cambiar… a verte y a optar. Ayúdanos Señor,
para que veamos el mundo con tus ojos de Dios, para sentir con tu
corazón compasivo, para actuar llevadas por la fuerza y el fuego
comprometido de tu Espíritu, para hacer posible, ya aquí en la tierra, el
mundo nuevo que esperamos, el Reino de los cielos. Amén.
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3. COMUNIDAD DE AMOR
La calidad de la vida fraterna es una fuente de dinamismo para el servicio
en la vida de la Hija de la Caridad. La unión cordial y el amor mutuo
constituyen un apoyo esencial y son un signo y una fuerza para el servicio
vicenciano.
Jn 13,33-35
Hijos míos, ya no estaré mucho tiempo con vosotros. Me buscaréis, pero
lo mismo que dije a los judíos os digo ahora a vosotros: No podréis ir a
donde yo voy. Os doy este mandamiento nuevo: Que os améis los unos a
los otros. Así como yo os amo, debéis también amaros los unos a los
otros. Si os amáis los unos a los otros, todo el mundo conocerá que sois
mis discípulos.”
Oración:
Ayúdanos Señor a ser testigos de tu bondad. Ayúdanos Señor, para que
veamos el mundo con tus ojos de Dios y podamos actuar desde las
entrañas de misericordia, de amor y bondad como Tú lo hiciste aquí en la
Tierra mediante el misterio de la Encarnación.
LETANÍAS
Silencio meditativo
El testimonio de nuestras Hermanas Mártires es para nosotras estímulo
Texto Vicenciano:
de fidelidad. Sobre la base de la fe, construyeron su vida de entrega a
Cristo y a los Pobres. Que ellas sean nuestras intercesoras para que
“Mis queridas Hermanas, sigo pidiendo para ustedes a Dios su bendición y
nuestra vida se edifique con firmeza y seamos ante el mundo expresión
le ruego les conceda la gracia de perseverar en su vocación para que
del Amor de Dios que ha sido derramado en nuestros corazones.
puedan servirle en la forma que El pide de ustedes. Tengan gran cuidado
del servicio de los pobres y sobre todo de vivir juntas
Mientras recordamos su testimonio, vamos repitiendo el canto:
en una gran unión y cordialidad, amándose las unas a las otras, para
imitar la unión y la vida de Nuestro Señor.
Pidan mucho a la Santísima Virgen que sea Ella su única Madre.”
(Testamento espiritual de Santa Luisa, SLM pág. 835)
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5. SU IDEAL: TRANSMITIR LA BONDAD DE DIOS
A LOS POBRES.
Lectura del evangelio
Mt 14,13-21
Cuando Jesús recibió aquella noticia, se fue de allí, él solo, en una barca,
a un lugar apartado. Pero la gente, al saberlo, salió de los pueblos para
seguirle por tierra. Al bajar Jesús de la barca, viendo a la multitud, sintió
compasión de ellos y sanó a los que estaban enfermos. Como se hacía de
noche, los discípulos se acercaron a él y le dijeron:
–Ya es tarde y este es un lugar solitario. Despide a la gente, para que
vayan a las aldeas y se compren comida. Jesús les contestó: –No es
necesario que vayan. Dadles vosotros de comer. Respondieron: –No
tenemos aquí más que cinco panes y dos peces.
Jesús les dijo: –
Oración:
Traédmelos. Mandó entonces a la multitud que se recostara sobre la
Pedimos una vez más el don de la caridad: “Dios todopoderoso y
hierba. Luego tomó en sus manos los cinco panes y los dos peces y,
eterno, que has llenado de caridad a san Vicente y a Santa Luisa:
mirando al cielo, dio gracias a Dios, partió los panes, se los dio a los
escucha nuestra oración y concédenos tu amor: haznos reconocer y
discípulos y ellos los repartieron entre la gente. Todos comieron hasta
servir a Jesucristo en nuestros hermanos los pobres. Siguiendo sus
quedar satisfechos, y todavía llenaron doce canastas con los trozos
enseñanzas, haz que aprendamos a amar con el sudor de nuestra frente
sobrantes. Los que comieron eran unos cinco mil hombres, sin contar las
y el esfuerzo de nuestros brazos, en humildad, sencillez y caridad.
mujeres y los niños.
Silencio meditativo
Texto vicenciano:
“Vosotras, Hijas de la Caridad, estáis destinadas a representar la bondad
de Dios delante de los pobres enfermos… debéis servirles con cordialidad
y con gran dulzura, incluso a los más enfadosos y difíciles, sin olvidaros
de decirles alguna buena palabra...y teniendo siempre presente que en
ellos está Dios”. (SV IX, p. 916. Conferencia 11 de noviembre de 1657)
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4. SEGUIDORAS DE CRISTO, VIVIENDO EN
HUMILDAD, SENCILLEZ Y CARIDAD
Lc 9, 22-27
Les decía Jesús:
El Hijo del hombre tendrá que sufrir mucho, y será rechazado por los
ancianos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la ley. Lo
van a matar, pero al tercer día resucitará. Después dijo a todos: El que
quiera ser mi discípulo, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz cada día
y sígame. Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que
pierda su vida por causa mía, la salvará. ¿De qué le sirve al hombre ganar
el mundo entero, si se pierde o se destruye a sí mismo? Pues si alguno se
avergüenza de mí y de mi mensaje, también el Hijo del hombre se
avergonzará de él cuando venga con su gloria y con la gloria de su Padre
y de los santos ángeles. Os aseguro que algunos de los que están aquí no
Oración:
morirán sin haber visto el reino de Dios.
“¡Oh Salvador de nuestras almas, luz del mundo! Te pedimos que
Glosa evangélica por el sacerdote PRESIDENTE
ilumines nuestro entendimiento para que podamos conocer la verdad de
las cosas que acabamos de escuchar. Te lo pedimos a ti, que has querido
Texto vicenciano:
formar para tu servicio una Compañía de pobres hijas, que han de
“Hay que saber, por tanto, mis queridas hermanas, que el espíritu de
servirte de la misma manera que tú les has enseñado. Haz de ellas, Dios
vuestra Compañía consiste en tres cosas: amar a nuestro Señor y servirle
míos, tus instrumentos. Concédele y concédeme a mí, a pesar de que
con espíritu de humildad y de sencillez. Mientras reinen en vosotras la
soy un miserable pecador, la gracia de poder realizar todas mis acciones
caridad, la humildad y la sencillez, se podrá decir: «Todavía vive la
por caridad, humildad y sencillez en la asistencia al prójimo. Concédenos
Compañía de la Caridad»; pero cuando dejen de verse estas virtudes, se
esta gracia, Señor nuestro.” (SVP IX-1 p. 538. Conferencia 9 de febrero
podrá decir: «La pobre Caridad se ha muerto»”. (SV IX, 536; Conferencia
de 1653)
9 de febrero de 1653)
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Vigilia de Oración - Mártires Hijas Caridad

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